La Eutanasia
La Eutanasia
La Eutanasia
EUTANASIA
ASIGNATURA: Realidad Nacional
CAJAMARCA – PERÚ
0
AGRADECIMIENTOS
________ . _________
1
RESUMEN
2
En este trabajo presentaremos una postura ecléctica, tratando los puntos
más importantes sobre este tema; aclarando dudas e ideas erróneas, haciendo
hincapié en los diversos puntos de vista que se dan en la sociedad y
principalmente en nuestro país.
3
OBJETIVOS
4
ÍNDICE
I. INTRODUCCIÓN
II. MARCO TEÓRICO
2.1 HISTORIA
2.2 DEFINICIONES
PIEDAD
EUTANASIA ACTIVA VOLUNTARIA
SUICIDIO ASISTIDO
CACOTANASIA
ORTOTANASIA
DISTANASIA
ADISTANASIA O ANTIDISTANASIA
MEDICINA PALIATIVA
SUFRIMIENTO
El derecho a la muerte
Tesis de Bottke
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IV. LA EUTANASIA EN EL DERECHO COMPARADO
HOLANDA
EE.UU
ESPAÑA
COLOMBIA
LA INCURABILIDAD DE LA ENFERMEDAD
LA ENFERMEDAD
LOS DOLORES
SOLICITUD Y CONSENTIMIENTO
LA VOLUNTAD
PETICIÓN CONSCIENTE
VI. CONCLUSIONES
VII. DEBATE Y DISCUSIÓN
VIII. BIBLIOGRAFIA
IX. ANEXOS: DIAPOSITIVAS
6
“La muerte es un castigo para algunos,
I. INTRODUCCIÓN
7
Se puede presentar en cualquier enfermedad que no necesariamente sea
crónica, en la cual lleve dolores fuertes y que no permita llevar una vida normal,
que el sujeto exprese explícita y conscientemente que se acabe con su vida, seria
eutanasia.
8
MARCO TEÓRICO
2.1 HISTORIA
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exterior» como término directo de la vida y la «eutanasia interior» como
preparación espiritual para la muerte. Con esto, Bacon se refiere, por una parte, a
la tradición del «arte de morir» como parte del «arte de vivir», pero agrega a esta
tradición algo que para la Edad Media era una posibilidad inimaginable: la muerte
de un enfermo ayudado por el médico. Tomás Moro, en la Utopía (1516), presenta
una sociedad en la que los habitantes justifican el suicidio y también la eutanasia
activa, sin usar este nombre.
10
régimen nazi, en los Juicios de Núremberg (1946 – 1947) se juzgó como criminal e
inmoral toda forma de eutanasia activa y además se estableció de manera
positiva, es decir expresamente, que es ilegal todo tipo de terapia y examen
médico llevado a cabo sin aclaración y consentimiento o en contra de la voluntad
de los pacientes afectados.
APRECIACIÓN CRÍTICA:
2.2 DEFINICIONES
11
Para la Asociación Médica Mundial (AMM):
La Eutanasia
12
La eutanasia puede verse desde una doble acepción. Veamos:
A. Eutanasia Activa
Esta tiene lugar a través de una omisión de un acto necesario para alargar la
vida de la persona, la muerte resulta del debilitamiento progresivo de todas las
funciones vitales, sin prolongación de la vida ni mucho menos el adelantamiento
de la muerte, este tipo de eutanasia tienen unas discusiones más férreas, en la
doctrina donde se distinguen tres situaciones: [4]
13
pacientes en un coma profundo, considero que el tratamiento no debe
interrumpirse si no se establece la voluntad presunta de morir.[7]
Ayuda al suicidio
Muerte Jurídica
14
La Ley 24703, que modifica a la Ley 23415, describe a la muerte como "la
cesación definitiva e irreversible de la actividad, cerebral".[11]
APRECIACIÓN CRÍTICA:
15
Cacotanasia: Es la eutanasia que se impone sin el consentimiento del
afectado. La palabra apunta hacia una ‘mala muerte’
(siendo kakós: ‘malo’)
Ortotanasia: Consiste en dejar morir a tiempo sin emplear medios
desproporcionados y extraordinarios para el mantenimiento de la vida.
