Fundamentos Física Médica Vol 8 PDF
Fundamentos Física Médica Vol 8 PDF
Fundamentos Física Médica Vol 8 PDF
de Física Médica
Volumen 1
Fundamentos
de Física Médica
adiobiología y principios
Medida de la radiación
Volumen 2
Radiodiagnóstico: bases físicas, equipos
y control de calidad
Volumen 3
Radioterapia externa I.
de Oncología
Bases físicas, equipos, determinación de la dosis
absorbida y programa de garantía de calidad
Volumen 4 Volumen 8
Radioterapia externa II.
Dosimetría clínica, algoritmos de cálculo, Radiobiología y principios
sistemas de planificación y control de calidad
Volumen 5
de Oncología
Volumen 8. R
Braquiterapia: bases físicas, equipos
y control de calidad Editor de la colección:
Antonio Brosed Serreta
Volumen 6
Medicina nuclear: bases físicas, equipos Editor del volumen:
y control de calidad Damián Guirado Llorente
Volumen 7
Proteccion radiológica hospitalaria
Volumen 8
de Física Médica
Radiobiología y principios de Oncología
Fundamentos
Volumen 9
Radiaciones no ionizantes I.
Ultrasonidos. Bases físicas, equipos
y control de calidad
Volumen 10
Radiaciones no ionizantes II.
Resonancia magnética. Bases físicas,
equipos y control de calidad
ISBN 978-84-944186-3-1
ISBN: 978-84-944186-3-1
Volumen 8
Radiobiología y principios
de Oncología
Editor de la colección:
Antonio Brosed Serreta
Baeza 8 28/12/2016
© Sociedad Española de Física Médica
E-mail: [email protected]
Página web: www.sefm.es
Edición:
htpp://www.auladoc.com
Reservados todos los derechos. Ninguna parte de esta publicación podrá ser reproducida, alma-
cenada o trasmitida en cualquier forma ni por cualquier procedimiento electrónico, mecánico, de
fotocopia, de registro o de otro tipo, sin el permiso de los editores.
Baeza 8 28/12/2016
ANTONIO BROSED SERRETA
Licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad
de Zaragoza en 1959 y, tras dos años trabajan-
do en la cátedra del Profesor Don Justiniano
Casas, ingresó en la Junta de Energía Nuclear
(JEN) en 1962. En Enero de 1966, fue enviado al
“Laboratorio de dosimetría de radiaciones ioni-
zantes” de la Oficina Internacional de Pesas y
Medidas (BIPM) en Sévrès (Francia). Bajo la dirección del Profesor André
Allisy trabajó y aprendió la metrología correspondiente a la dosimetría
con haces externos.
Desde 1968 hasta su jubilación en 2007 sus actividades se han de-
sarrollado en dos vertientes: la primera corresponde a la investigación
y desarrollo en metrología de radiaciones ionizantes (RI), que compren-
dió el establecimiento de patrones nacionales y laboratorios de calibra-
ción en el seno de la entonces JEN y en el Laboratorio de Metrología
de RI (LMRI) de la actual CIEMAT, y la segunda corresponde a labores
docentes relacionadas con la metrología de RI, dosimetría física en ra-
dioterapia y radioprotección y desarrolladas en diferentes ámbitos.
Coautor y autor de artículos en revistas nacionales y extranjeras, de
capítulos de libros y de numerosas comunicaciones a Congresos, fue
nombrado en 1969 miembro a título personal del Comité Consultivo
de Radiaciones Ionizantes (CCRI, Section I) del BIPM, labor que desarro-
lló hasta su jubilación. Ha sido presidente del Comité de Dosimetría en
Radioterapia (CDR) de la Sociedad Española de Física Médica (SEFM),
desde su origen en 1979 hasta su desaparición en 1997 y presidente de
la Comisión Científica de la SEFM desde su creación en 2000 hasta 2007.
Ha recibido distinciones de la SEPR (2000), de la SEFM (2001) y del
BIPM (2009).
Baeza 8 28/12/2016
Baeza 8 28/12/2016
DAMIÁN GUIRADO LLORENTE
Licenciado en Ciencias Físicas y Doctor por
la Universidad de Granada. Especialista en Ra-
diofísica Hospitalaria. Trabaja en la Unidad de
Radiofísica del Hospital Universitario San Cecilio
de Granada, donde es tutor de residentes. Ha
sido miembro del Comité de Redacción y direc-
tor de la Revista de Física Médica. Ha desarrollado
su trabajo clínico y de investigación fundamentalmente en las áreas de
dosimetría en Radioterapia, control de calidad y Radiobiología.
Baeza 8 28/12/2016
Baeza 8 28/12/2016
Presentación
Los contenidos del presente volumen y de toda la colección, sur-
gen a partir de los textos del curso “FUNDAMENTOS DE FÍSICA MÉDICA”,
organizado por la SEFM (Sociedad Española de Física Médica) y la UNIA
(Universidad Internacional de Andalucía).
Desde el año 2004, en los meses de enero y febrero y celebrado en
el magnífico recinto de la sede Antonio Machado de la UNIA, en Baeza
(Jaén), el curso ha pretendido ofrecer una formación básica que cubre
en gran medida los conocimientos teóricos que figuran en el programa
de la especialidad de Radiofísica Hospitalaria (RFH), así como introducir
a otros titulados superiores en el campo de la Física Médica.
En consecuencia, estos textos van dirigidos a especialistas en forma-
ción en la especialidad de RFH, (fundamentalmente los residentes de
primero y segundo año de la especialidad), así como a titulados supe-
riores que quieran adquirir o mejorar sus conocimientos en el área de
la Física Médica.
Los objetivos del curso tal como fue concebido son:
•• Cubrir gran parte del programa teórico de formación de la espe-
cialidad de RFH.
•• Uniformizar los conocimientos teóricos de base para todos los
especialistas en formación.
•• Armonizar el léxico y la terminología en el ámbito de la Física
Médica.
Por medio de esta colección, se pretende además, difundir el con-
tenido de nuestros cursos entre todos los profesionales de la Física
Médica de habla hispana que deseen acercarse a nuestros textos y te-
ner a su disposición un libro de consulta en español.
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El curso se estructura en 9 módulos, de duración entre 10 y 20 horas
cada uno, que son eminentemente teóricos a fin de introducir a los
especialistas en formación en las diversas áreas de la especialidad. A
lo largo de estos años se ha desarrollado por medio de clases magis-
trales combinadas con seminarios, discusiones y trabajos en grupo. A
partir de dichos módulos docentes han surgido los diez volúmenes que
componen esta serie, revisados y ampliados con la participación de los
autores y del editor de la colección, Antonio Brosed Serreta.
Mi agradecimiento sincero a todos los profesores participantes a lo
largo de estos años, así como a los autores de los textos por su dedica-
ción y esfuerzo desinteresado.
Finalmente, quiero agradecer a la Junta Directiva de la SEFM el apo-
yo incondicional recibido a lo largo de todas las ediciones del curso
y el haber hecho realidad ahora, la publicación de sus contenidos. Mi
agradecimiento especial, a Alejandro García Romero cuyo entusiasmo
y dedicación han sido claves para llevar a buen término la publicación
de estos libros.
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Autores
Rafael Guerrero Alcalde
Licenciado en Ciencias Físicas y Diploma de Estudios Avanzados por la
Universidad de Granada. Especialista en Radiofísica Hospitalaria. Trabaja en la
Unidad de Radiofísica del Hospital Universitario San Cecilio de Granada. Ha de-
sarrollado su trabajo clínico y de investigación fundamentalmente en las áreas
de dosimetría en Radioterapia y simulación Monte Carlo.
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tutor de residentes, y en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves, donde ejerció
como Jefe de Protección Radiológica durante cuatro años. Es actualmente Jefe de
Radiofísica y de Protección Radiológica del Centro Médico de Asturias / IMOMA. Ha
desarrollado su trabajo clínico y de investigación fundamentalmente en las áreas de
dosimetría en Radioterapia, control de calidad y Radiobiología.
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Índice
2. La Oncología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
3. Demografía y epidemiología . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
3.1. El cáncer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
3.2. Datos generales del cáncer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
3.3. Incidencia, supervivencia y mortalidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
3.4. Prevalencia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
4. Estrategias de intervención . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
4.1. La prevención primaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 37
4.2. El cribado del cáncer. Programas de detección precoz . . . . . . 39
4.3. Tratamiento adecuado de los pacientes y mejora de su
calidad de vida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44
4.4. Investigación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 45
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5.3. Cáncer de colon y recto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
5.4. Cáncer de próstata . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
5.5. Cáncer de estómago . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 52
5.6. Cáncer de vejiga . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
7. Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55
8. Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56
3. Factores pronósticos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68
3.1. El sistema TNM de estadificación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70
6. Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
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Tema 3. Efectos subcelulares de la radiación . . . . 85
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
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10. Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
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8. Interpretaciones biológicas del modelo lineal-cuadrático . . . . . . .192
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4.6. Magnitudes básicas en la estimación del riesgo . . . . . . . . . . . . 246
6. Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257
7. Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
5. Hipofraccionamiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 284
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7.2. Braquiterapia de baja tasa de dosis (LDR) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 296
7.3. Efecto de la tasa de dosis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 297
7.4. Implantes permanentes de Braquiterapia . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299
8. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 303
9. Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 304
5. Conclusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 328
7. Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 333
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Tema 8. Relaciones dosis-respuesta en
Radioterapia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341
1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343
7. Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 381
8. Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 383
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2. De la significación estadística a la evidencia científica . . . . . . . . . 389
7. Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 411
8. Bibliografía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 413
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Tema 1:
Principios de Oncología.
Epidemiología y
etiología del cáncer
Amadeo Wals Zurita
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Principios de Oncología. Epidemiología y
etiología del cáncer
Amadeo Wals Zurita
Servicio de Oncología Radioterápica
Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla
[email protected]
1. Introducción
Vamos a empezar el recorrido de estos temas definiendo la Oncología en
general, hablando de la epidemiología y de la etiología del cáncer. Es decir
cómo se distribuye por una población estudiada, qué grado de afectación se
observa y el estudio de las causas de esta enfermedad.
En este tema y en el siguiente nos acercaremos a la Oncología a través de
la epidemiología. Describiremos las vías de propagación y extensión de un
tumor. Trataremos el proceso de “estadificación” así como la evaluación del
paciente.
En el siguiente tema describiremos las modalidades de tratamiento actua-
les y de futuro inmediato de esta enfermedad tan variable en su presentación,
comportamiento y pronóstico.
Estos temas, lógicamente, no pretenden ser un tratado exhaustivo de los
tópicos aquí contemplados. La pretensión del autor es incitar al estudio de es-
tas cuestiones intentando con las referencias citadas abrir al lector interesado
algunas puertas de entrada a la información que en este texto se apunta.
2. La Oncología
La Oncología se define por la RAE como la ”Parte de la medicina que trata
de los tumores”.
[ 25 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 26 ]
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
rapia indicada. Por todo ello, otros profesionales como enfermería, radiofísicos
o técnicos superiores en Radioterapia, pueden compartir la responsabilidad de
informar en los aspectos en los que tienen capacidad. Además, deberíamos
informar sobre los resultados que un paciente puede esperar en nuestro centro
en comparación con los de otras unidades (Guirado y cols. 2009).
Como ya hemos dicho, la Oncología no se entiende sin una participación
activa de distintos profesionales sanitarios. Veamos: un oncólogo médico no
podrá tratar con quimioterapia sin un diagnóstico de cáncer realizado por un
especialista en ”anatomía patológica”, que analizará una muestra de tejido ob-
tenida a su vez por otro especialista en neumología (si seguimos con el ejem-
plo anterior del paciente con cáncer de pulmón). Así mismo, los servicios de
imagen (Radiodiagnóstico y Medicina nuclear) informarán de que la extensión
del tumor está localizada en su órgano de origen (pulmón) y que, por tanto, po-
dremos ofertar un tratamiento combinado con Radioterapia. Y la participación
de un oncólogo radioterápico en el tratamiento requiere de la participación del
radiofísico hospitalario en el diseño de un plan de irradiación.
Nos podemos imaginar los distintos profesionales que participan y que no
han sido citados en este ejemplo. Queda claro que definir el procedimiento
como una “cadena” o “rueda” donde el eje es el paciente cobra sentido.
[ 27 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
3. Demografía y epidemiología
”Conocer algo es haber logrado las respuestas al qué, cuándo, cómo, y por qué
de ese algo”.
(Sócrates)
[ 28 ]
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
[ 29 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Medidas de frecuencia
Medidas que caracterizan la aparición de una enfermedad o de otro atri-
buto o hecho en una población, para un tiempo dado y una zona geográfica
concreta. Existen dos formas de medir la ocurrencia de un problema de salud:
la incidencia y la prevalencia.
•• Incidencia: número de casos de enfermedad que comienzan o de perso-
nas que caen enfermas durante un período dado en una población de-
[ 30 ]
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
3.1. El cáncer
El cáncer es un conjunto de enfermedades que se caracterizan por la exis-
tencia de una proliferación anormal de células.
Lo que confiere la característica de malignidad a esta proliferación celular
es su capacidad para invadir órganos y tejidos y diseminarse por el organismo
a distancia del foco inicial.
El cáncer es una enfermedad genética, resultado de las alteraciones que
presentan las células cancerosas en genes relacionados con el control del ciclo
celular. La causa de estas mutaciones (alteraciones) es debida, la mayor parte
de las veces, como ya hemos dicho más arriba, a factores ambientales. Estos
pueden ser físicos, químicos, dieta, consumo de tabaco y alcohol, contaminan-
tes y algunas infecciones. Estas alteraciones se relacionan frecuentemente con
los mecanismos de envejecimiento celular.
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
Figura 2. Incidencia, mortalidad y prevalencia a 5 años del cáncer en España en el año 2012.
Tasa ajustada a la población estándar mundial (ASRw). Fuente: (Globocan 2012) V1.0.
[ 35 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
3.4. Prevalencia
La prevalencia hace referencia al número de pacientes con cáncer en una
determinada población, independientemente del momento en que fueron
diagnosticados. La prevalencia depende de la frecuencia de aparición de la en-
fermedad (incidencia) y de la letalidad de la misma (supervivencia). La relación
entre la incidencia, la mortalidad y la prevalencia se presenta de forma gráfica
en la figura 3.
La prevalencia es un indicador útil para planificar los recursos asistenciales
necesarios en relación con la carga de enfermedad que soporta la población.
Sin embargo, a la hora de planificar los recursos necesarios hay que tener en
cuenta que los requerimientos asistenciales de los casos diagnosticados re-
cientemente son mayores que los de pacientes que han logrado sobrevivir un
largo periodo de tiempo. En muchos casos, estos “grandes supervivientes” no
reciben tratamiento alguno.
El mayor impacto en términos de prevalencia corresponde a los tumores
de vejiga, próstata, cáncer colorrectal, cáncer de cavidad bucal y faringe y cán-
cer de pulmón en hombres. En mujeres, la mayor proporción de casos preva-
lentes corresponde a tumores de mama (un 36% del total), seguido del cáncer
colorrectal y de cuerpo uterino.
4. Estrategias de intervención
En términos generales, las estrategias dirigidas a la reducción de la inciden-
cia y mortalidad por cáncer en España pueden enmarcarse en cuatro frentes
complementarios:
[ 36 ]
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
Incidencia Mortalidad
120
Tasa por 100 000
90
60
30
prevalencia
0
1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 2005 2010 2015
1. Prevención primaria.
2. Programas de detección precoz (prevención secundaria).
3. Tratamiento de los pacientes y mejora de su calidad de vida.
4. Investigación.
[ 37 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
•• Cribado
Disminución del riesgo en personas
Primaria •• Abandono del tabaco
asintomáticas normales
•• Disminuir la exposición al sol
[ 38 ]
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 40 ]
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
Sujeto
Positivo VP FP VP + FP
Negativo FN VN FN + VN
VP + FN FP + VN
Tabla 3. Tabla de 2 × 2 con los posibles resultados de una prueba para sujeto con y sin enfer-
medad. VP: verdaderos positivos. FP: falsos positivos. FN: falsos negativos. VN: verdaderos
negativos.
VP
(V P + FN)
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
VN
(V N + FP)
VP
(V P + FP)
VN
(FN +V N)
(V P +V N)
(V P +V N + FP + FN)
FP
(V P + FP)
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
curación imposible, sino una muerte digna. Se exige calidad de vida y por ex-
tensión calidad de muerte.
