Racionalismo (Arquitectura)
Racionalismo (Arquitectura)
Racionalismo (Arquitectura)
Este movimiento no tiene una designación homogénea en todos los países. En español se suele emplear más el término
«racionalismo», aunque en otros países —especialmente en el mundo anglosajón— dicho término se suele circunscribir al ámbito
italiano, al racionalismo practicado por el Gruppo 7 y el M.I.A.R. En cambio, en esos otros países se suele emplear con más
frecuencia el término «Estilo internacional» (en inglés, International style), que tiene su origen en la exposición organizada por
Henry-Russell Hitchcock y Philip Johnson en el Museum of Modern Art de Nueva York en 1932 y en el libro publicado por
ambos The International Style: Architecture since 1922. Un término sinónimo es «Movimiento moderno» (en inglés, Modern
Movement), procedente del libro Pioneers of Modern Movement from William Morris to Walter Gropius (1936), de Nikolaus
Pevsner. Este último tiene un sentido más extenso e incluiría, además del racionalismo o Estilo internacional, a los movimientos
de vanguardia de las dos primeras décadas del siglo XX, como el expresionismo, el cubismo, el futurismo, el neoplasticismo y el
constructivismo, considerados en ocasiones genéricamente como un «prerracionalismo» o «protorracionalismo».
Esta corriente buscaba una arquitectura fundamentada en la razón, de líneas sencillas y funcionales, basadas en formas
geométricas simples y materiales de orden industrial (acero, hormigón, vidrio), al tiempo que renunciaba a la ornamentación
excesiva y otorgaba una gran importancia al diseño, que era igualmente sencillo y funcional. La arquitectura racionalista tuvo una
estrecha relación con los adelantos tecnológicos y la producción industrial, especialmente por la defensa acérrima de dicha
relación preconizada por Walter Gropius desde la fundación de la Bauhaus en 1919. También abogó por la utilización de
elementos prefabricados y módulos desmontables. Su lenguaje formal se basaba en una geometría de líneas simples, como el
cubo, el cono, el cilindro y la esfera, y defendía el uso de planta y fachada libres y la proyección del edificio de dentro hacia
fuera. Una de sus principales premisas era el funcionalismo, una teoría que postulaba la subordinación del lenguaje arquitectónico
a su función, sin considerar su aspecto estético o cualquier otra premisa secundaria.
Tal como indica su denominación de «Movimiento moderno», fue un estilo comprometido con los valores de la modernidad, en
paralelo a las denominadas «vanguardias artísticas» que se desarrollaban en ese momento en artes plásticas. Fue un movimiento
preocupado por la mejora de la sociedad, por influir en mejorar la vida de la gente, a través de un lenguaje innovador que supuso
una ruptura con la tradición en busca de una nueva forma de construir, de una nueva forma de interpretar la relación del ser
humano con su entorno y de buscar nuevas soluciones que solventasen el problema del aumento de la población en las grandes
ciudades. Para ello se valió no solo de los aportes teóricos, las nuevas formas de concebir los espacios y de utilizar el diseño
como herramienta para aunar funcionalidad y estética, sino también de los adelantos técnicos e industriales, de la utilización de
nuevas técnicas y de nuevos materiales.
Además de la arquitectura, este movimiento se interesó por el urbanismo y el diseño. También fomentó la teoría arquitectónica y
la organización de congresos y conferencias para la difusión del nuevo movimiento, lo que se concretó en la constitución en 1928
del Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), así como su cuerpo ejecutivo, el Comité Internacional para la
Resolución de los Problemas de la Arquitectura Contemporánea (CIRPAC).
Índice
Terminología
Historia
El CIAM
La exposición del MoMA de 1932
Características generales
Teoría y crítica
Antecedentes
Prerracionalismo
Expresionismo
Cubismo
Futurismo
Neoplasticismo (De Stijl)
Constructivismo
Organicismo: Frank Lloyd Wright
Racionalismo
La Bauhaus
Francia
Le Corbusier
Otros arquitectos
Alemania
Austria y Suiza
Países Bajos y Bélgica
Reino Unido e Irlanda
Países nórdicos
Europa del Este
Italia
España
Portugal
Grecia
Estados Unidos y Canadá
Brasil
Hispanoamérica
Asia
India y subcontinente indio
Japón y Lejano Oriente
Sudeste asiático
Cercano Oriente
África
Oceanía
Urbanismo
Diseño y decoración
Véase también
Notas
Referencias
Bibliografía
Enlaces externos
Terminología
Conviene analizar en primer lugar la terminología aplicada a este
movimiento. Salvo pequeños matices, en general se puede
considerar que racionalismo, Estilo internacional y Movimiento
moderno son conceptos sinónimos.1 2 3 Como indica su
etimología, racionalismo proviene de razón y tiene su origen en
la pretensión de la nueva arquitectura de racionalizar los procesos
constructivos. El racionalismo fue heredero de la Ilustración y la
Revolución Industrial, la culminación de un largo proceso de
aplicación en la arquitectura de los nuevos procesos de
mecanización iniciados con la era industrial. Este proceso
evolucionó en paralelo a los avances sociales, con un cierto
componente utópico de aplicación de los valores de la
arquitectura y el urbanismo a la mejora de la sociedad: la Casa proyectada por Le Corbusier para la
industrialización, usada de forma «racional», serviría según los urbanización Weißenhofsiedlung (1927), Stuttgart
teóricos del movimiento para solventar las injusticias sociales y (Alemania)
crear un entorno urbano que englobase de forma óptima a la
mayoría de la población.4 Algunos historiadores apuntan el
origen del término a esta frase de Erwin Piscator:
La nueva arquitectura no debe ya influir sobre el espectador por la vía meramente sentimental,
no debe especular más sobre su disponibilidad emotiva, sino dirigirse, de manera totalmente
consciente, a su razón.
Erwin Piscator, Das politische Theater, Berlín, 1929.5
El término «Estilo internacional» (en inglés, International style) proviene de la exposición Modern Architecture - International
Exhibition organizada por Henry-Russell Hitchcock y Philip Johnson en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York en
1932 y en el libro publicado por ambos The International Style: Architecture since 1922. Pese a su ambigüedad, el término hizo
fortuna y es el más empleado en el ámbito anglosajón para designar la fase más ortodoxa del racionalismo. Para Hitchcock y
Johnson, el Estilo internacional englobaba las producciones más sintomáticas tanto del racionalismo como del neoplasticismo,
caracterizadas por un lenguaje racional basado en la producción industrial.6 En ocasiones se circunscribe el término racionalismo
para Europa, mientras que el International style lo describiría a nivel mundial.7 Otro término utilizado en este contexto es
«internacionalismo», procedente del libro Internationale Architektur de Walter Gropius (1925).8
El término «Movimiento moderno» (en inglés, Modern Movement) procede del libro Pioneers of Modern Movement from William
Morris to Walter Gropius (1936), de Nikolaus Pevsner, y sería más inclusivo, ya que aglutinaría el racionalismo con el
expresionismo, el cubismo, el futurismo, el neoplasticismo y el constructivismo, considerados genéricamente como un
«prerracionalismo» (o «protorracionalismo»). La intención del autor era señalar la convergencia de varias corrientes estilísticas
hacia una nueva forma de concebir la arquitectura durante las primeras décadas del siglo XX. Según Pevsner, «es esencial
comprender el Movimiento moderno como una síntesis del movimiento de Morris (Arts & Crafts), el desarrollo de la
construcción en acero y el art nouveau». Es interesante señalar que ya en 1902 el arquitecto Otto Wagner había utilizado el
mismo término en el prefacio de su libro Moderne Architektur.9 Sin embargo, en tiempos recientes algunos historiadores han
criticado alguna de las formulaciones de Pevsner, especialmente en cuanto
a la pretendida pérdida de raíces históricas en los arquitectos modernos,
señalando por ejemplo que Le Corbusier se inspiró en buena medida en la
arquitectura clásica grecorromana y Ludwig Mies van der Rohe en la obra
del arquitecto neoclásico Karl Friedrich Schinkel. Otra de las premisas
puestas en duda ha sido la de un estilo común supranacional, frente a lo
que se ha señalado una amplia divergencia de criterios con base nacional
en cada uno de los países donde se desarrolló el movimiento, aunque en
numerosas ocasiones convergiesen en criterios comunes. Así, frente a los
postulados iniciales de Pevsner y Siegfried Giedion, a partir de los años
Café L'Aubette (1928-1929), de Theo van
1970 diversos historiadores criticaron el concepto de Movimiento
Doesburg, Hans Arp y Sophie Taeuber-
moderno, como Reyner Banham, Bruno Zevi o Manfredo Tafuri, mientras
Arp, Estrasburgo (Francia)
que Charles Jencks pasó a hablar de «movimientos modernos» en plural.10
Por último, conviene precisar que Movimiento moderno no es el mismo concepto que el de arquitectura moderna, que es la
arquitectura de la modernidad, un proceso cultural iniciado con la Ilustración en el siglo XVIII basado en la ciencia y en el
progreso, ligado al positivismo filosófico. Incluye por tanto los siglos XIX, XX y XXI, es decir, hasta nuestros días, pues aunque
desde los años 1980 el arte posmoderno ha puesto en duda la vigencia de la modernidad los historiadores no están de acuerdo, y
hay incluso expertos —como Valeriano Bozal— que señalan que la posmodernidad es solo una fase más de la modernidad,
precisamente aquella en que reflexiona sobre sí misma.12
Historia
Los orígenes del racionalismo
son difusos y proceden de una
lenta evolución desde
mediados del siglo XIX hasta
los años 1920, en que empezó
a cobrar conciencia en una
nueva generación de
arquitectos, críticos y
estudiosos de la arquitectura la
constatación de que las
realizaciones de esa época
compartían unos rasgos Walter Gropius Ludwig Mies van der Rohe Le Corbusier
estilísticos comunes y un Entre los padres del racionalismo se suele considerar especialmente la obra de
programa moderno y tres de los mejores arquitectos del siglo XX: Walter Gropius, Ludwig Mies van der
dinamizador de los procesos Rohe y Le Corbusier, llamados en ocasiones genéricamente como la «Trinidad»
racionalista. Un aspecto curioso de su trayectoria es que los tres trabajaron juntos
constructivos y urbanísticos.
alrededor de 1910 en el estudio de Peter Behrens en Berlín.13
En la génesis del racionalismo
se encuentran los adelantos
tecnológicos que propiciaron en la segunda mitad del siglo XIX la arquitectura de cristal y hierro, el movimiento Arts & Crafts, la
edificación de los primeros rascacielos propiciada por la Escuela de Chicago, la formulación de la teoría funcionalista por Louis
Sullivan, algunos postulados de la arquitectura modernista —especialmente la Sezession vienesa— y la obra de varios arquitectos
individuales —en especial Frank Lloyd Wright— hasta desembocar en las corrientes de vanguardia de inicios del siglo XX, que
suelen considerarse como un prerracionalismo.14
Hay que considerar también como motor de la nueva arquitectura en la transición entre los siglos XIX y XX los cambios
tecnológicos producidos en la llamada Segunda Revolución Industrial, tales como la invención del hormigón armado (1854), el
procedimiento Bessemer para la elaboración del acero (1856), la invención de la dinamo para generar electricidad como fuerza
motriz (1869), el teléfono (1876), los experimentos de Galileo Ferraris sobre el campo magnético rotatorio que permiten el
transporte a distancia de la energía hidráulica (1883), la bombilla eléctrica (1879), el motor de explosión (1885), etc. Todos estos
factores ayudaron a la industria de la construcción y lanzaron a la arquitectura a una nueva forma de construir de múltiples
posibilidades.15
Un primer factor determinante en la aparición del racionalismo fue la apertura en 1919 de la Bauhaus, una escuela de
arquitectura, arte y diseño dirigida por Walter Gropius que preconizaba un estilo funcionalista de líneas sencillas y basado en la
producción industrial. Durante los años posteriores al fin de la Primera Guerra Mundial empezaron a descollar varios arquitectos
que fomentaban en sus obras las premisas racionalistas, como el propio Gropius, Le Corbusier y Ludwig Mies van der Rohe,
considerados los máximos exponentes de este movimiento, que ayudaron a su difusión internacional. Poco a poco el nuevo estilo
se fue difundiendo gracias a concursos, congresos y exposiciones: en 1922, el concurso para la nueva sede del Chicago Tribune
dio a conocer propuestas de Gropius, Adolf Meyer, Max Taut y Hans Scharoun; en 1925, Le Corbusier construyó para la
Exposición de Artes Decorativas e Industrias Modernas de París el pabellón de L'Esprit Nouveau, en el que expuso sus nuevas
teorías urbanísticas; en 1927, la exclusión de Le Corbusier del concurso para la sede de la Sociedad de Naciones en Ginebra
provocó un gran escándalo, hecho que repercutió en otorgarle más fama; también en 1927, Mies van der Rohe organizó en
Stuttgart una exposición de arquitectura dedicada a la vivienda (Die Wohnung) que promovió la construcción de treinta y dos
casas —la urbanización Weißenhofsiedlung—, entre edificios y viviendas unifamiliares, que supuso un gran hito para el nuevo
estilo:16 la internacionalidad del proyecto llevó al profesor Paul Schmitthenner a afirmar que «estamos alcanzando la fórmula del
estilo internacional del siglo 17 Otras exposiciones en las que participaron arquitectos racionalistas fueron: la Exposición
XX».
Internacional de Barcelona (1929); el Salón de los Artistas Decoradores del Grand Palais de París (1930); y la Bauausstellung
(Feria de la Construcción) de Berlín (1931).18
El mayor acontecimiento que supuso la oficialización del racionalismo fue la fundación en 1928 en La Sarraz (Suiza) del
Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (CIAM), una asociación internacional de arquitectos encargada de celebrar
congresos para debatir los nuevos principios de la arquitectura y ayudar a su difusión internacional.19
La difusión del internacionalismo tras el conflicto bélico corrió a cargo principalmente de la Unión Internacional de Arquitectos
(Union Internationale des Architectes, UIA), fundada por el francés Pierre Vago en colaboración con el inglés Patrick
Abercrombie, el italiano Saverio Muratori, el portugués Carlos João Chambers Ramos y el ruso Viacheslav Popov; Vago fue su
secretario general entre 1948 y 1968. El primer congreso se celebró en París en 1948 y desde entonces cada tres años en un país
distinto. Otro órgano de difusión fue la revista Architectural Review, así como instituciones como la Universidad de Harvard, la
Ulm Bauhaus y la Architectural Association School of Architecture del Reino Unido, y otras de nueva creación como la Middle
East Technical University de Ankara y el Asian Institute of Technology de Bangkok.26
Sin embargo, tras la contienda mundial el Estilo internacional se fue convirtiendo en un método de construcción sistemático y
perdió algo de su esencia inicial y de su componente utópico de un arte al servicio de la sociedad. La confianza en las nuevas
tecnologías, en el arte como instrumento de educación para el pueblo, en una estética universal que comportase una ética
universal, se fueron diluyendo, y el movimiento se fue reduciendo a un estilo reglamentado, que no dejaba espacio para la
innovación ni la creación individual, para la subjetividad o la relación con la naturaleza.27 Su evolución estilística fue hacia un
cierto eclecticismo —según Jürgen Joedicke— o manierismo —según Josep Maria Sostres—, con dos posibles vías de
realización: la «imitación mecánica e impersonal de los grandes ejemplos» (Sostres) o la contextualización regionalista, como la
practicada por el neoempirismo escandinavo, el brutalismo británico, el neorrealismo y neoliberty italianos o la Escuela de
Barcelona en España.28
El principio del fin de este movimiento se escenificó en el IX congreso del CIAM, en el que un grupo de arquitectos disidentes se
organizó en el llamado Team X, que propugnaba una evolución hacia un estilo más realista y de utilidad social, que se concretó
en un nuevo estilo denominado brutalismo. Este grupo acusaba al CIAM de haber patrocinado el Estilo internacional imponiendo
«conceptos mecánicos de orden», sin tener en consideración las necesidades emocionales del ser humano o las especificidades
territoriales de los diversos países en que se desarrolló el estilo. El propio Philip Johnson confesó en 1996 que «nuestra así
llamada arquitectura moderna era demasiado antigua, glacial y llana».29
Aunque el fin del racionalismo como estilo puede situarse en el primer lustro de los años 1960, cabe remarcar que hasta los años
1970 y primeros 1980 aún se construyó en ese estilo —de forma más o menos ortodoxa— en numerosas partes del mundo,
especialmente en países emergentes que habían llegado con cierto retraso a la modernidad. El proceso descolonizador iniciado en
África y Asia tras la Segunda Guerra Mundial propició el auge constructivo de estos nuevos países, que necesitaban nuevas
infraestructuras y edificios gubernamentales, y que adoptaron el Estilo internacional como forma de equiparar la construcción de
un nuevo estado con una imagen moderna y progresista. En muchos casos, esta arquitectura resultó estereotipada y
acontextualizada, con una cierta apariencia de trasplante de tipologías occidentales a países de distinta tradición cultural, sin
atender a las condiciones sociales, geográficas y económicas de estos países.30
El CIAM
El Congreso Internacional de Arquitectura Moderna (en francés,
Congrès International d'Architecture Moderne) fue fundado en
La Sarraz (Suiza) en 1928 para fomentar la interrelación entre
arquitectos y urbanistas de todo el mundo con el fin de
intercambiar ideas y comparar los estilos y técnicas empleados en
distintos lugares del mundo.31 En su origen, la reunión estuvo
motivada como réplica a la postergación del Movimiento
moderno en el concurso para la sede de la Sociedad de Naciones
en Ginebra, frente a lo que los arquitectos del nuevo movimiento
quisieron ofrecer un frente común.32 Entre los fundadores del
CIAM XI (1959), Otterlo (Países Bajos)
CIAM se encontraba Le Corbusier,nota 1 y Siegfried Giedion fue
su primer secretario hasta 1956.34 Como órgano ejecutivo del
CIAM se instituyó el CIRPAC, el Comité Internacional para la Resolución de los Problemas de la Arquitectura Contemporánea
(en francés, Comité International pour la Résolution des Problèmes de l'Architecture Contemporaine). En 1959 se produjo su
disolución definitiva; para entonces el congreso tenía más de treinta países afiliados y unos tres mil miembros.35
Se suelen señalar cuatro fases en la historia del CIAM: el ciclo fundacional de los congresos (1928-1933), la crisis motivada por
el nazismo y la serie de emigraciones de numerosos arquitectos (1934-1945), la refundación y ampliación del congreso (1945-
1953) y el proceso de agonía del movimiento motivado por el proceso contestatario de los arquitectos más jóvenes (1953-
1959).32
En su primera reunión, Le Corbusier se encargó de redactar el orden del día a discutir, que incluía los siguientes temas: la técnica
moderna y sus consecuencias; la estandarización; la economía; la urbanística; la educación de la juventud; la realización: la
arquitectura y el Estado.36 Se redactó una declaración que sostenía que «para beneficiar a un país, la arquitectura debe
relacionarse íntimamente con la economía general. El verdadero rendimiento será fruto de una racionalización y de una
normalización, y la producción suficiente para satisfacer por completo las exigencias humanas».37 También se señaló como
objetivos primordiales de la urbanística tres funciones: habitar, trabajar, distraer.38
En 1929 se reunió el segundo congreso en Frankfurt (Alemania), centrado en la cuestión de la «vivienda mínima». El CIAM III
se produjo en 1930 en Bruselas (Bélgica), sobre la «urbanización racional» del espacio. El cuarto congreso, dedicado a la «ciudad
funcional», debía celebrarse en Moscú, pero por motivos políticos se hizo finalmente en Atenas (Grecia) en 1933, a bordo del
yate Patris II; en el mismo se acordó la llamada Carta de Atenas. En 1937 se celebró el CIAM V en París (Francia), bajo la
premisa de «vivienda y ocio». La Segunda Guerra Mundial paralizó los congresos y fomentó el auge del grupo estadounidense;
Josep Lluís Sert, exiliado en ese país, publicó en 1943 el libro Can Our Cities Survive?, donde recogió los postulados del CIAM y
se convirtió en la obra de referencia del racionalismo en el ámbito anglosajón. Tras la guerra el CIAM se amplió hacia Asia,
África e Hispanoamérica, y el trío Le Corbusier-Gropius-Giedion empezó a perder influencia. En 1947 se dio el CIAM VI en
Bridgwater (Inglaterra), centrado en la reconstrucción de las ciudades devastadas por la guerra. El CIAM VII se desarrolló en
Bérgamo (Italia) en 1949, sobre la arquitectura como arte. En 1951, el CIAM VIII se alojó en Hoddesdon (Inglaterra) y versó
sobre el centro de la ciudad, con una primera escisión entre posturas ortodoxas y renovadoras a causa del planteamiento de
nuevos conceptos como la dimensión simbólica y la escala humana. El CIAM IX tuvo lugar en 1953 en Aix-en-Provence
(Francia) y centró su atención de nuevo en las disputas generacionales y en la fundación del Team X por parte de Jaap Bakema,
Georges Candilis, Aldo Van Eyck y Alison y Peter Smithson. En 1956 el CIAM X se celebró en Dubrovnik (Yugoslavia),
centrado en la Carta del hábitat como alternativa a la de Atenas. En 1957 se disolvieron los grupos nacionales y fue elegido
secretario general Jaap Bakema. El último congreso, el CIAM XI, se dio en 1959 en Otterlo (Países Bajos) y significó la
disolución del CIAM.39
Se expuso la obra de sesenta y siete arquitectos.nota 2 La mayor parte de proyectos expuestos procedía de Alemania, seguida de
Estados Unidos. Por arquitectos, la mayoría eran proyectos de Gropius, Le Corbusier y Mies van der Rohe. La selección fue
elaborada por los propios comisarios ya fuesen proyectos que conociesen ambos o uno de ellos, con pocas excepciones de
recomendaciones de otras personas de su confianza, como Richard Neutra, que recomendó el laboratorio eléctrico de Tokio, de
Mamoru Yamada, o Bruno Taut, que aconsejó el laboratorio electrofísico de Moscú, de Ivan Nikolaev y Anatoli Fisenko.43
Con las mismas premisas de la exposición, Hitchcock y Johnson publicaron el mismo año el libro The International Style:
Architecture since 1922, que dio nombre al movimiento en el ámbito anglosajón. En el libro analizaban la obra de setenta y dos
arquitectos de quince países, con la premisa de que representaban un nuevo estilo arquitectónico de corte internacional. En el
prólogo, el director del MoMA, Alfred Barr, apuntaba que los autores habían demostrado que «en la actualidad hay un estilo
moderno tan original, consistente, lógico e internacional como cualquier otro del pasado».44
En 1951, Hitchcock hizo el siguiente análisis retrospectivo de los parámetros utilizados para la exposición:
Demasiado escasos en número y demasiado estrechos, diría yo en 1951 que son los principios
que con tanta firmeza enunciamos en 1932. Hoy añadiría un tercer principio: la articulación de
la estructura y omitiría la referencia a la decoración, que constituye una cuestión estética más
que formal. El concepto de regularidad resulta demasiado negativo para explicar el mejor
diseño contemporáneo, aunque no consigo encontrar una frase que explique de manera global
las cualidades más positivas del diseño moderno.45
También Philip Johnson revisó en los años 1960 los parámetros de la exposición y señaló como principales características del
Estilo internacional la honestidad estructural, los ritmos modulares repetitivos, los techos planos, la claridad expresada por las
superficies de cristal, la caja como continente y la ausencia de decoración.45
Características generales
El racionalismo fue un movimiento heterogéneo con orígenes tanto
geográficos como cronológicos difíciles de precisar. Se podría decir que
fue más bien una confluencia de distintos estilos que convergieron en unas
características comunes, las cuales se evidenciaron de forma más clara
después de la Primera Guerra Mundial. Sus características generales se
fueron fraguando poco a poco en la obra y aportaciones de todos los
movimientos y arquitectos que se consideran antecedentes de este estilo.
