MIRO QUESADA, F., Proyecto y Realizacion Del Filosofar Latinoamericano PDF

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 109

Instituto Panamericano de Geografía e Historia FRANCISCO MIRÓ QUESADA

-Comisión de Historia
Comité de Historia de las Ideas

Las opiniones expresadas en la presente publicación, son de exclusiva


responsabilidad del autor

Proyecto y realización
del filosofar
latinoamericano

FONDO DE CULTURA ECONÓMICA


MÉXICO
Primera edición, j981

A LEOPOLDO ZEA
iniciador del "movimiento" de historia de las
ideas, forjador de la filosofía de lo americano,
pionero de la filosofía de la liberación.
Fraternalmente...

D. R. O 1981, FONDO DECurruRA.F.,ÉcoNOMIcA


Av. de la Universidad, 975; México 12, D. F.

ISBN 968-16-0660-4

Impreso en México
PRÓLOGO

LA IDEA de escribir un libro que muestre la existencia de una


filosofía auténtica en América Latina, parece de fácil realización
puesto que esta , filósofía existe. Pero cuándo se quiere pasar de la
idea a los hechos, las cosas se presentan de manera. bastante di-
ferente y los problemas comienzan a surgir. Entre los más "arduos
debernos mencionar el problema de la selección de autores. Sobre
esta dificultad hablamos en detalle en el capítulo r dedicado a
exponer, de la manera más rigurosa y sistemática posible, los pro-
blemas metodológicos que surgen cuando se intenta escribir un
libro como' el presente. En este capítulo intentamos también, en
la medida de lo posible, encontrar soluciones a los problemas, plan-
teados. Una de ellas: es, precisamente; la que proponemos para
dicha selección.
Pero cuando, hecha la selección, nos enfrascamos, de lleno, en
la redacción de la obra, nos topamos con otra dificultad _que no
habíamos previsto: la extensión del texto. Como decimos en el
mencionado capítulo, esta obra no es de historia sino de tesis. Su
finalidad es. mostrar la existencia de una filosofía auténtica en
América Latina. Por esc•su, contenido es selectivo y, al comen
zarla, creímos que no sería demasiado larga. Sin embargo, la can-
tidad de autores significativos de la tercera y cuarta generación es
impresionante. Por más, severa que-.sea la selección, el conjunto
de losa seleccionados es muy grande. El presente libro que, en
un principio, nos dio la impresión de que podría escribirse en no
más de' trescientas páginas, resultó mucho más extenso de lo
previsto. Si incluyéramos' en él todos los autores"'que hemos selec-
cionado, resultaría un libro demasiado extenso. Hemos decidido
por eso, de acuerdo con los editores, publicar un volumen que
contenga la mayor cantidad posible de autores, dentro del espacio
disponible.
De acuerdo con .clasificación que proponemos en el, capítu
lo 1, hemos elegido para integrar este volumen los siguientes te-
mas: metafísica (Cap, u), filosofía exegética (Cap. ni), e historia
de las ideas y filosofía de lo americano ,(Cap: rv). Dejamos para
otro volumen: filosofía de aa liberación y del Tercer Mundo,
filosofía del derecho yfilosofía analítica. La numeración de los ca-
pítulos se debe al hecho de que, en el momento de entregar lot
[9]
10 PRÓLOGO PRÓLOGO 11

originales, por contingencias diversas, parte del texto escrito so- Puede decirse que, en relación a la producción filosófica, latino-
bre el importante pensador peruano Alberto Wagner de Reyna, no americana preanalítica, es prácticamente completo. Desde luego,:
había sido pasado en limpio, y lo mismo sucedió con otro pen- tratándose de un panorama tan vasto no puede esperarse encon-
sador significativo: Luis Felipe Alarco. trar en él análisis detallados como los que ofrecemos en--el pre
Habría sido una gran laguna que no figurara ningún filósofo sente texto. Pero su vastedad es un gran mérito, y no deja de ser
peruano en un libro como el, presente, no sólo porque su.autor halagador que el libro más completo que se ha escrito sobre
es peruano sino porque el Perú tiene representantes, como los el pensamiento filosófico latinoamericano, haya sido escrito por un
mencionados y otros más que se incluyen en el segundo. volumen, europeo. No deja, por otra parte, de ser inquietante. Es inacepta-
dignos de figurar en cualquier selección de, filosofía latinoameri- ble que hasta la fecha no se haya escrito un libro sobre la filosofía
cana, por más 'estricta que sea. Por esta razón hemos incluido :en latinoamericana, dedicado a lo mejor de su producción, que es,
el capítulo u una parte del texto sobre Alberto Wagner de Reyna. a no dudarlo, la realizada por las• dos últimas generaciones, y
Este texto, a pesar de que es incompleto da, sin embargo,: una que abarque la plenitud del panorama. Es cierto que el movi-
visión directa de la alta calidad filosófica de su autor. En el miento de' historia de las ideas ha creado las condiciones objetivas
otro volumen se incluye lo que falta del texto sobre Wagner y para hacer posible un libro semejante. Pero, como era inevitable,
el texto completo sobre. Luis Felipe Alarco. En el mismo volumen los historiadores de las ideas han pensado más en el pasado que
se continuará el tema de Historia de las Ideas y Filosofía de lo en el presente. Creemos que ha llegado el momento de hablar
Americano. Los originales sobre los autores :que se incluyen, como. sobre el presente y de hacer justicia a quienes, entre la angustia
Arturo Ardao, Arturo Roig, Gregorio Weinberg, Javier Ocampo y •la ascesis, luchando contra condiciones terriblemente adversas y,
López, Elías Pino Iturriola y otros más, están liátos para ser a veces, como ha sucedido con algunos filósofos de la liberación, a
publicados én cualquier momento. Pero incluirlos habría alar- riesgo de sus propias vidas, han logrado mantener una indecli-
gado ,demasiado el texto. Hemos preferido, por eso dejarlos para' nable labor filosófica. A pesar de estas dificultades han sido ca-
otro volumen.- paces, en todos los campos de la filosofía; de realizar una obra
Creemos que el r hecho de que el presente libro incluya repre- notable que hoy comienza ya a • recibirse en el mundo entero.
sentantes de todas las ramas de la filosofía, es hasta donde' llega Pero no sólo queremos hacer justicia, sino, además, ofrecer a
nuestra información, una novedad: No creemos que haya .hasta el todo aquel que se interese por la cultura latinoamericana en ge-
momento un libro escrito sobré filosofía latinoamericana actual neral y por sus manifestaciones filosóficas en particular, especial-
que incluya, a la, vez, expresiones de nuestra producción metafí- mente a profesores y estudiantes, un libro que les pueda servir de
sica, filosoficopolítica, justifilosófica, epistemológica, lógica, etc.. La primera- lectura, que sea algo así como una posible orientación en
mayor parte de los libros son sobre los patriarcas, y, en el mejor la vasta producción, cada vez más profusa, de la filosofía latino-
de los casos, incluyen la :metafísica o la filosofía antropológica americana.
y política de algunos miembros_ de la "tercera generación": Hay El presente libro es un intento de hacer frente a estas dos exi-
excelentes , antologías pero siempre sobre aspectos parciales. 'Por gencias. Nos hacemos la ilusión de que responde a ellas, pero te-
ejemplo, :la editada por R.isieri Frondizi y Jorge Gracia sobre la nemos conciencia de que adolece de muchas .imitaciones. Una
filosofía de los valores y ,del _hombre en América Latina. Es es que debido a la finalidad principal que se, persigue, a saber,
portante señalar que hay libros escritos por norteamericanos y mostrar la auténtica creatividad del filosofar latinoamericano, no
europeos sobre la filosofía latinoamericana. Este hecho es profún- es una historia de nuestra filosofía, de manera que su conteni-
damente revelador, es el viejo' y_ gran maestro que reconoce' la do es demasiado selectivo. Una historia deberá ser más amplia y
fuerza creadora del joven discípulo y se alegra Con ella. El libro habrá seguramente de ser escrita en, equipo, subsanando las in-
de Norberto Bobbio, por ejemplo, sobre filosofía del derecho voluntarias pero injustas omisiones de numerosos filósofos que no
en América Latina; es excelente, aunque debido al impresionan- han podido ser incluidos en la presente obra.
te progreso de esta disciplina en nuestro Medio, está ya anticua- La segunda limitación es que el estilo de la presente obra no
do. Un libro notable por su extensión, y objetividad es' el de Sarté. es el usual de los trabajos de historia de las ideas. Es, por cierto,
12 PROLOGO

un libro que puede considerarse como perteneciente a este tipo


de trabajos. Un libro, además, que si no fuera porque su autor
se siente compenetrado con los ideales y afanes del movimiento
de historia de las ideas y filosofía de lo americano, que consti- INTRODUCCIÓN
tuyen una de las expresiones más creadoras de nuestra filosofía,
no habría sido ni siquiera concebido. Pero no hace, como es usual DEL PROYECTO A LA REALIZACIÓN
en los libros y artículos de historia de las ideas, un análisis que
muestre la manera como esas ideas han sido utilizadas por los EN Despertar y proyecto del filosofar latinoamericano sostenemos
diferentes individuos para justificar su posición y su acción den que en la filosofía latinoamericana actual se' pueden distinguir
tro de la, sociedad en que piensan, y viven. Nos habría gustado tres generaciones: la de los patriarcas, la de los forjadores y la de
hacerlo. Más, fuera de que la, obra habría alcanzado dimensio-, los técnicos o generación joven.' La primera, prácticamente, ini-
nes excesivas, habríamos corrido el riesgo de desviarnos de su cia ex nihilo el pensamiento latinoamericano contemporáneo, en
finalidad principal: mostrar los aspectos creadores de nuestro pen- el sentido de que comienza a estudiar con seriedad el pensamiento
samiento. Que los, pensadores cuya obra exponemos sean progresis- europeo de la época (y también, aunque_en menor proporción, el
tas o conservadores, que estén alienados o .desalienados, todo eso norteamericano). Los patriarcas introducen entre nosotros este
es muy importante desde el punto de vista ideológico y en rela- pensamiento sin partir de una tradición filosófica, pues dicha
ción al destino futuro de América Latina. Pero lo que nos inte- tradición, que había existido en América Latina, se había cortado
resa mostrar es que la filosofía latinoamericana ha alcanzado, en por completo desde mediados del siglo xvin. Por carecer de una
todos los campos, un empuje y una originalidad que le confieren tradición filosófica, y en consecuencia, de la correspondiente for-
innegable importancia. Y para hacerlo, era imprescindible renun- mación académica, los patriarcas no logran pasar de un nivel
ciar al planteamiento ideológico. Los análisis ideológicos presen- teórico más bien modesto. Esto no significa menor capacidad que
tan siempre el riesgo de que, cuando la ideología del analizado la de los discípulos que les sucedieron ni que la de los hombres
no es como la ideología del analizador, se vea su obra con malos de la generación técnica. Tal vez, lo contrario, pue`i si se tiene
ojos, y se pierda la visión de lo esencial y realmente significativo. en cuenta las dificultades existenciales e intelectuales que tuvieron
Queda pues para tarea futura escribir una verdadera historia de que vencer para poder estudiar las concepciones contemporáneas
la filosofía latinoamericana, que sea suficientemente completa y que del pensamiento occidental, no podemos menos de admirar su
comprenda la, obra de la tercera, y. cuarta generaciones. Y tam- talento. Pero los hechos son hechos. Y no puede negarse que en
bién una, o más de una obra que hagan el análisis ideológico muchos de sus escritos los patriarcas no logran aprehender las ul-
de su contenido. Las consideramos como un desafío a los ya timidades de los temas que abordan debido a esta carencia de
numerosos y brillantes grupos que, hoy en día, trabajan en la his- tradición filosófica que, en Occidente, impone cierto tipo de exi-
toria de las ideas. Estas obras habrán de superar ampliamente el gencia en la formación teórica. Por ejemplo: muchos de ellos son
modesto aporte que hacemos en estas páginas. Mas a pesar de sus bergsonianos, pero cuando exponen las críticas que, hace Bergson
numerosos defectos, estamos convencidos de que, este libro tiene, en Los datos inmediatos de la conciencia a las leyes _psicofísicas
por lo menos, dos méritos: el primero es la amplitud del pano- de Weber ,y Fechner, no manejan los conceptos de derivada e
rama que presenta, y el segundo, reconocer el mérito -de los de- integral que son imprescindibles para tener una idea verdadera-
más, sobre todo cuando no son- todavía genios muertos sino mente precisa de lo que significan dichas leyes, y, en consecuencia,
hombres que pertenecen a la propia generación del autor. de los planteamientos del filósofo francés.
Los discípulos de los patriarcas toman conciencia de esta situa-
ción, se dan cuenta de que, en relación' a las ideas que estos
La genetación joven en la época en que ingresa en la historia filosófica
de América Latina, es decir, aproximadamente, al término de la segunda
Guerra Mundial.
[131
14 INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN 15

últimos asimilan y difunden, se percibe- lo que podría llamarse vida, de la voluntad de ascender a un determinado plano del exis-
algo así como un desenfoque teórico y que este desenfoque se tir. La filosofía es pensar por sí mismos los problemas, enfrentarse
debe a la falta de formación académica que es, a su vez, conse- a ellos confiando en los propios recursos. Si se plantean como deben
cuencia de la carencia de tradición filosófica de que adolece plantearse, si se sigue el propio pensamiento hasta las últimas
América Latina a partir del siglo xix. Francisco Romero, princi- consecuencias, se tiene que desembocar en una =visión personal del
palmente, que tiene el mérito de, haber hecho comprender la im- tema. Esto lo supieron, por supuesto, los patriarcas y los, hombres
portancia de los patriarcas y la enorme deuda que las generacio- de la generación forjadora. Y dadas las circunstancias imperantes,
nes posteriores tienen con ellos, desarrolla este punto de, vista de lograron ..avances notables. Pero no podían lograr la creación de
manera magistral. Sostiene que en América. Latina no puede ha- un movimiento de conjunto capaz de instalarse verdaderamente
ber verdadera, filosofía si no se tiene una adecuada formación en la actividad creadora. Para ello era necesario preparar el terre-
académica, es decir, si no se tiene un conocimiento de primera no. Y esto es, precisamente, lo que hicieron. Crearon las condi-
mano de los grandes sistemas de la filosofía occidental y no se ciones culturales para hacer posible el advenimiento de una ge-
dispone, a la vez, del aparato conceptual necesario para com- neración con mayores ambiciones que las de ellas :y con una buena
prenderlos. Es por eso necesario crear las condiciones objetivas probabilidad de realizarlas.
culturales necesarias para superar el de senf oque inicial y hacer Como,decimos en Despertar y proyecto del filosofar latinoame-
posible un pensamiento filosófico sistemático :y creador. Cumplien- ricano,2 la tercera generación no concibe de manera uniforme lo
do estas condiciones el pensamiento ,latinoamericano se instalará que significa hacer filosofía auténtica. La concibe, sí, como actitud,
en lo que Romero llama la normalidad filosófica. es decir, como decisión de enfrentarse a los problemas por sus
Al hacer estos planteamientos, Romero y también (aunque en propios medios, con la suficiente preparación exigida por la
menor medida) otros hombres de su generación, como Samuel dificultad de los temas y con la decisión y capacidad de seguir
Ramos , y Honorio Delgado, están contribuyendo a hacer, posible el propio pensamiento hasta sus últimas consecuencias. Pero no
el advenimiento de una filosofía auténtica. Pero no sólo esto, sino está de, acuerdo sobre la temática. Para unos, los menos, que
que, además, están forjando el proyecto de, filosofar auténticamen- llamamos el grupo afirmativo, hacer, filosofía auténtica consiste
te que será el signo, bajo el cual habrá de ,nacer la >tercera ge- en filosofar sobre su propia realidad; para otros, los más, que lla-
neración. Los discípulos de las generación de Romero responden mamos el grupo> asuntivo, consiste en hacer filosofía de carácter
al llamado, se sienten comprometidos con la historia, ,se ven a universal, hacer contribuciones al análisis de los grandes proble-
sí mismos como depositarios de tina misión. Pero este hecho fun- mas filosóficos que tienen significación para el pensamiento con-
damental' en la historia del pensamiento latinoamericano, se. pro- temporáneo.3 El primer grupo afirma que se puede hacer filoso-
duce porque la generación anterior ha forjado el horizonte que fía auténtica meditando sobre la realidad latinoamericana; el
hace posible la existencia de una generación con mayores ambicio- segundo considera que para hacer filosofía auténtica hay que asumir
nes teóricas. Por eso hemos, llamado a• aquélla la generación for- lo hecho por la filosofía europea, hay que elevarse hasta su nivel
¡adora. Gracias a la exigencia de formación teórica y de autentici- y hay, por eso, que seguir preparándose a fondo tanto desde el
dad que los miembros más conspicuos de la generación forjadora punto de vista científico como humanístico para hacer posible
plantean a los miembros de la tercera generación es que éstos, a esta ascensión. En cierta medida coloca la creación filosófica en
pesar de múltiples diferencias en - su manera de pensar y de con- el futuro pero no en un futuro demasiado lejano, por ejemplo, el
cebir la filosofía, constituyen un grupo consciente de sí mismo, de alguna generación venidera, sino en el de su propio porvenir.
un verdadero movimiento con meta definida. Sea cual sea la - Por, razones que sería demasiado largo exponer, en el libro
tendencia del filósofo de la tercera .generación, su ambición prin- mencionado sólo pudimos incluir el movimiento afirmativo. Los
cipal es ser capaz de hacer filosofía auténtica. No hay coinciden- primeros brotes del movimiento asuntivo, más 'numeroso, no
cia temática ni acuerdo previo, perp hay identidad de afanes:
= Francisco Miró Quesada u. Esta nota como las que no están al pie del
hacer algo que merezca verdaderamente el nombre de filosofla. No texto deben consultarse en la Bibliografía al final de este libro.
se trata de vanidad tropical de lucimiento sino de un ideal de $ Francisco Miró Quesada, i.
16 INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN 17

pudieron ser incluidos. De acuerdo con los editores quedamos en no vive ya la angustia de tener que realizar un proyecto, de
preparar un segundo tomo sobre este segundo e importante aspec- tener que cumplir una misión. No siente que debe probarse a sí
to de la trayectoria filosófica de • la tercera generación. Pero misma y a la generación de sus maestros que es capaz de ha-
la publicación, por motivos ajenos a nuestra voluntad, no se hizo cer filosofía auténtica. Encuentra en su circundancia este tipo de
a su debido tiempo. En la actualidad han pasado ya algunos años filosofía y siente la vocación de hacerla ella misma, si puede,
desde que reunimos el material para el segundo tomo y en este mejor que la de sus antecesores: De esta manera el pensamiento
tiempo la tercera generación ha seguido avanzando hacia la rea- latinoamericano comienza a entrar en lo que podría llamarse la
lización del proyecto y ha llegado al cenit de su trayectoria. Sus etapa de la naturalidad filosófica, en la que se hace filosofía sin
realizaciones son, hoy día, tan numerosas y significativas que no tener ya ninguna duda de que pueda hacerse. No debe confun-
podemos tener ya la menor duda sobre el éxito de la empresa: dirse la "naturalidad filosófica" ácon lo que Romero llama la
el proyecto se ha transformado en realidad. Hoy día hay una "normalidad filosófica". La "normalidad filosófica" es la existencia
auténtica filosofía en América Latina. de condiciones académicas adecuadas para poder hacer filosofía
No cabe, por eso, limitarnos . .a publicar el material que elabora- auténtica. Existe ahora una tradición filosófica latinoamerica-
mos hace ya algún tiempo. En el lapso transcurrido el panorama na, una tradición reciente, es verdad, de sólo tres generaciones,
del filosofar latinoamericano ha experimentado una extraordina- pero no por eso menos real. Además, es una tradición que em-
ria ampliación. El grupo afirmativo, por ejemplo, ha tenido runa palma con la milenaria tradición de la filosofía occidental, de
notable evolución. No sólo su obra se ha multiplicado sino que manera que, a pesar de su breve vida, no es ni improvisada ni in-
su ámbito ha rebasado sus marcos iniciales. La meditación sobre ventada. Es, sencillamente, la existencia de una filosofía que, si
nuestra propia realidad que generó lo que actualmente se llama bien comienza de manera modesta, se va asentando rápidamente
Filosofía de lo Americano, se ha ampliado hasta llegar a ser una Fi- hasta adquirir un desarrollo sistemático y rasgos característicos.
losofía del Tercer Mundo, y una rFilosofía de la Liberación. Si La "naturalidad filosófica", es, en cambio, una actitud, es el senti-
en una obra sobre los aspectos creadores de la filosofía latinoameri- miento de la propia capacidad creadora. La tercera generación,
cana contemporánea no se incluyen estas manifestaciones que han siente que tiene una misión, crear filosofía auténtica, pero siente
comenzado a desarrollarse sistemáticamente en la última década, también la angustia de no poder cumplirla. La generación más jo-
se deja de , lado uno de los aspectos más característicos de nuestro ven no siente ya ninguna angustia. Sencillamente se dedica a
pensamiento. Por eso, en lugar de dar a la publicidad un segundo hacer filosofía sin pensar en la posibilidad o imposibilidad de ha-
tomo de Despertar y proyecto del filosofar latinoamericano, hemos cerla.
pensado que es mejor completar dicho libro con una segunda obra La existencia de una cuarta generación filosófica en Latinoamé-
en que se muestre cómo la tercera generación ha realizado y sigue rica plantea el problema de saber si se distingue o no de la tercera
realizando su proyecto de hacer filosofía auténtica. No se trata de manera definida. Desde luego, toda generación se distingue de
ya de despertar y proyecto sino de proyecto y realización. las antecesoras. Pero en ciertos momentos de la historia la dinámica
Pero en esta realización no sólo interviene la tercera generación. generacional puede ser menos intensa y definida que en otros
Desde luego, es ella la que da cuerpo, y espíritu a nuestro movi- momentos. Las distinciones son, en este caso, poco significativas.
miento filosófico. Mas en los últimos arios aparece una nueva ge- Creemos que debido a la existencia de una tradición, al, hecho de
neración. Si se estudia la producción filosófica latinoamericana que la tercera generación ha cumplido (o está cumpliendo) su
actual se ve que existen una, serie de trabajos> importantes (tanto misión y que ello ha permitido el ejercicio auténtico del filosofar,
libros como artículos en revistas especializadas) publicados por la cuarta generación se distingue, en cuanto a la obra, poco de la
gente joven que no pertenece ya a-la generación que nace bajo anterior. La actitud es por cierto diferente. Podría decirse, tal
el signo del proyecto de la autenticidad. Debido a que este pro- vez, sin riesgo de error, que la actitud de la reciente generación
yecto ha comenzado a realizarse desde hace algunos lustros la es menos tensa, más "natural". Pero en cuanto al estilo y el con-
cuarta generación inicia su vida filosófica encontrando ya una tenido no se nota mucha diferencia. Quizá un mayor rigor técnico,
producción original. Lo más que puede sentir es emulación, pero aunque esta superación sólo puede ser pequeña pues no pocos de
18 INTRODUCCIÓN

los pensadores de la tercera generación han llegado a una forma-


ción científica y humanista que cumple con las más severas exi-
gencias de la tradición occidental. Probablemente hay, en la cuarta
generación, una mayor proporción de pensadores orientados hacia I. PROBLEMAS DE MÉTODO
la filosofía analítica, y un mayor interés por la filosofía política.
Tal vez desde el punto de vista filosófico-político una actitud más 1. PARADIGMAS
radical, una mayor influencia del marxismo. Pero no se nota ya
la diferencia de formación existente entre la generación de los pa- AL IGUAL que Despertar y proyecto 'del filosofar latinoamericano
triarcas y la de los forjadores, o entre la de éstos y la de los téc- del cual, en cierto sentido, es la continuación, este libro es de
nicos. No vamos, por eso, a distinguir entre las obras de la tercera tesis. Así como en el primero intentamos mostrar que la dinámica
y de la cuarta generación. Simplemente vamos a analizar, según el generacional, a ~partir de los patriarcas, desemboca en el proyec-
criterio de selección que exponemos a continuación, un conjunto to de hacer filosofía auténtica, en la presente obra tratamos de
de aportes significativos en el que se encuentran trabajos de ambas mostrar que la tercera generación ha sido capaz, en apreciable
generaciones.
medida, de realizar dicho proyecto. No debe por eso considerarse
como una historia de la filosofía latinoamericana contemporánea,
ni siquiera como una exposición más o menos completa de lo que
ha realizado la tercera generación. Debe considerarse como un
intento de prueba o demostración, no de carácter formal desde
luego, sino de contenido. La palabra correcta sería "mostración", es
decir, presentación de aquello que permita convencer de la ver-
dad de la tesis: que en América Latina hay filosofía auténtica.
Para hacer esto no es necesario hacer 'un recuento de todo lo
existente sino, simplemente, mostrar contribuciones significativas.
Si bien es cierto que éstas no incluyen todo lo hecho en la filosofía
latinoamericana (algunas "producciones son como sucede en cual-
quier parte del mundo, bastante malas y no pueden considerarse
auténticamente filosóficas), es indudable que para poder hablar
de verdadera filosofía debe existir un mínimo' de contribuciones,
algo así como una masa crítica de autores. No bastaria para probar
la existencia de filosofía auténtica en nuestro medio la produc-
ción de uno o dos pensadores aislados que no estuvieran vincula-
dos con nuestra realidad cultural. Para hablar de filosofía autén-
tica tiene que haber un movimiento, es decir tiene que haber un
conjunto de pensadores dedicados a realizar una obra, consciente-
mente insertados en su medio cultural, que comuniquen entre sí,
que conozcan lo que producen sus colegas, que influyan sobre el
pensamiento de vastos grupos ciudadanos, ya sea por medio de la
cátedra o de la obra escrita. Esto es, precisamente, lo que sucede
en. América Latina.
En este panorama, ya sólidamente constituido, destaca un nú-
mero apreciable de filósofos que están haciendo labor creadora, y
por eso puede afirmarse con fundamento que se está realizando el
[19]
20 PROBLEMAS DE MÉTODO PROBLEMAS DE MÉTODO 21
proyecto de hacer filosofía auténtica. La ventaja de la situación la filosofía, qué tipo de pensamiento debe considerarse como filo
descrita es que se trata de un conjunto finito y, aunque grande sóficamente importante? Este problema no ha podido ser resuelto
en relación a nuestra realidad cultural, fácilmente descriptible. A en dos • mil quinientos arios de filosofía. No creemos pertinente,
diferencia de las leyes científicas que no pueden nunca verificarse por eso, utilizar criterios de escuela, ni siquiera de tendencia, para
por completo sino simplemente corroborarse,' la tesis que soste- calificar la excelencia o la nimiedad filosóficas. =Podría argüirse
nemos puede comprobarse, es, decir, puede establecerse su verdad que la filosofía es una disciplina eminentemente racional (con
de manera completa. lo que estamos plenamente de acuerdo, a pesar de lo cual hay casos
Pero esta posibilidad de principio, se encuentra con una dificul- en que, no obstante su posición irracionalista, muchos pensadores
tad que plantea un delicado problema. ¿Cuál es el criterio, que son comúnmente calificados como filósofos) y que, en consecuen-
debe utilizarse para saber cuándo un pensador está haciendo fi- cia, mientras más se acerque un trabajo al ideal de racionalidad
losofía auténtica? De manera, general es fácil resolverlo.. Lo aca- que inspira todo quehacer filosófico, mayores serán sus posibili-.
barnos de decir: se hace filosofía auténtica cuando se piensan los dades de autenticidad y excelencia. Lo malo es que después de
problemas a fondo, cuando se sigue el pensamiento hasta las úl- más de dos, mil años de meditar sobre la razón, el ser humano
timas consecuencias, cuando, por el.hecho de hacer esto, se desem- todavía no tiene una idea clara :sobre esa maravillosa facultad que
boca en una solución o simplemente en un planteamiento perso- le hace ser hombre y le permite ser filósofo. Después de haber
nal que contribuya a esclarecer el,problema abordado o acercarse ensayado todas las posiciones como el racionalismo (clásico), el
con mayor eficacia, a su posible solución. empirismo, el historicismo, el pragmatismo, la, concepción dialéc-
Sin embargo, cuando se entra en los detalles, las cosas se com- tica, hoy día lo único que se puede decir con alguna seguridad
plican porque expresiones como "pensar los problemas a fondo", es que ninguna de ellas permite tener una idea de lo que real-
"seguir el pensamiento hasta las últimas consecuencias", etc., .son mente es la razón. Esta extraordinaria facultad parece ser mucho
bastante vagas. De manera intuitiva dan una idea aproximada de más complicada y profunda de lo que pensaron los clásicos?
lo que es hacer filosofía auténtica. Pero cuando se quieren apli- Tenemos, pues, que buscar otro criterio. Y no nos queda más re-
car a, casos concretos no ayudan mucho. En efecto, ¿cuándo se medio que situarnos en un plano modesto. Tenemos que seguir el
considera, por ejemplo, que se está siguiendo el propio pensamien- mismo criterio que el que han seguido los historiadores de la
to hasta sus últimas, consecuencias? Un filósofo orientado hacia la filosofía. En lugar de hacer discriminaciones a priori, basándonos
filosofía analítica dirá que un pensamiento dialéctico, tipo Hegel, en un preconcepto de lo que es la filosofía (aunque aceptarnos
no llega nunca a sus últimas consecuencias, porque las consecuen- naturalmente que es una disciplina racional) tenemos que incluir
cias sólo pueden ser deductivas, y por lo tanto, formalizables. en nuestro horizonte a los pensadores significativos de todas las
Tendrá la convicción de que ese tipa de pensamiento es, de corte tendencias. Aunque una escuela niegue a la otra, si ambas han
más bien literario que filosófico y que no puede decirse, por eso, tenido o tienen vigencia histórica, decidimos tomarlas en cuenta.
que es auténticamente filosófico. Por el .contrario, un filósofo Esto facilita el camino porque es fácil saber cuáles son los tipos
formado en la escuela hegeliana considerará las argumentaciones de filosofía que, en un momento determinado de la historia, tie-
de los filósofos analíticos como superficiales, sin verdadero signi- nen impacto y son considerados importantes.
ficado filosófico, estará ,convencido de que el método, analítico Una vez hecho esto, debernos enfrentarnos a un segundo pro-
no permite pensar los problemas a fondo.. Para ciertos filósofos de blema: dentro de cada tipo de filosofar, hay que seleccionar a los
tendencia metafísica hay trabajos que tratan sobre el Ser o sobre pensadores más significativos. Colocados en este plano, el crite-
la Esencia, de, profunda .significación filasófica. En cambio, -para rio de, autenticidad: pensamiento a fondo, seguido hasta sus últi-
ciertos filósofos analíticos, estos trabajos sólo poseen carácter anee: mas consecuencias, tratamiento del problema utilizando los pro-
dótico y no son propiamente filosóficos. pios recursos, planteamientos, análisis, soluciones personales, pueden
Nos encontramos, aquí con • el eterno problema: ¿en qué consiste aplicarse sin demasiado peligro de error. Así, en relación a una
1 Sobre la diferencia entre verificación y corroboración ver: Propper, K., The
logic of scientific inquiry. Basic, Nueva York, 1959. 2 Sobre este punto ver: Francisco Miró Quesada, u.
22 PROBLEMAS DE MÉTODO PROBLEMAS DE MÉTODO 23

filosofía . de corte metafísico, o dialéctico, o analítico, es posible no son tan precisos en el área metafísica y en la filosofía dia-
hacer comparaciones entre pensadores pertenecientes a una misma léctica.
tendencia y distinguir entre los que cumplen las condiciones ano- Sin embargo, es indudable que en estas áreas hay producciones
tadas de los que no las cumplen. Desde luego, incluso en relación extraordinarias que: pesar de la falta de rigor que se encuentra
a esta posibilidad, las cosas no son tan simples. Hay ciertos aspec- en ellas, abren perspectivas fundamentales al pensamiento hu-
tos de la filosofía en que la comparación es más o menos fácil, por mano. Si se concibe la filosofía como el intento de fundamentar
ejemplo, en cuestiones de análisis semánticos, o de epistemología, de manera absoluta el conocimiento, es decir, como un intento
o de filosofía matemática ::o de lógica pura. No es demasiado del conocimiento racional de fundamentarse a-sí mismo por medio
difícil, si uno está pasablemente informado y entrenado, darse de la razón, se tiene que llegar a una situación en que el rigor
cuenta de que el análisis de la significación de una palabra de no puede ya mantenerse. Porque todo rigor se funda en el análi-
un lenguaje natural o formal, está bien o mal hecho, si es ori- sis de conceptos y en la utilización de reglas deductivas precisas.
ginal o simple repetición, si señala algo realmente interesante o Pero todo análisis de conceptos tiene que desembocar en concep-
si su novedad es de mero detalle, sin importancia. Tampoco es muy tos no analizados y toda regla deductiva tiene que recurrir a su-
difícil, si= se cumplen las condiciones señaladas, darse cuenta si la puestos deductivos. La única manera de justificar el análisis o la
crítica de un sistema axiomático de lógica, de matemáticas, de deducción, es apelar a la intuición intelectual, a la evidencia. Pero
física o de ciencias sociales, está bien hecha. Y lo mismo sucede ya sabemos los ingentes problemas que presenta el conocimiento
cuando se propone un nuevo sistema de postulados. También intuitivo. Cuando se trata de analizar, a su vez, las verdades in-
pueden compararse con relativa soltura dos trabajos filosóficos so- tuitivas, comienzan las discrepancias, las dudas. La debida evi-
bre la estructura de las teorías científicas, o sobre el, tipo de ló- dencia no se presenta nunca de manera clara y precisa. Esto su-
gica que debe utilizar una teoría para que sus predicciones sean cede, incluso, con las reglas de inferencia. Formalizadas parecen
más fecundas o su posibilidad explicativa sea más amplia. sumamente precisas. Pero como demuestra el interés creciente por
Pero cuando se pasa de este campo al de la metafísica o de la las nuevas lógicas relevantes y las lógicas del entrañamiento, cuando
filosofía dialéctica, las cosas se ponen mucho más difíciles. El uno se pregunta por su fundamento, no se encuentran evidencias
criterio de la información permanece válido. No es muy difícil convincentes que permitan justificarlas, por- lo menos en su to-
darse cuenta de que una persona está bien o mal informada sobre talidad.3
el pensamiento dialéctico de Hegel o de Marx, por ejemplo. Pero Cuando se trata de llegar al autofundamento, resulta así, que
lo rque sí es difícil es darse cuenta de si está manejando bien o el rigor que persigue la filosofía analítica no es definitivo. Toda
mal el razonamiento dialéctico. Asimismo, no es difícil saber si la filosofía no puede ser rigurosa. El rigor se paga con cierta su-
un pensador que está hablando sobre el Ser, está bien informado perficialidad inevitable. Mientras más profundamente se quiere
sobre lo que han dicho los clásicos y los modernos. Pero juzgar llegar, más se pierde la precisión de los contornos.
de la excelencia o de la insignificancia de su propia concepción Puede argüirse que un filósofo que persigue el rigor, cuando co-
sobre el ser, es mucho más difícil. Esta dificultad se deriva del mienza a perder piso, cuando se da cuenta que si sigue exigiendo
hecho de que en los campos filosóficos descritos, no hay criterios funda mentación va a comenzar a ver oscuro de manera inevitable,
que permitan juzgar con precisión cuál es el camino que debe toma precauciones para que esta pérdida no desemboque en una
seguirse para alcanzar la meta. Desde luego, esto no puede ha- intolerable vaguedad dentro de la cual todo puede afirmarse o negar-
cerse con total rigor en ninguna rama de la filosofía, ni siquiera se. Si se avanza por un sendero peligroso sabiendo que existe el peli-
en las que hoy pueden mencionarse bajo el rubro de filosofía ana- gro, entonces los pasos sucesivos pueden ser controlados, y la pérdida
lítica. Pero es innegable que en este tipo de filosofía, que no es de rigor no significa pérdida de orientación, imposibilidad de lle-
sino la versión moderna de cierto estilo de pensamiento que gar a conocimientos de validez universal. Es cierto que procedien-
se encuentra ya en Sócrates, Platón y Aristóteles y que continúa
en la,gran tradición filosófica hasta nuestros días, uno puede apli- 3 Hay, desde luego evidencias muy fuertes; pero otras, que, durante siglos
car criterios bastante precisos de juicio. En cambio estos criterios parecieron incomunicables, terminaron por perder vigencia.
24 PROBLEMAS DE MÉTODO PROBLEMAS DE MÉTODO 25
do de esta manera se puede disminuir la vaguedad, pero por más considerados como paradigmas. Con ellos tendremos material más
que se haga nunca podrá eliminarse por completo. que suficiente para probar nuestra tesis. Pero esta selección vuel-
No es, por eso, tan fácil distinguir entre la filosofía rigurosa ve a crear un problema, pues es con frecuencia difícil elegir, entre
y la no :rigurosa o literaria. En muchos casos puede hacerce, sobre un conjunto significativo, a los más significativos, a los que pue-
todo cuando los que practican esta última abusan del hecho de den ser considerados como paradigmas del grupo. Cuando los miem-
que los temas tratados no pueden expresarse de manera exacta. bros del conjunto son más o menos del mismo nivel el peligro
Pero cuando la falta de rigor se debe, no al descuido ni a la irres- de subjetividad puede tornarse muy agudo. Cuando 'dos pensado-
ponsabilidad intelectual, sino al carácter intrínseco del problema, res están muy cerca en el orden del mérito, la preferencia del uno
entonces hay que adoptar una actitud abierta...Y no cabe duda que sobre el otro puede deberse a coincidencias doctrinarias, a mayor
los grandes temas de la metafísica, como el problema del ser, o conocimiento de la obra del primero o del segundo, incluso hasta
de la filosofía dialéctica (como la existencia de contradicciones en a simpatías o antipatías personales.
el pensamiento que procede, sin embargo, con rigor,4 surgen cuan- Pero no queda más remedio. Si queremos hacer lo que nos pro-
do de verdad se quieren alcanzar conocimientos autofundados. ponemos tenemos que correr el riesgo. Aplicaremos pues, a pesar
Si se quiere, por eso, proceder con objetividad, deben induirse de los peligros señalados, el criterio de los Nradigmas. En cada
entre los pensadores que se toman como ejemplo para mostrar una de las tendencias o divisiones de la filosofía latinoamericana
la existencia de una filosofía auténtica en América Latina, todos analizaremos los principales aportes de uno o más paradigmas. La
aquellos que han hecho contribuciones de interés, de carácter cantidad de paradigmas analizados dependerá, en cada caso, de
personal, en los diversos campos de la filosofía. Y no queda más la cantidad de pensadores importantes en relación a tal o cual rama
remedio, además de los criterios enumerados, que utilizar el cri- filosófica. Es probable que en algunos casos nos equivoquemos al
terio del propio parecer. Este criterio no es tan subjetivo como elegir a los paradigmas. Pero creemos que esto sucede a todo
puede creerse a primera vista. El entrenamiento filosófico permite autor que tiene que seleccionar miembros significativos de algún
en una buena mayoría de casos, acertar sobre la importancia o grupo. Es no sólo posible sino inevitable que algunos (o tal vez
nimiedad de una exposición filosófica. Pero hay, desde luego, casos muchos) pensadores de mérito no sean mencionados. La biblio-
límites ante los cuales dos personas de formación parecida, que grafía de la filosofía latinoamericana es demasiado grande para
se interesan por problemas semejantes y que pertenecen a una mis- dominarla por completo. Estamos seguros de que hay varios ele-
ma tendencia, pueden discrepar por completo sobre el mérito o mentos de nuestra generación y muchos de la generación más
demérito de algún trabajo. joven que tienen trabajos importantes, cuya obra ignoramos. En
Es, pues, partiendo de esta base, que hemos de intentar la selec- relación a ellos debemos decir que, a la vez, lo sentimos y nos
ción. Tenemos la esperanza de que el lector encuentre que el alegramos. Lo sentimos por la omisión que es, a no dudarlo, com-
criterio que hemos empleado, dentro de las dificultades mencio- pletamente involuntaria. Nos alegramos porque ello quiere decir
nadas y tomando en cuenta los inevitables casos dudosos, es su- que el vigor y el poder creador del filosofar latinoamericano es
ficientemente, objetivo. aún más grande de lo que puede colegirse por la lectura de la
Hemos visto que para verificar la tesis que sostenemos basta un presente obra.
número limitado de casos: el de los filósofos significativos. Pero
también hemos señalado que en,la actual filosofía latinoamericana 2. CLASIFICACIÓN
hay un número considerable de pensadores importantes. Analizar
la obra de todos ellos tomaría demasiado espacio, seguramente va- Toda clasificación es arbitraria en el sentido de que los rasgos
rios tomos. Es, pues, inevitable hacer una selección. Dentro de que se eligen para agrupar y diferenciar los objetos dasificados
cada rama o tendencia tendremos que elegir unos pocos que serán pueden siempre cambiarse a voluntad. No hay rasgos que se im-
4 Recordemos, por ejemplo, las famosas paradojas de la teoría de los con-
pongan de manera inevitable. Pero, aunque esto es cierto, hay
juntos. Por más que se ha hecho, el problema que su existencia plantea nunca notas que se prestan a hacer clasificaciones más simples y cómodas
ha podido ser resuelto de manera definitiva. que otras, que se imponen de manera "natural". Desde luego esta
26 PROBLEMAS DE MÉTODO PROBLEMAS DE MÉTODO 27
naturalidad es relativa, depende de nuestras tendencias personales metafísicos utilizan una serie de conceptos y categorías metafísi-
que están condicionadas, a su vez, por nuestro acervo de conoci- cas por eso, a pesar de que su intención inmediata no es hablar
mientos, nuestra. Weltanschauung, nuestros hábitos mentales, y sobre el ser, el ente, Dios o el cosmos, sino sobre cuestiones éticas,
hasta por la metafísica implícita en nuestro lenguaje (un indio axiológicas o estéticas, emplean estos conceptos para abordar los
hoppi clasificaría un mismo conjunto de objetos de manera muy temas tratados. Puede decirse, en estos casos, que la exposición se
diferente de como lo haría un occidental). desarrolla desde un horizonte metafísico.
Cuando de filosofía latinoamericana se trata, clasificarla según Lo mismo sucede con la filosofía exegética y con la filosofía
el criterio tradicional que divide a la filosofía en metafísica (sub- analítica. Hay trabajos exegéticos puros, cuya única intención es
dividida, a su vez, en ontología general, ontologías regionales, aclarar el pensamiento de algún filósofo occidental. Pero con fre-
cosmología, teología, etc.), lógica, ética, estética, gnoseología .y cuencia la exégesis, es un pretexto. O aunque no lo sea, el trabajo
filosofías especiales (filosofía del derecho, filosofía de la historia, comienza con una sincera intención exegética que va desembo-
de la religión, etc.),6 no sería de mucha utilidad. La clasificación cando, por evolución natural del pensamiento, en planteamientos
resultaría totalmente clesbalanceada. Por ejemplo, la cosmología originales. Hay muchos trabajos importantes de este tipo en
y la teología estarían prácticamente vacías, mientras que la filo- América Latina.
sofía del derecho o la gnoseología estarían demasiado llenas. Cree- La exégesis entre nosotros es menos precisa frente al pensa-
mos que una clasificación "más natural" es aquella que agrupa miento analizado que en Europa. Tal vez ello se deba a que los
los trabajos filosóficos de manera equilibrada, es decir utilizando maestros europeos (y en algunos casos norteamericanos) que se
rasgos que realmente se presentan con regularidad. Una clasifi- interpretan, están lejos de los intérpretes. En Europa es frecuente
fcación de esta índole tiene la ventaja de que presenta todas sus que el peso tremendo del gran, maestro aplaste al epígono. Pero
divisiones "llenas" y permite conocer el dinamismo de la producción entre nosotros no existe esa opresiva relación de maestro a discí-
filosófica, permite saber por dónde está yendo. Para lograr esto pulo. Incluso en los casos (frecuentes entre los filósofos de la ter-
es necesario utilizar rasgos muy variados que califican tanto el cera generación y muy frecuentes en los de la cuarta) en que el
contenido de los trabajos como, su estilo o su tendencia. A un exégeta ha estudiado con algún gran maestro europeo, el hecho
lector acostumbrado a las clasificaciones tradicionales, este méto- de su retorno, de su lejanía, de su pertenencia a un medio más
do puede parecerle raro. Pero creemos que pronto se irá dando laxo, menos tradicional, crean condiciones especialmente favora-
cuenta que es la mejor manera de poder seguir el movimiento real bles para la .expresión de su propio pensamiento.6
de la filosofía latinoamericana para captarla en la plenitud de su En la actual filosofía latinoamericana hay un grupo nutrido de
proceso creador. filósofos que se llaman a sí mismos "analíticos". Pero hay otros
El esquema propuesto es el siguiente: filosofía de tendencia me- que sin adoptar este apelativo, incluso rechazándolo, hacen un
tafísica, filosofía de tendencia exegética, filosofía de tendencia ana- tipo de filosofía que posee muchos de los rasgos del actual pensa-
lítica, filosofía del derecho, historia de las ideas y filosofía , de lo miento analítico. Si bien es cierto que estos filósofos no pueden
americano, filosofía de la liberación. A primera vista esta clasifi- calificarse como analíticos stricto sensu, pueden considerarse como
cación puede parecer incoherente. Pero, así lo creemos, cuando las
filósofos de tendencia analítica.
casillas se vayan llenando, el lector irá captando la filosofía En su primera etapa, que fue de un dogmatismo radical, los
latinoamericana actual en el hacerse, en aquello que la caracte- filósofos analíticos pretendían reducir la filosofía al análisis se-
riza como una filosofía creadora.
Decimos "filosofía de tendencia metafísica" porque el pensa- 6 Desde luego hay casos extraordinarios de exégesis creadora en el pensa-
miento filosófico presenta a veces aspectos muy complejos, di- miento europeo y norteamericano. Pero estos casos se producen cuando surge,
fíciles de ubicar con precisión. Hay trabajos de carácter estricta- de entre los epígonos, algún nuevo , y gran filósofo. Un caso típico de los úl-
mente metafísico, pero hay otros, que aunque no son propiamente timos tiempos es el de Scheler, Hartraann y sobre todo Heidegger, frente a
Husseri. Pero lo usual es que el exégeta se constituya en discípulo fiel del
6 Esta es una de las diversas• clasificaciones usuales, todas más o menos maestro y limite su obra a aclarar puntos considerados "difíciles" de su
parecidas. pensamiento.
28 PROBLEMAS DE MÉTODO PROBLEMAS DE MÉTODO 29
mántico, es decir, al esclarecimiento del significado de las palabras creemos que nadie podría negar que es una de las manifestaciones
filosóficamente = importantes (que pueden ser palabras de la pro- más típicas de nuestra filosofía. Es posible que algunos lectores de
pia filosofía, pero también de la ciencia, del arte y del lenguaje tendencia analítica dogmática consideren que este tipo de filo-
conversacional). Pero luego de una interesante evolución, la filo- sofía no debe incluirse en una obra como la presente por carecer
sofía analítica ha llegado a ser una, filosofía que aborda los más de autenticidad. Pero, como acabamos de decir, el criterio de la
diversos temas pero que utiliza una determinada metodología autenticidad filosófica debe aplicarse con mucha prudencia. Nos
para hacerlo. Como paso inicial para tratar cualquier tema filosó- parece que, de acuerdo con las pautas que nos hemos fijado, el
fico, intenta aclarar la significación de las palabras importantes movimiento de Historia de las Ideas que surge en los albores de
del discurso; además intenta fundamentar de la manera más ri- la tercera generación y que se desarrolló hasta adquirir un impre-
gurosa posible las afirmaciones y las inferencias que hace. En sionante caudal, es un movimiento auténticamente filosófico. Lo
pocas palabras: la filosofía analítica trata siempre de ser clara y es porque, en su mayor parte, trata de investigar la manera como
rigurosa. `En este Sentido muchos filósofos que no se declaran ana- las ideas filosóficas importadas de Europa y los Estados Unidos
líticos lo son en gran medida o por lo menos parcialmente. han sido utilizadas desde el punto de vista social y político.
Algunos no acostumbran hacer análisis semánticos, pero emplean De manera que aunque también se encuentran análisis del
palabras con significaciones obvias; otros tratan siempre de funda- impacto de ideas económicas, pedagógicas o científicas, en una
mentar adecuadamente sus afirmaciones aunque no conozcan los enorme proporción, se trata de ideas filosóficas. El contenido de
métodos modernos de análisis y es innegable que, dentro de las la mayor parte de los trabajos que sobre historia de las ideas se,
posibilidades Metodológicas que manejan, han alcanzado un nota- escriben en América Latina versa, pues, sobre un contenido, filo-
ble grado de rigor. Son, pues, de tendencia analítica. sófico. Es cierto que se trata más de una historia filosófica (desde
La inclusión de la filosofía del derecho en la tipología que pro- una perspectiva especial) que de filosofía, pura. Pero, como es
ponemos no necesita justificación. Desde que la segunda genera- patente, la historia de la filosofía se ha considerado siempre como
ción comienza a darse cuenta de que es necesario adquirir una una actividad importante del quehacer filosófico?
formación más rigurosa para superar el desenfoque que presentaba Mas no sólo esto. La historia de las ideas en América Latina
el pensamiento de los patriarcas, comienzan a formarse las con- no se produce a un mero análisis histórico. Desde que se inicia
diciones para la existencia de una filosofía del derecho auténtica. en la tercera generación, bajo la influencia de Leopoldo Zea,
Surgen en esta etapa pensadores que, a pesar de ser precursores, plantea una serie de tesis filosóficas importantes. Por ejemplo:
alcanzan un notable grado de independencia y de originalidad que las ideas filosóficas que manejan los políticos, los educadores
creadora. Debido a su edad y a las condiciones en que inician su y, en general, los hombres de influencia pública, a pesar de pro-
obra, es difícil clasificarlos generacionalmente, podría decirse que venir de una realidad diferente a la nuestra, constituyen, sin em-
están entre dos generaciones, la de los forjadores y la de los bargo, parte esencial de nuestra historia y como tales, deformadas
técnicos, aunque, por el estilo y contenido de su pensamiento per- o no, expresan de manera auténtica el pensamiento latinoameri-
tenecen indudablemente a la última. Por eso consideramos que cano. O también que estas ideas fueron empleadas por diversos
hay que incluirlos entre los paradigmas elegidos. A partir de grupos sociales para, afianzar y justificar su poder y que es con-
ellos se inicia un importante movimiento que llega a su máxima veniente utilizar un tipo de filosofía que no persiga fundamentar
expresión cuando la filosofía analítica comienza a apoderarse del el poder de ningún grupo sino lograr la liberación de los domi-
interés de una amplia proporción del pensamiento latinoamericano nados. Además, la =historia de las ideas se inicia con una inten-
joven. En esta etapa hay algunas figuras que deben ser considera- ción que la trasciende: adquirir conocimientos sobre nuestra pro-
das como paradigmas porque su obra ha adquirido repercusión pia realidad latinoamericana para poder luego interpretarla y,
internacional. No cabe ducla, pues, de que la filosofía del derecho gracias a esta interpretación, disponer de la posibilidad teórica
es uno de los aspectos más característicos del pensamiento latino-
americano. 7 Las historias de la filosofía no son nunca trabajos de historiadores sino
de, filósofos, y no son leídos por quienes se interesan en la historia, sino
En cuanto a la historia de las ideas y la filosofía de lo americano por quienes se interesan en la filosofía.
30 PROBLEMAS DE MÉTODO PROBLEMAS DE MÉTODO 31

necesaria para poder encauzarla hacia determinadas metas. La se trata de verdadera claridad. Es imposible pues, salir de la
historia de las ideas se constituye, así, como antesala de una filoso- prisión circular de la filosofía. Y esto vale en el caso de cualquier
fía de lo americano, <de una filosofía no sólo de carácter teórico conocimiento, incluso de esa parte de la realidad que llamamos
sino también de carácter práctico. Es pues filosofía en prístino sen- América Latina. La filosofía de lo americano es auténtica filosoffil
tido; por eso la incluimos.8 La consideramos, además, en el mismo fía en el sentido de que intenta lograr una comprensión de nuestra
capítulo que la filosofía de lo americano pues, como acabamos de realidad más profunda de la que puede brindar su estudio mera-
decir, tiene carácter preparatorio y puede considerarse como la mente sociológico, económico o histórico. 3) Por último debe
antesala de la filosofía de lo americano. No puede, por eso, anotarse que la filosofía de lo americano es uno de los productos
comprenderse en su verdadera significación si no se le considera más típicos, tal vez el más típico, del pensamiento latinoamericano.
ubicada en la misma división que esta última. Hasta donde llega nuestra información no hay en otras regiones
Sobre la filosofía de lo americano se ha discutido mucho y del mundo ningún movimiento -semejante. Hay algunos intentos
nosotros mismos hemos intervenido en la polémica. No vamos a por caracterizar lo europeo (por ejemplo, ensayos de Ortega y
repetir lo que hemos escrito en anteriores oportunidades.° Nos Gasset), existe una teoría de la negritud (desarrollada por Sen-
basta con mostrar tres cosas: 1) Que constituye un vasto territorio ghor, Césaire y otros), existen trabajos sobre la naturaleza del
en el panorama de la filosofía latinoamericana; 2) Que está hecha Tercer Mundo, sobre sus relaciones con Occidente y los proble-
con verdadera seriedad, pues no consiste en declaraciones tropi- mas que plantea su independencia (Fanon, Malek, etc.), pero no
cales ni en ridículas exageraciones sobre las maravillas de Améri- hay ni en Europa, ni en Asia ni en África un movimiento filosó-
ca Latina como "depositaria" de la cultura occidental o como "guía fico dedicado a lograr una comprensión profunda de lo que son
o mentor" del. Tercer Mundo, etc. Es, simplemente, un intento estas realidades. Creemos, por eso, que un trabajo sobre filosofía
ceñido y sistemático por entendernos a nosotros mismos dentro de latinoamericana actual quedaría incompleto si no incluyese, en sus
un marco de conceptos filosóficos, cosa que, a nuestro criterio, es rasgos más saltantes y en los aportes 'más paradigmáticos, la filo-
la mejor manera de lograr la comprensión de una realidad hu- sofía de lo americano.
mana y, en último término,• de cualquier realidad. Hay, desde lue- En cuanto a la filosofía de la liberación, o como también se le
go, aspectos de la realidad que, para ser entendidos, deben ser llama, de la independencia, se trata de una manifestación que,
estudiados científicamente. Pero la comprensión científica tiene por lo menos en parte, proviene de la filosofía de lo americano.
un límite pues se basa en supuestos no analizados, de manera En parte, porque es una consecuencia natural y, hasta cierto pun-
que si no se entienden estos supuestos, no se entiende a fondo la to, inevitable, del intento de comprender filosóficamente en qué
realidad que se está estudiando mediante su aplicación. Claro que consiste el ser del latinoamericano. Al tratar de dilucidar este
cuando se quieren entender los supuestos se cae en problemas tan ser, los pensadores latinoamericanos han mostrado que no puede
abismales que sería utópico pretender una comprensión defini- entenderse si no se tiene en cuenta la condición de región excolo-
nitiva del asunto filosóficamente abordado. Pero no cabe duda nial que caracteriza a América Latina. Las potencias dominantes,
que el solo planteamiento de estos problemas, conduce hacia un al colonizarla y luego, al dominarla mediante mecanismos eco-
plano más profundo y esencial que el científico. En fin, se trata nómicos, culturales y políticos, desconocen el valor de los hombres
del eterno problema del sacrificio de la profundidad en aras de y de la cultura de esta región del mundo. Y como es natural, estos
la claridad o del sacrificio de la claridad en aras de la profundi- hombres tienen el afán de lograr el reconocimiento de su ser,
dad. Aunque, en último término, es indudable que, mientras exigen el derecho de ser también protagonistas de la historia. Y
no se entiendan los supuestos utilizados para lograr la claridad, no esto plantea un problema fundamental: para lograr esta meta'hay
que ser libre, hay que ser capaz de ser sí mismo, de tener una
8 Sobre las primeras etapas de la historia de las ideas y de la , filosofía de lo cultura que no sea producto de la dominación, de romper los
americano ver: Francisco Miró Quesada. Despertar y proyecto del filosofar la- mecanismos que nos atan al viejo y siempre renovado dominio
tinoamericano. Cap. VII. Op. cit.
Sobre este punto ver: Francisco Miró Quesada. Despertar y proyecto del de los grandes centros de poder. La filosofía debe indicar el ca-
filosofar latinoamericano. Prólogo. Op. cit. mino, debe decirnos cuáles deben ser los principios de esta libe-
32 PROBLEMAS DE MÉTODO PROBLEMAS DE MÉTODO 33

ración para que la praxis latinoamericana hacia la independencia Creemos, por Mas razones expuestas; que es mejor considerar a
puedan encauzarse debidamente. De otro lado, debido a la influen- los filósofos marxistas ,dentro de la tipología que proponemos. El
cia del marxismo y del cristianismo renovado, han surgido una marxismo, como toda filosofía sistemática, tiene aspectos metafísi-
'serie de grupos, que • influidos o no por la filosofía de lo america- tos, aspectos - epistemológicos y lógicos, aspectos filosófico-jurídicoá
no, proponen exactamente lo mismo: utilizar la filosofía como y filosófico-políticos, etc. Y como sucede en relación a toda filoso-
instrumento de liberación, fundamentar filosóficamente la praxis fía sistemática, quienes lo' adoptan y trabajan dentro de sus mar-
latinoamericana hacia la forjación de una realidad humana y cul- cos, tienen preferencias. Hay Marxistas que se interesan más, por
tural autónoma." Estas dos corrientes se unen e interpenetran para los temas metafísicos, como el significado del materialismo,'o la
constituir un poderoso caudal del pensamiento latinoamericano. estructura dialéttica de la' realidad y del pensamiento, mientras
Así constituida, la filosofía de la liberación es una de las más re- que otros-se interesan más por-los planteamientos éticos, políticos
cientes floraciones de, nuestro pensamiento y una de las más vigo- o epistemológicos. Creemos que no hay razón para considerarlos
rosas y originales. Debe por eso, ser incluida de todas maneras en aparte. Más, bien, si los. incluimos dentro de la tipología adoptada,
un libro como éste. su obra adquiere mayor relieve pues resalta por su aspecto más
Un punto sobre el cual hemos dudado mucho es la ubicación importante. Pór ejemplo, si un filósofo marxista ha hecho:aportes
de la filosofía marxista. ¿Debemos incluirla como un rubro apar- en el campo de la lógica matemática (en la actualidad proliferan
te al lado de las restantes divisiones? Desde determinada perspec- tanto en los países capitalistas como socialistas sistemas de:
tiva, hay razones para proceder de esta manera pues el marxismo dialéctica matemática, algunos de los cuales son sumamente inte-
es una doctrina muy especial que considera que todas las demás resantes) entonces, si se le ubica dentro de la filosofía analítica,
filosofías no son sino expresiones ideológicas de las clases domi- sus aportes quedarán mejor señalados que si se le ubica dentro
nantes y que, por eso, deben agruparse en un conjunto homogéneo, de la filoárifía marxista. En éste segundo caso se distingue como
frente al cual el marxismo es la única filosofía que representa los filósofo marxista, en el primero como lógico:
intereses del proletariado. El marxismo, además, es un sistema Seguramente un filósofo marxista no verá .con agrado que ló
cerrado que ofrece soluciones para todos los problemas filosóficos consideremos en el campo de la filosofía analítica. Con frecuencia,
importantes y, en general, para todos los problemas humanos sig- los'marxistas están muy alejados de los:modernos métodos analí-
nificativos. Estas características se manifiestan con especial nitidiez ticos. Pero no, todos. Si un marxista presenta un sistema de lógica
en las historias de la filosofía escritas por marxistas y en los pro- dialéctica matemática y este sistema tiene el suficiente rigor. (por
gramas de filosofía de los países marxistas; el marxismo se con- ejemplo, indica sus reglas de inferencia y sus axiomas con exac-
trapone, siempre, a los restantes sistemas filosóficos. titud y presenta un modelo :capaz de dar significación suficiente-
Empero desde un punto de vista. teórico, en tanto el marxismo mente clara a sus fórmulas) ' no hay más remedio que incluirlo
ofrece soluciones a problemas filosóficos, no es sino una filosofía entre los filósofos analíticos. Será marxista, pero hay filósofos ana-
al lado de otras, cuyo verdadero sentido no puede comprenderse líticos que son empiristas, pragmatistas o racionalistas. No hay
si no, se le ubica en el panorama de la filosofía occidental. En este razón para que •no haya marxistas. En los últimos arios, como re-
panorama Marx aparece, por cierto, como un gran filósofo, pero sultado del impaCto de los nuevos métpclos de análisis, hay una
no necesariamente más grande que. Platón, Aristóteles, Descartes, fuerte tendericia entre ciertos círculos marxistas a aproximarse a
Spinoza, Leibniz, Kant, o Hegel. Está insertado en la historia de la filosofía analítica.
la filosofía, ha habido filósofos antes que él :y después de él, y, Algunos marxistas 'consideran todavía que la filosofía analítita
naturalmente, los,seguirá habiendo en el futuro. es reaccionaria (Marc-use ha influido mucho en este sentido)." Pero
sus argumentos se fundan siempre en un desconocimiento de lo que
1° Autonomía cultural no en el sentido de una ruptura con la cultura occi-
es la filosofía analítica. Como hemos' la filosofía analí-
dental, cosa, que nos obligaría a dejar de lado la propia filosofía, sino en el
sentido de utilizar esta cultura (y cualquier otra) para alcanzar nuestro re- tica no tiene contenido fijo ni metodología dogmática; es, simple-
conocimiento humano y nuestra liberación y' no como instrumento que permita
mantener y acentuar nuestra dependencia de los grandes centros de poder. "- ^Especialmente en su libro El hombre unidimenlional.
34 PROBLEMAS DE MÉTODO PROBLEMAS DE. 35

