Conferencia Historia de La Biblia PDF
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o INTRODUCCIÓN:
JUSTIFICACIÓN DE LA CLASE
Mientras que usted no pueda manejar los documentos originales hoy, puede tener confianza
que hay Biblias que representan fielmente lo que contenían esos documentos. Dios
providencialmente ha preservado Su Palabra para las generaciones subsiguientes, a pesar de
los esfuerzos que sus enemigos han hecho para eliminarla. La Biblia es inerrante en el sentido
de que ella dice la verdad, y lo hace sin error en todas sus partes y con todas sus palabras.De
igual manera, la Biblia es un libro divino y humano. Aunque se originó con Dios, fue
realmente escrito por el hombre. Es la palabra de Dios, comunicada por el Espíritu Santo.
Hombres pecaminosos escribieron esa palabra, pero lo hicieron sin error.
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Los cristianos afirman la inerrabilidad de la Biblia por que en última instancia Dios es el autor
de la Biblia. Y como es imposible que Dios inspire falsedades, su palabra debe ser
completamente cierta y confiable. La Biblia no es un proyecto humano normal. Si la Biblia ha
sido inspirada y supervisada por Dios, entonces no puede equivocarse. Además con relación a
la infalibilidad de la Biblia, se declara conforme a la razón que como todos los seres humanos
somos falibles por consiguiente la Biblia es falible. Concedemos que los seres humanos
cometemos errores, y con frecuencia. Pero no cometemos errores en todos los casos, y no
tenemos que cometer errores necesariamente. No es imposible que un ser humano realice un
acto sin equivocarse. No es imposible para el hombre falible registrar correctamente palabras y
acontecimientos. Así que excluir la posibilidad de tener una Biblia infalible alegando la
falibilidad de los hombres, es algo incoherente. Dios usó hombres falibles para que recibieran
y pusieran por escrito su Palabra infalible, de modo que llagara hasta nosotros correcta y sin
errores. ¿Parece difícil de hacer? Pero para nuestro Dios no lo es. (Jer. 32:27).
LA INSPIRACIÓN BÍBLICA:
(Del verbo latino inspirare que significa respirar en, insuflar soplar adentro)
Introducir soplando [un gas, vapor, etc.] en una cavidad del cuerpo.
El término más exacto es “respirado por Dios”, el cual se refiere no tanto al acto de Dios
“inspirando” como “espirando”
A la Biblia se le llama la Palabra de Dios porque ella misma declara, y la iglesia lo cree, que
los escritores humanos no escribieron simplemente sus propias opiniones, sino que sus
palabras fueron inspiradas por Dios. La palabra inspiración es una traducción de la palabra
griega que significa “exhalado por Dios”. Dios exhaló la Biblia. De la misma manera que
exhalamos el aire a través de nuestras bocas cuando hablamos, así la Escritura es Dios
hablando. Por eso es que los profetas podían anteponer a sus palabras este prefacio: “Así dijo
el Señor”.
Influjo especial del ESPÍRITU SANTO que impulsa (2 P 1.21) y enseña a los autores bíblicos (1
Co 2.13), de tal forma que lo que escriben es la autorizada palabra de Dios, con plena cualidad
de revelación divina (2 Ti 3.16).
LA HISTORIA:
La historia es la totalidad de los sucesos humanos acaecidos en el pasado, aunque una
definición más realista la limitaría al pasado conocido mediante cualesquiera que sean las
fuentes documentales.
La palabra historia proviene del griego antiguo y significa “narración”. El ser humano ha sido
un ser siempre un ser histórico, para bien o para mal. En otras palabras siempre ha estado
inmerso en la historia y ha sido al mismo tiempo creador de la historia, al margen de que, en
un momento dado, haya podido tener mayor o menor conciencia de este carácter histórico
fundamental y exclusivo de su existencia terrenal. Lo que sucede es que, como alguien lo
dijera, la historia jamás parece historia cuando la estamos viviendo.
De tal manera que nadie puede pretender ser tan sólo un espectador de la historia, pues todos
somos en alguna medida actores de reparto en el escenario de la historia y tenemos, por lo
tanto, la responsabilidad de desempeñar de la mejor manera nuestro papel particular en ella.
LA HISTORIA DE LA BIBLIA:
Por que de acuerdo a la Palabra de Dios en Gal. 3:29,
“relatar la historia de aquellos de quienes somos herederos, es escribir un prólogo extenso a
nuestra propia historia”. Justo L. González
“el primer paso para liquidar a un pueblo es eliminar su memoria (historia)” Milan hubl
“un pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla” Santayana.
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Y de acuerdo con nuestro Pastor Dario Silva-Silva y utilizando su innovadora clave de “Re”
en el particular sentido de que hay muchas cosas para repensar y para recomponer, es así como
la historia puede convertirse en una fuente de consolación, ya que al aplicarnos a su estudio
desde el horizonte de la fe, se recupera la visión de lo que Dios hizo y puede volver a hacer
otra vez.
El problema no es, entonces, la historia en si misma , sino nuestro desinterés por ella y nuestro
olvido de la misma y, sobre todo, del Señor de la historia, quien se encarnó personalmente en
ella por medio de Jesús de Nazaret, para redimirla de manera definitiva y restaurar así nuestra
dignidad original, de tal modo que estemos en condiciones de ser actores de reparto idóneos
que contribuyan al éxito final de esta puesta en escena que llamamos historia, de la cual Dios
no es sólo su autor, sino también su protagonista principal.
OBJETIVO DE LA CLASE:
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PRIMERA CLASE:
“Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años
como un día” 2 Pedro 3:8.
“Enséñanos a contar bien nuestros días, para que nuestro corazón adquiera sabiduría”
Salmos 90:12.
“Vale más pasar un día en tus atrios que mil fuera de ellos;…Salmos 84:10 a.
La historia está indisolublemente ligada con la temporalidad (tiempo) es decir como seres
históricos básicamente porque estamos sometidos de forma consciente a un marco de tiempo
del cual no podemos escapar de ningún modo. Somos seres temporales, finitos, inacabados y
limitados por el tiempo.
Tiempo definición del diccionario:, periodo durante el que tiene lugar una acción o
acontecimiento, o dimensión que representa una sucesión de dichas acciones o
acontecimientos. En la actualidad se emplean tres métodos astronómicos para expresar el
tiempo. Los dos primeros se basan en la rotación diaria de la Tierra sobre su eje, y se refieren
al movimiento aparente del Sol (tiempo solar) y de las estrellas (tiempo sidéreo). El tercer
método astronómico para medir el tiempo se basa en la rotación de la Tierra en torno al Sol
(tiempo de efemérides).
CRONOS: de donde provienen los términos castellanos que comienzan con CRON –, denota
un lapso de tiempo, sea largo o corto: (a) implica duración, ya sea más larga. Hch 1.21.
Tiempo nuestro el contable. Demarca cantidad.
KAIROS: primariamente una medida apropiada, una proporción ajustada. Rom. 5:6. Tiempo
de Dios no contable. Demarca calidad.
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LOS CALENDARIOS: (calendas, latín) los primeros calendarios aparecieron en Babilonia
(Mesopotamia). Estos no eran muy exactos ya que estaban basados en la luna y el sol y
siempre se desalineaban con respecto a las estaciones.
Etimológicamente la palabra “calendario” proviene del vocablo latín “calendas” que significa
el primer día de cada mes entre los romanos. Es cierto que una vez asentado el mes de enero
como primero del año por el calendario juliano, se instituyó la celebración de las calendas
ianuarias, último nombre, ya totalmente civil, que tuvieron las antiguas celebraciones
religiosas romanas de principio de año, que el cristianismo tuvo que renombrar y en la medida
de lo posible reformar como fiestas de la natividad de Cristo. Es decir que la fiesta más
importante del año acabó llamándose “las calendas”.
Junto a las calendas y al calendario se desarrolló el verbo calendar, con el significado de poner
fecha a actos y documentos importantes, abundando en la idea de que las calendas son fiestas
señaladas, dignas de recordarse y celebrarse.
Y como curiosidad hay que decir que los romanos fueron los creadores de la palabra
calendarium, pero su significado era el de “libro de cuentas”. Los calendares eran los oficiales
que llevaban los libros de cuentas de la ciudad (se les llamaba también curatores calendarii). Y
poner el dinero a interés era para los romanos convértere pecuniam in calendarium
(literalmente, convertir el dinero en calendario; es decir, tirar de cupón).
CALENDARIO LUNAR: Un mes se calculaba inicialmente por los pueblos antiguos como
el tiempo entre dos Lunas llenas, o el número de días necesarios para que la Luna circunde la
Tierra (29,5 días). Esta medición, llamada mes lunar o sinódico, daba lugar a un año lunar de
354 días, 11‚ días más cortó que un año solar.
CALENDARIOSANTIGUOS:
Los antiguos babilonios tenían un calendario lunisolar de 12 meses lunares de 30 días cada
uno, y añadían meses extras cuando necesitaban mantener el calendario en línea con las
estaciones del año.
Los antiguos egipcios fueron los primeros en sustituir el calendario lunar por un calendario
basado en el año solar. Midieron el año solar como 365 días, divididos en 12 meses de 30 días
cada uno, con 5 días extras al final. Hacia el 238 a.C. el rey Tolomeo III ordenó que se
añadiera un día extra cada cuatro años, que era por lo tanto similar al moderno año bisiesto. En
la antigua Grecia se utilizaba un calendario lunisolar, con un año de 354 días. Los griegos
fueron los primeros en intercalar meses extras en el calendario sobre una base científica,
añadiendo meses a intervalos específicos en un ciclo de años solares.
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CALENDARIO ANUAL DE LAS FIESTAS DE ISRAEL Y SU TIPOLOGÍA CON
CRISTO:
o LA PASCUA: Éxodo 12:1-14*
Se celebraba la salida de Egipto y la redención efectuada por el cordero pascual. Se mataba el
cordero y se lo comían en la noche del primer día de la fiesta.
Versículo 3: Cristo es el Cordero de Dios
… todos ustedes tomaran un cordero Jn. 1:29
Versículo 5: Cristo se ofreció en la flor de su edad no en su
… cordero o cabrito de un año infancia.
Versículo 5: Cristo es el Cordero sin mancha
… cordero sin defecto 1 P. 1:19
Versículo 6: Cristo llega antes del tiempo para ser apartado
… cuidado (apartado) antes de morir
Versículos 6-9: Cristo tuvo que padecer tremendos
… había de ser muerto y asado al fuego. sufrimientos Flp. 2:8
Versículo 6: Cristo sufrió a manos de su pueblo
… la comunidad de Israel en pleno lo Lc. 23:18
sacrificará
Versículo 46: Episodio cumplido expresamente en Cristo
… no se le quebrará ningún hueso al animal Jn. 19:33-36
sacrificado
Versículo 13: La Sangre de Cristo derramada en la cruz nos
… la Sangre servirá para señalar las casas hizo libres de la muerte
donde ustedes se encuentren, pues al verlas
pasaré de largo.
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o DE LAS TROMPETAS O DE LA LUNA NUEVA: Levítico 23:23-25
El son de las trompetas proclamaba el comienzo de cada mes, el cual, se llamaba la luna
nueva. El primer día del séptimo mes del año religioso marcaba el fin de la estación de la
cosecha y el primer día del año nuevo del calendario civil
Como nación a Israel se le instruía mediante las señales de los sacerdotes que tocaban las
trompetas (Nm 10). La Fiesta de las Trompetas ilustra la reunión de Israel cuando las
trompetas de Dios los llamarán desde los extremos de la tierra. Léanse Isaías 27.12–13 y las
palabras de Cristo en Mateo 24.29–31.
Por supuesto, aquí hay una aplicación para la Iglesia, porque esperamos el toque de la
trompeta y la venida de nuestro Señor en el aire (1 Co 15.52ss; 1 Ts 4.13–18).
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profanada. A continuación, el Templo volvió a consagrarse a Dios con festejos que duraron
ocho días. Según la tradición talmúdica, sólo fue posible encontrar un cantarillo de aceite de
oliva sellado por el sumo sacerdote y necesario para el rito de reconsagración.
Sin embargo, esa pequeña cantidad ardió como por efecto de un milagro durante ocho días.
Una de las principales características de la celebración actual que lo conmemora, es el
encendido de velas, una la primera noche, dos la segunda, y así hasta que en la última jornada
arden todas al mismo tiempo en un candelabro especial de ocho brazos. La principal fuente del
relato de Januká se halla en el Talmud.
