Historia SALUD Y ENFERMEDAD EN EL PARADIGMA GNOSEOLÓGICO MODERNO
Historia SALUD Y ENFERMEDAD EN EL PARADIGMA GNOSEOLÓGICO MODERNO
Historia SALUD Y ENFERMEDAD EN EL PARADIGMA GNOSEOLÓGICO MODERNO
Con Thomas Sydenham, en el siglo XVII, se inicia en medicina la ruptura definitiva con la estructura
conceptual y metodológica que, sobre la enfermedad, se había elaborado desde los marcos de
referencia característicos del paradigma gnoseológico de la antigüedad clásica y que había dominado
en el pensamiento medico durante veintidós siglos aproximadamente. A partir de ese momento
comienza en medicina la adopción del paradigma gnoseológico moderno (el de Bacon, Locke, Galileo
y Descartes), con las obvias consecuencias para la conceptualización del fenómeno de enfermar.
Las ciencias de la salud les hace falta construir una teoría de “lo social”, no positivista, que permita,
por una parte, reelaborar la conceptualización del proceso salud-enfermedad, rediseñando su
capacidad operativa para identificar, evaluar y manejar los problemas relacionados con la enfermedad
y la salud de las comunidades.
La poca capacidad y eficiencia de la medicina galénica ante los problemas de salud pública
medieval debido a las grandes pestes que azotaron a Europa, se convierte en el punto de
ruptura del paradigma antiguo y la acogida de un nuevo paradigma moderno que se inicia
con Thomas Sydenham, médico inglés, el cual decide no seguir los principios galénicos e
intenta basarse en sus propias observaciones para experimentar con distintos métodos la cura
que aquejaba a sus pacientes. Sydenham usaba el método de prueba y error, probaba un
tratamiento y si este no funcionaba probaba con otro, esto hizo que sus colegas lo miraran
como un empírico. Esto es cierto porque Sydenham se apoya en las obras de Francis Bacon
y de John Locke (empiristas).
Sydenham fue un gran amigo del químico Robert Boyle, quién le recomendó el estudio
clínico de las epidemias de Londres y que dio como fruto un libro publicado en 1666
“Methodus curandis Febres”, en este tiempo la fiebre era considerada una enfermedad y no
un síntoma, considerándolas de diferentes tipos. Sydenam sigue los lineamientos de
Hipócrates de su obra Epidemias, donde no solo trata de las enfermedades en la Isla de tasos
en el mar Egeo, sino también de las condiciones climáticas. Es así como Sydenam registra
cada fiebre nueva que aparece en Londres y las condiciones climáticas en que se daban, de
esta manera acabó creando una historia general de los síntomas y el curso de cada epidemia
que azotaba la ciudad y el método adecuado para curarla. Su prestigioso trabajo llega a oídos
de John Locke quién luego estableció una fuerte amistad con Sydenham, e incluso lo
acompaña en sus visitas médicas. Tuvieron que pasar muchos años después de la muerte de
Sydenham para que sus logros fueran reconocidos y le otorgarán el título de “Hipócrates
ingles”
A partir de Sydenham surgen 2 elementos importantes: 1ro. El empirismo clínico y 2do. Una
nueva clasificación de las enfermedades
Sin embargo surgen tres problemas epistemológicos o del conocimiento para el paradigma
moderno, el primero al que Jean Piaget llama “Mito del origen sensorial de los
conocimientos científicos” Jean Piaget. Epistemólogo, psicólogo y biólogo suizo. La
epistemología es parte de la filosofía que estudia los principios, fundamentos, extensión y
métodos del conocimiento humano. Piaget llamo mito a la idea que el conocimiento proviene
de los sentidos a través de la percepción, ya que el empirismo parte de la idea de que la verdad
está en el exterior y nosotros simplemente tenemos que verla con nuestros sentidos.
