Hipertension

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HIPERTENSION

La hipertensión arterial (HTA) es la más común de las condiciones que afectan la salud de los
individuos y las poblaciones en todas las partes del mundo. Representa por sí misma una
enfermedad y también un factor de riesgo importante para otras enfermedades, entre las que
sobresalen la cardiopatía isquémica, insuficiencia cardíaca, enfermedades cerebro vasculares e
insuficiencia renal, repercutiendo significativamente en la aparición de retinopatía; sin embargo, el
riesgo de enfermedad cardiovascular en pacientes con HTA es determinado no solamente por las
cifras tensionales que observamos en forma aislada o mantenida, sino por las posibles lesiones de
órgano diana u otros factores de riesgo, tales como hábito de fumar, dislipidemia, diabetes,
etcétera.

La presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre contra


las paredes de los vasos sanguíneos. Esta presión depende del trabajo
que realiza el corazón y de la resistencia de los vasos sanguíneos.

La hipertensión y la cardiopatía representan las mayores preocupaciones


a nivel global. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere que,
debido al crecimiento en la industria de los alimentos procesados, ha
aumentado la cantidad de sal que llevan las comidas en todo el mundo,
lo que juega un papel muy importante en la hipertensión.

¿Qué es la hipertensión?
La hipertensión es el término médico para referirse a la presión arterial elevada.

Esto significa que la sangre hace demasiada fuerza contra las paredes de los
vasos sanguíneos.

Tratamiento
Aunque la mejor opción es regular la presión arterial a través de la dieta antes de
que alcance la fase de hipertensión, existe una gran variedad de opciones para
tratarla.
Los cambios en el estilo de vida representan el tratamiento estándar de primera
línea para la hipertensión.

Ejercicio físico regular

Los médicos recomiendan que los pacientes con hipertensión se comprometan a


realizar 30 minutos de ejercicio aeróbico y dinámico con intensidad moderada.
Esto puede incluir caminar, correr, pasear en bicicleta o nadar unos 5 o 7 días a la
semana.

Reducción del estrés

Es muy importante evitar el estrés o desarrollar estrategias para gestionar el


estrés inevitable, ya que puede ayudar a controlar la presión arterial.

El consumo de alcohol, drogas y tabaco, junto a la alimentación no saludable


para hacer frente al estrés, añadirá problemas hipertensivos, por lo que deberían
evitarse.

El tabaco puede aumentar la presión arterial, por lo que, si deja de fumar, podrá
reducir el riesgo de sufrir hipertensión, enfermedades del corazón y otros
problemas de salud.

Medicamentos
Las personas con presión arterial alta, por encima de 130/80 podrían utilizar
medicamentos para tratar la hipertensión.

Normalmente, los fármacos se empiezan de uno en uno con una dosis pequeña.
Los efectos secundarios que se asocian con los medicamentos antihipertensivos
suelen ser insignificantes.
De forma eventual, se suele requerir una combinación de al menos 2
medicamentos antihipertensivos.

Existen varios tipos de medicamentos que están disponibles para ayudar a reducir
la presión arterial, como:

 Diuréticos, como las tiazidas, la clortalidona y la indapamida

 Bloqueadores alfa y beta

 Bloqueadores de los canales de calcio

 Agonistas centrales

 Inhibidor adrenérgico periférico

 Vasodilatadores

 Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA)

 Bloqueadores de los receptores de angiotensina

La elección del medicamento depende del individuo y de cualquier otra


enfermedad que éste pueda padecer.

Cualquier persona que tome medicamentos antihipertensivos debería asegurarse


de leer las instrucciones de forma cuidadosa, sobre todo, antes de ingerir
fármacos sin receta, como los descongestionantes.

Estos podrían interactuar con los medicamentos utilizados para disminuir la


presión arterial.
Causas
Las causas de la hipertensión suelen ser desconocidas.

1 de cada 20 casos de hipertensión surge a consecuencia de una enfermedad


subyacente o medicamento.

La insuficiencia renal crónica (IRC) es la causa más común de la presión arterial


alta, ya que los riñones no filtran los fluidos. Este exceso de líquido deriva en
hipertensión.

Factores de riesgo
Un número de factores de riesgo incrementan las posibilidades de sufrir
hipertensión.

 Edad: La hipertensión suele ser más común en personas mayores de 60 años.


Con la edad, la presión arterial puede incrementar de forma paulatina, ya que
las arterias se vuelven más rígidas y estrechas debido a la formación de placa.

 Etnia: Algunos grupos étnicos son más propensos a sufrir hipertensión.

 Altura y peso: La obesidad o sobrepeso representan un factor de riesgo clave.

 Consumo de alcohol y tabaco: El consumo de grandes cantidades de alcohol


de forma regular puede incrementar la presión arterial de una persona, al igual
que el tabaco.

 Sexo: El riesgo vitalicio es el mismo para hombres y mujeres, pero los hombres
son más propensos a sufrirla a una edad más temprana. La frecuencia suele ser
superior en las mujeres mayores.

 Enfermedades de salud existentes: Las enfermedades cardiovasculares,


la diabetes, la enfermedad renal crónica y los niveles de colesterol elevados
pueden derivar en hipertensión, sobre todo cuando la gente envejece.
Otros factores que también contribuyen son:

 La inactividad física

 Una dieta rica en sal asociada a los alimentos procesados y grasos

 Bajos niveles de potasio en la dieta

 El consumo de alcohol y tabaco

 Algunas enfermedades y medicamentos

Signos
La presión arterial puede medirse con un tensiómetro o un monitor específico.

La presión arterial elevada durante un corto periodo de tiempo puede suponer una
respuesta normal a muchas situaciones. El estrés agudo y el ejercicio intenso, por
ejemplo, pueden elevarla por poco tiempo en una persona saludable.

Por esta razón, un diagnóstico de hipertensión suele requerir varias lecturas que
muestren presión arterial elevada durante mucho tiempo.

La lectura de presión sistólica de 130 mm Hg es la presión que realiza el corazón


para bombear sangre por todo el cuerpo. La diastólica de 80 mm Hg es la que
lleva a cabo el corazón cuando se relaja y se recarga de sangre.

Las directrices de la AEC definen los siguientes rangos de presión arterial:


Sistólica (mmHg) Diastólica (mmHg)

Presión arterial normal Inferior a 120 Inferior a 80

Elevada Entre 120 y 129 Inferior a 80

Fase 1 hipertensión Entre 130 y 139 Entre 80 y 89

Fase 2 hipertensión Al menos 140 Al menos 90

Crisis hipertensiva Superior a 180 Superior a 120

Si la lectura muestra una crisis hipertensiva cuando miden la presión arterial,


espere 2 o 3 minutos y repita el análisis.

Si la lectura es la misma o superior, se trata de una urgencia médica.

La persona debería buscar atención inmediata en el hospital más cercano.


Síntomas
La presión arterial elevada aumenta el riesgo de sufrir grandes problemas en el corazón, como un infarto.

Una persona con hipertensión podría no experimentar ningún síntoma, de hecho,


esta enfermedad es conocida como "el asesino silencioso". Aunque sea
indetectable, puede causar daños en el sistema cardiovascular y los órganos
internos, como los riñones.

Las revisiones regulares de la presión arterial es vital, ya que generalmente


no habrá síntomas que le avisen de la enfermedad.

Se sabe que la presión arterial suele provocar sudores, ansiedad, problemas de


sueño y enrojecimiento. Sin embargo, en la mayoría de los casos, no aparecerá
ningún síntoma.

Si la presión arterial alcanza el nivel de una crisis hipertensiva, el paciente podría


experimentar cefaleas y hemorragias nasales.

Complicaciones
La hipertensión a largo plazo puede provocar complicaciones como la
aterosclerosis, en la que la formación de la placa provoca el estrechamiento de
los vasos sanguíneos. Esto provoca el empeoramiento de la hipertensión, ya que
el corazón debe bombear más rápido para transportar la sangre al cuerpo.

La aterosclerosis relacionada con la hipertensión puede derivar en:

 Fallo y ataque cardíaco.

 Un aneurisma, es decir, una protuberancia anómala en las paredes de la arteria


que puede provocar quemazón, lo que causa un grave sangrado y, en algunos
casos, la muerte.
 Insuficiencia renal.

 Accidente cardiovascular.

 Amputación.

 Retinopatías hipertensivas en el ojo, lo que puede provocar una ceguera.

Los análisis regulares para medir la presión arterial pueden ayudar a las personas
para evitar complicaciones más graves.

Prevención
¿Cómo prevenir la presión arterial alta o hipertensión?

Si tiene presión arterial normal

si usted no tiene presión arterial alta, puede tomar medidas para prevenirla. los hábitos
saludables pueden ayudarle a mantener una presión arterial normal.

Alimentación saludable. elimite la cantidad de sodio (sal) y de alcohol que consume.

Realice actividades físicas. la actividad física que se realiza con regularidad puede disminuir la
presión arterial alta y el riesgo de que se presenten otros problemas de salud.

manténgase en un peso saludable. esto puede servir para controlar la presión arterial y para
disminuir el riesgo de presentar otros problemas de salud.

No fume. El hábito de fumar puede causar daños en los vasos sanguíneos y aumentar el
riesgo de tener presión arterial alta. además, puede empeorar los problemas de salud
relacionados con la hipertensión.

Controle el estrés y aprenda a manejarlo. aprender a controlar el estrés, relajarse y lidiar con
los problemas puede mejorar la salud emocional y física

Las personas que adoptan estos hábitos saludables pueden prevenir o retrasar la aparición de
la presión arterial alta. entre más cambios haga en su estilo de vida, más probabilidades
tendrá de que su presión arterial disminuya evitando los problemas de salud relacionados con
esta enfermedad.

Si tiene presión arterial alta

Igual puede tomar medidas para prevenir los problemas a largo plazo que ésta puede causar.
los hábitos saludables y las medicinas pueden permitirle vivir más años y llevar una vida más
activa.
Cumpla el plan de tratamiento que el médico le recete para controlar la presión arterial. este
tratamiento puede servir para prevenir o retrasarla la enfermedad coronaria, los accidentes
cerebrovasculares, las enfermedades de los riñones y otros problemas de salud.

Niños y adolescentes

Un estilo de vida saludable puede servir para prevenir la presión arterial alta en niños y
adolescentes. recomendaciones:

Consumir una alimentación saludable que se centre en abundantes frutas y verduras. la


alimentación de los niños mayores de 4 años debe tener también productos lácteos con bajo
contenido de grasas. también debe tener un contenido bajo de sal y de grasas saturadas y
trans.

Realizar actividades físicas por lo menos entre 1 y 2 horas diarias. limitar el tiempo que pasa
frente al televisor o la computadora a un máximo de 2 horas diarias.

Mantenerse en un peso saludable. si su niño tiene sobrepeso, consulte a su médico y dele una
dieta sana.

Incorpore estos hábitos saludables al plan de salud de la familia para ayudarle a su hijo a
adoptar y mantener un estilo de vida saludable.
y siempre: ¡consulte a su médico!

Control
Control de la presión arterial
Cómo ayudar a los pacientes a tomar sus medicamentos

Información general

La presión arterial alta puede causar enfermedades cardiacas, accidentes cerebrovasculares,


enfermedades renales y la muerte. Aproximadamente, el 70 % de los adultos en los EE. UU.,
de 65 años o más, tiene la presión arterial alta y solo cerca de la mitad de ellos la tiene bajo
control (por debajo de 140/90 mmHg). Los medicamentos para la presión arterial (junto con
una alimentación saludable y ejercicios) pueden proteger el corazón, el cerebro y los riñones,
pero solo si los pacientes los toman y mantienen su presión arterial controlada. Sin embargo,
al menos el 25 % de los adultos, de 65 años o más, con la Parte D de Medicare que cubre los
medicamentos recetados, no están tomando sus medicamentos para la presión arterial según
las indicaciones. Esto significa que puede que se salten dosis o que dejen de tomarlos del
todo. Los sistemas de atención médica, incluidos proveedores, consultorios médicos,
farmacias, hospitales, trabajadores de salud comunitaria y compañías de seguros de salud,
pueden trabajar con los pacientes para que sea más fácil tomar los medicamentos.

Los sistemas de atención médica pueden:

 Simplificar el tratamiento para la presión arterial (p. ej., recetar suministros para 90 días y
medicamentos en combinación, y coordinar la entrega del suministro de pastillas para la
misma fecha) y recetar medicamentos genéricos.
 Involucrar a todo el equipo de atención médica en varios puntos de atención para
garantizar que los pacientes estén tomando sus medicamentos según las indicaciones y
para abordar las preocupaciones de los pacientes acerca de los efectos secundarios.
Implementar protocolos de tratamientos eficaces para la presión arterial en la práctica
clínica.
 Fomentar el uso de monitores de la presión arterial en casa y artículos fáciles de usar (p.
ej., registros de la presión arterial y aplicaciones móviles) para hacerle seguimiento a los
niveles de la presión arterial y compartir la información.
 Abordar los obstáculos financieros, tales como altos copagos y deducibles.

Alrededor del 70 % de los adultos en los EE. UU., de 65 años o más, tiene presión arterial
alta.

Casi el 50 % de los adultos de 65 años o más con presión arterial alta no la tiene bajo
control.

Alrededor de 5 millones de adultos, de 65 años o más, con la Parte D de Medicare, no


están tomando sus medicamentos para la presión arterial según las indicaciones.

Problema

Los medicamentos no funcionan si las personas no los toman.

Las razones por las cuales las personas no toman sus medicamentos para la
presión arterial según las indicaciones varían:

 No surtir la receta: Casi el 25 % de las recetas nuevas de medicamentos para la presión


arterial nunca se surte.
 No tener síntomas: Las personas con presión arterial alta a menudo no tienen síntomas,
por lo que puede que algunas no traten un problema que no notan.
 Complejidad: Las personas no saben cuándo deben tomar determinadas pastillas si tienen
muchos medicamentos que tomar.
 Efectos secundarios: Los medicamentos pueden tener efectos secundarios indeseados.
 Olvido: Las personas olvidan tomar sus medicamentos o surtir las recetas a tiempo.
 Costo: Los costos de los medicamentos pueden ser demasiado altos para algunas
personas.

El control de la hipertensión arterial como problema de salud

La hipertensión arterial (HTA) es la afección crónica mas frecuente en la


población adulta en el planeta; se comporta como factor de riesgo para
padecer las enfermedades que se encuentran entre las más importantes
causas de muerte en los países desarrollados y en la mayor parte de los
países en vías de desarrollo, como son la cardiopatía isquémica, los
accidentes cerebrovasculares, la insuficiencia cardiaca y la enfermedad
renal crónica. La participación de la HTA en el desarrollo de estas
afecciones se acrecienta notablemente cuando coexiste con otros
factores de riesgo cardiovascular como la dislipidemia, el tabaquismo, la
obesidad, el sedentarismo o la diabetes mellitus. El papel de la HTA en
estas situaciones es de mayor trascendencia cuando no se logra un
control óptimo de la afección. Este es un hecho de gran preocupación en
la comunidad científica pues, tanto en el orden poblacional, como en el
individual, alcanzar eficientemente los valores o cifras de presión arterial
considerados como normales se dificulta significativamente y, a través
de los años, se ha hecho mas difícil y no satisfactorio en la inmensa
mayoría de los países. No lograr el control de la HTA, significa mayor
posibilidad y mas serias incidencias de complicaciones cardiovasculares
y renales, mayor riesgo de muerte o de discapacidad, en el individuo
hipertenso en particular o en la comunidad en estudio. En el XXXVI
Congreso Argentino de Cardiología, FAC-2007, se señala que en el
mundo se producen 5,1 millones de muertes al año por enfermedades
cardiovasculares y que de ellas 62 % están vinculadas al control
subóptimo de la presión arterial y en ese cónclave se dio en llamar la
HTA "una pandemia sin control". Mientras mejores resultados se
obtengan en el control de la HTA menor será el riesgo cardiovascular del
paciente y de la comunidad en su conjunto.1,2
Criterios de control en hipertensión arterial

¿Cuándo se considera que un paciente tiene controlada su hipertensión?


¿Cuándo en una población estudiada se puede emitir criterios de
porcentaje de dicha comunidad hipertensa como controlada?

