La Discalculia

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La discalculia es una discapacidad del aprendizaje en matemáticas.

Los niños con


discalculia pueden tener dificultades con cantidades y conceptos como mayor y
menor. También pueden tener dificultades con los símbolos matemáticos y
operaciones más complejas. Tener discalculia no significa falta de inteligencia, pero
a los niños puede que se les dificulte aplicar lo que saben cuando tienen que resolver
problemas de matemáticas.
La discalculia es un desafío común que afecta la capacidad de los niños para
aprender matemáticas. No solo los afecta en la escuela, sino que también puede
ocasionarles dificultades en la vida diaria. Los niños con discalculia a menudo
requieren apoyo adicional, pero hay muchas estrategias que pueden ayudarlos a
adquirir las habilidades (y la confianza) necesaria.
Dyscalculia Fact Sheet

¿Qué es la discalculia?

La discalculia dificulta que los niños realicen tareas relacionadas con las
matemáticas. No es tan conocida o comprendida como la dislexia, pero algunos
expertos creen que es igual de común.

Los expertos no saben con certeza si la discalculia es más común en niñas que en
niños. Sin embargo, la mayoría está de acuerdo con que es poco probable que haya
una diferencia significativa. (También es un mito que los niños sean mejores en
matemáticas que las niñas).
Savannah

Conozca a Savannah, una estudiante universitaria con discalculia.

Los niños con discalculia pueden tener dificultades con las matemáticas de muchas
maneras. Es frecuente que no comprendan las cantidades o conceptos como mayor
que y menor que. Puede que no entiendan que el número 5 es lo mismo que la
palabra cinco. (Estas habilidades son conocidas como sentido numérico).

También suelen tener problemas para recordar datos matemáticos. Puede que
entiendan la lógica detrás de las matemáticas, pero no cómo o cuándo aplicar lo que
saben para resolver problemas de matemáticas.

A menudo también tienen dificultad con la memoria funcional. Por ejemplo, les
cuesta retener en la memoria los números mientras resuelven ejercicios de
matemáticas de varios pasos.

La discalculia recibe muchos nombres. Algunas escuelas se refieren a ella como


discapacidad del aprendizaje en matemáticas. A veces los médicos la llaman
trastorno de las matemáticas. Puede que incluso usted escuche que la llaman dislexia
matemática o dislexia de los números. (Sin embargo, estos términos pueden
confundir. La discalculia y la dislexia no son lo mismo).

La discalculia puede causar diferentes tipos de dificultades matemáticas, y por ello


los síntomas pueden variar de un niño a otro. Tomar notas de lo que observa en su
hijo y comentarlas con sus maestros y médicos, ayudará a encontrar las mejores
estrategias.

La discalculia suele lucir diferente a distintas edades y se hace más evidente a


medida que los niños crecen. Sin embargo, los síntomas pueden aparecer a partir del
preescolar. Esté atento a:

Preescolar

Dificultad para aprender a contar y saltarse números, mucho después de que los
niños de su edad pueden recordar los números en el orden correcto.
Dificultad para reconocer patrones, como de lo más pequeño a lo más grande, o de
lo más alto a lo más bajo.
Problemas para reconocer los símbolos numéricos (saber que “7” significa siete).
No entender el significado de contar. Por ejemplo, cuando al niño se le pide 5
bloques entrega un montón sin contarlos.

Conozca otras señales de la discalculia en el preescolar.

Primaria

Dificultad para aprender y recordar datos matemáticos básicos, como 2 + 4 = 6.


Problemas para identificar y usar correctamente +, ‒ y otros signos.
Usar los dedos para contar en lugar de usar estrategias más avanzadas, como
calcular mentalmente.
Dificultad para entender palabras relacionadas con las matemáticas, como mayor
que y menor que.
Dificultad con las representaciones visoespaciales de números, como las líneas
numéricas.

Conozca otras señales de la discalculia en la primaria.

Escuela media

Dificultad para entender el valor relativo (el valor de los números según el lugar
donde se colocan).
Dificultad para escribir los números con claridad y colocarlos en la columna
correcta.
Dificultad con las fracciones y para medir cosas, como los ingredientes de una
receta simple.
Le cuesta llevar la cuenta de la puntuación en los deportes.

Conozca otras señales de la discalculia en la escuela media.

Bachillerato

Dificultad para aplicar conceptos matemáticos al dinero, incluyendo estimar el


costo total, el cambio exacto y la propina.
Dificultad para entender información presentada en gráficos o tablas.
Dificultad para medir cosas, como los ingredientes de una receta sencilla o
líquidos en una botella.
Dificultad para encontrar diferentes enfoques para resolver el mismo problema de
matemáticas.

Conozca otros signos de discalculia en el bachillerato.

La discalculia puede causar dificultades en otras áreas además del aprendizaje.


