Aceite de Coco

Descargar como docx, pdf o txt
Descargar como docx, pdf o txt
Está en la página 1de 23

ACEITE DE COCO

Desde la antigüedad el aceite de coco ha sido utilizado con fines alimentarios y


terapéuticos debido a sus propiedades y beneficios para la salud. Pero además se utiliza
como un producto natural para la belleza, el cuidado de la piel y el cabello, pero además
entre sus usos destaca el de regular el metabolismo y el peso cuando se quiere adelgazar o
para reforzar el sistema inmunológico.
El aceite o manteca de coco posee más de un 90% de aceites saturados y se obtiene de la
carne o pulpa del coco, fruto del cocotero (Cocos nucifera).
Uno de los componentes del aceite de coco es el ácido láurico, el cual ofrece muchos
beneficios a nuestra salud, entre otros, para eliminar bacterias patógenas o algunos virus.
Otro componente que posee son ácidos fenólicos antioxidantes, que nos protegen ante los
radicales libres y enfermedades cardiovasculares.
.
Si estás leyendo este post es porque te preocupa tu salud y te gusta estar bien, ¿verdad?.
Elige frutas y verduras ecológicas y cuídate desde fuera con productos de higiene y
cosmética BIO. Recuerda que la alimentación ECO es la mejor opción para ti y para la
naturleza.

Es importante que utilices un aceite de coco con certificación ecológica o bio y de primera
presión en frío. Y si quieres utilizarlo para consumo alimentario asegúrate de que en la
etiqueta se indique claramente que sea apto para uso interno.
.
.
Beneficios del aceite de coco
Debido a los componentes del aceite que hemos destacado anteriormente, este maravilloso
aceite posee acción:

 Antifúngica: combate los hongos


 Cardioprotectora: protege el sistema cardiovascular
 Antioxidante: detiene los daños de los radicales libres
 Digestiva: mejora las digestiones
 Antimicrobiano: combate los gérmenes patógenos
 Antivírica: lucha contra los virus

Propiedades y usos del aceite de coco


Tiene propiedades antibacteriana, antifúngica y antiséptica

Mejora y facilita las digestiones pesadas

Tiene un factor de protección solar 7, interesante para proteger la piel y el pelo del sol

Ayuda a aliviar los síntomas de la menopausia, como sudores, sofocos, insomnio, fatiga,
etc.
Posee acción antiinflamatoria

Lo puedes usar como bálsamo labial para labios secos

Cuida nuestra salud oral al evitar la formación de placa dental y caries


Por su poder para eliminar hongos se utiliza para combatir la Candidiasis (candida
albicans)
Es una excelente fuente de energía

Favorece la digestión de las grasas, algo que beneficia especialmente a las personas que no
tienen Vesícula biliar.
El aceite de coco es un remedio natural para prevenir las estrías o reducirlas si ya las tienes

Te ayuda a controlar el pelo encrespado o con frizz

Se utiliza para eliminar piojos


Favorece el buen funcionamiento del sistema inmunológico

Utilízalo como crema corporal para hidratar y nutrir la piel para mantenerla joven

El aceite de coco estimula el metabolismo


Es muy eficaz para cuidar la piel después del afeitado o depilación

Refuerza la función tiroidea

En cosmética lo podemos utilizar para retirar el maquillaje al tiempo que cuidamos la piel
de forma natural.

Está recomendado especialmente para personas con diabetes pues el aceite de coco no
produce picos de insulina en sangre
Reduce las posibilidades de padecer enfermedades cardiovasculares

Se han llevado a cabo estudios sobre el consumo de aceite de coco y enfermedades como
Alzheimer, demencia senil, Parkinson, entre otras, y éste ha mostrado que los pacientes
mejoraban su memoria y capacidades cognitivas.

Un estudio realizado con mujeres obesas mostró que el aceite de coco favoreció la
eliminación de grasa abdominal
Cuida la salud general de la piel, retrasando la aparición de las arrugas de expresión así
como los daños de los radicales libres, evitando la escamación, sequedad y rojeces.

Equilibra los niveles de colesterol

Aporta brillo y vitalidad al cabello estropeado.


Combate la caspa y otros problemas del cuero cabelludo

¿Cómo utilizar el aceite o manteca de coco?


 En la gastronomía lo puedes usar como cualquier otro aceite o manteca: en la
elaboración de postres, para aliñar ensaladas, elaborar salsas, hacer sofritos, etc. De
hecho, el aceite de coco es la mejor opción para freir los alimentos pues éste resiste a
temperaturas altas y no se oxida como ocurre con el aceite de oliva.
 También se utiliza para realizar la extracción con aceite (oil pulling) y prevenir
enfermedades.
 Para mejorar la piel simplemente se aplica como cualquier otro aceite o bodymilk,
mediante un masaje.
 Para el cabello aplica un poco de aceite de coco en la palma de la mano, frota las dos
manos para calentarlo un poco y aplica directamente sobre el cabello.
 Además, puedes utilizar el aceite o manteca de coco para elaborar jabones caseros, pasta
de dientes, como protector labial y como desodorante aplicándolo directamente en la
axila. Puedes ver cómo hacerlos en la sección de remedios caseros
PROPIEDADES Y USOS
Tiene propiedades antivirales, antibacterianas, antimicrobianas y
antifúngicas. Se ha demostrado que el consumo de aceite de coco es bueno
para la inmunidad general, reduce la hipertensión, ayuda a reducir la lesión
arterial y ayuda a mantener el equilibrio adecuado de colesterol. Es una gran
fuente de grasas saturadas saludables (sí, saludables ).
Por supuesto, para los nuevos en el mundo del aceite de coco hay muchas
preguntas: ¿Qué busco al comprar? ¿Cuál es la diferencia entre crudo,
orgánico, refinado, etc.? ¿Es todo igual el Aceite de Coco? Para qué sirve este
superalimiento?
Bueno, hoy es el día en que desglosamos la información para que pueda
sentirse confiado acerca de llevar esta increíble súper comida a sus hogares.
Listo? ¡Vamonos!