Los conceptos de hipertensión controlada han variado en las últimas 2


décadas. Actualmente se acepta que un paciente hipertenso,
diagnosticado como tal, tiene control de la HTA, cuando presenta cifras
de presión arterial menores de 140 mmHg de presión arterial sistólica y
menos de 90 mmHg de presión diastólica.3,4 Los estudios al respecto se
refieren, a veces de manera no muy explícita, a mediciones ocasionales
de la presión arterial, en cortes realizados en una consulta, o a estudios
programados de prevalencia en una comunidad o país, con elaborados
diseños muestrales y con cifras de presión arterial recogidas en 2 o 3
mediciones casuales y aceptación de valores promedios de dichas
mediciones; algunos de estos estudio se efectúan con equipos
automáticos o semiautomáticos de medición de la presión arterial, que a
veces tienen notables variaciones entre una y otra medición. Se
consideran más efectivas las mediciones por el método auscultatorio,
aunque también es cierto que en estos casos, el efecto o fenómeno de la
"bata blanca" puede influir en los valores. Ciertamente, hay evidencias
de que en muchos pacientes, la presión arterial medida en el consultorio
médico resulta con cifras mayores que las que se obtienen en su
domicilio por otro profesional de la salud o por familiar o personas ajena
a esta profesión.5,6 La comunidad científica acepta también que para los
hipertensos con diabetes mellitus o con enfermedad renal crónica, los
valores para considerarlos como controlados, deben tener cifras
menores de 130 mmHg de presión arterial sistólica y de 80 mmHg de
presión arterial diastólica.3,7 En nuestro país, en el año 1998, se publicó
el Programa Nacional Cubano, para la Prevención, Diagnóstico y
Tratamiento de la HTA, en el cual se estableció un criterio para el
control de la HTA, basado en la evaluación del paciente hipertenso en un
año, como aparece en el Programa del Médico de la Familia, base de la
atención primaria de salud en el país, que considera que todo paciente
"dispensarizado" debe recibir un mínimo de 4 consultas o controles
médicos en el año.8,9 Esto es válido para la atención "dispensarizada" de
pacientes con enfermedades crónicas, como la HTA, la diabetes mellitus,
el asma bronquial y otras. Así, en dicho programa nacional, los criterios
para el control de la HTA son:

· Hipertenso controlado, cuando todos los controles en el término de un


año (mínimo 4) estuvieran por debajo de las cifras de 140 y 90 mmHg.
· Hipertenso parcialmente controlado, cuando, en ese período, sólo se
lograba más de 60 % de cifras por debajo de 140 y 90 mmHg.

· Hipertenso no controlado o descontrolado, si en el año no se alcanzaba


60 % de valores de PA por debajo de 140 y 90 mmHg en un mínimo de
4 consultas o visitas al médico.

Mundialmente se reportan porcentajes de pacientes hipertensos


controlados muy bajos en los distintos países. En la última década, por
ejemplo, en el Reino Unido se han llegado a reportar estudios
epidemiológicos con una prevalencia de pacientes hipertensos
controlados de 6 % ; sin embargo, en otros estudios se señalan
controles de poblaciones hipertensas mucho más elevadas, como el
reportado en Journal of Hipertensión, de 2004,10 en el que se informa
que en Barbados los hipertensos bajo tratamiento antihipertensivo y
controlados alcanzaron hasta 58 % mientras en otros países dicho
control es significativamente bajo como en Korea, que en ese mismo
estudio el control de la hipertensión arterial fue sólo de 5,4 %.

En Cuba se han realizado numerosos estudios sobre prevalencia de


hipertensión en población adulta y en los mismos se reportan los
porcentajes de pacientes hipertensos controlados y de los no
controlados. Uno de esos estudios efectuados en varias áreas de salud
del municipio Plaza de la Revolución en 500 hipertensos bajo
prescripción farmacológica y con adhesión al tratamiento, encontraron
45,6 % de controlados, aplicando el criterio que se establecía en el
Programa Nacional de Salud, es decir hipertensos controlados si todas
las mediciones de la P A en 1 año fueron inferiores a 140/90 mmHg;
como parcialmente controlados obtuvieron 36,0 % y no
controlados, 18,4 %.11 Estos resultados muestran realmente que casi
mas de 50 % de los hipertensos bajo tratamiento no estaban
controlados. Otros estudios de control de la hipertensión no tiene en
cuenta pacientes parcialmente controlados y los reportes incluyen
además, como no controlados, aquellas personas que se detectan como
hipertensos en las encuestas o estudios de prevalencia y que se
consideran como "nuevos hipertensos". Esto realmente es un dato de
importancia, pues al ser la HTA, una afección que cursa, en un alto
porcentaje de casos, totalmente asintomática, muchos enfermos no
asisten al médico al no aquejar síntomas y se detecta su afección
hipertensiva en mediciones fortuitas de la presión arterial o mediante
encuestas y pesquisas. Así, en las Guías Cubanas de Diagnóstico y
Tratamiento de la Hipertensión Arterial, en vigor desde el año 2003,
actualizada en el 2008,12 se adaptó el criterio de hipertensión controlada
el prevalente en todos los estudios, guías y programas divulgados
internacionalmente: son hipertensos controlados los que tienen durante
el estudio programado o la medición casual de su presión arterial,
valores por debajo de 140/90 mmHg, o aquellos con valores normales,
que refieran ser hipertensos y se encuentran bajo tratamiento médico y
son hipertensos no controlados si sus cifras son de 140 mmHg de PAS
y/o 90 mmHg de PAD o más, así como los "nuevos hipertensos", que
son personas, como se expresó anteriormente, no diagnosticados
previamente como hipertensos pero a los que en esos estudios o
pesquisas se le detectan valores altos de PA. En la encuesta cubana de
factores de riesgo efectuada en el año 2001, realizada en personas
mayores de 15 años, de áreas urbanas, se obtuvo una prevalencia de
35,5 % de hipertensión arterial, de ellos 11,5 fueron "nuevos
hipertensos"; de los hipertensos ya conocidos, 36,3 % no estaban
controlados, de manera que el porcentaje de hipertensos no controlados
fue 48,2 si se tienen en cuenta las personas detectadas con presiones
arteriales superiores a 140 / 90 que no lo conocían (nuevos hipertensos)
en dicha encuesta, que fue realizada con un diseño muestral bien
elaborado y con la medición de la presión arterial en 3 ocasiones
distintas por personas debidamente adiestradas.

Otro estudio llevado a cabo por los doctores Reinaldo de la


Noval y Alfredo Dueñas Herrera, en 6 provincias de Cuba,11 y que
incluyó a 125 679 personas encuestadas, con 39,7 % de hipertensos, ya
con las consideraciones internacionales de pacientes controlados y no
controlados, encontró, como hipertensos no controlados 57,9 %, en
cuyo porcentaje fueron incluidos los "nuevos hipertensos" que
representaron 11,8 % del total de hipertensos (tabla 1).

El control de la hipertensión arterial no se comporta por igual en todos


los grupos poblacionales, en los diferentes sexos y edades, aun dentro
de un mismo país, como se demuestra en los estudios realizados en los
Estados Unidos por el National Health and Nutrition Examination
Survey (NHANES), en el que se comparan los resultados de
distintos surveys realizados desde 1976 hasta 2004, con un aumento
progresivo del porcentaje de pacientes hipertensos controlados que
mantienen tratamiento antihipertensivo, ese aumento va desde 10 % en
1980, 27 % entre 1991 y 1994 y alcanza 35 % en 2004; pero en este
último el control de la hipertensión arterial es menor en los pacientes de
la raza negra (28 %) y en los hispanos (18 %); asimismo, la proporción
de hipertensos bajo control fue mayor en los hombres, y se logró un
mayor control en los pacientes con edades superiores a los 60 años y en
los de 40 a 59 años que el logrado en hipertensos comprendidos en las
edades más jóvenes, entre los 18 y 39 años.13

Factores que influyen en el pobre control de la hipertensión


arterial

Numerosas son las situaciones y los factores que influyen en el pobre


control de la hipertensión arterial en cualquier país, región o comunidad
y son los mismos que se evidencian al profundizar en los motivos de un
pobre control de la presión arterial en un paciente hipertenso dado.
Algunos de estos factores dependen del propio paciente, otras veces
dependen del médico. Los principales son:

Dependientes del paciente

- No adhesión al tratamiento.

- Consumo excesivo de sal.

- Obesidad.

- Efectos secundarios o colaterales molestos.

- No entender las indicaciones del médico, le resultan muy complejas.

- Desconocimiento de padecer la enfermedad.

- No tener conciencia de los riesgos de la enfermedad.

- Costo de los medicamentos.

- "Efecto de la bata blanca".

Dependientes del médico


- Indicación de tratamientos inadecuados.

- El comienzo tardío de una terapéutica medicamentosa necesaria. Las


no modificaciones oportunas de la misma (inercia terapéutica).

- El conformismo con las cifras de presión alcanzadas.

- La poca insistencia en las modificaciones del estilo de vida.

Para muchos pacientes con hipertensión arterial, la adhesión al


tratamiento se hace difícil principalmente cuando necesitan de varios
medicamentos para controlar su presión arterial y a ello se suma que en
muchos pacientes al ser esta afección asintomática, no consideran
necesario ser tan estrictos en el cumplimiento de las indicaciones
médicas y fácilmente abandonan el tratamiento total o parcialmente; no
pocos casos, precisamente, no han llegado a tener conciencia real de lo
riesgoso de su afección.14,15 En muchas comunidades el tenor de sal en
la alimentación es excesivo, tanto en la confección casera de sus
comidas como en el consumo de alimentos industrialmente elaborados,
lo que conspira contra la efectividad de los medicamentos
antihipertensivos. El bajo control actual de la HTA está también
relacionado con la inercia clínica, cuando el médico no realiza los
cambios en el tratamiento de los hipertensos que no están bien
controlados, así mismo, si las combinaciones terapéutica indicadas no
son sinérgicas, o las dosis a las cuales que se indican por parte del
facultativo no son las adecuadas, el control del hipertenso se dificulta y
lo mismo sucede cuando el médico se conforma con reducciones de la
presión arterial sin que se llegue a las cifras consideradas como
normales, es decir por debajo de 140/90 mmHg;16,17 esto sucede a
veces en el tratamiento del anciano hipertenso en el que el médico teme
ocurran reducciones mayores de su presión arterial y, en consecuencia,
cuando se hacen las encuestas o revisiones de control del hipertenso
estos enfermos engruesan la filas de los "no controlados".

El estudio de prevalencia de enfermedades crónicas, como la


hipertensión arterial, se basa fundamentalmente en encuestas que se
planifican en un tiempo determinado y mediante la aplicación de normas
o condicionales que se precisan en los diseños muestrales; en este caso,
al medir la presión arterial de los sujetos seleccionados en dichos
diseños, se hallan sujetos que ignoraban ser hipertensos y se declaran
como tales al encontrárseles cifras de presión arterial de 140/90 mmHg
o más; estos serán los "nuevos hipertensos" que se consideran como no
controlados, y que en las distintas encuestas representan el 10 % o más
de la población encuestada.
Los medios o métodos de medición de la presión arterial pueden variar
al precisar su control. Así, en un estudio reportado en la revista
española Hipertensión, del año 2008,18 en el que se refiere a la falta de
concordancia entre los porcentajes encontrados en un estudio de 241
pacientes hipertensos, las mediciones realizadas en los consultorios
hallaron 27 % de hipertensos controlados, muy diferente a los
controlados encontrados por la automedida de la presión arterial (AMPA)
que fue, en ese mismo grupo, 56 % y que por el monitoreo ambulatorio
de la presión arterial (MAPA) de 24 h resultó 61 %. O sea, que un
porcentaje muy significativo de hipertensos no se encontraron
controlados en las consultas del médico en comparación con las tomas
de la PA en forma ambulatoria o por automedia en sus respectivos
hogares.19 Estas diferencias o falta de concordancia se atribuyen al
llamado "efecto de la bata blanca sobre la presión arterial". El monitoreo
ambulatorio de la presión arterial (MAPA) es un método de medición que
contribuye eficazmente no solo al diagnóstico correcto de pacientes que
se incluyen como "hipertensos de la bata blanca", sino a precisar mejor
los controles en pacientes hipertensos que por motivo de ese efecto
exhiben mayores cifra de presión arterial cuando se enfrentan al médico
en su consultorio y su presión arterial se registra como no controlada.

En relación con las medidas terapéuticas no adecuadas, es interesante


un estudio que compara los resultados del control de la hipertensión
arterial entre 5 países de Europa Occidental con el de los Estados Unidos
y demuestra que en esta última nación, existe mayor porcentaje de
hipertensos controlados que los de esos países europeos comparados y
se concluye que estos mejores resultados se deben a una terapéutica
medicamentosa mas agresiva, tanto en su inicio como en las
combinaciones medicamentosas, así como a una modificación mas
temprana del tratamiento, en los casos con inadecuado control.20

La mayoría de los hipertensos requieren 2 o mas fármacos para lograr el


control de su hipertensión, así se concluye en las recomendaciones del
VII reporte del JNC. La experiencia alcanzada por nosotros en la
consulta especial protocolizada, del Hospital "Hermanos Ameijeiras",
para pacientes con hipertensión arterial "complicada", en el año 2008,
nos permitió lograr el control de la enfermedad en 69 pacientes de los
cuales fue necesario indicarles el empleo de 3 fármacos
antihipertensivos al 34,8 % y 4, al 21,7 %; en la evaluación periódica
de los pacientes en dicha consulta se aumentó la dosis de medicamentos
al 57 % de ellos y se realizaron cambios o adiciones de fármacos
antihipertensivos al 43 %,21 lo que demuestra la necesidad de la estricta
evaluación individual del paciente hipertenso y que se requieren
correctas y oportunas modificaciones terapéuticas para su adecuado
control.

Dieta
Algunos tipos de hipertensión pueden gestionarse con cambios en el estilo de
vida y la alimentación, como con la práctica del ejercicio físico, la reducción del
alcohol y el tabaco, o la eliminación de dietas bajas en sodio.

Reducción en la cantidad de sal

La media en la ingesta de sal se encuentra entre 9 gramos (g) y 12 g al día en la


mayoría de países de todo el mundo.

La OMS recomienda reducir la ingesta por debajo de los 5 g al día para ayudar a
disminuir el riesgo de hipertensión y los problemas relacionados con la salud.

Esto puede beneficiar a las personas con y sin hipertensión, pero los que más se
beneficiarán son los individuos con la presión arterial elevada.

Moderación en el consumo de alcohol

La moderación en el consumo de alcohol excesivo está relacionado con la


presión arterial elevada y con un mayor riesgo de sufrir un ACV.

La Asociación Estadounidense del Corazón (AEC) recomienda un máximo de 2


bebidas al día para los hombres y 1 para las mujeres:

 355 ml de cerveza

 118 ml de vino
 44 ml de bebidas alcohólicas con 80 grados

 30 ml de bebidas alcohólicas con 100 grados

El médico puede ayudar a las personas que tengan dificultades para reducir el
consumo de alcohol.

Más frutas y verduras, menos grasa

Se recomienda a las personas que tienen o que están en riesgo de sufrir presión
arterial alta que coman la menor cantidad posible de grasas saturadas y totales.

En su lugar, recomendamos:

 Alimentos ricos en fibras y cereales integrales

 Gran variedad de frutas y verduras

 Alubias, legumbres y nueces

 Pescado rico en omega 3 dos veces a la semana

 Aceites vegetales no tropicales, como el aceite de oliva

 Pescado y aves sin piel

 Productos lácteos bajos en grasas

Es importante evitar las grasas trans, los aceites vegetales hidrogenados y las
grasas animales. Coma porciones de tamaño moderado.

Control del peso corporal

La hipertensión está estrechamente relacionada con el exceso de peso y la


reducción del mismo viene normalmente acompañada con una disminución en la
presión arterial. Una dieta saludable y equilibrada, junta a una ingesta calórica
que coincida con el tamaño de la persona, el sexo y el nivel de actividad, le
ayudará a reducir la enfermedad.

La dieta DASH
El Instituto Estadounidense del Corazón, el Pulmón y la Sangre (NHLBI)
recomienda la dieta DASH para las personas con presión arterial elevada. DASH,
por sus siglas en inglés, significa "métodos dietéticos para detener la
hipertensión" y se ha diseñado especialmente para ayudar a que las personas
reduzcan su presión arterial.

Se trata de un plan de alimentación flexible y equilibrado que se basa en los


estudios de investigación patrocinados por el Instituto. Aseguran que la dieta:

 Disminuye la presión arterial elevada

 Mejora los niveles de grasas en la flujo sanguíneo

 Reduce el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares

Existe un libro de cocina escrito por el NHLBI llamado "Keep the Beat Recipes"
(Recetas frescas, caseras y naturales) con ideas culinarias para obtener estos
resultados.

Algunas evidencias sugieren que el uso de suplementos probióticos durante 8


semanas o más podrían beneficiar a las personas con hipertensión.

Tipos
La presión arterial elevada que no es causada por otra enfermedad se llama
primaria o hipertensión esencial. Si aparece como resultado de otra enfermedad,
se denomina secundaria.

La hipertensión primaria puede aparecer debido a múltiples factores, como la


cantidad de plasma en sangre y la actividad de las hormonas que regulan el
volumen y la presión sanguínea. También está influenciada por factores
medioambientales, como el estrés y la falta de ejercicio.

La hipertensión secundaria tiene causas específicas y suele ser una


complicación de otro problema.