Conozca cómo puede afectar actividades diarias, incluyendo las interacciones
sociales y la administración del tiempo.
Profundice

Consulte una lista de signos de la discalculia a diferentes edades.


Lea recomendaciones sobre cómo ayudar a su hijo con las matemáticas.
Obtenga consejo experto sobre cómo ayudar a los chicos con tareas de
matemáticas que son complicadas.

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¿Qué puede coexistir con la discalculia?

Hay condiciones que suelen presentarse conjuntamente con la discalculia. Algunas de


ellas tienen síntomas que se parecen a los de la discalculia:
Mario

Escuche a Mario, un hombre con discalculia y dislexia.


Dislexia:

Con frecuencia los niños tienen tanto dislexia como discalculia. De hecho, los
investigadores han encontrado que entre el 43% y el 65% de los niños con
discapacidades en matemáticas también tienen discapacidades en lectura. Conozca
las diferencias entre la discalculia y la dislexia.

TDAH: A menudo la discalculia y el TDAH ocurren al mismo tiempo. A veces los


niños cometen errores en matemáticas debido a que tienen TDAH. Por ejemplo,
podrían tener dificultad para prestar atención a los detalles. Es por ello que algunos
expertos recomiendan revaluar las habilidades matemáticas una vez que los síntomas
del TDAH están bajo control.

Dificultades del funcionamiento ejecutivo: Las funciones ejecutivas son habilidades


importantes que afectan el aprendizaje. Incluyen la memoria funcional, el
pensamiento flexible, la planificación y la organización. Problemas con estas
habilidades pueden dificultar el aprendizaje de las matemáticas. Conozca cómo las
dificultades del funcionamiento ejecutivo pueden afectar las matemáticas.

Ansiedad matemática: Los niños con ansiedad matemática se preocupan tan solo con
la idea de tener que resolver un ejercicio de matemáticas. Ese miedo y nerviosismo
puede causar que hagan mal las tareas y se equivoquen en los exámenes. Conozca las
diferencias entre la discalculia y la ansiedad matemática.
La discalculia está asociada con algunos trastornos genéticos. Estos incluyen el
síndrome del cromosoma X frágil, el síndrome de Gerstmann y el síndrome de
Turner.
Profundice

Averigüe cómo diferentes desafíos del aprendizaje causan problemas con las
matemáticas.
Vea cómo los niños con discalculia pueden equivocarse en un problema de
matemáticas.
Conozca programas de enseñanza de las matemáticas en las escuelas.

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Posibles causas de la discalculia

Los investigadores no saben con exactitud cuál es la causa de la discalculia. Pero


creen que en parte se debe a diferencias en el funcionamiento y la estructura del
cerebro.

Estas son algunas de las posibles causas de la discalculia:

Genes: La investigación muestra que los genes pueden influir en si un niño tiene
discalculia. La discalculia suele presentarse en miembros de la misma familia, lo que
también sugiere que los genes juegan un papel.
Desarrollo del cerebro: Los estudios que usan imágenes del cerebro han mostrado
ciertas diferencias en las personas con discalculia. La estructura del cerebro es
diferente en ciertas áreas. También hay diferencias en el funcionamiento del cerebro
en áreas asociadas con el procesamiento de los números y los conceptos
matemáticos. (Esas áreas están relacionadas con habilidades importantes del
aprendizaje, como la memoria y la planificación).
Condiciones ambientales: La discalculia se ha relacionado con el síndrome
alcohólico fetal. Nacer prematuramente y con bajo peso también pueden tener un
papel en la discalculia.
Lesión cerebral: Los estudios muestran que las lesiones en ciertas partes del
cerebro pueden resultar en lo que los investigadores llaman discalculia adquirida.

No está claro qué tanto de estas diferencias cerebrales están determinadas por los
genes y cuánto por la experiencia. Pero los investigadores están intentando conocer si
las intervenciones pueden “recablear” el cerebro para que las matemáticas sean más
fáciles. Este concepto es conocido como neuroplasticidad.
Profundice

Revise términos importantes su su hijo tiene dificultades con las matemáticas.


Obtenga sugerencias para hablar con su hijo sobre la discalculia.
Descargue una actividad para ayudar a su hijo a identificar sus fortalezas.

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Cómo se diagnostica la discalculia

Determinar si su hijo tiene discalculia requiere una evaluación. Esto puede hacerse
en la escuela de forma gratuita, o usted puede pagar una evaluación privada.
(Conozca las ventajas y desventajas de las evaluaciones escolares y las evaluaciones
privadas, así como diferentes términos que podría escuchar en las evaluaciones).

Hay una serie de pruebas específicas para la discalculia, pero deben realizarse como
parte de una evaluación completa que examine otras áreas. Es importante tener un
visión completa de lo que está ocurriendo para hacer un diagnóstico preciso, ya que
hay otros desafíos que puede estar coexistiendo con la discalculia.
grandmother

Conozca a Hedy, quien crió a una nieta que tiene discalculia

Existen diferentes profesionales que realizan evaluaciones, que incluyen:

Psicólogos escolares
Psicólogos infantiles
Neuropsicólogos pediátricos.

