Zapatas Aisladas
Zapatas Aisladas
Zapatas Aisladas
difícil.
En otros casos pueden ser de formas circulares o poligonales. Si existe una junta de dilatación, se dispone
la zapata en diapasón, con dos soportes adosados.
Su uso es indicado para casos en los que la carga es pequeña como edificaciones menores a cinco
plantas y/o a suelo que tenga buena resistencia.
Figura 4. Zapata aislada centrada. Fuente: CYPE, biblioteca de detalles constructivos
La zapata tiene que ser segura contra una falla por corte del suelo que la soporta.
La zapata no debe presentar desplazamientos excesivos, es decir asentamientos
excesivos. (El término “excesivo” es relativo, porque el grado de asentamiento
disponible para una estructura depende de varias consideraciones.
Deberá tener la geometría de concreto y refuerzo de acero apropiado para
transmitir los esfuerzos provenientes de las columnas hacia el suelo, sin involucrar
falla estructural de la zapata.
Para el diseño de zapatas superficiales, existen dos métodos importantes que son: sobre
lecho rígido y lecho elástico.
El primero muy utilizado por ser un procedimiento conservador, sin embargo, tiene
muchas limitaciones que restringen su campo de acción. El último muy poco usado por
ser un método que requiere un cálculo matemático complejo, que en la actualidad puede
ser resuelto sin mayor problema con un programa computacional, básicamente consiste
en simular la fundación sobre un lecho flexible, que reacciona proporcionalmente al
desplazamiento producido por las cargas.
La fase de ejecución de una zapata aislada se puede resumir de la siguiente forma: limpieza y
desbroche del solar, comprobación de medidas y niveles, replanteo del movimiento de tierras,
excavación hasta la cota superior del cimiento y excavación de zapatas y riostras. A continuación,
se vierten unos 10cm de hormigón de limpieza se encofran las zapatas y riostras, se coloca la
armadura inferior con los separadores, se dispone la armadura de espera de pilares, se arman las
riostras, se vierte, vibra y cura el hormigón.
Figura 10. Limpieza y desbroce del solar. Figura 11. Marcado de la cimentación.
Figura 12. Replanteo del movimiento de tierras. Figura 13. Excavación hasta la cota superior del cimiento.
Figura 14. Hormigón de limpieza. Figura 15. Excavación hasta la cota superior del cimiento.
Figura 18. Replanteo sobre hormigón de limpieza. Figura 19. Colocación de armadura.
Figura 20. Colocación de armadura. Figura 21. Error en la colocación.
Figura 22. Hormigonado con tubo. Figura 23. Hormigonado con cubilote.
Figura 24. Vibrado del hormigón. Figura 25. Vibrado del hormigón.
La excavación deberá estar de 0,5 a 0,8 m por debajo de la rasante, incluso con
terreno firme
Se dispondrá de unos 10cm de hormigón de limpieza, con un tamaño máximo de
árido de 40mm. En su defecto, las armaduras se separarán del suelo un mínimo de
70mm. Esta solera de regularización crea una superficie de apoyo y evita, además,
que penetre la lechada en el terreno en suelos permeables.
Se deberán excavar los últimos 20 cm justo antes de verter el hormigón de
limpieza, especialmente en los suelos cohesivos y con posibilidad de lluvias.
Debe guardarse el recubrimiento mínimo prescrito por las normas, usándose
separadores para apoyar las armaduras.
Las armaduras verticales de los pilares deben penetrar en la zapata hasta el nivel
de la capa inferior de armadura de esta. A las esperas del pilar de hormigón se les
domina “enanos”.
Se hormigonará a sección de excavación completa, después de la limpieza de
fondo y si las paredes son coherentes; en caso contrario, se deberá realizar un
encofrado.
Se evitará la caída libre del hormigón.
No se circulará sobre el hormigón fresco.