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La Ley prometía magníficas cosechas el sexto año para que pudiesen vivir al año siguiente (Lv
25.20, 21). En tiempo de Nehemías, los israelitas se comprometieron a guardar el año sabático
(Neh 10.31). Este compromiso se respetó en más de una ocasión (1 Mac 6.49, 53). Los
historiadores Josefo y Tácito hacen alusión a ello; el primero, para informarnos que el
emperador eximió a los judíos, cierto año sabático, de pagar impuesto, y el segundo, para
ofrecer un ejemplo de lo que él consideraba la pereza de los judíos. Sin embargo, no es seguro
que esta ley se observara habitualmente. El Talmud atestigua su cumplimiento, porque da
numerosas prescripciones para resolver las dificultades suscitadas por su aplicación.
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El año juliano quedó pues con los 12 meses que hoy conocemos, pero con una pequeña
variación: enero, marzo, mayo, julio, septiembre y noviembre (los meses impares) tenían 31
días, y los demás (los pares) 30, ¡incluido febrero en los años bisiestos! Pero, lo que hace la
vanidad, Augusto no podía consentir que el mes de julio (en honor de Julio César) tuviese 31
días, y el mes instituido en su honor, agosto, tuviese sólo 30. Así que deshizo el orden de
meses alternos, y le puso también 31 días al mes que llevaba su nombre. Se lo tuvo que quitar
a febrero, al que dejó con 28 los años no bisiestos, y 29 los bisiestos. Pero tampoco es este el
único desajuste del calendario juliano, que al fin y al cabo no es importante para que salgan las
cuentas. Es que en los nombres de los meses vuelve a pecar de inconsecuente: los antiguos
meses de los romanos, eran: 1º, Martius, de 31 días; 2º, Aprilis, de 30; 3º, Maius, de 31; 4º
Junius, de 30; 5º, Quintilis, de 31 (obsérvese que desde este mes hasta el décimo, el nombre es
simplemente el del número de orden que ocupan en el calendario); el 6º, Sextilis, de 30 días; el
7º, September, de 30 días; el 8º, October, de 31 días; el 9º, November, de 30 días, y el 10º, el
december, de 30 días. Más adelante se añadió un undécimo mes, el Februarius, al final del
año; y finalmente el duodécimo, el Januarius, que se colocó al principio del año.
EL CALENDARIO GREGORIANO:
En nuestra civilización occidental hemos conocido sólo dos eras auténticas: la era "ab urbe
cóndita" (la que se inicia con la fundación de Roma), y la era "ab incarnatione Dómini" (desde
la Encarnación del Señor).
En 1582 el papa Gregorio XIII promulgó el nuevo calendario, llamado Gregoriano por ser él
su promotor. Habían pasado más de 1.600 años de vigencia del calendario Juliano y los
pequeños desajustes se habían hecho muy ostensibles al cabo de tanto tiempo. El calendario
civil se había retrasado 10 días respecto al calendario astronómico; por lo que Gregorio XIII
tuvo que decretar en 1583 el salto del día 10 al 20 de diciembre. Ese año, diciembre tuvo sólo
21 días.
El Papa Gregorio XIII reunió un grupo de expertos que, después de cinco años de estudios,
implantó el calendario que actualmente tenemos en vigor en la sociedad occidental, realizando
las siguientes reformas al calendario juliano.
o Se excluyeron diez días, disponiéndose que el 5 de octubre se contase como 15 de
octubre.
o Se corrigió la duración del año solar, estableciéndose en 365 días, 5 horas, 49 minutos
y 12 segundos.
o Se hizo empezar el año el 1 de enero.
El nuevo calendario fue inmediatamente adoptado en todos los países católicos, pero el resto
del mundo tardó en aceptarlo, siendo Rusia el último país que lo adoptó en 1918.
El calendario gregoriano recibe también el nombre de cristiano, porque emplea el nacimiento
de Cristo como punto de partida. Las fechas de la era cristiana son designadas a menudo con
las abreviaturas d.C. (después de Cristo) y a.C. (antes de Cristo)
El calendario gregoriano se fue adoptando lentamente en toda Europa. Hoy está vigente en
casi todo el mundo occidental y en partes de Asia. Aunque muchos países de religión cristiana
oriental conservaron el calendario juliano para la celebración de las fiestas de la iglesia.
Aunque el nacimiento de Cristo fue originalmente fijado el 25 de diciembre del año 1 a.C., los
investigadores modernos lo sitúan ahora hacia el cuarto año de nuestra era. Producto de que
numerosos historiadores señalan que el monje Dionisius Exiguus, quien debió calcular en el
año 531 la fecha del nacimiento de Jesús, para basar todo el calendario Juliano en este hecho
histórico, tuvo un desfase de al menos tres años. Esto debido a que Jesús nació cuando el rey
Herodes era todavía el gobernante de Judea y se sabe que Herodes murió antes del año 1 d.C.
por tanto, Cristo debe haber nacido algunos años antes de lo que se cree.
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SEGUNDA CLASE:
La suma de tus palabras es verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre. Sal. 119:160
El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras jamás pasarán. Mt. 24:35
Es más fácil que desaparezcan el cielo y la tierra, que caiga una sola tilde de la ley. Lc. 16:17
Santifícalos en la verdad; tu palabra es la verdad. Jn. 17:17
LA BIBLIA:
La palabra “Biblia” procede del griego “Biblia” (libros); el singular es “biblión”; “biblio.” Es
una forma de biblio., y significa simplemente cualquier clase de documento escrito en papiro.
Al antiguo puerto fenicio de Gebal (cerca de Beirut) los griegos le cambiaron el nombre por
Biblos (Biblus) por que era una ciudad famosa por la fabricación de papiros para escribir.
- En el S XIII por falta de sintaxis (parte de la gramática, que enseña a coordinar las palabras y
construir con ellas oraciones), error cometido contra la corrección y pureza de un idioma
(solecismo), el plural neutro paso a ser considerado como un singular “El Libro”.
OTROS NOMBRES:
Su título en Hebreo que es reconocido en el Nuevo Testamento en su forma plena “La
ley, Los profetas y los Salmos (Escritos Sagrados)” Lc. 24:44, y abreviada: “La Ley y
los Profetas” Mt.11:13. En el judaísmo, en cambio, se le designa con la palabra
TANAK, que en realidad es una sigla formada con las iniciales de TORAH, NEBHIM
Y KETHUBHIM, es decir, de las tres partes o secciones en que se divide la Biblia
hebrea: La Ley, los Profetas y los Escritos.
“Escrituras” (plural) para el Antiguo Testamento Mt.21:42, “Escritura” para un pasaje
especial Lc.4:21.
“La Ley” Jn.10:34 por considerarse que incluía en sí todo el desarrollo del Judaísmo.
“El Libro del Pacto” 2 R.23:2
San Pablo podía hablar de las escrituras judaicas usando el nombre que se le había
aplicado siempre “Antiguo Testamento o Pacto” 2 Co.3:14. En lenguaje corriente
“testamento” es la última voluntad de una persona, en la que está dispone de sus bienes
para el momento de su muerte. Pero no es en ese el sentido que tiene en la Biblia, en la
cual significa BERIT “pacto” o “convenio” o “alianza”. Sería más apropiado hablar
del antiguo pacto y nuevo pacto, pero la tradición (a partir de Tertuliano) desde hace
mucho ha establecido el empleo de la palabra testamento. A primera vista a
«testamento» se presta a un equívoco, porque no se ve muy bien en qué sentido puede
aplicarse a la Biblia. Sin embargo, la dificultad se aclara si se tiene en cuenta la
vinculación de la palabra latina testamentum con el hebreo BERIT, «pacto» o
«alianza».
BERIT es uno de los términos fundamentales de la teología bíblica. Con él se designa el lazo
de unión que el Señor estableció con su pueblo en el monte Sinaí. A este pacto, alianza o lazo
de unión establecido por intermedio de Moisés, los profetas contrapusieron una «nueva
alianza», que no estaría escrita, como la antigua, sobre tablas de piedra, sino en el corazón de
las personas por el Espíritu del Señor (Jer 31.31–34; Ez 36.26–27).
De ahí la distinción entre la «nueva» y la «antigua alianza»: la primera, sellada en el Sinaí, fue
ratificada con sacrificios de animales; la segunda, incomparablemente superior, fue establecida
con la sangre de Cristo.
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Ahora bien, el término hebreo BERIT se tradujo al griego con la palabra DIATHEKEdieque
significa «disposición», «arreglo», y de ahí «última disposición» o «última voluntad», es decir,
«testamento». De este modo, la versión griega de la Biblia, conocida con el nombre de
Septuaginta o traducción de los Setenta (LXX), quiso poner de relieve que el pacto o alianza
era un don y una gracia de Dios, y no el fruto o el resultado de una decisión humana.
La palabra griega DIATHEKEe fue luego traducida al latín por testamentum, y de allí pasó a
las lenguas modernas. Por eso se habla corrientemente del Antiguo y del Nuevo Testamento.
- Primer título colectivo simple de toda la Biblia, Jerónimo S IV: “la Biblioteca Divina”
- Los escritores griegos para la misma fecha empezaron a utilizar el término “Los Libros”.
PRUEBA: Razón, argumento, etc., con que se pretende hacer patente la verdad o falsedad de
una cosa. Se puede verificar y establece conclusiones.
5. UNIDAD.
A. EVIDENCIA INTERNA:
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LA INSPIRACIÓN BÍBLICA: (Del verbo latino inspirare que significa respirar en,
insuflar soplar adentro)
Ningún otro libro puede compararse con ella. Dios la espiró, los hombres la escribieron;
nosotros la poseemos.
Expresiones Bíblicas Que Denuncian El Origen de Las Escrituras
Dios «inspiró» o «insufló» las Escrituras
Toda la Escritura es inspirada por Dios theópneustos y útil (2 Ti 3.16). Este es el único pasaje
bíblico que usa el término theópneustos para la inspiración de las Escrituras. La inspiración de
los profetas y sus escritos nunca se describe en la Biblia como un «soplar» de Dios sobre ellos,
ni hay otros pasajes que aclaren directa y explícitamente el sentido del adjetivo «inspirado»
que utiliza 2 Ti 3.16. Sin embargo, muchos pasajes atribuyen el origen de las Escrituras al
Espíritu neuma de Dios que significa también «soplo» y es raíz de theópneustos. Este hecho, y
el uso de theópneustos en 2 Ti 3.16, han provocado que el término inspiración se use casi
exclusivamente con referencia a la producción literaria («inscripturación») de la Biblia.
El antecedente bíblico del concepto parece sugerir que el término implica que:
Las Escrituras han venido por la operación directa y especial del Espíritu
Santo. Dios (Espíritu Santo) es el que habla en las Escrituras.
Como inspiradas por el «soplo» que imparte vida, son vivas y vivificadoras
(Jn 5.39; Heb 4.12; 1 P 1.25).
Como inspiradas y vivas, son dinámicas con el poder de la palabra activa y
creadora de Dios (Heb 4.12b; cf. Ro 1.16; 1 Co 1.25).
Los autores humanos son los agentes de que se vale Dios, y hablan en su
auténtica humanidad.
2 Pedro 1: 19-21: Dios usó a los escritores humanos para producir la Biblia. El Espíritu Santo
los movió o los impulsó. También se declara que la voluntad de los autores humanos no
dirigió la operación de escribir la Biblia, haciendo énfasis en la inerrancia de la Biblia. La
voluntad del hombre, incluso su voluntad de cometer errores, no trajeron las Escrituras, fue el
Espíritu Santo que no puede errar.
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La doctrina de la inspiración, precisamente por ser sobrenatural, presenta algunos problemas
para la comprensión humana. ¿Cómo puede un autor humano, registrando sus propios
pensamientos y sus conocimientos, ser guiado para escribir exactamente lo que Dios desea que
escriba? Precisamente por existir preguntas como ésta, se han aventurado algunas opiniones,
como la de la extensión del control divino sobre los autores humanos. Existen diversas
«teorías de la inspiración», y todos los intérpretes de la Biblia siguen alguna de tales teorías.
La perspectiva de la inspiración aceptada por el comentarista es el fundamento sobre el cual
están construidas todas las interpretaciones de la Biblia, y por tal motivo es preciso prestar una
cuidadosa atención a la verdadera perspectiva de la inspiración. Y es así como se han
propuesto otras formas de entender la evidencia.
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TEORIA DE LA INSPIRACIÓN VERBAL Y PLENARIA.
En la historia de la iglesia, la visión ortodoxa de la inspiración ha sido descrita como
verbal y plenaria.
Para todos los propósitos prácticos, el Antiguo Testamento, escrito en hebreo, y el Nuevo,
redactado en griego, pueden ser aceptados como la verdadera Palabra de Dios y una
auténtica declaración de lo que Dios intentó comunicar al hombre.