mente, el esfuerzo por rigorizar al máximo la investigación filosó- de la historia de la filosofía y'que ha contribuido a la , toma de
fica. Que este esfuerzo conduzca de,manera inevitable hacia el conciencia de esta situación. Como otras filosofías en otras épocas
análisis semántico, no tiene nada que ver con la tendencia reac- y en diferentes ciréunstancias, pero de manera más sistemática y
cionaria o revolucionaria de quien persigue (en lo posible) el radical, ha contribuido a que el ser humano tome mayor conciencia
rigor. de las posibilidades de su propia razón y de la manera como -ella
En último término el criterio de vclasificación se basa en el puede contribuir al proceso de liberación que constituye el 'sen-
concepto que se tiene de, la filosofía. Para cierto tipo de marxismo tido de la historia.
la filosofía no es sino una expresión del interés de clase. Para el
racionalista, la filosofía es expresión de los principios inmutables 3.- IMPARCIALIDAD
de la razón. Nuestra posición es diferente. Creemos, desde luego;
que no sólo en filosofía sino r en toda creación cultural se refleja Otro aspecto importante desde el punto de vista metodológico es
la situación de clase de quienes intervienen en el= proceso; pero el de la imparcialidad de la exposición.
no creemos que la creación de cultura se reduzca a ser un mero ¿Debe -la' exposición ser impardal, es decir, debe limitarse a
instrumento de dominación. Hay aspectos de la ciencia y de la describir de -la mejor manera posible el contenido de la obra que
filosofía que expresan ciertas estructuras racionales que se mani- se . analiza sin hacer reflexiones críticas, o debe enfocar su con-
fiestan en cualquier circunstancia social e histórica. Por ejemplo tenido críticamente? ,
la lógica creada por Aristóteles tiene valor hoy día en cualquier Se trata de uno de. los probleinas de la historia de la filosofía,
país y en cualquier clase, y lo mismo sucede con la matemática y la que más se ha discutido sin que haya sido posible llegar a un
ciencia natural. Incluso las ciencias sociales, las más ideologizadas restiltado. Los partidarios de la necesidad de hacer una exposición
de todas, tienen aspectos que responden a principios racionales sin crítica sostienen que es imposible no proceder de esta manera,
los cuales no puede constituirse ninguna ciencia sea cual sea la pues la inclusión de ciertas obras en el texto' de historia filosófica
pbsición social de los científicos que la practican. y la exclusión 'de otras, es ya una crítica. Se trata de un argumento
Es cierto que algunos aspectos de la ciencia, especiahnente la sumamente fuerte, pues no cabe duda que (salvo que el autor
social, no son objetivos sino que reflejan situaciones de clase. Pero eche a -la suerte para determinar su elección, cosa que no haría
precisamente, analizar este hecho, tratar de esclarecer la =manera nadie que se respete) toda elección es ya una crítica.
como las estructuras sociales influyen en el pensamiento racional Pero si se opta por una crítica de los trabajos incluidos en el
es uno de los grandes problemas de la filosofía del conocimiento. texto se corre el grave peligro de no ser objetivo, pues los prin-
Y el planteamiento dé este problema supone que la razón es ca- cipios que se utilicen para hacer la crítica serán los de la propia
paz de llegar a s conocimientos objetivos sobre sus propias desvia- filosofia. Y esto plantea la siguiente situación. La filosofía, debido
dones producidas por las contingencias sociales e históricas. El al hecho de su radicalismo, no acepta ningún supuesto sin crítica
problema de la ideología y de la función de la> filosofía en el pro- pero al no aceptar ningún supuesto sin crítica, pierde, inevitable-
ceso de liberación humana es un problema que exige, para su aná- mente, piso en relación al mismo rigor que persigue. Llega un
lisis y tratamiento, la existencia de ciertos principios racionales de momento en que dos tesis contrapuestas pueden discutirse indefi-
valor universal, pues de otra manera no puede decirse nada verda- nidamente sin que sea posible ponerse de acuerdo sobre el resul-
dero sobre el tema. Consideramos, por eso, que la filosofía no tado de la discusión. Claro que hay algunas diferencias individua-
puede reducirse a la mera expresión de intereses de clase sino que les. Mientras algunos filósofos son claros en sus planteamientos
refleja, además de ese aspecto, la estructura y los dinamismos más otros son insoportablemente oscuros; mientras algunos utilizan
profundos de la razón humana, aquellos mismos que le permi- principios cuya evidencia parece incontrastable, otros se valen
ten realizar el milagro de haberse dado cuenta de que su rela- de principios que no tienen ninguna relación con nuestras intuicio-
ción con la situación social de quienes filosofan puede producir nes intelectuales. Pero, incluso con estas ventajas, el claro puede
deformaciones subjetivas. equivocarse mientras, que el oscuro puede estar en la buena vía,
En este sentido el marxismo es una filosofía que se ubica dentro y el que utiliza evidencias que parecen incontrastables puede ba-
36 PROBLEMAS -DE MÉTODO'

sarse emintuiciones que están, dejando ya de tener vigencia o que


podrían dejar de tenerla en un futuro no muy lejano.12
Nosotros creemos que, a 'pesar de estas dificultades, la razón,
humana dispone de criterios que, si no en todos por lo menos: en.
numerosos casos,, permiten hacer una, crítica valiosa, sobre todo II. EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE
cuando se trata de filosofía de carácter científico. Pero aún así
EL HECHO de comenzar con la exposición del pensamiento de au-
hay que proceder con mucha cautela como lo demuestra. la historia
de la más rigurosa de las ramas de la filosofía: la lógica. Hasta hace tores que ccinsideramos paradigmáticos en relación á ternas meta-
poco se consideraba que una teoría , inconsistente era totalmente in- físicos, no significa que, históricamente, las primeras hornadas dé
la tercera generación hayan dedicadd sus esfuerzos solamente a la
manejable. Para evitar la inconsistencia se hicieron esfuerzos sobre-
humanos ..y. de estos 'esfuerzos nacieron una serie de desarrollos de metafísica. Hay diferentes etapas en la marcha de esta generación,
pero desde el comienzo, al lado de la metafísica descuellan la filo-
extraordinaria importancia para la lógica y la matemática moder-
nas—Sin embargo, hoy día sabernos que no es-necesario evitar las Sofía del derecho, la filbsofía exegética, la filosofía del conoci-
inconsistencias para que una teoría pueda funcionar." miento y la historia de las ideas. En algunas de •estas direcciones
se descubren etapas, cambios de estilo, producidos por la influen:-
Este ejemplo muestra que hay que tener, mucho cuidado .para cia del pensamiento mundial o por el propio desarrollo de la temá-
no hacer críticas precipitadas, derivadas, más que de la utilización tica originaria. Por ejemplo, la filosofía del dereCho presenta en sus
ceñida de principios incontrovertibles, de nuestras propias sim- inicios exponentes de tendencia meráfísica, mientras que en los
patías o antipatías por, tal .o cual tendencia. últimos tiempos está casi totalmente dominada por la tendencia
Creemos que la falta de objetividad puede reducirse al mínimo analítica. La historia de las ideas, aunque se sigue desarrollando
limitando la crítica a la, elección de losa trabajos que se incluyen,
en nuestros días, y con mucho vigor, da origen a la filosofía de lo
en la exposición. Si se aplican los criterios que .hemos enunciado
(conocimiento del tema, seriedad en la exposición, intento, de fun- americano y ésta contribuye a generar la filosofía de la libera-
damentación adecuada dentro de los marcos de la . propia ten- ción. P,,ero cronológicamente la metafísica, no es la antesala de
denciá, etc.) y se, incluyen los trabajos significativos dentro de etapas posteriores. Comenzamos con ella porque la metafísica es
cada una de las' divisiones propuestas, se puede tener la seguridad; la primera gran floración de la filosofía, porque con ella alcanza
no de eliminar por completo, la subjetividad, pero si de evitar su primera madurez el pensamiento occidental y, por eso tradi-
que ella invalide la exposición. Basándonos en este criterio hemos cionalmente, ocupa el primer lugar en las exposiciones temáticas.
eliminado del texto toda ,crítica y nos limitamos a exponer de la En. América Latina el pensamiento metafísico, tanto el que
manera más fiel posible el pensamiento de los autores consi- puede considerarse metafísico stricto sensu., como el que se relacio-
derados. na con él porque utiliza algunos de sus conceptos básicos, es muy
variado y algunos autores son difíciles de ubicar dentro de ten-
dencias determinadas. De manera general puede decirse que en
esta filosofía se encuentran cuatro aspectos principales: de un lado
existe una nutrida producción de filosofía dialéctica influida di-
recta e indirectamente por Hegel, que en algunos casos procede
con notable libertad' y de manera muy personal; hay además una
importante producción filosófica de tendencia existencialista in-
fluida especialmente por Heidegger, que también utiliza las ideas
" Recordemos los casos clásicos del principio del tercio excluido y de los básicas con mucha independencia ,y óriginalidad:' hay un amplio
axiomas de comprensión de . Cantor.
i8 Trataremos este punto con cierto detalle cuando hablemol de las lógicas grupo de tendencia cristiana, especialmente toruista; por último
paráconsiátentes que son creación de un lógico y filósofo latinoamericano y hay penáadores cuyo pensamiento es, sin duda, Metafísico, pero
de sus colaboradores. que, por más esfuerzos que se hagan, son inclasificables. En lo que
[371
38 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL. DEVENIR, EL 'HOMBRE 89
sigue' hemos seleccionado pensadores representativos de estos cua- que consiste en realizar •la libertad. La libertad es trascendencia
tro aspecios. porque es autorrealización de la existencia. El ser humano es un
permanente hacerse, es decir, un permanente ir más allá de sí
mismo, un trascenderse. Este, trascenderse se desenvuelve libremen-
1. MIGUEL ANGEL VIRASORO: EL ABISMO DEL SER te, pero se constituye y canaliza por medio de la razón. Hay, así,
una relación fundamental entre el existente y la razón. Ésta pro-
Cronológicamente Miguel Ángel Virasoro (argentino) podría ubi- pone al existente ideales infinitos, incondicionados, y aquél trata
carse entre los elementos más jóvenes de la generación de los forja- de realizarlos, pero eligiendo libremente en un espontáneo irrum-
dores. Sin embargo, por el contenido y el estilo de su obra está más pir de las fuerzas de la vida (I, p. 14).
cerca de la generación técnica. Su afán, más que, de maduración y de Para aclarar y describir en detalle la manera como la razón pre-
perfeccionamiento, es la creación de un nuevo tipo de metafísica. side la autorrealización libre de la existencia, Virasoro recorre el
En toda su obra se nota ese compromiso consigo mismo de hacer camino que el racionalismo europe9 inicia en Descartes y que des-
filosofía auténtica, de contribuir al planteamiento, al análisis y, emboca en Hegel pasando por Kant. Ninguno de éstos capta plena.-
en lo posible, a la solución de problemas mediante aportes perso- namente lo que es la libertad y su relación con la existencia. La
nales de valor universal que es característico de los pensadores de libertad conduce a lo que Virasoro llama la "antinomia de la
la tercera generación.1 Debido a este aspecto de su obra, lo hemos realidad": la existencia no puede tener otro origen último que
incluido entre los filósofos de la tercera generación. un acto absolutamente libre e incondicionado, es decir, sólo puede
ser auténtica creación ex nihilo. Pero ningún ser puede realizar
su libertad sino mediante una negación de aquella naturaleza pri-
a) Punto de partida: el, concepto de razón maria que ejercita su acto absolutamente incondicionado. Este re-
chazo se debe a que la libertad para autorrealizarse tiene que
La trayectoria metafísica de Miguel Ángel Virasoro es rica y com- hacerlo-en relación a circunstancias determinadas. La libertad sur-
y'
a termina de manera sorpresiva. Comienza con un análisis ge originariamente de la nada, pero tiene que ejercerse en relación
del concepto de razón, considerando a ésta como la facultad de a entes determinados 64). La concepción irracionalista de la
lo incondicionado y como órgano supremo de toda especulación libertad sólo la concibe en el primer sentido, y la filosofía de
metafísica (Virasoro, i, 53) y desemboca en el rechazo de esta tipo hegeliano la concibe únicamente en el segundo sentido. Pero
facultad como el instrumento de conocimiento metafísico (Vira- si se quiere de verdad comprender la existencia hay que estudiar
soro ir, 51 y ss.). Reconstruyamos el trayecto. la libertad en cada uno de sus dos momentos constitutivos. Hay
La razón no ;es de tipo parmenideano como sostiene, por ejem- que estudiarla, por eso, dialécticamente, debido a su carácter anti-
plo Meyersori, que considera a ésta como la facultad del pensa- nómico, pero =en forma completa, que supere las limitaciones ano-
miento de reducir todos sus contenidos a la identidad. Si así 'fuera, tadas.
los conocimientos elaborados por ella no pasarían de ser meras La libertad, en tanto creadora 'de la existencia, emerge de la
tautologías. La razón es capaz de ascender hacia la universalidad nada y se dispara hacia el ser. Partiendo de la pura nada persigue
y totalidad dialéctica en movimiento autoconstructivo que es un el ser como su objetivo final, como sustancia ideal de autorrea-
proceso de,objetivación que llamamos universo o mundo p. 12). lización. Esta meta final, la plenitud del ser, la total autorreali-
En este sentido la razón no. es exterior .a la existencia humana, zación de la existencia, preside todo el proceso del existir. Pero,
sino- interior e inmanente a la. misma. Dialécticamente, la razón por principio, es inalcanzable, pues la libertad es un proceso
es el motor- que canaliza la dinámica de esta existencia, dinámica infinito de autrascendencia. La plenitud del ser es, pues, un
, 1 Es reveladora la frase fiñal del prólogo a La libertad, la existencia y el concepto límite en sentido kantiano. Este concepto límite, está
ser, una de sus obras principales: "El presente libro pretende ser, no una determinado por la naturaleza de la razón. La razón es así como
nueva exposición o recalentamiento de especulaciones ajenas, mai o menos en una fuerza o entelequia constitutiva de la existencia, como el motor
boga, modo habitual de nuestra producción filosófica, sino una contribución
personal, y dentro de tales pretensiones desea ser juzgada." Virásdro I, 15. que impulsa y config-ura -internamente la libertad. (r, 69, 70).
EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 41

La razón se manifiesta, así, en su actividad esencial, como acti- cuestiones de detalle, en relación a los temas± que acabamos de
vidad ontológica, corno un núcleo central. metafísico.. Ontológica- señalar. Sin embargo, aunque conservando algunos aspectos ca-
mente la razón es un movimiento de conexión y reunificación de racterísticos de los anteriores planteamientos, hace un viraje de
todo lo empírico, con su raíz originaria, y una reunificación y coor- ciento ochenta grados y emprende una nueva vía. Conserva el
dinación, de las partes entre sí con relación al todo final 80, concepto de libertad y el método dialéctico como notas esenciales
81). Vemos, así, que abarca la existencia y a la libertad en sus dos de su pensamiento, pero en cambio rechaza, una elemento funda-
momentos antinómicos. Es por eso constitutivamente dialéctica mental, que está en el centro de todo el sistema anterior: el con-
(aunque dentro de su proceso dialéctico presenta un momento ana- cepto de razón. El contenido de las primeras investigaciones de
lítico: el de la conexión del yo empírico,con su raíz originaria (ibid.). Virasoro es "de carácter metafísico. Desde su principio hasta su
Sin embargo, aunque la razón es inmanente a la existencia y, última etapa lo que trata de hacer es de captar el sentido
por tanto, a la libertad, nunca puede abarcar en su integridad la del ser.
totalidad de la materia plural de la libertad. La actividad de Para hacerlo utiliza una concepción dialéctica de la razón, ma-
la libertad, ciega e irradiante, expansiva y a.utoproductiva, es tizada por aportes muy personales Pero llega un momento en que
potencialmente infinita y excede la actividad de la razón. La cree que el empleo de la razón como órgano de conocimiento de la
racionalidad se manifiesta como un desesperado esfuerzo, una realidad metafísica es .inoperante.> Creer que la razón permite
fáustica tensión dirigida hacía la aprehensión total de la infinita aprehender lo metafísico es la causa que ha hecho desviar a la fi-
creación de la libertad. Hay, pues, un aspecto de irracionalidad en losofía clásica de la meta que se había propuesto: esclarecer las
el proceso de autocreación de la libertad. La razón logra aprehen- ultimidades (u, 11 y Cap. t). Según Virasoro en la Crítica de la
der y fijar parte de la fluencia creadora de la libertad, mas por Razón Pura, Kant demuestra de manera definitiva que no puede
otra parte se pierde en una fluencia irracional que se desvanece utilizarse la razón para fundamentar el conocimiento metafísico
en las corrientes aniquiladoras de la nada (1, 81). (u, 9). Los postkantia.nos alemanes, especialmente los tres gran-
Partiendo de este planteamiento, Virasoro intenta reconstruir des, Fichte, Schelling y Hegel, no se resígnan a esta pérdida defi-
la aventura humana desde su oscuro origen en la libertad que nitiva del poder de la razón e intentan superar los límites estable-
emerge de la nada hasta su meta ideal que es existencia completa cidos por Kant. Esta es la vía que. sigue Virasoro antes de su
que, a través de la libertad, abarca la totalidad del mundo cons- viraje.
tituido en un proceso dialéctico (i, 102). Los sujetos concretos, ¿Por qué Virasoro efectúa este viraje? Es difícil saberlo porque
las existencias, son considerados como mónadas que emergen como no da ninguna explicación al respecto, simplemente, lo hace. Pero
producto de la libertad inicial, mónadas que se cruzan y entre- nos parece que la explicación se halla, tal vez, en su concepción
cruzan y que van realizando su libertad, como tendencia hacia la del origen de la existencia mediante un acto de creación ex nihilo
aprehensión de'la> plenitud del ser. Todas las expresiones huma- de la libertad. Se trata de un planteamiento demasiado radical a
nas, la acción, el conocimiento, el amor, la mística, los valores, los ojos del propio autor, que no, permite dar cuenta de lo que
la coexistencia, el instinto, la voluntad de, poderío son interpre- realmente sucede en la dialéctica de la existencia como libertad
tadas a partir del proceso dialéctico mediante el cual la existencia que se autorrealiza. La concepción del origen de la existencia como
libre,• salida de la nada, se van autorrealizando en un proceso sin fin creación ex nihilo rebasa los hechos, es una extrapolación im-
que persigue la plenitud total, la identificación de cada mónada puesta por la razón para explicar la dinámica de la libertad.
con todas las demás y con la 'totalidad del mundo. (1, capítulos Pero de la nada no puede engendrarse nada (n, 65). Cuando
finales). se trata de llegar a las ultimidades no caben ya las explicaciones
constructivas. Se debe buscar la ultimidad real, que no sea un
b) De /a razón a la intuición mero concepto, pues una construcción racional no puede de nin-
guna manera ser lo último. Virasoro decide pues buscarla, ate-
Llegado a este punto, Virasoro pudo haber continuado el desarro- niéndose a los hechos, sin recurrir a los artificios de la razón. Y
llo de su pensamiento en la misma dirección, perfeccionándolo en cuando se busca de esta manera se ve que no puede hablarse de
42 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL. SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 43

un salto de la -nada< a la existencia. El origen "oudénico" no tiene intuición se ejerce dentro de la dinámica inmanente• de la con-
base real. Si nos atenemos a lo único absolutamente seguro, es ciencia el contenido aprehendido remite hacia una trascendencia. La
decir, nuestra propia conciencia, tenemos la impresión de que experiencia del yo concreto descubre que hay algo universal que está
es trascendida por una realidad de la cual procede y. en la cual se íntimamente vinculado con él, algo que lo trasciende, que es más
inserta ( u, 64). Para alcanzar, pues la ultimidad, debemos con- que él, pero que no se le contrapone sino que late y pulsa en lo
centrarnos en esta impresión directa de nuestra conciencia, debe- más hondo de su ser (u, 70). Esta trascendencia sin la cual no
mos dejar de, lado todo andamiaje artificial de la razón y utilizar puede, aprehenderse a sí misma la inmanencia, es el Ser, conjun-
exclusivamente nuestra intuición, la aprehensión directa de nues- tamente con la certeza de nuestro yo, nos es dada la certeza del
tra conciencia.• Virasoro llama intuición metafísica a esta aprehen- Ser, del Ser, en general, no individualizado. La captación de esta
sión directa cde la ultimidad Caps. ri y ni). irrupción del Ser en nuestra conciencia y la certeza vivida de la
Después de hacer la crítica del intento denodado de los grandes unidad de ésta con el Ser es, según Virasoro, la intuición metafísica
postkantianos para recrear la metafísica utilizando la razón, pasa en sentido estricto. Partiendo de esta intuición primordial, inicia
a criticar la metafísica tradicional, sosteniendo que se inicia, en la exploración de sus principales contenidos. Esta exploración re-
Parménides, y que comete un doble error: trata de imponer a la vela cuatro especificaciones fundamentales:
realidad última ciertos caracteres que provienen de exigencias a) La, intuición del yo como su propio fundamento, es decir
de la razón pero que no son los de la realidad, y trata de utilizar del yo como libertad consciente de la que se encuentra en pose-
la' metafísica para encontrar una salida frente a la angustia de la sión (pero que no puede originarse a sí misma), b) intuición re-
existencia. Por eso se concibe el ser. como eterno e inmutable, por- veladora de nuestro ser-en-el-mundo, c) como autorrevelación
que el existente se angustia ante el carácter pasajero de su pro- directa de nuestra necesaria coexistencia con el otro, con un tú,
pia existencia y de todo lo que le rodea (u, 56 y ss.). Este do- que no es algo occidental y adventicio sino como estructura cons-
ble error es cometido por toda la metafísica griega 'y luego por toda titutiva de nuestro más íntimo ser, d) como intuición de nuestra
la metafísica occidental (ibid., 65). libertad creadora, como un proceso de autorrealización regido por
Hecha la crítica, comienza la filosofía positiva. Como es natural, un ideal o proyecto de ser, por un arquetipo según el cual nos
el primer paso consiste en esclarecer lo que es la intuición metafí- vamos realizando de manera permanente.
sica para desembocar luego en aquello que se aprehende por En la intuición del yo como su propio fundamento se descu-
medio de esta intuición. La intuición metafísica no es sino la bre que, aunque el yo es libertad y tiene la capacidad de reali-
intuición de nuestra propia conciencia, es la aprehensión directa
zarse a sí mismo y de transformar las cosas, no tiene sin embargo
de nuestra experiencia inmanente (u, 67, 71). Lograr esta intuición
directa es sumamente difícil debido al enorme lastre conceptual la capacidad de otorgarse a sí mismo este poder, pues éste presu-
acumulado a través de la historia del pensamiento. Hay, pues, pondría que podría crear su libertad antes de tenerla. El hombre
antes de comenzar a aplicar la intuición metafísica, que desbrozar es libre, pero recibe su libertad como una emergencia inmanente
el camino y desembarazarse radicalmente de los últimos rezagos de la trascendencia. Hay, así, una trascendencia interior al yo,
de racionalismo que, a pesar de nuestros esfuerzos, tiende a man- en la que cada uno encuentra su propia libertad. Es una trascen-
tenerse o a reintroducirse sin que nos demos cuenta. Es, además, dencia indefinida, un puro impulso de expansión, un verdadero
necesario tener en cuenta que la intuición metafísica no es algo abismo en el que se pierde la inmanencia. Por eso Virasoro la
puntual ni una captación de esencias (tipo fenomenología clásica) llama trascendencia abisal (u, 72). A ésta contrapone la trascen-
sino un proceso viviente y dialéctico que se va ampliando y expli- dencia cenital que no es sino el modelo que quiere realizar el
citando indefinidamente. Puede, hablarse, en este sentido, de una existente, una creación de la propia conciencia, pero que, al ca-
fenomenología dialéctica (u, 70). nalizar el proceso- de autorrealización de la libertad, la trasciende.
Cuando, hecha la ascesís que permite superar los rezagos racio- Los arquetipos de la trascendencia cenital no son pues objetiva y
nalistas, se comienza a practicar la intuición metafísica, se obtie- absolutamente trascendentes, sino proyecciones de la propia liber-
ne un resultado inmediato: se experimenta que, a pesar de que la tad que se va j.autorrealizando en un proceso sin fin. Por eso, en
EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 45.
44 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE

el decurso de esta autorrealización, los modelos ideales van cam- filosofía idealista hasta el marxismo. En su primera etapa pre-
biando, van siendo, a su vez trascendidos (u, 101, 139 y siguientes). senta la peculiaridad de que es uno de los pocos pensadores, entre
En cuanto al estar-en-el-mundo, nos descubre la relación del yo muchos dialécticos, que se declara francamente idealista. Su ten-
libre con los entes. A través de esta relación se revela el Ser, dencia idealista sumamente marcada, aunque superada, ha dejado
manifestado oscuramente en la intuición abisal, como aquello que profundas huellas en su pensamiento, huellas que imprimen a su
se objetiva en los entes. El Ser no es como lo concibe la filosofía marxismo inesperadas matizaciones. Por falta de espacio, nos
tradicional, algo separado de los entes y superior a ellos, o al limitaremos a exponer su filosofía idealista, no sólo porque es
revés, como algo que caracteriza el ente pero que no es nada sin uno de los aspectos más originales de su pensamiento sino porque
él. La relación entre el ser y el ente es la que existe entre el im- un idealismo tan radical como el suyo constituye un caso raro ert
pulso universal indistinto de expansión ilimitada y la concreción América Latina.
de esta fuerza expansiva, fuerza que tiende necesariamente a mani-
festarse. No hay oposición entre el Ser y el ente, el ente es el
modo necesario de actualizarse del Ser. Lo esencial del Ser no es a) Racionalidad e irracionalidad en el idealismo
lo gestado en la forma del ente sino la libertad o disponibilidad
absoluta en la que se encuentra en todo momento trascendiendo Sus primeras influencias fueron del neokantismo de la escuela de
la totalidad de los entes. Por eso la totalidad óntica (de los entes) Baden (Windelband, Rickert, Bruno Bauch). Pero rápidamente
es siempre algo provisional, contingente, susceptible de ser re- se apasiona por el idealismo absoluto de tipo postkantiano. Una
fundido y remodelado. Pero este sobrepasamiento sólo puede efec- posterior maduración lo lleva hacia el neohegelianismo italiano de
tuarse por medio de la aparición de nuevos entes en un proceso Croce y especialmente Gentile. Para dar un concepto de su etapa
sin término (u, 87, 88, 90). La intuición metafísica nos revela, así, idealista analizaremos su principal contribución a esta época:-
un yo que se constituye mediante la coexistencia y la compene- Temporalidad y experiencia ética. (Cirell Czerna. t).
tración de tres estratos complementarios: la trascendencia abisal, la De acuerdo con la tradición idealista, Renato Cirell Czerna
libertad proyectante y la trascendencia cenital. parte de lo que según él, parece ser la antinomia fundamental
Partiendo de este desarrrollo y del subsecuente análisis del con- de toda especulación filosófica de Occidente: la que se manifiesta
tenido de la intuición metafísica, Virasoro hace una crítica de los en el diálogo irreductible entre lo racional y lo irracional (I,
pensadores modernos que han abordado el problema de la existen- 236). La historia de la filosofía occidental parece presentarse como,
cia y del ser como Heidegger, Sartre, Jaspers y Whitehead. Ter- la conquista de lo real por el pensamiento (Hegel). La realidad
mina la investigación con una interpretación de la mística realizada mundanal es producto del yo, y el yo se torna en sujeto pensable,
desde el horizonte metafísico de sus propios planteamientos. La en objeto para sí mismo. En la filosofía antigua, en cambio, el
metafísica puede fundarse sobre un conocimiento estricto, pero sujeto no era problema fundamental (I, 237).
limitado, puesto que el ser sólo se intuye como dinamismo in- En este proceso del espíritu se encuentran antinomias que reve-
determinado. Pero queda abierta la puerta para un conocimiento lan la imposibilidad de llegar a la unidad absoluta. La antinomia
transontológico que no es ya intuitivo, como el metafísico, ni tam- fundamental es que hay cosas que resisten a la racionalidad del
pensamiento (como por ejemplo, las vivencias místicas y poéticas>
poco racional sino que se funda en la revelación. Es el conoci- (I, 238). Se plantea, así, de manera necesaria, el problema de la
miento místico, es el modo necesario de la revelación de la divi- implicación y síntesis de lo racional y de lo irracional. El neo-
nidad (u, 155 y ss.). kantismo fracasa en el intento de resolver el problema debido a
que su posición es puramente formalista, Hegel fracasa debido a su
tendencia excesivamente abstracta, que lo lleva a construir una
2. RENATO CIRELL CZERNA: EL IDEALISMO EN AMÉRICA LATINA dialéctica de lo pensado, en lugar de elaborar una dialéctica de
Renato Cirell Czerna (brasileño) es un filósofo de pensamiento lo pensante (t, 239, 240).
Gentile, con su idealismo actualista, alcanza la máxima altura
inquieto que ha experimentado una interesante evolución desde la
46 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 47

en el intento de fundamentar la unidad del espíritu. Para Gentile Este primer intento de esclarecimiento nos lleva hacia dos vías
el pensamiento es un acto puro y la lógica es, en último término, fundamentales de acceso: la temporalidad y la experiencia ética.
lógica de lo concreto. Los elementos abstractos sólo son concebi- El segundo punto está íntimamente ligado al primero, pues la
bles como elementos de la síntesis que los comprende. Lo concreto experiencia ética es un aspecto de la temporalidad constitutiva
es anterior a lo abstracto. La lógica de lo concreto es lógica del del acto.
pensante y de lo pensado. El pensamiento pensado es poste-
rior al pensamiento pensante. El pensamiento en acto es el pe- b) La temporalidad
renne devenir del proceso de concreción. Es una subjetividad que
perennemente se objetiviza. Mas, como subjetividad, es inobjeti- Es esencial al producto del acto como concreción para poder reco-
vable (o, lo que es lo mismo, indefinible) (I, 240, 241). Si se piensa nocerse como actual, que reconozca e instaure su no actualidad
que el acto es un proceso perenne de concreción, es que el pensar como posibilidad de continuación, como momento futuro en el
y lo pensado son una única concreción (concreteza) no hay con- presente acto. Esta es la estructura íntima del acto como tempora-
tradicción entre la síntesis concreta de sujeto y objeto y la inobje- lidad. Esta estructura se repite en el concepto! de historia (r, 246).
tivabilidad del acto en acto (1, 242). Pero esto nos coloca ante gra- La historia se presenta como proceso unitario en que el presente
ves e innegables antinomias. se refiere necesariamente al pasado y se proyecta hacia el futuro.
Si para superar la primera antinomia se define el acto como Toda acción o pensamiento humanos están fundados en este pro-
proceso de concreción, ya no es, en efecto, inobjetivable, puesto ceso universal-concreto. La historia es la suprema y última instan-
que se capta su esencia. Y a la vez se elimina su posibilidad de cia de toda realidad humana.
proceso como continuidad, puesto que se cristaliza en el recono- La historia se presenta dialécticamente en dos fases. La primera
cimiento de sí mismo como acto (1, 242, 243). es como acto, en el cual se reconoce y toma conciencia de sí
Esto nos lleva a afirmar la necesidad de una crítica interna de misma, y fuera del cual nada puede existir ni poseer significación
la estructura misma del acto como proceso que tiende a resolver alguna (1, 248). En este sentido la historia es un eterno presente.
todo en sí. Sólo hay, en este respecto dos soluciones posibles: Todo pasado es presente al pensamiento.
1) Intentar la solución de las antinomias y superarlas en cohe- Pero la segunda, es preciso reconocerlo, consiste en un proceso
rencia con las premisas de las que se partió. histórico objetivo, dentro del cual el propio acto, debe saberse in-
2) Si esto se revela imposible (por lo menos en el momento), sertado, si no quiere cerrarse a todas las posibilidades de desen-
comprobar su irreductibilidad, lo que no autoriza a saltar a otra volvimiento (Gentile no captó esta segunda alternativa y la
esfera, especialmente cuando está contenida en esta misma nega- negó) (1, 248).
ción, que a partir del acto, no se consiguió superar ni eliminar. Esta dialéctica de las dos fases es inevitable y sólo ella es real-
(1, 244). mente fecunda. La concepción del acto como proceso de concre-
Esta crítica interna, para ser desarrollada a fondo, necesita de ción remite a una historia objetiva, y a su vez, el historicismo ob-
detalladas y profundas investigaciones, Pero puede indicarse el jetivo, debe aceptar la existencia de su actualismo que, a su vez,
sentido de este desarrollo. El punto de partida debe ser la averi- lo niega, y así sucesivamente (1, 249). La antinomia descrita, y
guación de hasta qué punto la concreción del acto se realiza per- otras de estructura similar, nos conducen al análisis de la tem-
fectamente. Debe determinarse si se realiza cabalmente o si, por poralidad en el acto.
el contrario, hay algo que siempre escapa al acto de concreción, La estructura del acto en relación al proceso en forma de pre-
lo que torna problemática la perfecta articulación del pasaje que sencia del proceso (que es pasado, presente y futuro) en el acto
constituye esta perenne solución. Tal vez, el resultado de la in- que es absoluta posición del pasado y del futuro en el actual
vestigación no permita entrever ninguna solución de las antino- presente es, por lo tanto, toma de conciencia del proceso de sí
mias y residuos. Pero es también posible que se aprehenda el ca- mismo. El pasado y el futuro son siempre correlativos. El pasado
mino para la posible solución, sin que sea necesario dar el salto no puede ser entendido en sí mismo tomado absolutamente. En
negativo hacia la exterioridad (I, 245). sentido lógico el pasado es opuesto al presente y en tanto es algo
48 EL SER, EL. DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL. DEVENIR, EL HOMBRE 49

concreto, es concretamente con-presente al presente. El futuro se damental, en la ética, se manifiesta en la dialéctica de la auto-
presenta como un presente siempre nuevo (I, 250). nomía y la heteronomía.
Empero, ambos momentos son diferentes como presencia en el La ética antigua en su proceso histórico, debido a las concep-
acto. El pasado es compresencia al presente, es una presencia de ciones religiosas, se manifiesta como heterónoma. Desde el Renaci-
algo que precede al presente, y que es pasado en cuanto es puesto miento empieza la ética de la libertad o autónoma que culmina
por el presente. En cambio el futuro es también presente en cuan- en Kant (1, 255). La crítica de Scheler a la ética formal no logra
to se pone como momento del proceso. Pero, por eso mismo, en demostrar que la ética material es el último fundamento, porque,
cuanto el momento presente pone al futuro en tanto se pone a sí toda materialidad se basa en factores emocionales y contingentes.
mismo como momento del proceso, el futuro lo ultrapasa, como Desde el punto de vista actualista, ambos tipos de ética no son
tal momento se pone a sí mismo como superado por el momento sino momentos abstractos del proceso y sólo reciben su pleno sen-
sucesivo en tanto futuro. Por eso el pasado es absolutamente pre- tido a través de una síntesis concreta. Sólo una ética concreta, ni
sente al presente, pero el futuro es presente y no-presente al mis- formal ni material, puede resolver el impasse. La ética concreta
mo tiempo (i, 251). En esta presencia del futuro como un todavía es síntesis de pensar y .sentir. En ella se manifiesta la conciencia
no, es que escapa y huye la posibilidad de una perfecta concre- de la autonomía absoluta, autonomía concreta (no abstracta), que
ción, y se ve con claridad la imposibilidad final de una perfecta se traduce en la necesidad de superar cualquier fundamentación
integración de los términos de que se compone la instauración de naturalista de la ética (i, 256).
la temporalidad en acto. La autonomía traduce siempre una visión concreta. No es capta-
Aquí se revela una última irracionalidad. Pero esta irracionali- ción de deberes eternos y abstractos, sino de un deber histórico.
dad se revela como puesta por el acto, en cuanto proceso fecundo El sentir es la raíz del concepto. He aquí la inmediatez y el punto
y capaz de desenvolvimiento. Se revela como un margen descono- de partida de la libertad (i, 257). El sentir es lo que nos indica
cido que instaura la posibilidad de conocer, en cuanto, y a través el valor, es el sentido moral. Pero sólo a través del pensar es
de este conocer y por él, ella (la irracionalidad) se reconoce como posible elevarse a la autoconciencia ética.
incognoscible. A través de esta irracionalidad se realiza una dia- El mal se toma generalmente como abstracto. El mal o el bien
léctica de renovado encubrimiento y descubrimiento (i, 252). no se dan a la acción ética. El mal sólo es mal en tanto que es
Esta superación del punto de vista estrictamente actualista es hacer. Una vez hecho, el mal es conocido y es negado en cuanto
necesaria para que el acto mismo no se transforme, negándose, en mal. En el proceso ético el mal es siempre el origen oscuro del
un concepto hecho. Y así se superan los límites del actualismo des- bien que surge de la conciencia del mal, negándolo en un ha-
de su propio seno, desde la conciencia del propio acto (i, 253). cerse perpetuo y concreto.. Aquí encontramos nuevamente la
aporía revelada en la estructura del acto como experiencia tem-
poral. Un margen de irracionalidad anterior, que en su ponerse
c) El proceso de concreción del acto entendido como se niega, pero que es, por eso, origen de perpetuo descubrimien-
experiencia ética to (i, 258).
Sentir como inmediatez y mal como hacer son los dos elementos
La ética como fundamento de la norma es el centro universal ideal del análisis de la estructura de la experiencia ética. Al hacer el
que condiciona la posibilidad de la existencia de las éticas histó- análisis es necesario superar los peligros de la abstracción invo-
ricas particulares. Es un universal en lo cual lo particular debe luntaria. Al hablar de individuo debe tenerse en cuenta siempre al
ingerirse para adquirir significado. La antinomia fundamental, la individuo histórico que vive en una sociedad, hic et nunc, no
irreductibilidad de lo irracional a lo racional, que produce toda al individuo aislado. La vivencia ética es individual y concreta
la dinámica de lo concreto dentro de la temporalidad, adquiere en en el anterior sentido y es acto de conciencia, es conciencia moral
el campo de la ética aspectos de gran importancia que sirven de (I, 259).
manera muy particular para esclarecer el problema y para abor- Gentile reconoció este aspecto fundamental del problema y
darlo en la forma más clara y aristada posible. La antinomia fun- mostró el aspecto individual de la experiencia ética. Señaló tam-
50 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 51

bien la importancia de la universalidad, profundamente inserida no realización. Esta oscuridad es un irracional que escapa a cual-
en la vivencia moral. Esta universalidad es Dios (I, 264, 261). Dios quier posibilidad de captación 268). Pero la renuncia conduce
es aquí la propia vivencia del absoluto en cuanto idéntico a nues- también a una irracionalidad. Porque la renuncia no puede ser
tro espíritu. En tanto esta experiencia ética no se funda en nin- renuncia a algo que ya se dio, ni renuncia a algo que aún no
gún motivo particular sino se entiende como expresión del mismo se dio y que no se dará absolutamente. Debe estar entre ambos
absoluto, constituye una ética de la santidad. No se funda en una extremosa Debe ser, no la experiencia, pero sí la posibilidad de
concreción religiosa particular (religión positiva). Una ética de la experiencia. Esto revela un residuo de irracionalidad: la im-
la santidad es sólo tal en cuanto ética autónoma. Se constituye posibilidad de actualización de la experiencia ética en la "actua-
cuando el acto ético no tiene ninguna justificación sino la propia lidad" actual del acto, sin margen de apertura interna de pasaje
vivencia del absoluto bien que lo caracteriza (1, 262, 263). de un término al otro 268).
A través de la ética de la santidad, llegamos al corazón del aná- Podría argüirse, y así lo hace Gentile, que el bien y el mal son
lisis de la experiencia ética y de su posibilidad. El concepto más dos abstractos, y que sólo adquieren sentido en tanto término de
importante y esencial de la ética de la santidad es el concepto de un concreto que explica a ambos. Pero esto no evita la irracio-
pecado (i, 263). El concepto de pecado nos lleva a un triple nalidad. El bien sólo puede ser tal poniendo al mal, y en tanto
orden de reflexión: 1) el pecado como categoría histórica, 2) el lo niega. Por lo tanto el mal es anulado en el momento mismo en
pecado como manifestación histórica específica (por ejemplo que nace. Pero si el mal no es, y el bien sólo es bien en tan-
el cristianismo), 3) el análisis de la esencia del concepto de pecado to que reconoce el mal y lo niega, entonces, el bien tampoco es
en sentido lógico y metafísico. Este puro aspecto metafísico es (puesto que necesita del mal para afirmarse). Si se niega un mar-
abstracto y lo que interesa es la estructura de una concreción gen abierto en el acto que pone el bien y el mal, se puede
como vivencia ética (1, 265). Por eso es conveniente analizar sus anular a sus dos términos. Por eso es necesario un residuo de
manifestaciones históricas desde el punto de vista de la con- irracionalidad interna del acto, un excedente de esta posición auto-
creción. Y nada mejor que el concepto cristiano del pecado. negativa, que explique la posibilidad del proceso 269).
En el cristianismo el concepto de pecado está siempre unido con Aquí vemos la aporía de la posibilidad misma de la experiencia
el de gracia y el de mérito (libertad). La tentación es un diálogo ética, aporía que nos revela un residuo irreductible que está en la
entre el bien y el mal. En el momento preciso, la pasión hace experiencia como acto actual: la negación del estado actual, que
olvidar todos los límites, que se transforman más bien en estímu- no se alcanza por medio de la negación de su contrario (I, 267).
los. Más fuerte que el impulso material es el vértigo del abismo, Esta aporía tiene dos aspectos fundamentales: 1) La temporalidad
la atracción por la perdición. Entra aquí en juego un misterioso esencial de la experiencia ética es la renuncia a lo no-acontecido
elemento metafísico 266). y la imposibilidad de renuncia a lo ya acontecido. En ambos tér-
Una vez realizado el pecado, sobreviene un sentimiento de minos hay una imposibilidad de realización perfecta. Después de
pérdida absoluta, que ya no tiene atracción como futuro que atrae, lo acontecido la experiencia es irrealizable. Antes de lo aconteci-
sino que es pasado que se desea anular. Se termina así en un sen- do la renuncia no se conoce perfectamente a sí misma pues falta
timiento de nada, porque nada hay que sustente al espíritu que se uno de los dos términos que la caracterizan: aquello a lo cual se
ha autonegado. Pero también se da la experiencia opuesta, la renuncia (I, 271). 2) El bien y el mal no son algo fijado para
victoria sobre la tentación. Se constituye como renuncia, como siempre. Son un hacer. Pero la experiencia ética es un no-hacer.
experiencia de la no experiencia. (1, 266, 268). Vemos aquí surgir La negación del mal es un no hacer de un hacer que todavía
todos los elementos de la aporía que caracteriza el proceso de no existe. La aporía es: ¿cómo puedo no hacer un hacer que
concreción. aún no es hacer?
Primero, en el pecado, se produce la caída, es decir la experien- ¿Cómo resolver el problema? La solución más fácil es el retorno
cia del mal. Pero se queda en oscuridad respecto de la experiencia a la trascendencia. Se sacrifica la exigencia absoluta a la exigencia
de no realizar la experiencia. Y por eso mismo no se conoce la de unidad (1, 274). Como las antinomias no pueden resolverse en
propia experiencia realizada en su esencia de negación y de la absoluta unidad, el absoluto a que se tiende es dejado fuera
52 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE
EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 53
de nuestro campo visual. La solución es entonces el dualismo irre-
ductible. Nuevamente aparece el más allá <y la vida futura. La Tomás, La filosofía en Hispanoamérica (y), además de numerosos
exigencia de una plenitud inalcanzable y la inagotabilidad del artículos y ensayos, forman parte de esta primera etapa de su
valor en el acto, nos lleva a la trascendencia (r, 275). En nombre pensamiento. Conforme avanza en su obra va haciendo plantea-
de la irracionalidad descubierta afírmase que de lo racional se mientos que expresan, cada vez más, sus propios puntos de vista.
debe llegar a lo irracional, de la inmanencia a la trascendencia. Los aspectos más importantes de esta etapa pueden considerarse
Pero la solución es la contraria. No es lo racional que por su como un intento de armonizar algunos aspectos de la metafísica
insuficiencia introduce lo irracional. La irracionalidad es anterior tomista con la filosofía de Heidegger.
a lo racional. Lo irracional se racionaliza siempre de nuevo en Pero esta armonización significa que hay un factor de unifica-
un proceso que no agota su fuente. Podría decirse que lo irracional ción y este es el horizonte fundamental de la filosofía griega. Es,
es esencial al devenir de la divinidad, que la divinidad es este precisamente, en este horizonte donde se encuentran las raíces so-
mismo irracional, que Dios es oscuridad y no saber para sí mis- bre las que se eleva el majestuoso edificio de la filosofía tomista,
mo (t, 275, 276). La divinidad como absoluto no es término en y es a partir de estas raíces, y sobre ellas, que Heidegger intenta
el más allá, sino oscura presencia que viene a ser continuamente superar las limitaciones de la tradición metafísica de Occidente.
inagotable en el acto mismo. Dios no es aquello a lo cual la razón Para Alberto Wagner, esta vía de profundización en las raíces es
no llega, sino su fuente, a la cual la razón no regresa (r, 276). la única que puede permitir al pensamiento latinoamericano vi-
vir auténticamente la tradición filosófica occidental y alcanzar la
autenticidad creadora. En el centro mismo de esta tradición,
3. ALBERTO WAGNER DE REYNA: RETORNO A LAS FUENTES el concepto de verdad orienta y da sentido a toda la historia de la
Y ORIGINALIDAD filosofía. Y Aristóteles es el pensador que imprime forma defi-
nitiva a este concepto, influyendo de manera decisiva en toda
Alberto Wagner de Reyna es uno de los filósofos de la tercera la historia occidental. Para comprender esta historia y poder asi-
generación que tiene mayor conciencia del destino recuperativo milarla de manera que el pensamiento latinoamericano logre así
de América Latina. Para él, la filosofía está en el trance impe- elevarse a la dimensión del pensamiento universal, hay que
rativo de rescatar su tradición dentro de las circunstancias del comprender lo que ha dicho Aristóteles sobre la verdad.
momento histórico. Por eso, el imperativo adquiere especiales re- Alberto Wagner expone el resultado de sus investigaciones sobre
lieves en nuestra América, porque ella tiene una débil tradición y este tema central en su libro más importante El concepto de ver-
ha dependido siempre de Europa. Nuestra independencia frente dad en Aristóteles (m).
al Viejo Mundo consiste en evitar que Occidente piense la tradi-
ción por nosotros. Debemos convertir todo lo que es común a La verdad y la falsedad en los libros A y Z
Occidente en el alma y en la base de nuestra actualidad cultural
y filosófica. La ignorancia de la tradición nos llevaría inevitable- Alberto Wagner de Reyna realiza su análisis del concepto aristo-
mente al fracaso. Ignorar la historicidad, nuestra historicidad, es télico de verdad partiendo de fundamentales párrafos de la Me-
la negación de la filosofía como quehacer del espíritu. Debemos tafísica y de De Anima. Siguiendo el orden de su propio libro,
reconquistar la tradición, olvidada en cierto periodo de nuestra que hace gala de una rigurosa conceptuación teórica, exponemos
historia académica; es menester ir a las mismas fuentes de manera sus principales comentarios, que comienzan comentando partes de
inmediata y salvando los obstáculos que hasta ahora se han opues- los libros A y Z de la Metafísica.
to a este empeño.
Alberto Wagner de Reyna realiza, desde sus primeros trabajos, Metafísica A 29
una vasta obra cuya principal intención es contribuir a este es-
fuerzo recuperativo. La ontología fundamental de Heidegger (1), "La palabra verdadera de una cosa la des-cubre. La palabra falsa
Del ente y de la esencia (u), traducción del texto latino de Santo la en-cubre." Esta afirmación es muy importante para captar el
sentido profundo del concepto aristotélico de verdad, pues nos
54 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 55
EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE
pone en contacto con el vocablo "arillig". "21,9115" significa en- fuera un género, tendría diferencias que lo dividirían en sus espe-
cubierto. Dicha , palabra se relaciona con la palabra "latente" y cies. Estas especies deberían "ser" algo. Pero si son algo tienen todas
nos muestra que la palabra saca la cosa de su latencia y nos la las notas del ser, y en consecuencia están incluidas en su género.
presenta como es (ni, 33). Pero acabamos de ver que las diferencias específicas no pueden
Pero la falsedad no sólo se dice de las palabras sino también estar incluidas en el género (como vemos Aristóteles presenta aquí
de las cosas. Una cosa falsa es la que no existe. una especie de demostración por el absurdo). Por eso los esco-
Más adelante, nos dice Wagner que la posibilidad de aplicar el lásticos llaman al ser "trascendens", es decir, algo que está más
término falso a palabras, cosas y hombres, existe en todos los, idio- allá de los géneros y especies.
mas occidentales desde hace tres milenios. Esto prueba que para El ser dícese de varias maneras y cada una, de estas maneras de-
el Occidente los conceptos falsedad-verdad son primarios, radica- termina un género de los entes. Los géneros de los géneros de
les, prefilosóficamente dados y no construidos por comparación los entes son las categorías. Categoría significa el lenguaje filosó-
(ni, 39). fico "predicado", lo que se dice del ente. Pero en su sentido prís-
tino quiere decir "acusación", "imputación", lo que se grita desde
arriba al inculpado. Al ser se le imputan esos modos de ser. Esta
Met. A 7
imputación pone en evidencia lo que el ser es, que antes no se
En estos párrafos entra Aristóteles de lleno a la Metafísica, abor- sabía.
dando la relación entre el ser y el ente (ni, 42 y ss.). Este enfren- Y de esta manera fija en el agora (o sea públicamente) la
tamiento al ente es una consecuencia del concepto de falsedad, multiplicidad del ser. Queda así reconocido el ser en su unidad
pues si lo falso es el no-ser y buscamos lo que es la verdad, es y su diversidad.
Las categorías no son puramente ópticas ni lógicas. Son el reco-
necesario preguntar qué es el ente y considerar en qué modo el
ser es la verdad. nocimiento de lo óntico por lo ontológico. Son por eso, a fuer
de ontológicas, los modos supremos de la predicación. Ello rela-
El ente realiza al ser, es óntico; el ser condiciona el ente, es
ontológico. ciona al ser con la palabra. El análisis del ser, en tanto el ser se
determina por medio de la predicación, se hace por medio de la
El ente y el ser puede ser per se o per accidens. Es decir, el
palabra. La palabra descubre al sera La descobertura se realiza
ser, es lo más propio del ente o le viene desde fuera, por accesión.
por medio de la palabra. La descobertura deja ser al ser como ser.
La diferencia entre ambos tipos de ser puede verse gracias a la
forma de predicación: Ello se debe a que la palabra muestra el ente.
Es importante mostrar que el "ser" o el "ente" no pueden ser
un género. Aristóteles lo prueba de la siguiente manera: el géne-
La sustancia tiene dos características: el "quid" y el "hoc
ro es dividido por diferencias específicas. Éstas no pueden estar
incluidas en el género pues entonces no podrían especificar. Pue- quid". Es "quid", es• algo y es "hoc aliquid", es algo concreto. La
de haber interferencia entre el género y la diferencia específica, sustancia es la cosa, es la categoría fundamental que se opone
pero no inclusión. Ejemplo: El hombre es un animal (género) ra- a todas las demás. El ser de la sustancia es en sí. El ser del acci-
cional (diferencia específica). Si racional estuviera incluido en dente, en cambio, es por analogía. Los accidentes son en cuanto
animal, todos los animales serían racionales y entonces la racio- son del ente propiamente dicho: de la sustancia (ni, 74 y ss.).
nalidad no sería una diferencia especifica.? Ahora bien, si el ser
Met. Z 17
El argumento aristotélico es oscuro. De la manera como emplea el con-
cepto de inclusión parece que habla de comprensiones y no de extensiones.
Pues desde el punto de vista de las extensiones, una extensión puede estar La sustancia tiene diversos sentidos, pero en su más profunda
incluida en otra y ser diferencia especifica, ya que la extensión incluyente pue- significación no es las sustancias sensibles, sino la sustancia sepa-
de abarcar diversas extensiones incluidas. Pero desde el punto de las com- rada de ellas, o sea la forma. La forma significa lo mismo que el
prensiones, en el caso del animal racional, es animal lo que está incluido en
racional. eidos y el ser-lo-que-era (Itoprpt Ethog, lo tí 'fiv stvcci). Esto es decir
56 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 57

que la sustancia es principio y causa de las cosas sensibles (m, 102 Met. A 8
y siguientes). Principio es entendido por Aristóteles como fuente
de derivación (en relación al ser, al devenir o al conocer), y Las sustancias pueden tomarse en dos sentidos (ni, 122 y ss.):
causa como razón de algo. Razón de algo en sentido múltiple, como cuerpos simples o sujetos (no pueden ser predicados de
pues existen cuatro causas. La causa es también principio pues a ningún sujeto), y como causas del ser, es decir, como causas del
través de ella se constituye el ser, el devenir y el conocimiento. sujeto. El "eidos" (stbog) es la sustancia tomada en el segundo
Ahora, si la sustancia es principio, es también causa. Pero no sentido, como .causa del ser.
es una quinta causa: es la causa formal <en cuanto ha alcanzado El eidos cumple una doble función lógica: es especie y como
su fin; es causa en cuanto entelequia. Además involucra a la causa tal está separado del sujeto; y está en él además como su causa,
material y a la eficiente. como su entelequia que es. Entre el eidos y el ser-lo-que-era, hay
Por eso, para juzgar si algo es sustancia, debemos preguntar una relación muy importante. El ser-lo-que-era es aquello que la
por su causalidad. De aquí que la más alta ciencia es la que cosa es. El eidos es aquello que hace que la <cosa sea lo que es.
pregunta por las causas. Se trata de una pregunta especial que nos El eidos no es causa de quididad, sino principio de que la cosa
lleva a estudiar su propia estructura. Vemos el hecho notable de tenga tal quididad, es decir: la forma. Vemos que el eidos encierra
que Aristóteles tiene una clara conciencia de la importancia que tres aspectos: uno lógico, la especie, y dos metafísicos: la forma .y la
tiene el preguntar en relación al planteamiento filosófico. En quididad (el ser-lo-que-era). La sustancia, desde el punto de vis-
las Analytica Posteriora desarrolla una verdadera teoría de la pre- ta de la causalidad es la forma. Es ese momento unitario y único,
gunta. Hay cuatro tipos de preguntas y todas ellas nos llevan a que determina la cosa, es la cosa y la abre a la palabra: a la
la causa. El primer tipo es el "que" (quod sit), el segundo es el verdad.
"porqué", el tercero el "si es" y el cuarto el "qué" (quid). Cuando
el "qué" y el "porqué" nos llevan a la misma respuesta, entonces
nos dicen la forma, lo "que-es-era", nos revelan el "ser" (m, 113). Sustancia y accidente
Wagner de Reyna relaciona >esta parte del trabajo con la
concepción heideggeriana de la problemática, especialmente de la
época de Sein und Zeit. Todo problema, nos dice, es dado, es algo
objetivo. El hombre se enfrenta a los problemas. El problema, El comentario de Wagner se basa, en relación a este párrafo, en
que no depende del hombre, es la "aporía". La solución, en- el de Santo Tomás. Después de hacer consideraciones sobre el
contrada por el hombre, es la "euporía". La pregunta es el rigor en la exposición de Aristóteles y el comentario pertinente de
movimiento sintético del problema y del hombre. La pregunta Santo Tomás, el autor analiza el concepto aristotélico del alma
tiene una dirección y dos momentos: el "de-donde" y el "hacia- y su relación con el cuerpo. El alma es el eidos. El cuerpo es el
donde". La existencia que interroga se proyecta hacia las posi- instrumento, el organon. Alma es la primera entelequia, es decir,
bilidades de sí misma y se adelanta hacia aquello que quiere la entelequia como acto primero, de un cuerpo natural u or-
comprender (in, 118, 119). gánico.
Este proyectarse, implica un reconocimiento de la dimensión
en que se presume la respuesta. Si no, la pregunta carecería de Met. Z 6
sentido, de dirección. El contenido de la pregunta y de la respues-
ta, es el mismo. La diferencia es que el contenido en la pregunta Una vez definida la sustancia como "eidos", y el alma como
está latente, y en la respuesta está patente. En la respuesta el conte- sustancia segunda, se presenta el problema de saber si el alma es
nido es descobertura, verificación. La verdad es el acto acabado, distinta del cuerpo con vida o es la misma cosa. Desde el punto
la entelequia de la verificación. de vista del ser-lo-que-era, cosa y sustancia parecen ser lo mismo,
pues la cosa es precisamente ella misma, es lo que era. Pero si
consideramos que en la cosa hay accidentes, llegaremos a la con-
58 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 59'
clusión de que la sustancia no puede ser la misma cosa, pues lo clases de predicación, una en sí que determina una sustancia (este
accidental no es constitutivo de la sustancia (ni, 164 y ss.). animal es racional) y otra por accidente que no determina una
Pues de otra manera ser hombre y ser hombre blanco sería exacta- sustancia (este hombre es blanco). La primera funda un ser-lo-
mente lo mismo, lo que es absurdo. que-era, un eidos. La segunda no puede fundarlo.
Pero veamos más de cerca lo que es el accidente. Accidente se Si en lugar de considerar la_cosa con sus accidentes, la conside-
dice en griego aultPsPsxóg, es decir el participio activo perfecto ramos in se, encontraremos que cosa y sustancia son exactamente
de oult(3aívw. ontPaíva) significa andar junto, ir junto, que dos cosas lo, mismo. Aristóteles esgrime tres argumentos:
van juntas. El:latín emplea dos palabras para traducir ont,Pcctvo): 1) El conocimiento de una cosa consiste en el conocimiento de
accedere y accidere. Accedere es acceder, es decir añadir, juntarse lo que es la cosa, es decir, de su sustancia.
a, seguir a, en el sentido de "accesión". Accidere significa acon- 2) Lo que vale para un -ser-lo-que-era respecto de aquello que
tecer, acaecer, suceder, es un juntarse a algo cronológicamente. lo es, vale para todos. Es decir que ente y ser ente son exacta-
De allí nuestra palabra accidente. En las traducciones latinas clá- mente lo mismo.
sicas, se tradujo siempre ccup.PEPessóc como "accidens". Mas para 3) Aquello que no es bueno, que no tiene la sustancia de bueno
captar con precisión el significado aristotélico, hay que hacer lo (bondad) no es bueno. Luego si lo bueno y su sustancia (quidi-
contrario. Hay que buscar el verdadero sentido de lo accidental dad) no fuesen lo mismo, lo bueno no sería bueno. Como esto
en la palabra acceder, en el sentido prístino de la palabra griega, es absurdo, hay que convenir que bueno y su sustancia son lo.
es decir, cómo "añadir eventualmente". Ahora bien, el ser la acci- mismo. Toda cosa en tanto cosa es igual a su sustancia (o lo que
dental, no es lo mismo que lo accidental (es decir, que ser hombre es lo mismo, a su quididad, esencia, ser-lo-que-era).
blanco, no es lo mismo que hombre blanco). Ser lo accidental
es un acceder, y hombre blanco es lo accidente. Lo accidente no es Met. Z 4
lo mismo tampoco que el accidente. Lo accidente, lo que sucede
es por ejemplo, el hombre blanco, y el accidente es "blanco" que Las anteriores consideraciones precisan la relación entre la
ha incidido, que reposa en "hombre". Lo accidente, hombre blan- cosa y su sustancia. En la predicación accidental la cosa no es
co, estriba en dos seres: blanco accede, es el accidente, lo que ha igual a su sustancia; en la predicación per se, hay identidad entre
accedido a algo, hombre es aquello a lo cual accede. Se han jun- ambas (in, 177 y ss.)
tado hombre y blanco, pero no en pie de igualdad. Blanco "ac-
tivamente" (accidente es participio activo) se añade a hombre (lo
abordado) que es lo "pasivo". Blanco es una pasión que padece La definición. Pensamiento y realidad
eventualmente hombre.
En el accidental "hombre blanco", la sustancia es hombre pero Esta última coyuntura nos remite a la teoría de la definición,
el hombre blanco no es idéntico a su sustancia, pues ser hombre puesto que se trata de predicaciones per se. La definición es una
y ser hombre blanco no es lo mismo. Desde luego el accidente, por palabra que descúbre el ser-lo-que-era de una cosa. El género y la di-
ejemplo, "blanco", tiene su propio ser. Lo blanco es ser blanco. ferencia específica delimitan el eidos que es el ser-lo-que-era de la
Llegamos así al esquema que revela el meollo de la situación: cosa. Sólo hay definición de Ios eidee. La definición descubre al
eidos encubierto por el nombre, en la cosa. Cuando se trata de
HOMBRE (es en sí ser hombre) una sustancia segunda, es decir de una sustancia que no tiene
es por accidente ninguna otra sobre sí, entonces no se puede definir. Esto sucede
BLANCO (es en sí ser blanco)
con lose géneros. Sobre este respecto Aristóteles desarrolla la teo-
ría de los indefinibles, y muestra que las ideas platónicas no
Llegamos así a esta conclusión: el accidente es en sí, pero Ia pueden ser definidas.
accesión del accidente .a aquello a lo cual accede es per accidens. Hay tres tipos de definición: 1) la de los términos primarios o
Lo accidental no es la accesión, pero se funda en ella. Hay dos géneros, que es indemostrable, 2) la nominal que nos indica,
EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 61
60 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE
mino en el lenguaje común, el conjunto de costumbres probas
mediante la frase definitoria, lo mismo que nos indica el nombre que son reconocidas como tales en un medio dado (t, 25, 32). La
definido, 3) la definición real, que es la única que presenta algo moralidad es, pues, lo que el conglomerado social considera como
nuevo en relación •al nombre definido. Se lleva a cabo, según Aris- bueno. Las normas morales que deben regir la conducta se acep-
tóteles, por medio de un silogismo, presenta el contenido de un tan en forma acrítica, se repudia a quien no las cumple, se hace
silogismo por medio de una sola proposición. ostentación en cumplirlas y se siente como una voz interior que
Llegado a este •punto del análisis, Wagner hace algunas consi- nos dice que debemos actuar según lo prescrito. La "eticidad" es,
deraciones sobre la relación entre el pensamiento y la realidad en cambio, mucho más general: es un conjunto de reglas que nor-
según se desprende del filosofar aristotélico, y muestra su pro- man el comportamiento y que imprimen, al hacerlo, un estilo de
funda relación con los modernos planteamientos heideggerianos. vida (I, 32). La moralidad es una de las posibles especies de la
Lo lógico y lo real, nos dice, son diversos, pero son idénticos en eticidad, es una eticidad en la que la conducta normada es con-
el sentido de la verdad, en el sentido del conocimiento como cap- siderada como proba, como lo debido porque es bueno. Puede
tura del ser en su descobertura. Lo lógico es por eso, además de haber una eticidad, por ejemplo, la de una minoría dentro del
real, espiritual, existencial (in, 184-185). Es lugar de la trascen- conglomerado social, que sea inmoral en relación al sistema ge-
dencia de lo real por la existencia. La sustancia categorial es neral imperante.
distinta de la sustancia existencial, las cosas distintas del alma. Pero La eticidad, en tanto sistema de normas y estilo de vida, pre-
en De Anima B, el alma fue vista como sustancia categorial. ¿No senta diversas especies o modalidades. Pero a ellas es común que
será una determinación provisoria? El análisis del libro 17 mostrará toda comportamiento ético conlleve su propia interpretación; todo
cómo por medio de la radical unidad intencional de lo lógico, se sistema ético es, a su vez, una hermenéutica. En una ética cual-
implica lo real y lo existencial en la original complicación del quiera, sean cuales sean las normas adoptadas, existen conexiones
fenómeno de la verdad, de la apertura del ser. legales de coherencia que forman una verdadera unidad estructu-
ral. Estas conexiones son las que imprimen carácter de sistema, de
manera que la significación de los aspectos parciales dependen
4. MARIO SAMBARINO: AMBIGÜEDAD DE LA. ÉTICA. de la significación total. La interpretación no es teórica sino
vivida en el sentimiento. Se da en la experiencia ética, es consti-
Hemos visto, con Virasoro y Cirell Czerna, que el pensamiento la- tutiva de ésta. Lo dado, en relación a lo ético, es siempre ya-
tinoamericano presenta aportes interesantes en el campo de la fi- interpretado. Puede luego adoptarse una toma de posición más
losofía dialéctica. En la abra de Mario Sambarino (uruguayo) si- o menos consciente, pero sólo sobre la base de una previa, direc-
gue caminos poco transitados por la tradición. No cabe duda de ta y espontánea interpretación (t, 46 y. ss. 59, 60). Dentro de
que el método que este autor utiliza para desarrollar sus ideas es esta comunidad de notas, Sambarino distingue cuatro modos dife-
dialéctico. Sin embargo, aunque lo emplea para hacer una serie
rentes que denomina modalidades hermenéutico-expertenciales de
de razonamientos de detalle y para llegar a> resultados concretos, la eticidad (1, 59). Éstas son: la excelencia, la independencia, la
no se reconocen sus aspectos usuales, como la unidad de los con- sabiduría, la exigencia (t, 62).
trarios o la negación de la negación. Se trata de un pensamiento
dialéctico ajeno a las recetas académicas, que sigue un curso pro-
pio y que presenta, tal vez por eso mismo, un depurado rigor en a) La excelencia
relación a los estándares del pensamiento dialéctico. Su obra prin-
cipal, que analizamos a continuación, es un intento de fundamen- El modo de la excelencia se manifiesta en el comportamiento que
tación dialéctica de la ética. Pero trabaja, además, en diversos se determina por cualidades que tiene el sujeto y que se consideran
campos, especialmente en filosofía de la historia y de la cultura valiosas en sí mismas. Estas cualidades o virtudes no son medios
(ver bibliografía). para un fin, ni realizaciones de un propósito. La excelencia se
Sambarino comienza distinguiendo entre eticidad y moralidad. funda en sí misma, es ajena a toda forma de heteronomía., y por
Por "moralidad" entiende, de acuerdo con la significación del tér-
62 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 63
eso, es ajena a toda preocupación por las normas juzgadas morales De todo lo dicho se desprende que el problema del bien y
por la opinión común (i, 62). del mal no existe para el excelente. El mal es, para él, el menos-
Tampoco la excelencia es dada como una meta, como una po- cabo de su ser, el fracaso, la derrota. El bien es la cabal afir-
sibilidad que se debe alcanzar. No es una aspiración. El excelente mación de su esencial valor mostrado por medio del comporta-
no es tal porque realiza fines valiosos, sino porque los fines que miento eficaz. El excelente está más allá del bien y del mal
persigue valen porque él los persigue (I, 63). Desde luego, debe (I, 75).
tener el poder de alcanzar los fines que se propone. Sin poder,
la excelencia no es plena, luego, debe manifestar su poderío. El
excelente tiene, pues, aspiraciones. Pero ser excelente no es, para b) La independencia
,é1 aspiración. El excelente es en sí mismo excelente, por el hecho
de existir, de ser. Y por el hecho de serlo, tiene que manifestar- En el modo hermenéutico-experiencial de la independencia el su-
lo (I, 64). jeto elige de manera radicalmente libre sus valores. Un contenido
De allí que su vida consiste siempre en un gran esfuerzo. En sólo es éticamente relevante en cuanto la subjetividad se orienta
un esfuerzo por mostrar lo que es, por convencer de que está a la hacia él. Por eso al que elige la independencia le es propio el
altura de sí mismo. La excelencia impone, así, una ética aristo- ser-en-la-relatividad (r, 84, 87, 89). Toda vigencia de valor o de
crática o de señores y está admirablemente expresada en el con- norma es consentida. Para el independiente la legitimidad ética
cepto homérico de dperii (I, 66). Por eso de ella están excluidos se reduce al consentimiento. Su moral es absolutamente optativa
las ideas de mérito y de deber. Mérito tiene quien cumple un (I, 94, 95). La libertad, es, como se ve, en este caso, esencial
mandato, mérito tiene el servidor ante su amo. Pero el señor no (ibid, 95).
recibe ningún mandato, ninguna exigencia. No se manda ser El mal existe en el caso de la independencia, pero de manera
digno o valioso, pues sólo puede serlo quien de por sí ya lo es relativa. Nada es absolutamente bueno ni absolutamente malo. La
(r, 70). No hay mandato, hay mostración de camino. El deber ser santidad y la malignidad quedan abolidas. El satanismo es incon-
cebible. El deber sólo existe en el modo instrumental. En la
es el de adecuación al propio ser, el de correspondencia jus- ética del independiente hay imperativo hipotético, pero no ca-
ta entre lo que se es y lo que se hace. La virtud es la cualidad tegórico. Si se ha elegido determinado sistema de valores, entonces
valiosa realizada (r, 71). Este concepto de virtud se encuentra hay que proceder de tal o cual manera. Pero no hay ningún fun-
en el lenguaje corriente: se dice, por ejemplo, que determinada damento absoluto que obligue a elegir tal o cual sistema (I,
planta tiene una virtud curativa. Virtud es, entonces, un efecto 94,.97, 101).
que se aguarda como consecuencia normal de la naturaleza de
un ser.
En su enjuiciamiento de la moral del héroe helénico, Jaeger co- c) La exigencia
mete el error de creer que éste tiene un alto sentido del deber.
Pero no es así. El héroe homérico se debe a él mismo por su con- El modo de la exigencia, en relación al deber, es lo contrario del
dición, pero este deber ser no es otra cosa que lo que es propio de la independencia, su carácter fundamental es el de la impera-
de él (1, 72). tividad categórica (r, 102). La norma en este caso, es obligatoria,
Es importante observar que, aunque el modo hermenéutico- incondicional. Pero se opone también a la excelencia. En este
experiencial de la excelencia se manifiesta en la moral aristocrática modo la regla de acción es determinada por la cualidad valiosa
guerrera, puede tener, como todo mundo, un contenido variable. del sujeto; en cambio, en el modo de la exigencia, la cualidad va-
Puede haber una ética de la excelencia en que el valor del exce- liosa del sujeto depende de la regla de acción (r, 102). En la
lente resida en su condición de místico, de artista, deportista o excelencia, la virtud reside en el ser del sujeto, en la exigencia
de cualquier virtud o disposición que él mismo considere como consiste en realizar las normas incondicionadas, el modelo absolu-
constitutivamente valiosa (1, 73, 74). to. Por eso la idea de mérito es crucial, en este modo, el sujeto
64 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 65
ético adquiere mérito cuando actúa como lo exige la norma, cuan- metafísica o de la religión (i, 134, 144). El saber del radical ori-
do se somete a ella. El excelente no se somete a ninguna norma, gen o fundamento es, en general, indicativo o mostrativo. Nun-
la norma fluye de su propio ser (i, 103, 104). ca es ordenador o prohibitivo. Es esencialmente inimperativo (t,
La libertad >ocupa ahora un lugar intermedio entre el modo de 135).
la excelencia y el de la independencia. En el primero el sujeto no El que procede según el modo de la sabiduría adapta su acción
es libre de elegir, tiene que proceder de acuerdo con su valor a eso que sabe, procede de acuerdo con el sentido profundo de
constitutivo, tiene que cumplir su destino. En el segundo el su- las cosas, no se esfuerza en alcanzare fines que, por más que haga,
jeto es totalmente libre, puede elegir su propio sistema de valo- debido a la naturaleza de la realidad, jamás podrá alcanzar.
res. En el modo de la exigencia sólo hay libertad negativa. Hay Todo presentar un fin como lo debido, queda fuera de la sabi-
libertad para cumplir o no cumplir lo exigido por el modelo, duría. Por eso, el orden ontológico tiene primacía completa sobre
mas no frente al modelo. No puede haber otro que el que exige el orden axiológico (i, 136). Hay, como en el caso de la exce-
ser realizado. Hay libertad ontológica pero no ética (i, 104). lencia, un concepto del destino, pero de índole muy diferente.
Como en los anteriores modos, el contenido de la ética de la Para el excelente el destino es la necesidad de manifestar el propio
exigencia puede ser variable. En general el contenido es de carác- valor, para el que vive en la sabiduría el destino consiste en com-
ter religioso, pero puede ser puramente racional como en la ética prender que las cosas son como son y no pueden ser de otra ma-
de Kant, pueda incluso existir una ética exigente de contenido nera. La actitud no depende pues, del valor que se es, sino de lo
estético (i, 108). Pero lo esencial, que se presenta siempre en el que es sin depender de nosotros, de lo que rebasa cualquier
modo de la exigencia, es la insalvable distancia entre el hecho y existencia individual. La sabiduría es una explicación que renun-
el derecho. Hay, por eso, una visión dualista de la naturaleza cia a explicar, una justificación que no justifica, pero que no deja
humana y una concepción celadora de la existencia (i, 108). de justificar i, 141).
En este tipo de ética se encuentran los diversos aspectos y ma- En el modo de la independencia se es libre en el sentido de
tizaciones de la ética tradicional. Los conceptos del, bien y del que se elige su propio sistema de valores. En el modo de la sa-
mal son absolutos son categorías éticas sin las cuales no puede biduría se es libre en el sentido de que uno no se determina por
concebirse la moral. Bien es el cumplimiento de los valores abso- las valoraciones aparentes que impiden comprender la situación
lutos, de las normas incuestionables, mal es el incumplimiento. y captarse como el ser que se es. Por eso, para la sabiduría lo
Existe la morbidez en el sentido de complacencia en la tentación, condenable no es lo prohibido o lo malo, sino el desatino. No hay
el satanismo y lo demoníaco en cuanto negación de los valores arrepentimiento, sólo hay extravío, sólo hay la creencia fútil en la
sagrados y absolutos. Hay pues una actitud favorable al bien y existencia de soluciones o salidas que ofrecen esperanzas enga-
una actitud favorable al mal. Hay la complacencia en el mal, ñosas (1, 142). No hay, pues, ni bien ni mal en el sentido que
hay malignidad (i, 111, 112, 116, 118, 124, 126, 127, 128 y los concibe la exigencia. La contingencia aparece en los hechos
siguientes). aislados, mal aprehendidos, separados del gran todo. Pero cuando
se alcanza la visión del fundamento, sólo hay necesidad. Incluso,
cuando no se descubre ningún sentido, cuando se descubre que
. d) La sabiduría todo es arbitrario y contingente, la arbitrariedad y la contingencia
resultan necesarias (i, 160).
En el modo de la sabiduría se sabe que la realidad tiene un fun- Como en los modos anteriores, la sabiduría admite diferentes
damento, los hechos se contemplan por medio de este fundamento contenidos. Famosos son, en la historia de la ética, los diversos
y ello permite verlos comprendiéndolos. La comprensión revela sistemas concebidos bajo el signo de la sabiduría. En los tiempos
el sentido inaparente de las cosas y sucesos. Este sentido puede, antiguos los escépticos, los materialistas (por ejemplo, Lucrecio)
incluso, ser un sinsentido (i, 133, 134, 144). La comprensión no y sobre todo los estoicos. En los tiempos modernos, nuevamente
se identifica con una comprensión racional, aunque no la excluye.. los materialistas, Spinoza y también Nietzsche.
No consiste necesariamente en conocer los grandes temas de la
66 EL ‘SER., EL DEVENIR, EL•.110MBRE EL SER, EL-DEVENIR, EL HOMBRE 1517.

