Manual Altura Perú Con Marca de Agua

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INTRODUCCIÓN
El manual que tiene en sus manos está diseñado como herramienta de apoyo a
la formación específica del curso Seguridad, Trabajos en Altura.

En la actualidad gran parte de las actividades desarrolladas tanto en


edificación como en industria, se dan lugar en altura; con este trabajo
pretendemos ofrecer las soluciones para que el profesional pueda convivir con
la altura sin que ésta suponga un riesgo para su salud.

Presentamos los materiales y las técnicas de trabajo de forma objetiva, sin


asignar- los a una tarea o gremio concreto, es labor de la empresa, junto con
sus técnicos y operarios establecer y concretar los me- dios y los métodos
necesarios para cada trabajo, respetando los criterios de seguridad
establecidos en este curso y la legislación vigente de referencia.

Es en la práctica intrínseca a este curso en la que, tras el desarrollo de los


cimientos de seguridad comunes a todas las actividades profesionales en
altura, nos centraremos en unas u otras técnicas de- pendiendo de la rama
profesional de los alumnos.

Por último, remarcar que la mera lectura de este texto, sin la realización del
curso para el que está diseñado, aporta una gran información pero no otorga
la capacidad de llevar a la práctica los conocimientos y técnicas descritas.
Los autores y la empresa, por lo tanto, declinan toda responsabilidad por un
uso incorrecto o una mala interpretación de lo expuesto en el presente
manual.

LEGISLACIÓN
La Prevención de Riesgos Laborales forma parte de la actividad profesional a
todos los niveles, cuando descuidamos cualquiera de estos niveles, estamos
dando oportunidades al error. TODOS tenemos derechos y obligaciones,
debemos exigir y cumplir.
Se crean derechos y obligaciones que imponen al empresario conocer a fondo
la normativa en materia de prevención, y actuar en consecuencia.
Las leyes que afectan al operario son numerosas, amplias y explícitas y
evolucionan junto con nuestro entorno laboral; por ello, en este manual,
nos limitaremos a nombrar la normativa de referencia que nos afecta como
empresas y profesionales de los trabajos en altura.

Nuestra filosofía de empresa, y como tal de trabajo, nos obliga a actuar en


todas nuestras obras con la máxima seguridad, tanto para trabajadores, medios
e instalaciones y Medio Ambiente.
Para la realización del curso objeto de este documento, se cumplirán las
obligaciones legales en materia de seguridad y salud laboral según la Ley
Peruana:
Ley 29783 Ley de Seguridad y Salud en el Trabajo.
Ley 30222 Ley de modificación de la ley 29783.
DS nº 003-98 SA
DS nº 009-97 SA
En el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en
sistemas personales para la detención de caídas, así como normativa
internacional ANSI.
NORMAS BÁSICAS DE SEGURIDAD
Primará la utilización de equipos de protección colectiva ante los
equipos de protección personal.
Se deberá limitar en lo posible el
tiempo de exposición al riesgo de
caída; en este sentido, se organizará
el trabajo de manera que se li-
miten las operaciones en altura,
realizando el máximo de trabajos en
niveles inferiores.

Para la realización de trabajos en


altura, se requerirá la participación
mínima de 2 operarios con el
objetivo principal de garantizar la seguridad y posible asistencia
in- mediata en caso de que se produzca un accidente.

Los dispositivos anticaídas sobre líneas de vida tanto rígidas


como flexibles, no son compatibles entre sí. Esto significa que,
para cada línea de vida, necesitaremos su dis- positivo
específico, como un componente más del sistema. Por lo tanto
queda prohibida la utilización de dispositivos incompatibles con
la de la línea de anclaje.

Es importante mantener el orden, limpieza y organización en el


lugar de trabajo, especialmente
cuando nos encontramos en
altura. Esto facilita el empleo de
los equipos de protección,
evitando errores y maniobras
innecesarias y previniendo las
caídas de ob- jetos y
herramientas. Una zona de
trabajo desordenada suele ser la
causa más habitual de tropiezos
y caídas al mismo nivel. Hay

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que señalar que una caída al mismo nivel, normalmente sin
consecuencias graves, producida en altura puede desembocar
en una caída a distinto nivel
muy peligrosa.
Antes de comenzar el
trabajo sobre grúas, zonas
de tránsito rodado o donde
una maquina- ria pueda
provocarnos un accidente el
equipo de trabajo actúa
para tener los mandos de la
maquinaria y colocará
señales de no
accionamiento. Se cortara la
electricidad si fuese
necesario o si se trabaja cerca del embarrado.

Tanto el ascenso como el descenso deberán realizarse con un


ritmo pausado y uniforme. Esto evitará resbalones, fallos de
coordinación y fatiga. No debemos dudar en parar- nos en
mitad de una escalera de gato o cuando nos sintamos
cansados. En este caso es obligatorio recurrir al cabo de anclaje
de posicionamiento y quedarse completamente sujeto con él mientras
nos relajamos y recuperamos la respiración.
Limitar y señalar la zona de trabajo, impidiendo el acce- so a toda
persona ajena a la obra o carente de los equipos de protección o
conocimientos necesarios.
Antes de desarrollar las diferentes maniobras, vemos un resumen de
las normas que hay que tener en cuenta y ejecutar correctamente
cuando la situación lo requiera:

Antes de comenzar el trabajo se realizará una inspección visual de los


equipos de protección que se vayan a utilizar. Ante cualquier anomalía,
se descartará el equi- po en cuestión. Se guardará para,
posteriormente, realizar un examen exhaustivo del mismo.
El sistema anticaídas elegido permitirá estar sujeto como mínimo a un
punto de an- claje seguro (resistencia mínima 22 KN), y siempre que

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sea posible se estará anclado a dos puntos. Los puntos de anclaje
estarán situados por encima de la cabeza del trabajador, o en su
defecto, en el punto más alto posible.

Una vez colocados los dispositivos de seguridad sobre los puntos de


anclaje o líneas de vida, se comprobará su correcta colocación y
funcionamiento antes de empren- der el ascenso o descenso.

Una vez terminado el trabajo, se recogerán de manera ordenada los


equipos utiliza- dos, realizando una nueva inspección visual, para
notificar cualquier anomalía que se detecte.
Siempre se debe recordar que no se puede utilizar el equipo anticaídas
para otro uso diferente a aquel para el que ha sido diseñado ni realizar
modificaciones de los compo- nentes. Deben respetarse en todo
momento las indicaciones de los fabricantes.

Por último y no menos importante, no se debe utilizar un equipo de


protección anticaídas sin conocer su funcionamiento y características.
Las personas que manejen éstos equipos deberán estar formadas en
su manejo prestando atención a las indicaciones del fabricante
incluidas en el manual de instrucciones..

EQUIPO PERSONAL DE TRABAJO


Según lo indicado en el Decreto Supremo Nº 594 los Elementos de Protección
Personal en los lugares de trabajo sean estos de procedencia nacional o
extranjera deberán cumplir con las normas y exigencias de calidad que rijan en
tales artículos según su naturaleza, de conformidad a lo establecido en el
Decreto Nº 18 de 1982 del Ministerio de Salud.