- VERBAL: El Espíritu de Dios fue quién guió la elección de las palabras usadas en los
escritos originales.
- PLENARIA: Completa inspiración. No es parcial.
- INFALIBILIDAD: Precisa e inmune a todo error.
- INERRABILIDAD: No contiene ningún error como declaración.
B. EVIDENCIA EXTERNA:
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4- COMO LITERATURA TAMBIÉN TIENE UN CARÁCTER SUPERIOR:
(historia, narrativa, poesía, drama, relatos de amor (Judá-Tamar), guerras.
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TERCERA CLASE
Pero él respondió: Les aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras. Lc. 19:40
DIOS ha conservado dos registros históricos de su trato especial con el hombre y de sus
revelaciones a este: la Biblia y la Arqueología.
(La crítica pretende establecer qué se escribió en los textos originales, con independencia de
su significado o relevancia. La crítica textual se sirve para ello de dos métodos: los criterios
externos e internos. Los criterios externos consisten en las propiedades físicas de los propios
manuscritos, su material, antigüedad y estilo de escritura, y en la historia de los manuscritos.
(No se ha hallado ningún texto autógrafo de ningún autor bíblico, y es muy poco probable que
algo así suceda alguna vez). Los manuscritos rescatados del Antiguo Testamento datan sólo
de los tiempos cristianos, siglos después de la fecha de su composición primigenia. Sin
embargo, la evidencia de las antiguas versiones (la Septuaginta griega y la Vulgata latina) y
de fragmentos pre-masoréticos, sugieren que el texto normativo en hebreo que ha llegado
hasta nuestros días ha sido mantenido con extraordinaria fidelidad. Por otra parte, el Nuevo
Testamento es el texto antiguo mejor autentificado que se ha conservado en cualquier
tradición. Los manuscritos completos y casi completos del Nuevo Testamento datan del siglo
IV y numerosos fragmentos existentes fueron al parecer copiados a lo largo del siglo siguiente
a la fecha original de su composición. Aunque entre estos manuscritos pueden hallarse, en la
práctica, miles de lecturas distintas, en el 90% de los casos se trata de cuestiones incidentales
(como por ejemplo, la sustitución de un sinónimo por otro) y presentan problemas que el
estudio textual puede resolver con relativa facilidad.
En cualquier caso, el crítico siempre tendrá que fijar sus propios criterios de análisis para
determinar si un manuscrito es válido o no. Se trata sólo de principios de sentido común,
según los cuales, una determinada lectura se considera que tiene más probabilidades de ser el
original que otra. Así, una versión más corta suele considerarse por lo general más válida
que una más larga, por la sencilla razón de que un copista tiende a ampliar el texto (por
explicar un término que haya caído en desuso o por otras razones) que a comprimirlo. De
igual modo, se supone que, entre dos textos, el más difícil es el que tiene mayores
probabilidades de ser original, ya que la tendencia del escriba habrá sido explicar o resolver
problemas de interpretación, en lugar de crearlos)
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CRÍTICA: griego krino que significa juzgar o discernir. Es un método de conocimiento
intermedio entre el dogmatismo (contacto sujeto-objeto) y escepticismo (el sujeto no puede
aprehender el objeto).
La crítica se divide en crítica general y crítica Bíblica (persigue establecer los orígenes,
autores y forma auténtica del texto sagrado y se divide en alta crítica y baja crítica)
La baja crítica: se ocupa del estudio del texto mismo. Observa los manuscritos
existentes para establecer cual es el texto más aproximado al original, esta integrada
por la crítica textual Bíblica (Wescott & Hort) y por la crítica Lingüística Bíblica.
a) Crítica textual Bíblica: intenta determinar la redacción original de un
documento que ha sufrido modificaciones en su trascripción en la
necesidad y el reto de recuperar la versión correcta original haciendo
uso de dos fuentes.
I. FUENTES DEL ANTIGUO TESTAMENTO:
El texto masorético.
Los textos Qumránicos
Las versiones Antiguas.
Los Tárgumes.
Las citas Rabínicas.
De tal manera que para dar contestación a la pregunta ¿Cómo podemos asegurarnos de que el
texto bíblico que hoy leemos es científicamente confiable como transmisión fiel del texto
originalmente dado por inspiración divina a los autores sagrados. Es aquí donde entran a
ayudarnos, como estudiosos conscientes y objetivos del texto sagrado, las diversas ciencias
bíblicas, a saber: la exégesis: conjunto de procedimientos por los que se llega a comprender
un texto. el trabajo de la exégesis es permanente, ya que se trata de interpretar un texto para
hacerlo más comprensible y accesible. y la hermenéutica: arte de interpretar textos para fijar
su verdadero sentido., la arqueología, la antropología: estudio de los seres humanos desde una
perspectiva biológica, social y humanista., la semántica: estudio del significado de los signos
lingüísticos, esto es, palabras, expresiones y oraciones. y la historia.
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ARQUEOLOGÍA BÍBLICA: www.christiananswers.net estudio científico, realizado con el
uso de la arqueología, de los restos y hallazgos históricos relativos a las religiones judía y
cristiana y específicamente a los hechos narrados y a los lugares descritos en la Biblia.
ACTIVIDAD ARQUEOLÓGICA EN PALESTINA:
Las primeras excavaciones en Palestina antes de la I Guerra Mundial se centraron en los
grandes yacimientos bíblicos como Jerusalén, Guezer, Meguido, Jericó y Samaría.
TELL: Colinas o montículos artificiales de tierra que ocultan uno o más niveles de
asentamientos humanos. Cuando un pueblo era destruido por invasores o fenómenos naturales
como un terremoto, las moradas quedaban en ruinas. En esta forma se iban creando capas de
ocupación, y el nivel de una ciudad se levantaba cada vez más sobre los montones de ruinas de
las anteriores.
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INSTRUMENTOS USADOS PARA ESCRIBIR:
o CINCEL. Para la piedra.
o ESTILO METÁLICO o ESTILETE. Jer.36:23
Para inscripciones en arcilla y tablillas de cera.
o PLUMA o PLUMA DE AVE o CAÑA (calamus). Para la vitela, el pergamino y
papiro. (Jer. 8:8)
o LA TINTA. Compuesto de carbón, goma y agua. (Jer.36:18)
Piedra de Rosetta, estela de basalto negro en la que figura una inscripción que fue la clave
para que se descifraran los jeroglíficos egipcios y sobre la que se cimenta la moderna
egiptología. La encontraron las tropas francesas en 1799 cerca de la ciudad de Rosetta, puerto
en el brazo oeste del Nilo, cerca de la ciudad de Alejandría; en la actualidad se encuentra en el
Museo Británico de Londres. La piedra se grabó en el año 197 a.C. y contiene un edicto en
loor al rey de Egipto, Tolomeo V. Dado que la inscripción aparece en tres alfabetos distintos,
el jeroglífico, el demótico y el griego, quienes lo estudiaron fueron capaces de descifrar el
contenido en sus grafías jeroglífica y demótica porque lo compararon con la grafía griega.
Jean François Champollion, egiptólogo francés, llegó en solitario a esta conclusión, al darse
cuenta de que en los textos jeroglíficos figuraban dos cartuchos que encerraban los nombres de
los soberanos, el de Cleopatra y el de Tolomeo.
Tres lenguas que eran de los faraones, con las cuales los arqueólogos del futuro descubrirían
innumerables tesoros históricos y literarios del valle del Nilo, desconocidos hasta la fecha.
20
LOS ROLLOS DEL MAR MUERTO O CUEVAS DEL QUMRAN.
DESCUBRIMIENTO Y EXPLORACIÓN. Una tarde del invierno de 1.946, por una
afortunada casualidad, tuvo lugar un descubrimiento único. Mientras apacentaba su
rebaño en las laderas del mar muerto, un pastor, se fijo en un agujero que se habría en
una de las paredes rocosas. Arrojó dentro una piedra que produjo un ruido extraño al
caer entro a explorar y se encontró en el interior de una cueva en la que había varias
tinajas de medio metro de altura. Dentro de dos de ellas había unos rollos de
pergamino envueltos en lienzos. Mohammed no sabía muy bien que hacer con ellos. Al
principio no le interesaron a nadie, pero cuando se enteraron los arqueólogos se
produjo un gran revuelo. A este primer descubrimiento le siguieron otros, llegándose a
recuperar unos 400 rollos de las Escrituras aproximadamente. El hallazgo del
afortunado pastor había traído fama y prosperidad a su tribu.
EVIDENCIA ARQUEOLÓGICA:
Puede declararse categóricamente que ningún descubrimiento arqueológico ha contradicho
alguna referencia bíblica. Nelson Glueck.
No puede quedar duda que la arqueología ha confirmado la substancial historicidad de la
tradición del antiguo testamento. William F. Albright.
La arqueología del Antiguo Testamento ha redescubierto naciones enteras, ha resucitado
pueblos importantes, y de la manera más asombrosa ha llenado las lagunas históricas, haciendo
inmensurables añadiduras al conocimiento de los contextos bíblicos. Merrill Unger.
21
CUARTA CLASE
Cuando todavía estaba yo con ustedes, les decía que tenía que cumplirse todo lo que está
escrito acerca de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos. Entonces les abrió el
entendimiento para que comprendieran las Escrituras. Lc. 24:44-45.
22
PROCESO DE CANONIZACIÓN.
La teoría, tradicionalmente aceptada, de que las secciones del canon hebreo representan las
tres etapas en el proceso de su formación es seriamente cuestionada en la actualidad. Aunque
esta hipótesis parezca lógica y razonable, no hay evidencias que la respalden en el Antiguo
Testamento o en otros documentos judíos antiguos.
De acuerdo con esa teoría, la Torah fue la primera en ser reconocida como canónica, luego del
retorno de los judíos a Judá, al concluir el exilio de Israel en Babilonia (ca. siglo V a.C.).
Posteriormente los Nebhim fueron aceptados en el canon, posiblemente al final del siglo III
a.C. Y finalmente, los kethubhim—que representan la última sección de la Biblia hebrea—
fueron incorporados al canon al final del siglo I d.C., al concluir el llamado «Concilio» de
Jamnia.
El reconocimiento de la autoridad religiosa de algunas secciones de las Escrituras hebreas
puede verse en el Antiguo Testamento (Ex 24.3–7; Dt 31.26; 2 R 23.1–3; Neh 8.1–9.38).
23
EL TESTIMONIO DE CRISTO RESPECTO DEL CANON DEL ANTIGUO
TESTAMENTO: Lucas 24:44. Juan 10:31-36. Lucas. 11:51
De acuerdo con los diversos relatos evangélicos, Jesús utilizó las Escrituras hebreas para
validar su misión, sus palabras y sus obras (véase Mc 1.14; Lc 12.32). Los primeros creyentes
continuaron esa tradición hermenéutica y utilizaron los textos hebreos—y particularmente sus
traducciones al griego—en sus discusiones teológicas y en el desarrollo de sus doctrinas y
enseñanzas. De esa forma la iglesia contó, desde su nacimiento, con una serie de escritos de
alto valor religioso.
De particular importancia es el uso que Jesús hace del libro del profeta Isaías (61.1–2), según
se relata en Lucas 4.18–19. El Señor, luego de leer el texto bíblico, afirmó: «Hoy se ha
cumplido esta Escritura delante de vosotros» (Lc 4.21; RVR). Este relato pone de manifiesto
la interpretación cristológica que los primeros cristianos hicieron de las Escrituras hebreas. El
objetivo primordial de los documentos judíos, desde el punto de vista cristiano, era
corroborar la naturaleza mesiánica de Jesús de Nazaret (Lc 24.27). De esa forma la Biblia
hebrea se convirtió en la primera Biblia cristiana. Con el paso del tiempo, la iglesia le dio el
nombre de «Antiguo Testamento», para poner de manifiesto la novedad de la revelación de la
persona y misión de Cristo.
Los libros de la Biblia hebrea son 24, divididos en tres grandes secciones:
La primera sección, conocida como Torah («Ley»), contiene los llamados «cinco libros de
Moisés»: Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
La segunda división, conocida como Nebhim («Profetas»), se subdivide, a su vez, en dos
grupos: (a) «Los profetas anteriores»: Josué, Jueces, Reyes y Samuel; (b) «Los profetas
posteriores»: Isaías, Jeremías, Ezequiel y el Libro de los Doce.
La tercera sección de la Biblia hebrea se conoce como kethubhim («Escritos»), e incluye
once libros: Salmos, Proverbios y Job; un grupo de cinco libros llamados Megilot
(«Rollos»)—Cantar de los Cantares, Rut, Lamentaciones, Eclesiastés y Ester—; y finalmente
Daniel, Esdras-Nehemías y Crónicas.
