Las Aportaciones de La Arqueologia Al Es PDF

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1

CIJIMA I

I Congreso Internacional de Jóvenes Investigadores del Mundo Antiguo


(26-29 de marzo de 2014)
www.um.es/cepoat/cijima

© De los artículos: los autores


© De esta edición: Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía

C O:
Rafael González Fernández (Universidad de Murcia)
Gonzalo Matilla Séiquer (Universidad de Murcia)
Pedro David Conesa Navarro (Universidad de Murcia)
José Javier Martínez García (Universidad de Murcia)
José Antonio Molina Gómez (Universidad de Murcia)

C :
Alejandro Egea Vivancos (Universidad de Murcia)
Laura Arias Ferrer (Universidad de Murcia)
José Miguel García Cano (Universidad de Murcia)
José Miguel Noguera Celdrán (Universidad de Murcia)
Nuria Castellano Solé (Universidad de Barcelona)
Juan Carlos Olivares Pedreño (Universidad de Alicante)
Carlos Molina Valero (Universidad Complutense de Madrid)
Celso Sánchez Mondéjar (Universidad de Murcia)
Josep Padró i Parcerisa (Universidad de Barcelona)
Helena Jiménez Vialás (Université de Toulouse)
Fernando Prados Martínez (Universidad de Alicante)

2
ANTIGÜEDAD IN PROGRESS...
Actas del I Congreso Internacional
de Jóvenes Investigadores
del Mundo Antiguo
(CIJIMA I)

Pedro D. Conesa Navarro - José J. Martínez García


Celso M. Sánchez Mondéjar - Carlos Molina Valero
Lucía García Carreras
(Coords.)

3
CIJIMA I
2014

Reservados todos los derechos por la legislación en materia de Propiedad Intelectual. Durante los
primeros doce meses, ni la totalidad ni parte de este libro, incluido el diseño de la cubierta, puede
reproducirse, almacenarse o transmitirse en manera alguna por ningún medio ya sea electrónico,
químico, mecánico, óptico, informático, de grabación o de fotocopia, sin permiso previo por escrito
de la editorial.

Centro de Estudios del Próximo Oriente y la Antigüedad Tardía


C/ Actor Isidoro Máiquez, 9, 30007, Murcia.
Tlf: +34 868883890
Correo electrónico: [email protected]
URL: http://www.um.es/cepoat/cijima

Portada: Inscripción en siríaco de la torre de Serrin (Siria, 2010). Fuente: CEPOAT.


I.S.B.N.: 978-84-931372-3-6
Año publicación: 2017
Depósito Legal: MU 548-2017
Maquetación: José Javier Martínez, Lucía García Carreras, Pedro Davíd Conesa Navarro
Edición y Fotocomposición: CEPOAT

4
I :

Prólogo
Fernando Prados Martínez 9

P O E
Amón, Moab y Edom: Una aproximación al nomadismo durante la Edad del Hierro en
Transjordania
Victoria T. Robledo Pozo 13
Restos arqueológicos sobre el Heb Sed, en el templo de Karnak durante la XVIII
Dinastía
Consuelo Isabel Caravaca Guerrero 43
Aproximación a la figura del tekenu: análisis conceptual y situaciónal. Propuesta de
interpretación
Ona Gisbert Puyo 63
La influencia de la iconografía egipcia en la ideología romana imperial.
Sincretismo religioso y uso político de la religión
Alfonso Bermúdez Mombiela 83

G
La creación de Solón: la transformación de la figura del ateniense a lo largo de los
siglos V-IV a. C.
Juan Jesús Botí Hernández 111
La localidad de Carias en la frontera entre Esparta y Arcadia
Mª del Mar Rodríguez Alcocer 135

5
P I
Estudio analítico del plato de cerámica ibérica pintada en la composición de ajuares
funerarios en Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla, Murcia). Tipos y funcionamiento
en el ambiente funerario
José Ángel Castillo Lozano 153
Juzgar en la Iberia Prerromana: un análisis histórico-jurídico en la Antigüedad
Fernando Gil González 179
La Necrópolis del poblado de Coimbra del Barranco Ancho (Jumilla, Murcia) desde
una perspectiva de género. La singularidad de las tumbas femeninas con armas
Rosa María Gualda Bernal 193

R
Estudio de un acontecimiento de la Segunda Guerra Púnica: Ilorci y la muerte de Cneo
Cornelio Escipión
Guillermo Latorre Molina 211
Feminae frente al negotium: mujer y comercio en la Roma Altoimperioal
Sonia Pardo Torrentes 249
Las aportaciones de la arqueología al estudio del culto imperial en Hispania.
Metodología, problemática y limitaciones
Claudia García Villalba 269
De legatus pro praetore a agens vices praesidis: evolución del rango y competencias
de los gobernadores provinciales de las provincias fronterizas del imperio romano en el
siglo III d.C.
Gerard Espiga Casanova 305
Flavio Aecio. Del olvido al poder
José Antonio Vicente López 335
Emperadores y Mártires en las Acta Ioannis: La persecución de Domiciano
Jorge Cuesta Fernández 355

6
La romanización y la explotación de las fuentes termales. El ejemplo de dos ciuitates
aquitanas: los arverni y los convenae
Diana Fonseca Sorribas 377
Origen y evolución de las garantías reales en Roma
Adolfo Díaz-Bautista Cremades 409
El viaje de PRisco de Panion: un ejemplo de experimentación con fuentes literarias
Oriol Dinarès Cabrerizo 419
Las fuentes del conocimiento de Jordanes
Pedro Pérez Mulero 441
El efecto del De rebus bellicis en el mundo romano tardoantiguo
Begoña Fernández Rojo 471
Notas sobre la imagen del emperador Honorio a través del poeta Claudiano
Alejandro Cadenas González 483
La figura de Gala Placidia a través de las fuentes de la Antigüedad Tardía
Elisabet Seijo Ibáñez 495
Julio Furgús. Aproximación al estudio de las necrópolis de Baelo Claudia y las
primeras actuaciones arqueológicas en la costa de Tarifa

Tamara Peña Castillo 515


Las canteras de piedra local de las ciudades hispanorromanas de Segobriba y Valeria
en Cuenca: una aproximación a su estudio
Javier Atienza Fuente 535
Las minas de agua en la serranía de Ronda
Jesús López Jiménez 561
Los suevos en el Conventus Bracaraugustanus: Su llegada e instalación
Benito Márquez Castro 585

7
El estudio de las producciones cerámicas tardoantiguas localizadas en el área suroeste
de la ciudad de Braga (Portugal)
Raquel Martínez Peñín y Fernanda Magalhães 601
La caridad y el patronato cristiano en la representación imperial de las emperatrices
augustae del s. IV
Agnès Poles Belvis 621
La cuestión de Eio: revisión teórica sobre la localización e identificación de una cuidad
del pacto de tudmir
Isaac Alcántara Bernabé 659

J C
Ángeles y demonios. La literatura apocalíptica hebrea y el ciclo de Henoc
Carlos Santos Carretero 687
Los judíos y el judaísmo en la obra de Clemente de Alejandría
Carles Lillo Botella 711
La justificación teológica de la esclavitud: Agustin de Hipona
Roger Cervino Hernando 739
La crítica cristiana a la riqueza y ostentación femenina en el siglo III
Sergi Guillén Arró 763

D
Estudio de grado de identidad como alternativa para contribuir a la conservación y
difusión sostenible de los yacimientos arqueológicos expuestos en el medio rural
Katia Santos Sánchez 775

8
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

L
H .M ,

Claudia García Villalba1


Universidad de Zaragoza

R
Desde la publicación del trabajo de Robert Étiénne Le culte impérial dans la
Péninsule Ibérique d’ Auguste à Dioclétien, obra que abordaba de manera global el
fenómeno del culto imperial en Hispania, se ha avanzado enormemente en el estudio
de las manifestaciones de poder de los emperadores y del culto vinculado a los mismos.
Esta visión general del culto imperial, limitada en su momento por la reducida
cantidad de información arqueológica disponible, ha sido completada por las publicaciones
y ensayos que en los últimos años, y de forma frecuente, se han dedicado a tratar la
difusión del poder imperial en algunas regiones de Hispania. Dichos avances, han sido
motivados por la enorme transcendencia que los estudios sobre este tema han generado
en la comunidad científica, pero sobre todo por los progresos experimentados en el campo
de la arqueología, que se ha convertido en una herramienta fundamental para su estudio.
Gracias a la información que nos trasmiten los testimonios epigráficos y numismáticos,
así como los programas arquitectónicos y escultóricos.
Sin embargo, son todavía muchos los obstáculos o problemas a los que el
investigador tiene que hacer frente al adentrarse en el estudio de los testimonios de poder
imperial y sus diferentes medios de expresión. Son precisamente dichas dificultades las
que pretendemos analizar pormenorizadamente en este artículo, a través de ejemplos
específicos.
Palabras clave: Hispania, Culto Imperial, exaltación dinástica, tipos iconográficos,
programas epigráficos y escultóricos.

1. Departamento Ciencias de la Antigüedad, área de arqueología, Facultad de Filosofía y


Letras, Universidad de Zaragoza (C/ Pedro Cerbuna nº12, 50.009 Zaragoza). E-mail de contacto:
[email protected].
Este trabajo se enmarca dentro de las líneas de investigación del grupo URBS-IUCA y de
los proyectos: HAR2016-74854-P “De municipia latina a oppida labentia. Sobre la sostenibilidad
económica e institucional del expediente municipal latino en la Hispania Romana (siglo I-III d.C.)”
y HAR2013-48456-C3-1-P “URBS: Repertorios ornamentales públicos y privados en el Nordeste
de Hispania” financiados por el Ministerio de Economía y Competitividad (MINECO).

269
A
Since the publication of Robert Etienne’s work Le culte imperial dans la
Péninsule Ibérique d’Auguste à Dioclétien, which comprehensively approached the
phenomenon of the imperial cult in Hispania, there has been a tremendous progress in the
study of the demonstrations of the emperors’ power and their worship.
This overview of the emperor worship, limited in the past by the reduced amount
of available archaeological information, has been completed by the essays and works
published in recent years, and eventually have been focused on the spread of imperial
power in some regions of Hispania. These advances have been encouraged by the great
significance that these studies have generated on the scientific community, but especially
because of the advances in the Archaeological field, which has become an essential
tool for these specific studies. Thanks to the information provided by epigraphic and
numismatic evidences, as well as architectural and sculptural programs.
However, nowadays there are still many obstacles or problems that the researcher
has to face if he wants to go further in the study of the demonstrations of imperial power
and its different means of expression. These are the difficulties that we are going to
analyze in detail in this paper, through specific examples.
Keywords: Hispania, emperor worship, dinastic commemoration, monetary
types, sculpture and epigraphy.

I :
Bajo la denominación de culto imperial se incluyen el conjunto de rituales
religiosos realizados en honor del emperador romano y su familia. Aunque el culto
imperial no constituía una novedad en Roma, ya que éstos tomaron gran parte de sus
principios del culto al soberano, propio del mundo helenístico, es cierto que fue Augusto
quien lo impulsó. Se sabe por Zanker2 que tras la muerte de Julio César, Octavio inició
una campaña propagandística cuyo primer paso fue la divinización de su padre adoptivo.
Una vez que Octavio recibió la aceptación para incluir al deificado César en el culto
estatal, en el 42 a.C. pasó a presentarse a sí mismo como Caesar divi filius, es decir hijo
del divino César, como un medio de reforzar su imagen y de mostrarse indirectamente
como el hijo de un dios.
Dentro del Imperio, las provincias occidentales entre las que se encontraba
Hispania fueron muy receptivas a la introducción del culto imperial, sobre todo algunas
regiones concretas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que éste viene unido al proceso

2. P. ZANKER (1992), Augusto y el poder de las imágenes, Madrid, p. 35. Una vez que Octavio
recibió la aceptación para incluir al deificado Julio César en el culto estatal en el 42 a.C. pasó a
poder referirse a sí mismo como divi filius.