Siempre utilizaremos para trabajar equipo con marcado CE (Conforme


Exigencias) y que cumpla las normas exigibles EN….

Cualquiera que lea este manual se dará cuenta que continua- mente hacemos
referencia a las normativas EN; éstas son Nor- mas Europeas que detallan
especificidades técnicas, basadas en los resultados del desarrollo tecnológico
y de la experiencia, así como del acuerdo entre todas las partes interesadas e
involucradas en la actividad o actividades que afectan a cada una de las
normas. A efectos prácticos, son las que nos garantizan que el material que
utilizamos está probado y cumple con las necesidades exigibles al tipo de

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actividad para la que se certificó.

A cada una de las actividades que


realicemos le afectarán unas u otras
normas; debemos escoger por lo tanto
aquellos materiales certificados que se
ajusten a nuestras necesidades.
Se deben efectuar las correspondientes
pruebas de ensayo para comprobar que
todos los elementos susceptibles de
preservar de los riesgos que afectan a
caídas de altura duran- te la instalación o
uso de líneas de vida, sistemas de
seguridad anticaídas o Equipos de
Protección Personal. (E.P.P.), se
comportan correctamente.

1. Clasificación
La gran variedad de equipo que se utiliza para la protección del riesgo
de caídas en al- tura ha obligado a crear clasificaciones que ayuden a
su organización y descripción. Nos encontramos con las siguientes
familias:
1.1. Arneses: 1.5. Absorbedores de energía
1.1.1. Tipo A: Arneses 1.6. Dispositivo anticaídas
anticaídas deslizante sobre línea
1.1.2. Tipo A, P y D: Anticaídas, de anclaje rígida
de Posicionamiento y
1.7. Dispositivo anticaídas
descenso controlado
deslizante sobre línea
1.2. Dispositivos de anclaje de anclaje flexible
1.3. Conectores 1.8. Dispositivo anticaídas
1.4. Elementos de amarre retráctil
1.9. Casco

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1.1. Arneses

Diseñados para repartir el peso del


cuerpo en situación de caída o
suspensión, o para retener el movimiento
del cuerpo antes de la caída; se
suministran con embalaje, marcado e
instruccio- nes de uso. Incluyen los
cinturones y los arneses anticaídas y de
suspensión.
Deben estar diseñados de manera que, en
con- diciones normales, se pueda trabajar
de la forma más cómoda posible sin
perjuicio de la seguridad; esto implica
ligereza, pero con solidez, así como un
estudio ergonómico en su fabricación.
Deben ser de fácil colocación y ajuste, y por supuesto, deben mantenerse en
su posición durante el trabajo teniendo en cuenta factores ambientales,
movimientos, posturas de trabajo… La adaptación del arnés al somatotipo
del usuario debe asegurarse mediante los sistemas de regulación o la
variedad en las tallas.
La carga máxima permitida para el uso de estos elementos es de 100 kilos
mas equipo.

Características comunes
Han de tener características comunes a cumplir respecto a los materiales,
diseño y cons- trucción:

Las bandas y los hilos deben estar fabricados con fibra sintética virgen,
mono o multi- filamento, apropiadas para el uso previsto, debiendo
acreditar una resistencia mínima a la rotura de 0,6 N/tex.

Los hilos empleados en las costuras deben ser físicamente compatibles


con las bandas y sus calidades comparables a estas. Su color debe
presentar contraste para facilitar el examen visual.

El diseño debe permitir su utilización sin molestias injustificables.


Las hebillas para el ajuste y cierre deben permanecer accesibles para el

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usuario y fun- cionar de manera eficaz. Cuando se accionen y, una vez
ajustados correctamente, no debe ser posible que se abran o aflojen
de manera fortuita. Es recomendable que tenga facilidad de ajuste ya
que en muchas ocasiones debemos jugar con la longitud de las cintas
dependiendo si requerimos el uso del arnés o simplemente lo
llevamos puesto.
Posibilidad para realizar un examen visual de todos los elementos.

Las partes metálicas no deben presentar signos de corrosión que


puedan afectar al funcionamiento, cuando se sometan al ensayo de
niebla salina durante 50 horas.

1.1.1. Arneses anticaídas, tipo A


Son los componentes destinados a sujetar el
cuerpo en un sistemas anticaídas, destinado a
detenerlas.
Los elementos de los arneses deben estar
dispuestos de forma adecuada sobre el cuerpo
de una persona para repartir la fuerza de
choque durante una caída y sostenerla en una
posición correcta después de la detención de
esta. Las bandas principales (anchura mínima
40 mm) son las encargadas de cumplir esta
misión.

Los elementos de enganche del arnés


anticaídas pue- den estar situados de forma
que, durante la utiliza- ción del equipo, se
encuentren por encima del centro de gravedad
del cuerpo, de tal manera que dificulte la
posibilidad de quedar bocabajo.

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1.1.2. Arneses anticaídas y de descenso controlado, Tipo A,
DyP
Están destinados a ser utilizados en los sistemas de sujeción y retención cuan-
do se requiera mantener el peso del cuerpo sobre el arnés de forma
continuada; en este caso el punto de conexión del arnés con la cadena de
seguridad será la anilla ventral, ésta no ha de ser utilizada para la detención
de caídas, normalmente cumplen la normativa de arnés anticaídas.
Las perneras y el cinturón de estos
arneses es- tán configuradas de tal
manera que permiten sostener el
cuerpo de una persona consciente en
posición sentada, de una forma
mucho más con- fortable que los
arneses anteriormente mencio- nados.
Las partes del arnés destinadas a
transmi- tir la carga deben tener una
anchura de 43 mm (cinturón y casi la
mitad trasera de las perneras) y debe
tener al menos un elemento de
engan- che situado en el centro de la
parte delantera, pudiendo
opcionalmente disponer de
enganches laterales según se indica
en la EN 358.

Los ensayos de comportamiento dinámico y resistencia estática de los


arneses vienen descritos en la EN 364.

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Anclarse correctamente

Anilla dorsal: se utilizará como elemento de


retención sin restricciones y como unión al sistema
anticaídas siempre que la distancia máxima de caída
libre sea superior a 0,6 metros o 4 kN de fuerza de
detención.

Anilla esternal: la utilizaremos como elemento de


retención sin restricciones y en aquellas situaciones
que exista posibilidad de caída siempre que esta
sea menor a 0,6 metros o 4 kN de fuerza de
detención. Tanto la anilla dorsal como la esternal al
tener el punto de anclaje más elevado con respecto
a nuestro centro de gravedad, dificulta la
posibilidad de terminar boca abajo. Puntualmente
y manteniendo los pies en el suelo, podríamos
utilizarlo en las situaciones en las que el arnés
tenga que soportar nuestro peso.