El 8 de enero de 1992 en Madrid se funda y registra la Sociedad Española
de Cuidados Paliativos (SECPAL) que reúne a diversos profesionales sanitarios:
médicos oncólogos, médicos de cabecera y centros de salud, médicos anes-
tesistas, enfermeras, asistentes sociales, psicólogos, religiosos y bioeticistas.
Todos los que en su tarea diaria atienden, cuidan y consuelan a los pacientes
que no son curables.
La supervivencia y la calidad de vida son las dos variables finales con las
que se debe evaluar cualquier tratamiento oncológico.
No existe una definición única para el concepto de calidad de vida (CV):
una definición sencilla de “The Nursing Outcomes” es: ”la satisfacción expresa-
da por un individuo con las circunstancias de su vida actual”. La OMS la define
como: ”La percepción que el individuo tiene de su propia posición en la vida, en el
contexto cultural y el sistema de valores en que vive, y en relación con sus objeti-
vos, expectativas y preocupaciones. Todo ello influenciado por la salud física del
individuo, el estado psicológico, espiritualidad y relaciones sociales”.
Esta nueva demanda obliga a medir ”la calidad de vida”. Es un parámetro
cada vez más importante en la investigación clínica, en estudios fase III, que
permite obtener descripciones de funcionamiento físico, social y emocional
de los pacientes antes, durante y después del tratamiento. Algunos estudios
muestran que el mero hecho de interrogar al paciente sobre su CV produce un
beneficio significativo en su calidad de vida relacionada con su salud (Velikova
y cols. 2004).
Para medir la calidad de vida no existe un instrumento único que pueda
considerarse como ”gold standard”. Los instrumentos genéricos tienen la ven-
taja de permitir comparaciones entre poblaciones distintas, mientras que los
instrumentos más específicos para una determinada enfermedad aportan una
mayor sensibilidad para objetivar cambios en grupos concretos.
4.4. Investigación
Aunque algunos de los determinantes más importantes del cáncer ya son
conocidos y susceptibles de control, una parte importante de la etiología de
muchos tumores es desconocida.
La investigación de las posibles causas del cáncer se enfrenta en este mo-
mento a nuevas retos:
•• El descubrimiento de factores de riesgo que presentan una asociación
débil con la enfermedad, pero que pueden ser muy prevalentes en
[ 45 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
APLICADA
BÁSICA
GRUPOS DE
INVESTIGACIÓN
CLÍNICA
Oncofarmacología
Traslacional Unidad de Microscopía
[ 46 ]
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
5.1. Cáncer de pulmón
Como ya hemos referido más arriba, el cáncer de pulmón es una de las
patologías neoplásicas más frecuentes y la primera causa de muerte por cán-
cer en el mundo. Los factores de riesgo conocidos son el hábito de fumar ta-
baco (activo o pasivo), el asbesto y el radón. También se podría relacionar con
la contaminación del aire, antecedentes familiares y pacientes VIH positivos.
Algunos factores dietéticos (ingesta de frutas y verduras) y de actividad física
podrían disminuir el riesgo de padecer cáncer de pulmón.
Como ocurre con otras localizaciones, según la estirpe celular que origi-
ne el tumor podemos hablar de varios tipos de cáncer de pulmón. Desde an-
tiguo y en la actualidad se siguen destacando dos grupos principales según
las células sean pequeñas o no. Esto tiene trascendencia en el planteamiento
terapéutico.
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
5.2. Cáncer de mama
El cáncer de mama es el tumor más frecuente en las mujeres occidentales,
se estima que en los países de la Unión Europea la probabilidad de desa-
rrollar un cáncer de mama antes de los 75 años es del 8%. El más común es
el carcinoma ductal infiltrante originado en los conductos galactóforos que
conducen la leche hacia el pezón desde el tejido mamario glandular.
En todos los registros españoles, el cáncer de mama es el tumor más fre-
cuente en mujeres, responsable de más del 25% de los casos de cáncer, se-
guido del cáncer de colon y de cuerpo del útero.
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
5.4. Cáncer de próstata
En España, durante los últimos años, el cáncer de próstata se ha colocado
en el tercer lugar como causa de muerte en hombres por detrás de los tumo-
res de pulmón y de los colorrectales.
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
5.5. Cáncer de estómago
El cáncer de estómago ha sido durante la segunda mitad del siglo XX el
tumor más frecuente del aparato digestivo en ambos sexos. Sin embargo,
la caída de su incidencia y el ascenso de los tumores de colon y recto han
colocado al cáncer gástrico en segundo lugar entre los tumores digestivos,
tanto en tasas de mortalidad como de incidencia, en los países desarrollados.
Su distribución presenta grandes variaciones geográficas, tanto entre países
como entre regiones dentro de los mismos.
Es más frecuente en hombres, el doble que en mujeres. A pesar del des-
censo observado, todavía existen en nuestro país 12 600 casos con cáncer de
estómago diagnosticados en los últimos 5 años.
España presenta una tasa estimada de incidencia para 2012 de 7,8 casos
por 100 000 habitantes, algo superior a la media de la Unión Europea. Sin
embargo, al analizar la mortalidad en España (5 por 100 000 habitantes), este
tumor se sitúa en el cuarto puesto en importancia en hombres (por detrás de
pulmón, próstata y colon) y el tercero en mujeres (después del de mama y el
colorrectal). Según los últimos datos publicados por el INE, el cáncer gástrico
fue la causa de muerte en 2012 en 3 479 hombres y en 2 196 mujeres. Su su-
pervivencia sigue siendo baja, con un 25,6% en el periodo 2000-2007 según
datos del EUROCARE-5.
Los factores mencionados como causa de la evolución del cáncer gástrico
a nivel internacional están relacionados con el nivel socioeconómico de los
individuos; el descenso de las tasas de incidencia y mortalidad por este tu-
mor se suele interpretar como una consecuencia del desarrollo de los países
industrializados. El nivel socioeconómico está relacionado con la exposición
a distintos factores, como el tipo de dieta, las infecciones por Helicobacter
pylori, el tabaco, y ciertas exposiciones laborales. Sin embargo, el hecho de
que un país como Japón tenga unas tasas muy elevadas de cáncer de es-
tómago indica que el nivel socioeconómico no es una variable que recoja
adecuadamente todas las exposiciones de riesgo para el cáncer gástrico, y
que factores culturales inherentes a los distintos estilos de vida, y muy espe-
cialmente a la dieta, pueden tener una importancia considerable.
Esto ayudaría también a explicar las grandes diferencias que nos encon-
tramos en España entre algunas provincias. Otros factores de riesgo relacio-
nados con este tumor son los antecedentes de gastrectomía parcial, la his-
toria familiar, la anemia perniciosa, el grupo sanguíneo A y la exposición a
radiaciones ionizantes.
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
5.6. Cáncer de vejiga
En España durante 2012 se produjeron 4 316 muertes por cáncer de veji-
ga en hombres y 933 en mujeres. Según datos de Globocan (Globocan 2012)
el número de casos nuevos que se produjeron en España en 2012 fue de
13 789 y la prevalencia parcial (casos diagnosticados en los últimos 5 años)
es muy alta, 47 225, número intermedio en situación a la de tumores más
frecuentes, como el cáncer colorrectal.
El cáncer de vejiga ha representado el 6,5% de las defunciones por cáncer
en hombres y un 2,3% en mujeres durante el año 2012. Supone la 5ª causa de
muerte por cáncer en hombres y la 13ª en mujeres en España, la razón de se-
xos es de 4:1. El tipo histológico más frecuente es el de células transicionales
(93%), seguido del de células escamosas (2%) y de los adenocarcinomas (1%).
La supervivencia relativa a 5 años en el periodo 2000-2007 fue según
EUROCARE-5 del 70,4%, algo por encima de la media europea (68,6%).
La variabilidad geográfica del cáncer de vejiga se parece a la del cáncer
de pulmón, lo que refleja el papel del consumo de tabaco, que constituye el
agente etiológico más importante. Dentro de nuestro país las tasas más altas
en los hombres se concentran en el suroeste (Cádiz y Sevilla).
La diferencia de patrones en la tendencia temporal y distribución geo-
gráfica respecto al cáncer de pulmón podrían atribuirse a la existencia de
exposiciones ocupacionales y, posiblemente, a la frecuencia de consumo de
tabaco negro en hombres, exposición que ha mostrado para este tumor un
riesgo superior al de otros tipos de tabaco (Silverman y cols. 1992).
Existen datos que sugieren que algunos oficios están relacionados con un
aumento del cáncer de vejiga, como los de procesar pintura, tintes, metal y
productos del petróleo.
Por lo general la supervivencia relativa a 5 años aumentó de forma cons-
tante en el tiempo para todos los países europeos. Los mayores incrementos
desde el periodo analizado 1999-2001 a 2005-2007 fueron para el cáncer de
próstata, linfoma no de Hodgkin y el cáncer de recto (De Angelis y cols. 2014).
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Tabaco 30 29 30
Dieta adulto/obesidad 35 20 30
Sedentarismo 5
Ocupacional 4 9 5
Historia familiar 8 5
Infecciones 10 5
Factores perinatales y
5
crecimiento
Factores reproductivos 7 7 3
Alcohol 3 6 3
Nivel socioeconómico 3
Contaminación ambiental 2 2
Radiaciones ionizantes/
2
ultravioletas
Medicamentos y
1 2 1
procedimientos médicos
Sal/aditivos y contaminantes
1
alimentarios
Factores geofísicos 3 1
Productos industriales y de
<1
consumo
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Tema 1:
Principios de Oncología. Epidemiología y etiología del cáncer
7. Referencias
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[3] CREAL R.P. (2016). CREAL RADIATION PROGRAMME: Mobi-kids. http://
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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MEDICINA DE LA P.U. CATÓLICA DE CHILE. http://escuela.med.puc.cl/
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[8] PLAN INTEGRAL DE ONCOLOGÍA 2007-2012. Junta de Andalucía.
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Tema 2:
Principios de Oncología.
Clasificación, pronóstico y
tratamiento del cáncer
Amadeo Wals Zurita
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Principios de Oncología. Clasificación,
pronóstico y tratamiento del cáncer
Amadeo Wals Zurita
Servicio de Oncología Radioterápica
Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla
[email protected]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
ECTODERMO
MESODERMO
PIEL
HUESOS ENDODERMO
SISTEMA
MÚSCULOS ÓRGANOS EPITELIOS
NERVIOSO
Figura 1. La morfogénesis embrionaria: las tres capas principales del embrión, ectodermo,
mesodermo y endodermo de las cuales derivan todas las estructuras del individuo adulto.
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Tema 2:
Principios de Oncología. Clasificación, pronóstico y tratamiento del cáncer
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Diagnóstico oncológico
PRONÓSTICO Y TRATAMIENTO
2.1. Estudio histopatológico
El estudio histopatológico realizado por el médico especialista en anato-
mía patológica es fundamental. Debe ser realizado con el mayor grado de cer-
teza posible. No se deberá tomar ninguna decisión terapéutica en un paciente
con un diagnóstico de presunción basado en pruebas de imagen o análisis por
muy evidentes que parezcan.
La biopsia es el procedimiento de elección. Se puede obtener mediante di-
ferentes métodos de imagen diagnóstica: ecografías, TC y endoscopias. Las ci-
tologías tomadas por punción-aspiración con aguja fina se han extendido para
el diagnóstico, pero no pueden sustituir a una biopsia quirúrgica que propor-
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Tema 2:
Principios de Oncología. Clasificación, pronóstico y tratamiento del cáncer
ciona material en cantidad suficiente para una tipificación correcta del tumor,
que es la base para un posterior planteamiento terapéutico.
La clasificación de los tumores se basa en la estirpe celular fundamental-
mente. El tumor se denomina en función de la célula normal de la que procede.
Un tumor puede ser sencillo, es decir, proceder de una estirpe celular única,
como los epiteliales (carcinomas) o mesenquimales (sarcomas); aunque tam-
bién puede ser compuesto, es decir, derivar de más de un tipo celular. Como
ejemplo de tumores compuestos tenemos los carcinosarcomas.
Dentro del estudio histopatológico se encuentras técnicas como la inmu-
nohistoquímica. Esta técnica se basa en la utilización de anticuerpos dirigidos
contra sustancias o proteínas específicas que son producidas o expresadas por
las células en estudio. Por ejemplo: se obtiene una muestra (biopsia) en un pa-
ciente que presenta una lesión pulmonar, se etiqueta como adenocarcinoma
y existen dudas sobre su origen primario pulmonar. El paciente presenta sin-
tomatología urinaria compatible con patología de próstata sin filiar. Sabiendo
que los tumores de próstata son habitualmente adenocarcinomas que expre-
san un antígeno llamado PSA (sigla que proviene del inglés “prostate-specific
antigen”), el patólogo realiza la técnica de inmunohistoquímica con anticuer-
pos específicos para el PSA en la muestra. Si da positivo para PSA estará en
condiciones de afirmar que el origen de la lesión pulmonar es una metástasis
de un adenocarcinoma de próstata.
Más sofisticado es el diagnóstico molecular que trata de detectar anomalías
en el ADN, ARN o en proteínas responsables de una determinada enfermedad.
En Oncología están en marcha muchos estudios donde se buscan anomalías
genéticas en los tumores que presentan los pacientes y comprobar posterior-
mente si existen medicamentos dirigidos hacia ellas. También permiten des-
cartar tratamientos no efectivos. Por ejemplo: si se detecta una mutación en el
receptor de membrana para el factor de crecimiento epidérmico (EGFR por su
sigla en inglés, “epidermal growth factor receptor”) esta proteína se convierte en
blanco o diana para un fármaco llamado Afatinib.
En la actualidad está surgiendo, gracias a la innovación tecnológica, una
nueva forma de diagnosticar llamada “biopsia líquida”. Con esta tecnología,
también llamada test de biomarcadores basado en sangre, bastará con realizar
una extracción de sangre al paciente y, a partir de esa muestra, se conocerá el
diagnóstico del tumor; dada su simplicidad, se podrá repetir cuantas veces se
quiera para conocer, con precisión, la evolución de la enfermedad. Con esta
prueba se busca detectar células circulantes tumorales así como fragmentos
de ADN tumoral. Esta nueva técnica no invasiva permite la detección temprana
de tumores, estudiar su heterogeneidad, así como monitorizar su evolución y
respuesta tras iniciar los tratamientos.
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
2.2. Estudio de extensión
El siguiente pilar importante para la evaluación global del paciente es la
extensión que presenta su enfermedad oncológica. Esto permitirá establecer
un pronóstico inicial y una valoración terapéutica. El paciente es “clasificado”
en estadios. Si esto se hace de forma incorrecta el paciente puede ser infratra-
tado y no ser “curado”, o sobretratado y producirle una toxicidad “gratuita” e
innecesaria.
Un paciente bien clasificado permitirá y facilitará una evaluación posterior
de resultados clínicos, necesaria para la pertinente actualización de los proce-
dimientos terapéuticos.
El estudio de extensión es un conjunto de exploraciones y técnicas destina-
das a obtener la información de la diseminación del cáncer. Esta metodología
reglada busca la afectación local, regional y a distancia (sistémica). Se hará con
las mínimas exploraciones necesarias para conseguir incluirlo en un grupo ho-
mogéneo en pronóstico y tratamiento.
Las ventajas de este estudio son:
•• Simplifica la información.
•• Ofrece información pronóstica.
•• Selecciona grupos de tratamiento.
•• Facilita la evaluación estadística.
•• Favorece el intercambio de información.
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Principios de Oncología. Clasificación, pronóstico y tratamiento del cáncer
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Principios de Oncología. Clasificación, pronóstico y tratamiento del cáncer
dencias en una traducción del inglés más libre). El uso fuera de las indicaciones
“aprobadas” por las guías de práctica clínica origina un número excesivo de
biopsias en su mayoría negativas.
Estado
Escala de ECOG (Eastern Cooperative Oncology Group)
general
0 Actividad normal
1 Sintomático; casi siempre en situación ambulatoria
2 Necesidad de estar un tiempo encamado, < 50% de la totalidad del día
3 Necesidad de encamamiento > 50% del día
4 Incapacidad para abandonar el encamamiento
Tabla 1. La escala del ECOG establece 5 niveles de actividad y es sencilla de usar. Se emplea
con frecuencia en la práctica clínica oncológica.