Un psicólogo también puede buscar indicios de TDAH y problemas mentales como


la ansiedad y la depresión, los cuales son comunes en niños que piensan y aprenden
de manera diferente.

El evaluador podría preguntar sobre la historia familiar, y pedirle que complete


cuestionarios sobre las fortalezas y los retos de su hijo. También podría preguntar al
maestro de su hijo qué está observando en el salón de clases.

Un diagnóstico (las escuelas lo llaman identificación) permite que su hijo reciba


apoyos y servicios en la escuela. Por ejemplo, su hijo podría recibir instrucción
especial en matemáticas, o adaptaciones para facilitar el aprendizaje de las
matemáticas.
Profundice:

Averigüe cómo solicitar una evaluación en la escuela o una evaluación privada.


Conozca más acerca del proceso de evaluación.
Vea una lista de adaptaciones para la discalculia.

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Cómo los profesionales pueden ayudar con la discalculia

Distintos tipos de profesionales pueden ayudar de maneras diferentes a los niños con
discalculia. Algunos trabajan en la escuela y otros lo hacen de manera privada.

Estos son algunos de los profesionales que podrían trabajar con su hijo:

Maestros de educación especial


Tutores de matemáticas o terapeutas educativos
Psicólogos infantiles
Neuropsicólogos pediátricos

No existen medicamentos para la discalculia, ni tampoco programas de enseñanza


especializados como los hay para la dislexia. No obstante, un enfoque de enseñanza
llamado enseñanza multisensorial podría facilitar el aprendizaje de las matemáticas
en niños con discalculia. Este enfoque utiliza varios sentidos para ayudar a
desarrollar habilidades y entender conceptos. También ayuda a enseñar conceptos
matemáticos de forma sistemática, donde una habilidad se desarrolla a partir de la
anterior. Esto puede ayudar a los niños con discalculia a hacer conexiones más
fuertes con lo que están aprendiendo.

Los niños que tienen un IEP o un plan 504 pueden obtener una variedad de apoyos en
la escuela: tecnología de asistencia, adaptaciones como tiempo adicional en los
exámenes o el uso de una calculadora y que la tarea incluya menos problemas. Estos
apoyos pueden garantizar “igualdad de condiciones” para los niños con dislexia.
Su hijo podría también recibir apoyo en la escuela sin tener un IEP o un plan 504. Su
maestro puede proporcionar apoyos informales que lo ayuden en clase o con las
tareas y los exámenes. Además, su hijo podría recibir una intervención académica a
través de la respuesta a la intervención (RTI, por sus siglas en inglés).

Hay muchas estrategias que los maestros pueden usar para ayudar a los niños con
discalculia. (Usted también puede implementarlas en casa). Estos son algunos
ejemplos:

Usar casos concretos que relacionen las matemáticas con la vida real, como
clasificar botones, y ayuden a fortalecer el sentido numérico.
Usar apoyos visuales al resolver problemas. Por ejemplo, los niños podrían hacer
dibujos o mover objetos.
Usar papel cuadriculado para facilitar que los números estén alineados.
Usar un pedazo de papel para cubrir la mayor parte de la hoja de ejercicios de
matemáticas o del examen para que los niños se enfoquen en un problema a la vez.

Profundice:

Vea ejemplos de adaptaciones para la discalculia.


Conozca sobre la tecnología de asistencia para las matemáticas.
Descargue organizadores visuales gratuitos para ayudar a su hijo con las
matemáticas.

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Cómo puede ayudar a su hijo con discalculia

Su papel es clave cuando se trata de apoyar y motivar a su hijo. Desde colaborar con
la escuela hasta desarrollar habilidades matemáticas en la casa, usted puede ayudar a
que su hijo permanezca motivado para trabajar en sus desafíos.

Estas son algunas cosas que usted puede hacer:

Busque técnicas multisensoriales para enseñar matemáticas que puedan ser usadas
en la casa.
Descubra software, apps y herramientas Chrome para ayudar con las matemáticas.
Busque en Internet herramientas gratuitas para matemáticas.
Encuentre juegos de mesa que desarrollen destrezas matemáticas.
Aprenda maneras de desarrollar la autoestima de su hijo.
Lea lo que su hijo puede decir para abogar por sí mismo en primaria y en la
escuela media.
Obtenga recomendaciones acerca de cómo abogar por su hijo en la escuela.
Descubra las aptitudes de su hijo.

Para enterarse de otras ideas, revise una serie de estrategias para ayudar con la
discalculia y visite Entrenamiento para padres. Allí encontrará cientos de
recomendaciones prácticas para trabajar en desafíos sociales, emocionales y de
comportamiento en función de la edad del niño.