Para Piaget ningún conocimiento proviene de nuestros sentidos, si son el punto de partida en
los estadios elementales de formación del conocimiento pero nunca operan solas, y lo que la
acción del sujeto añade cognoscente (capaz de conocer) resulta importante en la elaboración
del conocimiento. El conocimiento es algo más que una imagen sensorial, es una
reelaboración de la realidad a partir de los elementos que el sujeto tiene en su mente y están
mediados por la cultura y es relativa al punto de vista y a los métodos que se utilicen.
“Mito ecológico”. Hace referencia a la revalidación del papel del medio ambiente (la
estación, el clima, los vientos, las temperaturas, el ambiente, etc.) en el origen de la
enfermedad, pero impide la diferenciación clara entre lo ambiental y lo social (enfermedades
de transmisión sexual, depresión, violencia, adicciones entre otras) como realidades distintas
y que requiere un abordaje distinto, conduciendo a una visión ecologista de la enfermedad.
“Mito del estilo de vida”. Se basa en la idea hipocrática que va más allá de los alimentos e
incluye el régimen de vida en general. El empirismo contempla el papel del comportamiento
del individuo en el origen de la enfermedad. Sin embargo centra el problema en el
comportamiento individual sin comprender las relaciones de éste con la cultura como
receptáculo social general de dicho comportamiento.
El método experimental el cual fue propuesto por Galileo y sistematizado por Newton exige
la observación experimental de los fenómenos y su formulación en leyes matemáticas
universalmente válidas.
REGLA I: No debemos para las cosas naturales admitir más causas que las verdaderas y
suficientes para explicar sus fenómenos.
REGLA II: Por consiguiente, debemos asignar tanto como sea posible a los mismos efectos
las mismas causas.
REGLA III: Las cualidades de los cuerpos que no admiten intensificación ni reducción, y
que resultan pertenecer a todos los cuerpos dentro del campo de nuestros experimentos,
deben considerarse cualidades universales de cuales quiera tipos de cuerpos.
REGLA IV: En filosofía experimental debemos recoger proposiciones verdaderas o muy
aproximadas inferidas por inducción general a partir de fenómenos, prescindiendo de
cualesquiera hipótesis contrarias, hasta que se produzcan otros fenómenos capaces de hacer
más precisas esas proposiciones o sujetas a excepciones.
FILOSOFÍA POSITIVISTA. El positivismo es un pensamiento científico que afirma que
el conocimiento auténtico es el conocimiento científico y que tal conocimiento solamente
puede surgir de la afirmación de las hipótesis a través del método científico.
POSITIVISMO. Corriente filosófica iniciada por Auguste Comte en la primera mitad del
siglo XIX que identifica el verdadero conocimiento con el conocimiento científico o
conocimiento positivo.
Según Augusto Comte, la humanidad pasa por tres fases o etapas de conocimiento, cada una
de ellas superior a la anterior, que son: el conocimiento religioso, el filosófico y el científico.
Las formas de conocimiento religioso y filosófico (a las que se refiere como teológico y
metafísico, respectivamente) se ven superadas por el conocimiento positivo o científico, por
lo que, una vez alcanzado éste, no tiene sentido ni justificación mantener las anteriores
formas de conocimiento. Dado que el conocimiento científico es llamado por Comte
conocimiento positivo, (utilizando una expresión procedente del socialista francés Saint-
Simon, del que había sido discípulo), esta corriente se conoce como positivismo (que vendría
a ser sinónimo, pues, de cientificismo).
El positivismo se extendió pronto, bajo distintas interpretaciones, por toda Europa y sobre
todo por Inglaterra, pero encontró también una gran oposición, entre otras por parte de las
filosofías irracionalistas de finales del siglo XIX. Tambien la utilizacion del metodo
expiremental.
Claude Bernard expone en leccion de patologia experimental en la cual decia que es estudio
de la patologia y el de la fisiologia son inseparablesy que se debe buscar la explicacion de la
enfermedad en las leyes que rigen los fenomenos vitales ordinarios. La vision organicista de
la enfermedad continua reinando: el proceso de la enfermedad se inicia anted de que se
produzca la lesion,es decir cuando se inicia la alteracion funcional, la cual es previa a la
lesion y coincide con la aparicion de los sintomas. Por lo cual, la salud sera entendida como
la ausencia de sintomas: “la salud es la vida en el silencio de los organos”.