270
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

de romanización, que fue muy desigual en el modo y ritmo de su implantación en


Hispania, de ahí que la heterogeneidad fuera la pauta generalizada.
Algunos autores han relacionado la rápida aceptación que este modelo de
religiosidad romano tuvo en la Península Ibérica con la devotio ibérica muy implantada
en algunos lugares. Probablemente la aceptación vino de la mano de unas élites a las
que les interesaba congraciarse con la nueva autoridad dominante para escalar puestos
en la sociedad, y es que, al fin y al cabo hay que atender al culto imperial no como una
imposición sino como un elemento integrador de los nuevos pueblos en la romanidad,
promovido desde la capital del Imperio, convirtiéndose el emperador en el nexo de unión,
común a todo el territorio.

A
El precursor de los estudios sobre la manifestaciones del poder del emperador y
sobre el culto a su persona fue precisamente Robert Étiénne3 cuya obra Le culte impérial
dans la Péninsule Ibérique d’Auguste à Dioclétien sentó la base de los estudios sobre
el tema4. Dicho trabajo abordaba de manera global el fenómeno del culto imperial en
Hispania, señalando el origen y formas de manifestación del mismo y lo que es más
interesante, describiendo aquellos objetos u estructuras que el autor consideraba
vinculados al culto al emperador.
Esta visión general del culto imperial, limitada en su momento por la reducida
cantidad de información arqueológica disponible, fue revisada por Duncan Fishwick5 a
través de varias monografías reunidas bajo el título The Imperial Cult in the Latin West
publicadas entre 1987 y 2004 o más brevemente en el artículo de Le Roux6.
Como obras generales destinadas a tratar el tema de la representación y percepción
de la imagen del emperador contamos con las ya clásicas de Millar7 y de Alföldy8. Más
recientes son las publicaciones del tercer workshop internacional sobre el impacto del

3. R. ÉTIENNE (1958), Le culte impérial dans la Péninsule Ibérique d’Auguste à Dioclétien,


París.
4. M.A. MARTÍN-BUENO (2007), “El culto imperial en el Valle del Ebro” Culto imperial:
política y poder: actas del Congreso Internacional Culto Imperial: política y poder” Roma, p.723.
El autor señala como antecedente curioso el trabajo de SANCHEZ ALBORNOZ (1946), “El culto
al emperador y la unidad de España” Anal. Inst. Lit. Clás. 3, pp.1-120.
5. D. FISHWICK (1987-2004), The Imperial Cult in the Latin West: (Studies in the Ruler Cult
of the Western Provinces of the Roman Empire, Leiden- New York-Köln.
6. P. LE ROUX (1994), “L’évolution du culte imperial dans les provinces occidentales
d’Auguste a Domitien”, Les Années Domitien, Mirail, pp. 397-411.
7. F. MILLAR (1977), The emperor in the Roman World, Duckworth, London.
8. G. ALFÖLDI (1970), Die monarchische Repräsentation im römischen Kaiserreiche,
Darmstadt.

271
imperio romano9 que recoge varios trabajos sobre la percepción del poder del emperador
en el Imperio y del Coloquio Internacional organizado por la escuela belga de Atenas10.
Así como el artículo de S. Etiénne sobre el culto a las imágenes en Roma11.
Dichas obras trataban el tema de manera global sin atender a las particularidades
regionales, aspecto de gran importancia y que es necesario tener en cuenta. No se debe
olvidar, que las manifestaciones de poder del emperador están íntimamente ligadas al
proceso de romanización de la Península Ibérica y que éste no fue uniforme en el modo
y ritmo de su implantación.Esta es la razón por la que, los estudios actuales tienden
a centrarse, en áreas concretas de la Hispania romana, aspecto que se observa en el
Congreso Internacional celebrado en Mérida en 2006, dónde se optó por una división
territorial tripartita siguiendo la división provincial de Hispania impuesta por Augusto:
Baetica, Lusitania y Tarraconensis.
En este sentido hay que decir que, en términos generales, las provincias
de Hispania han recibido un tratamiento desigual en lo que respecta al estudio de las
manifestaciones de poder del emperador, circunstancia que puede ser consecuencia del
dispar número de hallazgos, de la procedencia de los mismos y del desequilibrio entre
regiones, en lo que a la publicación de los resultados de las campañas de excavación
arqueológica se refiere.
Así por ejemplo se ha prestado especial atención a los testimonios de poder
imperial en Lusitania o en la Baetica, mientras que el interés que ha despertado la provincia
Tarraconensis-con la excepción de la propia Tarraco-ha sido más bien escaso. Lo mismo
ha ocurrido con las capitales provinciales que han recibido una atención prioritaria frente
al resto de colonias y municipios.
Entre todas las obras referidas directamente a las capitales provinciales hispanas,
consideramos fundamental el estado de la cuestión de las investigaciones planteado por
Garriguet12. Este trabajo realiza una síntesis detallada y crítica de los estudios sobre culto
imperial en las tres capitales provinciales, además de un estudio comparativo entre las
mismas.

9. J. C. GIEBEN (2003), The representation and perception of Roman Imperial Power. Third
Workshop of the International Network Impact of Empire (Roman Empire, c. 200 B.C.- A.D. 476)
(Netherlands Institute in Rome 20-23 Marzo 2002).
10. P. PANAGIOTIS, A. CHANKOWSKI Y C. LORBER (eds.) (2011), More than men less
than gods: studies on royal cult and imperial worship: proceedings of the International Colloquium
organized by the Belgian School at Athens (November 1-2, 2007), Peeters, Leuven.
11. S.ETIENNE, (2001), “Les dévots du Capitole. Le culte des images dans la Rome impériale,
entre rites et superstition”, Mélanges de l’École française de Rome 113-1, pp.189-210.
12. J.A. GARRIGUET (1997), op. cit., pp. 43-68.

272
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

Respecto a la Colonia Patricia Corduba (Córdoba) se han elaborado estudios


generales dedicados al tema como el de Garriguet13, sobre culto imperial en Córduba,
pero sobre todo, trabajos que se centran de forma concreta en alguna de las múltiples
formas de expresión del poder del emperador.
En lo que a la arquitectura se refiere, se debe destacar como punto de partida los
artículos de Márquez Moreno14 y de Murillo Redondo15 sobre la imagen de la arquitectura
monumental romana de Córduba. Para el conjunto forense los trabajos de Garriguet sobre
el foro de Altos y el culto dinástico16, el de Baena Alcántara17, el de Fishwick18 y el de
Ventura Villanueva19 para la advocación del templo de la calle morería. Por otro lado se
debe señalar la amplia producción científica que ha generado el templo de culto imperial
situado en la calle Claudio Marcelo.
En el caso de Emerita (Mérida), son más abundantes los estudios dedicados a
tratar específicamente las manifestaciones de poder del emperador y de culto al mismo
en la colonia. La óptica elegida, en la mayoría de los casos, es la de la arquitectura,
dónde las investigaciones han centrado su atención bien el foro provincial20 bien en

13. J.A. GARRIGUET (2002), El culto imperial en la Córdoba romana: una aproximación
arqueológica, Diputación de Córdoba, Córdoba.
14. M. MÁRQUEZ MORENO (1998), “Modelos romanos en la arquitectura monumental de
Colonia Patricia Corduba”, Simulacra Romae, Archivo Español de Arqueología 71, pp.113-138;
M. MÁRQUEZ MORENO (2003), “La decoración arquitectónica de la colonia Patricia Córduba
en el periodo julio-claudio” La decoración arquitectónica de las ciudades romanas de Occidente,
pp.337-353.
15. J.F. MURILLO REDONDO (2010), “Colonia Patricia Corduba hasta la dinastía flavia.
Imagen urbana de una capital provincial” Simulacra Romae II, pp.71-94.
16. J.A. GARRIGUET (1999),“Reflexiones en torno al denominado Foro de Altos de Santa Ana
y el comienzo del culto dinástico en la colonia Patricia Corduba” Anales de Arqueología Cordobesa
10, pp.161-176.
17. Mª D. BAENA ALCÁNTARA (1998), “Entorno al urbanismo septentrional de la Colonia
Patricia Corduba en época altoimperial. El foro colonial” Arte, arqueología e historia 5, pp. 39-51.
18. D. FISHWICK (2000), “A new Forum at Corduba”, Latomus 59 1, pp.96-104.
19. A. VENTURA VILLANUEVA (2007), “Reflexiones sobre la arquitectura y advocación del
templo de la calle morería en el fórum adiectum de la colonia Patricia Corduba” Culto Imperial:
política y poder: Actas del Congreso Internacional Culto Imperial Política y Poder (Mérida mayo
2006), pp. 215-237.
20. P. MATEOS CRUZ (2009), “El conjunto provincial de culto imperial de Augusta Emerita”
Culto Imperial: política y poder: Actas del Congreso Internacional Culto Imperial Política y Poder
(Mérida 18-20 mayo, 2006), pp. 371-392; R.T. AYERBE, P. MATEOS CRUZ, F. PALMA Y A.
PIZZO (2010), “El urbanismo del conjunto provincial de culto imperial y del foro de Augusta
Emerita” Ciudad y foro en Lusitania romana, pp.261-272; P. MATEOS CRUZ (2006), “El foro
provincial de Augusta Emérita. Un conjunto monumental de culto imperial”, El foro provincial
de Augusta Emérita. Un conjunto monumental de culto imperial, pp.315-354; W. TRILLMICH
(1996), “Los tres foros de Augusta Emérita y el caso de Córduba” Colonia Patricia Córduba. Una

273
el templo21. En este sentido se considera fundamental el artículo de Trillmich22, en el
congreso internacional Culto Imperial: política y poder. En dicho trabajo el autor hace un
repaso sobre los edificios de la ciudad que tradicionalmente se han asociado al culto al
emperador desmintiendo o afirmando las hipótesis tradicionales, y el más específico de
Fishwick23 sobre los supuestos recorridos procesionales en la ciudad romana.
Otro aspecto ampliamente trabajado en las publicaciones sobre Emérita son los
programas decorativos y escultóricos de exaltación de la casa imperial presentes en los
conjuntos públicos. Así resultan de gran importancia los trabajos de Trillmich24, y Nogales
Basarrate25 sobre la escultura y el retrato, Álvarez Martínez y Nogales Basarrate26 para
el templo de Diana, y De la Barrera27 en lo referente a la iconografía del pórtico del
foro. Por último la epigrafía dedicada al emperador también ha generado una amplia
producción científica. Se debe destacar el trabajo de Saquete Chamizo28 en el que se

reflexión arqueológica, pp. 175-195.