e) El juego de la dialéctica realización de lo elegido y se torna en exigencia. A su vez, la


exigencia supone la libertad para no cumplir, pues de otra suerte
Los cuatro modos hermenéuticos-experienciales de la eticidad per- no tendría sentido ético el exigir, y en tanto libre, el sujeto
miten caracterizar los diferentes comportamientos éticos. Toda descubre su independencia (t, 168,169).
personalidad humana queda ubicada dentro de uno de ellos. Mas, La excelencia consiste en el valer intrínseco del sujeto, es un
a pesar de ello, su comportamiento admite, de manera inevitable, valer que no necesita de fundamento, totalmente gratuito. Pero
modalidades diferentes. Por el solo hecho de comportarse dentro esta misma gratuidad socava el valor del excelente, su firme-
de un modo, el sujeto experimenta la negación real o posible del, za carece de respaldo. El excelente no puede, por eso, evitar la
modo en que se ubica y esta negación significa la posibilidad de pregunta por el fundamento de su ser y se desplaza, así, hacia
asumir alguno de los modos restantes. Pero cualquiera que se la sabiduría. Por su lado, la sabiduría no logra comprender la
asuma, será, a su vez, negado y remitirá a los demás. Se trata de situación individual del sujeto, su comprensión es sólo universal,
un proceso dialéctico (i, 163). referente a la gran totalidad. El ser individual resiste todo compren-
Hay dos tipos de contraposición dialéctica: inmanente y trascen- der, deviene gratuito. El sabio termina por reducirse a com-
dente. La dialéctica que se desarrolla desde la inmanencia del probar su propio ser y su propio valer; desemboca, así, en el
agente consiste en una contraposición entre la independencia y la modo de la, excelencia (i, 171).
excelencia. El independiente, al, elegir libremente, tiene concien- El independiente consagra la legitimidad de su elección y el re-
cia de que es valioso en sí mismo en tanto es fuente de todos los conocimiento de esta legitimidad lo conduce al señalamiento de
valores. Es, pues, excelente y trata de actuar de acuerdo <a su ser un fundamento legitimante. Al ser libre, se muestra conforme a
(t, 165, 166). El excelente, a su vez, tiene que proyectarse en >la lo que la realidad es. El sabio, p\or el contrario, descubre el camino
acción y para hacer esto tiene que elegir entre diversas posibili- y el encaminamiento es conforme al sentido de cada ente ade-
dades. Su ser, como el del independiente, se manifiesta en su cuado al ser del agente. El sabio consagra, de esta manera, el
preferencia (t, 165, 166). derecho de ser yo-mismo, su acción debe fluir de ,su operar, y
La dialéctica que se desarrolla desde la trascendencia del agente este es el modo de la independencia (i, 171, 172).
se produce entre la exigencia y la sabiduría. La sabiduría se de- La dialéctica que hemos descrito entre los cuatro modos her-
fine ante algo que es por causa o razón del fundamento último. menéutico-experienciales de la eticidad permite explicar, según
Pero esto lo lleva a definirse ante algo que es para lograr una Sambarino, el desconcertante fenómeno de la conversión. Porque
meta: la libertad que da la sabiduría. Su propia sabiduría cons- el sujeto ético está siempre en tensión dialéctica, porque, sea cual
tituye, así, una exigencia. El exigente se define mediante la acción sea el modo dentro del que se encuadre, hay la posibilidad de
para alcanzar un fin, para realizar el modelo, más para hacer que sin quererlo salte hacia cualesquiera de los restantes, puede
esto, exige una razón, un fundamento. Y no hay razón para jus- siempre experimentar una conversión ética, es decir, un cambio
tificar su decisión sino en un fundamento último y original (i, 167). radical en el modo de interpretar la realidad en relación a los valo-
Pero la dialéctica es múltiple. No se reduce a la transformación res y, en consecuencia, puede comportarse de manera diferente. La
de un modo dentro de la inmanencia o la trascendencia del su- conversión no es necesaria, pero siempre es posible (t, 173, 174).
jeto. Hay, además, una dialéctica entre la trascendencia y la in- Es importante observar que, según Sambarino, la contraposición
manencia. Así, la exigencia encuentra su valor en el cumplir> y dialéctica entre los diversos modos de la eticidad, no desemboca
para cumplir hay que poder cumplir. Mas este poder es caracte- en una síntesis. La síntesis aniquila sus, términos, pero la tensión
rístico de la excelencia puesto que el poder encuentra, su fuente dialéctica sólo puede mantenerse en cuanto éstos se mantienen.
en el ser dele que puede (i, 167). La excelencia exige esfuerzo y La tensión dialéctica hace que se esté en un modo apuntando ha-
todo esfuerzo se orienta a un fin. Pero entonces este fin parece cia el otro (cualquiera de los restantes) (i, 175). Se trata, como
devenir término exigible para el excelente que se sitúa en el se ve, de una concepción muy personal de la dialéctica, a la que
modo de la exigencia (i, 168). llega, el autor en su esfuerzo por comprender el fenómeno ético.
La independencia, una vez que elige, se impone a sí misma la Analizadas las relaciones dialécticas entre los modos hermenéu-
68 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE
EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 69
tico-experienciales, Sambarino intenta describir la estructura dia- una valoración determinada de los entes (cosas y personas) que
léctica general de la eticidad, es decir, trata de descubrir relaciones lo atañen. Sambarino llama "axiosignación" a este valorar. De lo
dialécticas del comportamiento ético, independientes de los mo- anteriormente expuesto se desprende, según el autor, que toda
dos, o mejor, que se presentan de la misma manera en todos ellos. axiosignación, por más evidente que parezca a quien la efectúe,
Muestra cómo el proceso dialéctico se manifiesta en el tiempo, puede ser negada sin que se caiga en contradicción 230). Hay
en el sentido de que las acciones pasadas, presentes y futuras se siempre una posible superposición de axioasignaciones. Un mismo
interpretan de manera diferente según sea el modo adoptado (t, conjunto de entes puede ser valorizado de maneras diferentes por
176 y ss.). Lo mismo sucede con los momentos constitutivos de sujetos instalados en modos diferentes, o por un mismo sujeto que
la eticidad, es decir con aquellos aspectos del comportamiento éti- se ha convertido de un modo a otro. Para descubrir una axiosig-
co que caracterizan la relación del sujeto con su mundo. De nación determinada hay que analizar casos concretos de comporta-
estos momentos el fundamental es la culpa, pero en torno de la miento. Cada axiosignación hecha por un sujeto real es válida para
culpa se organiza una secuencia que se manifiesta en todos los dicho sujeto pero puede ser inválida para otro e incluso para
modos: imputación, inculpación, acusación, reclamación, reinte- él mismo si se instala en un modo diferente de la eticidad
gro, responsabilidad, descargo. Cada uno de estos aspectos cambia (i, 238).
de significación en relación a cada uno de los modos. No hay pues, No hay nexo necesario entre los entes y sus correspondientes axio-
una manera absoluta de caracterizar la culpa. Todo momento y signaciones. La necesidad es interna a cada modo, pero no es de
todo sistema de ética en relación al cual se desenvuelven los carácter ontológico (t, 243). No hay, pues, un orden jerárquico
momentos se constituye sobre el fondo de un posible configurarse de los valores que pueda ser considerado como absoluto. Cada va-
de otra manera (t, 182, y ss., 207, 215). lor puede ser negado, cada sistema puede ser sustituido por otro.
Hay, pues, en todo el complejo dinamismo de la eticidad una Todo intento de fundamentar la validez de un ethos, supone la
permanente tensión dialéctica, una permanente posibilidad de preadmisión de valores declarados válidos por dicho ethos (i, 244,
interpretar las normas, los valores y las conductas de otra ma- 255, 247). La famosa ceguera axiológica afirmada por los filósofos
nera que aquella dentro de la que se enmarca el sujeto. Pero de los valores, es relativa a cada sistema. En sí no puede exis-
esta tensión es disimulada, es acallada por el orden ético conven- tir. La concepción objetivista de los valores preconizada por pen-
cional. Hay un esquema interpretativo-estimativo que encauza el sadores como Scheler y Hartmann que estuvo de moda en la década
comportamiento cotidiano en todas las manifestaciones sociales de los 30, no puede mantenerse. Sambarino hace una crítica de-
(instituciones, grupos, clases, etc.). Hay una necesidad imperiosa moledora de esta concepción. En lo esencial consiste en mostrar la
de cohesión social, de comportamiento colectivo unitario, de aquie- circularidad que se presenta en el concepto clave de intuición
tamiento de las conciencias, de instalación de la vida cotidiana en emocional. El sentimiento es considerado como una aprehensión
la comodidad, que impone el disimulo de la ambigüedad radical infalible del valor. Pero luego resulta que el valor es independien-
de la eticidad (t, 217, 218, 221, 222, 223). Por eso, en la cotidia- te del sentimiento y que puede haber ceguera axiológica 260
nidad prevalece el tipo modal de la exigencia. Pero, por lo mismo y ss.).
que es imposible mantenerlo en su pureza, el esquema conven- La investigación muestra, nos dice Sambarino, que es imposible
cional lleva, de manera inevitable, el signo del fariseísmo. El hacer una interpretación definitiva de los hechos del agente ético.
fariseísmo es, así, una categoría ética. Todo moralismo, es, por El comportamiento humano tiene una ambigüedad de orden on-
esencia, farisaico (t, 222, 225 226). tológico, constituida por su siempre posible alteridad de sentido.
El sujeto es hermenéutica de sí mismo, y es, por eso, intranspa-
rente para los demás y para sí mismo. Hay, por eso, una
f) Aporeticidad esencial de toda eticidad dificultad inevitable, una aporeticidad esencial a toda condición
humana 277, 278, 289). Se ha llegado a un resultado que abre
De lo anterior se desprende la imposibilidad de establecer un
la posibilidad de elaborar una ontología del ser del hombre,
sistema absoluto de ética. Todo comportamiento humano supone
ontología presupuesta en la existencia del fenómeno ético, con
70 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 71

profundas implicaciones gnoseológicas y metafísicas. El autor anun- mana, pues, le confiere sentido y la ennoblece. Pero la belleza
cia que esto sería tema de nuevas investigaciones (I, 278, 289, 290). de los cuerpos es cambiante y delesnable. Por eso, debe buscarse
la belleza eterna. La razón descubre, así, la Idea de la Belleza, la
belleza es en sí, perfecta y total, que desde el remoto reino de
5. EMILIO ESTIÚ: ARTE, PLENITUD, LIBERACIÓN lo metafísico condiciona todas las bellezas, tanto corporales como
espirituales (in, 3).
El arte como autonomía Ahora bien, el arte es una actividad de este y para este mundo.
Las bellas artes configuran imágenes concretas, ofrecen imita-
Con Emilio Estiú (argentino) se ingresa en un ambiente muy ciones de la realidad. Y esto constituye un aspecto negativo de
distinto del anterior. Su pensamiento está muy alejado del frondoso la actividad artística. Porque lo que interesa verdaderamente es la
barroquismo dialéctico. Podría decirse que sus ideas se desarrollan realidad inteligible que es eterna, no lo sensible que es apa-
en una atmósfera ligera y sutil, alejada de la especulación. No rente e inesencial. El mundo sensible es un reflejo de las ideas
estamos seguros si ubicarlo entre los pensadores de tendencia me- que constituyen la verdadera realidad, y el arte es un reflejo del
tafísica es correcto. Lo hemos puesto en la presente sección por- mundo sensible. En consecuencia el arte es un reflejo de refle-
que, en algunos de sus textos, por lo menos en• el que consideramos jo. Por eso la verdadera belleza, que es una idea, no tiene relación
más importante: Arte y liberación (Estiú VI) se refiere a la na- alguna con la actividad artística.
turaleza óntica del ser del hombre y da la impresión de considerar Hegel otorga al arte una categoría mucho más altar El hecho
que la libertad es la esencia del hombre, que constituye nuestro de que el arte sea apariencia no disminuye, para él, su valor,
ser. Utiliza, pues, y de manera sustantiva, conceptos metafísicos. porque la naturaleza de la esencia es ser esencia de algo, es decir,
Pero fuera de dos o tres frases en este sentido lo que dice no es pertenecer a una cosa y manifestarse en ella. La realidad se consti-
propiamente metafísico y podría ser aceptado por un filósofo tuye, pues, a través de la realización de la esencia en el objeto
de cualquier tendencia, incluso analítica. Si no lo consideráramos de concreto. En este sentido la apariencia del arte es un modo mu-
tendencia metafísica tendríamos que ubicarlo entre los filósofos cho más alto de aparecer que la realidad, 'porque cuando habla-
de tendencia exegética pues ha producido importantes trabajos mos de apariencia artística nos referimos al espíritu y el espíritu
dedicados a interpretar la filosofía de Kant, de Herder, de Le- tiene mayor dignidad que la naturaleza. La belleza es la realidad
ssing y de Leonardo da Vinci (I, n, iv, v). metafísica en cuanto aparece y el arte tiene la dignidad de ser su
La obra creadora de Estiú es fundamentalmente estética 'y esto portadora y de hacer posible su manifestación (m, 8, 9, 10).
lo ubica en un lugar especial. Hasta donde llega nuestra in- Pero lo metafísico no se agota con la expresión artística. Junto
formación, la estética no ha sido el tema predilecto de los filó- al arte, la religión °y la filosofía tiene por objeto lo Absoluto.
sofos latinoamericanos de la tercera generación. En este sentido Lo Absoluto, que es espíritu, se conoce a sí mismo de tres ma-
Emilio Estiú es único. neras; por intuición, por representación y por pensamiento. El
Para Estiú el arte es una actividad espiritual tan importante arte es el órgano natural del conocimiento intuitivo que nos re-
como la filosofía, pero irreductible a ella, que debe ser distingui- vela el espíritu vuelto sensible. La religión, en cambio, nos reve-
da cuidadosamente de esta última y considerada en el mismo pla- la lo absoluto de la intimidad de nosotros mismos, nos lo revela
no de igualdad (ni, 1). Desgraciadamente esto no ha sucedido en mediante la representación. El arte es utilizado para expre-
la historia de la filosofía. Grandes filósofos se han ocupado del sar de manera sensible la representación de Dios que se ma-
arte reduciéndolo a una condición minoritaria y subordinada a la nifiesta en la vida religiosa. 'En la filosofía Dios es pensado y
metafísica. Para mostrar este hecho, Estiú elige tres grandes filó- conocido. La filosofía enlaza la concreción sensible del arte y la
sofos, muy diferentes en sus ideas esenciales, pero que coindden subjetividad sentimental de la religión en la unidad del conoci-
en señalar esta posición secandaria y subordinada del arte: Platón, miento absoluto. El arte se reduce, así, a ser el primer momento
Hegel y'Bergson (In, 1). en el desenvolvimiento del espíritu absoluto, el peldaño más
Para Platón la belleza es fundamental para la existencia hu- bajo de su revelación y conocimiento (In, 10, 11).
72 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 73
Para Bergson la "razón" que crea la ciencia sólo puede apre- llegar nunca a cumplirlo plenamente. En cuanto a la vida reli-
hender el mundo desde un punto de vista práctico. La razón es giosa, sufre la misma tensión: se busca una comprensión defini-
la brújula de la acción. Por eso la razón sólo aprehende aquello tiva de la realidad y la existencia y se desemboca en la duda, en
de la realidad que nos es útil para realizar los fines que persegui- la angustia ante el "mysterium tremendum" (ni, 18, 19). En el
rnos: los rasgos genéricos, comunes a grandes conjuntos de cosas. conocimiento, en la acción, en la fe, en el espíritu se tortura
Pero, al no captar sino lo general, se le escapa lo verdaderamente dentro de límites que intenta trascender. Pero en el arte encuen-
real que es lo individual. El interior del alma está sofocado por tra la quietud definitiva: no busca despejar la incógnita de sus
el yo espurio de la actividad práctica. Por eso, para aprehender afanes, de sus enigmas. Se evade como espectador del drama que
la verdadera realidad, hay que recurrir a la intuición que es capaz él mismo protagoniza. Nace, así, su dimensión estética. El filó-
de mostrarnos las cosas, no como instrumentos útiles o inútiles sofo es como el rey Midas del pensamiento, problematiza todo lo
para la acción, sino tal como son en sí mismas. El artista, es el que toca, incluso lo absoluto mismo. Para el artista, en cambio,
elegido del destino para alcanzar esta meta. Su intuición nos no existe afán problemático alguno. En la contemplación estética
pone en contacto directo con la realidad (in, 12, 13, 14). El arte no se pretende resolver un problema cognoscitivo, no se pretende
consiste, pues, en una ruptura del velo que las necesidades prác- tampoco manejar la realidad, el espíritu sólo tiene una pura
ticas interponen entre nosotros y las cosas y entre nosotros y nues- voluntad de visión. No interroga la realidad, no la tortura para
tra intimidad (in, 15, 16). Esta apertura del arte hacia la reali- hacerla entrar en el marco de sus apetencias utilitarias o cognos-
dad muestra que es posible superar los límites de la razón, de que citivas. Le basta con que la realidad sea (in, 20, 21, 22).
existe una intuición de lo real, una intuición metafísica. El arte Al artista le bastan con que las cosas sean, pero su lema es la
inicia, así, los caminos de la filosofía, es la antesala de la meta- incitación o sugestión, y por eso su mundo no es el de la reali-
física. Dentro del planteamiento bergsoniano la filosofía resulta dad sino el de la posibilidad, entendida como la potencia de ser.
algo así como la madurez de la intuición estética (in, 16, 17). Toda gran obra es la existencia de un universo potencial. El
Para Bergson el arte es, pues, algo fundamental, está íntima- contemplador va recreando las posibilidades que descubre el ar-
mente imbricado en la filosofía, pero no es sino una de sus vías, tista, las va volviendo existentes para él. En este despliegue de
es un camino hacia la metafísica que supera su ámbito, limitado un mundo mágico, donde todo puede ser sin que nada sea, en
por aspectos parciales de la realidad, y lo extiende hacia el gran donde se revela la raíz oculta de la existencia que es la vida como
todo confiriéndole un valor de universalidad (in, 17). posibilidad infinitamente abierta de existir de un modo u otro,
Los ejemplos considerados bastan para mostrar que el arte no el arte se afirma como independiente a la filosofía. Ni el arte pue-
puede ser juzgado desde la altura de un sistema o desde la cum- de desvalorizarse desde la filosofía ni viceversa. La metafísica
bre de una metafísica sin que pierda su autonomía, sin que puede y debe llegar hasta la posibilidad del ser para interpretarlo
sea avasallado por alguna disciplina espiritual más desarrollada y explicarlo, el arte, al contrario, expresa la pura posibilidad sin
o pura (ni, 17, 18). Es cierto que en el arte refulgen realidades problematismo de ninguna clase. Son dos mundos y cada uno de
metafísicas porque el arte irradia desde lo interior del espíritu ellos obedece a su propia legalidad (in, 23, 24).
y en él fulgura el conocimiento de lo en sí o la veneración de lo
Absoluto. El espíritu que se vuelca en el arte es el mismo espí-
ritu que conoce lo absoluto, que venera lo santo y que crea la Arte y liberación
belleza. Pero en el caso de la belleza sigue una dirección que las
otras actitudes no han tocado (in, 18). El conocimiento es la con- El arte, al independizarse de la angustia que produce la tensión
secuencia del afán de la existencia humana de trascenderse, de entre los afanes de la existencia y la dificultad de alcanzar las
abarcar la totalidad. Su finitud hace imposible que alcance esta metas. abre el camino de la liberación. Todo ser humano anhela
meta. El fin que el espíritu se propone lo excede, lo desborda. Lo rebasar los límites de su propia finitud. Si logra rebasarlos llega
mismo sucede en la vida moral. El ser humano se exige un com- a la plenitud de sí mismo, y esta plenitud constituye su libera-
portamiento determinado y tiene que luchar para realizarlo, sin ción (vi, 3). El espíritu se concibe a sí mismo como lo contrario
74 EL. SER EL•:DEVENIR; :EL: HOMBRE EL. SER. EL DEVENIR, EL HOMBRE 75
(
de la cosa, y constantemente está amenazado por la cosificación,We el objeto - artístico es irreal, para ellos la afinidad entre -imagen
allí sü liniitación e impotencia. Por eso aspira; cuando se siente y cosa real, era sólo 'analógica (vi; 7). Las cosas producidas por
especialmente cercado por el mundo de ‘laS cosas, a liberarse de el hombre son reales porque actúan sobre mí. En cambio el- objeto
ellas (ibid. artístico no puede actuar sobre mí en un espacio y tiempo .rea-
No debe confundirse liberación con evasión. La evasión es la lés, por eso, es irreal, cuando. la configuración artístka se desa,
ignorancia, voluntaria o inconsciente de la miseria - y angustias de rrolla en el tiempo- (Música., :poesía), su "ternpo". no- coincide con
la vida. Pero la liberación hunde sus . raíces en los fundamentos el tiempo-real. El tiempo real presenta un inacabamiento esencial;
de .1a vida misma. La vida, con su trama y angustia, es la en cambió - el tiempo musical o poético posee límites precisos
condición misma de la - liberación. La liberación no la ignora, (vi, 7, 8).
la asiime Corno sil, raíz, parte de ella - 3: 4). Debido a esta irrealidad del: objeto artístico, tampoco pueden
En el arte se -manifiesta de manera'a-la vez profunda y nítida aceptarse las :interpretaciones- metafísicas -e. idealistas del arte. El
esta relación entre vida real y liberación. El artista • ve con pre, objeto artístico no expresa lo absoluto, ni tampoco es la realiza-
cisión lo que el hombre, sumido en las tensiones de su existencia ción de la idealidad La imagen estética sé . agota en su apa-
práctica,- ve de manera Confusa. Dudamos'•ante ciertas circunstan- recer, en su mera y- desnuda presencia. Pero no- hay que creer que
ciar de nuestra vida, pero- nuestra duda se confunde con certidum, se - realiza en sus manifestaciones materiales pues ello nos cow-
bres, creencias; esperanzas.. Hamlet, producto del arte, personifica duciría a un nuevo dualismo: No hay ninguna realización puesto
en cambio, la duda, El artista;' por lo mismo que contempla la que la imagen permanece en su presencia estética, y esta perma-
vida- sin. dejarse arrastrar por ella, aísla los objetos, las situaciones, nencia queda alejada de la realidad. La obra de arte, nace,' así;
las vivencias.- Por eso nos muestra una realidad" másprecisa qué por un acto de liberación del mundo de las cosas y exige que el
la familiar; y nos- causa admiración y sorpresa (vi, 4, 5) espectador se someta 'a idéntica renuncia. Quien aspira a sentir
El artista :contempla el mundo y las cosas como si fuera él lo artístico desde el:rmundo :de la realidad, aspira a lo imposible
primero- en verlos. : Ser artistas consiste, nada más y nada menos; (vi, 8, 9).
en vivir las • cosas con inocencia. La obra de' arte es un salto Si el arte remite a otra cosa, debe ser entendido y explicado.
originario, un Ursprung en sentido heideggeriano,' un salto a lo Pero el arte no necesita ninguna explicación. Las grande§ creaciones
puro, a lo no habitual, a lo remoto. Por eso el-artista debe poseer no dicen nada. Esto lo han' sabido siempre los verdaderos creado-
una osadía: que sólo se:cumple en medio -de los mayores renuncia,: res (vi, 9). ¿Cuál és la acción que ejerce el mundo irreal sobre "el
mientos (vi, 5). alma? Lo más saltante, íntimamente vinculado con el fenómeno
Esto implica que no puede aceptarse la teoría racionalista dél de la catarsis, es que los sentimientos que provoca el arte se
arte (como se desprende de lo anteriormente dicho): Baumgarten viven en un plano irreal li). Mientras la realidad nos oprime,
concibió la estética como una gnoseología inferior, coino seientia las `emociones estéticas están acOmpariadas pot el sentimiento dé
cognitionis sensitiva., Según el principio leibniziano . de continni7 ' nuestra libertad. Los Sentimiento& reales nos acosan y se nos im-
dad entre la confusión de , lo sensible- y la clara distinción. de lo ponen; en cambio la emoción artística es libremente buscada..-EI
racional, debería existir una zona intermedia entre ambas. Esta mundo del arte sin mi consentimiento y adhesión se evapora de
zona es la de la aprehensión estética. El planteamiento iniciado inmediato. Los sentimientos artísticos, se adecuan, así, a- la extra-
por Leibniz y Baumgarten' es seguido por Schiller. Pero la apre- mundanidad de las formas ,estéticas: •catarsis es en el fondo,
hensión estética no es ningún intermediario, es algo mucho más pasaje del ser' a la libertad, o, sea, liberación (vi, 11).
profundo, es Un modo de conocer más original y primario de Las anteriores consideracionel, afirma Estiú, permiten responder
conocer la realidad que por estar en otro plano es insustituible'y a una pregunta fundamental: ¿pdr qué crea .arte el hOmbré? Si
no puede ser petfecthonado por .ningún otro tipo de conocimien- el arte no existiese el hombre quedaría frustrado en un aspecto
to (vi, '6). fundamental:de su naturalezá: el de su libertad. Sin :el arte deja-
El objeto estético es algo' artificial: Los mismos antiguos tenían ría - de ser sí -mismo (VI, 11). Ser libre consiste en no -depender
conciencia de esto,- Cuando hablaban de' imitación, sabían :que de lo 'otro; -en no. éltar sumido en las' implicaciones y-referencias
EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 77
76 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE

de las cosas. Libertad es aislamiento, ruptura de la confusión ónti- de toda la realidad a categorías de entes físicos (t, 18). Todos los
ca propia de los seres reales. Y es también estar arrojado hacia ade- fenómenos del mundo real son explicados por medio del mecanis-
lante, sobrepasar toda realidad efectiva. Por su libertad el hombre mo. Pero el mecanismo hace crisis y se hace inevitable reconocer
tiene en su naturaleza la misma estructura que la experiencia y que existen campos reales ónticamente irreductibles a lo físico.
los actos de creación artística: aísla, desrealiza y busca satisfacerse Surge así un poderoso movimiento que culmina en la creación
en el movimiento mismo que lo libera de las determinaciones de una nueva ontología a través de diversas vías. A través del
.ópticas de su ser, cuya necesaria prolongación se halla en el arte. neotomismo se retorna, con las modificaciones y los refinamientos
Pero la libertad crea nuestro ser con la sustancia irreal de la del caso, a concepciones metafísicas del pasado. La fenomenología
posibilidad, y se produce un desajuste entre ambos mundos: el redescubre un mundo platónico de esencias; el existencialismo de
real y el posible, se produce una radical insatisfacción. Confor- Heidegger descubre el ser a través del individuo, forma óntica
me un proyecto se va realizando va dejando de ser proyecto, todo insustituible cuyo horizonte fundamental consiste en la revelación
lo que de mí se realiza queda detrás de mi proyecto, que siem- del ser. El existencialismo y el espiritualismo francés, influenciados
pre y necesariamente está tendido hacia adelante. El arte, en por Bergson y Blondel está representado por Lavelle, Marcel y
cambio, ofrece la presencia de un mundo posible e irreal, de un Mounier. Posición aparte ocupa Sartre, cuyo existencialismo es
mundo de totalidades acabadas. Por eso lo que el hombre no influenciado poderosamente por Heidegger y Husserl. Por último
puede lograr consigo mismo, lo consigue en el arte. El arte, es, cabe mencionar el importante ensayo de Hartmann que armoniza
así, una necesaria liberación de lo que impide su plena libertad la ontología tradicional con los resultados de la gnoseología mo-
en la vida real. derna (i, 13, 14, 15).
Aunque muchas de las tendencias mencionadas son divergentes,
es posible llegar a algunas conclusiones sobre la ontología con-
6. JUAN ADOLFO VÁSQUEZ: LA ONTOLOGÍA COMO FUNDAMENTO temporánea.
1) El ser es considerado como irreductible y fundamental. Es
Juan Adolfo Vásquez (argentino) es uno de esos pensadores di- concebido como esse, y no como ousía, que puede reducirse a la
fíciles de ubicar en relación a sistemas o tendencias. Ha recibido essentia o quiditas. No es reductible tampoco al existente. No
influencias dispares como la de Hartmann y la de Whitehead. basta la inteligibilidad para captarlo, ni su presentación temporal
Pero no puede decirse que siga el pensamiento del uno o del (en este punto, brillantemente defendido por los neoescolásti-
otro. En esencia puede decirse que persigue desentrañar el sentido cos, ciertas corrientes existencialistas no están de acuerdo (i, 16).
profundo de la ontología y que explora, desde diversos puntos 2) Es imposible separar la indagación ontológica de la gno-
de vista las posibilidades de aclarar sus conceptos y de ampliar seológica.
su ámbito. Para mostrar el tipo de trabajo que realiza exponemos 3) Existe una diferencia entre el ser irreductible y los modos del
el contenido de uno de sus libros más interesantes, Ensayos me- ser (esta distinción ha sido hecha especialmente por Hartmann).
tafísicos que reúne varios ensayos sobre temas ontológicos (Vás- 4) Se reconoce en general al modo de ser humano como una si-
quez, t). tuación radical del ser (t, 16, 17).
En el primer ensayo "Retorno a la Ontología" (t) Juan Adolfo En la actualidad la marcha hacia la ontología sigue su camino
Vásquez aborda un tema que ha interesado profundamente al ascendente. Ciertas disciplinas modernas han abierto perspectivas
pensamiento latinoamericano hace algunos lustros: el retorno a la insospechadas que, convenientemente exploradas, han de dar ópti-
ontología del pensamiento occidental después de haberse apartado
mos frutos: de un lado se abre una perspectiva racional a tra-
de ella de manera sostenida y radical. La filosofía moderna aban-
dona la ontología y da la preeminencia teórica a la metodología vés del estudio del lenguaje, por medio de la lógica moderna,
y a la gnoseología. Empero, tácitamente descansa sobre una de la estilística y de la lingüística comparada; del otro se está
plasmando una ampliación del sentido de experiencia. Desde
metafísica, a pesar de que ésta no dispone de una ontología cons-
esta perspectiva un estudio de la expresión poética como revelación
cientemente elaborada. Este presupuesto metafísico es la reducción
78 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 79
ontológica se presenta como una posibilidad de fundamental in- grave, prácticamente insoluble. Debido al esquema sujeto-objeto
terés (1, 20, 21).3 que encauza su pensamiento, caen en el idealismo o en el realis-
El segundo ensayo se denomina "Conocimiento y realidad". En mo, y en ninguno de ambos casos puede comprenderse la esencia.
él sostiene Vázquez que por medio de la historia de la filosofía El realismo crítico que acepta las conclusiones del análisis científico
se descubren dos grandes maneras de concebir las relaciones que de la percepción, no puede fundar la independencia del objeto
existen entre conocimiento y realidad: sino mediante un acto de fe (I, 35). Para los de la segunda posición
19) Existe una dualidad irreductible formada por el sujeto y el no hay, en cambio, problema: conocer es participar de una reali-
objeto. En esta línea se sitúan Aristóteles, Tomás de Aquino, Des- dad consustancial con nuestro propio existir (1, 37).
cartes, Locke, Kant, Hartmann. El conocimiento es un saber que En el ensayo siguiente, "Conocimiento científico y existencia hu-
el sujeto logra respecto de un objeto que lo trasciende. El proble- mana", Vázquez aborda el difícil problema de determinar en qué
ma fundamental para esta tendencia es el acceso del sujeto al sentido puede hablarse de un conocimiento científico de la exis-
ser. tencia humana (1, 41). El conocimiento científico consiste en un
29) Lo real es una fundamental unidad. En esta tendencia se intento de universalización. Pero las doctrinas clásicas al respecto
puede ubicar a Platón, Plotino, Agustín, Leibniz, Bergson, Ber- conducen a concepciones limitadas. Así el mecanicismo pretende
diaeff. El conocimiento no es una apropiación de realidad ajena ser una doctrina universal, pero al querer reducir todo a materia
a su propia esfera; es un modo de ser que admite grados (I, 27, 28). y movimiento recorta la realidad, especialmente la humana. Se-
Se ve claramente que los filósofos de la primera tendencia par- o ún el historicismo, el conocimiento científico del hombre consis-
ten, para fundar su gnoseología, de categorías científicas. En todos te en la captación de la experiencia humana individual insertada
ellos se observa una línea cosmológica. Los de la segunda tenden- en el tejido de la estructura social. Pero esta concepción, desco-
cia en cambio parten de categorías espirituales, en tanto se con- noce dos aspectos fundamentales de lo humano: su riqueza indi-
cibe el espíritu como alusión a realidades íntimas. Por eso siguen vidual y su referencia a lo eterno (I, 46, 47, 48).
una línea ética y teológica (1, 29). La solución parece hallarse en el enfoque de la realidad huma-
Si se tiene en cuenta la diferencia entre ambas tendencias se na como algo individual en que se revela lo universal. En el
descubre que las soluciones dadas a los problemas clásicos pueden ser (humano) que es individual, que es uno, radica un conoci-
comprenderse mejor si se tiene en cuenta que cada una de ellas miento que responde a la fórmula clásica: hallar lo universal en
ha enfocado los problemas de acuerdo con sus propios presupuestos. lo individual (I, 55).
Así, el problema de la posibilidad del conocimiento es tal vez el En "Reflexiones sobre una metafísica de la muerte" se hace ver
más arduo para los filósofos de la primera tendencia, puesto que la dificultad del pensamiento para encontrar su más adecuado
para ellos el sujeto es diferente del objeto; en cambio para los medio expresivo. Ello se debe a las limitaciones impuestas por el
de la segunda tendencia no es un verdadero problema. El conoci- lenguaje, las categorías de grupo, el lastre de la tradición, la rela-
miento es para ellos función del ser y nosotros somos un ser, tividad histórica. Un rasgo característico de nuestro siglo es el
luego estamos en el conocimiento. El conocimiento del ser es esfuerzo por encontrar una solución al problema de la limita-
profundización en sí mismo (1, 31). El origen del conocimiento ción que plantea el lenguaje, la multiplicidad de tradiciones, la
es, según los de la primera tendencia, doble: los sentidos y la conciencia histórica. El libro de Ferrater Mora El sentido de
razón. Para los de la segunda es la propia vida del espíritu que la muerte, tiene plena conciencia de estas dificultades y por eso es
marcha hacia su mayor riqueza y plenitud. El problema de la tan transparente y tan objetivo. Señala el autor la importancia de
esencia del conocimiento es para los de la primera tendencia muy la tesis que califica a la muerte como algo único que sólo
puede ser considerado como "mi muerte". Son también importan-
Juan Adolfo Vásquez escribió el presente ensayo en 1948. En 1950 Heidegger tes sus tesis sobre la persona humana y la esperanza.
publicó Holzwege en donde intenta un análisis del poder revelador ontoló-
gico de la poesía. Más tarde Sartre en un prólogo a una antología de la
Preocupado con el problema fundamental del lenguaje, Juan
poesía negra y malgache, titulado Orfeo Negro, y en su importante obra Saint Adolfo Vásquez en el último ensayo "Occidente, el tiempo y la
Genét aborda, desde diferente ángulo, el mismo tema. eternidad", parte del análisis de la ambigüedad radical del lengua-
EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 81
80

je. Así, la palabra Occidente no sólo es ambigua en su acepción za a tener una influencia creciente en América Latina, influencia
popular sino incluso desde un punto de vista teórico. Se da que llega a ser avasalladora a partir de 1940 y que dura más o
generalmente por sabido, pero es sin embargo un serio problema. menos hasta mediados de la década de los 50. A partir de esta
¿Qué es Occidente? (r, 70, 80, 81). época comienza a perder influencia, pero conservando hasta el
Para proceder con el mayor -rigor posible, hay que partir exclu- presente su profundo e inspirador impacto. La nueva influen-
yendo algunas significaciones inexactas. Así, "occidente" no es cia es ahora la filosofía analítica, considerada como fundamental-
un- término relativo que se opone a Oriente; no es tampoco un mente anglosajona. Sin embargo, el pensamiento alemán hace
continente geográfico; no es tampoco una concepción optimista o profundas y decisivas contribuciones a esta filosofía de manera
pesimista de la vida. que no puede decirse que la influencia de la filosofía alemana
Rechazadas estas posibilidades y otras, el sentido de la pregunta declina por completo y que es sustituida íntegramente por la fi-
nos lleva incuestionablemente hacia el problema del conocimien- losofía anglosajona. Pierde sí, su enorme peso pero conserva en
to de lo que es una cultura. Porque Occidente es una cultura. alto nivel su influencia. Frege, Carnap, Reichenbach y Wittgen-
Es pues, tratándose de Occidente, fundamental hacerse la pregunta: stein son figuras centrales del nuevo movimiento analítico y, en
¿es posible captar la esencia de una cultura histórica? (r, 84). Es el análisis de los lenguajes formales, figuras como Hilbert, Ber-
decir, ¿es posible captar una esencia que sea más que una mera nays y Ackermann son señeras. No debe creerse, por eso, que la
inducción? Si no se tienen en cuenta estas dificultades no puede filosofía alemana deja de influir en el pensamiento latinoameri-
hablarse con rigor de Occidente. cano. La situación real es que deja de tener el impacto avasallador
En realidad, el anterior análisis de significaciones muestra que que tuvo durante el lapso señalado y comparte su influencia con
el concepto de cultura debe tomarse con mucha cautela. Muestra el existencialismo francés.
que puede ser un concepto de gran valor heurístico, pero que no Bajo la influencia de Husserl y de Heidegger y de la filosofía
es algo que puede tomarse como absoluto, no es algo cuya objeti- de los valores, especialmente de Scheler y de Hartrnann, nace a la
vidad pueda mantenerse a ultranza (i, 88). vida filosófica en América Latina una verdadera pléyade de pensa-
La idea de que la cultura puede satisfacer, por -ejemplo, todos dores de la tercera generación. Hombres como Vicente Ferreyra
los anhelos del hombre, es absurdo. El ser humano tiene siempre da Silva, Euryalo Cannabrava, Carlos Cossío, Eduardo García
un afán de salvación, la idea de que el hombre viene al mundo a Máynez, Juan Llambías de Azevedo, Eugenio Pucciarelli, Rafael
quedarse en él es una locura relativamente nueva (r, 89, 90). Una Carrillo, Danilo Cruz Vélez, Ernesto Maiz Vallenilla, Luis Felipe
locura del hombre moderno que llega a la convicción de que Alarco, Alberto Wagner de Reyna, Luis Villoro, etc., adoptan como
puede salvarse a través de la cultura. Pero la cultura, como el instrumento de trabajo, de manera permanente o en alguna eta-
hombre mismo, muere (r, 91). Quien quiera salvarse debe buscar pa de su desarrollo intelectual, la fenomenología, el existencialismo
algo que esté fuera del tiempo; pero fuera del tiempo, y en su de Heidegger o la filosofía de los valores. Una gran mayoría par-
fundamento, está la eternidad (r, 92). Una cultura no puede dar- ten de la fenomenología y culminan en el existencialismo de
nos nada que el tiempo y la muerte no nos pueda quitar. Por Heidegger, algunos desembocan en la filosofía analítica.
eso la única liberación estriba en la búsqueda de lo eterno (r, 93). El análisis de este proceso reviste especial interés por_que es
una de las más vigorosas manifestaciones creadoras del pensamien-
to latinoamericano. En el manejo de la filosofía alemana, espe-
7. ERNESTO MAIZ VALLENILLA: EL SER, LA NADA, cialmente de la fenomenología y del existencialismo, surgen los
LA EXISTENCIA Y EL HOMBRE primeros brotes originales de la tercera generación. Es revelador
cómo se utilizan ideas de Husserl y de Heidegger para hacer plan-
Con la obra de Ernesto Maiz Vallenilla (venezolano) ingresamos teamientos que rebasan los marcos conceptuales que los inspira-
en el ámbito de la fenomenología y del existencialismo. A partir ron. Y también comprobar que estos rebasamientos no se deben
de los arios 30, primero por medio de la influencia de Ortega y a falta de comprensión del material asimilado o a una excesiva
luego mediante información directa, la filosofía alemana comien- laxitud en los métodos que se utilizan sino que, con frecuencia,
82 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL. DEVENIR, EL. HOMBRE 83

son producto de análisis ceñidos de las tesis de los propios maes- El concepto de la Nada en Kant y la superación del
tros, análisis que conducen el pensamiento por un camino inde- horizonte ontológico
pendiente. Hemos elegido uno de los miembros más jóvenes de
este grupo por considerar que en su obra destaca con particular En un libro titulado El problema de la Nada en Kant (Maiz
nitidez este proceso característico dele,pensamiento latinoameri- Vallenilla v) Ernesto Maiz Vallenilla se propone una audaz 'fina-
cano: el de alcanzar contribuciones personales partiendo de las lidad: realizar un análisis del concepto de la Nada que permita
grandes corrientes de la filosofía occidental. Maiz Vallenilla co- comprender que la Nada no puede ser vista, según la concepción
mienza su obra filosófica escribiendo un libro de carácter siste- clásica, como la negación del Ser, sino como algo diferente, como
mático sobre la fenomenología de Husserl, pasa luego a analizar la otredad del Ser. En una palabra, Maiz Vallenilla intenta la peli-
también sistemáticamente la obra de Heidegger y partiendo .de grosa aventura de plantear primero, y desarrollar luego, una filo-
las ideas vertebrales de éste sobre el Ser y la. Nada, comienza a sofía sistemática de la Nada. La vía de acceso para lograr esto es
explorar, partiendo de un análisis de ciertos aspectos de la obra la relación, aún no estudiada, entre la Nada y el Tiempo. Y el
kantiana, el concepto de la Nada. Tanto , el punto de partida de la punto de partida es el análisis que hace Kant, en un pequeño
investigación, el análisis del concepto kantiano de la Nada como pasaje de la Crítica de la Razón Pura que, en general, ha pasado
los planteamientos personales sobre el .concepto de la Nada, que inadvertido.
rebasan la posición heideggeriana, manteniéndose, sin embargo, La, filosofía occidental ha estado orientada desde su nacimiento
rigurosamente dentro de sus supuestos conceptuales, son real- hacia el descubrimiento del Ser.--
mente originales. Terminado un primer esbozo, Maiz Vallenilla se La filosofía occidental nace como intento de revelar al hom-
interesa por la filosofía del hombre, especialmente en relación con bre el Ser. Pero luego, en el decurso de su historia, cae en el
el hombre moderno. Utilizando nuevamente ideas de Heidegger olvido del Ser (Maiz Vallenilla, y, 18) y se pierde en el análisis
desarrolla una teoría de la técnica que culmina en una teoría del de los entes. No llega así a expresarse la diferencia ontológica, es
hombre que no , puede ya ubicarse dentro del existencialismo hei- decir, la diferencia entre el ente y el Ser. El lenguaje metafísico
deggeriano. En nuestro concepto se trata de un humanismo en habla del Ser pero alude al ente (Maiz Vallenilla, v, 20). Lo mismo
el sentido actual del término, de un humanismo que conecta el sucede con la Nada cuyo concepto- se elabora desde el horizonte
pensamiento .de su autor con desarrollos de filosofía política que de los entes (Maiz Vallenilla, v, 18, 19). Así como se comprende
son característicos del pensamiento latinoamericano actual. Esto el Ser a partir de los entes, así también se considera la Nada
no es de extrañar porque Maiz Vallenilla, aunque, de tendencia corno la nada del ente, pero no como la Nada en cuanto tal (Maiz
predominantemente teórica, ha mostrado siempre, como una apre- Vallenilla, 19, 20). Mas para hablar de la Nada en cuanto tal
ciable proporción de pensadores latinoamericanos de su genera- hay que utilizar el lenguaje de la filosofía y este lenguaje es de
ción, marcado interés por la historia de las ideas y la filosofía de carácter ontológico. Se encuentran, por eso, dificultades muy gran-
lo americano y ha escrito algunos ensayos importantes sobre la des que obligan a utilizar un lenguaje a veces forzado. Pero no
esencia y el sentido de nuestra realidad. hay otra manera de abordar el problema, la investigación tiene
La mayor parte de los, pensadores que hemos citado al lado de que permitir avizorar la Nada por medio de un lenguaje que
Maiz Vallenilla tienen obra importante que consideramos para- rehusa expresarlo (v, 31).
digmática en relación con la filosofía latinoamericana. Pero debido Heidegger, al mostrar que el Tiempo es el sentido del Ser, da
a su carácter y contenido hemos preferido incluirlas <en los capí- un paso notable en relación a los planteamientos anteriores. La
tulos referentes, a la filosofía exegética, a la filosofía del derecho intelección del Ser acusa una marcada referencia al Tiempo. Y esto
y a la filosofía analítica. Como hemos dicho, algunos de estos hace pensar que lo mismo sucede con la Nada. ¿No será el Tiem-
pensadores son influidos en sus comienzos por Husserl y por po también el horizonte de la Nada? Pero desde luegO, apenas se
Heidegger pero asumen luego posiciones diferentes. hace esta pregunta se presenta la dificultad inicial: que la Nada
sólo ha sido entrevista desde el horizonte de los entes. Si se
quiere alcanzar una intelección adecuada de la Nada, el Tiempo
84 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE
EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 85
al cual se refiere ésta no puede ser el tiempo ontológico, debe
ser el Tiempo de la Nada en- cuanto tal (y, 35, 36, 37, 39). negativo. Ahora bien, los entes de razón, en, tantos objetos, aunque
Las anteriores consideraciones muestran que un punto adecua- no se intuyan pueden pensarse, y la Nada, por ser un ente de
do de partida para alcanzar la intelección de la Nada es la razón, debe también poder pensarse. La noción de Nada vendría,
noción de la Nada que se halla expuesta`en la Crítica de la Razón así, a funcionar como un límite para establecer la determinación
Pura, porque en esta noción se recoge, de manera admirablemente de si un objeto es Algo o Nada (y, 55). ta noción de la Nada se im-
precisa, la tradición filosófica que aborda el tema de la Nada pondría, entonces, como una necesidad'absoluta para saber cuándo
desde el horizonte de los entes. Además, la propia estructura de las categorías -tienen un contenido o no lo tienen (y, 55). Pero esto
los planteamientos kantianos abre una perspectiva especialmente muestra que la Nada, en cuanto noúmeno, está diseñada en vista
favdable para comprender las limitaciones del pensamiento tradi- del Ser, pues es mero: ingrediente del Algo. La Nada viene, a
cional y para abrir una posible vía de acceso (y, 42, 43). ser la pura forma vacía del Ser. Pero si la Nada en verdad se
Kant, en los párrafos finales de la Analítica Trascendental de la opone al Algo no debería ser una mera forma de eventuales fe-
Crítica de la Razón Pura, hace una referencia al concepto de nómenos del Ser, sino una noción que en su radical heterogenei-
la Nada porque considera que la esencia de la filosofía trascen- dad en relación a aquel Algo negase al Ser y a todo fenómeno
dental es la separación de lo posible y lo imposible. La, utilización posible en cuanto expresión suya y aparición de aquel algo (y,
de las categorías hace posible la constitución de los objetos de la 57). De este modo la Nada no sería la expresión de un noúmeno
experiencia, y permite distinguir entre objetos posibles y objetos sino el producto de una actividad categorial, o mejor, anticatego-
imposibles en relación a ella. Por eso, es conveniente considerar rial cuyo correlato sería un fenómeno perfectamente negativo
el concepto de la Nada en tanto existe la imposibilidad trascen- opuesto en su estructura a todo pensaMiénto de Ser (y, 59). La
dental de que ciertos objetos sean empíricos. La diferenciación Nada poseería, así, una realidad objetiva negativa y en consecuen-
de un objeto, en tanto es un Algo o una Nada, debe hacerse de cia una estructura temporal enraizada en el sentido del propio
acuerdo a la división de las categorías puesto que, aunque no esquematismo que posibilita la síntesis de la intuición con la
sea posible, se trata de un objeto. De acuerdo a la cantidad, la correspondiente síntesis categorial (y, 67).
cualidad, la relación y la modalidad, Kant distingue cuatro Ahora bien, los noúmenos no carecen de estructura y signifi-
divisiones respecto del concepto de la Nada: la Nada, como ens cación temporal, a pesar de que de los textos kantianos parece
rationis, como nihil privativum, como ens imaginarium y como derivarse lo contrario (y, 72). La razón en su aspecto meramente
nihil negativum (y, 42, 43, 44). El concepto de la Nada, debe inteligible, parece quedar sustraída a toda limitación temporal
relacionarse con los esquemas pues su determinación es categorial (y, 73). Pero Kant afirma que toda representación se halla some-
y la aplicación de las categorías exige la utilización de esque- tida al tiempo y el noúmeno es, en sentido estricto, una represen-
mas temporales que hagan posible aplicar el concepto puro a lo tación (y, 74). Pero el Tiempo es la condición formal del
concreto del contenido empírico (y, 44). Pero los esquemas no sentido interno según el mismo Kant (y, 74). En la apercepción
son operantes en este caso debido a su fondo ontológico. Y esto trascendental lo dado en la intuición se puede reunir con estricta
induce a buscar nuevos exponentes temporales que ofrezcan un objetividad en la unidad trascendental de un solo Yo. Éste tiene las
sentido acorde con la comprensión de la Nada en cuanto tal propiedades de la permanencia, inmutabilidad y fijeza (y, 77).
(y, 44). Y estos caracteres muestran que el Yo es temporal (y, 80, 81 y
La primera determinación que Kant adscribe a la Nada es la de ss.). Pero su modalidad temporal es diferente de la de los entes
ser un ente de razón, por ende, la de ser semejante a un noúmeno. (y, 83). Se ve así que la Razón, la apercepción trascendental, son
Desde el punto de vista de la cantidad, la Nada es un concepto temporales (y, 85). Al lado de la temporalidad de los entes reales
vacío sin obJeto (y, 51), es decir un objeto al que no corresponde hay una temporalidad trascendental (y, 86). Si se llegase a mostrar
ninguna intuición sensible. En sentido positivo el noúmeno es que la Nada es ingrediente constitutivo de la Razón Pura, enton-
el objeto de una intuición no sensible, en sentido negativo es un ces habría que atribuirle cierta temporalidad originaria (y, 86).
concepto límite (y, 52). La Nada es, así, un noúmeno en sentido Pero esta temporalidad no puede ser la que corresponde a su
estructura noumenal, pues no puede referirse a objetos sino que
86 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 87

