1 - Costa - La Psicologia Social y Su Objeto de Estudio
1 - Costa - La Psicologia Social y Su Objeto de Estudio
1 - Costa - La Psicologia Social y Su Objeto de Estudio
Es recién en las décadas del ‘20 y ‘30 del siglo XX que se comienza a emplear el
método experimental en la Psicología Social. Algunos de los nombres precursores de este
proceso son Comte, McDougall, Ross y Aliport.
Este autor marca una diferencia respecto de Wundt en tanto que señala que los
fenómenos sociales ...”son fenómenos nuevos, diferentes de los que hay en las conciencias
solitarias, así pues, es preciso admitir que estos hechos específicos residen en la sociedad
misma que los produce y no en sus partes, es decir, en sus miembros” (Durkheim, 1895/1986).
Estos fenómenos son leyes, costumbres, conductas socialmente aceptadas. Habla entonces
también de una coerción moral que determina los hechos sociales lo que llevaba que el
individuo actúe bajo el imperio de los mismos.
Psicología de las masas
Le Bon (1841-1931) será uno de los principales representantes de la corriente
francesa que plantee que la sugestión, contagio e imitación confluirán en las razones para que
el sujeto social se comporte como masa.
Aunque estos aspectos inicialmente fueron considerados patológicos.
progresivamente han ido incorporándose como línea argumental de la Psicología Social.
Teoría de la evolución
El siglo XIX estuvo cruzado por las interpretaciones polémicas que planteó Charles Darwin
(1809-82). Concibió así al hombre como un animal social que ha adquirido la capacidad de
adaptarse física, social mentalmente a las alternativas de cambios tanto ambientales como
sociales.
Cabe destacar que distintos autores que integraron lo que se llama el post
Darwinismo Social leyeron equívocamente o al menos unilateralmente esta postura y las
consecuencias psicosociales dejaron un rastro más que polémico. Prácticas como la
experimentación científica con humanos, la vivisección, la eugenesia, que tuvieron vigencia
hasta el fin de la segunda guerra mundial, son parte de esto.
No obstante que los orígenes de la Psicología Social hay que situarlos los en Europa,
fue en los Estados Unidos de América que logró su mayor desarrollo. Los aportes logrados en
la década del 30 se agrupan en tres vertientes: el enfoque individualista donde se encuentra el
enfoque instinstivista de McDougall y el enfoque conductista de Floyd Allport. Una segunda
vertiente pone acento en el estudio de los grupos y los procesos psicológicos grupales de la
mano de Ross. La tercera pone énfasis en la sociedad a partir do Mead y las investigaciones
antropológicas.
Es posible señalar que cuatro fueron los puntos que se constituyeron en blanco de
críticas a los psicólogos sociales: I) Cuestiones metodológicas en torno de la preocupación por
ía validez interna y externa; 2) Abusos éticos de la investigación en Psicología Social; 3) Las
asunciones subyacentes que orientan la teoría y la investigación en esta disciplina; 4)
Relevancia social de los dalos disponibles.
a. Descriptivo, explicativo
Todo conocimiento científico comienza por describir con precisión el objeto de
estudio y por lo mismo se abstiene de emitir juicios de valor. Por lo mismo todo
esclarecimiento lleva a la explicación que implica asociar distintos elementos a la luz de algún
sistema de leyes ya dadas. Si se trata del ámbito de la física por ejemplo se tomarán las leyes de
la mecánica Newtoniana, de la física cuántica, etc.
b. Crítico-analítico
Es un conocimiento rigurosamente crítico y analítico. Analizar es desglosar los
distintos elementos que forman parte de un todo para estudiarlos. La crítica supone examinar
controladamente dichos elementos a partir de fundamentos racionales.
c. Metódico
Se entiende por esto a la prosecución de una serie de procedimientos que atienden a una lógica
anticipada. Es decir, un sistema de relaciones entre hipótesis e implicancias empíricas tomarán
coherencia en tanto sean sometidos a principios explicativos. Los métodos cientificos se
expresan en la misma estructura de las teorías científicas.
d. controlable- reproducible
todo concepto de verdad debe ser refrendado por la verificación para establecer una
constante. El procedimiento que la valide debe ser plausible de reproducirse en todas las
instancias y en otros ámbitos de la ciencia.
e. Lenguaje preciso
Es necesario operar una restricción polisémica para establecer con exactitud el
significado de los términos con los que se establece un enunciado. Es decir, restringir sus
efectos connotacionales como una de condiciones para que alguna cuestión adquiera status
científico. Al interior de cada disciplina científica cada término guardará un significado
específico, elegido por el corpus de la vertiente de la ciencia de la que se tratare.
f. Objetivo
Antes que nada implica la toma de distancia entre el objeto de estudio y el sujeto que
se dispone al análisis del mismo. La objetividad en principio aparece como opuesta a la
subjetividad. No obstante ello la producción de objetividad es un producto intersubjetivo. Es la
alta conciencia de lo falible del hombre de ciencia pero no solo como superación del
inmediatismo sino como el recorrido de miles de años de precisar la excitabilidad del sistema
nervioso en el intercambio de los seres humanos para percibirse a si mismos y a la realidad
circundante (Benbenaste, 2003).
g. Provisorio
Los enunciados observacionales tienen un alcance aprensible desde lo singular y en
tanto ello posibles de ser contrastados empíricamente como una constante de verdad. Pero la
ley universal a partir de la cual surgen no conoce alternativa de chequeo en la experiencia. Es
así que siempre queda pendiente la posibilidad de que otra contrastación logre refutarla. Allí
radica la fuerza trascendente de la ciencia por sobre el dogma.
h. Objeto de estudio
Es imprescindible delimitar el objeto de estudio, no es posible estudiar el todo. Un
trabajo sistemático de comprobación en este espacio hace posible la reformulación de las
hipótesis de las cuales se partió. Algo a elucidar adquiere relevancia cuando se unifican
diversas teorías al servicio de ese objetivo y por lo mismo el problema adquiere una
consideración científica.