Puede aparecer debido a:

 La diabetes, por problemas en los riñones o daños en los nervios

 La insuficiencia renal

 La feocromocitoma, una forma extraña de cáncer que aparece en una glándula


suprarrenal

 El síndrome de Cushing, causado por los corticosteroides

 La hiperplasia suprarrenal congénita, una enfermedad de las glándulas


suprarrenales que producen cortisol

 El hipertiroidismo o a hiperactividad de una glándula tiroidea

 El hiperparatiroidismo, que afecta a los niveles de calcio y fósforo

 El embarazo

 La apnea del sueño

 La obesidad

 La insuficiencia renal crónica


El tratamiento de la enfermedad subyacente debería mejorar la presión
sanguínea.

Hipertensión arterial y retinopatía hipertensiva. Su


comportamiento en un área de salud
Dra. María Cáceres Toledo, Dra. Odalis Cáceres Toledo y Dra. Lilian Cordiés Jackson

RESUMEN
Se sabe que la hipertensión arterial constituye un serio problema de salud, con una
significativa morbilidad en la población adulta de cualquier país y que produce lesiones
vasculares orgánicas, más ostensibles en aquellos «órganos blancos» como corazón,
riñón, cerebro y retina. Se realizó el presente estudio, para determinar la presencia de
retinopatía hipertensiva y su comportamiento en un grupo de hipertensos. Se tomó la
tensión arterial en 3 ocasiones fortuitas y la oftalmoscopia directa, a 41 pacientes de
un área de salud, clasificados como hipertensos ligeros y moderados, con edades
comprendidas entre 15 y 50 años. Se halló que el 85,3 % de los casos presentó
alteraciones en la fundoscopia, la más frecuente fue el aumento del reflejo luminoso
arteriolar. Se detectó la retinopatía hipertensiva grado II, en el 46,3 % de los casos. El
resultado de los potenciales oscilatorios realizado a 6 pacientes sin alteraciones visibles
a la oftalmoscopia, fue normal en 4 casos y con disminución de su amplitud en 2. Se
comprobó que las lesiones arterioloescleróticas de la pared vascular, como los cruces
A-V patológicos y la tortuosidad del vaso estuvieron más relacionadas con el tiempo de
evolución de la hipertensión arterial que con su grado de severidad. La correlación
entre el grado de retinopatía, el tiempo de evolución y el tipo de hipertensión arterial
no fue estadísticamente significativa (p>0,05). Los potenciales oscilatorios son de
utilidad en el diagnóstico precoz de la retinopatía hipertensiva.

Descriptores DeCS: HIPERTENSION/complicaciones; HIPERTENSION/epidemiología;


ENFERMEDADES DE LA RETINA/diagnóstico; OFTALMOSCOPIA; FONDO DE OJO.

Se considera hipertensión arterial (HTA) a la elevación persistente o mantenida de la


TA sistólica, diastólica o ambas, a partir de 140/90 mmHg para los mayores de 18
años, en 3 tomas casuales.1-6

La HTA constituye un serio problema de salud, con una significativa morbilidad en la


población adulta de cualquier país. Su prevalencia en Cuba se encuentra entre el 38,2
y el 25,6 % en las personas de 15 y más años de edad. Es más frecuente en las zonas
urbanas y en los negros. La incidencia se calcula entre 0,4 y 2,5 % anual, y entre 8
000 y 9 000 muertes anuales son atribuibles a la HTA.2-4

El lugar más importante en el estudio de muchos aspectos de la patogénesis, la clínica


y el pronóstico del paciente hipertenso pertenece al órgano de la visión, donde las
lesiones vasculares orgánicas son más ostensibles.6-8
Richard Bright en el siglo pasado, y en plena era preoftalmoscópica fue el primero en
reconocer la asociación entre los trastornos visuales y las enfermedades renales, pero
no es hasta 1854 que esta relación se pudo hacer objetiva con la invención del
oftalmoscopio por Von Helm Holtz. Se considera que ningún examen, incluido la
esfigmomanometría, es más importante que una cuidadosa fundoscopia en el
conocimiento de la severidad y el pronóstico de la enfermedad hipertensiva, ya que
nos muestra la posible duración de la HTA y el daño sufrido por los vasos en el pasado,
el estado actual del proceso y su probable curso futuro.7-9

Se conoce como retinopatía hipertensiva2,6,7 a las alteraciones sufridas por las


arteriolas, el parénquima retiniano, el nervio óptico y la coroides en el curso del
proceso hipertensivo. Al ser causada por una presión arterial (PA) diastólica elevada,
es generalmente bilateral y simétrica.8

El estrechamiento arteriolar focal y generalizado es la primera manifestación


fundoscópica del proceso hipertensivo, más tarde aparecen las alteraciones propias de
la arterioloesclerosis de la pared, los signos más significativos son el aumento del
reflejo luminoso arteriolar, los vasos en hilo de cobre y plata y los cruces
arteriovenosos (A-V) patológicos.10-15

Existen varios métodos electrofisiológicos que estudian el potencial eléctrico de las


células retinianas, entre estos tenemos los potenciales oscilatorios (PO) 16,17 los cuales
han sido identificados como un sensible indicador de anormalidades en la circulación
retiniana.

El estudio integral del paciente hipertenso reafirma el carácter preventivo de la


medicina comunitaria. Por todo lo anterior nos motivamos a realizar este trabajo, con
el objetivo de estudiar las alteraciones del árbol vascular de la retina mediante la
oftalmoscopia, método sencillo y económico que, sin embargo, aporta gran información
sobre el grado de afectación vascular del individuo.

MÉTODOS
Nuestro universo total de trabajo constó de 70 pacientes hipertensos. Para este
estudio incluimos los casos con edades entre 16 y 50 años, clasificados como
hipertensos ligeros y moderados. Excluimos los mayores de 51 años y los pacientes
con otras enfermedades oculares o sistémicas, lo que nos permitió evaluar las
modificaciones producidas por esta entidad sin que se añadieran las provocadas por la
arterioloesclerosis senil y la de otras afecciones.

Estudiamos 41 pacientes con diagnóstico de HTA esencial ligera y moderada del


consultorio No.714 del Policlínico «Betancourt Neninger» de Alamar. Todos los casos
fueron evaluados en igualdad de condiciones y por el mismo personal.

A cada paciente le hicimos un interrogatorio exhaustivo para determinar el tiempo de


evolución de la HTA, además, le medimos la TA en 3 ocasiones distintas. Realizamos el
fondo de ojo por oftalmoscopia directa, previa dilatación pupilar.
Hicimos los estudios electrofisioló-gicos (PO) a los pacientes sin alteraciones visibles a
la oftalmoscopia, con vistas a conocer su utilidad en la detección temprana de la
retinopatía hipertensiva, aun cuando no fuera visible a la oftalmoscopia.

El estudio del fondo de ojo se realizó minuciosamente dividiendo en 4 cuadrantes, en


busca de alteraciones en los vasos, retina, nervio óptico y coroides, tanto con luz
blanca como con luz anerítra. Analizamos los potenciales oscilatorios sobre la base de
las normas del Laboratorio de Electrofisiología del Hospital "Camilo Cienfuegos".

Procesamos los datos mediante los programas computacionales Fox Base y SPSS para
Windows versión 4 con los cuales calculamos medidas de resumen como porcentajes,
medias y desviación estándar. Para evaluar la relación entre las variables cualitativas
(grado de retinopatía hipertensiva, tiempo de evolución y tipo de HTA) comparamos
los porcentajes a través de la prueba de chi cuadrado.

RESULTADOS
En nuestro estudio, la edad promedio fue de 42 años, con ligero predominio del sexo
femenino sobre el masculino. La mayoría de los casos (61 %) estaba entre los 45 y los
50 años.

El 63,4 % de nuestros pacientes se encuentran en el estadio I o HTA ligera y el resto


en estadio II o HTA moderada. La mayoría de los casos con HTA ligera tienen una
retinopatía hipertensiva grado II y el mayor porcentaje de alteraciones oftalmoscópicas
(93,3 %) lo detectamos en la HTA moderada.

Peligros sobre la hipertensión: Efectos de la


hipertensión sobre tu cuerpo
La presión arterial alta es un factor de riesgo que puede resultar en algo más
que una cardiopatía. Descubre las complicaciones que puede provocar la
presión arterial alta.

Complicaciones de la presión arterial alta

La presión arterial alta (hipertensión) puede dañar silenciosamente el cuerpo


durante años antes de que se presenten síntomas. Si no se controla, puede
provocar discapacidad, una calidad de vida deficiente o, incluso, un ataque
cardíaco mortal. Aproximadamente la mitad de las personas con hipertensión sin
tratar mueren a causa de una enfermedad cardíaca relacionada con un flujo
sanguíneo deficiente (enfermedad cardíaca isquémica), y otro tercio, como
resultado de un accidente cerebrovascular.
Con tratamiento y cambios en el estilo de vida, se puede ayudar a controlar la
presión arterial alta para reducir el riesgo de presentar complicaciones que pueden
poner en riesgo la vida.
Aquí se indican las complicaciones que puede provocar la presión arterial alta
cuando no se la controla de forma eficaz.

Daño a las arterias


Las arterias sanas son flexibles, fuertes y elásticas. Su revestimiento interno es
suave para que la sangre circule libremente, y les suministre nutrientes y oxígeno
a los tejidos y a los órganos vitales.
La hipertensión aumenta progresivamente la presión de la sangre que circula por
las arterias. Como consecuencia, puedes presentar lo siguiente:

 Arterias dañadas y estrechadas. La presión arterial alta puede dañar las


células del revestimiento interno de las arterias. Cuando las grasas de la
alimentación ingresan al torrente sanguíneo, se pueden acumular en las
arterias dañadas. A la larga, las paredes de las arterias se vuelven menos
elásticas, lo que limita el flujo sanguíneo a todo el cuerpo.
 Aneurisma. Con el tiempo, la presión constante de la sangre en movimiento
en una arteria debilitada puede provocar que una parte de su pared se agrande
y forme una protrusión (aneurisma). Los aneurismas pueden romperse y
causar un sangrado interno que puede poner en riesgo la vida. Los aneurismas
se pueden formar en cualquier arteria del cuerpo, pero se presentan con mayor
frecuencia en la arteria más grande (la aorta).
Daños en el corazón
El corazón bombea sangre a todo el cuerpo. Si no se controla, la presión arterial
alta puede dañar el corazón de diferentes formas, por ejemplo:

 Enfermedad de las arterias coronarias. La enfermedad de las arterias


coronarias afecta las arterias que suministran sangre a los músculos del
corazón. El estrechamiento de las arterias por la enfermedad de las arterias
coronarias no permite que la sangre fluya libremente a través de las arterias.
Cuando la sangre no puede fluir libremente hacia el corazón, puedes
experimentar dolor en el pecho, un ataque cardíaco o ritmos cardíacos
irregulares (arritmias).
 Dilatación del ventrículo izquierdo. La presión arterial alta obliga al corazón
a trabajar más de lo necesario para bombear sangre al resto del cuerpo. Esto
hace que el ventrículo izquierdo se engrose y endurezca (hipertrofia ventricular
izquierda). Estos cambios limitan la capacidad del ventrículo para bombear
sangre al cuerpo. Esta afección aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco,
una insuficiencia cardíaca y una muerte cardíaca súbita.
 Insuficiencia cardíaca. Con el tiempo, la tensión en el corazón provocada por
la presión arterial alta puede debilitar los músculos del corazón y hacer que
funcionen de manera menos eficiente. Finalmente, el corazón agobiado
comienza a desgastarse y fallar. El daño provocado por los ataques cardíacos
se suma a este problema.
Lesiones en el cerebro
Al igual que el corazón, el cerebro depende de un suministro sanguíneo nutritivo
para funcionar correctamente y sobrevivir. Pero la presión arterial alta puede
provocar diversos problemas, entre ellos:

 Accidente isquémico transitorio. Un accidente isquémico transitorio, algunas


veces llamado «mini accidente cerebrovascular», es una interrupción breve y
temporal de la irrigación sanguínea al cerebro. En general, es causado por
aterosclerosis o por un coágulo sanguíneo, los cuales pueden aparecer a partir
de la presión arterial alta. Un accidente isquémico transitorio suele ser una
advertencia que indica que estás en riesgo de tener un accidente
cerebrovascular total.
 Accidente cerebrovascular. Un accidente cerebrovascular ocurre cuando
parte del cerebro no recibe oxígeno ni nutrientes, lo cual hace que mueran las
neuronas cerebrales. La presión arterial alta sin control puede provocar un
accidente cerebrovascular, ya que daña y debilita los vasos sanguíneos del
cerebro y hace que se estrechen, se rompan o tengan pérdidas. La presión
arterial alta también puede provocar coágulos sanguíneos en las arterias que
llegan al cerebro, que bloquean el flujo sanguíneo y, potencialmente, pueden
causar un accidente cerebrovascular.
 Demencia. La demencia es una enfermedad cerebral que produce problemas
con el pensamiento, el habla, el razonamiento, la memoria, la visión y el
movimiento. La demencia tiene diversas causas. Una causa, la demencia
vascular, puede aparecer como resultado del estrechamiento y el bloqueo de
las arterias que llevan la sangre al cerebro. También puede ser el resultado de
un accidente cerebrovascular causado por la interrupción del flujo sanguíneo al
cerebro. En cualquier caso, la presión arterial alta puede ser la culpable.
 Deterioro cognitivo leve. El deterioro cognitivo leve es una etapa de
transición entre los cambios en la comprensión y la memoria que trae
aparejada la edad y los problemas más graves que provoca la enfermedad de
Alzheimer. Al igual que la demencia, puede ser el resultado de la interrupción
del flujo sanguíneo al cerebro cuando la presión arterial alta daña las arterias.
Daño a los riñones
Los riñones filtran el exceso de líquido y desechos de la sangre &mdahs; un
proceso que depende de los vasos sanguíneos sanos. La presión alta puede
lesionar tanto los vasos sanguíneos de tus riñones y los que van a ellos, causando
varios tipos de enfermedad renal (nefropatía). Tener diabetes además de presión
alta puede empeorar el daño.

 Insuficiencia renal. La presión alta es una de las causas más comunes de la


insuficiencia renal. Esto es porque puede dañar tanto las arterias grandes que
van a tus riñones como los vasos pequeñísimos (glomérulos) dentro de los
riñones. El daño a cualquiera de los dos causa que tus riñones no puedan
filtrar los desechos de tu sangre efectivamente. Como consecuencia, se
pueden acumular niveles peligrosos de líquido y de desechos. Eventualmente
quizás necesites diálisis o trasplante de riñón.
 Cicatrización en los riñones (glomerulosclerosis). La glomerulosclerosis es
un tipo de daño a los riñones causado por la cicatrización de los glomérulos.
Los glomérulos son pequeñísimos grupos de vasos sanguíneos dentro de los
riñones que filtran líquido y desechos de la sangre. La glomerulosclerosis
puede hacer que tus riñones queden incapaces de filtrar los desechos
eficazmente, lo que lleva a la insuficiencia renal. Cuando aparece en una
arteria que va al riñón, se conoce como aneurisma de arteria renal. Una causa
potencial es la aterosclerosis, que debilita y daña la pared de las arterias. Con
el tiempo, la presión alta en una arteria debilitada puede causar que una
sección se agrande y forme un bulto — el aneurisma. Los aneurismas pueden
romperse y causar una hemorragia interna que quizás sea fatal.
Daño a los ojos
Unos vasos sanguíneos diminutos y delicados suministran sangre a los ojos.
Como otros vasos sanguíneos, estos también pueden ser dañados por la alta
presión:

 Daño a los vasos sanguíneos de los ojos (retinopatía). La alta presión


puede dañar los vasos sanguíneos que llevan sangre a tu retina, causando la
retinopatía. Este trastorno puede conducir a sangrado en el ojo, visión borrosa
y pérdida completa de la visión. Si tienes tanto diabetes como alta presión,
corres aún más riesgo.
 Acumulación de líquido bajo la retina (coroidopatía). En este trastorno, el
líquido se acumula bajo la retina porque un vaso sanguíneo en una capa de
vasos ubicada bajo la retina tiene una fuga. La coroidopatía puede resultar en
visión distorsionada o en algunos casos una cicatrización que afecta la visión.
 Daño al nervio (neuropatía óptica). Este es un trastorno en que el flujo
bloqueado de sangre daña el nervio óptico. Puede matar células nerviosas en
los ojos, lo que quizás cause sangrado dentro del ojo o pérdida de la visión.
Disfunción sexual
Si bien la incapacidad para tener o mantener una erección (disfunción eréctil) se
vuelve cada vez más frecuente en los hombres a medida que se aproximan a los
50 años, es incluso más probable que suceda si también tienen presión arterial
alta. Con el tiempo, la presión arterial alta daña el revestimiento de los vasos
sanguíneos y provoca que las arterias se endurezcan y estrechen (aterosclerosis),
lo que limita el flujo sanguíneo. Esto significa que puede fluir menos sangre hacia
el pene. Para algunos hombres, la disminución del flujo sanguíneo torna difícil
lograr y mantener las erecciones (a menudo denominado «disfunción eréctil»).
Este problema es bastante frecuente, en especial, en los hombres que no se
tratan la presión arterial alta.
Las mujeres también pueden tener disfunción sexual como un efecto secundario
de la presión arterial alta. La presión arterial alta puede reducir el flujo sanguíneo a
la vagina. Para algunas mujeres, esto provoca una disminución del deseo sexual o
la excitación, sequedad vaginal o dificultad para llegar al orgasmo. Mejorar la
excitación y la lubricación puede ayudar. Al igual que los hombres, las mujeres
pueden sufrir ansiedad y problemas en las relaciones debido a la disfunción
sexual.

