Matrimonio Igualitario

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 6

MATRIMONIO IGUALITARIO

DEFINICION
Matrimonio igualitario, matrimonio entre personas del mismo sexo,
matrimonio homosexual o matrimonio gay se denomina la unión entre dos
personas del mismo sexo (biológico y legal), que es concertada mediante
ciertos ritos o formalidades legales, a fin de establecer y mantener una
comunidad de vida e intereses.
LEGALIDAD DEL MATRIMONIO HOMOSEXUAL
 MATRIMONIO HOMOSEXUAL, GRAN POLÉMICA
Una pareja heterosexual, no considerada como una norma sino como
un modelo que adoptado de generación en generación desde inicios de
la concepción del hombre tal como lo señala la Biblia y la historia de
diversas culturas que ya hemos señalado.
A pesar de ello desde la presencia del homosexual, ha luchado por sus
derechos y deberes dentro de la sociedad; y aunque desde un principio
fueron rechazados, discriminados y eran pocos los que asumían
abiertamente su realidad podemos ver ahora el producto de su lucha.
Los homosexuales sabían lo que se acontecían cuando argumentaban
que lo que sucedía entre adultos libres de elegir no es asunto de nadie
más. Sin embargo desearon convertirlo en asunto de todo el resto del
mundo requiriendo a otros la aprobación de sus uniones y un
tratamiento similar al que dispensan a cualquier otra unión, tanto
legalmente como en la práctica social.
Los homosexuales han conseguido introducir "lobbies" en casi todos
los centros de poder, cuentan con representación en casi todas las
fuerzas políticas, se han convertido en grandes renovadores de los
patrones estéticos de los últimos quince años y forman parte natural
del paisaje urbano. En países europeos, algunos estados de Estados
unidos, Canadá, entre otros países incluso Argentina como país
latinoamericano; en ellos se les respeta sus derechos y son
considerados al igual que el varón y la mujer dentro de la sociedad,
que no pueden sufrir ningún tipo de rechazo ni discriminación pues
sería penado según ley en estos mencionados países. Tan es así su
lucha por la igualdad y consideraciones como cualquier ciudadano de
la sociedad que hoy cuentan con sólidas organizaciones, en
asociaciones, federaciones; contando con consejeros de variadas
profesiones en búsqueda de la afirmación de sus demandas que no
siempre son acogidas, sobre todo en países como que poseen nuestra
religión.
Los reclamos familiar de los homosexuales buscando la legalidad del
matrimonio, que causo una gran polémica en la sociedad pero que dio
resultado en los países como Dinamarca, en 1989 y Noruega en 1993
que legislaron la unión de los homosexuales creando un derecho para
el régimen matrimonial y lo mismo sucedió en el Parlamento Europeo,
el 8 de Febrero de 1994. Todo éste acontecimiento provoco la
mortificación del Papa, que considero un desorden moral y señalo:
"La unión entre dos hombres o dos mujeres no puede constituir una
verdadera familia. Menos aún se puede atribuir a tal unión el derecho
de adopción de hijos privados de familia, pues a estos hijos se les
aporta un grave y peligroso daño, ya que en esta "familia suplente"
ellos no encuentran el padre y la madre; sino dos padres, dos madres".
A pesar de lo descrito por el Papa, hay países que siguieron
legalizando el matrimonio de los homosexuales y seguirán sumándole
países que aprobaran esta legislación. Tal es el caso de Suecia que
el registro de las uniones homosexuales tomo vigencia el 1 de enero
de 1995; sin embargo esta legislación excluyo la adopción y el uso
de técnicas de inseminación artificial. A diferencia de Suecia, Islanda
promulgo la ley intitulada Recognized Partnership, el 4 de junio de
1996, el cual admitió la adopción del hijo/a del conviviente. Al igual
que Holanda cuya ley Registration of Partnership, también permitió la
adopción de los hijos de su concubito o adopción por pareja y las
técnicas de reproducción asistida. Como también algunos estados de
Estados Unidos, que admiten el matrimonio y adopción de niños por
parejas gays o lesbianas.
Conforme a este punto debe existir un límite al libre uso de las palabras
y consiste en que no confundamos bajo el mismo término cosas
esencialmente distintas. Uno puede llamar matrimonio y familia a lo
que le parezca, pero entonces se arriesga a ser malentendido o a
confundir o engañar. Conviene reservar esos términos para las
relaciones humanas institucionales orientadas a la reproducción de la
especie y a la transmisión de los valores a los hijos. Toda relación que
no vaya orientada a la procreación no constituye una familia. Por
ejemplo, un grupo de amigos, una iglesia, un club, o la relación de una
persona con su animal doméstico. Pueden ser relaciones fantásticas,
más sólidas que las familiares, pero no son una familia. Las relaciones
entre homosexuales, al margen de su consideración moral, deben ser
permitidas por las leyes.
Es por ello que el Derecho no debe interferir en las relaciones privadas.
Pueden atribuir aspectos jurídicos a estas relaciones. Pero conferir
naturaleza jurídica de matrimonio a lo que no puede constituir una
familia, es injusto. Tratar de la misma manera lo que es esencialmente
diferente, también lo es. Una comuna podría aspirar a la consideración
de familia. Una pareja homosexual, no. Por la sencilla razón de que no
puede tener hijos. La negativa al matrimonio homosexual no se
sustenta en ningún dogma religioso sino en la evidencia de que sólo es
un matrimonio aquella institución que puede transmitir la vida. Y una
pareja del mismo sexo, por más que moleste a los igualitarios
frenéticos, no puede hacerlo. Un matrimonio homosexual, como un
matrimonio unipersonal, es una contradicción en los términos.