Suele atribuírsele al sentido común, aquello que es correcto y evidente que debe
hacerse. Desde la perspectiva de la ciencia como hemos dicho, entendemos al individuo que no
toma al conocimiento como base de interpretación de la realidad y si mismo. Es entonces que
solo puede resolver problemas técnicos como señalamos anteriormente. Muchas veces el
problema a resolver es muy importante, sin embargo no por ello es un problema científico.
La civilización egipcia se asentó en las márgenes del Nilo y allí buscó sembrar para
su sobrevivencia. Pero el río se desborda y anegaba los plantíos. En un principio los egipcios
interpretaron que esto se debía a la voluntad de los dioses. Pasó mucho tiempo antes de que
percibieran que las copiosas lluvias en los dos grandes afluentes del río eran la verdadera causa
del desborde. Haber resuelto ese problema fue posible en tanto aceptaron algo del orden de lo
real vía la percepción. Por siglos la agricultura y con ella el barbechado o rotación de cultivos,
mientras que representó un gran adelanto para el hombre, no fue sino la observación lo que lo
hizo posible.
Tenemos así que para el sujeto de la vida cotidiana, la percepción desde los sentidos
es el factor fundamental de análisis. Como sabemos este es un factor impreciso para la
determinación de cualquier cuestión. A tal punto los idealistas subjetivos hace algunos siglos se
aferraron a dicho factor que pensaban que si “cerraban los ojos, la catedral no existía”. Para el
sujeto de la ciencia los sentidos cuentan pero están mediados por el método científico y los
instrumentos que prolongan y hacen precisa la percepción.
Otro tanto lo constituye la experiencia. Pero esta no es más que la sumatoria de
aquello que se ha adquirido a través del tiempo desde los sentidos. El hombre de ciencia toma
en cuenta su experiencia pero ella es el producto de sucesivas comprobaciones y no meras
apreciaciones. A saber el diagnóstico médico que ha de ser refrendado, no solo por las
vivencias de la profesión además del saber del cuerpo del propio paciente, sino por los análisis
de laboratorio correspondientes.
Otro factor tan relativo como los anteriores son las costumbres. Las costumbres son
esa interpretación que se va instalando en una comunidad al cabo de un tiempo (puede ser
generaciones) respecto de lo que sucede en la naturaleza o la sociedad. Nada valida esto por el
contrario las más de las veces ello da lugar al pre-concepto y desde allí al prejuicio social. En
ciencia, toda hipótesis es un supuesto pero su diseño es el producto de una cuidada búsqueda de
referentes y marcos teóricos que incluyen proposiciones lógicas y antecedentes empíricos.
Finalmente un recurso del sujeto del sentido común son las creencias de todo tipo. No
se trata de supuestos cotidianos ni de doctrinas que se asientan en la subjetividad sino como
hemos mencionado más arriba entre el dogma y la explicación científica.
Mientras que el sentido común parte de un supuesto de verdad, el sujeto de la ciencia
parte de formulaciones fundamentadas las cuales pone a prueba metodológicamente hasta
arribar a alguna verdad. Por lo mismo el lugar del investigador es siempre ganancioso ya que si
no se cumple su hipótesis en cualquier caso el recorrido y la resultante si es equívoca
representa una nueva cuestión elucidada que se incorpora como saber.
Pensado psicosocialmente la persona que interpreta la realidad a partir de juicios de
valor es fácilmente proclive a las versiones de fuerte pregnancia subjetiva e ideológica, cuando
no su adhesión a formulaciones idealizadas de la política. Asimismo un individuo prejuicioso
que tiene escasos recursos para determinar el origen de las diferencias humanas resultará
proclive a la discriminación social, es decir descargar agresividad sobre los otros a quieres
percibe como ajenos cuando no enemigos.
Un sujeto egocéntrico, es decir que no entiende porqué debe dar un fundamento para
aquello que sostiene. Muchas veces lejos de reflexionar sobre las mediaciones que dan lugar a
las relaciones respetuosas, solo aporta agresividad e infantilismo.
Tal nivel de precariedad supone una intervención social propia de un pensamiento
unilateral y por lo mismo de escasa universalidad a la hora de pronunciarse social y
políticamente. Ciertamente no siempre pero sí muchas veces estas características promueven
sujetos que incorporan valores que más de una vez han aportado sustento para el autoritarismo.
Finalmente un sujeto del conocimiento es más proclive a actuar socialmente desde y
respetando la mediaciones institucionales y las normas instituidas. Concierne de que todo acto
implica consecuencias y que el último depositario de los mismos es el cuerpo social en su
conjunto.