Cuando estas características fueron analizadas más concienzudamente se
pudo determinar que la mayoría de realizaciones de este nuevo estilo se
Rose Seidler House (1948-1950), de
basaban en varios puntos principales: utilización de un lenguaje
Harry Seidler, Wahroonga, Sydney
funcionalista, empleo de formas geométricas simples y estructuras
(Australia). Esta casa presenta los rasgos
regulares, tendencia a una ordenación vertical-horizontal, renuncia a la típicos del racionalismo: sustentación
ornamentación y uso de materiales de tipo industrial (hormigón, acero, sobre pilotis, muros blancos, cubierta
cristal).46 Pese a ello, es difícil hablar de un estilo homogéneo y, de hecho, plana y paredes acristaladas
muchos arquitectos racionalistas afirmaban que ellos no tenían estilo, sino
que lo suyo era «una forma puramente racional de diseño».47
Los postulados ideológicos del racionalismo se basaban en el progreso y la modernidad, con una apuesta decidida por la
producción industrial y mecanizada, así como una organización racional del trabajo. Con tendencia a un ideario político
progresista e igualitario, querían elaborar un nuevo lenguaje constructivo que sirviese para renovar la sociedad, lo que se plasmó
especialmente en su interés por el urbanismo y la vivienda social.1 Así pues, se podría decir que los fundamentos del
racionalismo se encuentran en la «conciliación entre progreso tecnológico y compromiso social», según Jeremy Melvin.48
Una de las premisas principales del Movimiento moderno fue el funcionalismo, la subordinación del lenguaje arquitectónico a su
función, dejando de lado cualquier consideración estética o accesoria para el objetivo principal de la construcción: «la forma
sigue a la función», según palabras de Louis Sullivan. Así, cualquier forma constructiva ha de ser reflejo del uso para el que ha
sido concebida. Según esta teoría, incluso los elementos constructivos —tales como vigas y pilares— han de dejarse a la vista,
pues forman parte del diseño formal según el que es planificada una estructura. Para ello debe coadyuvar la producción industrial
y los adelantos tecnológicos, que son herramientas puestas a disposición del arquitecto para optimizar su labor constructiva.49
En el seno de la sociedad industrial y de la economía capitalista, al arquitecto racionalista se le exigía la máxima funcionalidad y
optimización de recursos, elaborar los mejores diseños con los criterios industriales más económicos; debía considerar todos los
componentes de la vida en sociedad, por lo que debía responsabilizarse «desde la cuchara hasta la ciudad», como solía decirse en
la época. Por lo general, la mayoría de arquitectos racionalistas tenían inquietudes sociales y consideraban un deber del Estado el
garantizar unas mínimas condiciones de vida (Existenzminimum) a la
población.50 En el racionalismo, todos los elementos constitutivos de la
obra arquitectónica estaban subordinados a la función, por lo que función y
estilo se equiparan.8
El principal factor estético del nuevo estilo era la ausencia de decoración aplicada, concebida como una forma de eliminar la
superficialidad. La nueva premisa era la simplicidad, basada principalmente en materiales industriales, un orden estructural
basado en la regularidad frente a la angulosidad y en un armonía basada en la proporción y la geometría, y en un diseño centrado
en un esqueleto de columnas (pilares de hormigón o metal) en vez de una estructura en masa, con una superficie lisa y sin
costuras, de materiales lisos —preferentemente metal y cristal—, con ventanas que no interrumpiesen la perfección de la fachada,
a ser posible con marcos metálicos ligeros, y un cromatismo centrado en el color natural del material. También consideraban
relevante la elección del lugar a construir y su relación con el entorno, dentro del cual los paramentos externos del edificio —
como terrazas y pérgolas— se consideran extensiones del mismo, al igual que los muros y senderos de los jardines, cuya
planimetría rectilínea contrastaba con la obra de la naturaleza. Por otro lado, dentro del aspecto ornamental, consideraban la
inclusión en el edificio de pinturas y esculturas como elementos independientes que no debían degenerar en simple decoración,
sino que debían embellecer de forma autónoma. En ese sentido, Hitchcock y Johnson señalaron las pinturas murales abstractas
como el complemento ideal de la arquitectura moderna.55
La arquitectura racionalista —especialmente el diseño— mantuvo estrechos contactos e influencias con el resto de las artes,
especialmente la pintura, y dentro de esta la de vanguardias como el neoplasticismo, el suprematismo y el constructivismo, todas
ellas de tendencia abstracta, de las que tomaron algunos de sus diseños y la preferencia por colores primarios, así como la
experimentación con diversos materiales y un diseño basado en formas básicas y proporcionadas. Algunos de los pintores que
más influyeron en el movimiento fueron profesores de la Bauhaus o mantuvieron contactos con esta institución, como El
Lissitzky, Theo van Doesburg, Vasili Kandinski, Paul Klee, Johannes Itten y László Moholy-Nagy.56
Teoría y crítica
El racionalismo se nutrió de un extenso corpus teórico elaborado por algunos de sus más destacados representantes, como
Gropius y Le Corbusier. En 1925, Gropius publicó Internationale Architektur, donde relacionaba su obra con la de otros
arquitectos como Le Corbusier, Oud y Wright, y señalaba que todos compartían una visión funcional de la arquitectura, con una
concepción lógica de la obra y una planificación económica de optimización de dinero, materiales, tiempo y espacio. Apuntaba
también que «la uniformidad del aspecto de los edificios modernos, surgida de
los viajes y la tecnología mundial, supera las fronteras naturales que siguen
aislando a individuos y pueblos, creando un puente entre todas las regiones
culturales».57
arquitectura pura, limpia, clara, pulcra y sana». Sin embargo, opina que los
estilos son «una mentira», aunque reconoce el carácter artístico de la
arquitectura, ya que más allá de la simple función racional el arquitecto configura una estética al edificio. En cuanto a su tratado
sobre urbanismo, lo analiza desde una perspectiva funcional, en que la ciudad es una herramienta de trabajo, y defiende unas
líneas generales basadas en el orden y la linealidad, que se concretarán en la Carta de Atenas (1943).59
También hicieron su aportación al corpus teórico del movimiento críticos e historiadores del arte como Henry-Russell Hitchcock,
Siegfried Giedion y Nikolaus Pevsner. Hitchcock realizó su primer aporte sobre el Estilo internacional en un artículo en la revista
Hound and Horn en 1928, al que siguió el libro Modern Architecture, Romanticism and Reintegration (1929), donde afirmaba
que el nuevo estilo era «una rama distinta de la arquitectura moderna influida por la pintura cubista y neoplasticista». Pero su
obra más relevante fue The International Style: Architecture since 1922, elaborada con Philip Johnson para la exposición del
MoMA de 1932.60 En ella establecieron los parámetros definitorios del movimiento, señalando que:
Hoy ha nacido ya un estilo moderno... Este estilo contemporáneo, que existe en todo el mundo,
es unitario e inclusivo... El concepto de estilo como marco de desarrollo potencial ha surgido a
partir del reconocimiento de unos principios subyacentes... Al enunciar los principios generales
del estilo contemporáneo, igual que al analizar su origen estructural y su modificación debida a
la función, es difícil evitar una cierta apariencia de dogmatismo. En contra de quienes afirman
que un nuevo estilo arquitectónico es algo imposible o indeseable, es necesario insistir en la
coherencia de los resultados obtenidos dentro del espectro de posibilidades hasta ahora
exploradas. Y es que el Estilo internacional ya existe en el momento presente; no es
simplemente algo que el futuro quizá nos depare. La arquitectura siempre es un conjunto de
monumentos reales, no un cuerpo teórico impreciso.61
El libro sobre la exposición contiene un breve texto y abundantes ilustraciones. Fue escrito enteramente por Hitchcock, ya que la
participación de Johnson consistió solo en su corrección. Su tesis se centra en la constatación de un nuevo estilo arquitectónico
contemporáneo a la fecha de la exposición, con Gropius, Oud, Le Corbusier, Mies van der Rohe, Rietveld y Mendelsohn como
principales representantes. Establece los inicios de este estilo tras la Primera Guerra Mundial y señala como antecedentes a
arquitectos como Peter Behrens, Otto Wagner, Auguste Perret y Frank Lloyd Wright, a los que califica como «semi-modernos».
62
Giedion expuso sus ideas preferentemente en Space, Time and Architecture. The Growth of a New Tradition (1941), que marcó la
imagen histórica de la arquitectura moderna en Europa y Estados Unidos. Es un compendio de las clases Charles Eliot Norton
Lectures que dio en la Universidad de Harvard entre 1938 y 1939. El objetivo principal de Giedion era integrar la arquitectura
moderna en el seno de la historia del arte, así como establecer sus bases
teóricas en un contexto científico. Señalaba el arte y la arquitectura
modernos como unidades interdependientes y consideraba superada la
contraposición entre ciencia y arte. Así como Hitchcock estableció los
principios estéticos del racionalismo, Giedion buscaba además establecer
sus principios estructurales, analizando las cualidades formales del
movimiento para hallar las ideas subyacentes. Señala el nacimiento de la
arquitectura moderna en la industrialización y los adelantos en ingeniería,
y como pioneros a Victor Horta, Hendrik Petrus Berlage, Otto Wagner,
Museo Heidi Weber (1963-1967), de Le
Auguste Perret y la Escuela de Chicago. Reconoce un papel fundamental
Corbusier, Zúrich (Suiza)
para Frank Lloyd Wright, pero reserva el papel de «héroes» de la
arquitectura moderna para Gropius y Le Corbusier —Mies van der Rohe
no lo citó hasta una reedición en 1954—. La obra de Giedion fue el manual básico de la arquitectura moderna hasta prácticamente
los años 1980 y marcó la conciencia de dos generaciones de arquitectos.63
Pevsner fue un historiador y crítico alemán establecido en el Reino Unido desde 1935. En Pioneers of the Modern Movement
(1936, titulada más tarde The Sources of Modern Architecture and Design), introdujo el término «Movimiento moderno», al que
consideraba el estilo «adecuado» para el siglo XX, un estilo funcional que responde a las nuevas necesidades de las masas.
Pevsner preconizaba un internacionalismo estricto, anónimo, impersonal, que deje «menos lugar a la expresión de sí mismo» y
que se adapte a las nuevas «condiciones sociales de base». A lo largo de su producción literaria elaboró una historia de la
arquitectura global, social y cultural, ajena a las personalidades y centrada en la noción de estilo, con la intención de diferenciar
los «estilos verdaderos» de las «modas transitorias».64
Otros libros sobre el Movimiento moderno fueron: Internationale neue baukunst de Ludwig Hilberseimer (1926), Die Baukunst
der neuesten Zeit de Gustav Adolf Platz (1927), Moderne Architektur und Tradition de Peter Meyer (1928), Die neue Baukunst in
Europa und Amerika de Bruno Taut (1929), Les tendances de l'architecture contemporaine de Myron Malkiel-Jirmounsky (1930),
The New World Architecture de Sheldon Cheney (1930), La nuova architettura de Fillia (seudónimo de Luigi Colombo, 1931),
Gli elementi dell'architettura razionale de Alberto Sartoris (1932), etc. Cabe destacar también las revistas que difundieron el
nuevo estilo, como Die Form, Das neue Frankfurt, L'architecture d'aujourd'hui, La Casa bella, Moderne Bauformen, Wasmuth
Monatshefte für Baukunst und Städtebau y The Architectural Review.65
Las primeras voces críticas hacia el Movimiento moderno surgieron del brutalismo en los años 1950 y se desarrollaron en los
1960 con la obra de historiadores y críticos como Reyner Banham y Manfredo Tafuri. Banham fue alumno de Giedion y Pevsner
y, de cara a su tesis doctoral, fue invitado por este último a analizar el Movimiento moderno a partir de donde lo había dejado él,
de los pioneros que sentaron las bases de este estilo entre finales del siglo XIX y principios del XX. Banham realizó este ejercicio
(Theorie and Design in the First Machine Age, 1960), pero lo hizo desde una perspectiva crítica, desmitificadora; comparando las
teorías modernas con las realizaciones prácticas para comprobar si efectivamente cumplían las premisas propugnadas, evidenció
sin embargo que en la mayoría de los casos el supuesto funcionalismo defendido por la arquitectura racionalista se tradujo en
cambio en un cierto formalismo. Frente a ello, propugnó una «segunda edad» dominada por la máquina y el consumo de masas, y
se convirtió en el principal defensor del estilo heredero del racionalismo: el brutalismo.66 Tafuri, discípulo de Giulio Carlo Argan
e influido por el marxismo, el estructuralismo, la semiología y el psicoanálisis, concebía la arquitectura como una parte de la
historia del trabajo, de los mecanismos de producción. En Teorie e storia dell'architettura (1968) critica el optimismo propio de la
arquitectura de vanguardia y ofrece una visión más pesimista, en que la arquitectura es un proceso ambiguo y cambiante, «una
perpetua contestación del presente». También en Progetto e utopia (1973) vuelve a criticar la arquitectura moderna y señala la
necesidad de «destruir los mitos poderosos e ineficaces que fascinan todavía a los arquitectos».67
Antecedentes
La arquitectura de principios del siglo XX nació con una voluntad
rupturista respecto al pasado, especialmente por oposición al
historicismo que se practicaba desde mediados del siglo XIX, un
estilo académico basado en premisas clásicas y en la
reinterpretación de estilos del pasado: neorrománico, neogótico,
neobarroco, etc. Una primera influencia del nuevo movimiento
fue la del modernismo —conocido como art nouveau en Francia,
Modern Style en Reino Unido, Jugendstil en Alemania o
Sezession en Austria—, un estilo que pretendía renovar el
lenguaje arquitectónico y que aportó alguna de las premisas
The Crystal Palace, de Joseph Paxton, Gran
iniciales del Movimiento moderno, aunque su excesivo Exposición de Londres de 1851
decorativismo fue rechazado por los racionalistas. De este estilo
se nutrieron las vanguardias artísticas anteriores a la Primera
Guerra Mundial, como el expresionismo y el futurismo, movimientos que en ocasiones han sido calificados como un
prerracionalismo. Acabada la contienda mundial y hasta mediados de los años 1920, movimientos como el neoplasticismo (De
Stijl), el expresionismo de la Nueva Objetividad o el constructivismo evolucionaron desde esas premisas iniciales hacia un mayor
formalismo que ya apuntaba al Estilo internacional, que se fraguó en la Escuela de la Bauhaus y en la fundación en 1928 del
CIAM (Congreso Internacional de Arquitectura Moderna).68
A lo largo del siglo XIX se fue desarrollando una nueva manera de concebir el diseño y la construcción fundamentada
estrictamente en la razón y en criterios científicos, que subordinaba la forma del edificio a su función: el funcionalismo, también
llamado «racionalismo arquitectónico o estructural». Para esta nueva generación de arquitectos su herramienta principal era la
matemática aplicada y su objetivo fundamental el cálculo de las líneas de fuerza en la estructura de un edificio. Entre sus
principales representantes se encuentran: Jean-Nicolas-Louis Durand, Henri Labrouste, Gottfried Semper, Augustus Pugin,
Eugène-Emmanuel Viollet-le-Duc, Anatole de Baudot y Hendrik Petrus Berlage.71
Otra influencia para la arquitectura moderna fue la de William Morris y el
movimiento Arts & Crafts (Artes y Oficios), surgido en el Reino Unido hacia
1860 y que perduró hasta 1910. Esta corriente defendía una revalorización del
trabajo artesanal y propugnaba el retorno a las formas tradicionales de
fabricación; estipulaba que el arte debe ser tan útil como bello, con un ideal de
belleza basado en la pureza y la simplicidad. El mayor exponente arquitectónico
de este movimiento fue la Red House, la propia casa de Morris, construida en
1859 por Philip Webb en Bexley Heath (Kent), elaborada en ladrillo rojo con un
diseño fluido, sin fachadas remarcadas, empleando técnicas tradicionales; Morris
diseñó el jardín y la decoración corrió a cargo de Morris, Webb y los artistas
prerrafaelitas Dante Gabriel Rossetti y Edward Burne-Jones, en un conjunto que
fue catalogado como «obra de arte completa». Otros arquitectos de este
movimiento como Charles Rennie Mackintosh, Arthur Heygate Mackmurdo y
Charles Francis Annesley Voysey acabaron de sentar las bases programáticas del
mismo: diseño supeditado a la función, prevalencia de estilos vernáculos y
materiales autóctonos, libertad de estilo e integración del edificio en el Home Insurance Building (1885), de
William Le Baron Jenney, Chicago
paisaje.72
(Estados Unidos)
Otro de los precedentes del racionalismo fue la llamada Escuela de Chicago,
desarrollada en la ciudad estadounidense de Chicago entre 1875 y 1900, y que
destacó por ser la impulsora de un nuevo tipo de edificio: el rascacielos. En aquella época, la ciudad crecía a un ritmo vertiginoso
gracias a su economía pujante, por lo que las edificaciones debían ser rápidas, motivo por el que los arquitectos adoptaron las
técnicas de la ingeniería del hierro. Por otro lado, el proceso especulador del suelo edificable obligó a construir en altura para
rentabilizar la inversión —hecho propiciado por la invención del ascensor en 1853—. Así, aparecieron una serie de grandes
edificios de estilo funcional construidos por arquitectos como William Le Baron Jenney, Daniel Burnham, John Wellborn Root,
William Holabird, Martin Roche, Dankmar Adler y Louis Sullivan.73 Este último acuñó la famosa frase «la forma sigue a la
función», principal aforismo del funcionalismo.74
Por último, conviene recordar la obra de varios arquitectos que en reacción al excesivo decorativismo del art nouveau
desarrollaron en la primera década del siglo XX un estilo más sobrio basado en las formas clásicas pero sin caer en el lenguaje
anquilosado del neoclasicismo académico, sino con unas soluciones modernas que apuntaban en buena medida al racionalismo.
Este estilo es definido en ocasiones como «clasicismo moderno» o «racionalismo primitivo» y sus mayores representantes fueron:
Tony Garnier, Auguste Perret, Adolf Loos y Peter Behrens.79 El primero fue arquitecto y urbanista, el primero en plantear un
modelo global de ciudad industrial (Une Cité Industrielle, 1917) en que se combinan vida y técnica, con un profundo estudio de
las funciones urbanas y la adecuación de cada elemento a su función. La mayoría de sus obras están en Lyon: mercado y
matadero (1908-1924), Hospital Grange Blanche (1911-1927), Estadio Municipal (1913-1918), barrio de los Estados Unidos
(1920-1935).78 Perret destacó por su uso del hormigón tanto como elemento constructivo como expresivo, generalmente con
grandes vidrieras en los espacios intermedios y con total ausencia de ornamentación: casa de la calle Franklin de París (1903),
garaje de la calle Ponthieu (1905), iglesia de Notre-Dame de Le Raincy (1922-1923).80 Loos recibió el influjo inicial del
secesionismo de Otto Wagner, pero se alejó de él por su temor de encorsetamiento en un estilo de marcadas directrices y excesiva
originalidad, en busca de una mayor simplicidad alejada de cualquier ornamentación. Tomó del movimiento Arts & Crafts su
apuesta por la artesanía y un componente más humano en el proceso constructivo.81 Entre sus obras destacan: el edificio de
viviendas de la Michaelerplatz de Viena (1909-1911) y las casas Steiner (1910) y Scheu (1912), también en Viena.82 Behrens
apostó por una arquitectura de líneas simples, austeras y funcionales, con uso de nuevos materiales y tecnologías, con cierta
influencia de William Morris. Director de la Compañía General de Electricidad AEG de Berlín, construyó para la misma una
serie de fábricas y edificios donde anticipó numerosas de las soluciones estructurales del racionalismo, entre las que destaca la
nave de turbinas (1909).81
Prerracionalismo
Expresionismo
El expresionismo fue un movimiento cultural surgido en Alemania a
principios del siglo XX, que se plasmó en un gran número de campos: artes
plásticas, arquitectura, literatura, música, cine, teatro, danza, fotografía,
etc. La arquitectura expresionista se desarrolló principalmente en
Alemania, Países Bajos, Austria, Checoslovaquia y Dinamarca. Se
caracterizó por el uso de nuevos materiales, suscitado en ocasiones por el
uso de formas biomórficas o por la ampliación de posibilidades ofrecida
por la fabricación en masa de materiales de construcción como el ladrillo,
el acero o el vidrio. Muchos arquitectos expresionistas combatieron en la
Primera Guerra Mundial y su experiencia, combinada con los cambios Pabellón de Cristal para la exposición de
políticos y sociales producto de la Revolución alemana de 1918, la Deutscher Werkbund en Colonia
(1914), de Bruno Taut
desembocaron en perspectivas utópicas y un programa socialista
romántico. De carácter fuertemente experimental, las realizaciones de los
expresionistas destacan por su monumentalidad, el empleo del ladrillo y la composición subjetiva, que otorga a sus obras cierto
aire de excentricidad. Los principales arquitectos expresionistas fueron: Bruno Taut, Walter Gropius, Erich Mendelsohn, Hans
Poelzig, Hermann Finsterlin, Fritz Höger y Hans Scharoun.83
La arquitectura expresionista se desarrolló en Alemania en diversos grupos, como Deutscher Werkbund, Arbeitsrat für Kunst,
Novembergruppe y Der Ring; también cabe destacar en Países Bajos la Escuela de Ámsterdam. La Deutscher Werkbund
(Federación alemana del trabajo) fue fundada en Múnich en 1907 por Hermann Muthesius, Friedrich Naumann y Karl Schmidt, e
incorporó posteriormente a figuras como Walter Gropius, Bruno Taut, Hans Poelzig, Theodor Fischer, Wilhelm Kreis, Richard
Riemerschmid y Bruno Paul. Heredera del Jugendstil y de la Sezession, e inspirada en el movimiento Arts and Crafts, su objetivo
era la integración de arquitectura, industria y artesanía a través del trabajo profesional, la educación y la publicidad, así como
introducir el diseño arquitectónico en la modernidad y conferirle un carácter industrial. Las principales características del
movimiento fueron el uso de nuevos materiales como el vidrio y el acero, la importancia del diseño industrial y el funcionalismo
decorativo.84 Este grupo fue el que organizó en 1927 una exposición en Stuttgart para la que construyeron una gran colonia de
viviendas, la Weißenhofsiedlung, con diseño de Mies van der Rohe y edificios construidos por Gropius, Behrens, Poelzig, Taut y
otros, junto a arquitectos de fuera de Alemania como J.J.P. Oud, Le Corbusier y Victor Bourgeois. Esta muestra fue uno de los
puntos de partida del nuevo estilo arquitectónico que empezaba a surgir.85
El grupo Der Ring (El círculo) fue fundado en Berlín en 1923 por Bruno Taut, Ludwig Mies van der Rohe, Peter Behrens, Erich
Mendelsohn, Otto Bartning, Hugo Häring y varios arquitectos más, a los que pronto se añadieron Walter Gropius, Ludwig
Hilberseimer, Hans Scharoun, Ernst May, Hans y Wassili Luckhardt, Adolf Meyer, Martin Wagner, etc. Su objetivo era, al igual
que en los movimientos precedentes, renovar la arquitectura de su época, con un especial énfasis en los aspectos sociales y
urbanísticos, así como en la investigación en nuevos materiales y técnicas de construcción. Entre 1926 y 1930 desarrollaron una
notable labor de construcción de viviendas sociales en Berlín, con casas que destacan por el aprovechamiento de la luz natural y
su ubicación en zonas verdes, entre las que destaca la Hufeisensiedlung (Colonia de la Herradura, 1925-1930), de Taut y Wagner.
