Amenorrea Completo
Amenorrea Completo
Amenorrea Completo
SEUDOCIESIS.
Aunque es poco común, este diagnóstico se debe descartar en cualquier mujer
con amenorrea y síntomas de embarazo. La seudociesis ejemplifica el potencial
que tiene la mente para dominar a los procesos fisiológicos. En las publicaciones
médicas se han reportado alrededor de 550 casos de mujeres de 6 a 79 años de
edad. Estas pacientes creen que están embarazadas y por lo tanto presentan
varios signos y síntomas de gravidez, incluso amenorrea.
En la valoración endocrina de algunas pacientes no ha sido posible encontrar un
patrón constante de alteraciones hormonales. Las modificaciones en la
frecuencia de liberación pulsátil de LH y la elevación de los andrógenos séricos
explican la amenorrea. En un subgrupo de pacientes se ha observado prolactina
sérica aumentada con galactorrea resultante. Asimismo, al parecer la secreción
de somatostatina está reducida.
CAUSAS HIPOFISARIAS
HIPERPROLACTINEMIA E HIPOTIROIDISMO.
Cantidades muy elevadas de prolactina en el suero casi siempre se deben a la
presencia de una masa hipofisaria, como un adenoma secretor de prolactina. Sin
embargo, cuando se realiza la historia clínica, es importante recordar que
muchos medicamentos y numerosas plantas se han asociado con galactorrea y
se ha planteado que pueden alterar los ciclos menstruales. Quizá el grupo de
fármacos identificado con mayor frecuencia en este escenario clínico es el de los
antipsicóticos.
Las enfermedades tiroideas también son una causa frecuente de oligomenorrea
con gonadotropinas normales. Se dice que el hipotiroidismo ausa amenorrea,
mientras que el hipertiroidismo provoca
menorragia. Aunque con menor frecuencia, este último trastorno también puede
encontrarse en pacientes amenorreicas.
En la figura 16-8 se muestra un mecanismo por medio del cual la
hiperprolactinemia y el hipotiroidismo suprimen el flujo menstrual. En este
modelo, la menor concentración de hormona tiroidea circulante provoca un
incremento compensador de hormona liberadora de tirotropina (TRH,
thyrotropin-releasing hormone) hipotalámica. Como parte del eje tiroideo, la TRH
eleva a la TSH producida por los tirotropos y se une a los lactotropos hipofisarios,
aumentando la secreción de prolactina.
La hiperprolactinemia provoca elevación compensadora de la dopamina central,
que es el principal inhibidor de la secreción de prolactina. Este aumento altera la
secreción de GnRH, con lo que cambia la producción cíclica normal de
gonadotropinas y desaparece la ovulación. Nótese que este incremento de
prolactina puede ser primario, por ejemplo, causado por un prolactinoma, o
secundario a la elevación de las concentraciones de TRH. En la
hiperprolactinemia secundaria, los niveles de prolactina por lo general son
menores de 100 ng/ml.
Sin duda existen otros mecanismos por medio de los cuales las enfermedades
tiroideas y la hiperprolactinemia alteran la función menstrual, pero todavía no se
conocen bien. Por ejemplo, en la mayor parte de los tipos celulares aparecen
receptores tiroideos.
Además, la hormona tiroidea aumenta la concentración de globulina
transportadora de hormonas sexuales, alterando la cantidad de globulina libre y,
por lo tanto, de esteroides ováricos activos.
Asimismo, se han identificado receptores de prolactina en los ovarios y el
endometrio.
Figure 16.8
HIPERPROLACTINEMIA
Pautas de
tratamiento
Bromocriptina
(PARLODEL®)
Quinagolida
(NORPROLAC®)
Cabergolina
(DOSTINEX® 0.5mg.)
Tratamiento quirúrgico:
Indicaciones:
Intolerancia al tratamiento médico.
Aumento del tamaño tumoral a pesar del tratamiento médico
Persistente pérdida de visión o compresión del quiasma a pesar del tto médico.
Apoplejía con signos neurológicos en los macroadenomas.
Macroprolactinomas quísticos.
TRATAMIENTO DE HIPOTIROIDISMO
El tratamiento habitual para el hipotiroidismo supone el uso diario de la hormona
tiroidea sintética levotiroxina (Levothroid, Synthroid, entre otros). Este
medicamento oral restaura los niveles adecuados de la hormona y revierte los
signos y los síntomas del hipotiroidismo.
