Contenido Segundo Parcial
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CAPÍTULO I
REGLAS GENERALES
Artículo 1041. Todo asignatario testamentario deberá ser una persona cierta y
determinada, natural o jurídica, ya sea que se determine por su nombre, o por
indicaciones claras del testamento. De otra manera la asignación se tendrá por no
escrita.
Lo que se deje al alma del testador, sin especificar de otro modo su inversión, se
entenderá dejado a un establecimiento de beneficencia y se sujetará a la disposición
del párrafo anterior.
Lo que en general se dejare a los pobres, se aplicará a los del domicilio del testador.
Se entenderán por tales, aquellas en que el testador asigna alguna parte de sus
bienes a condición que el asignatario le deje por testamento alguna parte de los
suyos.
Artículo 1046. No valdrá disposición alguna testamentaria en favor del notario que
autorizare el testamento, o de la esposa de dicho Notario, o de cualquiera de sus
parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad.
Esta disposición será aplicable a los testigos del testamento abierto, y a los testigos
y funcionarios ante quienes se otorguen los testamentos privilegiados cuando no
fueren cerrados.
La asignación que por demasiado gravada hubieren repudiado todas las personas
sucesivamente llamadas a ellas por el testamento o la ley, se deferirá en último lugar
a las personas a cuyo favor se hubieren constituido los gravámenes.
Artículo 1053. Sobre las reglas dadas en este título acerca de la inteligencia y
efecto de las disposiciones testamentarias, prevalecerá la voluntad del testador
claramente manifestada, con tal que no se oponga a los requisitos o prohibiciones
legales.
CAPÍTULO II
DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS CONDICIONALES
Artículo 1056. Si la condición que se impone como para tiempo futuro, consiste en
un hecho que se ha realizado en vida del testador, y el testador al tiempo de testar
lo supo, y el hecho es de los que pueden repetirse, se presumirá que el testador
exige su repetición; si el testador al tiempo de testar lo supo, y el hecho es de
aquellos cuya repetición es imposible, se mirará la condición como cumplida; y si el
testador no lo supo, se mirará la condición como cumplida, cualquiera que sea la
naturaleza del hecho.
CAPÍTULO III
DE LAS ASIGNACIONES TESTAMENTARIAS A DÍA
Artículo 1069. La asignación desde día cierto, sea determinado o no, es siempre
condicional
Artículo 1070. La asignación hasta día cierto, sea determinado o no, constituye un
usufructo a favor del asignatario.
CAPÍTULO IV
DE LAS ASIGNACIONES MODALES
Artículo 1072. Si se asigna algo a una persona para que lo tenga por suyo, con la
obligación de aplicarlo a un fin especial, como el de hacer ciertas obras o sujetarse
a ciertas cargas, esta aplicación es un modo y no una condición suspensiva.
Artículo 1078. Si el modo consiste en un hecho tal que para el fin que el testador
haya propuesto sea indiferente la persona que lo ejecute, es transmisible a los
herederos del asignatario.
CAPÍTULO V
DE LAS ASIGNACIONES A TÍTULO UNIVERSAL
Artículo 1080. Los asignatarios a título universal, con cualesquiera palabras que se
les llame, y aunque en el testamento se les califique de legatarios, son herederos;
representan la persona del testador para sucederle en todos los derechos y
obligaciones transmisibles.
Los herederos están también obligados a las cargas testamentarias, esto es, a las
que se constituyen por el testamento mismo, y que no se imponen a determinadas
personas.
Si fueren dos (2) o más herederos instituidos, sin designación de cuotas, dividirán
entre sí por partes iguales la herencia o la parte de ella que les toque.
CAPÍTULO VI
DE LAS ASIGNACIONES A TÍTULO SINGULAR
Artículo 1087. Los asignatarios a título singular, con cualesquiera palabras que se
les llame, y aunque en el testamento se les califique de herederos, son legatarios:
no representan al testador; no tienen más derechos ni cargas que los que
expresamente se les confieran o impongan.
Artículo 1088. No vale el legado de cosa incapaz de ser apropiada, según el artículo
626, ni los de cosas que al tiempo del testamento sean de propiedad nacional o
municipal y de uso público, o formen parte de un edificio, de manera que no puedan
separarse sin deteriorarlo; a menos que la causa cese antes de deferirse el legado.
Artículo 1089. Podrá ordenar el testador que se adquiera una especie ajena para
darla a alguna persona o para emplearla en algún objeto de beneficencia; y si el
asignatario a quien se impone esta obligación no pudiere cumplirla porque el dueño
de la especie rehúsa enajenarla o pide por ella un precio excesivo, el dicho
asignatario será solo obligado a dar en dinero el justo precio de la especie;
satisfecho el precio, no tendrá derecho el legatario a la especie, aunque después la
adquiera el asignatario.
Y si la especie ajena legada hubiere sido antes adquirida por el legatario o para el
objeto de beneficencia, no se deberá su precio, sino en cuanto la adquisición
hubiere sido a título oneroso y a precio equitativo.
