RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Dasné del Carmen Materano Graterol, Héctor Eduardo Cabrita Gamboa, Karelys Dayorla
García Azuaje, Karen Nailet García Azuaje y Luisa Del Rocío Isaza Vivas
Universidad Nacional Abierta
Octubre 13, de 2019

Notas de los autores

Unidad Curricular: Responsabilidad Social Empresarial, Facilitador: MSc. Danny

Bolívar, Autores: Dasné del Carmen Materano Graterol, Héctor Eduardo Cabrita Gamboa
Karelys Dayorla García Azuaje, Karen Nailet García Azuaje y Luisa del Rocío Isaza Vivas,
Maestría en Administración de Negocios, Universidad Nacional Abierta
La correspondencia relacionada con este ensayo deberá ser enviada a Héctor Eduardo
Cabrita Gamboa, Universidad Nacional Abierta, Centro Local Trujillo Av. Cuatricentenaria
(Frente al Bloque del INAVI), La Vega, Trujillo, Estado Trujillo
Contactos: [email protected], [email protected],
[email protected]; [email protected], [email protected].
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

En la actualidad la R.S.E. a nivel internacional, las empresas se centran en realizar acciones

en beneficio para la sociedad, donde deben implementar estrategias éticas y responsables con
sus diferentes grupos de interés: socios, capital humano, clientes, comunidad, proveedores,
autoridades gubernamentales y organismos.

Es de resaltar que se avanza en la estrategia europea para el impulso de la responsabilidad

social, por el momento tienen un reto de adaptarse a la Directiva sobre la divulgación de
información no financiera, adoptada por el Consejo Europeo. Algunos países deben trasponer
dicha directiva en el que se exige a las grandes empresas a aumentar la transparencia y el
rendimiento de las empresas en materia social y ambiental, reportar por tanto, su información no
financiera. Por ejemplo Dinamarca y Eslovaquia han hecho ya sus deberes y han llevado a cabo
la integración de esta directiva en sus correspondientes marcos legales. Otro lado, Alemania,
Grecia, Islandia y Lituania tienen un borrador y Holanda y Reino Unido están en proceso de
asumirla y para ello han llevado a cabo una consulta pública sobre la trasposición.

Es fundamental establecer una herramienta que permita calcular habitualmente los esfuerzos
de la organización a favor de la generación de valor económico, valor social y valor ambiental,
de tal manera que se pueda hacer control y gerencia de la RSE. No pueden existir planes de
responsabilidad social si no hay conocimiento, apropiación, dominio de la misma; no se puede
ejercer una gerencia eficiente si no se tiene una política definida sobre la RSE que permita
encauzar la administración.

En el caso de América Latina (AL) y particularmente en México, la RSE también ha tenido

una evolución constante. De acuerdo a Canessa y García (2005), los primeros acercamientos que
se dieron en AL se realizaron por la Asociación de Reguladores Cristianos y el Instituto Ethos en
Brasil en 1965, en Perú con la estrategia denominada Perú 2021, Acción RSE en Chile y
FUNDEMAS en El Salvador en el año 2000, en México con el Centro Mexicano para la
Filantropía (CEMEFI) en 1992, y consolidándose a través de redes internacionales como el caso
de Forum Empresa donde participan algunas organizaciones ya mencionadas.

Debemos acotar que en América latina, se ha visto que la prioridad en cuanto a la R.S.E. no
es igual a la de Europa o Estados Unidos, ya que los asuntos laborales no están suficientemente
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

tratados por la mayoría de las legislaciones nacionales (comparados con Europa) por lo que se
convierten en un tema prioritario. Es decir que existen asuntos que son comunes a todo el mundo
como el medioambiente, derechos humanos, trabajo infantil y forzado y condiciones laborales
mínimas, ya que el alto nivel de desigualdad en el ingreso hace que las prácticas de negocios de
inclusión sean también urgentes para llegar hasta los más pobres y vulnerables de forma práctica
y efectiva.

Por otro lado; hay países en los que ciertos sectores dominan la esfera económica, y
lógicamente de la RSE, como es el caso de la minería en Chile y Perú, o donde un conflicto
social y la necesidad de afrontarlo con la ayuda del sector privado dominan fuertemente, como
sucede en Colombia. El avance de la RSE requiere que se den ciertas condiciones, es decir que
son básicamente las mismas que hacen que exista un buen clima de negocios: un marco
regulatorio y fiscal óptimo y mercados financieros e instituciones que funcionen, entre otros.