Con las iniciales de Torah, Nebhim y kethubhim se ha formado la palabra hebrea TANAK,
nombre que los judíos usan para referirse a la Biblia hebrea, nuestro Antiguo Testamento.
24
CANÓNES JUDÍOS Y CRISTIANOS DE LAS ESCRITURAS:
25
EL CANON DEL NUEVO TESTAMENTO
¿Cómo se formó el canon del Nuevo Testamento?.
Como es de sobra conocido, los escritos del Nuevo Testamento son escritos ocasionales. Con
ello queremos decir que hubo una «ocasión» (o unas «ocasiones») que, de hecho provocaron
su formación. O, dicho de otra manera: Esos textos no aparecen simplemente porque sus
autores un día se levantaron con ganas de escribir y luego tuvieron la brillante idea de que
sería «bonito» poner por escrito lo que les había venido a la mente. Al contrario. No es extraño
el caso de un determinado autor bíblico que escriba angustiosamente, y que habría preferido
no tener que escribir lo que estaba escribiendo.
Por supuesto, mucho de lo anterior también se encuentra en la Biblia hebrea y, de alguna
manera, ella sirvió de modelo para los escritores neotestamentarios. A ese modelo ellos
agregaron su propia creatividad y ciertos detalles que eran característicos de la época en la que
se forma el Nuevo Testamento. Hay, sin embargo, en el desarrollo de la comunidad cristiana
de los primeros tiempos y en su producción literaria, una diferencia fundamental respecto de
los escritos heredados del judaísmo.
La situación interna de la iglesia
Desde el primer siglo—y de ello tenemos testimonio en los escritos del Nuevo Testamento—
los dirigentes cristianos hubieron de enfrentarse a problemas que tenían que ver no sólo con
aspectos prácticos de la vida cristiana personal y comunitaria (cuestiones morales y de
relaciones personales), sino también con desviaciones doctrinales, resultado de la
incomprensión—o de la distorsión intencionada—del significado del evangelio. En varios
libros del Nuevo Testamento podemos detectar esta lucha de aquellos primeros escritores
cristianos.
Marción
En el siglo II aparece un personaje de cuya vida tenemos muy pocos datos: Marción. Al
parecer, fue excomulgado de la iglesia por su propio padre (quien debió, por tanto, ser obispo).
Luego se afilió a la comunidad cristiana de Roma, y también de allí lo expulsaron
(probablemente en el 144 d.C. Influido por creencias no cristianas, consideró que el Dios de
quien habla el Antiguo Testamento no es el Dios verdadero, por lo que rechazó, en bloque,
todos los libros de la Biblia hebrea. Por aquel entonces no se había establecido en la iglesia
ningún canon, y por eso bien puede afirmarse que es Marción el primero que define un canon
de libros cristianos. Según él, estaba constituido por el Evangelio de Lucas y por diez de las
epístolas paulinas (todas menos las cartas pastorales; Hebreos no cuenta). Aun en esos libros
que aceptó, Marción hizo recortes, pues consideraba que la iglesia había manipulado el texto y
lo había pervertido.
La acción de Marción fue muy significativa. Muchos escritores cristianos lo atacaron. Fue
condenado en el 144 d.C. Pero su atrevimiento dio inicio, en cierto sentido, a un proceso que
llevaría a la definición de un canon «cerrado». «La polémica contra las pretensiones de los
gnósticos de disponer de tradiciones secretas y contra las de Marción de escoger y corregir los
textos, rechazando además las Escrituras hebreas, contribuyó a reforzar la conciencia del
privilegio que tenían los escritos juzgados como apostólicos, en función de la acogida que
obtuvieron entre las principales iglesias y teniendo en cuenta los criterios internos de seriedad
y ortodoxia».
Ya por el año 200 d.C. se ha aceptado la idea del canon y se ha compilado una buena parte de
su contenido; sin embargo, no hay unidad de criterio en cuanto a la totalidad de los libros que
lo componen.
26
LOS 27 LIBROS CANÓNICOS DEL N.T.
EPÍSTOLAS:
PAULINAS:- ESCATOLÓGICAS: I Y II TESALONICENSES
-SOTERIOLÓGICAS:ROMANOS, I Y II CORINTIOS, GALÁTAS
-CRISTOLÓGICAS:EFESIOS,FILIPENSES,COLOSENSES,FILEMÓN
-PASTORALES O ECLESILÓGICAS: I Y II DE TIMOTEO,TITO
Apócrifo [apócrifo] adj. Dicho de un libro atribuido a autor sagrado: Que no está, sin
embargo, incluido en el canon de la Biblia. [Del lat. del gr. apocryphus, ]
Seudo- [seudo-] elem. Compos. Significa 'falso'. Seudópodo, seudo profeta. [De pseudo-]
Epígrafe [epígrafe] m. Resumen que suele preceder a cada uno de los capítulos u otras
divisiones de una obra científica o literaria, o a un discurso o escrito que no tenga tales
divisiones.
Deute com. que sigue en importancia al protagonista. Canónico [canónico] adj. [Del Lat. este
del gr. canoncus]
27
El problema de la aceptación de los apócrifos o deuterocanónicos entre las comunidades
cristianas luego de la Reforma se atendió básicamente de tres maneras: (1) Los
deuterocanónicos se mantenían en la Biblia, pero separados—alguna nota indicaba que estos
libros no tenían la misma autoridad que el resto de las Escrituras—; (2) de acuerdo con el
Concilio de Trento, tanto los libros deuterocanónicos como los protocanónicos se aceptaban
en la Biblia con la misma autoridad; (3) basados en la Confesión de Westminster, se incluía en
las ediciones de la Biblia únicamente el canon hebreo, que contiene los únicos libros
aceptados como autoridad.
La versión Reina-Valera se publicó por primera vez sin los deuterocanónicos en el 1850.
28
VERSIONES DE LA BIBLIA:
VERSIONES ANTIGUAS:
EL TALMUD O LOS TALMUDISTAS. Siglo I – V d.C. Traducción
Transcripción de los rollos de la Sinagoga, consta de dos partes: el texto o Mishná (una
repetición, es decir, una segunda ley), que fue puesto por escrito en el siglo III, y un
comentario, o Gemara. Hay dos Gemaras, la de Jerusalén y la de Babilonia.
LA SEPTUAGINTA: LXX, versión de los setenta, el canon griego 250 a.C. Traducción.
Uno de los resultados del exilio de Israel en Babilonia fue el desarrollo de comunidades judías
en diversas regiones del mundo conocido. En Alejandría, capital del reino de los Tolomeos, el
elemento judío de la población de habla griega era considerable. Y como Judea formaba parte
del reino hasta el año 198 a.C., esa presencia judía aumentó con el paso del tiempo.
Luego de varias generaciones, los judíos de Alejandría adoptaron el griego como su idioma
diario, dejando el hebreo para cuestiones cúlticas. Para responder adecuadamente a las
necesidades religiosas de la comunidad, pronto se vio la necesidad de traducir las Escrituras
hebreas al idioma griego. La Torah—o «Pentateuco» como se conoció en griego—fue la
primera parte de las Escrituras en ser traducida; posteriormente se tradujeron los Profetas y el
resto de los Escritos.
Una leyenda judía, de la cual existen varias versiones, indica que 70 ó 72 ancianos fueron
llevados a Alejandría desde Jerusalén para traducir el texto hebreo al griego. Esa leyenda dio
origen al nombre «Septuaginta» (LXX), con el que generalmente se identifica y conoce la
traducción al griego del Antiguo Testamento.
29
LA VULGATA LATINA. Siglo IV d.C. Traducción.
Jerónimo realizó en 21 años parte de su obra en Belén. El hecho de que trabajara en el texto
hebreo es significativo, ya que en su tiempo era costumbre traducir del griego de la LXX. De
la Vulgata hemos recibido términos teológicos tan conocidos como ELECCIÓN,
JUSTIFICACIÓN, SANTIFICACIÓN, SALVACIÓN Y REGENERACIÓN. La Vulgata
incluye tanto el A.T. como el N.T., y su nombre significa “común”. Fue reconocida
oficialmente por la iglesia católica en el año 1.546 en el concilio de Trento.
30
BIBLIAS EN CASTELLANO:
BIBLIAALFONSINA. BIBLIA DE FELIPE SCIO DE SAN
BIBLIA VERSIÓN MEXICANA MIGUEL
BIBLIA DE ALBA. BIBLIA TORRES-AMAT
BIBLIA VERSIÓN MODERNA DE PRATT BIBLIA BOVER CANTERA
BIBLIA DE FERRARA. NUEVO TESTAMENTO ERASMO
BIBLIA NACAR COLUNGA (GRIEGO). BIBLIA DE
NUEVO TESTAMENTO DE FRANCISCO JERUSALEN
DE ENCINAS. LA BIBLIA DEL OSO.
BIBLIA REINA – VALERA.
BIBLIA NUEVA VERSION
INTERNACIONAL
PARAFRASIS EN ESPAÑOL.
BIBLIA DIOS HABLA HOY. LA BIBLIA AL DIA.
- QUINTA CLASE.
En aquel día habrá una carretera desde Egipto hasta Asiria. Los Asirios irán a Egipto y los
Egipcios a Asiria, y unos y otros adorarán juntos. En aquel día Israel será, junto con Egipto y
Asiria, una bendición en medio de la tierra. El Señor Todopoderoso los bendecirá, diciendo:
“Bendito sea Egipto mi pueblo, y Asiria obra de mis manos, e Israel mi heredad” Is. 19:23-25
LAS RAZAS:
En el mundo parece haber hoy varias razas claras (de 3 a 6, según se las clasifique, Raza,
término que se utiliza para clasificar a la humanidad de acuerdo a características físicas y
genéticas. La cultura constituye un factor mucho más importante a la hora de determinar la
conducta y estilo de vida de los diferentes grupos humanos.
El término raza es polémico por las nociones de superioridad e inferioridad que lleva
implícitas. La raza constituyó la justificación para implantar el estado de esclavitud, la
persecución de minorías y otros grupos sociales, como la del pueblo judío durante la Alemania
nazi, o el sistema de apartheid en Sudáfrica.
Históricamente, los antropólogos físicos habían dividido a la humanidad, atendiendo a sus
rasgos morfológicos, en tres grandes subdivisiones o razas: negroide, mongoloide y
caucasiana. Algunos científicos fueron más allá añadiendo la amerindia y la oceánica.
Como concepto biológico, la raza era más evidente cuando las diferencias hacían referencia a
los rasgos morfológicos, como la pigmentación de la piel, el color, forma y grosor del cabello,
la forma de la nariz o la estructura corporal. La aparición del análisis genético vino a refutar
esta idea. Antes de esta definición, la clasificación de las razas dependía de una combinación
de factores geográficos, ecológicos y morfológicos.
En la segunda mitad del siglo XX, las investigaciones sobre las distribuciones de frecuencias
de genes invalidó este enfoque. Concebir fronteras nítidas entre las diferentes razas era posible
desde el punto de vista morfológico, pero la utilización del análisis genético demostró que las
variantes hereditarias eran indiferentes a tales delimitaciones, permitiendo a las razas
31
entremezclarse a través de otras formas intermedias. Hoy, a la vista de su movilidad e
interrelación cada vez mayor, es patente su número infinito.
El concepto de raza, invalidado por la moderna investigación genética, no ha desaparecido del
todo. Algunos eruditos todavía lo utilizan; sin embargo, muchos expertos lo desaconsejan,
incluso como idea científica, debido a sus connotaciones políticas y al auge que están teniendo
algunas ideologías racistas en algunos países de Europa occidental.) quizá un centenar o más
de 3000 lenguas y dialectos tribales. Y con todo, esta diversidad de pueblos y lenguas deben
venir todas de un tronco común, porque todos estos hombres son capaces de tener relaciones
físicas entre unos y otros, capaces de aprender y de ser educados y aún capaces de comunión
espiritual con el Creador, por medio de la fe en Cristo. El origen de estas razas y naciones es
todavía un misterio para la mayoría de los científicos, decididos como están a explicar al
hombre y su cultura en términos de un marco evolutivo. Hay numerosas teorías contradictorias
sobre estos asuntos entre etnólogos y los antropólogos, pero la única explicación digna de
confianza del origen de las razas, naciones y lenguas se encuentra aquí, en Gen. del capítulo 9
al 11.