Anilla ventral: la utilizaremos en las situaciones


de suspen- sión y siempre acompañado de un
sistema anticaídas conectado a la anilla dorsal o
esternal. La anilla ventral se puede ocupar como
elemento de posicionamiento sin restricciones.

Anillas laterales: las utilizaremos en las situaciones


en las que el arnés tenga que soportar nuestro peso,
siempre que nuestros pies mantengan contacto en un
punto fijo y seguro. Los arneses desti- nados a este
uso deberán disponer de enganches laterales según se
indica en la EN 358. Dentro de la clasificación de
equipos especificada por la ISP, los arneses que
incluyen estas anillas son los de tipo P.

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1.2. Dispositivos de anclaje
La EN 795 regula los dispositivos de anclaje, anclajes únicos o líneas de anclaje
o de vida. Merecen un capítulo aparte y los detallaremos más adelante en el
siguiente capítulo sistemas anticaídas.

1.3. Conectores
EN 362, corresponden a elementos de conexión de dos tipos:

Tipo gancho Tipo mosquetón

Para evitar la posibilidad de apertura involuntaria, los conectores


deben ser de cierre automático y de bloqueo automático. Sólo deben
poder desengancharse, como
mínimo, mediante dos acciones
voluntarias y consecutivas.
Deben resistir el ensayo de
resistencia estática de 20 kN, sin
desgarramiento ni rotura. No deben
tener elementos afilados o rugosos
que puedan cortar, desgastar por
fricción o dañar de cualquier otra
forma las cuerdas, bandas o cintas.
Recomendamos una resistencia
longitudinal mí- nima de 22Kn con
el gatillo cerrado y 6 kN con éste
abierto, además de un grosor
mínimo de 10mm.
Están diseñados para trabajar sobre

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el eje longitudinal; cualquier carga que se ejerza fuera de ese eje es
incorrecta.

OK! NO! NO! NO! NO!

1.4. Elementos de Amarre


Nos permitirá mantenernos conectados a un
punto de anclaje, a líneas de vida y a
estructuras. También se usa como elemento de
retención del movimiento.
EN 354, pudiendo ser de longitud fija o
regulable, este elemento nos une a los anclajes,
permitiéndonos mantener una distancia a ellos
sin perjuicio de la seguridad. Según la
normativa NCh 1258/1 estos elementos no han
de exceder de los 1,8 metros de longitud. Puede
estar constituido por una cuerda de fibras
sintéticas, un cable metálico, una banda o una
cadena.

Para evitar la salida accidental del cabo, si se


usa en el elemento de amarre un dispositivo de
regulación, los extremos deben disponer de un
tope final.

Los cables metálicos para elementos de amarre


deben de ser de acero, cerrados con plomada, no
con perrillos .Las cadenas deben ser de una
métrica de 6mm mínimo, y todos sus eslabones
compatibles entre sí y certificadas por el
organismo competente.

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La resistencia estática para los elementos de amarre con material textil se
ensaya con una fuerza de 22 kN, mientras que los de tipo metálico deben
resistir una fuerza de 15 kN, sin desgarramiento ni rotura de ninguna de sus
partes EN 364.
Los conectores para los elementos de amarre deben cumplir con la EN 362.
Hemos de organizarlos de tal manera que no interfieran en nuestra
movilidad y puedan provocar tropiezos.

En el caso de hacer trabajos en caliente que pudieran cortar el cabo de


anclaje, deberemos, obligatoriamente, añadir a la cadena de seguridad
un cabo de anclaje metálico tipo cable o cadena.

Ante la posibilidad de que el cabo de anclaje haya de soportar una caída,


hemos de añadir a la cadena de seguridad un absorbedor de energía.

1.5. Absorbedores de energía


A partir de 6 kN de fuerza de cho- que sobre nuestro cuerpo podemos
sufrir lesiones por lo que necesi- tamos un absorbedor de energía
capaz de asumir el sobresfuerzo
producido en la caída,
permitiendo así, que nuestro
cuerpo no sufra tanto impacto,
el absorbedor rea- liza esa
acción descosiéndose al
soportar aproximadamente
unos 4,5kN.

Factor de caída: la fuerza de


cho- que que recibe el cuerpo,
es la re- lación entre la longitud
de la caída y la longitud del
amarre utilizado para detenerla,
cuanto más alto sea el factor
de caída, mayor fuer- za de
choque tendrá que soportar
nuestro cuerpo tras la caída, por
lo tanto debemos minimizar en
todo lo posible este factor

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mediante la reducción de la longitud de la caída, anclándonos en la
medida de lo posible en el punto más alto, fiable, del que
dispongamos.

EN 355 podemos encontrarlos integrados en los cabos de anclaje, en


las líneas de vida, separados... En todos los casos, están diseñados para
absorber la energía cinética desarrollada durante una caída,
absorbiéndola, mediante la rotura de las costuras del dispo- sitivo,
antes de llegar a nuestro cuerpo.

Hemos de tener muy en cuenta, a la hora de trabajar, en altura que la


longitud de la caída va a depender de las propiedades del absorbedor; en
algunos casos al descoserse puede aumentar su longitud como máx. 1,5
metros. Conclusión: en los lugares de riesgo de caída en altura, pode-
mos llegar a necesitar 5-6 metros sin obstáculos de tal manera que nada
interfiera en nuestra caída.

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1.6. Dispositivo Anticaídas deslizante sobre línea de
anclaje rígida
Generalmente incorporado o integrado a escaleras o peldaños
adecuadamente fijados a una estructura.

La línea de anclaje rígida puede estar constituida por un carril o por un


cable metálico (diámetro mínimo 8 mm), debe estar fijada a la estructura
a unos intervalos establecidos de tal manera que se minimicen los
movimientos laterales y diseñada para permitir el desplazamiento del
dispositivo deslizante en las direcciones especificadas e imposibili-
tando que se suelte de forma involuntaria. Todos los puntos de
enganche y desenganche estarán equipados de un tope final para evitar
que se pueda salir de forma involuntaria. El dispositivo anticaídas
deslizante combina un mecanismo de bloqueo automático con otro de
desplazamiento que le permite moverse a lo largo de la línea de anclaje
acom- pañando al usuario, sin requerir intervención manual, durante los
cambios de posición hacia arriba o hacia abajo y se bloquea
automáticamente sobre la línea de anclaje cuan- do se produce una
caída.

Estos sistemas han de ocuparse simultáneamente por un solo operario.

Los parámetros para el ensayo de comportamiento dinámico son:


Fuerza de frenado Fmax < 6 kN y la distancia de parada H < 1 metro.

1.7. Dispositivo anticaídas deslizante sobre línea de


anclaje flexible

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EN 353-2, semejante al descrito
anteriormente, salvo porque la línea de
anclaje es flexible, debe dotarse de un
tope final, o ser capaz de ajustarse a un
tope final, para evitar que el dispositivo
anticaídas deslizante se separe
involuntariamente.