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
3. Factores pronósticos
El pronóstico es un juicio que se forma el médico en relación con los cam-
bios que pueden ocurrir durante el curso de la enfermedad. También sobre su
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Principios de Oncología. Clasificación, pronóstico y tratamiento del cáncer
Factores pronósticos
Síntomas Localización
Comorbilidad Histología
.../... .../...
Figura 3. Factores pronósticos agrupados por su relación con el paciente o con el tumor.
duración y final por los síntomas que la han precedido o la acompañan. Los
factores pronósticos son los datos capaces de dar información sobre la posible
evolución que va a presentar un paciente. Deberán cumplir con los siguientes
puntos:
•• Método de predicción sencillo.
•• Ampliamente disponibles.
•• Sensibles.
•• Reproducibles en cualquier situación clínica.
El objetivo es ayudar a definir el pronóstico individual de grupos clínicos,
seleccionar pacientes que pueden necesitar otros tratamientos y asignar tera-
pias más eficaces en función del perfil genético.
Véase en la figura 3 un resumen de los factores pronósticos agrupados por
su relación con el tumor o con el paciente.
Los motivos por los cuales se necesita conocer estos factores son:
•• Predecir, en la medida de lo posible, el resultado del tratamiento para
un paciente concreto.
•• Aliviar la ansiedad del paciente.
•• Seleccionar la terapia adecuada y planificar un plan de tratamiento es-
pecífico.
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Principios de Oncología. Clasificación, pronóstico y tratamiento del cáncer
4.1. Cirugía
La cirugía es el tratamiento más antiguo del cáncer y hasta no hace mucho
tiempo el único que podía curar a los pacientes con esta enfermedad.
Citando a la Sociedad Española de Oncología Quirúrgica (SEOQ): “Con la evi-
dencia científica actual, la posibilidad de curación de un cáncer sobre órgano
sólido depende de que el tumor pueda ser extraído quirúrgicamente (lo que
técnicamente se denomina resecabilidad), aunque en algunas situaciones
específicas se dispone de alternativas no quirúrgicas que pueden acercarse en
el control local de la enfermedad”, por ejemplo, la Radioterapia de la próstata
(Lennernäs y cols. 2015).
La cirugía puede ser una forma “fácil” y segura para curar a los pacientes con
tumores sólidos cuando dichos tumores están limitados a la zona anatómica en
la que se originaron. Sin embargo, cuando los pacientes consultan por primera
vez, casi el 70% tienen micrometástasis fuera del lugar de origen. Extender la
cirugía a las áreas de probable afectación regional (ganglios linfáticos) puede
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4.2. Radioterapia
La práctica de la Radioterapia requiere del conocimiento de una serie de
principios derivados de tres áreas diferentes:
•• La Radiofísica aplicada: el oncólogo radioterápico debe conocerla como
el cirujano debe conocer el manejo de todo el equipo necesario en un
quirófano.
•• La Biología celular, tisular y tumoral. Principios básicos de Radiobiología
y cinética celular.
•• Principios terapéuticos basados en la experiencia clínica.
Las dos primeras se tratan en otros volúmenes de esta colección y en el
primer tema de este volumen, y no se repetirán aquí. Nos centraremos en los
aspectos clínicos. El objetivo de un tratamiento con Radioterapia es conseguir
un control tumoral completo (respuesta completa) minimizando todo lo po-
sible los efectos secundarios, tanto agudos (durante la irradiación) como los
tardíos que darán lugar a secuelas más o menos importantes.
Una vez decidido que el paciente será sometido a tratamiento radioterápi-
co deben llevarse a cabo unos procedimientos previos: obtención de imágenes
de TC en posición de tratamiento, para ello se emplearan técnicas de inmo-
vilización y marcaje adecuados a cada caso; localización exacta del volumen
blanco y la delimitación de los órganos críticos, que limitan la dosis absorbida
de prescripción. Posteriormente, se inicia el proceso de planificación en el que
se considerarán las diferentes técnicas posibles del tratamiento.
Los tumores son variables en lo que respecta a su “radiosensibilidad” y, por
tanto, el resultado de la Radioterapia no es igual en todos los tipos de cáncer.
Por otro lado, según la localización anatómica algunos son más fáciles de tratar
que otros sin que se generen efectos secundarios graves o secuelas importan-
tes. Existen límites en la cantidad de radiación que una persona puede recibir a
lo largo de su vida en sus distintos órganos y sistemas, y eso obliga a plantear
distintas modalidades disponibles para el tratamiento con Radioterapia.
En la especialidad médica que es la Oncología radioterápica, la tecnología y
la Biología se acercan buscando mejorar el control local mediante planificacio-
nes con fotones, partículas cargadas, modificadores bioquímicos que buscan
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mama 83 81 42
pulmón 76 71 39
próstata 60 51 27
recto 65 56 40
cérvix 58 83 44
cerebro 92 37 59
Tabla 2. Datos extraídos del trabajo de Delaney (Delaney y cols. 2005). Porcentaje óptimo
de uso de Radioterapia y el uso que se hace en un país europeo como Suecia y en Estados
Unidos de America.
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Principios de Oncología. Clasificación, pronóstico y tratamiento del cáncer
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
del gas mostaza (mustina) a un paciente con linfoma no Hodgkin con una res-
puesta tumoral inicial espectacular (Goodman y cols. 1946).
Desde entonces el desarrollo de fármacos antineoplásicos ha ido creciendo
en número y en especificidad.
De los fármacos inicialmente citotóxicos, es decir que destruyen las células,
y que se siguen usando de forma cotidiana en la práctica clínica hemos pasado
al desarrollo de fármacos citostáticos. Estos últimos no destruyen, sino que in-
hiben señales (agentes diana) que dejan a la célula cancerosa en estado quies-
cente, sin capacidad proliferativa o con una activación del sistema de apoptosis
(muerte celular programada).
Otro tipo de tratamiento sistémico es la terapia hormonal. Se usa para tra-
tar algunos tipos de cánceres que dependen de hormonas para su crecimiento.
Esta terapia impide que las células malignas sean estimuladas por la hormona
(es un “factor de crecimiento”) deteniendo su producción o bloqueando los re-
ceptores a los que dicha hormona va dirigida. Los antiestrógenos se usan como
tratamiento en el cáncer de mama con receptores hormonales positivos. Pero
también se puede usar una ablación ovárica (los ovarios son los principales
productores de estrógenos en las mujeres en edad fértil) mediante una cirugía
laparoscópica o mediante Radioterapia.
Dentro del arsenal terapéutico también se dispone de terapias biológicas
que utilizan directa o indirectamente el sistema inmune del paciente para com-
batir la enfermedad neoplásica. Anticuerpos monoclonales, citoquinas y facto-
res estimulantes de estirpes celulares hematológicas (leucocitos) se usan con
ese objetivo.
En la actualidad la inmunoterapia ha dado un paso muy importante en el
manejo terapéutico de muchos de los tumores. Si bien es verdad que las célu-
las tumorales tienen como una de sus características principales la capacidad
de escapar a la vigilancia inmunológica del paciente, existen algunos tumores
que son más inmunogénicos que otros. Es decir, se ha visto cómo dentro de
algunos tumores existen poblaciones de linfocitos, macrófagos y otras células
hematológicas relacionadas con la inmunidad que conllevan en algunas oca-
siones un mejor pronóstico de la enfermedad. Son células del sistema inmune
del paciente que serían reclutadas de alguna forma pero que, por señales inhi-
bitorias originadas en las células del tumor, no terminan de “atacar” y permane-
cen en el entorno sin actuar o directamente reciben señales de muerte celular
programada.
Agentes que bloquean las señales inhibitorias hacia los linfocitos T están ya
desarrollados y en uso dentro de ensayos clínicos. Otra forma en experimen-
tación es dotar a los linfocitos T de receptores para determinados antígenos
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Tema 2:
Principios de Oncología. Clasificación, pronóstico y tratamiento del cáncer
de las células tumorales (Dai y cols. 2016). Es lo que se conoce como CAR-T
cells (“Chimeric Antigen Receptors”). Son antígenos procedentes del tumor del
paciente que, mediante recombinación e ingeniería genética, se colocan en
la superficie de los linfocitos T del paciente y que son reinfundidos para que
eliminen a las células ya “señaladas”. Se están desarrollando y usando con éxito
en leucemias, mielomas y linfomas.
Como todos los agentes farmacológicos y biológicos existen toxicidades
asociadas; en este caso, se puede originar una destrucción de tejidos normales
por el fenómeno de autoinmunidad, dado que el antígeno usado puede tam-
bién existir en las células normales.
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 2:
Principios de Oncología. Clasificación, pronóstico y tratamiento del cáncer
Lesiones de nueva
Lesiones diana Lesiones no diana Respuesta final
aparición
RC RC No RC
RC No-RC No-PE No RP
RC NE No RP
RP No-PE o NE No RP
EE No-PE o NE No EE
NE No-PE No NE
PE Cualquiera Sí o No PE
Cualquiera PE Sí o No PE
Cualquiera Cualquiera Sí PE
Tabla 4. Respuesta al tratamiento. RC: respuesta completa; RP: respuesta parcial; EE:
enfermedad estable; PE: progresión de enfermedad; NE: no evaluable.
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Entonces, si se evalúan tanto las lesiones diana como las no diana, ¿cómo
se considera finalmente la respuesta del paciente? La tabla 4 resume la valora-
ción global.
Finalmente es necesario decir que todos los tratamientos principales ci-
tados deben ser integrados en un entorno multidisciplinar donde otras espe-
cialidades médicas y no médicas deben trabajar conjuntamente para que la
persona enferma pueda sentir desde el principio de su historia oncológica que
el trato personal y humano de todos los profesionales que participan en su
atención no disminuye o se pierde. Que sus deseos y preferencias sean tenidos
en cuenta y que su calidad de vida, dentro de lo posible, no se menoscabe ni se
le haga perder su dignidad como persona.
Sin embargo, y a pesar de los avances conseguidos en el tratamiento del
cáncer que han permitido “devolver” a muchos pacientes a una sociedad civil
activa, con su enfermedad controlada o “curada”, un importante grupo morirá
de su enfermedad neoplásica.
Como apunta en su página web la Sociedad Española de Cuidados
Paliativos (SECPAL): “La mejora de la atención de enfermos en fase avanzada
y terminal es uno de los retos que tiene planteados la Sanidad Española. Las
medidas para llevarlo a cabo deben incluir:
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Tema 2:
Principios de Oncología. Clasificación, pronóstico y tratamiento del cáncer
6. Referencias
[1] DAI H., WANG Y., LU X., HAN W. (2016). “Chimeric antigen receptors modi-
fied T-Cells for cancer therapy”. JNCI J. Natl. Inst. 108:djv439.
[2] DELANEY G., JACOB S., FEATHESTONE C., BARTON M. (2005). “The role
of radiotherapy in cancer treatment. Estimating optimal utilization from a
review of evidence-based clinical guidelines”. Cancer 104:1129-37.
[3] EXPÓSITO J., LINARES I., CASTILLO I., MARTINEZ M., VARGAS P.,
HERRUZO I., MEDINA J.A., PALACIOS A., BAYO E., PERACAULA F., JAÉN
J., SÁNCHEZ J.A., ORTÍZ M.J. (2015). “Evaluation of the utilization of exter-
nal radiotherapy in the treatment of localized prostate cancer in Andalusia.
Spain”. Radiat. Oncol. 10:265.
[4] GOODMAN L.S., WINTROBE M.M., DAMESHEK W., GOODMAN M.J.,
GILMAN A., MCLENNAN M.T. (1946). “Nitrogen mustard therapy. Use
of methyl-bis(beta-chloroethyl)amine hydrochloride and tris(beta-chlo-
roethyl)amine hydrochloride for Hodgkin's disease, lymphosarcoma, leu-
kemia, and certain allied and miscellaneous disorders”. J. Am. Med. Assoc.
105:475-76. Reprinted in JAMA 1984;251:2255-61.
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Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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treatment”. In Basic Clinical Radiobiology. Edited by Joiner M. and van der
Kogel A. Hodder Arnold.
[6] LENNERNÄS B., MAJUMDER K., DAMBER J.E., ALBERTSSON P.,
HOLMBERG E., BRANDBERG Y., ISACSSON U., LJUNG G., DAMM O.,
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mized trial with patient-reported outcomes”. Acta Oncol. 54:875-81.
[7] RECIST. http://www.irrecist.com/recist/ [en línea 19-9-2016].
[8] SECPAL. http://www.secpal.com//Documentos/Paginas/guiacp.pdf [en
linea 19-9-2016].
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Tema 3:
Efectos subcelulares
de la radiación
Manuel Vilches Pacheco
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Efectos subcelulares de la radiación
Manuel Vilches Pacheco
Instituto de Medicina Oncológica
y Molecular de Asturias (IMOMA)
Centro Médico de Asturias
[email protected]
1. Introducción
Es popular reconocer en las radiaciones ionizantes un agente físico espe-
cialmente peligroso. El miedo a las radiaciones es común e interfiere en mu-
chas ocasiones con una toma de decisiones racional en ámbitos tan dispares
como la producción nuclear de energía o las aplicaciones médicas.
Pero ¿por qué decimos que las radiaciones ionizantes son tan peligrosas?
¿Cómo es posible comparar la peligrosidad de agentes físicos, químicos y bio-
lógicos tan dispares? Sabemos que la peligrosidad de estos agentes es general-
mente proporcional al grado de exposición a los mismos, así que ¿cómo com-
parar grados de exposición a agentes de naturaleza tan diferente?
Parecería lógico en el caso de las radiaciones ionizantes comenzar esa
comparación con algún agente físico de naturaleza lo más similar posible.
Tomemos por ejemplo la energía calorífica. A fin de cuentas, la exposición a
ambos agentes actúa a nivel atómico y molecular mediante transferencias di-
námicas microscópicas de energía. En el caso de la radiación, la excitación o
ionización de electrones, y en el caso de la energía calorífica, la activación de
modos vibracionales moleculares. Cuando tomamos un sorbo de café, unos
3 ml, a 60 ºC (23 ºC de temperatura por encima de la corporal normal, 37 ºC),
nuestro cuerpo absorbe una energía calorífica de 69 calorías (289 J). Si esa mis-
ma cantidad de energía fuera absorbida por la exposición a radiación ionizante
por un individuo adulto (70 kg), significaría una dosis absorbida de radiación
de 4,1 Gy en el cuerpo entero. Todos sabemos el efecto que hará en nosotros
ese sorbo de café, pero ¿qué efecto tienen esos algo más de 4 Gy absorbidos en
el cuerpo completo de un individuo? La respuesta es que esa dosis absorbida
es la DL50,60 para el organismo humano, lo que significa que en una población
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
[ 91 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Radiación
0 H2O
Etapa
física
H2O* H2O+ + e−
−15
10
H2O*
H2 + O(1D) HO● + H●
Etapa
físico-química
−
H● + OH● H2 + 2HO● HO● + H3O+ HO● + H2 + OH– eaq
−12
10
Etapa
química +
e− • • • −
aq , H , HO , HO2 , OH , H3 O , H2 , H2 O2
−6
10
a) H2 O + rad ⇒ H2 O∗
b) H2 O + rad ⇒ H2 O+ + e−
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
HO• + HO• ⇒ H2 O2
HO• + e−
aq ⇒ OH
−
HO• + H• ⇒ H2 O
H + + e−
aq ⇒ H
•
aq + 2 H2 O ⇒ H2 + 2 OH
−
2 e−
aq + H + H2 O ⇒ H2 + OH
• −
e−
H• + H• ⇒ H2
Las nuevas especies, entre las que destaca el peróxido de hidrógeno (H2O2),
son algo menos reactivas que sus predecesoras, pero pueden ser incluso más
perjudiciales para la célula por tener menores radios de reacción (lo que implica
que requieren encontrarse a una distancia menor de una molécula blanco para
reaccionar y ser neutralizados) y, consecuentemente, mayores coeficientes de
difusión (lo que significa que pueden recorrer mayores distancias antes de ser
neutralizados), de forma que para estas sustancias será mayor la probabilidad
de llegar a alcanzar moléculas vitales antes de ser neutralizadas, así como la
de interaccionar de forma sinérgica junto a otros radicales, provocando daños
más graves en las estructuras celulares (Tabla 2).