Si la promesa de redención sería realizada por el linaje de SEM ¿por qué dedicó el escritor
sagrado tanto espacio a trazar el origen de las otras naciones? Para demostrar que la
humanidad es una Hch. 17:26. También insinúa el escritor que en el plan de Dios las naciones
no serían excluidas para siempre de su misericordia. A través del pueblo escogido serían
benditas y llegarían a ser participantes de la común salvación.
Las Escrituras son explícitas en la enseñanza de que todos los hombres que ahora viven en el
mundo son descendientes de Noé en sus hijos Sem, Cam, Jafet. Todas las características
diferentes de las distintas naciones y tribus tienen que haber estado presentes en la
constitución genética de las seis personas que salieron del arca después del diluvio. Por medio
de los mecanismos de la genética: variaciones, segregación, etc, suplementados con
mutaciones en algunos casos, se desarrollaron los variados grupos de las naciones.
Es significativo que la Biblia nunca menciona la palabra Raza; y la palabra o el concepto no se
encuentra en la Escritura. Una raza, en la terminología evolucionista, es una subespecie, que
está evolucionando hacia una nueva especie, pero en realidad esto no ocurre. Hay, por lo que
se refiere a la humanidad, una sola raza: la raza humana. Las varias divisiones son todas
naciones, tribus y lenguas, no razas.
Aun los críticos más modernos han admitido que el capítulo 10 del Génesis es un documento
histórico notable. No hay nada en todos los escritos antiguos descubiertos por los arqueólogos
que sea comparable en lo más mínimo en extensión y en exactitud. Da la impresión de haber
sido como un árbol de familia, conservado por algún venerable patriarca de la familia en tanto
que permaneció vivo y pudo permanecer en contacto con sus descendientes.
En conclusión los jafetitas han proveído el aspecto intelectual de la vida de la humanidad, los
camitas el físico y los semitas lo espiritual.
CIUDAD ESTADO:
Cuando Aristóteles dice «una ciudad es un cierto número de ciudadanos, de modo que
debemos considerar a quién hay que llamar ciudadanos y quién es el ciudadano...»
«Llamamos, pues, ciudadanos de una ciudad al que tiene la facultad de intervenir en las
funciones deliberativa y judicial de la misma, y ciudad en general, al número total de estos
ciudadanos que basta para la suficiencia de la vida». Esta definición esta referida al concepto
político de la ciudad estado de Grecia. La ciudad estado (el Estado es la ciudad y la ciudad es
el Estado).
32
EL IMPERIO EGIPCIO:
CAM, Mizrayim (Gén. 10:6), Naftuitas- bajo Egipto y Patruseos- alto Egipto (Gén. 10:13-
14).
33
Fue durante el gobierno de esta dinastía, la vigesimoquinta, que Asiria tomó a Israel e hizo
sentir su poderío sobre Judá, para después invadir el propio Egipto y llegar hasta tomar la
ciudad de Menfis.
Aprovechando un momento de debilidad asiria, Samético, que pertenecía a una familia
poderosa de origen saíta, estableció la vigesimosexta dinastía. Se produjo entonces un
renacimiento durante el cual Egipto volvió a extender su poderío hasta la segunda catarata, y
trató de restaurar su hegemonía sobre la región de Siria Palestina. También a esa dinastía
pertenecieron Necao y Hofra, faraones que trataron de restablecer su poderío en Palestina. El
resultado neto de las gestiones de Hofra, tratando de erigirse en campeón del reino de Judá
frente a Babilonia, fue la destrucción de ese reino, la caída de Jerusalén y el cautiverio en
Babilonia.
Sin embargo, el propio Egipto era ya una nación débil, y a fines del siglo VI a.C. cayó en
poder de los persas que gobernaron, aunque con breves interrupciones cuando algunos
gobernantes nacionales lograban independizarse, hasta que Alejandro Magno conquistó el
país en 332. Este fundó la primera ciudad egipcia junto a la costa del Mediterráneo:
Alejandría. Tras su muerte, Egipto quedó en manos de Tolomeo, quien fundó una nueva
dinastía que logró mantenerse en el poder, con altas y bajas, hasta que su última reina,
Cleopatra, sucumbió ante el avance del Imperio Romano.
Bajo los tolomeos, Alejandría llegó a ser uno de los principales centros económicos y
culturales de la cuenca del Mediterráneo, y siguió siéndolo aun después de incorporarse al
Imperio Romano en 30 a.C. Allí vivió Filón y floreció más tarde una gran escuela de
enseñanza cristiana, cuyos principales maestros fueron Clemente y Orígenes. En el siglo VII
d.C., los musulmanes conquistaron a Egipto. Estos destruyeron lo que quedaba de la pasada
gloria de Alejandría.
34
Desde esa fecha, Egipto fue una potencia preponderante en Palestina y los hebreos unas veces
fueron subyugados o aliados y otras combatieron contra él. Esta situación perduró hasta que el
auge del Imperio Asirio puso fin a la hegemonía de Egipto sobre Palestina, que desde entonces
estaría casi continuamente sujeta a influencias procedentes de Mesopotamia y Persia.
35
2 Cr. 14:9-15, 16:8
XXIII Osorkón IV o So Oseas de Judá.
818-715 a.C 2 R. 17:1-6.
XXV Tiharca o Taharka Ezequías de
780-656 a.C Judá,Is.37:9
2R.18:20-24, 2R.19:9.
XXVI Necao II o Nekau Josías (Meguido),
664-525 a.C. II Joacaz y Eliaquin o
Hofra o Apries Joacim. Judá
Amasis 2R.23:29- 35,
2Cr.35:20
Jer.46:1-28.
- Sedequías.
Jer. 37:7-11, 44:30.
XXVIII-XXX Ptolomeo. * Alejandro Magno.
404-332 a.C. Cleopatra. Alejandría. No
hebreo.
Dn.11:1-45
- DOMINACIÓN HELENICA: 332-30 a.C.
- DOMINACIÓN ROMANA BIZANTINA: 30 a.C. al 641 d.C.
- DOMINACIÓN ISLÁMICA: hasta nuestros días.
* Profecias acerca de Egipto: Nah. 3:8-10, Jer. 43:10-13,
IMPERIO ASIRIO:
SEM, Assur ( Gn. 10:22)
ASIRIA: Imperio relacionado íntimamente con la historia de los pueblos de Israel y Judá.
Ocupó la parte norte del actual Irak (entre los ríos Tigris y Éufrates) durante la mayor parte del
período que abarca el Antiguo Testamento. Su nombre es la traducción de la voz hebrea Assur,
palabra con la cual se señalaba tanto la divinidad pagana, la ciudad y el país, como el imperio,
sobre todo en la literatura profética. Sin embargo, «Asiria» generalmente designa el país y el
imperio; y «Asur», la ciudad y la divinidad.
Asur era el dios nacional de Asiria, y se pensaba que dominaba (junto al resto del panteón)
todas las cosas. Cada ciudad tenía su propio templo para adorar al dios local, y en los días
especiales los adoradores participaban en ceremonias y procesiones donde se exhibían las
estatuas de la divinidad. Solían usar amuletos para ahuyentar los espíritus malignos que, de
acuerdo a sus creencias, causaban daño y provocaban enfermedades. Además, consultaban
adivinos y astrólogos para conocer el futuro, y ofrecían ofrendas a los muertos.
NOTA: Los profetas describen a Asiria como un instrumento ejecutor de los juicios de Dios
sobre su pueblo, que se había apartado en pos de la idolatría Is. 10:5.
Antiguo Imperio (Ca. 1950–1400 a.C.)
Este período va desde la caída de Ur III hasta el fin de su dominación por los hurritas. Aunque
las listas mencionan a Irisum I como primer rey, ya el padre de este, Ilusuma, había
conquistado Asur. Los asirios, aunque étnicamente eran el producto de diferentes razas,
lingüísticamente eran semitas.
Durante el siglo XIX, Asiria se distingue sobre todo por su importancia comercial. Archivos
encontrados en Capadocia demuestran que en ese siglo Asiria superaba a Babilonia en el
aspecto socioeconómico. Sigue un período de decadencia que termina con el ascenso al trono
de Samsi-Ada I, amorreo, quien conquista Asur y forma un poderoso imperio. Todo esto se
conoce ampliamente gracias a los archivos de Mari. Este rey coloca a sus dos hijos en partes
clave del imperio y mantiene así el equilibrio y grandeza del mismo. A su muerte le sucede
36
Isme-Dagan, uno de sus hijos que, aunque sofoca varias rebeliones, al fin cae en manos del
poderoso HAMMURABI juntamente con su imperio. De esta manera, Asiria desaparece por un
tiempo de la historia, y permanece bajo los hurritas hasta su resurgimiento en 1400 a.C.
Imperio Intermedio (Ca. 1400–970 a.C.)
La caída del Imperio Hurrita (ca. 1450) propicia el resurgimiento de Asiria. Assur-Uballit
toma una buena parte de Mitani y es aclamado como «Rey de la Totalidad». No obstante,
Supiluliuma, rey heteo, que se ha anexado todo el Imperio Hurrita, impide la expansión de los
asirios hacia el norte, obligándolos a virar hacia Babilonia. Adad-Nirari I (ca. 1297–1266)
emprende con buen éxito una campaña contra los mitani y se adueña de toda la Mesopotamia
superior hasta Carquemis. Pero fue Tukulti-Ninurta I (ca. 1235–1198) quien llenó de gloria a
Asiria conquistando Babilonia. Llega luego al trono, en 1116, el gran Tiglat-pileser I, guerrero
incansable que se abre paso hasta el Mediterráneo, en donde las ciudades de Sidón, Biblos y
Arvad le rinden tributo (cf. Ez 27.8, 9). Este período, que es de gran apogeo arquitectónico,
legislativo y cultural, se viene abajo ca. 970, cuando termina el reinado de Assur-Rabi II.
Nuevo Imperio (932–612 a.C.) Después de estos años difíciles, Asiria resurge con Assur-Dan
II (932–910), y consolida su situación imperial con Adad-Nirari II (909–889). En adelante,
cada nuevo rey no hará sino aumentar las conquistas y bañar de gloria el imperio. Los ejércitos
asirios son ahora dueños y señores de todo el Cercano Oriente. Con Salmanasar III (858–824)
comienza lo que se podría llamar el intenso período bíblico de Asiria. Con este rey empiezan
los dolores de cabeza para los reinos de Israel y Judá. En 853, Acab, rey de Israel, organiza
una coalición contra Asiria, la cual tiene buen éxito y termina con la derrota de Salmanasar III
en Karkar (1 R 20). Sin embargo, las siguientes intervenciones asirias iban a ser funestas para
ambos reinos hebreos. Pero debido a que Asiria tenía que atender problemas internos, los
reinados de Uzías en Judá y de Jeroboam II en Israel pudieron ser largos, pacíficos y prósperos
(2 R 14.21ss).
Ya con Tiglat-pileser III (745–727), las cosas vuelven a cambiar en perjuicio de Israel y de
Judá (2 R 15.14–23.37; Is 7.6). Salmanasar V y Sargón II sitian y destruyen a Samaria y
provocan la ruina total de Israel en 722 a.C. Unos 27.000 habitantes de Samaria son llevados
cautivos a las regiones montañosas del norte. Después de este triunfo, Sargón arremete contra
Acaz y hace de Judá su tributario (2 R 17.3–6; 18.9). De ahí en adelante, hasta la caída
definitiva de Nínive en 612 a.C., en todo el Cercano Oriente se impone lo que podría llamarse
la «Paz Asiria». Abundante material bíblico encontramos sobre todo esto en 2 R 18–19; 2 Cr
32–33; Is 36–39 y la profecía de Nahum.
37
CUADRO DE EL IMPERIO ASIRIO Y LA BIBLIA:
IMPERIO ORIG. DINASTIAS REYES HEBREOS
ETNICO DESTACADOS DESTACADOS
ASIRIA SEM Periodo Tukulti Ninurta I Cae Babilonia.
Azur Gn. Intermedio Tiglat Pileser I Tributo a Tiro y Sidón
10:22 1114-1076 a.C Eze. 27: 8-9.
Periodo Tiglat Pileser III, Manahen, Israel norte
Nuevo Pul 2R.15:14-22,
745-727 a.C 1Cr.5:26.
- Peka, Israel
No tributa, invasión
2R.15:29, 1Cr.5:26.
- Acaz, Judá Sur
Is. 7:1-25, 2R.16:1-11.
Salmanasar V: Oseas, Israel.
Hijo del anterior 2R.17:1-6,
726-722 a.C Ezequías, Judá.
2R.18:9.
SITIO DE
SAMARIA.
Sargón II 722 a.C. CONQUISTA
Hermano del SAMARIA
anterior FIN DEL REINO
721-705 a.C NORTE
Asdod, ciudad filistea
es tomada. Is. 20:1-6.
