Ley 5177 - Ley de Ejercicio Profesional

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Ley 5177

Texto Ordenado de la Ley 5177

Aprobado: 12/12/01

Publicado: 28/12/01 – 31/12/01

Boletín Oficial de la Provincia de Buenos Aires Nº 24415 páginas 8283/8297

DECRETO 02885/2001 – DEPARTAMENTO DE GOBIERNO

La Plata, 12 de diciembre de 2001.

VISTO: El expediente 2.100-36.002/99 por el cual tramita el proyecto de Texto Ordenado de la Ley 5.177
(T.O. por Decreto 180/87), modificada por sus similares 12.277 y 12.548 -Ejercicio y Reglamentación de la
Profesión de Abogado y Procurador- y la reglamentación general aprobada por el Consejo Superior del
Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires; y

CONSIDERANDO:

Que, en razón de las modificaciones introducidas por las Leyes 12.277 y 12.548, el texto del articulado de la
Ley 5.177 (T.O. por Decreto 180/87) no ofrece la suficiente claridad en cuanto a su vigencia, haciéndose
indispensable el ordenamiento de la misma a los efectos de la correcta aplicación de la norma.

Que el Poder Ejecutivo se encuentra facultado a través del Art. 7° de la Ley 12.277 y por el Decreto Ley
10.073/83, para ordenar el texto de la Ley 5.177 (T.O. por Decreto 180/87) eliminando del mismo los
artículos derogados, considerando las disposiciones del Decreto-Ley 10.049/83 que la afectan, incorporando
las modificaciones previstas en las Leyes 12.277, 12.548 y toda otra anterior vigente y, en consecuencia,
proceder a su renumeración.

Que de acuerdo con lo dispuesto por el Art. 50 inciso e) de la Ley que rige la materia, corresponde al Consejo
Superior de la entidad profesional dictar el Reglamento que regirá el funcionamiento de los Colegios
Departamentales y el uso de sus atribuciones, el cual fue aprobado el día 18 de noviembre de 1999 mediante
acta número 526, modificado por Resolución 138/01 de fecha 13 de julio de 2001.

Que conforme con lo dictaminado por la Asesoría General de Gobierno a fs. 150/151, 198, 264 y 461,
procede el dictado del presente acto.

Por ello,

EL GOBERNADOR DE LA PROVINCIA DE BUENOS AIRES

DECRETA:

Art. 1° – Apruébase el Texto Ordenado de la Ley 5.177 (T.O. por Decreto 180/87), con las modificaciones
introducidas por las Leyes 12.277 y 12.548 -Ejercicio y Reglamentación de la Profesión de Abogado y
Procurador-, conjuntamente con el Índice de Ordenamiento correspondiente al mismo, los cuales forman
parte integrante del presente como Anexos I y II, respectivamente.

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Art. 2° – Dispénese su publicación conjuntamente con el Reglamento de Funcionamiento de la Ley 5.177
(T.O. por Decreto 180/87), modificada por las Leyes 12277 y 12548, aprobado por el Consejo Superior del
Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires, en virtud de lo dispuesto por el Art. 50 inciso e) de la
citada norma legal.

Art. 3° – Deróganse los Decretos 5410/49, 6769/72, 329/82 y todo acto administrativo reglamentario que se
oponga al Reglamento aprobado.

Art. 4° – El presente Decreto será refrendado por el Señor Ministro Secretario en el Departamento de
Gobierno.

Art. 5° – Regístrese, Comuníquese, publíquese, dése al “Boletín Oficial” y pase a la Dirección de Entidades
Profesionales. Cumplido archívese.

ANEXO I

TEXTO ORDENADO DE LA LEY 5.177 (T.O. por Decreto 180/87)

EJERCICIO Y REGLAMENTACION DE LA PROFESION DE ABOGADO Y PROCURADOR

(Con las modificaciones introducidas por las Leyes 12.277 y 12548. Asimismo tiene en cuenta las
disposiciones del Decreto Ley 10.049/83 que la afectan)

LIBRO PRIMERO

TITULO I
DE LOS ABOGADOS

CAPITULO I
Art. 1° – Para ejercer la profesión de abogado en el territorio de la Provincia de Buenos Aires se requiere:

1 – Tener título de abogado expedido por Universidad Nacional o privada reconocida, o por universidad
extranjera cuando las leyes nacionales le otorguen validez o estuviese revalidado por Universidad Nacional.

2 – Estar inscripto en la matrícula de uno de los Colegios de Abogados departamentales creados por la
presente Ley.

La profesión deberá acreditarse con el diploma original debidamente inscripto y legalizado, no pudiendo
suplirse por ningún otro certificado o constancia. Excepcionalmente, en el caso de que no fuere posible su
presentación, el Colegio podrá aceptar un certificado emitido por la propia universidad que expidió el

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diploma, en el que deberá constar la fecha de su emisión y la de su legalización en los Ministerios de Cultura
y Educación y del Interior, ambos de la Nación, respectivamente.

Art. 2° – No podrán inscribirse en la matrícula y corresponderá la exclusión de la misma de:

1 – Los condenados a cualquier pena por la comisión de delito doloso, con sentencia firme, hasta el término
de la condena.

2 – Los fallidos, hasta su rehabilitación. No obstante, cuando de las constancias de la causa no surgieran
evidencias de una conducta impropia que impidiese su admisión con anterioridad, el fallido sólo podrá actuar
como patrocinante, hasta tanto se resuelva su situación.

3 – Los sancionados con la pena prevista en el Art. 28 inciso 4) de la presente.

Art. 3° – No podrán ejercer la profesión de abogados por incompatibilidad:

Absoluta:

a) El Presidente y Vicepresidente de la Nación, el Jefe de Gabinete, los Ministros, Secretarios y Subsecretarios


nacionales y Defensor del Pueblo.

b) Los Gobernadores y Vicegobernadores de las provincias.

c) Los Ministros, Secretarios y Subsecretarios del Poder “Ejecutivo Provincial, el Fiscal de Estado y el Asesor
General de Gobierno, al igual que sus reemplazantes legales, el Presidente y vocales del Tribunal de Cuentas
y los miembros del Tribunal Fiscal

d) Los magistrados, funcionarios y empleados judiciales.

e) Los abogados y procuradores que no cancelen su inscripción como escribanos públicos, doctores en
ciencias económicas, contadores públicos, martilleros públicos, o cualquier otra profesión o título que se
considere auxiliar de la justicia.

f) Los abogados y procuradores, jubilados en ese carácter, y los escribanos que hubieren ejercido como
procuradores de conformidad lo dispuesto en el Art. 62a inciso 1) y se hubieren jubilado como tales.