VERSIÓN ETIOPATOLÓGICA DEL PARADIGRNA MODERNO
El día 30 de abril de 1878, Louis Pasteur, que no era médico sino químico, presenta a la
Academia de Medicina de París La Teoría de los Gérmenes y sus aplicaciones en Medicina
y Cirugía." la teoría microbiana del Origen de las enfermedades apoyada sobre los trabajos
de Koch, Pasteur y otros más, esto abrirá una nueva época en la conceptualización de la
enfermedad en la cual eran los microorganismos los causantes de la enfermedad, todo esto
impulsa las investigaciones en este campo y mas adelante en el desarrollo de la toxicología.
Aproximación ecléctica y biologista a la enfermedad, cima del Paradigma Moderno.
La idea del papel del ambiente en la producción de la enfermedad ha sido destacada desde
las épocas de la medicina hipocrática, especialmente en el texto Sobre los Aires, los Lugares
y las Aguas, y de que la idea de que la enfermedad puede ser causada por un contagium
vivum se elaboró desde el siglo XVI en la obra De Contagione, 1546, de Girolamo
Fracastoro, la epidemiología propiamente dicha sólo podrá elaborarse a partir de los
planteamientos hechos por Sydenham. En esta teoría se retorna nuevamente, un problema
que deja la versión sydenhamiana del paradigma moderno, la idea de clasificar las
enfermedades en agudas y crónicas según fueran producidas por el ambiente o por el estilo
de vida del paciente condujo a dos tipos de prácticas preventivas históricamente importantes:
la Higiene Pública y la Higiene Privada. La primera implicaba el control de las condiciones
ambientales que podían llegar a ser fuentes de miasmas y de rarefacción de la atmósfera. La
segunda, implicaba la educación personal y la urbanidad para asegurar una vida dentro de los
patrones correctos de la vida urbana, evitando los excesos que pudiesen conducir a la
enfermedad.
Johan Peter Frank (1781) planteo: “El hambre y la enfermedad están pintadas sobre toda
clase trabajadora Se la conoce a primera vista. Y quién quiera las haya observado, no llamará
a ninguna de estas personas un hombre libre” Después promueve en su obra “Sistema de una
política médica integral”: la salud de los seres humanos y la de los animales que colaboran
con las tareas humanas y recreativas. Además es un arte de prevención, donde seres humanos
y sus animales auxiliares pueden ser protegidos de las dañosas consecuencias del
hacinamiento.
Rudolf Virchow (1847). Después de estudiar la epidemia de fiebre recurrente en los distritos
industriales de Silesia, llego a la conclusión que la causa de las epidemias son:
Sociales
Económicas
Físicas
Prosperidad económica
La educación
La libertad
Salomón Neumann, médico berlinés (1848), escribe: “La mayor parte de las enfermedades
que perturban el pleno goce de la vida o acaban con una considerable parte de los hombres
antes de su término natural, no depende de las condiciones naturales, sino de condiciones
sociales”
Sin embargo, el modelo biologista del paradigma moderno logra predominar sobre la
medicina social, y es hasta el siglo XX donde toma de nuevo el auge de la Sociología Médica
llamada así en honor a Virchow.
Esta fisura se presentó a finales del siglo XIX con los trabajos de Sigmund Freud.
Los trabajos sobre la Histeria (1895), permiten relacionar los síntomas histéricos y la
existencia de ciertos contenidos mentales problemáticos para el individuo (representaciones
y conceptos): “El histérico padecería principalmente de reminiscencias, recuerdo impreciso
de un hecho o una imagen del pasado que viene a la memoria.”