21. J.C SAQUETE CHAMIZO (2005), “Tiberio y el gran templo de Culto Imperial de Augusta
Emerita” Epigraphica:periodico internazionale di epigrafía 67, pp. 279-308, P. MATEOS (2004),
“El templo de culto imperial de Augusta Emerita” Simulacra Romae. Roma y las capitales
provinciales del Occidente Europeo. Estudios Arqueológicos, (Tarragona, 2002), Tarragona, pp.
129-147.
22. W. TRILLMICH (2007), “Espacios públicos de culto imperial en Augusta Emerita: entre
hipótesis y dudas” Culto Imperial: política y poder: Actas del Congreso Internacional Culto
Imperial Política y Poder (Mérida 18-20 mayo 2006), pp 415-445.
23. D. FISHWICK (2007), “Imperial processions at Augusta Emerita” Culto Imperial: política
y poder: Actas del Congreso Internacional Culto Imperial Política y Poder (Mérida 18-20 mayo
2006), pp. 29-47.
24. W. TRILLMICH (1996), “Reflejos del programa estatuario del Forum Augustum en
Mérida” Actas de la II Reunión sobre escultura romana en Hispania (Tarragona, 1996), pp. 95-108,
W. TRILLMICH (2004), “Los programas arquitectónicos de época julio-claudia en la Colonia
Augusta Emerita”, La decoración arquitectónica de las ciudades romanas de Occidente, pp. 231-
335.
25. T. NOGALES BASARRATE (2007), “Culto imperial en Augusta Emerita: imágenes y
programas urbanos”. Culto Imperial: política y poder: Actas del Congreso Internacional Culto
Imperial Política y Poder (Mérida 18-20 mayo 2006), pp 447-539.
26. J.M ªÁLVAREZ MARTÍNEZ Y T. NOGALES BASARRATE (2004): “Programas
decorativos del foro colonial de Augusta Emerita: el templo de Diana. Templo de culto imperial” La
decoración arquitectónica en las ciudades romanas de occidente. Actas del congreso internacional.
(Cartagena 8-10 octubre 2003), Murcia, pp.293-319.
27. J.L DE LA BARRERA (1995), “Nuevas aportaciones al estudio y configuración del
programa iconográfico del Pórtico del Foro de Augusta Emérita”, Actas de la II Reunión sobre
escultura romana en Hispania, (Tarragona) pp. 109-113, J.L DE LA BARRERA (2000): La
decoración arquitectónica de los foros de Augusta Emérita, Roma.
28. J. C. SAQUETE CHAMIZO (2007), “Materiales epigráficos procedentes del área del gran
templo de culto imperial de Augusta Emerita. Una revisión necesaria”, Habis 36, pp. 277-297.

274
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

revisan las hipótesis tradicionales sobre la epigrafía de poder en la colonia, así como el de
Stylow29, por las novedades epigráficas recogidas. Finalmente en lo que respecta al culto
al emperador en los testimonios epigráficos se puede acudir al artículo de Edmonson30 o
al de Saquete Chamizo y Álvarez Martínez31.
Con respecto a la Tarraconensis ha ocurrido lo mismo con la capital, Tarraco
(Tarragona), dónde, al igual que en las ciudades anteriores, existen obras específicas que
tratan sobre las manifestaciones de poder imperial y del culto al emperador, a través de su
diferentes medios de expresión.
Trabajos que centran su atención en la arquitectura del poder como los de
Ruiz de Arbulo32, el capítulo de Dupré Raventós33 en la publicación sobre las capitales
provinciales de Hispania o el más clásico de Hauschild34 u otros más específicos que
tratan sobre todo la zona del denominado foro provincial: el trabajo de la escuela taller
de arqueología de Tarragona35 el de Macías36 o el de Mar37, son buenos ejemplos de la
abundante bibliografía que sobre este espacio existe.
Dentro del foro provincial, al que hoy en día se adjudica una cronología flavia,
atendiendo a los fragmentos escultóricos y decorativos hallados38, destaca en lo referente

29. A.U. STYLOW (2006),“La epigrafía y el culto imperial en Augusta Emerita: nuevos
epígrafes del conjunto provincial de culto imperial” El foro provincial de Augusta Emérita: un
conjunto monumental de culto imperial, pp.297-314.
30. J. EDMONSON (1997), “Two dedications to Divus Augustus and Diva Augusta from
Augusta Emerita and the early development of the imperial cult in Lusitania re-examined” Madrider
Mitteilungen 38, pp.89-105.
31. J.C SAQUETE CHAMIZO Y J.Mª ÁLVAREZ MARTÍNEZ (2007), “El culto imperial en
Augusta Emerita: complejos monumentales y documentos epigráficos”, Culto Imperial: política
y poder: Actas del Congreso Internacional Culto Imperial Política y Poder (Mérida 18-20 mayo
2006), pp 395-414.
32. J. RUIZ DE ARBULO (1998), “Tarraco. Escenografía del poder, administración y justicia
en una capital provincial romana (s. II a.C.-II d.C.)”, Empúries 51, pp.31-61.
33. X. DUPRÉ RAVENTÓS (2004), Las capitales provinciales de Hispania vol III Colonia
Iulia Urbs Triumphalis Tarraco, Roma.
34. T. HAUSCHILD (1993), Arquitectura romana de Tarragona, Tarragona.
35. TALLER SCUOLA D’ARQUEOLOGIA DE TARRAGONA (1989), “El foro de Tarraco un
complejo arquitectónico de época Flavia”, Archivo Español de Arqueología 62 159-160, pp.141-
191.
36. J.M. MACÍAS (2000), “L’urbanisme de Tàrraco a partir de les excavacions de l’entorn del
fórum de la ciutat” Arqueología de una capital provincial romana. Jornades d’arqueologia sobre
intervencions a la ciutat antica et al seu territorio (Tarragona, 1999), Tarragona, pp.83-106.
37. R. MAR (1993), Els monuments provincials de Tarraco. Noves aportacions al seu
coneixement, Tarragona.
38. I. FIZ, J. DOMINGO, R. MAR Y J. RUIZ DE ARBULO (2004), “Etapas y elementos
de la decoración arquitectónica en el desarrollo monumental de la ciudad de Tarraco (S. II a.C.-I

275
a este estudio el templo dedicado a Augusto39, cuya fisonomía se conoce además de por
las excavaciones arqueológicas por la imagen que sobre el mismo se conserva en los tipos
iconográficos de la moneda.

L
A pesar de que hoy en día la información arqueológica disponible es mayor que
en épocas anteriores, consecuencia directa del incremento del número de excavaciones
arqueológicas en la Península Ibérica y de los proyectos de investigación asociados a las
mismas que no sólo permiten la excavación sino también la publicación y difusión de sus
resultados, todavía a día de hoy se desconoce la topografía urbana de numerosas ciudades
en toda Hispania y con ello de sus estructuras.
En aquellos lugares en los que las excavaciones arqueológicas han sacado a la luz
vestigios arquitectónicos cuya funcionalidad podría estar vinculada al culto al emperador
las dificultades se incrementan ¿Cómo reconocemos dichos espacios?
Hemos señalado que en ocasiones los restos arquitectónicos conservados son
insuficientes para determinar la funcionalidad de un edificio concreto y señalar de este
modo, si dicho complejo está dedicado o no a la exaltación dinástica o al culto. En
estos casos en los que las estructuras resultan difíciles de interpretar, otros documentos
arqueológicos pueden resultar útiles para extraer información, entre ellos la numismática,
la epigrafía y la escultura.

Sabemos que, prácticamente consolidada la conquista de Hispania, el emperador


Augusto inició un programa de promoción jurídica de determinadas ciudades que fue
unido a la monumentalización y urbanización de las mismas. Dentro de ese proceso de
urbanización, el emperador, pero también las élites, fueron los grandes protagonistas, ya
d.C.)”, La decoración arquitectónica en las ciudades romanas de occidente. Actas del congreso
internacional. (Cartagena 8-10 octubre 2003), Murcia, pp.115-151; E. Mª KOPPEL (1997)
“Relieves arquitectónicos de Tarragona” Stadtbild und Ideologie. Die Monumentalisierung
hispanischer Städte zwischen Republik und Kaiserzeit, Madrid-Munich, pp.327-339; J.M.
SERRANO (1988), “Servir Augustalis, Magister Larum Augustalium en Tarraco”Actas del primer
Congreso Peninsular de Historia antigua, (Santiago de Compostela 1-15 julio 1986), pp.23-26; P.
PENSABENE (2005) “Nuovi ritrovamenti di fregi marmorei dall’ acropoli di Tarraco e i complessi
monumentali di culto imperiale”, Mélanges a P. Gros, pp.233-246 y P. PENSABENE Y R. MAR,
(2004), “Dos frisos marmóreos de la acrópolis de Tarraco, el templo de Augusto y el complejo
provincial de culto imperial”, Simulacra Romae, Tarraco, pp. 73-86.
39.

276
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

que estos últimos por su deseo de mostrar su conformidad con la nueva situación política
y debido a su vez, a su interés de escalar puestos en el cursus honorum promovieron la
construcción de una serie de infraestructuras cuyo fin no era otro que el de la exaltación
de la figura del princeps o de sus descendientes.
Seguramente serían numerosas las construcciones de este tipo que se realizaron en
Hispania, pero en la mayoría de los casos son pocos los restos arqueológicos conservados
y escasos los datos que podemos extraer de los mismos. Sin embargo, existen una serie
de monumentos dedicados a la exaltación dinástica cuya apariencia es posible conocer
gracias a las acuñaciones que las ciudades hispanas realizaron para conmemorar su
edificación.
La numismática es una herramienta extraordinariamente útil ya que acompaña
una representación iconográfica con una leyenda identificativa del monumento o personaje
representado. En el caso de Hispania, los tipos iconográficos presentes en los testimonios
monetales han aportado en numerosas ocasiones información relevante, o han ayudado a
completar datos sobre determinados edificios o monumentos arquitectónicos identificados
como lugares de culto al emperador o de exaltación dinástica.
Sin embargo las representaciones de monumentos en la moneda no están exentas
de dificultades. Chaves Tristán, Melchor Gil, Oria Segura y Gil Fernández40 resumen la
problemática
• Lo primero que hay que tener en cuenta es que en los testimonios numismáticos
pueden aparecer representados monumentos que nunca llegaron a construirse y que por lo
tanto no están constatados como tal.
• También puede ocurrir que las representaciones de monumentos en los tipos
iconográficos de la moneda se grabaran en los cuños antes de que su construcción se
completara, de forma que es posible que entre la realidad arquitectónica y la realidad
numismática surjan diferencias sustanciales.
• Se pueden constatar representaciones distintas aunque con similitudes de lo
que parece un mismo monumento en los tipos iconográficos de la ceca, por lo que pueden
surgir las dudas sobre la existencia de un único edificio, representado de forma distinta
en las series monetales, o por el contrario plantearse la existencia de dos monumentos
distintos.
• Finalmente puede darse el caso de que la representación de un mismo
monumento se constate en dos cecas distintas, lo que conduce a la dudas sobre si se
trata de una edificación local o dichos motivos imitan un tipo iconográfico de otra ceca y
realmente nunca se construyó.

40. F. CHAVES TRISTÁN, E. MELCHOR GIL, M. ORIA SEGURA, R. GIL FERNÁNDEZ,


(2000), “Los monumentos en la moneda hispanorromana”, Quaderni Ticinesi 29, pp. 289-317.