Relativa:

g) Los abogados funcionarios de servicios policiales, penitenciarios y de todo organismo de seguridad, en


materia criminal y correccional.

h) Los abogados, para intervenir en procesos judiciales que tramiten ante el tribunal en que se hayan
desempeñado como magistrados o funcionarios, antes de haber transcurrido dos (2) años desde que cesaron
en el cargo.

En tal supuesto, el tribunal, a pedido del profesional alcanzado por la prohibición o de alguna de las partes,
deberá remitir las actuaciones al que le sigue en orden de tumo.

i) Los legisladores nacionales y/o provinciales, mientras dure el ejercicio de sus mandatos, en causas
judiciales o gestiones de carácter administrativo en las que particulares tengan intereses encontrados con el
fisco.

j) Los intendentes y concejales municipales, mientras dure el ejercicio de su mandato, en causas judiciales y
gestiones de carácter administrativo, en que particulares tengan intereses encontrados con el municipio.
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En el caso previsto en el inciso f), si el profesional optase por ejercer la profesión previamente deberá pedir
la suspensión del beneficio provisional de que gozare.

Art. 4° – Los funcionarios de orden administrativo, en actividad, diplomados en Derecho, sólo podrán ejercer
la profesión de abogados cuando las respectivas leyes o reglamentos no lo prohíban.

Art. 5° – Los abogados afectados por las incompatibilidades y prohibiciones de los artículos anteriores,
podrán litigar en causa propia o de su cónyuge, padres e hijos, pudiendo devengar honorarios, con arreglo a
las leyes, cuando hubiese condenación en costas a la parte contraria.

CAPITULO II
DE LA INSCRIPCION EN LA MATRICULA

Art. 6° – El abogado que quiera ejercer la profesión presentará su pedido de inscripción al Colegio
Departamental del que formará parte. Para la inscripción se exigirá:

1 – Acreditar identidad personal.

2 – Presentar el diploma universitario original.

3 – Manifestar si le afectan las causales de inhabilidad o incompatibilidad establecidas en los Arts. 2°, 3° y 4°.

4 – Declarar su domicilio real, y el domicilio legal en que constituirá su estudio y servirá a los efectos de sus
relaciones con la Justicia y el Colegio.

5 – Acreditar buena conducta y concepto público. La buena conducta se acreditará mediante certificado
expedido por el Registro Nacional de Reincidencias y Estadística Criminal o el organismo que en el futuro
cumpla sus funciones. El concepto público y el domicilio se acreditará en la forma que se determine en la
reglamentación.

Art. 7° – El Colegio verificará si el peticionante reúne los requisitos exigidos para el ejercicio de la profesión y
se expedirá dentro de tos quince (15) días de presentada la solicitud.

Ordenada la inscripción, el Colegio extenderá a favor del matriculado una credencial o certificado habilitante
en el que constará la identidad del abogado, su domicilio legal y registro de inscripción, y la comunicará a la
Suprema Corte de Justicia, a los Tribunales del respectivo Departamento Judicial, al Consejo Superior del
Colegio de Abogados de la Provincia y a la Caja de Previsión Social para Abogados. Dicha credencial será de
uso obligatorio y constituirá el único modo de acreditar la condición de abogado habilitado ante las
autoridades a las que se presente.

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En caso de existir alguna causa de incompatibilidad absoluta o relativa, de acuerdo a lo normado en el Art. 3°,
se hará constar dicha circunstancia en el carnet.

Art. 8° – El matriculado prestará juramento ante el Consejo Directivo, de desempeñar lealmente la profesión
de abogado, observando la Constitución y las leyes, así de la Nación como de la Provincia; de no aconsejar ni
defender causa que no sea justa, según su conciencia, y de patrocinar gratuitamente a los pobres.

Art. 9° – Podrá denegarse la inscripción cuando el abogado solicitante estuviese afectado por alguna de las
causales de inhabilidad del Art. 2°. A estos efectos, los Colegios estarán facultados para solicitar, de oficio, los
informes que se consideren indispensables.

También podrá denegarse la inscripción cuando se invocase contra ella la existencia de una sentencia judicial
definitiva que, a juicio de dos tercios de los miembros del Consejo Directivo, haga inconveniente la
incorporación del abogado a la matrícula.

En todos los casos, la decisión denegatoria será apelable por ante el Consejo Superior del Colegio de
Abogados de la Provincia, dentro de los diez (10) días hábiles de producida su notificación, y deberá hacerse
por escrito y en forma fundada. La resolución del Consejo Superior podrá ser recurrida por ante los
tribunales contencioso administrativos, conforme a lo establecido en el Art. 74 de la Ley 12.008.

Art. 10 – El abogado cuya inscripción fuera rechazada, podrá presentar nueva solicitud, probando ante el
Colegio Departamental la desaparición de las causales que fundaron la denegatoria.

En todos los casos, la denegatoria deberá ser comunicada a los restantes Colegios Departamentales.

Art. 11 – Corresponde a los Colegios de Abogados atender, conservar y depurar la matrícula de los abogados
en ejercicio, dentro de su Departamento, debiendo comunicar inmediatamente a la Suprema Corte de
Justicia, Tribunales del Departamento Judicial, Colegio de Abogados de la Provincia y Caja de Previsión Social
para Abogados, cualquier modificación que sufran las listas pertinentes, de acuerdo con la presente Ley.

CAPITULO III
CLASIFICACION DE LOS REGISTROS DE MATRICULADOS

Art. 12 – Los Colegios de Abogados Departamentales y el Consejo Superior del Colegio de Abogados de la
Provincia, en su caso, clasificarán a los inscriptos en la matrícula en la siguiente forma:

1 – Matriculados en ejercicio activo con domicilio real en el Departamento Judicial.

2 – Matriculados en ejercicio activo, con domicilio real fuera del Departamento Judicial.

3 – Matriculados en funciones o empleos incompatibles con el ejercicio de la abogacía.

4 – Matriculados en pasividad.

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5 – Matriculados que se encuentran inhabilitados, suspendidos, excluidos o dados de baja para el ejercicio
profesional, cualquiera fuere su causa.

6 – Abogados fallecidos.

Art. 13 – De cada abogado se llevará un legajo especial donde se anotarán sus circunstancias personales,
títulos profesionales, empleo o función que desempeñe, domicilio y sus traslados, todo cambio que pueda
provocar una alteración en la lista pertinente de la matrícula, así como las sanciones impuestas y méritos
acreditados en el ejercicio de su actividad.

Art. 14 – Es obligación de los Secretarios de la Suprema Corte de Justicia, Procuración General, Tribunal de
Casación, Cámara de Garantía, Cámara de Apelación en lo Civil y Comercial, Tribunales en lo Contencioso
Administrativo, Tribunales de Trabajo, Tribunales de Familia, Juzgados de Primera Instancia y Juzgados de Paz
Letrada, conservar siempre visible en sus respectivas oficinas una nómina de los abogados inscriptos en el
Departamento Judicial.

