La Fazenda.
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TRABAJO COLABORATIVO
Presentado por:
Presentado a:
DEISY HUACA
GRUPO 12
PRACTICA APLICADA
2019
Problemática
En estudios realizados por la federación de ganaderos del Meta se estableció que cerca de
100.000 litros de leche diarios están dejando de producir las vacas en los hatos del Meta a causa
del intenso verano o invierno que azota a esta y otras regiones del país.
Se estableció que esa merma puede estar entre el 10 y el 20 por ciento de disminución en la
producción total de leche, que alcanza los 500.000 litros diarios, en la zona, los efectos del
cambio climático son cada vez más notables. Veranos más intensos y prolongados, escasez de
lluvias en meses donde se suponía iba a llover, fuertes heladas e incendios forestales son
episodios que se presentan cada vez con mayor frecuencia y que afectan significativamente los
pastos y forrajes.
Contrario a otros sectores del país, en los llanos orientales la gran mayoría de fincas no cuentan
con sofisticados sistemas de riego, no tienen como contrarrestar esos efectos climáticos y tienen
que sufrir duramente inclemencias del tiempo.
Si bien hay cosas que resultan obvias y que se observan al ver a los animales expuestos a la
lluvia, hay otras que tal vez se desconocen, por lo que cabe preguntarse de qué forma los bovinos
se ven afectados por estos factores.
Los temas ambientales y su impacto sobre el bienestar y la producción de los animales están
cobrando cada vez mayor relevancia, no sólo a nivel nacional sino mundial. El efecto del clima
que el productor observa con más claridad e inmediatez es la falta de alimento o, bien, la merma
en su calidad. Sin embargo, el clima también afecta directamente a los animales, modificando su
comportamiento, metabolismo y uso de la energía consumida.
Las temporadas de lluvias, fríos y fuertes vientos son mucho más frecuentes y nos acompañan
por un tiempo mucho mayor, transformándose probablemente en el mayor desafío para el animal
y el productor.
Lo primero que se debe tener en cuenta es que los bovinos, al igual que muchos otros animales,
requieren mantener su temperatura corporal dentro de un cierto límite (37,5 - 39,5ºC), puesto que
en este rango se optimizan los procesos metabólicos (reacciones bioquímicas a nivel celular).
Alejarse de este rango implica una disminución del metabolismo y un aumento de los
requerimientos de energía de mantención.
A diferencia de lo que se pueda pensar intuitivamente, cinco son las variables meteorológicas
que determinan mayormente el ambiente térmico y el confort de un animal: la temperatura
ambiental, la radiación solar, la velocidad del viento, las precipitaciones y la humedad relativa.
En el caso del periodo invernal, el efecto directo de las precipitaciones sobre los animales cobra
mayor relevancia, particularmente las lluvias y, en menor medida, la nieve. La lluvia, por
ejemplo, moja a los animales, mientras que la presencia de viento favorece la rápida pérdida de
calor. Además, la lluvia contribuye a la formación de barro, otro factor de relevancia en el
invierno.
El barro también tiene un marcado rol en el balance térmico del ganado, ya que, si el animal no
tiene un lugar seco donde echarse, terminará con el barro adherido a su pelaje. En esa situación
se repetirá lo que ocurre con la lluvia, es decir, el animal seca ese barro con su calor corporal,
destinando parte de la energía consumida en la dieta para este propósito. Lo anterior resulta en
menos energía para procesos de producción (leche o carne) y se refleja en menores temperaturas
corporales, las que suelen medirse como temperaturas rectales, timpánicas o vaginales.
Si cuenta con acceso a datos meteorológicos, podrá calcular el índice de confort térmico, el
índice comprensivo del clima (CCI, de sus siglas en inglés). Este índice sirve tanto para ser
utilizado en el periodo de lluvias como estival (Cuadro 1) y corrige la temperatura ambiental en
base a tres variables meteorológicas: la velocidad del viento, la radiación solar y la humedad
relativa, por lo que se expresa en ºC, una unidad con la cual estamos bastante familiarizados. Con
esta información es posible saber el riesgo al que están expuestos los animales (Cuadro 1). En
estudios realizados, en la zona de los llanos, se ha validado este índice observando que cuando
las categorías son de estrés “medio”, las temperaturas timpánicas de los animales descienden
respecto de la categoría “normal”. Por ello, resulta ser una buena herramienta para determinar el
estatus térmico del animal y su riesgo a estrés.
Invierno
Alta Baja
¿QUE HACER?
Una de las principales medidas que se puede adoptar para subsanar este problema es proveer a
los animales un lugar seco (o con mínimo barro) en el que pueda echarse. Si hablamos de una
engorda en potrero de sacrificio o corral, implica aprovechar pendientes naturales o bien fabricar
un montículo en el potrero, considerando unos 2,5 m2 por animal, con el fin de que no estén
sumidos en el barro. También es importante contar con un sistema de drenaje para la eliminación
de la escorrentía de la lluvia, es decir, sacar el agua del potrero o corral, evitando la formación de
pozas o charcos.
Una segunda medida es contar con cortinas cortavientos (naturales o artificiales). Y es que como
se mencionó anteriormente, el viento es un factor de gran relevancia en época de lluvias. Por
ello, se deben aprovechar los bosquetes naturales o bien evaluar la instalación de cortavientos,
aunque siempre pensando en alternativas de bajo costo. Cabe señalar que si los cortavientos son
permanentes (fijos), podrían ser negativos durante el periodo de verano, donde lo que se busca es
justamente refrescar a los animales.
Una tercera alternativa es apuntar a la modificación de la ración para mejorar el balance térmico
de los animales. Nuestros estudios indican que la temperatura de los animales se encuentra en
estrecha relación con la cantidad de energía metabolizable consumida. Esto contradice lo que
señala la literatura, de que en invierno se debe privilegiar dietas más ricas en forrajes fibrosos,
que promuevan la generación de calor por la vía del calor de fermentación. Sin embargo, estas
dietas, en general, son de mayor costo, ya que en ellas se agrega algún tipo de grano o
subproducto.
Finalmente, si las condiciones son completamente adversas y la geografía de la zona implica que
los inviernos sean frecuentemente lluviosos y ventosos, entonces se debe evaluar la factibilidad
de construir una infraestructura de carácter permanente (por ejemplo, galpones de engorda), en la
cual los animales pasen el invierno.
Analizar los aspectos que presentan las diminución en el nivel de producción de leche
en la compañía AGROPECUARIA ALIAR S.A”LA FAZENDA” y que estrategias se
pueden generar que asegure la producción y el bienestar animal.
Objetivos Específicos