277
A estas limitaciones que nos impone el uso de los tipos iconográficos de la moneda
para identificar los monumentos de exaltación dinástica o de culto, hemos de añadir una
más derivada de la propia cronología de la amonedación en Hispania. Y es que no hay que
olvidar, que las series monetales provinciales en Hispania finalizan con la dinastía Julio-
Claudia, concretamente con Claudio41, lo que hace que los testimonios iconográficos que
nos aportan las monedas se refieran únicamente a monumentos edificados en tiempos de
Augusto o de los Julio-Claudios.
Teniendo en cuenta lo anterior, hemos de señalar que son varias las cecas
provinciales hispanas que incorporan en sus tipos iconográficos representaciones de
monumentos: aras, esculturas y edificios, principalmente templos42.
Los edificios públicos43 (templos, puertas, acueductos…) aparecen en las cecas
de los municipios de Gades44, Abdera45 y en las colonias de Caesaraugusta46, Emerita
Tarraco48, Carthago Nova e Illici .
De entre las citadas construcciones nos centraremos únicamente en los templos,
ya que son espacios destinados al culto que en algunos casos pudieron haberse dedicado
a la figura del emperador o a su familia.
El empleo del templo como tipo iconográfico en las monedas romanas tiene su
origen en una acuñación de la ceca de Roma, realizada por M. Volteius, en la que aparece
representado el templo de Júpiter capitolino51. Sin embargo, su empleo en la amonedación
romana es bastante frecuente52; de hecho son siete las cecas hispanas que graban cuños
41. Sobre este tema: F. LÓPEZ SÁNCHEZ (2001-2002), “La afirmación soberana de Calígula
y de Claudio y el fin de las acuñaciones ciudadanas en Occidente”, Salduie 2, pp. 213-236.
42. García Villalba, C y Martín-Bueno, M (2013): “La imagen del poder en la iconografía de la
moneda hispano-romana del Valle del Ebro: templos, estatuaria y altares”, J.M. Álvarez, T. Nogales
y I. Rodà (Eds.) Actas XVIII CIAC: Centro y periferia en el mundo clásico, vól II., Museo Nacional
de Arte romano, Mérida, pp. 1609-1612.
43. A este respecto se deben mencionar los tempranos artículos: A. BELTRÁN (1980), “La
significación de los tipos de las monedas antiguas de España y especialmente los referentes a
monumentos arquitectónicos y escultóricos”, Numisma 162-164, pp. 123-152 y A. BELTRÁN
(1953), “Los monumentos en las monedas Hispano-Romanas”, Archivo Español de Arqueología
26, pp. 39-65.
44. RPC nº 94-95.
45. RPC, nº 124-126.
46. RPC, nº 344 y 362.
47. RPC, nº6-12, 20-27, 29-33, 38, 41-44, 47, 48.
48. RPC, nº219, 222, 224, 226.
49. RPC, nº160-161.
50. RPC, nº 192-193.
51. RRC, nº385.1.
52. F. BELTRÁN LLORIS (2002), “Identidad cívica y adhesión al príncipe en las monedas
municipales hispanas”, Religión y propaganda política en el mundo romano, Barcelona, p. 176. En

278
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

con este motivo iconográfico: Gades, Carthago Nova, Emerita, Abdera, Ilici, Tarraco y
Caesaraugusta.
En este sentido, el primero de los problemas surge a la hora de afirmar o negar
la existencia del monumento representado. Y es que, la frecuencia con la que aparecen
representaciones de templos en las acuñaciones de la ceca imperial ha llevado a restar
importancia, en muchos casos, a los tipos iconográficos con imágenes de templos en
la amonedación provincial. Así, éstos en numerosas ocasiones pasan a ser considerados
simples copias en menor calidad de los tipos imperantes en Roma, rechazando de este
modo su presencia.
El problema es menor cuando los templos representados no siguen la tipología
standard que indirectamente impone la capital del Imperio53, o cuando determinadas
particularidades de los mismos permiten identificarlos fácilmente como construcciones
reales de tradición local.
Un ejemplo significativo son las emisiones tiberianas de Abdera54. En el reverso
de las mismas aparece representado un templo en el que las dos columnas se han sustituido
por atunes; iconografía ya presente en las emisiones púnicas de la ciudad y que Escudero55
consideró que se trataba de una síntesis de los tipos tradicionales de la ceca.
Como ya hemos señalado, casos como el templo de Abdera no presentan
demasiadas dificultades, pero sí que aparecen problemas a la hora de afirmar o negar
la existencia real de un monumento, cuando nos encontramos con representaciones
iconográficas de templos que carecen de particularidades propias, y para los que además
contamos con ejemplos en la ceca de Roma. ¿Se trata de simples copias de emisiones
procedentes de Roma, o son tipos locales acuñados por las élites municipales haciendo
referencia a templos reales con el fin de mostrar el carácter monumental de sus urbes, y de
congraciarse con la nueva dinastía a través edificaciones a ellos dedicadas? Si aceptamos
que dichos templos existieron realmente ¿Cómo podemos saber si eran templos de culto
o simplemente de exaltación de la casa imperial reinante?
En este sentido, quizás los ejemplos más significativos sean los aportados por las
representaciones de templos presentes en las series monetales de las colonias de Tarraco,
Emerita y Caesaraugusta.

las cecas hispanas dicho motivo es más frecuente a partir de Tiberio.


53. F. CHAVES TRISTÁN, E. MELCHOR GIL, M. ORIA SEGURA, R. GIL FERNÁNDEZ,
(2000), op. cit., p.299.
54. RPC, nº 124-126.
55. F. CHAVES TRISTÁN, E. MELCHOR GIL, M. ORIA SEGURA, R. GIL FERNÁNDEZ,
(2000), op. cit., p.299.

279
Figura 1. Representación de templos en testimonios numismáticos. 1.1. Tarraco. Anv.
Diuus Augustus sentado hacia la izquierda, en una silla curul; Rev. AETERNITATIS
AVGVSTAE. Templo octástilo. Según P. P. RIPOLLÉS (2010), nº219. 1.2.
Caesaraugusta. Anv. Tiberio sentado en silla curul. Rev. PIETATI-AVGVSTAE Templo
hexástilo. P. P. RIPOLLÉS (2010), nº344 a y b.
En Tarraco, el motivo iconográfico del templo (Fig. 1.1) aparece en reversos de
dupondios56 y sestercios57, vinculado a la leyenda Aeternitas Augusta. En ellos podemos
observar un templo octástilo en dos versiones distintas: En la primera siguiendo el modelo
griego-sobre estilóbato-, y en la segunda al modo romano-sobre pódium-. Por su parte, en
los anversos de dichas series encontramos varios motivos iconográficos: Cabeza radiada
del emperador Augusto58, cabeza laureada de Tiberio59 y figura del Diuus Augustus con
victoria sobre globo y cetro60 y portando pátera y cetro61.
56. P. P. RIPOLLÈS ALEGRE (2010), Las acuñaciones provinciales romanas de Hispania,
Madrid, nº219, 222 y 226.
57. . P. RIPOLLÈS ALEGRE (2010), op. cit., nº219, 222 y 226.
58. RPC, nº219.
59. RPC, nº 226.
60. RPC, nº 222.
61. RPC, nº224.

280
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

En este caso concreto, las fuentes numismáticas sirven para constatar los datos
que ya conocíamos gracias a las fuentes clásicas– varios autores mencionan tanto su
construcción62 como su reconstrucción en tiempos de Adriano63 y de Septimio Severo64- y a
las excavaciones arqueológicas65. Sin embargo, continúan aportando matices importantes.
Ya que, gracias a los anversos de dichas monedas en las que aparece una figura sedente
del Diuus Augustus, se ha planteado la posibilidad de que los restos escultóricos, hallados
durante las excavaciones arqueológicas bajo la catedral y el conjunto provincial de culto
imperial, correspondientes a un pie izquierdo de una estatua de gran tamaño66 podrían
pertenecer a la estatua de culto de Augusto que por las monedas sabemos se encontraría
el interior de la cella.
Resulta destacable señalar además, que como se verá más adelante, el templo de
Tarraco y el de Emerita están dedicados a una misma abstracción la Aeternitas Augusta
que además no se documenta en la ceca imperial67.

62. TÁCITO, Annales, I.78.


63. HISTORIA AUGUSTA, Vita Adriano, XII, 3
64. HISTORIA AUGUSTA,Vita Severo, III, 4.
65. R. MAR, J. RUIZ DE ARBULO, D. VIVÓ Y J.A. BELTRÁN-CABALLERO (2012),
Tarraco. Arquitectura y urbanismo de una capital provincial romana. Vol I. De la Tarragona Ibérica
a la construcción del templo de Augusto, Tarragona, p.348. Las investigaciones más recientes,
sitúan dicho templo en la parte alta de la ciudad, bajo la catedral, en un recinto de época vinculado a
las ceremonias religiosas de culto imperial. Más sobre el templo de Tarraco: D. FISHWICK (1999),
“The Temple of Augustus at Tarraco”, Latomus 58, pp.121-138 y D. FISHWICK (1996), “Four
temples at Tarraco”, Subject and ruler: the cult of the ruling power in Classical Antiquity (Alberta
1994), pp.165-184.
66. R. MAR, J. RUIZ DE ARBULO, D. VIVÓ Y J.A. BELTRÁN-CABALLERO (2012), op.
cit., p. 351.
67. Sobre este tema hay que señalar que ambas cecas no comparten únicamente el tipo
iconográfico del reverso con la imagen del templo dedicado a la Aeternitas Augusta sino también
algunos de sus anversos que son a su vez una imitación de la serie honorífica acuñada en Roma
y denominada del Diuus Augustus Pater: La cabeza radiada de Augusto que aparece en ambas
colonias (Emerita RPC nº 29 y Tarraco RPC nº219) para la que toman como modelo los anversos
de ases y dupondios romanos (RIC I2 nº 70-83) datados entre el 14- 37 d.C y el busto laureado
de Tiberio (Tarraco RPC nº226 y Emerita RPC nº 47 y 48) que imita los anversos de dupondios
(RIC I2 nº 38-40) y ases (RIC I2 nº53) datados entre el 16 -35 d.C. Mientras que la imagen en
la que aparece Augusto sentado en silla curul no está presente en las emisiones emeritenses. W.E.
MIERSE (1999), Temples and Towns in Roman Iberia, California, pp.135-137 probó que el tipo
iconográfico del templo en la ceca de Tarraco no podía tratarse aisladamente, sino que formaría
parte de una serie cuyo objetivo era el de conmemorar la posición de la ciudad en el nuevo orden
augusteo. Dicha serie de sestercios, presentaría cuatro tipos distintos de anverso (cabeza de Tiberio
laureada, cabeza de Augusto con corona radiada, figura de Augusto en silla curul, y una variante de
esta) que podían emparejarse con cualquiera de los tres tipos de reverso existentes (templo, altar,
corona de laurel o de roble). Si se observa las series de ases emeritenses se asiste a algo parecido