Conociendo de cerca al aceite de


coco: Apariencia y almacenamiento

Dependiendo de la temperatura, su aceite de coco puede tener un aspecto


diferente. El aceite de coco es líquido por encima de los 75 grados F. (25 ° C),
y por debajo será una grasa sólida. El aceite de coco en su estado sólido es
blanco, espeso y cremoso. En su estado líquido es claro (a veces un poco
“turbio”) y fácil de verter. Puede licuar fácilmente el aceite de coco aplicando
calor a bajo nivel o solidificándolo poniéndolo en el refrigerador.
El aceite de coco puede almacenarse en forma líquida o sólida, no necesita
refrigerarse, pero no debe almacenarse a la luz directa del sol. Debido a su
estabilidad, el aceite de coco tiene una larga vida útil de dos o más años (el
más

 Refinado vs sin refinar

El aceite de coco refinado ha sido más procesado que los aceites sin refinar.
El proceso de refinación generalmente elimina gran parte del “sabor” del coco
y el aceite tiene un punto de humo más alto, lo que los convierte en excelentes
opciones para cocinar alimentos a temperaturas más altas.
Pero hay una gran diferencia en cómo se ha refinado el aceite de coco, por lo
que es importante conocer los términos. Busque el aceite de coco que utiliza
solo métodos libres de químicos. Los ejemplos incluyen aceites que utilizan
fricción, algo de calor o centrifugado / gravedad para eliminar el aceite de la
«carne».

Aceite de coco sin refinar o «crudo» está hecho de carne de coco fresca y
cruda. No hay productos químicos agregados y no se usa calor alto para
refinar aún más el aceite. Con esto, también experimentará más sabor a
coco. Contiene todos los beneficios para la salud del aceite de coco.

Aceite de Coco para la Piel

Aceite de Coco para la Piel

De hecho, el aceite de coco y los productos para el cuidado de la piel y el


cabello están apareciendo en casi todas partes, y en muchas tiendas -usted
encontrará frascos de aceite de coco colgando junto a botellas de loción
convencional-.
Desafortunadamente, debido a que la aplicación de aceite de coco a la piel es
un concepto relativamente nuevo para la mayoría de las personas, todo el
proceso puede parecer confuso y ligeramente intimidante.
Hace años, hice una cantidad tan notable de investigación sobre el uso del
aceite de coco para el acné, el lavado de la cara y la hidratación que me
paralizó por completo de intentar cualquier cosa porque no sabía en quién
confiar, o por dónde empezar.

Aceite de coco para el cabello


Como se ha indicado anteriormente, el aceite de coco es una manera fantástica
de construir cerraduras saludables y deliciosas. Debido al peso molecular y la
forma del aceite de coco, el aceite de coco es capaz de penetrar
profundamente en el cabello, lo que reduce la pérdida de proteínas tanto en el
cabello dañado como en el no dañado.

El aceite de coco también puede mejorar la caspa y secar el cuero cabelludo


debido a sus propiedades antimicrobianas. Si quieres empezar a usar el aceite
de coco para el cabello, intenta hacer una máscara de aceite de coco para el
cabello y considera seguir con un enjuague para el cabello con vinagre de
manzana y vinagre de manzana para el bricolaje.

Salud Dental
El aceite de coco también es una buena manera de mantener a su dentista
alejado de vos. Sus propiedades antibacterianas lo convierten en la forma
perfecta de mantener su boca y sus dientes sanos, ya sea que se utilice en pasta
de dientes casera, enjuague bucal o extracción de aceite.
Un estudio de la India encontró que la extracción de petróleo redujo el mal
aliento, eliminó las bacterias dañinas y mejoró la salud dental en general.

Cuidado de la piel
También puede usar aceite de coco para ayudar a mantener su piel hidratada,
suave y joven. El aceite de coco funciona muy bien en pieles secas, porque
se ha demostrado que mejora la hidratación de la piel y los niveles de lípidos
en la superficie de la piel.
También mantiene su piel joven. El aceite de coco funciona como un
antioxidante, mejorando su apariencia y protegiendo su piel del daño de los
radicales libres. El aceite de coco también es una excelente opción para una
loción para después de afeitar o para aliviar el dolor después de una
quemadura solar. Mantiene la piel húmeda, mientras que sus propiedades
antibacterianas aseguran que las heridas no se infecten.

Cuidado del cabello y del cuero cabelludo


Si usted está luchando con el cabello seco o la caspa, el aceite de coco podría
ser el remedio que está buscando.

Usted puede hacer champú casero con aceite de coco y usarlo cada vez que se
duche, para hidratar el cuero cabelludo y eliminar la caspa en su origen. Otra
opción: Use aceite de coco como acondicionador natural. Usted no tendrá que
preocuparse por los químicos dañinos en otros acondicionadores, e incluso se
ha demostrado que el aceite reduce la pérdida de proteínas

Cúrcuma

La cúrcuma se obtiene del rizoma de la planta Curcuma longa, perteneciente a la


misma familia que el jengibre y es un condimento básico de la cocina oriental.

Ingrediente principal del curry, la cúrcuma es una de las especias más saludables. Tiene
un aroma intenso, amargo y algo picante, y un color amarillo dorado que le viene
dado por los curcumoides.

La cúrcuma es originaria del Sureste Asiático, donde su uso culinario tiene al menos
veinticinco siglos. Sus efectos beneficiosos para la salud y para preservar los alimentos,
junto a su color amarillo brillante que la vincula con el Sol, debieron de favorecer su
empleo simbólico y ceremonial.

En la India la cúrcuma se considera un símbolo de prosperidad y un purificador físico


y espiritual. Una mezcla de cúrcuma y agua de lima todavía se utiliza en los ritos de
adoración en numerosos templos.

Asimismo, el baño nupcial incluye manchar a la novia con esa mezcla. Un hilo teñido
de amarillo con cúrcuma se considera de buen augurio y se lleva como pulsera.

