Ensayo Trabajo Infantil

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Universidad Fidélitas

Contaduría Pública

AN-590 Derecho Laboral

Ensayo Final

Tema:

“Trabajo remunerado en menores de edad”

Lic. Rafael Gutiérrez Porras.

Estudiantes:

Magdalena Marín Serrano.

José David Hidalgo Garro.

Fecha de entrega:

24 de Junio 2019

Grupo: 03

II CUATRIMESTRE 2019
Trabajo remunerado en personas menores de edad

Para algunas personas de nuestra generación quizás les parezca poco común este
tema debido a que, gracias al esfuerzo de nuestros padres, no tuvimos la necesidad
de laborar desde temprana edad para ganarnos el sustento diario. Sin embargo,
este no es un caso que se pueda generalizar a nivel nacional. A continuación se
entrará en detalle respecto al denominado Trabajo Infantil, iniciando por un breve
contexto histórico, seguido por la situación del país y el porqué de la misma. Más
adelante se abarcará el papel que cumple el gobierno, las leyes relacionadas al
mismo y algunas estadísticas que muestran la realidad del país respecto al tema.
En la temática del “trabajo infantil” y todos los temas que se ven afectados por el
mismo; acaso ¿Está Costa Rica bien direccionado?

Contexto histórico

El trabajo infantil no es un fenómeno nuevo por analizar, puesto que ha existido en


todos los lugares del mundo desde tiempos lejanos. Los inicios del trabajo infantil
como un “problema” se remontan a la época de la revolución industrial durante el
año 1860, donde se estimaba que en Inglaterra un 50% de los niños entre 5 y 15
años de edad eran trabajadores. Fue hasta el año 1919 que se iniciaron los
esfuerzos por atender este problema a nivel global, cuando la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) adoptó medidas para eliminarlo. Desde entonces se
han creado acuerdos legales y se han realizado convenciones internacionales con
el fin de erradicar este tipo de trabajos, sin embargo, el trabajo infantil sigue latente
en la actualidad. Cabe recalcar entre los esfuerzos del OIT, la creación del
Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) en el año
1992. Dicho programa tiene el fin de ayudar a fortalecer las políticas de erradicación
y prevención de estos trabajos en más de 80 países. Además en el año 1998 se
crea el Programa de Información Estadística y de Seguimiento en Materia de
Trabajo Infantil (SIMPOC) con la finalidad de encontrar métodos para la medición
del trabajo infantil, pudiendo así obtener datos más precisos de este problema y
combatirlo de la mejor forma. Para el año 2000 la OIT calcula que en América Latina
al menos 1 de cada 5 menores trabaja, considerando que un 50% de esa mano de
obra infantil no recibe remuneración y la que si la recibe se encuentra debajo del
salario mínimo.

Por otra parte, existen gran cantidad de formas de trabajo a realizar por los menores
entre las cuales las hay difíciles y exigentes (inclusive poco éticas), como también
hay tareas que no han de clasificarse como trabajo infantil por eliminar. Un ejemplo
claro de esto es la ayuda que se presta en el hogar, en un negocio familiar o durante
vacaciones si se quiere ganar un dinero extra. Este tipo de actividades son
provechosas para el desarrollo de las y los menores y el bienestar de la familia,
pues les proporcionan calificaciones y experiencia, y además les ayudan a
prepararse para ser miembros productivos de la sociedad en la edad adulta (OIT-
IPEC, 2011). Lo anterior nos hace preguntarnos entonces, ¿cuándo es un problema
el trabajo infantil? El término “trabajo infantil” se refiere a algo diferente a lo anterior,
según la Organización Internacional del Trabajo en sus convenios 138 y 182 lo
define como:

“Actividad que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es


perjudicial para su desarrollo físico y psicológico.” (OIT-IPEC, 2011)

Por lo tanto, cuando calificar o no de “trabajo infantil” a una actividad en específico


dependerá exclusivamente de la edad del niño, el tipo de trabajo a realizar, las horas
que deberá laborar y las condiciones en que se realizará el trabajo. Siendo clave el
no interferir con la escolarización del menor.

Trabajo infantil en Costa Rica

Una vez descrito el contexto histórico del trabajo infantil, así como su definición y
limitaciones, se aterrizará el caso a nuestro país en particular y la manera en que el
país lucha contra el mismo.

