Introducción A La Documentoscopia Unam
Introducción A La Documentoscopia Unam
Introducción A La Documentoscopia Unam
SUMARIO:
1. DEFINICIÓN DE DOCUMENTOSCOPIA.
2. ÁMBITO DE ACTUACIÓN DE LA DOCUMENTOSCOPIA.
3. BASES TÉCNICAS SOBRE LAS QUE SE ARTICULAN LOS EXÁMENES DOCUMENTOSCÓPICOS .
4.LIMITACIONES DE LA DOCUMENTOSCOPIA.
5. CONCLUSIONES.
1. DEFINICIÓN DE DOCUMENTOSCOPIA.
Antes de efectuar una enumeración de los principales métodos de análisis del grafismo
con finalidad identificativa, es necesario precisar dos aspectos centrales. El primero, para transmitir
la idea fundamental de que la escritura es una manifestación personal del ser humano e irrepetible
por terceros, que como tal viene a representarlo y a diferenciarlo de los demás. En este sentido,
VILLALAIN[6] señala que“el gesto grafo escritural, como tal, es una gráfica biológica complejísima,
expresión de la personalidad de un sujeto, en la que se integran sistemas, órganos e impulsos
procedentes de toda la economía del sujeto, viscerales, sensitivos, sensoriales, endocrinales,
motóricos y psíquicos, superficiales y profundos, en los que prácticamente toda la economía humana
interviene”.Y el segundo, para llamar la atención acerca de las numerosas vertientes por las que se
desarrolla el estudio del grafismo, y que reciben denominaciones distintas en función de la finalidad
perseguida[7]. Muestra de esta variedad la hallamos en la clasificación que efectúa DEL VAL
LATIERRO[8], y que se estructura del modo siguiente:
Las precisiones precedentes nos sitúan claramente en un escenario en el que una vez
asumido el carácter personal e individualizador del grafismo, debemos centrarnos en la vertiente del
examen de la escritura que persigue fijar el común o dispar origen de la misma [11]. De entre los
numerosos métodos existentes, el grafonómico quizás sea el que más ventajas pueda presentar en esta
labor de identificación. No obstante, el especialista no debe descartar acudir a otro método con la
finalidad de adquirir, si es necesario, plena convicción acerca de la autoría de la producción gráfica
objeto de pericia[12]. La sistemática a seguir se articulará sobre la base de la observación y
la comparación de los materiales sometidos a consideración.
3.2.3 Las dos fases del examen técnico que se acaban de comentar, se plasman en lo
que propiamente es el “cuerpo” del informe[16], respetando en la medida de lo posible el orden
de aplicación de las mismas. El estudio se moverá de lo general a lo particular, y de la
constatación de que nos hallamos ante un “formato” auténtico de soporte, a la exploración
encaminada a detectar la presencia de irregularidades de carácter fraudulento y que
recaigan sobre aspectos esenciales del elemento a peritar. Por consiguiente, si nos
planteamos la solicitud de la autoridad judicial acerca de la autenticidad o falsedad de un
pasaporte de un Estado extranjero, el primer paso será determinar si nos hallamos o no,
ante un formato auténtico de documento de esa clase. En el supuesto de que no sea así,
el estudio se da por finalizado estableciéndose como conclusión que se trata de un
documento íntegramente falso; en caso contrario, cuando el estudio revela que estamos
ante un formato auténtico, el examen abordará la observación minuciosa de aspectos
puntuales, con el fin de revelar o no la presencia de irregularidades fraudulentas que
recaigan sobre extremos esenciales del documento.
4. LIMITACIONES DE LA DOCUMENTOSCOPIA.
Dentro de las situaciones que merecen ser calificadas de este modo, se van
a poner de relieve aquellas más significativas y que mayor incidencia tienen en la vertiente
de la pericia tanto grafocrítica como de documentos.