Otras veces es un trozo del rizoma el que se ata directamente en la muñeca. En la


Polinesia, la cúrcuma se esparce sobre los hombros durante los bailes rituales para
ahuyentar a los espíritus malignos.
La cúrcuma de la India es una planta perenne, de un metro o poco más de alto, con las
raíces tuberosas, rizomas cilíndricos y hojas grandes, de forma elíptica y color verde
amarillento, con largos peciolos que parten directamente del suelo.

Toda la mata del rizoma, que crece mejor en un clima cálido y húmedo, se levanta
cuidadosamente para prevenir cualquier daño, y los "dedos" se cortan desde los
rizomas más grandes.

La cúrcuma es hervida o cocida al vapor y a continuación se deja secar. La cáscara de


fuera se desprende y los ásperos "dedos" marrones se tornan de un amarillo anaranjado
y de textura cerosa.

Propiedades de la cúrcuma

La raíz y el rizoma de la cúrcuma contienen curcumoides y curcuminas, materias


colorantes a las que se atribuyen claros efectos antioxidantes y antiinflamatorios.

Contienen asimismo un aceite esencial con zingibereno, polisacáridos y sales minerales


como hierro y potasio.

La curcumina, que no es soluble en agua, sí tiene en cambio una gran capacidad para
disolverse en grasas y estimular la secreción de bilis.

Beneficios de la cúrcuma
Los herboristas occidentales la usan por sus cualidades antiinflamatorias, pero en la

India se receta como tónico general y la medicina china la aconseja para trastornos

digestivos, sobre todo hepáticos.

La curcumina es un poderoso antioxidante que reduce de manera considerable el daño

que los radicales libres hacen a las células y por tanto es útil para prevenir el cáncer.
GRAN AYUDA CONTRA LA ARTRITIS

Sus virtudes antiinflamatorias la convierten en una ayuda contra la artritis, el síndrome

de colon irritable o cualquier proceso inflamatorio.

Se ha comparado su poder antiinflamatorio con el de medicamentos tan potentes como

la hidrocortisona y la fenilbutazona, pero a diferencia de los fármacos, la cúrcuma

carece prácticamente de toxicidad.

Sus propiedades antiinflamatorias la indican para otros problemas de salud, como la

enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.

Asimismo favorece la digestión (ayuda ante los gases o la hinchazón), porque estimula

la secreción de bilis y favorece el buen funcionamiento del hígado.

La cúrcuma, palillo, azafrán de raíz o yuquilla (Curuma longa), es una


especie aromática muy popular en Asia sur oriental, de donde es originaria. Su
nombre deriva de la palabra Kurkum que en árabe significa “azafrán”, y se
denomina así por el color amarillo intenso que posee.
La parte utilizada de la planta son sus rizomas, que molidos se suele emplear
como especia y colorante (tanto alimentario, ya que es el componente principal
del curry, como textil). En la Unión Europea este aditivo se esconde bajo el
nombre de E-100.

Propiedades de la cúrcuma

La cúrcuma posee propiedades antitumorales, antioxidantes, antiartríticas y


antiinflamatorias.

Beneficios de la cúrcuma
La cúrcuma es beneficiosa para los problemas hepáticos, biliares y para las
indigestiones. Es un tónico estomacal.
Gracias a su componente principal, la curcumina, tiene poderes antioxidantes y
es beneficioso para el Alzheimer.

Para qué sirve la cúrcuma

Es muy recomendable para aliviar el dolor ya que tiene un buen poder


antiinflamatorio. Las personas con artritis encuentran en la cúrcuma un buen
aliado ya que calma el dolor y favorece la eliminación de toxinas.

Ideal en la lucha contra la formación de coágulos en la sangre ya que limita la


agregación plaquetaria mejorando así la circulación y previniendo la
arterosclerosis.

Favorece el buen funcionamiento del hígado ya que lo protege de toxinas,


disminuye el colesterol, ayuda a que la bilis sea más fluida y puede colaborar,
en algunos casos, en la lucha contra la hepatitis.

Puede reducir los niveles de glucosa en los diabéticos.

Es muy conveniente su uso en inflamaciones de la boca (enjuagues con el


polvo). En caso de encías muy sensibles podemos cepillarlas con un poquito
de polvo.

También puede ayudar en el control del crecimiento de los tumores, ya que


ayuda a controlar los diferentes factores que favorecen su crecimiento.

En Oriente se suele usar también en casos de resfriados, gripes, infecciones y


diarreas.

Las personas con asma y con mucha mucosidad bronquial se beneficiarán de


su efecto expectorante.
En caso de enfermedades de la piel como dermatitis, hongos y psoriasis
también se suele aplicar a nivel externo.

Ideal en problemas digestivos (digestión lenta, falta de apetito, gases, exceso o


falta de ácidos gástricos, etc).

Ventajas de la cúrcuma

La curcumina contenida en la cúrcuma se absorbe relativamente poco en el


intestino, y lo que es absorbido se elimina rápidamente por vía biliar; tiene
además una toxicidad muy pequeña.

Parece ser también que la cúrcuma ayuda a la digestión, estimulando el flujo


de la bilis, con lo que se facilita la digestión y absorción de nutrientes.

Por otro lado, es una de las especias más baratas y es muy fácilmente
disponible.

Investigaciones médicas han revelado que la curcumina disminuye la


inflamación de los tejidos, ayudando a los pacientes con artritis, colon irritable,
asma y otras enfermedades inflamatorias.