También es importante que usted tenga apoyo:

Conéctese con nuestra comunidad en línea e intercambie información con otras


familias.
Consulte a expertos a través de nuestros eventos gratuitos y en vivo con expertos.
Aprenda sobre los centros de capacitación e información para padres, un recurso
local gratuito.

Tener desafíos en cualquier área puede ser perjudicial para la confianza en sí mismo
de un niño. Los que tienen problemas en la escuela pueden sentirse “tontos” o
avergonzados. Es importante hacer saber a su hijo que todos tenemos problemas con
algo, incluido usted.

Descubra maneras de ayudar a su hijo a desarrollar una “mentalidad de crecimiento”


y a creer que las habilidades pueden mejorar. Obtenga recomendaciones para hablar
con su hijo acerca de las diferentes maneras de pensar y aprender. Ser receptivo ante
los desafíos puede mostrarle a su hijo que no es un problema tenerlos.
Características y síntomas de la discalulia

La discalculia cuenta con una amplia red de dificultades asociadas a las matemáticas
y sus características y síntomas van a variar según la edad del pequeño. Los síntomas
pueden resultar cambiantes y presentarse de forma diferente de un niño a otro.

Comienza a ser detectable en la etapa de preescolar, cuando el niño empieza a


desarrollar las habilidades del aprendizaje aritmético y persiste durante la infancia,
adolescencia e incluso edad adulta.

A medida que los pequeños van creciendo, estas dificultades se hacen más evidentes
pero debemos evitar esperar a que se produzca el fracaso para actuar. Lo más
importante en los casos de discalculia es que se realice una detección temprana, por
eso, tanto padres como profesores deben estar alerta para identificar las dificultades y
síntomas que pueden indicar el trastorno.

Cuanto antes ofrezcamos a estos niños las herramientas de intervención necesarias


para ayudarles a adaptarse al proceso escolar, mayores probabilidades de que
optimicen sus recursos mentales y estrategias de aprendizaje.

Síntomas de discalculia en preescolar:

Dificultades para aprender a contar.


Problemas asociados a la comprensión del concepto de número
Incapacidad para la clasificación y medición: Resulta muy complicado asociar un
número con una situación de la vida real, por ejemplo conectar el número “2” con la
posibilidad de tener 2 caramelos, 2 libros, 2 platos, etc…
Problemas para reconocer los símbolos asociados a los números, por ejemplo,
incapacidad de asociar el número “4” con el concepto “cuatro”.
Escritura incorrecta de los números al copiarlos o en un dictado.
Errores de forma: Confundir, por ejemplo, el número 9 con el 6, o el 3 con el 8.
Invertir la escritura: Escribe los símbolos volteados.
Errores de sonido: Confundir números que suenan parecido: Por ejemplo el “seis”
cono el “siete”
Síntomas a la hora de ordenar o secuenciar números: Repite algún número dos o
más veces.
Cuando decimos a un niño con discalculia que cuente, por ejemplo, hasta el 5 y se
detenga, muchas veces no es capaz de reconocer el límite al llegar al 5 por lo que
sigue contando.
Omisión: Suele presentarse como un síntoma muy frecuente, y se produce al
saltarse uno o más números de una serie
Síntomas relativos a la secuencia: Otra característica de discalculia sucede cuando
pedimos al niño que empiece a contar, por ejemplo desde el 4, pero no es capaz de
empezar a contar por este número y tiene que decir la secuencia completa
escribiéndola, o repitiéndola en voz baja.
Les cuesta reconocer y clasificar objetos por su tamaño y forma.

Definición de discalculia

Síntomas de discalculia en primaria:

Problemas para reconocer los símbolos aritméticos: confunden, por ejemplo, el


signo + con el – y no puede utilizar estos u otros signos correctamente.
Imposibilidad de aprender o recordar estructuras matemáticas muy básicas, por
ejemplo 1+2=3.
No son capaces de reconocer las palabras como “más grande que” o “menor a”
Es frecuente que utilicen los dedos para contar.
Dificultades para aprender y recordar el procedimiento o reglas de operaciones
sencillas. Tienden a saltarse pasos, no entienden bien el ejercicio que están
realizando.
Empiezan las operaciones por el orden incorrecto. Por ejemplo, a sumar y restar
por la derecha en vez de por la izquierda.
Presentan dificultades con la alineación de las operaciones: Cuando, por ejemplo,
se presenta una suma en horizontal no saben alinearla en vertical. Otro ejemplo de
este síntoma lo encontramos en las multiplicaciones, cuando los niños con discalculia
encuentran serios problemas alineando las columnas de números (subproductos) en
su columna correspondiente, o al dividir, cuando en el cociente anotan primero el
número de la derecha y después el de la izquierda invirtiendo el resultado.
Otra característica muy frecuente es presentar dificultades en las sumas y restas
con llevadas. Esto se produce porque los alumnos con discalculia no reconocen
correctamente la serie numérica ni tienen clara la idea de decimales.
Problemas de razonamiento: Un error bastante frecuente es que el resultado de una
resta sea mayor que los números que la conforman.
Bajos niveles de memoria mecánica: No son capaces de memorizar y recordar las
tablas de multiplicar, y les cuesta mucho también aprenderse, por ejemplo, un
número de teléfono.
Dificultades a la hora de realizar cualquier cálculo mental básico.
No comprenden el enunciado de los problemas. No lo captan de forma global el
problema, no son capaces de mantener en la mente los diferentes datos que aporta el
enunciado y tienen dificultades incluso a la hora de representarlo de forma visual,
con dibujos.
Síntomas relativos al proceso de razonamiento en los problemas matemáticos: La
representación mental deficiente les impide relacionar conceptos y no saben
diferenciar los datos relevantes con los secundarios. Tienen serias dificultades para
resolver problemas que necesitan más de un paso para encontrar el resultado.
También suelen presentar síntomas más generales como problemas para reconocer
y decir la hora y suelen perderse frecuentemente porque su sentido de la orientación
tiende a ser deficiente.

Síntomas de discalculia en primaria

Síntomas de discalculia en bachillerato:

Les cuesta aplicar temas matemáticos a su día a día, estimar cuanto se van a gastar
en total, devolver el cambio, planificar su presupuesto, etc…
Problemas a la hora de medir variables, por ejemplo, calcular a qué cantidad se
corresponde 500g de arroz, o 250ml de leche, 1/3 kg de harina…
Mala orientación, les cuesta mucho seguir indicaciones y suelen perderse.
Inseguridad a la hora de resolver problemas matemáticos sencillos y poca
creatividad con los números. No entienden las diferentes fórmulas o caminos para
resolver un mismo problema.
Dificultad a la hora de comprender gráficas, representaciones numéricas, incluso
mapas.
No suelen ser buenos conductores porque no calculan bien velocidades y
distancias.

Síntomas de discalculia en bachillerato

Pero también, es importante destacar, que no todos los niños que tienen problemas
para realizar operaciones matemáticas tienen problemas de discalculia, lo sustancial
es detectar la frecuencia de los síntomas. Y además, la discalculia no siempre está
relacionada con las operaciones matemáticas, los niños también tienen dificultades
con las actividades cotidianas o juegos comunes
Tipos de discalculia

Aunque la sintomatología que presenta la discalculia suele ser común en los


diferentes tipos de dislexia, esta patología se suele enmarcar en cinco grandes tipos
de discalculia que pasamos a explicar a continuación.

Discalculia verbal: Este tipo de discalculia representa dificultad en nombrar y


comprender los conceptos matemáticos presentados verbalmente. Los niños son
capaces de leer o escribir los números pero no de reconocerlos cuando son
pronunciados por otros.
Discalculia practognóstica: Este tipo atiende a la dificultad para traducir su
conocimiento sobre los conceptos abstracto-matemáticos a conceptos netos o reales.
Estas personas son capaces de entender conceptos matemáticos pero tienen
dificultades para enumerar, comparar y manipular las operaciones matemáticas en la
práctica.
Discalculia léxica: Se corresponde con la dificultad en la lectura de los símbolos
matemáticos, los números así como las expresiones matemáticas o ecuaciones. El
niño con este tipo de discalculia léxica puede entender los conceptos relacionados
con las matemáticas cuando se habla de ellos pero tiene dificultades para leerlos y
comprenderlos.
Discalculia gráfica: Es la dificultad para escribir símbolos matemáticos, los niños
que padecen este tipo de discalculia son capaces de entender los conceptos
matemáticos pero no tiene la capacidad para leerlos así como escribir o usar los
símbolos matemáticos.
Discalculia ideognóstica: Es la dificultad para realizar operaciones mentales, sin
usar los números para llegar al resultado y para comprender conceptos o ideas
relacionadas con las matemáticas o la aritmética. Además el niño con discalculia
ideognástica tiene dificultades para recordar los conceptos matemáticos después de
aprenderlos.
Discalculia operacional: Este tipo de discalculia se corresponde con la dificultad
para ejecutar operaciones aritméticas o cálculos matemáticos tanto verbales como
escritos. Una persona con discalculia operacional, será capaz de entender los
números y las relaciones entre ellos pero su dificultad se encuentra a la hora de
manipular números y símbolos matemáticas para el proceso de cálculo.

Definición/Clasificación trastornos de la comunicación


Los trastornos de la comunicación

El lenguaje es un sistema complejo y dinámico de símbolos convencionales que


forma parte del desarrollo general del individuo e incide fuertemente en su calidad de
vida. Se rige por reglas y se describe por los parámetros morfológico fonológico,
sintáctico, semántico y pragmático (ASHA, 1982, American Speech Language
Hearing Association).