Las listas estarán depuradas y actualizadas antes de realizar cada sorteo o designación de oficio, de acuerdo a
las comunicaciones del Colegio de Abogados bajo pena de ^ nulidad del sorteo o designación.

TITULO II
DE LOS COLEGIOS DE ABOGADOS DEPARTAMENTALES

CAPITULO I
COMPETENCIA, PERSONERIA

Art. 15 – En cada Departamento Judicial funcionará un Colegio de Abogados para los objetos de interés
general que se especifican en la presente ley.

Art. 16 – Cada Colegio tendrá su asiento en el lugar donde funcionan los Tribunales a que corresponda; se
designará con el aditamento del Departamento Judicial respectivo y serán sus miembros los abogados que
ejerzan la profesión en el mismo.

Art. 17 – No se admitirá la inscripción de un abogado en más de un (1) Colegio Departamental.

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Cuando un abogado o procurador ejerciere su actividad en más de un Departamento Judicial, pertenecerá al
Colegio de aquél donde tenga, además, su domicilio real. En todos los casos los actos profesionales serán
juzgados por e) Colegio de Abogados que correspondiere al Departamento Judicial donde se produjese.

Los actos cumplidos ante el Consejo Superior del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires y la
Caja de Previsión Social para Abogados, serán juzgados por el Colegio Departamental a cuya matrícula
pertenezca el profesional involucrado.

Art. 18 – Los Colegios de Abogados Departamentales funcionarán con el carácter, derechos y obligaciones de
las personas jurídicas de derecho público no estatal, para el mejor cumplimiento de sus fines.

CAPITULO II
PUNCIONES, ATRIBUCIONES Y DEBERES DE LOS COLEGIOS

Art. 19 – Los Colegios de Abogados Departamentales, tendrán las siguientes funciones:

1 – El gobierno de la matrícula de tos abogados y de los procuradores

2 – La defensa. y asistencia jurídica de las personas que carezcan de recursos.

3 – El poder disciplinario sobre los abogados y procuradores que actúen en su Departamento.

4 – Asistir y defender a los miembros del Colegio, ejerciendo las acciones pertinentes, administrativas y/o
judiciales, para asegurarles el libre ejercicio de la profesión. Velar por el decoro de los matriculados y afianzar
la armonía entre éstos.

5 – Fundar y sostener una biblioteca pública de preferente contenido jurídico

6 – Participar en estudios, informes, dictámenes, proyectos y demás trabajos que estimen convenientes y
oportunos o que los poderes públicos les encomienden, sean o no a condición gratuita, que se refieran a la
profesión, a la ciencia del derecho, a la investigación de instituciones jurídicas y sociales, al funcionamiento
de la administración de justicia y a la legislación en general.

7 – Promover y participar en congresos o conferencias, por medio de Delegados.

8 – Suscribir convenios con el Poder Judicial, a los efectos de facilitar la consulta y transmisión por medios
informáticos de los datos referidos a expedientes judiciales.

9 – Cumplir y hacer cumplir el mandato ético superior de la abogacía, de defender la justicia, la democracia,
el estado de derecho y las instituciones republicanas en toda situación en la que estos valores se encuentren
comprometidos, conforme a los derechos y garantías constitucionales.

10 – Hacer conocer a los matriculados, a las autoridades públicas y a la comunidad, las irregularidades y
deficiencias que se advirtieren en el funcionamiento de los organismos públicos, y las situaciones en las que
se requiera la defensa del valor justicia para el aseguramiento de los derechos constitucionales.

11 – Acusar a los funcionarios y magistrados de la Administración de Justicia, por las causales establecidas en
la legislación vigente. Para ejercer esta atribución, deberá concurrir el voto de dos tercios de miembros que
integran el Consejo Directivo.

12 – Oponerse al ejercicio ilegal de la abogacía y de la procuración y denunciar a quien lo hiciere.

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13 – Fijar las bases para un sistema de ayuda judicial que, con la participación activa de todos los Colegios
Departamentales, brinde cobertura de acceso a la justicia en el territorio de la Provincia.

14 – Otorgar poderes generales o especiales, cuando así fuere necesario, para asumir la defensa de los
intereses de la Institución.

15 – Dictar los reglamentos inherentes al funcionamiento interno de la Institución y proponer al Consejo


Superior del Colegio de Abogados de la Provincia, los proyectos de reglamentación que entienda útiles para
el mejor funcionamiento de los Colegios.

16 – Adquirir bienes y derechos y disponer de los mismos, con las limitaciones establecidas en la presente
ley; contraer obligaciones y gravar aquéllos con el propósito exclusivo de cumplir los fines de la Institución;
aceptar y rechazar donaciones y legados.

17 – Instituir becas, subsidios, aportes y premios de estímulo, con preferente destino a especialización en
estudios de derecho.

18 – Promover la creación de institutos para la formación de los abogados en nuevas especialidades y su


perfeccionamiento en el conocimiento del derecho; propiciar el establecimiento de centros de mediación,
conciliación y tribunales de arbitraje; y celebrar convenios con organismos municipales o entidades privadas
para contribuir al mejoramiento del servicio de justicia o prestar asistencia a los abogados y procuradores en
el ejercicio de su ministerio.

19 – Informar al Consejo de la Magistratura sobre el estado de matrícula y antecedentes disciplinarios de los


inscriptos en aquél.

20 – Participar de las funciones que le corresponden en el Consejo de la Magistratura.

21 – Representar, en calidad de agente natural, a la Caja de Previsión Social para Abogados, en el ámbito
departamental.

22 – Participar en la obra del Patronato de Liberados en la forma que se determine por Ley.

23 – Propender, en general, al mejoramiento y atención del bienestar del matriculado y su familia, en


relación a sus necesidades y recreación física y espiritual, dentro del marco de confraternidad que emana de
esta Ley.

Las facultades enunciadas en los incisos precedentes, no se entenderán como negación de otras atribuciones
que correspondan a la capacidad reconocida por la ley a las personas jurídicas, o se relacionen con el
ejercicio de la abogacía y procuración considerado como problema provincial o nacional, con la institución de
la justicia, con el estudio y progreso de la legislación y la jurisprudencia su actualización, perfeccionamiento y
especialización de los conocimientos científico-jurídicos de los profesionales.

Art. 20 – Cuando un Colegio de Abogados Departamental intervenga en cuestiones notoriamente ajenas a


las específicas y exclusivas previstas que la presente ley le asigna o no hace cumplir las mismas, podrá ser
intervenido por el Consejo Superior del Colegio de Abogados de la Provincia a los efectos de su
reorganización, mediante resolución fundada debidamente documentada. El cargo de interventor recaerá en
el Presidente del Colegio de Abogados Departamental más cercano.