Senaquerib Ezequías de Judá
Hijo del anterior 2R.18:13-37, 19:1-37.
704- 681 a.C 2Cr.32:1-22.
Is.36:1-22, 37:1-38
Esar- hadón - Ezequías de Judá
Hijo del anterior 2 R. 19:37
681-669 a.C - Manasés h de
Ezequías
2 Cr. 33: 10-13
Asurbanipal - Amón y Josías.
Asnapar Esdras 4:10
Hijo del anterior
669-630 a.C
* Profecias acerca de Nínive: Nahum 3:1, Sofonías 2:13, que se cumplieron en el verano del
612 a.C. por una combinación de fuerzas de los medos y los caldeos, y quedó totalmente
abandonada.
38
o SEXTA CLASE:
En efecto, todo esto le sucedió al rey Nabucodonosor. Doce meses después mientras daba un
paseo por la terraza del palacio real de Babilonia, exclamó: “¡Miren la gran Babilonia que he
construido como capital del reino! ¿La he construido con mi gran poder, para mi propia
honra!” Daniel. 4:28-30.
Babilonia, la perla de los reinos, la gloria y el orgullo de los caldeos, quedará como Sodoma y
Gomorra cuando Dios las destruyó. Isaías. 13:19.
Los siguientes cuatro imperios corresponden a la visión de Nabucodonosor, interpretada por el
profeta Daniel (Dn. 2:24-45) La cabeza de oro representaba a Nabucodonosor, el gobernante
del Imperio Babilónico. El pecho y los dos brazos de plata representaban el imperio
medopersa que conquistó Babilonia en el año 539 a.C. El vientre y los muslos de bronce eran
Grecia y Macedonia bajo el gobierno de Alejandro Magno, quien conquistó el imperio
medopersa en el año 334–330 a.C. Las piernas de hierro representaban a Roma, que conquistó
a los griegos en el año 63 a.C. Los pies y dedos de arcilla y hierro representaban la caída del
Imperio Romano, cuando el territorio que gobernaba Roma se dividió en una mezcla de
naciones fuertes y débiles. El tipo de metal de cada una de las partes representaba la fortaleza
del poder político que representaba. La piedra que se desprendió de la montaña representaba el
Reino de Dios, que sería regido eternamente por el Mesías, el Rey de reyes. El sueño reveló
que el Dios de Daniel estaba por encima de cualquier rey terrenal.
IMPERIO BABILONICO: (ciudad). Antiquísima ciudad a orillas del Éufrates cuyo nombre
hebreo es Babel, y a la que se refiere la narración de Gn 11.1–9. Se han hecho varias
expediciones arqueológicas a Babilonia, pero todas han tenido que limitarse a excavar los
niveles más superficiales y por tanto más recientes de la ciudad. En todo caso, debido a las
referencias en varias inscripciones cuneiformes, se sabe que Babilonia existía ya en el tercer
milenio a.C.
En 608, desaparecido el poder de los asirios, Babilonia llegó a ser la capital del reino Caldeo.
En tiempos neotestamentarios era solo una pequeña población. Poco después desapareció del
todo y no quedaron más que sus ruinas, que aún testifican de la grandeza que una vez tuvo.
Como es natural, la configuración de Babilonia, que existió por casi 3000 años, varió mucho
con el correr de los siglos. Su importancia, desde el punto de vista del estudio bíblico, es
mayor durante los tiempos de Nabucodonosor. El esplendor de la ciudad en esa época era
extraordinario y por ello los escritores bíblicos la llaman «la admiración de toda la tierra» (Jer
51.41), «la belleza de la excelencia de los caldeos» (Is 13.19), «la señora de los reinos» (Is
47.5) y «la grande» (Dn 4.30). Debido a las excavaciones arqueológicas, así como por el
testimonio bíblico (Jer 51.58), sabemos que Babilonia era una ciudad fuertemente amurallada.
Estaba construida en forma de rectángulo dividido de norte a sur en partes iguales por el
Éufrates. La porción que se encontraba al este del río se conocía como la «antigua» ciudad, y a
la parte occidental se le llamaba la «nueva», lo cual hace suponer que Babilonia originalmente
se encontraba solo al este del Éufrates. Todo este rectángulo lo rodeaban dos murallas
paralelas y un foso exterior también paralelo a las murallas. En época de Nabucodonosor II, se
construyó otra muralla al este de la ciudad antigua para brindar mayor protección contra los
ataques del enemigo.
Como toda gran ciudad, Babilonia no solo se distinguió por su prosperidad, sino también por
su pompa y la laxitud de sus costumbres. Su idolatría resultaba repugnante a los escritores
bíblicos. Además, fue la capital del gran imperio que durante largo tiempo rivalizó con Egipto
la supremacía sobre Palestina y las regiones circundantes. Como esto culminó con la caída de
Jerusalén y el cautiverio, y puesto que Babilonia era una ciudad dada a la idolatría, en el
39
Antiguo Testamento son frecuentes las profecías en su contra (p. ej., Is 13.1–22; 14.22; 47; Jer
25; 50; 51; etc.).
CUADRO DE EL IMPERIO BABILONICO Y LA BIBLIA:
IMPERIO ORIG. DINASTIAS REYES HEBREOS
ETNICO DESTACADOS DESTACADOS
BABILONIA CAM I Dinastía Hammurabi Se identifica con
Cus. Gn. Sexto rey 1792-1750 a.C. Amrafel
10:6 SXVIII-XVI Gen.14:1
Nimrod, a.C Contemporáneo de
Babel Abraham.
Gn. 10:8-10
Dinastía Merodac-baladán Alianza con Ezequías en
Neobabilónica contra de los Asirios.
Caldea. 2R.20:12-19, Is. 39:18
745-539 a.C
Nabopolasar Nínive cae 612 a.C.
626-605 a.C Nahum 3:1, Sofonías
2:13, Josías de Judá.
2R.23:28, 2Cr.35:20.
Nabucodonosor II Derrota final a la alianza
605-562 a.C asirio-egipcia (Necao)
Daniel profetizá Batalla de Carquemis
su destrucción y 2 R. 24:7.
gloria Dn. 4. - Joacin:
1er cautiverio 605 a.C
Daniel y sus amigos
2R.23:36-2R.24:6.Dn.1
-joaquin:
2do cautiverio 598-597
a.C. nobleza, artesanos,
soldados y Ezequías.
2 R. 24: 8-17.
- Matanías o Sedequías:
3ercautiverio,destrucción
de Jerusalén 587 a.C
2 R. 24:18-2 R. 25:17.
Jeremías escapa a Egipto
Evil-Merodac Pone en libertad a
562-560 a.C Joaquín de Judá.
2 R. 25: 27-30.
Nabonido y Daniel 5
Belsasar
556-539 a.C
gobiernan Padre e
Hijo.
Nota: profetas destacados durante este periodo Isaías, jeremías, Ezequiel, Sofonías, Nahum,
Habacuc.
40
EL CAUTIVERIO BABILONICO: Algunos Judíos, lograron ubicaciones importantes
dentro del imperio, otros se relajaron y disfrutaron del esplendor y otros sufrían y anhelaban el
regreso a su tierra (Sal. 137:1)
CAMBIOS RELIGIOSOS QUE PRODUJÓ EL CAUTIVERIO:
a- entendieron el error de practicar la idolatría y recibieron la
confirmación del mensaje profético.
b- Desarrollar una fe firme y clara, Amplio resurgimiento religioso,
convencimiento absoluto de que el destierro había sido un castigo
por haberse apartado de Dios.
c- Las sinagogas (centros de culto y estudio de las sagradas
escrituras) remplazaron el templo, los sacrificios fueron
remplazados por la oración, confesión y estudio.
d- Gran admiración y reverencia por la Palabra de Dios,
posiblemente se compiló el canon hebreo.
e- Se insistió en la responsabilidad personal e individual por encima
de la responsabilidad nacional dentro de la religión Judía.
CAMBIOS SOCIALES QUE PRODUJÓ EL CAUTIVERIO:
a- fue aceptado el idioma Arameo de Babilonia como dialecto popular.
b- De allí en adelante se llamaron sólo Judíos (tribu de Judá).
c- Se hicieron nacionalmente intolerables se apartaron como nación
manteniendo así su identidad racial.
d- Dejaron de ser un pueblo agricultor y ganadero para ser un pueblo de
comerciantes que vivían en las ciudades. Surgiendo la Diáspora.
e- Surgió el gobierno Sacerdotal.
- Yo afirmo que Ciro es mi pastor, y dará cumplimiento a mis deseos; dispondrá que Jerusalén
sea reconstruida, y que se repongan los cimientos del templo. Isaías. 44:28.
Profecía hecha por Isaías (740- 681 a.C) doscientos años antes sobre la restauración. Isaías
44:24- 45:8.
IMPERIO MEDO-PERSA: Visión de Daniel que confirma el modo que se origino este
Imperio. Dn. 8:4-20 Los dos cuernos eran los reyes de Media y Persia (8.20). El cuerno más
largo representaba el creciente dominio persa en el imperio medopersa. *El macho cabrío
representaba a Grecia, y su cuerno largo, a Alejandro Magno (8.21). Esta es un predicción
sorprendente debido a que Grecia no era considerada como potencia mundial cuando se dio
esta profecía. Alejandro Magno conquistó el mundo con gran velocidad y estrategia militar,
simbolizado por el movimiento rápido de un macho cabrío. La ruptura de los cuernos del
carnero simbolizaba a Alejandro que habría de partir ambas partes del imperio medopersa.
*Alejandro Magno murió a los treinta años en la cima de su poder. Su reino se dividió en
cuatro partes bajo el gobierno de cuatro generales: Tolomeo I de Egipto y Palestina; Seleuco
de Babilonia y Siria; Antígono de Asia Menor; y Antípater de Macedonia y Grecia.
41
Los persas y los Medos constituían el grupo iránico, los más orientales de los indoeuropeos
que en el segundo milenio a.C. se establecieron en las mesetas iranias.
En la historia bíblica el nombre de Persia aparece por primera vez en Ezequiel (27.10; 38.5), y
se encuentra sobre todo, lógicamente, en la literatura poscautiverio (Ester, Daniel, Esdras y
Nehemías).
La cultura persa incorporó elementos tomados de los pueblos conquistados, especialmente de
Mesopotamia (Asiria y Babilonia) y Egipto. El aspecto más original e influyente de esta
cultura lo fue su particular vivencia religiosa.
La religión persa fue el mazdeísmo (de Mazda, el Sabio) cuya fundación se atribuye a
Zaratustra (Zoroastro), allá por el siglo VII o VI a.C., aunque el tiempo de la actividad de este
es muy discutido. El mazdeísmo se caracteriza por su monoteísmo dualista: se reconoce una
sola divinidad, Ahura-mazda («el sabio Señor»), Dios supremo, creador y conservador del
mundo, principio del bien, la verdad y la justicia, al cual se opone Angra-mainyu («el espíritu
destructor») que preside las fuerzas del mal.
El Zend-avesta (libro sagrado del mazdeísmo) presenta a estos dioses eternamente en lucha; de
ahí proviene la pugna entre el bien y el mal, que durará hasta el fin del mundo, cuando el bien
triunfará. Del hecho de que el hombre puede y debe participar en esta lucha con su vida
virtuosa surge la noción de la responsabilidad moral. El hombre es responsable ante la
divinidad y por tanto debe cumplir sus mandamientos; con esto fortalece el poder del bien,
disminuye el poder del mal y se hace merecedor a una recompensa en esta vida o en la
venidera. Los tres mandamientos de Zaratustra son: buenos pensamientos, buenas palabras y
buenas obras.
El mazdeísmo evolucionó como una «religión de salvación». En esta fe «militante» la persona
virtuosa aspira a alcanzar una recompensa, especialmente más allá de la muerte; cada uno
rendirá cuentas de sus actos mediante un juicio. El otro mundo será establecido después de ese
juicio, una vez que los hombres hayan sido lanzados a las tinieblas (castigo eterno), o bien
conducidos a la inmortalidad y bienaventuranza en eterna comunión con Ahura-mazda.
42
520 a.C. Hageo-
Zacarías
Esd.4:5y24, Cap. 5y6.
Asuero o Jerjes I Ester y Mardoqueo
486-465 a.C Ester y Esd. 4:6
ArtajerjesI 2do retorno 458 a.C
Longimano Esdras
465-423 a.C Reformar al pueblo
moral y
espiritualmente
Esd. 7 al 10
3er retorno 444 a.C.
Nehemías
Reconstrucción de los
muros de Jerusalén 52
años.