Dentro de este epígrafe es preciso dedicar unas líneas a hablar de las limitaciones que
conlleva el tener que trabajar sobre material dubitado no original. Las reproducciones mediante
sistemas de reprografía u otros procedimientos mecánicos, no son las mas adecuadas para llevar a
cabo el examen técnico con la suficiente fiabilidad. Con esto no se quiere afirmar, en modo alguno,
que no se pueda hacer la pericia con este material, sino tan sólo que habrá parámetros gráficos que
no se podrán constatar en debida forma. Esta “minusvalía” de los elementos no originales, a mi juicio,
no será salvable si el material no tiene bastante riqueza gráfica con la que poder compensar la
situación inherente a la naturaleza de los citados elementos. Pero, en caso contrario, si estamos ante
una muestra amplia de escritura, de calidad aceptable[17] y los desarrollos gráficos revelan la
impronta gráfica del autor, no debe existir inconveniente alguno para emitir una conclusión
fiable en el sentido del común o dispar origen escritural. Afirmación que debe ser entendida
en el contexto exacto en el que se hace. Es decir, aquí el perito sólo podrá afirmar el común
o dispar origen de la muestra gráfica, pero no así el hecho de que tal escritura asentada
sobre el soporte en cuestión, no sea el resultado de una operación de montaje, a través de
la cual se hace aparecer un texto en un documento que originalmente no lo contenía. Pero
en cualquier caso, esta hipótesis que se debe dar a conocer en el informe, no menoscaba
en nada la aseveración primera acerca de la escritura.
Con el planteamiento anterior, se discrepa de la postura sostenida al respecto por
ANTÓN BARBERÁ - MÉNDEZ BAQUERO[18], cuando afirman que las conclusiones emitidas
con ocasión de una pericia grafocrítica sobre fotocopias, deben tener tan solo carácter
orientador para el juzgador. No comparto una postura tan tajante al respecto, pues con ella
se veda la posibilidad de dar respuesta a numerosos casos de esta naturaleza que se
pueden resolver de modo fiable. Por contra, estimo que la postura más acertada es la
valoración del caso puntual, fijando como límite inferior la extensión de la muestra escritural
dotada de suficiente riqueza gráfica y todo ello dentro de una reproducción “aceptable”.
Quizás, con un ejemplo pueda resultar más clara la idea que sostengo: A, manda un
anónimo de contenido amenazador, consistente en fotocopia de dos folios de escritura
manuscrita, en minúsculas, a buen ritmo, sin temblores, sin retoques, sin tachaduras, etc.,
en una palabra, espontánea; y A, escribe una nota de seis palabras, amenazando de muerte
a una persona. En el primer caso, no tiene porque existir un inconveniente técnico
insalvable, para hacer la pericia grafocrítica sobre grafías en fotocopia y dar una conclusión
fiable; en cambio, en el segundo, el escenario ha cambiado sustancialmente, nos hallamos
igualmente ante una reproducción mediante fotocopia pero los recursos disponibles son
completamente distintos, lo que evidentemente condicionará la conclusión de manera
total.
Si se parte de la base de que la escritura es una manifestación personal del ser humano,
no podemos ignorar que ineludiblemente evoluciona con él. Es difícil poder precisar ese ritmo
evolutivo, pero lo normal es que se desarrolle al unísono de aspectos tales como la formación de la
personalidad (normalmente coincide con la primera etapa de la vida) y el transcurso de los años. En
consecuencia, en el supuesto de un material dudoso datado hace quince, veinte años, es preciso
disponer de escritura coetánea con aquel, especialmente si esa muestra corresponde a los años en los
que aun estaba por interiorizarse y asumirse en forma debida la impronta gráfica personal; o siendo
la muestra cuestionada de la etapa central de la vida, el material cierto de que se dispone corresponde
a la vejez. Este distanciamiento en el tiempo entre el material a comparar puede implicar una barrera
difícil de franquear con las garantías suficientes, debiéndose valorar puntualmente cada caso[19].