Este dispositivo anticaídas puede estar


dotado de un mecanismo de apertura,
si es así, este mecanismo debe estar
diseñado de forma que solo pueda
abrirse o cerrase mediante, al menos,
dos acciones manuales y consecutivas
voluntarias.

El bloqueo de este dispositivo debe fun- cionar con solo cargarle 5Kg y
perma- necer bloqueado hasta que sea soltado de forma voluntaria.
Como elemento textil
deben soportar una fuerza
mínima de 22 kN y las líneas
de anclaje metálicas 15 kN.
Por lo demás, el
funcionamiento es idéntico
al caso anterior e incluso los
parámetros para el ensayo
de compor- tamiento
dinámico son los mismos.

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1.8. Línea de Vida Autoretráctil.
EN 360. Incorporan una función de bloqueo
automático y un mecanismo de recogida
automática del elemento de amarre, lo cual hace
que éste mantenga cierta tensión.
El propio dispositivo puede integrar un medio
de disi- pación de energía o bien incorporar un
absorbedor de energía en el elemento de
amarre retráctil; los encon- tramos en los
mercados tanto textiles como metálicos y sus
longitudes varían normalmente de 2 a 30
metros. Encontramos también en el mercado
modelos que in- tegran una manivela para
poder realizar maniobras de recuperación del
operario.
En el caso de sufrir una caída, la velocidad de
salida del cable o cinta supera un límite tras el cual se acciona el mecanismo
de frenado que bloquea el tambor interno del apa- rato y por lo tanto la
caída.
Hemos de tener cuidado cuando trabajemos fue- ra de la vertical del
dispositivo ya que no todos están pensados para este tipo de maniobras. De-
bemos conocer el ángulo con respecto a la verti- cal del anclaje, sobre el que
el fabricante asegura el bloqueo del dispositivo, y limitar su uso a éste. En su
extremo habrá un conector para su enganche al arnés, este enganche se realizará
normalmente en la anilla dorsal del trabajador y si existe la posibilidad de caída en
la que el trabajador quedaría suspendido se valorará la utilización de la anilla
esternal.
El funcionamiento es similar a los dos casos anteriores y los
parámetros para el ensayo de comportamiento dinámico son idénticos
a los reseñados.

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1.9. Casco
Aunque no sea un dispositivo anticaídas, no podemos dejar de comentar su
importancia e incluirle en esta sección; la
función del cas- co es proteger a la persona de
los siguientes riesgos:
Impacto por caída de materiales.
Posibles golpes recibidos en una caída.
Proyecciones de partículas u objetos
pequeños.
Dentro de los límites de la comodidad, ha de estar
lo más ajustado posible sin que haya posibilidad
de que deje la cabeza libre o se caiga en el caso
de que se enganchara o golpeara con algo; por lo
tanto es de suma importancia que el casco esté
dotado de barboquejo y, para no limitar el campo
de visión y evitar golpes fortuitos, se recomienda
que no posea visera.

PROTECCIONES COLECTIVAS, SISTEMAS


ANTICAÍDAS
Se define la protección colectiva como
aquella que protege simultáneamente a
varios traba- jadores frente a una
situación peligrosa deter- minada. Trata
de proteger frente a las conse- cuencias
de la materialización de un accidente
aunque, en muchas ocasiones, no lo
previe- ne. P revalecerán ante otras
medidas como la utilización de los
equipos de protección personal.
1. Protección anticaídas de altura. Dispositivos de
anclaje
Por dispositivos de anclaje entendemos aquellos puntos que nos van a
permitir anclarnos con nuestro EPP, de tal manera que podamos trabajar
seguros en lugares donde exista riesgo de caída a distinto nivel.
Están destinados exclusivamente a ser usados con nuestros EPP anticaídas. Se
clasifican así:

Clase A1: incluye los anclajes estructurales para


fijar permanen- temente sobre superficies
verticales, horizontales e inclinadas

Clase A2: anclajes estructurales para ser fijados


sobre tejados inclinados.

Clase B: incluye los anclajes provisionales


transportables.

Clase C: incluye los anclajes equipados con líneas de


anclaje flexibles horizontales. Generalmente incorpora
anclajes estruc- turales (A1), terminales e intermedios y
punto de anclaje móvil.

Clase D: son aquellos anclajes equipados con carriles


rígidos horizontales sobre los que desliza un punto de
anclaje móvil.

Clase E: Incluye los anclajes de peso muerto


utilizables sobre superficies horizontales. Se trata de
una norma muy detallada y compleja que incluye los
requisitos de ensayo aplicables con las configuraciones
incluidas en la EN 364.
Esta norma no es aplicable a los ganchos proyectados, a las pasarelas proyectadas
ni a los puntos de anclaje fijos que forman parte de la estructura original.
Cuando los sistemas anticaídas se utilicen en las condiciones previstas, la distancia de
caída vertical del usuario será la menor posible y libre de obstáculos, sin alcanzar la
fuerza de frenado, el umbral de aparición de lesiones corporales, ni el desgarro o
rotura de cualquier componente. Después de la detención, debe asegurar una posición
correcta del usuario en la que pueda, dado el caso, esperar ayuda.

2. Líneas de Vida. Clasificación


Dentro de los medios de protección colectiva, encontramos diferentes sistemas que
ofrecen protección anticaídas de altura a los trabajadores.

Existen diferentes tipos de sistemas anticaídas, entre otros:

Líneas de vida rígidas.

o Líneas de vida horizontales,


o Línea horizontal de cable.

Líneas de vid a v er ti cal e s

o Línea vertical de cable,


o Línea vertical de carril con
o sin escalera integrada,
o Líneas de vida flexibles.
o Líneas de vida móviles.
o Puntos de anclaje.

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2 .1 . Línea de vida rígida

Una línea de anclaje rígida debe estar


constituida por un carril o un cable
metálico. Para evitar los mo- vimientos
laterales, la línea de anclaje rígida
debe fijarse a una estructura a
intervalos establecidos. Si la línea de
anclaje rígida está formada por un
cable metálico, debe estar firmemente
asegurada y tensa sobre una
estructura.
Los usuarios deben conocer la
técnica de acceso, la necesidad de
uso de un anclaje móvil, los equi- pos
de conexión compatibles y estar
formados para saber utilizar el
sistema anticaídas asociado a la
línea.

Se debe tener planeado cómo evacuar a una persona que se ha


quedado suspendida de una línea de vida después de sufrir una caída,
ya que una persona inconsciente o inmóvil puede fallecer en cuestión
de minutos.

2 .1 .1 . Líneas de vida horizontales

Su objetivo es asegurar a los operarios en los trabajos de altura


logrando una gran liber- tad de movimiento. Se establece que no
estarán ocupadas por más de dos operarios simultáneamente. NCh
258.
Las líneas de vida, y con ellas sus anclajes intermedios, están
concebidas de tal manera que permiten desplazarse sin que el
operario deba desconectarse en ningún momento. La instalación se
realiza de tal forma que permita el desplazamiento por toda la zona de
trabajo.