Der Ring desapareció en 1933 tras el advenimiento del nazismo.89
La última fase del expresionismo alemán fue la llamada Neue Sachlichkeit (Nueva Objetividad), un movimiento mayormente
pictórico que tuvo una traslación a la arquitectura basada en una concepción racional y objetiva de la misma, así como en el
compromiso social del arquitecto.90 Este movimiento se concretó en la asociación Neues Bauen (Nueva Construcción), en la que
se integraron Bruno Taut, Erich Mendelsohn y Hans Poelzig.91
Cubismo
El cubismo (1907-1914) fue un movimiento artístico basado en la
deformación de la realidad mediante la destrucción de la perspectiva
espacial de origen renacentista y, en su lugar, la organización del espacio
de acuerdo con una trama geométrica y una visión simultánea de los
objetos. Aunque se dio esencialmente en artes plásticas, tuvo alguna
manifestación en el terreno de la arquitectura, sobre todo en
Checoslovaquia.92 Su principal representante fue Josef Gočár, quien tras
unos inicios influido por la obra de Josef Hoffmann, en 1911 se unió al
Grupo de Artistas Plásticos (Skupina Výtvarných Umělců) y comenzó a
trabajar en estilo cubista, como se denota en la casa de la Virgen Negra en
Establecimiento termal de Lázně
Praga (1911–1912) y el establecimiento termal de Lázně Bohdaneč (1912-
Bohdaneč (1912-1913), de Josef Gočár
1913), donde combina formas clásicas y modernas con el cubismo
piramidal. Tras la Primera Guerra Mundial y la independencia de
Checoslovaquia inició con Pavel Janák la búsqueda de un estilo arquitectónico nacional checo, que se plasmó en el llamado
«rondocubismo», que incorpora formas redondeadas y multicolores procedentes de la decoración vernácula bohemio-morava,
como evidencia su Banco Legion en Praga (1921-1922). Desde 1923 su estilo evolucionó hacia un funcionalismo de influencia
neoplasticista.93
Otros representantes fueron: Pavel Janák (villa Jakubec en Jičín, 1911-1912; villa Drechsel en Pelhřimov, 1912-1913; crematorio
de Pardubice, 1921-1923; palacio Adria en Praga, 1922-1925);94 Josef Chochol (villa Kovařovic en Praga, 1912-1913; edificios
residenciales Bayer y Hodek en Praga, 1913-1914);95 Bedřich Feuerstein (monumento a Jan Žižka en Vítkov, 1913);96 y Jiří
Kroha (cabaret Montmartre en Praga, 1918).97
Futurismo
El futurismo (1909-1930) fue un movimiento artístico italiano que exaltó los valores del progreso técnico e industrial del siglo XX,
del que destacaban aspectos de la realidad como el movimiento, la velocidad y la simultaneidad de la acción. Aunque se dio
especialmente en artes plásticas tuvo también algún planteamiento en arquitectura, aunque lo utópico de sus formulaciones
impidió en muchos casos su realización material. Destacó la figura de Antonio Sant'Elia, quien en 1914 presentó su modelo de
ciudad futurista, caracterizada por altos rascacielos, calles a distintos niveles y nuevas tipologías de edificios, como estaciones y
centrales eléctricas. En 1914 firmó el Manifiesto de la arquitectura futurista, donde proclamaba que la arquitectura «debe
conservarse como arte, es decir, como síntesis, como expresión».98 A Sant'Elia se unió el arquitecto Mario Chiattone y juntos
expusieron dibujos de su soñada ciudad del futuro, la Città nuova (ciudad nueva). Muerto en 1916, Sant'Elia no pudo llevar a
cabo sus proyectos, pero su obra teórica influyó en la construcción de los talleres de la FIAT de Giacomo Mattè-Trucco en Turín
(1915-1921), con unos techos planos de hormigón por donde corrían los coches encima de los talleres.99
La obra más paradigmática de este estilo fue la Casa Rietveld Schröder en Utrecht (1924), de Gerrit Rietveld y Truus Schröder,
cuyas soluciones estructurales apuntaban en buena medida las características principales del Estilo internacional: composición
asimétrica, formas geométricas sin relieve, tejados planos y con voladizos en las esquinas, ausencia de ornamentación, ventanas
longitudinales y preferencia por el color blanco. Esta nueva forma de entender la arquitectura se traducía en volúmenes
transparentes, sin muros de carga ni aberturas monumentales, lo que proporcionaba a los edificios una apariencia de amplitud e
incorporeidad que sería la imagen más atrayente del racionalismo.102 Dentro de una retícula tridimensional, la composición
volumétrica se basa en traslaciones y superposiciones de planos, con una fluida secuencia de espacios que favorece la
multiplicidad de funciones.103
Una variante del neoplasticismo fue el elementarismo, un movimiento fundado en 1924 por Theo van Doesburg. Frente a los
colores primarios y ángulos rectos propiciados por De Stijl, Van Doesburg introdujo un mayor dinamismo a través de diagonales
y rotaciones, calificadas por este artista como «contracomposiciones», lo que supuso la ruptura con Piet Mondrian. Aunque
iniciado en pintura, este estilo se trasladó también a la arquitectura, en la que se denotó la influencia constructivista y
bauhausiana. Van Doesburg pretendía hacer una síntesis entre las artes y facilitar una aplicación práctica de la creación artística
en la vida cotidiana. En 1924, Van Doesburg y Cornelis van Eesteren publicaron Hacia una construcción colectiva, en donde
declaraban que «la pintura, sin la construcción arquitectónica, no tiene razón de ser». Desarrollaron su estética en el Manifiesto
del elementarismo (1926), en el que defendían la contraposición de la diagonal en cuadros y esculturas con la linealidad vertical-
horizontal de la arquitectura, como pusieron en práctica en la decoración del Café L'Aubette en Estrasburgo (1928-1929),
realizada por Van Doesburg en colaboración con Hans Arp y Sophie Taeuber-Arp.104
Constructivismo
El constructivismo (1914-1930) fue un movimiento surgido en la Rusia revolucionaria, un estilo comprometido políticamente que
pretendía a través del arte realizar una transformación de la sociedad mediante una reflexión sobre las formas puras artísticas
concebidas desde aspectos como el espacio y el tiempo, que generaron en artes plásticas una serie de obras de estilo abstracto,
con tendencia a la geometrización. En su vertiente arquitectónica, inició un programa ligado a la revolución que buscaba una
arquitectura funcional que satisficiese las necesidades reales de la población.105 El constructivismo coincidió con el
neoplasticismo en la búsqueda de un arte de utilidad colectiva fundamentado en principios estéticos objetivos.106 El fin del
movimiento se produjo en 1932 con la supresión de grupos artísticos llevada a cabo por la dictadura estalinista.107
A medio camino entre la arquitectura y la escultura se encuentra el Monumento a
la Tercera Internacional de Vladimir Tatlin (1919-1920), de la que solo realizó
la maqueta. Habría consistido en una estructura de 395 metros de altura, con una
forma de espirales escalonadas que simbolizaba el progreso del socialismo, con
pisos que girarían a distintos intervalos temporales: diario, mensual y anual.108
Según Tatlin, el monumento representaba la «unión de las formas puramente
artísticas (pintura, escultura y arquitectura) para un propósito utilitario».109
En el terreno del urbanismo la preocupación esencial fue la vivienda, lo que se tradujo en los proyectos de «casa-comuna», como
los desarrollados por Moisei Ginzburg (Casa colectiva del Narkomfin en Moscú, 1929). En 1929 se fundó la ARU (Unión de
Arquitectos Urbanistas), en el seno de la cual se desarrollaron dos tendencias urbanísticas: la de los «urbanistas», defensores de
reestructurar las ciudades tradicionales; y la de los «desurbanistas», que promovían crear asentamientos longitudinales inspirados
en la Ciudad Lineal de Arturo Soria.113
Wright trabajó en sus inicios en el estudio de Louis Sullivan durante seis años y heredó de su maestro la idea de que la
arquitectura estadounidense debía renovarse. Aun así, pensaba que la base de esta renovación estaba en el modo de vida
tradicional norteamericano y en la integración del hombre con la naturaleza conseguida por los pioneros del oeste americano. Así
pues, el ideal constructivo de Wright era la casa unifamiliar de espacios horizontales, techos amplios y una perfecta interrelación
con el entorno, como en la Casa de la cascada, que forma parte del paisaje circundante. Creó así la tipología de las prairie houses
(casas de la pradera), de las que construyó bastantes para empresarios y magnates, así como su propia residencia, Taliesin West,
en Scottsdale, Arizona (1938).115
Para Wright, la arquitectura debía englobar tanto la propia
realización constructiva como la adecuación de esta a su entorno;
según sus palabras: «una arquitectura que se desarrolla de dentro
afuera, en armonía con las condiciones de su ser», así como que
«en la arquitectura orgánica, pues, es totalmente imposible el
edificio como una cosa, su mobiliario como otra y y su posición y
su entorno como otra más».116 Wright adoptó del movimiento
inglés Arts & Crafts la idea de «diseño total», por lo que en sus
obras diseñaba tanto el exterior como el interior de las casas, con
un tipo de mobiliario igualmente de concepción orgánica. Otros
destacados arquitectos de la Prairie School fueron William Gray
Purcell y George Grant Elmslie.117
Casa de la cascada (1936-1939), de Frank Lloyd
Wright, Mill Run, Stewart, Pensilvania (Estados
Racionalismo Unidos)
La Bauhaus
Se suele considerar como un primer exponente de un
racionalismo ya plenamente maduro la Escuela de la Bauhaus. La
Staatliche Bauhaus (Casa de la Construcción Estatal) nació en
1919, cuando el arquitecto Walter Gropius asumió la dirección de
la Escuela de Artes y Oficios de Weimar, la cual reorientó hacia
un programa de estudios multidisciplinar que atendía tanto la
arquitectura como el diseño y las artes decorativas: los
estudiantes de la escuela aprendían teorías de la forma y del
diseño, así como talleres de piedra, madera, metal, barro, vidrio,
tejido y pintura. La Bauhaus se trasladó a Dessau en 1925 y a Edificio de la Bauhaus (1925), de Walter Gropius,
Berlín en 1932. A Gropius sucedió en la dirección Hannes Meyer Dessau (Alemania)
en 1928 y, a este, Ludwig Mies van der Rohe en 1930. La escuela
fue cerrada por la dirección del centro en 1933 ante el acoso
sistemático al que eran sometidos por las autoridades nazis.118
El programa de enseñanza de la Bauhaus se basaba en la correlación entre todos los procesos creativos, con el objetivo de unificar
el arte y el diseño. Según Gropius, «el objetivo último de la Bauhaus es la obra de arte colectiva, en la cual no existan barreras
entre las artes estructurales y las artes decorativas». Así, arquitectos, artistas y artesanos trabajarían juntos en la construcción del
«edificio del futuro».119 En un primer momento la Bauhaus acusó la influencia de la Sezession vienesa y la Wiener Werkstätte,
así como de William Morris y el movimiento Arts & Crafts, de Peter Behrens y Henry Van de Velde, además del expresionismo
de moda en Alemania en la época. Sin embargo, desde 1922 se denotó la influencia del grupo neerlandés De Stijl y la escuela se
volvió más austera y funcionalista, y más encaminada al diseño industrial.119 De nuevo según Gropius, «queremos una
arquitectura adaptada a nuestro mundo de máquinas, radios y coches de motores rápidos, una arquitectura cuya función sea
claramente identificable por la relación de sus formas».120
Se distinguen cuatro fases en la historia de esta escuela: la primera (1919-1924) corresponde a su estancia en Weimar y las
formulaciones arquitectónicas que se plantean son todavía de pervivencia del estilo expresionista, con un cierto componente
utópico; sin apenas realizaciones materiales, el proyecto más relevante esbozado en esta etapa es el proyecto de Gropius para la
sede del Chicago Tribune (1922, no realizado), así como el de un Centro Filosófico Internacional en Erlangen (1923-1924),
tampoco ejecutado. La segunda etapa (1925-1930) se inicia con el traslado a Dessau, donde se construye el edificio sede de la
escuela, obra de Gropius. La línea de la escuela es ya plenamente
racionalista, con una clara apuesta por el diseño y la producción industrial.
Las principales características arquitectónicas de estos años son las
planimetrías geométricas, la disposición ortogonal, el uso de muros-cortina
de cristal y ventanas horizontales, como se aprecia en los proyectos de
«casas de construcción a gran escala» (1924), las viviendas de profesores
(1925-1926) o la Colonia Törten en Dessau (1926). Durante la dirección de
Hannes Meyer (1928-1930) hubo una mayor vinculación con la izquierda
política y se apostó por una arquitectura al servicio de las necesidades de la
población, más práctica y alejada de las formas puras, lo que denota la
Haus am Horn (1923), de Georg Muche y
influencia del constructivismo ruso. Las principales obras de Meyer fueron
Adolf Meyer, Weimar (Alemania)
el proyecto para el palacio de la Sociedad de Naciones en Ginebra (1926-
1927) y la Escuela de los Sindicatos en Berlín (1928-1930). Tras la toma
de la dirección por Mies van der Rohe (1930-1933) la escuela se encaminó hacia una concepción de la arquitectura más centrada
en las cuestiones estructurales, con cierta influencia del grupo neerlandés De Stijl y del arquitecto y artista ruso El Lissitzky.
Entre las obras de Mies estos años destacan: el Pabellón de Alemania para la Exposición Internacional de Barcelona (1929), la
casa Tugendhat en Brno (1930) y la casa Lemcke en Berlín (1932).121
En 1923, la Bauhaus organizó una exposición titulada Arte y tecnología: una nueva unidad, en la que se presentó la Casa
Experimental o Haus am Horn, de Georg Muche y Adolf Meyer, un prototipo de vivienda funcional producida en serie y
construida en acero y hormigón, completamente decorada con objetos y mobiliario diseñados por Marcel Breuer.122 En 1927 se
estableció el departamento de arquitectura, hasta entonces inexistente pese al enfoque multidisciplinar de la escuela, dirigido por
Hannes Meyer y, en 1928, un departamento de planificación urbanística, dirigido por Ludwig Hilberseimer.123
Probablemente, la realización arquitectónica más destacada de esta escuela sea el edificio de la Bauhaus en Dessau, diseñado por
Gropius en 1925. La creó con estrictos criterios de funcionalidad, por lo que se convirtió en un icono de la arquitectura
racionalista. El edificio estaba formado por dos cuerpos, uno rectangular con aulas y laboratorios y otro con forma de L con
auditorio, escenario, cocina y comedor, con cinco pisos de altura que albergaban habitaciones para los estudiantes, baños y
gimnasio. Ambos edificios estaban conectados por un puente elevado de dos pisos de altura, que albergaba las oficinas de
administración. Empleó principalmente como materiales el hormigón y el cristal, con una profusa utilización del muro
cortina.124
Francia
Como se ha visto en los antecedentes, los pioneros de un prerracionalismo
en el país galo fueron Tony Garnier y Auguste Perret. Las líneas generales
del posterior racionalismo francés se basaron en la mayoría de premisas del
Estilo internacional, si bien con menos interés por la funcionalidad que en
el racionalismo alemán.125 En 1929 se fundó la Union des Artistes
Modernes (UAM), donde además de pintores y escultores participaron
arquitectos como Robert Mallet-Stevens, Charlotte Perriand, René Herbst,
Pierre Chareau y Pierre Barbe; en 1931 se adhirieron Le Corbusier,
Gropius, Victor Bourgeois y Willem Marinus Dudok; en 1932, André
Lurçat y Alberto Sartoris. Esta asociación promovió diversas exposiciones
Pabellón de L'Esprit Nouveau para la
y, en 1934, publicó el manifiesto Pour l'art moderne, cadre de la vie
Exposición de Artes Decorativas de 1925
contemporaine, que defendía la arquitectura moderna. Por otro lado, en en París, de Le Corbusier
1930 se fundó la revista Architecture d'aujourd'hui, dirigida por André
Bloc, que sirvió de órgano de difusión de la nueva arquitectura.126
Le Corbusier
El principal referente de la arquitectura racionalista francesa fue Le Corbusier, seudónimo de Charles-Édouard Jeanneret-Gris.
Aunque suizo de nacimiento, se estableció en París en 1917 (a los treinta años) y se nacionalizó francés en 1930. Fue grabador,
diseñador, pintor, escultor y escritor, aunque, paradójicamente, la persona que más influyó en la arquitectura del siglo XX no se
tituló arquitecto.127 En sus inicios recibió la influencia de Tony Garnier y Auguste Perret, como se evidencia por su empleo del
hormigón armado. Le Corbusier representa un racionalismo clasicista, que hunde sus raíces en la arquitectura grecorromana;
según afirmaba, su único maestro había sido la Historia. Para él, «la arquitectura es el juego sabio, correcto y magnífico de
volúmenes ensamblados bajo la luz. Los cubos, los conos, las esferas, los cilindros o las pirámides son las grandes formas
primarias que la luz revela bien. Es la condición esencial de las artes plásticas».128
Entre sus primeras formulaciones se encuentra la Maison Domino (1914), una casa-tipo planteada como célula elemental de
vivienda para ser producida en serie y que permitiese el trazado de plantas libres, formada por una estructura de hormigón
sostenida sobre seis montantes de vigas voladizas.129 Una variante más evolucionada sería la Maison Citrohan (1920), una
unidad habitable diseñada —según sus palabras— «como un autobús o la cabina de un barco», y que serviría como célula mínima
para construir bloques de pisos que denominaría immeuble-villas («edificios-ciudad»), como materializó en su villa Besnus de
Vaucresson en 1922.130
En los últimos años de su vida su estilo evolucionó hacia formas más orgánicas y expresivas, con un cierto componente barroco,
como se denota en la iglesia de Notre-Dame-du-Haut en Ronchamp (1950-1954), en el convento de Santa María de La Tourette
en Éveux (1952-1960) o en el Carpenter Center for the Visual Arts de la Universidad de Harvard (1960-1963), su única obra en
Estados Unidos.140 En esta etapa destacó por su uso del hormigón armado visto (en francés béton brut), lo que propició un
nuevo estilo bautizado como brutalismo que, paradójicamente, sería el principal catalizador para el final del racionalismo,
escenificado por el Team X —un grupo de arquitectos brutalistas— en el CIAM de 1959.141 Por otro lado, algunos historiadores
califican la iglesia de Ronchamp como el primer edificio posmoderno.142 Entre sus últimas obras destacan: el Pabellón Philips
para la Exposición Universal de Bruselas de 1958, con Iannis Xenakis; la Maison du Brésil en París (1959), diseñada junto a
Lúcio Costa; la iglesia de Saint-Pierre y la Casa de la Juventud y la Cultura en Firminy (1960-1965); y la Maison de
l'Homme/Musée Heidi Weber en Zúrich (1960-1967).143 Por otro lado, entre sus últimos proyectos no realizados se encontraban:
un estadio en Bagdad (1956), un pabellón de exposiciones en Estocolmo (1962), un centro internacional de arte en Erlenbach am
Main (1963), un centro de cálculo electrónico para Olivetti en Rho, cerca de Milán (1963-1964), un palacio de congresos en
Estrasburgo (1964), una embajada de Francia en Brasilia (1964-1965) y un hospital en Venecia (1965).144
Otros arquitectos
Robert Mallet-Stevens se formó en el estudio vienés de Josef Hoffmann. Su obra es una síntesis de racionalismo, funcionalismo y
una poética figurativa cercana al cubismo, que se traduce en un purismo arquitectónico que se acerca a la imagen más canónica
del Estilo internacional, como se evidencia en su Estación de Bomberos de París (1935).146 Otras obras suyas fueron: la villa
Paul Poiret en Mézy-sur-Seine (1924–1930), la villa Noailles en Hyères (1924-1933), los edificios de la calle Mallet-Stevens en
París (1926-1927), la villa Cavrois en Croix (1929-1932) y los pabellones de la Higiene y de la Electricidad y la Luz para la
Exposición Internacional de París de 1937.147
André Lurçat fue introductor en su país del estilo Bauhaus y miembro fundador del CIAM, en el cual se alineó con el sector
germano en contra del protagonismo de Le Corbusier. En 1929 publicó Architecture, en el que se mostró partidario de una
modernidad moderada. Ese mismo año construyó una de sus mejores obras, el Hotel Nord-Sud en Calvi (Córcega). En 1932
construyó cuatro casas para el Werkbundsiedlung de Viena. Entre 1934 y
1937 residió en la Unión Soviética, donde construyó un edificio para los
ingenieros del Metro de Moscú. Entre sus obas destacan: la casa Michel en
Versalles (1925), la casa Guggenbühl en París (1927) y el grupo escolar
Karl-Marx en Villejuif (1930-1933). En la segunda posguerra se dedicó a
la construcción de «ciudades-jardín verticales» prefabricadas en Saint-
Denis, en la periferia parisina, como la «unidad de barrio» Fabien (1948-
1960).148
Jean Prouvé fue uno de los fundadores del UAM y en su obra buscó
aglutinar arte e industria, siendo uno de los pioneros de la construcción en paneles metálicos. Entre sus obras destacan: la Casa
del Pueblo de Clichy (1935-1939, con Marcel Lods y Eugène Beaudouin), las fachadas de la Federación de la Construcción en
París (1949, con Raymond Gravereaux y Raymond Lopez) y el Pabellón de Exposiciones en Lille (1952, con Paul Herbé), el
Pabellón del Centenario del Aluminio en París (1954, con Michel Hugonet) y el prototipo de «Casa de los mejores días» para
personas sin hogar (1956), del que Le Corbusier comentó que «es la más bella casa que conozco».152
Marcel Lods trabajó asociado a Eugène Beaudouin. Entre sus primeras obras se encuentran varios conjuntos de viviendas
sociales, como el barrio de Champ-des-Oiseaux en Bagneux (1930-1939) y el barrio de La Muette en Drancy (1931-1934), que
destacan por sus estructuras metálicas y elementos prefabricados. Posteriormente construyeron la Escuela al Aire Libre de
Suresnes (1934-1935), el aeroclub de Buc y la casa desmontable BLPS (1938), la Casa del Pueblo y el mercado cubierto de
Clichy (1935-1939, con Jean Prouvé).155
Georges-Henri Pingusson, arquitecto e ingeniero, evolucionó al
racionalismo desde unos inicios influido por las vanguardias cubista y
dadaísta. Su primera obra relevante fue el Hotel Latitude 43 en Saint-
Tropez (1932). En 1937 realizó el pabellón de la UAM para la Exposición
Internacional de París, junto a Frantz-Philippe Jourdain y André Louis,
proyectado en un típico lenguaje racionalista: planta libre, uso de pilotis,
fachada de vidrio y tejado-terraza. Posteriormente fue autor de la
Embajada de Francia en Saarbrücken (1950-1952) y el Memorial de la
Deportación en París (1961-1962).156
Tras la Segunda Guerra Mundial cabe destacar el estudio formado por Fundación Maeght (1959-1964), de Josep
Georges Candilis, Shadrach Woods y Alexis Josic, activos en Francia, Lluís Sert, Saint-Paul-de-Vence
Alemania y Marruecos. Candilis y Woods se conocieron trabajando en el
taller de Le Corbusier, en el que colaboraron en la Unité d'Habitation de
Marsella; en 1955 se asociaron con Josic. Destacaron en el diseño de conjuntos de viviendas sociales: Le Blanc-Mesnil, 1955-
1957; Bagnols-sur-Cèze, 1956-1957; Bobigny, 1956-1962.157 Vladimir Bodiansky, de origen ruso, fue el fundador en 1946 del
Atelier des bâtisseurs («taller de los constructores») o ATBAT, activo en Francia y África, donde desarrolló numerosos proyectos.
Colaboró con Le Corbusier en la Unité d'Habitation de Marsella y con Beaudouin, Lods y Prouvé en la Casa del Pueblo de
Clichy; entre sus obras destaca el Hospital Americano de Saint-Lô (1946, con Paul Nelson).158
Por último es de remarcar la sede de la Unesco en París (1953-1958), de Marcel Breuer, Pier Luigi Nervi y Bernard Zehrfuss, un
complejo compuesto por un gran bloque en forma de Y de ocho pisos de altura, un auditorio para la Asamblea General y seis
edificios complementarios de menor altura.159 Cabe reseñar igualmente la Fundación Maeght en Saint-Paul-de-Vence (1959-
1964), del español Josep Lluís Sert, un edificio diseñado como integración de las artes en que la arquitectura se combina con
diversas instalaciones artísticas, entre las que destacan el patio, de Alberto Giacometti; el laberinto de esculturas y cerámicas de
Joan Miró; el mural-mosaico de Marc Chagall; la fuente de Pol Bury; y la piscina de Georges Braque.160 161
Alemania
En Alemania, como se ha visto, la arquitectura racionalista
estuvo estrechamente ligada en sus inicios al expresionismo y las
varias manifestaciones grupales que surgieron en su seno, como
Deutscher Werkbund, Arbeitsrat für Kunst y Der Ring, así como
la Escuela de la Bauhaus, la primera en que se alcanzó un estilo
racionalista plenamente maduro. En el desarrollo del
racionalismo alemán cabe destacar la urbanización
Weißenhofsiedlung, construida en Stuttgart en 1927 como
exposición organizada por el Deutscher Werkbund con el objetivo
de promover la vivienda de bajo coste, supervisada por Ludwig Fábrica Fagus (1911-1912), de Walter Gropius y
Mies van der Rohe y en la que participaron arquitectos alemanes Adolf Meyer, Alfeld
como Peter Behrens, Richard Döcker, Walter Gropius, Ludwig
Hilberseimer, Hans Poelzig, Adolf Rading, Hans Scharoun,
Adolf Gustav Schneck, Ferdinand Kramer, Bruno Taut y Max Taut, junto a otros de otros países, como Victor Bourgeois, Le
Corbusier, Pierre Jeanneret, Josef Frank, J.J.P. Oud y Mart Stam. Se construyeron treinta y una viviendas, diseñadas bajo unas
premisas de unidad visual basadas en paredes de revoco blanco, formas rectangulares, cubiertas planas y bandas horizontales de
ventanas.17
Los dos principales representantes del racionalismo alemán —y referentes a nivel mundial— fueron Walter Gropius y Ludwig
Mies van der Rohe. Gropius fue arquitecto, urbanista y diseñador, discípulo de Peter Behrens. En sus inicios formó parte del
movimiento expresionista, dentro del cual estuvo vinculado a los grupos Deutscher Werkbund, Arbeitsrat für Kunst y Der Ring.