[ 93 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
HO● 2 2,4
e−
aq 5 2,1
H 3O + 8 0,3
H● 8 0,4
Tabla 2. Coeficientes de difusión (D) y radios de reactividad (R) de algunas especies quími-
cas implicadas en la radiolisis. Tomada de Turner (Turner 2007).
Es difícil, pero no imposible, medir las proporciones en que los distintos ra-
dicales se producen en el medio irradiado. Mediante experimentos de radiolisis
pulsada en los cuales las especies químicas generadas por un único e intenso
pulso de radiación son identificadas con la espectroscopía de absorción óptica
(UV e infrarrojo), la resonancia paramagnética o con medidas de conductivi-
dad que hoy día alcanzan tiempos de resolución del orden del picosegundo,
es posible medir no solo la abundancia relativa de las especies químicas sino
su variación con el tiempo, y calcular lo que conocemos como coeficientes de
difusión y extinción. Las abundancias se consideran proporcionales a la dosis
absorbida, lo cual es buena aproximación en un muy amplio rango de valores
de dosis absorbida, por lo que es posible definir un rendimiento radioquími-
co, G, que expresamos en mol · J−1 o, utilizando unidades de dosis absorbida,
mol · Gy−1 · kg−1.
Los valores típicos de G para el caso de irradiación de electrones (baja LET)
y valores de pH entre 3 y 11 son 2,7 · 10−8 para e− ● +
aq, OH y H3O , 0,45 · 10
−8
−8
para H2 y 0,7 · 10 para H2O2, lo que significa que 1 Gy produce esos moles en
un kilogramo (aproximadamente 1 litro) de material biológico. A las tasas de
irradiación normales, 0,04 Gy · s−1 (recuérdese que trascurrido un segundo los
productos de la radiolisis habrán sido reabsorbidos), tendremos concentracio-
nes del orden de 10−9 mol/l, lo cual significa una concentración muy pequeña,
aproximadamente cien veces más pequeña, que la concentración de los pro-
ductos resultantes de la hidrolisis espontánea (10−7 mol/l).
Se ha comprobado experimentalmente que las abundancias relativas de
las distintas especies químicas producidas depende en gran medida de las ca-
racterísticas de la radiación incidente, o más concretamente de la transferencia
lineal de energía (LET), y del ambiente celular, especialmente del pH de la célu-
la, y esta dependencia con el pH es más acusada para radiaciones de baja LET
que para las de alta LET, lo que significa que los valores de G de estos radicales,
difieren para distintos valores de LET y pH (Tabla 3).
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
G (× 10−8 mol/kg · Gy)
LET
pH
(keV/μm) e− HO● H● H2 H2O2 HO2
●
aq
R : R ⇒ R• + R •
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
R : H + HO• ⇒ R• + H2 O
R• + HO• ⇒ R : OH
R : H + H• ⇒ R• + H2
R• + R • ⇒ R : R
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
H• + O2 ⇒ HO•2
HO•2 + HO•2 ⇒ H2 O2 + O2
HO•2 + H• ⇒ H2 O2
H• + HO• ⇒ H2 O
R + O2 ⇒ R OO•
ROO• + R • ⇒ ROOR (peróxido)
[ 97 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Estos daños fijados serán detectados por los mecanismos de control del
daño del ADN los cuales, en respuesta, inhibirán la progresión en el ciclo celu-
lar.
Ambos efectos, el barrido de radicales y la fijación del daño, contribuyen
a que el daño producido por las radiaciones pueda acumularse y que diferen-
tes sucesos ionizantes iniciales puedan colaborar para que este daño, aunque
fuera inicialmente insuficiente para provocar un daño celular, termine acumu-
lándose hasta producir en el ADN un daño letal e irreparable. El oxígeno es, por
ello, un poderoso radiosensibilizador, frente al cual poco pueden hacer los me-
canismos biológicos reparadores pues su intervención tiene lugar en las fases
químicas de la interacción, y lo es para cualquier efecto que estemos conside-
rando. Su ausencia hace que sean necesarias, para producir ese mismo efecto,
dosis absorbidas entre 2 y 3 veces mayores que las necesarias en condiciones
de buena oxigenación (saturación de oxígeno por encima del 95%).
Podemos definir la razón de potenciación por oxígeno (OER, “oxygen en-
hancement ratio”) como el cociente entre la dosis absorbida necesaria para pro-
vocar un determinado efecto celular (por ejemplo, un fracción dada de muerte
celular) en ausencia total de oxígeno (hipoxia) y la necesaria para producir ese
mismo efecto en presencia de una determinada concentración de oxígeno:
D(PO2 = 0)
OER(PO2 ) =
D(PO2 ) isoefecto
Su valor es, lógicamente, mayor que la unidad para cualquier valor de con-
centración de oxígeno, y alcanza un valor máximo que, como veremos más
adelante, depende del tipo de radiación, pero en los casos en los que el efecto
es más notable puede llegar a tomar valores próximos a tres.
Por supuesto, el valor de la OER dependerá de:
•• La cantidad de oxígeno presente (Figura 2).
•• La estirpe celular considerada, pues cada estirpe mostrará una diferente
concentración y actividad de las enzimas de reparación con las que el
oxígeno compite.
Como puede verse en la figura, la resistencia por hipoxia es máxima (OER
próxima a la unidad) solo para valores muy bajos de oxigenación y crece brus-
camente en un rango estrecho de valores (entre 0,3 y 3 kPa de presión parcial
de oxígeno molecular). Por encima de este valor la ganancia de sensibilidad
por oxigenación es pequeña, incluso para las concentraciones de oxígeno del
aire (~ 20 kPa), o para ambientes de oxígeno puro (100 kPa).
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
3 Rango de
valores normales
en tejidos sanos
OER
2
aire
1
10−2 10−1 100 101 102
Al contrario de lo que ocurre con la eficacia biológica relativa para los dis-
tintos tipos de radiación (véase más adelante, apartado 8.1), el valor de la OER
prácticamente no depende del nivel de efecto considerado, al menos para la
mayoría de las calidades y tipos de radiación, pues la forma de la curva de res-
puesta en función de la dosis absorbida no se ve modificada más allá de una
conversión de escala en la dosis absorbida (Figura 3). En realidad es posible
observar una ligera dependencia apenas significativa para el caso de algunas
radiaciones con valores de LET intermedios (~30 keV/μm).
En general, los tejidos normales mantienen un nivel de oxigenación va-
riable entre la concentración de la sangre venosa (~5,3 kPa) y la de la sangre
arterial (~13 kPa), valores que están en todo caso por encima de ese intervalo
intermedio en el que el efecto es apreciable, por lo que podemos decir que
los tejidos sanos se encuentran suficientemente oxigenados y no mostrarán el
efecto radioprotector de la falta de oxígeno.
[ 99 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Hipóxico
Saturación O2
Fracción de supervivencia
0,1
0,01
0 10 20 30
Dosis absorbida (Gy)
Figura 3. La OER no depende del nivel de daño considerado. En este ejemplo hipotético el
valor de OER es 2,5 en condiciones de saturación de oxígeno, tanto para un 70% de super-
vivencia como para un 7%.
[ 100 ]
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
por difusión limitada. Pero existe también una hipoxia aguda provocada por la
mala funcionalidad del tejido vascular desarrollado en respuesta a los factores
promotores segregados por el tejido tumoral, lo que llamamos hipoxia por per-
fusión limitada.
Aunque la reoxigenación parece ocurrir en todos los tumores, el ritmo al
que ocurre y los mecanismos implicados no son bien conocidos. Una reoxige-
nación rápida (intervalo de horas) puede ocurrir por la reactivación de vasos o
por la parada metabólica de las células dañadas. Una reoxigenación más lenta
puede estar producida por la reducción del tamaño tumoral y el aumento de la
difusividad del oxígeno por la muerte y eliminación de células.
Ha habido intentos de modificar la respuesta de los tejidos sanos y patoló-
gicos mediante la modificación del grado de oxigenación, pero todos ellos se
enfrentan a la dificultad del fenómeno biológico, cuya distribución espacial y
temporal (hipoxia aguda o crónica) es difícil de establecer en la clínica de for-
ma que podamos diseñar una estrategia óptima para su abordaje. Entre estos
intentos podemos encontrar el uso de cámaras de ambiente controlado (hipo
e hiperbáricas) o el uso de fármacos que modulan la liberación de oxígeno de
la hemoglobina. En principio, dado que el tejido sano está bien oxigenado, no
se espera que un aporte adicional de oxígeno refuerce el efecto de la radiación
para estos tejidos y, por el contrario, dado que tejido tumoral es ya de por sí
hipóxico no se espera que una estrategia de reducción de oxígeno arterial im-
plique una reducción adicional de respuesta que sí se conseguirá con el tejido
sano bien oxigenado. Pero el éxito de estas estrategias ha sido escaso y aunque
muestran una ventaja estadísticamente significativa en ensayos clínicos, hoy
no se considera justificada su aplicación.
Se han intentado también modificaciones locales de la oxigenación, por
ejemplo, mediante la aplicación de frío o presión para reducir la irrigación del
tejido sano, o la aplicación de medicamentos vasoconstrictores de uso local,
también con escaso éxito (la estrategia de aplicar frío en la piel se ha empleado
con cierto éxito para proteger el cuero cabelludo de la acción depilatoria de la
quimioterapia).
El efecto radiosensibilizante del oxígeno ha sido observado desde hace
mucho tiempo, y es de gran importancia pues es una de las razones biológicas
por las que la Radioterapia se suministra de forma fraccionada, a fin de elimi-
nar las células tumorales bien oxigenadas, lo que permite la oxigenación de
aquellas células tumorales que estaban hasta ese momento peor oxigenadas.
Tenemos aquí la primera de las conocidas como 5 erres de la Radioterapia que
han sido el fundamento tradicional del fraccionamiento: la reoxigenación del
tejido tumoral.
[ 101 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
ción a los tejidos sanos. Para ello, pueden utilizarse sustancias antioxidantes
capaces de barrer los radicales libres generados por la radiación en el medio
celular, si bien administrados de forma inespecífica podrían reducir la eficacia
de la Radioterapia y la quimioterapia. Una de las que mayor efecto ha demos-
trado tener es la amifostina, aunque los resultados son controvertidos y no es
bien conocido su efecto sobre el control tumoral.
Hoy día la mayor parte de las estrategias terapéuticas para la modificación
de la respuesta tisular, en uno u otro sentido, pasan por la acción sobre los me-
canismos moleculares de la cadena de señales implicada en la respuesta celular,
más allá de la simple concentración de radicales, lo que cabe esperar que ten-
drá un comportamiento más específico y característico de cada tipo de tejido.
Transfusión de sangre o aporte de eritropoyetina (para aumentar la libera-
ción de oxígeno), nicotinamida (para mejorar la vascularización), cámaras hi-
perbáricas, respiración forzada de carbogen u oxígeno y otros métodos se han
ensayado en Radioterapia de distintas localizaciones; y, si bien en metaanálisis
muestran un efecto beneficioso para algunos tipos de tumores, la variabilidad
tan alta hace necesario seguir investigando en los métodos de diagnóstico mo-
lecular que permitan identificar a los pacientes que realmente se beneficiarían
de estas estrategias.
Una técnica que está viviendo una segunda juventud como modificador
de la respuesta, toda vez que su uso como agente terapéutico exclusivo fue
abandonado hace décadas, es la hipertermia.
La elevación selectiva de la temperatura de los tejidos tumorales ha sido
considerada desde hace mucho tiempo como un posible método para poten-
ciar el efecto de las radiaciones en estos tejidos. Este incremento de temperatu-
ra no debe exceder los límites tolerables por los tejidos, pues una temperatura
por encima de 45 ºC puede provocar daños térmicos y ablación.
Son varios los mecanismos por los cuales este incremento de temperatura
puede actuar de forma selectiva y preferente en los tejidos tumorales:
•• La hipertermia incrementa la perfusión y oxigenación de los tejidos tu-
morales hipóxicos.
•• El efecto térmico es mayor en medio ácido y en la fase S del ciclo celular,
situaciones ambas más comunes en los tejidos tumorales que en los
sanos, y en las que las células son más radiorresistentes, por lo que la
acción de la hipertermia y la Radioterapia pueden considerarse com-
plementarias.
•• Una acción más intensa y prolongada del incremento de temperatura
en los tumores por la peor regulación térmica debida a la pobre vas-
[ 103 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
Timina
Adenina
extremo 5’
extremo 3’
Esqueleto
desoxirribosa
-fosfato
extremo 3’ Citosina
Guanina extremo 5’
[ 105 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
que se conoce como aminoácidos esenciales). Dado que existen cuatro nucleó-
tidos diferentes en el ADN, estos pueden combinarse en ternas de 64 formas
distintas. Estas 64 formas solo codifican 20 aminoácidos, tres combinaciones
son utilizadas como señales de finalización (codones de terminación, identifi-
cados como ocre, ámbar y ópalo, que no codifican ningún aminoácido) y una
cuarta combinación funciona como codón iniciador (que codifica la metioni-
na). Por lo tanto, algunos aminoácidos son codificados por dos, tres, cuatro y
hasta seis codones diferentes, en una prueba más de redundancia que deno-
minamos degeneración del código (solo dos de los veinticuatro aminoácidos
están codificados por un único codón). Véase la figura 5.
Los codones pueden sufrir cambios en alguna de sus bases, lo que puede
provocar que cambie el aminoácido codificado, o bien se convierta en un co-
dón terminador, lo que impedirá la síntesis de la proteína correspondiente a
la secuencia de codones de la que forma parte. Es lo que se conoce como una
mutación génica. En general los diferentes codones que sintetizan un mismo
aminoácido comparten dos de los tres nucleótidos, lo cual facilita que una mu-
tación puntual en el nucleótido en el que difieren no tenga ningún efecto, es
lo que denominamos una mutación silenciosa y en la mayoría de los casos se
trata del nucleótido situado en la tercera posición del codón. Los codones que
tienen el mismo nucleótido en la segunda posición tienen características físico-
químicas similares, de forma que mutaciones puntuales en la primera posición
dan lugar a aminoácidos similares y pueden producir versiones ligeramente
modificadas de los polipéptidos de los que forman parte. Las mutaciones que
producen cambios en la segunda posición del codón, dan lugar a la incorpora-
ción de aminoácidos de propiedades muy diferentes.
Los codones se combinan en estructuras de información más complejas,
que denominamos genes. El gen contiene la secuencia de codones (y por
tanto aminoácidos) que forman una proteína determinada. Existen también
genes que codifican ácido ribonucleico (ARN). La funcionalidad del gen viene
determinada por la posición que ocupa en la organización de la secuencia de
ADN.
En los organismos con reproducción sexual existen dos copias de cada gen,
heredada cada una de ellas de uno de los progenitores, y el comportamiento
fenotípico será el resultante de la acción conjunta de ambas copias. Si ambos
genes son iguales, decimos que el individuo es homocigótico para ese gen, y si
son distintas, heterocigótico.
En el contenido genético de la célula existen muchos genes no codificantes
como resultado de mutaciones o fenómenos de reorganización del genoma. El
mantenimiento de estos genes no codificantes podría ser una estrategia para
aumentar la eficacia evolutiva de la célula al permitir la ocurrencia de mutacio-
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
H2N O
aminoácido
H2N O Básico
H2N O
Ácido
Polar
OH OH No-polar
OH H2N O (hidrofóbico)
M
O
H3C Modificacion
Glicina
OH
Gly Fenilalanina OH S- Sumo
Ácido glutámico M- Metil
Phe
Glu H3C P- Fosfo
U - Ubiquitina
H2N O Leucina nM - N-Metil
M
O Leu H2N O oG - O-Glicosil
P oG
nG - N-Glicosil
P OH
HO OH
HO
Ácido aspártico Serina
Asp Ser H2N O
H2N O P oG
HO OH
H3C OH
Alanina Tirosina
Ala 75.07 165.19
131.18 Tyr
147.13 H2N O
H2N O
133.11 G F L 105.09
E S
D AG
G
U C A UC A G
UC
181.19
HS OH
H3C OH 89.09 C A Stops
Valina
A U G Y Cistenina
AG U
Cys
CH3 Val C G U C
C
A O
U A G 121.16 H2N
G C A U C
Arginina 117.15 V A C Stop
Arg C
U U G U G A
G OH
H2N O
G
st
1 position 2 nd 3 rd
U
204.23
W Triptófano
NH
P Serina 174.20 R A G A C U C
Trp
C
A C A L
HO OH
Ser 105.09
S U
G C A
G
U
131.18
A U G C
K C
U G
A
P
U
nM
H2N O
146.19
N GA
CU A
C H2N O
Lisina G A C U G A CU G H
115.13 Leucina
nG 132.12 T Q Leu H3C
Lys M I R 155.16
U OH 119.12 OH
146.15
131.18 174.20 Prolina H3C
1 Da
S
Pro
149.2
H2N O
=
MW
Aspargina G
Asn NH
OH
H2N O
O Isoleucina
nG OH Ile Histidina
H2N O
H2N
H2N O His
Treonina
Arginina N
Thr Arg OH
OH P nM
H2N O NH
H3C CH3 H2N O
P oG
Metionina Glutamina
HO OH
Met OH
Gln H2N O
CH3 H2N O
nM NH
OH
HN nM
OH nM
O
NH2
H3C S NH2
nes que reactiven ese material celular dando nuevas oportunidades funciona-
les al organismo.
