Alfaro Torres 2015
Alfaro Torres 2015
Alfaro Torres 2015
MÉXICO
FACULTAD DE INGENIERÍA
TESIS
QUE PARA OBTENER EL TÍTULO DE INGENIERA
GEÓLOGA
PRESENTA
MARÍA DEL CARMEN ALFARO TORRES
DIRECTOR DE TESIS
DR. RICARDO JOSÉ PADILLA Y SÁNCHEZ
Facultad de Ingeniería
Mayo de 2015
Gracias a la vida que me ha dado tanto,
me dio dos luceros que cuando los abro
perfecto distingo lo negro del blanco
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.
Violeta Parra
AGRADECIMIENTOS
A mi mamá, Martha Elena, por la confianza, el cariño, el amor, y toda la fuerza que me
ha brindado siempre. Por su apoyo incondicional para lograr esta meta.
A mis hermanos: Alejandro, Juan, Jorge, Iris y Fernando, por todas las enseñanzas que
me han transmitido, porque de alguna forma forjaron mi carácter y mi persona, por
ser una parte esencial en mi vida.
A mis queridos abuelos, Régulo y Carolina, por el apoyo y cariño que siempre me han
brindado.
A mis tíos y tías, especialmente a mi tía Lourdes y a mis tíos Luisín, Antonio, Óscar y
Ramiro, por brindarme su apoyo y consejos. A mis primos, porque hacen la vida
mucho más divertida, en especial a la Nena y a Adriana.
Al Dr. Aguayo, Dr. Enrique González, Ing. Vera e Ing. Rosique, por haber revisado de
forma crítica este trabajo, haciendo los comentarios y observaciones pertinentes. Por
ser parte de mi comité de titulación.
A todos mis profesores de la Facultad de Ingeniería, por llevarme por el camino del
saber geológico e ingenieril. En especial a aquellos con quienes compartí más allá de
las aulas, por su humanismo, sus consejos, por formar parte de esta etapa.
A mis amigos de la Facultad, por haber compartido esta etapa universitaria y haber
dejado huella. A Itzel por haber estado siempre, por seguir estado. A Samanta, por su
amistad incondicional y sus consejos siempre oportunos. A “la Coco” e Isela, porque
aunque estuvimos juntas muy poco tiempo formamos una amistad muy valiosa. A
Marcos, por las tardes de motoclub o barrio Chino. A Horton, porque me prometió
llevarme rosas.
A los mineros, con quienes compartí algunos semestres, pero más que eso haber
compartido muchas tardes en la biblioteca, en las islas, o en El Rey. Especialmente a
los de la generación 2010, mi generación, y a Mayra, por apoyarme todo este tiempo
de crisis y tesis.
A mis amigos fuera de la facultad. A Mary, que más que amiga es una segunda madre.
A Carmen, que aunque no esté, dejó una gran huella. A Enrique, por haber vivido
juntos uno de los momentos más difíciles. A Karlita, por su cariño y buena vibra. A
Mercedes y Marisela, porque sin su ayuda me hubiera perdido en el D.F.
A todas las personas con quienes conviví en la facultad y la universidad durante estos
años de formación, porque aunque no alcanzo a mencionar a todas, de alguna forma
formaron parte de esta gran experiencia.
Gracias
ÍNDICE
ÍNDICE I
RESUMEN IV
ABSTRACT VI
I. INTRODUCCIÓN 1
I.1. OBJETIVOS 2
I.2. METAS 3
I.3. ASPECTOS GENERALES 3
I.3.1. Localización y vías de acceso 3
I.3.2. Fisiografía 5
I.4. TRABAJOS PREVIOS 6
I.5. METODOLOGÍA 8
I.5.1. Revisión de la cartografía publicada 8
I.5.2. Trabajo de campo 9
I.5.3. Trabajo de gabinete 9
I
II.2.3. Deformación debida a intrusiones 21
II
IV.2. RESULTADOS 59
VI. CONCLUSIONES 83
VI.1. RECOMENDACIONES 85
REFERENCIAS 86
MESOGRAFÍA 93
ÍNDICE DE FIGURAS 95
ANEXO 99
ANEXO 1. MODELO TRIDIMENSIONAL 99
ANEXO 2. MAPA GEOLÓGICO DEL ÁREA DE ESTUDIO 108
III
RESUMEN
IV
horsts en los que ocurre el depósito de evaporitas en la invasión marina en el
Calloviano.
La falla San Tiburcio se reactiva durante la orogenia Laramide, actuando como una
falla lateral, de la que el sentido se propone en este trabajo para ser diestro, aunque
quedan aún así algunas incógnitas sin respuesta.
Finalmente, desde finales del Terciario y hasta el reciente, se deposita en el área una
secuencia que rellena los valles, y está constituida principalmente por depósitos
fluviales, aluviales y coluviales.
V
ABSTRACT
The study area, is located in northern Zacatecas, within the orogen Sierra Madre
Oriental, and is composed of a sequence that comprises of Triassic to Recent in time.
The oldest rocks, Triassic to Middle Jurassic, are covering an unknown Paleozoic
basement. Due opening of the Gulf of Mexico, of Triassic to Middle Jurassic, a basing
begins to open, and grabens and horst are created. In Calloviano, a marine invasion
occurred and inundate the basins in the study area and center of Mexico, creating a
sequence that ranges of Late Jurassic to Late Cretaceous, and begins in the base with
an evaporitic sequence that underlies a marine calcareous-terrigenous sequence
deposited in all Cretaceous. Tertiary begins with the Laramide orogenic event, during
which the marine sequence is faulted, folded and thrusted, due the subduction of
Farallon Plate beneath North American Plate, and this event is also controlled by the
paleogeography. In the study area, structures product of that orogenic event, are
different in orientation from east to west, due to a different deformation mechanism,
that changes through the regional San Tiburcio Fault, that was originated in Jurassic
as a normal fault and experiment reactivation in Laramide orogeny as a strike-slip
fault. In distensive stage, occurred in Eocene, a continental conglomerate is deposited,
and a belt of intrusive acidic composition is emplaced in northeastern part of the San
Tiburcio Fault in the Late Eocene; finally fissural basalts are extruded near the limits
of regional faults, in Miocene.
The analysis of the folding type, the structures orientation, and paleo-slope; based on
the interpretation of cartography and construction of sections in MOVE™ software,
allows to know the deformation mechanism suffered by the sequence.
The first event of deformation was toward Triassic to Middle Jurassic, due extensional
regime for the opening of Gulf of Mexico, which creates a series of grabens and horst
where evaporite deposition ocurrs due the marine invasion in Calloviano.
VI
The next event of deformation due to the Orogenia Laramie. The deformation
mechanism changes from southwestern to northeastern block. In the first, the
component that deforms is the subduction of the Farallon plate, so that the sequence
suffers deeper deformation in this sector. In the northeastern block, however, the
sequence slides toward north and northeast over an evaporitic layer because the
paleo-slope permit it, until the sequence collides with the positive elements that
generate the present curved shape of the anticlines in the area.
The San Tiburcio Fault is reactivated during the Laramide orogeny, acting as a lateral
fault, of which the sense is proposed in this paper to become right, although there are
still some questions unanswered.
During the extensional regime ocurrs the formation of normal faults that later favor
the emplacement of intrusive bodies, which are the ones that give mining importance
to the area, introducing one or more stages of mineralization in contact with host
rocks. Also, in this stage is deposited in a continental conglomerate with clasts of the
Mesozoic sequence.
Finally, from Late Tertiary to the Recent, it is deposited in the area a sequence that
fills the valleys, and is mainly composed of fluvial, alluvial and colluvial deposits.
VII
I. INTRODUCCIÓN
Al norte del estado de Zacatecas, dentro de los municipios Concepción del Oro y
Mazapil, la deformación de la Sierra Madre Oriental presenta problemas que no han
sido resueltos. En primer lugar, la Falla San Tiburcio, separa dos bloques diferentes
uno respecto a otro en la orientación de las estructuras; en segundo lugar, el bloque
occidental presenta una secuencia estratigráfica que incluye formaciones del Triásico
al Jurásico Medio, lo cual no ocurre en el bloque oriental; y en tercer lugar, el bloque
oriental está afectado y deformado por el Cinturón de Intrusivos de Concepción del
Oro, CICO, (Chávez-Cabello, 2007), emplazados a finales del Eoceno.
-1-
Uno de los trabajos relacionados con la Falla San Tiburcio es el de Mitre-Salazar
(1989) que propone que la Falla San Tiburcio (Jurásico), se reactiva como una falla
lateral izquierda durante la Orogenia Laramide, sin embargo, esta propuesta presenta
algunas inconsistencias en cuanto al sentido de la falla y deja preguntas sin resolver.
I.1. OBJETIVOS
Objetivo General.- Identificar las diferentes formas y etapas de plegamiento en el área
de estudio, por medio de secciones estructurales diseñadas a partir de la cartografía
digitalizada, con la finalidad de determinar el o los mecanismos de deformación que
actuaron en el área y generaron distintas orientaciones en el plegamiento.