Las primeras sospechas de alarma de la no aparición del lenguaje o de retraso en su


adquisición aparecen hacia los 2-3 años, ineludiblemente antes de los 4. El criterio
evolutivo de que a los dos años un niño o niña tenga menos de 50 palabras
inteligibles y/o no tenga enunciados de dos palabras (Kelly, 1998), es importante en
el diagnóstico del inicio tardío del lenguaje.

En general, los autores proponen tener en cuenta los criterios evolutivos para
diferenciar retraso del trastorno, delimitar el desarrollo y detectar síntomas de alarma
(comprensión, vocalizaciones, léxico) en distintas edades[1].

Martos J. indica que un tercio de los niños/as con inicio tardío del lenguaje
desarrollará finalmente un TEL[2]. Según Aguado G., el porcentaje de niños y niñas
con TEL rondaría alrededor de un 6% en niños y niñas en edad escolar de entre 5 y
8/9 años[3] y generalmente han tenido un inicio tardío del lenguaje.
Las dificultades en el desarrollo del lenguaje y comunicación se describen desde un
prisma evolutivo en la comprensión, forma y uso del lenguaje. Es fundamental partir
de un conocimiento de los aspectos evolutivos de la comunicación y del lenguaje, de
los rasgos que caracterizan las etapas del desarrollo normal del lenguaje, con una
interpretación no aislada o descontextualizada, sino global que contemple las
múltiples variables implicadas en la comunicación y el lenguaje.

El retraso de lenguaje es el retraso en la aparición o en el desarrollo de todos los


niveles del lenguaje (fonológico, morfosintáctico, semántico y pragmático), que
afecta sobre todo a la expresión y, en menor medida, a la comprensión, sin que esto
se deba a discapacidad intelectual, trastorno del desarrollo, déficit auditivo o
trastornos neurológicos. Conlleva un comienzo tardío y desarrollo de lenta evolución
en el lenguaje. Se puede subdividir en niveles de gravedad: leve, moderado y grave.

En general, los autores proponen tener en cuenta los criterios evolutivos para
diferenciar retraso del trastorno, delimitar el desarrollo y detectar síntomas de alarma
(comprensión, vocalizaciones, léxico) en distintas edades[4]. Existe un gradiente de
gravedad creciente en la dificultad, desde las dislalias, el retraso fonológico, el
retraso simple a la disfasia (Serra 2002, comparativa HI, RL y TEL).

Los Trastornos de la comunicación, forman parte, en el DSM-IV, de los Trastornos


de Inicio en la infancia, niñez o adolescencia; en el DSM-5, en cambio, se
contemplan en el grupo de los Trastornos del Neurodesarrollo (trastornos con origen
en el período del desarrollo, caracterizados por déficits en el desarrollo con
dificultades en áreas específicas o limitaciones globales en lo personal, social,
académico o en el funcionamiento ocupacional), atendiendo al modelo menos
categorial y más dimensional de esta última versión.

Los cambios más significativos en el DSM-5 respecto al DSM-IV, en los Trastornos


de la Comunicación son:

Unificar en Trastorno del lenguaje el Trastorno mixto receptivo-expresivo y el


Trastorno expresivo.
Contemplar todas las modalidades del lenguaje (hablado, escrito, lenguaje de
signos u otros).
Incorporar el concepto “Inicio de los síntomas en las primeras fases del
desarrollo”.
Añadir el Trastorno de comunicación social (Pragmático).

Definición y clasificación
Trastorno específico del lenguaje

El trastorno específico del lenguaje es un trastorno significativo muy heterogéneo,


que incluye alteraciones en uno en varios componentes del lenguaje comprensión,
expresión), en los aspectos léxicos, fonológicos, morfosintácticos y/o en el uso
comunicativo del lenguaje no esperables para la edad y lengua materna. El retraso
debe ser de al menos dos años e interferir en otras áreas del aprendizaje escolar y en
la comunicación social y no puede explicarse por discapacidad sensorial, motora,
intelectual o influencia de factores socioculturales. Esta variabilidad complica el
establecimiento de unos criterios claros y concretos, para poder decidir, si un niño o
niña presenta un TEL.

Todas estas circunstancias hacen que la evaluación e identificación del alumnado con
TEL sea muy compleja y requiera de unos criterios cuantitativos como cualitativos,
para identificar sus necesidades educativas específicas.

La clasificación con base clínica de los subtipos de TEL, aceptada por casi toda la
comunidad científica, aunque cuestionada, es la propuesta por Rapin y Allen
(Clasificación clínica de Rapin y Allen (1987, 1988), revisada por Monfort (1993ª) y
C. Muller (1997)).

En el Documento de consenso elaborado por el comité de expertos en TEL[1],


consideran que el trastorno podría estar constituido únicamente por el trastorno
fonológico-sintáctico y el trastorno sintáctico-semántico, entendiendo que el resto no
se corresponden con el TEL.