4.2.1
Documentos consistentes en reproducciones mediante sistemas de
reprografía: Fotocopias.
Esta cuestión, a la vista de la breve presentación del escenario donde se desarrolla, nos
hace ver que la dificultad del esclarecimiento en los cruzamientos más problemáticos (superposición
homogénea), da lugar en numerosas ocasiones a intensas controversias por la concurrencia de
posturas encontradas. En cualquier caso, la precaución a la hora de efectuar estos exámenes debe ser
extrema. En este sentido se manifiesta OSBORN[21], cuando dice que “Una cautela especial es
necesaria en la determinación de la secuencia de líneas de diferentes espesores o
diferentes intensidades de color. Una línea pasada u oscura siempre parecerá estar por
encima de una línea leve o vaga cuando se cruzan, y una línea pálida o de color claro
siempre parecerá correr debajo de una línea negra en un cruzamiento”.
Las diferentes técnicas que pueden ser aplicadas para abordar la resolución
de este tema, las agruparemos en dos bloques en función de que impliquen o no, alteración
del documento. La enumeración que a continuación se realiza no pretende ser exhaustiva,
sino mínimamente representativa de los métodos más significativos que se ponen en
práctica para la resolución de este problema.
Sin embargo, las técnicas citadas muestran deficiencias, ya que la fiabilidad de las
mismas no se puede garantizar debido a la potencial incidencia de una serie de variables imposibles
de cuantificar, que repercuten negativamente en la rigurosidad de las conclusiones a emitir. Así,
aspectos tales como las condiciones ambientales relativas al tipo de luz que soporta el documento,
grado de humedad, sequedad, calor, frío, o la acidez del papel, su grosor, etc, acaban por incidir de
manera relevante en las técnicas descritas[26].
Además de los estudios mencionados, existen otros basados en las alteraciones que
experimentan los colorantes orgánicos debido a las condiciones de luz y humedad. Estas
investigaciones fueron llevadas a cabo por los doctores IYENGARN y MAITI[27], quienes a pesar
de la laboriosidad de las mismas, acabaron por reconocer que ninguno de los
procedimientos aplicados en la resolución de esta problemática ofrecía las garantías
suficientes.
Por todo ello, en la actualidad el establecimiento categórico de la antigüedad de tintas
es una asignatura no resuelta, pues las soluciones que se proponen en algunos tratados tradicionales
sobre esta materia, hoy en día carecen de la validez necesaria dado que las tintas y los instrumentos
de escritura han variado de manera esencial[28]. La única respuesta fiable a este tipo de problemas se
obtendría tan sólo en muy contados casos, en los que los investigadores conociesen todas las variables
que inciden y pudiesen cuantificar su impacto. Estas circunstancias nos sitúan necesariamente ante
casos de laboratorio, en los que además es necesario contar con tintas de referencia conservadas en
idénticas condiciones que la muestra problema. Todas las exigencias planteadas para poder obtener
una solución fiable, nos alejan, que duda cabe, de la realidad en la que se produce esta problemática.
En definitiva, la antigüedad de las actuales tintas secas de escribir, sigue siendo una cuestión
pendiente de la Documentoscopia, evidentemente compartida con igual interés y preocupación por
los técnicos de los Laboratorios Químicos de Criminalística que, por su específica preparación
científica, son los que asumen el mayor protagonismo en la investigación[29].
5. CONCLUSIONES.
BIBLIOGRAFÍA.
[1]Laboratorios de Criminalística del Cuerpo Nacional de Policía, Guardia Civil, Policías Autonómicas, etc.
[2]DEL PICCHIA, José y Celso, “Tratado de Documentoscopia. La falsedad documental”, La Rocca, Buenos
Aires, 1993, p. 36.