Nehemías: 1 al 7
Malaquías.
Nota: profecía cumplida hecha por Jeremías capítulo 29
43
SEPTIMA CLASE.
Pero cuando se cumplió el plazo, Dios envió a su hijo, nacido de una mujer, nacido bajo la
ley. Gál. 4:4
Jerusalén dio el mensaje divino elaborado en una prolongada historia, durante la cual había
recogido en luchas y sufrimientos toda la sabiduría del oriente; Grecia dio el lenguaje que
había ganado por la labor de poetas, filósofos y oradores, un poder y una plasticidad que no
han sido superados desde entonces; Roma dio las facilidades para la organización imperial y la
protección dignificada de una ley soberana, desconocida antes de esta época maravillosa, que
en todos los aspectos era verdaderamente la “plenitud de los tiempos”.
Visión de las cuatro bestias del capítulo 7: 1-8. Cronológicamente, este capitulo se desarrolla
antes del capitulo 5. Belsasar acababa de ocupar un cargo de autoridad (553 a.C.) y Daniel
probablemente estaba cerca de los setenta años. El capitulo 7 comienza la segunda división del
libro de Daniel. Los primeros seis capítulos presentan la historia; los siguientes seis son
visiones principalmente acerca del futuro.
Daniel tuvo una visión de cuatro animales, y cada uno representaba un imperio mundial. Fue
similar al sueño que Nabucodonosor tuvo en el capitulo 2. El sueño de Nabucodonosor
cubrió los aspectos políticos de los imperios; el sueño de Daniel representaba sus aspectos
morales. Estas naciones, que tendrían sometida a Israel, eran malvadas y crueles; sin embargo,
Daniel también vio llegar el futuro reino de Dios y conquistarlas a todas.
El león con alas de águila representa a Babilonia con sus conquistas rápidas (se han
recuperado de las ruinas de Babilonia estatuas de leones alados). El oso que devoró al león es
el imperio medopersa. Las tres costillas que estaban en su boca representan la conquista de los
tres enemigos principales. El leopardo es Grecia. Sus alas hablan de la rapidez de la campaña
de Alejandro Magno cuando conquistó mucho del mundo civilizado en cuatro años (334–330
a.C.). Las cuatro cabezas del leopardo son las cuatro divisiones del imperio griego después de
la muerte de Alejandro.
La cuarta bestia no era una potencia mundial que Daniel pudiera reconocer: representaba
Roma y el final de los tiempos. Muchos eruditos de la Biblia creen que los cuernos
corresponden a los diez reyes que gobernarán brevemente antes de que Dios establezca su
reino eterno (Apocalipsis 17.12). Estos diez reyes todavía no habían subido al poder cuando
Juan registró su visión en el libro de Apocalipsis. El pequeño cuerno es un futuro gobernante
humano o el anticristo (véase también 2 Tesalonisenses 2.3, 4).
44
indumentaria y estilo egipcios, y participaban en sus rituales religiosos.; posteriormente, por el
imperio de los seléucidas.
Durante la época helenística, el gran número de judíos en la diáspora hizo necesaria la
traducción del Antiguo Testamento en griego, versión conocida como Los Setenta (LXX).
Esta traducción respondía a las necesidades religiosas de la comunidad judía de habla griega,
particularmente la establecida en Alejandría.
En la comunidad judía de Palestina el proceso de helenización dividió al pueblo. Por un lado,
muchos judíos adoptaban públicamente prácticas helenistas; otros, en cambio, adoptaron una
actitud fanática de devoción a la ley. Las tensiones entre ambos sectores estallaron
dramáticamente en la rebelión de los macabeos.
Al comienzo de la hegemonía seléucida en Palestina, los judíos vivieron una relativa paz
religiosa y social. Sin embargo, esa situación no duró mucho tiempo. Antíoco IV Epífanes
(175–163 a.C.), un fanático helenista, al llegar al poder se distinguió, entre otras cosas, por
profanar el templo de Jerusalén. En el año 167 a.C. edificó una imagen de Zeus en el templo;
además, sacrificó cerdos en el altar (para los sirios los cerdos no eran animales impuros). Esos
actos incitaron una insurrección en la comunidad judía.
Al noroeste de Jerusalén, un anciano sacerdote de nombre Matatías y sus cinco hijos—Judas,
Jonatán, Simón, Juan y Eleazar—, organizaron la resistencia judía y comenzaron la guerra
contra el ejército sirio (seléucida). Judas, que se conocía con el nombre de «el macabeo» (que
posiblemente significa «martillo»), se convirtió en un héroe militar.
En el año 164 a.C. el grupo de Judas Macabeo tomó el templo de Jerusalén y lo rededicó al
Señor. La fiesta de la Dedicación, o Hanukká (cf. Jn 10.22), recuerda esa gesta heroica. Con el
triunfo de la revolución de los macabeos comenzó el período de independencia judía.
Luego de la muerte de Simón—último hijo de Matatías—, su hijo Juan Hircano I (134–104
a.C.) fundó la dinastía asmonea. Durante este período, Judea expandió sus límites territoriales;
al mismo tiempo, vivió una época de disturbios e insurrecciones.
Por último, el famoso general romano Pompeyo conquistó a Jerusalén en el 63 a.C., y
reorganizó Palestina y Siria como una provincia romana. La vida religiosa judía estaba
dirigida por el sumo sacerdote, quien, a su vez, estaba sujeto a las autoridades romanas.
La época del Nuevo Testamento coincidió con la ocupación romana de Palestina. Esa
situación perduró hasta que comenzaron las guerras judías de los años 66–70 d.C., que
desembocaron en la destrucción del segundo templo y de la ciudad de Jerusalén.
SELÉUCIDAS: Dícese de una dinastía fundada por Seleuco, general de Alejandro Magno.
Los seléucidas reinaron de 312 a 64 a.C. y establecieron un vasto imperio que se expandió por
Bactriana, Persia, Babilonia, Siria y parte de Asia Menor. Su poder decreció tanto, que se
concretó en Siria. Fue entonces que en 64 a.C. Pompeyo la convirtió en provincia romana.
45
Idumea:
Después del éxodo, Edom prohibió a los israelitas pasar por su tierra para entrar en la tierra
prometida (Nm 20.14–21; 21.4; Dt 23.7, 8; Jue 11.17, 18).
Durante el reinado de Saúl hubo guerra entre Israel y Edom (1 S 14.47). David mató a
dieciocho mil edomitas en el Valle de la Sal (2 S 8.13; cf. 1 R 11.15). En días de Salomón
surgió de nuevo el conflicto con los edomitas e Israel los subyugó. No obstante, a veces se
rebelaban y recobraban temporalmente su independencia. Asiria los conquistó en 732 y los
dominó durante varios años.
Cuando Nabucodonosor sitió a Jerusalén, los edomitas colaboraron con él y se regocijaron en
la destrucción de la ciudad, lo cual indignó grandemente a los judíos (Sal 137.7; Lm 4.21; Ez
25.12; 35.3ss; Abd 10ss).
Después del cautiverio los edomitas invadieron la parte sur de Judá y se establecieron allí, por
lo que la parte sur de Judea llegó a llamarse Idumea después del cautiverio.
En el siglo III a.C. los nabateos (Naboteos) invadieron la tierra de Edom y levantaron un reino
con Sela como capital. En 165 a.C. Judas Macabeo capturó a Hebrón (1 Mac 4.29, 61; 5.65) y
en 126 a.C Juan Hircano, el sumo sacerdote macabeo, obligó a los edomitas a convertirse en
judíos, imponiéndoles la circuncisión.
Cuando llegaron los romanos a dominar a Palestina, Idumea y los edomitas desaparecieron de
la historia.
La Revuelta de Matatías
Después de la muerte de Alejandro Magno, su imperio se repartió entre sus generales.
Palestina quedó entre la dinastía de los Seléucidas, cuya base estaba en Siria, y el de los
Tolomeos, que reinaban en Egipto. Durante varios siglos, Egipto y Siria se disputaron el
territorio de Judea, aunque por lo general fue Siria la que lo gobernó. Cuando uno de los
seléucidas (Antíoco) trató de imponer una cultura uniforme sobre todas sus posesiones, los
judíos se rebelaron, pues se intentó destruir varios de los fundamentos de su religión. El jefe
de esta rebelión fue el sacerdote Matatías, padre de Judas Macabeo. Aquel mató a un oficial
del rey y después huyó a las montañas con sus cinco hijos. Allí organizó la resistencia al poder
de los seléucidas, y pronto reunió numerosos seguidores que periódicamente bajaban a los
lugares poblados a matar a quienes apoyaban la política siria, destruir altares y circuncidar por
la fuerza a quienes permanecían incircuncisos por temor a las autoridades.
46
Pompeyo conquistó a Siria y Palestina (63 a.C.) y depuso al último rey de los macabeos,
Aristóbulo II, para llevarle cautivo a Roma. Sin embargo, Pompeyo y otras autoridades
romanas respetaron en cierta medida la religión judía y la autoridad de los macabeos. Por
tanto, a los descendientes de los macabeos se les concedieron los títulos de sumo sacerdote y
etnarca (gobernador) hasta que en 40 a.C. Roma nombró a Herodes rey de Judea.
Aunque Herodes estaba casado con una descendiente de los macabeos, y por tanto sus dos
hijos pertenecían a ese ilustre linaje, él mismo le puso fin al matar primero a su mujer y luego
a sus dos hijos.
Aspecto religioso
Hay una estrecha relación entre la iglesia cristiana y el pueblo judío, sobre todo en lo que a la
religión respecta. En el centro de la fe judía está la afirmación de que «Dios es el único Señor»
(Dt 6.4; Mc 12.29; DHH), que sus leyes son sabias y dignas de obediencia (Sal 78.5–8), y que
él ha escogido un pueblo para sí mismo. Nada de eso está ausente en la fe cristiana. En
realidad, las Escrituras de Israel, donde los profetas dejaron registrado el mensaje de Dios para
su pueblo, siguieron siendo las Escrituras de la iglesia cristiana. Sería mucho tiempo después
cuando se agregaría el Nuevo Testamento. Por eso en el Nuevo Testamento se ven registradas
muchas de las costumbres religiosas judías y se menciona a los grupos judíos más influyentes
de la época (Mt 22.23–33; Hch 23.6–8; 1 Co 15.12–58).
Por otra parte, la esperanza en la venida del Mesías significaba para los judíos el deseo de ver
cumplida la justicia por la mano misma de Dios. De modo que las naciones e individuos que
se oponían al pueblo judío recibirían su castigo; y el pueblo escogido y los justos tendrían su
recompensa. Pero con la muerte y resurrección de Cristo los primeros cristianos entendieron
que la salvación prometida y el juicio mismo incluían a todos los seres humanos de todas las
épocas (Jn 3.14–18; 12.32; 1 Ti 1.15; 2.4).
Aspecto social:
También se debe tener en cuenta la situación social. En la sociedad israelita de la época de
Jesús había tres clases sociales: una alta, una media y otra pobre. La clase alta se componía de
las familias de los jefes políticos y religiosos, de los comerciantes solventes y terratenientes, y
de los recaudadores de impuestos (publícanos). La clase media contaba con los medianos y
pequeños comerciantes, los artesanos, los sacerdotes y los maestros de la ley. Por último, la
clase pobre, la más numerosa, estaba formada por jornaleros que vivían al día (Mt 20.1–16), y
por muchos otros que vivían al margen de la sociedad, como los mendigos, los leprosos y los
paralíticos (Mc 10.46).
47
Según las leyes, el lugar más bajo en la escala social lo ocupaban los esclavos, aunque su
situación real dependía de la posición y carácter de sus amos. Los esclavos que no eran judíos
rara vez recuperaban su libertad. En cambio, los esclavos israelitas podían recuperar su
libertad en el año sabático. El año sabático se celebraba cada siete años, y su objetivo era que
no se cultivara la tierra durante un año, para celebrar así un año en honor a Dios (Ex 23.10–11;
Lv 25.1–7; 26.34, 43). Como no se debía cultivar, no se podían saldar las deudas, y éstas se
perdonaban. Del mismo modo, eran liberados los esclavos israelitas que habían trabajado
durante seis años.
Los principales oficios eran la agricultura, la ganadería, la pesca (en el lago de Galilea),
trabajos artesanales (alfarería, zapatería, carpintería, albañilería, etc.) y el comercio. También
la atención del templo daba trabajo a un gran número de sacerdotes y levitas.
Se dice que la población de Palestina en la época de Jesús pudo haber sido de
aproximadamente un millón de personas.