De hecho, la R.S.E en América Latina trata dar apoyo a sectores considerados vulnerables, de
allí que existan programas permanentes en las empresas de donación de alimentos a los pobres o
niños de bajos recursos, atención médica a personas pobres y enfermas o la ayuda directa en
desastres naturales, etcétera (Sanborn, 2008: 47). De este modo cuando las empresas se encargan
de estas causas les dan alta visibilidad pública a sus prácticas de solidaridad y esperan
convertirlas en eventos de gran difusión en los medios de comunicación masiva.

De la misma forma, la R.S.E como estrategia de negocios, se basa en cubrir diferentes

públicos y dejar el nombre de la empresa en alto, por lo tanto, una parte del presupuesto de la
estrategia de R.S.E va destinada hacia actividades que favorecen esencialmente a las élites
sociales como las escuelas, universidades privadas, eventos artísticos, entre otros.

Es importante subrayar que ser socialmente responsable con el capital humano provee
ventajas a la empresa como:
1) favorece la confianza y sentido de pertenencia de sus empleados.
2) aumenta su disposición hacia el trabajo, situación que propicia una menor rotación de
personal y, por tanto, disminuyen los costos de reclutamiento.
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

3) facilita los procedimientos de seguridad (Alea, 2007). Lo que sin duda mejora su
productividad, eficiencia, logro de metas, calidad en las actividades que realiza y, por ende,
mejoran su desempeño financiero y la imagen de la empresa.

De igual importancia, cuando hablamos de las TIC esta se refiere a la gran ayudan que otras
empresas puedan mejorar sus acciones de RSE a través de la tecnología, que quiere decir esto,
que actualmente, los datos duros al momento de medir la eficiencia de las TIC son significativos,
porque han reducido las emisiones de CO2 en las empresas, además se han ahorrado el número
de hojas de papel, etcétera. Pero el valor agregado de estas soluciones no sólo está en la
medición, sino en la forma en que gracias a ellas se puede actuar y contribuir al progreso de los
programas de responsabilidad social.

Asimismo, se puede decir que las nuevas tecnologías o TIC agregan valor, en forma
exponencial, a la gestión de la responsabilidad social y su dimensión agencial-relacional. No
obstante la comunicación, desde una perspectiva instrumental, refuerza la interacción entre
actores y los propósitos colaborativos implícitos en las alianzas, o la necesidad de confiabilidad
de los procesos y sus resultados.

En otras palabras, el uso de las TIC permite mayores oportunidades de acoplamiento y

evolución en las capacidades y competencias organizacionales y el principal beneficio de
recursos para el logro de objetivos comunes. Las alianzas, en cualquiera de los temas
característicos de la Responsabilidad Social, se avizoran además como el camino para fomentar o
redimensionar el concepto de comunidades a través de lo virtual, de los intereses comunes y la
horizontalidad en las conversaciones.

De la misma manera, las empresas del sector TIC, el chip ambiental es ya una tendencia en
los negocios; ya que muchas de ellas trabajan en el progreso de soluciones inteligentes para
medir y mitigar los impactos ambientales de las organizaciones. Sin embargo, un área de
oportunidad que he notado en la comercialización de estas soluciones es la falta de un chip de
RSE; esto indica que en el discurso de la venta de los productos y servicios TIC se sobrepone el
valor técnico de las soluciones por encima del valor de uso.
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Experiencias nacionales en R.S.E. y conocer políticas e instrumentos de seguimiento y

medición de la R.S.E.

Algunas experiencias en nuestro país establecen que en los Indicadores de Responsabilidad

Social Empresarial (RSE), se demuestra la disposición que tienen las empresas de ejercer la
acción social en Venezuela y la percepción de los ciudadanos sobre los particulares privados, por
lo tanto, en Venezuela no se tiene pensamiento de reciclaje, pero se enfocan en temas que pueden
ser beneficiosos incluso para la economía del país específicamente en varios aspectos como la
dimensión de poder reutilizar empaques y lograr que no afecten el medio ambiente, otra es la
reincorporación de objetos utilizados al mercado, que a su vez deriva en una mayor generación
de empleo en el país.