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
DNA Nucleosoma Collar de perlas Fibra cromatina Cromosoma activo Cromosoma metafásico
DNA Genes en transcripción activa Genes menos activos En interfase En división celular
Durante la mayor parte del ciclo celular la cromatina aparece con este nivel de
organización, sin mostrar una organización superior.
Pero en este estado, la cromatina puede aparecer en el núcleo celular en
dos formas organizativas distintas. En el exterior del núcleo, aparece con esta
forma muy condensada, fijada a la membrana nuclear e inactiva, denomina-
da heterocromatina. En el interior del núcleo, aparece en una forma menos
condensada, denominada eucromatina. Esta a su vez aparece en dos niveles
distintos de empaquetamiento, menos condensado en los segmentos activos,
que están siendo en ese momento procesados, y algo más empaquetada en
aquellos segmentos que no se encuentran en ese momento siendo procesa-
dos por la célula. La organización en heterocromatina y eucromatina sirve a la
célula para optimizar el uso de los recursos disponibles para la transcripción
y manipulación del ADN, los cuales pueden concentrarse en la región activa
del núcleo para hacerlos más eficaces. La heterocromatina no contiene solo
ADN no codificante, lo que se conoce como heterocromatina constitutiva, sino
también ADN silente que puede ser reactivado sin más que desempaquetarlo
y trasladarlo a las regiones centrales del núcleo celular.
El ADN de cada célula no forma, en general, una única y larguísima cadena,
sino que está fragmentado en cadenas menores, que llamamos cromosomas.
Salvo que tenga lugar una lesión, cada cromosoma mantiene su integridad a
lo largo del ciclo celular y en la mitosis. En los organismos superiores las célu-
las somáticas contienen dos copias diferentes de cada cromosoma, heredado
cada uno de uno de sus progenitores.
Se ha descubierto también recientemente que los cromosomas no ocu-
pan lugares aleatorios en el interior del núcleo, sino que se encuentran for-
mando ovillos independientes y localizados que ocupan posiciones estable-
cidas dentro del núcleo, de forma similar a los nidos de “tagliatelle” en su bol-
sa (Figura 7). Algunos se encuentran fijados a la corteza nuclear, y por tanto
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
Tabla 4. Proporción de algunos de los sucesos más significativos tras una dosis absorbida
de 1 Gy.
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
nos indica que, o bien no todas esas lesiones son relevantes, o bien existen
mecanismos reparadores muy eficaces que pueden recomponer la estructura
del ADN a su estado original. O un poco de ambas cosas, pues parece razonable
que no todas las lesiones serán igualmente perniciosas.
Como veremos más adelante, distintos tipos de radiación producen tam-
bién diferente grado de efecto para una misma dosis absorbida. Esto es debido
a que su diferente valor de LET da lugar a diferentes distribuciones espacio-
temporales de energía.
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
Tabla 5. Número de lesiones necesarias para producir una mortandad del 63% de la pobla-
ción celular, equivalente a 1 Gy de radiación de baja LET. Se muestran para cada agente los
tipos de daño más relevantes. Tomada de Ward (Ward 1987).
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Hipoxia . . . * -
Tioles . . . * .
Hipertermia - - * * *
H2O2 * * - - Desconocido
Tabla 6. Correlación del número de distintas lesiones radioinducidas con la muerte celular,
en función de distintos factores de influencia. La correlación entre la muerte celular y el nú-
mero de roturas complejas se manifiesta en la tabla en la igualdad de las columnas segunda
y tercera.
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Efectos subcelulares de la radiación
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
Con todo lo dicho, parece lógico suponer que los tejidos sanos especiali-
zados y poco replicativos son en general más radiorresistentes que los tejidos
sanos más proliferativos y los tejidos neoplásicos, pero esto no es cierto para
todos los valores de dosis absorbida, dado que cuando las dosis absorbidas ad-
ministradas alcanzan valores altos aparecen dos fenómenos que actúan contra
esta resistencia al efecto de la radiación. En primer lugar los mecanismos de
reparación se saturan o agotan en presencia de altos niveles de daño pues los
recursos disponibles en la célula son limitados, lo que provoca la pérdida de
eficacia reparadora y una intensificación del daño. Pero además, estos tejidos
responden a la presencia de daño no reparado en el ADN activando mecanis-
mos de suicidio celular, o más correctamente muerte celular activa, mediante
los cuales la propia célula participa en su eliminación a fin de garantizar que
ese daño en su ADN no la transforme en un peligro para el propio organismo al
que pertenece. Volveremos sobre ello en el siguiente tema cuando estudiemos
la supervivencia celular.
La reparación de una lesión en el ADN supone un importante esfuerzo y un
gran consumo de recursos para modificar la estructura del ADN y configurarlo
de forma que sea accesible a las proteínas reparadoras, y deberá ser iniciada
con prontitud, en segundos, antes de que la célula entre en replicación o que
el daño se agrave por la interacción con nuevas lesiones. Como hemos visto
anteriormente, el ADN en el interior del núcleo no se encuentra distribuido uni-
formemente y sabemos que la organización del genoma tiene un papel muy
importante en el funcionamiento celular. Los tramos que se encuentran en la
región interior del núcleo están inmersos en un ambiente con alta concentra-
ción de enzimas capaces de decodificar, vigilar y reparar el ADN y presenta una
estructura poco compactada (eucromatina). Su lesión tendrá con gran proba-
bilidad una manifestación metabólica, pues se trata de ADN activo, pero a la
vez, será reparada con mayor facilidad debido a su estructura y ubicación.
Para aumentar la probabilidad de lograr una correcta y rápida reparación,
la primera respuesta de la célula al daño del ADN es el traslado al entorno de
la lesión de una alta concentración de proteínas implicadas en la reparación y
control de la lesión. Llamamos a estas agrupaciones “foci” radioinducidos (IRIF,
“Irradiation Induced Foci”), aparecen transcurridos unos pocos minutos y son
visibles al microscopio cuando usamos técnicas de tinción adecuadas.
En estos “foci” tiene lugar, inmediatamente después de la lesión, la fosfo-
rilación de las histonas, controlada por el gen ataxia-telangiectasia-mutado
(ATM). Esta fosforilación no tiene lugar en los pacientes con síndrome ataxia-
telangiectasia, cuyo gen ATM se encuentra en una forma mutada. Estos pacien-
tes muestran una elevada radiosensibilidad y predisposición a padecer cáncer,
relacionados con un mal funcionamiento del sistema de reparación del ADN.
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6.2. Mecanismos de reparación
La célula dispone de diferentes mecanismos de detección y reparación,
algunos de ellos específicos para cada tipo de lesión, también para las pro-
ducidas por las radiaciones ionizantes. Para cada uno de los tipos de daño al
ADN producidos por la radiación existen distintos mecanismos reparadores
(Figura 9).
Cuando ocurre una rotura simple la reparación podrá tomar como modelo
la cadena inalterada simétrica. Los dos mecanismos reparadores utilizados por
la célula en este caso, llamados de escisión (de base o de nucleótido), actuarán
reemplazando la base o el nucleótido dañado por una base o nucleótido com-
plementario del encontrado en la cadena opuesta.
En el caso de las roturas dobles, o en daños más complejos, la posibilidad
de emplear como modelo la cadena opuesta no es trivial. Tampoco debe pen-
sarse que una rotura compleja implica el daño de dos nucleótidos exactamen-
te opuestos en el ADN; lo cual, por otro lado, no será necesario, pues el daño
del entorno será suficiente para que los mecanismos reparadores no puedan
emplear esa cadena opuesta como plantilla, pues la inserción de enzimas re-
quiere cierta integridad estructural. En esta situación la célula debe recurrir a
mecanismos de reparación más extravagantes que, en general, implicarán la
adopción de soluciones aproximadas que pueden producir errores y modifica-
ciones genéticas. Dos son los mecanismos empleados:
•• La recombinación homóloga (HR), consiste en utilizar una cadena idén-
tica o similar de la cromátida hermana como modelo para la reparación.
Es necesario por tanto que el ADN haya sido ya duplicado, lo que signi-
fica que esta vía de reparación estará solo disponible una vez finalizada
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les son los anillos, dicéntricos y puentes, aunque también las traslocaciones y
las deleciones suelen serlo.
Cromosoma 20
Cromosoma 20
Cromosoma 4
Cromosoma 4
Traslocación
Cromosoma 20
Cromosoma 20 (derivado)
Cromosoma 4 (derivado)
Cromosoma 4
1 3 4 5
2
6 7 8 9 10 11 12
13 14 15 16 17 18
19 20 r mar 21 22
XY
Figura 11. Cariotipo representativo de una célula de carcinoma de vejiga. Es visible un ani-
llo “r” y un cromosoma marcador adicional (mar). Las flechas señalan puntos de ruptura.
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0,1
0,01
0 2 4 6 8 10
Dosis absorbida (Gy)
Figura 12. Supervivencia para una misma estirpe celular y dos calidades de radiación. El
valor de EBR cambia con el nivel de efecto considerado. Tomada de Tinganelli (Tinganelli
2013).
el límite, para dosis absorbidas muy bajas, la EBR coincide con el cociente de
pendientes iniciales que en el caso representado en la figura 12 tiene un valor
de 6,5. Para una supervivencia de 50% la EBR toma el valor 5,1, y para una su-
pervivencia del 10% la EBR se reduce hasta 4,3.
Se comprueba experimentalmente que, de forma muy aproximada, la EBR
se encuentra bien correlacionada con el valor de LET para todos los tipos de
radiación, tal como se muestra en la figura 13, si bien la variabilidad en esta
dependencia no es pequeña. La LET será por tanto el parámetro indicador de
la calidad de la radiación cuando nos refiramos a su eficacia biológica. Las ra-
diaciones de alta LET provocan en el ADN lesiones de carácter más lesivo e irre-
parable debido a la fuerte concentración espacio-temporal de ionización. Las
radiaciones de alta LET producen mayor número de roturas complejas debido
a que el número de ionizaciones por “cluster” es mayor.
Esta relación entre LET y EBR presenta, independientemente del efecto
considerado, una estructura en la que podemos distinguir tres regiones bien
diferenciadas.
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10 3
Iones pesados
8 Neutrones
rápidos
Ecacia biológica relativa (EBR)
“Overkill” 2,5
EBR
6 OER
OER
2
0 1
0,1 1 10 100 1 000
LET (keV/µm)
Figura 13. Patrón de dependencia de la EBR y la OER con la LET para muerte celular (frac-
ción de supervivencia del 80%) en condiciones de oxigenación total.
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1 keV 10 1,2
10 keV 2 1,1
Electrones
100 keV 0,5 0,99
H+ 2 MeV 17 1,5
Iones α 5 MeV 90 8
12C 100 MeV 160 4
Tabla 7. Valores de EBR para algunos tipos de radiación empleados en Radioterapia y para
un 67% de muerte celular.
pacidad letal de la radiación, lo cual no tendría ningún sentido, sino como una
reducción relativa (por unidad de dosis absorbida) debida a que, para valores
de LET tan altos, se produce una concentración innecesariamente alta de daño
irreparable en una zona del ADN que ya habría sido suficientemente dañada
sin tan alta densidad de ionización. La energía que depositamos en esa célula
ya dañada no se emplea eficazmente en dañar otra célula y es por tanto des-
perdiciada, haciendo que por unidad de dosis absorbida esa radiación de tan
alta LET resulte menos eficaz para producir el efecto. Denominamos a este fe-
nómeno “overkill” (exceso de mortandad) y por esta razón los valores tan altos
de LET no son recomendables para la Radioterapia.
La tabla 7 muestra algunos valores típicos de EBR de algunas de las radia-
ciones empleadas en Radioterapia, y para un 67% de muerte celular.
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Tema 3:
Efectos subcelulares de la radiación
Dado que, como hemos visto las radiaciones de alta LET producen, en cada
suceso lesivo, una concentración suficientemente alta de ionización y por tan-
to un daño que es directamente letal, sin necesidad de interacción con otros
sucesos, cabe esperar que el efecto oxígeno no sea tan significativo para es-
tas radiaciones de alta LET y alto valor de EBR y así se ha demostrado experi-
mentalmente. Para radiaciones de alta LET el efecto oxígeno es menos inten-
so, y llega a ser incluso despreciable para valores de LET suficientemente altos
(Figura 13). El efecto oxígeno empieza a ser despreciable (OER < 2) cuando la
EBR de la radiación alcanza valores significativamente altos (EBR > 4).
Esto hace de los iones ligeros (especialmente el carbono) herramientas
idóneas para tratar tumores en los que la hipoxia es significativa (p. ej. ciertos
tumores cerebrales), y unido a sus buenas propiedades físicas y a la posibilidad
de modular su tipo y energía de forma que la EBR máxima se alcance precisa-
mente en la región del pico de Bragg, el cual se hará coincidir con el volumen
tumoral, nos permitirá alcanzar con este tipo de radiaciones distribuciones de
dosis absorbidas óptimas desde el punto de vista radiobiológico.
9. Epigenética y genómica
9.1. Regulación epigenética
Entendemos por regulación epigenética el conjunto de factores externos
al genoma que afectan al desarrollo fenotípico de una célula u organismo.
Algunos de estos mecanismos son incluso hereditarios. Se trata de procesos
bioquímicos que modifican la manifestación fenotípica sin modificar el geno-
tipo. En la actualidad se han descubierto y se siguen descubriendo muchos
mecanismos de regulación epigenética y su implicación en muchos procesos
biológicos, tanto en el funcionamiento normal como en el desarrollo de pato-
logías, lo que ha modificado sustancialmente nuestra visión de la célula como
un mecanismo programado por las instrucciones del ADN.
Los mecanismos epigenéticos están en ocasiones relacionados con seña-
les ambientales, lo que supone una vía de adaptación al entorno mucho más
rápida que los mecanismos evolutivos, lo que conocemos como plasticidad
fenotípica. Ejemplos de plasticidad fenotípica son las adaptaciones que de-
terminadas especies animales sufren en entornos cambiantes, por ejemplo, la
capacidad de algunos peces y reptiles de cambiar de sexo en función de la pro-
porción de sexos en su entorno próximo, las adaptaciones morfológicas ante
la presencia de depredadores, los cambios de color estacionales en las crías
de ciertas mariposas o la conversión en reina de una larva por la acción de la
alimentación (consumo de jalea real).
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Fundamentos de Física Médica
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9.2. Genómica
La secuenciación del genoma y la descripción de un genoma estándar
sano, establecido por consenso entre los principales grupos de investigación
en la materia, y su disponibilidad pública para realizar comparaciones exhaus-
tivas con el genoma de los individuos estudiados, ha significado un hito en la
investigación biomédica, y sigue produciendo cada día nuevos y más sorpren-
dentes descubrimientos.
Los procedimientos experimentales para la secuenciación de un genoma
particular son tremendamente complejos, pero han ido simplificándose, au-
tomatizándose y abaratándose en los últimos cuarenta años (las primeras se-
cuenciaciones datan de principios de los años 70 del siglo pasado) y siguen
desarrollándose técnicas más eficientes. Esta revolución ha supuesto que hoy
día existan un buen número de laboratorios de genómica y que muchos de
ellos interaccionen con los servicios clínicos en la búsqueda de mutaciones sig-
nificativas para la aplicación médica, tanto en aplicaciones diagnósticas como
pronósticas y terapéuticas.