En 1910 abrió su propio estudio, en el que trabajó asociado a Adolf Meyer. Entre sus primeras obras destaca la Fábrica Fagus
(1911-1914), en Alfeld, un edificio rectangular que destaca por el uso del muro cortina, que sería uno de sus principales sellos
estilísticos.162 También con Meyer construyó en 1914 la Fábrica Modelo para la exposición de la Deutscher Werkbund en
Colonia163 y, en 1923, el Teatro Municipal de Jena.151 En 1919 fundó la Escuela de la Bauhaus, de la que construyó en 1925 su
sede en Dessau.162 En 1928 abrió su propio despacho, desde el que elaboró la urbanización Dammerstock en Karlsruhe (1928-
1929),164 así como el proyecto de Siemensstadt en Berlín (1929-1930).165 Con la llegada al poder de los nazis se vio obligado a
exiliarse, primero al Reino Unido y luego a Estados Unidos, donde fue director de la Graduate School of Design de la
Universidad de Harvard (para su obra americana véase aquí).166
En 1945 se asoció con ocho jóvenes arquitectos en la firma The Architects' Collaborative (TAC). Además de las obras realizadas
por este estudio en Estados Unidos, en los años 1950 y 1960 realizó algunos proyectos de nuevo en suelo alemán: en 1957
construyó con Wils Ebert un bloque de apartamentos en el distrito de Hansaviertel en Berlín occidental; poco después realizó la
nueva ciudad de Britz-Buckow-Rudow; y en 1964 diseñó el edificio del Bauhaus-Archiv en Berlín, realizado tras su muerte por
Alexander Cvijanovic en 1977.166
Estuvo también ligado al expresionismo y a los grupos Der Ring y Novembergruppe. Aunque nunca se diplomó en arquitectura,
entró como aprendiz en 1908 en el estudio de Peter Behrens y en 1911 abrió su propio estudio. En sus inicios estuvo influido por
el neoplasticismo y el constructivismo, como se denota en sus proyectos no realizados de rascacielos de cristal para Berlín (I,
1919; y II, 1921).170 En 1923 ideó un proyecto de oficinas en forma de caja de hormigón armado y vidrio, que sería la base de
sus composiciones y que plasmó por primera vez en la casa Wolf en Guben (1926, destruida).171 En 1927 dirigió la urbanización
del barrio de Weißenhofsiedlung en Stuttgart, para la que diseñó el plano de conjunto y construyó un edificio de apartamentos con
estructura de acero que permitía a los ocupantes variar las plantas a su gusto.172
En 1929 realizó el Pabellón de Alemania de la Exposición Internacional de Barcelona, uno de los mejores ejemplos de la
arquitectura racionalista por su pureza formal, su concepción espacial y su inteligente empleo de estructuras y materiales, que
convirtieron a este pabellón en el paradigma de la arquitectura del siglo XX. De planta rectangular, se elevaba sobre un podio
recubierto de travertino; la cubierta se sostenía sobre columnas cruciformes y muros de carga, con paredes de distintos materiales
(ladrillo recubierto de yeso, acero recubierto de mármol verde y de ónice de Marruecos). El mobiliario, diseñado con Lilly Reich,
incluía la famosa silla Barcelona. La decoración se reducía a dos estanques y una escultura, La Mañana, de Georg Kolbe.
Demolido después de la exposición, fue reconstruido entre 1985 y 1987 en su emplazamiento original por Cristian Cirici, Ignasi
de Solà-Morales y Fernando Ramos, siguiendo los planos dejados por Mies van der Rohe.173
Entre 1930 y 1933 fue director de la Bauhaus. En estos años fue
autor de la casa Tugendhat en Brno (1930), una «casa de soltero»
para la Exposición de la Construcción de Berlín (1931) y la casa
Lemcke en Berlín (1932). Con la llegada al poder de los nazis sus
obras se fueron reduciendo: concurso para la sede del Reichsbank
(1933) y estand para la exposición Deutsches Volk-Deutsche
Arbeit (1934).174 En 1938 emigró a Estados Unidos, donde fue
director de la escuela de arquitectura del Armour Institute of
Technology de Chicago, posteriormente Illinois Institute of
Technology (para su obra americana véase aquí).175 Aunque
residió hasta su muerte en Chicago, aún realizó alguna obra en su Neue Nationalgalerie (1962-1967), de Ludwig Mies
país natal, como la Neue Nationalgalerie de Berlín (1962-1967), van der Rohe, Berlín
un museo dedicado al arte del siglo XX, sostenido sobre un podio
de granito sobre el que se eleva una estructura metálica cuadrada
sustentada por ocho pilares perimetrales, con un cerramiento enteramente de vidrio.176
El ascenso al poder del nazismo en 1933 supuso la relegación del racionalismo en Alemania, ya que el nuevo régimen apostó por
un estilo realista mezcla de Neoclasicismo y art déco. La mayoría de arquitectos racionalistas marchó al exilio, como Mies,
Gropius, Breuer, May, Mendelsohn y Bruno Taut; algunos de más avanzada edad dejaron prácticamente de trabajar, como
Poelzig, mientras que unos pocos como Scharoun y los hermanos Luckhardt, menos activistas políticamente, continuaron
trabajando unos años más en estilo racionalista.184
Tras la Segunda
Guerra Mundial, el
estilo hegemónico
volvió a ser el
racionalismo, si bien
con ciertas
modificaciones
respecto al período
de entreguerras,
como un mayor uso
Edificio de la Hochschule für Gestaltung Edificio de viviendas para la exposición
de las superficies
de Ulm, diseñado por Max Bill y terminado Werkbundsiedlung de Breslau (1929), de
curvas, la
en 1955 Adolf Rading
recuperación de
materiales como la
piedra y la madera, una mayor adaptabilidad al medio y unas formas menos rígidas y puristas. En ese contexto, cabe citar la obra
de arquitectos como Otto Bartning, Hans Scharoun, Adolf Bayer, Paul Seitz, Gottfried Böhm, Hans Maurer, Alexander von
Branca y Egon Eiermann.185 Destacó la obra de Scharoun, que pudo desplegar su estilo monumental y tecnologizado que había
ido desarrollando con los años, como en los rascacielos Romeo y Julieta en Stuttgart (1954-1959, con W. Frank), el Teatro del
Estado de Kassel (1952, con H. Mattern y W. Huller) y la Berliner Philharmonie de Berlín (1963, con W. Weber).186 También de
relevancia fue la obra de Eiermann, partidario de una modernidad pragmática de estética funcional: fábrica textil de Blumberg
(1949-1951), pabellones alemanes para la Exposición Universal de Bruselas de 1958 (con Sep Ruf), edificio Olivetti en Frankfurt
(1968-1972).187
En 1953, el arquitecto y escultor suizo Max Bill fundó en Ulm la Hochschule für Gestaltung (Escuela Superior de Proyectación),
posteriormente denominada Neues Bauhaus (Nueva Bauhaus) —también en ocasiones Ulm Bauhaus—. Financiada de forma
privada y con becas de Estados Unidos, la institución permaneció hasta 1968. En esos años se convirtió en una de las
instituciones dedicadas al diseño más importantes de Europa. Bill fue autor del conjunto de edificios de la escuela, realizados con
una estructura de hormigón, paredes vistas lisas con ocasionales paneles de ladrillo y marcos de madera.188
Otro hito fue la celebración en 1957 de la Exposición Internacional de Berlín, más conocida como Interbau, organizada con el
objetivo de reconstruir el barrio berlinés de Hansaviertel. Bajo la dirección de Otto Bartning participaron, además de arquitectos
alemanes —entre ellos Walter Gropius—, numerosos arquitectos internacionales, como Alvar Aalto, Oscar Niemeyer, Raymond
Lopez, Eugène Beaudouin, Hugh Stubbins y Pierre Vago, así como Le Corbusier, quien construyó una réplica en Charlottenburg
de su Unité d'Habitation.189
Austria y Suiza
La arquitectura racionalista austríaca fue heredera de la Sezession
vienesa, a través de la mediación especialmente de Josef
Hoffmann, profesor de la Kunstgewerbeschule que formó a una
nueva generación de arquitectos. Tras la primera posguerra,
Hoffmann se acercó a los postulados del racionalismo, aunque
con un lenguaje algo más tradicional, como en sus casas Werkbundsiedlung de Viena (1932)
populares construidas entre 1925 y 1930. En Viena se celebró en
1932 un Werkbundsiedlung (exposición de edificios permanentes
y temporales promovida por la Österreichischer Werkbund), que promovió una urbanización de viviendas experimentales en el
distrito de Lainz, en la que treinta y un arquitectos construyeron setenta casas, la «exposición de edificios más grande de Europa»
como se anunció en su día. La mayoría eran arquitectos austríacos, entre los que destacaban el propio Hoffmann, Adolf Loos,
Walter Loos, Josef Frank, Richard Neutra, Clemens Holzmeister, Margarete Schütte-Lihotzky, Oskar Strnad, Walter Sobotka y
Ernst Plischke, además del alemán Hugo Häring, los franceses André Lurçat y Gabriel Guevrekian y el neerlandés Gerrit
Rietveld. El resultado fue un conjunto de casas blancas de planta libre y techos planos, similar a la Weißenhofsiedlung de
Stuttgart pero algo más formalista.190 A nivel de vivienda cabe destacar también el Karl Marx-Hof de Viena, diseñado por Karl
Ehn en 1927, un gigantesco bloque de viviendas de un kilómetro de largo, de forma rectangular con un gran patio central que
sirve de plaza, jardín y centro de servicios comunitarios, con casi 1400 apartamentos.191
Entre los arquitectos racionalistas austríacos destacan: Ernst Plischke, autor en 1931 de la Oficina de empleo Liesing en Viena,
considerada el «primer edificio moderno en Austria»;192 Alois Johann Welzenbacher, único representante de su país en la
exposición del MoMA de 1932, autor de la cervecería Adam en Innsbruck (1927) y el Terrassenhotel am Oberjoch en el Allgäu
(1932);193 y Margarete Schütte-Lihotzky, la primera mujer en titularse arquitecta en su país, partícipe en 1924 de la realización
de la casa popular Winarsky-Hof y diseñadora de la famosa cocina Frankfurt, además de equipamientos para la infancia.194
Cabe citar también a: Alberto Sartoris, arquitecto e historiador que ejerció una notable influencia en el terreno teórico, autor de
obras como la iglesia de Notre-Dame-du-Bon-Conseil en Lourtier (1932), la casa comunal de Vevey (1933) y la casa Morand-
Pasteur en Saillon (1934);201 Hans Brechbühler, autor de la Escuela de Artes y Oficios de Berna (1937-1939), basada en los
«cinco puntos» lecorbusierianos;202 Elsa Burckhardt-Blum, autora de varias casas de líneas puras, volúmenes cúbicos y techos
planos en voladizo (casa Burckhardt-Blum en Küsnacht, 1937-1938);203 y Otto Senn, que en sus obras conjuga el rigor
geométrico racionalista con las formas orgánicas expresionistas (villa en Binningen, 1936).204
En la segunda posguerra hay que mencionar a Max Bill, que estudió en la Bauhaus de Dessau, tras lo que se instaló como
arquitecto en Zúrich. En 1951 fue el fundador y primer director de la Ulm Bauhaus, cuyos edificios construyó (1953-1955). Fue
autor también del pabellón de Suecia para la World's Fair de Nueva York de 1939 y para la exposición Swiss Design de Londres
de 1959,205 así como del sector «Educar y crear» en la Exposición Nacional Suiza de 1964 en Lausana, de un racionalismo de
tendencia minimalista.206 Otro arquitecto destacado de posguerra fue Fritz Haller, de clara influencia miesiana, autor de la
Escuela de Ingeniería de Windisch (1961-1966).207 También continuó su labor Alberto Sartoris: fábricas Keller en Saint-Prex
(1959), edificio Les Toises en Lutry (1959-1960), villa Huber en Saint-Sulpice (1960).201
Gerrit Rietveld rompió con De Stijl en 1928, año en que se adhirió al CIAM y comenzó una fase más puramente racionalista,
como se denota en sus casas de la calle Erasmuslaan de Utrecht (1930-1931), dispuestas en hilera y con forma rectangular,
estucadas en blanco y con ventanas horizontales, al más puro Estilo internacional.211 Otras obras suyas fueron: el cine Vreeburg
en Utrecht (1936, con Truus Schröder), el pabellón neerlandés para la Bienal de Venecia de 1954 y el Museo Van Gogh de
Ámsterdam (1963-1972, con Joan van Dillen y Johan van Tricht).210
Mart Stam recibió la influencia de Mies van der Rohe y El
Lissitzky. Dos de sus primeras obras, las escuelas primarias San
Wendel (1924) y Thunn (1925) son ya de pleno Estilo
internacional. En la Weißenhofsiedlung de Stuttgart de 1927
construyó tres casas adosadas formando un bloque rectangular.
Posteriormente trabajó con Ernst May en Frankfurt, donde
destaca su Asilo de Ancianos Budge (1929-1930), del que
Hitchcock y Johnson señalaron que aunque está «guiado
Edificio en Hoek van Holland (1924-1927), de
exclusivamente por consideraciones económicas y funcionales, el
Jacobus Johannes Pieter Oud
edificio también tiene, indudablemente, valor estético».211
Trabajó con su esposa Lotte Beese, alumna de la Bauhaus y
colaboradora de Ernst May en la Unión Soviética —donde concoció a su marido—; fue responsable de los barrios de Pendrecht
(1948-1952), Het Lage Land y Ommoord (1962-1969) en Róterdam.212
Cornelis van Eesteren destacó como urbanista: fue autor del plan urbanístico de Ámsterdam (1935, véase la sección de
Urbanismo).215 Fue presidente del CIAM entre 1930 y 1947. Tras la Segunda Guerra Mundial se encargó de la ordenación de los
pólders sur de IJsselmeer y del nuevo pueblo de Nagele; entre 1959 y 1964 fue el encargado de trazar los planos de la nueva
ciudad de Lelystad.216
Bélgica fue una de las cunas del art nouveau, cuya influencia se sintió
hasta los años 1920, en que se recibió la influencia del neoplasticismo
neerlandés. En el génesis de la arquitectura moderna belga hay que señalar
la labor docente del arquitecto modernista Henry Van de Velde en el
Instituto Superior de Artes Decorativas de La Cambre en Bruselas, en el
que impartieron clases algunos de los principales arquitectos belgas de
entreguerras: Victor Bourgeois, Huibrecht Hoste, Jean-Jules Eggericx y
Raphaël Verwilghen.218 Bourgeois fue el principal divulgador del
Movimiento moderno en su país, con una gran preocupación social que
desarrolló como arquitecto y urbanista; fue uno de los fundadores del
Vivienda en Zele (1931), de Huibrecht
CIAM. Se inició como arquitecto de la Sociedad Nacional de Viviendas
Hoste
Baratas, para la que diseñó diversos conjuntos de viviendas, como la Cité
moderne en Berchem-Sainte-Agathe (1922-1926). En 1925 construyó su
casa en Bruselas, de sencillas formas racionalistas y, en 1927, construyó una casa para el Weißenhofsiedlung de Stuttgart; entre
1927 y 1928 edificó el taller del escultor Oscar Jespers en Bruselas. En 1930 organizó el III CIAM, celebrado en Bruselas. Desde
entonces se centró más en el urbanismo. Tras la Segunda Guerra Mundial fue autor de obras como el Ayuntamiento de Ostende
(1954), la Casa de la Cultura de Namur (1957) y el Pabellón Eternit para la Exposición General de Bruselas de 1958.219
Villa Dirickz (1933), de Marcel Leborgne, Otro destacado arquitecto fue Louis Herman De Koninck, el único
Rhode-Saint-Genèse arquitecto belga representado en la exposición del MoMA de 1932 y
considerado el mejor arquitecto moderno belga de entreguerras.
Preocupado por los medios de estandarización de los materiales
constructivos y por el estudio del hábitat mínimo, desarrolló varios prototipos de elementos prefabricados en hormigón, metal y
madera; en 1930 patentó un ladrillo de vidrio con refracción normalizada. Entre sus obras destacan: la casa-taller del pintor
Lenglet en Uccle (1926), la casa del fotógrafo Alban en Bruselas (1929) y la casa del coleccionista Dotremont en Uccle
(1932).222 Por último, cabe citar también a: Marcel Leborgne, autor de una villa de estilo lecorbusieriano en Rhode-Saint-
Genèse (1933);223 Paul-Amaury Michel, artífice de la Casa de vidrio en Bruselas (1935), inspirada en la obra de Pierre
Chareau;224 y Léon Stynen, que edificó también con influencia lecorbusieriana obras como el Casino de Knokke-Heist (1928-
1931) y el Pabellón de Artes Decorativas para la Exposición Internacional de Amberes de 1930.225
Tras la Segunda Guerra Mundial cabe reseñar a Renaat Braem, formado en el estudio de Le Corbusier, autor de varios planes de
viviendas sociales en el barrio de Kiel en Amberes (1949-1958), de la ciudad modelo del Heysel en Bruselas (1956-1963), el
barrio Saint Maartensdal en Lovaina (1957-1967) y las unidades de habitación de Arena en Deurne (1960-1971) y de Boom
(1965-1972).226
Reino Unido e Irlanda
El racionalismo no llegó al Reino Unido hasta 1930, debido sobre todo al
rechazo del que consideraban un excesivo germanismo en este
movimiento.227 Muchas de las obras racionalistas fueron construidas por
inmigrantes del continente que escapaban de las dictaduras rusa y alemana.
Entre los arquitectos británicos destacan Frederick Etchells, traductor al
inglés de Hacia una nueva arquitectura de Le Corbusier y autor del
Crawfords Advertising Building de Londres (1929);228 y Joseph
Emberton, autor del Royal Corinthian Yacht Club de Burnham-on-Crouch
(1931), el único exponente inglés citado por Hitchcock y Johnson en su
De La Warr Pavilion (1935), de Erich
libro del Estilo internacional. Cabe citar también la casa High & Over de
Mendelsohn y Serge Chermayeff, Bexhill-
Amyas Connell (1929-1930), en Amersham, inspirada en las casas de on-Sea
campo Arts & Crafts pero construida en hormigón blanco con cubierta
plana y ventanas horizontales, al estilo racionalista; otras obras de Connell,
en asociación con Basil Ward y Colin Lucas, fueron la casa New Farm en Greyswood (Surrey, 1932), las casas de Parkwood
Estate en Ruislip (Londres, 1935) y de Frognal n.º 66 en Hampstead (1938), de inspiración lecorbusieriana.229
Debido a la reticencia inglesa hacia la arquitectura moderna la mayoría de construcciones fueron casas para clase media, pero
también se construyeron algunas viviendas de bajo coste, como Kent House en Chalk Fram (Londres, 1934), de Connell, Ward y
Lucas, y Sassoon House en Camberwell (Londres, 1934), de Maxwell Fry230 —Fry trabajó asociado a su mujer, Jane Drew, con
la que realizó importantes proyectos en India y África—.231 De mayor categoría fueron los pisos de Lawn Road en Hampstead
(1933-1934), de Wells Coates, ingeniero de profesión y representante inglés en el CIAM a través del Modern Architectural
Research Group (MARS).230 Coates fue autor también de una casa de campo en North Benfleet, Essex (1934-1936). Cabe citar
también a Francis Yorke, autor de la Nast Hyde Villa en Hatfield (1935), y Owen Williams, autor de la fábrica farmacéutica Boots
de Beeston (1930-1932), que destaca por su profusa utilización del muro cortina y por sus columnas de hormigón con forma de
árbol.231
Entre los inmigrantes se encuentran también: el alemán Erich Mendelsohn, autor con Serge Chermayeff del De La Warr Pavilion
en Bexhill-on-Sea (1935); Walter Gropius, quien recaló en Reino Unido antes de dirigirse a Estados Unidos, autor con Maxwell
Fry del Impington Village College en Cambridgeshire (1939); y Marcel Breuer, quien acompañó a Gropius en su periplo inglés y
norteamericano, autor con Francis Yorke del pabellón Gane en Bristol (1936) y una casa de campo en Angmering, Sussex
(1937).231
Tras la Segunda Guerra Mundial, el Estilo internacional se fue
reorientando hacia una estética más accesible y popular que se vino a
denominar «neohumanismo», promovida por la revista Architectural
Review dirigida por Nikolaus Pevsner. La puesta de largo de esta nueva
orientación fue el Festival of Britain de 1951, una feria en conmemoración
del centenario de la Gran Exposición de Londres, en la que se desarrolló
una arquitectura de carácter monumental y cierto romanticismo.235 Uno
de los principales edificios de la exposición fue el Royal Festival Hall, de
John Leslie Martin, Robert Matthew y Peter Moro, característico por su
fachada lisa y curva y su techo abovedado.236 En reacción a ello, a Festival of Britain (1951), Londres
mediados de los años 1950 una serie de jóvenes arquitectos liderados por
Peter y Alison Smithson promovieron un enfoque más físico y social, lo
que se tradujo en un nuevo estilo que fue denominado brutalismo —también en ocasiones «neobrutalismo», para remarcar su
carácter novedoso—, inspirado especialmente en la última etapa productiva de Le Corbusier y su empleo del hormigón crudo.235
Irlanda se adentró en la arquitectura racionalista tras su independencia en 1922, con una mezcla de influencia neerlandesa,
escandinava, francesa y, especialmente, alemana. Walter Gropius dio varias conferencias en Dublín en 1936 e influyó en
numerosos jóvenes arquitectos. Algunas de las primeras obras relevantes fueron el Hospital de Kilkenny, de Joseph Downes
(1935); la Scott House en Sandycove, de Michael Scott (1938); el Pabellón de Irlanda en la World's Fair de Nueva York de 1939,
también de Scott; y el aeropuerto de Dublín, de Desmond Fitzgerald (1941). Durante la Segunda Guerra Mundial, en la que
Irlanda permaneció neutral, la construcción decayó, pero poco a poco se fue recuperando después de la contienda, en un estilo de
plena internacionalidad: Escuela de Kilmainham, de Robinson & Keefe (1950); estación de autobuses de Dublín, de Michael
Scott (1953). Scott dominó el panorama arquitectónico irlandés durante los siguientes treinta años con un estilo de clara
influencia miesiana; entre sus obras posteriores destacan los estudios de televisión Raidió Teilifís Éireann (1959-1961).238
Países nórdicos
En general, los países nórdicos desarrollaron una variante regionalista del Estilo internacional, debido a las circunstancias de su
clima y de los materiales utilizados, donde destaca el uso de la madera.239 El principal exponente de la arquitectura nórdica fue
el finlandés Alvar Aalto, a medio camino entre el racionalismo y el organicismo. Frente a la excesiva geometrización del
racionalismo ortodoxo, Aalto defendía como Frank Lloyd Wright la integración con la naturaleza, así como el uso de materiales
naturales como la madera. Cuando aún era estudiante en la Universidad Politécnica de Helsinki diseñó la casa de sus padres en
Alajärvi. Diplomado en 1921, trabajó dos años en la oficina de proyectos de la Exposición de Göteborg. En 1924 se casó con
Aino Marsio, con quien formó pareja profesional. Su primera obra de relevancia fue la Casa del Pueblo de Jyväskylä (1924-
1925), inspirada en la arquitectura florentina.240 Entre 1927 y 1929 construyó un bloque estandarizado de pisos en Turku con
elementos prefabricados de hormigón que recuerda las obras de Mies y Gropius para la Weißenhofsiedlung. En 1929 participó en
el II CIAM, donde su contacto con Siegfried Giedion y con artistas como Constantin Brâncuși, Georges Braque y Fernand Léger
le acercaron a la vanguardia. Entre 1927 y 1929 construyó el edificio para
el periódico Turun Sanomat, basado en los «cinco puntos para una nueva
arquitectura» de Le Corbusier. Otra obra importante de sus inicios fue la
biblioteca pública de Viipuri (1927-1935), que muestra su evolución desde
un cierto clasicismo hacia el funcionalismo.241
En Finlandia destacaron también: Erik Bryggman, que evolucionó sucesivamente del clasicismo al funcionalismo y, por último, el
neorromanticismo; de su fase funcionalista cabe destacar el Pabellón de Finlandia de la Exposición Internacional de Amberes de
1930 y el Instituto de Deportes de Vierumäki (1933-1936), de influencia lecorbusieriana.243 Hilding Ekelund tuvo una evolución
estilística similar a la de Bryggman; dentro del racionalismo destaca su Embajada de Finlandia en Moscú (1936-1938).244 Keijo
Petäjä fue defensor de un racionalismo fuertemente industrializado, como en el Centro de la Industria en Helsinki (1949-1952,
con Viljo Revell), el primer proyecto moderno de posguerra en su país.245 Aulis Blomstedt representó un «racionalismo
humanista», en obras como el Instituto de los Trabajadores de Helsinki (1959) y un conjunto de viviendas en Tapiola (1952-
1965).246 Viljo Revell fue exponente del llamado «racionalismo tecnocrático», en oposición al excesivo romanticismo de Aalto.