Existen empresas que toman la R.S.E como prioridad, entre esas están la Chrysler de
Venezuela que la responsabilidad ambiental es sencillamente primordial de operacional y social.
Donde todos los procesos se realizan cumpliendo estrictamente con la legislación ambiental
vigente en materia de control de emisiones atmosféricas, de efluentes líquidos, control de
desechos peligrosos y no peligrosos.

En el caso de MAPFRE la RSC supone “un compromiso voluntario y estratégico que implica
procurar la consecución de sus objetivos empresariales, cumpliendo rigurosamente con sus
obligaciones contractuales y legales, aplicando criterios de equidad y estabilidad en las
relaciones con sus grupos de interés (stakeholders), contribuyendo así a la satisfacción de las
necesidades presentes y futuras de la sociedad”.

En cuanto a la economía global, dichas empresas toman en cuenta los beneficios de la R.S.E
ya que han integrado el factor ambiental en sus decisiones de negocios y obtienen ganancias en
beneficios de instituciones financieras y compañías de seguros, y es importante para las empresas
que los consumidores vean la reputación y además tienen el potencial de fortalecer o fragilizar la
opinión del público con respecto a la imagen o a su marca, espera hoy que la empresa sea parte
de un cambio positivo en la sociedad, contribuyendo de manera sustentable al desarrollo de las
comunidades.
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

La adopción de la Responsabilidad Social Empresarial no siempre resulta fácil, es un camino

que implica decisiones de liderazgo en la empresa para superar problemas como la baja cultura
cívica, la corrupción, los insuficientes marcos legales, las formas autoritarias de ejercer el
liderazgo y otros que han impedido a la empresa desarrollarse cabalmente como ciudadano
responsable.

Por supuesto; al hablar de la medición de los resultados de la Responsabilidad Social

Empresarial (RSE), dentro del marco integral es fundamental, ya que garantiza la sostenibilidad
de llevar esta cultura a una política continua y que evoluciona en el tiempo, mucho más allá de
solo las acciones.

Entre algunos de los instrumentos de R.S.E se encuentran:

A. Desde el punto de vista de la Organización y Gestión de Empresas:

1. Los instrumentos de RSE se distinguen en función de que establezcan o no modelos

completos de gestión de la RSE; esto es, previendo la planificación de objetivos concretos de
RSE, la manera de ejecutar por fases lo planificado, el sistema de seguimiento, control y
medición cuantitativa y cualitativa de la ejecución, y el método de evaluación y revisión de los
resultados obtenidos. En función de ello, se distinguen:

1. Instrumentos de promoción, comunicación y transparencia: establecen ideas, pautas y

principios generales para el desarrollo de conductas socialmente responsables con el objeto de
que las empresas los hagan suyos y desarrollen en la práctica; algunos, incluso, ofrecen modelos
o sistemas para dar a conocer, informar y publicar las conductas de RSE acometidas por las
empresas. Sin embargo, ninguno de estos instrumentos establece el modo en que esos principios
deben reflejarse en el sistema productivo y de relaciones de las empresas, quedando esta cuestión
al particular criterio de las mismas.

En este grupo de instrumentos se encontrarían, a grandes rasgos, los códigos de conducta y

buenas prácticas, las declaraciones de principios y los modelos de elaboración de memorias
sociales o de sostenibilidad.
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

2. Instrumentos de gestión, normas de proceso y acreditación: son aquéllos que, de una parte,
establecen los requisitos técnicos que una empresa debe llevar a efecto en su estructura y
organización para que sea calificada como socialmente responsable, esto es, el “cómo ser
socialmente responsable”; y, de otra parte, son instrumentos que certifican o acreditan la
condición socialmente responsable de una empresa a través de agentes externos a la misma.

Dentro de esta categoría de instrumentos se distinguirían los sistemas e informes de auditoría

social, medioambiental o en materia de RSE en general; así como las certificaciones y
acreditaciones expedidas por diversas organizaciones (por ej. ISO).