[4]Eltérmino “documento” se emplea en un sentido amplio, acogiendo no sólo elementos físicos confeccionados
con rasgos escriturales convencionales y que expresan una manifestación de voluntad de la que pueden derivarse
consecuencias jurídicas; sino además, también a aquellos otros elementos de carácter físico que efectuados de
forma impresa o mecánica, contienen manifestaciones o compromisos con efectos dentro del tráfico jurídico
fiduciario. La descripción de documento recogida en el art. 26 CP, (todo soporte material que exprese o
incorpore datos, hechos o narraciones con eficacia probatoria o cualquier otro tipo de relevancia jurídica), es
perfectamente ilustrativa de la idea de documento que nos interesa a efectos de la pericia de
Documentoscopia, si bien hay que restringir su alcance, ya que quedan al margen del área propia de la pericia
aquellos elementos tales como diskettes de ordenador, cuyo examen excede el saber específico de esta
especialidad.
[5]Imaginemos una pericia encaminada a tratar de establecer por una lado la autenticidad de un documento de
identidad; y por otro, el común o dispar origen escritural de la firma que obra en el documento en relación a las
que aparecen en unos cheques de viaje.
[7]Se entiende que es fundamental estarmínimamente familiarizado con la terminología variada que se desarrolla
en torno al estudio del grafismo, pues cada vocablo tiene una dimensión propia y diferenciada con respecto a
los demás.
[9]Vid.también VELS, A. “Diccionario de Grafología y términos psicológicos afines”, Herder, Barcelona, 1983,
p. 15, en donde se indica el alcance de esta rama del examen del grafismo, que se ocupa concretamente de la
localización y estudio de los movimientos gráficos, según su origen cerebral y su trayectoria a través de los
centros musculares y de la mano.
[10]LOCARD, E., “Manual de Técnica Policíaca”, José Montesó, 4ª ed., Barcelona, 1963, p.231 y ss.
[11]Enfunción de los países o de los autores, encontramos con sentido equivalente al vocablo grafocrítica,
expresiones tales como grafística, grafotécnica o pericia gráfica.
[13]Seutilizará la expresión “pericia documental” únicamente para referirnos al examen que recae sobre
documentos con la finalidad de establecer la presencia o no, de irregularidades o manipulaciones de naturaleza
fraudulenta y, en consecuencia, predicar la autenticidad o falsedad de los elementos en cuestión.
[14]Cuestión interesante que merece ser tomada en consideración, ya que normalmente en el momento de la
reproducción de la prueba ante el Tribunal, tiene una especial relevancia discernir si no hallamos ante un
elemento que en ningún caso puede inducir a error a su destinatario (billete falso con un valor facial de 1100
pesetas); o bien, por el contrario si que puede producir el engaño en la persona que lo recibe.
[15]Como no podía de otro modo, el especialista necesita auxiliarse de una serie de medios técnicos,
que son fundamentales para poder valorar aspectos que la observación macroscópica, a simple
vista, sin ayuda de instrumento alguno, no alcanza a percibir. Los conocimientos de los diversos
métodos y técnicas no serán suficiente si no se dispone de este apoyo tecnológico. El instrumental
que se califica de básico para abordar la pericia documentoscópica con la suficiente fiabilidad, tanto
en vertiente grafocrítica como de pericia documental, entendemos que es el siguiente:
a) Lupa manual de 6X, 8X y 10 aumentos.
b) Fuente luminosa que emita radiación ultravioleta, concretamente la lámpara de
Wood, que emite rayos ultravioletas de diferentes longitudes de onda, lo que nos permite detectar la
presencia y normalidad o anormalidad de las medidas de seguridad fluorescentes. Medidas que
suelen incorporar especialmente los documentos de identidad, papel moneda, etc. Al hablar
de Fluorescencia nos referimos a una de las manifestaciones de la Luminiscencia, que consiste en
la propiedad de ciertos cuerpos, que iluminados con una luz de determinada longitud de onda, tienen
la facultad de emitir radiaciones luminosas de longitud de onda superior a la de la fuente luminosa.