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a) Línea Horizontal de cable
Su objetivo es asegurar a los operarios en los trabajos de altura logrando una
gran liber- tad de circulación. Un carro recorre el total de la línea que está
fijada permanentemente en la estructura.

El carro está conectado por un elemen- to de unión, bien elemento de amarre


con absorbedor o bien un anticaídas. El operario se puede desplazar por
toda la línea con toda seguridad.

Utilizadas normalmente en cubiertas, fachadas, racks de tuberías…

b) Línea Horizontal de carril

Dispositivo de anclaje equipado con un


soporte de seguridad rígido horizontal.

Un carro recorre el total de la línea que está


fijada permanentemente en la estructura. En
todo el recorrido debe proporcionar total
seguridad, y permitir al trabajador
desplazarse sin necesidad de liberar su
conexión a la línea. Este sistema tiene la
particularidad de ser uti- lizado también
como sistema de suspensión.

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2 .1 .2 . Líneas de vida verticales.

Son consideradas EPP y


sólo pueden ser utilizadas
por una sola persona.
A raíz de un accidente
producido el 19 de marzo
del 2010 los representantes
del Reino Unido consideran
que con los ensayos de
caída descritos en la
norma EN 353-1:2002 no
se valida la efectividad del
sistema en determinadas
condiciones, como puede
ser el supuesto de una caída “hacia atrás” o una “caída lateral”, lo que
entraña un riesgo signi- ficativo de que el dispositivo no funcione de
forma correcta. Además, tiene una serie de objeciones hacia las
especificaciones relativas a las instrucciones de uso.

Por todo ello, la objeción formal de la norma presentada por Reino


Unido tuvo como resultado la publicación de una Decisión de la
Comisión Europea el 23 de Marzo de 2010 mediante el que se retiraba
la presunción de conformidad a esta norma.

a) Línea Vertical de cable


Acceder al puesto de trabajo mediante
escaleras constituye un riesgo. Las líneas de
vida de cable tienen como objetivo asegurar
al trabajador durante su recorrido de ascenso
y descenso por la escalera, impidiendo su
caída en caso de fallo en la progresión.
Un cable recorre toda la longitud de la escalera,
a uno de los lados de ésta o por el centro, y
servirá de soporte de anclaje con un anticaídas
móvil di- rectamente al punto de anclaje

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esternal del arnés. El anticaídas se desliza sobre el cable, mientras asciende
o desciende el operario y se bloquea automáticamente en caso de caída.

El punto de anclaje superior debe soportar todos los esfuerzos generados


en caso de una caída. El punto de anclaje inferior está destinado única-
mente para asegurar la tensión del cable. La fuerza de ensayo se realiza con
cargas de 15 kN para acero y 22kN para cuerda y cinta.

b) Línea Vertical de carril con o sin escalera


integrada EN 353 1/2

Estas líneas de vida están instaladas en


diferentes tipos de escaleras; en algunos
casos, las encontramos con escalera
integrada que consiguen crear un acceso
al lugar de trabajo y asegurar al usuario
mientras asciende o desciende.

Uno de los lados del carril permite fijar la


línea a la pared a través soportes, mientras
que el contrario está equipado de un plano
sobre el que circulan los carros como
anticaídas verticales.

El carro va directamente anclado al punto


de ancla- je del arnés anticaídas a través
de un mosquetón.

El carro se desliza sobre el carril y se


bloquea auto- máticamente en caso de
caída.

2 .2 . Línea de vida flexible. Líneas de vida móviles

El conjunto está formado por una línea de anclaje flexible, un


dispositivo anticaídas des- lizante y/o un conector o un elemento de
amarre terminado en un conector.

Se destina a lugares en los que se realizan tra- bajos esporádicamente;

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el acceso para su instalación
no conlleva ningún riesgo
de caída y los anclajes están
preparados para tal efecto.
En cualquier otro caso, su
instalación queda restringida
a personal especializado.

No encontramos líneas de
vida textiles de más de 20
metros por lo que, para
proteger una lon- gitud
mayor, deberemos, desde un
anclaje ade- cuado, continuar
con una nueva línea de vida. Hemos de informarnos también del
número de personas que pueden utilizar esa línea de vida
simultáneamente, ya
que depende del
modelo, encontraremos
variaciones desde 1 a 4
operaríos según
fabricante, aunque se
establece que no
estarán ocupadas por
más de dos operarios
simultáneamente.

Las horizontales,
permiten desplazarse
con toda seguridad en
todo su recorrido.
Una línea de anclaje flexible debe estar constituida por una cuerda de
fibras sintéticas.

25
Si es vertical, debe estar fijada
en un punto de anclaje superior y
debe estar dotada de un tope final,
o ser capaz de ajustarse a un tope
final, para evitar que el dispositivo
anticaídas deslizante se separe, de
modo involuntario, de la línea de
anclaje.
Los dispositivos anticaídas
deslizantes se desplazan, a lo
largo de una línea de ancla- je,
acompañando al usuario sin
requerir su intervención manual
durante los cambios de posición
hacia arriba o hacia abajo. Se bloquea automáticamente sobre la línea
de anclaje cuando se produce una caída.

2 .3. Puntos de anclaje.


Utilizados para proteger al trabajador anticaí-
das de altura y facilitar puntos de instalación
de sistemas de acceso vertical.

Los tipos A1 son sistemas de protección para


espacios confinados, posibilitan llevar a
cabo las operaciones de manejo de
material y de rescate y permiten la
conexión de diferentes usuarios a diferentes
alturas.
Dentro de este tipo de anclajes
encontraríamos también los trípodes; bien
utilizados resultan muy útiles para la entrada
a espacios confinados verticales
Son utilizados sobre todo en pozos,
zanjas, aberturas, excavaciones,
movimientos de tierra…

3. Mantenimiento, revisión periódica y reparación

26
Consideramos de vital importancia que el personal que tenga que utilizar un equipo
de protección personal EPP u otros dispositivos cuyo fin sea el de evitar los riesgos
de caída asociados con el acceso y el trabajo en altura sepa utilizarlos
perfectamente.
Cualquier persona que utilice un EPP debe recibir formación e información
adecuadas a su trabajo

Una instalación debe estar precedida


de un estudio técnico y los cálculos
necesarios a fin de determinar el
modo de fijación de los
componentes del sistema; conviene
disponer de todas las informaciones
técnicas referentes a la estructura de
acogida del sistema y un plano del
lugar de la instalación.

El lugar de la instalación debe ser


elegido teniendo en cuenta:

El tipo de trabajo a efectuar.


La zona donde se va a desplazar el operario.
Los accesos.
La distancia libre de caída.

Se deben cumplir las normas de


seguridad e higiene contempladas en
las leyes en vigor y verificar el paso
correcto del carro en toda la longitud
de la línea. Después, se colocará una
señal indicando el número de utiliza-
dores de la línea, la distancia de
seguridad así como la puesta en
marcha del sistema.