Objetivos específicos
-2-
I.2. METAS
Realizar un documento donde se explique de forma detallada la geología del
área de estudio, incluyendo geología estructural, estratigrafía, tectónica y
paleogeografía.
Realizar la digitalización de la cartografía del área de estudio a escala 1:50’000
empleando el material disponible (SGM; INEGI; Mitre-Salazar, 1989), así como
las correcciones observadas.
Realizar un mínimo de diez secciones estructurales que corten de forma
perpendicular a las estructuras para determinar tanto el estilo de deformación
como la continuidad de las estructuras.
Realizar un modelo tridimensional de una porción representativa del área de
estudio.
Tiene una extensión de 2,585 km2, teniendo como límites las coordenadas UTM
2737599.00 m N al Norte, 2690150.00 m N al Sur, 205709.00 m E al Oeste y
260609.00 m E al Este, dentro de la Zona 14R (Figura 1.1). Dentro que dentro del área
de interés se encuentran los distritos mineros Concepción del Oro, Nochebuena,
Providencia y Mazapil; que le dan una gran importancia económica a la región.
-3-
Figura 1.1. Área de estudio. Modificada de Google Earth (2012).
-4-
I.3.2. Fisiografía
En este trabajo el área de estudio se divide en dos partes, tomando como límite entre
la porción nororiental, y la porción suroccidental a la Falla San Tiburcio (Figura 1.4).
Figura 1.3. Subprovincia fisiográfica en que se encuentra el área de estudio (rojo). Realizado con
información de CONABIO.
-5-
Figura 1.4. División del área y nombres de las principales sierras .
-6-
En la década de 1930, diversos autores como Imlay (1936) y Burkhardt (1930),
definen algunas de las formaciones que afloran en la llamada Cuenca Mesozoica del
Centro de México, y en sus estudios incluyen el área contemplada para este trabajo.
Rogers et al., (1956) publican General Geology and Phosphate deposits of Concepción
del Oro District, Zacatecas, en un número del USGS en donde se describe la geología
general del área, pero se da énfasis a la estratigrafía, sobre todo a la Formación La
Caja, que es donde se encuentran los depósitos fosforíticos. Se describe de forma
general el plegamiento, la deformación y se anexa un mapa geológico del área de
estudio, constituyendo así uno de los primeros estudios más detallados y completos
del área. Por su parte, De Cserna (1956), contribuye estudiando la Tectónica de la
Sierra Madre Oriental, entre Torreón y Monterrey; trabajo que presenta en el 20Vo.
Congreso Geológico Internacional.
-7-
la región, a escala 1:50’000; y Mitre-Salazar (op. cit.), quién cartografía las estructuras
aledañas a la Falla San Tiburcio.
I.5. METODOLOGÍA
Una vez que se tuvo el contexto regional se hizo la revisión cartográfica del área de
estudio comparando para ello la cartografía de INEGI, SGM, y Mitre-Salazar (1989). Se
identificaron las diferencias y se tomó como base principal la cartografía elaborada
por el SGM, donde se marcaron en las cartas empleadas, las diferencias cartográficas
con INEGI para su posterior revisión tanto en imágenes digitales, como en campo.
Se hizo una revisión de las unidades y formaciones que afloran en la zona de acuerdo
con los autores que las definieron originalmente, y los lugares y sierras dónde dichas
formaciones afloran dentro del área de estudio. Una vez que se tuvo la cartografía
base y el conocimiento de la columna estratigráfica se procedió al trabajo de campo.
Figura 1.5. Cartas revisadas en rectángulos lilas, en blanco las áreas no cartografiadas.
-8-
I.5.2 Trabajo de campo
Una vez que se reconocieron plenamente las unidades se hizo la revisión en campo de
las diferencias entre las tres fuentes de la cartografía para su posterior corrección. Se
hizo una revisión foto-geológica de dichas diferencias con ayuda de Google Earth. Así
mismo en este programa se identificaron otras anomalías en la cartografía y se
corrigieron limitando nuevamente las unidades en dichas áreas.
-9-
II. GEOLOGÍA REGIONAL
- 10 -
Figura 2.1. Provincia fisiográfica Sierra Madre Oriental, y sus subprovincias. Tomado de INEGI.
II.1. ESTRATIGRAFÍA
Las rocas más antiguas son gneises del Precámbrico, que afloran en el anticlinorio
Huizachal-Peregrina, en el estado de Tamaulipas (Carrillo-Bravo, 1961) y se
correlacionan con las rocas que afloran en el anticlinorio Huayacocotla, en el estado
de Veracruz (Fries C. J., et al., 1965), así como con el gneis Huiznopala (Lawlor et al.,
- 11 -
1996), cerca de Molango, Hidalgo. Dichos gneises fueron en el Precámbrico una
secuencia sedimentaria intrusionada por cuerpos ígneos de composición básica, que
posteriormente se metamorfizó y dio lugar a orto y para-gneises (Cameron et al.,
2004).
II.1.2.1. Triásico
- 12 -
más fina hacia la cima, donde presenta capas de lodolitas intercaladas, y define para
su formación un ambiente de abanico aluvial, así como un sistema trenzado y
meándrico distal.
Las rocas marinas de tipo Flysch, representadas por la Fm. Taray, ubicada al
noroccidente del estado de Zacatecas, contienen en la matriz siliciclástica deformada,
bloques de procedencia de piso oceánico como pedernal, basaltos almohadillados,
sepentinita y calizas recristalizadas, formados en un ambiente tectónico de islas
volcánicas (Díaz-Salgado et al., 2003). Esta formación, se cubre de manera discordante
por las formaciones Caopas y Rodeo consideradas como parte del vulcanismo
asociado al arco Nazas, y se correlaciona con la Fm. Zacatecas, en la Mesa Central.
Al poniente, aflora la secuencia volcánica del arco Nazas, descrita originalmente por
Pantoja Alor (1962), en Villa Juárez, Durango, como una secuencia vulcano-
sedimentaria constituida de lavas interestratificadas con tobas, lutita, limolita,
arenisca y conglomerado de color rojo. Esta secuencia es del Jurásico Temprano al
Jurásico Medio, y es de ambiente de arco continental (Díaz-Salgado, 2004).
Dentro del área de estudio y con mejores afloramientos en la Sierra de San Julián,
unos kilómetros al NW del área de estudio, la Formación Nazas contiene flujos
volcánicos, rocas piroclásticas, sedimentos volcaniclásticos, conglomerado masivo
matriz soportado, y arenisca intercalada con limolitas (Blickwede, 1981). Del mismo
modo, afloran en dicha sierra las formaciones Caopas y Rodeo, de carácter informal,
las cuales son consideradas por algunos autores como parte del vulcanismo del arco
Nazas. Esta formación se encuentra sobreyaciendo de forma discordante a la Fm.
Taray y subyace de igual forma a la Fm. La Joya en el área de estudio, y en la Sierra de
San Julián.
- 13 -
II.1.2.3. Jurásico Medio
La parte final del Jurásico Medio está marcada por un periodo de no depósito, que
continua hasta el Jurásico Tardío, cuando se deposita la Formación La Joya, definida
por Mixon et al., (1959), en el Valle Huizachal, en la ranchería La Joya Verde, Ciudad
Victoria, Tamaulipas. En la localidad tipo se definen tres miembros: conglomerado
polimíctico, con intercalación de lutitas y areniscas; una caliza de bajo espesor y un
conglomerado de clastos de ella; y finalmente limolita, lutita, limolita, arenisca
cuarcífera, y conglomerado de diversos colores con estratificación cruzada.
A partir del Triásico Tardío (230 a 200 Ma) el inicio del fraccionamiento de la Pangea,
y los estadios iniciales de la apertura del Golfo de México, dan lugar a la creación de
una serie de de pilares y fosas tectónicas que son paulatinamente invadidas por el
mar desde que ocurren las primeras transgresiones en el Calloviano (Padilla y
Sánchez, 1982; Goldhammer et al., 1991; Eguiluz et al., 2000).
- 14 -
Cretácico; dicha secuencia es la principal constituyente del rasgo orográfico llamado
Sierra Madre Oriental.
- 15 -
Figura 2.2. Secuencia estratigráfica de la Sierra Madre Oriental incluido su basamento. Modificada de
Campa y Coney (1983).
II.1.4. Cenozoico
El sistema regional Terciario del tiene más diferencias entre sí, que la estratigrafía
previa al Cenozoico. Sólo dos litologías se pueden distinguir a nivel regional y son: el
Conglomerado Ahuichila, y un cinturón de intrusivos de composición ácida que se
alinea casi EW al sur del Sector Transversal de Parras y al surponiente de la Curvatura
de Monterrey, denominado Cinturón de Intrusivos de Concepción del Oro (Chávez-
Cabello et al., 2007). Cabe mencionar que el Conglomerado Ahuichila aflora también
en la porción suroccidental, aunque ahí no se le da el mismo nombre.
