Manejo de Malezas
Manejo de Malezas
Manejo de Malezas
Introducción
Como síntesis, se puede decir que una maleza anual exitosa en trigo germina en
forma rápida luego de la preparación de la cama de siembra, crece vigorosamente antes que
el canopeo se vuelva muy denso y produce una gran cantidad de semillas antes de la cosecha
del cereal. La dormición de las semillas puede ser muy corta, lo cual asegura una rápida
germinación en el siguiente ciclo o puede ser un poco más extensa y en ese caso se mantiene
un banco de semillas en el suelo listo para germinar cuando las condiciones sean favorables.
La competencia está afectada por el clima y los tiempos relativos de germinación del
cultivo y de las malezas: un cultivo de trigo instalado en fecha apropiada, con adecuada
densidad y distribución de plantas y con buena disponibilidad de agua crece en forma tal que
puede reducir significativamente el crecimiento de las malezas.
a) El daño que ejerce la maleza sobre los rendimientos del cultivo de trigo es sumamente
importante.
b) El agregado de fertilizante incrementa la producción de semillas de la maleza, lo cual
incrementará la población de semillas del suelo. (datos no mostrados).
c) Es necesario enfatizar sobre el control temprano, sobre todo cuando se enfrenta a
situaciones de alta densidad, desde que la “presión “competitiva será mayor.
Otra maleza muy frecuente en los trigales del área pampeana es Sanguinaria o Cien
nudos la cual puede causar serias mermas en el rendimiento si no se aplican medidas de
control. Se han realizado diversos estudios acerca de su biología y efectos competitivos
habiéndose establecido que la compactación es un factor que controla la emergencia de
plántulas de la maleza.
Otros efectos de las malezas se relacionan con la cosecha y la calidad del grano. Un
cultivo con alta infestación de malezas es más difícil de cosechar, limpiar y secar que un
cultivo limpio. Trigales creciendo en lotes enmalecidos tardan más en disminuir la humedad en
grano y la eficiencia de cosecha disminuye, aumentado los costos y complicando no sólo la
organización el campo para la cosecha sino también para el cultivo posterior.
Métodos de control
Prevención
Si bien las malezas pueden ser controladas con herbicidas y otros métodos de control,
es valioso tomar precauciones para evitar el ingreso de malezas agresivas, que pueden
provenir de áreas cercanas o lejanas. En este sentido, la máquina cosechadora es la principal
responsable del ingreso de nuevas malezas, especialmente aquellas que presentan
estructuras del fruto o de la semilla que impiden su separación rápida en los sistemas de
limpieza de la máquina. El caso más concreto es el de Avena fatua: las aristas de la semilla se
enganchan y atascan tanto en zarandas como en sinfines, de manera que se van
desprendiendo paulatinamente mientras la plántula se desplaza por caminos y campos
vecinos.
Control químico
Malezas latifoliadas (de hoja ancha) anuales: El primer herbicida utilizado en gran escala en
cereales fue el ácido sulfúrico, pero el advenimiento de los derivados del dinitrofenol y luego
de los fenóxidos (2,4-D y MCPA) significaron un avance sustancial en el control selectivo de
malezas, difundiéndose a escala mundial. Las malezas resistentes a estos herbicidas (como
Anthemis sp. y Polygonum sp.) promovieron la búsqueda de nuevos herbicidas. Así siguió el
descubrimiento de los ácidos benzoicos (TBA y Dicamba), los nitrilos (bromoxinil) y picloram.
Gramíneas: Los primeros herbicidas selectivos para el control de gramíneas fueron Barban y
Trialato, activos contra Avena fatua. Los más recientes incluyen a flampropmetil, diclofopmetil,
difenzoquat , fluazifopmetil e imazetabenz-metil. Con la excepción de trialato, son herbicidas
de postemergencia, que penetran por vía foliar.
Mezclas de herbicidas: Las mezclas surgieron con el fin de aumentar el espectro de control
que logran los principios activos en forma individual. Es el caso de las mezclas de 2,4-D +
Dicamba y 2,4-D + Picloram, ampliamente utilizadas hasta años recientes y la de Metsulfuron-
metil + Dicamba (Misil) hoy divulgada masivamente.
Los estadios sobresalientes del desarrollo apical son los siguientes: ápice vegetativo,
doble lomo (DL): cuando aproximadamente la mitad del número final de espiguillas se han
iniciado y espiguilla terminal (ET) cuando el número de primordios de espiguilla han alcanzado
su máximo. Conviene puntualizar que la sensibilidad a los herbicidas hormonales depende del
estado de desarrollo del ápice del tallo y las aplicaciones con estos herbicidas deben
realizarse dentro del período de DL-ET.
En general, para las variedades de ciclo corto, el doble lomo se produce a inicios de
macollaje pero en las variedades de ciclo largo, recién ocurre a mediados de macollaje. A su
vez, el estado de espiguilla terminal se produce a los 7 a 10 días de iniciada la encañazón. Se
han propuesto otros parámetros para determinar el momento correcto de aplicación de
aplicación de herbicidas hormonales en trigo. Uno de ello es la cantidad de hojas que posee el
cultivo.
A continuación se muestra la asociación entre número de hojas completamente
expandidas y los estados de doble lomo y espiguilla terminal, considerando la fecha óptima de
siembra de los cultivares pertenecientes a distintos ciclos:
Se debe tener en cuenta que esta medida puede ser modificada por el ambiente y en
especial por la fertilidad del lote.
Tratamientos de Preemergencia
Los autores no asumen responsabilidad alguna por los efectos de cualquier tipo que pudieran
derivarse de estas recomendaciones generales. Siempre es conveniente la consulta de un
Ingeniero Agrónomo de la región para ajustar y/o mejorar las recomendaciones aquí
presentadas.
Fuente: http://www.agritotal.com/0/vnc/nota.vnc?id=manejo-de-malezas