Instrucciones de revisión: se indica que estas revisiones se deben realizar al


menos, cada 12 meses por personas competentes para ello y siguiendo

27
estrictamente los procedimientos de revisión indicados por el fabricante.

Cualquier trabajador expuesto a tales riesgos debe protegerse con equipos


de protección anticaídas colectivos o personales.

Es obligatorio, después de una caída, la verificación de los componentes a


efectos de com- probar la posible deformación de los mismos. Las
reparaciones nunca las realizará personal no autorizado; no se pueden utilizar
para su reparación piezas de otros fabricantes.

4 . Instrucciones de uso y marcado

Deben proporcionarse con cada


sistema o cada componente
instrucciones escritas, siempre en el
idioma del país de utiliza- ción,
conteniendo detalles que
aseguren el uso correcto. Cada
norma EN de las reseñadas
establece indicaciones y reco-
mendaciones que deben incluirse
en las respectivas instrucciones de
uso del EPP de entre las que cabe
reseñar las siguientes:

El disponer de una documentación actualizada con cada sistema o


componente; las fichas deben contener los datos sobre la identificación,
fabricante, número de serie y año de fabricación, así como anotar las
inspecciones y el mantenimiento realizado.
Instrucciones específicas para que el usuario proceda a una inspección
del EPP antes del uso y comprobar que los componentes del sistema sean
compatibles.
Exigencia explícita, cuando el sistema o componente se ha utilizado para
parar una caída, de no volverlo a usar sin una inspección completa por
el fabricante o taller competente.
Instrucciones precisas para la limpieza, en particular de los componentes
textiles, ins- pección y almacenamiento.
Cada componente separado del sistema estará marcado de forma clara,

28
indeleble y per- manente que identifican el EPP, con la norma de referencia,
año de fabricación, número de serie, tal y como exige la Norma Chilena.
Debemos recordar que estos EPP son de Categoría III (protegen de un peligro de
muerte), es decir, que el fabricante debe proporcionar, en la Declaración de
Conformidad CE y el proceso de fabricación o el producto final. Según la
conformidad de Decreto Supremo 598.

5 . Recomendaciones
Resulta de vital importancia que los responsa-
bles de la configuración de sistemas anticaídas
a utilizar en cada trabajo y las personas que
van a realizar el montaje y el mantenimiento
realicen cursos específicos sobre la correcta
selección, acoplamiento, limitaciones de uso,
montaje, inspección y mantenimiento del EPP.
Los usuarios de los sistemas anticaídas deben
estar debidamente formados e informados so-
bre la colocación, ajuste y correcto uso del EPP,
así como de los riesgos que comporta la tarea
que requiere su utilización.

Se han de prever las posibles situaciones de res-


cate eficaz, en caso de caída, mediante la pla-
nificación y formación específica del personal o
la contratación de un grupo de rescate para
evitar las consecuencias del síndrome del arnés
que se define como los síntomas desarrollados
en la persona (pérdida de concentración, fatiga,
nauseas, sudor, debilidad o desmayo y si se pro-
longa, la muerte) durante la fase de suspensión
por el arnés después de la caída.

29
EL SÍNDROME DEL ARNÉS
Existe el hecho probado de que el volumen
sanguíneo en situación de suspensión e
inmovilidad, se acumula en los miembros
inferiores. La compresión de las correas del
arnés parece no tener una especial relevancia.
La com- presión arterial tampoco se considera
importante.

La inmovilidad es el principal factor


desencadenante del síndrome.

El gran problema se da en situaciones en las


que una persona queda inconsciente y en
suspensión, de tal manera que su retorno
venoso no tiene posibilidad de producirse, ya
que el tono muscular es inexistente y las venas por si solas no tienen la
capacidad de contraerse.
Por lo tanto, la suspensión y la inmovilidad son los principales factores de
este síndrome, en una persona inconsciente quedan claras ambas
condiciones, sin embargo una persona cons- ciente, en suspensión, que
por agotamiento llega a la inmovilidad puede sufrir este trauma. Al final
se puede desencadenar un fallo cardiaco y la consiguiente falta de
riego al cere- bro, la pérdida de conciencia se puede producir
rápidamente y, si el síndrome progresa, puede provocar la muerte al
accidentado.

Los trabajadores no deben realizar trabajos en suspensión cuando


presenten factores de riesgo personales (discapacidades,
enfermedades…) o se den condiciones que favorez- can la aparición de
un síndrome de arnés.
Para ayudar a prevenir estas graves consecuencias:
Cuando se produzca un accidente, se debe dar prioridad al
rescate y no se debe perder tiempo en estabilizar a una víctima
en suspensión.
Ante la posibilidad de un accidente, los trabajadores que utilicen

30
sistemas anticaídas con arnés no deben trabajar nunca solos.
Cuando la movilidad de las piernas se encuentra limitada, se debe
evitar permanecer suspendido durante un periodo prolongado de
tiempo.
Hay que evitar rescatar a las víctimas en posición vertical y, si esto es
imposible, se debe rescatar a la víctima en el menor tiempo posible.
Si la víctima permanece consciente durante el rescate, debemos
tranquilizarla y ayudarla a que mantenga las piernas, si puede, en
posición horizontal.
Es conveniente durante los trabajos en suspensión utilizar un sistema
de apoyo de los pies y mover las piernas frecuentemente.
El Consejo de Ministros y el Parlamento Europeos aprobaron el 14 de
Junio del 2001 las normas de seguridad sobre el uso de cuerdas en el
trabajo. Este documento recopila una serie de recomendaciones para los
trabajadores, que se pueden resumir en lo siguiente:
El trabajo con el empleo de cuerdas y sus técnicas debe ser planificado
para que, en caso de emergencia, la víctima pueda ser rescatada
inmediatamente.
Los trabajadores deben recibir entrenamiento y formación específica en
técnicas de res- cate para realizar trabajos de éste tipo.

TÉCNICAS DE ACCESO
Evidentemente, todas las maniobras aquí
descritas parten de una posición segura, con el
Equipo de Protección Personal que
corresponde en cada caso, perfectamente
instalado y con las estructuras y dispositivos
adecuados.

1 . Acceso autoasegurado
Con los elementos de amarre conectados al anillo esternal del arnés,
procederemos a ascender anclando alternativamente los conectores de los
cabos de anclaje a una estruc- tura sólida que nos garantice el buen trabajo de
los conectores en caso de caída, hemos evitar anclarnos a estructuras
diagonales o verticales.
Siempre hemos de tener por encima al menos un punto de anclaje de tal
manera que, si falláramos en un paso y cayéramos, la caída fuera de la

31
mínima longitud posible. Para todas estas maniobras merece la pena
tomarse 2 minutos para pensar en la planificación de los accesos ya que
ahorra tiempo y salud.

