Aspectos Generales de La Geopolítica

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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD BICENTENARIA DE ARAGUA


VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE SALUD Y DESARROLLO HUMANO
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
SAN JOAQUÍN DE TURMERO – ESTADO ARAGUA

ASPECTOS GENERALES DE LA GEOPOLÍTICA

Profesor: Estudiante:
Alcides Hernández Andrea Avendaño C.I: 26.336.151

Turmero, octubre 2019


INTRODUCCIÓN

Desde los orígenes de la humanidad, los seres humanos se han


caracterizado por ser gregarios y relacionarse entre sí, teniendo la capacidad
para establecer vínculos con otros. De esta manera, los primeros hombres
lograron darse cuenta que en grupos podrían obtener mayor cantidad de
recursos que permitirían saciar más eficientemente sus necesidades básicas,
por lo que empezaron a cooperar y a trabajar en equipo dividiéndose las tareas,
entendiendo que, de este modo, el beneficio sería mucho mayor. Así, dieron
paso al establecimiento de tribus y comunidades que fueron creciendo hasta
ser poblados y aldeas, donde alcanzaron el suficiente nivel de desarrollo para
diferenciarse entre sí por sus diferentes métodos de trabajo y
distintas costumbres, lo que posteriormente fue transformado en la tradición y la
cultura de las ciudades que ahora conforman los países del mundo.

Estos países, desde sus inicios hasta la actualidad, han diseñado


sistemas de gobierno que establezcan una organización para responder a las
necesidades de miles o millones de ciudadanos, a la vez que elaboren
estrategias para la preservación moral y física de la nación que representan. Sin
embargo, con el pasar del tiempo, las autoridades gobernantes de estos
sistemas en las diferentes naciones notaron que el verdadero poder no se
obtenía ejerciendo dominio dentro de los límites de sus territorios, sino que el
poder yacía en la medida en que se influenciaba sobre tierras ajenas.

De esta manera, constantemente los países han realizado esfuerzos para


intervenir sobre otros, ya sea por vías pasivas, como establecer alianzas, o por
vías violentas, como las invasiones militares. Estas interacciones y relaciones
que se desarrollan en la política internacional son estudiadas por la ciencia
denominada como «geopolítica», teniendo como objetivo entender, explicar y
predecir estos comportamientos a través de las diferentes variables geográficas.
ANTECEDENTES DE LA GEOPOLÍTICA

En el escenario científico actual, comúnmente se conoce la geopolítica


como una disciplina de larga gestación. No fue sino hasta que las sociedades
nómadas se convirtieron en sedentarias que la conformación de un Estado
comenzó a visualizarse y, con esto, uno de los elementos primordiales para la
acción política empezó a adquirir más valor: el territorio.

Los pueblos antiguos tenían conocimiento de que, mientras más rico en


recursos fuese el área geográfica donde se establecieran, mayor sería su calidad
de vida. Así, en el caso de que un espacio geográfico fuese insuficiente para
satisfacer sus necesidades de supervivencia, exploraban otras tierras que sí
cumplieran con los requisitos, agregándolas al territorio principal y
defendiéndolas para no perderlas a manos de otras comunidades incentivadas
por razones similares. Debido a esto, zonas privilegiadas con acceso al mar, ríos,
zonas con altitud predominante y terrenos fértiles eran reclamadas con facilidad.
Además, las culturas que controlaban las carreteras utilizadas para el comercio
se entendían como las que ejercían mayor dominio y, por ende, mayor poder.

En este sentido, a lo largo de la historia es posible encontrar ejemplos que


remarcan la importancia de los factores geográficos para el ejercicio político.
Entre estos, el más memorable tuvo lugar a finales del siglo XV, cuando el
imperio otomano ejerció control absoluto sobre las rutas comerciales terrestres.
Ante este bloqueo, los portugueses comenzaron con la exploración marítima
para ejercer dominio comercial en las costas africanas y, posteriormente, llegar
a las Indias. Mientras tanto, los castellanos decidieron atravesar el oeste para
desembarcar en Cipango y en las Indias Orientales, suceso que no ocurrió
debido a que el almirante de la expedición, Cristóbal Colon, y su tripulación se
encontraron con lo que hoy en día conocemos como América.
Siglos más tarde, específicamente a inicios del siglo XIX, surgen las
aportaciones teórico prácticas del polímata y explorador alemán Alexander von
Humboldt (1769-1859), quien se dedicó a la clasificación sistemática y a la
descripción comparativa de las características geográficas que observaba en sus
viajes, dando a conocer la realidad geográfica de los continentes donde realizaba
sus expediciones. Tuvo una perspectiva diferente al analizar los fenómenos
naturales, puesto que le interesaba su evolución y cambios a través de la historia.