Diseñó las casas prefabricadas Sufika para la ciudad-jardín de Tapiola (1953-1955); también construyó viviendas colectivas en
Helsinki y Vaasa. Su obra más puramente funcional fue la fábrica textil Hyvon-Kudeneule (1955-1956).247
Suecia tuvo una especial adscripción al funcionalismo en los años 1930 gracias al impulso iniciado en la Exposición de
Estocolmo de 1930 y a la redacción al año siguiente del manifiesto Acceptera, redactado por Erik Gunnar Asplund, Wolter Gahn,
Sven Markelius, Eskil Sundahl y Uno Åhrén.248 Su principal referente fue Erik Gunnar Asplund, que combinó en su obra
elementos modernos y tradicionales, como se denota en el cine Skandia (1922-1923), donde juega con el equilibrio entre líneas
horizontales y verticales. Su fama llegó con los edificios para la Exposición de Estocolmo de 1930, en los que combinó con
habilidad el acero y el cristal consiguiendo impactantes efectos de luz. Su crematorio del cementerio sur de Estocolmo (1935-
1940) combina elementos clásicos y modernos.239
Otros arquitectos racionalistas
suecos fueron: Uno Åhrén,
fue el introductor del
funcionalismo en Suecia, así
como el primero en defender
la obra de Le Corbusier en su
país, cuya influencia se
denota en la Escuela Central
de Estocolmo (1928, con
Sven Markelius), el cine
Flamman en la misma ciudad Restaurante de la Exposición de
(1929-1930), la fábrica Ford Estocolmo de 1930, de Erik Gunnar
también en la capital sueca Asplund
(1930) y los barrios de
Hotel SAS (1958-1960), de Arne
Söderlingska Ängen (1933) y
Jacobsen, Copenhague
Övre Johanneberg (1938-1939) en Göteborg;249 Sven Markelius, iniciado en el
clasicismo pero adscrito al racionalismo a mediados de los años 1920 por influencia
de Le Corbusier (Sala de conciertos de Helsingborg, 1924);250 Sigurd Lewerentz se adhirió al funcionalismo mediada su carrera,
ya en los años 1930 (villa Edstrand en Falsterbo, 1936);251 Eskil Sundahl, presidente de la Oficina Cooperativa de Arquitectos,
desde la que realizó numerosos proyectos industriales y de viviendas (cochera de autobuses Hornsberg en Estocolmo, 1931-
1938);252 Hakon Ahlberg, que tras una fase clasicista evolucionó hacia un funcionalismo despojado, como se evidencia en su
conjunto residencial de Hjorthangen en Estocolmo (1934-1935);253 Wolter Gahn, también adscrito al funcionalismo en los años
1930 (Teatro de Karlskrona, 1936-1939);254 y Erik Friberger, uno de los mejores representantes del funcionalismo sueco por su
compromiso social, que desarrolló tanto en arquitectura como en urbanismo y decoración (casa Elementhus en Ystad, 1936).255
En Noruega el principal exponente fue Arne Korsmo, arquitecto y diseñador, autor en los años 1930 de diversas villas en
asociación con Sverre Aasland (villa Damman en Oslo, 1932); ya en solitario fue el responsable del pabellón noruego de la
Exposición Internacional de París de 1937. Tras la Segunda Guerra Mundial se dedicó más al diseño y las artes aplicadas.259
Otros arquitectos noruegos de este período fueron: Lars Backer, autor del primer edificio funcionalista en Escandinavia, el
restaurante Skansen en Oslo (1927);260 Ove Bang, autor en 1933 de la villa Ditlef-Simonsen en Oslo, que recuerda la villa
Savoye de Le Corbusier por su alzado sobre pilotis, su planta libre y su tejado-terraza;261 Knut Knutsen, principal representante
en los años 1930 y 1940 del funcionalismo noruego junto a Korsmo, autor de la Casa de Jubilados de Oslo (1937-1941), el Hotel
Viking en Oslo (1949) y la embajada noruega en Estocolmo (1952);262 y Sverre Fehn, de influencia miesiana, autor del pabellón
noruego de la Exposición General de Bruselas de 1958 y del pabellón de los países escandinavos en los jardines de la Bienal de
Venecia (1959-1962).263
Islandia se inició en el racionalismo con la obra de Sigurður Guðmundsson, quien en 1935 realizó varias obras en este estilo. Fue
el fundador del primer estudio arquitectónico de su país y ejerció de maestro de toda una generación de arquitectos. Otro pionero
fue Gunnlaugur Halldórsson, autor del Banco de la Agricultura en Reykjavik (1943-1948). Einar Sveinsson, primer arquitecto
municipal de Reykjavik, fue autor de varios edificios públicos y programas de viviendas sociales. Una segunda generación
racionalista surgió tras la Segunda Guerra Mundial, con exponentes como Sigvaldi Thordarson, Skarphéðinn Jóhannsson y
Hannes K. Davíðsson.264
En Checoslovaquia, nacida tras la Primera Guerra Mundial, se recibió la influencia por proximidad del racionalismo alemán, del
que además contaron con una aportación directa en su territorio: la villa Tugendhat de Ludwig Mies van der Rohe, en Brno.227
En 1928 se celebró en Brno una Exposición de Cultura Contemporánea para la que se construyeron diversos edificios
racionalistas, como el Pabellón de la Ciudad de Bohuslav Fuchs y el Pabellón de Bellas Artes de Jiří Kroha. Cabe mencionar
también el grupo Devětsil, fundado en 1920 por Karel Teige, Jaromír Krejcar y Josef Chochol, que publicaron varias revistas
sobre arquitectura moderna, a la que sin embargo criticaron su excesiva preocupación por la forma.269 En Checoslovaquia se
celebraron dos Werkbundsiedlungen: en Brno en 1928 (conocido como Nový Dům, «Nueva casa»), en el que nueve miembros del
Werkbund checoslovaco construyeron dieciséis casas unifamiliares en el distrito de Brno-Žabovřesky;270 y en Praga en 1932-
1933 (barrio de Baba), que con la planificación general de Pavel Janák se
construyeron igualmente diversas viviendas diseñadas por dieciocho
arquitectos, todos checos excepto el neerlandés Mart Stam.271
En Yugoslavia, el Movimiento moderno fue adoptado en los años 1920 por arquitectos como Dragiša Brašovan, Branislav Kojić,
Milan Zloković, Jan Dubovy y Dušan Babić como una forma de impulsar una arquitectura nacional yugoslava desligada de sus
diferencias regionales, un objetivo conseguido de forma desigual ya que, así como las regiones más occidentales —como Croacia
y Eslovenia— estaban familiarizadas con la influencia occidental, la Bosnia de influencia otomana fue más resistente al
cambio.292 Tras la Segunda Guerra Mundial se impuso el realismo socialista, pero en los años 1950 hubo un cierto retorno al
racionalismo, facilitado por la ruptura entre el mariscal Tito y Stalin. Tito adoptó la arquitectura moderna de nuevo como una
seña de identidad nacional. El mejor exponente fue el pabellón de Yugoslavia de la Exposición General de Bruselas de 1958, de
Vjenceslav Richter.293
En Letonia cabe mencionar a Aleksandrs Klinklāvs, el principal referente del racionalismo en su país durante el período de su
independencia entre las dos guerras mundiales. Fue autor del Sanatorio de Tērvete (1930-1934), varios edificios en Riga
(Rudzītis, 1931; Neiburgs, 1934) y diversos hospitales en Rēzekne, Limbaži, Jelgava y Liepāja (1934-1938). Entre 1948 y 1958
trabajó en Canadá y, desde 1959 hasta su retiro, en Estados Unidos.294
Italia
Tras las utópicas formulaciones futuristas, en los años 1920 la arquitectura
italiana se encaminó hacia el racionalismo, a través de varios grupos que
pretendían integrar la arquitectura italiana en la vanguardia internacional:
el Gruppo 7 y el M.I.A.R. El primero fue fundado en 1926 en Milán por
Giuseppe Terragni, Luigi Figini, Guido Frette, Sebastiano Larco, Adalberto
Libera, Gino Pollini y Carlo Enrico Rava. En un manifiesto publicado en
cuatro partes en la revista La rassegna italiana entre 1926 y 1927, se
oponían tanto a la «furia vana y destructiva» del futurismo como al
«ímpetu artificial» del Novecento, un movimiento fundado en 1922 que
pretendía renovar el arte sin romper con la tradición —de ahí su nombre,
Casa del Fascio (1932-1936, actual Casa
que entroncaba con el Quattrocento y el Cinquecento—, con la idea de
del Popolo), de Giuseppe Terragni, Como
reinterpretar la arquitectura clásica de una forma moderna pero sin perder
su esencia. Frente a ello, el Gruppo 7 pretendía adaptar el Estilo
internacional a la idiosincrasia italiana, bajo la premisa de que «la verdadera arquitectura debe evolucionar desde una estricta
adhesión a la lógica y la razón». 295
El grupo se dio a conocer en la Bienal de Monza de 1927, donde expusieron varios modelos y diseños de inspiración industrial,
que poco después fueron mostrados en la exposición de la Deutscher Werkbund de Stuttgart. El primer edificio racionalista fue
construido por Terragni, el principal exponente del grupo, un bloque de pisos llamado Novocomum —más conocido como «el
Transatlántico»— situado en Como (1927-1928), en el que se denota la influencia lecorbusieriana, así como del constructivismo
y de la pintura metafísica, logrando una síntesis de las fuentes nacionales e internacionales. En 1928 se organizó una gran
exposición en Roma titulada Esposizione dell'Architettura Razionale, en la que participó tanto el Gruppo 7 como otros arquitectos
racionalistas italianos y que propició la convergencia de todos ellos en un grupo mayor, dando origen al M.I.A.R.296
El M.I.A.R. (Movimento Italiano per l'Architettura Razionale) fue fundado en 1930. Junto a algunos de los miembros del Gruppo
7 como Terragni, Figini, Libera y Pollini, se unieron arquitectos de toda Italia como Luciano Baldessari, Giuseppe Pagano y
Mario Ridolfi. Sus premisas partían de las del grupo milanés, la adaptación de las corrientes internacionales a la arquitectura
italiana, de nuevo con la competencia del Novecento, que estaba favorecido por la dictadura fascista de Benito Mussolini, que
consideraba a los artistas vanguardistas como «degenerados». Para darse a conocer, en 1931 organizaron la II Esposizione
dell'Architettura Razionale en Roma, para la que el crítico de arte Pietro Maria Bardi redactó el Manifiesto de la arquitectura
racional y un Informe para Mussolini sobre la arquitectura.296
La principal realización del grupo fue la Casa del Fascio en Como (1932-
1936, actual Casa del Popolo), obra de Giuseppe Terragni. Concebida
como cuartel general de los fascistas locales, estaba formada por un cubo
de color blanco, emplazado alrededor de un patio de techo de vidrio y
revestido de mármol. Otras obras de Terragni fueron: la casa Rustici (1936-
1937), el Edificio de Congresos EUR (1938, con Pietro Lingeri y Cesare
Cattaneo), la Casa del Fascio de Lissone (1938-1939, con Antonio
Carminati) y la casa Giuliani Frigerio en Como (1939-1940).297 Cabe
destacar también los proyectos residenciales e industriales para la empresa
Pabellón de Italia para la Exposición
Internacional de París de 1937, de BBPR Olivetti en Ivrea llevados a cabo por Figini y Pollini. Otras obras del grupo
(Gian Luigi Banfi, Lodovico Barbiano di fueron: la Casa Elettrica (1930), de Figini, Pollini y Pietro Bottoni; y el
Belgiojoso, Enrico Peressutti y Ernesto pabellón de prensa de Luciano Baldessari y el centro de artes gráficas de
Nathan Rogers) Giovanni Muzio para la I Trienal de Milán de 1933.298 A finales de los
años 1930 el grupo fue cada vez más perseguido por el fascismo y por la
asociación Raggruppamento di Architetti Moderni Italiani, defensores como el nazismo alemán de un estilo antimoderno, por lo
que prácticamente cesaron las actividades del grupo, desaparecido definitivamente tras la muerte de Terragni en 1941.299
Fuera de estos grupos se encuentra la obra de Marcello Piacentini, un arquitecto de raíces clasicistas que intentó conjugar la
tradición clásica con el lenguaje racionalista, una vez que este ya había superado sus postulados iniciales y se había convertido en
un estilo canónico. Ligado al fascismo, la obra de Piacentini destaca por su monumentalidad, armonía y un lenguaje despojado,
casi atemporal, como se evidencia en su entrada a la Ciudad Universitaria de Roma (1935).300 Cabe mencionar también la firma
milanesa BBPR, formada por Gian Luigi Banfi, Lodovico Barbiano di Belgiojoso, Enrico Peressutti y Ernesto Nathan Rogers,
fundada en 1932, responsable de obras como el pabellón de Italia para la Exposición Internacional de París de 1937, la Colonia
Helioterápica en Legnano (1936-1938) y el edificio de correos del EUR de Roma (1939). Tras la contienda mundial —Banfi
murió en 1945 en un campo de concentración— se dedicaron en buena medida al urbanismo, mientras que su obra maestra, la
Torre Velasca en Milán (1956-1958), se acerca al brutalismo.301
Otros arquitectos de posguerra fueron: Ignazio Gardella, uno de los artífices de la reconstrucción de Milán, autor de la Casa del
parque en Milán (1947), la casa de empleados de Borsalino en Alessandria (1950), las termas Regina Isabella en Ischia (1950), la
Galería de Arte Contemporáneo de Milán (1949-1953) y la casa de la Zattere en Venecia (1953-1958);303 Ludovico Quaroni,
iniciado en el monumentalismo fascista, se dedicó en la posguerra a programas de reconstrucción y de vivienda social, como en el
barrio de Tiburtino en Roma (1950-1954, con Mario Ridolfi);304 y Giuseppe Samonà, el principal arquitecto de la Venecia de
posguerra, influido por Le Corbusier fue autor de una «unidad de vecindad» experimental en el barrio Ina-Casa en Mestre (1951-
1956, con Luigi Piccinato).305
Cabe mencionar en último lugar al grupo Tendenza, considerado generalmente como «neorracionalista», surgido a finales de los
años 1960 y compuesto fundamentalmente por Aldo Rossi, Giorgio Grassi, Giuseppe Samonà y Carlo Aymonino. En oposición a
la arquitectura pop y high-tech, este grupo pretendía continuar con la tradición racionalista de la arquitectura italiana anterior a la
Segunda Guerra Mundial. Ideológicamente se nutrieron de la teoría funcionalista de Aldo Rossi, expuesta en L'architettura della
città (1966), donde defendía el retorno a la tradición clasicista y el diseño arquitectónico basado en principios lógicos. Así, para
los miembros del grupo, la arquitectura debe dirigir el crecimiento urbanístico de las ciudades, desligada de cualquier otra
disciplina en una autonomía específica que depure la arquitectura de dependencias extraarquitectónicas. En esta nueva relación de
la arquitectura con la ciudad los usos colectivos de la morfología urbana definirán las nuevas tipologías arquitectónicas a
seguir.306
España
En España, el racionalismo llegó de forma tardía, a finales de los
años 1920, con lo que su recepción llegó de una forma
establecida, acrítica, y sus primeros exponentes lo adoptaron de
forma epidérmica, ecléctica, trasladando sus soluciones sin
plantearse una posible adaptación al medio nacional. Uno de
estos primeros pioneros fue Luis Gutiérrez Soto, autor de obras
de notable calidad pero acontextualizadas, como los cines Europa
(1928) y Barceló (1931) en Madrid, el aeropuerto de Madrid-
Barajas (1930) y el Bar Chicote en Madrid (1931).307
La llamada Generación del 25 estuvo activa en Madrid hasta el inicio de la Guerra Civil. Las primeras realizaciones fueron, junto
al Rincón de Goya de García Mercadal, la gasolinera Porto Pi de Casto Fernández Shaw y la casa del Marqués de Villora de
Rafael Bergamín, todas de 1927.323 Estos tres arquitectos fueron los principales referentes de este grupo, en el que se engloban
también Luis Blanco-Soler, Miguel de los Santos Nicolás, Agustín Aguirre López, Manuel Sánchez Arcas, Luis Lacasa, Carlos
Arniches Moltó y Martín Domínguez Esteban. Suyas fueron las principales obras de vanguardia en el Madrid anterior a la Guerra
Civil: las colonias Parque-Residencia (Bergamín-Blanco Soler) y El Viso
(Bergamín-Luis Felipe Vivanco), el Instituto Escuela (Arniches y
Domínguez) y el conjunto de la Ciudad Universitaria de Madrid, del que
destacan la Central Térmica (1932, Sánchez Arcas), la Facultad de
Ciencias Físicas y Químicas (1943, de los Santos), la de Filosofía y Letras
(1933, Aguirre), la de Arquitectura (1933, Pascual Bravo Sanfeliú) y las
residencias de estudiantes (actuales Colegios Mayores Ximénez de
Cisneros y Antonio de Nebrija, 1928-1932, Lacasa). En Madrid cabe citar
también la obra del ingeniero Eduardo Torroja, autor del Frontón Recoletos
(1936, con Secundino Zuazo) y del Hipódromo de la Zarzuela (con
Arniches y Domínguez Esteban);324 también efectuó todos los cálculos
estructurales y las infraestructuras de la Ciudad Universitaria.325 De
Secundino Zuazo cabe mencionar también la Casa de las Flores (1930-
Gasolinera Porto Pi (1927), de Casto
1932), que destaca por su corredor ajardinado central.326
Fernández Shaw, Madrid
Tras la Guerra Civil, los primeros años de la dictadura franquista conllevaron un retroceso en arquitectura, ya que se volvió a
construir en el estilo académico historicista de los tiempos anteriores a la Segunda República, con un componente
monumentalista propio de la nueva mentalidad política.329 Sin embargo, en los años 1950 comenzó un lento desarrollo que
propició el retorno hacia el racionalismo. El primer exponente de un cierto retorno a la vanguardia internacional fue el edificio de
la Delegación Nacional de Sindicatos de Madrid (1949, actual Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad), de
Francisco de Asís Cabrero y Rafael Aburto. A partir de ahí las autoridades fomentaron la apertura de la arquitectura a las
corrientes modernas como medio de integración en la comunidad internacional.330 Uno de los primeros en volver a la
modernidad después de un período historicista fue Luis Gutiérrez Soto, uno de los pioneros del movimiento a principios de los
1930, con obras como el edificio del Alto Estado Mayor Central en Madrid (1949).331
Así, en los años
1950 una
generación de
jóvenes arquitectos
volvió a encauzar su
obra hacia el Estilo
internacional, con
dos principales Delegación Nacional de Sindicatos de
focos: Madrid y Madrid (1949), actual Ministerio de
Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad),
Barcelona.332 La
Facultad de Derecho (1958-1959), de de Francisco de Asís Cabrero y Rafael
llamada Escuela de
Guillermo Giráldez, Pedro López Íñigo y Aburto
Madrid fue un
Xavier Subías, Barcelona
movimiento
heterogéneo, sin unas influencias claras debido al aislamiento político del
país, más allá del propio racionalismo español practicado en los años 1930.333 Entre sus principales representantes se
encontraban: Alejandro de la Sota (Gobierno Civil de Tarragona, 1957; gimnasio del Colegio Maravillas en Madrid, 1962),
Francisco Javier Sáenz de Oiza (Santuario de Aránzazu, 1950-1955, con Luis Laorga; Delegación de Hacienda en San Sebastián,
1957), Francisco de Asís Cabrero (Escuela Nacional de Hostelería en el Recinto Ferial de la Casa de Campo de Madrid, 1959;
edificio del diario Arriba en Madrid, 1962), Rafael Aburto (edificio del periódico Pueblo en Madrid, 1964), Rafael de la Hoz y
José María García de Paredes (Colegio Mayor Universitario Santo Tomás de Aquino en Madrid, 1956), Miguel Fisac (Instituto
Laboral en Daimiel, 1951; Institutuo de Biología del CSIC, 1955; conjunto para los Padres Dominicos en Valladolid, 1959) y el
tándem José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún (Pabellón de España en la Feria de Bruselas de 1958, actualmente en
la Casa de Campo de Madrid; Instituto Laboral en Herrera de Pisuerga, 1958).334
En Cataluña surgió el llamado Grupo R (1951-1961), formado por un conjunto de arquitectos como José Antonio Coderch,
Antoni de Moragas, Josep Maria Sostres, Oriol Bohigas y Josep Martorell. Este grupo conectó la experiencia del racionalismo y
el GATCPAC con las nuevas corrientes internacionales, como el Neoliberty y el organicismo, con influencia de arquitectos como
Alvar Aalto, Oscar Niemeyer, Bruno Zevi y Gio Ponti.335 Su arquitectura se fue desmarcando cada vez más del estilo propio del
régimen y fue adquiriendo un matiz reivindicativo, en que la apuesta por la modernidad se consideraba una oposición al
régimen.336 Un racionalismo más ortodoxo se aprecia en obras como la Facultad de Derecho de la Universidad de Barcelona
