Teorias Filosoficas
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Teorias Filosoficas
FILOSOFIA DE LA EDUCACION
Actividad 3 Unidad 3.
Problemas metodológicos y epistemológicos de las ciencias de la educación
EXPOSICION
En las sociedades antiguas la discusión sobre la pedagogía o la educación no era concebida como en
la época moderna; por ejemplo, vemos que la India antigua, en China, en Egipto o en Judea la
enseñanza solía ser impartida por un sacerdote. El profesor gozaba de un elevado prestigio, así como
de privilegios. A los niños judíos se les enseñaba a honrar a sus profesores aún más que a sus
padres, dado que el profesor era considerado el guía para la salvación. En la antigüedad la educación
estaba más enfocada a la formación general del hombre y del ciudadano que a la transmisión y al
contenido de los conocimientos en el sentido estricto de la palabra. En este contexto, la dialéctica y la
mayéutica, practicada por Sócrates en sus famosos diálogos, eran consideradas técnicas capaces de
hacer progresar el razonamiento y el conocimiento.
Igualmente, Platón y Aristóteles consideraban que la pedagogía debía ponerse al servicio de fines
éticos y políticos. Los antiguos griegos, cuyo amor por aprender es evidente en sus manifestaciones
artísticas, literarias, políticas o filosóficas, dieron un gran valor a la educación de los niños. Algunos
siglos después, cuando Roma estaba en toda la plenitud del imperio, sus ciudadanos continuaron con
esta práctica de acoger a profesores entre sus esclavos, normalmente griegos, integrados en el
personal de sus casas. En la edad media la Iglesia asumió la responsabilidad de la educación, que se
realizaba en los monasterios o en centros de aprendizaje que gradualmente evolucionaron hasta
convertirse en grandes universidades como la de París y Bolonia .
En los siglos XVII y XVIII hubo un renovado interés por la educación infantil y el conocimiento sobre
los métodos de enseñanza se incrementó. Fue a partir de la segunda mitad del siglo XIX cuando se
organizaron los primeros sistemas nacionales de educación, principalmente en Europa y Estados
Unidos.
Concepción de ciencia.
Las diversas concepciones de ciencia han evolucionado radicalmente a través de la
historia, destacando en la actualidad tres modelos, metodología o sistemas científicos entre los
cuales debemos mencionar el Positivista, el Hermenéutico y el Crítico. Mario Bunge en su clásico
texto sobre la ciencia, cataloga lo que distingue al conocimiento científico, el cual en lo esencial, se
destacaría por ser fáctico, racional, verificable, objetivo, sistemático y explicativo
Para John Dewey, ciencia significa la existencia de métodos sistemáticos de investigación
que, cuando se dirigen a estudiar una serie de hechos, nos ponen en condiciones de comprenderlos
menos azarosamente y con menos rutina. Como hemos podido apreciar en esta presentación de las
distintas acepciones de ciencia si bien todas apuntan a definirla desde la particularidad del autor
vemos que plantean enfoques distintos. Para los efectos de este trabajo vamos a manejar
fundamentalmente la de Bunge.
Educación
El concepto y sentido de la educación ha tenido distintas connotaciones según la época o momento
histórico en el cual se sitúe. Ahora, etimológicamente el término educación proviene del latín
educare, que quiere decir criar, alimentar, nutrir y exducere que significa ‘llevar a’, ‘sacar afuera’. El
segundo sentido es el de la educación como resultado de una acción que prepara a los jóvenes
adaptándolos a la vida, más que a la preparación intelectual que reciben en las instituciones
escolares formales. El tercer sentido al que hace referencia el autor se refiere a la retroalimentación
que se da entre al menos dos individuos inmersos en el proceso educativo. Jacques Delors el cual
afirma que la educación debería llevar a cada persona a descubrir, despertar e incrementar sus
posibilidades creativas, por lo cual la educación se sustenta en cuatro pilares que son: Aprender a
conocer, Aprender a hacer, Aprender a vivir juntos y Aprender a ser.
Las Ciencias de la Educación son más bien una tecnología, ya que su fin es la producción de nuevos
avances tecnológicos en materia educativa, no hay una Ciencia autónoma e independiente que se
pueda llamar Ciencia de la Educación, sino que ésta se basaría en tomar el corpus teórico de la
Sociología, de la Psicología, de la Economía o de la Política.
