Ejemplos de Dialogos Tragedia y Comedia
Ejemplos de Dialogos Tragedia y Comedia
Ejemplos de Dialogos Tragedia y Comedia
“EL ACCIDENTE”
Descripción: Ofelia es una chica a la que le gusta vivir al límite, sin escuchar los consejos de sus padres. Pronto
pagará las consecuencias por su egoísmo.
Personajes: Ofelia, Papá, Mamá, Hernán, Jóvenes, Doctor, Enfermera
PRIMER ACTO
Ofelia, una joven muy atractiva, se encuentra discutiendo acaloradamente con sus padres, quienes tratan de
hacerla entrar en razón.
- Ofelia: ¡Yo quiero ir a esa fiesta! ¿Por qué tienen que ser tan injustos?
- Mamá: Hija, comprende que esto es por tu bien. La última vez que te dejamos salir bebiste demasiado, casi
chocas el auto.
- Ofelia: ¡Ay, mamá! Solo pasó una vez, ya supérenlo.
- Papá: ¡No es no, Ofelia! Te vas a quedar esta noche en casa y es mi última palabra.
- Ofelia se deja caer en el sofá, enfurruñada, y sus padres salen de escena.
- Ofelia: Pues no me importa, yo voy a esa fiesta aunque me castiguen después.
SEGUNDO ACTO
Ya en la fiesta, Ofelia se encuentra bebiendo una copa y hablando con Hernán, uno de sus compañeros de clase.
En el fondo del escenario, algunos adolescentes bailan al ritmo de una música estridente. Pero ellos se ven
fastidiados.
- Ofelia: ¡Qué horror! ¿Para esto me escapé de mi casa? Esta música da asco.
- Hernán: Lo sé, esta fiesta es más aburrida que la obra de teatro que hacen en la escuela todos los años. Pero
conozco de otro lugar que tiene mejor ambiente que este, ¿vamos?
- Ofelia (riendo): ¡Vámonos lejos de estos perdedores!
TERCER ACTO
En el carro de Hernán, él y Ofelia escuchan música a todo volumen, mientras él maneja el volante con
movimientos bruscos.
Una luz ilumina el coche de Hernán en el escenario. Se escucha el sonido de un choque violento y a continuación,
Ofelia y Hernán saltan en sus asientos, antes de quedar inconscientes.
CUARTO ACTO
En una cama de hospital, Ofelia yace malherida y cubierta de vendas. Está conectada a varios aparatos mientras
una enfermera la revisa.
- Ofelia: Enfermera, por favor… llame a mis padres… necesito decirles que lo siento.
- Enfermera: Tranquila, señorita. No se esfuerce.
- Ofelia: No… es inútil. Por favor… por favor, solo dígales que lo lamento. Y que los amo… mucho…
La chica cierra los ojos y una de las máquinas lanza un sonido penetrante, indicando que acaba de morir. La
enfermera, consternada, se acerca a la puerta para llamar a un doctor, quien entra para confirmar el fallecimiento
de la muchacha.
Personajes
1. Fausto: Hombre machista
2. Cantinero: Compadre de Fausto.
3. Mara: Esposa de Fausto.
ÚNICO ACTO
El cantinero se encuentra limpiando las mesas de la cantina que aún se encuentra cerrada, cuando llega Fausto muy
animado.
- Fausto (Hablando alto y muy animado): Hola compadre ¿Cómo me le va? Sírvame una copa que tengo la
garganta seca.
- Cantinero (Haciendo cara de pocos amigos): Compadre son las 11 de la mañana, la cantina está cerrada
¿no ve que estoy limpiando?
- Fausto (burlándose de su compadre): Compadre parece una vieja limpiando mesas, contrate una mujer que
limpie, los hombres no estamos para trapear.
- Cantinero (sonriendo con desgano): Déjese de hablar estupideces compadre, que en el pueblo se dice que
usted hasta tiende las camas cuando la comadre se pone fuerte.
- Fausto (poniendo cara de impresionado): ¿Quién dijo eso? Yo soy un macho compadre, yo no hago cosas
de viejas, eso de limpiar y oficios es para ellas, para eso las trajo Dios al mundo, pues ¡para servirnos!
- Cantinero (desaprobando con la cabeza): Usted finge haberse quedado en el pasado compadre, ahora con
eso del feminismo y la igualdad, la mujer limpia si quiere, sino, pone al marido, como lo ponen a usted.
- Fausto (molesto): Mire compadre, mejor sírvame un trago y deje de estar repitiendo los chismes del pueblo,
en mi casa mando yo, y si mi mujer no le gusta, se aguanta, cuando una mujer se casa, sabe que tiene que
obedecer al marido, Sino que se quede vistiendo santos.
- Cantinero (riendo ya con más ganas): Como habla estupideces compadre, seguro que viene a gastarse el
dinero del mandado, yo no quiero problemas con la comadre Mara, así que mejor vaya a hacer su mandado
y no venga a gastarse la plata aquí.
- Fausto (subiendo el tono de voz): ¿Y quién le dijo a usted que Mara puede decirme que hacer con el dinero?
Usted si se nota que su mujer lo trae con la cuerda bien corta compadre, lo compadezco.
- Cantinero (burlándose): Si compadre, como le digo pues, mi mujer me trae bien sometido, al menos no me
pega, eso hay que agradecerlo.
- Fausto: Sírvame el trago pues ¿Va a pasar toda la mañana diciendo sandeces en vez de servirme?
- Cantinero: Bueno compadre, pero no me hago responsable, si la comadre se molesta, usted se echa la
culpa.
- El cantinero sirve el trago y cuando ya lo acerca a Fausto entra una mujer gritando su nombre.
- Mara (Gritando y en tono amenazante) ¡Fausto! ¿Me puedes decir qué demonios haces tú en la cantina?
- Fausto (petrificado y con los ojos muy abiertos por el asombro, aún de espaldas contesta en voz muy baja)
Amor ¿Qué haces aquí?
- Mara (sin dejar de hablar fuerte y muy molesta): Eso pregunto yo, ¿Qué haces tú aquí? Yo te mande a
comprar la comida para los cochinos, y en la casa hay una ruma de platos que lavar y hay que limpiar el
patio, ¡Qué bello! Y el señor perdiendo el tiempo.
- Fausto (tratando de recuperar la dignidad): Bueno amor, pero tú no haces nada, podías lavar los platos al
menos.
- Mara (indignada): ¡¿Qué?! ¿Qué dijiste Fausto? Y usted compadre de alcahueta
- Cantinero (excusándose): No comadre a mí no me meta, yo estaba limpiando la cantina y el llego solo aquí.
- Mara: Te pregunte ¿Qué dijiste fausto?
- Fausto (asustado): Nada mi amor.
- Mara (Tomando su cartera y comenzando a golpear a Fausto) Párate de ahí y vamos a la casa,
sinvergüenza, ya vas a ver cuando lleguemos, ¡muévete!
- Fausto se levanta tratando de cubrirse de los golpes de Mara y el cantinero riendo los ve alejarse.
- Cantinero (Gritando para que Fausto lo escuche y riendo a la vez): Así es compadre, no se deje que usted
es el que manda ¡es un macho!