(1958-1959), de Guillermo Giráldez, Pedro López Íñigo y Xavier Subías, con una retícula estructural de cuerpos rectangulares y
patios interiores, con cerramientos de paños acristalados y paredes prefabricadas de gres blanco, de influencia neoplasticista.337
Por otro lado, Francesc Mitjans y Francisco Juan Barba Corsini fueron exponentes esos años de un racionalismo de raíces
miesianas y bauhausianas.338
Cabe señalar también los planes de vivienda promovidos a mediados de los 1950 por la Obra Sindical del Hogar, efectuados en
un estilo racionalista de tono popular y con cierta influencia neorrealista, como los conjuntos Trinidad y Verdún en Barcelona o
los «poblados de absorción» de Madrid: Entrevías (1956), de Jaime Alvear, Francisco Javier Sáenz de Oiza y Manuel Sierra
Nava; Cañorroto (1957-1959), de José Luis Íñiguez de Onzoño y Antonio Vázquez de Castro; y Fuencarral (1958-1960), de José
Luis Romany.339
En los años 1960 se produjo como reacción al Estilo internacional un movimiento inspirado en la arquitectura organicista, pero de
forma coetánea algunos arquitectos se mantuvieron fieles al purismo racionalista, como Alejandro de la Sota (Colegio Mayor
César Carlos en la Ciudad Universitaria de Madrid, 1967; edificio de la Caja Postal de Madrid, 1977; edificio de Correos de
León, 1980-1984), Francisco de Asís Cabrero (Pabellón de Cristal de la Casa de Campo, 1964) y Josep Maria Sostres (edificio de
El Noticiero Universal en Barcelona, 1965).340
Gradas del hipódromo de Edificio Siboney (1931), de Dispensario Central Park Hotel
la Zarzuela (1931), de José Enrique Marrero Antituberculoso (1934- (1950-1954),
Carlos Arniches Moltó, Regalado, Santander 1938), de Josep Lluís de Antoni de
Martín Domínguez Sert, Josep Torres Clavé y Moragas,
Esteban y Eduardo Torroja Joan Baptista Subirana, Barcelona
Miret, Madrid Barcelona
Portugal
Los primeros vestigios de arquitectura racionalista surgieron a mediados de
los años 1920 con cierta influencia de Le Corbusier, Gropius y Robert
Mallet-Stevens, como se denota en obras como el cine-teatro Capitolio de
Luís Cristino da Silva (1925-1931), el Instituto Superior Técnico de
Porfírio Pardal Monteiro (1927-1932) y el Pabellón de Radiología de
Carlos João Chambers Ramos (1927-1933), todos en Lisboa.341 Además
de los anteriores, cabe citar a Cassiano Branco, autor del Hotel Victoria en
Lisboa (1934-1936); y a Francisco Keil do Amaral, fuertemente influido
por el neerlandés Dudok (Escuela de Secil en Setúbal, 1938-1940;
aeropuerto de Lisboa, 1938-1942).342 Pabellón de Portugal para la Exposición
Internacional de París de 1937, de
Durante los inicios de la dictadura de Salazar se produjo una involución, en Francisco Keil do Amaral
la que al igual que en otros regímenes totalitarios de la época la
arquitectura retornó al academicismo clasicista, con un especial referente
en el barroco pombalino (estilo portugués suave).343 Esto se fue suavizando a partir de los años 1950, en que una nueva
generación de arquitectos retomó el lenguaje moderno. Cabe reseñar a Rui Jervis Atouguia, autor del proyecto del barrio das
Estacas en Lisboa, inspirado en la Carta de Atenas (1949), la escuela del barrio de São Miguel, donde aplica los brise-soleil
lecorbusierianos (1949-1955) y la Fundación Calouste Gulbenkian (1959-1969), con Pedro Cid y Alberto Pessoa;344 del propio
Pessoa cabe destacar el conjunto de viviendas Infante Santo en Lisboa (1952-1955), unos bloques suspendidos sobre pilotis;245
Jorge Segurado, influido por la arquitectura neerlandesa, autor de la Casa de la Moneda en Lisboa (1953);345 Fernando Távora,
autor de los planes urbanísticos de Campo Alegre (1949) y el barrio de Ramalde en Oporto (1952-1962), inspirados en la Carta
de Atenas, así como obras donde desarrolla un racionalismo regionalizado al estilo de Aalto o Le Corbusier en la India (Escuela
Primaria do Cedro en Vila Nova de Gaia, 1957-1961; casa de Ofir, 1957-1958);346 Nuno Teotónio Pereira, autor con Bartolomeu
Costa Cabral del conjunto de viviendas Aguas Libres de Lisboa (1953), uno de los de mayor escala del Estilo internacional en
Portugal;347 y Alfredo Viana de Lima, un fiel seguidor de Le Corbusier, como se denota en su casa Arístides Ribeiro en Oporto
(1952).348 También hay que mencionar a Francisco Keil do Amaral en una segunda etapa racionalista, en la que destaca su Feria
de las Industrias de Lisboa (1957).342
Grecia
El racionalismo se fue introduciendo poco a poco en Grecia en los años
1930, en convivencia con la arquitectura tradicional. Entre las primeras
obras destaca una villa en Glyfada de Stamos Papadakis (1933). Durante la
Segunda Guerra Mundial varios arquitectos abandonaron el país y se
instalaron en Francia, donde entraron en el taller de Le Corbusier, como
Georges Candilis, Iannis Xenakis y Aristomenes Provelengios. Tras la
contienda, el país inició un vasto proceso de reconstrucción, aunque el
sector inmobiliario fue abandonado a la inversión privada. En los años
1950 se desarrollan varios grandes proyectos: en 1955 se encargó a
Museo Arqueológico de Ioánina (1963-
Dimitris Pikionis la ordenación de la zona aledaña a la Acrópolis; al año
1966), de Aris Konstantinidis
siguiente, Konstantinos Dekavallas recibió el encargo de reconstruir la isla
de Santorini, devastada por un terremoto, para lo que desarrolló un
ambicioso proyecto de influencia lecorbusieriana; durante esos años Aris Konstantinidis desarrolló igualmente uno de los escasos
programas de vivienda social de financiación estatal, al tiempo que, como director de la Oficina de Estudios del Organismo
Nacional de Turismo, se encargó de construir numerosos hoteles, como los de Kalambaka, Epidauro y la isla de Poros. En los
años 1960 cabe destacar la construcción de varios complejos universitarios en Atenas, Salónica, Creta y otros lugares.349
Entre los principales arquitectos se encuentran Dimitris Pikionis, Nikolaos Mitsakis y Patroklos Karantinos. El primero se formó
como ingeniero en Atenas y completó sus estudios en la École des Beaux-Arts de París. Sus primeras obras denotan la influencia
racionalista por su funcionalidad, simplicidad y su uso de la planta libre, como algunas casas unifamiliares, una escuela en Egina,
un teatro al aire libre en Atenas y una escuela en Licabeto. Desde 1935 aunó racionalismo y arquitectura popular: Escuela
Experimental en Salónica (1935), complejo residencial de Aixoni, villa y jardín de infancia de Filotei (1950-1960), alcaldía de
Volos (1961). Entre 1955 y 1958 se encargó de la ordenación del entorno de la Acrópolis y la colina de Filopagos.350 Mitsakis
estudió en Atenas y fue un firme defensor de la arquitectura moderna. Trabajó en el Ministerio de Educación, donde se encargó
de la construcción de numerosas escuelas, con una clara influencia lecorbusieriana, en las que aunó tecnología moderna y
materiales tradicionales; destacan la escuela femenina Aristóteles en Atenas, el complejo escolar del barrio de Santa Sofía en
Salónica, el Liceo de Dimitsana y las escuelas de Naxos y Tinos. Murió en la Segunda Guerra Mundial.351 Karantinos se tituló
en la Escuela de Arquitectura de Atenas y complementó su formación en París con Auguste Perret. Fue miembro del CIAM, para
el que se encargó de organizar el IV Congreso en Atenas (1933). Participó como coordinador en el programa de edificios
escolares iniciado en 1928 por Eleftherios Venizelos. Entre sus obras destacan varios edificios para la Universidad de Salónica
(1948-1960) y los museos arqueológicos de Iraklion y Salónica (1960).282
Otro factor dinamizador de la arquitectura moderna fueron las ferias de muestras, como la Century Progress Exposition de
Chicago de 1933 o la World's Fair de Nueva York de 1939. En Chicago se presentaron obras elaboradas con nuevos materiales
como el aluminio, la baquelita y el amianto, y diseños innovadores como la casa Dymaxion de Richard Buckminster Fuller o
como el Travel and Transport Building de Edward H. Bennett, Hubert Burnham y John A. Holabird, con un techo metálico
sostenido por cables procedentes de doce torres de acero. En Nueva York se presentaron obras de arquitectos racionalistas de todo
el mundo, entre las que destacaron los pabellones de Venezuela, de Gordon Bunshaft; y de Brasil, de Lúcio Costa, Oscar
Niemeyer y Paul Lester Wiener.357
En los años 1930 llegaron al país numerosos arquitectos europeos que huían de los regímenes totalitarios y que trasladaron al
nuevo continente los principios del racionalismo.354 Numerosos docentes de la Bauhaus emigraron a Estados Unidos, entre ellos
Walter Gropius, Ludwig Mies van der Rohe, Ludwig Hilberseimer, László Moholy-Nagy, Marcel Breuer y Josef Albers.358
Moholy-Nagy fundó en Chicago en 1937 la New Bauhaus, en el seno del
Instituto de Diseño de Chicago.123 Gropius pasó a dar clases en la
Universidad de Harvard.359 Mies van der Rohe trabajó desde 1938 en el
Illinois Institute of Technology de Chicago (IIT).360 Otro exiliado fue el
español Josep Lluís Sert, sucesor en 1958 de Gropius en Harvard.360
Ludwig Mies van der Rohe fue el responsable de la segunda edad de oro
arquitectónica de Chicago desde la escuela de los primeros rascacielos de
Sullivan y Jenney, con obras como los rascacielos gemelos Lake Shore
Drive Apartments (1951) o el Crown Hall (1956).360 En su etapa
americana, Mies se mantuvo en la ortodoxia racionalista, con una
progresiva simplificación formal y una ausencia casi total de proyección
urbanística.364 Se esforzó por adaptar el racionalismo europeo a la
especial idiosincrasia norteamericana, que consiguió con su denominada
Crown Hall del Illinois Institute of «fórmula miesiana», un estilo más simétrico, geométrico, refinado y
Technology (1952-1956), de Ludwig Mies distinguido, más monumental que en sus construcciones europeas, una
van der Rohe, Chicago fórmula que se tradujo especialmente en sus grandes rascacielos, con un
edificio tipo de forma cúbica con estructura metálica y revestimiento de
vidrio.352 Su fama aumentó gracias a la exposición organizada en 1947 en
el Museo de Arte Contemporáneo de Chicago.364
En 1939 diseñó el nuevo campus del Illinois Institute of Technology, con un módulo regular que podía ir expandiéndose en
futuras ampliaciones y edificios en forma de bloques rectangulares de acero y cristal. Para la misma institución construyó el
Centro de Investigaciones sobre Minerales y Metales (1942-1943), el Alumni Memorial Hall (1945-1946) y la Escuela de
Arquitectura o Crown Hall (1952-1956), constituida por una caja rectangular de cristal elevada del suelo y sostenida por cuchillos
de armadura de acero, con planta libre en el interior.365 Las obras en el IIT representan una primera forma genérica de Mies en
su etapa americana, la de elementos de un solo nivel sin divisiones, con espacio y volúmenes unificados; la segunda serían los
rascacielos de acero reticulado,366 como el Seagram Building, construido en Nueva York entre 1954 y 1958 en colaboración con
Philip Johnson, uno de los primeros rascacielos de «nueva generación».367 Destaca en esta etapa su casa Farnsworth (1945-
1951) en Plano (Illinois), una obra que preludiaba el minimalismo, compuesta por una estructura cúbica de acero cincado de color
blanco, elevada del suelo 1,2 m por ocho puntales de acero con forma de H, con un único piso que comprende un porche y la
vivienda, completamente acristalada, un espacio diáfano que incluye una zona de servicios con dos cuartos de baño, cocina,
despensa y chimenea, separados del resto por tabiques de madera.368 Entre 1952 y 1954 construyó el Palacio de Congresos de
Chicago y, entre 1955 y 1963, una serie de edificios en el distrito Lafayette Park de Detroit, un proyecto conjunto con Ludwig
Hilberseimer en el que dispuso una serie de casas en hilera con rascacielos entrelazados.176 Entre sus últimas obras se
encuentran el Federal Center (1959-1964) y la Dirección Regional de IBM (1966-1969) en Chicago.369
Marcel Breuer trabajó con Walter Gropius hasta 1941, fecha en que creó su
propio estudio, primero en Cambridge (Massachusetts) y luego en Nueva
York. Una de sus primeras obras de relevancia fue la Ferry House en el
Vassar College de Poughkeepsie (Nueva York, 1948-1951), una casa en
forma de T con una planta baja para las zonas comunes y un piso superior
elevado sobre columnas para los dormitorios, con un voladizo que cumplía
la función de parasol. En los años 1950 se fue regionalizando y sus obras
denotaron un sello más expresionista, como en la abadía de St. John en
Collegeville, Minnesota (1953-1961, con Hamilton Smith), el Whitney
Museum of American Art en Nueva York (1963-1966) y el complejo de
Dexter M. Ferry Cooperative House
IBM en Boca Ratón, Florida (1967-1977).370
(1948-1951), de Marcel Breuer, Vassar
College, Poughkeepsie (Nueva York)
Louis Kahn fue un arquitecto formado en el racionalismo que sin embargo Instituto Salk (1959-1965), de Louis Kahn
reinterpretó de forma personal, con cierta influencia de la arquitectura y Anne Griswold Tyng, La Jolla, California
antigua y una gran preocupación por el material y la incidencia de la luz,
con tendencia a la monumentalidad y una cierta apariencia monolítica. De
origen estonio, se nacionalizó estadounidense en 1914 y fue profesor en las universidades de Yale y Pensilvania. Abrió su
despacho en 1937 en Filadelfia; en 1941 se asoció a George Howe y Oscar Stonorov y, en 1945, a Anne Griswold Tyng. Asistió a
varios congresos de los CIAM y fue miembro del Team X. Entre sus obras destacan la Galería de Arte de la Universidad Yale
(1951-1953), los laboratorios de investigación médica Richards de la Universidad de Pensilvania (1957-1964) y el Instituto Salk
en La Jolla, California (1959-1965, con Anne Tyng).386
En último lugar cabe mencionar al grupo Five Architects (también llamado New York Five), formado en Nueva York y compuesto
por Peter Eisenman, Michael Graves, Charles Gwathmey, John Hejduk y Richard Meier. Su obra apareció expuesta por primera
vez en el MoMA de Nueva York, en una exposición organizada por Arthur Drexler en 1967, así como en el subsiguiente libro
titulado Five Architects (1972). Calificado generalmente como «neorracionalista» —como el grupo italiano Tendenza—,
reflejaron una lealtad común a una forma pura de la arquitectura moderna, con un especial referente en la obra de Le Corbusier de
los años 1920 y 1930, aunque con una trayectoria divergente: Meier fue el más fiel al racionalismo lecorbusieriano, mientras que
Graves evolucionó a la arquitectura posmoderna y Eisenman se acercó al deconstructivismo.387
Canadá desarrolló como su país vecino tras la Segunda Guerra Mundial un Estilo internacional de signo corporativista, cuya
principal tipología fue el rascacielos. En la posguerra el país vivió un período de fuerte crecimiento de la construcción y, al igual
que en Estados Unidos, numerosas ciudades cambiaron su fisonomía con altos rascacielos, especialmente Ottawa, Montreal,
Vancouver, Calgary, Edmonton, Hamilton y Toronto. Un buen ejemplo es la llamada Place de Ville, un conglomerado de tres
rascacielos de vidrio en el centro de Ottawa, obra de Robert Campeau. En este país realizó dos proyectos Ludwig Mies van der
Rohe: el conjunto del Toronto-Dominion Tower de Toronto (1963-1969) y el de Westmount Square en Montreal (1965-1969), en
los que combina dos de sus tipologías, la torre y el gran volumen abierto.369 Por otro lado, el arquitecto finlandés Viljo Revell
fue autor junto al estudio J. B. Parkin Associates del Ayuntamiento de Toronto
(1958-1966),247 mientras que el italiano Pier Luigi Nervi fue artífice del rascacielos
Tour de la Bourse en Montreal (1964, con Luigi Moretti).388
Uno de los principales arquitectos racionalistas canadienses fue John Bland, director
de la Escuela de Arquitectura de la Universidad McGill entre 1941 y 1972, desde la
que promovió una formación de corte bauhausiano. Fue autor del Ayuntamiento de
Ottawa (1957-1959) y la Escuela de Derecho de Quebec (1965-1967), entre otras
obras.389 Cabe reseñar también la firma Arcop (Architects in Co-Partnership, 1955-
1969), fundada en Montreal por Hazen Sise, Jean Michaud, Raymond Affleck, Guy
Desbarats, Fred Levensold y Dimitri Dimakopoulos. Inspirados en el TAC de
Gropius, fueron autores del Auditorium Municipal de Vancouver (1955), la sala
Wilfrid-Pelletier (1959-1964) y la plaza Bonaventure (1963-1967) en Montreal, el
Centro Nacional de las Artes en Ottawa (1964-1969) y el edificio conmemorativo de
Rascacielos Place Ville-Marie los Padres de la Confederación (1960-1964) y los edificios del gobierno provincial
(1958-1964), de Arcop e Ieoh
(1963-1967) en Charlottetown, así como el rascacielos Place Ville-Marie de
Ming Pei, Montreal
Montreal (1958-1964), junto a Ieoh Ming Pei.390
Brasil
Uno de los principales países latinoamericanos donde la arquitectura racionalista
tuvo un destacado desarrollo fue Brasil. Los primeros exponentes se dieron en los
años 1920 de manos del emigrado ruso Gregori Warchavchik, autor de las primeras
casas racionalistas en São Paulo, como la suya propia (1927-1928) y la Casa
Moderna (1930).232 Trabajó asociado a Lúcio Costa, quien sería uno de los
principales artífices del Estilo internacional en Brasil. El principal impulso al nuevo
estilo se produjo gracias a la revolución de 1930 protagonizada por Getúlio Vargas,
de tipo progresista.391 El nuevo ministro de cultura, Gustavo Capanema, encargó a
Lúcio Costa un nuevo Ministerio de Educación y Salud en Río de Janeiro, realizado
en 1936-1943 junto con Oscar Niemeyer, Affonso Eduardo Reidy, Ernâni
Vasconcelos, Jorge Machado Moreira y Carlos Leão (actual Palacio de Cultura).
Costa contó con el asesoramiento de Le Corbusier, que pasó tres semanas en el país
en 1936 y dejó su impronta en algunas características del nuevo edificio, como la
utilización del brise-soleil. Se trata de un rascacielos de catorce pisos elevado sobre
Ministerio de Educación y Salud,
pilotis, con una fachada en forma de retícula de pantallas verticales con paneles actual Palacio de Cultura (1936-
horizontales ajustables.392 1943), de Lúcio Costa, Oscar
Niemeyer, Affonso Eduardo
El estilo se fue afianzando durante los años 1930 y 1940, pero tuvo un empujón Reidy, Ernâni Vasconcelos, Jorge
definitivo con la decisión en 1956 por el presidente Juscelino Kubitschek de Machado Moreira y Carlos Leão,
trasladar la capital a una nueva ciudad construida de la nada: Brasilia (1956-1960). Río de Janeiro
La nueva ciudad fue confiada a Lúcio Costa en el terreno urbanístico (para su
planificación véase aquí), mientras que del constructivo se encargó Oscar
Niemeyer.393 Niemeyer adoptó el lenguaje lecorbusieriano adaptándolo a la tradición barroca del país, lo que se denota en su
empleo de superficies curvas.394 El centro neurálgico de la nueva capital se encuentra en la Plaza de los Tres Poderes, llamada
así por los tres poderes públicos que se encuentran alrededor de la plaza: el ejecutivo, representado por el Palácio do Planalto
(sede presidencial); el legislativo, representado por el Palacio Nereu Ramos (sede del Congreso Nacional); y el judicial,
representado por el Supremo Tribunal Federal (1958-1960). Tanto el Palácio do Planalto como la Corte Suprema presentan un
diseño parecido, formado por una caja de vidrio con un marco estructural de diseño moderno aunque algo clasicista. El Congreso
Nacional presenta una mayor innovación: está formado por un
edificio bajo rectangular que sirve de podio para una plaza
elevada a la que se accede por una rampa peatonal, sobre la que
se elevan dos bloques gemelos en el centro y dos formas
esculturales que coronan las cámaras de la Asamblea (Senado y
Diputados), una en forma de cúpula y otra en forma de cuenco.
