Este documento define y describe las alteraciones del comportamiento en la infancia. Explica que estas conductas no son necesariamente patológicas por sí mismas, sino que dependen del contexto social y cultural. Luego detalla los criterios para identificar alteraciones del comportamiento, incluyendo que la conducta viole normas sociales, afecte las relaciones del niño y interfiera con su desarrollo. Finalmente, describe los principales trastornos de conducta según el DSM-5, incluyendo el Trastorno Negativista Desafiante, el Trastorno Exp
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Este documento define y describe las alteraciones del comportamiento en la infancia. Explica que estas conductas no son necesariamente patológicas por sí mismas, sino que dependen del contexto social y cultural. Luego detalla los criterios para identificar alteraciones del comportamiento, incluyendo que la conducta viole normas sociales, afecte las relaciones del niño y interfiera con su desarrollo. Finalmente, describe los principales trastornos de conducta según el DSM-5, incluyendo el Trastorno Negativista Desafiante, el Trastorno Exp
Este documento define y describe las alteraciones del comportamiento en la infancia. Explica que estas conductas no son necesariamente patológicas por sí mismas, sino que dependen del contexto social y cultural. Luego detalla los criterios para identificar alteraciones del comportamiento, incluyendo que la conducta viole normas sociales, afecte las relaciones del niño y interfiera con su desarrollo. Finalmente, describe los principales trastornos de conducta según el DSM-5, incluyendo el Trastorno Negativista Desafiante, el Trastorno Exp
Este documento define y describe las alteraciones del comportamiento en la infancia. Explica que estas conductas no son necesariamente patológicas por sí mismas, sino que dependen del contexto social y cultural. Luego detalla los criterios para identificar alteraciones del comportamiento, incluyendo que la conducta viole normas sociales, afecte las relaciones del niño y interfiera con su desarrollo. Finalmente, describe los principales trastornos de conducta según el DSM-5, incluyendo el Trastorno Negativista Desafiante, el Trastorno Exp
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Alteraciones comportamentales en la infancia
Tras una revisión de las definiciones proporcionadas por diferentes autores
(Merbert, Brioso y Sarriá), podemos decir, que las alteraciones del comportamiento son un conjunto de conductas que, en sí mismas, no son consideradas “patológicas”, sino que reciben esta atribución en función de su exceso o su defecto y/o su desfase en relación con la edad del sujeto. Consideran que la “norma” para evaluar una conducta como patológica debe definirse teniendo en cuenta las características del medio educativo, social y cultural al que pertenece el individuo evaluado. De forma más concreta, la identificación de una alteración o trastorno comportamental exige, además: - Que el comportamiento en cuestión suponga una pauta conductual relativamente estable, que implique la violación o no adquisición de cierta norma, reguladora del intercambio social en el entorno propio del individuo, a una edad en que dicha norma debiera haber sido adquirida y debiera respetarse. - Que la conducta en cuestión, en el grado en que se manifiesta, afecte significativamente a la relación del sujeto con su medio social. - Que dicha conducta interfiera significativamente en el proceso de desarrollo personal del individuo que la presenta. Por otro lado, las conductas antisociales incluyen una amplia gama de actividades tales como acciones agresivas, hurtos, vandalismo, absentismo escolar, abandonos de casa… normalmente estas conductas se consideran juntas pues se suelen dar asociadas. Todas ellas infringen reglas y expectativas sociales importantes. Nosotros utilizaremos este concepto para referirnos a los casos en que los adolescentes manifiestan un patrón de conducta antisocial, bien cuando existe un deterioro significativo en el funcionamiento diario en casa o en la escuela, o bien cuando las conductas son consideradas incontrolables por familiares y amigos. Trastorno de conducta queda reservado para la conducta antisocial clínicamente significativa, sobrepasando el ámbito del normal funcionamiento. El DSM-5 (APA, 2013) establece un nuevo grupo de trastornos denominados Trastornos perturbadores, del control de impulsos, y de la conducta. Esta categoría incluye el trastorno negativista desafiante, trastorno explosivo intermitente, trastornos de conducta, trastornos de la personalidad antisocial, piromanía, cleptomanía, otro trastorno perturbador, del control de impulsos, y de la conducta especificado y otro trastorno perturbador, del control de impulsos, y de la conducta no especificado. Aunque parece tratarse de un grupo poco homogéneo