debe ser una:temporalidad negativa. Por eso debe arraigarse en muestra un no-Ser. El tiempo se avista, así, desde la natural
el horizonte de comprensión de la propia Nada (v, 87). comprensión del Ser. Pero, como se desprende de las anteriores
Desde el punto de vista de la cualidad, la Nada es un nihil consideraciones, debe buscarse un Tiempo que revele los rasgos
privativum, y corresponde a un objeto vacío de un concepto (y, de la Nada patentizada (v, 125). En este Tiempo se pierde la
91). Esta noción de la Nada tiene su origen en una privación, su significatividad de la realidad, porque el mismo no es significa-
estructura acusa el efecto de una negación (v, 91): carencia, ausen- tivo (v, 125). Se desvanece, por eso, el carácter instrumental del
cia de cualidades positivas. Pero la negación, en este caso, es una ca- tiempo ontológico, no se puede utilizar como instrumento para
tegoría del Ser y, en consecuencia, significa una negación del medir y prever los sucesos mundanales (y, 126). El Tiempo del
Algo (v, 98). Mas la negación absoluta no puede darse en la ex- sueño profundo o del anonadamiento no presenta nada, o si se
periencia, no puede haber un fenómeno que sea el exponente de quiere, "presenta" la' Nada (v, 127). Este tiempo es insignificante,
la absoluta negatividad desde el punto de vista cualitativo (v, vacío, no tiene seriales, ni cosas, no tiene sucesos significativos en
99). En la experiencia, lo que se presenta en forma "negativa" los que pueda reconocer y fijar su curso; no tiene ahoras ni
es la privación y, por ende, como correlato objetivo, el nihil priva- instantes individualizados, no tiene el curso del Tiempo mundanal,
timan, y esto implica, la presencia de un Algo, de un Algo real no tiene el paso del futuro al presente y del presente al pasado
meramente privado de ciertas cualidades positivas (v, 99, 100). Y (y, 127). En el sueño profundo, el Tiempo "cesa" en su curso (v,
esto nos remite nuevamente a un horizonte ontológico. 127), pierde la lógica que lo rige en la vigilia, pierde sus cualida-
La metafísica ha estado tradicionalmente orientada hacia el des topológicas, sus notas metafísicas (v, 127, 129, 130). Desde la
Ser, hacia el 145yog y el 8v. Por eso, para Hegel la lógica es ontolo- Nada, el Tiempo no es, el Tiempo se revela y "aparece" como
gía y no concibe que el pensar piense la. Nada (102, 103). Pero de la propia Nada (v, 130). Hay, pues, una "pa tenda" de la Nada.
lo que se trata no es de pensar la Nada como un no-Ser sino Esta patencia es el desvelamiento de la finitud. El Tiempo a
de pensarla en sí y por sí mismo (v, 103), se trata de pensarla una con la Nada se revela como finito, la finitud del Tiempo es
como un principio que no brote de una negación ontológica sino descubrir en la finitud del Existir (v, 130). El. Tiempo, de esta
que es fuente originaria de una negatividad distinta de aquélla, manera, es el "sentido" de la Nada (V, 131), así como es el sen-
de una negatividad absoluta (v, 103). Semejante negatividad es el tido del Ser, pero se trata de tiempos diferentes.
vacío absoluto de toda sensación (108). Hay situaciones vividas La Nada concebida desde la categoría de relación, se ve e_n el
fenoménicamente en las que se experimenta directamente un esquema kantiano como un ens, irnaginarium, es decir, como una
vacío de sensaciones, como por ejemplo, el sueño profunda. En intuición vacía sin objeto. Un ente imaginario algo que se intuye
este caso no se revela ausencia de cualidades sino la, presencia pero sin requerir la presencia de una realidad correspondiente;
de "cualidades" de la propia Nada (v, 109, 110). Se alcanza es, pues, un producto de la imaginación (v, 141). Kant distingue
a vislumbrar, de esta manera, las evanescentes fronteras de la dos tipos de productos de la imaginación. Al primero pertenecen
abseidad (este sentido de la "abseidad", manejado por el autor, los esquemas que son una determinación temporal del sentido
es diferente del sentido tradicional del término) (v, 110). Hay, interno, es decir del Tiempo, gracias a la cual las categorías pue-
además, fenómenos de la vigilia que testimonian la "presencia" den aplicarse a la constitución del conocimiento objetivo empíri-
de la Nada tal como lo establece Heidegger, por ejemplo, la ex- co. Los esquemas son organizaciones sintéticas de la pura sucesi-
periencia de la angustia y el fenómeno del anonadamiento (v, 111.) vidad, son determinaciones a priori del tiempo según las reglas
Tal fenómeno se origina no por obra de decir "no" al ente, ni Esta parte del trabajo se caracteriza por una exposición suma-
de negar sus atributos o cualidades, sino porque la Nada hace mente rigurosa y completa del concepto kantiano de esquema. Se-
irrupción en la existencia y la anonada (v, 112). La. Nada, en ría trascender el carácter sintético de la presente obra entrar en
este caso, debe entenderse como la Nada en su positiva negati- los sutiles detalles en que entra Maiz Vallenilla. Con lo dicho has-
vidad (v, 113). ta el momento sobre el esquematismo, basta para comprender el
El esquema temporal de la realidad es el de un concepto que sentido de lo que está haciendo. En esta parte del análisis, al
muestra un Ser en el Tiempo (y, 119) y el esquema de la negación igual que en las anteriores, el autor utiliza los conceptos kantianos
88 EL SER, :EL :DEVENIR, EL 'HOMBRE EL SER, EL 'DEVENIR, EL HOMBRE 89
sobre la Nada para mostrar cómo ellos se sitúan en el horizonte samiento empírico en general" (que es la última parte de la "Ana-
ontológico tradicional, lo que impide captar la "patencia" de lítica de los Principios en la Crítica de la: Razón Pura) se ve que
la Nada en su auténtica originalidad. El método de Maiz Valle- estos postulados que se refieren a la modalidad del conocimiento
nilla podría considerarse, lato sensu, como una reductio ab absurdo empírico, ,es decir a su . posibilidad, realidad y necesidad, son
de la concepción kantiana de la Nada, es decir en mostrar cómo exponentes de origen y-estructura ontológicos (y, 205, 206). Desde
partiendo de una concepción ontologizada de la Nada, se llega a luego, como en todo lo referente a los principios del entendimien-
una imposibilidad, lo que muestra que, para enfrentarse al pro- to; tienen su correspondiente esquematismo que sólo puede fun-
blema de la Nada hay r que partir desde un horizonte desontolo- cionar como horizonte: temporal de las categorías , del Ser. Si se
gizado. analiza la manera como funcionan loss esquemas correspondientes
El principal problema, también como en el caso de los anterio- n los postulados, se descubre que no son adecüados para la in-
res conceptos kantianos, estriba en que, desde su posición no se telección de la temporalidad de la Nada. Para mostrar esto, como
puede comprender la temporalidad de la Nada (y, 179). Kant en caso del erts imaginarium hace un análisis sumamente ce-
hace ver que la temporalidad del ens imaginariuni no puede ñido del esquematismo relativo a las categorías de modalidad.
considerarse como una temporalidad diferente de la del ente real, Pasa luego a analizar el principio de no contradicción y muestra
pues si así fuera, habría que considerar dos clases de tiempo, lo cómo hay una relación esencial entre el Ser la Verdad y el lóyog.
que es absurdo porque no hay sino un único Tiempo, lleno de La función del 214yo5 es la aprehensión de la Verdad del Ser. Por
contenidos reales, contenidos que se organizan según la forma que eso la imposibilidad lógica se fundamenta en la imposibilidad on-
él impone (y, 187). La. Nada del ens imaginarium se reduce, así, tológica. Y, por eso, la Nada como nihil negativum tiene sil origen
a una privación de lo real. Resulta, por tanto, una privación re- en principio supremo - que, rige la inteligibilidad del pensa-
ferida a entes, comprendida desde el horizonte ontológico. Y esta miento y que garantiza su Verdad, es decir, su adecuación al Ser
negación no puede considerarse de ninguna manera como una au- y, por ende, su capacidad de manifestarla (v, 210): Lá Nada• re-
téntica Nada (y, 194). sulta, así, una negación (una imposibilidad) en relación a lo que
Cuando Kant considera la Nada en relación a la categoría de es el Ser en su posibilidad (es decir en relación a la posibilidad de
modalidad, la concibe como un nihil negativum, en el sentido que sea un Algo). El nihil negativum no es, como se desprende
de que es un objeto vacío sin concepto (v, 199). Es sin concep- de lo anterior, el producto de una mera contradicción lógica sino
to porque se, trata de un objeto que corresponde a un concepto el exponente de una imposibilidad ontológica (y, 218).
que se contradice a sí mismo. Si un concepto se contradice a sí La posibilidad ontológica se deterrriina, según Kant, mediante
mismo su objeto resulta un objeto imposible. Se trata de algo las condiciones de la posibilidad de la experiencia - (pues para
diferente del ens rationis, porque este ente, aunque no exista es, Kant sólo se - puede conocer la realidad de los objetos .de la - expe-
sin embargo, posible, mientras que el objeto vacío sin concepto riencia). Estas condiCiones regulan la - síntesis productora de 'la
es imposible (y, 200). objetividad, y determinan, por ello, el ámbito y el sentido de
Vemos que en este caso el principio de no contradicción desem- lo posible (V, 228). El esquema de la posibilidad expresa la regla
peña un papel en la determinación del nihil negativum. Lo con- de la síntesis sucesiva, que hace posible la constitución de los ob
tradictorio es imposible, por eso el objeto determinado por un jetos, y la infracción de esta regla decreta la imposibilidad de
concepto a utocontradictorio resulta vacío, vacío de posibilidad (y, que estos objetos existan empíricamente (v, 236). La infracción
201, 202). El objeto que la corresponde es pues la Nada, porque de los axiomas del Tiempo hará que los conceptos referentes a
el concepto atenta contra el principio de no contradicción. objetos .sean imposibles, y, en consecuencia, los objetos corres-
En apariencia se trata de un condicionamiento, puramente lógi- pondientes serán Nada (v, 237, 238):
co. El nihil negativum parece ser la Nada <porque es lógicamente Corrió se ve, todo el anterior mecanismo en la determinación
imposible. Pero si se profundiza en el análisis del pensamiento de la posibilidad - de los objetos es ontológica.' Lo. imposible para
kantiano se descubre , que, en último término, se trata de una im- Kant es únicamente una modalidad deficiente .del •S (v, 243). La
posibilidad ontológica. Si se analizan los "Postulados de todo pen- esencia del flujo temporal que sirve como horizonte del sentido
90 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 91

del Ser (o del no-Ser) está acuñado teniendo como supuesto pia Nada como ens extranundanum (y, 266). El reino de la pura
previo la comprensión natural del Ser (v, 250 y ss.). Razón no es atemporal pues revela una temporalidad de signo
Pero nada de esto puede aplicarse para interpretar la Nada diferente. La Nada, a través de ella, se revela ya no como un
(v, 254). El Ser es presencia, pero el Tiempo de la Nada es un No-Ser (pues todo intento de aprehenderla desde esta concepción
Tiempo sin presencia. En él no se presenta nada, o, más bien, fracasa debido al horizonte ontológico en que se sitúa) sino coma
se "presenta" la Nada en tanto aquello que revela es una Ausen- algo esencial, como la esencial otredad del Ser (v, 256, 257).
cia (y, 255). La Ausencia no significa en este caso desaparición
sino más bien patencia, es decir patencia de la Nada (v. 255). En
esta patencia no cesa el Tiempo sirio que hay Tiempo, así como b) La razón, la técnica y el hombre
hay Nada (v, 255). El Tiempo que se patentiza tiene una estruc-
tura radicalmente distinta de la del Tiempo ontológico, al pa- El viraje que hace Ernesto Maiz Vallenilla, al final de la ante-
tentizarse nos patentiza la tenencia de la Nada en aquél que se rior investigación, frente al concepto de la Razón pura, le abre
halla sumido en ella, una tenencia en que-, aquello que "hay" una perspectiva fundamental; no puede hablarse de un solo tipo
rehúsa toda calificación óntica y ontológica y que la ha "experi- de Razón. Si al lado del Logos del Ser, hay un Logos de la Nada,
mentado" (v, 256). Experimentar significa aquí: disolución del ello quiere decir que el rígido esquema kantiano de la Razón
mundo (y, 256). Quien experimenta la patencia de la Nada se pura y, en general, el rígido marco racionalista que consideraba
tiene a sí mismo como absoluto y comprende desde ella la tem- que sólo hay un determinado tipo de razón, ha sido superado.
poralidad allí revelada (v, 256). Si del problema de la Nada que atañe a la existencia individual
Kant vislumbra todos estos problemas y para superarlos llega se dirige el interés hacia el problema de la existencia humana
a la conclusión errónea de que la Razón no está en el Tiempo organizada en sociedad, se descubre un tipo fundamental de Razón
(v, 257, 260). Pero da, sin embargo, la pista para una posible solu- que aún 'no ha sido analizado con el debido rigor teórico: la Ra-
ción. Cuando se refiere a un Ser (Wesen en el lenguaje kantiano) zón Técnica. El análisis de este tipo de razón es abordado por Maiz
completamente inteligible, pensable sólo por medio de la pura Vallenilla en el libro Esbozo de una crítica de la Razón Técnica
Razón, lo llama ens extramundanum. ¿No indica este procedimien- (Maíz Vallenilla, vitt). El punto de partida es la creación que ha
to un rompimiento del horizonte del mundo circundante, un rom- hecho el hombre contemporáneo de un mundo artificial, diseñado
pimiento del horizonte como fondo de la comprensión ontológica? según un plan mecánico-racional, una suerte de "supra-naturaleza"
(v, 261). Maiz Vallenilla cree que sí. Su concepción de la Razón que posee una teleología propia. Esta creación caracteriza el que-
hace suponer que hay un ámbito en que ella funciona, cuyavi- hacer cultural de manera esencial, determina el sentido de nues-
gencia para el hombre no se agota con el reino del. Logos que tra época (Maíz Vallenilla, vni, 13).
inerva al Ser. En la Razón pura lo imposible empírico se con- El universo técnico se caracteriza , por dos rasgos fundamentales:
vierte en lo posible trascendental (v, 263, 264). Este posible tras- autonomía y autarquía de su dinámica inmanente. La autonomía
cendental es sinónimo de algo imposible (nihil negativum) cuya significa que las leyes que lo rigen (leyes técnicas) son propias,
negatividad no expresa simplemente una mera negación ontológi- características, y, además, que no obedecen a ningún sustratum
ca (un No-Ser), ya que entonces sería algo que quedaría sujeto o mecanismo "natural" sino a un, proyecto estatuido, diseñado
al mundo sensible (de acuerdo a la posición kantiana), sino que y dirigido por un designio, racional fundado por el hombre. Ade-
exhibe la positiva negatividad de la Razón (v, 264). Al lado más, estas leyes no son derivadas de otras más fundamentales sino
del Logos-de la Experiencia cuyo sentido es ontológico, se exhibe un que son -normas dotadas de una coerción originaria, preeminente
Logos de la pura Razón, distinto y. opuesto a aquél en función y soberana en relación a cualesquiera otras. Más aún, las leyes
y jerarquía (v, 256). Este Logos constituye la negación absoluta técnicas, en el mundo contemporáneo, poseen una jerarquía supe-
de la. Razón, rehúsa por principio la legalidad ontológica; el rior y condicionante frente a las normas y leyes que regulan los
sentido de su peculiar "temporalidad" debe buscarse a partir de procesos de cualquier otro sector (teórico o práctico) de la activi-
una comprensión arraigada en la dimensión que inaugura la pro- dad humana (vil', 14).
EL. SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 93
92 EL SER, EL DEVENIR; EL HOMBRE
que hacer una "deducción trascendental", es decir, hay que determi-
La autarquía significa que el desarrollo del proceso técnicó no nar las categorías de la razón técnica como, conceptos que,permiten
obedece a circunstancias externas o aleatorias sino' que está sujeto comprender la posibilida d de la experiencia técnica (vin, 21).
al autodespliegue de su propia técnica: Pero no sólo es indepen- A diferencia de las categorías de la Razón pura que son a priori,
diente frente a cualquier sector diferente de la realidad sino in- es, decir que funcionan de manera universal y hacen posible el
cluso frente a su propio creador, el hombre. A pesar de ser su conocimiento empírico con independencia de las circunstancias
creador, la técnica se desarrolla con independencia de su volun- históricas, las categoría de la Razón técnica sólo tienen una aprio-
tad, de sus deseos y le impone un papel casi pasivo frente a ella. ridad condicionada. La, ratio technica es una constante a priori
El hombre queda alienado frente a su propia creación. de la subjetividad trascendental, pero dicha subjetividad no es
La única manera como el- hombre puede superar la alienación ahistórica. Este hecho plantea graves dificultades metodológicas,
técnica es comprendiendo la ratio technica, puesto que la técnica pero no impide intentar una deducción trascendental directa, par-
es creación de su propia razón. Sólo comprendiendo los funda- tiendo del análisis de los caracteres de la técnica corno fenómeno
mentos se podrá, tal vez, superar su efecto sobre el creador (VIII, histórico y empírico (vm, 22, 23).
14, 15). Para hacerlo, al igual que en el caso del problema de El rasgo esencial de la técnica es el de sistema, pues todo tra-
la' Nada, Maiz. Valleriilla parte del fundamental marco teórico bajo técnico tiene que proceder según reglas que relacionan to-
que ofrece el análisis trascendental de la razón iniciado por Kant. das las partes de lo trabajado. Y el sistema, como- tal, supone
Así como para comprender lo que es el conocimiento racional de una categoría fundamental: la de totalidad (vm, 23). La totali-
la experiencia hay que determinar las condiciones que lo hacen dad no es un mero agregado o compósito <de partes, sino que segrega
posible, así para comprender la manera como se constituye el un novum cualitativo. El sistema en cuanto tal es la expresión de
universo técnico con sus' dos caracteres esenciales, hay que deter- semejante novum. La noción de totalidad remite -a la finalidad. La
minar las condiciones de su posibilidad. Del mismo modo como organización sistemática del proceso técnico como una totalidad
las categórías del entendimiento son las que permiten -Compren- supone un fin en vista del cual se despliega el trabajo. La pri
der la primera posibilidad, las categorías técnicas son las que mera categoría implica la segunda: la totalidad remite a un fin
hacen posible los caracteres constitutivos del universo técnico y de y el fin del trabajo técnico halla su cumplimiento en vista de
su correpondiente dinamismo, la totalidad misma del proceso. La finalidad, como categoría, se
A diferencia de la Razón . pura, la ratio technicci no se Mani- halla subordinada a la totalidad, el fin hacia él cual tiende la
fiesta de manera espontánea, por iniciativa propia, sino por un técnica no es otro que el progresivo despliegue de la totalidad
acicate consustancial al ser mismo del hombre: la voluntad de (vm, 24). Esta relación entre la finalidad y la totalidad muestra
poderío. Es dé esta fuente de donde surgen los proyectos mediante que lo que persigue la técnica de su perfección teleología', es de-
los cuales la subjetividad trascendental, asiento de todas las cate- cir que la técnica persigue el autodespliegue y el autocumplimiento
gorías, diseña el universo y legisla sus procesos (vm, 17). El ori- del sistema (VIII, 25). La perfección es, como se desprende de lo
gen de la voluntad de poderío, es la finitud humana. El hombre dicho, también una categoría subordinada a la de totalidad. (Ibid'..).
al sentir los límites que le impone su finitud, se rebela contra su Mas esta subordinación no significa que la categoría de totalidad
condición y trata de ser absoluto. Por eso rechaza el Ser en cuanto pudiera existir trascendentalmente (en el ámbito de la subjeti-
algo independiente de 'él e intenta considerarlo como una hechura vidad trascendental) sin las otras dos. Las tres categorías de la
del sujeto: Su proyecto creador lo induce .a considerar los' entes ratio technica, totalidad, finalidad y perfección, constituyen una
como simples materiales sobre los que recae el -trabajo del hombre tríada de categorías fundamentales del proceso técnico. Por eso
para lograr su máxima utilización y el acrecentamiento de su ab- todo trabajo técnico se realiza siempre en función de la totalidad
soluto señorío sobre ellos (vm, 18). y su finalidad es alcanzar la perfección de dicha totalidad (vm, 25).
Establecido el origen metafísico de la ratio technica, Maiz Va- Estas tres categorías imponen la existencia de una cuarta. Para
llenilla acomete, en estrecho paralelismo con la metodología' kan- que el proceso técnico pueda alcanzar su fin realizando una tota-
tiana) la empresa de establecer sus categorías. De acuerdo con la lidad perfecta, tiene que estar revestido de un riguroso automa-
metodología indicada, para encontrar las categorías buscadas hay
94 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE ELi SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 95
tismo. La ctutonzaticidad es, así, una categoría constitutiva de la ma (vil', 32, 33). El orden y el sentido naturales del espacio y
ratio technica (vil', 26). Se trata de un automatismo sui generis, el tiempo son remplazados por convenciones, en donde la refe-
porque el proceso técnico persigue su perfección, de manera que rencia inmediata a lo natural es sustituida por puras relaciones
el automatismo no puede ser puramente, mecánico, indiferente a matemáticas de carácter simbólico (vm, 33). El espacio y el tiem-
la finalidad de la técnica. Es un automatismo que no sólo permite po sólo son concebibles en vista de la perfección teleológica del
lograr un fin de manera siempre igual, sino que reajusta el sis- sistema.
tema ante los obstáculos para hacer que alcance la totalidad per- Una vez que se constituye el mundo técnico, de acuerdo al dise-
fecta. Es un automatismo que posee intencionalidad. Ahora bien, ño impuesto por las categorías de la ratio technica, el trabajo hu-
esta intencionalidad automática apunta a la perfección del sistema mano queda involucrado dentro de ,-su dinamismo. Por eso, en
y el sistema se crea para realizar un fin, es decir para que ejerza lugar de ser un agregado de actividades individuales y autosuficien-
una determinada función. De aquí se deriva que el concepto de tes, se reduce a una unidad funcional en donde cada "parte"
función es otra categoría de la ratio technica (vni, 27). En este (acto de trabajo) pierde su individualidad y autonomía y funcio-
sentido todo elemento que intervenga en el proceso técnico se na de acuerdo a lo exigido por la totalidad (vni, 36). Y la única
objetiva y define por la función que ejerce dentro del sistema. manera de funcionar de esta manera es mediante la especializa-
Sólo cuando las partes actúan funcionalmente dentro del sistema ción, pues la perfección teleológica impone a cada parte un todo
puede éste ser, a su vez, funcional con respecto al fin perseguido determinado, que no es autónomo puesto que es impuesto por el
(vni, 29). Por eso, los elementos del sistema carecen de individua- sistema. El trabajo resulta, por eso, objetivado como mera ocupa-
lidad, todos ellos son homogéneos o intercambiables y reemplaza- ción funcional y se independiza del hombre pues le fija un curso
bles, lo único que se espera de ellos es que cumplan una deter- necesario a su actividad, un curso mecánico que termina por ser
minada función. Lo esencial en el funcionalismo técnico no es la una labor repetitiva. El operado queda, así, transformado en sim
cualidad intrínseca, la posible actividad que pueda desplegar el ple "funcionario", en instrumento. El ser humano queda alienado
individuo, sino su rendimiento anónimo en vista de la perfección en el mundo técnico, pierde su calidad de persona, es decir, de
funcional del sistema. No hay en relación al sistema otro criterio ser libre que trabaja para alcanzar metas propias. El telos del
de valoración que el de rendimiento del trabajo de los elementos, proceso de trabajo condena al hombre a la autodestrucción
es decir el de la efectividad que despliega el instrumento dentro de su más propia posibilidad de autonomía personal e incrementa
del "Todo" en el que se halla inserto (viii, 30). su condición de simple instrumento puesto al servicio de la totali-
Debido a que las categorías de la Razón técnica suponen un dad (vm, 37, 38, 39). Esta condición, debido a la perfección te-
contexto espacio-temporal sobre el que ejercen su actividad regu- leológica del sistema, hace que todo el quehacer humano pierda
ladora, el espacio y el tiempo sobre los cuales se desarrolla el pro- su finalidad natural y sólo tenga sentido en tanto contribuya a
ceso técnicos son modalizados y esquematizados de acuerdo con el afianzar el perfeccionamiento del sistema. Sólo las exigencias de
diseño impuesto por dichas categorías. El espacio y el tiempo, la propia técnica cuentan para organizar el trabajo, sin que estas
resultan, de esta manera, funciones del sistema Que esto es así se exigencias tengan nada que ver con los intereses propiamente hu-
-ve claramente en los servomecanismos en los que el tiempo y el manos (38, 39).
espacio intervienen como ingredientes activos en la autorregula- De la situación que acabamos de señalar se desprende que el
ción del sistema. Por eso en el mundo de la técnica el espacio hombre queda privado no sólo de su formal libertad sino que
y el tiempo dejan de ser propiedades "naturales" de los fenóme- toda auténtica libertad se autodestruye en su esencia. En todo
nos y desempeñan una función dinámica en la creación de una intento de ejercer su presunta "libertad", por vía de autorregu-
nueva realidad, de esa especie de "supranaturaleza" creada por lación negativa se termina incrementando teleológicamente la au-
la Razón técnica del hombre (vm, 31, 32). El espacio y el tiempo tonomía y la autarquía del proceso técnico mediante el perfeccio-
se organizan, así en estructuras o campos totales, con propie- namiento del sistema. La praxis humana tiene COMo modelo y
dades diferentes de las métricas y topológicas naturales, estructu- praxis final la de los autómatas inteligentes (vm, 41). El sentido
ras destinadas a lograr la perfección teleológica del propio siste- y los resultados de la actividad del trabajo, entendido en esta
96 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL. DEVENIR, EL: HOMBRE 97
forma, denotan < los síntomas de una progresiva y creciente alie- amor funciona como revelador fenomenológico del ser perso-
nación (vm, 42). La funcionalidad del sistema reduce al hom- nal (vm, 203,. 204).
bre a un simple medio o instrumento y desvirtúa su dignidad de Ahora bien, la manifestación del ser genérico, además de reve-
fin en sí (vm, 42, 81). El hombre queda, así, prisionero de su pro- larse a través rdel amor, es la expresión más alta y depurada de la
pia creación que le impone caracteres que no corresponden a su racionalidad que puede alcanzar el hombre en su proceso de auto-
existencia auténtica. La técnica deja de ser una creación por y objetivación espiritual. El eros no es, como usualmente se cree,
para el hombre, el hombre es ahora por y para la técnica. un impulso irracional sino un posibilitador de esa elevada racio-
El aspecto más grave de la alienación que experimenta el hombre nalidad cuya presencia patentiza (vm,, 204). Esto muestra que la
cuando es sometido a la dinámica del mundo técnico se revela técnica y el amor no se excluyen, sino que pueden complemen-
en su relación con los Otros, es decir, con sus "semejantes". De- tarse, puesto que la técnica es una manifestación de la razón en
bido al funcionalismo del sistema, el Otro aparece como un su función de ratio technica. Su aparente exclusión se debe a que
mero engranaje, como un puro medio o instrumento y queda, la técnica moderna se ha orientado por la voluntad de dominio,
así, depojado de su condición de persona. Pierde su carácter de pero nada impide que se oriente por el amor (vm, 204). Al ser
prójimo porque su cercanía se ve sólo como "semejanza", como dirigida por el eros potenciaría lo más humano y racional del
igualdad de una cosa con otra. La vida social, económica y po- hombre, su conciencia y condición de ser genérico, y la propia
lítica se transforma, de esta manera, en un mecanismo deshuma- técnica sería también fuente y raíz del más auténtico humanismo
nizador en el que el hombre es manejado por el hombre como (vm, 204).
una simple cosa (vm, 81, 82, 83, 92, 212, 238). Si se procediera de esta manera, la existencia humana dejaría
Llegado a este punto es inevitable, como señala Maíz Vallenilla, de estar alienada, la sociedad, en lugar de ser ,como una máqui-
hacerse la pregunta: ¿hay alguna salida?; ¿debemos resignarnos a na en la que los hombres son instrumentos, llegaría a ser una
no ser ya nunca :más dueños de nuestro destino, a ser meros pro- comunidad en la que, en lugar de semejanza (entre cosas o ins-
ductos reificados de un dinamismo implacable que parece perse- trumentos), habría proximidad entre seres humanos. La técnica;
guir sus propios fines con independencia de las voluntades hu- al acrecentar la conciencia genérica, haría posible la existencia
manas? comunitaria como expresión máxima de la racionalidad en la
La respuesta del autor es positiva. Sí, hay salida y la única convivencia humana (vm, 204, 205). (También en vi, en la se-
manera de encontrarla es a través del humanismo, pero de un gunda parte).
humanismo con sentido histórico. Clásico, porque se funda en Este planteamiento que se funda en la convicción de que es
la única base que puede tener el humanismo: el reconocimiento posible un humanismo radical que permita la- forj ación de una
de que el hombre es un fin en sí y no un simple medio o instru- sociedad realmente comunitaria, presenta el problema de su po-
mento. Pero histórico, y en este sentido de nuevo cuño, porque sibilidad. Desde luego, si la técnica se utiliza en el sentido pro-
no puede desconocer que estamos en la actualidad en una situa- puesto por Maiz Vallenilla, el problema queda resuelto. Pero
ción histórica que no puede ignorarse. Si queremos partir del ¿puede utilizarse en este sentido? La respuesta que da Maiz Valleni-
humanismo par_ a evitar el peligro de alienación total que se cierne lla es que sería imposible si el hombre tuviera una naturaleza.
sobre nosotros, tenemos que partir de la propia técnica. En lugar Es usual pensar que la técnica niega la naturaleza humana por
de dejarnos utilizar por la técnica tenemos que utilizarla para que lo instala en un mundo artificial. Pero el hombre es un ser
eminentemente creador y la - técnica puede ser utilizada por él
afianzar nuestra condición humana. La única manera de hacer para diseñar y proyectar un modeló humano que, siendo creación
esto es que el hombre se objetive no como instrumento sino bajo del propio proyecto técnico, -dignifique su condición en sus as-
la luz de una conciencia genérica, es decir, rcomo miembro per- pectos más humanos, es decir, más racionales. (vm, 234). El único
teneciente a la especie humana, y, en consecuencia como un seme- "límite natural" que circunda todo posible humanismo radica en
jante (vm, 203). Pero esto sólo puede lograrse mediante un agente el respeto que debe tenerse ante la existencia, la vida y la digni-
que destaque, en el hombre, su ser personal, esto es: el amor. El dad propias del hombre (vm, 205). Por eso es posible utilizar la
98 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL 'SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 99

técnica para lograr la autocreacióri humana,- es decir, una apró- en Argentina, Víctor. Andrés Belaúnde en el Perú, pueden conside-
ximación cada vez más cercana a la existencia social como ser rarse como pensadores católicos interesados en hacer una filosofía
genérico, como una comunidad en que todos los hombres estén que defienda la concepción cristiana de la vida y que se enfrente
próximos unos a otros, no cómo cercanía espacial sino como cer- a los problemas tradicionales y a los nuevos problemas derivados
canía espiritual fundada en el amor. La técnica, asi, como ex- de la situación- histórica contemporánea, utilizando categorías de
presión de la racionalidad humana, sería orientada por el eros. la filosofía cristiana (los dos primeros se encuadran dentro de la
Eras y ratio se manifiestan' 'como vertientes complementarias de tradición tomista, el último dentro de la' tradición agustiniana).
la racionalidad esencial del ente humano. La técnica 'no sólo no Entre los pensadores católicos de la tercera generación que han
se opone al humanismo sino que en ella puede albergarse el ger- hecho obra importante, deben mencionarse .a Antonio Gómez Ro-
men de un nuevo humanismo. Pensar este humanismo, proyectarlo bledo (México), Alberto Wagner de Reyna..>(Perú), Octavio Nico-
yi forjarlo en la conciencia planetaria que posibilita la técnica, lás Derisi (Argentina), Alceu Amoroso Lima (Brasil). De todos
será la gran tarea del futuro (vial, 241, 242, 243, 244, 245). ellos, Octavio Nicolás Derisi es el que ha realizado una obra más
amplia y sistemática desde el punto de vista del pensamiento cris-
tiano. Gómez Robledo y Wagner de Reyna han orientado sus
8. OCTAVIO NICOLÁS DERISI: DIOS COMO SUPREMO FUNDAMENTO contribuciones más hacia la exégesis que al desarrollo sistemático.
El segundo, en forráa muy personal; ha desarrollado una- filosofía
Durante la Colonia existió en nuestra América una importante que rebasa los marcos del pensamiento cristianó tradicional.
tradición filosófica que incorporó, a nuestra cultura la filosofía Desde el punto de vista del contenido teórico de su obra, Octa-
escolástica. Después de la Independencia, la tradición, se perdió vio Nicolás Derisi puede, considerarse como ,tomista puro. Sus
por completo. Pero, debido a la influencia del historicismo de Or- mayores esfuerzos han sido dedicados 'a desarrollar, de - manera sis-
tega y Gaos, que contribuye a originar el movimiento de historia temática, el pensamiento tomista utilizando un lenguaje a la vez,
de las ideas y de filosofía de lo americano que inicia Leopoldo riguroso y pedagógico. Puede decirse que en su obra .que-:es muy
Zea, se comienza a prestar atención a la filosofía colonial. Se vasta, incluye la totalidad del pensamiento tomista y que en este
descubre, así desde nuestra moderna perspectiva,, que la filoso- aspecto, es 'tal vez el pensador latinoamericano que ha expuesto
fía que se desarrolla en los siglos XVII y xvin tiene una extraordina- este pensamiento de manera más completa. En. relación al terna
ria calidad que la acerca a los mejores trabajos de la escolástica del presente libro, 'es decir, a las contribuciones originales de los
europea. Españoles. que hacen su carrera intelectual en América pensadores latinoamericanos .de la tercera generación •y de las ge-
y hombres nacidos en estas tierras como. Pefiafiel, Olea, Aguilar, neraciones posteriores, es interesante la polémica que Derisi sostiene
Bricerio, Espinosa Medran° (El Lunareja), Díaz de Gamarra; contra algunas expresiones importantes del pensamiento moderno
Isidoro de Celis y otros, no sólo despliegan en sus escritos un co= como la fenomenología, la filosofía de los valores, el existencia-
nocimiento de todo lo importante de lo que existe en su época sino lismo y el marxismo. Es interesante porque muestra la manera
que hacen gala de poder creador y originalidad. cómo el pensamiento católico latinoamericano se enfrenta, desde
Durante la vida republicana no faltan ,pensadores católicos pero su propia situación histórica, a la filosofía europea.
no hay nada que, pueda llamarse sistemático, y menos original. Es Para comprender el sentido de la polémica de Derisi contra las
sólo a finales del siglo pasado y comienzos del. presente, que el mencionadas corrientes, es conveniente, exponer los fundamentos
pensamiento católico comienza tomar cuerpo y a manifestarse teóricos que utiliza para fundamentar' sus ataques. Estos funda-
de manera cada vez más perfilada. Pero aunque algunos pensa- mentos son los de la filosofía tomista en su -, más pura ex-
dores de esta época son católicos como por ejemplo Vasconcelos presión. La crítica está orientada, esencialmente, al aspecto ético
y Molina, la filosofía católica propiamente dicha, es decir, ex- de las doctrinal, pero incliiye también aspeCtos ontológicos y
puesta en forma sistemática y con aportes personales, comienza episteniológicos pues, de acuerdo, con la doctrina , tomista, la ética
a manifestarse con vigor en la'generación de los forjadores. tiene su último fundamento en el conocimiento del ser.
Pensadores como Oswaldo, Robles en México, Nimio de Anquim
100 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 101
EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE
Philosophia Perennis posesión. Ahora bien, como no hay causa eficiente sin y
los seres no inteligentes del universo no pueden . ellos mismos
De acuerdo con la doctrina tomista, el ser es el fundamento on- perseguir su propia finalidad, esto prueba que hay una inteli-
tológico último de toda realidad y de todo conocimiento. El co- gencia que ha ordenado toda la causalidad eficiente hacia un
nocimiento, producto de la inteligencia, carece de sentido y de fin supremo. Toda la actividad del universo, aun la material,
posibilidad si no está referida al ser. (Los fundamentos metafísi- está, pues„ necesariamente gobernada y dirigida por una inteli-
cos deForden moral; 12). La inteligencia es siempre un conoci- gencia. (u, 29, 30). La finalidad que Dios .ha impuesto al uni-
miento. Toda filosofía, aun la más crítica y rigurosa, o es ontoló- versó es < que cada ser tienda a la máxima perfección en relación
gica o no es nada (II, 13). La inteligencia sólo.. funciona como a su esencia, es decir, que cada ser realice con plenitud su esencia o
conocimiento del ser. Fuera de la inteligencia el hombre no tiene forma, es decir, su naturaleza. El mundo es pues ordenado, es un
ninguna posibilidad - dé comunicarse con el mundo objetivo. Por cosmos en el sentido de que todo ente ,tiene, en él, su lugar natu-
este motivo- la ética debe erigirse sobre la noción de ser. Todo ral, su -forma esencial y el impulso para alcanzar plenamente.
intento de .fundamentarla .de modo diferente está destinada: al Pero esta plenitud en relación a su propia esencia no es sino
fracaso (n, 18). El ser no puede definirse, puesto que es el funda- una consecuencia del fin supremo debido al cual se ha creado.
mento de todas las-'definiciones. :Más . que una noción común a el universo: este fin es la gloria de Dios (xuc, 70, y ss.). Dios
todos los seres, expresa .1a semejanza de la relación de cada esen- sólo puede tener un fin: amarse a sí mismo, puesto que es per-
cia a su existencia. La unidad ,del•concepto de ser es una analo- fecto y absoluto. Dios no crea a los demás seres para completar su
gía 'desproporcionada (11, 18, 20, 22). ser puesto que no necesita completar su perfección; los crea para
Lo bueno expresa el ser en cuanto apetecible. Lo que" constituye que participen de su propia perfección. Todo ser es, pues, depen-
la apetecibilidad del ser es el mismo :ser en cuanto acto o -perfec7 diente de Dios y tiende a él como la su último fin. Al tender a
ción, es decir, el ser en posesión de, todo aquello que le conviene él, tiende a realizar su esencia; o mejor aún, el impulso de todo
según - su esencia. Esto permite enunciar el principio: 'todo ser es ser, natural o espiritual, de realizar plenamente su esencia, es
bueno y todo lo bueno es ser, (n, 23, 25). A ésto se :llama bon- la expresión de su tendencia hacia Dios. Esta tendencia es de par-,
dad trascendental. El fin es el bien en cuanto capaz de poner en ticipación de la bondad y perfección absoluta de Dios. La per-
acto una:tendencia a su prosecución. Todo- ser es bueno, todo lo fección absoluta es la gloria de Dios, su gloria .objetiva, ontoló-
buen:o es apetedible y todo -lo apetecible es fin. La posesión del gica. La gloria formal de Dios es el conocimiento y la aprobación
bien - o fin apetecible engendra el goce y la quietud. El fin tiene que el hombre, en cuanto ser racional, tiene y hace de la perfec-
un influjo causal en relación a los ,sereá inteligentes, puesto que ción y bondad absolutas de su creador (II, 73, 74, 75).
el fin que éstos persiguen es la causa que los mueve (en tanto La glorificación de Dios por el hombre conduce a éste a su
causas eficientes) a modificar la realidad para alcanzar la meta. máxima perfección ontológica, a la actualización plena de las
Pero también tiene un influjo causal sobre todos los seres del potencias -de su naturaleza racional, de su inteligencia con la
universo debido a la' estructura metafísica del mundo.- El fin es posesión de la Verdad, de su voluntad con la posesión. del Bien
la primera de todas las causas que ordenan el encadenamiento de infinito; Verdad y Bien que son Dios. Y viceversa, el hombre no
las causas eficientes. Si no hay fin, no puede, por eso, haber puede alcanzar la actualización :de sus potencias, la máxima per-
causalidad eficiente. Por eso incluso los seres irracionales proce- fección en tanto ser humano sino mediante la glorificación de
den orientados hacia un fin. La determinación del fin , se hace, Dios (u, 113). La glorificación' formal de Dios constituye la plena
en los seres inteligentes, por el apetito racional, en los irraciona- felicidad del hombre, felicidad que sólo puede conseguirse, de,
les por el apetito natural (n, 26, 27, 28):- manera total, en la otra vida (xxx, 114). El universo, en tanto
Pero el fin puede no existir cuando determina la acción del ser. creación, tiene como fin supremo la glorificación de Dios. Cada
La inteligencia persigue un fin que aún no existe (como objeto ser, según su perfección ontológica, participa en mayor o menor
poseído). En esencia no puede concebirse un fin sin una inteli- grado en la glorificación de Dios. Los seres irracionales van par-
gencia que dirige la actividad eficiente hacia su realización o ticipando en- mayor grado conforme pasan de lo inanimado a lo
102 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, -EL DEVENIR, EL HOMBRE 103

vegetal y, luego, a lo animal. El hombre, en tanto ser espiritual tendido sustituir a. la concepción cristiana de la vida. Ellas son
racional, participa en grado mucho mayor. Hay, así, una jerarquía: la filosofía de los valores de origen fenomenológico, el- existen-
ontológica de los entes del universo, determinada según el grado cialismo ateo de Heidegger y Sartre y el marxismo. La filosofía
de- cada cual en la glorificación de Dios (n, 121). de los valores de origen fenómenológico, tal como la desarrollan
Establecidas las bases metafísicas del sistema, el planteamiento Scheler. y Hartmann, tiene el mérito de haber realizado una críti-
y la solución del problema moral se sigue de manera simple y ca -fundada del fornialismo kantiano (que rechaza una ética de
directa. El fin último del hombre es, como hemos visto, la glori-. los bienes), pero tiene graves limitaciones, inevitablemente deriva-
ficación de Dios. La voluntad tiende, por eso, necesariamente, a das de su fundamento fenomenológico. El error de la fenomenolo-
su objeto formal, que es la posesión dele Bien absoluto, Dios. Pero gía es su carencia de fundamento ontológico, su permanencia en
por ser la voluntad de un ser finito, su objeto- material puede el ámbito de la conciencia. Porr eso la moderna filosofía de los
ser múltiple. En cuanto fin de su. voluntad es, desde luego, un valores se queda únicamente en el valor, es decir, en el ámbito
bien, porque un objeto material no puede dejar de cumplir las de la persona. No percibe que el fundamento del valor es el
condiciones formales. Pero, debido a la multiplicidad de bienes bien. El valor, según el tomismo, es siempre un bien apetecible,
entre- los que puede elegir,' persiguiendo su plenitud y su bien y no puede separarse, por eso, del ser. (n, 313, 314; Filosofía de la
último, el ser humano puede elegir bienes .que se opongan a la cultura y de los valores,. 156,- y ss.).
realización de; su perfección última, que es •el acercamiento a Dios. Según Derisi, Heideggex, en la analítica existencial, llega a un
Es este hiatus entre el objeto formal y el objeto material de la relativismo insostenible, parque sostiene que el mundo , y el es,
voluntad lo que constituye la libertad (n, 149 y ss. Especial, pacio, el tiempo y la historia no son sino en, la existencia hu-
mente 165, 166, 167). mana, 'pues mundanidad, espacialidad, temporalidad e historici-
La norma moral se puede, ahora, comprender fácilmente, según dad constituyen la esencia misma de la existencia humana.: El
él planteamiento tomista. Si el fin último es la glorificación de ser queda, así, clauso y relativizado en el ser de la existencia hu-
Dios; o, lo- que es lo mistno, la realización de su esencia- en tanto mana. A pesar de' que en sus últimos escritos Heidegger intenta
comprensión y posesión dé Dios, la norma moral será aquella superar' este relativismo con la afirmación de que el ser se re-
norma que encauza su comportamiento a la realización de su fin. vela en el ser de la existencia humana sin identificarse necesaria-
último. Hay una norma objetiva, que es el comportamiento en mente con ésta, sin embargo, el ser revelado no tiene sentido
cuanto tal, cuyo últiMu fundamento está en Dios, y una norma como revelado, como pura presencia en el ser de la existencia.
subjetiva que es captada por la inteligencia, en tanto la inteligen- Queda, así, bloqueado el camino para llegar al ser trascendente,
cia es capaz de captar lo que permite al hombre acercarse a Dios pues Heidegger ignora el único camino para alcanzarlo: 'el del ra-
y lo que no lo permite (xix, 348, y ss.). Es, pues, el último fin ciocinio intelectual. El ser se agota en su mera revelación o epifa-
del hombre y de las cosas lo que hace posible la constitución de nía. Heidegger cae, pues, en el relativismo agnóstico y en el ateísmo.
la norma moral, ya sea como norma objetiva (encauzamiento del En la ontología fundamental de Heidegger el problema moral
comportamiento de acuerdo con este fin que es la glorificación de. ni siquiera puede plantearse: han desaparecido todos los tér-
Dios), ya sea como norma subjetiva (comprensión de la inteli-. minos que dan sentido á la ética. No hay ya un sujeto que per-
gencia de cuál debe ser este comportamiento). Esto permite com- feccionar, no hay un bien objetivo ni una ley moral que sea ma-
prender también por qué las normas morales son eternas, por nifestación de principios eternos. Sin una esencia' anterior cuya
qué ellas expresan la inteligencia y la voluntad de Dios que, en plenitud deba alcanzar, sin un Dios trascendente creador, sin un
sí; es inmutable (u, > 361). Dios conservador, actuante y legislador, sin normas ni valores de-
rivados de la ordenación del ser hacia Dios, la existencia humana
La lucha contra el materialismo y el reformismo queda sola, abandonada a su <propia libertad, constituida desde
y por la, nada, enteramente amoral, sin posibilidad de ser buena o
Partiendo de estas conclusiones, Derisi se enfrenta a algunas de mala (ir, 327, 328, 329).
las concepciones modernas que en los tiempos actuales, han pre- El amoralismo se presenta aun más acentuado en Sartre, que
104 EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE EL SER, EL DEVENIR, EL HOMBRE 105

concibe a la existencia lurnana como una pura libertad vacía objetivos y absolutos, sino que se determina en relación a los
de ser, sin ningún valor trascendente sobre el cual pueda fun- resultados perseguidos. El comunismo se coloca a sí mismo en la
dar su acción, sin nada antes a después que ella. Sin una pura cima de la evolución social y contradice con esto el principio del
autocreación o elección libre de sí, no puede haber ninguna dinamismo dialéctico, según el cual no hay nada definitivo. Y
moral. Sartre tiene una posición metafísica agnóstica, afirma De- al enseñar que es bueno todo lo que favorece su implantación
risi, para él no hay normas o fines trascendentes a los que deba y malo todo lo que se opone a él, se,reduce a un pragmatismo uti-
someterse la voluntad humana para constituirse en buena. La litario llevado hasta sus últimas consecuencias. Y esto conduce al
situación. para Sartre es exactamente lo contrario de lo verdadera- maquiavelismo (el fin justifica los medios) y naturalmente, al amo-
mente ético. En lugar de que la libertad se oriente hacia la reali- ralismo (n, 334, 335 336).
zación de valores objetivos que la trascienden, son los valores los
que son originados y determinados por la libertad. El carácter
moral no depende de nada trascendente al hombre, sino que
es puramente subjetivo, dependiente y creado por el mismo hom-
bre de acuerdo con su situación. Para Sartre, lo que interesa desde
el punto de vista ético es la fidelidad al valor elegido. Desde lue-
go esta fidelidad no tiene ningún sentido puesto que depende
de la libertad y uno puede cambiar el valor elegido a voluntad.
Vemos, así, que el amoralismo más radical es la consecuencia
del existencialismo nihilista y ateo de Sartre. La imposibilidad
de soda actividad auténticamente moral en Heidegger y Sartre
depende, en último término, de la raíz irracionalista de sus siste-
mas que desconocen el poder de la inteligencia para develar el
ser trascendente e inmanente. Sin un fundamento ontológico o rea-
lista, hecho posible por la luz de la razón, es imposible toda
moral (n, 230, 231, 232).
En cuanto al marxismo, su fundamento materialista hace, igual-
mente, la ética imposible. En efecto, según el materialismo dia-
léctico, doctrina principal de Marx, todas las creaciones del
espíritu no son sino productos de, la materia. Por medio del mo
vimiento dialéctico de la materia, se van generando todas las
manifestaciones de la cultura: el derecho, la filosofía, la religión
como superestructuras o ideologías que corresponden al grado
de evolución de los medios de producción. En el plano indivi-
dual la materia engendra la conciencia, y en el plano social los me-
dios de producción engendran las ideologías que no son sino
medios para justificar el grado o momento de la evolución social
en un momento de su historia.
El fundamento materialista de la doctrina marxista, sigue afir-
mando Derisi, no deja lugar para una verdadera libertad y el
hecho de que el marxismo coloque a la actividad moral en el pla-
no de las ideologías, conduce al relativismo ético. Lo bueno
y lo malo no se funda en el conocimiento verdadero ni en valores
EXÉGESIS Y CREACIÓN 107
téntica, sigan preparándose, formándose de manera intensiva y
sin concesiones para, de esta manera, llegar >un día a la auténtica
creación filosófica. Hay, pues, que asumir a fondo, hasta sus úl-
III. EXÉGESIS Y CREACIÓN timas consecuencias, el pensamiento occidental, para poder par-
ticipar en él de manera creadora.
COMO HEMOS dicho en el capítulo sobre los problemas metodo- Los que adoptan la actitud asuntiva consideran, por eso, que
lógicos a los que tiene que enfrentarse quien quiera escribir un la exégesis filosófica debe ser el centro de sus actividades. Por
libro como el presente, uno de los aspectos más interesantes del el hecho mismo de que hubo en los •inicios de nuestra filosofía,
pensamiento latinoamericano es la obra exegética realizada por cierto desenfoque en la comprensión de los grandes maestros euro-
algunos de sus más característicos representantes. La exégesis peos y que es necesario recuperar la tradición filosófica que haga
filosófica tiene importancia entre nosotros por una razón histórica. posible la creación auténtica, es imprescindible y urgente el cono-
En Despertar y proyecto del filosofar latinoamericano mostra- cimiento riguroso del pensamiento de esos grandes maestros. 13e
mos cómo la tercera generación se bifurca en dos grupos: el afir- esta manera muchos miembros de la tercera generación comienzan
mativo y el asuntivo. El primero encabezado por Leopoldo Zea a estudiar el pensamiento occidental de todas las épocas, pero con
e integrado por el grupo Hyperión más algunos pensadores aje- especial predilección el contemporáneo que es el que realmente
nos al grupo, sostiene que ya ha llegado el momento de hacer les interesa. El de otras épocas es considerado como necesario para
filosofía auténtica, que esta filosofía, en parte, ya ha comenzado comprender el contemporáneo. Reconstruyendo la historia, in-
a hacerse al haberse utilizado ideas europeas, interpretadas desde tentan llegar a la modernidad para, de este modo saber a qué
las perspectivas y posibilidades americanas, para ser aplicadas al atenerse- sobre el verdadero significado del pensamiento occidental..
manejó de nuestra realidad política y social.i Por tratarse de una Se trata de un trabajo modesto, sin pretensiones de lucimiento
filosofía como expresión de nuestra realidad, la autenticidad filo- personal, pero con una meta clara e indesmayable: ofrecer el co-
sófica debe comenzar por el estudio de esta realidad en la que nocimiento riguroso del gran pensamiento europeo, tratar de in-
adquiere sentido nuestro filosofar. Debe comenzarse, así, por una terpretarlo de la manera más exacta y ceñida posible, para luego,
interpretación filosófica de nuestro propio ser de latinoamericanos. con el tiempo, seguramente no muy lejano, comenzar a elaborar
El segundo grupo integrado por una mayoría sudamericana (en lo propio. Trayectoria humilde y meta orgullosa, de agresiva auto-
el que se encuentran también figuras mexicanas como Robles, Gó- afirmación Tal vez por eso, la exégesis se va transformando en
mez Robledo, García Máynez) considera que no ha llegado aún una hermenéutica creadora desde la que se manifiestan algunos de
el momento de hacer filosofía auténtica porque el movimiento re- los aportes más originales del pensamiento latinoamericano. Pero,
cuperativo iniciado por la segunda generación no ha llegado aún sobre todo, por el consabido significado de la verdadera exégesis.
a su término.2 Es necesario seguir perfeccionando nuestra forma- Todo repensar un pensamiento conduce a conclusiones propias. El
ción técnica, nuestras posibilidades de comprender a fondo las pensador original lleva su pensamiento hasta un punto determinado.
grandes creaciones del pensamiento occidental para, de esta mane- El que trata de interpretarlo, si lo ha seguido fielmente, llega a
ra, al repensar lo pensado podamos ascender hacia nuestro propio este punto terminal del pensador interpretado y tiene que seguir
pensamiento y contribuir de esta manera a enriquecer el acervo marchando. El pensamiento tiene una dinámica implacable. No
de la filosofía universal. Es por eso, necesario, que los miem- puede determinarse en las formas fijadas por los pensadores in-
bros de la tercera generación, aquellos que asumieron la tarea de dividuales. Una exposición mediocre puede tal vez ser útil •a quien
realizar la exigencia de los forjadores de hacer una filosofía au- carece de los textos originales y quiere tener algunas nociones ele-
mentales sobre el pensador lexpuesto. Pero el que de verdad re-
. Despertar y proyecto del filosofar latinoamericano, p. 77 y ss., p. 95 y ss.
Esta actitud corresponde a los comienzos de, la trayectoria filosófica de la piensa un pensamiento va, sin quererlo, más allá de a Y en este
Tercera Generación; pero rápidamente quienes así piensan, comienzan, por ir más allá, no por el prurito consciente de superarlo sino debido
gravitación natural de su propia recuperación de la tradición occidental, a a que al interpretarlo dinamizó su pensamiento siguiendo un
hacer filosofía creadora. camino irreversible, comienza a manifestarse una inevitable ori-
[1061
108 EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 109

ginalidad. Por eso la exposición de ciertas manifestaciones de más cordial y respetuoso, va demoliendo, en su obra de exégesis,
nuestro pensamiento exegético tiene gran importancia para com- todos los conceptos de filosofía que de manera directa o indirecta
prender el sentido del proyecto de filosofar latinoamericano y contiene el pensamiento de los grandes filósofos. No deja salida.
la manera como se ha ido realizando. Por medio de una crítica implacable de los conceptos de la fi-
losofía que se suceden a través de la historia, nos muestra, que
todos ellos son unilaterales e insostenibles. Y en este mostrar ne-
1. EUGENIO PUCCIARELLI: FIDELIDAD INTERPRETATIVA Y CONCEPCIÓN gativo emerge lo que, para él, es la filosofía.
SUSPICAZ DE LA FILOSOFÍA Desde luego su • obra no se reduce a este quehacer. Como suce-
de siempre, es imposible subsumir una obra copiosa y variada bajo
Entre los filósofos que nos atrevemos a llamar exegéticos destaca un solo rótulo. Al lado de su obra crítico-exegética, hallamos in-
en especial lugar Eugenio Pucciarelli, argentino, uno de los prin- vestigaciones sobre temas diversos, como el concepto de tiempo
cipales discípulos de Francisco Romero. En su obra> se puede (al que confiere una gran importancia) y la relación de las ideolo-
seguir de manera transparente el recorrido que acabamos de des- gías con los dinamismos sociales. Pero en todas ellas hallamos el
cribir. Pos&do enteramente por el ideal de recuperar la tradición mismo sentido crítico y, en el fondo, el mismo horizonte de bús-
filosófica en América Latina, señalado por Romero, y convencido queda de la ultimidad: qué es eso que llamamos filosofía.
de que para lograr este propósito es imprescindible ofrecer los Para seguir lo principal de su pensamiento, comenzamos con la
medios conceptuales adecuados, dedica sus mayores esfuerzos a exposición de algunos de sus ensayos = exegéticos con que se ve
exponer con un rigor y una limpieza ejemplares la obra de nu- con especial nitidez cómo la interpretación le sirve para mostrar
merosos e importantes filósofos europeos, desde Descartes hasta lo que no es filosofía y luego hacernos ver cómo, por medio de
nuestros días. En esta labor de exposición y de exégesis doctrina- un análisis del concepto del tiempo en Hegel, en la concepción
ria contribuye de manera significativa a crear el clima que, como vulgar y en el arte, se va acercando cada vez más a su propio
recordamos en la Introducción, Romero llama de normalidad filo- concepto de lo que es la filosofía. El orden que seguiremos no
sófica. Pero conforme avanza en su obra, Eugenio Pucciarelli va es estrictamente cronológico pues está orientado a la compren-
revelando un temperamento filosófico exactamente contrario de sión del desarrollo del propio pensamiento del autor.
lo epig;onal. Al rigor y fidelidad que pone en la exposición, agre-
ga el rigor con que critica las ideas expuestas y, por medio de esta Lá causalidad en Descartes
crítica, va emergiendo a lo largo de una amplia trayectoria, un
concepto personalísimo de lo que es la filosofía. Un concepto que En la causalidad en Descartes (uno de sus primeros trabajos, n)
pocas veces se explicita porque a Pucciarelli no le interesa hacer Pucciarélli parte del análisis• del concepto cartesiano de causalidad
notar su pensamiento ya que es un convencido de que la auten- para, pasando por la crítica de este concepto, terminar con una
ticidad creadora del pensamiento latinoamericano habrá de en- crítica general del racionalismo clásico. En el estudio del proble-
contrarse en el futuro. Pero a veces, obligado por la propia di- ma de la causalidad en Descartes —nos dice— la actitud corriente
námica de su pensamiento, lo expresa de manera explícita y es consiste en considerar sólo la física, desatendiendo el resto del
posible captar con claridad cómo se va abriendo camino hacia un sistema. Se insiste, además, en el carácter matemático de su con-
concepto de la filosofía que se caracteriza por su agudo sentido cepción de la naturaleza, la causalidad se concibe como una re-
crítico y su total ausencia de dogmatismo. Como veremos a con- lación necesaria entre un antecedente y un consecuente, que se
tinuación, Pucciarelli es uno de los pocos pensadores que no tiene por verdadera cuando se manifiesta en la evidencia de una
parte de un concepto preconcebido de lo que debe ser la filoso- intuición geométrica .o es susceptible de una demostración a prio-
fía. Su meta parece ser captar por - medio de la exégesis las po- ri (n, 193). Mas para comprender a fondo el concepto de causa-
sibilidades del filosofar en su máxima amplitud. Esto explica su lidad en Descartes, es imprescindible referirlo a la totalidad de su
tendencia a la crítica, casi podría decirse su saña crítica. Porque sistema, porque dicho concepto constituye su eje fundamental
Pucciarelli, con un estilo de impecable objetividad y en el lenguaje (n, 194).
110 EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 111

Descartes distingue, en las diversas partes de su obra, entre ras dependen los efectos en cuanto a su producción. De las se-
causas primeras y segundas. Las• causas primeras son las que otor- gundas dependen los efectos en cuanto a su subsistencia y conti-
gan subsistencia o continuación en el ser. Es decir, son las verda- nuación en el ser (u, 200, 201). El segundo tipo hace posible la
deras causas. Las causas segundas son las estudiadas por- la física. creación continua, porque obra sobre , el efecto, no sólo en su
Más bien son leyes, que imprimen formas a la materia. El prin- producción sino también en lo que concierne a su conservación
cipio que debe dar cuenta de todo lo existente y que expresa la o duración en el ser.
relación causal, es llamado el, principio de causalidad. Eh relación al aspecto psicológico de la causalidad, Descartes
Este principio, que es el fundamental, tiene diversos caracteres rechaza toda- acción causal entre el entendimiento y la vóluntad
muy importantes: es evidente, y en consecuencia está libre de la (u; > 262). 'Pero acepta, en, cambio, la causalidad psicofísica, con-
duda metódica (n, 195); tiene alcance universal, es innato y figura tradiciendo su postulado fundamental de las dos sustancias.
en el número de axiomas o nociones comunes, tiene carácter ex- En- de la física, rechaza las causas finales, basándose
plicativo, pues las causas permiten llegar al conocimiento de los en 'una razón finalista: sería una arrogancia querer descubrir los
efectos y seguir el camino de la ciencia perfecta que es deductiva. designios .de Dioa (n, 20). Rechaza también la causa material
La causa, además, trasmite al efecto la perfección inherente a su como elemento particular del proCeso físito, pues hay identidad
grado de ser. Es una condicionalidad eterna. Y es eficiente y si- entre 'materia y extensión. 'Sólo deben indagarse las 'causas efi-
multánea. En esta simultaneidad es que Descartes basa su teoría cientes. Llega así a. una fíSica mecanicista, eliminando todo 'ele-
de la instantaneidad de la trasmisión de la luz y de Dios como mento cualitativo. Surge, como consecuencia necesaria, su teoría
causa sui (n, 196). de la subjetividad de las cualidades sensibles. La extensión y el
Como vemos, Descartes, emplea aun la terminología escolástica. movimiento- deben dar cuenta de la complejidad de todos los
Pero se aleja ya en el sentido que da a las palabras. En su física acontecimientos naturales. Como la naturaleza es extensión inerte;
desaparece la causa material, al identificarse la materia con la todo impulso debe venir < de fuera. Dios es la causa primera y
extensión. Y en su metafísica identifica la causa eficiente con universal de los cambios del mundo. Las leyes naturales son las
la formal. causas secundarias. Estas leyes, que se deducen de la inmutabili-
Una vez precisado el concepto de causa; Descartes aborda el
tema central de la prueba de la existencia de Dios. Entre mis dad de Dios, son tres:. inercia, movimiento en línea recta y transmi-
ideas, dice, reconozco la de un ser infinito y perfecto. Puesto que sión,de movimiento' (n, 204). De ellas derivan otras leyes que rigen
todo tiene una causa y en toda causa hay tanta perfección como el mundo inorgánico y el orgánico. Llegarnos a la concepción geo-
en el efecto, la causa de esta idea es infinita y perfecta (u, 198). métrica. Todo lo natural se reduce en último, término a geometría.
La idea de Dios permite además, otra demostración gracias a la Una vez expuesta la concepción cartesiana de la causalidad, Pu-
causalidad. La imposibilidad de separar la esencia de la existencia, ciarelli la analiza críticamente. Para comprender el fondo del
lleva a la conclusión de que de la perfección se deriva la, existen- sistema de Descartes, nos dice, hay que percatarse de que no se
cia. Esto lo muestra Descartes, por medio de la idea de potencia, encuentra en él una distinción entre el principio de causalidad
transformando en vinculo causal la necesidad de un concepto y el de razón suficiente. Causa y razón, son, para Descartes, equiva-
(prueba ontológica). La demostración se deriva de la universalidad lentes.'El efecto es tanto "la consecuencia de un hecho como de un
del principio de causalidad. Como Dios no puede tener causas principio. Por eso, para Descartes, la relación que existe entre la cau-
extrañas, es causa sui (n, 198-199). sa y el efecto es de naturaleza matemática, mejor aún; lógica. Esto
El concepto de causa sui requiere que causa y. efecto sean si- explica la amplitud de la concepción cartesiana y su" dogma-
multáneos e idénticos. Esto lleva a identificar la causa formal tismo. Se trata de una confusión típica del racionalismo: la confu-
con la eficiente (Descartes se vale para ello de ejemplos mate- sión entre las leyes lógicas y racionales y el principio de causali-
máticos) (n, 200). Anula además, la heterogeneidad del ritmo dad. De allí el Sentido de la prueba ontológica,- prueba que, por
causal. Fundamenta esta concepción en la diferencia entre las las •mismas razones, se encuentra en Spinoza y en Leibniz .(u, 205).
causas "secundum fieri" y causas "secundum esse". De las prime-
112 EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS. Y CREACIÓN 113