281
Si la iconografía de las series monetales tarraconenses nos señala la existencia de
culto imperial en la ciudad a través de los tipos iconográficos del templo y del altar, el cual
veremos a continuación, las leyendas no son menos. De hecho la leyenda DEO AVGVSTO
grabada en los anversos de las series anteriormente citadas, es precisamente, para García
y Bellido y Blázquez68 lo que convierte a las piezas de Tarraco en excepcionales, ya que
presenta al emperador como dios “deo” en vez de con el título tradicional de “diuus”
divino.
En la colonia Augusta Emérita69, la imagen del templo aparece en las
amonedaciones de ases de época tiberiana70 unido a la leyenda Aeternitas Augusta y
vinculado a un anverso en el que se observa bien la figura del emperador Augusto71,
bien la de Tiberio72. Sin embargo, no hay confirmación arqueológica del mismo. El único
templo que a día de hoy se ha interpretado como espacio destinado al culto imperial
es una construcción hexástila, no tetrástila como señalan las monedas, de cella partida,
datada en época augústea-tiberiana y de dimensiones similares al Aedes Concordiae .
Dicho templo, cuyos restos se pueden observar en la Calle Holguín, se insertaría en
un conjunto monumental más amplio del que formaría parte el pórtico emeritense con
representaciones de Júpiter Amón y Medusa, a imagen del Forum Augustum de Roma.
En el caso concreto del templo emeritense, hay que tener en cuenta un aspecto ya
antes comentado y que señala P. Mateos, que la imagen que nos transmiten las monedas
no siempre coincide con la realidad arquitectónica74. De forma que pueden darse dos
posibilidades: que el templo de la Aeternitas Augusta existiera y se ubicara en otro lugar

dos tipos de anverso (cabeza de Tiberio laureada y cabeza de Augusto radiada) que se combinan con
varios tipos de reverso: templo de la Aeternitas Augusta, Altar de la Prouidentia y Puerta. Esto nos
lleva por lo menos a considerar la posibilidad de que ambas series tuvieran un mismo fin, fueran
proyectadas con una misma intencionalidad y de forma coetánea, lo que nos llevaría a relacionar
dichas construcciones templarias de algún modo puesto que la representación de templos dedicados
a la Aeternitas Augusta es una novedad que no se documenta en la ceca de Roma con anterioridad.
68. R. MAR, J. RUIZ DE ARBULO, D. VIVÓ Y J.A. BELTRÁN-CABALLERO (2012), op.
cit., p. 351. R. MAR, J. RUIZ DE ARBULO, D. VIVÓ Y J.A. BELTRÁN-CABALLERO (2012),
op. cit., p. 350 y 351.
69. P. P. RIPOLLÈS ALEGRE (2010), op. cit., p.46. Señala que los tipos iconográficos de las
monedas de Emerita y sus leyendas tienen un marcado carácter religioso con referencias expresas al
culto imperial que se observan en los anversos con las representaciones del Diuus Augustus, Livia
y Tiberio y en los tipos de reverso con el templo de la Aeternitas Augusta y el Ara Prouidentiae.
70. RPC, nº 29, 47, 48.
71. RPC, nº 29.
72. RPC, nº47, 48.
73. P. MATEOS (2004), op. cit. , pp. 137-139.
74. Sobre construcciones templarias reflejadas en la moneda y su problemática de interpretación:
D. FISHWICK (1984), “Coins as evidence: some phantom temples, Echos du Monde Classique 28,
pp.263-270.

282
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

de la ciudad, o que la representación del templo tetrástilo que nos transmiten las monedas
resultara ser simplemente una maqueta, una representación esquemática de un proyecto
que aún estaba en proceso y que posteriormente se materializaría en una construcción
más monumental75.
Los mismos problemas constatados en Emerita los encontramos en Caesaraugusta.
La ceca de la colonia, que inicia sus acuñaciones en época de Augusto, también utilizará,
en los reversos de sestercios y ases, el tipo iconográfico del templo.
A diferencia de lo que ocurría en Tarraco, dónde las fuentes clásicas nos
constataban la presencia del templo en la ciudad, en este caso, su existencia y a qué
advocación estaba consagrado son más cuestionados. De hecho, para conocer su aspecto
debemos remitirnos por un lado, a los sestercios que representan en el anverso una imagen
masculina sentada, identificada con Tiberio, y en el reverso un templo hexástilo con la
leyenda PIETATI-AVGVSTAE C C A76, (Fig. 1.2) y por otro a los ases con busto de
Pietas, velada y diademada y con la leyenda PIETATI-AVGVSTAE C C A en el anverso,
y en el reverso un templo, en este caso tetrástilo77.
Precisamente, las diferencias a la hora de representar dicho edificio en los reversos
monetales generaron un amplio debate, hasta que las excavaciones arqueológicas bajo la
Catedral de San Salvador78, en el foro tiberiano, sacaron a la luz restos asociados a un
templo hexástilo que presidiría el conjunto. A pesar de ello, las dudas sobre la existencia
en época tiberiana de uno o más templos en Caesaraugusta aún no se han solucionado79.
Sobre la advocación del mismo, las hipótesis son mayores. Se puede relacionar
con el propio emperador Tiberio, que aparece representado en los anversos, sentado al
modo de una estatua o con Livia, personaje con el que algunos autores80 asocian la figura
femenina velada y diademada del anverso. Considerando de este modo que se trataría de
un templo dedicado a la pietas, representada en la esposa del primer emperador.

75. P. MATEOS (2005), op. cit., p. 385. El propio P. Mateos señala que la construcción de un
templo tetrástilo provocaría grandes problemas de estabilidad en el alzado del edificio emeritense,
teniendo en cuenta las dimensiones de su base, siendo complicado que dicha construcción pudiera
soportar su propio peso. Señala además, que dicho ejemplo no contaría con paralelos en los templos
del mundo romano.
76. P. P. RIPOLLÈS ALEGRE (2010), op. cit., nº 344 a y b.
77. P. P. RIPOLLÈS ALEGRE (2010), op. cit., nº 362.
78. J.A. HERNÁNDEZ VERA Y J. NÚÑEZ MARCÉN (2000), “La ordenación del espacio de
la Zaragoza prerromana y romana”, Salduie 1, p.187.
79. El estado de la cuestión y nuevas propuestas de interpretación en: García Villalba, C. (2016):
“Plasmaciones arquitectónicas de exaltación de la Domus Augusta en la monumentalización
del Nordeste Hispano. Época Julio-claudia”, Monumental! La monumentalisation des villes de
l’Aquitanie et de l’Hispanie septentrionale durant le Haut-Empire, Bordeaux, pp. 109-124.
80. J. Mª. BLÁZQUEZ (1974), “Propaganda dinástica y culto imperial en las acuñaciones de
Hispania”, Numisma 120-131, p.314 y A. BELTRÁN (1980), op. cit. p.135.

283
Aparte de los templos, contamos con otro tipo de monumentos vinculado al
culto imperial: los altares o aras que aparecen en la numismática hispana siempre durante
el reinado de Tiberio81. El altar se constata como tipo iconográfico en las colonias de
Tarraco,82 Emerita , Illici84 y en el municipio de Italica .
Con las representaciones de altares existe el mismo problema que ya
mencionábamos previamente con las construcciones templarias, la dificultad de
determinar su existencia real. Sin embargo, desde el punto de vista del culto imperial, la
representación de aras en los testimonios numismáticos es mucho más clarificadora, ya
que permite presuponer la existencia de un culto regularizado, si bien no se puede señalar
el lugar concreto dónde éste se llevaría a cabo.
A pesar de que desde nuestro punto de vista las imágenes de altares en
los testimonios numismáticos hacen referencia a monumentos reales, dedicados al
emperador86, erigidos en dichas ciudades, el ejemplo más claro lo protagoniza de nuevo
Tarraco . Y es que en la colonia, la existencia del mismo está constatada además por
las fuentes clásicas, concretamente por Quintiliano88, que cita una anécdota sobre un
comentario sarcástico de Augusto a raíz del nacimiento de una palmera en el altar.
El aspecto del mismo, con pulvinos laterales y decorado con el motivo augural
de los bucráneos con guirnaldas, propio de la iconografía augustea, se puede reconstruir a
través de sestercios89 y semises90. (Fig. 2.1) Por su parte, su ubicación dentro del entorno
de la ciudad, debido a la falta de constatación arqueológica, aún no ha sido resuelta
satisfactoriamente.
Un aspecto de gran interés en este caso concreto, por su valor propagandístico, es
la posibilidad de que los tarraconenses representaran en sus series monetales el altar con

81. F. BELTRÁN LLORIS (2002), op. cit., p. 177.


82. RPC, nº 218, 221, 225, 231.
83. RPC, nº28, 34-36, 45-46.
84. RPC, nº196-198.
85. RPC, nº64-65.
86. Dichos altares se consagran al emperador o a las virtudes divinizadas del mismo: la
Prouidentia Augusta (Emerita) y la Salus Augusta (Illici).
87. Sobre el altar y el templo de Tarraco: J. RUÍZ DE ARBULO (2009), “El altar y el templo de
Augusto en la colonia Tarraco. Estado de la cuestión”, Fora Hispaniae. Paisaje urbano, arquitectura,
programas decorativos y culto imperial en los foros de las ciudades hispano-romanas, Murcia,
pp.155-189 y D. FISHWICK (1982), “The altar of Augustus and the municipal cult of Tarraco”,
Madrider Mitteilungen 23, pp. 222-233.
88. QUINTILIANO, Instituciones Oratoria, VI, 3, 77.
89. P. P. RIPOLLÈS ALEGRE (2010), op. cit., nº218, 221 y 225.
90. P. P. RIPOLLÈS ALEGRE (2010), op. cit., nº231.

284
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

la palmera que nació del mismo, como medio de ganarse el favor del emperador, ya que
conocían el valor que Augusto daba a dicho símbolo91.

Figura 2. Representación de altares en testimonios numismáticos. 2.1.


Tarraco. Anv. Cabeza laureada a izquierda (Tiberio); Rev. Altar con
palma. Según P. P. RIPOLLÉS (2010), nº218; 2.2. Italica. Rev. Altar
Prouidentiae Augusti. Según P. P. RIPOLLÉS (2010), nº64 y 2.3. Illici.
Rev. Altar Salus Augusta. Según P. P. RIPOLLÉS (2010), nº196.

Por otra parte las emisiones de la colonia Augusta Emerita y del municipio
de Italica93 (Fig. 2.2). eligen la representación de un altar acompañado de la leyenda
Prouidentia Augusta. Dichas series tienen un claro paralelo en los tipos iconográficos de

91. R. ETIÉNNE (1958), op. cit. Señala una cita de SUETONIO, Augusto, 94, 11 que indica
que en los preludios de la batalla de Munda surgió una palmera y un retoño junto a la misma,
acontecimiento que fue tomado por César como de buen augurio y que le llevaría a no querer como
sucesor suyo más que a su primogénito. A partir de ese hecho, Augusto valoraría enormemente
situaciones similares, como nos señala SUETONIO, Augusto, 92, 1 cuando nos recuerda que al
brotar una palmera junto a su casa, éste la trasplantó al atrio, poniéndola bajo la protección de los
dioses penates.
92. RPC, nº28, 34-36, 45 y 46.
93. RPC nº64 y 65.