INCIDENCIA
El síndrome de poliquistosis
ovárica es la endocrinopatía
más frecuente en la mujer en
edad fértil, en la que alcanza de
4 a 12%. Los síntomas del
hiperandrogenismo varían
según el grupo étnico, pero al
parecer el PCOS es igual de
frecuente en todas las razas y
nacionalidades.
Hipertecosis ovárica y
síndrome de HAIRAN
La hipertecosis es una
enfermedad poco común que a
menudo se considera una
variedad más grave de PCOS y
se caracteriza por la presencia
de islotes de células de la teca luteínica distribuidos en el estroma ovárico. Las
pacientes exhiben hiperandrogenismo pronunciado y en ocasiones signos
francos de virilización como clitoromegalia, alopecia temporal y voz grave.
Además de una mayor resistencia a la insulina y acantosis nigricans.
ETIOLOGÍA
falta de regulación del gen CYP11a: codifica la enzima que rompe la cadena
lateral del colesterol y limita la velocidad en la biosíntesis de los esteroides.
gen del receptor insulínico en el cromosoma 19p13.2.
FISIOPATOLOGÍA
Resistencia a la insulina
Se define como la respuesta reducida a la
captación de la glucosa a determinada
cantidad de insulina. Tanto las mujeres
delgadas y obesas con PCOS tienen más
resistencia a la insulina que las testigos
sanas de peso similar. Se asocia con
riesgos como diabetes mellitus tipo 2,
hipertensión, dislipidemia y enfermedades
cardiovasculares. Por consiguiente, el
PCOS no es sólo una enfermedad con
consecuencias a corto plazo como
menstruaciones irregulares e hirsutismo,
sino también con repercusiones nocivas a largo plazo.
Andrógenos
Tanto la insulina como la LH estimulan la producción de andrógenos en las
células de la teca ovárica. Así, los ovarios secretan una mayor cantidad de
testosterona y androstenediona. Específicamente, se observa testosterona libre
elevada en 70 a 80% de las mujeres con PCOS y entre 25 y 65% exhibe
elevación de DHEAS. A su vez, la androstenediona elevada contribuye al
aumento de la estrona por medio de la biotransformación de andrógenos en
estrógenos gracias a la aromatasa.
Anovulación
Elevación de andrógenos por hipersecreción de LH, hace que la
progesterona disminuya por anovulación.
Secundaria a la resistencia a la insulina. En pacientes con anovulación y
PCOS, los ciclos ovulatorios se restablecen cuando reciben metformina
(aumenta la sensibilidad a la insulina).
Folículos antrales grandes. En 67% de mujeres sometidas a resección en
cuña ovárica la regularidad menstrual mejora.
SIGNOS Y SÍNTOMAS
Hiperandrogenismo
Esta condición se manifiesta por hirsutismo, acné, alopecia androgénica o estas
dos últimas. Por el contrario, los signos de virilización como aumento de la masa
muscular, disminución del tamaño mamario, voz grave y clitoromegalia no son
típicos del PCOS por lo que obliga a realizar una investigación en busca de un
tumor productor de andrógenos en el ovario o la glándula suprarrenal.
Acné
El acné vulgar es un dato clínico frecuente en las adolescentes, pero el acné
persistente/tardío sugiere la posibilidad de PCOS. En estudios se observó
elevación de andrógenos en 80% de las mujeres con acné pronunciada, 50%
con acné moderado y en 33% con acné leve.
Patogenia del acné. Participan cuatro factores: bloqueo del orificio folicular por
hiperqueratosis, sobreproducción de sebo, proliferación del comensal
Propionibacterium acnes e inflamación. El exceso de andrógenos hiperestimula
los receptores androgénicos en la unidad pilosebácea aumentando la producción
de sebo que genera inflamación y formación de comedones. La inflamación
causa el principal efecto a largo plazo del acné: la cicatrización.
Alopecia
La alopecia androgénica femenina es menos frecuente en el PCOS. La pérdida
de pelo avanza lentamente y se caracteriza por adelgazamiento difuso en la
coronilla con preservación de la línea de pelo frontal o por recesión bitemporal.
Debe descartarse patologías que la produzcan: enfermedad tiroidea o anemia.
Acantosis nigricans.
Se caracteriza por placas gruesas, aterciopeladas de color café grisáceo en los
pliegues de flexión (nuca, axilas, surco submamario, cintura y región inguinal).
Se considera un marcador cutáneo de resistencia a la insulina, que provoca
hiperinsulinemia, lo que estimula el crecimiento de los queratinocitos y
fibroblastos dérmicos, generando estos cambios. Es más frecuente en mujeres
obesas con PCOS (50%) que en aquellas con PCOS con peso normal (5-10%).