La comprensión en Dilthey , -La expresión_ nos conduce al. reino , del espíritu objetivo. Este
mundo es el objeto de;las ciencias del ,espíritu. Ellas'estudian al
Según Dilthey, la diferencia fundamental entre naturaleza y espí- espíritu en'su aspecto sistemático y en su desarrollo histórico. Pero
ritu, es que la primera escinde un interior a nuestra mirada, mien- están obligadas a retroceder hasta las vivencias de donde surgie-
tras que el segundo se entrega de inmediato a la percepción in- ron esas formas- objetivadas.. El retroceso de la expresión ala. vi-
terna, sin que el conocimiento lo deforme (m, 4). vencia constituye la comprensión, método fundamental de las
En contraposición •a Hegel, Dilthey reclama un análisis empírico ciencias del espíritu (ni, .9).
del espíritu. El espíritu presenta dos vertientes: el espíritu objetivo o La comprensión .nos' lleva a la hermenéutica, es decir a su
mundo de la conciencia y el espíritu objetivo o mundo de la cul- análisis gnoseológico, lógico y metódico. En una primera etapa,
tura. El primero es estudiado por la psicología, el segundo por las Dilthey subordinó la hermenéutica a la psicología, pero luego la
ciencias del espíritu. La psicología es la base de las ciencias del consideró . como ciencia autónoma. La hermenéutica debe acla-
espíritu, es la que permite dar unidad a todas ellas. Por vez pri- rar la posibilidad de aprehender algo extraño, debe establecer
mera, Dilthey concibe a la psicología como ciencia empírica, supe- reglas de interpretación y determinar las posibilidades dé un cono-
rando las limitaciones del atomismo naturalista y del apriorismo cimiento universalmente válido (es decir fijar las categorías nece-
psicologista. El método de las ciencias del espíritu es la. herme- sarias) (m, 9).
néutica. t La hermenéutica sigue una dirección contraria a la Las ciencias del espíritu, al emplear la: comprensión como método
psicología. La psicología parte de lo subjetivo y desciende a sus fundamental, se diferencian de las naturales que' emplean la
objetivaciones históricas; la hermenéutica permite pasar 'de las ob- explicación. La explicación consiste en referir un hecho a algo ex;•
jetivaciones históricas a las direcciones, de la vida anímica que traño, a algo que no es él 10). La comprensión, en cambio,
les dieron origen (ni, 6). requiere la, colaboración de todas las luerzas del ánimo, persigue
a la vivencia como tal.
El proceso de la objetivación de las vivencias forma el espíritu
Hay -tres especies de comprensión, según sea el tipo de obje-
objetivo (in, 7). < No es, desde luego, un proceso sencillo. Por ejem-
tivación,' que puede ser, como se ha indicado, de 'tres clases. Hay
plo, la objetivación lingüística. El pensar elemental es anterior además, una comprensión de formas elementales,' es decir, de' ex-
a toda expresión. Es el momento necesario para elevarse al pensar presiones aisladas y una comprensión de formas superiores, como
discursivo. Esta elevación se efectúa por medio de categorías la totalidad desuna vida anímica o de un cido histórico. La for-
que elevan el pensamiento al plano de lo universal. El pen- ma suprema de comprensión es el intento de comprender=la unidad
sar discursivo es un grado más alto del pensamiento elemen- y la totalidad' del mundo histórico (ni, 10). De este análisis de
tal que es una vivencia puramente interior (In, 7). Al llegar los tipos de comprensión, se desprende la gran complejidad de la
al plano de lo universal, el pensamiento se resiste a una ex- tarea de la hermenéutica.
presión adecuada. Lo mismo acontece con el sentimiento y la ' La comprensión no pretende reproducir las vivencias del próji-
voluntad. En toda vivencia hay tendencia a la objetivación, incluso mo, sino aprehender su sentido. La comprensión tiene dos mo-:
en los sentimientos y voliciones. En el sentimiento la objetivación mentos o facetas. El 'primero es psicológiCo y consiste en el tránsito
se manifiesta en los valores, y en la voluntad en la acción per- de la expresión a la vivencia, en el' pasaje del signo 'a la inten-
seguida de acuerdo a normas. (in, 8). Este proceso que va de lo ción significativa. Puede llamarse comprensión ideo-físicas El se-
intuitivo a lo discursivo, culmina en la "conexión sistemática del gundo es la aprehensión del sentido de las objetivaciones espi
saber". Según la triple conexión de lo psíquico, hay tres grupos rituales mediante categorías.4
de expresiones objetivantes. Pertenecen al primero: el concepto, el La comprensión del yo ajeno no debe hacerse en relación al indi-
juicio, el razonamiento y en general todo el sistema de la ciencia. viduo cerrado en sí, sino partiendo de la estructura histórica y so-
Pertenecen al segundo~ las expresiones de la sabiduría de la vida Así lo llama Dilthey en Origen de la hermenéutica; aparecido en 1900.
(Lebensweisheit), religión, filosofía, arte. El tercero está consti- 4Dilthey llega a esa concepción en su Esbozo de la razón histórica, publi-
tuido por el círculo de las obras y de los fines (ni, 8). cada en 1910.
114 EXÉGESIS -Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 115
cial en la elue se desarrolla la vida real del hombre (in,> 12). La tales de la filosofía, sobre todo de la filosofía contemporánea. Los
interpretación 'abarca todas las producciones espirituales en el cur- más grandes filósofos lo han , abordado, haciendo esfuerzos deno-
so de lallistoria y aprehende. la esencia'y el sentido de lo humano. dados por resolver su enigma y en estos esfuerzos se revela, en
Naturalmente, no se puede comprender un todo histórico sin forma especialmente nítida, lo utópico de una empresa que pre-
comprender hechos aislados, que a su vez, sólo son comprendidos tendiese definir el concepto de filosofía. Como punto de ataque,
en relación al todo. Esto es inevitable lógicamente, pero en la Pucciarelli elige el análisis del concepto del tiempo en uno de los
práctica la comprensión es una tarea infinita,'-compuesta de ope- pensadores que mayores intentos han hecho para someter la fi-
raciones parciales que se.,coMplementan 'mutuamente (ni, 12). losofía a límites precisos: Hegel. Y Luego, realizando un, análisis
Eirgeneral la comprensión tiene dos supuestos: 1)la homogenei- del concepto vulgar del tiempo, muestra cómo, en torno de este
dad de la naturaleza - humana y 2) la posibilidad de superar laá concepto, se han contrapuesto diversas concepciones de la filoso-
limitaciones históricas. La superación de estas limitaciones requie- fía, ninguna de las cuales logra dar la visión definitiva.
re que el individuo, mediante un esfuerzo cognoscitivo,, abarque la Respecto de la manera como se relaciona el sistema de Flegel
totalidad histórica de la- existencia, humana, emancipándose frente con el tema del tiempo, Pucciarelli nos dice, que hay dos posicio-
al tiempo, el lugar y la época. nes definidas: una niega que el tiempo intervenga realmente en
La comprensión objetiva, o sea, universalmente válida, se hace el sistema hegeliano mientras que la otra considera que desem-
posible mediante determinadas categorías, que son formales y ma- peña un papel importante. Los que asumen la primera posición
teriales. Las formales son las categorías constitutivas de toda rea- (como por ejemplo Mc Taggart) se basan en la identificación que
lidad; y s constituyen la condición de todo -pensamiento, como hace Hegel del pensamiento y del ser, lo que reduce toda la dia-
diferencia,.semejanza,,igualdad, relación, pluralidad, totalidad, etc. léctica a un puro tránsito entre conceptos en el plano de la pura
(ur, 13). Las- materiales -son , específicas; como valor,, fin, medio, lógica y, además, en la primacía del todo sobre las partes, que
significación, temporalidad, desarrrollo, ideal, sentido, formación, considera que la Idea absoluta contiene en sí como elementos o
etc: La categoría de significación es la más importante pues está aspectos, todas las etapas que el pensamiento debe atravesar para,
contenida en todas las'restantes como momento parcial (rn, 13, 14). alcanzar su término (vni, 258, 259). El carácter dialéctico del de-
Dilthey no ofrece una tabla ,exhaustiva- ni un encadenamiento venir no implicaría, así, ninguna ordenación temporal sino sim-
riguroso de las categorías, pero advierte que ellas emanan de la plemente un tránsito conceptual hacia una explicitación cada vez
vida, misma y deben, por eso, ser una serie abierta que es ani- mayor de la Idea. El devenir sería una gigantesca hazaña cum-
pliada incesantemente por la historia (in, 14). La hermenéutica plida en un escenario rigurosamente atemporal.
así .constituida debe proporcionar el fundamento gnoseológico Sin embargo, esta posición, según Pucciarelli es insostenible por
a las ciencias del. espíritu. Este punto de vista se acentúa en sus que el tiempo aparece de manera inevitable cuando Hegel desa-
últimos años, como se puede ver en su ,libro La estructura del rrolla los detalles del sistema. El tiempo surge cuando trata
inundo histórico en las ciencias del espíritu, de 1910. La herme- de apresar conceptualmente el movimiento y las transformaciones
néutica, por , otra parte, -desborda a, la, pura razón, pues el espíritu en la, esfera de la naturaleza y del espíritu (sociedad, historia).
objetivo sólo: se comprende a través del hombre pleno. Esta >supe- Hegel , concibe definitivamente el ser' como inquietud, condenado
ración del, puro intelectualismo se logra a través de la: autognosis a no poder reposar jamás, a huir de sí mismo y negarse a sí mismo.
("autognosis" es la traducción orteguiana del término diltheyano Desde este punto de vista, a la luz de la dialéctica el tiempo
``Selbstbesinming"). aparece como una totalidad dinámica que se desenvuelve a pro-
pósito de la tensión existente entre lo infinito ;y lo . finito. Todo lo
finito se niega a sí mismo para superarse, y lo infinito, a su vez;
b) El ataque a la temporalidad
niega toda finitud para enriquecerse con el despliegue de la tota-
Uno de los, medios más eficaces de ,ataque para mostrar las difi- lidad de las determinaciones (vin, 263, 264, 265).
cultades de encerrar la filosofía entre límites definid. os, es al aná- La estructura dialéctica' del tiempo es, pues, lo que incluye
lisis del tiempo. El problema del tiempo es uno de los ›fundamen- la temporalidad en el sistema de Flegel y ello hace que éste realice
116 EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 117
una serie de análisis de los tres momentos del tiempo, llenos de pueda lograr su total realización, alcanzar la 'plenitud de lo ab-
originalidad y profundidad que no dejan lugar a dudas. '(viii, 267). soluto. El tiempo, asimilado al concepto es el tiempo histórico,
Introducido el tiempo real, en el sistema, Hegel efectúa una serie por el cual se realiza la historia de la humanidad.
de análisis dialécticos de las relaciones entre el tiempo y el espa- En su enfoque del concepto del tiempo, Hegel revela, nos dice
cio y de los propios momentos del tiempo en los que sobresale Pucciarelli, varias limitaciones. Como ya lo ha señalado, lejos de
su genio y que no siempre llegan a los mismos resultados (por excluir el tiempo, la dialéctica lo reclama. Por eso Flegel comete
ejemplo, en sus primeros análisis Hegel deriva dialécticamente el el error de no examinar su concepto en su Lógica y de relegarlo
espacio del tiempo, pero luego en sus escritos de madurez deriva al dominio de la Filosofía de la Naturaleza. En efecto, la dia-
el tiempo del espacio (vm, 268). léctica es un proceso, es un paso del concepto a su opuesto y de
Es muy importante tener presente que aunque la intervención ambos a un tercero que los abarque y que supere la contradicción
del tiempo comienza en la Filosofía de la Naturaleza, Hegel le que parece excluirlos. Algunos críticos, como Gregoire, señalan que
confiere un papel fundamental en la Filosofía del Espíritu. Los al hacer esto Hegel apela, sin advertirlo, a elementos que provie-
textos muestran que considera un tiempo vivido (subjetivo, sico- nen de la intuición empírica y que el tiempo se filtra a través de
lógico) y un tiempo histórico. Para Hegel el yo es el en tiempo la incidencia de lo sensible en el proceso dialéctico. Gracias a
y el es el ser mismo del sujeto mismo (VIII, 271, ix, 14). Al mani ello es posible imprimir al proceso el dinamismo que de otro modo
festarse en la historia, el tiempo brilla con una nueva luz, porque le faltaría. Esta inconsecuencia deriva> de una confusión frecuente
no sólo se plantea ahora el problema del devenir histórico sino el en Hegel de los aspectos de la negación dialéctica: el puramen-
de su vínculo con la eternidad. Desde este momento, ambos tér- te lógico, el que la negación rechaza lo que, afirma el primer
minos se relacionan constantemente hasta que, en la consuma- concepto pero no pone nada nuevo (los opuestos son contradicto-
ción final del proceso histórico, que es el despliegue de todos rios) y el aspecto real, en el que el concepto es >negado por otro
los momentos del espíritu, la eternidad termina por absorber el concepto que afirma (los opuestos son contrarios y no se exclu-
tiempo (vm, 273). Este proceso se funda en el hecho de que, yen). Se incurre así, desde el punto de vista lógico (que es, en
según Hegel, el proceso histórico no es sino la exteriorización de esencia, no empírico), en un sofisma que compromete la efica-
las estructuras inmanentes del espíritu. La historia resulta, así, la cia cognoscitiva de la dialéctica (vm, 287).
forma temporal de lo absoluto que se desarrolla exteriormente en Otro defecto grave es el que concierne a la ubicación< del
el mundo. Por eso en cada etapa histórica está presente la refe- tiempo en el proceso. Como ya ha señalado Pucciarelli, en unos
rencia a la totalidad del proceso y que el fin último del proceso textos Hegel deriva dialécticamente el espacio desde el tiempo,
es inmanente a todo su curso. Esto muestra que no hay divorcio mientras que en otros, deriva el espacio del tiempo. Esta inversión
entre el tiempo y la eternidad. La eternidad acoge, en su amplio de los momentos de la dialéctica parecen mostrar el carácter ar-
seno, toda la obra del tiempo (vm, 273, 274, 275). tificial de la dialéctica (vi% 288).
A pesar de que es indudable la relación señalada, el tema del Una dificultad muy álgida es, cuando se trata del dominio del
tiempo en Hegel presenta dificultades de interpretación. Hay una espíritu, relacionar lo temporal, el desenvolvimiento histórico
ambigüedad irreductible en sus textos que impiden la clara com- del espíritu, con lo eterno, la Idea. Aquí se plantea el pro-
prensión del tema. Para algunos intérpretes los análisis de Hegel blema de la compatibilidad, o, en todo caso, el de la conexión
no pasan de ser una versión de la imagen vulgar del tiempo, dialéctica entre ambos términos. En la historia, ya lo hemos visto,
mientras que otros sostienen que es un verdadero pionero de la lo eterno se manifiesta como un desarrollo temporal. De manera
concepción del tiempo histórico. El propio Heidegger se sitúa en que esta temporalidad, con todas sus transformaciones y sus for-
la primera posición, mientras que Derrida y Kojeve asumen la se- mas finitas e imperfectas, nunca dejan de ser expresión de la Idea
gunda posición (viii, 278, 280, 281, 282, 283). Para el último Hegel que, en sí es eterna. Ahora bien, la pretensión de develar lo eterno
identifica el tiempo con el concepto. El concepto tiene que apare- en su aparición temporal tropieza con algunos obstáculos. Si lo
cer en la •existencia empírica, en el mundo real que se extiende absoluto se reduce a la historia y no es nada fuera de ella, entonces
en el espacio, e identificarse con el tiempo, para que el espíritu lo eterno .se confunde con lo temporal, la, necesidad racional re-
EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 119
118
sulta contingente y empírica desemboca en la irracionalidad, cosa trabajos, analiia y "critica. una de los intentos contemporáneos
opuesta al sentido del sistema hegeliano. Pero si lo eterno es he- mejor logrados ,para mostrar .que la filosofía "es una ciencia, ri-
terogéneo respecto de lo temporal, lo absoluto entraría en la his- gurosa,la ciencia,fundamental: la concepción doHusserl, el creador
toria sin dejar de estar encima dé ella. Y esto no parece explica- de: la fenomenología.. , Expuesta la doctrina de Husserl; Püccia
ble (viii, 289); La relación entre el tiempo y la eternidad queda relli presenta,' con la prudencia y el equilibrio que lo caracterizan,
así oscura, oscuridad derivada no sólo de las. ambigüedades objeciones convincentes contra la concepción de la' filosofía como
rninológicas de Hegel sino proveniente de la estructura misma de ciencia estricta.
la dialéctica. Los esfuerzos de Hegel no han' sido felices para Menciona objeciones de Hartmann, siendo la principal que
lograr una solución satisfactoria a los enigmas que propone el por medio del análisis de los fenómenos no se puede ..pasar de ellos
tiempo (ibid). pues lo dado no coincide con las cosas (vii, 30) El mostrarse no
Criticada la dialéctica como concepción del .método fundamental pertenece a.da -esencil del ente, pues hay entes .ocultosque •no se
de la filosofía, Pucciarelli- aborda el tema de la noción vulgar del vuelven fenónaenos. Tampoco es propio de la esencia del fenó-
tiempo y muestra cómo cada gran filósofo ha dado su propia meno que haya siempre un ente que se muestre en CL Esto hace
respuesta, desde su particular punto de- ,Vista y cómo estos puntos imposible queda fenomenología pueda llegar a ser una ontolo-
de vista son incompatibles entre si.- Así Bradley niega la realidad gía como :pretende (vn, 30, 31).
del tiempo - (x, .224),:anientras que Bergson basa toda su filosofía Si la fenomenología pretende ser la ciencia filosófica fundamen-
en la suprema realidad del tiempo. Ala noción vulgar del, tiempo tal, entonces debe estar totalmente libre de supuestos. Sin embargo,
que es un productw de la inteligencia, cuya finalidad es resolver cuandó se .analiza a fondo la. doctrina se descubren supuestos no
problemas prácticos; opone la de duración,de la que tenemos ex, adecuadamente fundados. Así, Hulserl supone • que los fenómenos
periencia al descender a. nuestro yo profundo -.y confundirnos con son atemporales, pero esta atemporalidact está lejos de ser Un
su movimiento creador. El primero es un tiempo abstracto y espa- rasgo inherente al fenómeno -mismo y no, pasa de ser un supUesto
cializado . mientras que el segundo es el tiempo real que nos especulativo. También es un supuesto la afirmación de que -la
trasciende y nos permite aprehender la totalidad cósmica (x, 228). intencionalidad de la conciencia es la única estructura que hace
Heidegger confiere, también, importancia .suprema al tiempo posible el conocimiento y cuya evidencia se proclama temera-
pues lo considera como el horizonte desde el cual se conátituye el riamente. Si quedara demostrada la validez de estas objeciones la
hombre y 'puede lograr la comprensión del ser. Pero su oposición pretensión :de la fenomenología de , ser la ciencia fundamental
es completamente diferente de las dos anteriores. Es antiidealista, sería. ilusoria (vil, 32, 33)..
al contrario de Bradley; y . no considera que el hombre está sumido También se ha criticado la fenomenología desde .el punto de
en el tiempo de la totalidad sino más bien como aquel existente vista de la moderna filosofía del lenguaje, sosteniendo, por ejem-
de cuya temporalidad depende el propio tiempo (x, 228, 234). plo, que -en muchas de sus tesis se • confunden los niveles del
Cuando se revisan las principales teorías filosóficas se descubre, lenguaje, y se confunde el concepto de esencia con el de la signi-
pues, que no hay 'una sola - explicación de la manera como -se ficación de las palabras (vil, 33).
constituye la noción vulgar del tiempo a partir de una temporali- Otra crítica muy importante es el hecho de .que la evidencia
dad auténtica. No hay concordancia en la manera de concebir la intelectual sobre la que .HUsserl basa todo su sistema ha atravesado
temporalidad originaria, tanta en lo que es. en sí misma como por hondas crisis y ha sido suplantada por ótros criterios que.
en él modo de acceder a ella, El diálogo filosófico más que a ate- Se han revelado fecundos para el progreso de las ciencias como,
nuar las diferencias contribuye a agravarlas (x, 245, 246). por ejemplo, el método axiomáticia y •los conceptos operativos
(vii, 33, 34). :El trabajo termina con la cita de la opinión de una
serie de pensadores famosos (Scheler, Jaspers, Marcel, Bergson,
Inasibilidad del conceptó de lioso íá . Croce, Abbagnano; Chestov y Berdiaeff), quienes sostienen, con
Tratando de mostrar que es imposible' enmarcar la filosofía argumentos profundos, que la filosofía no •puede concebirse como
dentro de cauces definidos, Pucciarelli, en uno de sus mejores ciencia (vii, 34, 35).
120 EXÉGESIS 'Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 121

De todo lo anterior se desprende que Pucciarelli tiene un con- interpretamos la obra, pues la obra del tiempo es inseparable
cepto muy personal de la filosofía. De un lado considera, induda- de nuestra propia interpretación (xi, 383).
blemente, que la razón es instrumento, fundamental del pensamien- El tiempo inmanente no es un aditamento del contemplador
to filosófico. Su propio tipo de argumentación es prueba plena, ni un accidente, sino que corresponde a aspectos esenciales de la
pues nunca presenta argumentos que no se funden en razones. obra. Hay como un dinamismo interno que depende de la dispo-
Pero de otro lado manifiesta que la filosofía es más que razo- sición de los elementos plásticos. Hay dos maneras de captar el
namiento puro y que tanto en su contenido como en su método tiempo inmanente: /) la captación de las transformaciones que
y, sobre todo, en las metas que persigue no puede concebirse como experimentan los propios elementos plásticos como los colores,
una disciplina puramente racional. Hay en ella elementos místi- líneas, volúmenes, la luminosidad, textura y transparencia, cuando
cos, metas de salvación. La filosofía presenta por último una las formas prevalecen sobre los contenidos; 2) cuando el expecta-
dimensión histórica que la hace incompleta y necesitada de supe- dor 'se desplaza ante el cuadro, la organización dinámica de los
ración. La pretensión de superar las oposiciones de los sistemas elementos (líneas o colores) experimenta un movimiento (xi, 383,
es una utopía que contradice el carácter personal de la filosofía 384).
(x, 247). La filosofía, pues, tiene un carácter personal, aunque, Pero la propia evolución de la ,pintura ha desembocado en
naturalmente, eso no la reduce a una dimensión puramente bio- una relación más directa con el tiempo. Desde 1954 comienza a
gráfica, como se desprende del propio espíritu de los trabajos desarrollarse una pintura dinámica en la que los propios ele-
de Pucciarelli. Hay que llegar, pues, a la conclusión de que para mentos plásticos son objetivamente dinámicos (relieves animados
Pucciarelli, la filosofía es una actividad humana de extraordina- de Jean Tinguely, lumino-dinamismo de Schoffer, etc. (arte ciné-
ria significación, con predominio de elementos constitutivos racio- tico actual) (xi, 386, 387). Esto ha hecho que los pintores no pue-
nales, pero que trasciende la pura racionalidad lo que hace que, dan ya vanagloriarse, como lo hacía Leonardo da Vinci, de
en último término, no pueda enmarcarse bajo ninguna concepción ofrecer imágenes permanentes capaces de oponerse a la acción di-
definitiva. solvente del tiempo (ibid.). Los límites entre lo plástico y lo
difluente se han borrado (xi, 387). Todo esto muestra que los
rígidos límites que la estética trazaba entre las artes se han atenua-
Cuestiones de estética y de ideología do. Se ha entrado en una nueva época, en la .que no sólo la crea-
Como hemos dicho, los trabajos exegéticos de Pucciarelli revelan ción y la crítica sino incluso el gusto de los espectadores se han
sus concepciones originales sobre la filosofía pero, además de ellos, tornado más amplios (390, 391).
ha publicado varios ensayos que no son de carácter interpretativo En Las funciones sociales de la ideología. Pucciarelli, después
sino que abordan directamente temas determinados. Entre los princi- de analizar en detalle los diversos significados del vocablo "ideo-
pales debemos citar: El tiempo en la pintura (XI) y Las funcio- logía" muestra, como es su costumbre, que el concepto de ideología
nes sociales de la ideología (xm). En el primero analiza las diver- es mucho más difícil de analizar de lo que se supone usualmente.
sas maneras como se pueden relacionar la obra pictórica y el En relación a sus acepciones más modernas considera que una
tiempo, señalando cuatro formas principales de relación: el tiempo ideología constituye una visión de la realidad histórica, juicios de
representado en la obra, el tiempo del contemplador, el tiempo físi- apreciación sobre ella e incitaciones para una acción político-
co y el tiempo inmanente (el propiamente pictórico). El tiempo re- social (xm, 126). Después de analizar la relación entre la cien-
presentado en la obra presenta una extraordinaria variedad: el cia y 'la sicología y de mostrar que la primera puede lograr una
tiempo en sus diversas modalidades, como pasado, presente y fu- objetividad que escapa a la última (xm, 129, 130) pasa a considerar
turo, y también como simultaneidad e incluso hasta la ausencia los conceptos de ideología de Gramsci y de Althuser y de la
de todo tiempo como en cierta pintura metafísica (xi, 372 y ss.); función social que ella desempeña y que consiste en dar cohe-
el tiempo físico, el tiempo mítico (por ejemplo la concepción cí- sión y unidad al cuerpo social integrando a los miembros que lo
clica del tiempo), el tiempo histórico, el tiempo onírico (ibid.). componen (xm, 131, 132).
El tiempo del contemplador se proyecta en la obra en tanto Termina 'dando a entender que la misión de los intelectuales
122 EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 123

es elaborar y difundir la ideología, adaptando las ideas al, cuerpo ma (i, 13). De este tema central parte su meditación filosófica y
más o menos rebelde de la sociedad y contribuyendo a que ésta desde este horizonte se desarrolla todo su pensamiento. Incluso en
se transforme para adquirir cada vez mayor cohesión. A pesar aquellos aspectos en que el tema no aparece explícitamente, sólo
de que el intelectual no pertenece a un único grupo social, se se puede captar el verdadero sentido de lo que Cruz Vélez está
enfrenta a la sociedad de manera más bien homogénea y ello diciendo en relación con la meta de esclarecer de manera radical
se debe a la conciencia de su propia función. Aparte de sus tareas lo que es la filosofía.
específicas, el intelectual interviene en el proceso histórico. Al La filosofía aspira a la racionalidad radical, es el intento de
intelectual compete la elaboración y la difusión de la ideología la razón de iluminarse a sí misma. Modernamente Husserl es
que ha de mantener la cohesión o producir la ruptura del sistema quien ha presentado con mayor claridad y, a la vez, profundidad,
social. Por medio de una prédica eficaz intenta lograr el consen- este carácter radical del filosofar. Toda su vida está dedicada a
so de las masas, ya sea en la dirección del grupo dominante, ya transitar por este camino: el de hacer una filosofía que sea una
sea en su preparación para el cambio de sistema 136,,137). ciencia sin supuestos (1, 15). El intento de superar los supuestos
de la filosofía tradicional, le hace seguir tres vías: el camino car-
DANILO CRUZ VÉLEZ: DENODADO ESCLARECIMIENTO tesiano, el camino histórico y el camino del sicólogo (t, 16).
DEL FILOSOFAR En el camino cartesiano Husserl intenta superar los supuestos
de la actitud natural que consiste en la creencia ingenua en la
Danilo Cruz Vélez es tan difícil de clasificar como Eugenio Puccia- realidad del yo y del mundo. Para lograr este propósito, elabora
relli. No cabe duda de que lo principal de su obra se centra en su famoso método de la epojé (t, 16 y ss.), y descubre, de esta
la interpretación de ciertas expresiones señeras de la filosofía manera, el mundo de la subjetividad trascendental. (t, 16 y ss.).
occidental, como el pensamiento de Descartes, de Hegel, Nietzsche, Pero estos resultados no satisfacen por completo a Husserl pues
Husserl, y, sobre todo, Heidegger. Mas, por otra parte, esta in- no logra distinguir, con la claridad que se exige él mismo, la
terpretación es la vía, que recorre para alcanzar su propia, visión diferencia entre la subjetividad trascendental y la subjetividad
de la filosofía y de su relación con la cultura. Y es en esta vía en sicológica.
la que se puede apreciar el aspecto creador de su pensamiento. Para superar estas dificultades emprende el camino de la his-
Sin embargo, debido al estilo de presentación de su obra y a su toria. Es la época en que concibe la fenomenología como filoso-
referencia constante a los pensadores señalados, nos atrevemos a fía primera (t, 24 y ss.), y escribe su famosa obra sobre la
situarlo entre los filósofos exegéticos. Lo que hemos dicho sobre crisis de las ciencias europeas y la filosofía fenomenológic-a. Hus-
la significación del pensamiento exegético en América Latina nos serl concibe la historia de la filosofía como un proceso unitario
libera de hacer una justificación especial en el caso de Cruz Vélez. que comienza en Grecia y termina en la fenomenología trascen-
La obra más importante de Danilo Cruz Vélez es Filosofía sin dental.
supuestos. En ella recorre el camino señalado: por medio de una Toda la filosofía de Occidente es interpretada a la luz de
labor exegética de extraordinaria calidad, plantea el problema este telos fundamental (t, 27). La filosofía se origina en la supera-
de la esencia de la filosofía y llega a sus propias conclusiones. Para ción de la actitud ingenua y en el descubrimiento de la sub-
la exposición de su pensamiento, seguimos esta obra y comple- jetividad, y además, en el intento de una comprensión racional
mentamos la exposición utilizando tres trabajos más, uno sobre de la totalidad. En este sentido los sofistas cumplen un papel
Nietzsche y el nihilismo, otro sobre la relación entre la filosofía trascendental pues son los primeros en plantear los problemas des-
y la cultura y el último sobre el porvenir de la filosofía. de el punto de vista de la subjetividad. Sócrates 'y Platón superan
el escepticismo a que conducen estos primeros planteamientos y
La fenomenología y la subjetividad trascendental tratan de llegar a una verdadera ciencia, que se funda en princi-
pios que se descubren en el sujeto (las ideas, según Husserl, remi-
Danilo Cruz Vélez, siguiendo a la gran tradición occidental, con- ten al sujeto). Platón tiene además el mérito de concebir a la
sidera que el primer problema filosófico es el de la, filosofía mis- filosofía como un conocimiento racional total y, además, radical,
EXÉGESIS Y CREACIÓN 125
124 EXÉGESIS Y CREACIÓN
nología es el término de la filosofía moderna, pero no como ple-
que no acepta otra instancia que la suya propia. Aristóteles se
nitud, como pretendía su fundador sino como ocaso (t, 108), pues
desvía del camino trazado por Platón y recae en el realismo in-
con ella comienza a declinar la metafísica que pretende respon-
genuo, pero tiene el mérito de haber creado la sicología como der a la pregunta por el ser de, los entes desde el sujeto (t, 108).
ciencia, es decir, de haber iniciado la ciencia sistemática de lo Precisamente, el supuesto que no logra explicitar Husserl es que
subjetivo (t, 32 y ss.). En la filosofía moderna triunfa defi- aquello de lo que se trata en filosofía es la conciencia. En El ser
nitivamente el subjetivismo. El subjetivismo moderno se inicia y el tiempo; Heidegger pretende superar este supuesto, es decir,
con Descartes que es, en la historia de la filosofía, un comienzo pretende liberarse de la metafísica de la subjetividad (t, 111, 112).
radicalmente nuevo: el intento de encontrar un comienzo de la
Para hacerlo, rechaza el supuesto de que el sujeto es la fuente del
filosofía absolutamente seguro en la subjetividad (t, 56). El empi-
ser. Después de hacer la crítica de la concepción del hombre como
rismo de Locke es el primer intento de filosofar trascendental, por- sujeto, Heidegger introduce el Dasein, nombre con que designa
que intenta ya mostrar cómo se constituye el conocimiento el ser del hombre (t, 113, 114, 115).
partiendo de la subjetividad. Pero se desvía del verdadero camino
porque no logra desembarazarse de la creencia en la realidad de Para comprender cómo llega Heidegger a este planteamiento es
la conciencia, en tanto pertenece a un cuerpo (t, 63, 64). necesario seguir sus propios análisis históricos. Su primer paso
Con Kant se realiza el primer esbozo de sistema científico fun- es enfrentarse a la imagen del hombre que nos viene desde la filo-
dado en una filosofía trascendental (t, 72). Mas si se quiere com- sofía griega y luego medieval (t, 115). Esta imagen, a pesar los
prender el sentido de la trayectoria señalada hay que profundizar esfuerzos renovadores de la filosofía moderna, llega hasta Husserl
la diferencia entre la sicología empírica y la trascendental, dife- el que, para dilucidar el ser de los objetos por medio de la me-
rencia que no queda adarada por el estudio de la historia de la tafísica de la subjetividad, efectúa una traslación ilegítima de los
filosofía. La única manera de alcanzar la comprensión definitiva conceptos de la ontología antigua (t, 116). Los griegos considera-
es el de la sicología trascendental, es decir, el análisis del yo pu- ban el ser a la luz del tiempo, por medio del presente. El ser -ousía,
rificado de todo rezago de ingenuidad derivada' de la actitud sustancia— es la permanente presencia, es lo que permanece en la
natural (t, 78). cosa, es lo subyacente (Aristóteles) (t, 123, 124). Lo subyacente, el
Aunque Kant puede < considerarse como el primer filósofo que hypokeimenon, es decir, el subjectum, es el`nombre primordial que
asciende en forma sistemática a la región de la subjetividad tras- recibe la ousía (t, 124).
cendental, ni las vislumbres anteriores ni su propia contribución Frente al subjectum, está el objectum, lo que está frente a noso-
permiten aclarar definitivamente el significada de esta región. El tros. En el lenguaje de la filosofía medieval objectum es el nombre
yo trascendental, la subjetividad trascendental debe ser tematiza- que recibe lo representado (es decir, lo subjetivo en lenguaje mo-
da expresamente. Sólo mediante esta tematización, mediante el derno) (i, 125). Cuando Aristóteles realiza sus investigaciones meta-
desarrollo de una sicología trascendental, se podrá resolver el pro- físicas ya hacía tiempo que la metafísica existía. Su tema era la
blema central de la filosofía primera: la comprensión del ser de dilucidación del ser de los entes. Mas, una vez planteada su finali-
los entes. Este ser se comprende cuando se descubre que la sub- dad, la metafísica se desvía, y en lugar de preguntarse por el ser en
jetividad trascendental es la condición de la posibilidad de los cuanto ser, se queda en la región de los entes y tiende a confun-
objetos (I, 72, 97, 98)• dir el, ser con un ente privilegiado. Esto es lo que Heiclegger llama
el olvido del ser (I, 126, 295). La metafísica busca el ser como
fundamento de los entes y señala un ente como fundamento de
a) Superación de la metafísica de la subjetividad los demás. Por eso los griegos consideran que el ser es la idea,
(Platón), o lo divino (Aristóteles) (t, 296). Cuando Descartes
Husserl creyó que había logrado desembarazarse de todo supues-
to en la construcción de la filosofía trascendental, pero Heidegger inaugura la modernidad, asume el mismo supuesto helénico y me-
dieval. Para hallar una base segura de la filosofía busca el ser,
muestra que había partido, a pesar de todo, de supuestos que no
pudo explicitar. Para Heidegger, como para Husserl, la fenome- el subjectum indubitable. Y este es el yo, el ego cogito. Por eso, el
126 EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 127
único subjectum es el yo, y así nace la metafísica de la subjeti- afán de enfrentarse a lo inmediato en sí mismo y porque es la
vidad (i, 131, 132). culminación de la metafísica de la subjetividad. Por eso, sostiene
Se ve, pues, que en la filosofía de Descartes sigue en pie la idea que debe partirse de la fenomenología para llegar al pensar del
griega del ser como fundamento y como presencia; Lo único que ser (I, 188). • Esto conduce a la superación de la metafísica porque
ha cambiado es el ente con el• que se confunde el ser, que ahora la metafísica se constituye en el olvido del ser (I, 189), y, por eso,
es el yo (t, 134). Esta idea se infiltra en Husserl. El yo puro es un nunca llega a establecer la diferencia ontológica entre el ser y el
substratum invariable y tiene la función de fundamentar el ser de ente, pues confunde el ente con el ser (1, 191). Esta confusión se
los entes (t, 159 y ss.). En cuanto fundamento de los entes, que manifiesta desde los albores de la filosofía griega, pero se hace
ahora son objetos, no es, él mismo, objeto, pero puede transfor- irreparable en Platón que considera que el ser de los entes con-
marse en objeto por medio de la reflexión (1, 165). Resulta, así, siste en entes determinados que son las ideas (1, 191). Se imprime,
que un ente es fundamento de otros entes y Husserl recae en la así, un sello indeleble a toda la metafísica. El ente privilegiado
ontología tradicional. La utilización de la reflexión para acceder se desplaza, pero es siempre un ente, primero es lo divino (Aristó-
al yo, hizo esta recaída inevitable (t, 171, 172). Los supuestos de teles, metafísica medieval) y por último el Ego (metafísica de la
la filosofía de Husserl, que es la culminación de la metafísica de la subjetividad) (1, 191, 192).
subjetividad, quedan así, al descubierto: I) la reflexión como Heidegger intenta una vía completamente diferente: la búsque-
vía de acceso al yo; 2) la identificación del ser con el ser objeto (t, da del ser en cuanto ser, no referido a los entes y no considerado,
172). Si se identifica al ser con el ser objeto y. se trata de determi- a su vez, como ente. Pero esta búsqueda no puede emprenderse
nar el ser del yo, en cuanto fundamento de los entes (objetos), se con los recursos de la metafísica (197, 198). Esto crea dificultades
tiene que presuponer que el yo es un objeto y que la vía de acceso a Heidegger. En un comienzo utiliza los recursos de la filosofía tras-
a él es la reflexión (t, 172). cendental de Kant y se pregunta por la posibilidad de las rela-
Heidegger, una vez explicitados los supuestos husserlianos, re- ciones del hombre con el ser, pero el camino se le va haciendo
chaza el yo como punto de partida del filosofar, porque si se cada vez más intransitable. Por eso en sus últimos arios, que él
parte del yo, se reintroduce el concepto de sustancia y el hori- mismo llama de la vuelta (Kehre), regresar a plantear el problema
zonte "cósico" de la ontología tradicional (t, 174). El punto de del ser en cuanto ser. Ya no intenta dilucidar la relación del hom-
partida debe ser, en cambio, la cotidianeidad. En ella el hombre bre con el ser sino el ser Coa el hombre. En El ser y el tiempo, no
está entregado a sus quehaceres junto con los demás hombres (t, pregunta, como Kant, por las condiciones de la posibilidad de la
177). El sujeto de esta existencia cotidiana es el "se" (el "man") experiencia de los objetos, sino por las condiciones de la posi-
que no corresponde a la verdadera esencia del hombre. Hay, pues, bilidad de la comprensión del ser (1, 199). Este es aun el camino
un engaño, el yo que se descubre en la conciencia pura, no es de la metafísica, pero Heidegger lo sigue para salir de ella (t, 200).
sino la forma del yo (1, 178). Cuando se hace esto, se está in- Esto explica el plan de la obra (que no llega a cumplirse), que
terpretando al hombre con las categorías de las cosas. El hombre incluye una destrucción de la historia de la ontología. Sin em-
se interpreta a si mismo 'desde fuera, no desde sí mismo. bargo cuando Heidegger decide atacar de frente el problema del
Cuando se descubre el engaño, se comprende que, para eliminar ser, el hecho de haber disuelto los recursos de la metafísica tradi-
todo supuesto, hay que partir de un ente que no es cosa. Este ente cional le impide encontrar el lenguaje adecuado y comienza a
es el Dasein, la existencia, el ek-sistere, o sea, el estar proyectado ha- utilizar un lenguaje cada vez más oscuro y enigmático (t, 198).
da las cosas (I, 179). Este proyectarse es un estar abierto a las De todo este proceso de análisis, de destrucción y de superación,
propias posibilidades, eligiendo unas y dejando de' lado otras. A emerge el concepto heideggeriano de la filosofía. La filosofía no es
esta dimensión de las posibilidades pertenecen sus modos de ser de ninguna manera una ciencia porque ella no puede fundamentar
yo. De su manera de existir depende si es un yo como "se" o como sus juicios como las ciencias. Estos juidos se fundan en su concor-
"yo mismo" (I, 180). dancia con objetos permanentes, pero la filosofía es un intento de
Hecha esta crítica superadora, Heidegger señala el camino que dilucidar lo que hace posible la permanencia (i, 234). La filosofía
debe seguirse. Reconoce la utilidad de la fenomenología por su tampoco tiene su origen en la reflexión como creía Descartes y
128 EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 129

toda la metafísica de la subjetividad. El origen de la filosofía es. namiento del hombre, como proceso de humanización: humaniza-
la pregunta por el ser.. El hombre, para ser hombre, debe tener ción por medio del desarrollo del espíritu que es concebido como
una precomprensión del ser. Pero, aunque comprende de manera razón (vi, 17). Un supuesto de esta concepción es que el hombre
espontánea e ingenua el ser, es indiferente hacia él. Sin embargo, es un animal racional. En consecuencia pertenece á dos campos y
de pronto, brota la pregunta por el ser y surge la filosofía esta dualidad debe ser explicada. Tradicionalmente se manifiestan
257, 258). La filosofía nace, pues, como una tematización expresa dos tendencias opuestas: la naturalista y la espiritualista. El defec-
de la comprensión preontológica del ser 258). Por eso, el pun- to de ambas concepciones es que son arbitrarias porque los con-
to de partida de la filosofía es la vida cotidiana. La actitud na- ceptos de naturaleza, de espíritu, de razón, de logos, etc., que
tural, descrita o supuesta por Husserl, está, dominada por el ver (que sirven de sustento a dichas posiciones, son oscuros, no han podido
no es sino la manera como los griegos consideraban el conoci- ser aclarados debidamente (vi, 21).
miento), en cambio la vida cotidiana es un "afanarse" (cura) Para superar estas limitaciones de la moderna antropología fi-
275). El hombre, es realmente lo que hace. Los objetos no son lo losófica, hay que retrotraerse' a la significación más primitiva de
visto, sino Io que hay que hacer, lo que hay que manejar, son prag- cultura. "Cultura" viene de "colere" que significa: encontrarse
mata 276). Las cosas no son objetos independientes, sino son habitualmente en un sitio, vivir en. Ello se debe a que los latinos
"útiles" (i, 278). vivían en el agror que cultivaban (vi, 29, 30). Cultura es, pues,
la morada del hombre. La humanitas no es, por eso, el resultado
del cultivo de nuestra animalidad, sino más bien su negación.
b) Reflexiones:sobre la cultura, la moral y la filosofía Porque el hombre se hace hombre mediante la cultura, no me-
diante la naturaleza. Su humanización se realiza en un universo
En los desarrollos anteriores, Danilo Cruz Vélez expone e inter- simbólico, dentro del cual vive, que es la cultura que constituye
preta, según sus propios puntos de vista, la filosofía de Heidegger. su morada (vi, 34).
Hecha, esta interpretación, desarrolla su propia concepción de la ¿Cómo es posible que el hombre se instale en un mundo de
filosofía y utiliza los esquemas conceptuales elaborados para abor- símbolos, que se haga hombre creando cultura? Ello se explica
dar problemas fundamentales de la filosofía de la cultura y de cuando se comprende que el ser del =hombre es la libertad, lá
la ética. Para hacer esto recurre, como pauta de confrontación, al libertad que caracteriza su existencia, puesto que existir (ek-
pensamiento de Nietzsche. La exigencia de concisión, obligada en sistir) significa trascenderse y sólo el que es libre puede tras-
un libro como el presente, nos limita a exponer sólo los rasgos cenderse (vi, 39). Pero no se trata de una trascendencia hacia un
más; sobresalientes de los análisis que realiza y de las tesis que mundo diferente del real. El hombre trasciende la naturaleza ha-
sostiene. cia el mundo (vi, 40). El mundo no debe entenderse en este
Uno de los temas más importantes de la filosofía actual es el caso como el cosmos meramente físico, sino como aquello en lo
del significado de la cultura. Sobre este tema existen múltiples teo- cual se desarrolla nuestra existencia, nuestra vida. El hombre para
rías diferentes, ninguna de las cuales logra dar una idea de la ser, es-en-el-mundo, el mundo es aquello que ofrecé posibilidades
cultura que permita comprender su génesis y su verdadero sentido. de realización al hombre, es el esbozo de sus posibilidades con-
Cruz Vélez parte de una pregunta de Nietzsche, encontrada en cretas (vi, 43).
sus papeles póstumos, editados por Alfred Baürnler bajo el título Ahora bien, existe una disciplina que es filosófica por excelen-
de "La inocencia del devenir" (vi, 11): En esencia la pregunta es: cia; que es la propia esencia de la filosofía: la metafísica. La me-
¿en qué ha servido la filosofía a la cultura? tafísica intenta ir más allá de la física, es decir de la naturaleza,
Se trata de una pregunta radical que sólo puede contestarse intenta trascenderla. Por eso, la metafísica ofrece el fundamento, en
buscando el fundamento de la cultura 'ya que la filosofía es una sentido radical, de la cultura (vi, 49, 50). En este sentido la fi-
forma de la cultura (vi, 15). Partiendo de la etimología de la losofía es un acontecimiento radical de la existencia humana,
palabra se descubre que la cultura fue concebida por los roma- porque el hombre sólo existe cuando, esbozando su mundo, cons-
nos (Cicerón) como "cultura animi", es decir como perfeccio- tituye el horizonte de las posibilidades de su ser. La filosofía no
130 EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 131

estudia los caracteres y propiedades de las cosas, sino, el horizonte como aquella que permite trascender del mundo sensible al inteli-
en que éstas van a aparecer.como objetos con determinadas estruc- gible, ha tenido una influencia decisiva en la historia de las cien-
turas (vi, 50). La filosofía es, por eso, una creación de mundos cias del lenguaje, lo mismo que la metafísica de la subjetividad
posibles para el hombre. Al desplegar el horizonte en que apare- que es la que inspira a Humboldt. De estirpe platónica son la teoría
cen las cosas, da sentido a su ser-en-el-mundo y, en último tér- de la gramática tradicional, la lógica y la gramática de Port Royal,
mino, a su manera de existir. A cada época de la historia del y las concepciones lingüísticas del positivismo lógico y de la fe-
mundo corresponde una concepción del mundo propio. Una cul- nomenología; fundadas en la metafísica de la subjetividad están
tura surge con el establecimiento de su mundo, es decir, del es- las teorías lingüísticas de Humboldt, Bopp (fundador de la gra-
bozo de posibilidades de los hombres que moran en ella, y desa- mática comparada), Wundt, Schleicher, Bally, Vossler, etc. (vi,
parece cuando su mundo se torna caduco (vi, 53). Vemos así cómo 79, 80).
la filosofía sirve a la cultura: nos revela su origen metafísico, nos Esta preeminencia teórica de la metafísica plantea un problema.
muestra que hay cultura porque el hombre es el ente que se En efecto, el lenguaje se presenta como un producto humano, pero
proyecta hacia su mundo trascendiendo la naturaleza (vi, 49, 50, si el lenguaje es constitutivo del hombre, ¿cómo puede éste in-
51, 52). ventarlo? (vi, 81, 82). Si se hace frente al problema con honesti-
Para mostrar la conexión de la filosofía con la cultura, y cómo dad intelectual se debe reconocer que, hasta el momento, no ha
la primera nutre el tronco y las ramas de la segunda, Danilo sido posible encontrar una respuesta. Ni siquiera hay una pista
Cruz. Vélez elige un ejemplo concreto: las ciencias del lenguaje. que señale un posible camino a seguir (vi, 82 y ss.).
Parte de la ttesis de que ninguna ciencia puede constituirse como Heidegger y sus seguidores han hecho un nuevo planteamiento.
tal si no presupone ciertos conceptos precientíficos de carácter me- Sostienen que la metafísica ha incurrido en el ya mencionado ol-
tafísico (vi, 57, 60, 61). Estos supuestos desempeñan un papel vido del ser y que, por eso, para comprender lo que es el lenguaje
especialmente revelador en las ciencias del lenguaje. y como se ha constituido, constituyendo, a su vez, al hombre, es
Pero aunque hay importantes estudios ^sobre el carácter meta- necesario superar el horizonte de la metafísica del lenguaje (vi,
físico de los conceptos precientíficos de ciencias como la física y 84). Los primeros resultados de este intento son desconcertantes.
la biología, no los hay en relación a las ciencias del lenguaje (vi, Así, para Walter F. Otto y otros heideggerianos, el lenguaje es el ser
61). Sin embargo, es posible descubrir a través de la historia de la mismo de las cosas. Y el ser es el ritmo en el cual flotan los
filosofía y. de las ciencias del lenguaje diversas concepciones so- dioses. <Por tanto, el lenguaje debe explicarse con el mito. La
bre su origen y sus funciones que dependen directamente de los danza, la melodía y la palabra, que son originariamente, lo mis-
supuestos metafísicos de la época. Así, para Platón el lenguaje mo, no son imágenes, reproducciones del ritmo de las cosas, sino
significa la posibilidad de trascender el mundo sensible para acce- el ritmo mismo en su presencia inmediata. El lenguaje no es una
der al mundo inteligible de las ideas. En cambio en la moderni- respuesta del hombre al ser de las cosas, sino este ser mismo, es
dad, debido a que en ella priva la metafísica de la subjetividad, el decir, la esencialidad del mundo (vi, 85, 86, 87).
lenguaje es creación del sujeto. El lenguaje siempre es trascen- Danilo Cruz Vélez considera que esta concepción del lenguaje
dencia, pero no del mundo sensible al ideal, sino del mundo a no aclara nada sobre su origen. Considera, incluso, que la tesis
la subjetividad (vi, 71). Se considera la producción del lenguaje del propio Heidegger según la cual la única manera de vivir el
como una necesidad de la razón humana, que >es la naturaleza lenguaje, de captarlo en su pureza, como forma pura de lo dicho,
del hombre, y esta necesidad tiende al desarrollo de sus fuerzas es a través del poema, rebasan su capacidad de Comprensión.
espirituales y a la conquista de una Weltanschauung (vi, 78). Para justificar su aserto cita algunas frases sibilinas de Heidegger,
Estos ejemplos muestran cómo la filosofía (es decir la metafí- como ,̀`El lenguaje mismo es: el lenguaje y nada más. El lenguaje
sica) ofrece a las disciplinas del lenguaje un concepto previo de su mismo es el lenguaje", "Lenguaje es lenguaje", "Sólo el lenguaje es
objeto, y, además, les proporciona los conceptos teóricos funda- lo que propiamente habla", etc. (91, 92). Y llega a la conclu-
mentales sin los cuales no podrían constituirse como ciencias (vi, sión de que esta oscuridad se debe a la renuncia a la metafísica
71). Así, la metafísica platónica de los dos mundos y del alma como horizonte desde el cual debe entenderse el lenguaje (vi, 92),
132 EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 133
porque sólo la metafísica nos ofrece los fundamentos explicativos de la metafísica, de la subjetividad que comienza con. Descartes.
de todas las cosas, fuera de ella no encontramos en qué apoyarnos, Ésta es la metafísica de la voluntad de poderío.
no tocamos fondo. Quedamos suspensos en lo sin fondo, en un Al rechazar el mundo ideal, Nietzsche, atrapado todavía por la
abismo. Fuera de la metafísica, que hace posible que sea inves- concepción tradicional del hombre que lo considera como animal
tigado por las ciencias positivas, el lenguaje es un misterio (vi, 94). racional, concibe al ser humano como un ser puramente biológico.
La metafísica es, por eso, para Danilo Cruz Vélez, fundamental Pero esta tesis es también falsa. Si se supera, de verdad, el esquema
para comprender el mundo. Pero no' sólo como cosmos, sino tam- tradicional del hombre, no se le puede considerar, entonces, ni
bién, y muy especialmente, como el mundo del hombre en su como espíritu o razón pura, ni como mero animal, ni tampoco como
devenir histórico. Por eso se enfrenta a la tesis sobrecogedora una mezcla de ambos. Si queremos comprender al hombre, tene-
de Nietzsche de que la metafísica y, en consecuencia, la moral, mos que buscar otro tipo de metafísica. Este nuevo tipo de meta-
se reducen, a ser expresión del platonismo (II, 6 y ss.). Nietzsche física alborea ya en el siglo XIX en que la izquierda hegeliana
afirma que lo que hace posible la metafísica y la moral es la doc- comienza a concebir al hombre desde el punto de vista de la
trina de los dos mundos, sistematizada en forma definitiva por praxis (II, 27). Esta idea había sido descubierta ya, en forma ge-
Platón. Según esta doctrina, el mundo sensible es el mundo infe- neral, por Aristóteles, pero no logró influir en el desarrollo de la
rior, que está regido por el mundo superior de las ideas. Las metafísica tradicional. Aristóteles considera que lo que caracteri-
ideas imprimen su molde a las cosas y son los ideales que impo- za al hombre son sus tareas y que la tarea peculiar de todo
nen las metas a la acción humana (vi, 8). El fundamento último hombre es su propia vida, es la persecución de su forma más per-
de las ideas es lo divino, que es la fuente de validez de las nor- fecta, de la eupraxis (u, 30, 31).
mas de conducta. Nietzsche denuncia la concepción, de los dos Si se utiliza la praxis como fundamento de la comprensión del
mundos que ha esclavizado el pensamiento y la acción de' Occi- ser del hombre, se puede superar el nihilismo y se puede aspirar
dente durante siglos. Esta doctrina no es verdadera sino falsa y su a una nueva moral (u, 31). Si el ser del hombre consiste en una
origen se explica por el afán de conservación de la especie hu- tarea, es indudable que para cumplirla tiene que proyectarse hacia
mana. La desesperación por mantener la vida, el terror de la las metas elegidas. Al proyectarse tiene que escindirse en lo que
muerte, llevan al hombre a imaginar la doctrina de los dos mun- es, en su ser actual, y en lo que va a ser cuando logre cum-
dos y a crear una metafísica y una moral falsas. Contra ellas plir sus metas. Pero, cuando se concibe al hombre desde este
hay que proclamar la moral de la vida, de la afirmación de la vo- punto de vista, la escisión señalada no conlleva ya a la destruc-
luntad de poderío. Hay que rechazar los viejos valores y las viejas ción de la unidad y la homogeneidad de su ser, no se produce
ideas, hay que implantar el nihilismo. El nihilismo, el rechazo de el desgarramiento que se origina en la doctrina platónica de los
los dos mundos es la única manera de liberarnos del desgarramien- dos mundos (u, 32). Al revés, la unidad de lo humano se conserva
to que sufre el ser del hombre. El hombre tradicionalmente, tiene en el despligue de los momentos constitutivos de un todo unita-
que controlar sus impulsos vitales y someterlos a la tiranía de las rio (II, 32). El deber ser puede explicarse, así, sin necesidad de
normas (u, 11, 12, 13). Pero el nihilismo se impone cuando se trasponerlo a un mundo ideal. En el deber ser hay un trascender
desenmascara el "otro mundo", el mundo de las ideas y de lo hacia, pero no hacia un más allá, porque la dimensión del trascen-
divino como una ficción. Nietzsche llega, así, al nihilismo radical. der no es el espacio sino el tiempo. Por tener que elegir, el hombre
Danilo Cruz Vélez asume la tesis de Nietzsche en tanto denuncia es libre y responsable, y en consecuencia, lose efectos de sus accio-
la ficción de los dos mundos (u, 24). Pero no la acepta en rela- nes le son imputables. Vemos, así, que los conceptos cardinales de
ción a la metafísica y la moral. Porque lac metafísica que denun- la ética pueden salvarse, y esto es posible porque ellos no na-
cia Nietzsche, que es, en esencia, platónica, no yes sino' una entre cieron como fenómeno histórico con el platonismo y se evapora-
otras posibles. Nietzsche ha identificado la metafísica con el pla- ron con el nihilismo, sino que son estructuras fundamentales de
tonismo, pero la prueba de que su identificación es demasiado la existencia humana (u, 33.). Y esto muestra que sería posible su-
estrecha es que él mismo presenta un nuevo tipo de metafísica, perar el inmoralismo derivado del nihilismo mediante una ética
una metafísica de corte no platónico, que es la última expresión basada en conceptos diferentes de los tradicionales. Ante todo no
134 EXÉGESIS Y CREACIÓN EXÉGESIS Y CREACIÓN 135
podría estar constituida por preceptos universales, porque la uni- En relación a las ciencias, la filosofía debe hacer una tarea de
versalidad de las normas éticas sólo puede fundarse en instan- depuración. Las ciencias han salido todas de la filosofía, recha-
cias trascendentes como lo divino, las ideas, la razón universal, los zando el ser como una quimera. Pero el ser las rodea por todas
valores, etc. Pero en la época del nihilismo en <la cual esta- partes, como una atmósfera. Todat ciencia, en último término,
mos actualmente, no se puede ya recurrir a estas instancias (n, estudia modalidades del, ser, sin poder llegar, sin embargo, al ser
32, 33). Habría primero, para vencer el acondicionamiento histórico de, los objetos que estudia. La filosofía debe realizar una medita-
del hombre, que establecer preceptos <negativos que vayan ale- ción incesante sobre las ciencias y de este, modo puede llevarlas
jándolo, per viam remotionis, de todo lo que no es él propiamente, nuevamente a su seno, más no para convertirlas de nuevo en fi-
pero en lo cual tiende a perderse. Sólo después de hacer esto po- losofía como pretendieron Schelling y Hegel, ni para considerarlas
dría venir la tarea positiva de fundamentación de la nueva ética corno su campo de trabajo como pretende el positivismo, sino
para lo cual hay ya, aunque dispersos, muchos elementos en la para sacar a luz la atmósfera que las rodea por todas partes y para
filosofía contemporánea (u, 33). enraizarlas en un saber esencial 5 (iv, 22). Desde luego hay mu-
Los desarrollos que anteceden permiten comprender el pensa- chas otras tareas que, la filosofía puede y debe emprender. Pero
miento de Cruz Vélez sobre la esencia y el porvenir de la filosofía. bastan las anteriores consideraciones para ver con claridad que,
De acuerdo con el análisis heideggeriano de la historia de la pese a algunos vaticinios en contrario, la filosofía tiene un amplio
metafísica, esta expresión fundamental y señera de la filosofía futuro (iv, 23).
tradicional, ha muerto, y ha muerto porque ha caído en el olvido
del ser. Esto puede hacer pensar que la filosofía ha muerto. Pero
no puede ser así porque la filosofía .es consustancial al hombre,
de manera que mientras el hombre exista habrá filosofial Es desde
luego imposible predecir su futuro, porque la filosofía es la su-
prema expresión de la libertad del hombre. Pero, dentro de ciertos
límites, se pueden trazar, algunos lineamientos de su posible desa-
rrollo (iv, 20). Por lo pronto, una de sus tareas futuras es la
de mantenerse filosofando sobre su esencia, lo que puede consi-
derarse como una conquista, pero una conquista que exige una
lucha permanente para mantenerse. Se trata de una lucha muy
difícil porque, como hemos visto al exponer las ideas de Cruz
Vélez sobre el> saber sin supuestos, la filosofía no tiene ningún
punto de apoyo fuera de sí misma, ni puede esperar ayuda de
ninguna parte, (iv, 20).
Otra tarea sería la de conquistar su propio pasado. El hecho
fundamental de que la metafísica haya caído en el olvido del
ser exige un filosofar constante sobre ella y su historia. A pesar
de este olvido, al hablar sobre el ente ha tenido que tematizar de
algún modo el ser y, por eso, ha acumulado un enorme acopio
Es muy interesante observar la convergencia de este plantéamiento con la
de ideas sobre el ser, aunque siempre referido< a los entes. Los concepción de Mario Bunge referente a la protofísica y a las posibilidades de
grandes conceptos metafísicos como finito e infinito, ser en otro desarrollar sistemas formales de carácter metafísico. Los estudios de Bunge,
y ser en si, substancia y accidente, etc., pueden ser referidos al que son rigurosos, pueden ser utilizados como punto .de partida para el in-
tento que propone Cruz Vélez, de estudiar filosóficamente las ciencias para
ser, sacado del olvido y estudiado en su articulación y en su unidad dilucidar la atmósfera que las rodea que no es> otra que la atmósfera del ser.
(la lógica de Hegel puede ser considerada como uno de los inten- Esta dilucidación .no puede ser rigurosa en sentido estricto, pero puede tener
tos que se han hecho en este sentido) (iv, 21). un profundo interés filosófico.
HISTORIA DE LAS IDEAS 137
pasado inadvertido a quienes se habían ocupado de la historia del
pensamiento filosófico en América Latina: que este pensamiento
presenta visos de originalidad. (1, 15; ix, 18 y siguientes; x, 13, 32
IV. LA HISTORIA DE y siguientes). Porque la originalidad no consiste únicamente en
LAS >IDEAS Y EL REDESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA crear sistemas teóricos abstractos sino que puede manifestarse de
muchas maneras. Una de las más significativas es, precisamente, la
EL movunENTo histórico de las ideas en América Latina, que manera de utilizar las ideas, el modo de aplicarlas. Cuando los
toma cuerpo al término de la segunda Guerra Mundial y que cul- latinoamericanos se independizan de España comienzan ya a uti-
mina rápidamente en una filosofía de lo americano, es una de lizar una serie de ideas filosóficas para justificar su acción polí-
las manifestaciones más características y originales del pensamien- tica, para poder alcanzar los fines que se proponen. Y durante
to latinoamericano. Aunque se origina como resultado de los es- toda nuestra vida independiente han procedido de la misma ma-
fuerzos de pensadores de diversas nacionalidades, es Leopoldo nera. Nuestros pensadores nunca se conformaron con imitar o re-
Zea el primero que tiene la idea de coordinar estos esfuerzos y de petir fórmulas filosóficas importadas. Lo que persiguieron fue la
crear un movimiento sistemático que persiga metas definidas. Leo- creación de una nueva sociedad que fuera más justa, más libre
poldo Zea inicia su obra inspirado en la convicción de que la que la que había imperado durante la Colonia. Y para lograr es-
mejor manera de hacer filosofía auténtica en nuestro medio es tos fines, utilizaron ideas filosóficas europeas. Los latinoamerica-
utilizar el pensamiento filosófico para dar respuesta a los pro- nos pusieron, pues, su sello en todas las filosofías europeas que
blemas urgentes y concretos de nuestra realidad histórica y utilizaron. Y esto es una manifestación innegable de originalidad
social, de aquella realidad de la cual es parte del propio pensador, (I, 15; u, 151; 152).
La filosofía académica en América Latina había consistido prin- Pero la misma historia de las ideas nos abre, además, un nuevo
cipalmente, según Zea, en repetir en forma aislada y abstracta las horizonte para la comprensión de nuestra cultura. Es cierto que,
teorías de la filosofía europea y esto no podía conducir a ninguna en la manera de aplicarlas, los latinoamericanos muestran cierta
actividad filosófica creadora. La filosofía debía orientarse, por eso, originalidad al enfrentarse a las ideas filosóficas. Sin embargo, des-
al análisis de problemas diferentes de aquellos que se planteaban de un comienzo sienten el prurito de ser originales en la crea-
en el ámbito puramente académico.' La filosofía occidental, a ción de estas mismas ideas. Nuestras figuras más representativas,
pesar de que en algunos de sus aspectos presentaba una gran abs- desde las postrimerías de la Colonia y durante el siglo xix, se
tracción, había surgido como respuesta a problemas humanos rea- sienten profundamente motivadas por: la creación de un pensa-
les, como intento de resolver problemas originados en la práctica miento propio, de una cultura original. Esta motivación se inten-
de la vida colectiva. Pero su descarnada enseñanza en nuestras sifica en el presente> siglo y llega a su culminación al término de
universidades no respondía a ninguna problemática real de nues- la segunda Guerra Mundial 2 (IX, 11 y siguientes; 130- y si-
tra circunstancia histórica. Sin embargo la historia de las ideas nos guientes; x, 11 y siguientes). La historia de las ideas nos revela,
muestra cómo la filosofía europea, fuera del aislamiento acadé- así, un aspecto fundamental de la condición histórica del latino-
mico, había sido utilizada para resolver problemas reales, por americano: la preocupación por sus posibilidades creadoras. Esta
ejemplo, cómo el positivismo fue utilizado en México para asen- preocupación es consustancial a su ser, se manifiesta por el he-
tar definitivamente el poder de la burguesía triunfante después cho mismo de nuestro origen histórico. Por haber sido colonia,
de su lucha contra el imperialismo europeo (invasión francesa de América Latina es considerada por el poder metropolitano como
México). Y este hecho revela algo fundamental, algo que había un ser secundario. Y producida la independencia, su condición de
excolonia, el hecho de que no posee la extraordinaria tradición
A pesar de esta posición, Leopoldo Zea. desde 1948 reconocía que podía
hacerse filosofía auténtica abordando temas de carácter universal. (III, 172, cultural y política de los países occidentales, hace que éstos con-
173). Su posición no fue nunca, como se ha pretendido muchas veces, dogmá- sideren nuestra realidad como una realidad disminuida, incapaz
tica. Sobre la evolución de su pensamiento respecto de la validez r de una -
filosofía universalista ver Miró Quesada II (especialmente el Prólogo). Sobre, este punto ver Miró Quesada, u, 221 y siguientes.
[136]
138 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 139
de alcanzar las cimas de, creación y originalidad logrados por ellos. emergentes de las burguesías nacionales y cómo el análisis de esta
La historia nos coloca en una situación desde la cual nos vemos utilización revela las motivaciones más profundas y significativas
como excéntricos, como marginales y esto hace que dudemos de de dichos. grupos, grupos que echan mano de ideas filosóficas occi-
nosotros mismos, de nuestras posibilidades creadoras. No llegamos dentales para resolver problemas reales y concretos en la práctica
a sentirnos plenamente dueños de nuestro ser, queremos ser como de la vida política, social, cultural y económica < (1, n, tv, v).
los occidentales pero tenemos la impresión desque no podemos, ser- El conocimiento de esta etapa en la historia de las ideas en
lo. Al dudar de nuestras posibilidades creadoras, al sentirnos in- América Latina le permite ya comprender aspectos y modalidades
capaces de forjar una cultura auténtica, perdemos de vista lo que de nuestra historia, que revelan aspectos constitutivos de nuestro
somos, no sabemos ya cuál es nuestro ser, qué cosa significa ser ser Pero, aunque su labor de investigación se sigue desarrollando
latinoamericanos. Y no podemos alcanzar la lucidez de una ver- sistemáticámente y, después, de largos años de maduración, culmi-
dadera conciencia histórica. na en la elaboración pionera de una filosofía de la historia la-
Esta situación nos hace ver la importancia y la urgente necesi- tinoamericana, Leopoldo Zea comprende que la tarea emprendida
dad de estudiar la manera como ha repercutido en nosotros la es tan gigantesca que sólo puede completarse mediante el trabajo
cultura europea que, en forma constitutiva, ha contribuido a for- en equipo. Decide, por eso, formar un equipo de trabajo para
mar nuestra propia cultura. Porque es comprendiendo nuestra estudiar la historia de las ideas de manera sistemática, desde sus
manera, de reaccionar ante el impacto de dicha cultura, como orígenes en la• Colonia hasta el momento actual. Con este propó-
seremos capaces de comprender lo que realmente somos. Este co- sito forma el grupo Hiperión, integrado por jóvenes que compar-
nocimiento de la manera como hemos tenido que enfrentarnos al ten sus convicciones y entusiasmos como Emilio Uranga, Jorge
impacto de Occidente, al impacto de una realidad que forma Portilla, Joaquín Sánchez =Mac Gregor, Luis Villoro y otros.3 Para
parte de la nuestra pero que no es la nuestra, sólo puede lo- dar consistencia institucional al joven movimiento, funda el Cen-
grarse a través de la historia de las ideas. La historia de las ideas tro de Estudios Latinoamericanos en la Facultad de' Filosofía y
habrá de ser la vía que nos conducirá a la, comprensión de nuestro Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México. En
propio ser. Esta comprensión es fundamental porque de ella habrá este Centro, a través de cursos y seminarios, comienza a formar
de depender nuestra historia futura, sobre esta base habremos de sucesivas hornadas de investigadores de historia, de las ideas, mu-
formar nuestras opciones para forjar un nuevo tipo de socie- chos de los cuales se van incorporando a su equipo. El Centro ad-
dad en donde, instalados al fin en una realidad que es la nuestra, quiere tanto -prestigio que comienzan a acudir estudiantes de di-
podremos realizar plenamente nuestras más > altas posibilidades versos países latinoamericanos y luego, de los Estados Unidos y de
humanas. países europeos. De esta manera Leopoldo Zea logra reunir en
Desde que inicia sus investigaciones Leopoldo Zea tiene una torno de él un interesante conjunto de investigadores, sobre todo
clara visión de la relación existente entre la historia de las ideas latinoamericanos, dedicados al estudio de la historia de las ideas
y la posibilidad de dilucidar el problema del ser del latinoameri- en nuestros respectivos países. Se consolida, así, un movimiento
cano. Con la precisa intención de llegar a un esclarecimiento del característico del pensamiento latinoamericano en la segunda mitad
significado de nuestra condición de latinoamericanos, Leopoldo del presente siglo, movimiento que contribuye en , forma muy im-
Zea comienza a investigar la historia de las ideas en México. Li- portante al conocimiento de los rasgos esenciales de nuestra cul-
mita su estudio a la investigación del impacto de la filosofía po- tura y a la revelación de nuestro ser histórico.
sitivista porque considera que se trata de una etapa clave en la En ,formó independiente e inspirados , por ideales semejantes, más
historia de su país: la formación de la burguesía nacional que o menos por la misma época, surgen en América del Sur impor-
es el pivote sobre el cual gira, en gran parte,, la historia de ,Mé- tantes historiadores de las ideas como Arturo Ardao en Uruguay,
xico durante el siglo xrx (1, u). Pasa luego al estudio del positi- Joáo Cruz Costa en el Brasil,. Gregorio Weinberg y Arturo .Roig
vismo en. América Latina e incluye, esta vez, algunos aspectos
3 El grupo sólo trabaja unos cuantos arios. Pero en este lapso realiza
del romanticismo. En ambos casos muestra cómo las ideas positi- una labor sumamente fecunda. Sobre este punto ver Francisco Miró Que-
vistas son utilizadas de manera original por los diversos grupos sada.
HISTORIA DE LAS IDEAS 141
140 HISTORIA DE LAS IDEAS
en la Argentina, Ricaurte Soler en Panamá. Leopodo Zea estable-' tro propio ser muestra que en otras regiones del mundo hay otros
ce contacto con ellos y entre ellos quienes, al comprobar la con- hombres cuya ser se constituye en condiciones análogas a las nues-
vergencia básica de los esfuerzos individuales, se integran al mo- tras. En último término, la revelación del ser del latinoamericano
vimiento iniciado por él. Con los aportes de estos pensadores el remite al hecho fundamental de que América Latina sólo puede
movimiento de historia de las ideas en América Latina se enrique- realizar su destino si se- conquista la posibilidad del reconocimien-
ce aún más, aumenta su carácter sistemático y alcanza una dimen- to pleno y cabal del ser de todos los hombres. Esta evolución de
sión realmente americana. la historia de las ideas y de la filosofía de lo americano es muy
Como hemos señalado, la historia de las ideas tiene como meta importante en: relación a <la temática de nuestro estudio, porque
última el conocimiento del propio ser del latinoamericano. Por constituye uno de los aspectos más significativos de nuestro pen-
eso el movimiento empalma rápidamente con una filosofía de samiento. Pero• debido a que su relación con la historia de las
lo americano. Debido a la estrecha relación entre ambos temas, la ideas es bastante más compleja que en el caso de la filosofía de
historia de las ideas y la filosofía de lo americano siguen una lo americano, el estudio de la filosofía de la liberación y del
marcha paralela en la cual cada una de dichas disciplinas refuerza Tercer Mundo ha sido incluido en capítulo aparte.
a la otra. De esta manera se va acumulando un conocimiento sobre En las páginas que, siguen exponemos los aspectos más impor-
nuestra propia manera de ser que contribuye a la formación de una tantes de la obra de los pensadores que han realizado contribu-
nueva conciencia histórica. Superando la vieja inseguridad, la an- ciones de interés a la historia de las ideas y a la filosofía de
gustia de sentir una incapacidad radical de crear, comenzamos a lo americano. Desgraciadamente, como decimos en el prólogo, la
superar el complejo de inferioridad que nos ha caracterizado en el falta de espacio nos impide analizar sus aportes con el detalle
pasado y a apreciarnos a nosotros mismos. Descubrimos valores y la extensión que merecen. Por razones obvias dedicamos el ma
que habíamos desvalorizado, intelectuales a los que nunca había- yor espacio a Leopoldo Zea e incluimos, luego, algunos de los
mos dado importancia, comprendemos que nuestra realidad, a aportes más creadores de filósofos de su generación (la tercera, de
pesar de lo que habían tratado de hacernos creer los dominadores acuerdo con nuestra clasificación)5 y de la generación subsiguien-
occidentales, es llena de vigor, hermosa, deslumbrante. Conforme te (la cuarta). En algunos casos hemos tenido que limitarnos, muy
avanza el movimiento de historia de las ideas y de filosofía de lo contra nuestra voluntad, a pergeñar algunas líneas sobre algunos
americano, vamos descubriendo un panorama que habíamos igno- de ellos, especialmente los más jóvenes, a pesar de que ya tienen
rado o que apenas. sospechábamos, es como si se hubiera produ- obra valiosa.
cido un redescubrimiento de América.
Las anteriores consideraciones justifican que hayamos incluido
la historia de las ideas y la filosofía de lo americano en un 1. LEOPOLDO ZEA: DE LA HISTORIA DE LAS IDEAS A LA IDEA
mismo capítulo. Ambas constituyen aspectos complementarios de DE LA HISTORIA
un mismo movimiento, aspectos que no pueden comprenderse el
uno sin el otro y que, en una apreciable proporción de casos, han Como acabamos de ver, Leopoldo Zea parte de la historia de las
sido abordados de manera conjunta por los pensadores que han in- ideas para llegar a una filosofía de lo americano. Esta trayectoria
tervenido en su creación y desarrollo. se desenvuelve en diferentes etapas. Casi desde que inicia sus
Como veremos más adelante, la filosofía de lo americano cul- estudios de >historia de las ideas comienza a desarrollar los prime-
mina, a su vez, en una filosofía de la liberación y en una filosofía ros lineamientos de lo que él considera que debe ser una filosofía
latinoamericana auténtica. Esta filosofía es lo que más tarde él
del Tercer Mundo. No podía ser de otra manera porque el estu-
dio de nuestro propio ser de latinoamericanos revela que se trata mismo llamará "filosofía de lo americano". El camino que con-
duce a Zea de la historia de las ideas a la filosofía de lo ameri-
de un ser que se constituye en una situación histórica que tras-
ciende los límites de nuestro continente.4 La comprensión de nues- liberación y la filosofía de lo americano, ver Miró Quesada libro en pre-
paración.
5 Ver Miró Quesada
4 Sobre la relación entre la filosofía del Tercer Mundo, la filosofía de la
142 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 143