3. Instrumentos de autoevaluación o desempeño: centran su atención en las metas y objetivos

de la RSE, estableciendo mecanismos y criterios para determinar los superados y los pendientes,
y evaluar conjuntamente el desempeño de la empresa en materia de RSE. Así, si bien no
establecen cómo ser socialmente responsables, la evaluación de la actividad de las empresas
desde la óptica de la RSE, sí permite extraer conclusiones que de alguna forma inspiren cambios
concretos en los sistemas de gestión y organización de las mismas en aras de mejorar y superar
los resultados obtenidos.

B. Desde el punto de vista del ámbito de la RSE en el que incidan:

La RSE se proyecta sobre muy diferentes agentes y muy diversos espacios, ubicados tanto dentro
de la propia organización empresarial, como fuera de ella o en sus proximidades. En ese sentido,
pueden señalarse tres grandes ámbitos o sectores de la RSE: la gestión, el consumo y la inversión
socialmente responsables, bajo los cuales pueden agruparse los diferentes instrumentos de RSE.

1. Gestión socialmente responsable de la empresa: es quizá el ámbito que mayor atención ha

merecido, pudiéndose distinguir una amplia variedad de instrumentos de RSE:

a. Códigos de conductas, declaraciones de principios y marcos promocionales.

b. Modelos o estándares de gestión.

c. Informes de sostenibilidad.
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

2. Consumo socialmente responsable: ámbito en el que la actuación en materia de RSE se

canaliza principalmente a través de las denominadas etiquetas (labels), indicativas para el
consumidor de un correcto proceso de elaboración del producto en términos de RSE.

3. Inversión socialmente responsable: en este ámbito los principales instrumentos son los
índices bursátiles éticos y los fondos de inversión (éticos, verdes, sociales, etc.), que pretenden
inculcar el valor de la RSE en la conciencia de los inversores, invitándoles a dirigir sus
inversiones a aquellas compañías que muestran cotas importantes de RSE en sus actividades.

C. Desde el punto de vista de su dinámica y puesta en práctica:

Los diversos instrumentos de RSE se desenvuelven en la práctica de diferente forma, mientras

que unos son desarrollados por las propias empresas, otros son llevados a efecto por agentes
externos; mientras unos establecen metas u objetivos, otros señalan además los medios para
alcanzarlos; mientras unos cuentan con sistemas de autoevaluación e información al exterior de
sus resultados, otros no se muestran tan transparentes; etc. Los elementos diferenciales entre
unos y otros pueden ser numerosos; por ello, una clasificación que atienda a la dinámica de estos
instrumentos resulta muy útil a los efectos de conocer qué instrumentos de RSE permiten
comparar sus resultados entre sí. Desde esta perspectiva se distinguen:

1. Declaraciones de principios, códigos de conducta o buenas prácticas: con independencia de

que la elaboración de tales instrumentos corresponda a la propia empresa o bien a organizaciones
externas a la misma, la asunción, interpretación y concreción de los principios y buenas prácticas
corresponde a la empresa sin intervención de agente externo alguno que audite. Obstante,
algunos de estos instrumentos prevén mecanismos más o menos. No formales de seguimiento e
información al exterior de sus prácticas en materia de RSE.

2. Directrices sobre sistemas de gestión e instrumentos de certificación: en este caso la

adopción de medidas concretas en el ámbito de la RSE no queda a la libre interpretación de la
empresa, sino que estos instrumentos prescriben determinadas directrices dirigidas a hacer
realidad un comportamiento empresarial socialmente responsable. La incorporación de tales
prescripciones a la normal gestión y organización de la empresa es comprobada por agentes
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

externos independientes que emiten las correspondientes certificaciones y acreditaciones de tales

comportamientos de cara al exterior.

3. Índices de valor: propios del ámbito de la inversión socialmente responsable, los índices
bursátiles y fondos de inversión éticos o sociales establecen una serie de requisitos y parámetros
que las empresas interesadas deben alcanzar y demostrar para formar parte de los mismos y así
beneficiarse de su buena consideración social.

4. Marcos o estructuras de información sobre RSE: se trata de guías, directrices, soportes y

modelos que ofrecen mecanismos de comunicación e información de las actuaciones
empresariales en materia de RSE. No se trata de instrumentos que especifiquen niveles concretos
de realización y desarrollo en la materia, pero sí proporcionan a la empresa un sistema para
comunicar o informar a la sociedad en general y “rendir cuentas” (accountability) ante los grupos
de interés.