Dos obras importantes de Freud constituyen los dos puntuales básicos de la nueva ciencia del
psicoanálisis:
Esta versión del problema de la salud y la enfermedad plantea tres elementos nuevos de gran
importancia:
Por otra parte, esta versión de salud y la enfermedad implica dos nuevos obstáculos
epistemológicos:
Noman Scotch inaugura el término Antropología Médica en sus trabajos que se titula con el
mismo nombre, en el cual propone la aplicación de los desarrollos de la antropología a la
medicina. En este campo se han dado desarrollos importantes por parte de antropólogos y
médicos antropólogos que se han preocupado por las representaciones y los conceptos de
salud-enfermedad que se manejan en algunas comunidades marginales, especialmente
indígenas, demostrando la existencia de representaciones de la enfermedad, y formas de
enfermedad relacionadas con ella.
Sin embargo, algunos antropólogos entienden la cultura como realidad autónoma, y por
tanto deshistorizada, hecho que se consolida como un nuevo obstáculo epistemológico: se
desconoce que la cultura no puede ser considerada de manera autónoma sino articulada en el
contexto de todo el proceso histórico de construcción social.
1. Todo ser humano reproduce sus condiciones de vida en un complejo de relaciones sociales
mediadas por la comunicación lingüística, y esas relaciones se construyen con el mismo
lenguaje, las cuales no siempre pasan por el plano de la conciencia.
2. La salud y la enfermedad son elementos constitutivos de un proceso que ocurre siempre en
sociedad y en cultura y son, por tanto, históricos.
3. El proceso salud y enfermedad se siente, se interpreta y se vive siempre en sociedad y en
cultura, el sanador, el medico o el profesional de la salud tienen su propia interpretación de
lo que es estar sano o enfermo.
Tanto el hombre como la sociedad pueden ser estudiados aisladamente: el individuo reducido a su
organismo y la sociedad petrificada en sus instituciones y aparatos.
El concepto de “estilos de vida” no es la definición del comportamiento del individuo desde una
concepción conductista individualista y descontextualizada, tal como lo piensan Lalonde y Blum,
sino la superación del obstáculo epistemológico que hemos llamado de la individualización de la
enfermedad no socializada.
Si aceptamos que aquello que nosotros llamamos convencionalmente salud o enfermedad, son
representaciones mentales históricas de las diversas formas determinadas de andar por la vida que
valoramos positiva o negativamente por las consecuencias que tienen sobre nuestro bienestar,
tenemos que decir que la salud y las enfermedades individuales son la resultante o mejor, la
expresión de aquellas formas de organización social y de representación simbólica del grupo al que
pertenecemos. No existen entonces enfermedades de causa social: todas las enfermedades son
sociales. La salud y l enfermedad, repetimos, son procesos sociales.
El objeto de estudio
Nos enfermamos en general dentro de las posibilidades enmarcadas en el perfil patológico
predominante en nuestra comunidad, por tanto, nuestro objeto de estudio no puede estar
simplemente ubicado en la transformación orgánica del cuerpo o de la mente del enfermo ya que
la dimensión del problema es mucho más amplia y compleja.
Si entendemos que tanto el cuerpo como la mente del hombre son la materialización de su propio
ser social que solo es capaz de identificarse como individuo, como “yo” en el acto de reconocimiento
de que existe “el otro”, que la sociedad se compone de una multitud de individuos diversos, y que
la enfermedad aparece como forma de vida del individuo siempre en el grupo.
Cuando nos referimos a grupos humanos no puede hablarse de cualquier grupo sino uno construido
en función de sus características sociales, y solo en segundo lugar las biológicas.
Un grupo social no es el número de individuos que lo componen sino las características del conjunto
de relaciones que establecen históricamente entre sí para asegurar unas formas de apropiación y
transformación de la naturaleza.
Este punto ha sido ampliamente desarrollado por los miembros del grupo de la medicina social. Este
perfil de desgaste es para ellos equivalente al perfil patológico o epidemiológico.
Al partir del “proceso de trabajo” como categoría central para el análisis de la producción social del
nexo bio-psíquico humano se puede dar cuenta de las formas sociales especificas por medio de las
cuales el hombre se apropia de la naturaleza transformándola y transformándose a sí mismo. En
estas relaciones que establece con la naturaleza, es decir, en este proceso transformador de trabajo,
el hombre se reproduce socialmente, pero, al hacerlo, consume su energía, se fatiga física y
mentalmente, hecho que exige simultáneamente la reproducción de dicha energía. Las
posibilidades de reposición de la energía perdida dependen de la capacidad de apropiación de los
resultados del trabajo.