Se ha sustituido en la terminología práctica por «muerte digna», para
centrar el concepto en la condición (dignidad) del enfermo terminal y
no en la voluntad de morir.
Distanasia: Consiste en el «encarnizamiento» o «ensañamiento»
terapéutico, mediante el cual se procura posponer el momento de la
muerte recurriendo a cualquier medio artificial, pese a que haya
seguridad de que no hay opción alguna de recuperar la salud, con el
fin de prolongar la vida del enfermo a toda costa, llegando a la muerte
en condiciones inhumanas. Normalmente se hace según los deseos
de otros (familiares, médicos) y no según el verdadero bien e interés
del paciente.
Adistanacia o Antidistanacia: cesación de la prolongación artificial
de la vida dejando que el proceso patológico termine con la existencia
del enfermo.
Medicina paliativa: reafirma la importancia de la vida y considera a la
muerte como la etapa final de un proceso normal. La atención que
brinda no acelera ni pospone la muerte, proporciona alivio del dolor y
de otros síntomas angustiosos e integra los aspectos psicológicos y
espirituales del tratamiento del enfermo. Le ofrece apoyo de modo que
pueda llevar una vida lo más activa posible hasta la muerte, y a la
familia para que pueda hacer frente a la enfermedad de su ser querido
y al duelo.
Sufrimiento: Tener o padecer un daño o dolor físico o moral. Padecer
habitualmente una enfermedad o un trastorno físico.
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2.5 SOBRE LA DIGNIDAD HUMANA
La muerte digna es la muerte con todos los alivios médicos adecuados y los
consuelos humanos posibles. Es el respeto por la dignidad del ser humano hasta
la hora de su muerte natural. Una muerte digna no consiste sólo en la ausencia de
tribulaciones externas, sino que nace de la grandeza de ánimo de quien se
enfrenta a ella. Morir con dignidad no significa elegir la muerte, sino contar con la
ayuda necesaria para aceptarla cuando llega.
"(…) estableceré el régimen de los enfermos, de manera que les sea más
provechoso, según mis facultades y mi entender, absteniéndome de cometer todo
mal e injusticia. A nadie daré veneno y si alguno me propone semejante cosa no
tomaré en cuenta la iniciativa de tal sugestión; igualmente me abstendré de aplicar
a las mujeres pesarios abortivos. Pasaré mi vida y ejerceré mi profesión con
inocencia y pureza (…)"
17
Este juramento todavía está vigente en nuestros días, siendo entonces que
lo práctica de la eutanasia se considerará, contradictoria con los principios de la
ética médica.
Hay varias razones por las cuales la eutanasia no puede ser aceptada:
18
medios artificiales pero como ayuda a la naturaleza para que el enfermo se
recupere o no sufra) siendo artificial, considerando esta clase de conservación de
la vida antinatural.
APRECIACIÓN CRÍTICA:
19
3.2 La Tesis en favor
El Derecho a la muerte
Incorpora además como unos de los derechos del ser humano la libre
disposición de la vida como se deduce, el derecho a la vida en la constitución,
además de disponer sobre la plena integridad de la persona, esta tesis
simplemente se asemeja lo mencionado por ferri, quien describía en sus tesis
sobre la vida que puede ser renunciable o susceptible a abdicación por parte de
quien es su sujeto, de esta manera así como como el hombre tiene derecho a
vivir, también lo tendrá para morir. [14]
APRECIACIÓN CRÍTICA:
Tesis de Bottke
20
Por lo tanto se debe aceptar la responsable decisión de un ser humano de
suicidarse o solicitar la ayuda de un tercero para logar su cometido siempre en
cuanto no quebrante los límites constitucionales que ella ha puesto frente a
este derecho.
APRECIACIÓN CRÍTICA:
HOLANDA
Se entiende por eutanasia la terminación por parte del médico de la vida del
paciente a petición de este último. La Administración holandesa no cierra los ojos
ante el hecho de que se practica la eutanasia. La cuestión de la despenalización
limitada de la eutanasia y del modo en que debe hacerse viene debatiéndose en
Holanda en el ámbito político y social desde hace casi treinta años.