Dislipidemia
El perfil clásico de las lipoproteínas que se observa en el PCOS se caracteriza
por elevación de las lipoproteínas de baja densidad (LDL), triglicéridos y relación
de colesterol total:lipoproteínas de alta densidad (HDL), así como HDL reducida;
estos cambios aumentan el riesgo de cardiopatía en las mujeres con PCOS. La
prevalencia de dislipidemia en el PCOS es de casi 70%.
Obesidad
Las mujeres con PCOS tienen tendencia a padecer obesidad, lo que se refleja
por un mayor IMC e índice cintura:cadera. Este índice refleja una obesidad de
patrón androide o central, que constituye un factor de riesgo independiente de
cardiopatía; también es predictivo de resistencia a la insulina.
Cáncer endometrial
Las mujeres con PCOS tienen un riesgo tres veces mayor de padecer cáncer de
endometrio. La hiperplasia y el cáncer endometrial son riesgos a largo plazo de
la anovulación crónica y se cree que la exposición crónica a los estrógenos sin
oposición provoca cambios neoplásicos en el endometrio. El riesgo aumenta por
los efectos del hiperandrogenismo y la hiperinsulemia al reducir la concentración
de SHBG y a elevar los estrógenos circulantes.
Esterilidad
La esterilidad/subfertilidad es una característica frecuente de mujeres con PCOS
a causa de los ciclos anovulatorios.
Abortos
Las mujeres embarazadas con PCOS tienen mayor frecuencia (30-50%) de
abortos en el primer trimestre, hay teorías sobre la asociación entre la
hipersecreción de LH y los abortos y la resistencia a la insulina y los abortos.
Salud psicológica
Las mujeres con PCOS pueden presentar varios problemas psicosociales como
ansiedad, depresión, baja autoestima, calidad de vida reducida e imagen
corporal negativa.
DIAGNÓSTICO
Testosterona
Los tumores de ovario/glándula suprarrenal son una causa de
hiperandrogenismo y virilización. Si en la mujer aparecen/empeoran los
signos de virilización (voz grave, alopecia frontal, acné/hirsutismo
pronunciado, mayor masa muscular, clitoromegalia), sospechar de estos.
Se utiliza la concentración de testosterona total para excluir tumores ováricos,
si es mayor de 200 ng/100 ml, se debe buscar una lesión ovárica.
Gonadotropinas
Se cuantifica la LH-FSH (>2:1) para excluir insuficiencia ovárica precoz e
hipogonadismo hipogonadotrópico, pero no son diagnóstico de PCOS.
17-hidroxiprogesterona
Sirve para descartar la hiperplasia suprarrenal congénita (CAH), cuya
deficiencia completa/parcial de 21-hidroxilasa provoca en forma temprana,
genitales ambiguos e hipotensión, y en forma tardía, deficiencia de cortisol,
lo que aumenta hormona adreconorticotrópa (ACTH) y desarrolla hiperplasia
suprarrenal e hiperandrogenismo con predominio de virilización.
Por la deficiencia, existe acumulación de su sustrato, la 17-
hidroxiprogesterona, si la concentración es >200ng/100 ml se debe realizar
una prueba de estimulación con ACTH (inyectar 250ug de ACTH sintética IV
y cuantificar la concentración de 17-hidroxiprogesterona una hora después).
La ACTH administrada, estimula la captura de colesterol y la biosíntesis de
pregnenolona. Si la actividad de la 21-hidroxilasa es ineficaz, los precursores
de esteroides, incluyendo progesterona, 17-hidroxipregnenolona, y en
especial 17-hidroxiprogesterona, se acumulan en la corteza suprarrenal y en
la sangre circulante. Las concentraciones >1000ng/100 ml indican CAH de
inicio tardío.
Cortisol
El síndrome de Cushing es resultado de la exposición prolongada a una
concentración elevada de glucocorticoides endógenos/exógenos. Las
mujeres con Cushing manifiestan síntomas sugestivos de PCOS como
disfunción menstrual, acné/hirsutismo, obesidad central, dislipidemia e
intolerancia a la glucosa. La detección se debe considerar en mujeres con
facies de luna llena, estrías en abdomen, distribución central de la grasa.
Para confirmar la producción excesiva de glucocorticoides, se analiza una
muestra de orina de 24h en búsqueda de excreción urinaria de cortisol libre.
La cifra normal es <90ug/24h y cuando es >300ug/día se considera
diagnóstica de síndrome de Cushing.
