Misa Crismal
Misa Crismal
Misa Crismal
Arquidiócesis de Valencia
Seminario Ntra. Sra. Del Socorro
Misa Crismal
1. Observaciones
a) Esta misa la preside el Obispo diocesano
b) La Misa Crismal, que concelebra con los presbíteros provenientes de las distintas regiones de la
diócesis, y en la que consagra el santo crisma y bendice los demás oleos, debe tenerse como una de
las manifestaciones de la plenitud sacerdotal del Obispo y como un signo de la unión de los
presbíteros con él, dicha celebración sigue las indicaciones previstas de la Misa Estacional 1.
c) La consagración del crisma es competencia exclusiva del Obispo, de igual forma la bendición del
oleo de los catecúmenos y el de los enfermos, estos últimos se puede conceder a los sacerdotes la
bendición de los mismos en ciertas circunstancias.
d) La Misa Crismal ha de ser siempre concelebrada.
e) No se dice Credo
f) La Oración de los fieles esta unidad a la renovación de las promesas sacerdotales.
Para el Obispo: palangana, jarra con agua y toalla, alba, cíngulo, cruz pectoral, estola, casulla (palio,
para el metropolitano), solideo, mitra, anillo, báculo.
Para los concelebrantes: albas, cíngulos, estolas, casullas.
Para los diáconos: albas, cíngulos, estolas, dalmáticas.
a) Después de que haya sido recibido el Obispo éste, ayudado por los diáconos asistentes
y otros ministros, los cuales ya tienen puestas las vestiduras litúrgicas antes de que él
llegue, se lava las manos y se reviste con alba, cíngulo, cruz pectoral, estola y casulla.
b) Después uno de los dos diáconos 2 coloca la mitra al Obispo. Pero si es Arzobispo,
antes de recibir la mitra, el primer diácono le coloca el palio.
1
Manifiesta tanto la unidad de la Iglesia local, como la diversidad de ministerios alrededor del Ob ispo
y de la Sagrada Eucaristía, Por lo tanto, convóquese a ella la mayor cantidad de fieles; los presbíteros
concelebren con el Obispo; los diáconos ejerzan su ministerio, los acólitos y lectores desempeñen su
oficio propio. Esta forma de celebrar la Misa, se ha de conservar sobre todo e n las mayores
solemnidades del año litúrgico. (Ceremonial de los Obispos, nn. 120-129)
2
De faltar uno o de no haber diáconos, asistir al Obispo otro ministro idóneo.
Elaborado por Florencio Hernández
c) Entre tanto los presbíteros concele brantes y los otros diáconos, que no sirven al
Obispo, se ponen sus vestiduras 3.
d) Cuando ya todos están preparados, se acerca el acólito turiferario, uno de los diáconos
le presenta la naveta al Obispo, el cual pone incienso en el incensario y lo bendice con el
signo de la cruz. Luego recibe el báculo, que le presenta el ministro. Uno de los diáconos
toma el Evangeliario 4, que lleva cerrado y con reverencia en la procesión de entrada
Mientras se canta el canto de entrada, se hace la procesión desde la curia hacia el presbiterio.
Se ordena de esta manera:
1 . E l t u r i f e r a r io co n e l i n ce n s a r i o h u me a n t e
2. Un acólito que lleva la cruz, con la imagen del crucifijo puesta en la parte anterior; va
entre dos acólitos que llevan candeleros con velas encendidas
3. El diácono que lleva el Evangeliario
4. Los otros diáconos, si los hay, de dos en dos
5. Los presbíteros concelebrantes, de dos en dos
6. El Obispo, que va solo, lleva la mitra y el báculo pastoral en la mano izquierda, mientras bendice
con la derecha.
7. Por último los ministros de la mitra y del báculo, y el ceremoniero principal 5
En el Presbiterio:
a) El Evangeliario se coloca sobre el altar.
b) Todos al entrar al presbiterio, de dos en dos, hacen profunda reverencia al altar.
c) Los diáconos y los presbíteros concelebrantes suben al altar, lo besan y luego se dirigen a sus
sitios.
d) Cuando el Obispo llega al altar, entrega al ceremoniero el báculo pastoral, y dejada la mitra,
junto con los diáconos y los otros ministros que lo acompañan, hace profunda reverencia al altar. En
seguida sube al altar y, a una con los diáconos, lo besa. Después, si es necesario, el acólito
pone de nuevo incienso en el incensario y el Obispo, acompañado por los dos diáconos,
inciensa el altar y la cruz.
e) Una vez incensado el altar, el Obispo acompañado por los ministros, se dirige a la cátedra
por la vía más corta.
f) Dos diáconos se colocan de pie, uno a cada lado, cerca de la cátedra para estar
preparados a servir al Obispo. Si éstos faltan, los suplen dos presbíteros concelebrantes 6.
a) Después el Obispo, los concelebrantes y los fieles, de pie, se signan con la señal de la
cruz, mientras aquél, de cara al pueblo, dice: En el nombre del Padre.
b) Luego el Obispo, extendiendo las manos, saluda a la asamblea, diciendo: La paz sea con
vosotros, u otra de las fórmulas que se encuentran en el Misal.
c) En seguida el Obispo invita al acto penitencial, que concluye diciendo: Dios
Todopoderoso tenga misericordia. Después se canta el Señor ten piedad
Se dice Gloria
3 Con mucha anterioridad, se sugiere que los sacerdotes con más años de ejercicio en el ministerio, los vicarios generales e
inclusive si concelebra algún Obispo emérito, tengan sus respectivos ornamentos litúrgicos, en caso de no haber
suficientes casullas por el gran numero de concelebrantes, pueden omitir la casulla, poniendo la estola sobre el alba. (Cfr.
nn. 209 Instrucción General del Misal Romano)
4 En ausencia del diacono, el lector, puede llevar el Evangeliario, caso en el cual antecede a los sacerdotes. (nn. 194
Oración Colecta
Oh Dios, que por la unción del Espíritu Santo constituiste a tu Hijo Unigénito Cristo y Señor:
concede propicio a quienes hiciste participes de su consagración, que lleguemos a ser ante el
mundo, testigos de la redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.
