La Evolución Del Periodismo
La Evolución Del Periodismo
La Evolución Del Periodismo
El periodismo como parte de una de las ramas de las ciencias de la comunicación es una
especialidad que en pleno siglo XXI crea en la sociedad en la que vivimos, un acto de
concientización y reflexión, mediante la labor que se ejerce como profesional de esta
ciencia, que genera información. Como afirma Duan y Simeleo (2014) el medio es un
portador de flujo de la información y lo que de él importa es para qué o para quién sirve
y los contenidos que comunicará. Es ahí que partimos y aseguramos que el periodismo
como tal es un flujo, un medio que le brinda a la sociedad la capacidad de informarse,
culturizarse, etc.
El periodismo de por sí, tiene especialidades, tales como prensa, radio, televisión y otras
que surgieron con los avances tecnológicos vistos estos últimos años. Para eso haremos
análisis de la evolución de cada especialidad mencionada.
LA PRENSA
En Estados Unidos, según Albert (1990), el primer periódico verdaderamente original
aparece en 1728: la Pennsylvania Gazette, lanzado por Benjamin Franklin en Filadelfia.
Como cita Kelly Robles (2017) en la cual Polanco (2009) señala que en España también
es en el siglo XVIII cuando se produce el desarrollo de la prensa, con periódicos como el
Diario de los literatos de España o El Correo de Madrid. Pero la novedad más genuina de
la prensa española, como detalla Guillamet (2004), la introdujo el aragonés Francisco
Mariano Nipho, autor del Diario noticioso, curioso-erudito, comercial, público y
económico, con el que en 1758 se da inicio a un género genuino de diario local de
divulgación y servicios.
LA RADIO
Son muchos los que entre fines del siglo XVIII y la primera mitad del XIX,
principalmente en Europa, se disputaron la invención del telégrafo eléctrico, y es cierto
que cada uno dio grandes pasos para que el invento haga realidad la comunicación a
distancia; pero, fueron factores económicos y gubernamentales los que dejaron en el
camino una serie de intentos (Magnani, 2008; Flichy, 1993).
Como cita Kelly Robles (2017) son Cooke y Wheatstone, en Inglaterra, y Samuel Morse,
en Estados Unidos, quienes logran hacer realidad el telégrafo eléctrico. Los primeros, con
una clara orientación comercial, firmaron en 1838 un acuerdo con una compañía
ferroviaria para instalar una primera línea telegráfica de trece millas; unos años más tarde,
la utilización del telégrafo trascendió a la utilización privada y en 1845 se instaló una
línea entre Liverpool y el País de Gales. Por su parte, en América, Samuel Morse, después
de largas discusiones, consiguió que en 1844 el Congreso financiase una primera línea
telegráfica entre Washington y Baltimore. Más adelante, esta línea fue vendida a una
sociedad privada y se dio inicio a un crecimiento extraordinario de la telegrafía, que ya
para 1850 contaba con 12.000 millas de líneas en Estados Unidos y 2.200 en Gran
Bretaña, como detalla Flichy (1993).
Luego de los avances en telegrafía, y dos siglos después del nacimiento de la prensa,
podemos hablar del nacimiento de la radio. En 1920 los países europeos y los Estados
Unidos dan inicio a las primeras emisiones regulares de radio. Desde 1895, Tesla,
Marconi, Lee de Forest, Fleming, Edison y otros, inician experimentos en los que se
combinan el telégrafo y otros inventos (Gargurevich, 2011). Y ya para 1920, la emisora
KDKA es lanzada “al aire” por WestingHouse, en Pittsburg (Estados Unidos). A partir
de entonces, en los años sucesivos, el nuevo medio se fue implantando en los diferentes
países occidentales, esencialmente en Canadá, en el continente europeo y, avanzada ya la
década, en América Latina (Fernández, 2004).
LA TELEVISIÓN
Según Gargurevich (2011), la expansión mundial de la televisión se da entre los años
1945 y 1960, lo que hace que la radio pase a un segundo plano. En esta etapa se registran
varios programas breves de transmisión de noticias, primero experimentales y luego ya
sistemáticos. Basándose en esta época Fernández (2004) distingue los tres modelos de
organización de la radio también en la actividad televisiva.