 MATRIMONIO HOMOSEXUAL EN EL PERÚ.


Los países subdesarrollados y las virtuales semicolonias ha causado
gran impacto la aceptación de la homosexualidad que ha venido desde
afuera. Ha sido su legitimación en el "mundo gringo" lo que ha hecho
más persimiva nuestra opinión sobre el colectivo de gays, lesbianas y
transexuales. El matrimonio homosexual en el Perú, una gran
polémica que aún no se presenta ante el congreso, pero ya causa
polémica; pues ya hemos visto que la comunidad gay se hizo presente
reclamando igualdad de derechos en la sociedad, y aunque están en
todo su derecho de reclamarlo, pero Tal vez en nuestros tiempos, esta
legalización no cuente con la "aprobación" de un
significativo volumen de nuestra población muy rica en prejuicios en
relación a los casi 80 años de adelanto en que nos aventaja la sociedad
europea; sin que ello signifique que debemos aceptar la idiosincrasia
de esos lares como un "mandato" de carácter obligatorio, y es que
sabríamos que si esto sucede daría hincapié a la legalización del
matrimonio homosexual, abriendo una gran reforma constitucional y
gran espanto a la sociedad conservadora del país.
Si bien es cierto, la constitución protege a la familia en general, como
lo vemos en el artículo 4 de la actual Constitución con
la promoción del matrimonio que tiene como mira el modelo de
familia más difundido, que es el de la pareja heterosexual, como lo
podemos comprobar en el artículo 5 de la Constitución en la que
menciona las uniones estables del varón con la mujer, libres de
impedimento matrimonial.
Ahora no podemos afirmar que el matrimonio homosexual seria
aceptado por toda la sociedad pues sería una gran falsedad; pues si
vemos en el Código Civil, artículo 333, inciso 9, y el artículo 349,
mencionan al homosexualismo como un causal de decaimiento y
disolución del matrimonio. Es por ellos que no podemos admitir el
matrimonio.
Recordemos que todavía hay mucho oscurantismo en un Perú donde
la violencia doméstica es el pan de cada día, la explotación del trabajo
infantil casi es legal y donde leyes básicas y necesarias como la
del aborto siguen siendo una utopía siquiera el formularlas.
La tolerancia implica ciudadanía, y la ciudadanía solo es posible
mediante la existencia de oportunidades y libertades para las personas.
Un entorno como el peruano, donde impera una insultante desigualdad
económica y buena parte de la legislación es papel mojado que seguirá
alimentando esa cultura de la jungla, donde el peruano es el otorongo
para el peruano, y donde el puma grande se come al cuy chico. Y sin
embargo, justamente por ese tremendo atraso cultural que padecemos,
propuestas como una ley de matrimonios homosexuales o una ley que
convierta la corrupción en el peor delito tipificable, han de ser
presentadas y debatidas.
Ahora tengamos en cuenta que la aprobación del proyecto sobre el
vínculo matrimonial homosexual no sólo producirá efectos jurídicos,
sino también " una generalización del empleo de la palabra
matrimonio y las restantes de su misma familia semántica para hacer
referencia también a esa nueva realidad social de la unión de dos
personas del mismo sexo reconocida legalmente".
Por ejemplo, en nuestra Constitución Política se precisa que todos
tenemos derechos y deberes que cumplir como ciudadanos. Por ese
motivo, argumentan: si cumplen con pagar sus impuestos y acatar la
ley, ello los convierte en personas dignas que merecen respeto, igual
que el resto del país; y esto es en lo que se basa la comunidad gay.
Por más controversial que parezca el asunto, la verdad es que existen
muchas parejas homosexuales que en la práctica se comportan como
si fueran matrimonios, pero legalmente no tienen ni los deberes ni las
obligaciones de los cónyuges, porque nuestras leyes reconocen al
matrimonio como la unión estable entre un hombre y una mujer, no
generando derechos ni obligaciones la unión de personas del mismo
sexo.
Los derechos y obligaciones de los cónyuges son principalmente los
de cohabitación, fidelidad y asistencia, igualdad en el
hogar, alimentación y educación de los hijos, entre otros. Asimismo,
se generan derechos patrimoniales, donde podemos estar ante una
sociedad de gananciales o separación de bienes en cada caso. Incluso
la unión de hecho de dos personas en nuestra legislación se refiere
siempre a dos personas de sexo distinto, siendo ésta la premisa para su
existencia.
El vínculo matrimonial se crea y se puede extinguir, y todo ello está
legislado ampliamente en el Perú. Están legislados también los
derechos sucesorios de los cónyuges y las relaciones concernientes a
los hijos en los casos de disolución del vínculo matrimonial.
De aceptarse el matrimonio entre personas de un mismo sexo, todo lo
antes expuesto tendría que aplicársele por igual. ¿Qué ocurre ahora
con parejas de un mismo sexo que pasan toda su vida viviendo como
si fueran un matrimonio? Básicamente no se les puede aplicar las
reglas que regulan los derechos y deberes que surgen de un
matrimonio, porque no están reconocidos como tales.
BIBLIOGRAFIA

 Constitución Política del Perú de 1993, Congreso de la República:


Edición Oficial.
 Código Civil peruano - Decreto Legislativo N° 295 (25 de Julio de
1984) Diario Oficial “El Peruano”. Lima, Perú: Ministerio de Justicia.

También podría gustarte