El proyecto genoma humano se inició en 1990 con un presupuesto de
2 000 M€ y tardó 13 años en conseguir la secuenciación de un genoma com-
pleto. Hoy día es posible obtener la secuencia completa de un individuo en
24 horas y con un coste de 750 €, utilizando un equipamiento cuyo coste total
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Efectos subcelulares de la radiación
ronda los 300 000 €. Gracias a estos progresos ha sido posible identificar la
causa genética de un gran número de enfermedades, incluso de síndromes
muy poco frecuentes, casi individuales, y profundizar en nuestro conocimiento
de los mecanismos mutacionales. Recientemente se han realizado importantes
descubrimientos relacionados con los efectos de las radiaciones ionizantes y
otros agentes mutagénicos y terapéuticos, y siguen realizándose a diario, en lo
que sin duda podemos llamar una revolución de la genómica.
Así ha sido posible, por ejemplo, descubrir recientemente que, si bien es
cierto que miradas individualmente las mutaciones son inespecíficas, es decir,
no pueden asociarse a un agente concreto, lo cierto es que la exposición a un
determinado agente mutagénico deja una traza particular e identificable que
se manifiesta en la distribución estadística de mutaciones observadas en el te-
jido expuesto, lo que se conoce como firma mutacional del agente. Es aún un
área en desarrollo pero puede suponer en un futuro próximo una revolución
en prevención, epidemiología y, también, en las consecuencias legales de la
exposición ocupacional.
Hoy casi puede asegurarse que la genómica ha abierto, al fin, la puerta a la
tan deseada y buscada medicina personalizada.
10. Referencias
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Tema 4:
Efectos celulares
de la radiación
Manuel Vilches Pacheco
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Baeza 8 28/12/2016
Efectos celulares de la radiación
Manuel Vilches Pacheco
Instituto de Medicina Oncológica
y Molecular de Asturias (IMOMA)
Centro Médico de Asturias
[email protected]
1. Introducción
Los daños subcelulares que la radiación produce, principalmente aquellos
daños del genoma que no han sido correctamente reparados, tendrán con fre-
cuencia un efecto en el desarrollo de la célula (Figura 1).
Pero esta manifestación a nivel celular del daño genético, subcelular, no es
inmediata sino que tendrá lugar a lo largo del ciclo vital de la célula, pues son
pocas las funciones somáticas vitales que se asocian exclusivamente a un gen
específico. Además toda célula dispone de dos alelos por lo que la función aso-
ciada se mantendrá al menos parcialmente, de forma que la lesión aleatoria de
genes difícilmente provocará una pérdida inmediata de viabilidad de la célula.
Además, la célula está dotada de un número suficiente de orgánulos que le
permitirán continuar viva realizando las funciones básicas para su propio sos-
tén. La célula irradiada continuará en general su ciclo vital sin que las lesiones
del ADN se manifiesten. Durante ese tiempo antes de que la célula ponga en
marcha el mecanismo de duplicación, ese daño podría ser reparado de forma
que el daño inicial desparecería y no tendría consecuencias de ningún tipo
para la célula o su descendencia.
También puede ese daño genético manifestarse como una mutación ino-
fensiva, la cual no implicará un riesgo para la vida de la célula o su descenden-
cia, ni implicará trastornos funcionales graves. Muchas mutaciones tienen estas
características, afectan a una célula somática e implican una modificación fun-
cional mínima que será incluso difícilmente detectable sin el uso de técnicas
moleculares.
[ 139 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Ionización/Excitación
Formación de radicales
INDUCCIÓN
Daño inicial del ADN
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
das ellas sí guarda cierta relación con el agente que las produjo. Estos patrones
mutacionales característicos serían así una especie de firma mutacional propia
de cada agente, lo que permitiría determinar si el agente actuó o no sobre una
célula dada. En cualquier caso, incluso disponiendo de esa información, esta
relación no será en ningún caso absolutamente determinista y no podrá des‑
cartarse la posibilidad de que la mutación estudiada haya sido de hecho pro‑
ducida por la acción de un agente distinto, aunque la probabilidad sea menor.
2. Ciclo celular
La célula eucariota, dotada de vida y en estado proliferativo, recorre desde
el momento en que nace un ciclo vital que llamamos ciclo celular. La célula, sur‑
gida de la mitosis de su progenitora, crece hasta reproducirse a través de una
nueva mitosis, produciendo dos células hijas. Estas células, a su vez, recorren
ese mismo camino hasta sufrir ellas mismas sus respectivas mitosis, en lo que
podemos interpretar como un ciclo celular continuado. Llegado el momento,
bien por causas naturales o patológicas, este ciclo puede detenerse de forma
temporal o definitiva, y la célula deja de crecer y reproducirse, bien por haber
entrado en un estado de espera, o quiescente, bien por haberse transformado
en una célula nueva, diferenciada y no proliferativa, bien por la pérdida defini‑
tiva de su capacidad reproductiva (que denominamos muerte reproductiva)
o bien por la detención de todas sus funciones vitales, lo cual suele requerir la
participación activa de la propia célula, lo que denominamos en general muer‑
te celular activa o suicidio celular.
El conocimiento de este ciclo, que una célula y sus descendientes recorren
una y otra vez, es relevante principalmente por dos razones: la primera porque
la existencia de este ciclo condiciona la forma en que las células responden
al daño genético y cómo este se manifestará, y la segunda porque el estado
cambiante del ambiente celular y del propio genoma a lo largo de ese ciclo
explicará la diferente radiosensibilidad que una misma célula muestra en idén‑
ticas condiciones externas pero en momentos diferentes de su desarrollo, o la
diferente respuesta de los distintos tipos celulares.
[ 141 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
P3
G1
G0
M
P4
P2
P1
G2
Figura 2. Representación esquemática del ciclo celular con sus fases y algunos puntos de
control del ciclo.
[ 142 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
[ 143 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Ciclina D Ciclina A
Ciclina E Ciclina B
Concentración
G1 S G2 M
[ 144 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
[ 145 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
50
40
Fracción mitótica
30
20
10
0
0 10 20 30 40
Horas
[ 146 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
3. Muerte celular
La muerte celular es la más importante forma de respuesta a la radia‑
ción, al menos en los niveles de dosis absorbida con los que trabajamos en la
Radioterapia del cáncer.
El efecto terapéutico de las radiaciones se basa en su capacidad de matar
las células tumorales. También los efectos adversos del tratamiento son la ma‑
nifestación de la inevitable muerte de células de los tejidos sanos adyacentes
al tumor y cuya irradiación no podemos evitar en cierto grado (de hecho, la
capacidad técnica para irradiar los tejidos tumorales evitando irradiar los teji‑
dos sanos, esa irradiación indeseada del tejido sano adyacente, es clave para el
éxito de la terapia).
En general, la muerte de la célula irradiada no ocurrirá de forma inmediata.
El daño sufrido será principalmente un daño en el ADN, y este, como vimos en
el capítulo anterior, difícilmente será de tal gravedad que impida a la célula rea‑
lizar sus funciones vitales elementales. Puede tal vez modificar parcialmente
su comportamiento, pero dado que el material genético está duplicado y cada
carácter viene determinado por un par de genes homólogos, este cambio rara
vez tendrá consecuencias drásticas que impliquen la muerte por falta de fun‑
cionalidad. En realidad, como veremos, la muerte de una célula (y otros efectos
celulares) será un suceso regulado por todo el sistema de respuesta al daño en
el ADN y no un mero proceso mecánico. La célula participa activamente en la
[ 147 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 148 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
[ 149 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
nº colonias formadas 1
S= × (1)
nº colonias sembradas EC
nº colonias formadas
EC = (2)
nº colonias sembradas control
[ 150 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
A Esferoide de 200 µm de
diámetro
B
Esferoide de 500 µm de
diámetro
C Esferoide de 800 µm de
diámetro
[ 151 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
sup
V sup (t) = V0 · exp {A [1 − exp(−at)]} (4)
[ 152 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
1200
800
Nº clonógenos
400
gompertziana
exponencial
0
0 100 200 300
Días
[ 153 ]
Baeza 8 28/12/2016
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
800
600
Nº clonógenos
400
0
0 20 40 60 80 100
Días
[ 154 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
10
Volumen relativo
10⁰
0 Gy (todas)
15 Gy (P53+/+)
15 Gy (P53–/–)
10–
0 10 20 30
Tiempo (d)
Figura 8. Supervivencia tras 15 Gy para dos cepas de una misma línea celular. Una de las
cepas mantiene los genes relacionados con p53 y su capacidad apoptótica, mientras en la
otra estos genes no están presentes. La primera muestra una respuesta rápida a la radiación,
si bien el retraso en el tiempo de duplicación es idéntico en ambas cepas, lo que muestra
que la mortalidad ha sido idéntica (figura adaptada de Joiner y Kogel (Joiner y Kogel 2009)).
[ 155 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
3.2.1. Senescencia
Las células proliferativas normales tienen en realidad un poder limitado de
reproducción de unas decenas de ciclos reproductivos. Una excepción a este
[ 156 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
3.2.2. Apoptosis
La apoptosis es una forma de muerte celular programada que juega un pa-
pel muy importante en el desarrollo de los tejidos y órganos y en la protección
contra enfermedades de origen genético. Se ha demostrado que la radiación
puede inducir la apoptosis.
La apoptosis puede ser inducida por dos vías bien diferentes, una vía ex-
trínseca a través de receptores de membrana que estimulan la apoptosis cuan-
do son activados por determinados estímulos externos, y una vía intrínseca
puesta en marcha por el sistema de detección del daño al ADN o por el estrés
intracelular, que llevan a la expresión del gen supresor de tumores p53.
Una alteración en los genes relacionados con una u otra vía pueden produ-
cir una amplia familia de enfermedades y por supuesto cáncer, al contribuir a
una pérdida de control en la capacidad proliferativa.
Morfológicamente se distingue por la condensación y digestión del ADN
que es literalmente triturado en fragmentos diminutos por la acción de caspa-
sas. Esos fragmentos de ADN junto a otros corpúsculos digeridos son encap-
[ 157 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
3.2.3. Autofagia
La autofagia (literalmente “comerse a sí mismo”) es un proceso catabólico
en el cual parte del citoplasma y sus orgánulos son encapsulados en vesículas
y transportados al interior de los lisosomas, orgánulos con alto contenido en‑
zimático que actúan como estómagos celulares, donde se descompondrán en
sus moléculas constituyentes que podrán ser o no reincorporadas a la célula
como fuente de aminoácidos y energía, o cedidas al medio para su aprovecha‑
miento por otras células.
La autofagia es así un mecanismo homeostático que permite a la célula so‑
brevivir en situaciones extremas de inanición, reduciendo su contenido y tras‑
formándolo en nutrientes, y también un mecanismo para la eliminación del
exceso de orgánulos o de componentes celulares malfuncionantes. Pero se ha
demostrado recientemente que en ciertas situaciones la autofagia es también
un mecanismo de muerte celular.
Como otros mecanismos de muerte celular, se considera en parte una ba‑
rrera de defensa contra el cáncer, como muestra el hecho de que la silenciación
de genes implicados en la activación de la autofagia promueve el desarrollo de
cáncer en animales, y como todas las formas de muerte programadas o activas,
su importancia relativa depende mucho de la estirpe celular considerada.
Morfológicamente la muerte por autofagia es similar a la muerte apoptó‑
tica pero no implica la lisis del ADN ni su desarrollo está ligado a las caspasas.
3.2.4. Catástrofe mitótica
En ocasiones, el daño celular no inicia ninguno de los mecanismos de
muerte celular anteriormente descritos y la célula, tras activar los mecanismos
de reparación del ADN, parece seguir su ciclo sin mayores consecuencias hasta
[ 158 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
que entra en la fase de mitosis. En ese momento la célula, cuyo ADN lesionado
no ha sido correctamente reparado, no puede concluir la mitosis y muere, ma-
nifestándose esta muerte por la fragmentación del núcleo celular, la formación
de múltiples micronúcleos y la presencia de cromosomas dicéntricos. Existen
puntos de control que deben evitar que una célula dañada progrese hasta la
mitosis (ya se mencionaron anteriormente), pero estos controles pueden estar
deteriorados o no ser suficientemente efectivos en presencia de determinados
niveles y formas de daño.
La catástrofe mitótica será por tanto un mecanismo de muerte diferida. Las
células anómalas, surgidas de una mitosis inconclusa, perderán generalmente
su capacidad proliferativa, pero pueden en ocasiones mantenerla y ser el ori-
gen de un cáncer, o pueden alternativamente activar alguno de los mecanis-
mos de muerte programada anteriores.
La catástrofe mitótica está asociada generalmente a la presencia de abe-
rraciones cromosómicas, y es una forma muy común de muerte celular tras
irradiación, la más importante en algunos tipos celulares.
Tras el retraso mitótico durante el cual la célula pone en marcha los meca-
nismos reparadores, la mayor parte de células continúan el ciclo proliferativo
y consiguen dividirse una o más veces sin manifestar ningún problema en su
funcionalidad y viabilidad. En estos tejidos proliferativos el sistema de repara-
ción y control del daño no activa mecanismos de suicidio celular. Esta forma de
muerte diferida en el tiempo no está por tanto relacionada con las señales emi-
tidas por el sistema de control y reparación del daño al ADN, sino directamente
por la imposibilidad de completar la mitosis (catástrofe mitótica) para algunas
células que progresan hacia la mitosis, a pesar de que su ADN se encuentra
deteriorado o con presencia de aberraciones cromosómicas que impiden la
correcta distribución del material genético durante la mitosis (cromosomas di-
céntricos y acéntricos que impiden la correcta unión del cromosoma al huso).
La presencia de estas aberraciones está bien correlacionada con la mortalidad
celular en estos tejidos. Otras aberraciones cromosómicas menos graves (tras-
locaciones) no impiden la reproducción de la célula.
Tras ocurrir la catástrofe mitótica la célula se mantiene con vida en sentido
estricto, pues continúa realizando sus funciones vitales, si bien habrá perdido
su capacidad reproductiva, que es, recordemos, la definición de muerte que
generalmente adoptamos por ser la que realmente mediremos en los expe-
rimentos de supervivencia y la que tiene efectos clínicos. En algunos casos,
transcurrido un tiempo tras el fracaso reproductivo, la célula puede destruirse
por completo mediante apoptosis, si bien esto no implicará una mayor radio-
sensibilidad, pues la muerte clonogénica ya habrá ocurrido igualmente.
[ 159 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 160 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
[ 161 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 162 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
[ 163 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 164 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
Tabla 1. Valores de dosis absorbidas asociados con los síndromes específicos de irradiación
aguda y tiempo transcurrido hasta la muerte, para individuos expuestos a irradiaciones
corporales homogéneas con dosis absorbidas agudas de radiación de baja LET sin asistencia
médica.
[ 165 ]
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Radiación Ionizante
[ 166 ]
Programa de baja dosis DOE
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Baeza 8 28/12/2016
despreciable al medio ambiente desde por motivos de seguridad
(DOE, ICRP, NCRP) Dosis absorbida 1 Gy = 100 rad
0.25 mSv/año
instalaciones radiactivas Dosis equivalente 1 Sv = 100 rem
Nota: Este gráfico ha sido elaborado con la intención de proveer de una forma simple y en un formato amigable "órdenes de magnitud de referencia para las
magnitudes radiológicas de interés para científicos, gestores y el público general. Con este espíritu, la mayor parte son expresadas en la unidad más comunmente Compilado por NF Metting, Office of Science 1 mSv = 100 mrem
DOE/BER; 24Jan2005,“Orders of Magnitude”) 1 Sv = 1 Gy para rayos X y gamma)
utilizada en protección radiológica (Sievert, Sv) y las dosis médicas no son dosis efectivas. Asumimos que esta elección no satisfará las necesidades de todo el mundo.
Renuncia de responsabilidad: Ni el gobierno de los Estados Unidos de América ni ninguna agencia ni ninguno de susmen empleados grantizan, de forma expresa o
implícita, ni asumen ninguna responsabilidad, legal o de otro tipo, en relación a la precisión, completitud o utilidad de la información contenida en este gráfico.