Por otro lado, se tienen en el área afloramientos de basaltos, aunque éstos son de
carácter local y no se tienen muchas exposiciones a nivel regional.
- 16 -
En cuanto al Cuaternario, este lo constituye parte del relleno del valle, en forma de
depósitos de aluvión y coluvión.
De tal modo, que para abordar la geología estructural a nivel regional se discutirá
primeramente la paleogeografía del Triásico-Jurásico, y posteriormente la orogenia
Laramide, de forma regional del Sector Transversal de Parras.
El registro estratigráfico regional a finales del Triásico está marcado por el depósito
de lechos rojos al oriente, y secuencias siliciclásticas depositadas en un ambiente
marino plataforma continental, que hacia el poniente pasa a ser corteza oceánica (Fm.
Zacatecas), por lo que se tiene, hacia el poniente, un límite continental (Figura 2.3. A).
A finales del Triásico, entre 230 y 200 Ma, el inicio del fraccionamiento de la Pangea y
la apertura del Golfo de México, se creó un régimen distensivo que dio lugar a la
- 17 -
formación de bloques limitados por fallas normales; los lineamientos creados por esas
fallas, así como los límites de acreción de terrenos (Central a Sierra Madre) en el
Jurásico Temprano (Figura 2.3. B), debido a la margen convergente al occidente de
Norteamérica, se observan actualmente como lineamientos en imágenes satelitales
(San Marcos, San Tiburcio, Jimulco, etc), y han servido como guías para las
reconstrucciones paleogeográficas, así como para el entendimiento de la geología
regional, puesto que algunas de las fallas representadas por dichos lineamientos
sufrieron reactivación durante la orogenia Laramide, por ejemplo la Falla San Marcos
(Chávez-Cabello, 2005).
Figura 2. 3. Modelo de evolución tectónica del centro y oriente de México del Triásico al Jurásico Medio.
A. Triásico, bloque de Oaxaquia (basamento) y depósito del abanico Potosí en el límite continental-
oceánico. B. Jurásico Temprano, la subducción crea un prisma de acreción, deformación del abanico
Potosí (Fm. Taray). C. Jurásico Medio a Tardío, creación del arco Nazas. Modificado de Centeno-García
et al., (2008).
- 18 -
fue un pilar tectónico, y posteriormente fue cubierta por los mares, pero aún así,
representó un contrafuerte en la orogenia Laramide, provocando que la secuencia
marina del Mesozoico cabalgara debido a los esfuerzos.
Así como la mencionada paleo Isla, existieron más elementos positivos a finales del
Jurásico que, dependiendo de su relieve, tuvieron mayor o menor influencia en el
régimen de sedimentación posterior a la invasión en el Calloviano, y por otro lado,
dichos bloques actuaron como contrafuertes en el plegamiento laramídico.
Figura 2.4. Paleogeografía del Oxfordiano, área de estudio en rojo. Tomada de Padilla y Sánchez (2014).
Esta orogenia fue debida a un proceso de subducción por debajo del margen
occidental de Norteamérica, y al deslizamiento gravitacional de la secuencia con una
dirección predominante al E y NE, de tal forma que se plegó toda la secuencia
Mesozoica cabalgándose a sí misma y a las estructuras previas que constituían los
altos geográficos (Coney 1976; Padilla y Sánchez, 1982).
Figura 2.5. Sector Transversal de Parras, en su límite entre los estados de Zacatecas y Coahuila.
- 20 -
En cuanto a la mecánica de plegamiento, Marrett y Aranda (1999), sugieren que es por
despegue (detachment) sobre las capas evaporíticas del Jurásico Superior. Por otro
lado, el núcleo de los anticlinales está formado por las unidades del Jurásico Superior
y presenta una deformación más compleja, a diferencia de la secuencia cretácica que
constituye los flancos y carece de fallas.
- 21 -
III. ESTRATIGRAFÍA LOCAL
El área de estudio comprende una secuencia estratigráfica cuyo rango de edad va del
Triásico al Reciente, aunque las unidades que se consideran sólo llegan al terciario. La
columna estratigráfica está conformada principalmente por rocas sedimentarias
marinas, pero también rocas ígneas, volcánicas e intrusivas (Figura 3.1).
- 22 -
En este capítulo se describe la secuencia estratigráfica completa del área de estudio de
forma detallada y considerando las variaciones locales de las formaciones con
respecto a su definición original.
Antecedentes
Descripción
- 23 -
Su espesor no ha sido medido dado que no aflora su base por ser la exposición rocosa
más antigua conocida en el área dónde aflora y la base de toda la secuencia.
Edad y ambiente
Córdoba-Méndez (1964), le asigna una edad del Paleozoico. López-Infazón (1986), por
correlación con la Formación Zacatecas le asigna una edad triásica, Barboza-Gudiño
et al., (1998) y Díaz-Salgado (2004) confirman esa edad, tanto por correlación, como
por estudio de moldes de pelecípodos.
Figura 3.2. Formación Taray al poniente del área de estudio. Tomada de Díaz-Salgado (2004).
- 24 -
III.1.2. Formación Nazas
Antecedentes
Fue definida por Pantoja-Alor (1962), en San Pedro Gallo en el estado de Durango,
como una secuencia de lavas intercaladas con toba, lutita, limolita, arenisca y
conglomerado rojo. Su localidad tipo se encuentra la estación de ferrocarril
homónima, cercana al lugar.
Descripción
Edad y ambiente
- 25 -
erosional a la Formación Taray. Se le correlaciona con la Formación La Boca, al
oriente, en el estado de Tamaulipas.
Antecedentes
Mixon et al., (1959), fue quien la definió en el rancho La Joya Verde en el Valle El
Huizachal, en el estado de Tamaulipas, donde reconoce un conglomerado y capas rojas
que subyacen a la Formación Zuloaga y lo separa de la Formación Huizachal.
Anteriormente Imlay (1943), lo describe como un miembro de conglomerados
basales de las calizas de la Formación Zuloaga, en discordancia con las capas rojas de
la Formación Huizachal.
Descripción
- 26 -
En el área de estudio las rocas de la Formación La Joya afloran en el flanco este del
anticlinal de la Sierra de La Candelaria y consta de:
Figura 3.4. Afloramiento de la Fm. La Joya, en el flanco oeste de la Sierra La Candelaria. Tomado de SGM.
Edad y ambiente
Por su posición estratigráfica se le asigna una edad del Jurásico Medio, dado que se
encuentra sobre las Fm. Nazas de edad Jurásico Medio y bajo la Fm. Zuloaga del
Oxfordiano.
- 27 -
con el depósito de calizas. De ese modo, el ambiente fue tanto continental como
transicional y marino somero.
Antecedentes
Fue definida por Imlay (1938), como parte de sus estudios del geosinclinal mexicano y
la define como calizas de estratificación gruesas de incluso más de 3 metros, de
coloración gris oscura. La primera referencia de esta formación la hace Burckhardt
(1906 a), donde se refiere a la Formación Zuloaga como “Caliza con nerineas”. Su
localidad tipo se encuentra en la Sierra de Sombreretillo, en Melchor Ocampo,
Zacatecas, en la colindancia del límite estatal con Coahuila y pocos kilómetros al norte
del área de estudio.
Descripción
Dentro del área de estudio se encuentra como principal formadora del núcleo de los
anticlinales, por lo que forma las crestas de las sierras. Se trata de una secuencia
calcárea de estratos gruesos (alrededor de 1 m) a masivos de caliza de color gris claro,
aunque a veces se presenta más oscura, que ocasionalmente contiene nódulos y lentes
de pedernal claro (Figura 3.5). Se pueden identificar tres miembros en el área:
Esta unidad se distribuye en toda el área de estudio y es además de las más resistentes
a la erosión, por lo que sobresale topográficamente. El espesor es variable y en el
sector suroccidental tiene un espesor máximo medido de 350 metros, donde se pudo
- 28 -
medir la secuencia gracias a que su base aflora sobreyaciendo a la Fm. La Joya; sin
embargo, en la porción nororiental no ha sido posible medir el espesor máximo
puesto que no aflora la base de esta formación, sin embargo puede tener más de 1000
metros de espesor, de los cuales sólo se han medido 400 metros.
Edad y ambiente
Desde su definición original Imlay (1938), propuso que era del Jurásico Tardío,
probablemente del Oxfordiano, sin embargo Burckhardt (1930), menciona que los
estratos superiores de esta formación tienen alcance hasta el Kimmeridgiano
Temprano, lo que deduce por la presencia de Nebrodites sp.
- 29 -
Relaciones estratigráficas y correlación
Antecedentes
Fue definida por Imlay (1953), como una secuencia de caliza de estratos delgados,
marga y algunas lutitas, y que se vuelve más fina y calcárea hacia la cima; pero
referenciada originalmente por Burckhardt (1906 a). La localidad tipo fue designada
en la Vereda del Quemado, en la Sierra de La Caja al norte de Mazapil, Zacatecas.