Benchmarking de iniciativas nacionales en RSE. Mercadeo social y RSE en la

organización.

Cabe destacar, que el marketing social estimula que el público comente y reconozca lo que la
organización hace en materia de responsabilidad social empresarial (RSE), además el enfoque
Benchmarking Social en la aplicación de las 3P permite tomar como elementos esenciales de
trabajo el ámbito económico (Profit), ambiental (Planet) y las personal (people), permitiendo así
alcanzar la transformación empresas con criterio de responsabilidad social.

De igual manera, no toda empresa que ejecuta marketing social pueda ser una empresa
responsable, pero se puede decir que gran parte de ellas ejecutan tácticas de marketing social, es
importante que en toda organización establezcan programas de R.S.E a mediano plazo, y se debe
tener cuidado que estrategia se debe implementar en la R.S.E.

Asimismo, el benchmarking ha sido una herramienta de los negocios en su lucha para

conseguir un conjunto de elevados estándares de desempeño en cualquier área de la empresa. Por
supuesto, el benchmarking puede ser utilizado de manera efectiva en áreas de responsabilidad
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

pública, no hace falta imaginar que es de gran utilidad en las áreas de responsabilidad social y
comportamiento ético.

En este sentido, el benchmarking no debe tener una connotación negativa, sino más bien un
sentido de utilidad, porque es una herramienta que permite saber en dónde está la empresa en
relación con su competencia y entonces determinar hacia dónde quiere ir. De esta forma, el
benchmarking puede contribuir en la definición o ajuste de la estrategia de responsabilidad social
y con ello, tener un impacto definitivo en la mejora del negocio.

Por tanto, las empresas deben llevar a cabo benchmarking, tanto competitivo como funcional,
obteniendo información de los competidores y empresas fuera de la industria que están
intentando desarrollar informes exhaustivos y comprensivos sobre responsabilidad pública
(Joyner y Raiborn, 2005). El estándar mínimo interno de benchmarking debe reflejar claramente
los requerimientos legales, desafortunadamente, muchas empresas (especialmente las
multinacionales) operan bajo múltiples jurisdicciones legales que tienen diferentes puntos de
vista sobre el comportamiento apropiado, y la legalidad puede variar de una localización a otra.
En esas circunstancias, el benchmarking mínimo interno debe ser el estándar legal más elevado
de todas las localizaciones y ese estándar debe cumplirse con independencia de la localización.

De acuerdo a lo anterior, el benchmarking es una herramienta que se ha utilizado de manera

efectiva en áreas de responsabilidad pública, por lo tanto es de gran utilidad en las áreas de
responsabilidad social y comportamiento ético. Por lo tanto, las empresas deben llevar a cabo
benchmarking, tanto competitivo como funcional, obteniendo información de los competidores y
empresas que desarrollan informes sobre responsabilidad pública. (Joyner y Raiborn, 2005).

Sin embargo, la Responsabilidad Social Empresarial es una alternativa para el desarrollo y la

evolución de la humanidad, sin embargo, los intereses comerciales y gubernamentales se han
sobrepuesto por encima de los sociales, de ahí la necesidad y la importancia de sensibilizar al
sector empresarial por medio de campañas informativas y políticas públicas, que permitan
regular asertivamente los programas y proyectos sociales, pues, muchos de estos son, en
realidad, estrategias publicitarias para posicionar una marca, dinamizar las ventas y generar
recordación entre los consumidores.
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Las empresas tienen un papel fundamental en la búsqueda del bienestar a través de estrategias
de responsabilidad social: hoy se lo exigen sus propios accionistas y los consumidores. De ello
depende el posicionamiento ante los consumidores, ante los mercados de capitales y sus
reguladores, ante los medios de comunicación.(Castrillón Cordovez, 2006).

El mercadeo social como instrumento de intervención de ideas, actitudes, comportamientos y

situaciones socialmente consideradas como problemas genera en su implementación una serie de
reacciones que transforman tanto las comunidades sobre las cuales tiene efecto, como las
organizaciones que lo desarrollan. Dentro de las empresas participantes de la investigación, se
identificó una serie de campañas y acciones sociales que les permiten hablar de una serie de
resultados.