b) Es obligado disponer también de un equipo técnico dotado de diferentes fuentes
luminosas, y en especial aquellas que se mueven por encima y por debajo del espectro de la luz
visible. Así, si consideramos que el espectro de la citada luz se sitúa entre 650 y 420 nanómetros,
se va a precisar una fuente luminosa ultravioleta que se localiza por debajo del espectro indicado,
concretamente entre 420 y 20 nanómetros; y otra infrarroja, que se encuentra por encima de la luz
visible, entre los 10.000 y 650 nanómetros. Estas fuentes luminosas que son básicas para el estudio
de determinados aspectos de los documentos, pueden complementarse con otra cuyo espectro se
mueva dentro de la luz visible. En cualquier caso, se requiere que tales fuentes luminosas se
articulen en un conjunto integrado, que permita el filtraje variable de las distintas iluminaciones y que
a la vez nos facilite, a través de un monitor, la observación de la respuesta que nos dé el elemento
objeto de pericia. El equipo que se acaba de describir, servirá para establecer la fluorescencia de
las tintas; podrá revelar alteraciones con productos químicos que hayan sido aplicados para
modificar algún aspecto del documento; igualmente facilitará la visualización de medidas de
seguridad sólo apreciables con estas fuentes luminosas, así mismo contribuirá al desciframiento de
tintas invisibles, etc; en particular, la infrarroja, será de utilidad para el estudio comparativo de tintas,
detección de añadidos y retoques, lectura de textos tachados, etc.
Acerca de la necesidad de efectuar el examen de los documentos bajo distintas
fuentes luminosas, resultan interesantes las observaciones que Bruno Vettorazzo formula durante la
exposición de su ponencia “La inspección de documentos bajo luz filtrada”, que tiene lugar en el
transcurso del II Seminario sobre Delincuencia y Fraudes Bancarios, celebrado en Madrid en
Noviembre de 1984.
d) El microscopio estereoscópico, resulta absolutamente imprescindible para
profundizar en la observación de aspectos tales como levantamientos de fibras del papel, perdida de
dibujos del fondo de seguridad, etc.; y en el caso puntual de la escritura, facilitará la visualización sin
duda alguna de reenganches, de retoques, falsificaciones realizadas por calco, etc..
e) El microscopio de comparación, a pesar de estimarse como básico en un
laboratorio de Documentoscopia bien dotado, no se puede calificar como de útil imprescindible. Su
empleo permite examinar simultáneamente similares aspectos coincidentes o discrepantes de los
documentos objeto de cotejo. Así, se pone de relieve de modo incontrovertible la coincidencia o
discrepancia entre los mismos.
f) Dentro de este apartado de instrumental aconsejable pero no imprescindible, se
comprende el Reproductor de Escritura Identada. Este instrumento sirve para revelar, sin deterioro
del soporte, los relieves dejados por la presión al realizar la escritura sobre una base blanda; por
ejemplo, las marcas dejadas en el papel que sirvió de apoyo a la nota manuscrita conteniendo
amenazas.
g) El Medidor de perfiles encuentra aplicación en la Documentoscopia para efectuar
la medición de las letras, de las leyendas de los sellos húmedos, de los sellos secos, etc.
[16]Este“cuerpo” del informe, vendría a ser lo que se establece en el art. 478 de la L.E.Cr., donde en su punto
2 dice que el informe pericial comprenderá “Relación detallada de todas las operaciones practicadas por los
peritos y de su resultado...”.
[17]Con esta expresión se quiere hacer referencia a aquella fotocopia de un texto manuscrito, en la que no se
aprecie perdida evidente de los trazos por fallos mecánicos en la reproducción, ni tampoco manchas de toner
que impiden apreciar las grafías. Aspectos que apuntan de manera indiscutible hacia un mal funcionamiento
de la máquina y que convierte en muy poco fiable la plasmación gráfica que se aprecia sobre el papel.