Descripción
- 30 -
Se distribuye en los estados de: Zacatecas, sur de Coahuila, parte sureste de Durango,
y oriente de San Luis Potosí. El espesor de la unidad es variable, y al ser una unidad
arcillosa sufre plegamientos internos lo que ocasiona que a veces funja como
detachment para las cabalgaduras internas en los pliegues, por lo que su espesor varía
aún más, sin embargo, este se
encuentra en un rango que va de
los 35 metros hasta los 150.
Edad y ambiente
Antecedentes
Imlay (1936), define a la Formación Taraises como una unidad de calizas que
ocasionalmente presenta limolitas, de edad Valanginiense, y nombra como su
- 31 -
localidad tipo al Cañón de Taraises en la parte oeste de la Sierra de Parras, unos 20 km
al Sureste de la ciudad homónima en el estado de Coahuila.
Descripción
Esta unidad forma parte de toda el área de estudio y tiene un espesor promedio de
140 metros (Rogers et al., 1956), pero que varía de los 100 a los 200 metros.
Edad y ambiente
- 32 -
Figura 3.7. A) Miembro superior de la Fm. Taraises. B) Miembro medio, con banda de pedernal en
recuadro amarillo. C) Alteración en forma de manto debido al intrusivo Concepción Del Oro.
Antecedentes
Imlay (1937), define a la Formación Cupido como una caliza de color gris oscuro, que
forma capas que contienen concreciones de pirita y de pedernal claro. La localidad
tipo se encuentra en la pared norte del Cañón del Mimbre, al sur-poniente de la ciudad
de Parras, Coahuila.
Descripción
- 33 -
cuarzo en workstock
en el área de
Concepción del Oro,
producto de las
intrusiones del
Terciario (Figura 3.9).
En lo que a contenido
fosilífero se refiere, la
formación completa es
poco fosilífera, pero
llega a presentar
amonitas de distintos
géneros.
El espesor de esta
unidad es más estable
y en el área va de los
Se distribuye en toda el área de estudio y así como la Formación Zuloaga, es de las más
resistentes a la erosión, por lo que tiende a formar crestas, además es de importancia
económica puesto que en la Sierra de Santa Rita, es la roca que contiene los
yacimientos minerales de tipo Gossan.
Edad y ambiente
- 34 -
Relaciones estratigráficas y correlación
Antecedentes
Imlay (1936), la define como un miembro inferior de calizas de más de 400 metros de
espesor, y un miembro superior calcáreo-lutítico de unos 25 metros de espesor.
Designa como localidad tipo la pared norte del Cañón del Mimbre, en la Sierra
Taraises, en el municipio de Parras, Coahuila; la formación toma su nombre de la
Hacienda La Peña, que está cerca del área en cuestión.
Descripción
- 35 -
delgados de 10 centímetros de espesor promedio y llega a contener nódulos de
pedernal, así como aisladas concreciones de pirita muy oxidada. Las rocas de esta
unidad son más fácilmente erosionables que las rocas de las unidades sub y
suprayacente, por lo que tiende a formar puertos entre ambas unidades, o bien, tiene
una menor pendiente, además de un drenaje marcado.
Figura 3.10. Formación La Peña, se observan las calizas arcillosas intercaladas con lutitas, con su típico
color pardo en la superficie intemperizada.
Edad y ambiente
Fue considerada por Imlay (1936), como de edad Aptiense, en todo su rango; sin
embargo, Humphrey (1949), la restringe únicamente la parte superior de este.
- 36 -
Relaciones estratigráficas y correlación
Se le correlaciona con la Formación Otates al oriente, al norte con la Fm. Las Uvas, y en
la plataforma Valles-San Luis Potosí con la Fm. Guaxcamá.
Antecedentes
Imlay (1936), propone el término Cuesta del Cura para referirse a una sucesión de
caliza ondulante en capas delgadas, que contiene bandas y lentes de pedernal negro
intercalado y ocasionalmente intercalaciones de lutita, y propone como localidad tipo
la Cuesta del Cura, en la Sierra de Parras, en Coahuila.
Descripción
La Fm. Cuesta del Cura está constituida principalmente de calizas de color gris claro,
pero contiene ocasionalmente intercalaciones de caliza arenosa y de lutitas, la
característica más distintiva de esta formación es que presenta estratificación
ondulante donde el espesor del estrato varía desde los 5 hasta los 30 centímetros,
además de que contiene abundantes bandas y lentes de pedernal intercalado con
espesores de hasta 10 centímetros, otra característica importante es el plegamiento
interno que presenta (Figura 3.11).
Edad y ambiente
En un inicio, Imlay (1936), le asigna una edad del Albiano, sin embargo, otros autores
posteriormente, basándose en el contenido fosilífero y relaciones estratigráficas,
- 37 -
asignan a la unidad una edad Albiense-Cenomaniense (Pantoja-Alor, 1962; Barboza-
Gudiño et al., 2004).
Se le correlaciona con la Fm. Tamaulipas Superior y con la Fm. Limones del talud de la
Plataforma Valles-San Luis Potosí (Barboza Gudiño et al., 2004).
Figura 3.11. Formación Cuesta del Cura. A) Bandas de pedernal típicas de ella. B) Ammonites en el
anticlinal de Cerro Gordo. C) Estratificación ondulante, típica de la formación. D) Plegamiento interno
marcando un estrato como índice con la línea roja.
Antecedentes
Esta unidad fue definida por Kelly (1936), en Las Delicias, Coahuila. Ahí el nombró
como “Indidura” a una exposición de lutitas, calizas rugosas, y caliza lajosa que
sobreyace a la Formación Aurora y que contiene fósiles del Albiano, Cenomaniano, y
Turoniano. Imlay (1938 b) también la define en el área de Melchor Ocampo, al norte
- 38 -
del área de estudio, donde le sobreyace a la Fm. Cuesta del Cura y subyace a la Fm.
Caracol.
Descripción
Al ser de menor resistencia que la Fm. Cuesta del Cura, es una unidad fácilmente
erosionable, con poca vegetación, y al igual que La Peña, tiende a formar puertos. Se
encuentra principalmente en los valles o en el cierre pericilinal de los anticlinales.
Edad y ambiente
Barboza-Gudiño et al., (2004), con base en estudios de la fauna y con ayuda de las
relaciones estratigráficas le asigna una edad que va del Cenomaniano tardío al
Turoniano. En cuanto al ambiente, Imlay (1936), infiere que la formación se depositó
en aguas someras, teniendo como sustento la lutita negra, el yeso, y la limolita en el
miembro inferior; por otro lado, personal de PEMEX y en una publicación de 1988b
mencionan que esta formación es un flysch precoz, y que va de facies desde lo
profundo hasta litoral, posiblemente relacionadas a un delta.
- 39 -
Figura 3.12 Formación Indidura A)
Afloramiento en el flanco norte de la Sierra
Santa Rosa. B) Afloramiento al oriente de
Salaverna, fractura rellena marcada en
amarillo. C) Contacto concordante entre la Fm.
Indidura y Fm. Caracol.
Antecedentes
Imlay (1936), la define como una sucesión de tobas desvitrificadas, lutita y caliza en
menor proporción que sobreyacen a la Fm. Indidura en la Sierra de Parras, Coahuila.
Nombra como localidad tipo el lado oeste del Arroyo Caracol, que encuentra en la
Sierra de San Ángel, Coahuila.
Descripción
- 40 -
En cuanto al contenido
faunístico Rogers et al.,
(1956) reportan
foraminíferos en la unidad,
la cual tiene un espesor
mínimo en el área de 800
metros (Rogers et al., op
cit.), aunque el espesor real
no ha sido estimado debido
al plegamiento secundario
que presenta la unidad. Se
distribuye en toda el área de
estudio y en los valles
sinclinales de la región.
Edad y ambiente
- 41 -
III.2.9. Formación Parras
Antecedentes
Imlay (1936), propone el término Lutita Parras, para describir una unidad expuesta
en la Loma de San Pablo, en las cercanías de la ciudad de Parras, Coahuila. Describe
con ese término una lutita calcárea, físil, de color gris oscura a negra, y que contiene
capas delgadas de arenisca calcárea intercalada.
Descripción
Aquí, la unidad consiste de una lutita gris a negra y muy físil, con estratificación que va
de delgada (menos de 20 centímetros) a laminar, contiene vetillas de calcita así como
láminas de yeso intercalada. Contiene ocasionalmente horizontes de arenisca
intercalados que representan la transición de Caracol a Parras, así mismo contiene
horizontes de calizas arenosas.
Edad y ambiente
Esta unidad fue propuesta como del Santoniano por Imlay (1936), sin embargo,
Padilla y Sánchez (1982) propone ubicarla al menos dentro del Campaniano-
Maastrichtiano, y es la edad que se toma para este estudio puesto que se encuentra
sobreyaciendo de forma concordante a la Fm. Caracol.
