Ensayo: El Origen Social Del Programa Arquitectónico

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Ensayo: El origen social del programa arquitectónico

¿Qué importancia tiene la elaboración de un programa arquitectónico?, y que variables se deben


tener en cuenta para su realización, ¿Además del arquitecto, quienes más son responsables en
la toma de decisiones para el desarrollo de un proyecto?

Este ensayo abarca la perspectiva de Villagrán sobre la importancia de un buen análisis previo a
la realización de un programa arquitectónico, su planteamiento y desarrollo de ideas que
implican una definición en la arquitectura y su proceso de concepción. Teniendo en cuenta que
un programa arquitectónico es el conjunto de exigencias que debe satisfacer una obra por
proyectar y que da respuestas a preguntas: ¿Qué? ¿Para qué? ¿En dónde? ¿Con que? Las cuales
deben ser respondidas por el arquitecto con la finalidad de determinar las exigencias de
habitabilidad que orientan todo el proceso arquitectónico.

Este análisis comenta 3 puntos: Las necesidades humanas, Identificar las diferentes dimensiones
de habitabilidad, y la manera de valorar un espacio construido.

La finalidad y causa del programa arquitectónico:

En primer lugar se ubica el origen y su propósito, en la vida real es un tema que no se le presta
la atención requerida, por lo que el estudiante terminar desarrollando espacios sin contenido y
llegan a convertirse en un conjunto escasamente elocuente de datos sin significado y sin análisis.

Para Villagrán la habitabilidad debe ser la finalidad de todo programa arquitectónico. La


arquitectura debe responder claramente a un usuario con ciertas necesidades, es decir espacios
habitables que logren satisfacer sus necesidades de forma íntegra y plena. Por lo cual esto
debería ser ley para todo arquitecto a la hora de diseñar, ya que no solo construimos edificios
que serán usados para un fin, si no que este involucra a un usuario que demanda actividades,
que tiene una cultura, que se identifica con un espacio y a todo ello el arquitecto debe ser capaz
de procesar toda esa información y transformarla en espacios que identifiquen a este usuario.

La habitabilidad es la categoría esencial del programa arquitectónico:

Para abordar este punto, se debe tener en claro que es necesario aprender y entender la cultura
para que quienes se diseña ya que en este proceso intervienen diferentes factores, y para ello el
arquitecto debe identificar cual es el propósito que tendrán sus diseños, entorno a quienes va a
diseñar teniendo en claro el lugar e historia donde se llevara a cabo. Ya que el mismo no puede
imponer sus propios criterios ya que generaría obras estériles y carentes de significado social.
(el hombre y la Arquitectura – UNAM)

Así que la única forma de poder entender la necesidad espacial del habitante es conociendo la
forma en la que vive el usuario, su cultura y su personalidad.

Subjetividad y objetividad, el problema y el programa:

Según la Ley Cronotópica, todas las culturas son únicas y aun que compartan tiempos o espacios
que las identifica el desarrollo de cada una de ellas es diferente.

La ubicación cronotópica provoca relaciones entre la subjetividad del arquitecto y las


condiciones objetivas en que se presenta el problema del espacio que demanda una
intervención arquitectónica.
Por lo que la subjetividad y objetividad son categorías del programa arquitectónico, ambos
relacionados, pero a su vez independientes entre sí, es aquí donde el arquitecto pone en práctica
todo lo aprendido teniendo como resultado un programa, fruto de un diagnóstico y síntesis,
identificando cada parte para posteriormente elaborar una forma de diseño. Lo cual provoca
estilos, marca épocas, identifica a las culturas y hace que la arquitectura sea tan diversa como la
humanidad misma.

Otro punto que el arquitecto no se debe pasar por alto, es saber con qué recursos financieros
cuenta para la realización de su obra, pero este no debe primar sobre el análisis del usuario
expuesto anteriormente ya que al realizar una lista de carácter económico sobre los espacios
que necesita el edificio provocaría que el programa arquitectónico pierda su contenido y se
convierta en espacios vacíos y sin significado.

Para concluir Villagrán expone que un programa es: “el conjunto de exigencias que debe
satisfacer una obra por proyectar”

Con esto podemos decir que como arquitectos debemos identificar las exigencias como
demanda espacial, después de haber conocido todas las necesidades que requiere el habitante,
como el lugar donde se desplazará el proyecto, su cultura, sus sueños, y como se busca satisfacer
con los recursos del entorno las exigencias espaciales del usuario. Otro aspecto importante que
se debería tomar en cuenta es el resolver sus necesidades humanas para la mejora de su
condición física, biológica, social y estética. Al tener en cuenta todos estos requerimientos
podemos decir que se lograría una completa habitabilidad y una concepción de necesidades.

Cabe mencionar también que en muchos de los casos en nuestro país no se está realizando una
arquitectura que involucren todos los aspectos mencionados anteriormente, el boom de las
inmobiliarias solo se ha dedicado a construir edificios fríos sin algún sentido y sin pertenencia
que identifique al usuario que lo habita. La organización mundial de la salud (OMS) ha definido
“el síndrome del edificio enfermo” como un conjunto de malestares y enfermedades originadas
o favorecidas por la contaminación en los espacios arquitectónicos, y debidas entre otras causas
a la mala ventilación, la descompensación de temperaturas, la ionización, la radiación
electromagnética, las partículas en suspensión, los gases y vapores de origen químico. Y esto se
debe a que los proyectos arquitectónicos no se humanizan siendo regidas por intereses
económicos obviando por completo la esencia del porque se hace arquitectura.

García Izásiga, Martha Lucia

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