La reorganización deberá cumplirse dentro del término de cuatro (4) meses de comenzada la intervención. El
interventor tendrá las mismas atribuciones reconocidas por esta Ley al Consejo Directivo, pudiendo designar
como colaboradores a abogados colegiados en ejercicio activo de la profesión. Si no se cumpliere la
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reorganización dentro del plazo establecido, cualquier abogado de la matrícula del Colegio intervenido podrá
recurrir a la Suprema Corte de Justicia de la Provincia para que esta disponga la reorganización dentro del
término de treinta (30) días.

Las disposiciones previstas en los párrafos anteriores serán aplicables al Consejo Superior del Colegio de
Abogados de la Provincia cuando deje de observar lo dispuesto en la presente Ley, con la salvedad de que en
este caso la intervención podrá alcanzar también a los Colegios Departamentales cuyos representantes ante
el Consejo Superior se hubieran apartado de lo previsto en esta Ley, con la salvedad de que la intervención
recaerá en el funcionario que al efecto designe el Poder Ejecutivo. La resolución que disponga la
intervención, en todos los casos, deberá ser fundada y hacer mérito de las actas y demás documentación de
los Colegios, previa certificación de su autenticidad en caso necesario.

Art. 21 – Sin perjuicio de lo dispuesto en este capítulo, los abogados podrán ejercer libremente el derecho de
asociación y agremiación, con fines útiles.

CAPITULO III
DE LA DEFENSA DE LOS POBRES

Art. 22 – Cada Colegio Departamental establecerá en su sede un consultorio jurídico gratuito para personas
carentes de recursos y asegurará la asistencia gratuita en las localidades del respectivo departamento que
por el número de habitantes y su importancia así lo justifiquen, de acuerdo con el reglamento que al efecto
se dicte. La consultoría y asistencia jurídica gratuita son carga pública.

Art. 23 – En el consultorio jurídico gratuito, así como en la asistencia de los carentes de recursos ante los
tribunales, podrá admitirse como practicantes a los estudiantes de derecho que lo soliciten en el número,
modo y condiciones que establezca el Consejo Directivo de cada Colegio Departamental. No obstante, lo
expresado, en todos los casos, los practicantes serán conducidos por un matriculado que será el responsable
directo de su actuación.

CAPITULO IV
PODERES DISCIPLINARIOS

Art. 24 – Es obligación del Colegio Departamental fiscalizar el correcto ejercicio de la función de abogado y el
decoro profesional; a esos efectos se le confiere el poder disciplinario, que ejercitará sin perjuicio de las
responsabilidades civiles y penales y de las medidas que puedan aplicar los magistrados judiciales.

Art. 25 – Los abogados y procuradores matriculados en el Colegio quedan sujetos a las sanciones
disciplinarias del mismo, por las causas siguientes:

1 – Pérdida de la ciudadanía, cuando la causa que la determinare importe indignidad.

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2 – Condena criminal.

3 – Violación de las prohibiciones establecidas en el Art. 60.

4 – Retención indebida de fondos o efectos pertenecientes a sus mandantes, representados, asistidos o


patrocinados.

5 – Infracción manifiesta o encubierta a lo dispuesto en materia de aranceles -y honorarios en la ley que


regula la materia.

6 – Retardos o negligencias frecuentes o ineptitud manifiesta y omisiones en el cumplimiento de las


obligaciones y deberes profesionales.

7 – Violación del régimen de incompatibilidades establecidas en el Art. 3° Violación a las normas de ética
profesional establecidas en el Código respectivo, sancionado por el Consejo Superior del Colegio de
Abogados de la Provincia.

8 – Abandono del ejercicio de la profesión o traslado de su domicilio profesional fuera del Departamento
Judicial, sin dar aviso dentro de los treinta días al Colegio de Abogados Departamental, cuando se deviene
perjuicio a terceros.

9 – Inasistencia por parte de los miembros del Consejo Superior, Consejo Directivo y Tribunal de Disciplina a
tres (3) sesiones consecutivas o cinco (5) alternadas en el curso de un año, sin causa justificada.

10 – Toda contravención a las disposiciones de esta Ley y del Decreto Reglamentario.

Art. 26 – Sin perjuicio de las facultades disciplinarias que se le otorgan al Tribunal de Disciplina, el Consejo
Directivo podrá decretar la suspensión provisoria en la matrícula a aquellos profesionales que se encuentren
imputados por delito doloso. Dicha suspensión sólo podrá decretarse con el voto de las dos terceras partes
de los miembros del Consejo cuando la gravedad del delito y la verosimilitud de las pruebas así lo acrediten,
y por simple mayoría cuando exista acusación fiscal.

Art. 27 – Sin perjuicio de la medida disciplinaria, el abogado culpable podrá ser inhabilitado para formar
parte del Consejo Superior o del Consejo Directivo hasta por cinco años.

Art. 28 – Las sanciones disciplinarias son:

1 – Advertencia individual o en presencia del Consejo Directivo, según la importancia de la falta.

2 – Multa, hasta un importe equivalente a cien (100) jus arancelario.

3 – Suspensión en la matrícula profesional, hasta dos (2) años.

4 – Exclusión de la matrícula profesional.

Art. 29 – La sanción prevista en el inciso 1 del artículo anterior se aplicará por el Tribunal de Disciplina con el
voto de la mayoría de los miembros que lo componen. Las previstas en los incisos 2), 3) y 4), del mismo
artículo, se aplicarán por el voto de dos tercios de los miembros del Tribunal.

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En todos los casos, la sanción será apelable por ante el Consejo Superior del Colegio de Abogados de la
Provincia de Buenos Aires, recurso que se interpondrá por escrito y fundado ante el Tribunal de Disciplina,
dentro del plazo de diez (10) días desde la fecha de la notificación, ampliable en razón de la distancia.

La resolución que dicte el Consejo Superior, que determine la aplicación de las sanciones previstas en los
incisos 2), 3) y 4) del Art. 28, podrá recurrirse ante los tribunales contencioso administrativo, conforme a lo
establecido en el Art. 74 de la Ley 12.008.

La sanción prevista en el inciso 1) sólo será apelable cuando se alegue haberse operado la prescripción.

Art. 30 – La sanción del Art. 28, inciso 4), sólo podrá ser resuelta:

1 – Por haber sido suspendido el profesional inculpado, tres o más veces, por un período total no inferior al
plazo máximo establecido para la suspensión.

2 – Por la comisión de delitos de acción pública y/o privada y siempre que, de las circunstancias del caso,
cuyo juzgamiento compete al Tribunal de Disciplina, se desprendiere con evidencia la conducta dolosa del
profesión.