Otra opción es la prueba de supresión con dexametasona en la que se toma
1g de dexametasona VO a las 11pm, y la concentración de cortisol en plasma
se cuantifica a las 8am. Si es normal (<5ug/100ml), la administración de
dexametasona debe disminuir la secreción de ACTH y por lo tanto inhibir la
producción de cortisol en la corteza suprarrenal, pero si una mujer tiene una
fuente de cortisol exógena o endógena, entonces las concentraciones de
cortisol permanecerán elevadas.
Cálculo de la resistencia a la insulina y dislipidemia
Muchas mujeres con PCOS padecen de resistencia a la insulina e
hiperinsulinemia compensadora. Las pruebas se utilizan para valorar el
metabolismo de la glucosa y la secreción deficiente de insulina.
Se utilizan indicadores como: 1) prueba de tolerancia a la glucosa de 2h (2h
GTT); 2) insulina en ayuno; 3) modelo homeostático para la valoración de la
resistencia a la insulina (HOMA IR); 4) medición de la sensibilidad insulínica
(QUICKI), y 5) cálculo del índice sérico glucosa:insulina. De éstas, 2-h GTT
se utiliza con frecuencia para excluir la posibilidad de una intolerancia a la
glucosa (IGT) y diabetes mellitus tipo 2. Esta prueba es importante en
pacientes obesas con PCOS por el mayor riesgo de padecer ambas.
El perfil de lípidos en ayunas se utiliza para valorar la dislipidemia.
Biopsia endometrial
Se recomienda tomar una biopsia endometrial en las mujeres mayores de 35
años de edad con hemorragia anormal y aquellas más jóvenes con
hemorragia anovulatoria resistente al tratamiento hormonal.
Ecografía
Histológicamente, la PCOS exhibe un mayor volumen, mayor número de
folículos maduros y atrésicos, mayor espesor del estroma cortical y mayor
número de islotes celulares hiliares. La ecografía tiene especial importancia
en mujeres con PCOS en busca de fertilidad y con signos de virilización.
La técnica transvaginal tiene mejor índice de detección de PCOS que la vía
transabdominal; sin embargo, se prefiere la segunda en las adolescentes.
Los criterios ecográficos para diagnosticar PCOS comprenden: ≥12 quistes
pequeños (2-9 mm de diámetro) o un incremento del volumen ovárico (>10
ml) o ambos. Basta un solo ovario con estos hallazgos para definir al PCOS.
La PCOS no se debe confundir con el ovario multiquístico, que es de tamaño
normal, contiene seis o más folículos sin desplazamiento periférico y carece
de un incremento en el volumen del estroma central.
Diagnóstico de PCOS en la adolescencia
Se han identificado varios factores de riesgo prepuberales independientes para
PCOS; éstos incluyen peso bajo al nacimiento o por arriba del promedio para la
edad gestacional, adrenarquia prematura y obesidad con acantosis nigricans.
TRATAMIENTO
Observación
Algunas mujeres con PCOS con ciclos más o menos regulares (8-12
menstruaciones/año) e hiperandrogenismo leve, prefieren prescindir del
tratamiento. Sin embargo, en ellas es prudente realizar estudios periódicos en
busca de dislipidemia y diabetes mellitus.
Pérdida de peso
En las mujeres obesas con PCOS se recomienda algunos cambios en el estilo
de vida como la alimentación y el ejercicio. Una pérdida ligera de peso (5%)
restablece los ciclos ovulatorios normales en algunas mujeres. Lo mejor es una
alimentación hipocalórica y balanceada para las mujeres obesas con PCOS.
Ejercicio
Además de la diabetes mellitus, las mujeres con PCOS pueden tener factores de
riesgo para enfermedad cardiovascular, y se ha demostrado que el ejercicio
mejora la capacidad cardiovascular y disminuye riesgo de padecer DM2.
Progestágenos cíclicos
En las pacientes que no son elegibles para recibir anticonceptivos combinados,
se recomienda realizar una supresión con progesterona c/1-3 meses: MPA, 5-
10mg/VO/12 días o progesterona micronizada, 200mg/VO/12 noches Es
importante explicar a la paciente que los progestágenos intermitentes no reducen
el acné ni el hirsutismo ni tampoco ofrecen acción anticonceptiva.
Sensibilizadores a la insulina
Aún no han aprobado en el PCOS, pero se ha observado que sus beneficios
para fines metabólicos/ginecológicos. La metformina se prescribe en especial a
mujeres con alteración de tolerancia a la glucosa y resistencia a la insulina. Este
fármaco aumenta la sensibilidad periférica a la insulina al reducir la producción
hepática de glucosa y aumentar la sensibilidad de los tejidos blanco a la insulina.