Otros posibles peligros de la presión arterial alta


La presión arterial alta también puede afectar otras partes del cuerpo, lo cual
puede provocar problemas como los siguientes:

 Disminución de la masa ósea. La presión arterial alta puede aumentar la


cantidad de calcio en la orina. Esa eliminación excesiva de calcio puede causar
pérdida de densidad ósea (osteoporosis), que, a su vez, puede provocar
fracturas de huesos. El riesgo aumenta especialmente en las mujeres mayores.
 Problemas para dormir. La apnea obstructiva del sueño —una afección en la
cual los músculos de la garganta se relajan y producen ronquidos fuertes— se
presenta en más de la mitad de las personas con presión arterial alta. En la
actualidad, se cree que la presión arterial alta por sí sola puede desencadenar
la apnea del sueño. Además, la falta de sueño que se produce por la apnea del
sueño puede elevar la presión arterial.
Emergencias por presión arterial alta
En general, la presión arterial alta es una afección crónica que causa daños
progresivamente a lo largo de los años. Sin embargo, a veces, la presión arterial
aumenta de manera tan rápida e intensa que se convierte en una emergencia
médica que requiere tratamiento inmediato, a menudo con hospitalización.
En estas situaciones, la presión arterial alta puede causar lo siguiente:

 Pérdida de la memoria, cambios en la personalidad, problemas de


concentración, irritabilidad o pérdida del conocimiento progresiva
 Accidente cerebrovascular
 Daño grave a la arteria principal del cuerpo (disección aórtica)
 Dolor en el pecho
 Ataque cardíaco
 Bombeo deficiente repentino del corazón, lo que provoca una acumulación de
líquido en los pulmones que produce falta de aire (edema pulmonar)
 Pérdida de la función renal repentina
 Complicaciones en embarazadas (preeclampsia o eclampsia)
El sistema cardiovascular
Todas las células de nuestro cuerpo, ya sean del cerebro o de un músculo de las
piernas, necesitan oxígeno y nutrientes para realizar su función. El sistema
cardiovascular podemos decir que es la estructura por la que se van a transportar
estas sustancias a cada una de todas las células; y retirar de ellas las sustancias de
desecho, para permitir así que nuestro cerebro piense o nuestras piernas nos
permitan caminar, por ejemplo.
El sistema cardiovascular está constituido por el corazón, los vasos
sanguíneos (arterias, capilares, vénulas y venas) y la sangre que circula por
ellos. Su adecuado funcionamiento es esencial para que tengamos buena salud.
Un individuo adulto tiene aproximadamente 5 litros de sangre. Disueltos en esa
sangre se transportan el oxígeno y los nutrientes a cada rincón del cuerpo
humano. Además, la sangre también se encarga de recoger el dióxido de carbono
y desechos celulares. La sangre rica en oxígeno y nutrientes es de color rojo
brillante, se denomina sangre arterial, y discurre por las arterias (La sangre que
vuelve con poco oxígeno y con desechos celulares, es de un color rojo más
oscuro, y se denomina sangre venosa.

El sistema arterial se va a ramificar progresivamente formando una extensa red


de arterias cada vez más finas para formar los capilares, que alcanzan cada una de
las células de nuestro organismo.
El circuito venoso es justo lo contrario. Las sustancias de desecho se vierten en
las venas más finas (llamadas vénulas), que en su camino de vuelta confluyen
unas con otras formando venas cada vez más gruesas hasta retornar al corazón.
Cuando hablamos de vasos sanguíneos, nos referimos tanto a las arterias como a
las venas. Si se unieran todos los vasos sanguíneos que tiene un individuo adulto,
y se colocaran en línea recta, cubrirían una distancia de más de 96.000
kilómetros, lo suficiente como para dar más de dos vueltas a la tierra.

La aorta es la principal arteria que sale del corazón, y transporta sangre rica en
oxígeno y nutrientes.
Las venas cavas devuelven al corazón sangre pobre en oxígeno que será enviada
a los pulmones donde se eliminará el dióxido de carbono y se cargará de oxígeno.
La sangre oxigenada vuelve al corazón para iniciar de nuevo el recorrido.
El corazón
El corazón es un órgano muscular formado por dos aurículas (aurícula izquierda
y aurícula derecha) y dos ventrículos (ventrículo izquierdo y ventrículo derecho).
Ocupa un lugar central en este sistema de tuberías, y tiene la misión de bombear
la sangre para que circule sin descanso durante toda nuestra vida.

Para entender cómo el corazón realiza su función, debemos estudiar por separado
la parte derecha y la parte izquierda pues son circuitos separados. La parte
derecha del corazón (aurícula y ventrículo derechos) reciben la sangre pobre en
oxígeno procedente del cuerpo a través de las venas principales (representada
como sangre de color azul), y la envían a los pulmones donde el dióxido de
carbono es el expulsado.
Una vez oxigenada la sangre regresa a la parte izquierda del corazón Desde la
aurícula izquierda, la sangre rica en oxígeno (representada en color rojo) pasa al
ventrículo izquierdo, que la impulsa por la arteria principal (denominada arteria
aorta) para seguir avanzando hasta cada rincón de nuestro cuerpo.
El motivo por el que el corazón se divide en aurículas y ventrículos es el modo en
que la naturaleza puede garantizar que la sangre circule de forma constante. La
parte inferior llamada ventrículo, más fuerte y es la que, en última instancia, se
encarga de bombear la sangre a través de las arterias principales. La parte
superior, denominada aurícula digamos que funciona como una cámara accesoria
donde se acumula la sangre que llega al corazón mientras el ventrículo se está
contrayendo.
Cada aurícula y su ventrículo correspondiente deben estar coordinados entre sí
para que la función de bombeo sea óptima.
Como muestra el vídeo, cuando el ventrículo se contrae (sístole), la sangre que
sigue llegando al corazón se va acumulando en las aurículas. Una vez se han
llenado las aurículas, y el ventrículo ha tenido tiempo para relajarse [diástole], las
aurículas se contraen y hacen que la sangre llene los ventrículos antes de que
éstos se vuelvan a contraer (sístole). Este ciclo se repite sin descanso, ente 60 y
70 veces cada minuto.
Cada aurícula se separa del ventrículo de su lado por medio de las válvulas
cardíacas. Gracias a que las válvulas cardíacas se abren en un solo sentido, y
también a la coordinación existente entre las aurículas y los ventrículos, se
garantiza que la sangre circule en una sola dirección, y que las interrupciones
entre cada contracción ventricular sean mínimas.
A modo de síntesis, podemos decir que las estructuras que forman el corazón son
cuatro:
Músculo cardíaco: también llamado miocardio, se encuentra formando las
aurículas y los ventrículos, y con su contracción y relajación son los que en
última instancia bombean la sangre para que recorra el sistema circulatorio. El
pulso no es más que la percepción del empuje rítmico de la sangre en las arterias
cada vez que el ventrículo se contrae. Las enfermedades que afectan al músculo
cardíaco pueden hacer que éste se contraiga con menos fuerza y no garantice el
aporte adecuado de oxígeno y nutrientes a todas las células.
Válvulas cardíacas: estructuras finas pero enormemente resistentes que permiten
que la sangre circule en un solo sentido. Existen válvulas entre las aurículas y los
ventrículos (válvula mitral y válvula tricuspídea) y también existen válvulas entre
los ventrículos y las arterias principales (válvula aórtica y válvula pulmonar).
Cuando la cámara se contrae, la sangre impulsada abre las válvulas; y cuando la
cámara se relaja, las válvulas se cierran impidiendo que la sangre refluya hacia
atrás. Las enfermedades que afectan las válvulas del corazón pueden dificultar el
paso de la sangre a través de las mismas o en otras ocasiones pueden no cerrar
adecuadamente y permiten que la sangre refluya en lugar de moverse en un solo
sentido.

Sistema eléctrico cardíaco: constituido por fibras nerviosas que funcionan de


modo autónomo. Se encargan de regular la frecuencia a la que se contrae el
corazón y también de la adecuada coordinación entre la contracción de las
aurículas y la de los ventrículos. El estímulo inicial se genera en las aurículas, y,
después de un pequeño intervalo de tiempo se transmite a los ventrículos, de esta
forma las aurículas se contraen e impulsan la sangre a los ventrículos y, una
fracción de segundo después, el impulso llega a las ventrículos (que ya han
tenido tiempo de llenase de sangre procedente de las aurículas), y éstos se
contraen impulsando la sangre a través de las arterias. Cuando una enfermedad
afecta a este sistema eléctrico, el corazón puede latir mucho más lento o en otras
ocasiones de forma irregular; ambas situaciones comprometen la adecuada
función de bombeo del corazón.
Vasos sanguíneos del corazón: al igual que cualquier otro tejido de nuestro
cuerpo, el corazón también necesita un sistema de vasos sanguíneos por los que
circule sangre que le aporte oxígeno y nutrientes.
Las arterias que llevan sangre oxigenada al músculo cardíaco se denominan
arterias coronarias. Las enfermedades que afectan a las arterias del corazón
pueden producir estrechamiento de las mismas y reducir así la cantidad de
oxígeno y nutrientes que llegan a cada parte del corazón produciendo una angina
de pecho o incluso un infarto de miocardio.

El mal funcionamiento de cualquiera de estos 4 componentes repercutirá


negativamente en la función cardíaca en su conjunto.

¿CÓMO FUNCIONA TU SISTEMA CARDIOVASCULAR?


El oxígeno constituye alrededor de una quinta parte de la atmósfera. Tú respiras aire por la
boca y la nariz y va a los pulmones. El oxígeno del aire es absorbido por tu torrente
sanguíneo a través de tus pulmones. Tu corazón bombea la sangre rica en oxígeno
('oxigenada') a través de una red de vasos sanguíneos - las arterias - a los tejidos,
incluyendo los órganos, músculos y nervios, por todo tu cuerpo.

Cuando la sangre llega a los capilares en los tejidos se libera oxígeno, que utilizan las
células para producir energía. Estas células liberan los productos de desecho, como el
dióxido de carbono y agua, que son absorbidos y transportados por la sangre.

La sangre usada (o "desoxigenada") viaja entonces por las venas y de regreso hacia el
corazón. Tu corazón bombea la sangre desoxigenada de nuevo a los pulmones, donde
absorbe el oxígeno fresco, y el ciclo comienza nuevamente.

El corazón
Tu corazón es del tamaño de un puño cerrado y pesa alrededor de 300g. Se encuentra justo
a la izquierda en el pecho, rodeado por una membrana protectora llamada pericardio.

Tu corazón es una bomba, dividido en lado izquierdo y derecho. Tiene paredes, hechas de
músculo, que se comprimen (contraen) para bombear la sangre hacia los vasos sanguíneos y
por todo el cuerpo.
Tienes alrededor de 8 litros de sangre en tu cuerpo, y en un
día normal tu corazón late 100.000 veces para mantener la
circulación de la sangre alrededor de tu cuerpo.

Tus venas transportan la sangre desoxigenada hacia el lado derecho de tu corazón. Tu


corazón bombea esta sangre de nuevo a tus pulmones, donde absorbe más oxígeno. Esta
sangre oxigenada regresa al lado izquierdo de tu corazón, que la bombea al resto del cuerpo
a través de las arterias. El músculo del lado izquierdo del corazón es un poco más grande ya
que tiene más trabajo que hacer que el derecho: el lado derecho sólo bombea sangre a tus
pulmones, el lado izquierdo bombea sangre a todo tu cuerpo.

Cada lado de tu corazón está dividido en una cavidad superior llamada aurícula y una
cavidad inferior, más grande, llamada ventrículo. La sangre fluye desde cada aurícula al
ventrículo correspondiente, a través de una válvula unidireccional.

Los pulmones
Tus pulmones están a ambos lados de tu corazón, en el pecho (tórax), y se componen de
tejido esponjoso con un abundante suministro de sangre.

El diafragma es una capa muscular que separa el tórax de la cavidad abdominal y forma el
piso de su tórax. El movimiento del diafragma cuando respiras hace que tus pulmones se
inflen.

El aire pasa por tu nariz y boca hacia la tráquea y a cada pulmón, a través de dos vías
respiratorias llamadas bronquios. Estos se dividen en vías respiratorias más pequeñas,
llamadas bronquiolos, que se dividen repetidamente y al final en sacos diminutos
llamados alvéolos. Estos son sacos de aire con paredes del grosor de una célula. Es aquí
donde el oxígeno y dióxido de carbono se filtran hacia y desde la sangre. En este proceso,
conocido como intercambio gaseoso, las moléculas de oxígeno y de dióxido de carbono se
unen a la hemoglobina, una proteína en los glóbulos rojos.

Hay alrededor de 300 millones de alvéolos en cada pulmón, que proporcionan una gran
superficie de intercambio gaseoso - aproximadamente del tamaño de una cancha de tenis, si
pudiera ser extendido.

En un día normal, respiras 10.000 litros de aire que entra y


sale de tus pulmones.
La presión arterial
La sangre que transporta oxígeno y nutrientes es bombeada a todo tu cuerpo por el corazón.
La sangre se encuentra bajo presión como resultado de la acción de bombeo de tu corazón y
por el tamaño y la flexibilidad de tus arterias. Esta presión arterial es una parte esencial de
la forma en que tu cuerpo funciona.

Cuando se mide la presión arterial, el resultado se expresa con dos números, como
120/80mmHg (ciento veinte sobre ochenta milímetros de mercurio).

La primera cifra – la presión arterial sistólica – es la medida de la presión cuando el


músculo cardíaco se contrae y bombea la sangre. Esta es la presión máxima en tus vasos
sanguíneos.

La segunda cifra – la presión arterial diastólica – es la presión entre latidos cuando tu


corazón está en reposo y llenándose de sangre. Esta es la presión mínima en tus vasos
sanguíneos.

Los médicos recomiendan mantener la presión arterial por


debajo de 140/85 (130/80 si tienes diabetes).

Cuanto menor sea la presión arterial, es mejor para tu salud, aunque una presión arterial
muy baja puede hacerte sentir mareado o débil. Los médicos recomiendan mantener la
presión arterial por debajo de 140/85. Si padeces de diabetes, enfermedad renal o
enfermedad cardiovascular, tu presión arterial debe ser inferior a – idealmente menor a
130/80.

Beneficios del ejercicio físico sobre el


sistema circulatorio
o Reducción de la tensión arterial.
o Favorece la circulación en todo el organismo.
o Disminuye la formación de coágulos dentro de los vasos sanguíneos.
o Actúa sobre el endotelio vascular, mejorando su actividad y manteniéndolo más
elástico.
o Mejora el retorno venoso previniendo, entre otros cuadros, la aparición de varices.

¿Cómo puede afectar el ejercicio


físico al sistema cardiovascular?

La práctica de ejercicio físico conlleva una serie de respuestas por parte de


nuestro organismo. Si éste solo se realiza en un determinado momento, de
manera aislada y esto no se repite en dos o tres semanas, se hablará de una
“respuesta fisiológica aguda”. En este tipo de respuesta el organismo intenta suplir
las necesidades temporales de este esfuerzo físico, sin que se produzca ninguna
adaptación a largo plazo para cubrir estas necesidades.

Cuando este esfuerzo físico se repite con una determinada intensidad, duración y
periodicidad en el tiempo, estamos frente a lo que llamamos un “entrenamiento”
que implica una adaptación crónica para cubrir mejor las necesidades.

Los efectos biológicos que van a tener lugar sobre el corazón serán:

 Hipertrofia del músculo cardiaco (aumento de tamaño de la fibra cardiaca).

 Aumento de las cavidades de los ventrículos.

 Reducción de la frecuencia cardiaca en reposo.

 Aparición de alteraciones en el electrocardiograma basal consistentes en


alteraciones de la repolarización, trastornos de la conducción y algún tipo de
arritmia, siempre benignas y secundarias a la hipertrofia miocárdica.

Todos estos cambios producen lo que ha dado en llamarse “el síndrome del
corazón del atleta” y es la expresión de una adaptación crónica del corazón a una
demanda continuada en el tiempo y a una determinada intensidad de ejercicio.
La extracción del oxígeno por parte del corazón desde la sangre se realiza “al
máximo” incluso en reposo. Durante el ejercicio, para suplir las necesidades
mayores de oxígeno, el corazón lo que hace es “aumentar” el tamaño de los vasos
que le llevan la sangre, las arterias coronarias.

Otra adaptación del corazón cuando se realiza un entrenamiento aeróbico regular


es un alargamiento de la fibra muscular cardiaca que conlleva un aumento de las
cavidades cardiacas, esto es lo que se conoce como cardiomegalia. Las
consecuencias de este aumento del tamaño son que en cada expulsión de sangre,
el volumen de ésta es mayor y por consiguiente la cantidad de oxígeno que
transporta la sangre en cada latido está aumentada.

Con respecto a la frecuencia cardiaca, con el entrenamiento ésta se reduce en


reposo, pero en el ejercicio máximo ésta apenas se incrementa.

¿Puede el ejercicio dañar al corazón?


Según el doctor Paul Thompson, jefe de cardiología del Hospital Hartford
de Connecticut y experto en cardiología deportiva, no hay riesgo para el
corazón a menos que alguien se someta a múltiples competencias
extremas.Según el experto, el ejercicio que hace la mayoría -es decir, salir
a caminar o correr entre dos a cinco veces por semana- contribuye a la
salud del corazón.

10 ejercicios que ayudan a tu corazón


1. Caminar tres veces por semana. Los médicos aconsejan el ejercicio aeróbico
para fortalecer el corazón: eleva la frecuencia cardíaca, utiliza el oxígeno como
combustible y hace que el organismo lo aproveche de manera más eficiente. ...
2. Trotar o correr. ...
3. Natación. ...
4. Clases de step. ...
5. El kickboxing. ...
6. Tae Bo. ...
7. Spinning. ...
8. Danza aeróbica.

9. . Caminar tres veces por semana


10. Los médicos aconsejan el ejercicio aeróbico para fortalecer el corazón:
eleva la frecuencia cardíaca, utiliza el oxígeno como combustible y
hace que el organismo lo aproveche de manera más eficiente. Caminar
es para todas las edades: no tiene impacto, no lesiona las
articulaciones y permite quemar calorías: 300 por hora de marcha
moderada y 550 si es rápida

11. . Trotar o correr


12. Es uno de los ejercicios más populares en los Estados Unidos. El
Colegio Americano de Medicina del Deporte dice que cuanto más se
corre, más se ayuda a la salud. Es una actividad económica que se
puede hacer en cualquier momento y lugar, sirve para quemar calorías
y reduce el estrés.

13. Natación
14. Es el segundo deporte más popular en los EU y una excelente actividad
aeróbica. Con dos horas y media por semana se disminuyen los
riesgos de contraer enfermedades cardíacas. Según el CDC, permite
quemar muchas calorías, aumenta la fuerza muscular y se puede hacer
a todas las edades ya que no produce dolor en articulaciones o
músculos

15. Clases de step


16. Esta plataforma se utiliza para subir y bajar siguiendo una coreografía.
Es un trabajo aeróbico completo que también fortalece los músculos de
las piernas. La altura del step (4 a 10“ - 10 a 25 cm ) depende del nivel
de entrenamiento del alumno, su altura y coordinación. Se comienza
con una plataforma de 4” para permanecer en una zona de
entrenamiento del 60-75% de la capacidad cardíaca total.

17. El kickboxing
18. Combina técnicas de lucha del boxeo y las artes marciales y se vale de
los pies y los puños para pegar. Las clases son de lucha simulada y
resultan una forma divertida de realizar ejercicio aeróbico mediante
golpes, patadas y movimientos de defensa personal. El cuerpo está
siempre en actividad y la clase se combina con abdominales,
sentadillas y flexiones.

19. Tae Bo
20. El Tae Bo es otro programa de ejercicios que combina la agilidad del arte
marcial con la fuerza del boxeo y la flexibilidad de la danza. Permite
deshacerse de unas 328 calorías cada 30 minutos de actividad y fue
desarrollado en 1998 por Billy Blanks, varias veces campeón mundial de artes
marciales. Celebridades y atletas lo eligen para mantenerse en forma.

21. Spinning
22. El spinning es un programa creado a principios de los ’90 por el ciclista
Jonathan Goldberg. Es un ejercicio grupal dirigido por un entrenador,
donde los alumnos pedalean en clases de una hora con música y
distintos niveles de exigencia. Fortalece el corazón y sirve para quemar
unas 600 calorías por hora. Indispensable llevar toalla ¡y mucha bebida!

23. Danza aeróbica


24. ¡Es es el preferido de la mujeres! Su creador fue Kenneth Cooper, un
médico que buscó un ejercicio físico para entrenar el corazón y los
pulmones. Se realiza al ritmo de buena música y requiere coordinación,
ritmo y flexibilidad. Con el tiempo el organismo se adapta y permite
realizar la actividad sin fatigarse. Como es de alto impacto, no es
aconsejable para las articulaciones lesionadas.

Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades cardiovasculares,


como la hipertensión, son actualmente la principal causa de muerte en Europa,
representando el 49% del total y el 30% de las muertes antes de los 65 años.
Para evitarlas, es fundamental cuidar nuestro corazón y, para ello, lo más
recomendable es realizar ejercicio físico diario, no fumar y seguir una buena
alimentación que es un factor clave que puede ayudar a prevenir este tipo de
enfermedades.

Algunos de los principales consejos para tener una dieta sana y equilibrada que
ayude a nuestro sistema cardiovascular son:
 Incorporar fruta y verdura en nuestra dieta diaria
 Evitar alimentos ricos en colesterol y grasas saturadas, que elevan el
colesterol malo en sangre como, por ejemplo, carnes vacunas o de cordero
grasas, quesos enteros y curados, mantequilla, nata, vísceras o patés.
 Incluir en nuestra dieta alimentos ricos en fibra y grasas buenas, como
legumbres, que aportan fibra y minerales importantes para mantener a raya
la presión arterial, y frutos secos, que tienen grasas insaturadas para
reducir el colesterol malo y elevar el colesterol bueno en sangre.
 Reducir el consumo de alimentos ricos en sodio, que elevan nuestra
presión arterial, como por ejemplo embutidos, caldos concentrados
comerciales, aderezos comerciales o conservas.
 Evitar las frituras y decantarnos por la cocción, que evita el agregado
de grasas a los alimentos.
 Consumir los vegetales principalmente frescos o cocinados al vapor o al
horno y, si es posible, con su piel.
 Desterrar la bollería industrial de nuestra dieta, pues es rica en grasas
saturadas muy perjudiciales para el sistema cardiovascular.

Además de seguir estas recomendaciones, es imprescindible acudir a chequeos


médicos regulares para detectar tempranamente cualquier anomalía que afecte a
nuestro sistema cardiovascular, ya que un simple análisis de sangre da pistas a
nuestro médico sobre el estado de nuestro corazón y nuestros vasos sanguíneos.

En el caso de enfermedades cardiovasculares complejas como la hiperlipidemia,


que es el exceso de colesterol y triglicéridos en sangre, o la aterosclerosis
coronaria que consiste en el endurecimiento de las arterias que riegan el corazón,
lo más recomendable además de llevar una dieta sana y equilibrada es seguir el
tratamiento médico y farmacológico que indique el cardiólogo y mantener un
control regular del sistema cardiovascular.

El trabajo cardiovascular se denomina de este modo por los beneficios que aporta a la
salud del corazón. Este tipo de trabajo se consigue realizando ejercicios aeróbicos,
aquellos que implican la utilización de oxígeno por el organismo. Muchos de
los movimientos de la vida cotidiana son aeróbicos, por lo general a una intensidad
moderada (entre el 50% y el 80% del ritmo cardíaco máximo) durante amplios periodos de
tiempo. Por ejemplo, el hecho de correr una larga distancia a un ritmo moderado es un
ejercicio aeróbico, pero esprintar no lo es. También son trabajos cardiovasculares todos
los desplazamientos que hacemos durante el día ( caminando, en bici...) o el subir y
bajar escaleras, por ejemplo. Realizar este tipo de actividad de forma habitual, nos ayuda
a estimular el corazón y todo el torrente sanguíneo, facilitando la irrigación y la llegada
de nutrientes y oxígeno a todo el cuerpo. Además, casi sin darnos cuenta, el ejercicio
cardiovascular hace trabajar de forma moderada múltiples músculos del cuerpo.

Recomendaciones:
 Al hacer este tipo de ejercicio se suele sudar, por eso es fundamental una buena
hidratación. No te olvides de beber agua frecuentemente durante el ejercicio
 Antes de empezar el ejercicio, asegúrate de realizar un buen calentamiento para
activar el organismo y así evitar lesiones
 Una buena forma de conseguir aguantar más tiempo realizando los ejercicios, es
controlar la intensidad. Cuánto más tiempo, más beneficioso será para el
organismo
 No te marques objetivos a corto plazo. Los beneficios de este tipo de ejercicios se
hacen visibles a largo plazo. ¡Paciencia y perseverancia!
 Al terminar el ejercicio, estira los músculos para que al día siguiente los tengas en
plena forma y sin molestias

El aparato respiratorio
Introducción a la anatomía respiratoria
El aparato respiratorio comienza en la nariz y la boca y continúa por las demás
vías respiratorias hasta los pulmones, donde se intercambia el oxígeno de la
atmósfera con el anhídrido carbónico de los tejidos del organismo. Los pulmones
son los dos órganos más grandes del aparato respiratorio; su forma es semejante
a dos grandes esponjas que ocupan la mayor parte de la cavidad torácica. El
pulmón izquierdo es ligeramente menor que el derecho porque comparte el
espacio con el corazón, en el lado izquierdo del tórax. Cada pulmón está dividido
en secciones (lóbulos). El pulmón derecho está compuesto por tres lóbulos y el
izquierdo por dos.
El aire entra en el aparato respiratorio por la nariz y la boca y llega a la garganta
(faringe) para alcanzar la caja que produce la voz (laringe). La entrada de la
laringe está cubierta por un pequeño fragmento de tejido muscular (epiglotis) que
se cierra en el momento de la deglución, impidiendo así que el alimento se
introduzca en las vías respiratorias.
La tráquea es la más grande de las vías respiratorias; comienza en la laringe y
acaba bifurcándose en dos vías aéreas de menor calibre (bronquios) que
conducen a los pulmones. Los bronquios se dividen sucesivamente en gran
número de vías aéreas cada vez de menor tamaño (bronquiolos), siendo las
ramas terminales más finas. Esta parte del aparato respiratorio se conoce como
árbol bronquial, por su aspecto de árbol al revés.

Función de la respiración
La función principal del aparato respiratorio es conducir el oxígeno al interior de los
pulmones, transferirlo a la sangre y expulsar las sustancias de desecho, en forma
de anhídrido carbónico. El oxígeno inspirado penetra en los pulmones y alcanza
los alvéolos. El oxígeno pasa fácilmente a la sangre de los capilares a través de
las paredes alveolares, mientras que el anhídrido carbónico pasa desde la sangre
al interior de los alvéolos, siendo espirado por las fosas nasales y la boca.

Nuestro aparato respiratorio: ¿cómo es y


cómo funciona?
El aparato respiratorio está formado por las vías aéreas y por los pulmones. A través de las
vías aéreas el aire circula en dirección a los pulmones y es en estos órganos donde se realiza
el intercambio de gases.
En las vías aéreas diferenciamos la vía aérea superior, que va desde la nariz y la boca hasta
las cuerdas vocales, e incluye la faringe y la laringe, y la vía aérea inferior, formada por la
tráquea, los bronquios y sus ramificaciones en el interior de los pulmones, los bronquiolos.
La tráquea es el tubo que va desde la laringe a los bronquios principales. Éstos, a su vez,
penetran en el interior de cada pulmón y se van dividiendo en ramas más pequeñas
(bronquiolos). Finalmente a medida que se introducen en los pulmones terminan en unas
bolsas o sacos denominados alveolos.
En las paredes de la tráquea y los bronquios más gruesos hay varias capas que de fuera
adentro son el cartílago, que le da estructura y consistencia, una capa muscular y una cubierta
más interna, que es la mucosa.
La función básica del aparato respiratorio es la respiración. Consiste en llevar el oxígeno del
aire a la sangre y eliminar el anhídrido carbónico (CO2) al aire. Este intercambio de gases se
produce en el interior de los pulmones
El aire entra por la nariz y/o la boca y es conducido a través de las vías respiratorias hasta los
alvéolos, donde se produce el intercambio de gases. Así, el oxígeno pasa a la sangre y es
transportado a todas las células. A su vez, el anhídrido carbónico (CO2) que se produce en las
células es transportado hasta los pulmones para su eliminación.
Ejercicio físico y aparato respiratorio

Beneficios del ejercicio sobre la función respiratoria

- Mayor capacidad cardiorrespiratoria, que permite optimizar el funcionamiento


general del organismo y su rendimiento frente a demandas específicas.

- Prevención y disminución de trastornos respiratorios

PERJUICIOS DE LA ACTIVIDAD FISICA EN EL SISTEMA


RESPIRATORIO

La mala respiración al practicar ejercicio puede tener efectos negativos como fatiga,
hiperventilación o insomnio. Según los expertos el principal motivo es el ritmo de vida actual.
El 60% de las personas no respira correctamente al realizar deporte.

Las pautas para lograr una correcta respiración pasan por abandonar la respiración torácica,
que obliga a utilizar la musculatura del pecho y los hombros dejando rigidez abdominal. Es
más recomendable una respiración diafragmática que mejora sensiblemente la calidad de vida
y de ejercicio físico.

Los expertos aseguran que "una correcta respiración diafragmática influye sobre el proceso
mental y consigue un estado físico óptimo mejorando la concentración. Por ello, muchos
deportistas de élite utilizan esta respiración diafragmática como parte esencial de su
entrenamiento ya que les ayuda a conseguir resultados óptimos".

Respirar de forma óptima sitúa la frecuencia entre seis y diez veces por minuto en reposo.
Actualmente la mayoría de la población se encuentra por encima de estas cifras. Una
respiración deficiente durante el ejercicio físico puede provocar cansancio excesivo, sensación
de una fatiga mayor o insomnio. Además, tiene efectos fisiológicos que incluyen incremento
del número de pulsaciones del corazón, aumento de la tensión arterial, síntomas de asma o
ahogo, tensión muscular excesiva en cuello y hombros y, en ocasiones, síntomas de malestar
gastrointestinal.
El sistema respiratorio está interrelacionado con el resto de sistemas del organismo y algunos
de estos efectos reaccionan en cadena ante una situación prolongada de malos hábitos en la
respiración. A nivel de concentración, un deficiente estado de atención impide focalizar
correctamente los esfuerzos pudiendo desencadenar en lesiones musculares por problemas
de flujo sanguíneo y de tensión muscular excesiva.

Por el contrario, educar correctamente la respiración, adecuarla dentro de la práctica del


ejercicio físico y también en el día a día, tiene una serie de "poderosos beneficios" en la salud.
Una respiración diafragmática abdominal regular, lenta y profunda logra mayores estados de
relajación, una mejor oxigenación, un menor esfuerzo cardíaco y reducción de la fatiga, una
menor tensión muscular, mejora de rendimiento, aumento de la potencia pulmonar y de la
tolerancia al ejercicio, disminuye la actividad fisiológica y mejora los problemas respiratorios,
entre otros.

POSIBLES RIESGOS DE LA ACTIVIDAD


FÍSICA
.
Lo que tradicionalmente se conoce como la paradoja de la actividad física se refiere a la
aparente contradicción entre el efecto protector que confieren las adaptaciones (ver enlace) y
el aumento del riesgo que se produce de forma aguda al hacer ejercicio. Las respuestas (ver
enlace) al esfuerzo son necesarias pero no necesariamente buenas para la salud. ¿Por qué
incrementa el riesgo de complicaciones? Atentos porque los motivos pueden ser variados.
El ejercicio físico de moderada intensidad previene la formación de trombos en el torrente
circulatorio pero cuando incrementa la intensidad del esfuerzo, la tendencia puede ser la
contraria y favorecer la formación de trombos; se reducen los estímulos nerviosos relajantes
(vagales) y aumentan los estímulos nerviosos y hormonales estimulantes (símpáticos) que,
aunque son necesarios para coordinar las respuestas, favorecen el desarrollo de arritmias;
podrían producirse lesiones coronarias por la fuerza de la sangre circulando en su interior o
por la propia contracción del corazón comprimiéndolas desde fuera; a intensidades muy altas
también cambia el pH de la sangre, la temperatura del cuerpo, la concentración de electrolitos,
el volumen de la sangre y el nivel de hidratación; en individuos con patología respiratoria o en
medios hipobáricos puede disminuir el aporte de oxígeno a los tejidos; también se ha descrito
la fatiga o daño cardiaco transitorio por el estrés mantenido durante un ejercicio de larga
duración; en pacientes con lesiones coronarias puede verse comprometido el aporte de
sangre y oxígeno al propio corazón y, por último, el aumento de las resistencias periféricas y la
presión arterial que se produce con el ejercicio de fuerza y la sobrecarga de volumen que
impone el ejercicio predominantemente aeróbico o dinámico, podrían descompensar una
insuficiencia cardiaca, una cardiopatía congénita o una valvulopatía.
Todos estos fenómenos pueden actuar o interactuar para degenerar en raras ocasiones en:

 Un infarto de miocardio. Éste es más probable en individuos con factores de riesgo


cardiovascular (tabaquismo, diabetes, hipertensión arterial, dislipemia aterogénica...), sobre
todo cuando no están adecuadamente entrenados.