2 . Acceso con dispositivo anticaídas retráctil


2 .1 . Instalación
La fijación de los anclajes en una de las tareas más de- licadas que nos
podemos encontrar; requiere gran co- nocimiento del medio para
conseguir un apoyo sólido y fiable y conlleva una responsabilidad con
respecto a los trabajadores.
Buscaremos siempre anclajes estructurales consistentes y no agresivos,
que rodearemos con cintas de nailon cosidas o e sl in ga s c er ti fi c ad a s .
Siempre deberemos reinstalar el dispositivo anticaídas retráctil con otra
cinta o eslinga a poder ser a una estructura independiente del primer
anclaje. Localizaremos el retráctil en una vertical libre de obje- tos
que pudieran provocar lesiones en caso de caída del trabajador de tal
manera que el acceso al conector del dispositivo sea desde una zona
segura.

Las posibilidades de instalación de la cinta se describen en la práctica


buscaremos que todos los elementos de la cadena de seguridad trabajen
adecuadamente y como mínimo soporten 22 kN.

Otra manera muy cómoda y útil de anclar un dispositivo retráctil es


haciendo uso de una pértiga extensible con conector de gran apertura,
muy sencilla de utilizar. Nos asegura- remos de que el punto sobre el
que anclamos sea fiable, y tendremos en cuenta que en este caso es más
complicado reasegurarlo, hasta que no accedamos al anclaje.

2 .2 . Utilización
Conectaremos el dispositivo a la anilla dorsal o esternal de nuestro arnés
desde una posición segura y nos desconectaremos una vez que
lleguemos a otro punto seguro o cambiemos de sistema anticaídas.

El conector del dispositivo debe estar accesible desde una posición


segura y no debemos soltarlo sin control ya que puede golpear personas
y objetos por su camino o dañar el dispositivo.

32
3 . Acceder utilizando líneas de vida
El anticaídas que utilizaremos será el mis- mo que proporciona el fabricante
o uno homologado para la línea que utilicemos. Los pasos a seguir son
bastante sencillos, pero no debemos por ello saltárnoslos. Revisaremos la
placa informativa de la línea.

Si todo es correcto, procederemos a ins- talar


el bloqueador anticaídas. Hay tantos tipos, que
remitimos la descripción de su instalación a las
instrucciones del fabri- cante, de obligado
conocimiento siempre que trabajemos con
estos sistemas. Conectaremos el bloqueador
anticaídas a nuestra anilla esternal por medio
del conector que convenga dependiendo del
tipo de línea y su ubicación (ver tabla
anexa).

Progresaremos por el puesto de traba- jo


hasta que podamos conectarnos a un nuevo
dispositivo anticaídas o, en lugar seguro,
desconectarnos de la línea de vida.
Las líneas de vida no son dispositivos para ayudarnos a subir, por lo tanto no
debe- mos suspendernos de ellas.

La siguiente tabla propone una combina- ción de amarres en función de la


línea de vida.

33
Tipo de línea Amarre Observaciones

Vertical de Directamente En el descenso, interesa


Cable o raíl con un conector mantener el conector vertical
sobre el bloquea- dor y así
Para subir evitar que se bloquee sin
conector. necesidad.
En el descenso con el cabo de an-
Vertical Para descender, claje, deberemos llevar el cabo
de cuerda conector o cabo por encima del antebrazo para
de anclaje corto minimi- zar la caída y evitar
con absorbedor que arrastre el brazo en caso
de caída.

Horizontal Cabo de anclaje a


por encima la medida Ver disposiciones acerca del
Dispositivo dispositivo anticaídas retráctil.
anticaídas retráctil
Ajustaremos el amarre a las
Cabo de anclaje a necesidades del entorno para
Horizontal a
la medida con en todo momento evitar en lo
la altura o
absorbe- dor posible el riesgo de caída.
por debajo.

TÉCNICAS DE IZADO DE MATERIAL


1 . Normas de seguridad
Balizar y señalizar la zona de influencia.
No permanecer bajo una carga suspendida.
Antes de realizar el izado de una carga, comprobar el buen estado de los
elementos a utilizar (poleas, cuerdas, conectores, etc.)
Las cuerdas utilizadas para el izado de cargas solo se usarán para

34
este menester.
Comprobar que el lugar elegido
para an- clar el sistema de izado sea
seguro.
Cerciorarse de que el sistema para
izar la carga está bien instalado.
Tener en cuenta el peso del
material a izar.
Una vez que el material está izado,
poner los medios necesarios para
evitar que caiga.

35
2 .
Mate
rial

En referencia a los materiales que indicamos en este manual,


consideramos necesario conocer las indicaciones que figuran en las
instrucciones de los fabricantes tanto por ra- zones de seguridad como
por el buen uso, mantenimiento y rendimiento de los aparatos.

2 .1 . Polea antirretorno

Lo primero que deberemos hacer es


comprobar que no esté sucia o
contenga elementos agresivos para las
cuerdas, que corra bien la roldana, que
cierre perfectamente y que el sistema
antirretorno funcio- ne de forma
correcta.
Nos fijaremos en la correcta colocación
de la cuerda y el sentido de bloqueo de
la polea de manera que, una vez
cargada, no golpee contra ningún
objeto o trabaje haciendo palanca;
dependiendo del sistema para
descender la carga y posicionarla en el
lugar de trabajo, deberemos accionar
el resorte que bloquea la cuerda para
liberarla, no sin antes asegurarnos de
que la carga está bien amarrada.

2 .2 . Conectores

Ver equipo
personal

2 .3 . Anillos de cinta o eslingas

36
Ver instalación dispositivo
anticaídas retráctil.

2 .4 . Cuerda

Todas las cuerdas homologadas para trabajos en altura deben de


llevar en los dos cabos la información de seguridad necesaria.
Lo ideal es utilizar cuerdas con los terminales cerrado, incluso con
los conectores ya incluidos en el conjunto.
La realización de nudos es una parte delicada de la
cadena de seguridad. Los nudos deben cumplir las
siguientes características:
> Máxima
solidez.
> Reducir lo menos posible la resistencia
de la cuerda.

37
> Realizar correctamente los cruces de los
cabos, lo que nos facilitará una rápida
revisión visual.
> Norma CE
> Marca
> Tipo cuerda
> Año fabricación
> Longitud de la cuerda, etc.

2 .4 .1 . Cuidados
mínimos

> No
pisarla.
> No anudarla sobre cantos vivos, hacerlo siempre sobre un mosquetón a
ser posible, y en caso de sufrir rozamientos colocar un protector.
> Secarla a la sombra y lejos de fuentes
de calor.
> Inspeccionarla a menudo en toda su
longitud.
> Mantenerla limpia; en caso de lavarla, leer instrucciones del
fabricante.
> No exponerla a productos
químicos.
> Almacenarla sin nudos, floja y sin colgarla, en
horizontal
> No utilizarla más de 5
años.
> En caso de haber tenido una caída fuerte, revisarla y si tiene algún defecto
desecharla y retirarla del uso.

2 .4 .2 . Nudos

Gaza simple: Este es el nudo más común y


rápido de hacer. Se trata de un nudo
bastante aceptable para casos en que
necesitemos fijar la cuerda en algún

38
seguro o realizar un lazo de cierta resisten-
cia rápidamente. El inconveniente es que
resulta difícil de deshacer después de
haber soportado carga. Perdida de
resistencia aproximada 41%.