La metformina reduce los andrógenos en mujeres tanto delgadas como obesas,
con lo que aumenta el índice de ovulación espontánea.
Hirsutismo
El objetivo principal es reducir la concentración de andrógenos para detener la
conversión ulterior de vello en pelo terminal. Sin embargo, el tratamiento médico
no elimina el crecimiento de pelo anormal ya existente.
Clorhidrato de eflornitina
Este antimetabolito en forma de crema tópica se aplica 2v/día en las áreas con
hirsutismo facial y actúa como inhibidor irreversible de la descarboxilasa de
ornitina. No elimina de manera permanente el vello, y los resultados tardan entre
4-8 semanas.
Inhibidores de la 5α-reductasa
La biotransformación de testosterona en DHT se reduce con finasterida, un
inhibidor de la 5α-reductasa, 5mg/día.
Depilación
- Depilación superficial: se elimina el vello por arriba de la superficie de la
piel. Lo más común es el afeitado, que no exacerba el hirsutismo. También
se usa tioglicolato de calcio en gel, crema, loción o aerosol.
- Depilación profunda: se extrae el folículo completo con su raíz por medio
de extracción con pinza, cera, depilación con hilo y tratamiento con láser.
Acné
El tratamiento incluye: 1) AOC; 2) antiandrógenos (espironolactona/flutamida), 3)
inhibidores de la 5α-reductasa (finasterida).
Retinoides tópicos
Derivados de la vitamina A, normalizan descamación de queratinocito folicular y
es antiinflamatorio; la tretinoína al principio se utiliza un poco en toda la cara
cada tercer noche y se aumenta según se tolere.
Isotretinoína
Es un análogo de la vitamina A altamente efectivo para el acné grave resistente
al tratamiento. Su administración se debe limitar a mujeres que utilizan algún
método anticonceptivo confiable.
Acantosis nigricans
El tratamiento óptimo de la acantosis nigricans debe estar dirigido a reducir la
resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia. Esta mejora con los
sensibilizadores de insulina, antibióticos tópicos, retinoides por vía
tópica/general, queratinolíticos y corticoesteroides tópicos.
Tratamiento quirúrgico
Rara vez se realiza una resección en cuña del ovario, pero se ha demostrado
que la perforación ovárica laparoscópica restablece la ovulación en un número
considerable de mujeres con PCOS. En contados casos, la ooforectomía es
opción viable para las mujeres que no desean tener hijos y que muestran signos
y síntomas de hipertecosis ovárica e hiperandrogenismo pronunciado.
FALLO OVARICO PREMATURO O INSUFICIENCIA OVÁRICA
PREMATURA (CIE-10 E28.3)
La falla ovárica prematura (FOP) o insuficiencia ovárica prematura (IOP) se
define como la pérdida de ovocitos y células de apoyo circundantes antes de los
40 años, describe un síndrome que consiste en amenorrea, déficit estrogénico
(hipogonadismo) y elevación de gonadotrofinas (hipergonadotrópico); en donde
está implicada una disfunción ovárica primaria y no de la hipófisis o el
hipotálamo.
No es una menopausia precoz, ya que el cese de la función ovárica en la falla
ovárica prematura no siempre es permanente, mientras que en la menopausia
es una condición irreversible. Muchas de estas pacientes, de forma intermitente,
producen estrógenos y ovulan, un grupo menor llegan a tener menstruaciones
regulares, y entre el 5% y 10% de los casos, la mujer logra concebir de forma
espontánea.
Epidemiologia.
Está presente en el 10-28% de las amenorreas primarias, en el 4-18% de las
secundarias es tres veces más frecuente entre gemelos (monocigóticos y
dicigóticos), que en la población general (4,6% vs 1,4%).
La etnia resulta ser también un factor que se debe considerar en la prevalencia.
Ha sido observada en el 1% de caucásicas, 1,4% en las afroamericanas, 1,4%
en hispanas de Centroamérica y 0,5% en la China.
Etiología.
El 90% son de causas idiopáticas, pero se piensa que se puede producir como
consecuencia de la reducción del número de folículos ováricos determinado en
términos genéticos, por la atresia folicular acelerada o disfunción folicular.
El protagonismo del cromosoma X resulta evidente, ya que tanto la formación
ovárica como su posterior desarrollo, necesitan de 2 cromosomas X funcionantes
de la normalidad de ciertas regiones en su brazo largo. Sin embargo, es posible
que la insuficiencia ovárica prematura ocurra en momentos posteriores al
nacimiento como consecuencia de procesos autoinmunes, metabólicos,
infecciosos o por yatrogenicidad.