EE.UU
Los padres de Nancy acudieron a los tribunales para poner fin a la vida de su
hija, pero éstos dictaminaron que no era posible porque no había pruebas claras
de lo que ella habría querido. Más adelante, por una curiosa coincidencia, antiguos
amigos de Nancy recordaron que les había dicho cosas que sugerían que desea-
ría morir si alguna vez estuviera en una situación semejante. Ante las nuevas
pruebas el tribunal permitió que a Nancy se le retirara el tubo que le suministraba
22
el alimento. A los pocos meses de la decisión Nancy murió después de casi ocho
años. Los padres de Nancy incluyeron en el epitafio las palabras siguientes:[18]
Una reducción de las penas en el caso de enfermos termina- les que sufran
dolores graves y permanentes, y que además lo hayan solicitado expresamente.
23
Las penas serian reducidas en un grado o dos a las contempladas en los artículos
2 y 3.
El hecho de ser ilegal no quiere decir que no se practique, tan sólo se hace
de forma clandestina. Cada año más de 200 enfermos terminales solicitan la
eutanasia. En este sentido, el 65 por ciento de los médicos y el 85 por ciento de
las enfermeras reconocen haber recibido alguna vez alguna petición.
Aun así, sólo el 6 por ciento estaría dispuesto a suministrar al paciente “lo
que éste le pida”, aunque sufra “dolor intenso, ansiedad, depresión o abandono”.
En relación al tratamiento del dolor, éste es aceptado de manera generalizada,
aunque conlleve como efecto secundario la muerte.
COLOMBIA
24
solicitado por unos enfermos terminales y la muerte la produce un médico, no hay
responsabilidad penal.
Desde luego, ésta no podría ser en modo alguno la intención del legislador si
tenemos en cuenta la propia Exposición de Motivos, en la que de modo más
atinado sí se aprecia palmariamente que el pedido se dirige a poner fin a la vida
del enfermo y no sólo a los dolores que éste padece4. Por ello, aunque el tenor
empleado no sea quizás el más exacto, debemos entender que la manifestación
de voluntad del solicitante debe estar direccionada a la terminación de su
25
existencia en razón del irresistible sufrimiento que la enfermedad le produce y no
únicamente a aliviarle los dolores.
Y ello viene dado por la propia noción de eutanasia, la cual presupone que
el paciente gravemente enfermo solicite al médico poner fin a su vida misma y no
solamente a sus dolores, ya que éste es el cometido de la medicina paliativa, a
cuyo progresivo y acelerado avance asistimos actualmente si bien es cierto no se
quiere decir con esto que el alivio de los dolores no tenga relevancia para la
conducta del agente [19]
No cabe duda que el Derecho penal no está (no debe estar por lo menos)
para castigar el normal ejercicio de una especialidad médica encargada del
cuidado y asistencia (tanto corporal como psíquica) de pacientes terminales [20].
Por ello, aunque una precisión como ésta parezca a muchos innecesaria, en
un plano normativo no es lo mismo establecer, por un lado, que la solicitud del
enfermo eutanásico ha de dirigirse a paliar o eliminar sus dolores y, por otro, que
esté destinada a poner fin a su propia existencia.
La incurabilidad de la enfermedad
26
principio universal generalizado, esta característica del tipo debe ser apreciada
más racionalmente como un criterio de aplicación concreta a la situación y
contexto social en el que se halla el enfermo, teniendo en cuenta todos los
factores circundantes determinados por el lugar, tiempo y condiciones que
conforman el contexto eutanásico específico; sólo considerando la especificidad
de cada caso particular, puede llegar a determinarse si en realidad una
enfermedad es incurable[23].
27
por lo general implican un proceso previo de deterioro progresivo de la salud y de
la calidad de vida.
La enfermedad
28
deberse a causas atribuibles al individuo (un mal congénito, por ejemplo), al medio
circundante (el clima, un desastre natural, un accidente de tránsito) o a la
confluencia de ambos (una afección cardiaca hereditaria agravada por la mala
alimentación y hábitos perniciosos como fumar en exceso).
29
Por tanto, al tipo penal poco o nada le interesa el origen de la enfermedad o
cómo la contrajo el peticionante (ya sea debido a un contagio, a un mal congénito,
a un accidente, lesión grave, etc.), sino por el contrario los efectos que ella
produce sobre quien la padece.