Ocho: Es el nudo más habitual en


trabajo. Se usa para unir las cuerdas en
los anclajes, para instalar una cuerda fija y
para pasar material al compañero así
como para colocar una polea, ais- lar
material o para cualquier situación en la
que necesitemos un nudo en mitad de la
cuerda que sea capaz de soportar un gran
esfuerzo, y que se pueda deshacer
fácilmente después de haber so- portado
carga. Pérdida de resistencia: 20 – 30%.

39
3 . Técnicas de descenso
de material

Desde las misma instalación


que utilizados para el izado de
cargas podemos realizar el
camino inverso con seguridad, si
sustituimos la polea por un
descensor EN 341. Para la uti-
lización de este tipo de aparatos
nos remiti- mos a las
instrucciones proporcionadas
por los fabricantes y exponemos
un ejemplo de la variedad que
encontramos en el mercado.
Recordamos que el peso máximo
que ha de levantar una persona
no debe exceder los 25 kg,
siendo 40 para manipulaciones
entre dos personas.

DISPOSITIVOS DE
EVACUACIÓN
También conocidos como evacuadores o descensores automáticos.
Podemos encontrar en el mercado descensores simplemente
automáticos EN 341 y descensores automáticos con recuperador EN
1496; su utilización como descensores es idéntica por lo que tratare-
mos en profundidad el descensor automático con recuperador y
aplicaremos por defecto las mismas recomendaciones para su hermano
pequeño.

1 .
Utiliza
ción

40
Antes de su uso, debe someterse
a una ins- pección visual y de
funcionamiento: tirando de la
cuerda deberíamos sentir la
resisten- cia al descenso. Tras
comprobar que toda la cuerda
puede pasar libremente por el
dispo- sitivo, comenzaremos el
descenso.
Es de uso bastante intuitivo, su
instalación es similar a la que ya
vimos para el dispositi- vo
anticaídas retráctil. Una vez
instalado por encima del usuario,
bastaría con unir nuestro arnés al
conector del evacuador,
posicionar- nos en la vertical del
descenso sujetando la cuerda y
dejarnos caer.
La velocidad de descenso varía entre 1m/ y 4m/s; dependiendo de
las necesidades el fabricante puede modificarla.

41
Si se utiliza como evacuador de
emergencia los cabos deben estar
ajustados al puesto de trabajo de tal
manera que en una emergen- cia al
descender un trabajador el mosquetón
libre del evacuador quede en posición
de ser utilizado por el siguiente
trabajador. También están probados
para el descenso de dos per- sonas
simultáneamente.
La vida útil de estos aparatos tiene
que ve- nir especificada por el
fabricante, así como el número de
descensos seguidos y otros datos de
relevancia. Es importante conocer las
espe- cificaciones del fabricante.
En el caso de necesitar izar a una persona basta con accionar el mecanismo de
recuperación y si fuera necesario, pasar la cuerda por el sistema de bloqueo que
posee el aparato.
Además del uso evidente como descensor de emergencia, puede ser muy útil en
las labores de elevación de un trabajador tras una caída y su posterior descenso
controlado a una superficie segura. Debido a su complejidad, este es un tema a
desarrollar junto con la práctica.

ACTUACIÓN EN CASO DE
EMERGENCIA
Desde este manual, animamos a todos los lectores a realizar un curso de
primeros auxi- lios, más allá de la responsabilidad profesional con seguridad
laboral.
Sin afán de sustituir esa formación, creemos necesario comentar el protocolo
PAS y tres acciones que pueden salvar vidas.

1 . Protocolo de actuación
P .A .S .

42
Ante cualquier tipo de emergencia, se procederá
siempre si- guiendo las directrices marcadas por el
protocolo de actuación “P.A.S.” (Proteger, Avisar y
Socorrer).
El principal objetivo de este protocolo, al igual que el
de muchos otros, es evitar que la emergencia tome una
gravedad mayor y que la activación e intervención de
los servicios profesionales de emergencias sea lo más
rápida posible resolviéndose la si- tuación con el mejor
resultado para los implicados.
Para conseguirlo, el protocolo P.A.S. establece el siguiente orden de
actuación:
1. Proteger el entorno y al
herido.
2. Avisar a los servicios de
emergencia.
3. Socorrer al herido hasta la llegada de los equipos
especializado

43
2 . Situaciones
posibles

Detallamos los fundamentos básicos de dos


acciones.

2 .1 . Posición lateral de seguridad

Colocaremos a la persona tumbada sobre uno de sus costados, de esta


manera manten- dremos la vía aérea abierta y prevenimos el
atragantamiento y la aspiración de vómitos.

2 .2 . Taponar hemorragias

Compresión directa, consiste en efectuar una presión en el punto de


sangrado.
Para ello, utilizaremos un apósito (gasas, pañuelo...) lo más limpio posible.
Efectuar la presión durante un tiempo mínimo de 10 minutos (de reloj).
Transcurrido ese tiempo, se aliviará la presión, pero NUNCA se quitará el
apósito.

Conscient
e

44
BIBLIOGRAFÍA
www.insht.es

EN 353-1:2002
EN 353-2:2002
EN 355:2002
EN 360:2002
EN 361:2002
EN 362:2005
EN 363:2002

INSTITUTO DE SALUD PUBLICA DE CHILE. Guía Técnica para la Selección y


Control de Equipos de Protección Personal para Trabajos con Riesgo de
Caídas.

JESÚS MIGUEL YEREGUI. Artículo técnico Protección anticaídas en altura.


Nueva Protec- ción ASEPAL revista nº 54.

JAVIER DÍAZ. Retirada de la EN 353-1: Dispositivos anticaídas sobre línea


rígida. Nueva
Protección ASEPAL revista nº 39.

JON REDONDO. Prevención y Seguridad en Trabajos Verticales. Ediciones


Desnivel S.L.
2009.

JON REDONDO. Líneas de Vida y Sistemas Anticaídas.

Relieve&Comunicaciones S.L. 2011. M. AVELLANAS CHAVALA, D. DULANTO

ZABALA. “Síndrome del Arnés”, Trauma de la Sus-


pensión. Sociedad Española de Medicina y Auxilio en Cavidades.

PETZL. Catálogo de Productos, 2010-2012.


Catálogo de Profesionales, 2010-2012
Fichas Técnicas de Productos, www.petzl.com.
CUADERNO DE PRÁCTICAS
A rellenar por el alumno:
1ª Práctica >

2ª Práctica >

3ª Práctica >

4ª Práctica >

5ª Práctica >

6ª Práctica >

7ª Práctica >

8ª Práctica >

9ª Práctica >

10ª Práctica >

11ª Práctica >

12ª Práctica >


NOTAS
¡¡¡ LES ESPERAMOS
PRONTO!!!

SI TRABAJAS
SEGURO,
SEGURO QUE
TRABAJAS.

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