Causas genéticas:
Monosomía X:
Aquí encontramos el Síndrome de Turner, el 80% de los casos es de origen
paterno, esta anomalía permite la diferenciación ovárica pero no el
funcionamiento ovárico normal. Tienen una dotación folicular normal hasta el
tercer mes de vida fetal, pero la atresia a partir de este momento reduce a un
10% las que consiguen alcanzar la menarquia. La mayoría presenta talla baja,
cuello alado, implantación baja de cabello, tórax en escudo y defectos
cardiovasculares.
Trisomía X:
Aunque su prevalencia es escasa e impide conoce la frecuencia de su asociación
con la insuficiencia ovárica prematura, se estima que podría ser hasta 40 veces
superior.
Deleciones X:
Las deleciones se asocian mas frecuentemente a la Insuficiencia ovárica
prematura que las traslocaciones, en este caso las mujeres presentan atresia del
ovocito como consecuencia del incorrecto apareamiento cromosómico durante a
meiosis.
Traslocaciones X:
Las traslocaciones equilibradas entre autosomas y el cromosoma X conducen
muy frecuentemente a insuficiencia ovárica prematura.
Síndrome X frágil:
Se produce por la disfunción del gen FMR1, es un desorden neurológico
monogénico, caracterizado por retardo mental y autismo, afecta mas a hombres.
Cuando la premutación se recibe vía paterna el riesgo de insuficiencia ovárica
prematura es muy superior al derivado de la vía materna. La incidencia de
Insuficiencia ovárica prematura en pacientes con premutacion del síndrome X
frágil esta entre el 13% y 26%.
Galactosemia:
Mutación del gen GALT, que causa deficiencia de galactosa-1-fosfato uridil
transferasa, provocando una enfermedad autosómica recesiva en la que la
galactosa no puede ser metabolizada a glucosa. Se caracteriza por presentar
retraso del crecimiento y mental, anemia hemolítica, hepatomegalia y cataratas.
La insuficiencia ovárica prematura se ha comprobado en el 60-70% de estas
mujeres.
Síndrome del ovario resistente:
Mutaciones en los receptores de LH y FSH, evitando una respuesta normal a las
gonadotrofinas circulantes. El desarrollo folicular es normal hasta la fase antral,
pero hay ausencia de cuerpo lúteo, desarrollan con normalidad los caracteres
sexuales secundarios, pero se vuelven anovulatorias.
Mutación del gen CYP17:
Menos común, esta mutación reduce la actividad de la 17a-hidroxilasa y de la
17,20-liasa, evitando la producción de cortisol, andrógenos y estrógenos. Estas
pacientes cursan con amenorrea primaria e infantilismo sexual (sin crecimiento
mamario, útero pequeño y ausencia de vello púbico y axilar).
Causas autoinmunes:
Se estima que las enfermedades autoinmunes están presentes en el 15-30% de
los casos de insuficiencia ovárica prematura, ya sean de origen endocrino o no.
Entre las que tenemos endocrinas: diabetes mellitus, hipotiroidismo,
hipoparatiroidismo e hipofisitis. No endocrinas: candidiasis crónica, púrpura
trombocitopénica idiopática, vitíligo, alopecia, anemia hemolítica, anemia
perniciosa, LES, artritis reumatoide o hepatitis crónica activa.
Clínicamente, la insuficiencia ovárica prematura se desarrolla en dos escenarios
bien definidos:
Con enfermedad de Addison:
Alrededor del 2-10% de los casos de insuficiencia ovárica prematura se asocian
con autoinmunidad adrenal clínica o subclínica. La insuficiencia ovárica suele
preceder a la suprarrenal en 9 de 10 casos, la insuficiencia adrenal coexistirá
asitomatica al hacer el diagnostico de insuficiencia ovárica prematura. La
prevalencia de anticuerpos compartidos entre ovario y corteza suprarrenal puede
llegar al 100% de los casos con amenorrea primaria y hasta el 60% si la
amenorrea es secundaria.
La enfermedad de Addison es poco frecuente, afecta sobre todo a las mujeres y
suele manifestarse en la década de los 40. La insuficiencia ovárica prematura en
el síndrome poliglandular autoinmunitario tipo I es de 17-50% y en el tipo II es de
3-10%.
Sin enfermedad de Addison:
La autoinmunidad tiroides es la asociación mas frecuente (14-27%), seguida de
anticuerpos anticélulas parietales (4%), diabetes mellitus (2%) y miastenia gravis
(2%).