cano y sus- primeros'-pasos en la elaboración de esta última, han muy especial.- Zea emplea- en sus textos, sobre todo en los últimos,
sido desritos -en Despertar y proyecto- del filosofar-latinoamerica- expresiones como "la libertad es el- fin último de la historia"
no (Miró Quesada u, 221- y ss.). En esta obra el lector encontra- (xvu, 16), "el espíritu es conciencia", "los esfuerzos del espíritu
rá una exposición a la vez panorámica y sintética de estos traba- por- realizarse originan la historia" (xvu, 16 y ss.), "diáéctica",
jos iniciales. Si está interesado en profundizar el tema , deberá leer "la historia se desarrolla medianté afirmaciones, =negaciones y ne-
la clásica trilogía de Zea sobre el positivismo' en México y Amé- gaciones de negaciones" (xvn, 17 y ss.; xvux, 21, 26 y ss., 30 y
rica Latina (x, u, iv), sus dos libros sobre filosofía de lo mexica- ss., 79_ y ss., 97), "enajenación" (xvu, 37), "Aufhebung" (xvux,
no (v, , y sus dos primeros libros sobre filosofía, de lo ame- 171, 172). Pero cuando se entiende lo que quiere decir de <acuerdo
ricano (lx, x). Pero,- a través de toda su trayectoria intelectual con el contexto donde se encuentran dichas expresiones, se' descubre
Zea nunca ha dejado de meditar sobre la filosofía,-de lo americano. que, fuera de los casos' en' que se está refiriendo explícitamente al
A pesar de que su pensamiento ha ido --ampliando su ámbito y ha pensainiento de Hegel, :se trata de un manejo muy personal de
culminadO, como acabamos de señalar, en una- filosofía de la las fórmulas hegelianas. 'llegel es, -antes que nada, un metafísico.
liberación y del Tercer. Mundo, conforme iba experimentando Para él 'la única realidad' es la conciencia universal; la que, me-
esta ampliación temática iba profundizando los temas anteriormente diante un proceso dialéctico basado en afirmaciones, negaciones y
tratados. Más aún, la ampliación exigía dicha profundización y la negaciones de negaciones, se desdobla en naturaleza 'y espíritu. Y
profundización abría horizontes temáticos cada vez más amplios. después de un largo y dramático proceso, la conciencia vuelve a uni-
Por eso, a través de los arios,. Zea ha ido elaborando una filoso- ficarse, y al hacerlo, comprende que el anterior desdoblamiento no és
fía de lo americano . cada vez más completa y sistemática hasta sino apariencia. Naturaleza y espíritu son una misma cosa, la distin-
que su pensamiento alcanza una madurez definitiva que se ma- ción entre objeto y sujeto se deriva del primer proceso de des-
nifiesta en la publicación de sus dos libros más importantes: doblanxierito, pero en último término es aparente, puesto que lo
Dialéctica de la conciencia americana (xvn) y Filosofía- de la his- único que existe - es la conciencia, es decir, la idea consciente de
toria americana (xvm). En las lineas que siguen .vamos a analizar sí misma, realidad última y absoluta. La histOria humana no es
esta última etapa de su pensamiento sobre filosofía de lo ameri- sino la manifestación de este proceso puramente racional, los in-
cano. Esta etapa es, a no dudarlo, clave para el estudio de la filo- dividuos son entidades secundarias, derivadas, meros pretextos para
sofía de lo americano y para seguir el proceso que, -partiendo de que se realice el espíritu, para que la conciencia universal,
ella, culmina en la filosofía de la liberación y del Tercer Mundo.
para que la idea, llegue a su perfecta lucidez. Se trata, como ve-
mos, de una metafísica idealista, de una teoría que intenta dar
a) El marco conceptual cuenta de la totalidad del mundo. -
Pero cuando Zea nos habla de dialéctica, de afirmaciones, de
Antes de seguir adelante en la presente exégesis, es conveniente negaciones de negaciones, de conciencia, de espíritu, está muy
hacer algunas reflexiones sobre el tipo de categorías conceptuales jos del ámbito metafísico de Hegel. En ningún momento se des-
que. utiliza Zea para expresar su pensamiento. Es conveniente prende -de sus palabras que está hablando de un espíritu univer-
porque una lectura superficial de sus textos puede dar la impresión sal, que es la. Idea que se desarrolla autónomamente, a través de
de que se' trata de categorías hegelianas >y de que Zea no es sino un proceso 'puramente interno y, racional hasta culminar en la
un filósofo que aplica las ideas de Hegel para hacer una filoso- identidad total de naturaleza y espíritu, de sujeto y objeto. NO
fía de la historia americana. Pero si se hace esta interpretación se trata de desarrollar 'un sistema metafísico de carácter idealista,
es imposible comprender nada de lo que ha hecho Zea. Su pensa- sino de describir la acción humana concreta< de seres humanos
miento, a pesar de que, sin duda,= está influido por Hegel, está sin concretos, individuos de carne .y hueso. Cuando nos habla de
embargo muy lejos de ser hegeliano. Porque aunque utiliza expre- conciencia, se trata de la conciencia de los individuos. Desde lue-
siones hegelianas para referirse a las categorías conceptuales que go, la conciencia de ciertos individuos, de aquellos que captan
emplea en sus análisis histórico-filosóficos, las maneja de manera con mayor claridad su época histórica, puede representar dicha
144 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 145
época, puede ser tomada como modelo o guía por los demás in- ciencias, en lugar de tener intereses encontrados, coincidan y de-
dividuos para interpretar su propia realidad. Pero en toda < su cidan libremente asociarse para realizar un proyecto común. Par-
obra es absolutamente daro que para Zea la palabra "conciencia" tiendo de la oposición de las conciencias individuales debido a
remite siempre a una conciencia de algún individuo concreto. que tienen intereses encontrados (por ejemplo diversos individuos
Cuando habla de la libertad como meta de la historia, no está quieren conseguir lo mismo, pero lo que quieren conseguir sólo
pensando en una historia que, a manera de la Idea, se desarrolle puede ser realizado por uno de ellos con exclusividad de las
intrínsecamente, llegando a la libertad cuando se ha tomado con- restantes) Zea explica el proceso dialéctico y el origen de la creen-
ciencia de que todo es uno y lo mismo, de que nada existe fuera cia de que la acción de las individuas no es sino la realización
de la voluntad de la conciencia consigo misma. Está pensando en de una voluntad supraindividual, de un proceso metafísico que la
una historia real, en la historia de los individuos concretos que la trasciende, (xvu, 39, 40, 41, 42). La dialéctica no es, pues, un
hacen, que son sus protagonistas. Son estos individuos los que proceso autónomo que utiliza los fines intrínsecos y necesarios
anhelan la libertad y los que luchan por obtenerla. Este anhelo, del espíritu. La dialéctica no es sino el resultado de las acciones
compartido por la mayoría de los hombres, es lo que da sentido a individuales, es como el vector resultante de la composición de
la historia, lo que hace que la libertad sea meta de la historia. fuerzas. Creer que se trata de, un proceso supraindividual es alíe
Zea, indudablemente, tiene fe en que, la historia, al fin y al cabo, finarse; es confundir lo que es con la apariencia y, por ende, dejar
después de una larga y dramática lucha, habrá de culminar en de ser sí mismo (xvn, 42, 43). Vemos, pues, que la manera como
la fojra de un mundo libre. De sus textos se desprende que, Zea concibe la dialéctica y el espíritu no sólo no es hegeliana sino
para él, la historia no es, un proceso ciego o errático, sino que que es lo opuesto. Para Hegel la alienación consiste en creer que
tiene dirección y que esta dirección es el camino de la libertad- el espíritu es individual, para Zea consiste en creer que hay un
Pero en ningún momento piensa que la, dirección se deba al des- espíritu universal con voluntad propia que utiliza a las concien-
envolvimiento de una idea según leyes intrínsecas. La dirección se cias individuales como instrumentos.
desprende de la condición humana, del ser del hombre que consis- Podría pensarse que, aunque no son hegelianas, las categorías
te en su afán de reconocimiento, en hambre de libertad. Cuando conceptuales que utiliza Zea son de corte marxista. Pero no hay
habla de la negación de la negación, cuando dice que una con- tal. Aunque es cierto que Zea está influido por el marxismo, no
ciencia niega a la otra y que la otra quiere ser reconocida por la se le puede llamar propiamente marxista. Por lo pronto es difícil
primera, no está pensando en la conciencia en sí, en la concien- saber si, en relación a su concepción de la dialéctica, puede ser
cia universal y única, en la Idea absoluta, sino en las conciencias llamado marxista. Si por dialéctica se entiende lo que entiende
individuales. Son los individuos los que niegan a los individuos, Engels .en el Anti Duhring o en la Dialéctica de la naturaleza,
son las conciencias de los individuos las que se dan cuenta de puede afirmarse con toda seguridad que el concepto de dialéctica
que otros individuos les niegan el defecho de tomar decisiones li- que utiliza Zea es muy diferente. Para Engels, inspirado directa-
bres en relación a su destino. No hay pues, para él, una dia- mente en Hegel, la dialéctica es un principio universal, es la ley
léctica metafísica en el sentido de una ley universal que rige el del movimiento de la realidad natural y social. Los enfrentamien-
dinamismo de la realidad. La dialéctica de la naturaleza no es tos de las conciencias son, por eso, consecuencia del proceso dia-
tema que haya abordado, de manera que no es posible saber lo léctico. Para Zea, la dialéctica es consecuencia de los enfrentamien-
que piensa al respecto. En cuanto a la dialéctica de la historia y de tos de las conciencias. En cuanto al concepto de la dialéctica del
la vida social, la utiliza constantemente pero, como hemos dicho, propio Marx, a pesar de algunas citas desparramadas que se pue-
a su manera. Para él la dialéctica de la historia se origina en la dan encontrar en sus obras, en realidad nunca lo ha utilizado de
relación de oposición de las conciencias individuales. Esta oposición manera sistemática. Algunos autores sostienen, incluso, que la
no es necesaria como podría creerlo un hegeliano, no es una utilización del término "dialéctica" es un rezago de su hegelianis-
oposición que se deriva de un proceso supraindividual, superior mo juvenil pero que su pensamiento es, en realidad, antidialéctico.6
a las conciencias, del cual éstas no son sino( manifestaciones con- 6
Sobre este punto ver la monumental obra de Michel Henry sobre Marx.
cretas. Puede darse perfectamente el caso de que dos o más con- Michel Henry, Marx, Gallimard, París, 1976.
146 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 147
En cuanto a otras categorías del marxismo, tampoco puede función práctica. Esta función se manifiesta con especial vigor en
considerarse que son las que utiliza Zea, por lo menos de manera relación a la filosofía de lo americano. En efecto, una de las
ortodoxa. Así, no hay en sus obras ninguna afirmación en el primeras conclusiones a las que llega Zea cuando comienza a
sentido de que la única realidad del universo es la materia; tam- meditar sobre el latinoamericano es que su ser consiste en la
poco se encuentra la creencia de que la clase determina por com- necesidad de afirmarse a sí mismo y de lograr el reconocimiento
pleto la conciencia del individuo. <Desde luego Zea utiliza el humano (ix, 87 y ss.; x, 32 y ss.). El latinoamericano desde,
concepto de clase en sus análisis y considera que la lucha de da- que nace a la historia ha estado en una condición de inferioridad
ses existe y es uno de los factores determinantes de la historia. frente al poderoso hombre de Occidente. Este hombre lo ha con-
Pero al lado de la clase, confiere igual o mayor importancia a los siderado siempre como inferior, incapaz de crear una cultura pro-
conceptos de nación y de región mundial (por ejemplo, América pia y original. Lo ha utilizado como instrumento, lo ha mante-
Latina, el Tercer Mundo) conceptos que desempeñan un rol nido en una situación de dependencia imponiéndole un destino
muy secundario en el marxismo. Por último el concepto que tiene que él no ha elegido. Lo ha desconocido como ser libre, y creador,
Zea de la relación del pensamiento de Marx con América Latina le ha regateado su ser, le ha negado el derecho de ser igual a él.
es muy diferente del concepto marxista usual. Aunque Zea reco- Por eso, aquello que lo caracteriza es su afán de ser reconocido
noce la verdad de la, lucha de clases, y que el pensamiento de como ser humano, como un ser con la misma libertad y dignidad
Marx ha contribuido a orientar la historia hacia la liberación que proclaman para sí los occidentales. Pero ese afán choca contra
humana, considera, sin embargo, que su interpretación de la la dura realidad, se ve frustrado por la situación de dependencia
historia americana es eurocentrista. Sostiene que Marx ve a nues- que le imponen las grandes potencias de Occidente. Es necesario,
tros países desde su perspectiva europea, desde una perspectiva por eso, buscar el camino de la independencia.
que, considera que la única historia verdadera es la occidental Ya desde 1952 Leopoldo Zea señala que la misión del filósofo
y que lo que sucede en otras regiones del mundo no es sino una latinoamericano es contribuir, en el plano teórico, a la superación
historia subsidiaria, una historia cuyo sentido es hacer posible de nuestra situación de dependencia. Debe fundamentar teórica-
la plena realización de los ideales europeos (xvin, 66 y ss., 74). mente la lucha contra el imperialismo, debe mostrar que nuestra
Las consideraciones que anteceden muestran, así lo creemos, situación actual conserva aún aspectos coloniales que no pueden
que desde el punto de vista epistemológico y hermenéutica i las ser tolerados, debe contribuir a dar unidad a las fuerzas dispersas
categorías conceptuales que utiliza Zea para interpretar la histo- de nuestro proletariado incipiente. El análisis de esta misión mues-
ria americana, son originales. El lenguaje hegeliano que utiliza, tra que el filósofo latinoamericano está en una situación muy dife-
como en tantos otros casos, puede dar pábulo a pensar que su rente de la del europeo y que es, precisamente, esta diferencia la
filosofía es de corte hegeliano. Pero sus textos son inequívocos. A que habrá de permitirle enfrentarse, con originalidad a los pro-
través de una meridiana claridad irradian una nueva filosofía blemas filosóficos (vi, 33 y ss., 193, 202, 207).
de-la historia cuyo fundamento último es el humanismo. Creemos Al proceder de esta manera, afirma Zea, el filósofo latinoameri-
que Zea no sólo es el primero en haber elaborado en grande una cano habrá de contribuir a dar una conciencia a la sociedad don-
filosofía de la historia americana sino que es el primero en haber de se desenvuelve y de esta manera se podrá actuar en consonan-
utilizado el humanismo de manera sistemática para hacer filoso- cia (vi, 168). A partir de este momento la convicción de que la
fía de la historia. meta última de la reflexión filosófica sobre el ser del latinoameri-
cano debe ser práctica pues tiene que consistir en señalar el ca-
mino de la liberación, se va afianzando de manera cada vez más
b) Teoría y práctica: la conciencia como condición de acción eficaz nítida. En forma tajante, declara: la teoría no puede ser otra cosa
que el fundamento 'de la práctica... el intelectual tiene como mi-
Una idea muy importante para entender no sólo la intención úl- sión la de abstraer de las experiencias dell hombre práctico el ins-
tima de la filosofía de lo americano sino el sentido de todo el trumental para una más perfecta acción (ix, 171, 172)... Tratán-
pensamiento de Leopoldo Zea, es que para él la teoría tiene una dose de América Latina el instrumento teoenico para una acción
148 HISTORIA DE LAS IDEAS
HISTORIA DE LAS IDEAS 149
más perfecta es la filosofía de lo americana y la acción consiste a sus propios creadores. Quienes proclaman y ejercen la libertad
en rebelarse contra una situación en la que somos considerados
como instrumentos, como meros donadores de riqueza para inte- en este país, proclaman la libertad para todos los hombres pero
reses ajenos a los nuestros, en rebelarse para crear un orden más se las ingenian para regatearla a quienes no son ellos mismos
justo (xii, 40). Así, en un desarrollo necesario de su pensamiento (xvu, 18). La actitud de los Estados Unidos no hace sino reflejar
la de Occidente cuya expansión ha producido el dominio del
se va perfilando su concepción de la filosofía, de lo americano: la mundo no occidental. Mas al imponer este dominio plantean a
filosofía de lo americano tiene por misión revelarnos nuestro pro-
pio ser, revelación que se manifiesta .a través de la creación de una los pueblos dominados una problemática que de otra forma les
habría sido"extraña: La idea de libertad que tienen los occidenta-
determinada conciencia histórica, conciencia que, a su vez, orienta
nuestra acción hacia la liberación definitiva. Esta liberación sólo les será el catalizador que producirá la idea de libertad en los
puede lograrse mediante el reconocimiento humano concreto y hombres a quienes se niega la simple posibilidad de la misma
efectivo, mediante el reconocimiento de la dignidad y libertad (xvii, 18). En nombre de la libertad, hombres concretos son do-
reales de nosotros los latinoamericanos (x, 30 y ss.; xii, 40, 141, minados, humillados, aniquilados, son considerados como parte
de la naturaleza que ha sido conquistada y cuya explotación eco-
142, 149; xvi, 143, 145, 149). nómica contribuye a aumentar la riqueza y el poder de los con-
quistadores (xvii, 18, 19). Estados Unidos, el primer pueblo en la
c) La dialéctica del reconocimiento humana 7 historia que reclama el derecho de sus hombres a ser libres, el
mismo que exige al viejo mundo el respeto de sus libertades, se
Para interpretar el proceso mediante el cual el latinoamericano resiste a reconocer los mismos derechos a otros pueblos que no
va adquiriendo conciencia cada vez más lúcida de su condición, hacen sino exigir la misma libertad. Esta exigencia es tanto má.s
Zea considera que es necesario analizar las relaciones entre. Amé- justa cuanto que tanto. Europa como Estados Unidos hablan de
rica del Norte y América del Sur. Un famoso texto de Hegel una libertad universal; igual para todos los hombres (xvn, 20). La
libertad se trasforma, así, en instrumento de dominio. Y por eso
anuncia que acaso algún día se desarrollará entre ellas una nueva
América Latina tiene que luchar por su liberación. Lucha tanto
etapa en la lucha por el predominio (xvii, 17; xvm, 63). Mas para
más intensa y dura porque el dominio occidental encuentra alia-
Hegel el presente es Europa. Europa es el protagonista en el des- dos en nuestros pueblos, en grupos de poder oligárquico que tam-
pliegue del espíritu y en este despliegue tiene que entrar en bién hablan de libertad pero sólo para defender sus intereses,
contradicción con otros pueblos y mundos, dando origen a una lu- intereses que coinciden con los de los dominadores extranjeros
cha dialéctica mediante la cual el espíritu va tomando conciencia (xvn, 21). Es esta lucha la que da sentido a la historia de Amé-
de sí mismo. El Occidente toma, por eso, conciencia de sí mismo rica en el siglo xx, y que al darle -sentido trasciende el propio
como abanderado de la libertad pero también como dueño de ámbito americano y abarcará a la humanidad entera. (xvu, 22, 23).
ella (xvin). ¿Cómo ha sido posible esta inautenticidad? ¿Por qué los grandes
La lucha sin embargo, afirma Zea, se desarrolla de manera no pueblos de Occidente han utilizado la libertad para ponerla al
prevista por Hegel. El filósofo alemán estuvo en lo cierto al pre- servido de sus intereses, negando la libertad de los demás pue-
decir que en los Estados Unidos la idea de libertad encontraría su blos? La razón es muy profunda. Ya la vio Hegel, pero Zea la
más extraordinaria, encarnación. Pero esta encarnación se limitó expresa sin ningún andamiaje especulativo. La conciencia es uni-
versal, pero también es diferencial. Iguala a todos los hombres,
En lo que sigue exponemos el pensamiento de Zea tratando de alcanzar puesto que todos lá tienen, pero los diferencia porque todos, se
su máxima fidelidad. Por eso utilizamos expresiones y giros tal como él mis- sienten individuos diferentes de los demás. Yo me resisto a ser
mo las utiliza. El lector debe tener cuidado de no dejarse llevar por un
lenguaje que, como hemos señalado, se asemeja con frecuencia al hegeliano, semejante a otro, no acepto ser su mera copia, la prolongación de
pero expresa conceptos no sólo diferentes sino, a veces, hasta contrarios a los su personalidad. Toda conciencia es, pues, individuación.8 Pero
de Hegel. Si lee el texto con cuidado su sentido adquiere una notable trans-
a Obsérvese cómo para Zea la universalidad de la conciencia no consiste en
parencia. que no hay sino una sola conciencia en la que desaparece la diferencia entre
150 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 151
sin embargo, puede serme incomprensible la resistencia de los de- tes y hasta contrapuestos, pone en crisis el mundo absoluto de los
más a ser como yo quiero que sean. Lo que exijo para mí mismo primeros. Por eso, cada hombre (y, correspondientemente, cada
puede parecerme inaceptable como exigencia de los demás. Por- nación) para sentirse seguro tiene que organizar la realidad que lo -
que la exigencia de los demás, de una manera u otra, limita las circunda. Asigna, a cada objeto una función determinada en rela-
posibilidades de mi conciencia. Esas exigencias ,del otro me reve- ción a sus, propios proyectos. Los demás hombres o naciones, tam-
lan que mi liberta& por más amplia que sea, está lindtada por bién tienen que cumplir una función preestablecida. Los hombres,
la libertad de los demás. Es precisamente en este sentido en que de esta manera, son cosificados. Mas los que son cosificados se
todos los hombres son semejantes (xvii, 25, 26, 27). Sin embargo, sienten libres y quieren, a su vez, tener un mundo propio y se-
la dinámica de la conciencia humana es tal que siempre estamos guro. Por eso, exigen que los demás los reconozcan como hombres
más capacitados para imponer a otros nuestra existencia que para cabales. El resultado de este enfrentamiento será una lucha llena
aceptar la de ellos. De aquí que las conciencias, es decir, los de contradicciones y paradojas. Los que tienen el dominio, bus-
individuos y en consecuencia los grupos, tienden a enfrentarse me- cando múltiples subterfugios, tratarán, así, de negar la humani-
diante la lucha. La historia de la humanidad es, precisamente, la dad de los dominados, considerándose a sí mismos la máxima
historia de esta lucha: la historia de la lucha que realiza el hom- expresión del hombre. Mas como pretenden encarnar en su per-
bre para situarse ante sí y ante los otros. Una lucha dolorosa que fección lo humano, buscarán en los demás, (los dominados) el re-
va haciendo a los hombres cada vez más conscientes de su propia conocimiento de esta pretensión, pues si no lo obtiene no podrá
humanidad (xvii, 26, 27). Desde luego, todo lo dicho en relación sentirse completamente seguro`-en su perfecta humanidad. Sin em-
a los< individuos, vale para los grupos y pueblos (xvn, ibid.). bargo, para obtener este reconocimiento hay que dotar de huma-
El proceso de lucha mediante el cual se va tomando conciencia, nidad al que reconoce pues sólo un hombre puede reconocer a
de la condición humana, se da en la historia mediante una se- otro hombre. Paradójicamente, él será -un hombre en la medida
rie de afirmaciones, que, al enfrentarse a otros, se presentan, tam- en que pueda ser reconocido por aquellos a quienes niega su
bién como negaciones, es decir, a través de la dialéctica. Mi humanidad. Surge, así, la dialéctica como regateo mediante el
afirmación se presenta al otro como negación, y el otro, al afir- cual se exige, se niega y se concede humanidad. En este regateo
marse, a su vez, me niega. Esta situación no tiene fin sino cuando lo que se juega es la existencia del hombre mismo (xvn, 29, 30,
mi afirmación y la de los otros puedan conciliarse. Y conciliar sig- 31). Los recursos para lograr la cosificación reconocedora son
nifica reconocer en los otros lo mismo que reclamo para mí, es múltiples: el color de la piel, la clase social, el sexo, la religión,
aceptar que mi afirmación no puede significar la negación de los etc. Todo lo que no guarde semejanza en el arquetipo que repre-
demás, ni la de otros, la mía. Es, nos dice Zea, la vieja norma senta la perfección humana de quienes lo realizan (o creen reali-
cristiana expresada racionalmente por Kant, es la sintesis de la zarlo) será signo de infrahumanidad. De esta manera encontramos
dialéctica hegeliana. Pero una síntesis que sólo podrá realizarse en la historia a pueblos que se consideran a sí mismos como la
cabalmente después de largas y penosas afirmaciones y negaciones máxima expresión de lo humano y, en consecuencia, como los
que van contribuyendo a que el hombre tenga conciencia de los únicos donadores de humanidad, como los exclusivos encargados
alcances y los límites de su condición humana (xvn, 27, 28). de toda posible humanización.
La historia se desarrolla dentro de los marcos de este dina- La Occidental ha sido, de todas las culturas, la que ha llevado
mismo. Los hombres que pertenecen a una determinada nación a su máxima intensidad esta proyección de sus expresiones sobre
se afirman consideran que su mundo es el verdadero, que es sólido, otras culturas. Por eso se ha caracterizado por el imperialismo que
indestructible, que sus valores son eternos, sagrados y absolutos. se inicia por el colonialismo. El Occidente ha considerado que su
Pero la presencia de hombres que viven en regiones diferentes, cultura es la única cultura auténtica, la cultura por excelencia y
que tienen otra concepción del mundo y de la vida, valores dif eren- que sus hombres, los que han producido esta cultura, son los más
naturaleza y espíritu, sujeto y objeto, etc. La conciencia es universal para
altos exponentes de lo humano. Por este motivo, son los no occP
Zea porque todos los hombres la tienen. dentales los que tienen que justificar su existencia. Y como no
152 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 153
pueden hacerlo porque son diferentes, pueden ser utilizados como los demás pueblos marginales) toma conciencia de su situación
objetos (xvit, 34). histórica (xvii, 47, 48 y ss.).
Los que se han elegido a sí mismos como los exponentes supre-
mos de la humanidad, como los hombres sin más,. justifican todos
los actos de cosificación de sus semejantes (opresión,, colonización) d) La doble utopía y el imperialismo de la libertad
mediante recursos sutiles, que a' veces no son captadOs con lucir
dez. Piensan que su ácción está justificada porque obedece a los Cuando América Latina se libera políticamente de España, queda
mandatos de una voluntad supraindividual como Dios, el Espí- en situación ambigua. De un lado están los' grupos criollos que se
ritu, el destino Manifiesto de la nación, etc. Difícilmente'el indi- consideran herederos legítimos de España y Portugal y que, por
viduo toma conciencia de este mecanismo, de que toda la justifical- ende, están convencidos de que tienen derecho a seguir usufruc
ción no es sino una manera de relacionarse con otros seres tuando la posición de privilegio que tenían desde antes de la In-
humanos para poder realizar sus ambiciones y proyectos (xvii, 39; dependencia. Pero con mayor poder aún, puesto que ahora
40)1 Al interpretar su acción como resultado de un mandato que pkieden aspirar a posiciones de mando supremo que antes eran
trasciende las voluntades individuales, los dominadores Conside- reservados a los peninsulares. Frente a 'este grupo están los que
rarán que tienen derecho a realizarla aunque para ello tengan se sienten desplazados, los que no han recibido beneficio con la
que aniquilar a las voluntades que se opongan a las suyas. Esta 'emancipación política de España. Entre ellos están los mestizos
creencia de que los propios fines dependen de Uña entidad su- que no tienen acomodo en el nuevo orden pero que se i sienten
perior y trascendente, conduce a, la enajenación, porque los fines capacitados para ejercer el ppder. En otros países latinoamerica-
que se persiguen no son ya comprendidos, son vistos en fornia nos los desplazados serán otros grupos sociales que han llega do
diferente de lo que realmente son. Tanto el que justifica dé tarde a un mundo ya repartido (xvia, 53, 54). Entre los primeros
esta manera su actividad oprelora, como, el oprimido son enaje- surgen las fuerzas conservadoras mientras que los segundos inte-
nados. El primero porque pierde la visión de sus Verdaderos fines; gran los partidos liberales y reformistas que habrán de tener en
el segundo porque no puede realizar sus propios fines pues tiene cuenta sus aspiraciones (xvii, 54, 55).
que realizar los que le impone aquél (xvii;:: 38 y ss., 42). El marco dentro del cual se desarrollará el choque de estos
grupos sociales contrapuestos, será el pasado de la cultura cris-
Debido a que el Occidente ha desarrollado al máximo una eleva-
la plenitud hu- tiano-medieval a la modernidad. El mundo ibérico es el• último
da concepción del hombre y que ha revelado. reducto de la visión medieval del mundo y toda' expresión de su
mana no puede realizarse sin libertad, los demás pueblos, domina- cultura será considerado como estrecha y contraria al progreso.
.dos por él, han asumido los valores occidentales. Al asumirlos Lo nuevo, lo bueno, lo eficaz es la nueva concepción de la vida,
exigen realizarlos y sólo piden a las potencias occidentales, países la expansión de la industria y del comercio, gracias a los aportes
europeos y América del Norte, que les permitan hacer lo que ellos de una ciencia que es obstruida por las arcaicas estructuras penin-
mismos, han hecho: afirmarse en,su plenitud humana para poderse sulares y sus desfasadas reproducciones latinoamericanas. Los la-
realizar libremente. América Latina ha sido una de las primeras tinoamericanos tomarán conciencia de este hecho y cuando se
regiones del mundo en tomar conciencia de esta 'situación para- emancipen de la Península sentirán su formación y origen como
dójica. América Latina se inspira en los excelsos valores que fue- una condena (xvn, 55, 56).
ron proclamados y realizados por las revoluciones francesa y nor Este hecho, sin cuyo conocimiento no puede comprenderse nada
teamericana. Pero tanto las potendas europeas como, sobre todo en de la historia de América I,atina, plantea un dilema a nuestros
época más reciente, América del Norte, tratan de impedir la pueblos: aceptación de la herencia colonial con su ineficiente
beración de nuestros pueblos, liberación que toma como bandera anacronismo o rechazo de nuestra realidad y rápida asunción de
la propia prédica de las potencias- que los oprimen. América Lati- los valores modernos. Los latinoanaericanos, debido a esta situa-
na que inicia el movimiento, es seguida por los pueblos de Asia, ción, se enfrentan a dos modelos opuestos: el anacrónico mun-
África y Oceanía. Es en esta lucha que el latinoamericano (y do heredado de las metrópolis iberas o el nuevo y poderoso mundo
154 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS , IDEAS 155
surgido en occidente, signo de progreso y de triunfo (xvn, 56). mos reaccionado ante las fuerzas que se oponen a la superación de
América Latina comienza su vida independiente, así, como una nuestra dependencia (xvn, 65). La expresión más lúcida de este
doble utopía: la utopía conservadora y la utopía modernizante. proceso de concientización es la obra de José Enrique. Rodó en la
De un lado conservar un orden que no podía adaptarse a la nue- que se denuncia, con meridiana claridad, el peligro de entregarse
va realidad que los occidentales estaban creando; del otro, la a la creencia de que sólo imitando a los Estados Unidos podremos
negación radical de nuestro pasado para forjar, a partir de cero, llegar a ser grandes. Nuestra América debe utilizar, por cierto,
una realidad moderna, igual a la norteamericana. todos los recursos de la ciencia y la técnica modernas, pero no
Estas utopías contrapuestas desgarran a América Latina y hacen tiene por qué asemejarse -a la del norte. Todos nuestros esfuerzos
que los hijos de nuestros pueblos se enfrenten entre sí y desan- deben estar encaminados a ser nosotros mismos, a cumplir con
gren sus países tratando cada uno de imponer al otro el modelo nuestro propio espíritu que no el pragmatismo anglosajón sino el
que considera salvador. Y por eso nuestro proyecto histórico fra- idealismo, y el idealismo consiste en la realización de lo humano.
casa y nuestra historia naufraga en el despotismo' y la anarquía. El sentido de toda obra humana debe ser el de lo humano pro-
Durante la primera mitad del siglo pasado, apenas iniciada su piamente dicho. Es la realización del hombre la que debe:orientar
independencia, nuestros pueblos se debatirán en un drama .sin nuestros esfuerzos por forjar una realidad propia (xvn, 71 y ss.).
salida. Anarquía liberal y anarquía conservadora, despotismo li- Así, pues, son los Estados Unidos de Norteamérica el gran pro-
beral y despotismo conservador (xvn, 58, 59). blema al que tienen que enfrentarse las fuerzas progresistas de
Que la utopía conservadora fracasase era natural. La vieja con- América Latina. Los Estados Unidos son la máxima encarnación
cepción ibérica del mundo no podía mantenerse ante el arrollador de la historia occidental, su más moderno y poderoso desarrollo.
avance de los nuevos tiempos. Pero lo que causa la tragedia de Y, por eso mismo, se explica su actitud ante los pueblos margina-
nuestros, pueblos es que las fuerzas liberales y progresistas de Amé- les. Procediendo de idéntica manera que las grandes naciones euro-
rica Latina, las que persiguen la realización del moderno modelo peas, los Estados Unidos se consideran la encarnación más perfecta
occidental, no encuentran apoyo en las grandes naciones que que- de lo humano. Proclaman que todos los hombres son iguales,
rían imitar. Las fuerzas conservadoras, en cambio, encuentran un que todos deben ser libres y que deben vivir en una sociedad
firme sustento. La razón, muy simple: la realización de los idea- justa. Pero cuando se trata de pueblos y culturas diferentes, no
les liberales afectaba los intereses económicos y políticos de los comprenden que ellos también pueden encarnar lo humano en
poderosos grupos que en sus grandes =naciones se consideraban forma igualmente ejemplar sólo que en manera y estilo distintos.
abanderados de la libertad y el progreso del mundo. Las grandes La universalidad de lo humano queda, así, limitada al ámbito de
potencias europeas y los Estados Unidos anhelaban ocupar el "va- las grandes potencias y entre ellas, destacando por su carácter
cío de poder" que españoles y portugueses habían dejado en Amé- paradigmático, los Estados Unidos. De esta manera, como lo enten-
rica Latina y los ideales de libertad y progreso en nuestros día Hegel, el espíritu se va realizando, la historia se va desarro-
países hacían imposible la expansión de dichas potencias. En cam- llando como drama. El drama se desarrolla en torno de la exi-
bio, el mantenimiento del viejo orden colonial (sin el poder de gencia de aquellos hombres, que no han sido reconocidos, a ser
las metrópolis) convenía admirablemente a estos fines de domi- reconocidos. De esta pugna, en esta dialéctica histórica, habrá de
nación (xvn, 62, 63). Esta experiencia desgarradora, esta tremenda nacer una nueva y más alta concepción de hombre... (xvn, 77,
desilusión histórica, contribuirá a que nuestros pueblos vayan 78).
tomando conciencia de su propia situación, conciencia que al- Ahora bien la posición de los Estados Unidos frente a esta exi-
canza una primera claridad en los inicios del presente siglo. La gencia de reconocimiento, es ambigua. Por lo mismo que es el
resistencia a la doble presión contra la libertad y el progreso, país que representa en forma más alta los valores occidentales,
interna proveniente de las fuerzas conservadoras y externa surgida tiene que ver con aprobación la realización universal de la liber-
de los grandes centros de poder, va modelando la historia de cada tad humana. Pero, como sucede siempre, es difícil justificar la li-
uno de nuestros pueblos. Toda nuestra historia en el presente siglo bertad de los demás si ella afecta nuestros propios intereses. Esto
gira en torno de esta toma de conciencia y de la manera como he- es lo que sucede con los Estados Unidos (xvii, 83, 85). Por eso
HISTORIA DE LAS:. IDEAS 157
156 HISTORIA DE LAS IDEAS
rica y que para cumplir este destino tienen derecho a incorpo-
Norteamérica deja rápidamente de ser revolucionaria, deja de ser, rarse otros territorios (xvn, 116).
como lo fue en sus primeros momentos, la inspiradora y guía de
la revolución mundial (xvn, 87, 88). Pero esto no significa que
los Estados Unidos no puedan ya nunca más retomar su gran mi- e) El antiimperialismo y los avatares de la historia latinoamericana
sión, ni que el mundo en que insurge como potencia haya llegado
a su fin. Según Zea, existen signos de que en este pueblo comien- La reacción de América Latina ante la avasalladora expansión del
za a tenerse conciencia del dilema a que lo ha llevado s_ u situación gigante del norte, no podía ser otra: el nacionalismo. Pero no un
histórica y esta conciencia origina la crisis moral que hoy día se nacionalismo de carácter expansivo como el europeo y el propio
adueña de la nación. Se trata de una toma de conciencia de la norteamericano, sino de tipo defensivo, afirmativo de los propios
incompatibilidad de sus ideales (ideales que dieron origen a su ser valores, exigente de la propia libertad: un nacionalismo no con
propio) con el mantenimiento de los privilegios que le ha ganado quistador, sino, al contrario, antiimperialista (vil, 143 y ss.).
su hegemonía (xvn, 89). Y así el destino de los Estados Unidos Mas para que este nacionalismo tenga éxito, es necesario corregir
habrá de depender de la elección que, inevitablemente, tendrá los errores del pasado, dejar de lado las utopías, sobre todo anu-
que hacer, entre la plena realización de sus ideales y las convenien- lar a las oligarquías aliadas del imperialismo yanqui. En todas
cias de su desarrollo material. Esta situación crea una desgarra- nuestras naciones se comienza a tomar conciencia de esta nece-
dora tensión en el alma del pueblo norteamericano, tensión que sidad. Nuestra historia en el, presente siglo es el resultado del
lo conduce a tratar de justificar sus intereses mediante pretextos enfrentamiento de esta• toma de conciencia nacionalista y de la
morales. En nombre de la libertad y del derecho de autodetermi- presión del, imperialismo concertado con el poder de las oligar-
nación de los pueblos, los Estados Unidos han justificado y justi- quías criollas. Los tortuosos caminos que va a seguir nuestra
fican su derecho a someter libertades que consideran violatorias historia va a depender de este enfrentamiento.
de su propia idea de libertad. Tratando de alcanzar esta imposible Los primeros brotes no se hacen esperar. El nacionalismo brota
conciliación, se ha ido transformando de nación modelo, defensora en América Latina en forma casi simultánea como respuesta al
de la libertad y los derechos humanos, en policía mundial, en nacimiento del imperialismo estadunidense (xvn, 144, 145). La
guardián de un orden que no conviene a los pueblos sometidos clarinada de Rodó es escuchada en todo el subcontinente. En la
a él. Y ha terminado de aliado d'e las oligarquías criollas que pre- Argentina la Unión Cívica se alza' contra la oligarquía conserva
tenden mantener un orden injusto y arcaico (xvn, 93, 94, 95). Este dora en el poder, luego la Unión Cívica Radical y el Partido So
orden favorece plenamente la expansión que empuja hacia ade- cialista; en Uruguay el partido colorado inicia las reformas so-
lante a los Estados Unidos. Nace así el imperialismo de la libertad, ciales. En Chile es el partido radical. En el Perú, González Prada
porque es en nombre de la libertad, con el pretexto de defen- da el primer grito y luego siguen José Carlos Mariá tegui y Víctor
derla en el mundo entero que los dirigentes de la nueva nación Raúl Haya de la Torre. Sandino es el gran rebelde de América
justifican la expansión de su predominio (xvn, 104). La idea que Central (xvn, 144 y ss., 161 y ss.).
sirve de fundamento, que parece dar la solución al problema es la En 1929 sucede algo, importante que es factor decisivo 'para
del éxito (implícita ya en la concepción puritana de la vida). El conferir mayor lucidez e intensidad a nuestra toma de con-
éxito alcanzado en la forja de sí mismos, es índice inequívoco
ciencia: la crisis económica mundial. Por ese entonces las relacio-
del alto destino nacional. Son, por eso, como los hermanos ma-
yores de la humanidad o como los padres encargados de que nes de dependencia económica de América Latina frente a los
otros pueblos se desarrollen también siguiendo las vías más adecua- Estados Unidos son ya muy fuertes y definidas. La consecuencia
fue que todas las materias primas que se exportaban de América
das. Por ser los campeones de la libertad y la seguridad pueden
Latina al país del norte, sufren una baja radical con la conse-
ser, por eso, sus jueces supremos, los encargados no sólo de ayudar
cuente ruina de las grandes fortunas oligárquicas y. la desocupa-
a su realización sino de señalar su posibilidad o imposibilidad en
ción y penuria de las clases medias y de las clases trabajadoras. La
otros pueblos (xvii, 110). Los Estados Unidós sienten, así; que tie-
conciencia de que nosotros éramos la parte de América des-
nen un destino manifiesto que los conduce a la grandeza histó-
158 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE. LAS IDEAS 159
tinada a ser explotada sin ninguna otra posibilidad que no fuera americanos. Los Estados Unidos se encuentran ante una dramática
la de ser mero instrumento del imperio del cual formamos parte, alternativa: o proceden como en el pasado interviniendo militar-
se agudiza y el nacionalismo se intensifica y se hace más agresivo mente para evitar que sus intereses sean afectados; o aceptan los
(xvn, 172, 173, 174). La dependencia muestra, así, que presenta hechos y proceden de manera más sutil, tratado de aprovecharlos en
grandes desventajas sin ninguna ventaja, y Latinoamérica comien- su favor mediante transacciones y presiones económicas. El peligro
za a pensar en términos autárquicos. Esta tendencia va perfilando nazi-fascista, la inminencia de una guerra de proporciones catastró-
la aparición de gobiernos fuertes en nuestros países, de carácter ficas en la que el país del norte es considerado como el baluarte de
centralista y planificador, que tratan de orientar la marcha de la la libertad, lo inducen a asumir la segunda alternativa. Haber pro-
economía, la sociedad y la política. En esta dirección destacan tres cedido de otra manera habría sido una contradicción demasiado
países: México, Brasil y Argentina. flagrante, habría sido además, peligroso, pues, para enfrentarse
Naturalmente, los Estados Unidos no ven con simpatía el sur- al tremendo peligro que representa la agresión totalitaria nece-
gimiento de estos nacionalismos qué intentan dirigir su propia sitan poder disponer de todos los recursos materiales que le ofrece
economía, pues generan situaciones contrarias a sus intereses. Sur- Latinoamérica. Intervenir militarmente en México habría hecho
ge, así, una nueva tensión entre el país del norte y América La- imposible la cooperación voluntaria de los demás países latino-
tina que produce una serie de convulsiones políticas y que im- americanos (xvn, 180 y ss.).
pone una forma sui generis a nuestra historia en las últimas Sin embargo, las medidas tomadas por Cárdenas no son real-
décadas (xvn, 174 y ss.). Pero el grupo político norteamericano mente socialistas. El nacionalismo de la Revolución Mexicana se
que está en el poder ve las cosas con mayor amplitud (son los desarrolla dentro de los marcos del capitalismo. Lo que pretende
demócratas encabezados por Franklin Delano Roosevelt los crea- el cardenismo es crear una nación industrializada, dirigida por una
dores del New Deal, medida que permite hacer frente a la crisis dase capaz de hacer por México algo semejante a lo que grupos
económica interna). Pese a las presiones de los grupos de poder eco- sociales equivalentes habían hecho por los grandes países de Oc-
nómico en Ios Estados Unidos, dicho grupo piensa que toda cidente y de los Estados Unidos. La Revolución se proponía crear
acción encaminada a superar la situación de miseria de los veci- una sociedad en la que se mantuviera el equilibrio de intereses
nos del sur será en beneficio propio. Por eso, Roosevelt crea la de los diversos grupos sociales para hacer posible el desarrollo
doctrina de la buena vecindad. Los Estados Unidos no sólo de- armónico e integral de la nación (xvn, 185 y ss.). Por eso Cárdenas
berán tomar en cuenta a sus propios hombres sino también a los trató de limitar el poder de los intereses extranjeros, mas .no para
hombres de los países latinoamericanos. De esta manera estos eliminarlos sino para lograr que al beneficiarse beneficiaran tam-
países se sentirán más ligados al sistema (xvn, 176, 177). Favorece bién a la nación. Para ello era necesario un gobierno fuerte, de-
además, esta actitud, el surgimiento del fascismo y del nazismo mocrático, .que favoreciera a todos, pero dirigido, que pudiese
totalitario en Europa que obligan a los países democráticos, y es- alcanzar con eficacia los fines propuestos sin naufragar en el caos.
pecialmente a los Estados Unidos, a proclamarse nuevamente de- Por este motivo no llega a producirse una verdadera participa-
fensores de la libertad. Mas esto les sirve de pretexto para con- ción de las grandes masas en el movimiento revolucionario. Ter
trolar el orden de los países latinoamericanos, para evitar que minan, asi, por imponerse los grandes grupos de interés, lo que
sean conquistados por el totalitarismo. Por eso los tiranuelos de impide realizar plenamente los ideales originarios de la Revo-
turno de América Latina son aceptados y protegidos por el impe- lución Mexicana que, sin querer destruir ni las clases ni el• capita-
rio en la lucha por la libertad contra el totalitarismo. Los Estados lismo, tenía la meta de beneficiar a las clases populares (xvn, 189'
Unidos siguen haciendo de policía continentales para mantener el y ss.).
orden que les conviene. Algo parecido sucede en Brasil y Argentina. Pero la diferen-
La doctrina de la buena vecindad es sometida a prueba por la cia es que en estos países la revolución depende de un solo hom-
Revolución mexicana. La reforma agraria que se inicia en 1929 y bre y no logra institucionalizarse. (xvn, 197). Getulio Vargas se
la expropiación del petróleo que realiza el famoso Lázaro Cárde- enfrenta a la oligarquía paulista apoyándose en las dases medias
nas afectan duramente los intereses de los inversionistas norte que aspiran a industrializar el Brasil, en los profesionales, en los
160 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 161
campesinos, en los trabajadores. La • segunda Guerra Mundial fa- mas para favorecer a las masas. Pero sus reformas no son realmente
vorece, como en el caso de Cárdenas, sus planes. La bonanza eco- revolucionarias sino que se basan en un equilibrado reparto de sa-
nómica le permite aprobar una legislación social progresista i)ara. crificios y beneficios, que en el fondo no es sino un equilibrio entre
la época. Su ideología es el nacionalismo y su método la democra- el capital y el trabajo (xvii, 207 y ss., 211). En 1946 convoca a elec-
cia dirigida, una dictadura que persigue la independencia de la ciones democráticas y la hostilidad de los Estados Unidos lo trans-
nación, la intervención del Estado en la vida económica y, como forma de líder de los descamisados en el representante del antiim-
meta final, la democracia al fin del camino (xvii, 199, 200). Para perialismo de la América del Sur. A partir de este momento Perón,
alcanzar las metas que se propone, Vargas utiliza la colaboración ayudado por su esposa Eva Duarte de Perón, dedica sus esfuerzos al
de todas las clases y hace milagros de equilibrio que le permiten, fortalecimiento de los sindicatos y conquista la poderosa Confedera-
sin romper con el poder económico interno y externo, hacer una ción General de Trabajadores. Pero en el fondo utiliza a los traba-
política nacionalista, realmente brasileña, que favorece a las cla- jadores para su propio poder que se torna cada día' más dictatorial,
ses más modestas. Pero al término de la guerra, Vargas no puede llegando a alcanzar niveles totalitarios (educación de la niñez y
ya conservar el equilibrio entre los diversos grupos. Los grupos de juventud en la doctrina del justicialismo que es la doctrina creada
poder económico quieren un Estado a su servicio, no al servicio por él) (xvn, 213, 214). Logra, así, un gobierno estable en el•
de todas las clases. Los Estados Unidos presionan para conseguir que los diversos grupos y tendencias se mantienen en equilibrio
materias primas más baratas. Se levanta, así, la bandera antitota- bajo su poder omnímodo. La ruptura con la Iglesia, el proble-
litaria contra Vargas y se exigen elecciones democráticas. Vargas es ma del petróleo y dificultades económicas, resquebrajan una unidad
derrocado, pero los grupos de poder económico, que ahora pueden del gobierno peronista> y el dictador cae en 1955. Para hacer frente
imponer directivas al gobierno, olvidan las reformas sociales im- a las dificultades económicas, Perón cede ante el imperialismo nor-
puestas. Esto permite a Vargas, mediante la fundación del partido teamericano y hace concesiones a empresas petroleras. Entre los
Trabalhista, resurgir políticamente y ser visto por los grupos afec- militares que derrocan a Perón hay verdaderos nacionalistas pero
tados como el fiel intérprete de sus intereses (xvii, 204, 205). Var- los que toman, finalmente, el poder, con el pretexto de la demo-
gas, triunfa en elecciones democráticas y retorna el poder, trasfor- cracia, no hacen sino favorecer los intereses del poderoso im-
mado ahora en un demócrata progresista. Su nacionalismo y las perio americano. Lo mismo hacen los militares brasileños que
reformas sociales que realiza, cada vez más profundas, le con- derrocan a Vargas. Comienza a hacerse presente el gorilisma que ca-
fieren una inmensa popularidad. Pero los grupos de poder eco- racteriza las últimas décadas de la política latinoamericana (xvn,
nómico apoyados por los militares y los intelectuales que no com- 215, 216, 217). Pero la caída de Perón contribuye a que la masa
prenden la importancia de su obra, son ya demasiado poderosos. La laboral que había despertado, tome conciencia de su propia signifi-
Fuerza Armada exige su renuncia y Vargas responde suicidán- cación como fuerza social. Desaparece Perón pero queda el pero-
dose (xvu, 204, 205). nismo, con o sin él, convertido en una fuerza popular extraordi-
En Argentina Juan Domingo Perón levanta también la ban- naria (xvu, 217, y ss.).
dera del nacionalismo. Un movimiento militar lo lleva al poder. Así como la segunda Guerra Mundial favorece las tendencias na-
Es uno de los primeros brotes del militarismo que después se cionalistas, la guerra fía que se establece entre los Estados Uni-
generaliza en América Latina. La Argentina de su época es un dos y la Unión Soviética, las dos grandes potencias ganadoras de la
país que se pretende democrático, liberal y progresista. Pero es una guerra, crea un clima que favorece la presión = de la primera po-
visión falsa de sí misma. Hay grandes grupos marginados, casi no tencia para imponer condiciones en los países subdesarrollados del
hay leyes sociales. Perón se apoya en estos grupos, en los "desca- mundo entero y muy en especial en América Latina. Las poten-
misados", se enfrenta al dominio de una oligarquía ganadera que cias europeas, debilitadas por la guerra, no pueden ya mantener
mantenía el país bajo su poder y logra imponerse a pesar de la fuerte su poderío en las colonias. Los Estados Unidos son ahora los lla-
resistencia de los "estancieros", industriales, comerciantes e intelec- mados a mantener el orden. El pretexto es fácil: el comunismo aten-
tuales. Al igual que Cárdenas y Vargas, se mueve dentro del sistema ta contra los valores fundamentales de la civilización occidental.
capitalista pero persigue una Argentina fuerte y unida y hace refor- Los Estados Unidos siguen presentándose como los abanderados
162 HISTORIA DE LAS' IDEAS HISTORIA DE, LAS IDEAS 163
de la libertad. Primero lo fueron 'contra el totalitarismo nazi, res revoluciones, 'la cubana afectas intereses privados de empre-
ahora lo son contra el -totalitarismo - soviético, _contra el peligro sas norteamericanas. En- un principio se creé que puede llegarse
comunista. Así, los supuestos guardianes de la civilización se en- a un entendimiento, que los Estados Unidos comprenderán lo que
frentarán a cualquier intento de alterar el orden necesario para pretenden los cubanos, que no es, nada Más que -lo que preten-
su supervivencia. El anticomunismo justificará cualquier interven- dieron ellos mismos cuando hicieron su revolución, y lo- mismo que
ción para imponer un: orden que -salvaguarde los intereses del pretendieron nuestros libertadores en el inicio de nuestra vida in-
imperio (xvu, 244, 245 y ss.). La búsqueda de un justo equili- dependiente. El propio Castro se inspira en los - ideales cle Martí.
brio entre el individuo y la sociedad, entre la iniciativa privada 'y No piensa seguir - la vía del- comunismo. Pero tampoco piensa se-
los intereses de la comunidad, base del nacionalismo latinoameri- guir el tipo de capitalismo que quiere imponer el imperio. Castro
cano, será vista como maniobra del comunismo internacional para intenta_, una nueva vía en el humanismo, una concepción que
destruir la democracia y el mundo libre. El ,nacionalismo es, considera que el hombre es el centro de la historia y que la re=
a partir de éste momento, el enemigo que debe ser vencido por volución debe armonizar la justicia social con la libertad.
las fuerzas de la democracia a las quer se adhieren ahora una serie Pero, cuando en nombre del humanismo Castro, el Che Gue-
de dictadores y aventureros al servicio del viejo imperialismo. La vara y' todo el equipo revolucionario cubano, -comienzan a hacer
ola de libertad que desencadenó la lucha contra el nazi-fascismo, cambios estructurales profundos en la economía del país y a na-
es' seguida de inmediato por una ola de represión y violencia en cionalizar grandes empresas azucareras norteamericanas, los- grupos
la que interviene la aparición de nuevas dictaduras (xvii, 248). de poder en Norteamérica - comienzan a apretar la garra. :Sin em-
México- es uno de los pocos países que se libra del tipo de dicta- bargo, el régimen revolucionario Cubano, lejos de romper su
dura militar establecida en muchos de los países restantes. Pero ímpetu, lo acelera. Los Estados Unidos imponen, un bloqueo eéo-
se libra porque su burguesía ha obtenido el total control de las nómico que no impide el avance da la revolución. Intentan, en-
fuerzas que conforman la nación. Tiene cuidado de que el desa- tonces, una intervención militar como la que hicieron en Guate4
rrolló nacional no signifique un peligro para la expansión y esta- mala utilizando los servicios 'del filibustero Castillo Armas (xvn,
bilidad de -los intereses norteamericanos. La Revolución Mexicana 268, 274 y ss.). Pero la Revolución cubana triunfa en todos los
parecía haber logrado el equilibrio entre los diversos intereses de obstáculos, sigue adelante y se Consolida cada vez 'con,- mayor
la nación de tal manera que no representaran ya una amenaza ni firmeza. Mas tiene que buscar un aliado, un soporte que- le per-
para la burguesía nacional ni para el capitalismo de los Estados Uni- mita aguantar el bloqueo. Desde que comienza la' presión norte-
dos (xvn, 255). americana los líderes cubanos comprenden que, si quieren man-
Pero este repúnte de la presión norteamericana que constituye tener la revolución, la única salida es buscar el apoyo de la Unión.
un nuevo tipo de colonialismo, un neocolonialismo que sustituye al Soviética. El propio- Che Guevara comenta que la. actitud norte-
viejo colonialismo europeo, contribuye, a su vez, a intensificar americana va a echar> a Cuba en brazos de Moscú (xvn, 28(1). Como
el desarrollo de la autoconciencia de América Latina. La intensi- consecuencia del intento de invasión de Cuba organizada por los
ficación de la autoconciencia se manifiesta 'por nuevos brotes 'de Estados Unidos, que fracasa en último momento porque Kennedy
nacionalismo en la mayor parte de nuestros -países que produce se niega a realizar una intervención - abierta" con > tropas norte-
una nueva marea hacia la propia afirmación. Mas todos estos mo- americanas, Castro y sus colaboradores responden declarando :que
vimientos actúan dentro de los marcos que les impone el imperio.. la revolución cubana es socialista y democrática, o sea, que, vse
La revolución guatemalteca trata de romper los marcos y es aplas- une a la 'órbita comunista. A' uerza de invocar el comunismo para
tada sin piedad por el imperio en 1954. Hay un movimiento, sin justificar su- presión sobre, Cuba, los:Estados Unidos han hecho
embargo, que logra romper la vallan la Revolución cubana (xvii, del fantasma una realidad (xvn, 182). Los Estados Unidos res-
264 y ss.). En sus inicios, la Revolución cubana aspira a lo mismo ponden con la Alianza para el Progreso, pensando que un progreso
a que han aspirado los movimientos nacionalistas latinoamerica- económico rápido e integral hará imposible en nuestros países el
nos que han- sido descritos. Quiere formar parte del mundo capi- avance del comunismo. Además, hacen - esfuerzos por--.:aislar a Cuba
talista liberal, pero no como país subordinado. Como las anterio- de las restantes naciones latinoamericanas y maniobran para
164) HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 165
expulsarla de la OEA. Pero esta vez las cosas no salen de la manera, tarse a la fuerte presión extranjera' (xvn, 313,' 314). Esta imposi-
prevista. La toma de conciencia en nuestros países ha avanzado bilidad de enfrentarse se debe a que, en tanto burguesía, nunca
ya demasiado. Numerosos gobiernos no dan su voto para la ex- pretendió ir más allá de las reformas necesarias para la buena mar-
pulsión. Lo único que pueden conseguir los Estados Unidos en cha del sistema económico capitalista, nunca intentó hacer re-
un comienzo es que se acepte por mayoría la suspensión del comer- formas estructurales profundas.
cio de armas y, además, que se estudie la conveniencia de exten- Una vez que hemos tomado conciencia de esta situación, nues-
der esa suspensión a otros artículos (xvn, 282 y ss., 291). Mas, al tra lucidez nos muestra la única salida posible: el socialismo. Las
fin y al cabo Cuba es expulsada, de la OEA y queda aislada. Sólo burguesías nacionales, al defender sus intereses-'y al aliarse con
México, manteniendo su carácter especial, conserva sus relaciones los intereses foráneos, se han transformado en oligarquías. En
con la isla, y a través de este país se mantiene el enlace entre lugar de favorecer el desarrollo de otros grupos sociales, corno los
Cuba y el resto de América (xvu, 291). Todo esto no hace sino obreros, los campesinos, y numerosos grupos medios lo obstacu-
comprometer más a la revolución cubana con el socialismo mun- liza. Se ha producido, así, un descontento que se hace cada vez
dial. Y esto significa un extraordinario cambio en la dialéctica más profundo y plantea soluciones más hondas, transformaciones
de las relaciones entre los Estados Unidos y América Latina. Esta profundas de las estructuras sociales y económicas que vayan a
dialéctica dinamiza los esfuerzos latinoamericanos por lograr, la la raíz misma del problema: alcanzar de una) vez por todas la eman-
independencia final. A pesar de que la Alianza para el Progreso cipación (xvn, 319, 320, 321). Ya no más la relativa emancipación
fracasa porque desaparece la figura de Kennedy y encuentra la dentro de la dependencia, que fue lo único que pudo lograr el na-
oposición de las oligarquías latinoamericanas, a pesar de que el cionalismo propiciado por la burguesía. Ya los grupos sociales
temor a la presión norteamericana contra el comunismo es el gran más desamparados no deben ser manipulados, sino que deben par-
pretexto para evitar las reformas sociales en nuestros países, el ticipar en la solución de problemas que nos son comunes a todos.
ejemplo cubano seguirá vivo y habrá de inspirar nuevas expresio- La emancipación será incompleta si no abarca los intereses de la
nes en los pueblos latinoamericanos como la Revolución peruana totalidad de la sociedad. Ya hay brotes de esta nueva actitud. La
encabezada por una Fuerza Armada que ha dejado ya de ser un Revolución cubana ha mostrado que es posible intentar otros mé-
engranaje de la oligarquía local (xvii, 302). todos que los nacionalismos burgueses. El intento chileno muestra
El proceso descrito contribuye, a través del enfrentamiento entre también nuevas posibilidades, la revolución militar peruana, la nue-
los Estados Unidos y nuestros países, a, generar una conciencia cada va actitud de la Iglesia que ha comenzado a apoyar decididamen-
vez más lúcida de nuestra situación. Después de una experiencia tan te a los grupos oprimidos de América Latina, revelan nuevas
dramática como variada, los latinoamericanos hemos tomado con- auras y despliegan el horizonte socialistas (xvu, 319 y ss., 322
ciencia de un hecho real, innegable: el fracaso de las dos utopías y ss., 326 y ss.). Al tomar conciencia de su historia, los latino-
que orientan nuestra acción política durante el siglo pasador la americanos toman también conciencia de que las demás regiones
utopía conservadora y la utopía modernizante conduce, de manera marginadas del mundo están en la misma situación. El único gran
inevitable, al nacionalismo. Pero la gran esperanza del naciona- obstáculo para alcanzar la verdadera independencia y la•justicia
lismo también se frustra. Se frustra porque es concebido, e im- social, es el imperio creado por el sistema capitalista. Habrá que
pulsado por las burguesías locales y los intereses de estas burgue- enfrentarse a este sistema en forma total, es decir, mediante la
sías no pueden enfrentarse a los de los Estados Unidos. Durante
unidad de todos los pueblos que son objeto de subordinación, uni-
el presente siglo nuestra historia se desarrolló en torno del esfuer-
zo de nuestras, burguesías nacionalistas por lograr que nuestros dos en una lucha de dimensiones planetarias. Se inicia, así, como
países se incorporen al sistema capitalista. Cuando el naciona- lo profetizaba Hegel, una batalla de alcance universal, una bata-
lismo, necesario para que nuestra economía pueda desarrollarse 9 Zea escribe estas líneas antes de la caída de Allende y de que la Revolu-
plenamente, choca contra los intereses de las grandes potencias, y ción peruana, mellada por la crisis económica, acosada por todas partes por
muy particularmente del imperio norteamericano, la burguesía es las fuerzas reaccionarias internas y externas, se vea obligada a realizar un
incapaz de dar la lucha. Sus propios intereses le impiden enfren- prudente cambio de ritmo y tenga que decidir, por fin, desembocar en el
sistema democrático representativo.
166 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 167