Esta unidad fue depositada en un ambiente nerítico, con algunas zonas cerradas y de
bajas profundidades (López-Ramos, 1980).
- 42 -
III.3. TERCIARIO
Antecedentes
Descripción
Edad y ambiente
- 43 -
Se encuentra descansando en discordancia angular y erosional, o por contacto
tectónico, sobre o con, las unidades sedimentarias del Cretácico y Jurásico Tardío. Le
suprayacen el conglomerado del Terciario Tardío y sedimentos cuaternarios.
Intrusivos
- 44 -
Castro-Reino (2004), identifica tres pulsos magmáticos que dieron origen a estos
cuerpos, y relaciona la mineralización de Cu con etapas de emplazamiento temprano,
mientras que la mineralización de Pb, Zn y Ag, la relaciona con pulsos tardíos.
Respecto a la edad, Mújica y Albarrán (1983), hacen estudios de edades por K-Ar en el
intrusivo Concepción del Oro, y reportan una edad de 41 ± 3 Ma, lo que corresponde al
Eoceno; esa edad es la que se toma para todas las intrusiones consideradas como
granodioríticas. Por su parte, Sosa-Valdés (2011), le asigna a los cuerpos ígneos del
área, edades que van de los 43 a los 32 Ma, sin embargo, las más jóvenes
corresponden a los pórfidos de la Sierra de Santa Rosa.
De tal forma, considerando las edades reportadas por estos autores, se considera que
las intrusiones granodioríticas en el área son del Eoceno, y caen dentro del Luteniano
y Bartoniano.
Pórfidos
Por otro lado, las rocas porfídicas, se distribuyen también en los núcleos de los
anticlinales, principalmente en la Sierra de las Bocas, donde forman los intrusivos
llamados Peña del Águila, y Santa Rosa (Figura 3.15). Estos cuerpos son considerados
como cuerpos hipoabisales de composición riolítica, que por la profundidad de
enfriamiento presentan textura porfídica.
- 45 -
presentó una explosión freato-magmática que resultó en la creación de una diatrema
de explosión única en la región.
Figura 3.15. Intrusivo Peña del Águila, visto desde la cima del flanco norte de la Sierra Santa Rosa.
- 46 -
En el extremo oeste de la Sierra Santa Rosa, en la ranchería Las Mesas, se tiene una
exposición de rocas volcánicas extrusivas. En la base se tienen basaltos en bloques en
una matriz de tobas líticas. En la parte media se presentan tobas arenosas con niveles
de flujos piroclásticos y la cima culmina con coronas de derrames basálticos de color
rojizo. Estas rocas descansan sobre el Conglomerado Ahuichila y sobre las rocas
cretácicas del cierre del anticlinal de la Sierra Santa Rosa.
A estas exposiciones se les ha asignado una edad del Mioceno temprano, basándose en
un estudio por K-Ar por el que se determinó una edad de 10.6 a 13.6, y que fue
realizado por el COREMI en 1998 en el Campo Volcánico Los Encinos, que se
encuentra al sureste del área. Se relaciona su presencia con las megafallas San
Tiburcio y San Carlos (unos km al NE del área de estudio). Se trata de derrames
fisurales que apoyan la idea de que estas fallas son muy profundas.
III.4. Cuaternario
El Cuaternario está marcado únicamente por depósitos aluviales y coluviales así como
depósitos de travertino a la orilla de las paleo lagunas. Estas unidades no se
encuentran muy consolidadas a excepción de los depósitos de Travertino. Por ser de
carácter local y bajo espesor no se marcan en la digitalización de la cartografía,
además, para los efectos de este trabajo no tienen mayor importancia.
- 47 -
IV. MODELADO ESTRUCTURAL
IV.1. METODOLOGÍA
Para poder llevar a cabo este estudio, lo primero que se hizo, fue elegir el área de
estudio considerando que incluyera a las Sierras de La Caja, Santa Rosa, y Santa Rita,
así como la Falla San Tiburcio y una porción representativa del área poniente de dicha
falla.
Una vez que se limitó el área a ser estudiada, se prosiguió con la descarga del material
que sería empleado como base cartográfica así como modelos de elevación digital.
- 48 -
El motivo por el cual se empleó la cartografía del SGM fue que esta se encuentra
estructurada por formaciones, a diferencia de INEGI que cartografía litologías, además
de ser la más detallada del área de estudio, mientras que el uso de otras cartografías
fue con el propósito de complementar o corregir los detalles observados en las cartas
de SGM.
Se descargaron del servidor de mapas en línea del SGM, las cuatro cartas
geológico-mineras escala 1:50’000 que cubren el área de estudio (Figura 4.1).
Se recortó el área de estudio correspondiente a cada carta y se guardaron las
áreas recortadas en formato de imagen.
Se descargaron los cuatro modelos digitales de elevación (DEM) de la página en
línea de INEGI, también a escala 1:50’000, la proyección de estos es UTM, y
tienen por defecto el dátum NAD27.
Figura 4.1. Página de descarga en línea de los modelos de elevación digital, a través de la página de
INEGI.
Una vez que se tuvieron las bases cartográficas, así como el modelo de elevación
digital del área, y con el fin de generar un solo archivo DEM y una sola imagen
- 49 -
georreferenciada del área, se utilizó el software Global Mapper, y se siguió la siguiente
metodología:
1. Se cargaron una por una las imágenes recortadas del área en Global Mapper y
se georreferenciaron en proyección UTM y datum NAD27, puesto que es el que
traen los DEM’s de INEGI por defecto.
2. Se guardaron una por una quedando con una extensión .tif, es decir imágenes
con referencia espacial.
3. Se cargaron todas juntas en Global Mapper y se procedió a exportar por medio
de la herramienta exportar en formato imagen /Raster.
4. Se eligió como formato de salida el GeoTIFF, y se definieron las coordenadas
extremas del recorte a realizar en la pestaña límites de exportación, dichas
coordenadas extremas se eligieron de tal modo que incluyeran las estructuras
previamente seleccionadas.
5. Se guardó la nueva imagen georreferenciada creada con formato .tif
6. Se cargaron los cuatro DEM empleados el software Global Mapper.
7. Se empleó nuevamente la herramienta exportar y dentro de ella exportar una
planilla de elevación en formato DEM, los límites fueron definidos al igual que
para la imagen , en la misma poryección y con el mismo dátum.
8. El área elegida se guardó como un nuevo DEM que consta de una sola pieza y se
le nombró Topo.dem
El objetivo de digitalizar la cartografía fue el generar el mapa del área con las
correcciones hechas, que sirva como base para la creación de secciones, así como de
superficies para el modelo tridimensional.
Al observar las cartas se notó que hay límites que no coinciden, eso sucede
especialmente en unidades del Cuaternario, las cuales no son objeto de este estudio,
- 50 -
por lo cual se unifican en una sola llamada Relleno del Valle, que incluye el aluvión,
coluvión, y conglomerado del Terciario Tardío.
Otras de las inconsistencias fueron en la nomenclatura y edad de las unidades, las que
se unificaron por medio del estudio de las referencias originales así como revisión de
artículos que estudian dichas unidades.
Del Terciario se eligió cartografiar con el nombre de intrusivos a los cuerpos ígneos,
sin diferenciar los granodioríticos de los porfídicos, puesto que lo único que se estudia
de ellos es el engrosamiento que generan en la secuencia, y del Terciario la unidad
llamada Relleno del Valle.
3. Carga del DEM y el mapa base.- Se procedió a cargar los archivos necesarios para
comenzar a trabajar ya sin problemas de la geología. Para ello se inició un nuevo
trabajo en Move, y:
En la pestaña File, se eligió la opción Insert y se seleccionó el DEM del área (GIS
data/ Raster Files), se siguen los pasos para seleccionar el tipo (DEM), límites
del área y opciones proyección; una vez hecho esto queda cargado el DEM
como un grid.
Se elige nuevamente File/Insert y se elige cargar esta vez la imagen
georreferenciada de la cartografía del SGM del área.
- 51 -
Figura 4.2. Mapa base del área de estudio (abajo, cota 0 m), con el DEM sobrepuesto y con
transparencia.
- 52 -
5. Dibujo de los horizontes y estructuras.- Una vez que se tuvo la columna se pasó
de la vista 3D a la 2D, se activó únicamente el mapa base y sobre éste se fueron
dibujando las cimas de las unidades con la herramienta Create Horizon. De ese modo,
se dibujaron, una por una, las líneas de cada unidad con el color que se les asignó a
cada unidad en la columna estratigráfica creada previamente.
Figura 4.4. Muestra de una porción de la digitalización de la cartografía, con echados y estructuras. Los
colores diferentes corresponden a las distintas formaciones cartografiadas.
- 53 -
IV.1.4. Construcción de secciones
Figura 4.5. Secciones principales representativas de la geología estructural del área de estudio (líneas
gruesas en negro).