Además, se ha comprobado que la curcumina ha revertido lesiones


precancerosas de la boca, mediante el incremento de la actividad antioxidante
de las células sanas. Hay resultados de investigación que indican una posible
inhibición del virus de la inmunodeficiencia humana, VIH.
HISTORIA DEL JABÓN
COMPUESTOS Y FABRICACIÓN

Cuando consideramos todas las comodidades que los inventos modernos nos
proporcionan y que son parte indispensable de nuestra vida diaria, nos preguntamos
qué hacían nuestros antepasados frente a una multitud de problemas, resueltos para
nosotros e insolubles para ellos. Claro está que como nuestras necesidades y exigencias
crecen a medida que aumentan las comodidades que nos rodean, podemos pensar que
nuestros antepasados vivían muy felices en condiciones de vida que para nosotros
resultarían insoportables.
El siglo XX goza del fruto de tantos estudios, tantos experimentos, tanta búsqueda,
tanto trabajo cuyo resultado superó a veces toda esperanza, que en medio de nuestro
bienestar ni siquiera pensamos en los esfuerzos y sacrificios de aquellos tenaces
investigadores e inventores.

El jabón, agente limpiador o detergente que se fabrica utilizando grasas vegetales y


animales y aceites. Existen documentos que mencionan el uso de muchos materiales
jabonosos y agentes limpiadores desde la antigüedad. Los agentes purificantes que se
mencionan en el Antiguo Testamento no eran verdaderos jabones, sino un producto
hecho únicamente con cenizas de corteza de árbol. En el siglo I d.C., el historiador
romano Plinio el Viejo describió las diversas formas de jabones duros y blandos que
contenían colorantes.
Los antiguos conocían el jabón; por otra parte, viejas leyendas como los relatos de
Homero nos hablan claramente de la importancia que los griegos daban a los cuidados
corporales. Los héroes nunca arrostraban el peligro dé los combates ni participaban de
un sacrificio ritual sin haber frotado previamente su cuerpo con aceites y esencias
aromáticos.
Los primeros rastros de un jabón fabricado con grasas y ceniza se encuentran
en Mesopotamia, donde se menciona en tabletas de la época sumeria. En
aquellos tiempos, el uso del jabón se reservaba para rituales religiosos. Se dice
que, en torno al siglo X a.C, los sirios de Alepo empezaron a fabricar jabón con
aceite de oliva y cenizas, a las que añadieron por primera vez una planta
aromática, el laurel, para mejorar sus propiedades, ya que desinfecta y al
mismo tiempo cuida la piel.
Los fenicios fabricaban jabón en el VI a.C. y usaban casi los mismo componentes que
hoy
Los fenicios usaban jabón de ceniza para limpiar los tejidos, costumbre que se ha
practicado hasta el siglo XIX. Los griegos de la calle usaban aceite de oliva para
limpiarse los cabellos, aunque algunos historiadores consideran que ya se fabricaba el
jabón con grasa de animales y ceniza, básicamente para limpiar la ropa, pues el lavado
corporal no era muy frecuente. La leyenda cuenta que el jabón moderno lo descubren
los romanos en los entornos del río Sapo, donde se mezclaban la ceniza y el aceite de
los rituales. En el siglo I ya se fabricaban diversos tipos de jabones en Europa, como
cuenta el romano Plinio el Viejo.
Los ungüentos muy finos se fabricaban con la emulsión de substancias resinosas que
brotaban de tajos efectuados en el tronco de ciertos árboles; los aceites aromáticos, en
cambio, se sacaban de las semillas. Los más conocidos de éstos, y que aún se utilizan en
medicina, química y perfumería, son: la mirra, el jengibre, el laurel y el incienso u
olíbano (del latín oleum Libani: aceite del Líbano).
Las variedades más preciadas de nuestros jabones de tocador no son, en el fondo, sino
derivados de productos conocidos desde hace dos o tres milenios.

Los primeros aceites balsámicos fueron los precursores de nuestro jabón líquido, y las
finas esencias aromáticas que se usaban en los ungüentos nos dan una idea del
refinamiento a que se llegó en la antigüedad. Entre los romanos, los baños tuvieron gran
importancia y constituían una especie de rito. Las termas o baños públicos rivalizaban
por su arquitectura y esplendor con los más hermosos palacios. Había en ellos piscinas,
gabinetes para masajes, gimnasios y baños de toda clase. Los más célebres y suntuosos
fueron los de Agripa, de Nerón, de Trajano, de Adriano, de Diocleciano y de Caracalla.
En París, detrás del museo Cluny, se encuentran las ruinas de las termas edificadas bajo
el reinado de Juliano, y en Roma se pueden todavía admirar, perfectamente restauradas,
las termas de Caracalla, muy renombradas en la actualidad por los grandiosos
espectáculos teatrales que allí se ofrecen durante el verano.
Pero si nuestros mayores conocían los ingredientes necesarios para elaborar el jabón,
durante muchos siglos lo fabricaron con procedimientos muy primitivos. Al parecer, los
fenicios fueron los primeros en obtener jabones sólidos y en comerciar con ellos. Según
Plinio, los romanos ya conocían el arte de fabricar jabones, y, en efecto, en las ruinas de
Pompeya se encontró un taller completo de jabonería, con los diferentes utensilios y
unas cubas llenas de jabón compuesto de una mezcla de aceite y álcali.
Los elegantes de Roma, para teñirse el cabello de rubio, utilizaban un jabón especial
fabricado en Alemania. Ateneo (193 años después de J. C), es el primer autor griego en
cuyos escritos aparece la palabra sopón (jabón). El médico Aecio, que vivió en el siglo
IV, habla de un jabón negro y los médicos árabes señalan a menudo el uso del jabón en
medicina y para la limpieza de la ropa.

Como hacer jabón natural:


En este post queremos enseñarte como hacer jabones naturales desde cero.
Encontrarás todas las explicaciones para que entiendas cómo formular y elaborar tu
propio jabón natural. Si para comenzar te parece complicado hacer tus propias
formulaciones… ¡No te agobies.! Puedes seguir las recetas de jabón casero de aceite,
que te mostramos en este mismo Blog. Pesando correctamente y siguiendo los pasos, los
jabones te saldrán perfectamente. A continuación, te ofrecemos un tutorial sobre como
hacer jabones naturales en casa, un poquito más avanzado para entender cómo hacer
jabones naturales.