lla por la liberación del espíritu, cada vez más consciente de sí mis- mos de nosotros mismos cuando rompemos con la Metrópoli. Es-
mo.- La batalla es por la conquista de la historia y esta conquista paña es vista como lo negativo, como lo que debe ser superado.
sólo tiene un estandarte: la liberación del hombre. La toma de Esta conciencia sólo podía producir un proyecto de forjar una
conciencia de América Latina significa, así, para Zea, un caso de- realidad completamente nueva. Pero aunque el genio de Bolívar
cisivo en la realización del humanismo (xvn, 337 y ss., 353). propone un modelo inédito, nuestra condición social y cultural
hacía imposible que pudiéramos comprenderlo y asimilarlo. 'Era
inevitable por eso que buscáramos un modelo entre los existentes.
f) Filosofía de la hi.storta y proyecto humano Entre todos ellos había uno que era irresistible, porque era el
modelo del éxito, era el modelo que había demostrado su supe-
El nacionalismo, como intento de afirmación frente a la presión rioridad sobre el yetusto y oscuro modelo ibérico: el que había
externa para imponernos un destino que no hemos elegido, ge- logrado encarnar los modernos países capitalistas, especialmente
nera un proceso histórico que llega hasta nuestros días. En este Francia, Inglaterra y, en forma más reciente pero aun- con mayor
proceso, grupos e individuos representativos de las mayorías rea- brillo y potencia, los Estados Unidos. Los latinoamericanos, sin
lizan esfuerzos desesperados por llevar a sus respectivos países a una poder imitarle, asumen este modelo, inician una nueva etapa his-
situación de independencia, en la que sus decisiones sean respeta- tórica mediante lo que Zea llama primero el "proyecto moderni-
das por los países poderosos y su dignidad y libertad reconocidas zante" y luego el. "proyecto civilizador".
en el consorcio internacional. Pero las resistencias a las que tienen Las tensiones, las tragedias, las esperanzas, los triunfos y los
que enfrentarse son tan grandes que no pueden alcanzar las me- fracasos, los desgarramientos fratricidas de la historia que genera
tas, que persiguen. Su esfuerzo genera un extraño proceso en el que este proyecto, contribuyen a que el latinoamericano vaya tomando
las diversas fuerzas encontradas tienden a producir una situación una conciencia cada vez más clara de su situación. Hay, así, una
de equilibrio. Los líderes nacionalistas tienen que apoyarse a especie de influencia recíproca entre la conciencia y el proceso his-
veces en las mayorías, a veces en la gran burguesía, otras veces tórico. De un lado la conciencia genera un proceso histórico.
en la pequeña burguesía y en el proletariado. Pero nunca (salvo en Hemos visto cómo la conciencia negativa que tenemos frente a
el caso de Cuba que, como acabamos de ver, constituye un nue- nuestra historia cuando rompemos con la península, hace inevita-
vo hito en la historia de América) pueden hacer una política que ble que tengamos un proyecto de modernización. Este proyecto en-
constituya una auténtica liberación de las mayorías. Para poderse cauza nuestra historia hacia el nacionalismo y el= drama que ge-
mantener en el poder tienen que hacer una política .de equilibrio nera el nacionalismo hace que tengamos que ascender a una
de clases. "Y ni siquiera esta política puede, al final, tener' éxito, conciencia más lúcida y más realista que la anterior. A una con-
porque el creciente poder de la gran burguesía, aliado natural ciencia que haya superado la negatividad dentro de la cual he-
de los, países imperialistas, rompe ;el .equilibrio en su favor. mos visto nuestra historia a partir de la Independencia, una con-
Todo este proceso real se desenvuelVe- dentro de una concien- ciencia que permita comprender que mientras sigamos rechazando
cia determinada, conciencia a la que corresponde un proyecto de- nuestro pasado y queramos crear una sociedad que no tenga nin-
finido. La conciencia de una determinada época histórica es la gún lazo con él, los proyectos que asumamos tendrán que fraca-
manera, como esta época es vista por los hombres que la viven, sar. Pero también una conciencia que nos permita comprender
la manera como ellos ven lo que creen ser su realidad. Según esta que asumir nuestro pasado no significa regresar a los tiempos ca-
visión, será su manera de actuar, porque la condición humana con- ducos que han sido definitivamente superados, sino simplemente
siste en,tener siempre un proyecto de ser, una meta, existencial que en aceptarlo como nuestro pasado, como un pasado que forma
se quiere alcanzar. El nacionalismo es un proceso histórico ge- parte de nuestro ser, que al ser asumido es superado dentro de una
nerado por el choque entre el proyecto modernizador y una reali- realidad más auténtica y máS humana.
dad que se opone a toda transformación social capaz de superar El filósofo de la historia latinoamericana tiene la misión de con-
nuestra situación de dependencia. Y el proyecto modernizador tribuir a aclarar y a intensificar este nuevo tipo de conciencia
no es sino la manifestación inmediata de la conciencia que tene- gracias al cual seremos capaces de superar el callejón sin salida
168 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 169
dentro del <cual nos hemos < debatido desde que surgimos a la puedan ser sus semejantes queda en suspenso (xvin, 48). Los
llamada "vida independiente". La filosofía de > la historia ameri- considera como instrumentos que pueden ser utilizados para su
cana tiene que ser la vanguardia de esta nueva conciencia, tiene propia expansión. No habrá hombres fuera de la imagen que de
qué precisar = el camino que ella vislumbra, el modelo cuya reali- sí mismo tiene el europeo. No habrá tampoco otra historia sino
zación hará posible, por fin, forjar una realidad que sea auténti- la propia. La historia de los demás pueblos empieza cuando éstos
camente nuestra. Mas, para ello, es necesario analizar en detalle se encuentran con el europeo (xviii, 51). Al entrar en la historia,
las etapas anteriores de nuestra conciencia histórica. Tenemos que los otros, los nativos, se encuentran con las grandes compañías
profundizar en el análisis de la conciencia que produce el proyecto inglesas, francesas, holandesas que se disputan el mundo, un mun-
modernizador o civilizador para comprender mejor cómo se genera do en el que sus habitantes no son más de lo que son sus minera-
la nueva conciencia y qué clase de proyecto habrá de correspon- les, vegetales y animales, esto es, simples objetos apropiables
derle. Y tenemos que profundizar además, en él análisis de otros (xvin, 53).
tipos de conciencia. Porque, como hemos visto, la conciencia que Este extraordinario proyecto de expansión será justificado por la
rechaza nuestro pasado surge como reacción contra la conciencia filosofía de la historia y la antropología que son puestos al ser-
que los proclama como nuestra única realidad posible y esta últi- vicio del afán de dominio del occidental. El carácter justificatorio
ma existe al lado de la conciencia que, insurgiendo contra la de la filosofía alcanza su máxima expresión en la filosofía de la
opresión ibérica, siente la libertad como el valor supremo, una historia de Hegel. En la historia, según el pensador alemán, no
libertad que apunta a nuestro futuro común, un futuro de inte- se da nunca la arbitrariedad. Todo lo que sucede tiene un sen-
gración y de fraternidad de nuestras naciones. Estos diferentes tido, una razón de ser. La razón tiene astucias que engañan a los
tipos de conciencia generan proyectos correspondientes cuyo análi- individuos que creen seguir sus propios intereses cuando actúan,
sis habrá de revelarnos el verdadero sentido de aquéllos porque pero que no hacen sino seguir los caminos que ella señala. Por
la conciencia sólo puede comprenderse a partir de los proyectos eso en la hazaña de la conquista y dominación de otros hombres
que elabora. Hay, pues, que estudiar los grandes proyectos que hay algo más que la ambición, algo más que la pasión subjetiva.
han ido surgiendo a través de nuestra historia, que han ido con- Este algo es el destino del espíritu. Y este destino es la torna de
formándola y que han ido siendo, a su vez, conformados por ella. conciencia frente a sí mismo, toma de conciencia que hacen po-
Los proyectos se han sucedido en una dinámica de afirmaciones y sible los hombres que se saben portadores del espíritu, que tienen
oposiciones, una dinámica que revela la progresiva toma de con- conciencia del significado de su acción. Estos hombres están reali-
ciencia de nuestra situación real y que culmina en la clara vi- zando la historia exigida por el espíritu porque son su misma en
sión de que sólo un proyecto de transformación social radical po- carnación (xvirr, 55 y ss.).10
drá, al fin, tener el éxito que esperamos: la liberación definitiva La expansión europea queda, así, justificada. Europa se revela a
de nuestros pueblos, la creación de una América Latina verda- su propia conciencia como el centro de la historia. Todo lo que ha
deramente independiente y plenamente humanizada. sucedido en el universo no es sino una vía que conduce a la reali-
Para comprender está dinámica de los proyectos latinoameri- zación plena del espíritu por medio de la historia de Europa. Por
canos debe partirse del proyecto occidental que conduce al euro- eso la filosofía de la historia occidental es eurocentrista. Este
peo a la conquista del mundo. El europeo, creador de una cultura eurocentrismo se manifiesta hasta en una filosofía tan progresista
extraordinaria que, gracias a la ciencia ha desarrollado una técnica
como el marxismo. Porque, aunque esta filosofía rechaza la jus-,
que le confiere un poder infinitamente superior al de las cultu-
tificación racional de la historia y considera que su fin no es la
ras rivales, se lanza a la conquista del mundo y se interpreta
a sí mismo como la expresión suprema de la humanidad. Crea la realización de la idea sino la liberación real y efectiva de los hom-
bres concretos de carne y hueso, ve al imperialismo como un me-
filosofía de la historia, la historia deja de ser crónica o relato,
dio para suscitar la toma de conciencia de los individuos. Marx
se busca,su sentido; surge así la historia como conciencia y como
razón. Crea la antropología y se estudia a sí mismo. Cuando des- '" Recordar lo que hemos dicho sobre la diferencia entre las categorías con-
cubre otros entes en las tierras que conquista, la idea de que ceptuales hegelianas y las categorías que, con el mismo nombre, utiliza Zea.
170 HISTORIA: DE LAS -IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 171
destaca la bondad •de la incorporación al sistema -capitalista que duce sólo a través de un largo y difícil proceso; no es consciente y
hace el occidental de los pueblos marginados. El imperialismo, sólo se toma conciencia de ella a través de una experiencia de
dice, permite la formación del capitalismo en los países atrasados, fracasos sociales y políticos, y de un sentimiento -cada vez más agu-
y este sistema tiene que culminar, por una inevitable dinámica do, de nuestra dependencia. Es que, por primera vez en la his-
interna, en el socialismo. Marx no niega la brutalidad del sistema toria, el conquistador no, quiere ser asimilado, pero tampoco quiere
capitalista,, pero considera que el sufrimiento de los colonizados asimilar. Sólo quiere imponerse, dominar. El europeo se con-
y explotados es el pago indispensable que los pueblos atrasados sidera demasiado superior a los conquistados para aceptar algo
deben hacer para incorporarse a la historia del hombre. De la en- de ellos (xvII, 104).
trada de los pueblos no occidentales en la historia del mundo Al tratar de imponer su cultura los españoles y portugueses,
occidental, depende, pues, su entrada en la historia que los condu- tratan de cristianizar a ;losr conquistados pero sin que su cultura
cirá al verdadero humanismo. Por esta razón Marx justifica la con- se contamine. Por eso desde el inicio, el hombre autóctono apren-
quista inglesa de la India y Engels celebra la conquista de Argelia dió que era hijo ilegítimo de una cultura que no era suya, que
por Francia y la agresión norteamericana a México (XVIII, 70, le era extraña. Y el español consideró que los autóctonos tenían
72, 73). Vemos, así, que a pesar de sus diferencias, tanto para Hegel que aceptar la misión que había sido encomendada a sus salva-
como para Marx y Engels, la historia del mundo occidental es la dores, que era la de enseñarles la verdadera religión (xvm, 120,
historia por excelencia (XVIII, 76). 121). Se justifican así la codicia del conquistador, la encomienda, la
mita. Ante esta situación de hecho, se opone la voz extraordi-
naria de Bartolomé de las Casas cuya defensa del oprimido señala
g) Los proyectos colonizadores. Síntesis dialéctica y yuxtaposición ya el camino que habrá de seguir, el pensamiento moderno, filoso-
fía que se proclamará pero que no se cumplirá (XVIII, 126 y ss.).
A través de la historia el encuentro de las culturas y de los pue- En el siglo xvii, con un espíritu mucho más moderno, los in-
blos, como lo expresa, Hegel, ha producido relaciones de dependen- gleses, y luego europeos de diferentes naciones, expandieronr la
cia. Unos hombres conquistan a otros, los niegan. Pero los, negados, conquista occidental en el_ norte. Los nuevos grupos tenían ideas
a sia.vez, niegan a los negadores y en este proceso se produce muy diferentes de los españoles. No se sentían conquistadores ni
una síntesis, una asimilación. Así se formó Europa, asimilando los salvadores de almas, se consideraban, simplemente, colonos. Lo
aportes de otras culturas, otras razas. El conquistador hace suya que interesaba a los colonos era, el aprovechamiento de los recur-
la cultura del conquistado, al mismo que enriquece la de aquél. sos naturales en provecho propio. No tenían el menor interés en
Esto sucede entre Grecia y Asia, Roma y Grecia, Roma y- los expander la cristiandad, ni les interesaba saber si los indígenas te-
invasores bárbaros, España y los moros. En Europa, como señala nían o no alma. Ni siquiera querían esclavizarlos. Simplemente los
Hegel, negar no significa eliminar, dejar fuera, sino conservar, asi- utilizaban como instrumentos de acuerdo a sus intereses y si era
milar: Por eso, en la historia el pasado tiene un signo positivo: es necesario eliminarlos, los eliminaban. En cambio, estaban inte-
lo que ha sido y que, por haber sido no puede seguir siendo, real, resados en la salvación de sus propias almas. Para ello era ne-
pero Puede seguir siendo como experiencia. De esta manera lo que cesario que existiera libertad religiosa y ésta exigía la libertad
ha sido queda asimilado a lo que ya es y a lo que llegará a ser política. El signo de haber sido elegido por Dios era la capaci-
(XVIII, 103, 104). dad de hacer producir a la naturaleza, y, en consecuencia, de
Pero este procesó de síntesis, fundamental pára que la historia crear riqueza. Esta capacidad, que era una predestinación, se podía
encuentre su cauce, no se da cuando Europa inicia su expansión extender a todo -un pueblo. La predestinación individual a la sal-
mundial. Entré el mund6 ,occidental y el otro mundo no se esta- vación se podía transformar en predestinación colectiva. Como
blece la negación hegeliana, no hay absorción; y si a pesar de todo, los nativos de América del Norte no sabían hacer rendir a la
la háy, no llega a ser consciente ni para el conquistador ni para el tierra sus frutos, los colonizadores tenían no sólo derecho sino
conquistado. Ambos se presentan como oposiciones cerradas, im- la obligación de apropiársela para hacerla fructificar. Se organiza,
posibles de sintetizar. Esto explica por qué la síntesis que se pro- así la nueva Jerusalén donde sólo entran los llamados, los elegidos
HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 173
172
del Señor y nadie más (xvin, 133 y ss.). Como los indígenas eran El latinoamericano niega, así, de manera antidialéctica su historia,
incapaces de entender el llamado, quedaban excluidos de los be- la quiere reducir a la nada, deja de reconocerla como parte de
neficios de la civilización y debían ser escarmentados. su ser, hace una negación sin Aufhebung hegeliana. Y al hacer esto
Sin embargo, al lado de este tipo de historia comienza a desa- queda en una situación ambigua. De un lado existen grupos que se
riollarse otra de la mayor importancia. La gran filosofía europea, aferran al pasado. Por lo mismo que este pasado no está asumido
como culminación del movimiento racionalista que considera que en el hecho mismo de la superación, sólo se puede ver como una
la razón es universal y posesión común de la condición humana, nada o como un absoluto. O el pasado se conserva tal cual es,
proclama la' igualdad de todos los hombres. Pero estas declara- paralizando, así, la historia, o el pasado se niega en tal forma que
ciones sólo tienen valor > para quienes las emiten. La libertad, la la propia historia se capta como una nada y cuando se quiere
igualdad son las de un hombre y una historia: la occidental. A encontrar un nuevo modelo que remplace al modelo negado se
pesar de todo los pensadores europeos comienzan a comprender y tiene que buscar en una historia= diferente de la propia. Por eso el
respetar las formas diferentes de cultura que encuentran en su mo- latinoamericano queda desgarrado, separado de manera irrecon-
vimiento de expansión. Comienzan a comprender que no es nece- ciliable entre un conservadurismo que se aferra a un pasado que no
sario cambiar las creencias de otros grupos humanos, ni destruir existe ya, ni puede seguir existiendo, o una actitud innovadora que
sus tipos diferentes de sociedad. Algunos, como Diderot, inclusive, contempla, deslumbrada, el modelo que ofrecen los grandes pue-
denuncian la situación de opresión en que están los conquistados blos europeos y sobre todo los Estados Unidos. El modelo que sur-
y los falsos motivos que se esgrimen para mantenerlos en dicho es- gió para responder a exigencias que no eran las suyas, tuvo
tado, (xvin, 144 y ss.). Pero en nombre de la razón universal, sentido dentro de experiencias , que nada tenían que ver con sus
los ilustrados europeos proponen que la misión del civilizado propias experiencias. (xvin, 165 y ss.). Al adoptar la actitud in-
es educar al salvaje, prepararlo para que pueda disfrutar de la novadora se adoptan las vigencias, los valores de aquella realidad
verdadera civilización que es la occidental, la creada por la razón que nos negó y nos dominó y se cree, que adoptándolos habrá de
universal. Los llamados a la rebelión que hacen los filósofos de la cancelarse la pasada dependencia. Pero en realidad lo único que
ilustración en nombre de la razón universal, son dirigidos, en se hace es aceptar el modelo que produce la dependencia (xvi ii,
esencia, contra el propio orden europeo. Es la burguesía la que 172).
quiere despojar del poder a la aristocracia y comenzar a ejer- El latinoamericano, ve, así, su cultura no como un proceso de
cerlo en beneficio propio. Por eso muchos de estos filósofos ter- síntesis y de integración, sino como una sucesión de realidades
minan por ver en el salvaje de los países exóticos, tipos degenera- yuxtapuestas. Se comprende, de esta manera, cómo una historia
dos de hombre. Los hombres pueden ser iguales por la razón, de-yuxtaposiciones que se suceden unas a otras pero sin conexión
pero son diferentes por las circunstancias históricas y geográficas integradora. América Latina resulta, por eso, una,realidad desinte-
dentro de las cuales han vivido. Hay ciertamente, que ayudar a grada, tal como lo vislumbró Bolívar de manera genial. Esta
los inferiores, más para ello es necesario colonizar la nueva tierra. diversidad de grupos culturales y étnicos, facilita el dominio
Europa no ha renunciado a la colonización, simplemente, ha en- externo, la diversidad social e histórica se convierte en instrumento
contrado una nueva forma de justificarla (xvm, 144 y ss.). para la unidad de la explotación (xviii, 174 y ss.).
El proceso descrito hace que, al ir adquiriendo conciencia de
su situación de dependencia, el latinoamericano llegue a ver su
historia de manera negativa. Hay un momento en que tiene que h) Los cuatro proyectos
romper con sus dominadores y por eso niega su historia. Pero
como estos dominadores y por eso niega su historia. Pero como
estos dominadores lo habían negado a él mismo por completo, 1) El proyecto libertario
su negación no alcanza a ser una negación de la negación realmen
La negación radical de nuestra historia y la ambigüedad que
te> dialéctica, una negación que niegue superando y asumiendo como
momento constitutivo de su propio ser aquello mismo que niega. ella produce hacen que el proceso de la toma de conciencia se
174 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 175
desarrolle de manera correspondiente. Rotos sus vínculos con Es- con España había dejado intacta la estructura social. Era •lógico
paña, el latinoamericano se ve a sí mismo de manera diferente y que muchos representantes importantes de la nueva generación se
desvinculada, a través de etapas que se suceden sin que se tenga aferrasen al pasado, hablasen de libertad pero en un sentido que
conciencia de su conexión. Este proceso se desarrolla a través de les permitiera observar un orden en el que eran poderosos y
cuatro proyectos que, aunque en algunos casos pueden coexistir tenían privilegios. De otro lado era igualmente lógico que
dentro de ciertos lapsos, constituyen verdaderos momentos en otros representantes generacionales quisieran negar definitivamente
nuestra larga marcha hacia la toma definitiva de conciencia. la vieja realidad colonial. Pero el modelo libertario, que era un
El primero de ellos es el que Zea llama el proyecto libertario. Es modelo propio, autóctono, pleno de sentido, se había derrumbado.
el grandioso proyecto bolivariano que inspira todo el proceso de Había, por eso, que buscar un modelo externo. Este modelo exis-
la Emancipación y que alcanza el cenit cuando en el Perú se logra, tía, era el que habían forjado los países modernos, los países que
por fin, la victoria definitiva sobre los españoles. El triunfo de habían dejado atrás a la península, que la habían superado me-
Ayacucho permite ver como posible la realización del soñado pro- diante el pensamiento libre y un nuevo sistema político y econó-
yecto libertario. Bolívar lo expresa con extraordinaria lucidez y mico en una palabra, los países que habían sido capaces de crear la
dedica su <vida a realizarlo. En un comienzo adquiere vigencia civilización moderna. Surgen, así, dos nuevos proyectos: el proyecto
general. Pero pronto la realidad conduce al desencanto. El pro- conservador y el proyecto civilizador.
yecto se basa en la exigencia de la unión de todas las naciones Los conservadores disponían de un argumento poderoso: el caos
latinoamericanas en una sola y grandiosa nación y en la clara que se había producido después de la Independencia. Era, por
conciencia de que esta unidad sólo puede forjarse sobre la base eso imprescindible asimilar lo mejor del pasado hispánico. Por-
de nuestra propia idiosincrasia y no mediante la copia de mode- que España había mostrado ser capaz de unir reinos diferentes
los ajenos a nuestra realidad (xvin, 190). dentro de un orden armónico y solidario. Había, pues, que imitar
Pero el proyecto fracasa porque las nuevas naciones en lugar este orden, que alcanzar esta armonía (xvnt, 211 y ss.). Ya
de pensar en la unión sólo piensan en su propio poder. Bolívar durante la Colonia se había podido apreciar la eficacia del orden
hace esfuerzos desesperados por lograr la unidad, organiza el Con- español. Sin orden la libertad reclamada no es sino libertinaje.
greso Anfictiónico que fracasa lamentablemente. Los Estados Uni- Por eso los propios libertadores, como Bolívar y O'Higgins, tuvie-
dos contribuyen a este fracaso, en todo momento se oponen al ron que transformarse en dictadores.
ideal bolivariano. Al darse cuenta de lo que va a suceder, el La concepción conservadora termina por imponerse y la gene-
propio Bolívar deja de asistir, comprende que los pueblos de nues- ración subsiguiente sigue el camino del orden y de la rígida es:
tra América no están maduros para integrarse de manera libre tructura social heredados de la Colonia. Por lo mismo que los
(xvin, 198). El Libertador se ve obligado, posteriormente, a pro- Estados Unidos representaban la modernidad, los conservadores lo
poner la división de lo que en vano había tratado de unir. La rechazan. Pero también porque se daban cuenta del peligro que
tremenda realidad no permite otra cosa. El proyecto libertario, se significaba para nuestra realidad el poder creciente del joven
derrumba, así, a los pocos años de haber nacido (xvin, 202). gigante (xvin, 231 y ss.). El orden, única manera de ser fuerte,
es imprescindible. Diego Portales dirá, por eso, que los pueblos, de
esta América deberían someterse al "peso de la noche". La Colo-
2) El proyecto conservador nia era el peso de una larga noche que las nuevas ideas habían
agitado (xvm, 233).
Al derrumbarse el proyecto libertario, la propia generación que Pero el proyecto conservador estaba destinado a fracasar. El
había intervenido en el proceso emancipatorio, intenta comprender conservadurismo representaba el orden de España sin España, o
su propia realidad, interpretarla para poder, así, forjarla de acuer- sea el orden de los hacendados, estancieros, estanqueros, el orden
do a metas definidas. La situación de esta generación le impo- de los viejos señores. Ellos formaban el peso de la noche de que
nía límites interpretativos. De un lado, la realidad española se- hablaba Portales. Pero de una noche que ya había sido agitada
guía imperando omnipotente. La disolución del vínculo político de manera irreversible. El proceso de la Independencia había ge-
176 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 177

nevado nuevos grupos sociales, cada día más grandes y poderosos económica. Son, por eso, partidarios de la inmigración europea
que no podían ya ser satisfechos por el orden colonial; mestizos, masiva, para mejorar la raza. Se trata, como ellos mismos dicen,
indios, criollos que no se conformaban ya con volver al lugar que de una recolonización (xvin, 257, 261)11
ocupaban antes de la Revolución Emancipadora. El viejo orden La educación debe ser cambiada radicalmente. Debe• ser como
era el- orden de los amos de la tierra. Era un orden ajeno a los la europea y como la norteamericana. Se persigue no sólo tener
desheredados, los condenados de la tierra, las castas, los indios. Por hombres libres sino hombres que puedan hacer por sus pueblos
ello estos grupos intentarán crear un nuevo orden (XVIII, 241, 242, lo que los hombres de los pueblos civilizados habían hecho por
243). los suyos. Los nuevos hombres deben ser capacitados para la
vida práctica, para la industria y el comercio. Por eso, el sistema
educativo que debe adoptarse es el positivista. De esta ,manera se
3) El proyecto civilizador persigue cambiar radicalmente la actitud de nuestros pueblos,
se trata, hablando en términos modernos, de un verdadero "lava-
Estos nuevos grupos considerarán que el orden colonial es bár- do de cerebro".
baro y que hay que barrerlo para siempre de nuestra historia para Desde luego, la meta no podrá alcanzarse sino con la ayuda
poder elevarnos a la civilización. Es la reacción de los hombres de los países que tanto se admiran. La inversión extranjera será
nuevos contra los tiranos que defienden el viejo orden. Mora, el pilar sobre el que habrá de erigirse, con la ayuda de la raza
Lastarria, Bilbao, Montalvo, Sarmiento, Alberdi y otras grandes blanca y de la educación positivista, la nueva civilización (xvin,
personalidades, son representantes del nuevo proyecto. El modelo 267). A través de la admiración, y sobre todo, de la inversión
que debe ser realizado es el de los Estados Unidos. Debe ser, copiado extranjera, los grupos que sostienen el proyecto civilizador, se su-
de la manera más exacta posible (xvin, 245). El pasado es el bordinan a los intereses occidentales. Los occidentales quieren civi-
responsable de todos los males vividos desde la ruptura con la lizarnos, pero consideran que la única manera de hacerlo es ocu-
Metrópoli, incluso de la anarquía. pando el vacío de poder dejado por España. No porque quieran
Pero este proyecto está, también, de manera tan inexorable como dominarnos, sino porque sólo mediante una supremacía efectiva
el anterior, destinado al fracaso. Porque la civilización que tanto se podrá realmente lograr que la civilización penetre en estas
admiraban los nuevos grupos que aspiraban al poder, y que lo- regiones que, hasta ayer, eran bárbaras.
graron alcanzar en la mayor parte de nuestros países, era la Naturalmente el proyecto tenía que fracasar, porque pretendía
civilización europea que se había caracterizado por su actitud do- imponer una serie de estructuras y dinamismos en una realidad
minadora ante los países de otras regiones del mundo.. Los occi- que nada tenía que ver con ellos. La educación positivista no podía
dentales, en efecto, una vez superadas las vigencias medievales que formar hombres de espíritu positivo, porque para que un sistema
imperan aun en España, proclaman el humanismo, la igualdad de educativo tenga éxito es necesario que existan una serie de fac-
todos los hombres. Pero encuentran un pretexto sumamente eficaz tores que no existían ni podían existir en nuestros pueblos. La
para seguir dominando y explotando a los pueblos más débiles. inmigración no produjo tampoco los efectos esperados. Porque
Ya no consideran como los primeros colonizadores españoles y los grupos que vinieron no fueron los mismos que llegaron a los
portugueses -que, en nombre de la religión, deben someter a los Estados Unidos y fueron la base de su grandeza. Fueron en su
cuerpos para salvar sus almas. Ahora están convencidos de que mayoría latinos, italianos y españoles. Los pocos sajones que lle-
deben colonizarlos para regenerarlos, para hacer posible que pue- garon a esta América fueron los representantes de la gran burgue-
dan civilizarse (XVIII, 244). Al adoptar el proyecto civilizador y
querer ser como los= europeos y sobre todo, como su producto "- No todos los países de América Latina siguen la vía de la recolonización
más depurado y extraordinario, los Estados Unidos, los latinoame- por medio de la inmigración de raza blanca, por ejemplo México. Para
este país el mestizo es el agente civilizador. Pero fuera de esta diferencia,
ricanos rechann su propia realidad. Rechazan• su raza, sus cos- México procede de la misma manera que otros países• el modelo que persigue
tumbres y su cultura. Y consideran que deben acercarse a los es el de los Estados Unidos, niega su pasado, intenta unir sus intereses a los
grandes países civilizadores, que< necesitan de su ayuda cultural y norteamericanos y europeos (xvin, 251 y ss.).
178 HISTORIA , DE- LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 179

sía occidental, fueron los gerentes y los técnicos encargados de la presente y el futuro lo que ha permitido al Occidente marchar de
explotación de las riquezas que les habían sido entregadas. superación en superación (xvm, 270, 271).
Tampoco se forma una burguesía poderosa como la que había El proyecto asuntivo pretende ir más allá de la propia realidad,
hecho la grandeza de Europa y de Estados Unidos. Surge sólo pero conociéndola, cabalgando sobre la experiencia que de ella
una seudoburguesía que se conforma con ser la protegida, la in- hemos tenido. No podemos despreciarnos a nosotros mismos, no
termediaria y la amanuense de los intereses de la burguesía occi podemos juzgarnos por el juicio que sobre nosotros tienen los oc-
dental. Se forma, así, una oligarquía encargada de guardar el or- cidentales. No todo fue malo en nuestro pasado, ni es todo bueno
den, reprimiendo cualquier expresión de rebeldía o protesta. El en Europa y los Estados Unidos. La intervención norteamericana
proyecto civilizador no creó, pues, nada semejante a lo que él y francesa en México muestra, claramente, que los poderosos oc-
mismo entendía por civilización (xvm, 267, 268). cidentales, con el pretexto de la civilización, pretenden dominar-
nos y explotarnos. En Europa y en los Estados Unidos también
hay miseria humana, explotación. En el gran país del norte se
4) El proyecto asuntivo impuso la esclavitud, se exterminó al indio, se traicionó el ideal
libertario de los padres fundadores de la Patria (xvm, 272 y ss.).
Llegados a este punto, los latinoamericanos tienen que elevarse a El advenimiento de esta nueva conciencia, se manifiesta en una
una nueva conciencia y encontrar un nuevo proyecto. Y este nueva y brillante generación, que rechaza los dos modelos ante-
nuevo proyecto no puede ser ya ni el conservador ni el civilizador riores. José Enrique Rodó, José Vasconcelos, Manuel González Pra-
porque ambas formas de interpretación de su realidad, los han da, Alfonso Reyes, Manuel Ugarte, José Martí y muchos otros. Una
conducido a proyectos que históricamente han fracasado. Es generación que propone la vuelta a la realidad y la historia pro-
imposible retornar a la vieja estructura colonial porque el surgi- pias. Pero de una realidad que sea el punto de partida para nuevas
miento de nuevas fuerzas hace imposible mantener el viejo orden. creaciones, para la construcción de una realidad superior, más hu-
Pero también es imposible seguir creyendo que el rechazo total de mana y justa. Comienza a hablarse de un nuevo mestizaje, de
nuestro pasado y una subordinación a los países occidentales va a una nueva raza, la que Vasconcelos llamará "raza cósmica". Mes-
crear la civilización que anhelamos para nosotros. Enajenando tizaje no sólo racial sino cultural, para el que, debido a su historia,_
nuestra libertad, representando a hombres y grupos que se creen se encontraba especialmente preparada América Latina. En esta
cultura el nuevo hombre realizará la síntesis de los valores del
superiores a nosotros y cuya única finalidad es explotarnos y
conquistador y los valores del conquistado, una síntesis que habrá
dominarnos, jamás seremos ni libres ni civilizados. Una vez que de originar una nueva cultura, una nueva civilización (xvm, 274).
tomamos conciencia de estas imposibilidades adquirimos una nue- No se rechazan los valores de la civilización estadounidense, se acep-
va conciencia más lúcida más profunda. Ante el fracaso del pro- tan el utilitarismo y el pragmatismo, pero sólo como instrumentos
yecto conservador y del civilizad_ or no nos queda sino una salida, al servicio de la realidad que queremos forjar, que es una realidad
un nuevo y último proyecto: el proyecto asuntivo. Si no es posible auténticamente nuestra, no una servil imitación de la primera.
tener como modelo una realidad que no tiene nada que ver con Naturalmente, el proyecto asuntivo choca contra la dominación
la nuestra, si no es posible rechazar nuestra historia y. anular dé las potencias occidentales, especialmente contra la inmensa
nuestro pasado, tenemos que asumir nuestra propia realidad. No fuerza de los Estados Unidos. Y esto plantea nuevamente el pro-
para perpetuar formas pasadas, puesto que ese proyecto tampoco yecto libertario, la lucha por la segunda independencia de que
ha sido ni puede ser posible, sino como punto de partida para hablara Martí. Se desemboca, así, en el proyecto inicial. Pero
forjar una nueva realidad, para construir el mundo que anhelamos ahora con conocimientos de causa. Los diversos ensayos sociales,
(xvin, 269, 270). Tiene que haber negación pero en sentido hege- económicos y políticos que, a través de inevitables fracasos, de-
liano, es decir, afirmación, absorción, asunción de la propia rea- terminan la dinámica de nuestra toma de conciencia, las inter-
lidad. Debemos asumir todo para superarlo, negarlo pero dialéc- pretaciones falsas de nuestra realidad que corresponden a los
ticamente. Es esta asunción, esta conexión del pasado con el diferentes estados de esta toma de conciencia y que conducen a
180 HISTORIA DEí LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 181
modelos utópicos que no pueden funcionar, todo ello hace que mental es el trasfondo desde el cual recibe sentido toda su obra.
podamos replantear el ideal del Libertador desde una perspectiva En un comienzo de manera intuitiva, más o menos implícita, para
más realista. Una perspectiva, que integre los valores más nobles luego irse explicitando a medida que su pensamiento va adqui-
del pasado con los valores del mundo moderno y que permita riendo madurez hasta alcanzar una luminosa claridad y una in-
utilizar las conquistas de este último, las conquistas de la ciencia tensidad dramática. Así, en su primer libro, El positivismo en
y de la técnica en beneficio propio. México, cuando se refiere a la filosofía que se ha practicado en. La-
Zea culmina su trayectoria teórica con un resultado práctico. tinoamérica, que ha sido criticada por su falta de originalidad y
La búsqueda del ser del latinoamericano lo conduce a señalar el considerada, como una mala copia del pensamiento europeo),12 dice:
camino de la liberación para América Latina. Este camino no es
otro que el propio camino del Libertador, el de la integración "Se trata de una experiencia humana (se refiere a la utilización de la
en la libertad. Por eso, al final de su libro sobre la filosofía de la filosofía positivista en América Latina), la de unos determinados
historia americana, termina con una hermosa cita de Martí que hombres en unas determinadas circunstancias. Es esta experiencia la
señala cómo el ideal bolivariano sigue siendo el ideal que da que no puede ser despreciada,13 máxime cuando la sabemos nuestra.
sentido a nuestra historia, el ideal que constituye la base del Acaso sea este el secreto, la razón por la cual la filosofía creada en
proyecto asuntivo, del proyecto que expresa la toma definitiva de la cultura europea tiene un valor universal: puesto que eleva a
conciencia de nuestra verdadera situación histórica. "¿Adónde irá concepción universal aquellas experiencias que le son propias, sin
Bolívar?", se pregunta Martí y responde: "Al brazo de los hom- que se le plantee el problema de la universalidad de las mismas (i,
Prefacio, 16)."
bres, para que defiendan de la nueva codicia y del terco espíritu
viejo la tierra donde será más dichosa y bella la humanidad." ¿Adón- Aquí se ve claramente cómo Zea, desde su primer libro, considera
de irá Bolívar? repite Zea, y responde: "A nuestra América". La que toda experiencia humana es intrínsecamente valiosa y que,
América de Bolívar y de Martí. A la América que hará suyos, asu- por eso, puede ser siempre punto de partida de enseñanza y de
mirá a esos hombres llama (xvin, 294). inspiración creadora. Su valor consiste en que se trata de expe-
riencia humana En su tercer libro Dos etapas del pensamiento
i) Filosofía de la historia, humanismo y liberación en. Hispanoamérica,' se lee:
"Quizá ninguna etapa de nuestra historia expresa mejor un modo de
El pensamiento de Leopoldo Zea, desde que comienza a manifes- ser propio ,del hombre hispanoamericano como ésta a que se hace
tarse en su ya clásica trilogía sobre el positivismo en México y referencia. En ella se plantea el problema del hombre que se en-
América Latina, pasando por sus escritos sobre filosofía de lo cuentra con un ser. o un modo de ser hecho que no considera como
mexicano hasta sus dos últimos libros sobre filosofía de la his- propio, que ve como algo prestado , o, algo peor, como algo que le ha
toria americana, posee una notable unidad, unidad que debe ser sido impuesto" (m, Prefacio, 9).
ciaran:lente captada para que su obra sea plenamente compren-
dida. Esta unidad es su concepción del hombre como un ser que No sólo la experiencia filosófica y, en general, cultural, latino-
es, en sí, un valor absoluto y que, por lo tanto, exige la forja americana es valiosa, sino que el principal problema que tiene que
de un mundo en el que pueda realizar, en la libertad y la fra- resolver el hombre de América Latina es el de su propio ser. Su
ternidad, todas sus potencialidades; en, una palabra, el huma- modo de ser, es decir, su estilo de vida y la visión que él tiene
nismo. La historia no es sino la lucha de los hombres que, a tra- de sí mismo; le han sido impuestos. La consecuencia, implícita
vés de la trágica experiencia de la dominación, van asumiendo pero claramente derivable, es que el latinoamericano debe bus-
cada vez con mayor nitidez, la conciencia del valor de la condición
humana y del desvalor de todo aquello que contribuye a restarle 12 Zea dice esto en 1943, cuando la filosofía latinoamericana había producido
posibilidades de plenitud. aun muy poco de original. Hoy, probablemente, son pocos los que piensan
que el pensamiento latinoamericano no es sino una mala copia del europeo.
Desde que comienza a escribir, se nota que este tema funda- " Subrayado nuestro.
182 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 183
car su propio ser, debe afirmarse como hombre auténtico, capaz "Lo humano, afirma Zea, está más allá de una determinada concep-
de crear una cultura propia. ción del mundo que trata de captarlo por exclusión.15 Lo humano se
En 1952 y 1953, en dos sugestivos libros, Conciencia y posibili- encuentra en ese modo concreto de ser concreto que es cada hombre
dad del mexicano y El Occidente y la conciencia de México, Leo- en particular (vm, 14)."
poldo Zea explicita ya, de manera sistemática, el humanismo que
Llegado a este punto, era inevitable que Zea plantease la filosofía
inspira y da sentido a toda su filosofía. Partiendo del análisis del
ser del mexicano, descubre el ser de todos los hombres e inter- de lo mexicano y de lo americano como una filosofía de la li-
preta la historia, americana y universal, como el movimiento que beración, aplicable a todas las regiones del mundo que han tenido
aspira a su cabal plenitud. Al hablar de la Revolución Mexicana las mismas experiencias que nosotros: la negación de su ser, el
expresa: desprecio de su condición por hombres que los dominaron y
que pretendieron perpetuar su dominio. Así, ya en esta misma
"La Revolución, con su poderosa sacudida, permitió al hombre de obra, al hablar del papel del indio en la Revolución Mexicana,
México encontrarse a sí mismo... Ahora que este hombre se siente y manifiesta:
se palpa adivinando y dibujando su ser, se va dibujando, al mismo
tiempo el perfil del hombre sin más. Ese hombre que ha de ser "El mundo indígena,• hasta ayer ahogado bajo los intereses de otras
dibujado con la experiencia de todos los hombres concretos sin clases que se habían venido justificando con doctrinas importadas,
distinciones ni discriminaciones "14 se imponía, a su vez, y justificaba intereses, no sólo indígenas, sino de
todo hombre explotado, independientemente de su situación racial.
El indio dejó de ser indio, como expresión denigratoria, para conver-
Y, en la misma obra, al referirse al carácter antihumano de la tirse sin más, en pueblo. Ya no más encomendado, como estableció la
segunda Guerra Mundial: Colonia; ya no más traba del progreso, como lo vio el porfirismo.
Esto es, ya no un pueblo dentro de otro pueblo, sino simplemente el
"Frente a este mundo (el europeo, responsable de la guerra) los pue pueblo." (vm, 70, 71).
blos de nuestra América, y México entre ellos, se dan cuenta, de que
no son atrasados, ni tan faltos de valores, como se había venido su- Es debido al descubrimiento del valor universal que irradia la
poniendo. México se da cuenta del alto espíritu humano de que está
provisto a pesar de todos sus errores y fracasos. Ahora el europeo no
condición humana, cualquiera que sea su situación, aunque le ha-
es sino un hombre entre hombres; un hombre cuya cultura ha sido yan negado este valor supremo, que Leopoldo Zea pasa de la
puesta ren suspenso. Por primera vez se da cuenta de su radical sole- filosofía de lo mexicano a la filosofía de lo americano y luego, en
dad. Una soledad originada en su fatuo afán de sentirse como el' una última etapa de madurez, a la filosofía del Tercer Mundo. Y
hombre sin más. Una soledad que sólo puede ser rota reconociendo es debido a que considera que el ser del hombre consiste en la
la humanidad de otros hombres, de otros pueblos, convirtiéndose en exigencia de realización de su valor intangible y absoluto, en
contemporáneos de todos los hombres?' (y, 79). el logro total de -su plenitud, que su pensamiento desemboca en la
filosofía de la liberación. Esta interpretación humanista 'del hom-
En estos párrafos el humanismo se expresa de manera consciente bre y su historia es, hoy día, el horizonte desde el cual se des-
como el valor más alto y el destino de la historia. Zea utiliza un envuelven las teorías de la cultura de la dependencia y en el cual
recurso que es esencial al humanismo moderno: descubrir en lo hunde muchas de sus raíces la filosofía de la liberación."
considerado inferior los más altos valores, mostrar cómo aquellos
que se creían superiores no lo eran en realidad. Afirma el huma- 15 Somos nosotros los que subrayamos. Observemos el carácter totalmente an-
tihegeliano del pensamiento de Zea. Recordar lo dicho sobre la metodología
nismo, de manera contundente, al encontrar en la condición empleada por Zea para interpretar la historia americana.
concreta de los hombres marginados, de aquellos que fueron des- le Ya en 1956, Leopoldo Zea, como una consecuencia lógica del humanismo -

preciados, la expresión del ser universal del hombre. Esta uni- que inspira su filosofía, señala lúcidamente la existencia de una cultura
versalidad se destaca con especial nitidez en la segunda de las de dominación (Cf. En La cultura y el hombre de nuestros días, en 1975, en
obras mencionadas: donde reúne diferentes artículos escritos en 1956 y otras fechas.) Ya desde
esta época comienza a elaborar los conceptos básicos de una filosofía de la
11 Subrayado nuestro. liberación, complemento inevitable de la teoría de la cultura de la depen-
181 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 185

2. ABELARDO VILLEGAS: AMÉRICA LATINA EN LA' ENCRUCIJADA bajo en equipo, el trabajo en cadena que trasmite de eslabón en
eslabón,:lo acumulado, y que contribuye a forjar una sólida tradi-
a) Dialéctica y ciencia empírica ción cultural. Sería interesante investigar las razones por las cua-
les la primera manifestación de la filosofía latinoamericana que
Como hemos dicho, la labor que desarrolla Leopoldo Zea para comienza a organizarse en forma de movimiento que se va consti-
crear un movimiento de la historia de las ideas, primero y luego, tuyendo en tradición, es la historia de las ideas y la filosofía de
de filosofía de lo americano, tiene extraordinario éxito y culmina lo americano. En la actualidad hay dos grupos importantes que
en la formación de un equipo muy grande y significativo que co- han logrado también organizarse en movimientos que comienzan,
mienza a hacer contribuciones cada vez más importantes. A.belardo ya a constituir una...tradición. Lo llamativo es que estos grupos se
Villegas es una de las personalidades más destacadas de este movi- hallan en el extremo opuesto del filosofar: el primero es el grupo
miento. brasileño de -lógica que se ha aglutinado en torno de N.C.A. da
Es difícil determinar con precisión su ubicación generacional, Costa creador del revolucionario sistema de lógica paraconsistente.
pues cronológicamente puede decirse que pertenece a las últimas Pero este grupo se forma bastante 'años más tarde que el de historia
hornadas de la tercera o a las primeras de la cuarta generación. Este de las ideas y filosofía:de lo americano. El segundo grupo tam-
hecho no presenta mayores problemas interpretativos pues, ya lo bién bastante más reciente que el mexicano, es el de la Socie-
hemos señalado, no pueden encontrarse caracteres realmente clif e- dad Argentina de Análisis Filosófico. Hasta dónde han influido
renciales entre el contenido teórico y el estilo de filosofar de estas circunstancias fortuitas en la formación de estos grupos (por
dos últimas generaciones. ejemplo la personalidad de quienes los han inspirado) o hasta dón-
Abelardo Villegas 'es discípulo de Leopoldo Zea en el sentido de ha sido la propia dinámica histórico-cultural latinoamericana
más auténtico de la palabra: la enseñanza del maestro es, la catálisis la que ha •encauzado la dirección- de su desarrollo, es un terna
que despierta su vocación y despliega ante su mirada juvenil, una que vale la pena dilucidar pero que rebasa los marcos del
rica gama de posibilidades. Pero la exploración es propia. En el presente estudio.18
recorrido del camino, Abelardo Villegas abre su propia brecha, • Uno de los aspectos más personales del 'pensamiento de Abelardo
utiliza su propia metodología y llega a conclusiones personales Villegas es el metodológico. Al igual que Zea y que Sanabarino,
que a veces no sólo, no coinciden con las de Zea sino se alejan utiliza• la dialéctica en 'un sentido diferente del tradicional. Es
francamente de ellas, La relación Zea-Villegas y la de ambos con interesante observar cómo se repite, en el filosofar latinoamerica-
el equipo dedicado a, estudiar la historia de las ideas y la filosofía no, la tendencia a utilizar - la dialéctica de manera libre, rompiendo
de lo americano, es significativa desde el punto: de vista de la los esquemas congelados que se encuentran en la tradición hege-
historia de nuestro pensamiento. Muestra que, ya en nuestro ámbi- liana marxista: Según Villegas el método dialéctico es fundamental
to cultural se .está superando el aislamiento en - que vivieron los para la historia de las ideas porque permite comprender la rela-
patriarcas y los forjadores17 Muestra que el filosofar latinoameri- ción entre las ideas y -la realidad social (in, 3). Pero debe en-
cano, por lo menos en algunas de sus dimensiones,• ha tomado ya contrarse en 'un señtido lato: Por lo pronto el concepto de con-
lo forma que adquiere la creación filosófica en su madurez: el tra- tradicción, clave de la dialéctica, debe comprenderse en su justo
senticlo. En la lógica formal tradicional soló las proposiciones
dencia, que está en germen en sus trabajos de 1956 y que culmina en 1969
con la publicación de su libro- La filosofía, americana como filosofía sin más, pueden ser eontraclictorias. Pero la contradicción dialéctica implica
en el que entabla cordial polémica con Augusto Salazar Bondy. A partir de pugna, antagonismo 'o incompatibilidad entre diferentes términos,
esta fecha sus contribuciones a la filosofía de la liberación son numerosas y
sistemáticas. (Sobre este desarrollo ver sus libros Dependencia, y liberación " No Sería extraño, por ejemplo, que el nacionalismo mexicano, intensifi-
en América Latina, 1974, Latinoamérica: Tercer Mundos Dialéctica de la cado por la necesidad' que tiene México de afirmar su personalidad frente
conciencia americana, 1975). a los Estados Unidos, haya tenido mucho que ver con el temprano desarrollo
17 Rothero puede considerarse una excepción a este aislamiento puesto que del movimiento de historia de las ideas y filosofía de lo americano. Tampoco
él es factor clave en su ruptura. Aún así en Su época no puede hablarse de sería de extrañar que el mayor carácter "europeo" de la cultura argentina
"movimientos filosóficos". haya contribuido al especial desarrollo de la filosofía analítica en dicho país.
186 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 187

por ejemplo entre una idea y la acción que engendra. Por eso por la experiencia. Las hipótesis y las probabilidades son las úni-
la contradicción no tiene por qué ser bipolar, los términos contra- cas formas de anticipación que la experiencia ha mostrado como
dictorios pueden ser múltiples, pueden formar un todo, estructu- fructíferas. Porque cuando se verifican empíricamente la teoría se
rala La agudeza de las contradicciones condiciona la rapidez y confirma y el conocimiento que trasmite resulta fundado (in, 60).
profundidad de los cambios, aunque no de manera absoluta. En la Villegas une, de esta manera, el método dialéctico con el mé-
realidad latinoamericana hay una serie de variantes en relación todo empírico, la teoría dialéctica con la teoría explicativo-pre-
a las contradicciones dialécticas que aun no han sido suficientemen- dictiva. Y las une de la única manera como pueden unirse: con-
te estudiadas (in, 3, 4). siderando que los enunciados dialécticos referentes a la manera
Debe rechazarse, nos dice Villegas, la tesis de que las ideas con- como se desarrolla la historia mediante pugnas y contraposiciones,
cebidas por - los individuos quedan plenamente explicadas por los son hipotéticos y exigen ser verificados mediante la observación em-
condicionamientos históricos, sociales y económicos. El mundo pírica. De esta manera supera el dogmatismo dialéctico pero con-
ideológico no es una superestructura sino una parte de la estruc- serva la riqueza analítica del método dialéctico.
tura social. La idea, por otra parte, no es un objeto opaco que Otro planteamiento episternológico personal de Villegas, es que
tenga que ser explicado desde fuera. Además de estar condicionada considera que los términos utilizados en el análisis dialéctico de.
sociológicamente, sigue su propia dinámica, es aquello que nos ben tener significado preciso. Considera, por eso, que no debe
permite abrirnos al mundo para conocerlo, y por eso revierte de hablarse de contradicciones dialécticas sino, de pugnas o con-
sobre sus factores condicionantes (sociales, históricos, económicos), traposiciones. La palabra "contradicción", nos dice, tiene en lógi-
adquiriendo efectividad sobre ellos (ni, 4). Tampoco deben inter- ca una acepción muy precisa que no se aviene con lo que sucede
pretarse las relaciones entre los diversos factores como una deter- en los procesos dialécticos.. Una contradicción sólo existe entre
minación causal sino como un condicionamiento, en tanto los dos proposiciones. Lo que existe en un proceso dialéctico son
factores de la estructura social se constituyen en condiciones de pugnas y contraposiciones. Por eso, aunque, a veces, siguiendo el
la posibilidad unos de otros. Por ejemplo, los fenómenos económi- uso de los filósofos dialécticos tradicionales, nos habla de contra-
cos o sociales pueden ser la condición de posibilidad de una dicciones, cuando quiere hacer análisis precisos, evita el término
transformación ideológica, pero ello no significa que esta trans- "contradicción" y utiliza palabras que expresan realmente lo que
formación tenga que producirse de manera necesaria como si fuera sucede: que en el proceso de la historia y de la vida social se ma-
el efecto de una causa (m, 4, 5). Todo esto muestra que el nifiestan fuerzas que se oponen, entre sí, que, pugnan entre ellas,
desarrollo histórico no puede explicarse mediante la dualidad que entran en conflicto pero que, a veces, coinciden en la dirección
estructura-superestructura. La historia es algo demasiado rico, de- en que actúan, se armonizan y se relacionan de manera comple-
masiado complicado para reducirla a esquemas simplistas. (m, 58). - mentaria (in, 57, 58).
¿Cómo. pueden, entonces, encontrarse los factores dominantes,
los elementos estructurales, los elementos derivados o superestruc- b) Feudalismo y liberación: círculo vicioso
turales, cómo pueden ubicarse las verdaderas tensiones que ponen
en movimiento la historia? Una vez delineado el método, con bastante mayor precisión que
En relación a este problema, Villegas presenta un inesperado en la mayoría de los trabajos dedicados a la interpretación filosó-
planteamiento,, tratándose de un filósofo que utiliza el método fica de los hechos históricos, Abelardo Villegas lo aplica sistemá-
dialéctico. Porque su respuesta es que la única manera de encon- ticamente al análisis de las ideas políticas y a la interpretación
trar los factores y elementos mencionados es recurriendo a la ex- de la historia política latinoamericana. De acuerdo con el carác-
periencia. La dialéctica tradicional, nos dice, sólo ha podido formu- ter hipotético de los planteamientos dialécticos, elabora una hi-
lar anticipaciones que a la postre han tenido el valor de meras hi- pótesis de trabajo, que trata, luego, de verificar a través de un
pótesis. La dialéctica en sí, no permite saber cuáles son los ceñido estudio en el que utiliza, como material de confirmación,
antagonismos dominantes. Sirve como guía heurística. Pero lo que un amplio acopio de conocimientos históricos, económicos, socioló-
ella dice, sólo puede considerarse como científico si es comprobado gicos y de ciencia política. Esta hipótesis es la siguiente: hay un
188 HISTORIA DE LAS IDEAS 189
HISTORIA DE LAS IDEAS

antagonismo básico que confiere todo su carácter y sentido a la países respecto de las potencias imperialistas (nr, 11 y ss.).
dialéctica de la historia latinoamericana, este antagonismo es la La situación descrita hace que el proceso de inversión de capital
contraposición entre la expansión capitalista moderna y la super- extranjero que, en apariencia, está orientado hacia la moderniza-
vivencia de la sociedad colonial. (m, 61). ción de la sociedad, latinoamericana, en lugar de cambiar la estruc-
La comprobación de la hipótesis, es decir, su confirmación por tura socio-económica, contribuya, al revés, a fortalecerla. La co-
medio de los datos empíricamente establecidos, hará posible com- lonización capitalista se orienta hacia la explotación de< materias
prender (en el sentido de inteligir, de darse cuenta) por qué la primas y deja intocaclos, en lo esencial, los intereses tradicionales,
historia política de América Latina ha sido como ha sido. Y per- es, decir, los intereses de los que constituyen el grupo dominante.
mite comprender también la historia de las ideas políticas, porque Los antiguos propietarios, al entrar en contacto con el capitalismo
esta historia es el reflejo de la primera. asumieron una actitud ambivalente: frente a sus connacionales
El punto de partida del análisis debe ser, por eso, el momento siguieron comportándose como señores feudales; en cambio en
en que la sociedad latinoamericana, debido al impacto de la ex- relación al comercio exterior adoptaron una actitud liberal, casi
pansión europea, comienza a dina.mizarse económicamente. Esta moderna. Muchos de sus representantes llegaron a vivir como mo-
dinamización se orienta hacia la creación de un nuevo tipo de so- dernos burgueses, imitando las formas de vida más avanzadas de la
ciedad, de corte capitalista. Pero la sociedad latinoamericana, de- gran burguesía europea. Pero seguían actuando como señores feu-
bido al rígido sello que le ha impuesto la Colonia, es de carácter dales cuando se trataban de la producción de la tierra, que conti-
feudal. No sólo la economía, la estructura social, los dinamismos nuaba siendo la principal producción en sus respectivos países. Y
que se desarrollan dentro de sus cauces, tienen este carácter. por eso nunca comprendieron verdaderamente el sentido moderno
Cuando nuestros pueblos se liberan del yugo de la Metrópoli, red- de la sociedad privada que es el resultado del trabajo productivo.
ben la vigorosa influencia de la nueva burguesía liberal europea El trabajo no fue comprendido al estilo burgués, corno fuente ge-
que ha creado una civilización industrial de extraordinaria vita- neradora de la propiedad, sino que ésta fue considerada como
lidad y de irresistible poder expansivo. Debido a esta influencia un estada exterior del hombre (nr, 9, 12, 13). Villegas denomina,
surgen en las diversas repúblicas latinoamericanas poderosos movi- con feliz expresión, "seudoburgueses" a los miembros de este
mientos que persiguen la transformación de nuestra realidad en una grupo (pág. 48).
sociedad moderna, al estilo europeo. Pero la estructura feudal La imposibilidad de cambiar la estructura feudal de la propie-
existente es demasiado rígida 'y resiste estos esfuerzos de trans- dad de la tierra y la actitud real del grupo dominante, imponen
formación. Sin embargo, es porosa, es capaz de absorber una serie a América Latina un carácter sui géneris: de un lado existen pe-
de transformaciones, a pesar de su rigidez, sin que su estructura queños grupos que concentran la riqueza y <el poder, del otro,
básica se colapse. Este hace que los intentos de modernización grandes masas cuya civilización es apenas superior a la de los pri-
avancen un buen trecho y produzcan modificaciones en los deta- mitivos habitantes de nuestro continente. Y esto hace difícil saber
lles de la estructura fundamental, pero que no logren, de verdad, cuál es la etapa de la civilización occidental en que se encuentra
cambiar el sistema. Los intentos de modernización no producen la sociedad latinoamericana (ni, 14). Nuestra historia avanza, así,
los efectos previstos, no hay verdadera evolución social, evolución por medio de superposiciones, de nuevas formas que se importan
con el sentido de que desemboque en una forma social realmente y que coexisten al lado de las anteriores sin fusionarse con ellas,
nueva en que las relaciones de poder hayan sufrido cambios sus- lo que hace imposible que nuestra realidad alcance la homoge-
tanciales. La presión modernizadora hace que muchas de nues- neidad necesaria para que pueda superar sus contradicciones (rn,
tras instituciones se deformen, sin que adquieran una forma que 15, 16, 17).
les permita cumplir su papel social con eficacia. Este proceso de- Todo esto hace que seamos incapaces de resistir el embate del
formante, ineficaz, al lado de la permanencia (a pesar de todas imperialismo. Hacia mediados del siglo pasado, comienza a ex-
las transformaciones de detalle) de la estructura social proveniente panderse por el mundo entero el, capital europeo, especialmente
de la Colonia, produce la inevitable frustración de nuestro pra- el inglés. Esta expansión es decididamente imperialista y sólo per-
ceso histórico y crea una situación de dependencia de nuestros sigue obtener utilidades para los grupos inversionistas que aspiran
190 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 191