285
reverso presentes en las emisiones oficiales de Roma del 22-23 d.C94. que conmemoraban
la edificación de dicho altar por Tiberio en Roma (14-17 d.C.) en el Campo de Marte,
opuesto al Ara Pacis. La iconografía de las monedas de una y otra ceca imita claramente
la de la ceca imperial; aunque no ocurre lo mismo con respecto a la leyenda, que varía.
Augusta Emerita utiliza la fórmula PERMI AVG PROVIDENT, en sus distintas variantes,
aludiendo al permiso para acuñar que le concedió Augusto95, mientras que Italica
desarrolla en su totalidad la leyenda PROVIDENTIAE AVGVSTI que en las acuñaciones
procedentes de Roma aparece abreviada AVG PROVIDENT. Aludiendo a su vez al
permiso para acuñar concedido en esta ocasión por Tiberio96.
En ambos casos la existencia real del altar ha sido cuestionada; sin embargo
en Emerita Augusta, el hallazgo de una serie de fragmentos de relieves, hoy en día
conservados en el Museo Nacional de Arte Romano, lo hacen más probable97. En caso de
que así fuera, varias podrían ser las localizaciones señaladas para el mismo: en el centro
del espacio porticado del denominado forum adiectum, en el foro norte antes del llamado
templo de Diana o en el foro oeste cerca del templo de la Concordia98.
Por último contamos con el ejemplo que nos proporciona la colonia Iulia Illici
Augusta. Un altar con la inscripción Salus Augusta (Fig. 2.3) que se documenta en el
reverso de series de ases99 y semises100 de época de Tiberio, vinculado a un anverso en el
que aparece la cabeza desnuda de dicho emperador. Los votos realizados a la salud del
emperador, a través de aras votivas como la que aparece reflejada en dichas monedas son
frecuentes en los documentos epigráficos hispanos101.
Para finalizar con las aportaciones de la numismática al estudio del culto
imperial en la Península Ibérica, debemos añadir un tercer y último motivo iconográfico,
las esculturas. En su caso, la dificultad radica en diferenciar los tipos iconográficos que
representan figuraciones de los que se refieren concretamente a programas escultóricos de
exaltación del emperador o de la Domus Augusta .

94. RIC I 2, nº 80-81.


95. P. P. RIPOLLÈS ALEGRE (2010), op. cit., p. 46.
96. P. P. RIPOLLÈS ALEGRE (2010), op. cit., p. 79.
97. T. NOGALES (2000), “El relieve histórico de M. Agrippa, los relieves de Pan caliente
y el altar del faro emeritense”, Espacio, tiempo y forma. Serie II. Historia Antigua 13, pp. 391-
424.Se han encontrado en la ciudad de Mérida relieves que supuestamente pertenecerían a un ara
monumental.
98. J. POLLINI (2012), From Republic to Empire. Rhetoric, Religion and Power in the visual
culture of Ancient Rome, Oklahoma, p.100.
99. RPC, nº 196.
100. RPC, nº197.
101. Por citar algunos ejemplos: CILA, III, 63; CIL II, 63, 38; AE 1962, 74.
102. A. BELTRÁN (1953), op. cit., p.44.

286
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

Las dudas son menores cuando las figuras aparecen representadas formando parte
de un conjunto arquitectónico o cuando el mismo aparece en los reversos monetales103,
como el caso de las acuñaciones de Tarraco , en cuyo anverso aparece la escultura del
Divo Augusto que se ubicaría en el interior del templo (Fig. 1.1).
Atendiendo a los ejemplos citados, se observa toda la problemática intrínseca
al empleo de la numismática para la interpretación de los lugares de exaltación y de
culto. Problemas derivados, en la mayoría de los casos, de la consideración de las
representaciones que de las infraestructuras realizan los tipos iconográficos de la moneda
como fidedignas, cuando en realidad más que el monumento en sí mismo, lo que dichas
series monetales querían conmemorar era el acontecimiento concreto de su construcción
por su significación y valor histórico.
Por contra, aunque la iconografía monetal debe emplearse con reservas, hemos
visto como en ocasiones es un apoyo indiscutible ante lo fragmentario de los restos, si se
usa conjuntamente con los datos aportados por las infraestructuras arquitectónicas y los
programas decorativos: epigráficos y escultóricos.

L
Hasta aquí hemos visto el papel de la numismática en el estudio del culto
imperial en Hispania, atendiendo a los datos que nos puede aportar pero también a las
limitaciones que se derivan de su empleo como fuente. Vamos a tratar ahora de dos
fuentes arqueológicas cuyas aportaciones en este tema son enormemente significativas:
los programas escultóricos y epigráficos.
El culto al emperador cuando éste está ausente se realiza a través de la imago, es
decir de una representación escultórica del emperador que normalmente va acompañada
de un pedestal o placa epigráfica que lo identifica. Sin embargo, la frecuencia con la
que escultura y pedestal aparecen juntas es muy escasa lo que imposibilita obtener datos
significativos. Así, lo más habitual es que epígrafe y escultura aparezcan por separado
y fuera de su emplazamiento originario, que únicamente se conserve una de las partes
o en el peor de los casos que los restos hallados sean tan fragmentarios que dificulten
enormemente su interpretación.
Ya hemos reflexionado con anterioridad los sobre los problemas a la hora de
identificar correctamente los espacios vinculados a la familia del emperador y hemos
mencionado que es precisamente la carencia de fragmentos escultóricos hallados in situ
la que dificulta aún a día de hoy, la interpretación de numerosos espacios arquitectónicos
de los que se desconoce la funcionalidad exacta.

103. A. BELTRÁN (1980), op. cit., p. 140.


104. P. P. RIPOLLÈS ALEGRE (2010), op. cit., nº222 y 224.

287
En este sentido queremos aportar dos ejemplos muy significativos en los que han
sido los fragmentos escultóricos hallados; in situ en el primero de los casos, el aula sacra
del teatro de Emerita y en las proximidades en el segundo, el sacellum in summa cavea
de Bilbilis, las herramientas decisivas para clasificar dichos espacios como lugares de
exaltación o culto de la Domus Augusta.
Las manifestaciones de poder del emperador no se encuentran únicamente en
los foros de las ciudades hispanas sino que permiten también otro tipo de construcciones,
normalmente próximas a los teatros. Los casos de Segobriga y Emerita Augusta son claros
ejemplos de este tipo de arquitectura teatral al servicio del emperador y de su familia.

Figura 3. Sacrarium in imma cauea. Teatro de Mérida. Según D. FISHWICK


(2007), p.41, fig. 9

En el teatro emeritense son dos los recintos de culto documentados: uno situado
en las proximidades del teatro, la denominada aula sacra de época Julio-Claudia y el otro
en el interior, en la cauea y construido en época de Trajano. El edificio denominado como
aula sacra es una pequeña estancia de planta rectangular que se ubica la zona ajardinada
del teatro emeritense. En dicho recinto se documentó un importante conjunto escultórico
in situ, conservado en el Museo de Arte romano de Mérida, en el que destacaba el retrato
capite uelato de Augusto así como los de Tiberio y Druso, sus sucesores.
El hallazgo de dichas esculturas hacía más que pausible la hipótesis de la
existencia de un espacio dedicado al culto imperial en este preciso lugar. Sin embargo,
Trillmich105 propuso, ante la carencia de un altar o de inscripciones que lo señalaran

105. W. TRILLMICH (2007), op. cit., p. 420. El propio autor afirma que el nuevo emplazamiento
del conjunto escultórico no sería aleatorio ya que de esta forma se trazaba una línea óptica que iba

288
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

como tal, que dicha edificación no podía ser totalmente aceptada como recinto de culto
al emperador. De hecho planteó, tomando como punto de partida que las excavaciones
arqueológicas adscribían este espacio a una segunda o tercera fase del complejo, que el
recinto denominado aula sacra y tradicionalmente interpretado como espacio reservado
al culto imperial se trataba únicamente de una sala destinada a exaltar a la familia imperial
a través de un programa estatuario de factura julio-claudia que se había trasladado desde
la scaenae frons a dicho lugar en época Claudio-neroniana.

Figura 4. Sacellum in summa cavea. Teatro de Bilbilis (Calatayud,


Zaragoza). 5.1. y 5.2. Podium y planta del teatro. Según M. A.
MARTÍN-BUENO Y J.C. SAÉNZ PRECIADO (2003), p. 263; 5.3.
Escultura femenina tipo Artemisa, procedente del sacellum de cavea
¿Livia? Fuente propia.

Por su parte, el segundo recinto en el interior del teatro emeritense, ubicado en la


imma cavea fue instalado en el año 105 d.C. por algún funcionario de Lusitania y se ha
documentado como un sacrarium Larum et imaginum (Fig. 3)106. Es decir un lugar dónde
se expondrían las sillas honorarias de ciertas personas físicamente ausentes.

desde el fundador de la dinastía a los nuevos representantes de la misma.


106. D. FISHWICK (2007), op. cit., pp. 30-47.

289
Figura 5. Retrato del Divus Augustus en carneola. Turiaso (Tarazona). Museo
Provincial, Zaragoza. Fuente propia
El segundo ejemplo lo constituye el Municipium Augusta Bilbilis. Durante
la excavación del teatro del municipio se localizaron en la parte alta del graderío los
restos de un pódium que parecían proceder de un pequeño sacellum o templete (Fig.
4) En un primer momento se desconocía su funcionalidad, pero la recuperación en las
excavaciones sucesivas de dos fragmentos correspondientes a una escultura femenina
del tipo Artemisia, identificada como Livia107, y su correspondiente estudio iconográfico
fueron los que pudieron identificar dicho espacio como un recinto de culto dedicado a un
personaje femenino de la casa imperial julio-claudia108.
107. J. NUÑEZ MARCÉN (1992), El teatro de Bílbilis y la arquitectura teatral de la época
romana en Hispania tesis doctoral dirigida por M. Martín-Bueno, tesis doctorales Universidad
de Zaragoza, Facultad de Filosofía y Letras p.577 La identificación de dicha escultura con Livia
atiende a la hipótesis planteada por Traversari a raíz de una inscripción hallada en el teatro de
Dougga en la que se relaciona a Cereci Tyche (la Ceres Africana) con el culto imperial. Así, con
la excepción de Venus Victrix en el Teatro de Pompeyo (Roma, Italia) las divinidades femeninas
asociadas a los sacella in summa cavea representarían a la emperatriz Livia (Pompeya, Nápoles) y
a Ceres (como la Livia africana) en Leptis Magna (Típoli, Libia) y en Dougga (Bejá, Túnez).
108. M.A. MARTÍN-BUENO Y J.C. SAÉNZ PRECIADO (2004), “Los programas
arquitectónicos de época julio-claudia en Bílbilis”, La decoración arquitectónica en las ciudades
romanas de Occidente actas del Congreso Internacional (Cartagena,8-10 Octubre 2003), Murcia,