Causas yatrogénicas:
Radioterapia pélvica:
El efecto sobre la función ovárica depende de la dosis y la edad de
administración, constituye un riesgo de insuficiencia ovárica prematura de 6-12%
antes de los 5 años de haber concluido el tratamiento. El ovario prepuberal es
relativamente mas resistente, pero una dosis de >600 Grays (medida usada de
radiación absorbida) produce fallo ovárico en prácticamente el total de mujeres
<40 años.
Quimioterapia:
Su efecto gonado-tóxico depende del fármaco utilizado, de la dosis y de la edad
de la paciente.
Cirugia pélvica:
La insuficiencia ovárica prematura puede surgir como consecuencia de la
reducción del parénquima ovárico funcionante, o de la isquemia quirúrgica
producida en los órganos pélvicos.
Embolización de la arteria uterina:
Usada para el tratamiento de diferentes problemas ginecológicos (como
miomas), podría alterar la función ovárica por compromiso de la vascularización
del ovario.
Otras causas
Infecciones sistémicas:
El 3-5% de las pacientes con insuficiencia ovárica prematura han tenido
antecedentes de parotiditis, infección por varicela o malaria, y recientemente se
ha sugerido que la infección por VIH puede conducir a insuficiencia ovárica
prematura.
Tóxicas:
Aunque en la población fumadora se ha observado un adelanto de 1-3 años en
la edad de la menopausia natural, este dato no es suficiente para justificarla
como causa de insuficiencia ovárica prematura.
Características clínicas.
La mayoría presenta alteración en sus ciclos menstruales que pueden ser
oligoamenorrea y mas frecuente amenorrea. Algunas presentar síntomas
asociados a una deficiencia de estrógenos como bochornos y sequedad vaginal.
Pero como la función ovárica puede ser intermitente, estos síntomas ocurren
entre el 50-75% aproximadamente de las mujeres con fallo ovárico prematuro.
Por lo regular, las pacientes que desarrolla esta falla han experimentado una
pubertad normal y han tenido reglas regulares previas al desarrollo de esta
condición. Pero las pacientes con síndrome de Turner por lo común no tienen
desarrollo puberal y se presenta con amenorrea primaria junto a otras
características como talla baja, cuello alado.
En algunas mujeres, los síntomas vasomotores pueden presentarse antes de las
alteraciones menstruales, mientras que, en otras, los síntomas aparecen justo
antes de las reglas cuando los niveles de estrógenos son muy bajos. Además,
ciertas pacientes que toman anticonceptivos orales (ACO) experimentan
síntomas vasomotores durante la parte del ciclo sin pastillas o placebo. Con la
progresión de la amenorrea y la profundización de la deficiencia del estrógeno,
los síntomas de atrofia urogenital y dispareunia se vuelven más importantes.
La falla ovárica prematura a veces se hace aparente cuando no hay
menstruación después de que se suspenden los anticonceptivos orales o
después del embarazo.
DIAGNOSTICO
Estudio de la paciente.
Historia clínica
Se debe incluir:
Antecedentes familiares: problemas de fertilidad, insuficiencia ovárica
prematura, retardo mental, problemas de diferenciación sexual, trastornos
autoinmunes
Antecedentes personales: Hábitos de estilo de vida, patologías asociadas,
trastornos autoinmunes, discapacidades.
Antecedentes ginecológicos/obstétricos: edad de menarquia, ritmo
menstrual, uso de anticonceptivos, cirugia ovárica, quimioterapia o
radioterapia.
Examen físico.
La mayoría de las mujeres con falla ovárica no tienen alteraciones al examen
físico, pero en ocasiones se pueden encontrar:
Bocio: por tiroiditis de Hashimoto o enfermedad de Graves, o
manifestaciones clínicas de otras enfermedades autoinmunes
Aumento de la pigmentación e hipotensión ortostática debido a una
insuficiencia suprarrenal.
Signos de atrofia urogenital, pese a que el examen vaginal puede estar
normal.
En el caso del síndrome de Turner, las pacientes presentan talla baja,
implantación baja del cabello en la nuca, paladar ojival, tórax en escudo
con pezones ampliamente separados, brazos arqueados.
Exámenes complementarios.
Ecografía transvaginal:
Permite identificar los ovarios, precisar su tamaño y determinar el recento de
folículos antrales.
