Reglamento de Los Monaguillos
Reglamento de Los Monaguillos
Reglamento de Los Monaguillos
INTRODUCCION
Para que una persona pueda llegar a ser plenamente consciente de si mismo y asuma su misión en el
mundo como cristiano, debe tener un crecimiento balanceado en los diversos aspectos que lo
conforman como persona humana. Esta es la preocupación de la Escuela de Monaguillos. En ella se
fomentará el crecimiento, en su relación consigo mismo, con quienes lo rodean, con la sociedad y con
Dios. Y una de las áreas de crecimiento en las que se hace un especial énfasis al igual que las demás
áreas durante la formación es la dimensión cristiana que pretende integrar tanto el aspecto doctrinal
como el espiritual, por lo que el coordinador, los padres de familia y el Párroco son elementos
importantes para el desarrollo tanto espiritual como intelectual en el ser cristiano del monaguillo.
Todo servicio que hacemos para Jesús, tiene que ser desempeñado con toda la devoción y solemnidad
que merece nuestro Señor. El rol del monaguillo es uno de los más importantes que pueda desempeñar
todo aquel que sirve en el Altar, por estar muy cerca de Cristo Eucaristía. Y por ser el encargado de
asistir a Jesús en la persona del Sacerdote, se le conoce como Servidor del Altar.
Los monaguillos son escogidos de entre los fieles de la Parroquia, de entre quienes demuestren un
deseo de participar de una manera más íntima en la Santa Misa. Es un verdadero honor y un privilegio
extremo servir y arrodillarse tan cerca del Altar, figura de Nuestro Salvador amoroso, Jesucristo.
Debemos tomar conciencia que sobre el altar estará presente el Cuerpo, la Sangre, el Alma y la
Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo. El monaguillo está encargado de que Jesús, a través de la
persona del Sacerdote, esté bien servido; como cuando tenemos a alguien que nos es muy querido en
casa, y nos desvivimos por honrarle con nuestras atenciones.
Por estar tan cerca de Jesús, habrán de observar unos modales dignos del Señor. Esto conlleva desde
cómo llegan para servirle en la Santa Misa, fiesta a la que todos somos invitados, hasta el modo de
comportarse antes, durante y después de la misma.
El monaguillo lo es las veinticuatro horas, no es sólo una o dos horas, mientras se encuentra en el
templo, lo es siempre. Recuerda que cuando las personas asisten a la Misa, los ven en el Altar junto
al sacerdote, tranquilo, respetuoso. Por lo tanto, esperan el mismo comportamiento fuera del Altar.
Por eso, el ejemplo debe ser el mejor, todos los están observando: vecinos, maestros, vuestros padres,
sacerdotes, Dios.
La Iglesia siempre ha reconocido con cariño la labor desarrollada por los monaguillos. En las
celebraciones donde ellos participan se percibe algo especial, porque su participación realza la misa.
Juan Pablo II dijo, refiriéndose a los monaguillos: “que en la liturgia son mucho más que simples
ayudantes del párroco, son sobre todo servidores de Jesucristo, el Sumo y eterno Sacerdote. Están
llamados en particular a ser jóvenes amigos de Jesús, profundizando y cultivando esta amistad con
Él”.
REGLAMENTO DE MONAGUILLOS
PARROQUIA VERBO DIVINO