los trastornos de este grupo se clasifican por presentar problemas de autocontrol emocional y comportamental. El trastorno de personalidad antisocial, también se incluye en el grupo de trastornos de personalidad. El DSM-5 asume que el TDAH es muy comórbido con los trastornos de este grupo, pero entiende que consiste más bien en un trastorno del neurodesarrollo. A continuación, se detallan los criterios diagnósticos que establece el DSM-5 para los principales trastornos de conducta que pueden afectar en la infancia (el TDAH será comentado posteriormente). Trastorno negativista desafiante. El trastorno se ha definido como un patrón de conducta desafiante, negativista, hostil y desobediente hacia la autoridad, que persiste al menos durante seis meses. Los criterios diagnósticos para este trastorno son: - Un patrón de enfado/ irritabilidad, discusiones/actitud desafiante o vengativa que dura por lo menos seis meses, que se exhibe durante la interacción por lo menos con un individuo que no sea un hermano. - Este trastorno del comportamiento va asociado a un malestar en el individuo o en otras personas de su entorno social inmediato (es decir, familia, grupo de amigos, compañeros de clase) o tiene un impacto negativo en las áreas social, educativa, u otras importantes. - Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico, un trastorno por consumo de sustancias, un trastorno depresivo o uno bipolar. Además, no se cumplen los criterios de un trastorno de desregulación perturbador del estado de ánimo. Se debe considerar la persistencia y la frecuencia de estos comportamientos para distinguir los que se consideren dentro de los límites normales, de los sintomáticos. En los niños de menos de cinco años el comportamiento debe aparecer casi todos los días durante un periodo de seis meses por lo menos. En los niños de cinco años o más, el comportamiento debe aparecer por lo menos una vez por semana durante al menos seis meses. Trastorno explosivo intermitente. Se dan arrebatos recurrentes en el comportamiento que reflejan una falta de control de los impulsos de agresivos, manifestado por: - Agresión verbal o agresión física contra la propiedad, los animales u otros individuos, en promedio dos veces por semana, durante un periodo de tres meses. La agresión física no provoca daños ni destrucción de la propiedad, ni provoca lesiones físicas a los animales ni a otros individuos. - Tres arrebatos en el comportamiento que provoquen daños o destrucción de la propiedad o agresión física con lesiones a animales u otros individuos, sucedidas en los últimos doce meses. La magnitud de la agresividad expresada durante los arrebatos recurrentes es bastante desproporcionada. Los arrebatos agresivos recurrentes no son premeditados ni persiguen ningún objetivo tangible. Los arrebatos agresivos recurrentes provocan un marcado malestar en el individuo. El individuo tiene una edad cronológica de seis años por lo menos (o un grado de desarrollo equivalente). Los arrebatos agresivos recurrentes no se explican mejor por otro trastorno mental. En los niños de edades comprendidas entre 6 y 18 años, a un comportamiento agresivo que forme parte de un trastorno de adaptación no se le debe asignar este diagnóstico. Este diagnóstico se puede establecer además del diagnóstico de trastorno de déficit de atención con hiperactividad, trastornos de conducta, trastorno negativista desafiante o trastorno del espectro del autismo, cuando los arrebatos agresivos impulsivos recurrentes superen a los que habitualmente se observan en estos trastornos y requieran atención clínica independiente. Trastorno de la conducta Este trastorno se caracteriza por un patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de la edad, lo que se manifiesta por la presencia en los doce últimos meses de por lo menos tres de los quince criterios marcados por el DSM-5 en cualquier de las categorías de las cuatro categorías: agresión a personas y animales, destrucción de la propiedad, engaño o robo, violaciones graves de las normas. El trastorno del comportamiento provoca un malestar clínicamente significativo en las áreas social, académica o laboral. Se especifica si es de: - Tipo de inicio infantil (los individuos muestran por lo menos un síntoma característico del trastorno de conducta antes de cumplir los 10 años.) - Tipo de inicio adolescente (los individuos no muestran ningún síntoma característico del trastorno de conducta antes de cumplir los 10 años.) - Tipo de inicio no especificado (se cumplen los criterios del trastorno de conducta, pero no existe suficiente información disponible para determinar si la aparición del primer síntoma fue anterior a los 10 años de edad.)
(ACDB2-20%) Foro: Analice Los Trastornos Disruptivos, Del Control de Impulsos y La Conducta y Participe en El Foro Académico. - 104-RED-PSICOPAT DEL NIÑO Y DEL ADOLESCENTE