En los manuales (DSM) de la American Psyquiatric Association, el TEL se incluye


(junto con otros trastornos de comunicación y lenguaje), en los Trastornos de la
Comunicación.

El DSM-IV diferencia entre Trastorno del Lenguaje expresivo, en el que la capacidad


del niño o niña para la expresión del lenguaje oral es marcadamente inferior al nivel
adecuado a su edad mental, pero en el que la comprensión del lenguaje está dentro de
los límites normales, y Trastorno del Lenguaje Receptivo-Expresivo (Trastorno de la
Comprensión del Lenguaje en la CIE-10), en el que la comprensión del lenguaje por
parte del niño/a es inferior al nivel adecuado a su edad mental y con notable deterioro
de la expresión del lenguaje.

Los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE 10 proponen puntos de corte


para las puntuaciones de lenguaje receptivo y comprensivo: dos desviaciones
estándar por debajo del nivel esperado y una discrepancia entre CI verbal y no verbal
de una desviación estándar.

Para determinar el diagnóstico del Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) se


utilizan los criterios de la American Psyquiatric Association incluidos en el DSM-IV
y DSM-5

Comorbilidad con otros trastornos

En diferentes estudios se pone de manifiesto la comorbilidad entre TEL con otros


trastornos del neurodesarrollo:

– Un porcentaje considerable de niños y niñas con TEL en Educación Infantil


alcanzan los criterios de dislexia y/o Trastorno Especifico del Aprendizaje en las
etapas de Educación Primaria y Secundaria.

– En relación a la comorbilidad TEL-TEA, decir que en los primeros años los niños y
niñas con ambos diagnósticos presentan una sintomatología similar en alteraciones
del lenguaje y comunicación, característica que dificulta la tarea del diagnóstico.
Martos y Ayuda (6) concluyen que, si bien, la relación TEL-TEA y el
cuestionamiento sobre si son extremos de un mismo continuo o cuadros separados en
categorías excluyentes es todavía discusión entre los profesionales, existen señales
tempranas diferentes en el desarrollo entre ambos trastornos, señalando la imitación
como recurso de adquisición de aprendizajes en niños y niñas con TEL, y, las
estereotipias, aislamiento y escaso contacto ocular como los síntomas más
diferenciales entre ambos. Bishop ha incidido más concretamente en las
características y en el diagnóstico diferencial de niños con TSP (Trastorno Semántico
Pragmático), TEL, Autismo y TGD no especificado, señalando la debilidad entre las
líneas divisorias de dichos grupos.

– El TEL comparte con el TDA-H la afectación en la memoria de trabajo y en el


procesamiento de la información.

– El TEL está asociado también al Trastorno de la Comunicación social


(Pragmático), donde existen antecedentes familiares de trastornos del habla o del
lenguaje.

Se plantea, por todo esto, la necesidad de adoptar modelos bidimensionales en lugar


de esquemas categoriales y excluyentes en la comprensión de estos trastornos.
Trastorno fonológico

Denominado anteriormente trastorno del desarrollo de la articulación, se trata de un


trastorno específico, en el que la pronunciación de los fonemas por parte del niño o
niña está a un nivel inferior al adecuado a su edad mental. Incluye errores de la
producción fonológica que comporta incapacidad para producir correctamente los
sonidos del habla.

Los Criterios Diagnósticos de Investigación de la CIE-10 proponen que la capacidad


para la articulación de la palabra, evaluada mediante test estandarizados, se sitúe dos
desviaciones estándar por debajo del nivel esperado.

Criterios de la American Psyquiatric Association incluidos en el DSM-IV y DSM-5

Tartamudeo (Trastorno de la fluidez de inicio en la infancia)

La característica esencial del tartamudeo es el trastorno de la fluidez normal y


estructuración temporal del habla, en forma de frecuentes repeticiones o
prolongaciones de sonidos o sílabas y otras alteraciones de la fluidez. El alcance de
la alteración varía en las distintas situaciones y se acusa más cuando la comunicación
esta sujeta a algún tipo de presión.

En los manuales DSM se establece la significación clínica del trastorno con arreglo
al grado de interferencia sobre los logros académicos y laborales o de la
comunicación social. En la CIE-10, en cambio, se basan en una duración mínima de
3 meses para determinar su significación clínica.

Criterios de la American Psyquiatric Association incluidos en el DSM-IV y DSM-5


Trastorno de la comunicación social (pragmático)

El DSM-5 incorpora este trastorno en su clasificación.

Se caracteriza por una dificultad primaria con la pragmática o el uso social del
lenguaje y la comunicación manifestado en forma de deficiencias en la comprensión,
seguimiento de las reglas sociales de comunicación verbal y no verbal en contextos
naturales, de las normas de conversación y narración.

