Beth Escude
Beth Escude
Beth Escude
Jamás pienso en el público. Creo que el receptor implícito soy yo, o mis
amigos. No pienso, tampoco, en quedar demasiado bien porque intento
cuestionarme muchas cosas. De ahí, supongo que se ha dicho que soy
provocadora. Se dice, casi siempre, en sentido peyorativo. Hay cosas,
temas, en mis textos, que parecen, más que provocadoras, controvertidas,
porque a mí, como espectadora implícita, me interesa provocarme.293
293 Guillermo Heras y José Sanchis Sinisterra, «Perspectivas dramatúrgicas hacia el siglo XXI», 1999, pág. 8.
295 Ibídem, pág. 91.296 Heras G. y Sanchis Sinisterra. J., op. cit., 1999, pág. 8.
En El destí de les violetes (1995) nos presenta a VIOLETA GASCÓN y sus ochos
posibles vidas. Es una obra que invita a la reflexión sobre las decisiones que
se toman, ya que cualquiera, por muy banal que sea, incide de manera
determinante en el transcurso de la existencia. Recordaremos a este
personaje en Aurora De Gollada con la diferencia de que VIOLETA vive
diferentes experiencias, siendo una metáfora de la libertad en el poder de
decisión personal que es anulado, en un principio, en AURORA.
Pullus, el color del gos quan fuig (1997) presenta personajes que no pueden
o no son capaces de vivir sus propias vidas, por lo que toman historias
prestadas de la tradición o de la mitología. Ambas son representaciones del
canon masculino: LA JOVEN como eterna esclava enamorada del marido,
cuyo único medio de evasión es la limpieza y que presenta una marcada
tendencia obsesiva. LA ANCIANA —la suegra— como una mujer que sólo se
limita a escuchar las historias que le cuenta su nuera con una dependencia
que demuestra su condición de sometimiento. Del mismo modo, ambas, son
metáfora de la escritura femenina pues la anciana pregunta al final de la obra
si la historia de ellas será contada.
Son tres los personajes de Les nenes mortes no creixen (1997). EL HOMBRE,
músico y culpable de la muerte de su hija. LA NENA, de ocho años, quien no
tiene sentimientos ni sensaciones y LA MUJER que representa la realidad.
Son actantes que se desenvuelven en una trama bastante poco convencional
pero que empatizan inmediatamente con el lector. El humor negro, presente
en toda la obra, hace a estos más humanos, sobre todo a LA NENA —que sin
dejarnos indiferentes sus acciones y pensamientos—, va cuestionando, a la
manera de la autora, nuestra forma de hacer en el mundo de los vivos.
En Memòria Fotogràfica (2001) encontramos una JOVEN y una ANCIANA que
establecen una relación que le otorga al recuerdo nuevas dimensiones. LA
ANCIANA es un personaje solitario cuya vida gira en torno a una fotografía,
que será el lazo de dependencia que establecerá con LA JOVEN, extranjera,
que se vale de medios poco ortodoxos para sacar adelante a su hijo. El robo
es el pretexto que desencadena la historia de ambas mujeres por las que
pasan los mismos sentimientos de soledad, de abandono y de la necesidad
de sentirse acompañadas, aunque sea por medio de los recuerdos a los
cuales van dando mayores dimensiones. La fotografía se vuelve símbolo de
la unión. Esta pareja nos recordará a la de Pullus, el color del gos quan fuig
escrita años antes.