La Responsabilidad Social en las empresas debe tener siempre presente el abarcar dos
dimensiones:

a) Por un lado INTERNA: Constituida por los responsables de la dirección del negocio entre
ellos la Gerencia de los Recursos Humanos y por otro la Gestión de Recursos Naturales en las
producciones que afectan el medio ambiente.

b) Y la otra la EXTERNA referida a los interlocutores externos, socios comerciales, los

clientes, los consumidores, proveedores y los interlocutores públicos, potenciales Recursos
Humanos y las ONG.

Para finalizar, la Responsabilidad Social Empresarial es una alternativa para el desarrollo y la

evolución de la humanidad, sin embargo, los intereses comerciales y gubernamentales se han
sobrepuesto por encima de los sociales, de ahí la necesidad y la importancia de sensibilizar al
sector empresarial por medio de campañas informativas y políticas públicas, que permitan
regular asertivamente los programas y proyectos sociales, pues, muchos de estos son, en
realidad, estrategias publicitarias para posicionar una marca, dinamizar las ventas y generar
recordación entre los consumidores. (Berrío Ortega & Rúa Cañas, 2009).

Las empresas comprometidas con la responsabilidad social experimentan importantes

beneficios tanto cuantitativos como cualitativos (Perfomance Financiera, Reducción de Costos
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Operativos e Imagen de Marca y corporativa) para entender de estos beneficios se detallan de la

siguiente manera el Perfomance Financiera nos explica que el negocio y comunidades de la
inversión han debatido por mucho tiempo si existe una conexión real entre las prácticas de
negocio socialmente responsables y la actuación financiera positiva.

La Reducción de Costos Operativos nos indica que Diversas iniciativas de RSE,

particularmente en el focus medio ambiental, logran reducir costos significativamente,
reduciendo gastos e improductividad. Por ejemplo, las que apuntaron a reducir emisiones de
gases contribuyeron a optimizar la capacidad energética, reduciendo así gastos innecesarios.
También las alternativas de reciclaje generan ingresos extras. Existen diversos ejemplos
prácticos sobre ahorros significativos medio ambientales.

Y por último; la imagen de Marca y corporativa aquí frecuentemente los consumidores son
llevados hacia marcas y compañías consideradas por tener una buena reputación en áreas
relacionadas con la RSE. Que quiere decir, que una empresa considerada socialmente
responsable, puede beneficiarse de su reputación entre el público, así como de su reputación
entre la comunidad empresarial, incrementando así la habilidad de la empresa para atraer capital
y asociados.
RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESARIAL

Referencia Bibliográfica
ADEC (2009). Responsabilidad Social Empresarial (RSE) Guía de implementación para Pymes.
Disponible en http://www.empresa.org/doc/Libro_RSE.pdf
Artículo de Crysler. Página http://www.chryslerdevenezuela.com/rse/rse.htm
Artículo Benchmarking de RSE. Página: https://deres.org.uy/benchmarking-de-rse/
Artículo de MAPFRE. Página https://blogmapfre.com/responsabilidad-social/que-herramientas-
se-utilizan-para-medir-la-responsabilidad-social-corporativa/
Corporación Borges Fernández y Asociados C.A. Publicado 04 de Octubre del 2014, Página:
https://borgesfernandez.wordpress.com/2014/04/10/beneficios-en-la-responsabilidad-
social-empresarial/
Corporación Colombia Digital (Octubre29, 2013) https://colombiadigital.net/opinion/blogs/blog-
colombia-digital/item/5912-la-tecnologia-una-herramienta-para-la-responsabilidad-
social.html
Fernando Pérez-Domínguez http://orcid.org/0000-0003-1727-9864 Grupo de Investigación PAI-
SEJ 322 Observatorio sobre Responsabilidad Social de la Empresa y Relaciones
Laborales (Observatorio Laboral On-Line del CARL
Autor: Felix Inojosa, Artículo Responsabilidad social en las empresas.
https://www.liderazgoymercadeo.co/responsabilidad-social-en-las-empresas/
Tania Alexandra Chicaiza Villalba Universidad Politécnica Salesiana-Sede Quito, Ecuador.
Carrera de Gerencia y Liderazgo. (Fecha de recepción: 6 de diciembre de 2017, Fecha de
aceptación: 25 de febrero de 2018)