290
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

A pesar de que no nos hemos dedicado a enumerar los grandes hallazgos


escultóricos relacionados con el culto imperial, consideramos que por sus particularidades
y singularidad, ya que es un hallazgo extraordinario debemos destacar el retrato de
pequeño tamaño de Augusto109, realizado en carneola de la India (Fig. 5)110, y procedente
de Turiaso. El busto es un retrato del emperador Domiciano remodelado posteriormente
para representar al Diuus Augustus tanto en peinado como en rasgos faciales. Apareció
en un nivel de destrucción o abandono de una piscina cubierta, que formaba parte de
un balneario sagrado dedicado a Minerva Médica. Su hallazgo junto a un conjunto de
exvotos y ofrendas varias ha llevado a interpretar dicho retrato como un exvoto dedicado
al emperador y que recordaría la milagrosa curación de Augusto de la que hablan las
fuentes111. Además de su función como exvoto, M Beltrán112 hace hincapié en su valor
como instrumento vinculado al culto al emperador, más aún teniendo en cuenta la
consideración de talismán que se daba a las piedras preciosas en la Antigüedad y que en
este caso concreto podía actuar de intermediaria entre el usuario y la divinidad.Pero si el
estudio de los programas decorativos no deja de estar repleto de dudas y cuestiones sin
resolver, la epigrafía también posee sus propias limitaciones.
Precisamente es a un documento epigráfico, la Lex Narbonensis, una fragmentaria
tabla de bronce hallada en 1888 y actualmente conservada en el Museo del Louvre, al
que debemos la información que hoy en día conocemos sobre la organización del Culto
Imperial.
Sabemos que en la religión romana antigua un flamen era un sacerdote asignado
a cada una de las deidades oficiales de culto existentes, dentro de los cuales los tres más
importantes eran los flamines maiores que servían a los tres dioses principales romanos,
los que configuraban la tríada capitolina: Júpiter, Juno y Minerva.
Con la llegada del Imperio y la introducción del culto al emperador, éste adquirirá
sus propios magistrados: flamines que se dedicaban a la organización del culto a los

p. 266. Una reinterpretación sobre el programa estatuario de este espacio García Villalba, C. (2016):
“Plasmaciones arquitectónicas de exaltación de la Domus Augusta en la monumentalización
del Nordeste Hispano. Época Julio-claudia”, Monumental! La monumentalisation des villes de
l’Aquitanie et de l’Hispanie septentrionale durant le Haut-Empire, Bordeaux, pp. 109-124
109. M. BELTRÁN LLORIS (1984),“El retrato de Divus Augustus del Municipium Turiaso
(Tarazona, Zaragoza). Un palimpsesto de época trajanea”, Madrider Mitteilunen 25, pp.103-134.
110. M. BELTRÁN LLORIS (2004) “Augusto y Turiaso”, Caesaraugusta 76, p. 93.
111. DIÓN CASIO, Historia romana, III, 30, 3 y SUETONIO, Augusto, LXXXI, 1, 59,1
112. M. BELTRÁN LLORIS, (1984), op. cit., pp.128-129.
113. Para los flamines provinciales en las tres provincias: G. ALFÖLDY (1973): Flamines
Provinciae Hispaniae Citerioris, Madrid; S. PANZRAM (2003), “Los flamines Provinciae de la
Bética. Autorepresentación y culto imperial”, Archivo Español de Arqueología Vol. 76 nº187-188,
pp.121-130; J.A. DELGADO (1999), “Flamines Provinciae Lusitaniae”, Gerión 17, pp. 433-461.

291
emperadores, y flaminicaea114 las emperatrices, tanto en el ámbito estatal, como en los
tres ámbitos administrativos que articulan el territorio peninsular: provincial, conventual
y local115.
En Hispania existen numerosos epígrafes que nos dan cuenta de estos cargos116,
inscripciones honoríficas o funerarias normalmente, en las que aparece el cursus honorum
del dedicante u honrado y que nos permiten conocer cómo se articulaba el culto imperial
en Hispania además de situar cronológicamente su evolución, esto es conocer cuando
comienza a organizarse a nivel provincial, conventual y local.
En este sentido, sobre la cronología de la instauración del mismo podemos
citar el ejemplo que nos proporciona para los inicios del Culto imperial provincial en la
Bética una inscripción procedente del municipio Flavio de Igabrum (Cabra, Córdoba),
situado en el Conuentus Astigitanus. Dicho epígrafe mencionaría a M. Cornelius Nouatus
Baebius Balbus que sería el primer flamen provincial conocido en dicho territorio y que
por la cronología que se deprende del mismo se situaría a comienzos de época flavia117.
Aparte de criterios de tipo cronológico, la aportación fundamental que hacen
estos testimonios epigráficos es darnos los nombres y rango ecuestre de los sacerdotes de
culto imperial, así como atestiguar que debían existir espacios específicos en la ciudad,
destinados al desarrollo de sus funciones. Sin embargo no señalan su ubicación.
En Segobriga los numerosos hallazgos escultóricos y epigráficos presentes en el
foro dan testimonio de la gran importancia del poder de los emperadores Julio-Claudios
en dicha ciudad. Así por ejemplo, se ha constatado a través de la epigrafía, que debían
existir recintos destinados a las funciones derivadas del culto imperial, por la presencia
en la ciudad de al menos tres flamines y varios seuiri Augustales , así como de unos
sacerdotes, los soldales Claudiani.
Todos estos hallazgos hablan de la existencia de culto al emperador y de que
el mismo se encontraba regularizado; incluso aportan los nombres de los flamines y
flaminicas que desempeñaban dicha labor, pero también poseen importantes limitaciones.

114. Para las flaminicas M. D. MIRÓN PÉREZ (1996): Mujeres, religión y poder: el culto
imperial en el Occidente Mediterráneo, Granada, pp.135-224 y E. A. HEMELRIJK (2005),
“Priestesses of the Imperial Cult in the Latin West: titles and fuction”, Antiquité classique 74, pp.
137-170.
115. Sobre el culto imperial en Hispania a nivel provincial muy importante la reciente
monografía de González Herrero, M. (2015): “La implantación del culto imperial de la provincia
en Hispania”, BAR International Series, Archaeopress, Oxford.
116. Algunos de ellos: CIL II2/ 7,282; CIL II2/7, 293; CIL II2/7, 297; CIL II2/1, 296; CIL II2/7,
799; CIL II2/7, 100; CIL II 2132¸ CIL II 2149; CIL II 2638; CIL II 4267; CIL II 4520.
117. B. GOFFAUX (2013), “CIL II2/ 5, 316 (Igabrum) y la cronología de los primeros flamines
provinciales de la Bética”, Archivo Español de Arqueología 83, p. 274.
118. CIL II, 4222, 4220 y 4191.

292
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

Y es que no posibilitan conocer cuáles eran los espacios o complejos arquitectónicos


dónde se practicaba el culto al emperador en esta ciudad.
Más significativo es por contra, el altar dedicado a Augusto procedente también
de Segobriga el cuál sabemos que se ubicaba en una galería cubierta y no en un espacio
abierto. La restitución de parte del texto inscrito sobre él permite datarlo entre el 2
a.C. y el 14 d.C. pudiendo interpretarlo como una consagración del altar al princeps
en vida, o como una muestra de agradecimiento de los ciudadanos a Augusto por ser
éste quién les concedió la condición de municipio. A día de hoy, el que no se hayan
constatado evidencias de un templo destinado al culto imperial en el foro de dicha ciudad,
a excepción de una estructura de pequeño tamaño en el sector occidental que debido a sus
reducidas proporciones ha sido descartada, ha llevado a algunos autores119 a plantearse
la posibilidad de que el espacio dedicado al culto imperial fuera precisamente el pórtico
meridional del foro con el altar consagrado a Augusto en su extremo.
Por otra parte, resulta frecuente el hallazgo de epígrafes en los que se hace
mención a divinidades acompañadas del título Augusto/a. Se suele tratar en este caso
de dedicatorias o votos religiosos realizados por particulares, que expresan no sólo la
vinculación ente el emperador y la divinidad sino también la protección que se espera de
esa divinidad para con el emperador. De este modo muestran su apoyo a la casa imperial
y a la estructura estatal romana120.
También aparecen en el ámbito epigráfico, testimonios honoríficos dedicados a
exaltar abstracciones y virtudes divinizadas relacionadas con el culto imperial. En cuyo
caso, incorporan el nombre de la abstracción o virtud y lo acompañan del epíteto Augusta.
En Hispania se han documentado, entre otras, inscripciones honoríficas a la Fortuna121, la
Victoria122, la Pax123, la Virtus124, la Pietas125 y la Salus Augusta126.
Si estas manifestaciones se encuentran descontextualizadas, el problema sigue
siendo el mismo que se daba con los programas escultóricos o con los epígrafes que

119. J. M ABASCAL, M. ALMAGRO, M. NOGUERA Y J.M CEBRIÁN (2007):“Segobriga.


Culto imperial en una ciudad romana de la Celtiberia” Culto imperial: política y poder. Actas del
Congreso Internacional Culto Imperial: política y poder, Roma, p. 699.
120. Son numerosos los ejemplos hispanos, entre otros: Apollini Avg(usto) AE, 1989, 456;
Dianae A(ugustae) CIL II 5387; Mercurio Augusto HEp 7, 1997, 775; Libero Patr(i) Aug(usto) CIL
II 1109.
121. Entre otras: CIL II2/7, 225; CIL II2 /5, 872; CIL II 1278; CIL II 1934; AE, 1996,183; AE,
1983, 601.
122. Entre otras: CIL II, 982; CIL II, 1345; CIL II, 1425; CIL II, 1967; CIL II, 3002 CIL II,
3249; CIL II, 3410; CIL II, 5761, AE 1972, 314.
123. HEp 4,1994, 724.
124. R. ETIÉNNE (1958), Op. Cit, p.217 nº11.
125. Algunas de ellas: CIL II2/5, 311; HEp, 10, 2000, 664.
126. Por citar algunos ejemplos: CILA, III, 63; CIL II, 63, 38; AE 1962, 74.

293
hablan de sacerdotes de culto imperial, que documentan la existencia de culto en una
ciudad pero no el lugar concreto dónde el mismo se llevaba a cabo. Sin embargo, en
aquellos casos excepcionales en los que los documentos epigráficos se hayan in situ, los
límites se reducen. Y es que ya no nos referiremos exclusivamente a culto o exaltación de
forma genérica, sino que podremos hablar específicamente de espacios de culto o lugares
de exaltación de virtudes o abstracciones divinizadas del emperador.
En este sentido, queremos hacer mención a dos ejemplos recientes y significativos
de este tipo de espacios, identificados gracias a los hallazgos epigráficos, que presentan
por contra sustanciales diferencias, a pesar de estar dedicados ambos a la Victoria
Augusta: el espacio ubicado en el pórtico occidental del foro de la ciudad romana de Los
Bañales (Uncastillo, Zaragoza)127 y el denominado chalcidicum de culto imperial ubicado
en el foro de la colonia en Tarraco en época tiberiana.
En el primero de los casos, un recinto cuadrangular ubicado en el pórtico del
foro de la ciudad de Los Bañales, la identificación del espacio como lugar dedicado
a la exaltación de la Victoria Augusta vino de la mano de un hallazgo epigráfico.
Concretamente del descubrimiento de cinco textos, dispuestos en sendos pedestales
corridos in situ, entre los cuales se localizaba uno, emplazado en medio del conjunto,
dedicado a la VICTORIA AVG(usta). Sabemos, por la información que nos aportan los
restantes testimonios epigráficos, que este espacio fue financiado por dos privatus: M.
Fabius Nouus y Porcia Faventina.
Dicho conjunto resulta significativo por un aspecto concreto. Se trata de un
espacio de exaltación personal ubicado en el foro de la ciudad, y que carece de la fórmula
tradicional que expresa el permiso concedido por parte del ordo local129, para la colocación
un conjunto de tal magnitud, en un espacio público de entidad, como es el foro de la
ciudad. Para los autores, la explicación pasa por considerar que la dedicatoria del recinto
a la Victoria Augusta sería un medio de justificar la construcción que realmente querían
llevar a cabo, el levantamiento de una estancia centrada en su autorepresentación130. De
forma que en este caso concreto es difícil valorar la existencia de un culto real.
También sobre la Victoria Augusta es interesante señalar el caso de Tarraco.
En el foro de la colonia en el espacio conocido tradicionalmente como “plaza de las
estatuas” se identificó un espacio, que por su tipología arquitectónica, se ha considerado

127. Sobre el conjunto epigráfico en su totalidad A.A. JORDÁN LORENZO Y J. ANDREU


PINTADO (2013), “La presencia privada en los foros hispanos a la luz de dos programas epigráficos
hallados in situ en Los Bañales (Uncastillo, Zaragoza)”, Paisajes epigráficos de la Hispania
romana. Monumentos, contextos, topografías, Roma, pp. 129-130.
128. R. MAR, J. RUIZ DE ARBULO, D. VIVÓ Y J.A. BELTRÁN-CABALLERO (2012), Op.
Cit, pp.279-281.
129. LDDD (Locus Dato Decreto Decurionum).
130. A.A. JORDÁN LORENZO Y J. ANDREU PINTADO (2013), Op. Cit, p. 129.