Los judíos no formaban un grupo religioso y político unido. Decimos religioso y político
porque ambos aspectos estaban muy relacionados. En este sentido, los judíos se habían
dividido en muchos grupos. En el Nuevo Testamento se mencionan varios de ellos: los
fariseos, los saduceos, los herodianos y los maestros de la ley. Los fariseos eran un grupo más
que todo religioso. Defendían la estricta obediencia de la ley de Moisés, de las tradiciones y de
la piedad popular (Flp 3.5–6). Representaban el grupo con más autoridad entre el pueblo. Eran
influyentes y participaban en la dirección política. Después de la destrucción del templo de
Jerusalén (año 70 d.C.), fue el grupo que predominó entre los judíos. Este grupo sostuvo la
idea de la vida eterna, el libre albedrío y la providencia. Los saduceos, en su mayoría, venían
de familias de sacerdotes aristocráticos. El grupo se asociaba con los sacerdotes y con el
Sanedrín o tribunal judicial israelí. Negaban la vida futura y la existencia de los ángeles y
espíritus (Mt 22.23–33; Hch 23.6–8). También desaparecieron con la caída de Jerusalén. Un
grupo menor fue el de los herodianos (partidarios de Herodes; Mt 22.16), y el de los esenios.
Los esenios no se mencionan en el Nuevo Testamento; sin embargo, los historiadores y
testigos de la época (Filón de Alejandría, Flavio Josefo, Plinio), e incluso los primeros padres
de la iglesia (Justino, Clemente de Alejandría, Orígenes), reconocieron su importancia.
Cultivaban una vida comunitaria y muy organizada, los bienes eran comunes y exigían el
celibato, la rectitud moral, la modestia, los vestidos blancos, las comidas comunitarias, las
abluciones o ritos de purificación con agua, y el separarse del resto de los judíos. Creían en las
doctrinas hebreas y en la necesidad de purificarse con persistencia. Pero también tenían
muchas creencias paganas: el determinismo universal, la adoración del sol como dios, y la
reencarnación. Este grupo, como los dos anteriores, desapareció al luchar contra Roma.
Precisamente se desencadenó esta lucha en el año 66 d.C. por los celotes («los celosos»). Ellos
eran fanáticos de la libertad y de una exagerada espera en los momentos culminantes de la
vida y de la historia.
Por último, mencionaremos a un grupo importante por su influencia literaria: los maestros de
la ley (escribas, letrados o rabinos). Ellos enseñaban la religión y las tradiciones, y explicaban
las Escrituras. En su mayoría eran laicos. Enseñaban en el templo (Lc 2.46) o en las sinagogas
(Hch 15.21). Ejercían mucha influencia por su piedad y erudición. Hacían estrictas
interpretaciones de la ley, creían en cierta libertad humana, pero limitada por la providencia.
Creían en la resurrección y en los ángeles, en la venida del Mesías y en la reunión final de
todas las tribus de Israel. Su marcado carácter separatista los volvió presumidos, y con eso
disminuyeron su fuerza espiritual. Junto con los fariseos, se opusieron fuertemente a Jesús (Mt
23). Sus enseñanzas se conservaron en la llamada «literatura rabínica», escrita después del
Nuevo Testamento.
48
Aspecto literario
La literatura cristiana, ante todo el Nuevo Testamento, se inspira en el Antiguo Testamento y
en el judaísmo contemporáneo. Esto es llamativo, porque el Nuevo Testamento y los primeros
escritos cristianos se hicieron en griego. En efecto, sin importar la influencia griega, muchas
palabras, mensajes y enseñanzas corresponden al espíritu hebreo. La enseñanza era primero
oral y en arameo, luego se vertió al griego, pero conservando su cualidad judía. Así, en el
Nuevo Testamento conservamos palabras como: abbá y maranata.
El cristianismo primitivo se originó a partir del pueblo judío (Hch 2.46), y poco a poco fue
distinguiéndose de éste, hasta separarse del todo. La separación definitiva fue motivada por el
mismo mensaje proclamado: no es requisito ser judío para ser cristiano (Hch 15.1–35). Así,
muchas personas que no eran judías se integraron a la iglesia y contribuyeron a la separación
(Ro 11.11–12). Esa separación era de esperarse de todas formas, pues la fe en Jesucristo, el
Hijo de Dios, existe porque con su vida, muerte, resurrección, presencia y actuación
subsiguientes, se ha realizado un acontecimiento totalmente nuevo. Es la nueva creación (Mc
1.27; 2.21–22; Jn 13.34; Gl 6.15; Ef 2.15). Además, este nuevo acontecimiento se transmitió
con formas literarias nuevas, como los evangelios, y con la transformación de formas
tradicionales, como las cartas.
49
Al inicio, los gobernantes judíos conservaron el título de reyes, aunque estuvieran sometidos
al poder romano. El Nuevo Testamento destaca a Herodes el Grande, quien gobernó Palestina
del 37 al 4 a.C. Fue bajo su mandato cuando nació Jesús (Mt 2.1–20; Lc 1.5). Cuando Herodes
murió, el reino se dividió entre sus tres hijos: Arquelao gobernó Judea y Samaria hasta el año
6 d.C., Herodes Antipas en Galilea y Perea, hasta el 39 d.C., y Filipo en el nordeste del Jordán,
hasta el 34 d.C. (Mt 2.22; Lc 3.1). Hacia el año 6 d.C., el emperador romano Augusto quitó del
reino a Arquelao, y Judea y Samaria pasaron a ser propiedades del Imperio Romano. Los
nuevos cambios administrativos incluyeron nuevas autoridades romanas (los prefectos y los
procuradores). El más conocido de todos en la historia cristiana es Poncio Pilato, prefecto de
Judea (26–36 d.C.) que condenó a muerte a Jesús (Mt 27.1–26).
Para el año 37 d.C., el rey Herodes Agripa sustituía a Filipo, y en el 40 d.C. a Herodes
Antipas. En el año 41 d.C. Herodes Agripa extendió su dominio hacia Judea y así reconquistó
un reino tan grande como el que había tenido su abuelo Herodes el Grande (Hch 12.1–19).
Herodes Antipas murió en el año 44 d.C. (Hch 12.19–23), y con ello toda Palestina pasó a
manos de los romanos. Esto duró hasta el año 66 d.C., cuando se produjo la guerra judía (Hch
23.24; 24.27).
Entonces Roma desplegó su fuerza militar por todo Israel. Los soldados se organizaban por
«compañías», las que tenían a su cargo velar por la adoración del emperador en todo el
imperio. Diez compañías formaban una legión (unos 6.000 hombres). Los soldados debían
facilitar las conquistas y aplacar las rebeliones. Vigilaban las fiestas judías, las prisiones y las
ejecuciones (Mt 28.11–15; Lc 23.47; Jn 19.2, 23–24,34). Pese a ello, también los soldados se
acercaban a Jesús y al cristianismo (Mt 8.5–13; 27.54; Lc 23.47; Hch 10; 27.3–11). En su
carta a los efesios, Pablo compara al cristiano con un soldado romano (Ef 6.10–18).
El creciente descontento del pueblo judío hacia los romanos llegó a su punto máximo en el año
66 d.C. En ese año, los «celotes» organizaron una rebelión contra Roma. La lucha duró cuatro
años. En el primer año de guerra, Roma decidió que los gobernadores de Palestina debían
seguir siendo generales del ejército, a quienes llamaron «legados». El primero de ellos fue
Vespasiano, quien en el año 69 d.C. fue proclamado emperador. La rebelión judía fue aplacada
con la intervención de los ejércitos romanos que conquistaron Jerusalén y destruyeron el
templo en septiembre del año 70 d.C. (Mt 24.2; Lc 21.20). Esta derrota se debió a la
superioridad militar de los romanos y a las irreconciliables disputas internas de los judíos.
Con la caída de Jerusalén también desaparecieron las autoridades del Sanedrín, o Junta
Suprema de los judíos; las familias sacerdotales se vieron diezmadas, y el grupo de los
maestros de la ley empezó a desaparecer. El cargo de sumo sacerdote resultó obsoleto, al igual
que el culto del templo. Las enseñanzas religiosas, tradicionales y culturales se reorganizaron
alrededor de los rabinos y sus escuelas.
Fuera de Palestina, la iglesia cristiana supo aprovechar bien los beneficios que ofrecía el
Imperio Romano. La unidad política y cultural facilitó la rápida propagación del evangelio por
el mundo pagano (Ro 15.19, 28; 1 P 1.1). Esto se debió en parte a que en un principio las
autoridades romanas no se oponían a la práctica de la religión judía ni de la religión cristiana.
Pero cuando la fidelidad a Cristo entró en conflicto con los intereses de Roma, los primeros
cristianos empezaron a ser martirizados y perseguidos. Los cristianos se resistían a dar culto al
emperador y a sus dioses. A esto se agregó que muchas disposiciones contra los judíos
también se aplicaron a los cristianos (Hch 18.2). Esta tensa situación en que vivieron los
cristianos de los siglos I y II se refleja en 1 P 4.12–16 y en el libro de Apocalipsis, donde
Roma aparece como el enemigo número uno del cristianismo.
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Época Romana (63 a.C) Aspecto Preparatorio Para El Cristianismo:
El imperio contribuyó grandemente a la preparación del mundo para la venida de Cristo y la
extensión del evangelio (Gl 4.4). En primer lugar, produjo un sentimiento cosmopolita. La
unión de tantas razas y pueblos bajo un imperio ayudó a derribar las barreras raciales y
culturales y a unificar la raza humana. En estas condiciones el mundo habría de escuchar la
predicación de la doctrina de que en Cristo «no hay griego ni judío ... bárbaro ni escita, siervo
ni libre», sino que más bien todos los creyentes son «uno en Cristo» (Gl 3.28; Col 3.11).
Además, como ciudadano de este gran imperio que abarcaba la tercera parte de la raza
humana, Pablo pudo viajar por todas partes sin dificultades diplomáticas.
Aun más, el surgimiento del imperio contribuyó a extender el Griego como idioma universal,
proceso que ya había iniciado Alejandro Magno. «El griego», dijo Cicerón, «se lee en casi
todas las naciones». Este fenómeno facilitó la extensión del evangelio, ya que los apóstoles lo
hablaban y escribían.
En segundo lugar, el imperio trajo orden y paz al mundo (la Pax romana). Antes había habido
guerras por doquier, caos político, etc., pero la mano de hierro y la jurisprudencia romanas
acabaron con mucho de esto. Por ejemplo, Pompeyo eliminó la piratería en el mar
Mediterráneo e hizo posible viajar con relativa seguridad, lo cual facilitaría posteriormente la
actividad misional de Pablo y otros.
En tercer lugar, los romanos construyeron una extensa red de carreteras, mejor que la de
cualquier época hasta el siglo XIX. Aunque principalmente la hicieron para facilitar el
movimiento rápido de tropas, los soldados de la cruz también caminaron por ella. Ireneo (siglo
II) escribió refiriéndose al imperio: «Por su instrumentalidad el mundo está en paz y podemos
caminar por las carreteras sin temor, y navegar donde queramos» (Contra Herejías IV.xxx.3).
Sin embargo, Roma proporcionó también una preparación negativa. A pesar de su
prosperidad, la sociedad romana estaba corrompida. Por un lado había opulencia exagerada y
por otro miseria masiva. Entre el 30 y el 50% de la población se componía de Esclavos. Había
un sinfín de pobres y vagos a quienes el gobierno apaciguaba con «pan y circos». Séneca, el
maestro estoico de Nerón, se lamentaba en su época: «El mundo está lleno de crímenes y
vicios... más de lo que se puede curar con la fuerza... Los crímenes ya no se cometen a
escondidas sino ante nuestros ojos. La inocencia no solo es rara sino más bien no existe». Las
diversiones eran groseras y brutales. En los combates de gladiadores y con las fieras cada mes
morían miles de personas.
Religiosamente Roma estaba en bancarrota. Su primitiva religión politeísta, regida por un
código moral bastante alto, desapareció cuando por las conquistas del Oriente los romanos
entraron en contacto con la filosofía escéptica de Grecia y con las religiones de misterio y
sensuales de Asia. Los ricos y los intelectuales abrazaron aquella y las masas, estas. Como
resultado, Roma llegó a ser una Babel religiosa.
En la época en que nació Jesús, la indiferencia religiosa se había apoderado de la gente.
Augusto, deseando avivar el interés en la religión, fomentó el culto del emperador. Por
supuesto, este culto fue más arma política que otra cosa. Se cuenta que el emperador
Vespasiano (69–79 d.C.) en su lecho de muerte se reía de la idea de que él fuera Dios.
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BIBLIOGRAFÍA
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