Jabón
El jabón es el resultado de mezclar un ácido con un álcali cáustico. Además, se le
pueden añadir otros ingredientes naturales o botánicos y personalizar con tu fragancia o
colorante preferido. Los ácidos a los que nos referimos son ácidos grasos, presentes en
aceites vegetales y mantecas, mientras que el álcali más utilizado es el hidróxido sódico,
es decir sosa cáustica.
Por tanto, los jabones naturales se elaboran principalmente a partir de sosa, agua,
aceites y mantecas. A esta fórmula básica podrás añadir colorante y principios activos
naturales para enriquecer tus jabones con propiedades beneficiosas para la piel.

Como hacer jabón de Aceite


La saponificación es el nombre que se le da al proceso de fabricación del jabón y,
esencialmente, se refiere a la reacción que ocurre cuando un ácido (aceite vegetal o
grasa) se mezcla con un álcali.

Grasa + Sosa Cáustica y agua = Jabón

Cada aceite que escojas para fabricar el jabón natural necesita una cantidad específica
de sosa para producir la reacción de saponificación y transformar las grasas en jabón. Es
una etapa muy importante porque un exceso de sosa en el jabón puede irritar nuestra
piel y un defecto puede hacer que nuestro jabón quede demasiado blando y pastoso. Lo
habitual es combinar un 60% de los aceites o grasas blandos con un 40% de los aceites,
mantecas o grasas duros. En este post también te enseñamos a calcular la cantidad de
sosa necesaria dependiendo de los aceites que emplees.

Antes de comenzar con la información más técnica te dejamos un video para que veas
como hacer jabones caseros con aceite es más fácil de lo que puede parecer. ¡Echa un
vistazo y sigue leyendo! Más abajo te explicamos cómo se calculan las cantidades de los
ingredientes que necesitas para hacer jabones naturales. Así podrás hacerlos totalmente
personalizados con los aceites que mejor vayan a las necesidades de tu piel.

Cómo hacer jabones naturales


1. Pesa por separado los aceites, grasas o ceras que sean necesarias en tu
elaboración.
2. Coloca los ingredientes en un recipiente de acero inoxidable, a fuego lento, hasta
que se derritan. Cuando las grasas estén fundidas hay que retirarlas del fuego
para que conserven sus propiedades.
3. Pesa por separado el hidróxido sódico (sosa cáustica) y el agua.
4. Agrega lentamente el hidróxido de sodio en gránulos sobre el agua y remueve
hasta que se disuelva por completo. La sosa se añade al agua, nunca al revés,
para evitar salpicaduras.
5. Notarás como la mezcla se calienta rápidamente. La temperatura aumentará
hasta los 80º C. Hay que dejarla reposar hasta que baje a los 45º C, temperatura
adecuada de uso.
6. Este es uno de los pasos más delicados. Deberás utilizar guantes de goma y
gafas protectoras. Trabaja en un lugar ventilado para no inhalar los vapores que
se desprenden.
7. Añade la mezcla de sosa y agua a las grasas derretidas y remueve con cuidado
hasta obtener una consistencia espesa.
8. Ayúdate de una batidora. Resulta más sencillo.
ISP (Indice de Saponificación) ACEITE ISP (Índc. Saponificación) ACEITE

0,187 Aceite de Coco 0,187 Aceite de Maíz

0,199 Aceite de Palma 0,180 Manteca de Karité

9. La mezcla comenzará a espesar. Habrás alcanzado el punto exacto cuando


puedas dejar una linea dibujada en la superficie de la mezcla. Esto es lo que se
denomina Traza.
10. Añade los colorantes y esencias. Las cantidades son orientativas, pero añadimos
aproximadamente un 1% de colorante y un 1,5% de esencia aromática o aceite
esencial.
11. Si utilizas pigmentos líquidos es recomendable agitar con una batidora para
romper la partícula.
12. A continuación, vierte la mezcla en el molde.
13. Cubre el jabón con una toalla o una manta y déjalo reposar durante 24 horas
hasta que endurezca.
14. Transcurrido ese tiempo y con la ayuda de unos guantes, saca el jabón del molde
y córtalo en pastillas si se trata de un jabón en barra.
15. Posteriormente guárdalo en una caja al abrigo de la luz y evita fuertes
variaciones de temperatura. Hay que dejas secar durante cuatro semanas antes
de usarlo.

Cómo calcular la cantidad de sosa para hacer jabón


Para saber la cantidad de sosa que se necesita saponificar solo hay que multiplicar dicha
cantidad por el valor de saponificación que aparece en las tablas, cuando nos
planteamos como hacer jabones naturales, esta es la parte más importante..

Gr. totales de Sosa = gr. de aceite x ISP (Índice de Saponificación)

Algunos de los índices de saponificación habituales son:


0,134 Aceite de Oliva 0,187 Aceite de Germen de Trigo

0,182 Aceite de Ricino 0,189 Aceite de Semillas de albaricoque

0,094 Aceite de Jojoba 0,187 Manteca de Mango


(*)Puede consultar el índice de saponificación de cada aceite, grasas o cera en las ficha de producto que
encontrarás en la web.

Por ejemplo, para saponificar 100 gr. de aceite de oliva (valor ISP tabla 0,134).

Gr totales de Sosa= 100 gr. x 0,134 = 13,4 gr de sosa necesitaremos.

En el caso de que vayamos a hacer un jabón con diferentes aceites y grasas, habría que
repetir la operación con cada tipo de aceite o grasa y luego sumarlas todas. Por ejemplo,
para saponificar 100 gr. de aceite de oliva y 300 gr. de coco multiplicamos ambos por
su índice de saponificación:

100 x 0,134= 13,4 gr de sosa

300 x 0,178= 53,4 gr de sosa

Sumamos las cantidades de sosa de ambos aceites y el total de sosa necesaria sería de
66,8 gr. Hay que ser lo más precisos posibles y hacer las mediciones en gramos no en
volumen. (No son equivalentes).

¿Qué es el sobre-engrasado de los jabones?


Es habitual encontrar muchas fórmulas con un exceso de aceites, lo que denominamos
sobre-engrasado. Se debe a que llevan entre un 5 y un 10% más de aceites y grasas del
jabón. En este caso suelen utilizarse aceites con propiedades terapéuticas para nuestro
jabón, como aceite de jojoba, de rosa mosqueta o de aguacate.

Así, por ejemplo, para una piel más sensible o con una necesidad extra de hidratación
añadimos un mayor concentrado de sobre-engrasado y al contrario para una piel grasa.
No es imprescindible para elaborar jabón incorporar siempre un sobre-engrasado.
Si vas a optar por un sobre-engrasado debe reflejarse en los cálculos de sosa y agua. En
este caso, en vez de añadir un exceso de agua a los cálculos se lo restamos a la cantidad
total de sosa que necesitaremos de la siguiente manera:

Cantidad sosa – (% Sobre-engrasado x Cantidad de Sosa)

Siguiendo con el ejemplo anterior: 66,8gr de Sosa – (5% x 66,8)= 63,46gr de Sosa
(aplicando un 5% de sobre-engrasado)
Ahora que ya sabemos las cantidades de aceite de partida y la sosa calculada,
necesitamos conocer el agua que necesita nuestro jabón.

Como calcular la cantidad de agua para el jabón


Fijamos en la fórmula el valor de concentración de lejía sabiendo que el agua que
necesitamos está entre un 30% y un 40% de los aceites utilizados.

Siguiendo el mismo ejemplo, para un 28% de concentración de lejía:

Gr. Agua= (gr Sosa/ concentración lejía) – gr sosa

Gr Agua= (63,46 /0,28) – 63,46

Gr Agua= 163,18 gr

Aceites para hacer jabones


Puedes elegir entre una amplia gama de aceites para elaborar tus jabones
naturales. Habitualmente en la fabricación del jabón se combinan aceites sólidos
(mantecas) o líquidos a temperatura ambiente, en una relación 60% – 40%
respectivamente. Los aceites sólidos más habituales son el aceite de coco, babasú,
manteca de karité o cacao. Estas mantecas estarán sólidas a temperaturas inferiores a 26
grados. En el verano, con temperaturas medias superiores, se vuelven líquidas. También
puedes utilizar grasas animales como la manteca de cerdo, pero su uso es menos
frecuente en la actualidad, ya que todos estamos muy concienciados con el sufrimiento
animal. Cuando hablamos de aceites líquidos son frecuentes, el aceite de oliva, ricino,
almendras dulces, aguacate…etc.

Cada aceite o combinación de estos aporta unas características de dureza, limpieza o


burbujas a nuestros jabones naturales y distintas propiedades a nuestra piel. Por
ejemplo:

Aceite de Coco Genera jabones naturales con mucha burbuja, que limpian en profundidad. Es el aceite que acompaña al
casos.

El tipo de pastilla será dura y blanca. No se recomienda un jabón hecho al 100% porque en grandes cant
nuestra piel.

Aceite de Oliva Es un buen hidratante y adecuado para pieles sensibles. Genera pastillas con poca espuma, pero ligeras y
dureza cuando cura.

Aceite de Ricino Crea jabones con mucha espuma, estable y de aspecto cremoso. Excelentes propiedades hidratantes. Las
Aceite de Palma Produce un jabón cremoso de pequeñas burbujas que limpia muy bien. Cuaja rápidamente y genera una

Aceite de Palmiste Propiedades similares al aceite de coco pero más suaves para la piel. Espuma abundante. Gran poder de

Manteca de Cerdo Pastilla de jabón blanca y de grandes burbujas. Produce un jabón muy duro.

Aceite de Aceite rico en proteínas. Alivia las pieles irritadas. Pastilla dura y una buena suavidad en la piel.
Almendras

Manteca de Karité Jabón duro de espuma estable y cremosa. Altas propiedades hidratantes.

Agua desmineralizada
El agua en los jabones tiene la función de disolver la sosa cáustica para formar la lejía,
es decir, es el medio donde se produce la saponificación. Es recomendable utilizar agua
desmineralizada porque a diferencia del agua corriente no contiene impurezas ni
tampoco minerales o sales que puedan intervenir en el proceso.

Colorantes para jabones naturales


Cómo utilizar colorantes para jabón
Para incorporar el pigmento a la traza del jabón podemos dispersar la cantidad
necesaria de pigmento en un poquito de aceite hasta disolverlo completamente. Lo
añades a la traza del jabón y mezclas batiendo hasta homogeneizar toda la coloración.
No debes añadir el pigmento sin dispersar o tu jabón final aparecerá repleto de
motitas del color utilizado.

En el caso de los jabones naturales hay que tener en cuenta que la sosa cáustica con la
mezcla de jabón produce resultados impredecibles. Dentro de todas las variedades de
colorantes que tenemos los más adecuados para jabón de aceite serán:

Pigmentos minerales
Los pigmentos tienen la misma estructura que los minerales que se encuentran en la
tierra, pero carecen de metales pesados, por lo que son aptos para aplicaciones
cosméticas. A diferencia del resto de colorantes, son insolubles en el medio que se
aplican y colorean por dispersión. No migran en el jabón y no sufren variaciones de
color durante el proceso de curado.

Los pigmentos coloreados están representados por tres grupos principalmente: óxidos
de hierro (negro, rojo y amarillo), óxidos de cromo (verde) y ultramarinos (violeta,
azul). También puedes encontrar pigmentos blancos como el dióxido de titanio y óxido
de zinc que mezclados con los anteriores en la traza de jabón permite obtener colores
pastel. En términos de estabilidad, calor y luz, los pigmentos inorgánicos son superiores
a los demás colorantes y por eso su uso está tan recomendado en elaboraciones caseras
de jabón de aceite.
Colorantes pigmentos líquidos para jabón de aceite
Son pigmentos orgánicos ya dispersos de muy fácil aplicación. A diferencia de los
pigmentos minerales, hay disponible una amplia paleta de colores vibrantes. Al
tratarse de pigmentos colorean por dispersión en el medio y toleran muy bien los pH
alcalinos, lo que les convierte en una alternativa excelente para colorear jabones de
aceite. La manera de utilizarlos es añadiéndolos directamente a la traza del jabón y
ayudándonos de una batidora mezclaremos hasta romper la partícula. Así
conseguiremos más intensidad de color.

Micas y purpurinas cosméticas


Las micas y purpurinas cosméticas pueden utilizarse en jabones para aportar más brillo
o algún efecto (iridiscente o nacarado) a tu jabón.

Puedes añadirlas a la traza o espolvorearlas sobre la superficie para decorar tu jabón.


Tanto las micas como los nacarantes se consideran pigmentos inorgánicos y por tanto en
términos de estabilidad al calor y la luz ofrecen buenos resultados. Siempre es
aconsejable dispersarlas en una pequeña cantidad de aceite y no añadirlas directamente
a la traza del jabón.

Existen otras alternativas de coloración: colorantes naturales, colorantes en polvo y


colorantes concentrados hidrosolubles. Ninguno de ellos son tan recomendables como
los anteriores porque sometidos a la alcalinidad del jabón provocan que sus
coloraciones migren, es decir, el color más fuerte migrará y se “comerá” al color más
débil. Son muy inestables y tienden a desvanecerse en la traza. Resulta siempre más
seguro utilizar pigmentos.

Productos de herbolario
Si eres un amante de lo natural puedes utilizar incorporar plantas secas o especias para aportar coloración
a tu jabón. Eso sí serán menos estables que los pigmentos orgánicos e inorgánicos. Especias como canela,
cacao, pimentón o curry en polvo, raíces naturales como la jengibre y arcillas naturales o tés. Se añaden
al punto de traza y mezclas hasta que se integre por completo.

Es importantes saber…

 El jabón natural tendrá un aspecto más oscuro en el recipiente que cuando haya oscurecido.
 Un exceso de colorante puede provocar que el jabón natural llegue a manchar.
 Ten en cuenta el tipo de aceites que has escogido para su elaboración porque afectarán a la
coloración de la traza. Es el caso del aceite de palma virgen, el aceite de karité…
 En trazas claras (blanquecinas) los colores resultantes en tu jabón serán los de nuestro catálogo.
Sin embargo si utilizas aceites oscuros como el de borraja o zanahoria los colores sufrirán
variaciones.

Aromas para los jabones


Podemos perfumar nuestro jabón natural de aceite incorporando esencias aromáticas, aceites esenciales o
contratipos.
Esencias para jabones
Las esencia aromáticas son preparados perfumados que contienen productos naturales y de síntesis y que
son aptos para utilizar en jabones, cremas o velas. Gran Velada cuenta con un amplio catálogo y el
empleo de una u otras dependerá del tipo de olor que buscas para tu jabón. Es importante tener en cuenta
que algunas esencias aromáticas contienen vainillina y pueden amarronar (oscurecer) tu resultado final en
esencias aromáticas como la de vainilla o natillas. Los contratipos son esencias aromáticas en
consonancia olfativa con perfumes muy conocidos. Están compuesto de sustancias naturales y sintéticas.
Se utilizan de la misma manera que los anteriores en la elaboración de jabón.

Aceites esenciales para jabones naturales


Son aceites volátiles que dan una fragancia distintiva a una planta, flor o fruto. Son productos 100%
naturales.

Estos aceites no solo son útiles para aromatizar nuestro jabón casero, sino que también le aportarán
propiedades. Por ejemplo, el aceite esencial de árbol de té posee un alto poder antibacteriano y
antimicótico, por lo que puede resultar muy útil en la elaboración de jabones para reducir inflamaciones,
aliviar dolores o mitigar picores e irritaciones de nuestra piel.

¿ Como añadir perfume a tu jabón de


aceite?
Tanto los aceites esenciales, esencias aromáticas como contratipos se añaden a la traza del jabón. Se
incorpora la cantidad deseada y se mezcla con una cuchara o batidora de acero inoxidable hasta que se
integre por completo. Las cantidades orientativas de uso dependerán en gran parte del agente perfumante
en cuestión. Podemos tener por referencia un 1%, aunque para aumentar las dosis es mejor revisar el
Certificado IFRA (Apartado 9A) que delimita por legislación la cantidad máxima de cada una de ellas en
determinados usos.

A la hora de saber como hacer jabones


naturales es importante saber..
En los jabones de aceite es importante mencionar que hemos detectado que aquellas esencias o aceites
esenciales que contienen geraniol y eugenol aceleran la traza y la endurece muy rápidamente.
Recomendamos que se hagan pequeñas pruebas de cada fragancia antes de usarla agregando 10 gotas
en 50 gr de la traza de jabón y observar la reacción que se produce. Aquellas que aceleran el solidificado
es mejor evitarlas o puedes echar a perder toda la elaboración al completo. También puede suceder el
caso contrario y que una esencia o aceite esencial licue tu traza. En este caso no hay tal inconveniente
porque sólo necesitarás de un poquito más de tiempo para tener a punto la traza de tu jabón.

Conservantes para jabones artesanales


La proliferación de bacterias, hongos y levaduras se producen en mayor medida cuando existe agua y es
más probable en medios ácidos/neutros que básicos. Los jabones, tras la saponificación y el proceso de
curado, pierden una parte importante de agua y su valor de pH es próximo a 9 (básico). Por tanto, los
jabones caseros de aceite no son muy susceptibles de contaminación y no es imprescindible el uso de
conservantes antimicrobianos en tu elaboración.

Existen otro tipo de conservantes que son los antioxidantes que preservan las grasas de su
enranciamiento (oxidación de los componentes grasos) por efecto del calor, la luz o impurezas. Evitan la
aparición de olores y colores indeseables, asegurando la eficacia y seguridad del producto. Algunas de las
sustancias antioxidantes más utilizadas en la elaboración de jabones son la vitamina E-tocoferol o el
ácido ascórbico, aunque existen aceites vegetales con un alto contenido en vitamina E natural como el
aceite de girasol o germen de trigo que incluidos en la fórmula podrían sustituir a los anteriores.

¿ Cómo se utilizan? Se añaden al final de la elaboración, en la traza del jabón junto al colorante y la
esencia, antes de verter en el molde.

Aditivos naturales para jabón


Para enriquecer los jabones también puedes incorporar aditivos naturales. Hay una gran variedad: leches,
hidrolatos, arcillas, partículas exfoliantes o productos naturales como la miel, el chocolate, el café o el té
verde. De esta forma conseguirás llenarlos de propiedades beneficiosas para tu piel.

Por ejemplo, la leche puede ser de cabra o de burra. Aporta nutrición, hidratación y elasticidad a la piel.
Rica en proteínas lácteas, vitaminas A, E, Calcio y Minerales. Puede usarse sustituyendo total o
parcialmente al agua (congelar antes de poner la sosa), o en polvo añadida a la traza. En este enlace
podrás ver cómo hacer un jabón de leche de burra, un ingrediente que ya usaba Cleopatra para lucir
una piel espectacular.

Si quieres productos naturales que tengas por casa la miel y el té verde son dos buenas
opciones. La miel es muy nutritiva, mientras que el té verde es un poderoso antioxidante que
frena la aparición de las arrugas. Echa un vistazo a estos dos post y verás Cómo hacer jabón
casero con miel natural y Cómo hacer jabón natural de té verde.

Materiales para hacer jabones naturales


A la hora de hacer jabones naturales en casa es importante contar con una serie de materiales y
herramientas que harán facilitarán la labor. Aquí va una lista de los materiales que no pueden faltar.
Recuerda que si necesitas hacerte con alguno de ellos los encontrarás en la tienda online de Gran Velada.

 Guantes, gafas y mascarilla, como elementos de seguridad.


 Balanza de cocina, cuanta más precisión tenga mejor para poder pesar exactamente la cantidad
de sosa, agua y aceites.
 Cazos de suficiente capacidad para las cantidades de jabón que pensamos elaborar. El cazo deber
ser de acero, ya que de no ser así la lejía puede corroerlo.
 Termómetros: uno que nos permitirá medir la temperatura de la lejía y otro para los aceites.
Puedes utilizar termómetros de vidrio o más profesionales, siempre que cumpla la premisa de ser
capaz de medir hasta los 90ºC.
 Utensilios para remover y mezclar: espátulas, cucharas, varillas de acero inoxidable y una
batidora con el extremo de acero inoxidable. Cuando la utilices no olvides comenzar a velocidad
mínima para evitar salpicaduras.
 Cuchillos o cortadores de jabón
 Manta o toalla para abrigar el jabón una vez terminado.

Los materiales que se utilizan para hacer jabón es importante dedicarlos en exclusiva para este fin.
Después no se pueden utilizar para manipular alimentos.

Moldes para hacer jabón


En este listado de materiales tampoco puede faltar un buen molde. Aunque en la elaboración de jabones
naturales se tiende a hacer principalmente jabones en barra, lo cierto es que también podemos crear
jabones en figuras y formas originales como si de un jabón de glicerina se tratase. Para este caso, los
mejores son los moldes de silicona, como los que encontrarás en la tienda online de Gran Velada.

Si buscas las tradiciones pastillas de jabón en barra, puedes optar por moldes de silicona o moldes de
madera. La ventaja de los moldes de silicona es que no necesitan desmoldante, ya que el jabón se extrae
muy bien. Mientras, los moldes de madera son ideales para la fabricación de nuestros jabones naturales en
barra. No debe añadirse la traza del jabón directamente al molde, antes hay que cubrir con papel de
estraza o de horno. Así evitarás que se pegue el jabón a las paredes.

Medidas de seguridad para hacer jabón casero

Cuando nos planteamos como hacer jabones naturales es imprescindible el uso de guantes y gafas de
seguridad durante todo el proceso de manipulación y es recomendable no llevar zonas de nuestro cuerpo
al descubierto cuando fabriquemos jabón. Cualquier salpicadura de la lejía puede causar quemaduras en
nuestra piel. Un consejo a tener en cuenta es que la sosa cáustica y la potasa son higroscópicos, es decir
captan la humedad del ambiente y sus perlas se apelmazan entre sí. Para evitar que ocurra esto guarda
siempre la sosa o potasa en un recipiente hermético y cuando lo uses, no lo expongas demasiado tiempo al
aire. Por seguridad guarda el producto que te sobre en un estante o armario alejado del alcance de niños o
personas que desconozcan su uso.

A continuación te dejamos algunos ejemplos de jabones naturales. Esperamos que te animes a hacer tus
propias elaboraciones.

Ingredientes para hacer jabones naturales


Los productos y materiales que necesitas para hacer jabones naturales los encontrarás en la tienda online
Gran Velada:

Álcali (Sosa o Potasa Caustica)


Es el primer elemento a la hora de fabricar jabones naturales y uno de los ingredientes más importantes.
Sin el Álcali, la saponificación no sería posible. Existen en internet muchos post que hablan de hacer
jabón sin sosa cáustica, esto es posible en nivel muy avanzado. De hecho, conocemos clientes que hacen
su propia lejía mezclando cenizas de ciertos árboles, con agua. Respecto a la Saponaria, se podría hacer
un jabón líquido muy sencillo.

La sosa cáustica es indispensable cuando queremos fabricar jabones sólidos. Mientras, la potasa es más
apropiada para la fabricación de jabones líquidos artesanales. Ambos elementos se han utilizado toda la
vida en la fabricación de jabones y, con las medidas de seguridad que más adelante os explicaremos, se
pueden usar sin problema.

También podría gustarte