Según los convenios 138 y 182 de la OIT, cada país debe velar por la erradicación
del trabajo infantil y procurar que sean respetados los derechos de todos los
menores de edad. En Costa Rica no se ha logrado cumplir esta normativa
completamente, ya que vemos a menores de edad laborando en mercados, en
casas, en agricultura, pidiendo limosnas, vendiendo drogas e inclusive hasta su
cuerpo; con lo que ponen en peligro su integridad física y sus vidas. Lo que nos
hace preguntarnos ¿Qué nos ha llevado a esta situación?

La realidad económica y social que vive el país impulsa a los niños, niñas y
adolescentes provenientes de familias pobres a trabajar para mantenerse a sí
mismos y complementar el ingreso económico de su hogar. Además los
adolescentes trabajadores al no contar con una preparación técnica o profesional
conforme con el perfil tecnológico y las exigencias del mercado de trabajo, se ven
obligados a desempeñarse en cualquier tipo de actividad, muchas veces aceptando
condiciones inadecuadas, ambientes peligrosos, largas jornadas laborales con
salarios bajos y en horarios que provocan que la mayoría de ellos abandonen el
sistema educativo formal; situación que les impide el desarrollo correcto de su
proyecto de vida al ver limitadas las posibilidades para lograrlo. Con respecto a éste
tipo de ocupaciones se advierte entonces, que las ocupaciones no calificadas son
mayoritariamente rurales y realizadas por los niños y niñas de menor edad; mientras
que las ventas locales y servicios personales tienen un carácter más urbano y
concentra con mayor fuerza a las niñas y adolescentes mujeres.

Otro causante de la inserción al trabajo infantil es la violencia y el maltrato


intrafamiliar al que se ven sometidos muchos menores a diario. Se puede presentar
de diferentes formas, desde buscar responsabilizarles por los gastos que implican
en el hogar hasta tratarlos de “tontos” o “inútiles” cuando no realizan alguna
asignación escolar de manera correcta, con lo que generan desmotivación a tal
punto que los empujan fuera del sistema educativo y los impulsan a trabajar antes
de culminar sus estudios de primaria o secundaria. Esta humillación y abuso dentro
de la misma familia genera un bloqueo en el desarrollo de los y las menores y los
somete a condiciones miserables, casi condenándolos a una perpetua pobreza.

Además, es importante tener en cuenta el fenómeno cultural que va de la mano con


el trabajo infantil. Dicho fenómeno se basa en la creencia de que con la ayuda del
trabajo los niños logran formar su carácter, se alejan de las drogas y se vuelven
personas responsables y esforzadas; lo cual es realmente cierto ya que se inculca
el valor del esfuerzo por conseguir sus metas y se adquiere el entendimiento de lo
que cuestan las cosas, sin embargo, se ha de tener mucho cuidado en no alejar a
los niños de la educación para que trabajen más o ponerles cargas de trabajado
más allá de sus capacidades ya que se estará truncando su desarrollo integral y su
preparación para el futuro.

Papel del gobierno

Como parte de su labor, el estado costarricense intenta mitigar esta problemática


mencionada amparando a los menores con algunas normas que buscan su
protección, con la única salvedad de que el menor debe ser mayor a los 15 años de
edad ya que es el límite designado en el país para poder laborar legalmente.

Antes de mencionar algunas de estas leyes y sus alcances es importante aclarar


que dentro del trabajo infantil existen tareas muy diversas, por lo cual la clasificación
de dichos trabajos se vuelve un problema complejo; no obstante, se pueden
distinguir algunas tipologías de trabajo infantil entre las que se encuentran las
diferencias por género y por la peligrosidad de la labor.

Al hablar de género se pueden señalar diferencias importantes relacionadas a los


roles que la sociedad ha atribuido al hombre y a la mujer. Como lo refleja la OIT-
IPEC (2003), cerca la mitad de la población infantil en América Latina se encuentra
laborando en el área agrícola, sector en el que muchas veces se manejan ideas
culturales como: “el trabajo duro fortalece el carácter”, “en el campo se forma el
hombre”, entre otras. Estas ideas pueden desalentar el que los varones se dediquen
a tareas menos exigentes físicamente como lo es el estudio académico o el
desarrollo intelectual, que serían vistas como labores “delicadas” y poco
“masculinas”.

Por otra parte, se encuentra el rol de la niña adolescente que se dedica a los oficios
domésticos. Este es un rol del cual se tiene menos información, ya que normalmente
se mantiene oculto ya sea entre las mismas casas de familiares o de terceros. Aquí
nos encontramos con un argumento muy trillado, el cual señala que en la mayoría
de ocasiones a estas niñas no se les da un salario ya que ellas se están
“preparando” o son “aprendices” por lo cual no deben obtener un sueldo por dichas
labores. A lo anterior se le suma el problema de ser una labor de 24 horas si se
labora en la misma casa donde viven, con lo cual se pierde la posibilidad de recibir
educación casi al 100%.

Según lo mencionado, la segunda clasificación se hace con base a la peligrosidad


de la labor o la afectación que podría sufrir el menor en la actividad. Como se señala
en el artículo 3 del Convenio 182 de la OIT, se abarcan categorías como:

 Esclavitud, venta y tráfico de niños, servidumbre.


 Oferta de niños para la prostitución o actuaciones pornográficas
 Reclutamiento para realización de actividades ilícitas
 Trabajos que tengan alta probabilidad de daño de salud o moralidad de los
niños.

Hay estudios que contabilizan las tareas domésticas cómo una forma de empleo no
remunerado, aunque se trate de la propia casa del niño, niña o adolescente. Esto
ya que señala que en algunas familias se labora en horarios prolongados, se ven
expuestos a sobre esfuerzos físicos o a materiales peligrosos como también a
lugares insalubres. A éste tipo de “trabajo” se le denomina producción no
económica. La cantidad de horas dedicadas a la realización de tareas domésticas
en el propio hogar es una variable importante en el análisis de esta actividad. Junto
con otras variables, la jornada dedicada determina el límite donde se convierte a
esta actividad en un trabajo peligroso. En Costa Rica, se ha definido que es de 14
horas semanales (2 horas diarias); es decir, se consideran trabajo peligroso, por lo
tanto, son prohibidas las tareas domésticas realizadas en el propio hogar por niños,
niño y adolescente durante 14 horas o más a la semana.

Siguiendo adelante con las normativas vigentes en el país, es importante mencionar


que el Ministerio de Trabajo en conjunto con otras entidades gubernamentales ha
establecido ciertas normas que se deben cumplir para que una persona menor de
edad pueda ser contratada.

La ley 7739: Código de la Niñez y la Adolescencia, Capítulo VII: Régimen Especial


de Protección al Adolescente Trabajador en su artículo 86 establece que las
personas adolescentes, a partir de los quince años, con su plena capacidad laboral,
individual y colectiva, pueden celebrar actos y contratos relacionados con su
actividad laboral y económica para demandar, ante las autoridades administrativas
y judiciales, el cumplimiento de las normas jurídicas referentes a su actividad, y es
importante mencionar que estas personas no necesitan algún tipo de autorización
escrita de los padres o encargados para poder firmar un contrato, o bien laborar.

Según la Ley, la autorización debe ser tramitada por el menor de edad, quien está
obligado a presentar dicho documento ante el empleador. Asimismo, las empresas
deben exigir este permiso, en caso de que requieran de los servicios de un menor
de edad. Esto significa que las empresas que necesiten este tipo de personal para
el desarrollo de algunas de sus actividades, no podrán emplear a quienes no tengan
el permiso oficial, por escrito, se expone a recibir una sanción por violación de las
normas legales. La autorización la obtiene el menor diligenciando, un formulario
suministrado por el Ministerio de Trabajo, a través del cual se solicita la concesión
del permiso, adjuntando su registro civil. Este trámite tiene que hacerlo directamente
la persona que necesita la autorización.

Si se abarca desde otro punto de vista, debemos recordar que en Costa Rica es
prohibido el trabajo para las personas menores de 15 años edad y cualquier persona
enterada de algún caso donde exista la presencia de alguna persona menor a
quince años laborando, puede realizar una denuncia que posteriormente estarían
obligando al empleador al despido de la persona con responsabilidad patronal, de
no ser así podría verse sancionado con una multa económica.

Cuando se escucha sobre trabajo en personas adolescentes es común pensar que


existen tratos o derechos diferentes a los que tiene un trabajador normal, pero la
persona adolecente trabajadora goza de los mismos derechos que cualquier otro
trabajador, como por ejemplo el pago de vacaciones, aguinaldo, también los
empleadores están obligados a incluirlos dentro de la planilla de la CCSS, además
de que están anuentes a apagarles el salario mínimo, es de suma importancia
suministrarles una póliza de riesgo de trabajo que les proteja sobre cualquier
accidente laboral. Si el empleador no afilia al menor al sistema de seguridad social,
pensiones, salud y riesgos profesionales, está obligado a prestar los servicios del
caso, por su propia cuenta.

Cabe destacar que para las personas adolecentes trabajadoras existe un horario ya
establecido, esto es un aspecto de suma importancia se tuvo trato de lograr una
protección hacia las personas adolecentes, ya que al realizarlo se tuvo en cuenta
que se tenía que equilibrar las jornadas de trabajo con las de educación, para que
no existiese algún tipo de inconveniente en el cual, la persona se vea afectada con
su horario de estudio, para el horario existe una jornada diurna de 6 horas diarias y
36 horas semanales, para la jornada mixta está prohibido sobrepasar las 10:00 pm,
y el horario nocturno no está autorizado. Estos horarios están establecidos y por
ningún tipo de situación se podrán modificar, por ejemplo en el horario nocturno las
personas menores de edad se podrían ver expuestas a su integridad dependiendo
del lugar de trabajo y por lo que siempre se busca el bienestar del adolecente.

No podemos olvidar que dentro de todo el ámbito laboral se dan diversas


situaciones particulares, en las cuales las personas presentan escenarios con
características para las cuales se deben considerar tratos diferentes, sin embargo
estas situaciones suelen darse muy poco, como por ejemplo:

Trabajo familiar, según el artículo 74 del código de la niñez y adolescencia se


entiende que en estas situaciones las personas adolescentes se consideran
personas indispensables para el funcionamiento del mismo, se deduce que los
ingresos en su totalidad se deben al esfuerzo de la familia y no puede tomarse de
carácter económico, por lo que no puede definirse como una relación laboral directa.

Trabajo propio, se define como trabajo propio toda aquella actividad con el fin de
generar ingresos económicos para la satisfacción de sus necesidades o bien de la
familia, en esta actividad no existe relación de subordinación obrero patronal, y por
lo que los horarios están a su propio criterio, y los adolescentes no pueden tener
algún problema con su asistencia en temas escolares. Es importante mencionar que
las municipalidades son las encargadas de realizar censos anuales de los menores
de edad que trabajan por cuenta propia, y están obligados a avisar al PANI si en
algunos de los casos el adolecente por el trabajo tiene incidencia en su asistencia
o rendimiento.

Adolescentes trabajadoras casadas, en Costa Rica según lo indica el Código Civil y


el Código de la Familia aquella persona menor de edad que sea casada
válidamente, automáticamente es considerada una persona mayor edad, por lo que
según el Ministerio de Trabajo, en temas de contrato de trabajo también tendrán los
mismos efectos como si se tratase de alguna persona mayor de edad, pero al igual
si la persona se ve con problemas de asistencia a algún centro de estudio es válido
que se aplique el régimen de protección del trabajo adolecente.

Adolecentes trabajadoras embarazadas, según lo indica el artículo 93 del código de


la niñez y la Adolescencia, está completamente prohibido para los patronos
discriminar a las adolescentes embarazadas o en el periodo de lactancia. En el
artículo 50 del Código de la Niñez y la adolescencia se expone textualmente.

“Los Centros públicos de salud darán a la niña o la adolecente embarazada los


servicios de información materno-infantil, el control médico durante el embarazo
para ella y el nasciturus, la atención medica del parto y, en caso de que sea
necesario, los alimentos para completar su dieta y la del niño o niña durante el
periodo de lactancia. Las niñas adolescentes embarazadas tendrán derecho a
recibir un trato digno y respetuoso en los servicios de salud, particularmente en la
atención médica u hospitalaria. En situaciones especiales de peligro para la salud
o la del nasciturus tendrá derecho a atención de preferencia” (IPEC, 2012)

Además del artículo 89, donde se explica que las personas adolecentes deberán
tener una capacitación adecuada a sus condiciones de persona en desarrollo.

Por otra parte, a las personas adolecentes se les prohíbe trabajar en lugares
insalubres y peligrosos, o lugares donde se encuentre presente bebidas alcohólicas.
Existen ciertas actividades que se encuentran prohibidas realizar por un adolecente
como, por ejemplo: bares, discotecas, minas, lugares donde se manejen productos
químicos, manejo de maquinaria pesada etc.
Otro punto importante es que el trabajador menor de edad no pierda su tiempo
necesario para la educación, el patrono debe facilitar todas las medidas necesarias
para que el joven pueda cumplir con su tarea como trabajador y como estudiante de
la manera más parcial posible. La educación se convierte en un elemento
fundamental para que el adolescente adquiera conocimientos indispensables que le
ayuden a para estimular las características del proceso de desarrollo de esta etapa,
así como de su pensamiento, sentimientos, creencias, mitos, entre otros. No
obstante, el trabajo interfiere en la educación del adolescente al absorber tiempo
para asistir a clases y exigirle un alto consumo de energía, sin olvidar también que
puede verse expuesto a traumas o accidentes. En caso de que el patrono no acepte
o niegue éstos derechos al trabajador se expone a multas o inclusive denuncias, las
cuales deben presentarse en la OATIA (Oficina de Atención y Erradicación del
Trabajo Infantil y Protección de la Persona Adolescente Trabajadora).

Cuando se trata de una persona menor de edad la que se encuentra laborando para
alguna empresa, el Estado es realmente quisquilloso a la hora de que éste joven
trabajador sea despedido, con responsabilidad patronal o no, es deber del patrono
notificar su decisión a la Inspección de Trabajo para que en un lapso de 8 días
naturales se revise el caso y se determine si dicha acción de despido procede o no.
Además, ése mismo tiempo será brindado al adolescente para que se le brinde el
asesoramiento necesario correspondiente a sus derechos indemnizatorios. Hasta
que no haya respuesta por parte de la Inspección de Trabajo el patrono no podrá
hacer efectivo el despido, por lo tanto el joven deberá mantenerse en su puesto de
trabajo. Si es el caso de que el patrono hace caso omiso a éstas especificaciones
el adolescente trabajador puede acudir al Ministerio de Trabajo para que: o se le
paguen sus prestaciones o bien para que se le re incorpore a su puesto de trabajo.

Aquí se da una pequeña controversia, ya que por un lado se propone la erradicación


total de cualquier tipo de trabajo en las personas menores de edad y, por otro lado,
el país dentro de su legislación promueve esta práctica. Así mismo, en materia de
políticas sociales del sector laboral no se evalúa adecuadamente si los programas
y proyectos están llegando realmente a las poblaciones más pobres que los
requieren.

Panorama actual

Es necesario, una vez expuesta la postura nacional, transmitir la realidad que se


vive actualmente. Se expondrán porcentajes reales obtenidos de la Encuesta de
Hogares de Propósitos Múltiples (EHPM) que realizó el Instituto Nacional de
Estadística y Censos (INEC) en el año 2002. Se incluyó en dicha encuesta un
módulo sobre trabajo infantil con el fin de obtener información de las actividades
realizadas por la población entre 5 y 17 años. Según los resultados de la encuesta,
en el año 2002 habían 1 113 987 personas entre 5 y 17 años. De esa cantidad de
personas un 10,2% trabajan. Se da una tasa de trabajo infantil para hombres de
14,3% y para mujeres de un 5,9%, una marcada diferencia. Además la incidencia
respecto a residencias rurales y urbanas es aún más marcada con un 15,5% para
zonas rurales contra un 5,9% para zonas urbanas. Se debe reconocer que estos no
se pueden tomar como datos finales, pues al darse estos trabajos infantiles en
lugares privados o de difícil acceso como fincas, talleres, lugares domésticos y
demás, se entiende que hay una tendencia al ocultamiento de dichos casos.

De los trabajadores infantiles un 43,3% estaban entre 5 y 15 años, lo cual es


alarmante ya que es un rango en el cual no es permitido el trabajo de menores de
edad y existen sanciones legales para las personas involucradas en dichos casos.
También 27,3% eran mujeres y 72,7% eran hombres, cabe mencionar que el
número de mujeres es muy bajo y esto se puede deber a que la mayoría de mujeres
realizan trabajos en el hogar, los cuales lastimosamente son los que se vuelven más
complicados determinar.

Podemos observar que a pesar de los esfuerzos internacionales, de los tratados, de


las normas, de las determinaciones por las organizaciones nacionales, y cualquier
otro ente de ayuda externa; ha sido imposible erradicar el trabajo infantil. Con lo
cual se debe rendir conciencia de la dirección que está tomando el país en torno al
futuro de nuestros hijos, para determinar mejores pautas o instar a una mejor
ejecución de las ya establecidas con el fin de mejorar la sociedad costarricense.
Con base a lo expuesto en este ensayo una buena parte de las personas
adolecentes trabajadoras como causa principal al verse obligados a laborar es el
bajo nivel económico, cualquier familia que esté pasando por alguna mala situación
económica lo primero que buscan es pensar que en sus miembros empiecen a
generar ingresos por lo que usualmente es lo que hacen, empezar a buscar empleo.

Muchas familias de zonas alejadas y de pocas fuentes de empleo se ven obligas a


poner a trabajar a sus hijos ya sean en campos de agricultura, ganadería, sin
embargo, es meramente para beneficio de la misma familia. Aunque en opinión
personal el trabajo en zonas agrícolas o ganaderas del país ya muchos padres
inculcan desde pequeños muchos valores y el llevarlos a trabajar ya sea al campo
o con ganadería lo toman más como una lección de vida, que nada es regalado y
hay que esforzarse por conseguir lo que uno quiere, también se inculcan como
tradiciones, que es una labor que lleva en la familia muchos años y tienen que seguir
con el legado por lo que desde pequeños los padres los empiezan a familiarizar con
el ambiente de trabajo. Estas situaciones anteriores no están tan apegado a la idea
de que trabajan por las necesidades económicas que puede verse una familia, a
como si existen casos de estos otros no. Las tareas domésticas son consideradas
como empleos no remunerados, mayoritariamente se presentan en mujeres,
además de que las empleadas en su mayoría son de escasos recursos o de poca
escolaridad, sin embargo, es uno de los trabajos más comunes.

Debido al trabajo infantil, las personas se ven cortadas en su etapa de niñez y


adolescencia, se ven obligados a vivir como personas adultas y pierden toda la
ilusión que poseen las personas de estas edades, por lo que el trabajo infantil se
considera como un riesgo para los mismos.

En Costa Rica se presenta mucha protección hacia las personas adolecentes, si


bien es cierto que después de los quince años una persona ya puede realizar la
firma de un contrato laboral, y sus derechos son básicamente los mismos existen
ciertas situaciones en las que es necesaria la intervención de la ley. En diferentes
trabajos no está autorizado la presencia de trabajadores adolecentes, algunas
distintas razones, una de las tantas en la que su propia seguridad o la de otras
personas dependan de la persona menor de edad, como en caso de las domesticas
que no se les permitirá dormir en su lugar de trabajo al final de todo lo que se busca
es que la persona no se vea expuesta a problemas con su seguridad o salud.

Un ejemplo de esto sería el momento en que se va a realizar un despido a una


persona adolecente, que es sumamente delicado, y existen procesos ya
establecidos donde se expone los pasos y especificaciones a seguir para proceder
al despido y no tener algún tipo de problema. Toda aquella entidad que no cumpla
los pasos a seguir la persona menor de edad esta en todo su derecho de acudir al
Ministerio de Trabajo a presentar formalmente se denuncia, para que
posteriormente se le den las soluciones pertinentes al caso.

Se presentan inspectores que son los encargados de examinar los distintos trabajos
si existen o no empleados adolecentes y si existen validar si se les está tratando
conforme a la ley, y de no ser así están en todo su deber de informarlo a los
Tribunales de Trabajo.

En gran parte de los puntos, se menciona la circunstancia de que la persona menor


de edad no puede verse en interferencia con sus horas de estudios, no debe de
existir alguna perdida de clases o de bajo rendimiento que se entienda que es causa
del trabajo. En estos casos la persona se ve expuesto desde manipular su horario
a conveniencia de no perder lecciones y el empleador la deberá de autorizar, o bien
de no ser así deberá de cambiar de trabajo.

En general, es una situación difícil de confrontar, ya que una de las partes más
importantes de la vida es la educación. Es un derecho de todas personas y es una
herramienta fundamental para que una persona pueda crecer en el ámbito personal,
por lo que es un acierto que se le de tanta importancia y respaldo a este tema. Es
seguro que se puede mejorar en temas de políticas, transmisión de información,
mejor vigilancia, mayor inclusión, mayores oportunidades y demás. Costa Rica ha
crecido en diferentes ámbitos a nivel país, sin embargo en la lucha social se ha
quedado estancado durante muchos años, se espera lograr conciencia y generar
un impulso de cambio en temas como el desarrollado en este trabajo.
Bibliografía

INEC. (2003). Estudio cualitativo sobre e trabajo infantil y adolescente en Costa


Rica. San José.

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Rica, Informe 2011. San José: Programa Internacional para la erradicación
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que hacer. Ginebra.

Organización Internacional del Trabajo. (2015). Convenios Internacionales. IPEC.

Rectores, C. N. (2011). Informe del Estado de la Nación. San José.

Trabajo, O. I. (2004). Síntesis de los resultados de la encuesta de trabajo infantil y


adolescencia en Costa Rica. San José.

UNA. (2012). Identifiación de personas menores de edad que laboran en espacios


públicos abiertos en el distrito central del cantón de Heredia y en las
instalaciones del CENADA en el distrito de Ulloa. Heredia.

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