Por ello, en realidad nada impide y por el contrario, resulta lo más lógico
considerar a quien sufre un grave accidente no sólo como un «herido» sino como
un enfermo en un sentido lato, para así otorgarle mayor capacidad de rendimiento
al tipo de injusto del art. 112 CP. Así, a nuestro juicio, el ámbito conceptual del
término «enfermo» se ha de extender, por ejemplo, a quien tras
ser víctima de un grave accidente automovilístico comienza a perder
progresivamente sangre, lo cual amenaza con provocarle un shock hipovolémico
mortal, solicitando a otro que le dé muerte.
Los dolores
30
su salud y calidad de vida, de modo que aunque su naturaleza difiera de los
puramente físicos, ciertamente tienen la misma capacidad para alterar gravemente
la salud de quien los padece. No obstante, la misma distinción entre dolores
físicos y psicológicos o morales, además de ser las más de las veces muy
complicada, no resulta ser de sumo interés.[29]
En tanto elemento central que distingue este tipo penal «privilegiado» con
una pena atenuada respecto de cualquier otro tipo de homicidio, el consentimiento
en el ámbito de la eutanasia y en general en los delitos contra bienes individuales
constituye uno de los elementos más problemáticos y discutidos en la doctri
na, aunque a la luz de la previsión legislativa que castiga las prácticas
eutanásicas, es un lugar común afirmar que el consentimiento carece de eficacia
eximente de responsabilidad respecto de un bien jurídico tan importante como la
vida, de modo que el único efecto que tendría es el de atenuar la pena.
31
Solicitud y consentimiento
La voluntad
32
Así, se suscita la cuestión de qué formas de petición abarca el calificativo de
«expreso». De antemano, parece quedar claro que quedan fuera del tipo penal las
manifestaciones de voluntad tácitas, mediante actos concluyentes o los casos que
se agrupan bajo la figura del consentimiento presunto, esto es, aquellos supuestos
en los que al no existir una manifestación expresa del consentimiento, se presume
que el enfermo ha consentido la afectación de un bien jurídico de su titularidad (en
este caso, su vida); es decir, aun cuando está imposibilitado de expresarlo, se
tiene por seguro que lo haría si pudiera.
Petición consciente
La solicitud consciente debe ser la emitida por una persona con el nivel de
discernimiento necesario para comprender la naturaleza del acto que consciente
así como los alcances del mismo, redundando ello en una capacidad que
permita apreciar el suceso íntegra y debidamente en función a sus propios
intereses.
33
Nos referimos, pues, a una capacidad no asimilable a aquella de carácter
civil requerida para celebrar actos jurídicos sino que, como sucede respecto al
consentimiento, ha de tratarse de una capacidad suficiente de razonamiento,
discreción y juicio natural del solicitante, que le advierta sobre las consecuencias,
importancia y real significado de su decisión definitiva e irreversible de renunciar a
su propia vida.
34
VI. CONCLUSIONES
ARGUMENTOS EN CONTRA
35
Los mismos ejecutantes podrían ser tomados como verdugos, lo que puede
implicar en una sociedad como la nuestra, una pérdida de confianza en la
persona tratante de la enfermedad
Podrían aumentar el número de homicidios con máscara de eutanasia, con
el sólo fin de cobrar jugosas herencias
Podría aplicarse la eutanasia sólo para dar lugar al jugoso negocio del
tráfico de órganos, lo que muestra que podría haber intereses económicos y
políticos tras su aprobación.
Podrían disminuir los recursos destinados a la cura de una enfermedad, ya
que podría salir más económico dejar morir a las personas y con ello se
disminuye así mismo, el esfuerzo de investigación en la medicina.
Se puede perder la esperanza de vivir, si como viejos las personas son
dejadas de lado, aisladas en asilos, como enfermos pueden ser eliminados
simplemente.
La decisión que conlleve al acto, es del todo irreversible.
ARGUMENTOS A FAVOR
36
Podría institucionalizarse unos derechos no sólo del paciente terminal, sino
de la familia en sí.
¿Es justo morir de un modo tan doloroso?
APRECIACION GRUPAL
APRECIACIONES PERSONALES
A pesar de tener vigente una concepción liberal del orden social, es decir,
calificarnos como seres autónomos y libres, aún vivimos atados a normas
que nuestra sociedad nos impone. Nuestro comportamiento será calificado
de acuerdo a preceptos sociales que forman la moral de una comunidad.