Pruebas de laboratorio:
En mujeres de <40 años con >3 meses consecutivos de amenorrea, excluidos el
embarado y antecedentes familiares de insuficiencia ovárica premtura:
Hacer determinaciones de hormona antimulleriana (AMH),
Hormona foliculoestimulante (FSH), hormona luteinizante (LH),
estradiol (E2), prolactina (PRL) y hormona tiroestimulante (TSH).
Si el valor de AMH esta en rangos normales de acuerdo a la edad,
se repetirá la prueba al año y luego cada 2 años durante 10 años.
Si la AMH esta por debajo del rango, el E2 serico <50 ng/Ml y la
FSH >40 mUI/mL, dichas determinaciones deben repetirse al cabo
de 1-3 meses.
Si después de ese tiempo persisten anormales se puede afirmar el
diagnostico de Insuficiencia ovárica prematura y en este caso se
puede solicitar otros test adicionales: cariotipo periférico, FMR1,
anticuerpos antiadrenales, y cortisol.
Tratamiento.
El manejo de la insuficiencia ovárica primaria requiere un enfoque
multidisciplinario que permita abordar los problemas representados por el déficit
hormonales, la esterilidad, consecuencias psíquicas y emocionales.
Manejo del hipoestronismo sin deseo genésico.
El primer propósito del tratamiento es la prevención de las consecuencias del
hipoestronismo.
La terapia hormonal sustitutiva (THS) proporciona alivio a la sintomatología
menopáusica. mantiene la densidad ósea y reduce el riesgo de enfermedad
cardiovascular. La dosis de estrógeno administrado debería proporcionar unos
niveles plasmáticos equivalentes a los de la fase media folicular del ciclo
menstrual, esto se consigue con 0,1 mg diarios de 17 β-estradiol transdérmico
(Evorel) y 100 mg de progesterona micronizada (Progelle, progest 100, geslutin)
durante 14 días.
La THS es preferible al uso de píldora combinada de estrógenos y
progestágenos, y dentro de las TSH, la vía transdérmica es preferible a la oral
porque su efecto sobre los factores hemostáticos es menor y reduce el riesgo de
tromboembolismo venoso.
Si la THS estuviese contraindicada o no fuera aceptada sería conveniente animar
a la paciente a realizar ejercicios de fuerza, aumentar de la ingesta de calcio y
vitamina D, y a evitar el tabaco y el alcohol. La dosis de calcio recomendada es
de 1.200 mg de calcio elemento diarios y la de vitamina D3 de 800-1000 UI/día
para mantener la vitamina D en rango de >30 ng/mL.
En estos casos está indicado realizar controles de densitometría y plantear el
uso de bifosfonatos, aunque éstos no están recomendados si se contempla como
posible, un embarazo ya que sus efectos sobre el feto son inciertos.
Otra alternativa si la THS está contraindicada la constituyen los moduladores
selectivos de los receptores de estrógenos (SERMs). Su uso a largo plazo
parece proteger contra el cáncer de mama mientras que el riesgo trombótico
entre pacientes jóvenes es muy bajo.
Las visitas de seguimiento deberían programarse en intervalos de 6-12 meses
con pruebas periódicas de TSH, calcio y niveles de cortisol. Si los anticuerpos
antiadrenales estuvieran presentes, debería derivarse al endocrinólogo
Manejo de la fertilidad
Es importante establecer planes para la concepción tan pronto como se haga el
diagnóstico.
Como la posibilidad de recuperar la función ovárica y de que ocurra un embarazo
son escasas (20% y 5-10%, respectivamente) e impredecibles, es conveniente
aconsejarle anticoncepción oral a las pacientes que aún tuvieran menstruaciones
y no estuvieran interesadas en un embarazo.
Para aquellas que deseasen fertilidad, el reemplazo hormonal a dosis bajas,
(estradiol 2 mg por vía oral o 50 -100 µg/ día por vía transdérmica con
progesterona cíclica 200 mg / día durante 12 días al mes) resulta útil porque no
frena el eje hipotálamo-hipofisiario. Esto permite que la ovulación ocasional
pueda producirse, y que los niveles elevados de LH, que podrían luteinizar
precozmente al folículo en crecimiento, se reduzcan. Los casos de embarazo
han sido documentados en los ciclos siguientes a la finalización de
estroprogestativos.
En la actualidad, solo la donación de ovocitos es la alternativa eficaz para
conseguir una tasa de embarazos de 25-40% por ciclo de tratamiento. Ningún
otro protocolo estimulador de la ovulación ha demostrado ser más útil que el
tratamiento hormonal sustitutivo, como tampoco lo ha hecho el tratamiento con
corticoides para la enfermedad autoinmune.
BIBLIOGRAFIA: