Enfoque de La Resiliencia en El Trabajo Social
Enfoque de La Resiliencia en El Trabajo Social
Enfoque de La Resiliencia en El Trabajo Social
RESUMEN
El estudio de la capacidad de las personas para afrontar las adversidades, acuñado bajo
el término “resiliencia”, ha sido un camino tímidamente visibilizado en la práctica del
Trabajo Social.
Este artículo presenta una reflexión en torno a los encuentros y desencuentros del
enfoque de la resiliencia y la práctica predominante del Trabajo Social. Culmina con una
propuesta metodológica donde se complementa y enriquece la práctica del Trabajo
Social.
Introducción
El ejercicio del Trabajo social, la enseñanza y la investigación, nos conducen a
seguir rutas epistemológicas, teóricas y metodológicas que privilegian la
iluminación de las deficiencias que viven y perciben las personas. La atención
profesional del trabajo social retoma los recursos personales para enfrentar tales
deficiencias, y con ello atiende, en forma sucesiva, tanto la adversidad como los
resultados personales.
Si bien es cierto esto ha sido una práctica predominante, hemos querido compartir
atrás interrogantes en torno a lo que funciona bien, a los factores que hacen que la
persona, la familia, una comunidad se orienten a la búsqueda de alternativas de
crecimiento social, pese a las condiciones sociales de adversidad. Esto podría
permitir a nuestra profesión, ensayar caminos que le amplíen sus perspectivas de
cómo las personas afrontan la vida cotidiana en forma única y exclusiva,
partiendo de sus potencialidades.
Nos surgen básicamente dos interrogantes, entre otras, a las que pretendemos
dar respuesta en este articulo. Una de ellos se refiere a la identificación de los
puntos de encuentro de la resiliencia y el ejercicio del trabajo social. Y otra ligada
a la complementariedad de la resiliencia con el trabajo social.
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La esencia de la resiliencia remite a la capacidad de las personas para afrontar la
adversidad. Los esfuerzos investigativos iniciales (Woolin y Steven, 1993;
Vanistendal, 1994, Gordon y Kimberly, 1996, entre otros) pusieron el acento en
las características de la personalidad. Al respecto se destacan como cualidades el
optimismo, el espíritu aventurero, el coraje, la autocomprensión, el humor, la
capacidad de trabajar duro y la habilidad para relacionarse con otros. Bajo este
enfoque, se califica como resiliente, a la persona que posee y desarrolla estas
cualidades.
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tan reales como duraderos, aun individuo o grupo. Es un capullo alrededor de la
unidad familiar que sirve de almohadilla entre esta unidad y la sociedad.
Asimismo, la red es una metáfora que permite hablar de relaciones sociales,
aportando los atributos de contención, sostén, tejido, estructura, posibilidad de
crecimiento y fortaleza. El termino hace referencia a dos fenómenos diferentes;
por una parte a un grupo de interacciones espontáneas que pueden ser descritas
a un momento dad; y por parte, puede aplicarse a un intento de organizar esas
interacciones de un modo más formal, trazarles una frontera o un limite
poniéndoles un nombre y generándose así un nuevo nivel de complejidad, una
nueva dimensión, y una manera diferente de afrontar las adversidades presentes y
futuras.
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persona concebida como una amalgama de talentos y de recursos,
conceptualizados como fuerzas.
El eje de la acción del profesional son las aspiraciones de las personas, sus
familias o la comunidad. Se desprende de lo anterior, el papel de sujeto en la
intervención. La información que aporte la persona es significativa en la
interpretación de su relación con el entorno. El profesional recuadra su mundo y
se constituye en un soporte, en un apoyo más en la transformación de su
situación.
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funden, en particular cuando retoman y priorizan las fortalezas, aunque en
momentos diferentes, para atender la adversidad, y en otro tramo, cuando se
aspira a la construcción de valores como la solidaridad, la bondad, y la incesante
búsqueda de la armonía del ser humano con su entorno.
En este sentido, compartimos la idea que plantea Martínez (4) de hacer acopio a
las múltiples formas de aprehensión de la realidad, para un conocimiento válido y
objetivo. Retomamos la idea que se plantea sobre validez. Hacer alusión al
proceso que sigue un jurado para conocer a profundidad las situaciones sociales
en las que actúa una persona. En éste se valora la multiplicidad ante la búsqueda
de nuevos hallazgos.
De allí que no es posible asumir una perspectiva, en aras de omitir la otra; más
bien la búsqueda permanente de un conocimiento fiel y objetivo de nuestra
realidad en beneficio de la persona.
El apartado anterior pone de relieve las diferencias y los aspectos en común que
caracterizan la intervención del Trabajo Social. Ya sea que acentúe su acción en
el problema de las personas, o bien en las potencialidades. Uno de los aspectos
esenciales del trabajo social, es la necesaria intervención profesional en el
contexto social.
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Se parte de un “reencuadre” del valor de la persona ya que ésta adquiere
significado y sentido en función de sus potencialidades y fuerzas, y una
conceptualización de la adversidad como una posibilidad y reto. Asimismo, la
construcción del camino o caminos para el acercamiento alas personas en su
contexto, exige la identificación de las siguientes configuraciones metodológicas:
§ La primera de ellas tiene como propósito el descubrimiento del
afrontamiento de situaciones sociales significativas en un espacio físico
concreto.
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§ Promoción de la resiliencia. § Reconstrucción de situaciones
nuevas.
§ Ejecución de talleres, a partir de la
vivencia de los módulos.
§ Evaluación de la ejecución del
taller.
§ Compromisos del grupo.
§ Sostenibilidad y prolongación de la
reconstrucción
COMENTARIOS FINALES
El interrogante básico que guía este camino de acción es ¿Cómo ha hecho usted
para enfrentar las dificultades? Esto le otorga a la persona la capacidad de tomar
conciencia de los recursos y de las posibilidades que llevan al cambio. Al respecto
la persona participa de una construcción permanente de posibilidades, donde se
hacen y deshacen las opciones. Los problemas se conciben como reto y
posibilidad.
BIBLIOGRAFÍA
Literatura citada:
Badilla, Helena y Adela Sancho (1997). “Las experiencias de resiliencia como eje
para un trabajo social alternativo”. Tesis de Licenciatura. Costa Rica: Escuela de
Trabajo Social, Universidad de Costa Rica.
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Elkaïm, Mony y otros (1989). Las practicas dela Terapia de Red. España:
Editorial Gedisa. P.24.
Literatura consultada:
Badilla, Helena y Adela Sancho (1997). “Las experiencias de resiliencia como eje
para un trabajo social alternativo”. Tesis de Licenciatura. Costa Rica: Escuela de
Trabajo Social, Universidad de Costa Rica.
Elkaïm, Mony y otros (1989). Las practicas dela Terapia de Red. España:
Editorial Gedisa. P.24.