Art. 31 – Los trámites disciplinarios podrán iniciarse por denuncia formulada por el presunto damnificado,
por comunicación de los magistrados, por denuncias del Consejo Superior del Colegio de Abogados de la
Provincia o de las autoridades de la Caja de Previsión Social para Abogados, de funcionarios de reparticiones
públicas, de oficio por el propio Consejo Directivo y por cualquier otra persona física o jurídica.

Las denuncias presentadas por el presunto damnificado y por cualquier otra persona física o jurídica
deberán ser ratificadas. La citación a tal efecto, deberá formularse dentro de los quince (15) días contados a
partir de la primera reunión que se celebre con posterioridad a la recepción de la denuncia.

El Consejo Directivo requerirá explicaciones al profesional denunciado, quién deberá brindarlas dentro de los
diez (10) días de recepcionada la notificación. El traslado deberá ser conferido dentro del plazo de treinta
(30) días, los cuales, en los casos del párrafo anterior, se computarán a partir de la fecha de la ratificación.

Recibidas las explicaciones o vencido el plazo conferido para ello, el Consejo Directivo resolverá en un plazo
no mayor a sesenta (60) días si hay o no lugar a la formación de causa disciplinaria, desestimándose aquellos
casos en que la denuncia resultare manifiestamente improcedente o notoriamente infundada.

SI hubiere lugar a la iniciación de la causa, la resolución expresará el motivo y se giraran las actuaciones al
Tribunal de Disciplina. De igual forma se procederá si el Consejo no se expidiere dentro del plazo previsto en
el párrafo anterior.

El Tribunal dará conocimiento de las mismas al imputado, emplazándolo para que presente pruebas y
defensa dentro de los quince (15) días hábiles.

El Tribunal no estará limitado en sus facultades con relación a lo que surja exclusivamente del contenido de
la denuncia. Si de la instrucción de la causa resultare la existencia de otros hechos viólatenos de las normas
de ética profesional, vinculados a la que le dio origen, se dispondrá la formación de una nueva causa
disciplinaria para juzgar los mismos.

Sin perjuicio de la obligación del denunciado de hacer comparecer los testigos, y de la obligación de éstos de
asistir ante las citaciones que se les cursen, el tribunal podrá requerir del auxilio de la fuerza pública para
asegurar la concurrencia de los mismos.

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Producidas las pruebas, el Tribunal resolverá la causa dentro de los treinta (30) días, comunicando la decisión
al Consejo Directivo para su conocimiento.

La resolución del Tribunal será siempre fundada.

Art. 32 – Las acciones disciplinarias prescriben a los dos (2) años, computables desde la fecha en que se
produjo el hecho que autoriza el ejercicio de la acción o desde la fecha que el agraviado tomó conocimiento
del hecho que motiva la denuncia, salvo las que den lugar a la exclusión de la matrícula profesional que
prescriben a los cuatro (4) años.

El plazo de prescripción de la acción se interrumpirá por la interposición de la denuncia o acto equivalente


que origine la actuación de acuerdo con lo dispuesto en el Art. 31, y por la secuela regular del procedimiento.
Sin embargo, la acción caducará si no se hubiere dictado sentencia en el plazo de dos (2) años de recibidas
las actuaciones por el Tribunal de Disciplina Departamental.

Cuando la denuncia fuese presentada ante órgano incompetente, su sola presentación suspenderá el
término de la prescripción por el lapso de noventa (90) días corridos.

Los plazos de prescripción y caducidad se suspenderán cuando el inicio de la causa disciplinaria o su


sentencia dependieran del dictado de un fallo en sede judicial y hasta tanto este último adquiera firmeza.

La prescripción podrá ser declarada de oficio por el Tribunal de Disciplina, cuando de las actuaciones surja el
transcurso de los plazos establecidos en el presente artículo.

Art. 33 – El proceso disciplinario no es susceptible de renuncia ni de desistimiento. La suspensión del


imputado o su exclusión de la matrícula no paralizan ni extinguen el proceso. Solo se extingue la acción
disciplinaria por fallecimiento del imputado o por prescripción.

B abogado excluido de la matrícula profesional, por sanción disciplinaria, podrá ser admitido en la actividad
cuando hubieren transcurrido cinco (5) años de la resolución firme respectiva.

CAPITULO V
AUTORIDADES DEL COLEGIO DEPARTAMENTAL

Art. 34 – Son órganos directivos de la institución:

a) La Asamblea.

b) Consejo Directivo.

c) B Tribunal de Disciplina.

El Consejo Directivo y el Tribunal de Disciplina serán elegidos por la Asamblea, y sus miembros durarán
cuatro años, renovándose por mitades cada bienio.

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Art. 35 – Se declara carga pública las funciones de miembros del Consejo Superior, Consejo Directivo y
Tribunal de Disciplina. Podrán excusarse los mayores de setenta años, y tos que hayan desempeñado, en el
período inmediato anterior, alguno de dichos cargos.

Art.36 – No serán elegibles ni pueden ser electores, en ningún caso, los abogados inscriptos en la matrícula
que adeuden la cuota anual establecida en el artículo diecinueve, ni los que se encuentren suspendidos o
excluidos de la matrícula por sanción disciplinaria, a la fecha del acto eleccionario.

El voto es obligatorio y quién, sin causa justificada comprobada, no emitiese su voto sufrirá una multa de
cinco jus que le aplicará el Tribunal de Disciplina.

Art. 37 – El Consejo Directivo deberá adoptar las medidas que estime pertinentes de modo de facilitar el
voto a los matriculados que no tengan domicilio en la ciudad asiento del Colegio. Al efecto, la autoridad
electoral podrá disponer que el presidente de la mesa correspondiente al elector reciba el voto en forma
anticipada durante los cinco días previos al comicio, como así también la instalación de urnas en las
localidades que por su importancia así lo justifiquen, dentro del ámbito del respectivo Departamento
Judicial.

CAPITULO VI
DE LAS ASAMBLEAS

Art. 38 – Cada año, en la fecha y forma que establezca la reglamentación, se reunirá la Asamblea Ordinaria
para considerar la Memoria, Balance y Presupuesto de Gastos y Cálculo de Recursos, la fijación de
contribuciones extraordinarias y los demás asuntos de competencia del Colegio y los relativos al ejercicio de
la profesión en general, incluidos en el Orden del Día.

El año que corresponda renovar autoridades se incluirá también en el Orden del Día la pertinente
convocatoria.

Art. 39 – Se citará a asamblea extraordinaria cuando lo solicite por escrito no menos de un quinto (1/5) de los
miembros del Colegio, lo resuelva el Consejo Directivo o una Asamblea Ordinaria, con los mismos objetivos
señalados en el artículo anterior.

Cuando los miembros del Colegio excedan de dos mil (2.000) bastará con la firma de cuatrocientos (400)
profesionales.