- 54 -
Una vez que se determinaron las mejores orientaciones se extrajeron los datos del
mapa para construir las secciones. Para ello se siguió la siguiente metodología (Figura
4.6):
- 55 -
Figura 4.6. Etapas de la construcción de una sección, comenzando por la obtención del perfil
topográfico, seguido de la proyección de cimas y echados, construcción de todos los horizontes con la
herramienta Template, y vista final de una sección construida.
- 56 -
Cabe mencionar, que para las secciones finales presentadas en este trabajo, se cambió
el color de los horizontes con el fin de hacerlos más visibles (Figura 4.7).
Figura 4.7. Color asignado a los horizontes en la secciones, con el fin de hacerlos más visibles, sin
considerar asociación entre el color de la cima y la edad de la formación representada.
Primeramente se crearon las superficies de fallas, puesto que cortan a todas las
estructuras al ser más jóvenes que la secuencia plegada, posteriormente se crearon
los horizontes de la secuencia mesozoica, y finalmente, se creó el modelo de un cuerpo
intrusivo. La metodología fue:
- 57 -
1. En Model Builging / Surfaces se elige la opción Create surfaces from lines, es
decir, se crearán superficies a partir de las líneas creadas en las secciones.
2. Posteriormente se elige el método de creación de la superficie, y éste se elige
dependiendo la geometría de la superficie a ser creada. Para horizontes se elige
el método de Spline Curves, mientras que para fallas se elige Linear Method.
3. En la vista 3D se seleccionan los horizontes de una misma estructura, creados
en las secciones. Es importante destacar que los horizontes a ser creados,
además de tender al paralelismo, deben tener una longitud muy similar con el
fin de evitar distorsiones hacia los extremos.
4. Una vez seleccionados las líneas guía se elige Create Surface.
5. Una vez creada la superficie tienen un color gris por default, pero puede ser
editada (recortada, intersectada), e incluso, pueden asignarse a una unidad, en
el caso de los horizontes (Figura 4.8).
Figura 4.8. Construcción de superficies que representan horizontes o en este caso el nivel de despegue
de una cabalgadura.
- 58 -
IV.1.6. Modelo Tridimensional
Con las superficies se creó el modelo tridimensional, que representa de forma general
el plegamiento de la porción nororiental y contiene las sierras de Santa Rita, Santa
Rosa y La Caja. En este se pueden observar las cimas de las formaciones: Zuloaga,
Taraises, Cupido, Cuesta del Cura e Indidura; así como el intrusivo Noche Buena y la
cabalgadura La Caja.
IV.2. RESULTADOS
Al llevar acabo todo el proceso anterior los resultados obtenidos fueron:
Digitalización de la cartografía del área, con correcciones, a escala 1:50’000
(Anexo).
20 secciones que representan las porciones y una que cruza ambas porciones.
(Capítulo 5). La orientación y el color de éstas se presenta en las figuras 4.5 y
4.7.
Un modelo tridimensional representativo de la porción nororiental del área de
estudio (Anexo).
- 59 -
V. GEOLOGÍA ESTRUCTURAL Y
TECTÓNICA LOCAL
- 60 -
Las principales estructuras que afloraban alrededor del área de estudio apenas al
comienzo de la invasión marina eran la Isla de Coahuila, y el Archipiélago de
Tamaulipas, además de una masa continental sin nombre que afloraba al poniente y
del que no se conoce su posición precisa en el pasado (Padilla y Sánchez, 1982).
Dentro del área de estudio y a nivel regional, las exposiciones previas al depósito de la
Zuloaga, afloran únicamente al poniente de la Falla San Tiburcio y además el espesor
de Zuloaga varía drásticamente de un lado al otro a través de dicha falla. Al poniente
de dicha falla, en la Sierra La Candelaria, el espesor reportado es de 275 m (Rogers et
al., 1956), y según las secciones creadas, este espesor no pasa de los 400 m; por otro
lado, al norte de la fala, en el área de Concepción del Oro, los espesores reportados van
de los 500 a los 800 m (Rogers et al., op cit; Ramírez-Díaz, 2012), y en las secciones se
observa el espesor llega casi los 1000 m, lo cual puede deberse a la presencia de
intrusivos que no llegan a aflorar; aún así, el cambio de espesor de una porción a otra
es muy drástico.
Por otro lado, Imlay (1953), propone que la fuente de sedimentos formadores de la
Fm. Zuloaga estaba al norte del área, lo que ocasiona que dicha formación se adelgace
hacia el sur; sin embargo, en un área pequeña relativamente, el cambio de espesor es
muy fuerte, por lo que se infiere que la paleogeografía cambió de una porción a otra,
ocasionando la diferencia de espesores.
El límite paleogeográfico estaría constituido por la la Falla San Tiburcio, una falla
normal con caída al oriente creada durante la apertura del Golfo de México, cuando se
formaron grabenes y horsts, de la forma en que lo interpretaron Rogers y
colaboradores (1956). De tal forma, cuando ocurrió la invasión marina, esta depositó
una secuencia más potente en donde el tirante de agua fue mayor y más delgada hacia
el poniente donde el tirante de agua fue menor. Cabe mencionar que el alto
representado por bloque al poniente de la Falla San Tiburcio no fue tan alto puesto
que de haber sido así, habría un cambio de facies de la Fm. Zuloaga a la Fm. La Gloria;
además el área poniente también se inundó por completo en el Oxfordiano, mientras
que otro paleo elementos como la Isla de Coahuila, permanecieron emergidos por más
tiempo.
En cuanto a las demás formaciones, varían en espesor, pero no lo hacen de forma tan
drástica, y sus espesores son similares al oriente y poniente de la Falla San Tiburcio.
- 61 -
et al., 2014), es una orogenia que actuó progresivamente de poniente a oriente y de
noroeste a sureste, por migración de la deformación contractiva, por lo que la edad de
las estructuras y la deformación no es la misma a lo largo de toda la Sierra Madre
Oriental (Cuéllar-Cárdenas et al., op. cit.).
En este subcapítulo se abordarán las estructuras creadas por dicha orogenia en el área
de estudio, puesto que aunque fue un mismo evento compresivo, creó estructuras con
orientaciones distintas en la porción NE y en la porción NW, separadas por la Falla San
Tiburcio (Figura 5.1). El hecho de que las orientaciones de las charnelas de los
pliegues sean diferentes tiene que asociarse a un solo estado de esfuerzo que las
generó, a no ser que haya habido varias etapas de deformación en tiempos diferentes.
Figura 5.1. Principales estructuras anticlinales interrumpidas por cabalgaduras o intrusivos. Se observa
la diferencia de orientación a ambos lados de la Falla San Tiburcio.
- 62 -
V.2.1. Orientación de las estructuras y tipo de plegamiento
Para llevar a cabo este análisis estructural del área de estudio, se interpretaron las
secciones principales creadas, además del modelo tridimensional.
Esta porción está conformada por tres sierras principales: La Caja, Santa Rosa, y Santa
Rita, que representan anticlinales con una orientación que cambia de NW-SE (en el
poniente), a E-W (en la parte central) y WSW-WNE (terminación al poniente), (Figura
5.1). De tal forma, la orientación de los pliegues se puede comparar con una porción
de círculos concéntricos cuyo centro se ubica sobre la traza de la Falla San Tiburcio, en
el extremo sur del área de estudio. En las secciones AA’, BB’, CC’, DD’, GG’, HH’, JJ’, NB-
NB’ y SR-SR’, así como en el modelo tridimensional anexo, se observan las
características del plegamiento en esta porción, tales características son:
- 64 -
Sección AA’
Sección BB’
- 65 -
Sección CC’
Sección DD’
- 66 -
Sección FF’
Sección GG’
- 67 -
Sección HH’
Sección JJ’
- 68 -
Sección NB-NB’
Sección SR-SR’
- 69 -
V.2.1.2.Porción suroccidental
Mientras que al oriente de la Falla San Tiburcio las estructuras se presentan con una
orientación en forma de arco, al poniente de ella, el plegamiento presenta con una
orientación NW-SE (Figura 5.1.).
En cuanto a cabalgaduras, sólo aflora una dentro del área (Sección WW’), la cual tiene
un nivel de despegue desconocido que se encuentra por debajo de la Fm. Nazas, lo que
ocasiona que esta cabalgue a las formaciones más jóvenes en el flanco derecho del
anticlinal La Candelaria.
Sección VV’
- 70 -
Sección WW’
Sección XX’
Al tratar de correlacionar las sierras Cuchilla Gorda y El Toro, con las sierras Santa
Rosa y Santa Rita nos encontramos con un problema, puesto que al cruzar de una
porción a otra no existe ningún aforamiento, debido a que ahí cruza la Falla San
Tiburcio; sin embargo, si se analizan las estructuras se puede observar que:
- 71 -
Al tratar de correlacionar los anticlinales de Cuchilla Gorda y Santa Rosa se
observa que el anticlinal Cuchilla Gorda se encuentra desplazado al sur (Figura
5.1), lo que sustentaría la existencia de una falla lateral izquierda como lo
propone Mitre-Salazar (1989). Sin embargo, al correlacionar el anticlinal Santa
Rita con el de El Toro, el desplazamiento pareciera ser por una falla derecha, lo
cual ya no es coherente con el movimiento izquierdo de la Falla San Tiburcio.
