Jeremias 2

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JEREMIAS 2:1-8

El Señor rechazado
"Vino a mí palabra del Señor, diciendo: Anda y proclama a los
oídos de Jerusalén, diciendo que así dice el Señor: Me he
acordado de ti, de la fidelidad de tu juventud, del amor de tu
desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra
no sembrada. Santo era Israel al Señor, primicias de sus nuevos
frutos. Todos los que lo devoraban eran culpables; mal venía
sobre ellos, dice el Señor."
Dios estaba haciendo verdaderamente hermoso. Le estaba
pidiendo a Israel que recordara la época de la primavera de su
relación con El, cuando El los sacó de la tierra de Egipto, como
siguieron a la columna de fuego por la noche y la columna de
nube durante el día. Y en aquel desierto terrible y espantoso ellos
buscaron al Señor y Dios se lo recordó. Después de que Dios les
había bendecido y entregado una buena tierra, se apartaron de
El. Como dijo el profeta Oseas hablando del reino del norte, En
Deuteronomio 32:15 encontramos esta expresión, hablando de
Israel Pero engordó Jesurún, y tiró coces. En su sociedad cómoda
y sofisticada, ellos se apartaron del Dios vivo para servir a los
ídolos.
Amigo oyente, aquí no podemos evitar el notar, que existe una
analogía aquí entre el reino de Judá y la sociedad contemporánea
de las naciones que suelen vivir en la abundancia, sociedades en
las que Dios ha sido puesto a un lado. Y así como en los tiempos
Bíblicos y como relató Hechos 19:28, los Efesios gritaban
"¡Grande es Diana de los Efesios!", multitudes de personas de
nuestro tiempo aclaman al dios del dinero, el poder y el
consumismo, y se inclinan ante todos los ídolos que esta sociedad
crea continuamente.
En el pasaje que hemos leído, en el versículo 2, Dios dijo Me he
acordado de ti. Ellos se habían olvidado de Dios, pero El no los
había olvidado. Aquí vemos la magnitud de la compasión de Dios.
Y también destacamos Su nostalgia, Su anhelo en estas palabras
del versículo 3: Santo era Israel al Señor, Dios les estaba
recordando su condición pasada, cuando eran conscientes de que
pertenecían al Señor, le seguían y eran guiados por El. Dice el
versículo 4 de este segundo capítulo de Jeremías:
"¡Oíd la palabra del Señor, casa de Jacob y todas las familias de
la casa de Israel!"
Aunque las diez tribus habían sido llevadas conquistadas y
cautivas por los Asirios, aun se encontraban por allí. No se
perdieron como algunos creen, solo que es casi imposible
encontrarlas hoy. Aquí en este pasaje, Dios se dirigió a la casa de
Jacob y a todas las familias de Israel. El mensaje de Dios fue para
ellos en aquel tiempo aunque estuvieran viviendo bajo el
cautiverio de los Asirios. Y el versículo 5, de este capítulo 2 de
Jeremías, dice:
"Así dice el Señor: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres,
que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad y se volvieron
vanos?"
Sin ninguna duda, este es uno de los grandes pasajes de las
Sagradas Escrituras. Observemos la forma tierna en que Dios se
dirigió a ellos, al decirles: "¿Qué mal les hice para que se
apartaran de mí?"
Y en lo que se refiere a nuestro tiempo, ¿Qué problema hay con
Dios para que tantas personas no estén interesadas en El? ¿Por
qué tantas personas en el día de hoy no le están sirviendo? ¿Está
Dios haciendo algo mal en el día de hoy? En aquel día de Jeremías
Su pregunta fue: ¿Qué maldad hallaron en mi vuestros padres?
Continuemos leyendo el versículo 6:
"No dijeron: "¿Dónde está el Señor, que nos hizo subir de la tierra
de Egipto, que nos condujo por el desierto, por una tierra desierta
y despoblada, por tierra seca y de sombra de muerte, por una
tierra por la cual no pasó varón ni habitó en ella hombre alguno?"
La gente simplemente no acostumbraba a pasar por aquella
tierra, y tampoco hay muchos que pasan por allí hoy. Pero Dios
mantuvo a Su pueblo en aquella región inhóspita por 40 años, y
allí les cuidó.Leemos en el versículo 7:
"Os introduje en tierra de abundancia, para que comierais su fruto
y sus bienes; pero entrasteis y contaminasteis mi tierra, e
hicisteis abominable mi heredad."
En la actualidad se oye hablar mucho sobre la ecología y la
necesidad de aumentar y preservar la higiene de la tierra. Y ello
es bueno, y muy necesario. Pero reconozcamos que se está
acumulando a nuestro alrededor una gran cantidad de suciedad,
de impureza moral, un enorme nivel de degradación y un
deterioro del carácter de las personas. Y este fue el tema que Dios
estaba tratando en este pasaje. Ellos habían contaminado la tierra
de Dios. Dios tenía la intención de que ellos fueran testigos de El;
en cambio, fueron tan malvados como la gente que se encontraba
con ellos en esa tierra. Y continúa diciendo el versículo 8:
"Los sacerdotes no dijeron: "¿Dónde está el Señor?", y los que
tenían la Ley no me conocieron; los pastores se rebelaron contra
mí, los profetas profetizaron en nombre de Baal y anduvieron tras
lo que no aprovecha."
Aquí vemos que Dios hizo responsables a los líderes espirituales.
Creemos que el problema de un país comienza en la actitud o
condición de los cristianos en su conjunto. Ninguna nación cae,
hasta que primero cae espiritualmente. Primero se produce una
apostasía espiritual, después una degradación moral y finalmente
un estado de anarquía política. Esa es la forma en que cada nación
deja de ser una gran nación.
Observemos la frase: Los sacerdotes no dijeron: "¿Dónde está el
Señor?" Lamentablemente puede darse el caso que cristianos que
ocupen un lugar de liderazgo en la enseñanza no conozcan bien
la Palabra de Dios. Y como resultado, personas que no conocen
la Palabra de Dios, tampoco conocen realmente a Dios

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