 Arritmias de diversa naturaleza. Otras más malignas pueden desencadenar una parada
cardiaca y la muerte súbita. Generalmente en individuos con alguna predisposición, como
cardiopatías crónicas o agudas.

 Lesiones vasculares como la disección o rotura de aorta (en deportistas con patología de
aorta) y hemorragia subaracnoidea (en individuos con aneurismas intracraneales).

 Insuficiencia cardiaca aguda con retención de líquidos en individuos con alguna cardiopatía.
Para minimizar en lo posible el riesgo de alguna de estas complicaciones, es muy importante
progresar adecuadamente en los volúmenes e intensidades de ejercicio, sobre todo en los
individuos menos entrenados; descansar ante cualquier enfermedad aguda, retomando
posteriormente el régimen de ejercicio de forma progresiva y, sobre todo, prestar atención a
las señales del cuerpo y los síntomas de alarma (ver enlace) y cesar toda actividad y consultar
con un médico en caso de que se produzcan.
¿Y qué hay del posible efecto negativo de entrenar en exceso durante años? La ciencia actual
está demasiado verde para hacer afirmaciones categóricas sobre los efectos negativos de
grandes cantidades de ejercicio a lo largo del tiempo. Hablaré por lo tanto con la boca
pequeña sobre este tema.
Algunos artículos de publicación reciente están sugiriendo que podría existir una cierta
relación entre dosis muy altas de ejercicio acumulado a lo largo de la vida y una mayor
mortalidad. Sin embargo, esto no siempre se ha constatado. Aunque la evidencia para hacer
esta afirmación es débil y aunque no se conoce esa cantidad de actividad física que podría
aumentar la mortalidad, esta observación coincide con la descripción cada vez más frecuente
de algunas alteraciones cardiológicas que se están produciendo con más frecuencia en los
deportistas veteranos que acumulan grandes cantidades de ejercicio físico.
Sin saber muy bien su significado ni su pronóstico se están describiendo más aterosclerosis
coronaria y calcificaciones coronarias en deportistas veteranos. También más lesiones
cicatriciales en las aurículas y los ventrículos que favorecen el desarrollo de arritmias
auriculares y ventriculares. Dilatación de algunas cavidades que simulan auténticas
miocardiopatías y arritmias lentas que en ocasiones adquieren tintes patológicos.
Cabe especular con la posibilidad de que estos hallazgos sean el nexo de unión entre el
exceso de ejercicio y el posible aumento de la mortalidad con grandes volúmenes de ejercicio
físico. Estamos muy lejos de poder hacer afirmaciones contundentes en este sentido, y más
aun de establecer la dosis tóxica del ejercicio físico, sin embargo, en esta última, muy
probablemente influya la predisposición individual.
Ejercicios de respiración
Una de las funciones básicas y naturales del organismo puede hacer mucho
para limpiar tus pulmones del daño causado por agentes externos como
la contaminación ambiental y malos hábitos como el cigarrillo.

Te recomendamos poner en práctica ejercicios de relajación


sencillos que puedes realizar en casa. Ya sea de pie, sentada o echada,
hay múltiples maneras de mejorar la respiración, pero todas ellas tienen un
requisito básico: el silencio y la concentración.

Realiza actividad física


El deporte es tu gran aliado, no lo dejes de lado. Los ejercicios aeróbicos
son los más recomendados para potenciar tu sistema respiratorio, pues
requieren una gran cantidad de oxígeno como combustible.

Además de mejorar la función cardiovascular y reducir las grasas, el


ejercicio aeróbico mejora la capacidad pulmonar, la circulación en
general y el aprovechamiento del oxígeno.

Entre los ejercicios aeróbicos más comunes tenemos desde los más
clásicos y de costo cero como caminar, correr, pasear en bicicleta, nadar
y bailar, hasta otros algo más exigentes y modernos como son el spinning,
steps y disciplinas como el Tae Bo.

Ejercita tus pulmones también con disciplinas como el Yoga y el Tai-


Chi, prácticas físico-espirituales muy provechosas para la salud y para
la armonía entre mente y cuerpo. Estas exigen entre sus principios la
relajación, respiración profunda con todo el cuerpo y la meditación.

Otro ejercicio muy beneficioso es la técnica de Pilates, que une la fuerza


muscular con el control mental, ideado para fortalecer los músculos internos
como el abdomen, que nos ayudará a mejorar la respiración.
Cuida tu alimentación
Prevenir es mejor que curar. Para evitar enfermedades del sistema
respiratorio como los resfriados y bronquitis, tu dieta debe incluir alimentos
ricos en vitamina C y vitamina E, antioxidantes, beneficiosas para la piel y
que reparan los pulmones de toxinas.

Entre los más comunes tenemos los cítricos como la naranja y la toronja,
verduras naranjas como la zanahoria, verdes como el brócoli, la lechuga y
espinaca, el pimiento y el kiwi. También te recomendamos frutos
secos como la almendra e infusiones como el té verde.

Evita consumir alimentos con gran cantidad de sal, pues el exceso de


sodio puede empeorar los síntomas del asma, el requerimiento diario de
sodio es de 500 miligramos al día.

Lucha contra los hábitos nocivos


Como dijo Charles Dickens, el hombre es un animal de costumbres.
Lamentablemente muchas de ellas no aportan a nuestro bienestar físico y
emocional.

Si cuidas tu alimentación y realizas ejercicio vas por buen camino, pero su


efecto puede reducirse si mantienes hábitos nocivos como el cigarrillo.
¿Es posible dejar de fumar? No existen fórmulas para hacerlo, pero sí
mucha información para dejarlo, y más allá de todo, el poder está en tu
decisión.

También procura mantener los ambientes de casa y oficina ventilados,


incluir plantas en la decoración, pues no sólo se ven bellas sino también
limpian el ambiente de agentes patógenos.
Cuidados del sistema respiratorio
Una de las formas efectivas para que nuestro sistema respiratorio funcione bien, es el aspirar
y exhalar profundamente. Aprender a respirar bien es muy importante y pocas personas lo
hacen. Cuando se respira superficialmente se reduce la cantidad de oxígeno y eso ocasiona
cansancio (por eso bostezas) y nerviosismo.

Sigue estas reglas y te vas a sentir mejor:


• Respira fuerte y por la nariz.

• Siéntate y párate derechito, así ayudas a aumentar tu capacidad respiratoria y además


proteges tu columna vertebral.

• Haz ejercicios de repente, como el aspirar profundamente, retener un poco el aire y


después exhalarlo.

• Ventila los lugares en donde estás y evita que en ellos haya gases o humos.

Introducción a la anatomía del sistema nervioso


El sistema nervioso comprende el cerebro, la médula espinal y el conjunto de
todos los nervios del organismo, y se considera dividido en dos partes: el sistema
nervioso central y el sistema nervioso periférico. El sistema nervioso central se
compone del cerebro y la médula espinal. El sistema nervioso periférico es una
red nerviosa que sirve de enlace entre el cerebro y la médula espinal y el resto del
organismo.
Desde un punto de vista funcional, el Sistema Nervioso se divide en:

 Sistema nervioso somático (o voluntario), que se encarga de la actividad muscular.

 Sistema nervioso vegetativo (o autónomo), responsable del control de las


funciones orgánicas

Ejercicio físico y sistema nervioso


Beneficios del ejercicio sobre el cerebro
El ejercicio físico moderado mantiene el cerebro sano y previene enfermedades
neurodegenerativas. El ejercicio estimula al cerebro de dos formas:

 Mantiene un aporte adecuado de nutrientes.

 Optimiza la eficacia funcional de las neuronas.

 Mejora el tono muscular, los reflejos y la coordinación.


1. ¿Qué es el sistema nervioso?
Se llama sistema nervioso al conjunto de órganos y estructuras de control
e información del cuerpo humano, constituido por células altamente
diferenciadas conocidas como neuronas, que son capaces de transmitir
impulsos eléctricos a lo largo de una vasta red de terminaciones nerviosas.

El sistema nervioso es común al ser humano y la mayoría de los animales


cordados, los artrópodos, los moluscos, platelmintos y cnidarios. Otros grupos
animales, como los protozoos, los poríferos y las plantas, en cambio, no
poseen sistema nervioso diferenciado.

Este aparato de transmisión de energía química y eléctrica recorre el cuerpo


entero y permite la coordinación de los movimientos y acciones del
cuerpo, tanto las conscientes como las reflejas, a partir de lo cual se
distinguen dos tipos de sistema nervioso: el somático y el autónomo. El
primero se ocuparía de la conexión entre las extremidades del cuerpo y el
cerebro, mientras que el segundo se ocupa de las acciones reflejas e
involuntarias.

Estudios sobre la evolución del sistema nervioso indican que ya el filo de las
esponjas, a pesar de no tener células nerviosas, mostraban las bases
genéticas para la aparición de este sistema. Se cree que la primera neurona
apareció hace 635 millones de años, en el período Ediacárico, y su
evolución correría paralela con el desarrollo de los ojos y otros sentidos
complejos en los animales primitivos.

Ver además: Aparato Locomotor.

2. Partes del sistema nervioso


El sistema nervioso del cuerpo humano se divide en dos conjuntos:
Sistema Nervioso Central (SNC). Encargado del procesamiento de la
información recopilada por los sentidos y de la toma de acciones conscientes.
Lo integran los siguientes órganos:

 El encéfalo, su parte más voluminosa, que abarca el cerebro, dividido en sus dos
hemisferios; el cerebelo, que integra las funciones motoras y está en la región de la
nuca; y el tallo cerebral que conecta la médula espinal al encéfalo, compuesto por
mesencéfalo, protuberancia anular y bulbo raquídeo.

 La médula espinal, prolongación del encéfalo que va por dentro de los huesos de
la columna vertebral y a la que se conectan todas las terminaciones nerviosas del
cuerpo.

Sistema Nervioso Periférico (SNP). El sistema nervioso periférico se


compone de nervios, que recorren el cuerpo y se dividen en dos grupos:

 Nervios craneales. Son 12 pares de nervios ubicados, como su nombre lo indica,


en la cabeza, en donde controlan la información pertinente al rostro, cuello y
sentidos principales, conectándolo todo al cerebro.

 Nervios espinales. Son 31 pares de nervios que controlan la información del


tronco y de las extremidades, conectándose a la médula espinal.

3. Funciones del sistema nervioso


Como se ha dicho antes, el sistema nervioso tiene la función básica
de conectar los centros de procesamiento nervioso como el cerebro, con
la periferia de las extremidades y los diversos órganos del cuerpo.

El primer lugar, esto permite activar la musculatura y propiciar el movimiento,


tanto voluntario (caminar, sujetar cosas, etc.) como involuntario (los
movimientos del intestino, la respiración, los reflejos, etc.). En segundo
lugar, permite la coordinación sensorial de los estímulos, como el dolor y
el tacto, y su transmisión para ocasionar respuestas, lo cual es vital en la
protección del organismo como un todo.

BENEFICIOS DEL EJERCICIO EN EL SISTEMA NERVIOSO

El sistema nervioso es el encargado de coordinar las funciones de los distintos órganos


y sistemas corporales y está presente en todas nuestras acciones.
Está formado por el cerebro, la médula espinal y el conjunto de todos los nervios del
organismo. Éste se divide en dos partes: sistema nervioso central y sistema nervioso
periférico. El central lo compone el cerebro y la médula espinal. Y el periférico se trata de una
red nerviosa que sirve de enlace entre el cerebro y la médula espinal y el organismo.

A continuación os detallamos una serie de efectos beneficiosos que el ejercicio provoca sobre
nuestro sistema nervioso y que una vez más justifican la importancia de su práctica:

- Al realizar ejercicio, ganaremos mayor velocidad del Sistema Nervioso Central para
recibir una percepción, transformarla en orden motora y conducirla a los músculos.

- Disminuye el estrés y aumenta la sensación de bienestar por la intervención de los


neurotransmisores.

- Activa unidades motoras poco estimuladas con entrenamientos de fuerza donde se


implican muchas fibras musculares.

- Mejora trastornos depresivos ya que entre otra sustancias, libera dopamina, considerada
el centro del placer, que regula la motivación y el deseo proporcionándonos beneficios o
placer.

- Mejora estados psicológicos en general por el refuerzo social y la mejor percepción de uno
mismo entre los practicantes de la actividad física.

Además, el ejercicio proporciona distracción y diversión que evitan en gran medida los
pensamientos perniciosos y mejoran los hábitos de conductas saludables.

Sobreentrenamiento sobre el sistema


nervioso simpático
El sobreentrenamiento de esta parte del sistema nervioso provocaría
una serie de efectos que se deben tener en cuenta y que ningún
deportista queremos sufrir. El primero de ellos es una mayor
frecuencia cardíaca y tensión arterial en reposo en reposo.
Si nuestro pulso antes de realizar un ejercicio es más elevado de lo
normal, probablemente entrenaremos a una intensidad superior a la
que realmente pensemos, aumentando así aun más el excesivo
entrenamiento.

Además el rendimiento disminuirá ya que alcanzaremos


pulsaciones máximas a una intensidad inferior a la que
alcanzaríamos normalmente. Igualmente pasa con la tensión arterial
que aumenta con el ejercicio.

Este aumento de la frecuencia cardíaca en reposo es debido


principalmente al aumento de los
niveles adrenalina y noradrenalina. La concentración de los niveles
de estas dos hormonas aumenta con el exceso de entrenamiento
provocando una mayor frecuencia cardíaca en reposo.

Otro de los efectos provocados sería un ritmo metabólico basal


aumentado. Un aumento del metabolismo basal nos podría
interesar ya que aumentaría el gasto calórico y así conseguiríamos
perder peso.

Pero como sabemos que en el punto medio está la perfección. Un


aumento excesivo del ritmo metabólico inducirá al individuo a una
pérdida de masa corporal probablemente en pérdida de masa
magra en lugar de masa grasa.

Pero esto no es todo. Se han podido observar otros trastornos a los


que induce el sobreentrenamiento en el sistema nervioso simpático,
como por ejemplo la pérdida de apetito, trastornos del sueño,
inestabilidad emocional, etc.

Sobreentrenamiento sobre el sistema


nervioso parasimpático
El sistema nervioso parasimpático es el encargado de la
conservación y recuperación de energía, así como de la eliminación
de los productos de desecho. Por lo que será predominante al
terminar el ejercicio con el fin de restablecer la
homeostásis (estado óptimo del organismo). Provocará los efectos
contrarios al simpático.

Las causas de los síntomas de un sobreentrenamiento del sistema


nervioso parasimpático no se conocen con exactitud pero entre ellos
podría encontarse un rápido inicio de la fatiga, menor frecuencia
cardíaca en reposo y menor tensión arterial en reposo.
Probablemente estos síntomas son inducidos por la fatiga general
del sistema nervioso pero como podemos observar son totalmente
opuestos a los que se producen en el sistema nervioso simpático.

Existen ejercicios que prometen entrenar el cerebro como juegos de ingenio


electrónicos o los que sólo requieren de un lápiz para completarlos. Sin
embargo, los científicos parecen no estar totalmente de acuerdo con su
eficacia. En lo que sí coinciden es en que los ejercicios físicos contribuyen a
tener un cerebro más saludable.

Un estudio del Instituto Beckman de la Universidad de Illinois en Estados Unidos,


dado a conocer el lunes, halló que las personas físicamente en forma tienden a
tener mayor volumen cerebral y una materia blanca más intacta que las personas
que no se ejercitan.
De acuerdo con el estudio, en el que se analizaron 100 personas de entre 60 y 80
años, los adultos mayores que practican actividades físicas moderadas a vigorosas
con regularidad registran mayor actividad cerebral incluso cuando están en reposo
que quienes no practican ejercicios.

Una mayor actividad en el cerebro está asociada con un mejor rendimiento


cognitivo.
En el artículo: "Why choosing the right workout could fine-tune your brain" ("Por qué
escoger el ejercicio ideal podría tonificar tu cerebro") de la revista especializada
New Scientist, se enumera una serie de estudios científicos que confirman que los
ejercicios físicos tienen un efecto en el cerebro.
Hace 15 años, señala la publicación, un estudio con ratones demostró que el
ejercicio hace que las neuronas del hipocampo segreguen una proteína llamada
factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF, por sus siglas en inglés: brain-
derived neurotrophic factor), la cual promueve el crecimiento de las neuronas.
"Los ratones demostraron mejoras en la memoria cuando se les puso a recorrer
laberintos", indica New Scientist.

Esos resultados fueron llevados a la experiencia con seres humanos y más


estudios se han emprendido para determinar cuáles son los mejores ejercicios
para tonificar el cerebro:

Levantar pesas y caminar con vigor


La doctora Teresa Liu-Ambrose de la Universidad British Columbia de Vancouver,
Canadá, investigó formas para detener la demencia en pacientes con deterioro
cognitivo leve (MCI, por sus siglas en inglés).
Image captionAunque las actividades físicas son beneficiosas para la salud, hay evidencia de
que no todas surten los mismos efectos.