a la conquista del mercado mundial. Por eso, la inversión capitalis- la igualdad política permite conservar las desigualdades civiles (ri-
ta extranjera en América Latina, en lugar de ayudarnos a resol- queza, poder, situación social, etc.) (nr, 66). Pero en América La-
ver nuestros problemas no hace= sino acumular nuevas dificultades tina no se logra nunca la verdadera igualdad política. Se piensa
sobre las que ha producido el feudalismo. Las mayorías latino- que la democracia consiste en la libertad política, mas no se actúa
americanas siguen siendo- objeto de un proceso histórico y no como se piensa. En nuestra sociedad el individuo no ejerce sus
sujetos, siguen siendo instrumentos para lograr propósitos que derechos libremente frente a las ataduras políticas, como sucede
no son los suyos (ni, 19, 20). Esta cosificación llegó <al máximo en la verdadera sociedad burguesa, sino que sólo los puede ejer-
cuando los propios latinoamericanos intentaron imitar los métodos cer a través de la corporación a del estamento al que pertenece.
capitalistas de la metrópoli. La intención de los núcleos dirigentes Por eso, en este tipo de sociedad, la libertad democrática es atri-
de llevar a la práctica el capitalismo liberal tuvo como resultado buto sólo de ciertos grupos que, procediendo coma los antiguos
que las grandes metrópolis< capitalistas tuvieran mayar poder so- aristócratas, la niegan a los grupos restantes. En América Latina
bre nuestros países. Y este poder no hizo sino reforzar las estruc- la democracia es aristocrática no porque quienes la manejan sean
turas feudales. de origen aristocrático, sino porque los fines aristocráticos de la
Nos encontramos, así, ante un círculo vicioso. De un lado, la vieja sociedad estamental, barnizada ahora de modernidad, han
existencia de estructuras feudales impulsa a la seudoburguesí a a sobrevivido y se han perpetuado (in, 66, 67).
cambiar el país mediante una economía de tipo capitalista basada Los caracteres de la verdadera democracia liberal son la existen-
en la inversión extranjera; de otro lado, la inversión extranjera cia del régimen parlamentario y del sistema de partidos políticos.
no hace sino reforzar la estructura feudal. Este círculo vicioso im- El proceso político latinoamericano puede describirse como el
pone un cauce inescapable a la teoría y a la praxis políticas lati- tránsito progresivo de una democracia restringida hacia una de-
noamericanas. El pensamiento político refleja esta situación de mocracia general, que no llega a culminar nunca. Este tránsito,
dos maneras. De un lado trata de defender la situación imperan- cada vez que daba la impresión de que iba a alcanzar la universa-
te justificando las dictaduras que defienden la sociedad semifeu-
lidad, fue interrumpido por dictaduras caudillistas que eran
dal o la inversión extranjera; de otro lado hay una corriente que
producto directo del grupo tradicional de la sociedad. Estas dicta-
va adquiriendo conciencia de la situación y del callejón sin salida
al que conduce. La primera expresión es alienada porque, aunque, duras reajustan el sistema cada vez que está en trance de superar la
como es natural, presenta diversas tendencias que dependen de democracia aristocrática y hacen que permanezca dentro de este
las situaciones concretas de >cada país, no advierte que el tipo marco. La presión por superar los límites de la democracia y por
de modernización que persigue conduce a un impasse insuperable. alcanzar una democracia universal, se produce cada vez que se
La segunda termina por comprender la situación y desemboca, por presentan crisis económicas y sociales que agudizan los problemas
eso, dentro de sus tendencias también diversas, en el planteamiento existentes, hecho que impulsa a las mayorías a participar en la
de una liberación radical, de un cambio de la situación total política para superar la situación en que las ha sumido la crisis. La
que no puede ser otro que el socialismo unido al nacionalismo tradición, de esta manera, en la forma de dictadura, opera sobre
(ni, 19, 20, 21). las tendencias modernas y a la vez que las deforma, las asimila
(tu, 67, 68)•
Villegas presenta ejemplos que comprueban las anteriores afir-
c) Carácter sui generis de la democracia latinoamericana maciones. Así el poder de la Iglesia y de la Fuerza Armada obligan
a muchos regímenes parlamentarios a proclamar que la religión
La situación descrita hace imposible que nuestros países logren católica es la religión oficial y a ceder ante el fuero militar (rn,
establecer una democracia de tipo burgués. Esta democracia, según 69). Las mayorías campesinas están sometidas al régimen de la
señala Marx, consiste en la igualdad, política. Se trata de una igual- gran hacienda que las mantiene aisladas de los grupos políticos
dad formal, el misma derecho de elegir y de ser elegido, para pre- e impiden su movilidad social; la restricción del voto impuesta
servar la situación personal de los ciudadanos. De manera que por numerosas rconstituciones, como la incapacidad para votar de
192 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 193

los analfabetos, de las mujeres, de los pertenecientes a partidos, narias originales; tratando de superar el vacío dejado por la diso-
supuestamente, internacionales (Ibid, 69, 70). lución del antagonismo básico, de hacer que la revolución adquie-
Esta situación hace que las ideas políticas de los que preconi- ra un aspecto constructivo (ni, 84).
zan la democracia coincidan, en lo esencial, con las de los que Pero estos intentos creadores han sido vagos y débiles. Los in
defienden las dictaduras. Los teóricos de las dictaduras reconocen tentos revolucionarios han fracasado, no han sido capaces de rea-
la validez del principio de la soberanía democrática, pero justifi- lizar la desintegración del antagonismo fundamental. En lugar de
can su restricción en la práctica (ni, 23 y ss.). Pero en la demo- ser revoluciones verdaderas, que cambiaran- las estructuras socia-
cracia también se pospone el ejercicio de la soberanía popular. les y la dinámica del poder, se redujeron a ser reforrnismos sangui-
La diferencia entre ambos tipos de gobierno es que, la dictadura narios. Produjeron, así, un sentimiento de frustración, que condu-
es caudillista mientras que la democracia es oligárquica. Por jo a la idea de hacer otras revoluciones, realmente capaces de
eso, aunque hay antagonismo entre las dictaduras y los regímenes romper el orden tradicional y de crear un nuevo orden en el que
democráticos, hay, al mismo tiempo, una afinidad de fondo (in, las mayorías pudieran resolver sus problemas (in, 84).
81.) Frente al afán revolucionario se encuentra la actitud reformista.
El liberalismo, consciente de la gravedad del antagonismo básico,
considera que la única manera de superarlo es mediante el desarro
d) Entre la revolución y el reformismo llo del capitalismo. Este desarrollo terminará por destruir el orden
tradicional. Para el liberalismo, uno de los términos del- antagonis-
Contra esta situación surgen fuerzas poderosas que intentan en se- mo básico, terminará por destruir el otro, porque no hay verda-
rio cambiar las arcaicas estructuras que mantienen a nuestros países dera afinidad entre ellos (in, 85).
en una situación de atraso y dependencia. Estos intentos son los Esta salida supone, desde luego un proceso gradual y; no vio-
que generan las revoluciones latinoamericanas. Las revoluciones lento en el que se evite la lucha de clases y se persiga, más bien,
tienen como finalidad la desintegración del antagonismo básico. el acomodamiento de los intereses de los diversos grupos y su
Por eso su meta ha sido la de destruir de un lado el feudalismo y transformación gradual a través de la transformación total de la
el liberalismo colonialista y por otro, oponerse a la penetración sociedad. Por eso, en lo interno, en los países en que se intenta
del nuevo imperialismo. Han sido, así, antitradicionalistas y anti- esta salida, son los propios grupos dominantes los que se encar-
imperialistas (ni, 83). garán de la modernización. O, en otros casos; los grupos reformis-
Aunque el antagonismo básico que les da significación no ha tas pactarán con los grupos tradicionales porque éstos no se opon-
sido nunca definido con claridad en estos movimientos, su aspec- drán al cambio paulatino. Los grandes imperios capitalistas serán
to negativo, su lucha en contra de las estructuras tradicionales y considerados claves para el éxito de las reformas.
de la penetración económica imperialista, ha sido bastante daro. La ideología política latinoamericana del siglo xx refleja esta
Pero, en cambio, en el aspecto positivo, ha habido una visión mu- situación. Las teorías políticas fluctúan entre planteamientos que
cho menos definida. Porque las revoluciones latinoamericanas han justifican y exigen la destrucción del antagonismo básico por
coincidido todas en la idea de destruir la sociedad tradicional, medio de una verdadera revolución o por medio del desarrollo
pero, sin embargo, han aspirado a los beneficios del mundo mo- del capitalismo. La ideología, como consecuencia de la enorme iner-
derno, como la riqueza en gran escala, la eficacia de- la técnica, la cia de las viejas estructuras y del antagonismo básico, oscila, así,
libertad democrática, etc. Lo grave es que estos aspectos positi- entre la revolución y el reformismo (ni, 85, 86).
vos han estado casi invariablemente unidos a la agresión impe- Para verificar este planteamiento Villegas <estudia los dos mo-
rialista de los países más modernos;;y poderosos. El gran problema al vimientos revolucionarios latinoamericanos que, antes de la revo-
que han tenido que enfrentarse nuestros revolucionarios, ha sido lución cubana, merecen el nombre de tales: la Revolución Mexica-
el de encontrar la manera de alcanzar los beneficios del mundo na y la revolución uruguaya, y los dos movimientos reformistas más
moderno superando el colonialismo y la dependencia. Y para característicos de la segunda tendencia: el reformismo argentino y
el brasileño. El estudio se complementa con un análisis de la
ello han tenido que encontrar ideas nuevas, hacer creaciones doctri-
194 HISTORIA DE LAS IDEAS
HISTORIA DE LAS IDEAS 195
situación peruana que presenta un curioso estancamiento hasta que vender por precios miserables. Muchos indígenas ni siquiera
la revolución militar de 1968,-y de la revolución cubana que logra llegaron a poseer nunca las fracciones que les correspondían (ni,
superar la frustración que parecía ser el inevitable> destino de las 88, 89).
revoluciones latinoamericanas. Se incorporan, así, al lado de los criollos de origen hispánico,
que nada habían perdido de sus propiedades, los criollos y los
mestizos liberales. Estos tres grupos se unen sólidamente y consti-
e) Las revoluciones latinoamericanas tuyen, según Molina, la base del porfirismo (ni, 88, 89). Desde
luego, el espíritu feudal de la Colonia se mantuvo. El propieta-
rio de una hacienda, ejerció una dominación absoluta y jamás
tuvo noción de lo que es la propiedad en sentido moderno. Sólo
se interesó por la renta. Esto hizo que la productividad no aumen-
La ideología de la Revolución Mexicana es difícil de precisar por- tara y que la economía se estancara. En este régimen precapitalista,
que se trató de un movimiento en el que participaron grupos de los peones de las haciendas sólo podían ser tratados como esclavos
diversas tendencias y que rebasó a las grandes personalidades que (ni, 88, 89). La situación siguió, por eso, igual que cuando la
la protagonizaron. Para orientarse en esta multiplicidad, Abelardo Iglesia tenía grandes propiedades: la tierra siguió siendo impro-
Villegas elige dos escritores que, en su concepto, son los que mejor ductiva (m, 9I)•
expresan, en el mundo de las ideas, los hechos reales: Andrés
Para superar esta situación, Molina propone una nueva y ver-
Molina Enríquez y Ricardo Flores Magón. Además, incluye las
dadera repartición de la tierra. Y, con gran agudeza, se da cuenta
ideas expresadas por Plutarco Elías Calles el presidente que insti-
de que no puede hacerse bajo los principios del liberalismo puro,
tucionalizó la Revolución mediante la fundación de un partido
pues estos principios encubren y defienden el latifundismo, es
de caracteres completamente inéditos. decir el mismo tipo de sociedad que pretende cambiar (tu, 94).
Andrés Molina Enríquez publica en 1908 un libro fundamental Propone, por eso, leyes que pongan límites a la propiedad privada,
para comprender una tendencia muy importante en la ideología pues el interés social tiene que predominar sobre, el interés pri-
de la Revolución. Mexicana, la tendencia radical. La tesis cen- vado. Molina sugiere a Porfirio Díaz que lleve a cabo la reforma
tral de Molina es que la reforma liberal del siglo XIX en lugar de agraria y sostiene que la reforma tendrá que hacerse de todas ma-
terminar con los latifundios no hizo sino ampliarlos y generali- neras, por medios pacíficos o revolucionarios (ni, 94, 95).
zarlos y que este hecho fue característico del porfirismo (in, 88). Viene el estallido y, cuando se instala el. Congreso Constituyente
Los que Molina llama "criollos liberales" y "mestizos liberales"
aprovecharon la ley de desamortización cuya finalidad aparente de la Revolución en 1917, Molina es llamado como asesor de la
comisión encargada de proyectar los artículos referentes a la pro-
era distribuir la, gran riqueza de la. Iglesia entre los peones y los
piedad. La Constitución Mexicana resulta avanzada, pues modifica
arrendatarios. La expropiación de los bienes de la Iglesia sólo
los principios del liberalismo al decir que la propiedad de las
hizo posible que los poseedores de riqueza, es decir, los criollos,
tierras y aguas corresponden a la Nación la que tiene derecho
entraran en posesión de grandes extensiones de terreno. Los mes-
de trasmitir el dominio de ellas a los particulares (tu, 97).
tizos, por su parte, verdaderos advenedizos al poder, aprovechando
Villegas señala que en este proceso, se cumple la primera parte
la misma ley e interpretando ciertos términos jurídicos en manera
del proceso dialéctico que caracteriza la oposición entre la estruc-
forzosa, se apoderaron de. las tierras comunales de los municipios y tura tradicional y la modernización de la expansión capitalista.
de los pueblos con que la Corona española había dotado a los nú-
La nueva Constitución es avanzada, cierto, pero deja abierto el
cleos indígenas. La ley fraccionó todas las tierras, de acuerdo al es- debate sobre el destino final de los capitales.
píritu liberal imperante, de manera que los campesinos se encon- Ricardo Flores Magón es un anarquista que va más allá de la
traron dueños de parcelas, y perdieron la capacidad que les posición asumida por Molina. Para él el problema social sólo
confería la propiedad comunal. No pudieron, pagar los graváme- podrá resolverse cuando los desheredados, los pobres, tomen el
nes, ni las titulaciones, ni los juicios de sucesión etc., y tuvieron poder y se adueñen de la tierra. Acusa a Madero, <el gran líder
196 HISTORIA DE LAS IDEAS
HISTORIA DE LAS IDEAS 197
revolucionario, de ser representante de la burguesía. La acusa-
tamente a la seudoburguesía y ello ha contribuido a aumentar la
ción de Flores Magón es, según Villegas, correcta. La clase que
influencia del capit extranjero en el país (m, 317, 318).
impulsó la revolución y se adueñó, luego, de ella, fue la seudo-
burguesía cuyo interés fundamental fue el poder político y eco-
nómico en su propio país, y que nunca pudo superar la vieja
2) La revolución batllista
mentalidad feudal (m, 99 y ss.).
Aunque sus planteamientos son bastante ingenuos, Flores Ma-
La revolución llevada a cabo en Uruguay por José Batlle y Or-
gón tuvo intuiciones certeras y planteó claramente al antagonis- dóñez, que se inicia en la primera década del siglo, es muy dife-
mo que determinó al destino posterior 'de la Revolución Mexicana:
una tensión entre el proceso de socialización y el proceso de rente de la mexicana en el detalle, pero semejante a • ella en su
sentido histórico y su significación política. Batlle se enfrenta a
industrialización dentro del régimen capitalista. Durante la revo- la situación política increíblemente primitiva de su país, impe-
lución se socializan varios aspectos de la economía. Además de rante a fines del siglo pasado. El dominio político estaba repartido
la tierra, el petróleo, los transportes, la electricidad. Pero la ten-
entre dos partidos tradicionales, el partido de los blancos y el de
dencia definitiva fue la de apoyar el capitalismo y la propiedad
los colorados. Cada partido tenía una fuerza excluyente en el te-
privada. El triunfo fue, en definitiva, de la seudoburguesia.
rritorio de su dominación, se practicaba el fraude y el asesinato.
Para salir del caos en que la revolución había sumido al país, Ninguno de los partidos tenía una ideología clara y estaban dirigi-
los líderes del movimiento decidieron dar estabilidad al nuevo
dos por élites o cúpulas. No se trataba de una división entre
régimen. Plutarco Elías Calles es el hombre que realiza este proyec- conservadores y liberales, sino, de grupos con intereses parecidos
ta Cuando, en 1928, Obregón, la personalidad dominante en ese
en sus respectivos dominios. En ambos partidos se nota claramen-
momento, es asesinado, Calles plantea la necesidad de estabilizar
te el antagonismo básico que caracteriza la dialéctica de la
la Vida del país y propone, como única salida posible, la crea-
política latinoamericana. Así, Saravia, el caudillo del partido de
ción de un partido único que pudiera unificar a todos los partida-
los blancos, en una revuelta contra los colorados, pide garantías
rios de la revolución. Este partido que ha recibido diversos
para el sufragio y representación de minorías, o sea, persigue ob-
nombres, se conoce hoy como el Partido Revolucionario Institu-
jetivos liberales y modernizantes, mas, por otro lado, exige el
cional (pm). Gracias a - la unidad y a la disciplina que habría control de ocho departamentos, lo que es claramente feudal (ni,
de lograrse mediante un partido semejante, se podría después de 117, 118 y ss.).
un proceso evolutivo, alcanzar, la democracia. Se adoptó la idea
Batlle y Ordóñez, en su primer periodo presidencial, después \
de Madero de que, no hubiera reelección presidencial y esta dis-
de una cruenta guerra civil, logra imponer cambios radicales en la
posición contribuyó, en forma notable, a dar la estabilidad políti- estructura política y económica del país. Realiza una serie de
ca deseada. nacionalizaciones y favorece decididamente a las clases más po-
A pesar de que, algunos años más tarde Lázaro Cárdenas intenta bres, pero se olvida por completo del campo y esto hace que,
aplicar de manera sistemática el principio de que la propiedad a pesar de que la explotación no era como la de México, se man-
privada debe subordinarse al poder público, idea que está ya en
tenga la estructura feudal de la economía uruguaya. Por eso, el
la Constitución del 17, la Revolución Mexicana no logra superar
intento de superar el antagonismo básico, quedó incompleto, por-
el antagonismo básico. Cárdenas, a pesar de su lucha en favor
que, a pesar de la modernización urbana, el campo, despoblado
del pueblo, nunca fue un verdadero socialista. Su fin último fue
por la afluencia a la ciudad, continuó siendo tradicional, en esen-
lograr la máxima justicia pero dentro del sistema capitalista (m,
ciar. Y debido a esta estructura es que, al igual que en México, el
314, 315). Los gobiernos posteriores a Cárdenas mantuvieron la
campo no aumentará realmente su productividad mediante un
maquinaria política, los instrumentos de poder, pero dejaron
proceso de industrialización, y el capital extranjero logrará impo-
de lado la orientación, popular que aquél había impreso a la ner condiciones. Baffle, por otra parte, a pesar de su progresismo,
política del nuevo partido. El proceso político ha favorecido ne-
nunca llegó a pensar de manera socialista. Su, meta fue la unidad
198 -HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 199
nacional mediante la armonización de los intereses de las dife- Perón (m, 183). Ambos tienen una característica común: hablan
rentes clases (iii, 137, 138 y ss.). un lenguaje revolucionario, engañoso a primera vista, pero su
La revolución batllista se ve en el dilema de todas las revolu- praxis es puramente reformista. Así Yrigoyen, que encabeza el ra-
ciones modernas: conciliar la alta productividad con el consumo dicalismo, partido que se había constituido para luchar contra el
generalizado. Mientras la riqueza no se construya, no puede haber predominio de la generación oligárquica de 1880, nos habla de
una verdadera redistribución. Debido a que la Revolución Mexi- revolución, democracia, nacionalizaciones, reforma agraria. Todo
cana y la uruguaya eligieron la segunda alternativa (la del con- hace pensar en • una ideología revolucionaria. Pero una lectura que
sumo) no pudieron superar el antagonismo básico. Cuando se in- sepa interpretar no sólo lo que dicen los discursos y los escritos
siste en el consumo, dentro de una estructura que pretende ser de Yrigoyen, sino lo que no dicen, descubre fácilmente el refor-
modernizante, pero que, en el fondo perpetúa en el poder a una mismo. Y lo que nunca dice Yrigoyen es que los privilegios de la
clase, se producen hondas desigualdades entre los usufructuarios oligarquía deben anularse definitivamente. Nunca habló de frac-
de dicho consumo y los que trabajan para hacerlo posible. La elec- cionamiento de las grandes haciendas ni de propiedad colectiva.
ción de esta alternativa, es probablemente, lo que ha hecho im- Siempre evitó choques con la gran oligarquía latifundista. Su na-
posible redimir a las clases marginadas, lo que ha anulado el cionalismo fue el poderoso recurso que le permitió proclamar una
sentido humano de los movimientos revolucionarios y lo que ha ideología radical, aunque gaseosa, y evitar= el enfrentamiento con
producido su parálisis y frustración (m, 139, 140). la oligarquía. Para él, la Nación estaba sobre todo, era una uni-
dad indisoluble, por eso, debía haber conciliación, no desintegra-
ción de grupos. Nunca reconoció, por eso, el antagonismo irre-
f) Los movimientos reformistas. ductible entre las clases sociales. Cuando cae Yrigoyen en 1930,
debido al desprestigio de los regímenes democráticos en aquella
época (ascensión del fascismo, la Revolución rusa, la crisis del
1) El reformismo argentino 29, etc.),, no se habían realizado cambios sociales importantes (m,
182 y ss.). A partir de esta fecha hasta 1943, Argentina es gober-
De acuerdo con la idea central de su trabajo, Villegas nos dice nada por una serie de regímenes de tendencias claramente fascistas
que el reformismo consiste en reforzar uno de los términos del o por democracias fraudulentas y corrompidas. La Fuerza Armada
antagonismo básico para eliminar el otro. Esta vía es la que se comienza a transformarse en el árbitro de la política nacional y
sigue en Argentina: abrir el país a la penetración del capitalismo se concibe a sí misma como poseedora de un destino manifiesto.
moderno para que su presencia elimine gradualmente la sociedad Su destino la obliga a intervenir para evitar el desquiciamiento
tradicional (m, 180). Generalmente el nacionalismo acompaña nacional. Por otra parte la creciente industrialización de Argentina
al reformismo, porque el nacionalismo permite concebir a la na- atrae gran parte de la población campesina a la ciudad, confor-
ción como el gran todo en el que pueden coexistir totalmente mando masas cada vez más desvalidas. Estas masas serán el prin-
unidos en torno de grandes ideales, las diferentes clases de la cipal contingente del peronismo (m, 208).
sociedad. El peronismo es un movimiento complicado que refleja la com-
La diferencia con los movimientos revolucionarios descritos es plicación social de la Argentina, es una mezcla de corporativismo
que, aunque éstos también suponen la unión de varias clases, y democracia, de militarismo y proletarismo, de nacionalismo y de
exigen, sin embargo, la supresión de otras clases que se consideran fascismo, .todo ello unificado a través de la personalidad carisma-
como un obstáculo para la integración nacional. Por eso, el re- tica de Juan Domingo Perón, líder típicamente hispanoamericano
formismo es una especie de astucia, una trampa que se le pone a lo (m, 214).
viejo para que desaparezca sin advertirlo, una disolución de la tra- Perón intenta conciliar estas tendencias contrarias. Por eso su
dición sin un enfrentamiento con ella (m, 181). lema es: "nuestra revolución es individualista en todo cuanto no
El reformismo argentino tiene dos grandes etapas: el radica- perjudique al Estado, y estatal en todo lo que no tiranice al hom-
lismo de Hipólito Yrigoyen y el justicialismo de Juan Domingo bre." Sobre esta base se desarrolla la ideología justicialista que, en
200 HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 201
resumen, nos dice lo siguiente: la patria, la nación es el principio Gobernó hasta 106 en que convocó a elecciones. Pero con el
fundamental en torno del cual han de conciliarse todos los inte- pretexto de que existía un clima de zozobra creado por sus ene-
reses (obsérvese la coincidencia con el reformista Yrigoyen); el migos políticos, se adelantó a los resultados electorales y dio
rechazo de la, lucha de clases como método revolucionario (este un golpe de Estado. Ese mismo día Vargas lanzó una proclama
principio está implícito en el anterior); la justicia debe asegurarse en la que afirmó la ideología del Estado Novo. En esta ideolo-
para todos, ricos y pobres, poderosos y débiles; el capital y el gía destacan los siguientes aspectos: es antiliberal, en vez del in-
trabajo deben considerarse por partes iguales, como dos gran- dividualismo (que se considera sinónimo de libertinaje y de co-
des fuerzas para producir un beneficio común; el Estado es tute- munismo, debe prevalecer la coordinación perfecta de todas las
lar, el Estado regula y encauza, armoniza los intereses del capital iniciativas por medio del Estado, las organizaciones de clase deben
y el trabajo (m, 214 y ss.). ser colaboradoras de la administración pública, debe lucharse contra
No se encuentra• en esta ideología, en ningún momento, la idea el desorden del federalismo, el poder debe centralizarse, la Patria
de que el capitalismo y la burguesía deben desaparecer (ni, 219). está por encima de las disensiones de grupo y de los privilegios
El peronismo fue un obrerismo efectivo y pudo, por eso, haber de clase (nr, 248, 249).
sido revolucionario. Perón transformó a los trabajadores en una En esta ideología hay aspectos progresistas puesto que se limitan
fuerza política de primera magnitud en su país. Pero no llegó a los privilegios de clase. Y no cabe duda de que Vargas hizo mu-
ser un verdadero revolucionario pues su concepción del naciona- chas transformaciones importantes y, en diversas oportunidades se
lismo como una unidad que permitiese armonizar los conflictos de enfrentó a los intereses oligárquicos. Pero sólo en el detalle. En
intereses, evitó que hiciera reformas radicales corno por ejemplo último término, Vargas conservó el orden importante. Como en el
una auténtica reforma agraria. Además, su caudillismo hacía im- caso de Perón, su insistencia en la nación como conciliadora de
posible hacer una revolución que se institucionalizara porque su intereses y en el Estado fuerte, le sirvió para salir de dificultades
movimiento quedó ligado a su destino personal. Por otra parte causadas por la crisis y la mala administración y para planear la
pretendió que las inversiones extranjeras ayudaran a financiar su economía. Pero también le sirvió lo mismo que al primero, para
movimiento, orientando la economía nacional hacia la exporta- evitar las reformas demasiado radicales (iii, 242 y ss.).
ción de productos agrícolas (m, 225 y ss.). El resultado de los esfuerzos de Vargas fueron interesantes. La
ideología del Estado Novo se realizó en buena parte. Vargas rea-
lizó importantes nacionalizaciones, como, por ejemplo, los fe-
rrocarriles, puso en marcha con préstamos del extranjero, grandes
industrias pesadas, dio incentivos a la industria nacional e impuso
En el. Brasil, cuando se inicia la República, la situación era como severas restricciones a - las compañías que tenían su sede en el
en la mayor parte de los países latinoamericanos, pero las contra- exterior. En una palabra, dio un fuerte impulso al desarrollo
posiciones eran, debido a la índole del país, gigantescas. Una oli- económico del Brasil. Pero aunque insistió en la nacionalización
garquía poderosísima evitaba que la naciente clase media lograra del escaso petróleo explotado• por el Brasil y trató de hacer una
una ,mejor distribución de la riqueza y del poder político. Debido política nacionalista, no pudo controlar el dominio del capital
a su estructura federal existían oligarquías • locales en cada estado extranjero. Las nacionalizaciones, cuando no son dentro de un
y las rivalidades de estos nacionalismos regionales eran feroces. gobierno socialista, pueden contribuir al desarrollo económico, pero,
Esto hizo que la clase media volteara sus esperanzas hacia las fuer- corno ha sucedido en los países latinoamericanos (no socialistas)
zas militares. Getulio Vargas, que siguió de joven la carrera mili- terminan por reforzar el poder de la seudoburguesía y la penetra-
tar y fue luego abogado y político profesional aglutinó, en torno ción del capital imperialista (iii, 256 y ss.).
de su vigorosa personalidad, las diversas fuerzas antioligárquicas. El movimiento de Vargas, lo mismo que el de Perón no pasó
En 1930 una revolución, producto directo de la crisis económica de la categoría de lo que Celso Furtado ha llamado "populismo".
y del descontento contra la política imperante, lo lleva al poder Ambos líderes• utilizan un lenguaje socializante, tomando el socia-
(m, 231 y ss.). lismo utópico, propugnan la intervención del Estado y fomentan
HISTORIA DE LAS •IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 203
202
el crecimiento de los servicios, de las clases medias y del proleta- de medio siglo. Es por eso revelador analizar la relación entre
riado. El Estado es el armonizador de los intereses. El pueblo sus ideas originariamente revolucionarias y una realidad reacia
es siempre utilizado como masa de maniobras para asustar a los a las transformaciones sociales (ni, 165). Haya, de la Torre está,
adversarios y conquistar las posiciones claves. Toda esto sólo en un principio, fuertemente influido par Marx, pero se da
puede realizarse porque no es sino un método de lucha de una cuenta que es imposible aplicar el marxismo al pie de la letra en
facción de la clase dirigente contra la otra (nr, 243). América.
A diferencia de Mariátegui que se preocupa exclusivamente por
el Perú, Haya de la Torre se preocupa por la totalidad del conti-
nente que él llama "Indoamérica" y considera que las nacionali-
dades son barreras que se oponen a un movimiento de indepen-
En el Perú el proceso político ha sido muy diferente de los des- dencia que debe ser continental (iii, 166). El imperialismo es la
critos y, por eso, presenta especial interés. En este país se encuentra última etapa del capitalismo- en losa países industrializados, pero
un vigorosa movimiento ideológico que no culmina en revolu- en los países de economía retrasada no es sino la primera etapa del
ción ni siquiera en reformismo tipo argentino o brasileño. Las capitalismo. Par eso, mientras Mariátegui estudia las causas inter-
dos ideologías que surgen en el Perú son la doctrina marxista de nas de la dependencia, Haya de la Torre estudia sus causas externas,
José Carlos Mariátegui y la doctrina aprista de Víctor Raúl Haya de sin olvidarse de las internas contra las que tuvo que luchar deno-
la Torre. El primera señala, con especial nitidez las condiciones dadamente. Haya de la Torre, al igual que Mariátegui, señala la
de atraso de la sociedad peruana, la coexistencia en ella de siste- yuxtaposición de diversas etapas económicas e históricas en nues-
mas económicos .y sociales que pertenecen a épocas diferentes y tra> realidad, yuxtaposición que es una verdadera constante de
que no están integrados. La economía burguesa del Perú es radi- nuestra historia. Y por eso no puede plantearse el problema social
calmente inauténtica. El latifundista criollo quiere saltar una como una lucha bipolar entre el proletariado y la burguesía.
etapa del desarrollo capitalista, quiere pasar de gran propietario Partiendo de los análisis de nuestra realidad, Haya de la To-
feudal a gran empresario capitalista sin pasar por la desintegra- rre, en la primera etapa de su pensamiento, sostiene que es
ción del feudalismo. La única manera de romper este impasse es inútil intentar la modernización de Indoamérica mediante el
resolver el problema del indio. Mariátegui señala que la solución capital exterior porque éste no hace sino acentuar el carácter
de este problema no es filantrópica ni cultural sino agraria, econó- feudal de nuestra economía ,y de nuestra sociedad. La lucha debe
mica. Hay que devolverle la tierra que le quitaron. El empresario ser, pues, contra el imperialismo, mediante la coordinación del
feudal no puede saltar al capitalismo moderno, pero el indígena proletariado, del campesinado y de nuestras empobrecidas clases
marginado sí puede pasar de su condición de explotado a la orga- medias (m, 167, 168). Para Mariátegui el sujeto de la revolución
nización socialista (ni, 141 y ss. 160, 162, 163). debe ser el campesino, para Haya de la Torre deben ser las tres
Mariátegui no se plantea el problema de saber si las condicio- clases mencionadas. El sujeto es, pues, pluriclasista (ni, 168). Para
nes objetivas, a las que tanta importancia dan los marxistas clá- lograr la independencia frente al imperialismo, nuestros países
sicos, permiten el paso de la sociedad peruana del estado semifeu- tienen que alcanzar el desarrollo industrial, liberado de la explo-
dal y seudoburgués al socialismo. Pues si estas condiciones no tación inhumana y de la sujeción al extranjera. Se trata, así, de
se dan, la revolución será imposible. Se trata de una dificultad a crear un capitalismo, pero un capitalismo nacionalista, autónoma
la que el marxismo latinoamericana le ha dedicado muy poca y de consciente proyección social. Mas la etapa final es el socialis-
atención (in, 155, 156). El hecho es que Mariátegui plantea la mo (iii, 169, 170).
revolución a fonda en el Perú, pero que esta revolución no se Pero el pensamiento de Haya de la Torre va evolucionando
lleva a cabo. Mariátegui no llegó al actuar en política y no tuvo hacia posiciones menos radicales. Así en 1956, en una de sus
la oportunidad de intentar llevar a la práctica sus ideas (iii, 165). principales libros, Treinta Años de Aprismo, manteniendo siem-
Su compañero de generación, Víctor Raúl Haya de la Torre, en pre la necesidad de hacer nacionalizaciones y de enfrentarse al
cambia, tuvo la oportunidad de intervenir en política durante más imperialismo, sostiene que hay que dar ancho campo a la ini-
HISTORIA DE LAS IDEAS 205
204 HISTORIA DE LAS IDEAS

dativa privada tanto nacional como extranjera a fin de lograr la sente que ha logrado superar el antagonismo básico entre el viejo
desfeudalización y la industrialización indispensables al progreso orden y el nuevo. Ha logrado esta superación porque ha disuelto
de nuestros pueblos. Propone, además, al lado de los tres poderes uno de los términos de la contradicción: la clase dominante de
clásicos, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el Congreso Económico carácter seudoburgués (ni, 279) . Una verdadera revolución en
en el que estén representados todos los que intervienen en alguna América Latina no podía, pues, ser, sino socialista. Pero al hacerla,
forma en la producción. Esta idea es de 1931, pero, según Villegas, Cuba se encuentra en la situación típica de todo país socialista. De
sólo en 1956 cobra todo su significado, pues ahora Haya de la To- un lado se supone que es el pueblo el que gobierna mediante la
rre considera el capitalismo de manera mucho más favorable dictadura del proletariado, pero del otro, resulta que el gobierno
efectivo está ejercido ni siquiera por el partido gobernante (el
(nr, 171, 172).
De acuerdo con esta evolución el método político del Apra se comunista) sino por una pequeña cúpula partidaria. Teóricamente
caracterizó por su capacidad de negociar alianzas. Como el partido se espera la disolución progresiva del Estado, puesto que el Es-
estaba perseguido; aspiraba a una democracia en la que pudiera tado no es sino el órgano supremo de poder de la clase dominante;
actuar libremente, e hizo pactos con cualquier grupo político (in, pero en la práctica, después de varias décadas de gobierno socialis-
175, 176). Esta apertura en, lo externo, fue paralela con una orga- ta en diferentes países, resulta que el Estado aparece cada día más
nización vertical basada en la supremacía absoluta del jefe. fuerte (in, 280 y ss.). Esta situación lleva al caudillismo y al
Esta evolución comienza desde que, en 1931, el Apra se somete a culto de la personalidad (in, 284, 285). Castro tiene conciencia de
unos comicios viciados. El Apra, a partir de entonces, renuncia esta dificultad y trata de resolverla mediante la creación de un
a la revolución como método de transformación social y acepta partido que no sea de dominio sino de orientación (m, 286, 287).
una democracia preparada y arbitrada por los grupos tradiciona- Pero la construcción del socialismo es tarea difícil y exige una
les, renunciando a las transformaciones de fondo (in, 176). fuerte autoridad centralizada en pocas manos. Y esta exigencia
Al enjuiciar la trayectoria del Apra, Villegas afirma que lo que se contrapone al ideal socialista de la libertad, la espontaneidad,
la iniciativa de la clase obrera. Tanto Castro como Guevara in-
más resalta del pensamiento de Haya de la Torre es el contras-
tentan resolver el dilema acudiendo a la idea de que las masas
te entre sus doctrinas revolucionarias y los procedimientos refor-
deben orientar la acción de los líderes. Pero en último término
mistas con los que quiso llevarlas a la práctica. Pero tal vez, nos
dice citando a Bourricaud, el resultado más positivo del aprismo es la inevitable burocracia estatista la que impone las decisiones
ha sido la creación de una conciencia y de ideas políticas que (ni, 292). Castro y su grupo dirigente habrían quedado atrapados
pudiesen ser llevadas a la práctica por grupos y personas no en la dialéctica contradictoria planteada entre los ideales demo-
cráticos leninistas y el dirigismo radical (ni, 294). Al tener con-
apristas (in, 178, 179). ciencia de esta contraposición, tienen también la decisión de reali-
zar el ideal socialista de una sociedad desalienada de hombres
h) La revolución verdadera libres y de luchar en lo interno y en lo externo hasta alcanzarla.
Por eso la Revolución cubana es tan importante porque tiene con-
Después de hacer un análisis de los factores que desencadenan la ciencia del problema y parece decidida a resolverlo. El problema
Revolución cubana y de las circunstancias que la hacen evolucio- no es de prestigio, si la Revolución cubana lo pierde o lo gana,
nar de un humanismo más o menos vago a un socialismo de corte sino que remite a la posibilidad misma de superar las dificulta-
marxista (nr, 264 y ss.), Villegas aborda lo que, en nuestro des del socialismo y las carencias de nuestro continente (ni, 198).
concepto, es el problema fundamental de la política latinoameri-
cana, e incluso, mundial: las dificultades en la propia realización
del socialismo. i) Las alternativas y el futuro. El camino de la libertad
La Revolución cubana es una verdadera revolución, es decir,
Posteriormente a la Revolución cubana se han presentado en Amé-
una revolución que no se frustra, que no se queda a mitad de rica Latina dos alternativas: la Revolución chilena encabezada
camino. Ello se debe a que es el único movimiento hasta el pre-
HISTORIA DE LAS IDEAS HISTORIA DE LAS IDEAS 207
206
por Salvador Allende, la Revolución peruana puesta en marcha por autoritario. Y esto presenta un problema muy arduo (como sucede
la Fuerza Armada del Perú. Después de señalar lo endeble de las en la Revolución cubana, salvando las distancias). Y termina di-
críticas de los conservadores y los neoliberales a la Revolución ciendo que es demasiado pronto para poder saber si el movimiento
cubana y demostrar que movimientos como los de Betancourt peruano es una verdadera revolución en el sentido en que él ha
dado al término 328 y ss.)."
en Venezuela, de Frei en Chile o de Frondizi en Argentina, son
incapaces de superar al antagonismo básico (ni, 300), realiza un Al final de su estudio Villegas llega a varias conclusiones. La
análisis ceñido del intento allendista de llegar al socialismo me- primera es que considera que los análisis efectuados, junto con los
diante la democracia representativa y muestra su contraste con el datos presentados, comprueban la hipótesis fundamental de trabajo
movimiento cubano.< De un lado, nos dice, parece imposible rea- que imprime su sentido al libro: que la alternativa ideológica para
lizar una verdadera revolución dentro de los marcos de la demo- la América Latina de hoy es la elección entre el reformismo o la
cracia representativa, porque este tipo de democracia obliga a la revolución (ni, 334), y que esta alternativa se debe a la vigencia
conciliación y convierte en conciliador al revolucionario, a pesar del antagonismo dominante de la historia latinoamericana contem-
poránea (Ibid.). Pero, además, la alternativa muestra que quienes
suyo. De otro lado, el marxismo a la manera cubana incurre en
dictaduras y queriendo cambiar todo hace sobrevivir Una de las las plantean creen que es posible planificar los acontecimientos
formas más odiosas de la sociedad tradicional. Esta es una de las ma- históricos, es decir, racionalizarlos. De un lado se cree que es posi-
yores aporías de nuestro tiempo. Améiica Latina se debate en ble orientar la historia hacia el socialismo, de otro lado se cree
ella, porque esa aporía simboliza otra mayor que se ha planteado que es posiblepostergar esta solución desarrollando a fondo el
a lo largo de todo el trabajo: la oposición entre el reformismo y capitalismo, y hay quienes persiguen una tercera posibilidad:
la de impedir que el socialismo advenga alguna vez. Esta es la
la revolución (in, 326, 327).19
Frente a los intentos de Allende de llegar al socialismo dentro cuestión fundamental: o vamos hacia el socialismo en forma revo-
de la democracia representativa, la Revolución peruana presenta lucionaria, rompiendo definitivamente el antagonismo básico, o
un aspecto particular porque utiliza una metodología nueva. Se mantenemos la vieja situación, situación que, a pesar de todos
trata de un movimiento revolucionario hecho por militares, lo los reformismos, perpetúa el predominio de una oligarquía
(Ibid.).
que contradice la tesis tradicional de que la Fuerza Armada no es
sino un instrumento de poder de las clases dominantes. Es, ade- No parece haber una tercera posibilidad, la posibilidad de que
más, un movimiento antidogrnático e intenta realizar una revolu- América Latina siga un camino sui generis, original y propio.
ción profunda de manera pacífica sin violencia y sin derramamien- 2° Cuando. Villegas escribía estas líneas, en 1971-1972 todavía no se sabía cuál
to de sangre. No persigue, por eso, un 'modelo único, sino que sería el destino de la revolución de Allende y de la revolución de la Fuerza
propone un pluralismo y declara que es una revolución anticapita- Armada Peruana. Pero es indudable que las dificultades que él señala son
lista y anticomunista, y como método fundamental revoluciona- efectivas y que debido a ellas, se produjo el derrumbe de Allende y la
evolución del movimiento peruano hacia la democracia formal (por lo menos
rio introduce el de la autogestión. hasta el momento de escribir estas líneas). De todas maneras, debido al hecho,
Pero, desde luego, la Revolución de los militares peruanos se único en nuestra América, de que fueron los propios militares los que tomaron
enfrenta a dificultades. Así, tiene que aceptar en forma "realista" la bandera de la revolución, en el Perú la situación se ha presentado de
que el capitalismo no puede ser eliminado por decreto y que manera más favorable. El avance hacia el socialismo se ha paralizado pero
muchas de las grandes reformas realizadas, especialmente las reforma agraria
frente a la inversión nacional y extranjera, lo que debe rescatarse y en buena parte la reforma de la empresa y la propiedad social (autogestión),
es el control peruano de la riqueza (tesis que recuerda las de Haya se han institucionalizado por medio de una nueva Constitución elaborada por
de la Torre en los primeros tiempos del Apra). El método de la representantes elegidos por el pueblo en inobjetables elecciones. ¿Qué resul-
autogestión es inusitado, afirma Villegas, pues se trata de orga- tará del impacto de estas reformas profundas sobre la futura democracia formal,
nizar la libre participación de las masas mediante un gobierno que debido a ellas, es ya, en parte, democracia económica? Sólo el futuro
podrá decirlo. Lo que si se puede predecir es que habrá de desarrollarse una
pugna muyilfuerte entre los grupos que traten de continuar las reformas re-
19 Villegas analiza también el movimiento de Camilo Torres. Pero como no
es tan importante como los dos anteriores no lo incluimos en la exposición volucionarias dentro de la democracia y los que traten de evitar esta conti-
nuación e incluso deshacer lo hecho.
pues sería alargar demasiado el texto.
208 HISTORIA DE LAS IDEAS
HISTORIA DE LAS IDEAS 209
Hasta ahora nadie ha podido precisar en qué consiste esta posibili-
dad (ni, 335). tas permiten ver, claramente, cómo Villegas, partiendo del análi-
Nuestra historia muestra que el reformismo es un callejón sin sis de la situación histórica latinoamericana y de la manera como
salida porque no ha podido eliminar la estructura de la sociedad esta situación incide en, y es afectada por, la historia de las
tradicional. Para superar este impasse Villegas no ve otro camino ideas, necesariamente tiene -que desembocar en una filosofía de
que el socialismo. Pero de un socialismo bien entendido que no la liberación. Nos permiten, también, colegir cuál es el cauce que
entronice la violencia como si fuera un mito o una necesidad habrá de seguir su pensamiento. Pero, tal como advertimos en el
metafísica, sino que la ubique en su verdadero lugar. A veces es prólogo, tenemos que dejar lo referente a la filosofía de la libera-
necesaria para romper la resistencia de los intereses, pero no ción, y a otros temas, para un trabajo posterior.
siempre es inevitable, y en último término, debe ser eliminada del
contexto social si se quiere realmente forjar una sociedad desalie-
nada en la que todos los hombres disfruten de la riqueza produci-
da y sean efectivamente libres. (m, 343 y ss.).
El análisis de la situación histórica de América Latina que re-
vela el antagonismo básico entre las viejas estructuras feudales y
el afán de modernización, nos revela un aspecto importante del
ser latinoamericano. Porque la existencia de dicho antagonismo se
debe al hecho de que, para nuestros países, el sentido de la historia
consiste en asumir la historia de la metrópoli. En la época en que
entramos en la historia, España y Portugal están históricamente
atrasados, mantienen todavía la concepción medieval que consi-
dera que el mundo es tal como debe ser, que todo en él está jerar-
quizado según pautas eternas. Por eso, si se quiere ser como la
metrópoli, sólo se puede aspirar a una sociedad final e inmutable.
Esto explica por qué las estructuras de carácter feudal que impe-
ran en América Latina en la época en que ésta se independiza po-
líticamente, presentan una resistencia tan grande a los intentos
de cambio. Y explica también por qué la actitud -de América La-
tina, a través de su historia independiente, ha sido más de imita-
ción que de creación (xv, 47 y • ss.). Por eso hemos tratado de
imitar modelos que fueron inventados para funcionar en otras
realidades, diferentes de las nuestras.
La única manera de superar nuestras dificultades es romper
esta inercia y asumir una actitud creadora. Y si nos decidimos a
crear un nuevo modelo de sociedad que nos permita hacer frente
a los ingentes problemas que nos aquejan, tenemos que elegir el
socialismo, un socialismo libre, no dogmático, pero de todas ma-
neras, socialismo (xv, 58, 59, 60).
Como en el caso de Zea y de otros historiadores de las ideas,
la historia de las ideas conduce en el pensamiento de Villegas prác-
ticamente desde el comienzo, a una filosofía de lo antericano y
ésta desemboca en una filosofía de la liberación. Las tesis expues-
BIBLIOGRAFÍA
LA BIBLIOGRAFÍA que presentamos a continuación no es':conipleta.
No lo es porque, - como fiemo§ dicho repetidas veces, el presente
libro no es de historia sino de tesis. Lo que nos interesa es
mostrar los aspectos ináá creadores del pensamiento filosófico la-
tinoamericano, no ofrecer un recuento de todo lo hecho. En con-
secuencia no hemoS utilizado todos los libros y folletos;
por un autor sino sólo, aquellos en los cuales, según nuestra opi-
nión, desarrolla conceptos verdaderamente originales. Algunas ve-
ces hemos utilizado textos que no son propiamente creadores pero
que son- exigidos por la naturaleza del tema ó porque lo hecho,
aunque no es tan original, es, sin embargo, lo mejor de lo que
existe en su género en nuestro medio.
Por ótra parte, como: comprenderá el lector, cuando se hace un
libro como el, presente, en el que no se expone de., manera fría y
resumida el contenido de los textos contemplados desde afuera,
sino ,se intenta presentar el pensamiento vivo, visto desde adentro,
en que el autor trata de compenetrarse a fondo con las ideas -que
está expcmiendo; no puede pretenderse que la exposición sea - ex-
haustiva. Por otra parte, no se puede conocer todo y es natural que
haya textos de los filósofos que incluimos en el presente libro
que, no hayamos podido leer. Además, hay ,pensádores cuya obra
conocemos mejor que la de otros. Esto explica la irregularidad de
las _bibliografías, y que en relación a algunos autores presentemos
una bibliografía más o menos copiosa, mientras que en relación
a otros hagamos referencia a muy pocos, a veces' sólo una Pero
esto en nada invalida la intención de nuestro libro: presentar los
aspectos máá originales de la filosofía latinoamericana. Basta un
solo libro para que un autor pueda ser considerado como original.
En cambio puede escribir toneladas de obras sin decir una sola
palabra que: revele facultades creadoras.

CAPÍTULO

FrancilcoMiro Iloisla - LatinoaMerlea-


na de_,Filosofía, núm. 2.H Buenos Aires, 1976.•
',,---,Pespertccr-.:y,:- proyeeta del filosofar,:lallnoamericang. Folido -de._Cul-
túra Económica, 1974.
[213]
214 BIBLIOGRAFÍA BIBLIOGRAFÍA 215

CAPÍTULO II Ernesto Maiz Vállenilla. HaCia un nuevo humanismo. Caracas, 1970.


- De la Universidad y su teoría. Universidad Central de Venezuela,
Miguel Ángel Virasoro. La libertad, la existencia y el ser. Universidad Caracas, 197L
de Buenos-- Aires, Buenos, -Aires, 1942. - Esbcizo de una Crítica de la Razón Técnica.. Equinoccio, Ediciones
- La intuición metafísica. ,Ediciones Carlos Lohle, Buenos Aires, de la Universidad Simón Bolívar. Caracas, 1974.
1965. La pregunta por el hombre. 'Universidad Simón Bolívar, Caracas,
- "San Agustín y el existencialismo". Universidad, órgano de la Uni- 1974.
versidad del Litoral:núm. 30, 1955. Hombre y naturaleza. Universidad Simón Bolívar. Caracas, 1974.
_ "Existencia y filosofía". Cuadernos de Filosofía, 30 de marzo-9 de - Latinoamérica en la encrucijada de la técnica. Universidad Simón
abril dé 1949. Buerios'Aires, .1949. •' Bolívar. Caracas, 1976.
Intl'oducción al existencialismo. Universidad del Litoral -(sinfe- Renato Cirell Czerna. "Temporalidade e ExPeriencia Etica". Revista
cha). Brasileira de Filosofía.
Mario Samba.rino., InvestigaciOnles sobre la estructura apoi.ético-dialéctica Octavio Nicolás. Derisi. Filosofía de la cultura y de los valores. Emecé
de la eticidad.;,flniversidad de la- República, Montevideo; 1959. -; Editores. Buenos Aires, 1963.
- La-hipótesis cartesiana, del genio maligno y el , problema- del valor _ Los fundamentos metafísicos del orden moral. Instituto Luis. Vives,
de la evidencia. Universidad de la República, Montevideo, 1963. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1969.
Historical fact and, historicity, Internationalen Kongress für Philo- - Santo Tom.ás de Aquino y la filosofía actual. Universitas S. R. L.
sophje. Viena, 1968. Buenos Aires, 1975.
- La'eultüra nacional'conto Próblemd. Nuestra Tierra, Monte-Video, Alberto Wagner de Reyna. La ontología fundamental de Heidegger. Edi-
1969. torial Losada. Buenos Aires, 1939.
Emilio Estiú. "Herder y rant. ' '12ifás 'concepciones' acerca del destino del _ Introducción a, la liturgia. Editorial Losada. Buenos Aires, 1938.
hombre". Sustancia, nom. 18, Tucumán, 1947: - El concepto de verdad en Aristóteles. Universidad Nacional de
- .``La-sit-riación histórica deHerder y las bases de su, Fi-
Cuyo. Mendoza, 1951.
lpsofía, nnm. 1, Buenos Aires.
- Mito y misterio. Universidad Nacional de Cuyo. Mendoza, 1954.
- "BelleZa, arte y metafísica". Hítmanidadés, tomo 3thtxt, 1948,
415 á 438: La Plata. - Destino y vocación de Iberoamérica. Ediciones. Cultura Hispánica.
"Notas =sobr'e la` :metafísica -de LesSing"2 Notas y Estudios de' Fi- Madrid, 1954.
losofia, val. ri, ilúm. 7-8, julio-diCiembre' de 1951: Tucumán: - Analogía y evocación. Editorial Greclos, Madrid, 1976.
-- -"El Tratado - de la pintura de, Leonardo y la filosofía .del Renaci- Juan Adolfo Vásquez. Ensayos metafísicos. Universidad Nacional de Tu-
miento". Notas yEstudios de Filosofía, vol. in, núm. 12, octubre- cumán. Instituto de ,Filosofía. Tucumán, 19M.
diciembre de 1952, Tucumán.
- „",Arte y liberación". Humanidades, XXXIV, año 1954.
- De la vida a la, en la filosofía contempordnea. CAPÍTULO III
Ernesto Maiz Vallenilla. «Posibilidades 'epistemológicas de la filosofía
Philosophy' and Phenomenblogical Research, vol. rx; núm. Eugenio Pucciarelli. Lógica (en colaboración con Francisco Romero).
3; marzo;-. 19.491 - -- "La causalidad en Descartes". (Separata de, Escritos en honor de
- Fenomenología del conocimiento. Universidad Central .de Vene- Descartes). Universidad de La Plata. La Plata, República Argen-
zuela, Caracas, 1956. tina, 1938.
- El problema de América (Apuntes para una filosofía americana). - "La comprensión en Dilthey". (Separata de la revista Humanida-
Anuario de Filosofía de la Facultad de Humanidades y Educación, des). Buenos Aires, 1938.
Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1957 (segunda edi- - "Espíritu y materia en Bergson". (Separata de la revista Pedago-
ción, 1969). gía). Tucumán, 1939, ,
- Ontología del conocimiento. UniVersidad Central de Venerada, - "Historia y destino". (Separata de Sustancia). Tucumán, 1940.
Caracas, 1960. - "La historia en el plano del arte". (Separata de Humanidades).
- El Problema de la nada en Kant. Revista de Occidente, " Madrid, Buenos-' AireS; 1954.
1965. - Husserl y la actitud científica en filosofía. Buenos Aires, 1962.
216 BIBLIOGRAFÍA BIBLIOGRAFÍA 217
Eugenio . Pucciarelli. "Flegel y el enigma del tiempo". Cuadernos de Leopoldo Zea. La cultura y el hombre de nuestros días. Instituto Pe-
Filosofía, núm. 14, julio-diciembre, 1970. dagógico, Caracas, 1975.
- "Tiempo y eternidad en Hegel". (Separata de la Revista de la - Dependencia y liberación de la cultura latinoamericana. Cuadernos
Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de. Morón). Mo- de Joaquín Mortiz, México, 1974.
rón, 1971. - "Latinoamérica: Tercer Mundo". Revista Cambio, abril-mayo.
- "El origen de la noción vulgar del tiempo". Cuadernos de Filo- México, 1976.
sofía, núms. 15-16, enero-diciembre, 1971. - Filosofía y cultura latinoamericana. Consejo Nacional de la Cultu-
- "El tiempo en la pintura". (Separata de Cuadernos del Sur)1. Ba- ra, Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Cara-
hía Blanca, 1971. cas, 1976.
..-__ "Paradojas de la razón kantiána". Cuadernos de Filosofía, núm. - Dialéctica de la conciencia americana. Alianza Editorial Mexicana,
20, marzo-diciembre, 1973. México, 1976.
- Las funciones sociales de la ideología. Boletín de la Escuela de - Filosofía de la historia americana. Fondo de Cultura Económica,
Guerra Naval-Buenos Aires, 1974. México, 1978.
- "Problemas del pellÁálaiiento aigéntino".' Cuadernos 'de Filosofía, - Latinoamérica-Tercer Mundo. Extemporáneos (Colección Latino-
núms. 22-23, enero-diciembre, 1975. ' américa), México, 1977.
Danilo Crúz Vélez. FilosOfía sin supuestos. Editorial Sudamericana. Bue- Abelardo Villegas. Programa de la filosofía iberoamericana actual. Eude-
nos Aires, 1970. ba, Buenos Aires, 1963.
-- "Nihilismo e inmoralismo". Eco, núm. 153 (sin fecha). Bogotá. - Reformismo y revolución en el pensamiento latinoamericano. Siglo
- "Hegel y el problema del fin de la ética".. Revista Latinoamerica- XXI. México, 1972.
na' de Filosofía, vol: a, núña. 1, Buenos Aires, 1975. - Cultura y política en América Latina. Extemporáneos, México,
- "Heidegger y el porvenir de la filosofía". Eco, núm: 183, 1977. 1978.
- Aproximaciones . a la filosofía. Instituto Colombiano • de Cultura,
Bogotá, 1977.
CAPÍTULO. IV

LeópOldo Zea. Apogeo y decadencia del positivismo en México. El Co-


legio de México, México, 1944.
- El positivismo en MéxiCo. EdiCiones Studium, MéxiCo, 1953. Pri-
mera 'edición, 1943.
- Ensayos sobre la filosofía 'de la historia.'Editorial Stylo, México,
1948.
- Dos etapas en el pensamiento hispanoamericano. El Colegio de
México, México, 1949. '
-- Conciencia y posibilidad del mexicano. Porrúa y Obregón, México,
1952.
- La filosofía como' 'compromiso y otros ensayos. fondo de Cultura
Económica, México, 1952:
- La conciencia del hombre en la filosofía. Imprenta Universitaria,
México, 1955.
- El Occidente y la conciencia de México. Poi-rúa y Obregón, Méxi-
co, '1953.
- América como conciencia. Cuadernos Americanol, 'México, 1953.
-. Latinoamérica en la formación de nuestro tiempo. Cuadernos
Americanns, México, 1965.
- La filosofía americana como filosofía sin más. Siglo. XXI, México,
'.: 1969.
ÍNDICE

!ogo. 9
oducción 13

Del proyecto a la realización . 13

Problemas de método 19
1. Paradigmas . 19
2. Clasificación . 25
3. Imparcialidad .- 35

El ser, el devenir, el hombre . . . 37


1. Miguel Ángel Virasoro: el abismo del ser 38
a) Punto de partida; el concepto de razón, 38; b) De la razón a la
intuición, 40
2. Renato Cirell Czerna: el idealismo en América Latina . . 44
a) Racionalidad e irracionalidad en el idealismo, 45; b) La tem-
poralidad, 47; c) procesó de concreción del acto entendido como
experiencia ética, 48

3. Alberto Wagner de Reyna: retorno a las fuentes y originalidad 52


La verdad y la falsedad .en los libros A y Z, 53; Metafísica A 29,
53; Met. A 7, 54; Met. Z 1, 55; Met. Z 17, 55; Met. A 8, 17;
Sustancia y accidente, 57; De Anima B 1, 57; Met. Z 6, 57; Met.
Z 4, 59; La definición. >Pensamiento y- realidad, 59
4. Mario Sanabarino: ambigüed.ad de la ética . . . . . 60
a) La excelencia, 61; b) La independencia, 63; c) La exiaencia,
63; d) La sabiduría, 64; e) El juego --de la dialéctica, 66; fc Apo-
reticidad esencial dé toda eticidad, 68

5. Emilio Estiú: arte, plenitud, liberadón 70


El arte como autonomía, 70; Arte y liberación, 73
6. Juan Adolfo Vásquez: la ontología como fundamento 76
7. Ernesto Maiz Vallenilla: el Ser, la Nada, la Existencia y
el Hombre 80
a) El concepto de la Nada en Kant y la superación del horizonte
ontológico, 83; b) La razón, la técnica y el hombre, 91
[219]
220 INDICE

8. Octavio Nicolás Derisi: Dios como supremo fundamento . 98


Philosophia Perennis, 100

III. Exégesis y creación 106


1. Eugenio Pucciarelli: fidelidad interpretativa y concepción
suspicaz ' de la filosofía 108 Este libro se acabó de imprimir el día
La causalidad en Descartes, 109; a) La comprensión en Dilthey, 30 de abril de 1981 en los talleres
112; .b) El ataque a la temporalidad, 114; Inasibilidad del concep- de Editorial Galache, S. A., Privada
to de filosofía, 118; Cuestiones de estética y de ideología, 120 Dr. Márquez núm. 81, México 7, D. F.
Se imprimieron 3 000 ejemplares y en
su composición se emplearon tipos
2. Danilo Cruz Vélez: denodado esclarecimiento de filosofar . 122 Baskerville de 10:11, 9:10, 8:9 pun-
La fenomenología y la subjetividad trascendental, 122; a) Su- tos. La edición estuvo al cuidado de
peración de la metafísica de la subjetividad, 124;,. b) Reflexiones Tomás Acosta Mejía
sobre la cultura, la moral y la filosofía, 128

IV. La histOria de las ideas 'y el redescubrimiento de América . . 136


1. Leopoldo Zea: de la historia de las ideas a la idea de la
historia . . . = . . . . . . . . . 141
a) El marco conceptual, 142; b) Teoría y práctica: la conciencia
como condición de acción eficaz, 146; c) 'La dialéctica del reco-
nocimiento,bumano, 148; d) La doble . utopía y el imperialismo de
la libertad, 153;. e) ,E1 antiiinperialismo y los .avatares de la his,
toria latinoamericana, 157; f) Filosofía de la historia y proyecto
humano, 166; g) Los proyectos colonizadores. Síntesis dialéctica y
yuxtaposición,.170;. h): Los cuatro proyectos, 173; •1) El proyecto
libertario, 173; 2) El proyecto conservador, 174; 3) El proyecto ci-
vilizador, 176; 4) El proyecto ' asuntivo, 178; i) Filosofía de la
hilioria, humanismo y liberación, 180

2. Abelardo Villegalt América Latina en la- encrucijada . . . 181


a) Dialéctica y ciencia' 'empírica,-184; b) Ferudalisinip y liberación:
círculo vicioso, 187; c) Carácter sui generis de la democracia
latinoamericana„ 190; d) Entre la revolución ,y el reformismo, 192;
e) Las revoluciones latinoamericanas, 194; 1). La Revolución . Me-
xicana, 194; 2) La revolución batllista, 197; f) Los movimientos
reformistas, 198; 1) El reformismo argentino, 198; 2) El reformismo
brasileño, 200; g) El Perú: un extraño 'proceso, 202; h) La revo-
lución verdadera, 201; i) Las alternativas y eLfuturo. El camino
de la 'libertad, 205

Bibliografía. . 210

También podría gustarte