Si vemos el caso de Dewey, plantea la posibilidad de una Ciencia de la Educación, que debe ser un
conocimiento pragmático, positivista y científico, para ello se deben tomar aportes de la
Sociología, de la Psicología y de la Economía. Dewey no habla de una Ciencia de la Educación
aparte de estas disciplinas, sino que la Ciencia de la Educación se va a constituir con el aporte de las
mismas.
De esta manera el término «pedagogía» se origina en la antigua Grecia, al igual que todas las
ciencias primero se realizó la acción educativa y después nació la pedagogía para tratar de recopilar
datos sobre el hecho educativo, clasificarlos, estudiarlos, sistematizarlos y concluir una serie de
principios normativos. Dada la multiplicidad de factores que contiene el objeto pedagógico, su
disciplina tiene que apelar a las demás ciencias ampliando así sus horizontes y proporcionando a
esas ciencias un material preciso para sus investigaciones precisas. En la obra analizada se afirma
que la pedagogía sólo puede ser ciencia en un sentido amplio, ya que al tener por objeto a la
educación, es una tarea humana, individual y social, por lo cual es una ciencia reciente. Esto en
definitiva lleva a afirmar las posibilidades de conocer positivamente un hecho educativo en su génesis
y evolución y en su estado presente como realidad y como proceso.
Durkheim parte de la concepción de la Pedagogía como teoría - práctica, para el análisis y orientación
de las actividades educativas. La Pedagogía es una forma de reflexionar sobre educación, estas
reflexiones toman forma de teorías, que son combinaciones de ideas, cuyo objeto es dirigir la
acción. Por lo tanto, la Pedagogía para Durkheim no es una ciencia sino que es un arte, en el sentido
de que es un artificio o una tecnología que está referida a un cierto conjunto de conocimientos, que
permiten mejorar los procesos y las prácticas educativas. Durkheim considera necesaria la
Pedagogía porque orienta, pero no se puede confundir con la ciencia.
Es por ello que postula que se debe ir elaborando una Ciencia de la Educación, que la define como
un conocimiento básico, cuyo fin es incrementar el conocimiento científico sobre los hechos
educativos, los cuales deben ser estudiados por una ciencia, así la Ciencia de la Educación trataría
de describir, analizar, interpretar y explicar hechos del pasado o presente, en la cual investiga sus
causas o efectos y no prescribe.
El Método positivista
Es en general, aquella actitud teórica que sostiene que el único auténtico conocimiento o saber es el
saber científico. La principal aportación de Comte al positivismo es la idea de que la realidad humana
es social y también ella debe poder ser conocida científicamente. Ahora en el ámbito de la
investigación en la educación muchas de éstas tienen un gran tinte positivo, en el sentido de que
tratan, dentro de lo posible, de manejar al máximo las «variables objetivas» que se
están, eventualmente, estudiando, lo cual se lograría a partir de instrumentos de recopilación de
información lo más válidos y confiables posible, alejados de la subjetividad del investigador.
El Método Crítico
Adorno, H. Marcuse y J. Habermas, principalmente, será conocido como el núcleo filosófico de la
escuela de Francfort, y que se expresa básicamente a través de críticas a autores y corrientes
filosóficas. Frente a ella, la teoría crítica plantea la racionalidad como una crítica a todas las formas
de ideología y dominio que aparecen en la sociedad actual, históricamente derivadas de un concepto
de razón que, persiguiendo el dominio de la naturaleza, ha terminado por dominar al mismo
hombre. En el campo de la educación se encuentra en estudios de los investigadores que se insertan
y viven el sujeto de estudio desde adentro, en forma participante ya que la razón es una cuestión de
praxis, práctica, que está al servicio de la investigación, como el sentido común que nos permite
conocer lo que vamos a estudiar, ya que de acuerdo a los seguidores de este método, la razón
estaría al servicio de ideologías y modelos de dominación, y, de esta manera se estaría
transformando la sociedad.
El método Hermenéutico La hermenéutica en sentido general se refiere a la interpretación. Los
datos históricos y filológicos son sólo el punto de partida de la comprensión y de la interpretación, con
ello se acerca al enfoque trascendental kantiano y opera un giro copernicano en la hermenéutica, que
entenderá fundamentalmente como una reconstrucción de la génesis del texto, en la cual el intérprete
o sujeto que interroga debe idenficarse con el autor. Para Dilthey, también los datos textuales, lo
histórico y lo biográfico son previos al proceso de acercamiento a una realidad que se quiere
comprender, y para comprender es necesario articular los datos en una unidad de sentido. Esta
identificación entre hermenéutica y ontología se hace patente en cuanto que se aborda la cuestión del
sentido del ser a partir de la comprensión del ser del Dasein.