De tal forma que se requieren estudios a profundidad que permitan saber si hay o no
continuidad de las estructuras.
Sección YY’
Sección ZZ’
- 72 -
V.2.1.4. Sentido de la Falla San Tiburcio
Pocos afloramientos de rocas rodean la Falla San Tiburcio, puesto que sobre ella existe
una cubierta gruesa de aluvión, sin embargo, en la porción sur del área de estudio, se
tienen las Sierras Las Iglesias, La Centella, y Los Escritorios, que constituyen bloques
separados por lineamientos interpretados como fallas laterales (Figura 5.2).
Figura 5.2. Estructuras aledañas al lineamiento San Tiburcio, dónde se observa una configuración de
tres bloques separados por las fallas Presa del Junco y San Tiburcio.
Las fallas que separan dichos bloques son Presa del Junco y San Tiburcio, para las que
Mitre-Salazar (1989), basado en las observaciones en la cabalgadura del Cañón de Los
Puentes (al sur de la Sierra La Centella), las fallas laterales al oriente del Lineamiento
San Tiburcio, y la orientación de los pliegues a nivel regional, y basándose en el
modelo de Moody y Hill (1956) para fallas izquierdas de cizalla simple, encuentra
analogías y similitudes con las que propone lo siguiente:
- 73 -
Probablemente el Lineamiento San Tiburcio tiene alguna asociación con la
hipotética Megacizalla Mojave-Sonora, donde la Falla San Tiburcio funcionaría
como una falla de segundo orden de la Mojave-Sonora.
Sin embargo, al analizar las estructuras y las propuestas que hace Mitre-Salazar, se
observa que ninguno de los lineamientos tienen evidencias directas que se puedan
corroborar, y en el análisis surgen algunas incongruencias como son:
En las secciones creadas para esta área, que cruzan la Falla San Tiburcio, se observa
una clara discontinuidad al cruzarla, sin embargo, debido a que las estructuras de las
sierras tienen una orientación paralela a dicha falla, no se puede observar si ocurre
algún tipo de desplazamiento lateral entre los horizontes (Secciones: MM’, NN’, y PP’).
Por otro lado, no se observa una relación de continuidad o pérdida de ella entre las
estructuras aledañas a la falla Presa Del Junco, puesto que no hay afloramientos que
permitan saberlo, y de hecho, como lo menciona Mitre-Salazar (op. cit.), pareciera
haber continuidad entre las sierras Los Escritorios y Las Iglesias, hecho que tampoco
se puede probar con la información superficial.
- 74 -
Sección MM’
Sección NN’
- 75 -
Sección PP’
La Falla San Tiburcio corresponde con la falla maestra dextral de primer orden,
que no tiene un par conjugado, al menos en el área de estudio; al observar su
traza, se nota que al mover los bloques como una falla derecha, ocurre
compresión en donde la falla presenta una flexión, lo cual es congruente, y
explica el origen de los pliegues Cuchilla Gorda y El Toro.
La falla Presa Del Junco es una falla lateral izquierda de segundo orden, puesto
que para ser un par conjugado el ángulo es muy grande, sin embargo, como de
segundo orden se acerca más al ángulo real que hay entre las dos fallas.
Las fallas laterales en la Sierra Las Iglesias pueden ser de tercer orden.
La falla Presa del Junco no corta a la San Tiburcio, por lo que al oriente de la
Falla San Tiburcio no existe un bloque compresional y uno extensional y
probablemente la cabalgadura Cañón de Los Puentes se deba a la Orogenia
Laramide y a la carga de sedimentos.
La flexión que sufre la Sierra Las Iglesias hacia W-NW se explica en este
modelo con plegamiento de segundo orden.
- 76 -
La Sierra Los Escritorios puede ser explicada como un pliegue debido a la
compresión en ese bloque, del mismo modo las cabalgaduras en el mismo
bloque que ya no afloran en el área de estudio.
La porción nororiental presenta una ligera flexión hacia el sur de las
estructuras en su terminación al poniente, lo que se explica con este modelo al
moverse este bloque hacia el sur.
Figura 5.3. Analogías entre el modelo propuesto de falla derecha y el área de estudio.
Sin embargo, este modelo también deja preguntas sin responder, como son:
- 77 -
Además en el caso de las cabalgaduras, estas son pocas pero no se restringen
en ningún caso a los que podrían ser bloques compresionales.
Consecuentemente en este trabajo se cambia el nominativo de porciones, por
bloques.
Por medio de la construcción de secciones para esta área, se pudo observar que en
todas ellas se puede trazar una línea imaginaria en la cima de Zuloaga. Dicha línea,
representa la pendiente actual de un nivel de despegue que se encuentra en la base de
Zuloaga (la cual se desconoce en esta porción). Esa paleopendiente permitió que la
secuencia se deslizara gravitacionalmente hacia el norte y noreste hasta chocar con
los contrafuertes (Figura 5.4).
- 78 -
Figura 5.4. Línea que representa la pendiente del nivel de despegue de la secuencia, aunque éste se encontraba en la base de Zuloaga.
Figura 5.5. Orientación de las estructuras a nivel regional, donde se observa como al oriente tienen un rumbo preferencial N-S, mientras que al Norte del área de estudio (cuadro rojo) se orientan casi E-W.
- 79 -
V.3. TAFROGENIA
Posterior a la Orogenia Laramide, ocurre la etapa de relajación de esfuerzos a finales
del Eoceno, caracterizada a nivel regional por la generación de fallas normales.
Dentro del área de estudio afloran muy pocas fallas normales y las que hay no parecen
tener relación con la etapa post-orogénica puesto que se encuentran perpendiculares
a las charnelas de los pliegues, sin embargo, se ha propuesto que las fallas normales
favorecieron el emplazamiento de intrusivos y estos al emplazarse enmascararon la
evidencia de dichas fallas.
Por otro lado, el bolsón de Cedros, afectado por la Falla San Tiburcio, probablemente
continuó teniendo una influencia de la falla normal que se manifestó desde finales del
Jurásico, puesto que tiene un gran espesor el relleno aluvial en esta parte.
Suter (1987), menciona que la presión que confinó a las rocas de la Sierra Madre
Oriental (45 a 50 MPa) en la región de San Luis Potosí, no es suficiente como para que
éstas se deformen de manera dúctil, y propone que el emplazamiento de los intrusivos
que se exponen en la parte oeste de dicho orógeno, pudieron haber elevado
regionalmente las isotermas y el flujo de calor, poniendo la zona de transición frágil-
dúctil hasta las presiones de confinamiento más bajas y al mismo tiempo, facilitaron
un mayor acortamiento. En el área de estudio, aunque los intrusivos han sido fechados
como post-orogenicos, probablemente el ascenso de magma comenzó desde mucho
antes de su enfriamiento, y ese hecho, ayudó a la elevación del límite frágil-dúctil.
- 80 -
encajonante y rebaje magmático (stoping) (Ramírez-Peña, 2011; Ramírez-Díaz, 2012).
En este trabajo, se puede observar, en las secciones estructurales, que necesariamente
hubo asimilación de roca encajonante durante el emplazamiento de los magmas,
puesto que, en algunos sitios donde afloran los cuerpos intrusivos, falta parte de la
secuencia sedimentaria del Mesozoico (Secciones: EE’, FF’, II’). Otra de las
características del emplazamiento de estos intrusivos que se puede observar, es que
donde se emplazan dentro de una formación, dan la apariencia de que dicha
formación tiene un mayor espesor (Secciones NB-NB’ y SR-SR’), hecho que habla de
una inyección forzada.
Cerca del intrusivo de Noche Buena (Sección CC’), la forma del anticlinal La Caja
semeja una forma de hongo, a diferencia del resto de dicho anticlinal, donde
generalmente aparece recostado al norte. Ese hecho, probablemente se deba a la
presencia de dicho intrusivo que deforma la secuencia dándole ese aspecto, y
plegando el anticlinal de tal forma que el flanco sur de dicho anticlinal, en lugar de
recostarse al norte, lo hace al sur.
- 81 -
Sección EE’
Sección II’
- 82 -
VI. CONCLUSIONES
- 84 -
Finalmente, a finales del Terciario y hasta el Reciente, los procesos erosivos
generan el depósito de un conglomerado que rellena el valle, acompañado de
material aluvial y coluvial.