Otro de los grandes pioneros que inspiraron el establecimiento de la


geopolítica fue el geógrafo y naturalista alemán Karl Ritter (1779-1859).
Contemplado, junto a Humboldt, como uno de los fundadores de la geografía
moderna, se enfocó en el estudio comparado de áreas geográficas específicas
y en sus rasgos característicos, haciendo especial hincapié en los fenómenos
históricos y sociales para establecer relaciones entre el hombre y el medio físico.

Por su parte, el geógrafo alemán Friedrich Ratzel (1844-1904), fundador


de la antropogeografía, meditó sobre las relaciones entre los espacios
geográficos y las poblaciones. Afirmaba que ningún pueblo estuvo imposibilitado
de poseer alguna organización política, justificando este razonamiento con la
demostración de que no existía ninguna evidencia histórica donde predominara
el individualismo en algún pueblo o nación; al contrario, aseguraba que una de
las características del ser humano civilizado era su adscripción a un marco
jurídico y la construcción de lógicas de coerción permitidas por el cuerpo social
(Ratzel, 1885).

LOS INICIOS DE LA GEOPOLÍTICA COMO CIENCIA

La conformación del concepto de geopolítica surge en el año 1899, siendo


instaurado por el geógrafo, profesor, político y politólogo de nacionalidad sueca,
Dr. Rudolf Kjellen (1864-1922), quien fue influido vehementemente por los
trabajos de los geógrafos Alexander Humboldt, Karl Ritter y Friedrich Ratzel.
Basado en las aportaciones de estos pioneros de la geopolítica, Kjellen publica
su primer libro en el año 1900, «Introducción a la geografía sueca», reflejándose,
mediante un estudio geográfico, histórico y político de dicho país, las bases de
lo que sería la geopolítica en años posteriores.

En este orden de ideas, en el año 1916 acuña el término «geopolítica» en


su obra «El Estado como órgano viviente», donde Kjellen concibe el Estado ‘‘no
como una entidad jurídica, sino como un organismo dinámico y en continua
transformación para competir en la escena internacional’’, a la vez que hace
continuas analogías donde se interpreta al Estado como un ser vivo, razonable
y sensible como los seres humanos. Para Kjellen, la geopolítica es una de las
cinco ramas que conforman el Estado, y la define como: ‘‘La influencia de los
factores geográficos, en la más amplia aceptación de la palabra, en el desarrollo
político de la vida de los pueblos y Estados’’.

Años más tarde, en la década de 1920, el estudio de la geopolítica en


Alemania estuvo a manos del geógrafo, político y militar Karl Haushofer (1869-
1946), quien había visto el planteamiento de Kjellen. Haushofer agregó sus
postulados a diversos trabajos de investigación que fueron publicados durante
su docencia en la Universidad de Múnich. En dicha casa de estudios, formó un
grupo de colaboradores que lo ayudarían a reforzar las bases de la geopolítica
en la nación, dando como resultado la fundación de la Revista de Geopolítica en
el año 1923. De igual manera, Haushofer compartió sus pensamientos con el
movimiento nazi, siendo uno de los asesores del Tercer Reich de Adolf Hitler.

Mientras tanto, en el continente asiático, específicamente en Japón, la


Universidad de Tokio comenzó con el estudio del concepto de geopolítica al
traducir al japonés las obras de Kjellen. Por otro lado, un año después, la Escuela
Politécnica de Rio de Janeiro se incorporó al estudio de esta naciente ciencia,
siendo el profesor Everardo Backheuser quien publicaría el primer libro sobre
geopolítica en Latinoamérica, en el año 1933. Y, luego de la Segunda Guerra
Mundial, en el año 1941, refugiados alemanes dentro de Estados Unidos
publicaron obras inspiradas en los pensamientos de Haushofer, información que
los militares y políticos estadounidenses utilizaron para comprender los
fundamentos geopolíticos del proyecto nazi.

ENFOQUE DE LA GEOPOLÍTICA EN EL SIGLO XXI

A través del tiempo, la geopolítica, en gran parte de la historia, ha tenido


como objetivo fundamental la búsqueda de las causas geográficas que están
detrás de las relaciones entre Estados o de las verdaderas razones del
comportamiento geopolítico de los Estados (Agnew, 2005). Además,
investigadores como Odor (1997) afirmaban que la situación geográfica que
ocupa un Estado es una condición valiosa para el diseño de sus lineamientos
políticos, ya que consideran la ubicación espacial con relación al globo terráqueo
y con respecto al mar, lo que tiene una relación directa con la calidad de los
suelos, el clima y los recursos forestales e hídricos, facilitando el intercambio
comercial y las comunicaciones internas y externas, proporcionando, de este
modo, ventajas o desventajas en comparación a otros países.