[19]Vid. DEL PICCHIA, J. y C., “Tratado de Documentoscopia. La falsedad documental”, op. cit. p. 108, en
donde estos autores reconocen tres fases diferenciadas en la evolución del grafismo, que se corresponden con
tres tipos gráficos. La escritura escolar, caracterizada por la lentitud en su ejecución y las formas siguen los
modelos caligráficos; la escritura madura, que se alcanza cuando se adquiere el automatismo, sucediéndose los
gestos gráficos con naturalidad y en ocasiones con cierta rapidez; y por último, la escritura senil, en la que los
temblores llamados seniles aparecen de manera constante, siendo apreciables de modo especial en los trazos
ascendentes e incluso en los laterales, operándose en ciertos casos una ligera disminución del tamaño de las
grafías. Respecto de los temblores que se manifiestan en la etapa senil de la escritura, estimo conveniente
matizar que la valoración de los mismos se debe efectuar con extremo cuidado, pues la presencia de temblores
en los trazos también se manifiesta en relación a determinadas enfermedades, si bien con un perfil
matizadamente distinto, pero puede inducir a error. Lo señalado, se circunscribe a un contexto de
modificaciones naturales de la escritura, siendo una cuestión distinta la relativa a las denominadas
modificaciones fraudulentas del grafismo y que se provocan de modo intencional por el sujeto.
[20]Una fotocopia en color del D.N.I. de España no es sinónimo de falsedad, ya que puede representar fielmente
al original; o también, puede ser el resultado de un proceso de montaje, pero estos extremos normalmente no se
pueden averiguar con el examen puramente técnico.
[21]OSBORN,Albert S. “Questioned Documents”, 2ª Edición, p. 510 ( Citado por Del Picchia, “Tratado de
Documentoscopia ...” op. cit., p. 364)
[22]Vid.“MATHYER, J. “El problema de la determinación del orden de sucesión de dos trazos que se cruzan”,
Rev. O.I.P.C., Noviembre, 1980, pp. 238 a 250; MEGENVAND-HURNI-TAPPOLET-MATHIER, “Sucesión
de trazos y cintas corregibles”, Rev. O.I.P.C., Octubre de 1986, passim.
[23]Vid. “MATHYER, J. “El problema de la determinación del orden de sucesión de dos trazos que se cruza”,
op. cit. pp. 271 a 280.
[24]Vid.
art. 479 L.E.Cr. que dice: “Si los peritos tuvieren necesidad de destruir el documento o alterar los objetos
que analicen, deberá conservarse, a ser posible, parte de ellos en poder del Juez para que, en caso necesario,
pueda hacerse nuevo análisis”.
[25]VILLANOVA. A.C., “La superposición de los trazos. Determinación del orden cronológico”, conferencia
pronunciada en las Terceras Jornadas de Derecho Penal, celebradas en Francia en Octubre de 1980, Rev.
O.I.P.C. , p. 214 y ss..
[27]IYENGARN.K.-MAITI, P.C., “Métodos para determinar la edad de las tintas”, Rev. O.I.P.C. 1968, passim.
[28]En este mismo sentido se manifiesta MÉNDEZ BAQUERO, F., en su tratado sobre “Documentoscopia”,
op. cit. p. 21; también ANTÓN BARBERÁ-DE LUIS Y TURÉGANO, “Policía Científica Vol. II”, Tirant lo
Blanch, Valencia 1993, p. 1227 y s.; y ANTÓN BARBERÁ-MÉNDEZ BAQUERO, en “Análisis de textos
manuscritos, firmas y alteraciones documentales”, op. cit. p. 45.
[29]Vid.
ESCRIBANO, M. “Análisis de tintas”, en Rev. Policía Española, Sección Ciencia y Técnica, Junio,
1984, passim., quien desarrolla un interesante estudio sobre las tintas y su aplicación práctica a la investigación
criminal.