Distribucion de La Riqueza.

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

ANÁLISIS Y COMENTARIOS SOBRE EL LIBRO “EL PROCESO

ECONÓMICO” DE MANUEL F. AYAU CORDÓN.


3. LA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA.

Luis Alberto Fernández Ramírez.*

Continuando con el análisis del libro que se comenta, corresponde en


esta ocasión abordar el tercer de los temas titulado: La distribución de la
riqueza.

El autor define riqueza como: el resultado de la aplicación del trabajo e


ingenio del hombre en cooperación social. Al analizar dicha definición, llama la
atención el hecho que en la vida cotidiana no todas las personas realizarán el
mismo esfuerzo en el trabajo que desempeñan, habrán quienes se esfuercen
más que otros, es decir, quienes trabajen más y quienes trabajen menos.
Además no todas las personas tienen el mismo ingenio o cualidades
intelectuales, habrá algunos que posean ingenio en mayor medida que otros.
Por último debido a que dichas actividades no se realizan de modo aislado sino
en cooperación social, fácilmente puede inferirse que no todas las personas se
dedicarán a lo mismo, sino precisamente por virtud de la desigualdad o más
bien diversidad de talentos, cada quien realizará la función en la que mejor se
desempeñe, esto es, la división del trabajo. Debe tenerse presente que dichas
actividades no tendrán la misma retribución económica o pago, siendo algunas
más rentables que otras en atención a su especialización o complejidad.

Todas estas aristas repercuten en el hecho que la distribución de la


riqueza que se genera en la sociedad no es repartida por partes iguales entre

*
Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales. Abogado y Notario. Universidad Rafael Landívar. Maestro en
Derecho Civil y Procesal Civil. Universidad San Carlos de Guatemala. Master en Ciencias Forenses.
Universidad de Valencia, España. Doctorando en Derecho. Universidad de Occidente. Juez de Sentencia de
Quetzaltenango. Organismo Judicial, Guatemala.
sus miembros, de hecho el autor propone dividir la población en cinco grupos de
acuerdo a sus ingresos. (La parte superior con los más ricos, la parte inferior
con los más pobres y tres estratos intermedios), haciendo hincapié en que
dichos estratos no son fijos o rígidos, por el contrario varían con el tiempo, esto
en palabras simples significa que los ricos de hoy no necesariamente han sido
los ricos de ayer o serán los ricos de mañana y en el mismo sentido los pobres
de hoy no necesariamente han sido los pobres de ayer o serán los pobres de
mañana. Contrario a lo que sucedía en épocas anteriores donde las personas
nacían y vivían toda su vida en una clase social determinada. –Triste es ver
como esa mentalidad en nuestro país sigue siendo vigente, es común el dicho
“mi papá fue pobre, yo soy pobre, mi hijo será pobre.”-

Sin embargo, este hecho (que los ricos y pobres no son clases rígidas o
permanentes) evidencia un punto sumamente relevante como lo es que la
actividad económica no es un “juego de suma cero”, es decir la falsa idea, que lo
que ganan unos es lo que pierden otros. Por el contrario es un juego donde
“todos ganan” a través de la prosperidad personal y cooperación social, ya que
en una economía de mercado la acumulación de riqueza por parte de una
persona evidencia que dicho sujeto enriqueció en alguna medida a los otros
sujetos con los que intercambió, es decir, todos ganaron.

Esto además rompe un fuerte paradigma que durante años dividió a las
personas como lo fue la instauración de clases (ricos-pobres) pues ya no tiene
sentido hablar de esas diferenciaciones precisamente por el hecho que no se
puede catalogar a las personas en esos status ya que estos no son rígidos y
varían constantemente producto de varias circunstancias (esfuerzo,
responsabilidad, pero también suerte, contactos personales, lugar y época en
que se vive).
Lo anterior evidencia que la riqueza se distribuye dentro de la sociedad
de un modo libre y espontáneo producto del intercambio de bienes y servicios
que se da entre sus miembros, donde cada quien considera recibir más de
aquello que paga o entrega, en virtud de la discrepancia en el valor que cada
persona atribuye a las cosas (subjetivo), lo cual crea esa oportunidad de
beneficio mutuo. Ello permite afirmar que en una economía de mercado la
riqueza de unos es el consecuente resultado del enriquecimiento de otros y no la
causa de su empobrecimiento.

Sin embargo al pretenderse instaurar una redistribución de la riqueza


(el uso de modos coercitivos para transferir los bienes o rentas de unos sectores
para otros de la población buscando una distribución más pareja), se crean
problemas de equidad además de los económicos. Bastaría señalar que se
desmotivaría totalmente la producción y por ende la generación de riqueza de
cualquier sociedad, si las personas son conscientes que aquello que van a
producir no será suyo, ya que quien detenta la fuerza obligará a redistribuirlo
entre todos sus miembros hayan o no contribuido a tal producción; lo que a su
vez implica que aun cuando un sujeto no trabaje o produzca nada percibirá
parte de lo que se genera.

Pasando a otro punto, el autor señala que en cualquier organización


social existe alguien que tiene la responsabilidad sobre la decisión del destino
de los medios de producción y la asignación de recursos, (esto recuerda la idea
que la sociedad son individuos y no entes abstractos a quienes según la visión
antropomórfica se les ha dado caracteres humanos sin serlos.) Estos recursos
bajo se responsabilidad se les conoce con el nombre de propiedad.

Esta persona detenta un privilegio importante como lo es el poder de


decisión de los factores antes mencionados, pero a su vez tal circunstancia se
convierte en una gran responsabilidad que necesariamente debe cumplir
acertadamente teniendo en cuenta lo que el autor señala como la regla cardinal
del mercado: o sirven para enriquecer a los demás, o el proceso se los quita y
transfiere su manejo a otros.

Esta regla se mantiene siempre, por ello la propiedad de un patrimonio


es siempre precario, puede perderse o consumirse a través de un mal manejo lo
que se conoce como quiebra; o bien puede mantenerse y acrecentarse a través
de un manejo adecuado y acierto en las decisiones tomadas, es decir, las
fortunas cambian de manos. Esto es de lo que se comentó anteriormente como
los ricos pueden volverse pobres y como los pobres pueden volverse ricos, sin
que tales status tengan un carácter fijo o rígido en atención a la regla cardinal
antes enunciada. En palabras simples son las decisiones que la persona
responsable adopta sobre el uso y manejo de los medios de producción y los
recursos con los que cuenta lo que determinará su éxito o fracaso en el
mercado, toda vez que debe ser competitivo simultáneamente en el mercado de
recursos como en el mercado de productos.

También podría gustarte