37
Estos pueden estar enmarcados dentro de un sistema normativo jurídico,
así como moral, impuesto por la iglesia.
VIII. BIBLIOGRAFÍA
• GALVES VILLAGAS, Tomas & ROJAS LEON, Ricardo, Derecho penal parte
especial, tomo I, Lima-Perú, Juristas editores EIRL, edición 2011, Pág. 523.
38
• GARCIA ÃLVAREZ, Pastora. La puesta en peligro de la vida y/o integridad
física asumida voluntariamente por su titular, Tirant lo Blanch, Valencia, 1999.
• CASTILLO ALVA, José, Derecho penal parte especial, Perú, editora jurídica
Griley, Año 2008, pág. 768
________________________________________
[1] La palabra eutanasia proviene del griego EU que significa bien o bueno; y
THANATOS que significa muerte, históricamente se ha entendido como eutanasia
como “BUENA MUERTE”, la muerte sin dolor , que en la actualidad constituye uno
de los principales desafíos éticos-jurídicos [CASTILLO ALVA, José, Derecho penal
parte especial, Perú, editora jurídica Griley, Año 2008, pág. 768]
[2] Nótese que en la eugenesia, el sujeto ha sido consentido su muerte, aun así de
no padecer de una enfermedad incurable o irreversible. [FARFAN MOLINA,
Francisco, la eutanasia, santa fe de Bogotá, editora Colombia, Año 1995 , pág. 21]
[5]GALVES VILLAGAS, Tomas & ROJAS LEON, Ricardo, Derecho penal parte
especial, tomo I, Lima-Perú, Juristas editores EIRL, edición 2011, Pág. 523.
[6]En nuestra legislación existen los delitos por comisión por omisión, ya que una
inactividad conduce a la muerte al paciente por parte del médico que lo atiende,
quien a su vez tiene la posición de garante podrá ser penado por una omisión del
deber de socorro.
[7] “Otra parte de la doctrina también nos habla de la EUTANASIA PRECOZ, que
se refiere a la posibilidad de recién nacido, que no puede expresar su
39
manifestación de la voluntad, se trata pues de los niños cuya vida está descartada,
por que presentan enfermedades irregulares, incurable e irreversible”
[8] Jack Kevorkian “el doctor muerte”. Ideo en el estado de Michigan una maquina
con la cual el enfermo solo tenía que tirar de una cuerda encontrar la muerte, al
hacerlo el monóxido de carbono de una bomba pasaba a la máscara por la que el
suicida respiraba, matándole por asfixia, de esta manera ayudo a suicidarse a 20
personas.
[9] Artículo 112 del código penal vigente que establece: “El que, por piedad, mata
a un enfermo incurable que le solicita de manera expresa y consiente para poner
fin a sus intolerables dolores, será reprimido con pena privativa de la libertad no
mayor de 3 años”
[10] Es así, que por ejemplo, que en casos de divorcio, si durante el proceso de
divorcio sin que se haya dictado sentencia, uno de los cónyuges fallece
prevalecen los derechos adquiridos por el matrimonio, tal como los derechos
sucesorios. De ni una manera, los herederos forzosos (es decir los hijos) - aún
hayan estado llevando el proceso por Poder otorgado de parte del causante-
pueden seguir el divorcio hasta la disolución del vínculo matrimonial; puesto que el
matrimonio ya se extinguió por muerte de uno de los cónyuges.
[12] Jhon Lock filosofo de la edad moderna mencionaba “Que una vida no
constituye una propiedad del individuo que la vive, que solamente es su ocupante,
y esta la corresponde a Dios, tal es así que el suicidio y la eutanasia son un robo o
malversación”.
[14] Ídem.
40
[16] Periódico A,B,C “Holanda se convierte en el primer país de occidente que
aprueba la eutanasia miércoles 10-02-93. Pág. 05”
[20] La redacción no resulta ser muy acertada incluso a nivel semántico («que le
solicita…para poner fin»). Por ello sería más conveniente cifrar el destino de la
petición del enfermo en su propia muerte y no en los dolores que éste sufre.
[22] Ídem.
