Historia Natural de La Enfermedad
Historia Natural de La Enfermedad
Historia Natural de La Enfermedad
Por tanto, no habrían dado con la forma de detectar las enfermedades de forma
temprana para prevenir secuelas.
Por ejemplo, el pediatra conoce la historia natural del resfriado común. Al entender
esto, sabe que existe una probabilidad extremadamente alta de que la enfermedad
se autolimite y que los tratamientos que él pueda dar muy probablemente no
modificarán la duración de los síntomas. Entonces, el médico pone en la balanza si
es necesario tratar de aliviar los síntomas con medicamentos que pudieran tener
algún efecto secundario o mejor esperar a que el cuadro se cure solo.
La cadena epidemiológica
Para entender las relaciones entre los diferentes elementos que conducen a la
aparición de una enfermedad transmisible, el esquema tradicional es la
denominada cadena epidemiológica, también conocida como cadena de
infección. El esquema busca ordenar los llamados eslabones que identifican los
puntos principales de la secuencia continua de interacción entre el agente, el
huésped y el medio
Agente causal Un agente es un factor que esta presente para la ocurrencia de una
enfermedad, por lo general un agente es considerado una causa necesaria
pero no suficiente para la producción de la enfermedad.
Las propiedades de los agentes biológicos son las que se refieren a su perpetuación
como especie, las que rigen el tipo de contacto con el huésped humano y las que
determinan la producción de enfermedad a partir de ese contacto. También
tienen importancia epidemiológica ciertas características útiles para la
clasificación e identificación de los agentes específicos.
Respiratorias: las enfermedades que utilizan esta puerta de salida son las de mayor
difusión y las más difíciles de controlar (tuberculosis, influenza, sarampión, etc.)
Huésped susceptible
Los reflejos como la tos y el estornudo, por ejemplo, representan un esfuerzo para
limpiar las vías respiratorias de sustancias dañinas. Las secreciones mucosas,
como las lágrimas y la saliva, tienen una acción limpiadora simple y pueden también
contener anticuerpos específicos contra microbios patógenos.
– Periodo prepatogénico
En esta fase ocurre lo que se conoce como triada ecológica. Esta no es más que la
interacción entre tres componentes esenciales para el desarrollo de la enfermedad.
Estos son el huésped, el agente y el medio ambiente.
Huésped
Este tiene unas características específicas que deben estudiarse como son la edad,
sexo, raza, estructura genética, estado nutricional, nivel de inmunidad, factores
hereditarios, entre otros.
Agente
Por su parte, el agente es toda fuerza, principio o sustancia viva o inanimada capaz
de actuar en el organismo de forma nociva.
Los agentes no biológicos también pueden ser nutricionales, que tienen que ver con
dietas inadecuadas o deficiencias de vitaminas. Y también pueden ser psicológicos,
que involucran estrés, depresión, entre otros.
Medio ambiente
– Periodo patogénico
Dependiendo del tipo de infección, estos cambios pueden darse de forma rápida
como consecuencia de la multiplicación de los microorganismos, de su virulencia y
de su capacidad de producir toxinas.
– Periodo subclínico
– Periodo clínico
Esta fase se inicia con el primer síntoma o signo de la enfermedad. Ese momento
lleva por nombre horizonte clínico. Con esa primera manifestación llega una serie
de síntomas o signos, además de complicaciones y secuelas.
Niveles de prevención
Las enfermedades pueden ser ocasionadas por múltiples factores de riesgo. Por
esta razón no es posible controlarlas y mucho menos solucionarlas abordándolas
desde una disciplina en particular. Por ello es necesario que se coloquen barreras
de protección, las cuales son llamadas niveles de prevención.
Sin embargo, a pesar de que todas estas actividades forman parte del llamado nivel
de prevención primaria, es importante destacar que prevención y promoción de la
salud no son acciones iguales.
Mientras que la prevención tiene como objetivo evitar que la enfermedad deteriore
el estado de salud del individuo, la promoción se encarga de facilitar el
mantenimiento del estado de una persona, incrementando su salud y bienestar.
– Nivel de prevención secundaria
Una vez que se ha manifestado una enfermedad, un buen diagnóstico que además
sea oportuno y esté acompañado por un tratamiento adecuado, son las mejores
medidas preventivas que pueden aplicarse para evitar el avance de la enfermedad.
– Nivel de prevención terciaria
Este es el nivel de prevención que se aplica cuando ya no es posible aplicar los dos
niveles anteriores. Se trata de medidas que se aplican durante el periodo de
expresión de la enfermedad.
Entre las medidas que pueden aplicarse en este nivel de prevención se encuentran
la recuperación máxima de la funcionalidad, el cambio psicosocial del paciente, la
terapia ocupacional, la utilización al máximo de las capacidades, la educación de
familiares, grupos escolares y hasta empresas para difundir el apoyo de
discapacitados, entre otras cosas.
Referencias