Art. 40 – La Asamblea funcionará con la presencia de más de un tercio (1/3) de los colegiados inscriptos
legalmente. Los abogados y procuradores jubilados podrán asistir con voz pero sin voto. Será citada para una
sola fecha. Si a la hora prevista no se reuniere el tercio exigido, funcionará válidamente una (1) hora después
con los miembros presentes. La citación se hará personalmente y en un diario de la ciudad cabecera del
Departamento Judicial, en este caso, por un (1) día.

13
Ninguna Asamblea podrá tratar asuntos no incluidos en la convocatoria y en el orden del día respectivo. Para
que las decisiones sean consideradas válidas, se exige que hayan sido adoptadas por un (1) voto más que los
votos en contra computables.

Los integrantes del Consejo Directivo y el Tribunal de Disciplina serán elegidos en comicios en los que el voto
será secreto y obligatorio.

Cuando se oficialicen más de una lista, se consagrará ganadora la que obtenga mayor número de votos,
quedando elegidos todos sus candidatos si ninguna de las demás listas obtuvieran el veinticinco (25) por
ciento de los votos. Si hubiera una o más listas, que sigan en número de votos a la ganadora, y que hayan
obtenido no menos del veinticinco (25) por ciento de los votos válidos emitidos, la distribución de los cargos
se hará mediante el sistema proporcional.

Los consejeros suplentes llamados a sustituir a los consejeros titulares, serán los electos en el mismo acto y
pertenecientes a la misma lista que los titulares que deban reemplazar.

CAPITULO VII
CONSEJO DIRECTIVO

Art. 41 – El Consejo Directivo de los Colegios de Abogados se compondrá de un Presidente y Once miembros
titulares, que durarán cuatro (4) años en sus funciones. En la primera reunión que celebre el cuerpo se
designarán los miembros de la mesa directiva por el término de dos (2) años, y se proveerán los demás
cargos que se consideren necesarios.

Se elegirán asimismo nueve (9) consejeros suplentes en los Colegios cuya matrícula de profesionales en
actividad de ejercicio exceda de un mil (1.000) y cinco (5) consejeros suplentes en los restantes, con igual
duración de mandato.

Para ser elegido miembro del Consejo se requiere tener domicilio real en el Departamento o estudio
instalado en el mismo con una antigüedad mínima, en ambos casos, de tres (3) años.

Art. 42 – Corresponde a los Consejos Directivos:

1 – Resolver los pedidos de inscripción.

2 – Llevar la matrícula. Esta se organizará sobre la base de un doble juego de ejemplares, uno de los cuales
será remitido al Colegio de Abogados de la Provincia para su centralización y a los fines del Art. 11.

3 – Convocar las asambleas y redactar el orden del día.

4 – Representar a los matriculados en ejercicio, dictando las disposiciones necesarias y ejerciendo las
acciones judiciales y administrativas pertinentes, para asegurarles el legítimo desempeño de su profesión.

5 – Defender los derechos e intereses profesionales legítimos, el honor y la dignidad de los abogados,
velando por el decoro e independencia de la profesión.

6 – Cuidar que nadie ejerza ¡legalmente la abogacía y la procuración y denunciar a quién lo haga sin estar
debidamente habilitado.

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7 – Hacer conocer a los tribunales superiores las irregularidades y deficiencias que notare en el
funcionamiento de la administración de justicia.

8 – Intervenir a solicitud de parte, en los conflictos que se susciten entre colegas, o entre abogados y clientes
y por restitución de papeles o documentos con motivo de gastos y honorarios, sin perjuicio de la
intervención que corresponda a los jueces.

9 – Establecer el monto y la forma de percepción de la cuota anual que deberán abonar los colegiados,
administrar los bienes del colegio, proyectar el presupuesto de gastos y cálculo de recursos para someter a la
consideración de la asamblea y fomentar su biblioteca pública.

10 – Cumplir y hacer cumplir las resoluciones de las asambleas.

11 – Proponer al Consejo Superior del Colegio de Abogados de la Provincia los proyectos de reglamentos, a
los que se refiere el Art. 19 inciso 15), como así las modificaciones que estime necesarias.

12 – Nombrar y remover sus empleados.

13 – Informar al Consejo de la Magistratura sobre los antecedentes de matrícula de los inscriptos que aspiren
a desempeñarse en cargos judiciales, sin perjuicio de otros que, vinculados a la cuestión, se prevean en otras
leyes.

14 – Disponer la iniciación de los trámites disciplinarios de acuerdo a lo establecido en el Art. 31 primer


párrafo.

15 – Promover y resolver el funcionamiento de institutos vinculados a la mediación, al arbitraje y a la


conciliación.

Art. 43 – El Presidente del Consejo Directivo, o su reemplazante legal, presidirá las asambleas, mantendrá las
relaciones de la institución con sus similares y con los poderes públicos, ejecutará todo crédito por cuota o
multa, notificará las resoluciones y cumplirá y hará cumplir las decisiones del Colegio Departamental y del
Colegio de Abogados de la Provincia.

Art. 44 – El Consejo Directivo deliberará válidamente con la presencia de, por lo menos, la mitad más uno de
sus miembros, tomando sus resoluciones por mayoría de votos. En caso de empate el voto del Presidente se
computará doble.

Funcionará asimismo una Mesa Directiva, Integrada como mínimo por el Presidente, el Secretario y el
Tesorero, pudiendo los Colegios ampliar el número de miembros de la misma, conforme a las circunstancias
que se valoren en cada caso.

La Mesa Directiva tendrá a su cargo la atención del despacho diario, la representación social del Colegio, el
manejo del personal y asuntos administrativos, pudiendo adoptar de medidas urgentes que no admitan
dilación, con cargo de dar cuenta al Consejo Directivo en la primera sesión que se realice.

CAPITULO VIII
DEL TRIBUNAL DE DISCIPLINA

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Art. 45 – El Tribunal de Disciplina se compondrá de cinco (5) miembros titulares e igual número de suplentes,
elegidos en la forma establecida en el Art. 34. Para ser miembro se requieren las mismas condiciones que
para integrar el Consejo Directivo y, además, diez (10) años de ejercicio profesional.

Los miembros del Consejo Directivo no podrán formar parte de este Tribunal.

El Organismo designará, al entrar en funciones un Presidente, un Vicepresidente y un Secretario.

En ningún caso los procuradores integrarán el Tribunal de Disciplina.

Art. 46 – Para la recusación y excusación de tos miembros del Tribunal se aplicarán las mismas causales que
las establecidas para los Jueces en el Código de Procedimiento Criminal y Correccional.

CAPITULO IX
DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LA PROVINCIA

Art. 47 – Los Colegios departamentales constituyen el Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires.