El componente genético es el aspecto más biológico del hombre porque es el que define mas su
individualidad biológica, no se nos puede olvidar que nuestra estructura genética es la consecuencia
de la unión sexual de dos seres previos. Es decir, que nuestra estructura genética es eminentemente
social pues es el resultado del cruce de dos individuos, el cual solo es posible en un conjunto de
relaciones sociales en un contexto histórico determinado.
Este perfil genético nos da una seria de probabilidades de resistencia o de debilidad biológica ante
el proceso de desgaste que resulta del proceso de reproducción social, lo que quiere decir que esta
integrado como parte del perfil salud-enfermedad predominante en un grupo social dado.
Dicho perfil genético se integra a otro perfil importante: el perfil inmunológico, el cual podemos
definir como la capacidad social de un grupo determinado para enfrentarse a las relaciones con
otros seres vivos de la naturaleza.
Perfil inmunológico es la consecuencia de la historia de las relaciones que los hombres establecen
entre ellos y con los otros seres y sustancias que existen en la naturaleza, y que nuestra posibilidad
de defensa inmunológica individual es nuevamente la materialización del proceso de reproducción
social. Así, los obstáculos del biologismo y del ecologismo quedan completamente superados y el
perfil inmunológico se integra al perfil general de salud-enfermedad.
La salud y la enfermedad son procesos que siempre se han dado en sociedad y en cultura, existe
también lo que se podría llamar un patrón cultural de la salud y la enfermedad y que se resume
como perfil de representación social del proceso salud-enfermedad.
Una representación social es una manera de interpretar y de pensar nuestra realidad cotidiana, una
forma de conocimiento social y correlativamente, la actividad mental desplegada por individuos y
grupos a fin de fijar su posición en relación con situaciones, acontecimientos, los objetos y
comunicaciones que les conciernen, lo social ahí interviene de varias maneras: a través del contexto
en que se sitúan los individuos y los grupos; a través de la comunicación que se establece entre ellos;
a través de los marcos de aprehensión que proporciona su bagaje Cultural; a través de los códigos,
valores e ideologías relacionados con las posiciones y pertenencias sociales específicas.
Cada grupo social constituye representaciones sociales propias sobre el proceso salud- enfermedad.
Las ciencias son, en general, formas de representación de la realidad, construidas desde la cultura
occidental. La anatomía patológica, es precisamente una manera de representarse la enfermedad
como alteración estructural o anatómica.
Cada comunidad tendría entonces, de acuerdo con su propia historia, unas formas determinadas de
representarse la salud y la enfermedad y, por tanto, unas formas propias de enfermar y de
considerarse sano.
Como supone el empirismo, el conocimiento es una construcción explicativa del mundo externo e
interno, desde unas posibilidades culturales y metodológicas especificas en un momento dado y que
la observación es apenas uno de los elementos que interviene en dicho proceso.
LAS CONSECUENCIAS
Desde el punto de vista de la investigación epidemiológica y clínica implica darle un nuevo papel, un
papel primordial, a las ciencias sociales en salud (antropología, sociología, historia, economía
política, lingüística, semiótica, psicología social, psicoanálisis, etc.), repensadas no exclusivamente
desde el cuantitativismo sino integradas desde la perspectiva de la aproximación histórica al estudio
de los problemas.
La duración como temporalidad polifónica, para fines prácticos y metodológicos Fernand Braudel la
ha condensado en 3 temporalidades básicas:
la corta duración, aquella en que se producen los “acontecimientos” o “el tiempo de los
hombres” como el mismo ha llamado.
La mediana duración, aquella que corresponde al tiempo de los grupos sociales, los
procesos sociales, de los movimientos personales, etc.
La larga duración, que Braudel identifica con la “estructura”, y que corresponde al
movimiento lento de las realidades geográficas y de los procesos estructurales que más
tarde va a llamar “economías-mundo”.