El hombre, en cuanto abierto al ser, es el intérprete privilegiado del ser. El gran aporte del Método
Hermenéutico a las Ciencias de la Educación es su capacidad de mostrarnos otra forma de ver el
mundo en el cual se desenvuelve el hombre como ser social.
También se han realizado trabajos en el campo del Método Crítico, y más escasamente, pareciera, en
el campo del Método Positivista. La consolidación de un cuerpo sólido como ciencia requiere un
trabajo de largo aliento en el que la práctica, la experiencia y el aprendizaje se conjuguen para
fundamentar en forma coherente, congruente y lógica la validez de nuestra disciplina en el ámbito de
la larga tradición que tienen las ciencias tradicionales en el campo científico. Como lo señalamos al
comenzar este trabajo, y tomando como base a Mario Bunge en su clásico texto sobre la
ciencia, catalogaría el conocimiento científico por ser fáctico, racional, verificable, objetivo, sistemático
y explicativo. Si lo analizamos a partir de nuestra actual reforma educacional, se plantea que los
profesores que estamos contribuyendo a formar deben, dentro de otras razones, ser especialistas en
investigación.
Sin duda que lo señalado anteriormente y particularmente los métodos, no son exclusivos ni
excluyentes, ya que por la complejidad de las «Ciencias del Espíritu» podemos barajar muchas
posibilidades para el logro de los objetivos en la investigación de las Ciencias de la Educación.
ARGUMENTACION
Las Ciencias de la Educación son todas las Ciencias que aportan en teoría y
práctica al proceso formativo desde su objeto de estudio, son un conjunto de
disciplinas que estudian, describen, analizan y explican los fenómenos
educativos en sus múltiples aspectos.
Conclusiones
Al contrario que otras ciencias la Pedagogía ha tenido que recorrer un largo camino de altibajos en lo
que respecta a su pasaje como campo científico. El mismo Flores-Ochoa (1994) plantea que la
Pedagogía es aún una disciplina científica dispersa. No obstante, esta misma idea les da validez a
reflexiones como las recién planteadas, en relación con su objeto de estudio, su estructura, su
capacidad explicativa, e indefiniciones fundamentales como ciencia. Francine Best indica que: “La
pedagogía es la ciencia y el arte de la educación. Pero como es necesario elegir, ya que nuestra
lengua prohíbe la utilización de una misma palabra para designar simultáneamente, un arte y ciencia,
no vacilaré en definir la pedagogía sencillamente como: La ciencia de la educación. Esto porque la
sustancia de la pedagogía no reside en los métodos que emplea sino más bien en las razones
teóricas mediante las cuales encuentra esos métodos, los juzga y los coordina”. Bajo esta lógica,
creo, es necesario romper con los dos mundos que se han creado en el campo educativo; Es decir,
los teóricos y los prácticos, en donde los primeros pertenecen al nivel de los que piensan y forman o
construyen conocimiento; y los segundos, al nivel de los operarios que solo están llamados a seguir
reglas. Por consiguiente, se debe comprender que la epistemología que se encuentra detrás de este
tipo de discusiones no solo se sucede a nivel teórico ya que también presenta repercusiones en la
práctica, y que, por ende, ambos mundos no deben porque separarse entregándole a la pedagogía, el
campo de la ciencia de la educación que se merece. En el caso del pedagogo, la cara cercana es su
faceta profesional e investigadora, que podrían conocerse mejor. En la cara alejada hay prejuicios,
creencias, generalizaciones y otros conocimientos sesgados casi sólo sostenidos por quienes, por
alguna razón reconocible (intereses, deficiente formación, obsesiones, etc.), han enquistado su razón
(Gascón, 2018). Bajo esta lógica con una pedagogía fuerte, la sociedad entera gana, ya que el
sentido de la sociedad es el de su educación. Sería lógico entregar a la pedagogía (y por ende a los
pedagogos y pedagogas) la confianza que no se les entrego, por el motivo que haya sido quitado.
REFERENCIAS BIBILIOGRAFICAS
Zambrano Leal, Armando Las ciencias de la educación y didáctica: hermenéutica de una relación culturalmente
específica Educere, vol. 10, núm. 35, octubre-diciembre, 2006, pp. 593-599 Universidad de los Andes Mérida,
Venezuela Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35603504 Consultado el 23 de octubre del 2019.
Beltrán, R. (2000(. Las ciencias de la educación. Entre universalismo y particularismo social. Revista
Iberoamericana de Educación. 1(2), 1-14.