VI.1. RECOMENDACIONES
Con la finalidad de tener mayor certeza en el mecanismo de la deformación al
poniente de la falla y de la forma en que esta sufre reactivación, así como ver la
posibilidad de reactivaciones futuras de la misma, se recomienda:
- 85 -
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D69, G14-C61, G14-C62, G14-C63, G14-C64, G13-D78, G13-D79, G14-C71, G14-C72,
G14-C73, G14-C74, G13-D88, G13-D89, G14-C81, G14-C82, G14-C83, G14-C84.
Obtenidos en:
http://www.sgm.gob.mx/publicaciones_sgm/boletin_sgm.jsp?wparam=4
- 94 -
ÍNDICE DE FIGURAS
- 95 -
FIGURA 3.6. A) Afloramiento de la Fm. La Caja cercano al intrusivo 31
Concepción Del Oro, de donde adquiere la tonalidad debido a la
alteración. B) Contacto concordante entre la Fm. La Caja (izquierda) y
Zuloaga (derecha).
FIGURA 3.7. A) Miembro superior de la Fm. Taraises. B) Miembro 33
medio, con banda de pedernal en recuadro amarillo. C) Alteración en
forma de manto debido al intrusivo Concepción Del Oro.
FIGURA 3.8. Formación Cupido. A) Nódulos de pedernal gris. B) 34
Nódulos de pirita oxidada. C) Estilolitas paralelas a la estratificación.
FIGURA 3.9. Formación Cupido. A) Nódulo de pirita oxidado y radial. 35
B) Ammonite de probable especie Distoloceras. C) Cupido brechada
con relleno silíceo cerca del intrusivo Concepción del Oro.
FIGURA 3.10. Formación La Peña, se observan las calizas arcillosas 36
intercaladas con lutitas, con su típico color pardo en la superficie
intemperizada.
FIGURA 3.11. Formación Cuesta del Cura. A) Bandas de pedernal 38
típicas de ella. B) Ammonites en el anticlinal de Cerro Gordo. C)
Estratificación ondulante, típica de la formación. D) Plegamiento
interno marcando un estrato como índice con la línea roja.
FIGURA 3.12. Formación Indidura A) Afloramiento en el flanco norte 40
de la Sierra Santa Rosa. B) Afloramiento al oriente de Salaverna,
fractura rellena marcada en amarillo. C) Contacto concordante entre
la Fm. Indidura y Fm. Caracol.
FIGURA 3.13. Formación Caracol. A) Secuencia lutítica cortada por 41
una fractura rellena de calcita. B) Contacto de Fm. Caracol con
sedimentos Cuaternarios en discordancia erosional.
FIGURA 3.14. A) Intrusivo granodiorítico Concepción Del Oro. B) 44
Detalle de la granodiorita alterada, casi en contacto con la caliza
Zuloaga.
FIGURA 3.15. Intrusivo Peña del Águila, visto desde la cima del flanco 46
norte de la Sierra Santa Rosa.
FIGURA 4.1. Página de descarga en línea de los modelos de elevación 49
digital, a través de la página de INEGI.
FIGURA 4.2. Mapa base del área de estudio (abajo, cota 0 m), con el 52
DEM sobrepuesto y con transparencia.
FIGURA 4.3. Columna estratigráfica de los horizontes a digitalizar en 52
Move.
FIGURA 4.4. Muestra de una porción de la digitalización de la 53
cartografía, con echados y estructuras. Los colores diferentes
corresponden a las distintas formaciones cartografiadas.
- 96 -
FIGURA 4.5. Secciones principales a construir que son 54
representativas de la geología estructural del área de estudio (líneas
gruesas en negro).
FIGURA 4.6. Etapas de la construcción de una sección, comenzando 56
por la obtención del perfil topográfico, seguido de la proyección de
cimas y echados, construcción de todos los horizontes con la
herramienta Template, y vista final de una sección construida.
FIGURA 4.7. Color asignado a los horizontes en la secciones, con el fin 57
de hacerlos más visibles, sin considerar una asociación entre el color
de la cima y la edad de la formación representada.
FIGURA 4.8. Construcción de superficies que representan horizontes 58
o en este caso el nivel de despegue de una cabalgadura.
FIGURA 5.1. Principales estructuras anticlinales interrumpidas por 62
cabalgaduras o intrusivos. Se observa la diferencia de orientación a
ambos lados de la Falla San Tiburcio.
SECCIÓN AA’ 65
SECCIÓN BB’ 65
SECCIÓN CC’ 66
SECCIÓN DD’ 66
SECCIÓN FF’ 67
SECCIÓN GG’ 67
SECCIÓN HH’ 68
SECCIÓN JJ’ 68
SECCIÓN NB-NB’ 69
SECCIÓN SR-SR’ 69
SECCIÓN VV’ 70
SECCIÓN WW’ 71
SECCIÓN XX’ 71
SECCIÓN YY’ 72
SECCIÓN ZZ’ 72
FIGURA 5.2. Estructuras aledañas al Lineamiento San Tiburcio, 73
dónde se observa una configuración de tres bloques separados por las
fallas Presa del Junco y San Tiburcio.
SECCIÓN MM’ 75
SECCIÓN NN’ 75
SECCIÓN PP’ 76
FIGURA 5.3. Analogías entre el modelo propuesto de falla derecha y 77
el área de estudio.
FIGURA 5.4. Línea que representa la pendiente del nivel de despegue 79
de la secuencia, aunque éste se encontraba en la base de Zuloaga.
- 97 -
FIGURA 5.5. Orientación de las estructuras a nivel regional, donde se 79
observa como al oriente tienen un rumbo preferencial N-S, mientras
que al norte del área de estudio (cuadro rojo) se orientan casi E-W.
SECCIÓN EE’ 82
SECCIÓN II’ 82
ANEXO 1.1. Ubicación del área que cubre el modelo tridimensional 99
(blanco).
ANEXO 1.2. Vista al poniente que muestra las características y tipo 100
del plegamiento de las Sierras Santa Rita, Santa Rosa. Se puede
observar, como al oriente, las estructuras están recostadas al norte.
ANEXO 1.3. Vista al oriente. Nótese como la Sierra Santa Rita 101
(derecha) y la Sierra La Caja (izquierda) en su terminación al
poniente son anticlinales simétricos, mientras que el anticlinal de la
Sierra Santa Rosa (centro) está recostado al norte.
ANEXO 1.4. Modelo general del plegamiento del área, con 102
exageración vertical de 2. Al fondo se observa la traza que seguiría la
cabalgadura La Caja (rojo).
ANEXO 1.5. Modelo de plegamiento viendo hacia el norte. En ésta 103
figura se muestra la configuración estructural del área de estudio,
bajo la topografía, como se encuentra en el Reciente.
ANEXO 1.6. Configuración de la geología estructural actual. Vista al 104
oriente.
ANEXO 1.7. Vista en planta de la cabalgadura La Caja. Se puede 105
observar como en algunos sectores tuvo mayor avance que en otros,
debido a fallas laterales de desgarre.
ANEXO 1.8. Vista en planta de la cabalgadura La Caja, con la cima de 106
la Fm. Zuloaga sobrepuesta. Se observa la continuidad de las fallas de
desgarre hacia el sur.
ANEXO 1.9. Vista en planta de la cabalgadura La Caja en contacto con 107
el intrusivo Noche Buena.
- 98 -
ANEXO
Anexo 1.1. Ubicación del área que cubre el modelo tridimensional (blanco).
- 99 -
Anexo 1.2. Vista al poniente que muestra las características y tipo del plegamiento de las Sierras Santa Rita, Santa Rosa. Se puede observar, como al
oriente, las estructuras están recostadas al norte.
- 100 -
Anexo 1.3. Vista al oriente. Nótese como la Sierra Santa Rita (derecha) y la Sierra La Caja (izquierda) en su terminación al
poniente son anticlinales simétricos, mientras que el anticlinal de la Sierra Santa Rosa (centro) está recostado al norte.
- 101 -
Anexo 1.4. Modelo general del plegamiento del área, con exageración vertical de 2. Al fondo se observa la traza que seguiría la
cabalgadura La Caja (rojo).
- 102 -
Anexo 1.5. Modelo de plegamiento viendo hacia el norte. En ésta figura se muestra la configuración estructural del área de
estudio, bajo la topografía, como se encuentra en el Reciente.
- 103 -
Anexo 1.6. Configuración de la geología estructural actual. Vista al oriente.
- 104 -
Anexo 1.7. Vista en planta
de la cabalgadura La Caja.
Se puede observar como
en algunos sectores tuvo
mayor avance que en
otros, debido a fallas
laterales de desgarre.
- 105 -
Anexo 1.8. Vista en planta
de la cabalgadura La Caja,
con la cima de la Fm.
Zuloaga sobrepuesta. Se
observa la continuidad de
las fallas de desgarre hacia
el sur.
- 106 -
Anexo 1.9. Vista en planta de la cabalgadura La Caja en contacto con el intrusivo Noche Buena.
- 107 -
ANEXO 2. MAPA GEOLÓGICO DEL ÁREA DE
ESTUDIO.
- 108 -