Art. 48 – El Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires funcionará con el carácter, derechos y
obligaciones de las personas jurídicas de derecho público no estatales, para el mejor cumplimiento de sus
fines. Tendrá su asiento en la ciudad de La Plata y sesionará en la misma o en el lugar que determine el
propio organismo.

Art. 49 – La representación del Colegio de Abogados de la Provincia de Buenos Aires estará a cargo de un
Consejo Superior, integrado por los Presidentes de los Colegios Departamentales que funcionen en el
territorio de la Provincia de Buenos Aires. Tendrán carácter de Consejeros suplentes los Vice Presidentes 1°,
de cada Colegio Departamental.

Art. 50 – El Colegio de Abogados de la Provincia tendrá los siguientes deberes y atribuciones:

a) Representar a los Colegios Departamentales en sus relaciones con los poderes públicos.

b) Promover y participar en conferencias o congresos vinculados con la actividad jurídica por medio de sus
delegados.

c) Propender al progreso de la legislación de la Provincia y dictaminar o colaborar con los estudios, proyectos
de Ley y demás trabajos de técnica jurídica que le solicitaren las autoridades.

d) Elaborar proyectos vinculados a la legislación que atañe a la abogacía y a la procuración.

e) Dictar el reglamento que, de conformidad con esta Ley, regirá el funcionamiento de los Colegios
Departamentales y el uso de sus atribuciones.

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f) Centralizar la matrícula de los abogados y procuradores, en base a los datos provistos por los Colegios
Departamentales.

g) Resolver, en grado de apelación, aquellas cuestiones expresamente previstas en esta Ley.

h) Fijar la contribución de los Colegios Departamentales, administrar sus fondos, proyectar el presupuesto
de gastos y cálculo de recursos para ser elevado a la asamblea, nombrar y remover a sus empleados y
cuantas más atribuciones sean conducentes al logro de los propósitos de esta Ley.

i) Velar por el fiel cumplimiento de las disposiciones de la presente Ley y resolver en última instancia las
cuestiones que se suscitaren en torno a su interpretación y aplicación.

j) Fijar, de manera uniforme, el monto y forma de percepción de la cuota anual que deberán abonar los
colegiados.

k) Actuar judicial o administrativamente en defensa de los intereses profesionales, pudiendo otorgar


mandatos a tal efecto.

I) Celebrar convenios con organismos provinciales conforme a los cuales el Colegio colabore en el
mejoramiento del servicio de justicia y con entidades privadas y fundaciones para prestar asistencia a los
abogados en ejercicio de su profesión.

m) Promover el desarrollo de medios alternativos para la solución de conflictos.

n) Integrar el Consejo de la Magistratura conforme a lo dispuesto en la Ley específica.

o) Organizar un registro centralizado por profesión, de las causas disciplinarias que se sustancien ante los
Colegios Departamentales, y llevar asimismo un registro de sanciones.

p) Distribuir mensualmente entre los Colegios Departamentales los importes que se recauden en concepto
del derecho fijo creado por la Ley 8.480, previa deducción del porcentaje atribuido al Consejo Superior y las
retenciones que reglamentariamente correspondan.

Las atribuciones enumeradas no importan negar el ejercicio de otras que respondan al cumplimiento de sus
fines.

Art. 51 – A los fines de la organización y funcionamiento del Colegio de Abogados de la Provincia, el Consejo
Superior de dicho organismo fijará el monto y la forma de contribución que los Colegios Departamentales
deberán destinar de la cuota anual que se establezca de acuerdo al Art. 53.

Art. 52 – El Consejo Superior designará de entre sus miembros un Presidente, un Vicepresidente, un


Secretario, un Tesorero, un Prosecretario y un Protesorero, que formarán la mesa directiva.

Las decisiones del Organismo se tomarán por simple mayoría, teniendo el presidente doble voto en caso de
empate. Sin perjuicio de ello, se exigirá una mayoría especial de tres cuartas partes de la totalidad de sus
miembros, en los casos de elección de autoridades, representación de la Institución, revocación de
resoluciones anteriores y fijación de la cuota anual de matriculación.

Para sesionar, deberá contar con la presencia de la mitad más uno de sus miembros.

Cuando se trate de resolver cuestiones disciplinarias, en grado de apelación, deberán abstenerse de


participar de la votación los miembros del organismo que no reúnan la antigüedad requerida por el Art. 45
para ser miembro del Tribunal de Disciplina, como así también aquellos miembros que representen al
Colegio Departamental cuyo Tribunal de Disciplina dictó la medida recurrida.

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CAPITULO X
DE LA CUOTA ANUAL

Art. 53 – La cuota anual será abonada por los matriculados en actividad, en los plazos en que lo determine el
Consejo Superior del Colegio de la Provincia, conforme la atribución conferida por el Art. 50 inciso j).

La falta de pago de dos (2) anualidades se interpretará como abandono del ejercicio profesional y
determinará la exclusión automática de la matrícula respectiva, hasta tanto el matriculado moroso regularice
su situación. Sin perjuicio de ello, los Consejos Directivos de los Colegios podrán suspender en la matrícula a
quienes adeuden una (1) anualidad.

El profesional que incurra en la situación prevista en el presente artículo no podrá tampoco litigar en causa
propia o de su cónyuge, padres e hijos.

El ejercicio profesional durante el período de abandono o suspensión se considerará, ilegal y hará pasible al
abogado o procurador de las sanciones pertinentes.

Art. 54 – Cuando la matriculación o reincorporación se produjeren con posterioridad al vencimiento del


período que se fije conforme al procedimiento determinado en el artículo anterior, el pago de la cuota anual
se efectivizará al momento de producirse las mismas, pudiendo ser proporcional al tiempo que faltare hasta
la finalización del año calendario, y computándose lapsos mensuales.

Para los procuradores, la cuota anual será equivalente a la mitad de la que corresponda pagar a los
abogados.

Operado el vencimiento del plazo que se fije anualmente para el pago de la matrícula y aunque hubieren
mediado pagos parciales, el colegiado deudor deberá abonar, además del saldo impago, un interés que será
equivalente a la tasa activa que cobre el Banco de la Provincia de Buenos Aires en sus operaciones de
descuento, sobre el total de lo adeudado. Su cobro se realizará por la vía de apremio, siendo título ejecutivo
hábil al efecto la planilla de liquidación suscripta por el Presidente y Tesorero del Colegio Departamental
respectivo.

Si se hubiere establecido el pago de la matrícula en cuotas, el atraso en el pago de cualquiera de ellas


implicará automáticamente la caducidad de los plazos siguientes y hará exigible la totalidad de lo adeudado.

Art. 55 – El Colegio de Abogados Departamental percibirá el importe de la cuota que se establezca de


acuerdo al Art. 50 inciso j) y sus acreencias si correspondiere.