[23] Del mismo parecer, PEÑA CABRERA, Estudios de Derecho Penal. Delitos
contra la vida, el cuerpo y la salud, 5ª ed., Editorial San Marcos, Lima, 1997, p.
203; VILLA STEIN, Derecho Penal. Parte Especial I-A (Delitos contra la vida, el
cuerpo y la salud), San Marcos, Lima, 1997, pp. 141 s.
41
[24] Como por ejemplo el art. 143.4 CP español, que exige que la víctima sufra
«una enfermedad grave que conduciría necesariamente a su muerte», y el art. 257
CP boliviano que se refiere a «una muerte inminente» que el agente acelera con
su conducta.
[26] Si bien una tal definición no puede ser vinculante en la tarea de interpretación
del tipo penal, dada la extrema amplitud de las dimensiones social y psicológica de
tal definición, pues en el delicado terreno de la eutanasia sería peligroso
alzaprimar tales aspectos de la salud para definir a la persona no sana y, por
consiguiente, incluir dentro del concepto de enfermo a personas afectadas
socialmente por cualquier molestia personal (v. gr. en el plano laboral, académico
o sentimental) aun cuando ésta pueda repercutir seriamente en su normal
desenvolvimiento e interrelación. De este modo, sería absolutamente irrazonable
que se admita siquiera la calificación de enfermo eutanásico o incurable, en los
términos del art. 112 CP, a una persona sumamente descontenta debido a la
paupérrima remuneración que recibe por el trabajo que desempeña o en razón de
la insostenible situación de corrupción en el país, por ejemplo. En cuanto a la
dimensión psicológica es obvio que por propia imposición legal del art. 112 CP,
cualquier persona que padezca una enfermedad mental grave no podrá ser
considerada enfermo eutanásico, en atención a las características típicas que ha
de revestir la solicitud del enfermo (expresa y consciente).
[27] Definición que el Diccionario de la Real Academia Española, I, 22ª ed., 2001,
p. 911, le dispensa al término «enfermedad».
42
[29] MEDINA FRISANCHO, José Miguel, Óp. Cit, Pág. 08. [el dolor en tanto
manifestación de la enfermedad, reviste una doble vertiente: una subjetiva, propia
del fuero interno del doliente, de acuerdo a su propia vivencia o a lo que éste
experimenta; y otra objetiva, exteriorizada y constatable médicamente. Ambos, en
suma, determinan la magnitud del dolor, cuyo tratamiento es precisamente labor
de la medicina humana. Nadie podrá negar que los dolores, cualquiera sea su
naturaleza y entidad, se desenvuelven de un modo distinto en ambos planos, y
tratándose del subjetivo, propio de quien los sufre, es el enfermo quien finalmente
y mejor que nadie conoce y siente la intensidad de las dolencias que le provoca el
mal así como los efectos que en él produce],[la intensidad de los dolores sufridos
por el enfermo que, de acuerdo a la exigencia típica, deben llegar al punto de ser
insoportables. Evidentemente, este factor de insoportabilidad, en principio, guarda
relación con la resistencia del peticionante para tolerar los dolores de la
enfermedad que lo aqueja. No obstante, la comprobación material de esta
característica, como toda cuestión subjetiva, comporta un alto grado de
complejidad, dado que finalmente es sólo el doliente quien conoce exactamente la
magnitud de los dolores propios del mal; ni el médico ni cualquier otra persona
podrá conocer con igual precisión la intensidad de tales dolores, por más
vinculado sentimentalmente que se halle a él24. Sin embargo, esta constatación
no ha de impedir realizar la valoración que, habida cuenta de la redacción del tipo
penal, merece este requisito objetivo; tampoco significa que no pueda llegar a ser
determinado objetivamente a efectos de configuración típica, pues si bien la
dimensión subjetiva del dolor —como habíamos mencionado— es un terreno
difícilmente cognoscible con exactitud por terceros, no puede estar desvinculada
de la dimensión objetiva, aquella médicamente verificable y útil para el respectivo
diagnóstico, dado que se requiere de ambas para determinar finalmente la
magnitud del dolor.]
43
cit., p. 70; SALINAS SICCHA, PE, cit., p. 147; VILLA STEIN, PE, cit., p. 141. En la
doctrina española, GARCIA ÃLVAREZ, La puesta en peligro, cit., pp. 232 s.
44