La forma de los edificios centrales recuerda la de la sede de las
Naciones Unidas, en cuyo diseño intervino Niemeyer. Su obra
más visualmente poética fue la Catedral de Nuestra Señora
Congreso Nacional de Brasil (1958-1960), de Aparecida (1959-1970), con una estructura hiperbólica de
Oscar Niemeyer, Brasilia
hormigón en forma de corona de espinas, cuyos nervios se
entrelazan con una malla metálica de vidrio poligonal
endotérmico, en una combinación de blanco y azul que evocan el cielo y el mar; la mayor parte del edificio interior se encuentra
bajo tierra, mientras que en superficie se encuentra el campanario, exento de la iglesia, además de las esculturas de los apóstoles
obra de Alfredo Ceschiatti. Además de estos edificios, construyó el Palácio da Alvorada (1956-1958), la residencia del
presidente, una caja rectangular con fachada de vidrio y una columnata expresionista, con un interior abarrocado; el Teatro
Nacional Cláudio Santoro (1958-1981), con forma de pirámide irregular; y el Palacio Itamaraty, sede del Ministerio de
Relaciones Exteriores (1962-1970), elaborado con hormigón en bruto y un diseño que combina formas clásicas y modernas.395
La italiana Lina Bo Bardi, establecida en São Paulo en 1946 tras trabajar con Gio Ponti, fue representante de un racionalismo
ecléctico, expresado tanto en arquitectura como en diseño de joyas y mobiliario, vestuario y escenografía. En 1947 proyectó la
pinacoteca del Museo de Arte de São Paulo, del que en 1959 diseñó su nueva sede, una de sus obras más conocidas, finalizada en
1968. Otra obra relevante fue su propia casa en São Paulo (1951), una caja de vidrio elevada sobre pilotis, de claras
reminiscencias lecorbusierianas.398
Carlos Barjas Millan aunó un racionalismo de influencia miesiana con la expresividad del organicismo wrightiano. Fue autor de
diversas casas en São Paulo (Oswaldo Fujiwara, 1954; Nadir de Oliveira, 1960; Roberto Millan, 1961; Antonio d'Elboux, 1962),
así como el Club Paineiras de Morumbi en São Paulo (1969), su proyecto de mayor envergadura.399
Hispanoamérica
En Hispanoamérica el estilo hegemónico hasta la Segunda Guerra Mundial fue el neocolonial, aunque ya desde los años 1930
hubo diversos exponentes de arquitectura racionalista. Sin embargo, desde 1945 se produjo una nueva efervescencia
arquitectónica que tuvo como referente el Estilo internacional, aunque contextualizado a la realidad socio-económica de los
países latinoamericanos, con un sello más monumental y exuberante,
estructuralista y con afán de integrar todas las artes.400 Según Josep Maria
Montaner, «en América Latina se encuentran las más interesantes, espontáneas y
atrevidas experiencias de búsqueda de una interpretación propia del lenguaje
racionalista».401
Cabe destacar que Le Corbusier tuvo numerosos discípulos en Hispanoamérica: Casa Curutchet (1949-1953), de Le
Jorge Ferrari Hardoy, Juan Kurchan y Conrado Sondereguer en Argentina; Corbusier, La Plata (Argentina)
Emilio Duhart, Roberto Matta, Guillermo Jullian y Roberto Dávila Carson en
Chile; Rogelio Salmona y Germán Samper en Colombia; Enrique de la Mora,
Teodoro González de León, Enrique Castañeda y Vicente Medel en México; Roberto Waceham en Perú; Carlos Gómez Gavazzo
y Justino Sierralta en Uruguay; y Augusto Tobito Acevedo en Venezuela.403 Además de la influencia lecorbusieriana, en la
arquitectura hispanoamericana se denota también la influencia de otros maestros racionalistas como Gropius, Mies van der Rohe
y Alvar Aalto, así como del organicista Frank Lloyd Wright.401
La relación entre Argentina y Le Corbusier se concretó en dos proyectos del arquitecto francosuizo en tierras argentinas, una casa
y un proyecto urbanístico no realizado: la Casa Curutchet en La Plata (1949-1955) es una casa medianera de forma rectangular
basada en los «cinco puntos» lecorbusierianos, con pisos de doble altura con amplias salas de intensa iluminación, con dos
ámbitos (público —el consultorio odontológico del propietario— y privado) separados por un patio y una rampa de acceso, y con
una fachada articulada con brise-soleil.406 El Plan Regulador de Buenos Aires (1938-1940) surgió a raíz de unas conferencias
realizadas en la capital argentina en 1929 para dar a conocer el parisino Plan Voisin, con la intención de reorganizar la ciudad. El
plan no tuvo buena acogida, pero fue recogido de nuevo en 1937 por Ferrari y Kurchan, que entonces trabajaban en el taller de Le
Corbusier en París. Inspirado en la Carta de Atenas, el plan preveía diversas actuaciones a escala urbana y territorial, a través de
una serie de conjuntos arquitectónicos y paisajísticos y una reordenación de los ejes viarios, con varios edificios de gran altura
para usos administrativos, comerciales y de ocio. El plan se publicó en una revista bonaerense en 1947 pero no se llegó a
ejecutar.407
La siguiente generación, en los años 1950, encontró más dificultades para la construcción debido a la crisis económica. Conviene
destacar a: Eduardo Catalano y Horacio Caminos, autores del Auditorio Municipal de Buenos Aires y de la Ciudad Universitaria
de la misma ciudad (1960-1972), que posteriormente emigraron a Estados Unidos; el estudio SEPRA, formado por Santiago
Sánchez Elía, Federico Peralta Ramos y Alfredo Agostini, autores de varios rascacielos de Estilo internacional, como el Banco de
Londres y América del Sur en Buenos Aires (1960-1966, con Clorindo Testa); y Mario Roberto Álvarez, autor del Teatro
Municipal General San Martín (1954-1960).408
El Estilo internacional se desarrolló en Colombia en los años 1960, interpretado bajo el prisma del legado tradicional de la
arquitectura autóctona colombiana y sus técnicas constructivas, lo que se tradujo especialmente en el empleo del ladrillo, un
material no muy usado por el racionalismo ortodoxo. Su uso especialmente en Bogotá confirió un factor de cohesión a la imagen
urbana de la ciudad. Su principal representante fue Rogelio Salmona, que trabajó nueve años en París con Le Corbusier y
participó en la sede de la Unesco con Breuer, Nervi y Zehrfuss. Su obra aunó vanguardia y lenguaje vernáculo, con una
preocupación social e interés por las necesidades humanas. Entre sus obras
destaca el conjunto Residencias del Parque en Bogotá (1965-1972), que
denota una cierta influencia de Alvar Aalto y Hans Scharoun. Un
racionalismo algo más académico fue el mostrado por Rafael Esguerra,
Álvaro Sáenz Camacho, Rafael Urdaneta y Germán Samper, autores de la
Casa de Educación para Mineros (1958-1959) y el Museo del Oro (1970),
en Bogotá.412 Cabe citar también a Guillermo González Zuleta, conocido
como el «Nervi colombiano»; Doménico Parma, creador del sistema
«reticular celulado»; y la firma Solano, Otero y Gaitán Cortés, responsable
de obras de tono escultórico con abundante uso de pilotis y voladizos,
Residencias del Parque (1965-1972), de
como el Estadio de béisbol de Cartagena (1961).413
Rogelio Salmona, Bogotá (Colombia)
En Cuba, los primeros vestigios de arquitectura racionalista se dieron entre
finales de los años 1930 y los 1940 con figuras como Eugenio Batista,
Mario Romañach y Joaquín Weiss, que buscaron adaptar los preceptos de la arquitectura moderna a las condiciones de la isla
caribeña. En 1948, la visita a La Habana de Walter Gropius impulsó el influjo de la modernidad en los jóvenes arquitectos, entre
los que cabe destacar a Max Borges, graduado en Harvard, que aunó racionalismo con elementos tradicionales, con los que
consiguió soluciones estructurales de gran originalidad: Centro Médico Quirúrgico de La Habana (1948), Cabaret Tropicana
(1952). Otros exponentes fueron: Nicolás Quintana (rascacielos Odontológico, 1952) y Ernesto Gómez Sampera (rascacielos
FOCSA, 1956).414
En Ecuador cabe destacar la figura del suizo Max Erensperger, autor de la Escuela de San Francisco de Sales en Quito (1955), de
influencia lecorbusieriana y aaltiana.415
En la segunda vía se distinguen unos rasgos distintivos que no se hayan por lo general en el Estilo internacional, como un mayor
decorativismo y simbolismo en las fachadas de los edificios, por influencia del arte precolombino.417 Se buscó la integración
artística entre arquitectura y artes plásticas, con una fuerte influencia del muralismo mexicano, con la vista puesta en la
arquitectura tradicional autóctona. El principal proyecto fue el de la Ciudad Universitaria de México (1950-1952), de Mario Pani,
Enrique del Moral y Carlos Lazo Barreiro, con murales de Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros, declarada Patrimonio de la
Humanidad por la Unesco en 2007. Aquí se logró una perfecta simbiosis entre la estética precolombina y las técnicas
constructivas modernas, como en la Biblioteca Central (1952), de Juan O'Gorman, Gustavo María Saavedra y Juan Martínez de
Velasco. Otros edificios destacados fueron: el Estadio Olímpico Universitario (1952), de Augusto Pérez Palacios, Jorge Bravo y
Raúl Salinas Moro; la Facultad de Arquitectura, de José Villagrán, Javier García Lascuráin y Alfonso Liceaga; el Rectorado, de
Mario Pani y Enrique del Moral; la Escuela de Comercio y Administración, de Augusto H. Álvarez y Ramón Marcos; la Facultad
de Química, de Enrique Yáñez, Enrique Guerrero y Guillermo Rosell; la Facultad de Medicina, de Roberto Álvarez Espinosa y
Pedro Ramírez Vázquez; el Instituto de Física Nuclear y Rayos Cósmicos, de Jorge González Reyna y Félix Candela; y la
Facultad de Humanidades, de Enrique del Moral, Manuel de la Colina y Enrique Landa.418
Paraguay recibió un primer influjo de la arquitectura moderna en los años 1930 y 1940 de la mano de arquitectos como Homero
Duarte, Francisco Canese, Natalio Bareiro y Ramón González Almeida, con cierta influencia de la arquitectura uruguaya
contemporánea. Posteriormente, entre 1950 y 1970, la principal influencia sería la brasileña, que se concretó en dos obras
fundamentales: el Colegio Experimental Paraguay-Brasil, del brasileño Affonso Eduardo Reidy (1952); y el Hotel Guaraní, de los
también brasileños Adolpho Rubio Morales, Ricardo Siever y Rubens Vianna (1960), ambos en Asunción.425
En Venezuela cabe destacar la obra de Carlos Raúl Villanueva, arquitecto formado en París con Le Corbusier, donde entró en el
ambiente de vanguardia y se relacionó con artistas como Hans Arp, Alexander Calder, Joan Miró y László Moholy-Nagy. Su
principal proyecto fue la Ciudad Universitaria de Caracas (1940-1960), declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en
el año 2000, de cuyos edificios cabe resaltar el Estadio Olímpico (1950), el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela
(1952), la Facultad de Arquitectura (1957) y la Piscina Universitaria (1957). En todos ellos buscó la síntesis de las artes
figurativas, aunando arquitectura, pintura y escultura en un proyecto común; buena muestra es su Aula Magna, con la escultura
Nubes flotantes de Alexander Calder, o las diversas obras artísticas repartidas entre los edificios: murales de Fernand Léger,
Victor Vasarely, Mateo Manaure y Juan Navarro Baldeweg, y esculturas de Hans Arp y Henri Laurens.430 Cabe señalar también
que aquí se exilió (1938-1959) el español Rafael Bergamín, que fue profesor de Urbanismo en la Escuela de Arquitectura de la
Universidad Central de Venezuela, autor de varios cines (Hollywood, América, Plaza, Los Jardines), quintas, el Almacén
Gathmann Hnos. y el edificio Madrid en Caracas. Otros arquitectos modernos venezolanos fueron: Manuel Mujica Millán
(español de nacimiento), Luis Eduardo Chataing y Gustavo Wallis Legórburu.431
Asia
Al igual que en la India, en Pakistán se creó de la nada una nueva ciudad, Islamabad, cuyo diseño se confió en 1960 al arquitecto
y urbanista griego Konstantinos Apostolos Doxiadis (véase aquí). Durante los primeros años de expansión de la ciudad se
construyeron numerosos edificios de sello moderno, la mayoría de arquitectos extranjeros, entre los que destacan: la Secretaría de
Gobierno, obra de Gio Ponti, Antonio Fornaroli y Alberto Rosselli (1964-1968); y el complejo de la Presidencia, de Edward
Durell Stone (1964-1984).439 En este país trabajó también el francés Michel Écochard, autor del campus de la Universidad de
Karachi (1955).440
Bangladesh formó parte de Pakistán tras su independencia del
Reino Unido en 1947, para finalmente acabar independizándose
en 1971. Como en sus países vecinos, la arquitectura moderna
sirvió como estilo nacional del nuevo estado. Aquí también se
recurrió inicialmente a arquitectos extranjeros, como Louis Kahn,
autor del Jatiyo Sangsad Bhaban o Asamblea Nacional en Dacca
(1962-1984), un edificio de formas esculturales erigido sobre una
plataforma de ladrillo en medio de un lago artificial, elaborado en
hormigón visto articulado por bandas de travertino, con aberturas
Jatiyo Sangsad Bhaban o Asamblea Nacional
de distintas formas geométricas.441 Otros exponentes de fuera
(1962-1984), de Louis Kahn, Dacca (Bangladesh)
del país fueron Paul Rudolph (Universidad de Agricultura en
Mymensingh, 1966) y Konstantinos Doxiadis (Centro de
estudiantes y profesores de la Universidad de Dacca, 1963-1964). Entre los arquitectos nacionales destaca Muzharul Islam, que
estudió en Yale con Paul Rudolph y adaptó el lenguaje moderno a la idiosincrasia de su país: Biblioteca Pública de Dacca (1955),
Colegio de Artes y Oficios (1955).442 Cabe mencionar también a Fazlur Rahman Khan, que trabajó en el estudio Skidmore,
Owings & Merrill en Chicago.443
Posteriormente destacó Kenzō Tange, que adaptó el estilo racionalista a la especial sensibilidad artística nipona. En sus inicios
trabajó en el estudio de Kunio Maekawa y, en 1946, abrió su estudio en Tokio. Su primera obra relevante fue el Museo Memorial
de la Paz de Hiroshima (1949-1956), un homenaje a la ciudad de la primera bomba atómica. La construcción del Ayuntamiento
de Tokio (1955-1956), edificado sobre los clásicos pilotis lecorbusierianos, generó cierta polémica en el ámbito cultural nipón,
aunque Tange incluyó un jardín tradicional japonés bajo el edificio.446 Entre 1955 y 1959 construyó la Prefectura de Kagawa en
Takamatsu, una fusión entre el racionalismo y la arquitectura tradicional budista y sintoísta.447 Posteriormente construyó la
Catedral de Santa María de Tokio (1961-1964), el edificio de la agencia de prensa y televisión Yamanashi (1961-1967) y el
complejo deportivo de los Juegos Olímpicos de Tokio de 1964 (Estadio
Olímpico, Gimnasio Nacional Yoyogi). Desde los años 1960 formó parte
del Movimiento Metabolista, una manera de concebir la arquitectura a
través de megaestructuras ampliables teóricamente hasta el infinito, al
igual que los metabolismos animales.446 Creador del llamado «estilo
moderno japonés», Tange invirtió el clásico axioma del funcionalismo
afirmando que «solo lo bello puede ser funcional».448
En China no existen prácticamente vestigios de arquitectura racionalista, ya que por su evolución histórica se pasó de los estilos
tradicionales chinos al realismo socialista y la planificación estatal de la arquitectura; incluso, durante la Revolución Cultural, la
arquitectura fue denunciada como arte burgués y los arquitectos enviados a trabajar al campo.95 En cambio, la arquitectura
moderna pudo desarrollarse en Hong Kong, que fue colonia inglesa hasta 1997. Ciudad de próspera economía, pasó de un millón
de habitantes en 1946 a ocho millones en 1994, con una densidad de población de 32 970 habitantes por hectárea, una de las más
elevadas del mundo. Ello provocó la construcción en vertical y la presencia de numerosos rascacielos, muchos de los cuales
siguieron los preceptos del Estilo internacional. Uno de los estudios más importantes fue Wong Tung and Partners, responsable de
grandes conjuntos de viviendas como Mei Foo San Chuen (1963-1976), centros comerciales, escuelas y hoteles. Entre los
arquitectos destaca Tao Ho, formado en Estados Unidos con Walter Gropius, autor de la International School (1975) y el Hong
Kong Arts Centre (1974-1977). También hay obras de arquitectos internacionales como Harry Seidler (Hong Kong Club, 1980-
1984) y Paul Rudolph (Bond Centre, 1989).450
En Corea del Sur la arquitectura moderna no arranca hasta la guerra civil con su vecina del norte. En los años 1960 y 1970
convivieron la arquitectura tradicional con una variante del Estilo internacional influida en los edificios comerciales de Europa y
Estados Unidos, con un abundante uso del hormigón, del vidrio reflectante y de los revestimientos de piedra.451 Destaca
especialmente la obra de dos arquitectos de influencia lecorbusieriana: Kim Swoo-geun (Space Group Building en Seúl, 1977;
Estadio Olímpico de Seúl, 1977-1984) y Kim Chung-up (puerta principal y salón conmemorativo del Cementerio conmemorativo
de Naciones Unidas en Busan).452
Sudeste asiático
En Malasia, la arquitectura de estilo colonial pervivió hasta prácticamente los años 1960, fecha en que se produjeron las primeras
muestras de Estilo internacional, que se prolongaron hasta los 1970.452 Cabe destacar la obra de Lim Chong Keat, formado en el
Reino Unido y Estados Unidos (Massachusetts Institute of Technology), autor de obras como el Centro de Congresos de Singapur
(1961) y la mezquita del estado de Negeri Sembilan en Seremban (1967).453 Relacionado con este país está Singapur, un estado
escindido de Malasia en 1965. Aquí trabajó también Lim Chong Keat (Ayuntamiento de Jurong, 1969-1974) y cabe mencionar
también a William Lim (Saint Andrew's Junior College, 1978), Alfred Wong (Marco Polo Hotel, 1962; Teatro Nacional, 1963) y
Tay Kheng Soon, autor de centros comerciales como People's Park Complex, Katong y Tanglin.454
Tailandia no se abrió a la arquitectura moderna hasta los años 1970. Destacó entonces Sumet Jumsai, formado en Cambridge,
autor de edificios como el Museo de la Ciencia en Bangkok (1976-1982) y el Asian Institute of Technology cerca de Bangkok
(1981), ambos de clara influencia lecorbusieriana. También denota el influjo del arquitecto suizo Ong Art Satrablan, autor del
edificio n.º 9 de la Escuela de Phanabhan en Bangkok (1970), un edificio
semicircular con fachada de brise-soleil de hormigón.455
Cercano Oriente
En Israel cabe destacar la Ciudad blanca de Tel Aviv, una urbanización
planeada por una treintena de arquitectos huidos de la Alemania nazi en la
que se desarrolló el mayor conjunto de obras racionalistas del mundo, con
cerca de 4000 edificios de estilo bauhausiano que en 2003 fueron
declarados Patrimonio de la Humanidad.102 Uno de los pioneros fue el
arquitecto alemán Erich Mendelsohn, establecido en Jerusalén en los años
1930, donde construyó varias casas y hospitales (residencia Weizmann en
Rehovot, 1936). Posteriormente, arquitectos como Alexander Klein, Adolf
Rading, Joseph Neufeld y Arieh Sharon desarrollaron en Tel Aviv y Haifa
los preceptos urbanísticos de las siedlungen alemanas.457 En 1933, Zeev
Rechter construyó en Tel Aviv la casa Ángel, la primera en el país
sostenida por pilotis, lo que unido a sus paredes blancas, sus ventanas
horizontales y su tejado-terraza marcaría las construcciones de esa
Casa Rieger (1934), de Zeev Rechter,
época.458 Tras el parón de la Segunda Guerra Mundial, la llegada masiva
Ciudad blanca de Tel Aviv (Israel)
de inmigrantes judíos al nuevo estado de Israel propició la creación de
nuevos asentamientos y polígonos de viviendas (shikunim), construidos
habitualmente bajo preceptos funcionalistas.457 Entre las principales realizaciones del racionalismo israelí cabe destacar: el
Parlamento y el Estadio de Jerusalén y la Estación de Ferrocarriles de Tel Aviv, de Ossip Klarwein; los hospitales construidos por
Arieh Sharon en Jerusalén, Tel Aviv y Beersheba; el Palacio de Justicia de Tel Aviv, el Palacio de los Congresos de Jerusalén y el
Centro Social de Beersheba, de Zeev Rechter; el Auditorio Mann en Tel Aviv, de Zeev Rechter y Dov Karmi; y la Universidad de
Jerusalén (1954), de Dov Karmi.459 Cabe mencionar también la Universidad de Haifa (1964), del brasileño Oscar Niemeyer.210
En Turquía, la arquitectura racionalista se introdujo en los años 1930 con diversas influencias: alemana (Facultad de Historia y
Geografía de Ankara, de Bruno Taut, 1937), neerlandesa (pabellón de la Exposición Nacional de Ankara, de Şevki Balmumcu,
1933-1934) y lecorbusieriana (oficinas de la Compañía Satie en Estambul, de Sedad Eldem, 1934). Sin embargo, sus inicios
coincidieron con una revalorización de la arquitectura tradicional otomana y no fue hasta los años 1950 y 1960 en que se adoptó
de nuevo el Estilo internacional, especialmente en la obra de Turgut Cansever: Club Anadolu en la isla de Büyükada (1959),
Sociedad de Historia Turca de Ankara (1966).460 Otra obra relevante fue el Hotel Hilton en Estambul (1952-1955), de Gordon
Bunshaft (con el sello SOM) y Sedad Eldem.461
Líbano se convirtió en un protectorado francés tras la Primera Guerra
Mundial, hasta su independencia en 1943. Un primer exponente de la
arquitectura moderna fue Antoine Tabet, alumno de Auguste Perret, que
aunó el racionalismo con las tradiciones locales. En los años 1950
desarrollaron su obra Karl Chayer y George Rayes, en los que se denota la
influencia bauhausiana. En los años 1960 se emprendieron grandes
proyectos y reformas urbanísticas, y trabajaron en el país arquitectos
internacionales como Oscar Niemeyer (Feria internacional de Trípoli,
1966), Alvar Aalto (edificio de oficinas en Beirut, 1970) y André
Auditorio Mann (1957), de Zeev Rechter y
Wogenscky (Ministerio de Defensa en Baabda, 1962-1968; Universidad
Dov Karmi, Tel Aviv
Libanesa en Hadath, 1968-1974). En urbanismo, Michel Écochard fue
responsable del Plan director para la ordenación del Gran Beirut (1961), al
tiempo que su obra arquitectónica (Liceo Francés de Beirut, 1959) ejerció una gran influencia sobre una nueva generación de
arquitectos.462
Siria fue como Líbano un protectorado francés hasta 1946. Los primeros
ejemplos de arquitectura moderna fueron el Hotel Orient Palace de Farid
Tarrad (1935) y el Museo Nacional de Damasco de Michel Écochard
(1935). Posteriormente no se dieron muestras de una arquitectura de
influencia internacional hasta los años 1970, como se aprecia en la obra de
Burhan Tayyara y Charles Kassab.463
Irak tuvo unas primeras muestras de Estilo internacional en los años 1940 gracias a varios jóvenes arquitectos formados en
Occidente, como Mohamed Saleh Makiya, Rifat Chadirji y Hisham Munir.465 También se encuentran obras de arquitectos
internacionales: Oficinas Gubernamentales de Bagdad (1958), de Gio Ponti y Antonio Fornaroli; Faculty Tower de la Universidad
de Bagdad (1966), de The Architects' Collaborative.232
En Irán trabajó el turco-armenio Gabriel Guevrekian, después de varios años instalado en Francia. Aquí construyó varios
proyectos en Teherán: en 1934 para el ministerio de Asuntos Exteriores, en 1936 para el Ministerio de Industria y el Club de
Oficiales en el barrio del Jardín Nacional, así como varias villas.466 Entre los arquitectos locales destacó Vartan Hovanessian,
formado en París, donde recibió la influencia de Auguste Perret y Tony Garnier, como se aprecia en la Escuela Femenina de Artes
y Oficios en Teherán, el palacio de Saad Abad, el Hotel de Darband y el Banco de Sepah, todos ellos entre 1935 y 1941.467
Kuwait fue otro país enriquecido gracias al petróleo y que también confió sus grandes proyectos a arquitectos extranjeros: Museo
Nacional de Kuwait, de Michel Écochard (1965); Banco Central de Kuwait, de Arne Jacobsen (1971).468
África
El continente africano estaba dividido en su mayor parte desde el siglo XIX en
colonias administradas por las potencias europeas, hasta que pasada la Segunda
Guerra Mundial se fueron independizando paulatinamente de sus metrópolis. En
las colonias francesas del Magreb, en el norte de África, la mayoría de
realizaciones fueron de arquitectos franceses. El propio Le Corbusier elaboró en
1932 un plan urbanístico para la ciudad de Argel —denominado Plan Obús—,
que finalmente no se ejecutó debido a su plantemiento utópico y las dificultades
locales para su realización práctica.433 También en Argelia, el arquitecto suizo
diseñó un bloque de apartamentos escalonados en Oued-Ouchaia (1933-1934) y
un rascacielos para el barrio de la Marina de Argel (1938-1942), no
ejecutados.469 Otra obra de Le Corbusier en el Magreb fue la villa Baizeau en
Cartago, Tunicia (1928), adaptada a las condiciones climáticas de la zona: tiene
una pantalla antisol que proporciona sombra y las habitaciones están
interconectadas para favorecer la ventilación.470 Un discípulo suyo, el también
suizo Pierre-André Émery, trabajó en Argel de 1925 a 1962, donde lideró la
nueva generación de arquitectos modernos; entre sus obras destacan las ciudades Carlton Centre Office Tower (1973),
de Skidmore, Owings & Merrill,
obreras de las minas de Ouenza (1948-1953), las escuelas de Ben-Akhoun