“Esta información ha sido traducida al español a partir de la versión original en inglés del U.S. DOE por Manuel Vilches Pacheco”
Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
5.1. Modelo exponencial
En el modelo más simple de la muerte celular que podemos construir, su‑
ponemos que la célula muere cuando en la misma tiene lugar un suceso “mor‑
tal” (independientemente del fenómeno biológico que asociemos a tal suceso
letal), de tal forma que si el suceso ocurre en la célula esta morirá, y sobrevivirá
en caso contrario. Se trata entonces de un modelo de blanco único e impacto
simple. Si aceptamos que, salvo fluctuaciones propias del carácter estadístico
de la interacción, estos sucesos se distribuyen en la población celular de forma
homogénea, lo que parece razonable si todas las células son idénticas y son
irradiadas con igual dosis absorbida, el número de sucesos por célula de la po‑
blación se distribuirá según una distribución de Poisson caracterizada por el
número medio de sucesos por célula (n, cociente del número total de sucesos
letales producidos por el número de células existentes) y la probabilidad de su‑
pervivencia (o fracción de supervivencia, S) vendrá dada por la probabilidad de
que en una célula no tenga lugar ningún suceso letal, es decir, la probabilidad
del suceso nulo P(0), que para esta distribución se calcula como:
[ 167 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
D
N(D) − (8)
S(D) = = P(0) = e D0
N0
dN = −C × N × dD (9)
D
N(D) −
N(D) = N0 e−C×D ⇒ P(0) = = e D0 (10)
N0
D
log S(D) = − log e × (11)
D0
[ 168 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
1 0 1,000
0,8
–1 0,100
log S(D)
0,6
S(D)
S(D)
0,4
–2 0,010
0,2
0 –3 0,001
0 2 4 6 0 2 4 6
D(Gy) D(Gy)
[ 169 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
cuando irradiamos con radiación de baja LET, las células muestran una mayor
resistencia a las dosis absorbidas bajas que a las altas, debido a la acumulación
de daño subletal, a la existencia de mecanismos de reparación saturables y a la
activación de mecanismos apoptóticos cuando los mecanismos de reparación
no son capaces de mantener el ADN en un estado viable.
La evidencia experimental nos muestra de forma repetida esta diferente
resistencia a bajas y altas dosis absorbidas, y en la mayoría de situaciones la
forma de la curva de supervivencia no es exactamente exponencial y muestra
una convexidad, una menor pendiente, a bajas dosis absorbidas (lo que deno-
minamos el hombro de la curva de supervivencia), si bien la forma exponencial
reproduce algunas curvas de supervivencia obtenidas con ciertas estirpes ce-
lulares muy sensibles o al irradiar con radiación de alta LET.
Podemos obtener curvas que muestren ese hombro inicial desarrollando
un poco más el modelo de blanco letal con el que hemos justificado el modelo
exponencial.
La primera evolución del modelo de blanco letal consiste en asumir que
en cada célula existen no uno, sino N elementos vitales, y que todos deben ser
inactivados para alcanzar la muerte celular. Con esta hipótesis relativamente
simple, y que puede ser justificada en términos de acumulación de daño sub-
letal (1, 2, . . . , N − 1 blancos lesionados) generaremos un modelo ligeramente
más sofisticado que sí presenta ya una convexidad inicial.
Para empezar, recordemos que la probabilidad de suceso nulo, es decir, au-
sencia de lesión para el i‑ésimo blanco vendrá dada por la expresión:
D
−
Pi (1) = 1 − e D0 (13)
D N
PN (1) = ∏ Pi (1) = D
1−e 0
−
(14)
i
[ 170 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
D N
S(D) = 1 − PN (1) = 1 − D
1−e 0
−
(15)
10
Multiblanco
Componente asintótica
Fracción de supervivencia
0,1
0,01
0 4 8 12
D(Gy)
Figura 11. Modelo de blancos múltiples e impacto único, con tres blancos subcríticos que
deben ser inactivados para producir la muerte de la célula.
[ 171 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
10
Mixto
Componente lineal inicial
Componente lineal asintótico
Fracción de supervivencia
1
0,1
0,01
0 4 8 12
D(Gy)
Figura 12. Modelo mixto de impacto simple con un blanco crítico y tres blancos subcríticos.
D 1 1 N
− −D· −
P(1) = e 1D · 1 − 1−e D 0 D 1 (16)
[ 172 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
Dado que ahora tenemos dos tipos de blanco podemos asociar a cada uno
de ellos una probabilidad de impacto diferente en función de la dosis absorbi‑
da, o lo que es lo mismo un diferente parámetro de sensibilidad, y tendremos
de esta forma tres parámetros para el modelo: el número de blancos múltiples,
N, la sensibilidad del mecanismo de blanco crítico, D0, y la sensibilidad del me‑
canismo de blanco subcrítico, D1.
La figura 12 representa un ejemplo de curva de supervivencia obtenido
con este modelo mixto. Este modelo presenta un comportamiento adecuado a
baja dosis absorbida, con pendiente inicial no nula y cuyo valor puede contro‑
larse a través de los parámetros del modelo, pero mantiene el comportamien‑
to asintótico exponencial a altas dosis absorbidas por lo cual fue inicialmente
ignorado, si bien, como el modelo multiblanco, ha recuperado interés recien‑
temente con la nueva experiencia acumulada en el empleo de altas dosis por
fracción.
5.3. Modelo lineal-cuadrático
Existen muchos modelos de blanco con complejidad creciente, aunque he‑
mos presentando aquí solo los dos más elementales, pues hoy día el interés por
este tipo de fundamentación microscópica de los modelos de supervivencia ha
decaído dada la imposibilidad de justificar microscópicamente los valores de
los parámetros característicos.
Se puede obtener una forma más adecuada de la curva de supervivencia
sin más que añadir un término cuadrático al término lineal del modelo expo‑
nencial. El modelo actualmente vigente, al que dedicaremos los siguientes
apartados del capítulo, si bien puede derivarse de razonamientos microscópi‑
cos de tipo impacto-blanco o por razonamientos biológicos que modelan la di‑
námica de reparación celular, se considera hoy simplemente una aproximación
empírica suficientemente versátil para ser capaz de reproducir la mayoría de
curvas de supervivencia observadas en el laboratorio y, lo que es más impor‑
tante, para reproducir la diferente respuesta clínica de los distintos tejidos ante
los diferentes esquemas de administración de la dosis absorbida:
2
S(D) = e−α · D − β · D (17)
ln S(D) = −α · D − β · D2 (18)
[ 173 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Fracción de supervivencia
0,1
α/β = 3 Gy
e−α·D
e−2α·D
Comp. lineal
Comp. cuadrático
0,01
0 2 α/β = 3 4 6
D(Gy)
10 10
1 1
Fracción de supervivencia
Fracción de supervivencia
0,1 0,1
0,01 0,01
0,001 0,001
0,0001 0,0001
β = 0,6 Gy–2 α = 0,2 Gy–1
1E-005 1E-005
α = 0,6 Gy–1 β = 0,1 Gy–2
1E-006 α = 0,4 Gy
–1
1E-006 β = 0,08 Gy–2
α = 0,2 Gy–1 β = 0,04 Gy
–2
1E-007 1E-007
α = 0,1 Gy–1 β = 0,01 Gy–2
1E-008 1E-008
0 4 8 12 0 4 8 12
D(Gy) D(Gy)
Figura 14. Ejemplos del efecto que tiene la variación de los valores de los parámetros del
modelo LQ en la forma de la curva de supervivencia.
[ 174 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
[ 175 ]
Baeza 8 28/12/2016
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
2 1 2
S(D) = (S(d))n = e−(α d + β d ) × n = e− α D + n β D (19)
101 100
10
0 1ª fracción 10–1
2ª fracción
–1
3ª fracción 10–2
10 superv. observada
10–3
–2
10 10
–4
S(D)
S(D)
10
–3
10–5
–4
10 10–6
–7
–5
10
10 –8
10
–6
10 10
–9
–7 –10
10 10
0 4 8 12 16 20 0 4 8 12
D(Gy) D(Gy)
Figura 15. Representación gráfica de la supervivencia en irradiación fraccionada.
[ 176 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
0,1
Fracción de supervivencia
0,01
0,001
α/β = 10 Gy (aguda)
0,0001 α/β = 3 Gy (aguda)
α/β = 10 Gy (df = 2 Gy)
α/β = 3 Gy (df = 2 Gy)
1E-005
0 4 8 12
(Gy)
[ 177 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
d
DBE = nd × 1 + (20)
α /β
d1 d2
n 1 d1 × 1 + = n2 d2 × 1 + (21)
α /β α /β
d
ln S(n, d) = n × α d + β d 2 = n d α × 1 + = α × DBE (22)
α /β
[ 178 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
0 0
–4 –4
–8 –8
Ln S
Ln S
–12 –12
–16 –16
–20 –20
0 4 8 12 16 20 0 4 8 12 16 20
D(Gy) D(Gy)
Ln S = –0,5*D – 0,1*D2; (α/β = 5 Gy) Ln S = –1,0*D – 0,2*D2; (α/β = 5 Gy)
Ln S = –0,5*D Ln S = –D
Ln S = –0,7*D (fraccionado 2 Gy) Ln S = –1,4*D (fraccionado 2 Gy)
[ 179 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
1 0,05
0,8 0,04
Frecuencia del efecto
1/D (Gy–1)
0,6 0,03
0,4 0,02
0,2 0,01
0 0
0 40 80 120 –4 0 4 8
D(Gy) d(Gy)
Figura 18. Experimento simulado de ensayo clínico para la determinación del cociente α/β
para un tejido y efecto dados. Las curvas dosis-respuesta para distintas dosis por fracción,
d, (entre 1 y 8 Gy) son representadas y comparadas con la correspondiente a irradiación
prolongada (línea gruesa en el gráfico de la izquierda y punto sólido para d = 0 en el de la
derecha).
[ 180 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
d d 1 1 d
DBE = nd × 1 + = D× 1+ ⇒ = + (23)
α /β α /β D DBE DBE × α /β
1 d d2
= + (24)
n DBE DBE · α /β
[ 181 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Así es como se han ido obteniendo los valores experimentales del cociente
α/β que hoy empleamos, algunos de los cuales se presentan en el tema 6. Es
cierto que la variabilidad de estos valores es muy grande y que queda mucho
camino por recorrer (como estableció en 2010 el proyecto QUANTEC, creado
para compilar valores definitivos de los parámetros y modelos radiobiológicos),
pero su uso será siempre recomendable ante la alternativa de no tener en con‑
sideración el efecto del fraccionamiento, lo que sin lugar a dudas sabemos que
es una mala praxis.
d d
DBE = nd × 1 + + hm (25)
α /β α /β
2θ 1 − θm
hm = m− (26)
m(1 − θ) 1−θ
ln 2
θ = exp − ∆t (27)
T1/2
[ 182 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
–4
ln S
–8
–12
Irradiación aguda (no reparación)
Irradiación fraccionada (reparación total)
Irradiación fraccionada (reparación parcial)
–16
0 2 4 6
D(Gy)
Figura 19. Efecto de la reparación parcial producida por un tiempo de separación insuficiente
entre fracciones sucesivas. La situación con reparación incompleta se encuentra entre
ambas situaciones extremas: la irradiación no fraccionada y la fraccionada con reparación
completa.
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
0
10
S(D) 10–1
10–2
10–3
0,12 Gy/h
0,5 Gy/h
45 Gy/h
10–4
0 5 10 15 20 25 30 35
D(Gy)
Figura 20. Efecto de la tasa de dosis absorbida en la supervivencia (regresiones de los datos
de Stackhouse y Bedford (Stackhouse y Bedford 1993)).
con baja tasa es una solución óptima, pues además de permitir un alto nivel
de reparación en el tejido sano de respuesta tardía, acorta los tiempos de tra‑
tamiento hasta unos pocos días reduciendo el impacto de la repoblación tu‑
moral.
Si la tasa de dosis absorbida es suficientemente baja es posible que la re‑
población del tejido tenga un efecto no despreciable en la mortalidad obser‑
vada al administrar una dosis absorbida dada, al igual que puede apreciarse
su efecto para tejidos muy proliferativos en los tratamientos fraccionados, es‑
pecialmente durante la interrupción del fin de semana (este asunto se trata en
profundidad en el tema 7). En general, el crecimiento de los tejidos tumorales, y
en los tejidos sanos proliferativos de respuesta rápida, es muy variable depen‑
diendo del tipo, estadio y condición de crecimiento, y esto se refleja en tiempos
de duplicación que varían desde unos pocos días (en la práctica algo más de
una semana) hasta unos pocos meses. Tasas de dosis absorbida por encima de
1 cGy/min apenas dejarán espacio para un repoblación significativa, pero tasas
por debajo de 0,1 cGy/min pueden ir acompañadas de una importante repo‑
blación que obligará a incrementar de forma muy significativa la dosis absorbi‑
da que deberemos administrar para alcanzar un efecto dado. Si asumimos que
la radiación no afecta al ritmo proliferativo, es fácil deducir que para cualquier
valor del tiempo de duplicación existirá una tasa suficientemente baja para la
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
cual es imposible alcanzar una dosis isoefectiva, dado que la proliferación tie‑
ne lugar a un ritmo superior que la muerte, y el número de células no solo no
decrece, sino que aumenta. Por supuesto, el rango de tasas en el que la repo‑
blación resulta relevante dependerá de la radiosensibilidad del tejido, pues de
esta dependerá la dosis absorbida que deberá administrarse para alcanzar un
nivel de efecto determinado.
Aunque, en general, una reducción de la tasa implicará una menor mortali‑
dad celular, pues la reparación y la repoblación que son los dos fenómenos bio‑
lógicos más relevantes actúan en este sentido, lo cierto es que la sincronización
y la reoxigenación podrían actuar en sentido contrario dando lugar a situacio‑
nes paradójicas, tal y como de hecho ocurre, en determinadas circunstancias,
cuando aparece lo que conocemos como efecto inverso de la tasas de dosis, un
incremento de la mortalidad celular cuando la tasa se reduce por debajo de un
valor crítico. El fenómeno podría estar relacionado con el hecho de que tasas
tan bajas hacen que las células, que en otras condiciones se detendrían en una
fase radiorresistente, retoman o continúan el ciclo celular, progresando hasta
fases más radiosensibles. Pero experimentos recientes relacionan esta depen‑
dencia inversa con la hipersensibilidad a baja dosis absorbida, pues ambas res‑
puestas paradójicas aparecen en las mismas estirpes celulares y condiciones
experimentales.
El efecto de la tasa de dosis y el fraccionamiento pueden introducirse de
forma general en la formulación LQ a través de un factor corrector por tasa
y fraccionamiento, que modifica el término cuadrático de la expresión LQ te‑
niendo en cuenta la diferente probabilidad de interacción del daño previo con
el daño producido en cada instante de la irradiación en función del tiempo
empleado en administrar la dosis absorbida:
ln S(D) = −α · D − G · β · D2 (28)
∞ t
2
G= Ḋ(t) dt e−λ (t − t ) Ḋ(t ) dt (29)
D2 −∞ −∞
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
donde la función que describe la tasa de dosis absorbida puede adoptar cual‑
quier forma, incluyendo la administración en dosis agudas fraccionadas sepa‑
radas un tiempo T. En este caso, esa integral resulta:
1 2θ 1 − θn (30)
G= 1+ n−
n n(1 − θ) 1−θ
donde,
θ = e−λ T (31)
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
0
10
Supervivencia total
10
–1 Sup. fracción oxigenada (98%)
Sup. fracción hipóxica (2%)
–2
10
S(D)
–3
10
10–4
10–5
10–6
2 6 10 14 18 22 26
D(Gy)
[ 188 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
que se ilustra), con una baja sensibilidad dada por un valor alto de la dosis D0
= 3,3 Gy (en el ejemplo, las curvas de supervivencia siguen un modelo expo‑
nencial sin hombro) y el restante 98% se encuentra bien oxigenado y tiene una
alta sensibilidad indicada por un valor D0 = 1 Gy. La supervivencia neta será
la resultante de la supervivencia en ambas poblaciones. Como puede verse,
la curva muestra una concavidad que indica que la irradiación a dosis agudas
demasiado altas es significativamente menos efectiva, dado que para esos va‑
lores de dosis absorbida la mortalidad alcanzable en la población oxigenada
es tan alta que la fracción oxigenada es ya menor que la fracción hipóxica de
forma que la resistencia del tejido es, para esas dosis absorbidas altas, la resis‑
tencia mostrada por el tejido hipóxico.
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
0
10
–1
10
S ( D)
10–2
Fases M y G2
Fase G1
Inicio fase S
10–3 Final fase S
0 2 4 6 8 10 12 14
D(Gy)
Figura 22. Representación esquemática de las curvas de supervivencia para una misma
línea celular en función de la fase del ciclo celular en que se produjo la irradiación.