294
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

un chalcidicum, esto es un pórtico existente a ambos lados de la basílica que actuaría de


conexión entre el edificio y la plaza y los pórticos. Sin embargo, fue el aporte conjunto de
los restos escultóricos y epigráficos hallados en dicho espacio el que permitió identificar
la funcionalidad del recinto, asociado a la devoción de las virtudes militares del princeps.
Concretamente el hallazgo de una lápida epigráfica dedicada a la Victoria Augusta por la
colonia131 y varios fragmentos de relieves que representaban a pueblos vencidos, similares
a los que decoran el arco tardoaugusteo de Carpentas132. En el citado monumento se
observa una organización iconográfica propia de Augusto, similar a la que se dispondría
en el espacio tarraconense, y que consistiría en una Victoria central flanqueada por sendos
trofeos con sus correspondientes cautivos simbolizando la dominación del mundo (los
cautivos) mediante las armas (los trofeos)133.
Así, mientras que el recinto de Los Bañales es un espacio privado, a pesar de
localizarse en un conjunto público, cuyo fin principal no es la exaltación de la virtud
militar del emperador sino la autorepresentación de las élites, el caso de Tarraco se
impone como lo contrario: Un recinto público dedicado por la colonia, cuyo fin no es
otro que el de la exaltación, devoción o culto de las capacidades militares del emperador.
Hasta aquí hemos atendido a la información que podemos extraer de la inscripción
en sí misma, y que como hemos señalado es muy limitada, sobre todo teniendo en cuenta
que la mayor parte de los programas epigráficos aparecen descontextualizados, esto es
fuera de su emplazamiento originario, por lo que se pierden todos los datos e información
que se podía extraer del contexto arqueológico. Sin embargo, no hemos mencionado nada
acerca del soporte. Los epígrafes sobre los que se extrae información destinada al estudio
del culto imperial son fundamentalmente de dos tipos: honoríficos, considerando dentro
de este grupo los pedestales, las placas y los relieves arquitectónicos, y religiosos votivos,
incluyendo aras y altares.
A los primeros hemos hecho mención cuando nos referíamos a los programas
escultóricos, y ya hemos señalado las dificultades derivadas de su interpretación como
objetos de culto, o como simples programas de exaltación. En este sentido, algún dato
más nos pueden proporcionar la epigrafía religiosa o votiva a través de las aras o altares,
ya que en sí mismos implican la existencia de culto aunque se encuentren desplazados de
su ubicación originaria.
Evidentemente, los epígrafes que nos interesan son aquellos dedicados por
la colonia o el municipio, es decir las dedicatorias públicas, o las privadas siempre y
cuando impliquen la financiación o construcción de un espacio de culto. Con frecuencia

131. AE 1957, 310.


132. R. MAR, J. RUIZ DE ARBULO, D. VIVÓ Y J.A. BELTRÁN-CABALLERO (2012), Op.
Cit, p.277
133. R. MAR, J. RUIZ DE ARBULO, D. VIVÓ Y J.A. BELTRÁN-CABALLERO (2012), Op.
Cit, p.278.

295
se observan inscripciones dedicadas al numen augustum o augusti. La veneración del
numen del emperador o de la familia imperial-ya que se podía atribuir el numen a
una colectividad de personas siempre y cuando existiera un vínculo genético entre ellas-
es la devoción a la fuerza divina animadora e inspiradora de sus actos públicos, y era
considerado acto político importante, igual que el culto al genius del emperador, es decir a
la divinidad tutelar, el ente divino que asistía al emperador desde su nacimiento y actuaba
como su protector.

Figura 6. Inscripción votiva dedicada al numen del emperador NVMINI AVGVST(orum).


Teatro de Tarraco. (MNAT nº7590). Según I. RODÁ (2009), p. 68, fig.2.

Merece la pena mencionar la inscripción hallada en un altar de mármol lunense


procedente del teatro de Tarraco (Fig. 6) en el que se hace mención expresa al numen
del emperador NVMINI AVGVST(i), decorada además con elementos propios de los
rituales de sacrificio como la jarra de libaciones. Monumento que no hay que olvidar, se
encuentra ubicado en un lugar público, como es el teatro de la colonia, espacio que en
numerosas ocasiones se vincula a las procesiones ceremoniales de culto imperial.

134. Sobre la veneración del Numen del emperador I. GRADEL (2002), Emperor worship and
roman religion, Oxford, pp. 234-250.
135. I. RODÁ (2009), “Escenarios de representación en los foros de Hispania” Fora Hispaniae.
Paisaje urbano, arquitectura, programas decorativos y culto imperial en los foros de las ciudades
hispanoromanas, Actas del seminario de Lorca (Murcia 23- 27 Septiembre de 2002), Murcia, p.69.

296
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

Figura 7. Campana de bronce con plegaria. Tarraco (MNAT nº2863). Según I. RODÁ
(2009), p. 71, fig. 5.

Finalmente, merece la pena destacar un caso excepcional en el ámbito de la


epigrafía sobre culto imperial en Hispania, el hallazgo en Tarraco de una pequeña campana
de bronce con inscripción (Fig. 7), que según Rodá136 se empleaba en las procesiones de
culto imperial que tenían lugar en dicha ciudad. Dicha campana, hoy en día conservada
en el Museo Arqueológico Nacional de Tarragona137, nos aporta interesantes datos sobre
las procesiones de culto imperial, mencionadas por las fuentes y para las cuales la
información es escasa.
En este sentido, la aportación más relevante la traslada la inscripción de
Gytheum138 (Esparta) dónde se describe la procesión que se realizó desde el templo de
Asclepio e Hygeia hasta un altar imperial. Desde allí la procesión se encaminaba al
teatro, en el que se encendía incienso junto a las estatuas imperiales de Augusto, Livia y
Tiberio139. El propósito de dicho acontecimiento era asegurar la salud y el largo gobierno
del emperador algo similar a lo que refleja la inscripción de Tarraco: “DEP(recatio)
136. I. RODÁ (2009), op. cit., pp 71-72.
137. MNAT nº2863.
138. SEG XI, 923.
139. E. CASTILLO RAMÍREZ (2009), Propaganda política y culto imperial en Hispania (De
Augusto a Antonino Pío). Reflejos urbanísticos. Tesis doctoral dirigida por J.M. Luzón Nogué.
Dptº de Ciencias y Técnicas Historiográficas. Facultad de Geografía e Historia. Universidad
Complutense de Madrid, p.215.

297
SALVIS (hereda) AVGVSTIS (hereda) VERNACVLVS∙NVNTIVS (hereda) IVNIOR
(hereda) CACABVLVS (hereda) S(a)ECVLVM ∙ BONVM (hereda) S(ENATUI)∙P(op
ulo)∙Q(ue)∙R(omano)∙ET∙POPVLO (hereda) ROMANO (hereda) FELIX ∙TARRACO”.
“Plegaria. Estando sanos y salvos los emperadores, el pequeño esclavo Cacábulo,
mensajero más joven, (ruega) un periodo de prosperidad para el Senado y el pueblo de
Roma (entonces) Tarraco será feliz140”.
Actualmente se tiende a señalar que las procesiones de culto imperial a las que
hace mención el epígrafe griego y el de Tarraco, que desembocaban en el teatro, se
documentan en aquellos lugares en los que existe una estrecha relación entre este edificio
y el foro de la ciudad, como ocurre en la propia Tarraco o en el Municipium Augusta
Bilbilis, al que ya hemos hecho mención con anterioridad.

C
Desde que en 1958 Robert Étiénne publicara su obra se ha avanzado de forma
significativa en el estudio del culto imperial en la Península Ibérica y la arqueología, como
disciplina, ha contribuido enormemente a dicho progreso. En definitiva son las campañas
de prospección y sobre todo de excavación arqueológica las han contribuido a sacar a
la luz un gran número de espacios o recintos arquitectónicos vinculados al poder del
emperador. Sin embargo, hemos observado igualmente las dificultades de interpretación
de dichos complejos y los problemas derivados de su definición conceptual.
Precisamente Mayer reflexionaba en su artículo “¿Qué es un agusteum141?
sobre los problemas a la hora de identificar correctamente los espacios vinculados a la
familia del emperador. Y es que teniendo en cuenta las dificultades que implica dicha
clasificación, de no contar con testimonios epigráficos, o escultóricos, que ayuden en la
correcta identificación de los espacios y de su funcionalidad como lugares destinados al
culto imperial, es preferible recurrir a una definición menos controvertida de los mismos.
El problema es que, a día de hoy, no existe una uniformidad en el ámbito académico
para referirse a estos espacios, es decir se carece de una terminología específica, lo que
genera desconcierto, ya que se desconoce si nos encontramos ante templos o recintos de
culto imperial, el cual implica una liturgia específica, o ante edificaciones destinadas a la
exaltación imperial, propaganda dinástica o representación. A este respecto consideramos
esencial el establecimiento en el futuro de unos parámetros generales para distinguir entre
construcciones públicas cuyo fin último es el culto al emperador, y aquellas centradas
únicamente en el homenaje o exaltación de la casa imperial.
Por otra parte ya hemos visto que cuando las estructuras arquitectónicas no son
suficientes para determinar la funcionalidad de un espacio o recinto, hemos de recurrir a

140. I. RODÁ (2009), op. cit., pp. 71-72.


141. M. MAYER (1998), “¿Qué es un Augusteum?”, Historia Antiqua 4, pp. 63-70.

298
Antigüedad in progress...Actas del CIJIMA I

la ayuda que nos proporcionan otras disciplinas, dentro del campo de la arqueología como
son la numismática, los programas escultóricos y la epigrafía.
Los tipos iconográficos de la moneda pueden aportar interesantes datos o matices
sobre aquellos aspectos no conservados: la apariencia exterior de un templo, su programa
escultórico o la advocación a la que se había dedicado, teniendo siempre en cuenta que
las representaciones en la moneda son esquemáticas y que su aspecto no tiene por qué
corresponderse exactamente con la realidad. También los epígrafes son una herramienta
muy útil y precisa, sobre todo cuando tenemos la suerte de encontrarlos en su disposición
originaria ya que pueden llegar a especificar el fin de un espacio concreto, como el
recinto hallado en el foro de Los Bañales. Por último es la escultura, a través del estudio
iconográfico de los fragmentos hallados, la que puede llegar a identificar los personajes a
los que estaba dedicado el recinto o en su defecto proporcionar una cronología aproximada
atendiendo a rasgos de tipo estilístico.
Así es el estudio conjunto y pormenorizado de los datos aportados por las
infraestructuras arquitectónicas, por los programas decorativos: epigráficos y escultóricos
y por la numismática el que verdaderamente contribuye al progreso en este campo y el
que permite extrapolar conclusiones complementadas, siempre que es posible, por los
datos descriptivos transmitidos por las fuentes clásicas.

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