Johannesburgo (Sudáfrica)
(1953) y Châteauneuf (1954), varios edificios para Électricité et Gaz d'Algérie y
el templo protestante de Hussein-Dey (1960).471 En este país trabajó también
Oscar Niemeyer, autor de la Universidad de Constantina (1968-1970) y del Ministerio de Asuntos Exteriores en Argel (1974).210
En Marruecos, el racionalismo tuvo unos primeros vestigios en los años 1930 con algunos arquitectos de influencia
lecorbusieriana como Marcel Desmet y Maurice Sori, autores de varios edificios en Casablanca. En la segunda posguerra, una
generación de jóvenes arquitectos (Georges Candilis, Gaston Jaubert, Élie Azagury, Jean-François Zévaco, Jean Chemineau)
lideró la transformación de ciudades como Rabat y Casablanca, y se constituyeron en el GAMMA, la rama local del CIAM.472
Entre las realizaciones hay que destacar el proyecto ATBAT en Casablanca (inmuebles Sémiramis y Nids d'abeille) de Georges
Candilis, Shadrach Woods y Vladimir Bodiansky (1951-1956), basado en la Unité lecorbusieriana de bloques verticales con
balcones de brise-soleil y terrazas-jardín, combinados con edificios de menor altura. También André Lurçat construyó un
polígono de viviendas en Casablanca (1953-1955), inspirado en su Hotel Nord-Sud de Córcega.473
En el África occidental la arquitectura moderna se desarrolló especialmente en Nigeria, sobre todo gracias a la presencia de Jane
Drew y Maxwell Fry, instalados en este país como consejeros para la ordenación del territorio en la Oficina colonial inglesa. Su
obra principal fue la Universidad de Ibadan (1953-1959). Cabe destacar también la presencia de Walter Gropius, autor de la
Universidad de Lagos (1963), así como Ove Arup, autor de varios edificios industriales, y las firmas inglesas Godwin, Hopwood
& Kuye, Watkins Grey International y James Cubitt & Partners, responsables de varios edificios en Lagos.474 El israelí Arieh
Sharon fue responsable de la Universidad de Ife (1960-1970).475
En Sudáfrica también se recibió la influencia lecorbusieriana, como se denota en la obra de Rex Martienssen, autor de los
apartamentos Peterhouse de Johannesburgo (1934-1935), inspirados en la villa Savoye.473 Otro exponente fue Norman Hanson,
quien también muestra la influencia del arquitecto suizo en su 20th Century Cinema en Johannesburgo (1940). También
desarrollaron en este país su obra algunos arquitectos alemanes exiliados formados la mayoría en la Bauhaus, como Steffan
Ahrends, Helmut Stauch y Bernard Pabst. En la segunda posguerra la influencia provino de Estados Unidos, especialmente en la
construcción de rascacielos de estructura metálica y muro-cortina, como los construidos en Johannesburgo por firmas como
Skidmore, Owings & Merrill (Carlton Centre Office Tower, 1973) y Hentrich Petschnigg & Partners (Standard Bank Centre,
1970).476
Oceanía
Australia se mantuvo fiel a la arquitectura de tradición colonial hasta el fin de la Segunda Guerra
Mundial, fecha en que empezaron a llegar las nuevas corrientes internacionales. Cuando esto se produjo
se desarrolló una variante del racionalismo de carácter innovador y no como imitación de las obras de
los maestros modernos, especialmente gracias a Harry Seidler y Sydney Ancher. Austríaco de
nacimiento, Seidler estudió en la Graduate School of Design de Harvard y en el Black Mountain
College. Trabajó con Marcel Breuer en Nueva York y con Oscar Niemeyer en Río de Janeiro y, en
1948, abrió su propio estudio en Sídney. Sus primeras obras, como la casa Rose Seidler en Sídney
(1948-1950), muestran todavía un racionalismo canónico, pero en los años 1960 evolucionó hacia unas
formas más minimalistas, con influencia de la pintura de Frank Stella, con formas repetitivas que
combinaban formas rectangulares y curvas, y una alta calidad de ejecución, como en la Australia Square
Office Tower de Sídney (1961-1967, con Pier Luigi Nervi).477 Otras obras suyas fueron: la oficina del
Australia
Commonwealth Trade Group en Canberra (1970-1975), la embajada australiana en París (1973-1977) y Square Office
el Riverside Center en Brisbane (1983-1986).160 Sydney Ancher adaptó el lenguaje miesiano al medio Tower (1961-
local australiano, como en la casa Farley en Warringah (1947), la casa English en Saint Ives (1951) y la 1967), de Harry
casa Ancher en Neutral Bay (1957).478 Otros exponentes de la arquitectura moderna fueron: Samuel Seidler y Pier
Luigi Nervi,
Lipson, Hugh Buhrich, Frederick Romberg y Mary Turner Shaw.479
Sídney
En Nueva Zelanda no hay muestras de arquitectura moderna hasta pasada la Segunda Guerra Mundial. (Australia)
Los primeros exponentes fueron inmigrantes como Heinrich Kulka y Ernst Plischke, que sin embargo
fueron mal acogidos por el gremio arquitectónico local, sumido todavía en el estilo colonial de los
decenios anteriores. Una primera reacción contra el academicismo imperante fue la de Miles Warren y Peter Beaven, que
desarrollaron su obra por distintas vías, el primero con cierta influencia brutalista (apartamentos de Dorset Street en Christchurch,
1956-1957) y el segundo con un estilo más florido, como en su Lyttleton Road Tunnel Building (1963).480
Urbanismo
El urbanismo tuvo un gran desarrollo en el siglo XX, ya que el
progresivo aumento de la población urbana desde los inicios de la
Revolución Industrial conllevó un creciente interés en buscar
nuevas fórmulas y soluciones para satisfacer las necesidades de
vivienda e infraestructuras de la sociedad. Si en 1800 había en el
mundo unas 200 ciudades con más de 20 000 habitantes, con un
total de 21,7 millones de habitantes (un 2,4 &% de la población
total), en 1950 había 5509 ciudades de ese tamaño, con 502,2
millones de habitantes (20,9 % del total).481 El racionalismo,
debido a sus ideas progresistas y sociales, puso un gran empeño
en desarrollar teorías urbanísticas que fuesen de aplicación
universal, con un especial énfasis en soluciones higiénicas y
Plan Voisin para París (1925), de Le Corbusier
funcionales, que satisfaciesen todos los aspectos inherentes a la
ciudad, tanto económicos como tecnológicos, culturales y
ecológicos.482
El principal urbanista racionalista fue Le Corbusier, quien planteó sus principios en Urbanisme (1925), donde desarrolló sus ideas
sobre una ciudad funcional basada en el orden y la linealidad. Ya en 1922 había esbozado su proyecto de una Ville contemporaine
pour trois milions d'habitants, en que situaba un centro urbano con una serie de rascacielos de oficinas en torno a un nudo de
comunicaciones rodeado de diversos sectores residenciales, de servicios y ocio, con abundantes zonas verdes y calles ordenadas
jerárquicamente.483 Los edificios serían de tres tipologías: rascacielos cruciformes en el centro, casas à redentnota 8 en el medio
e immeubles-villas en la periferia.485 En su libro de 1925, Le Corbusier establecía cuatro puntos esenciales sobre el urbanismo:
descongestionar el centro de las ciudades, aumentar su densidad, aumentar los medios de desplazamiento y aumentar los parques
y espacios abiertos. También señaló que «la planificación urbanística moderna nace con una nueva arquitectura».486 Este
esquema lo aplicó a su Plan Voisin para París (1925) —no realizado—, en el que llegó a proponer el derribo de 40 hectáreas de
edificios antiguos de la orilla derecha del Sena, cuyo espacio ocuparía una gran explanada verde que albergaría diecinueve altos
rascacielos de 180 m de altura con planta de cruz, con carreteras rectas y a diferentes niveles.487 488 En 1933 reformuló sus
teorías con el nombre de Ville Radieuse («ciudad radiante»), un proyecto casi utópico que aunaba funcionalidad con preocupación
ecológica, con bloques gigantes de apartamentos separados entre ellos para garantizar su exposición al sol, grandes espacios
ajardinados, separación de funciones y eficientes vías de comunicaciones. Le Corbusier fue el «gran creador de la utopía de la
ciudad moderna en su aspecto físico», según Martin Meyerson.489 Además de París, Le Corbusier elaboró proyectos urbanísticos
para São Paulo y Río de Janeiro (1929-1930), Argel (1930), Barcelona (1932-1935), Ginebra (1933), Estocolmo (1933), Amberes
(1933), Buenos Aires (1938-1940), Saint-Dié (1945), Bogotá (1949-1952), Marsella (1950), Izmir (1950) y Chandigarh (1951-
1965), el único que se ejecutó.144
La primera realización inspirada en la Carta de Atenas fue el Plan general de extensión para Amsterdam (Algemeen
Uitbreidingsplan o AUP), elaborado por Cornelis van Eesteren y aprobado en 1935. El objetivo era la ampliación de la ciudad
hacia la periferia y se elaboró en función de minuciosas investigaciones estadísticas, con una subdivisión en barrios de 10 000
viviendas separados por zonas verdes y con bloques abiertos orientados de norte a sur. La concentración de actividades
económicas en el centro portuario conllevó un crecimiento denso y compacto, que sin embargo se resolvió de forma óptima con
una organización preestablecida para crear barrios cohesionados y con una subdivisión de tareas por unidades menores al barrio
supervisadas por un arquitecto. El plan aún está vigente y regula el crecimiento progresivo de la ciudad.491
Tras la Segunda Guerra Mundial, el urbanismo racionalista se aplicó a la reconstrucción de las ciudades devastadas por la guerra
y su metodología se fue acercando a los principios económicos capitalistas, por cuanto sus postulados de fragmentación
zonificada, producción en serie y prefabricación casaban perfectamente con los modelos industriales capitalistas. Un modelo
paradigmático fue el de las new towns («nuevas ciudades») inglesas, que aglutinaron los preceptos de las ciudades-jardín
preconizadas por Ebenezer Howard a principios de siglo con los postulados racionalistas.492 Cabe resaltar especialmente el
Greater London Plan para descentralizar la capital inglesa, aprobado en la New Towns Act de 1946. Entre 1945 y 1951 se
crearon catorce new towns,nota 9 entre las que cabe destacar Stevenage (1946) y Harlow (1947), que muestran una cierta
influencia del neoempirismo escandinavo practicado entonces.494 En el resto de Europa también se desarrolló un amplio
programa de reformas y nuevos proyectos urbanísticos: en Escandinavia surgieron varias nuevas ciudades (Vallingby, Farsta y
Skärholmen en Suecia, Tapiola en Finlandia), así como varios planes reguladores en ciudades como Copenhague (Plan de los
Cinco Dedos, 1947) o Helsinki, que amplía seis veces su territorio
municipal.495 En Francia, Italia y Alemania, más devastadas por la guerra,
se dio prioridad a la construcción frente a los proyectos urbanísticos, por lo
que creció el parque de viviendas sin una planificación adecuada, excepto
algunos casos como los planes de ordenación de Le Havre y Amiens
elaborados por Auguste Perret en 1947-1954, las diversas Unité
d'Habitation de Le Corbusier (1952-1964), los barrios planificados por el
estudio Candilis, Josic & Woods (Bagnols-sur-Cèze, 1956-1960; Toulouse-
le-Mirail, 1961-1966), el plan regulador de Milán de 1953 o el barrio de
Hansaviertel en Berlín planificado en la Interbau de 1957.496 En los
Países Bajos existió una mayor relación entre arquitectura y urbanística,
como en el caso de Róterdam, cuyo centro quedó completamente destruido
en 1940, para la que se elaboró un plan de reconstrucción trazado por
Cornelius van Traa y aprobado en 1946.497 En los países del este la Plan Piloto de Brasilia, de Lúcio Costa
reconstrucción de las ciudades se llevó a cabo bajo el estilo académico (1957)
Cabe señalar también el urbanismo en Israel, país que creció considerablemente desde su independencia en 1948: si
anteriormente la población judía era de 70 000 habitantes —concentrados sobre todo en Haifa y Tel Aviv—, entre 1948 y 1961
esta cifra se triplicó, por lo que fue necesaria la construcción de nuevas ciudades, regulada con un plan territorial inspirado en las
new towns inglesas dirigido por Arieh Sharon: entre 1948 y 1957 se planificaron veintiocho nuevas ciudades, entre las que
destacan Beersheba y Ashdod; en los años 1960 se crearon dos más, Karminel y Arad.459
Diseño y decoración
El Movimiento moderno puso también un especial interés en el diseño, la decoración y el
interiorismo. Uno de los movimientos más innovadores en el terreno del diseño fue la Escuela
de la Bauhaus que, frente a la excesiva ornamentación del art déco, introdujo un concepto de
diseño más racional y funcional, más adaptado a las necesidades reales de la gente. Esta
escuela pretendía romper las barreras entre arte y artesanía, con cierta influencia en sus inicios
del Arts & Crafts, mientras que posteriormente se decantó por la producción industrial. Su
objetivo era «la obra de arte colectiva, el Edificio, dentro de la cual no hubiese barreras que
separasen las artes estructurales de las artes decorativas».118 Los estudiantes de la escuela
aprendían teorías de la forma y del diseño, así como talleres de piedra, madera, metal,
cerámica, vidrio, tejido, pintura, teatro y fotografía.500 Su diseño se basaba en la simplicidad,
la abstracción geométrica y el uso de colores primarios y de nuevas tecnologías, como se hizo
patente en el mobiliario de acero tubular creado por Marcel Breuer, la silla Barcelona de
Silla roja y azul, de Gerrit
Ludwig Mies van der Rohe y Lilly Reich o las lámparas diseñadas por Marianne Brandt. En Thomas Rietveld (1923)
esta escuela destacaron creadores —además de los anteriormente citados— como László
Moholy-Nagy, Oskar Schlemmer, Johannes Itten, Paul Klee, Josef Albers, Vasili Kandinski,
Gerhard Marcks o Wilhelm Wagenfeld.501 Los diseños de la Bauhaus cubrieron todo tipo de objetos, desde muebles y lámparas
hasta vajillas, máquinas de escribir, bicicletas, tejidos, relojes, diseño gráfico e incluso un nuevo tipo de letra tipográfica, la sans
serif. En 1925 la Bauhaus fundó su propia empresa para comercializar sus diseños, la Bauhaus GmbH, que publicó un catálogo
con sus productos.502
Heredera de la Bauhaus fue la Hochschule für Gestaltung (Escuela Superior de Proyectación), posteriormente denominada Neues
Bauhaus (Nueva Bauhaus), fundada en 1953 por Max Bill en Ulm. Sus obras de diseño se caracterizaron por su aspecto
geométrico y su minimalismo, lo que dio en llamarse «estilo Ulm». En una primera fase, la escuela se orientó hacia las bellas
artes y la artesanía y contó con profesores de la antigua Bauhaus como Josef Albers y Johannes Itten. Una segunda fase estuvo
marcada por el cambio de la dirección en 1956 de Max Bill a Tomás Maldonado,
quien reorientó la escuela hacia la producción industrial. Arquitectos y
diseñadores como Walter Gropius, Mies van der Rohe, Frei Otto, Charles Eames
y Richard Buckminster Fuller dieron clases en la Ulm Bauhaus.188 El propio
Bill fue un diseñador de notable creatividad: había sido alumno de la Bauhaus y
en los años 1930 trabajó como pintor, escultor, arquitecto y diseñador gráfico,
mientras que en los 1940 se inició en el diseño industrial, con realizaciones
como su reloj de pared de aluminio para Junghans (1957), sus relojes de pulsera
y su taburete minimalista Ulmer Hocker (1954).503
En el siglo XX cobró un
Silla Wassily (1925), de Marcel progresivo protagonismo el
Breuer diseño industrial, fundamentado
en la creación intelectual y el
diseño funcional, con un
aumento de la experimentación con nuevos materiales (plástico, fibra de vidrio)
y una mayor atención a las necesidades de mercado.504 La base del diseño
industrial se encuentra en el funcionalismo, teoría que argumenta que un objeto
que cumple su función y está elaborado con economía de materiales es
intrínsecamente bello. Ello excluiría la estética en el diseño de objetos, aunque
tal extremo rara vez se lleva a la práctica en su totalidad. Uno de los precedentes
de esta teoría fue el arquitecto Louis Sullivan, quien afirmaba que «la forma
sigue a la función», así como Otto Wagner, quien estipuló que «nada que no sea
práctico puede ser hermoso».505 En Alemania, arquitectos y diseñadores como
Peter Behrens, Richard Riemerschmid y Bruno Paul, y talleres y asociaciones
Silla Barcelona, diseñada por Ludwig
como Deutsche Werkstätten, Deutscher Werkbund y la Bauhaus, sentaron las
Mies van der Rohe y Lilly Reich para
bases del diseño industrial en una primera fase. En Francia el pionero fue el
la Exposición Universal de Barcelona
arquitecto Le Corbusier, quien proclamó la «absoluta autonomía expresiva de los (1929)
objetos producidos industrialmente» y señaló como aspectos básicos del nuevo
diseño la pureza de líneas, la funcionalidad de los materiales y la luminosidad de
las superficies.506 Tras la clausura de la Bauhaus por los nazis en 1933 la mayoría de sus componentes se trasladó a Reino Unido
o Estados Unidos, países que recogieron el testigo del diseño industrial.507 En el Reino Unido el diseño tenía su precedente en
los talleres de Arts & Crafts. En 1915 se fundó la Design and Industries Association con el objetivo de fomentar el diseño y, en
1930, se creó la Society of Industrial Artists para agrupar a los profesionales del sector.508 En Estados Unidos el pionero fue el
arquitecto Frank Lloyd Wright, hasta la eclosión del diseño en los años 1930 con figuras como Henry Dreyfuss, Raymond Loewy
y Walter Dorwin Teague. En esa década se establecieron también algunos maestros de la Bauhaus como Ludwig Mies van der
Rohe, Walter Gropius y László Moholy-Nagy, quienes enseñaron a una nueva generación de diseñadores. Posteriormente
destacaron Charles Eames, George Nelson y Harry Bertoia. En 1944 se fundó la Society of Industrial Designers, en 1948 la
National Association of Schools of Design y, en 1957, la Industrial Design Educational Association.508
Posteriormente, en Europa el diseño industrial tuvo dos corrientes principales: la escandinava y la italiana. La primera,
representada por Arne Jacobsen, Alvar Aalto, Eero Saarinen y Poul Kjærholm, tenía sus raíces en el arte popular y se basaba en la
naturalidad y sencillez de las formas como premisa fundamental del diseño, así como en la utilización de materiales naturales,
aunque sin desdeñar el acero, que empleaban con asiduidad. Los principales campos tratados por el diseño escandinavo fueron el
mobiliario, la cerámica, la orfebrería y el vidrio. Por su parte, el diseño italiano era más audaz y extravagante, con predilección
por el colorido vivo, uso de materiales artificiales como la resina, el plástico y el conglomerado, así como el acero y materiales
más «nobles» como el mármol, y con una libertad creativa que iba desde la austeridad de Ettore Sottsass, pasando por el
racionalismo de Joe Colombo, hasta el refinamiento de Gae Aulenti. En España también se inició desde los años 1930 una
escuela de diseñadores de notable calidad, marcada por cierta expresividad, un tamaño de los
objetos por lo general pequeño y cierto carácter de ensayo, con prototipos de gran calidad que
no siempre encontraban una salida industrial. El punto de partida se encuentra en el
GATCPAC, pionero en la introducción del diseño moderno en España —en 1931 abrieron su
local comercial, denominado MIDVA (Muebles y Decoración de la Vivienda Actual)—, con
figuras como Josep Lluís Sert, Josep Torres Clavé y Antoni Bonet Castellana; más tarde cabe
mencionar a Antoni de Moragas, Oriol Bohigas, Carlos de Miguel, José Antonio Coderch,
Miguel Milá y Antonio Fernández Alba. En 1955 se fundó la Sociedad Española de Diseño
Industrial y, en 1960, la Agrupación de Diseño Industrial (ADI-FAD).509
Las características principales del mobiliario moderno fueron: funcionalidad, supresión de toda ornamentación superflua y
decoración mínima procedente de las mismas líneas de fuerza (forma, material), estructura como base total del mueble sin
añadidos, cánones estandarizados de utilidad universal y formas abiertas, claras y sencillas.516 En el diseño de mobiliario cabe
destacar, además de arquitectos y diseñadores como los ya citados, a Kaare Klint, Børge Mogensen, George Nelson, Carlo
Mollino, Jean Prouvé, Eileen Gray, Robert Mallet-Stevens, Pierre Chareau y René Herbst.517
En general, el interiorismo del Movimiento moderno se ha criticado por su falta de confort y el alto coste de su producción
industrial, ya que hasta los años 1960 la industria no consiguió unos estándares compatibles con la producción en serie de los
objetos de diseño moderno. Así, la decoración de interiores de los arquitectos modernos se circunscribió en su momento a una
élite de consumidores de alto nivel adquisitivo, lo que contradecía los principios sociales que defendía el racionalismo.518
Tetera diseñada en la Silla Cantilever Silla Weißenhof Silla Paimio (1929-1933), Silla BKF (1937),
Bauhaus por Marianne (1926), de (1927), de Ludwig de Alvar Aalto de Antoni Bonet
Brandt (1924) Marcel Breuer Mies van der Castellana, Juan
Rohe y Lilly Reich Kurchan y Jorge
Ferrari Hardoy
Véase también
Arquitectura moderna
Funcionalismo (arquitectura)
Arquitectura orgánica
Arquitectas en el Movimiento Moderno
Notas
1. Los fundadores del CIAM fueron: Le Corbusier, Siegfried Giedion, Hélène de Mandrot, Karl Moser, Victor
Bourgeois, Pierre Chareau, Josef Frank, Gabriel Guevrekian, Max Ernst Haefeli, Hugo Häring, Arnold Höchel,
Huib Hoste, Pierre Jeanneret, André Lurçat, Ernst May, Fernando García Mercadal, Hannes Meyer, Werner Max
Moser, Carlo Enrico Rava, Gerrit Rietveld, Alberto Sartoris, Hans Schmidt, Mart Stam, Rudolf Steiger, Henri-
Robert Von der Mühl y Juan de Zavala.33
2. Los arquitectos expuestos fueron: Alvar Aalto, Frederick Ackerman, Thomas Adams, Uno Åhrén, José Manuel
Aizpúrua, Alfons Anker, Paul Artaria, Irving Bowman, Monroe Bengt Bowman, Johannes Brinkman, Henry
Churchill, Alfred Clauss, Amyas Connell, Russell G. Cory, Walter M. Cory, George Daub, Jan Duiker, Otto Eisler,
Joseph Emberton, Luigi Figini, Anatoli Fisenko, Albert Frey, Bohuslav Fuchs, Walter Gropius, Gabriel
Guevrekian, Max Ernst Haefeli, Otto Haesler, Raymond Hood, George Howe, Albert Howell, Frederick Kiesler, A.
Lawrence Kocher, Robert D. Kohn, Louis Herman De Koninck, Ludvík Kysela, Joaquín Labayen, Le Corbusier,
William Lescaze, Wassili Luckhardt, André Lurçat, Robert Mallet-Stevens, Sven Markelius, Ernst May, Erich
Mendelsohn, Ludwig Mies van der Rohe, Paul Nelson, Richard Neutra, Ivan Nikolaev, Jacobus Johannes Pieter
Oud, Gino Pollini, Gerrit Rietveld, Hans Scharoun, Hans Schmidt, Karl Schneider, Clarence Stein, Oscar
Stonorov, Eskil Sundahl, W. Stuart Thompson, McKendree Tucker, Isaburo Ueno, Raymond Unwin, Leendert
Cornelis van der Vlugt, Carl Weidemeyer, Lois Welzenbacher, Frank Lloyd Wright, Henry Wright, Mamoru
Yamada.42
3. El sello fue fundado en 1932 en Londres por Berthold Lubetkin, Anthony Chitty, Lindsey Drake, Valentine
Harding, Godfrey Samuel, Michael Dugdale y Frances Skinner. En 1938 se unió Denys Lasdun.232
4. El estudio fue fundado en 1945 por Walter Gropius, Norman Fletcher, Jean Bodman Fletcher, John Harkness,
Sarah Pillsbury Harkness, Robert MacMillan, Louis MacMillen y Benjamin C. Thompson. Su filosofía era
«sincronizar todos los esfuerzos individuales... elevar el potencial del trabajo común». La firma se disolvió en
1996.232
5. El francés Le Corbusier, el sueco Sven Markelius, el brasileño Oscar Niemeyer, el australiano Gyle Soilleux, el
belga Gaston Brunfaut, el canadiense Ernest Cormier, el chino Liang Seu-cheng, el ruso Nikolai Bassov, el inglés
Howard Morley Robertson y el uruguayo Julio Vilamajó.378
6. La firma fue fundada en 1936 en Chicago por Louis Skidmore y Nathaniel Owings, mientras que en 1939 se
incorporó John Merrill. Con el tiempo se convirtió en la firma arquitectónica más grande del mundo y contó con
arquitectos e ingenieros de renombre como Gordon Bunshaft, Bruce Graham, Roy Allen, Charles Bassetty,
Myron Goldsmith, Fazlur Rahman Khan, Walter Netsch, David Childs y James de Stefano.160
7. José Alberto Le Pera, Abel López Chas, Luis Olezza, Alejandro Vera Barros, Samuel Sánchez de Bustamante,
Itala Fulvia Villa, Hilario Zalba y Simón León Ungar; más adelante se incorporaron Jorge Vivanco y Valerio
Peluffo.404
8. Las casas à redent («en rediente») son una serie de edificaciones por quiebros en giro repetido e invertido en
ángulo recto para aprovechar dos orientaciones: este-oeste, con viviendas a ambos lados y calle interior; y norte-
sur, con viviendas en la parte sur y una calle perimetral en el norte. Los edificios serían de once pisos y 400 m de
pasaje, separados 200 m unos de otros. Tanto los edificios como las autovías estarían elevados sobre pilotis y
dejarían la parte inferior para zona verde y servicios comunitarios.484
9. Ocho en el Gran Londres: Stevenage, Hemel Hempstead, Crawley, Harlow, Hatfield, Welwyn Garden City,
Basildon y Barcknell; cuatro en el resto de Inglaterra: Newton Aycliffe, Peterlee, Cwmbran y Corby; dos en
Escocia: East Kilbride y Glenrothes.493
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