Artículo 1090. El legado de especie que no es del testador, o del asignatario a quien
se impone la obligación de darla, es nulo, a menos que en el testamento aparezca
que el testador sabia que la cosa no era suya o del dicho asignatario; o a menos de
legarse la cosa ajena aun descendiente o ascendiente legítimo del testador o a su
cónyuge, pues en estos casos se procederá como en el párrafo primero del artículo
precedente.
Artículo 1091. Si la cosa ajena legada pasó antes de la muerte del testador, al
dominio de éste, o del asignatario a quien se había impuesto la obligación de darla,
se deberá el legado.
Artículo 1092. Si el testador no ha tenido en la cosa legada más que una parte,
cuota o derecho, se presumirá que no ha querido legar más que esa parte, cuota o
derecho.
Artículo 1093. Si al legar una especie se designa el lugar en que esta guardada y
no se encuentra allí, pero se encuentra en otra parte, se deberá la especie; si no se
encuentra en parte alguna, se deberá una especie de mediana calidad del mismo
género, pero solo a las personas designadas en el Artículo 1090.
Artículo 1094. El legado de cosas fungibles, esto es, de aquellas que se destruyen
con el primer uso y cuya cantidad no se determine de algún modo, no vale.
Artículo 1095. El legado de una cosa futura vale, con tal que llegue a existir.
Artículo 1098. Si se legó una cosa entre varias que el testador creyó tener y no ha
dejado más que una, se deberá la que haya dejado.
Pero si se lega una cosa de aquellas cuyo valor no tiene límites, como una casa,
una hacienda de campo, y no existe ninguna del mismo género entre los bienes del
testador, nada se deberá, ni aun a las personas designadas en el Artículo 1090.
Hecha una vez la elección, no habrá lugar a hacerla de nuevo, sino por causa de
engaño o dolo.
Artículo 1100. La especie legada se debe en el estado en que existiere al tiempo
de la muerte del testador, comprendiendo los utensilios necesarios para su uso y
que existan con ella.
Artículo 1101. Si la cosa legada es un predio, los terrenos y los nuevos edificios
que el testador le haya agregado después del testamento, no se comprenderán en
el legado; y si lo nuevamente agregado formare con lo demás al tiempo de abrirse
la sucesión, un todo que no pueda dividirse sin grave pérdida, y las agregaciones
valieren más que el predio en su estado anterior, solo se deberá este segundo valor
al legatario; si valieren menos, se deberá todo ello al legatario, con el cargo de pagar
el valor de las agregaciones.
Pero el legado de una medida de tierra, como mil (1,000) metros cuadrados, no
crecerá en ningún caso por la adquisición de tierras contiguas, y si aquella no
pudiere separarse de éstas, sólo se deberá lo que valga.
Si se lega un solar, y después el testador edifica en el, solo se deberá el valor del
solar.
Artículo 1103. Si se lega una casa con sus muebles o con todo lo que se encuentra
en ella, no se entenderán comprendidas en el legado las cosas enumeradas en el
Artículo 608, sino solo las que forman el ajuar de la casa y se encuentran en ella; y
si se lega de la misma manera una hacienda de campo, no se entenderá que el
legado comprende otras cosas que las que sirven para el cultivo y beneficio de la
hacienda y se encuentran en ella.
En uno y otro caso, no se deberán de los ganados de cría, ni de los demás objetos
contenidos en la casa o hacienda, sino los que el testador expresamente designare.
Artículo 1106. Si se legan a varias personas distintas cuotas de una misma cosa,
se seguirán para la división de ésta, las reglas del Capítulo precedente.
Artículo 1107. La especie legada pasa al legatario con sus servidumbres y demás
cargas reales.
Artículo 1109. Pueden legarse no solo las cosas corporales, sino los derechos y
acciones.
Artículo 1112. Si se condona a una persona lo que debe, sin determinar suma, no
se comprenderán en la condonación sino las deudas existentes a la fecha del
testamento.
Artículo 1113. Si por las circunstancias no apareciere claramente que la intención
del testador es pagar la deuda con el legado.
Si en razón de una deuda determinada, se manda pagar más de lo que ella importa,
no se deberá el exceso, a menos que aparezca la intención de donarlo.
Artículo 1115. Las deudas confesadas en el testamento y de que por otra parte
no hubiere un principio de prueba por escrito, se tendrán por legados
gratuitos, y estarán sujetos a las mismas responsabilidades y deducciones que los
otros legados de esta clase, sin perjuicio de lo dispuesto en el Artículo 1047.
Si se legare una pensión anual para la educación del legatario, durará hasta que
cumpla veintiún (21) años y cesará si muere antes de cumplir esa edad.
Artículo 1117. Por la destrucción de la especie legada, sin hecho o culpa
del que debe entregarla, se extingue la obligación de pagar el legado.