Estas dificultades causan limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la


participación social, el desarrollo de las relaciones sociales, los logros académicos y
el desempeño laboral.

Su característica más habitual es el deterioro del lenguaje caracterizado por


antecedentes de retraso, y también se pueden dar problemas conductuales, trastornos
específicos del aprendizaje y el TDA-H.

Es necesario realizar un diagnóstico diferencial con TEA, TDA-H, Discapacidad


intelectual y/o Trastorno de ansiedad social.

Los criterios de la American Psyquiatric Association incluidos en el DSM-IV y


DSM-5 son:

A. Dificultades persistentes en el uso social de la comunicación verbal y no verbal


que se manifiesta por todos los siguientes factores:

Deficiencias en el uso de la comunicación para propósitos sociales, como saludar y


compartir información, de manera que sea apropiada al contexto social.
Deterioro de la capacidad para cambiar la comunicación de forma que se adapte al
contexto o a las necesidades del que escucha, como hablar de forma diferente en un
aula o en un parque, conversar de forma diferente con un niño o con un adulto, y
evitar el uso de un lenguaje demasiado formal.
Dificultades para seguir las normas de conversación y narración, como respetar el
turno en la conversación, expresarse de otro modo cuando no se es bien comprendido
y saber cuándo utilizar signos verbales y no verbales para regular la interacción.
Dificultades para comprender lo que no se dice explícitamente (p. ej., hacer
inferencias) y significados no literales o ambiguos del lenguaje (p. ej., expresiones
idiomáticas, humor, metáforas, múltiples significados que dependen del contexto
para la interpretación).

B. Las deficiencias causan limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la


participación social, las relaciones sociales, los logros académicos o el desempeño
laboral, ya sea individualmente o en combinación.

C. Los síntomas comienzan en las primeras fases del período de desarrollo (pero las
deficiencias pueden no manifestarse totalmente hasta que la necesidad de
comunicación social supera las capacidades limitadas).
D. Los síntomas no se pueden atribuir a otra afección médica o neurológica ni a la
baja capacidad en los dominios de morfología y gramática, y no se explican mejor
por un trastorno del espectro del autismo, discapacidad intelectual (trastorno del
desarrollo intelectual), retraso global del desarrollo u otro trastorno mental.
Trastorno de la comunicación no especificado

Esta categoría se aplica a presentaciones en las que predominan los síntomas


característicos del trastorno de la comunicación que causan malestar clínicamente
significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del
funcionamiento pero que no cumplen todos los criterios del trastorno de la
comunicación o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los
trastornos del desarrollo neurológico.

La categoría del trastorno de la comunicación no especificado se debe utilizar (según


los manuales DSM) en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el
motivo de incumplimiento de los criterios de trastorno de la comunicación o de un
trastorno del desarrollo neurológico específico, e incluye presentaciones en las no
existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico.

En la CIE-10 se incluye como Trastorno del desarrollo del habla y del lenguaje sin
especificación y argumentan que esta categoría no debe utilizarse, y hacerlo
únicamente en los casos donde haya un deterioro significativo del desarrollo del
habla o lenguaje.
Qué es discapacidad del desarrollo
Lectura fácil Lectura fácil

La discapacidad intelectual implica una serie de limitaciones en las habilidades que


la persona aprende para funcionar en su vida diaria y que le permiten responder ante
distintas situaciones y lugares.

A las personas con discapacidad intelectual les cuesta más que a los demás aprender,
comprender y comunicarse.

La discapacidad intelectual generalmente es permanente, es decir, para toda la vida, y


tiene un impacto importante en la vida de la persona y de su familia.

En España hay casi 300.000 personas con discapacidad intelectual.

Sin embargo una buena parte de las personas con discapacidad intelectual tiene gran
autonomía, y no necesita muchos apoyos para llevar una vida normal.

Este término se utiliza para todas aquellas discapacidades que se originan en el


tiempo del desarrollo; generalmente, en nuestra cultura, este tiempo se ciñe a los
primeros 18 años de vida de la persona. Indica que existen limitaciones en áreas
relevantes de la vida tales como el lenguaje, la movilidad, el aprendizaje, el
autocuidado y la vida independiente.

Las discapacidades del desarrollo engloban una serie de condiciones como:

La propia discapacidad intelectual.


Los trastornos del espectro de autismo (TEA)
La parálisis cerebral.
Otras situaciones estrechamente relacionadas con la discapacidad intelectual.

Todas estas circunstancias requieren de apoyos similares a aquellos que se ofrecen a


personas con discapacidad intelectual, y por eso muchas de nuestras entidades
ofrecen apoyo a personas con trastornos del espectro de autismo o parálisis cerebral,
por ejemplo.

Al englobar en su Misión y objetivos a las personas con discapacidades del


desarrollo, Plena inclusión responde a esta realidad existente en nuestras
organizaciones desde sus inicios.

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