La Liberacion Es El Pan de Los Hijos

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EL PAN DE LOS HlJOS

H Oy día, la iglesia de Jesús tiene gran falta de conocimiento


en el área de la liberación. Sí, hay muchos ministerios
que han tenido esta revelación, pero la mayoría continúa
atada a tradiciones, que no le permite así entrar a otras
dimensiones de la revelación de la Palabra. Es decir que, hay
verdades que han estado allí, en las Escrituras, por mucho
tiempo, pero que por nuestro orgullo espiritual y costumbres
de hombres, no hemos visto ni entendido. Hay tres áreas específicas,
en las cuales la falta de conocimiento se hace latente, y
son las siguientes:
1. El área de lo apostólico
Esto tiene que ver con una reforma que Dios está trayendo
al cuerpo de Cristo; una enmienda, una corrección para
enderezar muchas cosas que han estado torcidas en el
cuerpo de Cristo. Por medio de los apóstoles, Dios está trayendo
un rediseño, nuevas verdades que han estado escritas
durante siglos, pero que no habíamos visto debido a las
tradiciones que nublaban nuestro entendimiento. El Señor
está trayendo cambios para corregir todo aquello que no
está de acuerdo a su voluntad, y para cambiar la vieja
manera de pensar de los creyentes.
2. El área de lo profético
Esta área tiene que ver con traer revelación de lo sobrenatural
de Dios: milagros, profecías, sanidades, dones del
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LA LIBERACIÓN, EL PAN DE LOS HIJOS
Espíritu Santo. Traer del mundo invisible, lo mencionado
anteriormente, para que sea manifestado en el mundo
físico. Lo profético de Dios no es simplemente profetizar,
sino también, expresar la mente y el corazón de Dios en
una dimensión sobrenatural.
3. El área de la liberación y guerra espiritual
Precisamente, es en esta área, que quiero abundar; porque
es un área donde el cuerpo de Cristo tiene mucha
necesidad. Para ello, nos haremos algunas preguntas, y con
la ayuda del Señor, las contestaremos por medio de la
Escritura.
¿Qué es la guerra espiritual?
Es el desplazamiento permanente de los poderes demoníacos
y la eliminación de todos los sistemas que los alimentan.
Es cerrar las puertas que le dieron lugar al enemigo para que
entrara.
La verdadera guerra espiritual tiene que ver con quitar,
echar fuera los demonios que están arraigados en una
persona, ciudad o nación, de una forma permanente. Para
esto, es necesario que eliminemos los sistemas que hacen
que esos espíritus se alimenten con poder y tengan derecho
legal sobre nosotros. Es necesario, también, cerrar todas las
puertas que les dieron entrada. Por ejemplo, un individuo
que sufrió un abuso, necesita perdonar a su abusador y
cerrar la puerta que esta situación le abrió al enemigo. Si es
una ciudad, en la que los demonios se introdujeron por una
puerta de pecado de idolatría, es importante que este
pueblo se arrepienta y le pida perdón a Dios, cerrando así,
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la puerta que le daba derecho al enemigo sobre la ciudad.
En conclusión, la guerra espiritual se completa cuando
movemos, quitamos y echamos fuera los demonios; cuando
les cortamos las líneas de supervivencia y les cerramos las
puertas por donde entraron.
¿CÓMO SE INICIÓ EL MINISTERIO DE LIBERACIÓN?
El ministerio de la liberación se inició con Juan el Bautista,
cuando comenzó a preparar al pueblo de Israel para recibir el
Reino de Dios. Con la predicación del Reino de Dios, se inicia
el ministerio de liberación que iba a traer Jesús.
"lEn aquellos días se presentó Juan el Bautista predicando en el
desierto de Judea,2y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de
los cielos se ha acercado". Mateo 3./, 2
¿Qué es lo que dijo Jesús acerca de Juan el Bautista y el Reino
de Dios?
"Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los
cielos sufre asalto violento, y los hombres violentos lo arrebatan
a la fuerza (como a un premio precioso/una acción en el
Reino de los cielos buscada con celo ardiente y con esfuerzo
intenso)". Mateo 3.1,2 (Biblia amplificada)
La razón por la cual Jesús dice que, desde los días de Juan el
Bautista, el Reino de los cielos sufre violencia, es porque fue
Juan quien comenzó a predicar el Reino de Dios, y ése fue el
momento en que comenzó la confrontación con el diablo.
Cuando se predica el Reino de Dios, la manifestación visible es
la liberación. En otras palabras, el diablo se enfureció más
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cuando se dio cuenta de que los días de poseer y oprimir a los
seres humanos se le terminaban.
Jesús comienza predicando el Reino
"15Decía: 'El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha

acercado. iArrepentíos y creed en el evangelio "'. Marcos 1.15


La llegada de Jesús fue preparada por Juan, el Bautista, a través
de su prédica constante acerca del Reino. Así mismo, Jesús
inicia su ministerio, enseñando y predicando acerca del Reino
de Dios, que es lo que iba a traer la liberación de demonios a
las personas.
Jesús confrontó a los demonios
"23Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu
impuro, que gritó: 24-iAh! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús
nazareno? ¿Has venido a destruirnos? Sé quién eres: el Santo de
Dios. 25Entonces Jesús lo reprendió, diciendo: -iCállate y sal
de él! 26Y el espíritu impuro, sacudiéndolo con violencia y
dando un alarido, salió de él. 27Todos se asombraron, de tal
manera que discutían entre sí, diciendo: -¿Qué es esto? ¿Qué
nueva doctrina es ésta, que con autoridad manda aun a los
espíritus impuros, y lo obedecen? 28Muy pronto se difundió su
fama por toda la provincia alrededor de Galilea".
Marcos 1.23-28
Jesús estaba hablando en la sinagoga con autoridad, y los
demonios no pudieron aguantar más la unción que había en Él.
De repente, el hombre gritó dando voces en alto al frente de
todos los que estaban allí:
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"24-iAh! ¿Qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¿Has
venido a destruirnos? Sé quién eres: el Santo de Dios".
Marcos 1.24
Seguidamente, Jesús le reprende, lo manda a callar y le ordena
que salga de él. Ahora, recordemos que ninguna persona antes
de Jesús había echado fuera a un demonio. En el Antiguo
Testamento, lo más cercano o parecido a esto, lo vemos
cuando David tocaba el arpa, y el espíritu malo que estaba
sobre Saúl, se apartaba. Eso había sido lo más cercano a echar
fuera demonios antes de que Jesús llegara. Ninguna persona,
profeta, sacerdote o rey tenía la autoridad para echar fuera
demonios. Antes de Jesús, nadie le había ordenado a un
demonio que saliera de una persona. Jesús fue el primero en
hacerlo al iniciar su ministerio predicando el Reino de Dios.
Esto causó que los dos reinos chocaran violentamente,
provocando el asombro de todos los presentes. La liberación
de demonios en las personas es una demostración visible de
que el Reino de los cielos ha llegado a una región o un lugar.
Hay muchos ministerios que no creen en la liberación; por lo
tanto, no existe liberación de demonios en medio de ellos. Lo
triste es que, si no existe la liberación de demonios, es porque
no están predicando el Reino de Dios.
LA LIBERACIÓN Y EL MINISTERIO DE JESÚS
¿Cuál era el ministerio de Jesús?
Dondequiera que Jesús iba, el Señor desplegaba los cuatro
aspectos principales de su ministerio:
1. Predicaba
2. Enseñaba
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3. Sanaba
4. Echaba fuera demonios
"23Recorría Jesús toda Calilea. enseñando en las sinagogas de

ellos. predicando el evangelio del Reino y sanando toda


enfermedad y toda dolencia en el pueblo. 24Se difundió su fama
por toda Siria, y le trajeron todos los que tenían dolencias. los
afligidos por diversas enfermedades y tormentos. los endemoniados.
lunáticos y paralíticos. y los sanó ".
Mateo 4.23.24
"39Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Calilea. y