"Liu-Ambrose comparó los efectos de los ejercicios aérobicos y el entrenamiento


de resistencia en 86 mujeres con MCI. Midió su impacto en dos habilidades que se
deterioran a medida de que la condición progresa: la memoria y la función
ejecutiva, las cuales abarcan procesos de pensamiento complejos: razonamiento,
planificación, resolución de problemas y multitasking", indica la revista.

La investigadora dividió a las mujeres en tres grupos: en uno de ellos, las


participantes debían levantar pesas dos veces a la semana por una hora; en el
otro, las integrantes hicieron caminatas a un ritmo tan rápido que el hecho de
hablar representaba un esfuerzo. Esa actividad también la hicieron dos veces a la
semana por 60 minutos.

Y el tercer grupo sólo se dedicó a estirarse por una hora.

"Después de seis meses, ambos grupos, las que caminaron y las que levantaron
pesas tuvieron un efecto positivo en la memoria espacial: la habilidad para
recordar lo que nos rodea y para ubicarnos en un lugar", dice New Scientist.
Además de eso, las mujeres que levantaron pesas vieron mejoras significativas en su
función ejecutiva y se desempeñaron mejor en las pruebas de memoria asociativa, la
cual se usa para relacionar el nombre de una persona con su rostro.

Por su parte, las participantes que caminaron vigorosamente experimentaron


mejorías en su habilidad verbal, que es la habilidad para recordar la palabra que
tienes en la punta de la lengua.

La sola acción de estirarse no tuvo mayor efecto en la memoria o en la función


ejecutiva.

¿Por qué?
De acuerdo con New Scientist, la combinación de levantar pesas y el ejercicio
aérobico podría ser particularmente poderoso porque los entrenamientos de fuerza
hace que se libere una molécula llamada factor de crecimiento insulínico tipo 1
(IGF-1, por sus siglas en inglés: insulin-like growth factor-1).
"Se trata de una hormona producida en el hígado que es conocida por afectar la
comunicación entre las células cerebrales y por promover el crecimiento de nuevas
neuronas y vasos sanguíneos".

La investigadora también aseguró que el ejercicio físico también estimuló la


segregación de la proteína BDNF.

Willem Bossers de la Universidad de Groningen en Holanda llevó a cabo un


estudio similar y concluyó que los ejercicios de resistencia también disminuyen los
niveles de homocisteína, una molécula inflamatoria que aumenta en los cerebros
de los adultos mayores con demencia, explica la revista.

Surfear, bailar y jugar como niños


Los investigadores Tracy y Ross Alloway de la Universidad del Norte de Florida en
Estados Unidos hallaron que dedicar solo dos horas a una actividad física que
disfrutábamos cuando éramos niños como trepar árboles o correr descalzos tenía
efectos contundentes en la memoria de trabajo, la cual guarda la información y nos
permite manipularla.

"(Esta memoria) prioriza y procesa información que nos permite ignorar lo que es
irrelevante y trabaja en lo que es importante", indicó Tracy Alloway, según New
Scientist.

Los investigadores encontraron que cuando se combinan dos actividades los


resultados son más positivos para el cerebro.

El secreto es desafiar el sentido de la "propiocepción", que es la conciencia que


tenemos de dónde están situadas las partes de nuestro cuerpo.

"La propiocepción es posible gracias a unos receptores en nuestros músculos


conocidos como husos neuromusculares, que comunican al cerebro la longitud y
la capacidad de estiramiento de los músculos", explicó el periodista Christian
Jarrett, de BBC Future.
Es así cómo los ejercicios en los que necesitamos pensar y balancearnos son muy
efectivos para el cerebro.

De acuerdo con Alloway, un buen ejemplo es el surfing.

"Para agarrar una ola, tienes que ponerle mucha atención a la información
propioceptiva o te caerás de la tabla; también debes decidir cuál es la mejor
posición en la estarás para montarte en la ola así como también para determinar si
otro surfista tiene la prioridad para agarrarla", señaló Alloway de acuerdo con la
publicación especializada.
Peter Lovatt, un psicólogo dedicado a estudiar los beneficios de la danza de la
Universidad de Hertfordshire, en el Reino Unido, sugiere poner música y dejarse
llevar por ella.

El investigador halló que tras una sesión de baile improvisado, los participantes
dieron respuestas más creativas a los problemas dados que cuando la sesión era
estructurada o no había nada de baile.

"Menearse espontáneamente, sni ningún plan preestablecido, es realmente bueno


para el pensamiento divergente", Lovatt indicó, según la revista New Scientist.

Esgrima
Un estudio, publicado en 2012 por la Universidad de los estudios de Roma "Foro
Itálico", comprobó que los deportes que requieren tomar decisiones en fracciones
de segundos mejora la función cognitiva tanto en la gente joven como la de mayor
edad, lo que permite reducir los problemas asociados con el envejecimiento.

PLAN DE TRABAJO PARA BENEFICIAR AL SISTEMA NERVIOSO

La práctica deportiva regular y controlada no sólo beneficia a nuestra condición


física; también proporciona un equilibrio mental que influye en la percepción de un
bienestar generalizado. Unido al estado físico de cada persona está su equilibrio
mental, cuyos beneficios generados por la actividad deportiva “no se ven, no se
tocan”, como señala el psicólogo del deporte Pablo del Río. La mayor visibilidad
de los resultados físicos mediante una mejoría muscular, provoca que el deporte
se relacione con las personas jóvenes. Sin embargo, los resultados psicológicos
hacen del ejercicio una actividad necesaria en cualquier edad. Levantarse del sofá
y comenzar a hacer ejercicio permite poner fin a una práctica sedentaria que
puede degenerar en enfermedades coronarias o neurovasculares. Ese primer
paso supone para el nuevo deportista “un cambio en el estilo de vida importante,
un cambio mental”, según afirma el doctor Miguel del Valle Soto, catedrático de la
Universidad de Oviedo. Aunque todavía se está estudiando la repercusión del
ejercicio físico sobre la salud mental, el deporte actúa sobre el sistema nervioso
central, estabilizando determinadas proteínas y evitando la aparición de
enfermedades producidas por la ruptura “del equilibrio de estas sustancias”, afirma
Miguel del Valle. Dentro de las proteínas endógenas generadas por el ejercicio
físico, Pablo del Río destaca las endorfinas como neurotransmisores “que son
capaces de generar una sensación de relajación y felicidad”. Por tanto, la mejora
del equilibrio mental a partir de la actividad física no es una sensación subjetiva
sino un proceso fisiológico objetivo. Beneficios de hacer deporte La importancia
del deporte en la salud mental se relaciona con la prevención y el tratamiento de
los desequilibrios psicológicos. Los beneficios psíquicos del deporte son al menos
estos seis: Aumento de la autoestima Aumenta la autoconfianza Mejora la
memoria Mayor estabilidad emocional Mejor funcionamiento intelectual Mayor
independencia Según la opinión del catedrático Miguel del Valle, estos beneficios
convierten el ejercicio físico en una actividad que debería ser prescrita en
patologías como la ansiedad, la depresión o los trastornos del sueño. “En
cualquier enfermedad mental, y prácticamente en cualquier enfermedad, el
ejercicio físico es una pieza clave”, afirma. La práctica deportiva previene
patologías físicas debido a la activación del sistema inmunológico y enfermedades
degenerativas como el alzhéimer, ya que influye en una mejor concentración. En
el tratamiento de enfermedades, el deporte permite equilibrar las sustancias cuyo
desajuste ha generado la enfermedad, actuando de forma similar a un fármaco. La
actividad física tiene una influencia directa sobre la concentración, y por tanto,
sobre el rendimiento académico de los adolescentes. Esta es la conclusión del
estudio realizado por la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad
de Cádiz sobre más de 2.000 niños con edades comprendidas entre 6 y 18 años.
“Una mejor condición física hace que la concentración en clase sea mayor”, indica
Irene Esteban-Cornejo, de la UAM. Según explica, el procedimiento mediante el
cual se produce este fenómeno, es porque la actividad física influye sobre la
fuerza muscular, la capacidad cardiorespiratoria y la habilidad motora, lo que
interviene en “la transmisión cognitiva, la memoria de trabajo y la flexibilidad
cognitiva”, mejorando el rendimiento académico. Riesgos y malas prácticas Frente
a estos beneficios, tanto el catedrático Miguel del Valle como el psicólogo del
deporte Pablo del Río, coinciden en que los principales riesgos de la actividad
deportiva son una mala realización que lleve a generar lesiones físicas o su
conversión en una obsesión, pudiendo convertirse en una patología como la
vigorexia. Disfrutar de las ventajas físicas y psicológicas del deporte depende de
cómo comienza su práctica. Pablo del Río recomienda antes de iniciar la actividad
deportiva hacerse “un reconocimiento médico y una valoración funcional”, lo que
permitirá realizar una prescripción del ejercicio, es decir, adecuar el deporte al
peso, edad y características de cada persona. De lo contrario, puede generar
lesiones físicas que afectan a nuestro estado psicológico.

¿Cómo cuidar el sistema nervioso?


Debido a que las funciones que lleva a cabo el sistema nervioso son tan complejas
e involucran tantos factores, a veces no resulta tan fácil cuidarlo. Esto puede llegar
a ser complicado, más no imposible.

Para cuidar el sistema nervioso hay que tener muy claro que las emociones
intervienen positiva o negativamente en tu salud:

1. Sentimientos que resultan negativos, como la depresión, pueden afectar el


funcionamiento del sistema nervioso, produciendo alteraciones que generan
síntomas como temblores en las manos y mareos, así como movimientos
faciales.
Para gozar de un sistema nervioso saludable es sumamente indispensable tratar
la depresión.

2. Es importante tener pensamientos positivos, ya que nuestro sistema nervioso


se nutre de ellos.

Nuestro sistema nervioso funciona mejor cuando trabajamos en pro de nuestros


pensamientos sean más alegres y optimistas.

De esta forma podemos reaccionar y manejar mejor, las situaciones que generan
estrés, miedo y ansiedad.

3. Para cuidar nuestro sistema nervioso es recomendable ejercitarse


diariamente. Se considera que hacer ejercicio es un excelente antidepresivo.

Ya que te permite drenar las emociones y aumentar la producción de las llamadas


hormonas del bienestar.

4. Mantener una alimentación saludable también resulta ser muy importante


para cuidar nuestro sistema nervioso. Ya que lo que comemos puede llegar a
influir de manera negativa o positiva en las funciones que lleva a cabo el
sistema nervioso.

Procura incluir en tu alimentación alimentos como vegetales verdes, nueces,


leche, proteínas vegetales, miel de abeja, pescado y alimentos frescos.

5. Evitar el consumo de azúcar resulta realmente importante para cuidar el


sistema nervioso.

Ya que el azúcar tiene la capacidad de alterar sus funciones, ocasionando además


la aparición de factores negativos, como la ansiedad, depresión, estrés, angustia,
miedo, pánico, así como síntomas de desesperación.

Lo mejor en este caso sería sustituir el azúcar por endulzantes naturales.

6. Prestar atención a nuestra rutina y entorno resulta esencial para cuidar el


sistema nervioso.

Cuando estamos rodeados de un ambiente en donde abunda la negatividad, así


como estar siempre viendo noticias negativas o tener baja autoestima hacen que
nuestro sistema nervioso funcione bajo presión.

Estar claros en que debemos evitar las situaciones que nos hacen daño, así como
saber manejar nuestras frustraciones es necesario si deseas gozar de un sistema
nervioso saludable.
7. Aspectos sencillos como mantener el orden también es imprescindible para
cuidar nuestro sistema nervioso. Ya que éste también se nutre de manera
visual.

Por este motivo, resulta útil mantener nuestra casa y oficina arregladas y bonitas.
Se trata de que el cerebro sienta bienestar al encontrarse en este lugar.

8. Por último, se recomienda meditar, ya que el sistema nervioso se nutre de


imágenes y a través de esta práctica se ofrece la posibilidad de introducir en tu
mente imágenes positivas.

Estas logran la sensación de transportarte a otro lugar, en donde te sientes feliz,


confortable y que sin duda serán muy positivas para nuestro sistema nervioso.

La función principal del sistema muscular es generar movimiento y brindar


soporte a los huesos y órganos. Así permite que el esqueleto se mueva, mantenga
la estabilidad y forma del cuerpo.
¿Qué es el sistema muscular?

El sistema muscular es responsable de efectuar el desplazamiento de la sangre y


el movimiento de las extremidades y hacer que los órganos desempeñen sus
funciones.
¿Sabías que aproximadamente el 40% del cuerpo humano está formado por
músculos? Por cada kilogramo de peso total, 400 gr corresponden al tejido
muscular.

¿Cómo funcionan los músculos?


Los músculos funciona por contracción o relajación de sus fibras musculares:
- Si estos músculos se contraen; se acorta.
- Si estos músculos se relajan, estos se alarga produciendo movimiento.

Ese movimiento muscular se consigue de dos formas:voluntaria por indicaciones


de las neuronas. O de forma involuntaria, por ejemplo el movimiento de los
órganos y células dentro del cuerpo y los reflejos del cuerpo humano obtenidos a
́ ulos específicos.
través de estim
¿Cómo está formado el sistema muscular?
El sistema muscular está formado por músculos y tendones.
La principal función de los músculos es contraerse y elongarse, para así poder
generar movimiento y realizar funciones vitales.

¿Cuáles son las funciones del sistema muscular?


1. Locomoción: Efectúa el desplazamiento de la sangre y el movimiento de las
extremidades.
2. Actividad motora de los órganos internos: este sistema es el encargado de hacer
que todos nuestros órganos desempeñen sus funciones.
3. Información del estado fisiológico:
4. Un cólico renal provoca contracciones fuertes del músculo liso.
5. Mímica: el conjunto de las acciones faciales o gestos que sirven para expresar lo
que sentimos y percibimos.
6. Estabilidad: los músculos, conjuntamente con los huesos, permiten al cuerpo
mantenerse estable.
7. Postura: el sistema muscular da forma y conserva la postura.
8. Producción de calor: al producir contracciones musculares se origina energía
calórica.
9. Forma: los músculos y tendones dan el aspecto típico del cuerpo. Protección: sirve
como protección para el buen funcionamiento del sistema digestivo y de otros
órganos.

EL DATO
Las enfermedades que afectan a este sistema pueden ocurrir por algunos virus o
experimentan dolencias por cansancio muscular, posturas inadecuadas, ejercicios
bruscos o accidentes. Para ello es importante cuidarse con diversos suplementos,
como vitaminas de magnesio por ejemplo.

Cuidado del sistema muscular


Para mantener al sistema muscular en óptimas condiciones, se debe tener presente
una dieta equilibrada, con dosis justas de glucosa que es la principal fuente energética
de nuestros músculos. Evitar el exceso en el consumo de grasas, ya que no se
metabolizan completamente, produciendo sobrepeso. Para rutinas de ejercicios físicos
prolongados, necesitan una dieta rica en azúcares y vitaminas.

Además de una alimentación saludable se recomienda el ejercicio físico, el ejercicio


muscular produce que los músculos trabajen, desarrollándose aumentando su fuerza
y volumen, adquiriendo elasticidad y contractilidad, resistiendo mejor a la fatiga.
También beneficia el desarrollo del esqueleto porque lo robustece, fortalece y modela,
debido a la tracción que los músculos ejercen sobre los huesos, si los ejercicios son
correctamente practicados, perfeccionan la armonía de las líneas y curvas.

El ejercicio ayuda al desempeño de los órganos. Aumenta el volumen torácico, mejora


la respiración y la circulación sanguínea, ampliando el tamaño de los pulmones y del
corazón. Otro efecto del ejercicio físico, es que provoca un aumento considerable en
el apetito, favoreciendo la digestión y la asimilación de los alimentos.

3. Efectos del ejercicio en el sistema músculo-esquelético

Huesos y músculos representan el mayor porcentaje de nuestra masa corporal. Gracias a ellos
podemos movernos y mantener la posición. Si nuestros huesos o músculos pierden fuerza, los
movimientos se entorpecen y, si la pérdida de fuerza es importante, como ocurre durante la vejez,
podemos perder la posición vertical frente a cualquier obstáculo.

En la vejez, como consecuencia de una caída, podemos rompernos la cadera, algo que provoca una
gran mortalidad. El ejercicio físico tiene un efecto importante en el desarrollo muscular, por lo que, si
durante la juventud logramos un adecuado desarrollo muscular, podremos llegar a la vejez con más
fuerza. Además, recientes estudios han demostrado que existe una relación directa entre la forma
músculo esquelética y la independencia funcional.