Bajo estas premisas, los recursos naturales son un elemento de poder


para un Estado, sin embargo, en la actualidad, la educación, el conocimiento y
la tecnología junto a la investigación y desarrollo, también forman parte de los
aspectos determinantes el ascenso y la proyección geopolítica de un país,
traducidos en políticas públicas gubernamentales como parte de sus acciones
nacionales e internacionales. Estas nuevas conceptualizaciones de la política se
cristalizaron luego de las guerras que caracterizaron al siglo XX, acentuándose
la globalización con el crecimiento del comercio de servicios y la elevación de la
producción y comercio por empresas multinacionales.
Con la creación de las Naciones Unidas en 1945 y el establecimiento de
un Nuevo Orden Mundial, la geopolítica fue impregnada del idealismo y de la
moral internacional para un mundo en paz, condenando la guerra y
estableciendo el principio de la solución pacifica en las controversias
internacionales, esto bajo el imperativo de la soberanía de los estados y la no
intervención. La Guerra Fría, que inició en 1945 y perduró hasta 1989, le dio un
nuevo marco a la geopolítica, privilegiando lo ideológico y lo militar,
estableciendo centros mundiales de poder claramente repartidos y establecidos.
Moscú y Washington se convirtieron en las metrópolis del nuevo poder
internacional bajo el calificativo de las ‘‘súper potencias’’.

Con la caída del Muro de Berlín, Moscú perdió toda su influencia, y con
esto, se observó el descenso del modelo político-económico socialista
representativo del siglo XX. Ante tal evento, el sistema capitalista se abrió camino
con su principal exponente, Estados Unidos, ubicándolo como el nuevo país con
mayor poder político, económico, social y cultural. Mientras, la geopolítica cobra
un sentido ético en países de la Europa Occidental, especialmente en Francia,
donde la intención era reintegrar las comunidades europeas en función al
establecimiento de un Orden Mundial multipolar, en lugar de la unipolaridad que
Estados Unidos pretendía.

Así, diversos cambios se instauraron en la nueva dirección que tomaba la


geopolítica, siendo ejemplo de esto la sustitución de las amenazas militares por
los intercambios internacionales. Por otro lado, surgieron nuevos desafíos tales
como el terrorismo, el control del espacio ultraterrestre, el calentamiento global,
las ciberguerras, el islamismo político, la pobreza, entre otros. Estos nuevos
problemas del siglo deben ser enfrentados por los actores internacionales
manteniendo esta narrativa de preservación de la paz, la cual se llevará a cabo
con la buena ejecución de la diplomacia, el amparo de los derechos humanos y
el cimiento en el sistema político de la democracia.
CONCLUSIÓN

Desde los primeros indicios de la geopolítica hasta la época actual, esta


ciencia ha recorrido un largo camino al estudiar los cambios en los
comportamientos que las organizaciones políticas han tenido entre ellas. El
panorama mundial ha sido un laboratorio social donde se han evidenciado las
acciones extremistas que el hombre está dispuesto a ejecutar para defender sus
ideales y satisfacer su ambición de poder por encima de cualquier otro deseo.
Los ataques, las amenazas y las reacciones en los diferentes escenarios
políticos que han surgido a través del tiempo ante determinados contextos, han
enriquecido la geopolítica con diversas teorías y explicaciones por parte de
grandes científicos, quienes fueron inquietados por la naturaleza humana y su
relación con la posesión de territorios geográficos.

Siendo en sus inicios una ciencia que se focalizaba en las conquistas y el


expansionismo territorial, hoy en día la globalización, los avances tecnológicos y
los argumentos de influyentes teóricos han permitido la transformación de la
dinámica de la geopolítica ante la nueva realidad internacional. En este sentido,
la carrera armamentista y la lucha por la dominación de espacios geográficos por
vías violentas parecen haber quedado en el siglo pasado, prevaleciendo, en su
lugar, un discurso internacional común orientado hacia la preservación de la paz.
Esto, por supuesto, no significa la inexistencia de conflictos que puedan alterar
el orden dentro de los países; se refiere, más bien, al cumplimiento de un
acordado accionar pacífico como principal instrumento para establecer acuerdos
y negociaciones internacionales. Así, la geopolítica se ha adaptado al nuevo
siglo, continuando con su labor de analizar y predecir los movimientos
estratégicos que los gobiernos mundiales ejecutarán para lograr sus intereses. .
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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