echaba fuera los demonios". Marcos 1.39


A través de todos los evangelios, vemos a Jesús haciendo estas
cuatro cosas: predicar, enseñar, sanar a los enfermos y echar
fuera demonios. Hoy día, hay muchos pastores, ministros y
creyentes que practican las tres primeras, pero no se atreven a
echar fuera demonios, debido a que el ministerio de la
liberación es muy controversial y perseguido. Cuando se predica
y se enseña acerca del Reino, los demonios se empiezan a
manifestar y las personas comienzan a ser libres.
¿Por qué esto no sucede en algunos ministerios e iglesias?
Porque se ha optado más por la sicología y siquiatría del
mundo que por lo que Jesús enseñó con su ejemplo. Hemos
ido a buscar métodos del mundo para ayudar a la gente que
está deprimida y atada. Les estamos dando armas carnales y
humanas para solucionar problemas que son mayormente
espirituales; y por eso, vemos personas que sigue tan oprimidas
como cuando llegaron a la iglesia. En vez de darles las
soluciones de Dios y de creer en el poder de la cruz, en la
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sangre, en la Palabra y en la unción del Espíritu Santo de Dios,
les estamos dando consejos y remedios de hombres.
JESÚS LIDIA CON LA RAÍZ DEL PROBLEMA
"lOEnseñaba Jesús en una sinagoga en sábado, "y había allí una
mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad,
y andaba encorvada y en ninguna manera se podía
enderezar. 12Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: -Mujer,
eres libre de tu enfermedad 13Puso las manos sobre ella, y ella
se enderezó al momento y glorificaba a Dios. 74Pero el alto
dignatario de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiera sanado
en sábado, dijo a la gente: -Seis días hay en que se debe
trabajar; en éstos, pues, venid y sed sanados, y no en sábado".
Lucas 13.10-/3
Veamos un poco en estos pasajes cómo Jesús lidia con un
demonio que atormenta a una mujer. Ella tenía un espíritu de
enfermedad del cual es liberada, recibiendo inmediatamente la
sanidad. Por tanto, podemos decir que hay ciertas enfermedades
que son provocadas por demonios. Jesús le dice: "Mujer
sé libre de tu enfermedad", pone sus manos sobre ella y queda
libre. Esto acusa directamente al diablo por esa enfermedad.
En nuestras iglesias, en muchas ocasiones, queremos libertar al
pueblo "quitándole la telaraña", pero dejamos "la araña".
Decimos: "es una enfermedad psicosomática"; "es un problema
de la retina"; "es un dolor de espalda y necesita ir al
quiropráctico"; "es un problema de depresión aguda", "es un
problema mental". Le tratamos de atribuir los síntomas a diagnósticos
sicológicos o físicos, cuando en realidad, son espíritus
inmundos que están atormentando a la gente; seguimos
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sacando la "telaraña", pero hasta que no echemos fuera al
demonio, la persona nunca va a poder ser libre.
Miremos otros factores:
"31Entonces él se acercó, la tomó de la mano y la levantó; e
inmediatamente se le pasó la fiebre y los servía". Marcos 1.31
"Inmediatamente la dejó libre". Por lógica, no podemos explicar
que la fiebre se haya ido inmediatamente. Queremos razonarlo
todo, y no nos damos cuenta de que la raíz del problema
de la suegra de Pedro, era espiritual. Veamos algunos ejemplos:
"42Tan pronto terminó de hablar, la lepra desapareció del
hombre, y quedó limpio". Marcos 1.42
"Al instante, la lepra se fue de aquél y quedó limpio".
'<g¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son
perdonados', o decirle: 'Levántate, toma tu camilla y anda ';"
Marcos 2.9
'Tus pecados te son perdonados". En otras palabras, Jesús les
estaba diciendo: 'La causa de tus enfermedades, son tus
pecados, te los perdono, levántate y anda'. Cuando leemos lo
que Jesús hizo en los evangelios, observamos que Él corta o
lidia con el problema desde sus raíces. Estamos tratando con
entes demoníacos, seres que tienen personalidad y atormentan
a la gente. Sé que para la mente humana, es muy difícil entender
lo sobrenatural de Dios. Por eso, es que le tratamos de dar
explicaciones con razonamientos que tengan lógica de humana
sabiduría a los problemas que sólo tienen una explicación; y
ésta es, que son de origen espiritual. Simplemente, creamos y
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practiquemos el ministerio de Jesús que consiste en predicar,
enseñar, sanar a los enfermos y echar fuera demonios para
obtener la victoria que buscamos.
¿A quién delega Jesús su autoridad para echar fuera demonios?
• A sus doce y setenta discípulos.
"7Después llamó a los doce y comenzó a enviarlos de dos en
dos, y les dio autoridad sobre los espíritus impuros".
Marcos 6.7
"!Después de estas cosas, designó el Señor también a otros

setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda


ciudad y lugar adonde él había de ir. 2Y les decía: La mies a
la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto,
rogad al Señor de la mies que envíe obreros a su mies".
Lucas 10.1, 2
• Jesús delega la autoridad a todos los creyentes.
"!1Estas señales seguirán a los que creen: En mí nombre

echarán fuera demonios, hablarán nuevas lenguas... "


Marcos 16.17
¿Qué tenemos que hacer para que la expulsión de demonios
ocurra en nuestra vida y ministerio?
Tenemos que practicar el ministerio de Jesús en toda la
extensión de la palabra: enseñar el Reino de Dios, predicar,
sanar a los enfermos y echar fuera demonios. Dios nos ha dado
la autoridad para hacerlo sin temor. Llamemos a los espíritus
por su nombre. Por ejemplo: "Espíritu de depresión, ifuera!";
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"espíritu de cáncer y muerte, ¡fuera!"; "espíritu de adulterio y
fornicación, ¡fuera!"; "espíritu de orgullo, ¡fuera!"; "espíritu de
esquizofrenia, ¡suelta la mente de mi familia y de mis hijos!".
Tenemos que ordenarle a todos estos espíritus, por su nombre,
que se vayan de nuestras vidas y de las vidas de todos los hijos
de Dios. No pensemos más que estos tormentos son sólo
enfermedades, y que nada tienen que ver con lo espiritual; y
más bien, solucionémoslos como lo que son, demonios que
tienen que irse en el nombre de Jesús.
¿Cuál es la condición requerida para que un creyente eche
fuera demonios?
• Tener una vida de obediencia y rectitud delante de Dios.
• Mantener una vida de devoción hacia Dios, en oración y
ayuno constante y permanente.
¿Cómo sabemos que el reino de Dios ha llegado a un lugar?
Pero si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios,
"28

ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios".


Mateo 12.28
Sabemos que el reino de Dios ha llegado a una persona, una
iglesia, ministerio, ciudad o nación, cuando vemos en forma
evidente, que las personas son libres de demonios, a los cuales
se les eliminan los sistemas de supervivencia, cortando las líneas
de pecado que los alimentan y cerrándoles las puertas para que
no vuelvan más a las personas.

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