Como cita Kelly Robles (2017), Respecto a lo que la televisión aporta al periodismo,
destacamos su naturaleza audiovisual, que le otorga unas potencialidades específicas
frente a los medios que le anteceden (Codina, 2001). De esta forma hablamos de un
lenguaje periodístico que se basa en la imagen en movimiento y además añade la palabra
hablada, la música, los efectos sonoros y las imágenes estáticas en forma de gráficos,
fotos o dibujos (Barbosa, 2012). Este particular modo de presentar los mensajes, explica
también Barbosa, nos lleva a hablar de una “carga emocional”, resultado de la importancia
que el nuevo medio le da a lo visual, del culto a la personalidad y de la presentación de
las noticias con espectacularidad para mantener la atención del televidente.
Actualmente, cualquier persona puede, desde la comodidad de una ventana y con la ayuda
de un teléfono celular, producir contenido relevante que puede convertirse en “la nota de
ocho” del día siguiente. En muchos casos, basta estar en el lugar preciso a la hora perfecta.
El periodismo ciudadano a veces suplanta al antiguo periodista. Muchos medios de
comunicación incentivan estas actitudes y han abierto canales para recibir dicho
contenido. Otros, abominan esta práctica. Los ciudadanos no están obligados a realizar el
trabajo de un periodista serio. Ahí está la distinción entre uno y otro.
Las redes sociales van más allá de Twitter, blogs y Facebook. Existen muchas
herramientas útiles para ser explotadas. Actualmente, pocos periodistas hacen uso de
herramientas como Digg (http://digg.com) o Delicious (http://delicious.com) para
recopilar información. Se olvidan que sus blogs también pueden ser fuente de
información.
Hallar fuentes: En alguna ocasión reporteaba sobre la historia de cómo una familia podría
mantener en presupuesto el regreso a clases. Twitter me ayudó. Seguía a una mujer que
tenía su propio blog: Frugal Upstate. Supe que ella sería perfecta, después de leerla por
meses, para tal reportaje. Así que le mandé un mensaje directo vía Twitter para
entrevistarla. Ella accedió y tuve que cotejarla, como a cualquier otra fuente, para incluirla
en la historia.
Agregar: Algunos temas realmente despegan en Twitter. Si no, pregúntenle a Carlos Puig
y su supuesta salida de W Radio. Por ello, son muy útiles los “hashtag” ya que ubican a
los mensajes en un solo sitio y ahí es fácil hallarlos.
“La noticia”: Si hay algo claro de Twitter es que es rápido. Tecleas tu “noticia” en 140
caracteres o menos en una página web o teléfono celular y bum, ya está publicada. Tal
como ocurrió con la muerte de Osama Bin Laden. Sin embargo, Twitter no es para todo
tipo de noticias, obviamente. Si bien es inmediato y conecta al seguidor con la noticia,
los periodistas deben usar otras herramientas.
BIBLIOGRAFÍA
Duan, Y., & Simelio, N. (2014). La transformación del periodismo tradicional en el
nuevo entorno digital (Tesis de licenciatura). Barcelona: Universitat Autònoma de
Barcelona.
Albert, P. (1990). Historia de la prensa. Madrid: Rialp
Robledo-Dioses, K. (2017). Evolución del periodismo: aportes mediáticos a la
consolidación de la profesión. Comhumanitas: revista científica de comunicación, 8(1),
1-27.
Polanco, N. (2009). Historia del periodismo [Versión electrónica]. Contribuciones a las
Ciencias Sociales (6). Recuperado de: http://goo.gl/etYLRT
Guillamet, J. (2004). De las gacetas del siglo XVII a la libertad de imprenta del XIX. En:
C. Barrera (Coord.), Historia del Periodismo Universal (1era ed.) (pp. 43-76). Barcelona:
Ariel.
Magnani, E. (2008). Historia de la comunicación: los mensajes y sus soportes. Desde los
primitivos lenguajes y los tambores, al telégrafo, la radio, la televisión y la aparición de
internet. Buenos Aires: Capital intelectual
Flichy, P. (1993). Una historia de la comunicación moderna. México: Ediciones G. Gili.
Gargurevich, J. (2011). Introducción a la historia del periodismo. Lima: Pontificia
Universidad Católica del Perú.
Fernández, I. (2004). Panorama histórico de la radio y de la televisión. En: C. Barrera
(Coord.), Historia del Periodismo Universal (pp. 229-250). Barcelona: Ariel.
Codina, M. (2001). Una ética para la profesión. En: M. Codina (Ed.), De la ética
desprotegida. Ensayos sobre deontología de la comunicación (pp. 11-19). Pamplona:
EUNSA.
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Internet.html#.XS5haRlnUwg.