5. Liturgia de la Palabra
a) Se preparan los lectores y el salmista para leer las lecturas, se acercan hasta la cátedra, después de la
debida inclinación ante el Obispo se acercan hasta el ambón.
b) Después de terminada las lecturas y de comenzar el canto interleccional se acerca el
turiferario y la naveta. El Obispo pone incienso y lo bendice sin decir nada. Se retira
la naveta
c) Seguidamente El diácono que va a proclamar el Evangelio, se inclina profundamente ante el
Obispo, pide la bendición en voz baja.
d) Entonces el Obispo, dejada la mitra, se levanta.
e) El diácono se acerca al altar y allí van también el turiferario con el incensario humeante, y los acólitos
con los cirios encendidos. El diácono hace inclinación al altar y toma reverentemente el
Evangeliario, y omitida la reverencia al altar, llevando solemnemente el libro, se dirige al ambón,
precedido por el turiferario y los acólitos con cirios.
f) Terminado el Evangelio, el diácono lleva el libro al Obispo para que lo bese.
g) Por último, el diácono y los ministros regresan a sus sitios.
h) El Evangeliario se lleva a la credencia u otro lugar apropiado.
Después de la lectura del Evangelio el Obispo tiene la homilía, en la cual, basándose en los
textos que se leyeron en la Liturgia de la Palabra, habla al pueblo y a sus presbíteros.
Terminada la homilía el Obispo se dirige a los presbíteros (A continuación prosigue el dialogo del
Obispo con su presbiterio)
No se dice Credo. Sigue la Oración Universal (Prevenidos los sacerdotes que llevaran los
Santos Oleos)
Después de la Renovación de los compromisos sacerdotales, los diáconos y los ministros designados para
llevar los oleos o, faltando estos, algunos presbíteros y ministros, junto con los fieles que llevan el pan, el
vino y el agua, se acercan ordenadamente a la sacristía, o al lugar donde están preparados los oleos y las
ofrendas.
En la procesión de allí hacia el altar, irán en este orden: precede el ministro que lleva el vaso con aromas;
sigue otro ministro con el recipiente del oleo de los catecúmenos; luego va otro con el recipiente del oleo
de los enfermos; después otro ministro que lleva el oleo para el crisma. A estos siguen quienes llevan el
pan, el vino y el agua. Durante esta procesión se canta un himno apropiado.
Elaborado por Florencio Hernández
Cuando la procesión llega al altar, el Obispo recibe los dones. El ministro que lleva el recipiente para el
sagrado crisma lo presenta al Obispo y dice en voz alta: Oleo para el santo Crisma. El Obispo lo recibe y lo
entrega a uno de los diáconos que le ayudan, quien lo lleva a la mesa preparada para esto. De la misma
manera proceden quienes llevan las ánforas con el oleo para los enfermos y con el oleo para los
catecúmenos.
8. Liturgia Eucarística
Te rogamos, Señor, por la fuerza de este sacrificio, que purifiques nuestra antigua condición
pecadora nos hagas crecer en vida nueva y nos concedas la salvación. Por Jesucristo, nuestro
Señor.
(Prosigue como de costumbre) Prevenidos Turibulo y Naveta, Plegarias para los concelebrantes
Antes que el Obispo diga Por Cristo, Señor nuestro, por quien sigues creando todos los bienes…,
en el Canon Romano, o antes de la doxología Por Cristo, con El y en El… en las otras Plegarias
Eucarísticas, quien llevo el ánfora correspondiente, la presenta al Obispo y la sostiene delante de él
mientras este bendice el oleo de los enfermos. Prosigue la Oración…
Terminada la bendición, el ánfora con el oleo de los enfermos se lleva al lugar preparado, y la Misa
continua hasta terminar el rito de comunión.
Elaborado por Florencio Hernández
Renovados por tus sacramentos, te suplicamos, Dios todopoderoso que merezcamos llegar a ser el
buen olor de Cristo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.
Terminada la oración después de la comunión, los ministros colocan las ánforas con los oleos que
se han de bendecir sobre una mesa preparada en medio del presbiterio. El Obispo, rodeado por los
presbíteros concelebrantes ordenados en forma de semicírculo, procede a la bendición del oleo de
los catecúmenos y luego a la consagración del crisma.
En seguida el Obispo, de pie y vuelto hacia el pueblo, con las manos extendidas pronuncia la
oración.
En seguida el Obispo, en silencio, derrama el perfume en el oleo y elabora el crisma, a no ser que
haya sido preparado antes. El Obispo si lo considera conveniente, sopla sobre el ánfora del crisma,
y con las manos extendidas, pronuncia una de las dos oraciones consecratorias.
Luego de esto se retira la mesa con las ánforas, y finaliza la celebración con la bendición final.