La Cayena (Hibiscus rosa-sinensis)
La cayena, capuchina, jaramillo, tulipán, cucarda, gumamela, rosa de China, hibuscus de China...,
es un arbusto que adquiere altura hasta de 2 metros y se cultiva en los huertos por lo grande y
bello de sus flores; es originaria de Armenia y pertenece a la familia de las Malváceas.
Se propaga por estacas. Sus hojas son simples y brillantes, aovadas, denticuladas o no. Sus flores
son grandes, simples o dobles, de color rojo o medio moradas, aunque pueden presentarse de
otros colores vistosos. Normalmente no produce fruto ni semillas. En francés esta planta se llama
cobarde, fille des îles, rose de Chine, hibiscus de Chine…
Con fines medicinales, se usan las flores, los cogollos tiernos y las hojas verdes.
• Las hojas verdes trituradas combaten la caspa.
• Las flores en decocción, se emplean como expectorante, antiescorbútico y alivia las úlceras
gástricas.
• La raíz en decocción, tiene las propiedades curativas para las enfermedades de los ojos.
• La infusión de las flores se usa en bebida contra el pasmo (efecto de un enfriamiento que se
manifiesta por romadizo, dolor de huesos y otras molestias).
• La infusión de las flores de cayena se usa como sedante y para combatir el insomnio, para tal
efecto, se vierten 3 o 4 tazas de agua hirviente sobre varias flores sencillas o sobre una sola flor
doble y se deja reposar tapando unos 10 minutos; se le agregan unas gotas de limón, se endulza
con miel de abejas y se toma esta infusión dos o tres veces al día o antes de dormir en caso de
insomnio rebelde.
• El baño con hojas y cogollos tiernos de cayena, tiene efecto sedante. Para preparar este baño,
se cortan las hojas y cogollos tiernos en pedacitos con las manos y se dejan remojando en un tobo
hasta que suelten toda la sustancia babosa que poseen, se cuelan, se agrega más agua tibia y se
usa esta agua para enjuagarse. Se puede usar también el champú de cayena.
• Para evitar la caída del cabello, la falta de brillo o el crecimiento estancado, se usa el champú
de cayena que se prepara de la siguiente manera: se licuan cuatro tazas de cogollos tiernos y hojas
verdes de cayena en seis tazas de agua, se dejan reposar una hora para que suelten la sustancia
babosa, se cuela en un lienzo. Esto se une a dos tazas de agua donde se ha derretido 1/2 panela de
jabón azul rallado. Se envasa en un frasco de boca ancha para ser usado como champú. Si el
cabello es reseco y maltratado, se le añade una cucharadita de aceite de ajonjolí por cada taza del
preparado. Si el cabello es grasoso, se le añade una cucharadita de vinagre en la misma
proporción. Si no hace mucha espuma, se le puede agregar un poquito de champú de bebé.
• Hervir las flores de cayena, agregar jugo de limón y papelón al gusto y tomar como una bebida
para tranquilizar los nervios.
• La flor de la cayena tiñe de morado el papel; también el cordobán se tiñe de negro claro
frotándole con dicha flor. El cordobán es la piel curtida de macho cabrío o de cabra.