Quienes practican deporte en su juventud poseen un porcentaje muscular mayor que los sedentarios.
A la hora de mantener la fuerza adquirida de joven, o al menos no perderla demasiado, habrá una
gran diferencia entre quienes practiquen ejercicios de mantenimiento y quienes no hagan nada. Éstos
últimos perderán fuerza rápidamente, mientras que los primeros reducirán considerablemente la
velocidad de pérdida de fuerza. Al envejecer, también vamos perdiendo densidad ósea, lo que puede
provocar roturas de huesos que, a su vez, pueden tener consecuencias graves. Para prevenir la
osteoporosis también resulta importante seguir una buena dieta y practicar ejercicio. Conviene tomar
alimentos ricos en calcio y realizar alguna actividad física que aumente nuestra densidad ósea. Para
convencernos de los efectos beneficiosos que el ejercicio tiene sobre la densidad ósea, basta echar un
vistazo a los huesos de las gallinas de caserío o de granja.

Si hacemos ejercicio en la infancia y en la juventud, llegaremos a la vejez con una mayor densidad
ósea, paliando de esta forma la desmineralización ósea que se produce en edades avanzadas.

Los ejercicios más recomendados para aumentar la densidad ósea son aquellos que se hacen contra la
gravedad o con alguna resistencia. Los jóvenes realizarán carrera, saltos y andarán. Los mayores se
concentrarán en éste último ejercicio. Los ejercicios de musculación también permiten aumentar la
densidad ósea. En cualquier caso, cabe mencionar que si realizamos demasiado ejercicio y llevamos
una dieta escasa, los efectos serán contraproducentes ya que estaremos aumentando la
desmineralización ósea. Esto suele ocurrir en el caso de chicas que deben controlar su peso y que
realizan un ejercicio físico exigente. A menudo controlan la dieta de forma tan estricta que llegan a
sufrir carencias nutricionales. Dichas carencias se reflejarán en cambios hormonales, llegando incluso
a provocar amenorrea y reducción de la densidad ósea.

Qué se considera exceso de ejercicio


Muchos factores intervienen a la hora de determinar qué se considera exceso de ejercicio,
ya que no solo depende de la cantidad de horas al día que dediquemos al deporte. El
estado físico de la persona, la intensidad del ejercicio que se practica o el número de
horas total a la semana empleadas en hacer deporte y actividad física en general (ir
andando al trabajo, por ejemplo) son aspectos a tener en cuenta a la hora de valorar si
estamos llevando a nuestro cuerpo al sobreentrenamiento.
En lo que respecta al tipo de actividad física, la Organización Mundial de la Salud
(OMS) estableció unos mínimos con el fin de que la población, sin dolencias médicas
específicas, abandonara los hábitos de vida sedentaria. Según este organismo, es
recomendable que las personas de entre 18 a 64 años dediquen un mínimo de 150 minutos
semanales a la práctica de alguna actividad física aeróbica, de intensidad moderada. Esto
equivaldría a hacer aproximadamente 20 minutos al día.
La OMS también recomienda que, en caso de practicar una actividad aeróbica intensa,
debería durar un mínimo 75 minutos a la semana, o si se prefiere, una combinación
equivalente a ambos tipos de actividad. También aconseja que dos veces por semana, o más,
se realicen ejercicios de fuerza de los grandes grupos musculares.
Esto, combinado con una dieta saludable, es el ejercicio mínimo que un adulto sano debería
hacer para obtener beneficios sobre su salud, aunque se pueden conseguir más si
se aumentan hasta 300 minutos a la semana en el caso de practicar una actividad moderada,
o a 150 minutos semanales si se lleva a cabo una actividad física vigorosa.
Ahora bien, los umbrales máximos no están tan claros y los expertos no se ponen de acuerdo
en cuándo hay un exceso de ejercicio. Una revisión publicada 2016 en British Medical
Journal echa por tierra las recomendaciones de la OMS. Sus autores realizaron una
extensa revisión de artículos de la literatura científica y concluyeron que un elevado nivel de
actividad física está relacionado con un menor riesgo de padecer enfermedades como cáncer de
pecho o de colón; diabetes; infarto de miocardio e infarto cerebral.
Este “elevado nivel” se traduce en alcanzar entre 3.000 y 4.000 MET (equivalencia
metabólica del ejercicio), mientras que las recomendaciones de la OMS se quedan en 600
MET. Dicho de otra manera, el estudio multiplica por cinco las recomendaciones de la
OMS: entre 1,7 y 2,3 horas al día de actividad física moderada o entre 53 y 71 minutos de
actividad física intensa. ¿Y que podría ocurrir si nos excedemos de este volumen de
actividad?

Otras consecuencias asociadas al exceso de


ejercicio
Antes de pasar por un trastorno grave como la rabdomiólisis, el organismo envía señales
en función del nivel de desgaste que sufre el deportista. Una de las más claras se
encuentra en el deterioro de las articulaciones. Dolencias en hombros o rodillas pueden
parecer comunes en algunas actividades de alto impacto como crossfit o correr, pero han
de vigilarse de cerca porque un constante desgaste de las articulaciones puede generar la
pérdida de líquido que se encuentra en el punto de unión de los huesos y generar artrosis.
La acumulación de radicales libres es otra de las consecuencias asociadas al exceso de
ejercicio, más una alimentación inadecuada. La presencia de radicales libres entre los
deportistas es bastante común. Con la actividad física, el número de respiraciones se
incrementa, por lo que se forman más radicales libres que, si no se eliminan, terminan
produciendo estrés oxidativo. Tanto el descanso para reducir la producción de radicales
libres, como una dieta rica en alimentos con vitamina E y C (antioxidantes) son
recomendables para evitar la oxidación.
Por último, y no menos importante, está la aparición de la fatiga. Suele ser el síntoma más
infravalorado, sobre todo, entre quienes practican deporte sin ningún tipo de planificación.
Saltarse los descansos, no tener periodos de carga y descarga de intensidad o volumen
del ejercicio, o incluso no respetar el mínimo de horas de sueño que se necesitan, termina
provocando el efecto contrario que buscan los deportistas: reducir el rendimiento.

CUIDADO DEL SISTEMA MUSCULAR

Para mantener al sistema muscular en óptimas condiciones, se debe tener presente una dieta
equilibrada, con dosis justas de glucosa que es la principal fuente energética de nuestros
músculos. Evitar el exceso en el consumo de grasas, ya que no se metabolizan
completamente, produciendo sobrepeso. Para rutinas de ejercicios físicos prolongados,
necesitan una dieta rica en azúcares y vitaminas. Además de una alimentación saludable se
recomienda ejercicio físico, el ejercicio muscular produce que los músculos trabajen,
desarrollándose aumentando su fuerza y volumen, adquiriendo elasticidad y contractilidad,
resistiendo mejor a la fatiga. También beneficia el desarrollo del esqueleto lo robustece,
fortalece y modela, debido a la tracción que los músculos ejercen sobre los huesos, si los
ejercicios son correctamente practicados, perfeccionan la armonía de las líneas y curvas. El
ejercicio ayuda al desempeño de los órganos. Aumenta el volumen de la toráxico, mejora la
respiración y la circulación sanguínea, ampliando el tamaño de los pulmones y del corazón.
Otro efecto del ejercicio físico, es que provoca un aumento considerable en el apetito,
favoreciendo la digestión y la asimilación de los alimentos.

1- ¿Qué es el sistema óseo?


El sistema óseo es una complicada y perfecta estructura que está formada
básicamente por 206 huesos. Junto al sistema articular y el sistema muscular forman
el aparato locomotor.

Los huesos y otras estructuras rígidas están conectadas por ligamentos y unidas al
sistema muscular a través de tendones. Otro componente del sistema óse son los
cartílagos, que complementan su estructura. En los seres humanos, por ejemplo, la
nariz y orejas están sustentadas por cartílago. Algunos organismos tienen un
esqueleto interno compuesto enteramente de cartílago, sin huesos calcificados, como
en el caso de los tiburones.

2- Funciones del sistema óseo

Los huesos cumplen tres funciones fundamentales: proporcionar sostén al organismo,


constituir los segmentos móviles del sistema de palancas configurado junto a las
articulaciones y músculos, brindar protección a los órganos y tejidos internos:

2.1- Soporte
Los huesos proveen un cuadro rígido de soporte para los músculos y tejidos blandos.

2.2- Protección
Los huesos forman varias cavidades que protegen los órganos internos de posibles
traumatismos. Por ejemplo, el cráneo protege el cerebro frente a los golpes, y la caja
torácica, formada por costillas y esternón protege los pulmones y el corazón.

2.3- Movimiento
Gracias a los músculos que se insertan en los huesos a través de los tendones y su
contracción sincronizada, se produce el movimiento.

2.4- Homeostasis mineral


El tejido óseo almacena una serie de minerales, especialmente calcio y fósforo,
necesarios para la contracción muscular y otras muchas funciones. Cuando son
necesarios, el hueso libera dichos minerales en la sangre que los distribuye a otras
partes del organismo.

2.5- Producción de células sanguíneas


Dentro de cavidades situadas en ciertos huesos, un tejido conectivo denominado
médula ósea roja produce las células sanguíneas rojas o hematíes mediante el
proceso denominado hematopoyesis.
2.6- Almacén de grasas de reserva
La médula amarilla consiste principalmente en adipocitos con unos pocos hematíes
dispersos. Es una importante reserva de energía química.

3- Huesos

El hueso es un órgano firme, duro y resistente que forma parte del endoesqueleto de
los vertebrados. Está compuesto principalmente por tejido óseo, un tipo especializado
de tejido conectivo constituido por células, y componentes extracelulares calcificados.
Los huesos también poseen cubiertas de tejido conectivo (periostio) y cartílago (carilla
articular), vasos, nervios, y algunos contienen tejido hematopoyético y adiposo
(médula ósea).
3.2- Clasificación
Los huesos poseen formas muy variadas y cumplen varias funciones. Con una
estructura interna compleja pero muy funcional que determina su morfología, los
huesos son plásticos y livianos aunque muy resistentes y duros.

El conjunto total y organizado de las piezas óseas (huesos) conforma el esqueleto o


sistema esquelético. Cada pieza cumple una función en particular y de conjunto en
relación con las piezas próximas a las que está articulada.

La superficie de los huesos presenta prolongaciones, protuberancias y tuberosidades,


en las que se insertan los ligamentos de las articulaciones y los tendones de los
músculos, y una gran variedad de irregularidades como surcos, poros y depresiones
por las que discurren y penetran los vasos sanguíneos y los nervios. Estan formados
por tejido óseo, cartílagos, médula ósea y el periostio o membrana que rodea los
huesos.

Los huesos se clasifican según su forma en :

- Huesos largos, son los que tienen forma de tubo alargado. Por ejemplo, el hueso
más largo del cuerpo, el fémur, que se encuentra en la pierna.

- Huesos cortos, son aquellos que también son alargados, pero cuya longitud apenas
es de unos centímetros. Por ejemplo están los huesos de los dedos de la mano.

- Huesos planos, son aquellos que tienen forma plana, por ejemplo el omoplato o los
huesos que forman el cráneo.

- Huesos irregulares, son aquellos cuya forma no permite que se clasifiquen en


ninguna de las categorías anteriores. Por ejemplo los huesos de las vértebras.
Pero también según el tipo de tejido que los componen:

El tejido compacto tiene un aspecto macizo, mientras que el tejido esponjoso o


trabeculado se caracteriza por los espacios abiertos parcialmente rellenos. Cada
hueso cumple una función especial en el sistema. Los huesos no son estructuras
lisas, ellos presentan protuberancias y partes rugosas.

La actividad fisica y su beneficio con el sistema


oseo

El ejercicio fisico es calidad de vida y se observa por los beneficios a nivel


cardiovascular , el fortalecimiento muscular , la coordinacion motora, el
estado mental etc.

En lo referente al titulo decimos que se mejora la masa osea sobre todo si se


empieza la actividad fisica a corta edad .La densidad osea se calcula que
llega a su maximo en la tercera decada de la vida. Luego se produce en
forma lenta perdida calcica desde los huesos, por eso es importante desde
niño comenzar a preparar el sistema oseo para la tercera edad (osteoporosis,
fracturas, etc, ) .

El Calcio es un nutriente muy importante para los huesos :Ingestion diaria


según edad. Hasta los 8 años debe ingerir 0,8 grs diarios de calcio ,hasta los
17 años la dosis es de 1,3 grs diario y en personas adultas el requerimiento
es de 1-1,5 grs diarios. Lo mencionado en especial en niños -adolescentes el
consumo es mucho menor en la vida cotidiana.

Los alimentos que proveen de calcio en la dieta son: lacteos,legunbres,


verduras, frutas secas, espinaca, siempre acompañados de la vitamina D
para favorecer la absorcion ( Vit. D se encuentra en lacteos, pescado y la
exposicion a la luz solar hace que el organismo produzca esa vitamina
ademas de ser fabricada en nuestro organismo por el riñon.).

Por lo mencionado es importante la actividad fisica a temprana edad ya que


producira huesos de mejor calidad y resistencia preparando el organismo a
un futuro mediato.
Los ejercicios de Resistencia y de alto impacto son los que favorecen mas a
la masa osea Ej. Levantar pesas, correr, escalar, tenis, caminar, etc. Se
calcula que 30 a 40 minutos diarios de actividad fisica es util para mantener
la formacion osea.

Aquellos habitos negativos para la actividad osea son el cigarrillo, cafeina,


sedentarismo, alcohol ,dietas pobres en calcio etc.

Sistema Articular y sus Articulaciones


La artrología es la ciencia que estudia el Sistema Articular y las
articulaciones del cuerpo humano, y define las articulaciones como la
unión entre sí de dos o más huesos además de los elementos que ayudan
a esa conexión, como pueden ser los cartílagos, los ligamentos o el
líquido sinovial (líquido que secreta la membrana sinovial para facilitar
el movimiento).

Funciones de las Articulaciones


Existen 360 articulaciones o zonas móviles del esqueleto humano y
permiten ante todo ensamblar los huesos que lo componen y dotarlos de
movilidad, por ello junto con el Sistema Óseo, el Sistema Muscular y
el Sistema Nervioso son parte fundamental el Sistema Locomotor.

Además de dotarnos de movilidad tiene una función reproductiva,


puesto que moldea el canal de parto, y una función vital porque une los
huesos del tórax para que el ser humano pueda respirar, y porque las
articulaciones funcionan como amortiguadores ante movimientos
bruscos o agresivos.

Articulaciones del Cuerpo Humano


A continuación enumeraremos las articulaciones que componen el sistema articular del
cuerpo humano, comenzando desde arriba hasta abajo.

Cabeza

 MARTILLO-YUNQUE
 YUNQUE-ESTRIBOS
 ESFENO-BASIOCCIPITAL
 TEMPOROMAXILAR
 INTERNASAL
 EFENOVOMERIANA
 TEMPOROPARIETAL
 DIENTES
 INTERPARIETAL

Columna Vertebral

 ARTICULACIÓN DE LOS CUERPOS VERTEBRALES


 ARTICULACIÓN DE LAS APÓFISIS ARTICULARES
 SACROVERTEBRAL MEDIA
 SACROVERTEBRALES LATERALES
 SACROCOCCÍGEA
 ATLOIDOAXOIDEA
 ATLOIDOODONTOIDEA
 OCCIPITOATLOIDEA

Tórax

 COSTOVERTEBRALES
 COSTOTRANSVERSAS
 CONDROCOSTALES
 CONDROESTERNALES
 INTERCONDRALES
 MANUBRIOESTERNAL
 XIFOESTERNAL
 1a COSTILLA-ESTERNÓN

Miembro Superior

 ESTERNOCOSTOCLAVICULAR
 ACROMIOCLAVICULAR
 ESCAPULOHUMERAL
 HUMEROCUBITAL
 HUMERORADIAL
 ARTICULACIÓN DEL CODO
 RADIOCUBITAL SUPERIOR
 RADIOCUBITAL INFERIOR
 RADIOCARPIANA
 INTERCARPIANAS DE LA 1A. FILA
 INTERCARPIANAS DE LA 2A. FILA
 INTERCARPIANAS ENTRE LAS DOS FILAS
 CARPOMETACARPIANAS 2 A 5
 1a CARPOMETACARPIANA
 INTERMETACARPIANAS
 METACARPOFALÁNGICAS
 INTERFALÁNGICAS

Miembro Inferior

 SACROILÍACA
 SÍNFISIS PÚBICA
 COXOFEMORAL
 FEMOROTIBIAL
 FÉMUR-RÓTULA
 PERONEOTIBIAL SUPERIOR
 PERONEOTIBIAL INFERIOR
 TIBIOTARSIANA
 ASTRÁGALOCALCÁNEA
 ASTRÁGALOESCAFOIDEA
 CALCÁNEOCUBOIDEA
 LAS DEMÁS INTERTARSIANAS
 TARSOMETATARSIANAS
 INTERMETATARSIANAS
 METATARSOFALÁNGICAS
 INTERFALÁNGICAS

RECUERDA:
Las articulaciones permiten ensamblar los huesos y darles movilidad,
por ello junto a el Sistema Locomotor son parte fundamental del Cuerpo
Humano.

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