Al Colegio de Abogados de la Provincia le corresponde el cinco (5) por ciento de ese monto, que será
liquidado por el Colegio Departamental en el plazo de treinta (30) días posteriores al mes en que se hubiere
percibido la cuota.

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CAPITULO XI
DE LOS MIEMBROS

Art. 56 – El ejercicio de la profesión de abogado comprende las siguientes funciones:

a) Defender, patrocinar o representar causas propias o ajenas, en juicio o proceso o fuera de ellos, en el
ámbito judicial o administrativo y en cualquier otro donde se controviertan derechos o intereses legítimos.

b) Evacuar consultas y prestar todo tipo de asesora-miento en cuestiones en que se encuentren involucrados
problemas jurídicos. Dichas funciones le son propias y exclusivas, salvo lo dispuesto en relación al ejercicio de
la procuración.

En el desempeño de su profesión, el abogado será asimilado a los magistrados en cuanto atañe al respeto y
consideración que debe guardársele. Cometerá falta grave quién no respete esta disposición, y su violación
podrá dar lugar a la pertinente denuncia ante el superior jerárquico del infractor, debiendo ser sustanciada
de inmediato. El profesional afectado se encuentra legitimado para la radicación e impulso de los trámites
respectivos.

Art. 57 – Es facultad de los abogados y procuradores, en ejercicio de su función, recabar directamente de las
oficinas públicas, bancos oficiales o particulares y empresas privadas o mixtas, informes y antecedentes,
como así también solicitar certificados sobre hechos concretos atinentes a las causas en que intervengan.
Estos pedidos deberán ser evacuados por las oficinas y entidades aludidas dentro del término de quince días.
En las solicitudes, el profesional hará constar su nombre, domicilio, carátula del juicio, juzgado y secretaría de
actuación. Las contestaciones serán entregadas personalmente al profesional, o bien remitidas a su
domicilio, según lo haya solicitado; no habiendo realizado ninguna solicitud en tal sentido, serán remitidas al
Juzgado de la causa.

Con la sola exhibición de la credencial profesional, el abogado o procurador podrá examinar y compulsar
actuaciones judiciales y administrativas, provinciales y municipales y registros notariales. Cuando un
funcionario oí empleado de cualquier manera impidiera o trabare el ejercicio de este derecho, el Colegio
Departamental pertinente, a instancia del afectado, pondrá el hecho en conocimiento del superior jerárquico
de aquéllos, a los efectos que correspondan, conforme a lo dispuesto en el Art. 56 y sin perjuicio de otras
medidas a que hubiere lugar.

CAPITULO XII
OBLIGACIONES DEL ABOGADO

Art. 58 – Son obligaciones de los abogados y procuradores:

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1 – Prestar su asistencia profesional como colaborador del Juez y al servicio de la justicia. La inobservancia
de esta regla podrá dar lugar a la formación de causa disciplinaria.

2 – Patrocinar o representar a los declarados pobres en los casos que la ley determine y atender el
consultorio gratuito del Colegio en la forma que establezca el reglamento interno.

3 – Aceptar los nombramientos que le hicieren los jueces o tribunales con arreglo a la ley, y las misiones que
le encomiende el Colegio, pudiendo excusarse solo por causas debidamente fundadas.

4 – Tener estudio dentro del Departamento Judicial en el que se encuentre matriculado, sin perjuicio de su
ejercicio profesional en otros Departamentos Judiciales.

5 – Dar aviso al Colegio Departamental de todo cambio de domicilio, como así del cese o reanudación del
ejercicio profesional.

6 – Guardar secreto profesional respecto de los hechos que ha conocido con motivo del asunto que se le
hubiere encomendado o consultado, con las salvedades establecidas por la Ley.

7 – No abandonar los juicios mientras dure el patrocinio.

8 – Ajustarse a las disposiciones del Art. 73, cuando actuare en calidad de apoderado.

Art. 59 – Aceptado el poder conferido, el abogado asume todas las responsabilidades que las leyes imponen
a los mandatarios, sujetándose a las reglas establecidas en el Código Civil sobre los contratos de esta clase.
Estarán obligados a ejercer la representación, hasta que hayan cesado legalmente en su cargo.

Las simples consultas se considerarán como locación de servicio.

CAPITULO XIII
PROHIBICIONES

Art. 60 – Sin perjuicio de lo que disponen las leyes generales, está prohibido a los abogados:

1 – Patrocinar o asesorar a ambos litigantes en un juicio, simultáneamente o sucesivamente, o aceptar la


defensa de una parte, .si ya hubiere asesorado a la otra.

2 – Patrocinar y representar individual y simultáneamente a partes contrarias, los abogados asociados entre
sí.

3 – Ejercer su profesión en un conflicto en cuya tramitación hubiere intervenido como magistrado,


funcionario judicial o administrativo.

4 – Aceptar el patrocinio o representación en asuntos en que haya intervenido un colega, sin dar
previamente aviso a éste, excepto en casos de extrema urgencia y con cargo de comunicárselo
inmediatamente.

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5 – Sustituir a abogado o procurador en el apodera-miento o patrocinio de un litigante, cuando ello provoque
la separación de juez de la causa por algún motivo legal.

6 – Procurarse clientela por medios incompatibles con la dignidad profesional.

7 – Publicar avisos o realizar propaganda, por cualquier medio de difusión que pueda inducir a engaño a los
clientes u ofrecer servicios contrarios o violatorios de las leyes. La publicidad profesional se habrá de limitar a
su nombre, dirección del estudio, títulos científicos, horario de atención al público, fuero, materia o asuntos
a los que especialmente se dedique.

8 – Requerir directamente o por terceras personas o intermediarios remunerados para obtener asuntos.

9 – Celebrar contratos de sociedad profesional con personas que no sean abogados o procuradores.

10 – Celebrar contrato de sociedad con quienes no posean título de abogado o procurador, o integrar
asociación o sociedad comercial que pueda tener por objeto exclusivo el ofrecimiento de servicios jurídicos.
Sin embargo, el abogado o procurador podrá establecer formas asociativas no comerciales con otros
profesionales universitarios, a través de la prestación de servicios con sentido interdisciplinario, siempre que
ello no altere la independencia funcional e individualidad de la profesión y preserve la responsabilidad
inherente a su calidad de profesional del derecho. En todos los casos deberá declarar la existencia de esa
relación ante el Colegio Departamental respectivo.

11 – Constituir domicilio en oficinas públicas, excepto cuando se trate de funcionarios o empleados públicos
que litiguen en calidad de tales y específicamente con motivo de su función.

CAPITULO XIV
ORGANIZACION MUTUALISTA

Art. 61 – El régimen instituido por la Ley 6.716 y sus modificatorias no impide el funcionamiento de cualquier
organización de carácter mutualista, en cuanto contemple situaciones similares a las previstas en dicha Ley.

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