[ 191 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
CÉLULA
VIABLE ε PL
ηPL
po
te
n
cia
lm
en
letal
te
CÉLULA
let
HERIDA
al
ηL
ε 2PL
CÉLULA
MUERTA
Figura 23. Esquema del modelo letal-potencialmente letal, con los cuatro parámetros del
modelo que se explican en el texto (figura modificada tomada de Joiner y Kogel (Joiner y
Kogel 2009)).
[ 193 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
capaz de ajustar los datos experimentales al menos tan bien como el modelo
LQ, con el cual coincide para supervivencias por encima del 1%. Para supervi-
vencias menores (dosis absorbidas más altas) el modelo difiere ligeramente del
LQ, pero las incertidumbres experimentales hacen imposible discriminar entre
ambos.
Con este modelo podemos interpretar biológicamente algunas de las ca-
racterísticas de la supervivencia observadas experimentalmente. Por ejemplo,
el menor efecto de la dosis absorbida cuando es administrada de forma frac-
cionada se deberá a una mayor reparación del daño subletal, el mayor efecto
letal de las radiaciones de alta LET por la mayor probabilidad de que la alta
densidad de ionización produzca lesiones letales y la menor efectividad de las
bajas tasas de dosis por la reparación de la lesión subletal ocurrida durante la
propia irradiación.
Otra posible justificación microscópica del comportamiento LQ es dada
por el modelo de reparación saturable. En este modelo el hombro de la curva
de supervivencia es debido a que la tasa de reparación del daño cambia con
la dosis absorbida y el mecanismo de reparación resulta menos eficaz cuanto
mayor es el número de lesiones, debido a que los recursos destinados a la re-
paración, enzimáticos y energéticos, se consumen y el mecanismo reparador
se satura. En el contexto de este modelo de reparación saturable, toda lesión
es reparable, pero el mecanismo reparador no es perfecto ni siquiera a dosis
absorbidas muy bajas, quedando incluso en condiciones ideales una fracción
de daño no reparada, que será la que dé cuenta de la pendiente inicial de la
curva de supervivencia.
La tasa de producción del daño es relevante, y por tanto lo es la tasa de do-
sis absorbida, dado que el tiempo disponible para reparar las lesiones es finito
(como ya vimos, la célula solo podrá contener su ciclo durante algún tiempo)
y la reparación final alcanzada en ese tiempo estará condicionada por la tasa a
la que la reparación se produjo, y por la tasa a la que se produjo el daño, pues
a mayor tasa de daño mayor saturación de la acción reparadora. Por el mismo
argumento una mayor LET implicará un daño más intenso que requerirá una
mayor acción reparadora y saturará en mayor medida la maquinaria de repara-
ción. El fraccionamiento de la dosis absorbida implicará que las células dispon-
gan de tiempo para recuperar el mecanismo reparador y enfrentar la siguiente
fracción de dosis con todos sus recursos de nuevo disponibles.
Ambos modelos, y algunos otros que no describiremos aquí, son capaces
de reproducir los resultados del modelo LQ en el amplio intervalo de dosis ab-
sorbida que encontraremos en la clínica. Cualquiera de los dos puede por tanto
justificar el modelo LQ en una visión microscópica, pero seguramente optar
por solo uno de ellos, o un subconjunto de ellos, sea artificioso e innecesario.
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
[ 195 ]
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2 3
S = e−α D − βD − γD (32)
[ 196 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
0
10
modelo LQ (α = 0,21 Gy , β = 0,07 Gy , α/β = 3 Gy)
–1 –2
–2
10
10–3
10–4
S(D)
10–5
–6
10
10–7
10–8
–9
10
0 5 10 15 20
D(Gy)
2
S = e−α D − βD G(µT + δD) (33)
[ 197 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Este modelo coincide mejor con el modelo LPL que el LQ para todas las do‑
sis y tasas de dosis absorbida. Para dosis absorbidas muy altas, el modelo tiene
un comportamiento lineal:
2β
− α+ D (34)
S=e δ
0,16
Int. con�anza 95%
Hipofraccionamiento
Regresión lineal óptima (α/β = 0,55 Gy)
Regresión lineal (forzado α/β = 2 Gy)
0,12 Tolerancia en fraccionamiento convencional
1/Dosis total (Gy–1)
0,08
0,04
0
0 2 4 6 8 10
d(Gy)
Figura 25. Si seguimos las equivalencias recomendadas en las guías de SBRT (1, 3 y 5 frac-
ciones) para la vejiga (puntos negros), obtendremos un valor α/β = 0,55 (0,43 si utilizamos
la ecuación (24)).
[ 198 ]
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
α/β
–8 –4 0 4 8
Vejiga
Plexo braquial
Tronco encefálico
Bronquios
Cauda equina
Colon
Duodeno
Esófago
Cabezas femorales
Pericardio
Yeyuno
Hígado
Pulmón
Pulmón
Nervio óptico
Bulbo peneano
Recto
Cortez renal
Hilum renal
Plexo sacro
Piel
Médula espinal
Médula espinal
Estómago
Tráquea
Figura 26. Los valores de α/β obtenidos a partir de las recomendaciones usuales de
tolerancia para tratamientos hipofraccionados son muy pequeños, incluso negativos en
algún caso, lo que carece de sentido biológico a la luz del modelo LQ.
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 4:
Efectos celulares de la radiación
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[ 203 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los
efectos estocásticos de las
radiaciones ionizantes
Damián Guirado Llorente
Baeza 8 28/12/2016
Baeza 8 28/12/2016
Estimación del riesgo para los efectos
estocásticos de las radiaciones ionizantes
Damián Guirado Llorente
Servicio de Radiofísica Hospitalaria
Hospital Universitario San Cecilio de Granada
[email protected]
1. Introducción
En los temas precedentes se han desarrollado las bases conceptuales de la
Radiobiología y algunos útiles matemáticos que permitirán, tras ampliarlos en
los próximos capítulos, la aplicación clínica de la Radiobiología en el tratamien-
to del cáncer. En este tema trataremos de establecer el marco adecuado para
comprender el Sistema de Protección Radiológica de la Comisión Internacional
de Protección Radiológica (ICRP), y, en particular, las bases para establecer los
valores concretos de los límites de dosis1 que marca nuestra legislación; límites
que tienen como referencia fundamental, aunque no única, la cuantificación
del riesgo de que la radiación produzca cáncer.
Semejante objetivo plantea bastantes dificultades que tienen que ver, en
buena parte, con que los puntos de vista y la procedencia del material con el
que se construye el marco conceptual de la Radiobiología de la Protección ra-
diológica son diversos y heterogéneos. Así, nuestra fuente de datos fundamen-
tal sobre los efectos a largo plazo de las bajas dosis absorbidas de radiación
procede de los estudios epidemiológicos, pero la epidemiología no es suficien-
te, por ejemplo, para establecer la forma de la relación dosis-respuesta a bajas
dosis absorbidas; por lo que debemos emplear resultados de la epidemiología
y del laboratorio en nuestro desarrollo. Por otra parte, el procedimiento que
permite llegar a unos valores concretos para los límites de dosis requiere de
1 En lo sucesivo, a veces utilizaremos genéricamente el término dosis, en lugar de dosis ab-
sorbida, dosis equivalente o dosis efectiva, para hablar de un modo inespecífico de la inten-
sidad de una exposición a la radiación. Cuando sea necesario ser precisos utilizaremos el
nombre completo.
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
dientes también puedan hacerlo. Cabe así clasificar los efectos de la radiación
sobre la célula en dos tipos que llamamos estocásticos y deterministas:
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
2.1.1. Respuesta adaptable
En algunos sistemas celulares in vitro se han realizado experiencias consis-
tentes en la irradiación previa con dosis absorbidas bajas, entre 10 y 200 mGy
(dosis condicionante), antes de suministrar una segunda dosis absorbida más
elevada, entre 1 y 2 Gy (dosis provocadora). Los resultados de este tipo de expe-
rimentos muestran que, si administramos una dosis condicionante previa, los
niveles de respuesta de las células para una dosis provocadora disminuyen con
respecto a los que se producen en ausencia de la dosis condicionante. A este
fenómeno se le llama respuesta adaptable (NRC 2006).
Por ejemplo, en linfocitos humanos la frecuencia de aberraciones cromosó-
micas baja más de un 50% cuando las células son irradiadas con dosis previas.
La magnitud del efecto depende de muchos factores entre los que se cuentan
la dosis, la tasa de dosis, los tipos de tejidos y células y la cantidad final medida
(“endpoint”). También existen estudios sobre una respuesta adaptable para la
inducción de mutaciones genómicas específicas. En general, la frecuencia de
mutaciones inducida por altas dosis de radiación se reduce en un 50% si la
exposición está precedida por una dosis absorbida condicionante de unos 10
mGy de 5 a 24 horas antes. Por otra parte, también existen estudios “in vivo”,
entre los que se incluyen la inducción de leucemia y linfoma, para los cuales se
manifiesta la existencia de una respuesta adaptable en ratones.
La explicación que se ofrece actualmente para la respuesta adaptable con-
siste en suponer que la dosis condicionante induce la producción de proteínas
que, al encontrarse presentes durante la segunda irradiación, dan lugar a la
disminución del daño que esta genera. El fenómeno de la respuesta adaptable
puede estar relacionado con la existencia de una “estructura fina” en la curva de
supervivencia celular que se conoce como hipersensibilidad a baja dosis, des-
crita por Michael C. Joiner y sus colegas (Joiner y cols. 2001). Este fenómeno
puede explicarse atendiendo a una dosis mínima por debajo de la cual no se
activan ciertos mecanismos de reparación y que, por consiguiente, hacen que
dosis un poco mayores que esta tengan menos efecto que las dosis que están
justo por debajo.
La respuesta adaptable es una manifestación de un fenómeno más general:
la hormesis por radiación. El término hormesis ha sido empleado para referirse a
la estimulación positiva de las bajas dosis de agentes potencialmente nocivos.
La inclusión de la radiación ionizante amplía la base de esta tesis general. La
comprobación de la hipótesis hormesis supondría un cambio muy importante
en los planteamientos actuales en Radiobiología y, por tanto, en Protección
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
2.1.2. Inestabilidad genómica
Durante mucho tiempo se ha admitido que el origen de la respuesta celu-
lar a la radiación, en forma de cambios genéticos u otros efectos, se encontraba
en el daño al ADN. Sin embargo, desde hace tres décadas se ha ido generando
una información creciente sobre la importancia de mecanismos epigenéticos,
es decir, no originados directamente en el daño al ADN, en la respuesta celular
a la radiación. Estos mecanismos epigenéticos pueden clasificarse en dos gran-
des categorías: la intestabilidad genómica y la transmisión de señales desde las
células irradiadas a sus células vecinas.
Con los términos inestabilidad genómica se conoce al fenómeno por el que,
tras la exposición de una célula a la radiación, su progenie, sin ser irradiada,
muestra durante muchos ciclos un mayor grado de cambios genéticos que la
progenie de células que no han sido irradiadas. Entre estos cambios génicos
están las transformaciones malignas, las aberraciones cromosómicas, las muta-
ciones de determinados genes y la muerte celular. La forma usual de estudiar el
fenómeno consiste en observar los clones de células individuales supervivien-
tes a la radiación. Hoy se admite que la inestabilidad genómica, tanto cromosó-
mica como mutacional, puede estar inducida por radiaciones de alta y baja LET.
Así, en términos de mutagénesis, un 10% de la población derivada de una
célula superviviente presenta un aumento significativo en la frecuencia de mu-
taciones espontáneas comparada con el clon derivado de una célula no irradia-
da. Este aumento persiste unas 30 generaciones y el espectro de mutaciones es
semejante al de las mutaciones espontáneas, que en su mayoría son puntuales.
También se ha observado un aumento de las aberraciones cromosómicas en
14 generaciones tras la exposición a radiación alfa de células madre hematopo-
yéticas de ratón. Por último, se ha confirmado un aumento de la tasa de muerte
celular muchas generaciones después de la irradiación de la célula progenito-
ra; este fenómeno se incluye dentro de la inestabilidad genómica porque se
supone originado en la persistencia del daño en el ADN.
Aunque se ha mostrado de manera reproducible la inestabilidad cromosó-
mica en cultivos con líneas celulares establecidas para el trabajo de laboratorio,
existen menos estudios con células normales. Se ha sugerido la posibilidad de
que la inestabilidad genómica se exprese fundamentalmente en células anó-
malas o alteradas genéticamente, lo cual es consistente con la dificultad de
verificar el fenómeno en experimentos “in vivo”.
[ 212 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
2.1.3. Efecto vecindad
Con estas palabras conocemos el fenómeno por el cual las células no irra-
diadas de una población pueden sufrir daño como consecuencia de su con-
tacto con células irradiadas. Este fenómeno puede explicarse por la existencia
de ciertas señales que, transmitidas desde las células irradiadas a las vecinas
(espectadoras), producen en estas últimas una respuesta que consiste en el
aumento de la frecuencia de aparición de algún tipo de efecto nocivo de la
radiación.
Los experimentos usuales sobre el efecto vecindad consisten en diversos
procedimientos: en cultivos irradiados con partículas alfa o microhaces de
protones o rayos X, mediante los que pueden irradiarse selectivamente deter-
minadas células del cultivo y puede estudiarse la respuesta de las células no
irradiadas en comparación con la de las células irradiadas; también pueden
mezclarse, tras la irradiación, células no irradiadas con células irradiadas; o to-
mar el medio de cultivo de células irradiadas y emplearlo para cultivar células
no irradiadas.
Las primeras pruebas de la existencia de este fenómeno (Nagasawa y Little
1992) se establecieron midiendo la frecuencia de intercambio de cromátidas
hermanas para fluencias muy bajas de partículas alfa procedentes de una
fuente externa al cultivo celular: mientras que la frecuencia del intercambio
aumentaba en un 20-40% de células, solo entre el 0,1 y el 1% de los núcleos
era atravesado realmente por partículas alfa. Este hecho ha sido confirmado
posteriormente y el fenómeno implica la secreción de citoquinas u otros facto-
res por las células irradiadas que afectan al metabolismo de las células vecinas.
También se ha probado que la frecuencia de determinadas mutaciones, la for-
mación de micronúcleos y muerte celular (también por apoptosis), así como las
transformaciones malignas, aumentan en las células vecinas.
El daño en el ADN producido mediante el efecto vecindad, sin embargo,
parece ser diferente del que se produce en las células irradiadas directamente;
mientras que las mutaciones inducidas directamente consisten en supresiones
totales o parciales de genes, un 90% de las producidas por el efecto vecindad
son mutaciones puntuales. Esto es consistente con que el metabolismo oxi-
dante es el medio de acción del efecto vecindad, y la mutación puntual es un
resultado de un daño oxidante en las bases que acontece en la célula vecina.
Tomados en conjunto, la respuesta adaptable, la inestabilidad genómica
y el efecto vecindad aumentan nuestra incertidumbre sobre la forma de la
relación dosis-respuesta para bajas dosis. En algunos casos, como la induc-
ción de mutaciones por exposición a muy baja fluencia de partículas de alta
LET, teniendo en cuenta la influencia de las células vecinas, el efecto puede
[ 213 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
ser mayor que el predicho por una simple extrapolación lineal de la curva de
dosis-respuesta. En otros, teniendo en cuenta la existencia de una respuesta
adaptable, una transformación maligna es menos frecuente de lo esperado. En
conjunto, estos hallazgos nos sugieren que la respuesta de un organismo vivo
a la radiación no se reduce a la respuesta de una célula individual a través de las
consecuencias del daño en su ADN, más bien a una respuesta global del tejido
en el que esta célula existe. En cualquier caso, es preciso un mayor conocimien-
to de los mecanismos que permiten explicar estos fenómenos para que sean
incluidos en un análisis de riesgos para la exposición de los seres humanos a la
radiación.
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Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
célula a pesar de la expresión simultánea del otro alelo normal. El gen supresor
tumoral es considerado recesivo, ya que la pérdida o desactivación de un alelo
no conduce, al menos en teoría, a ningún cambio en la función celular, puesto
que el otro alelo produce un efecto fisiológico que regula negativamente el
crecimiento.
Hoy se acepta que la carcinogénesis es un proceso en múltiples etapas.
La cadena usual de acontecimientos que lleva hasta el cáncer comienza con
la iniciación del daño, continúa con la promoción tumoral y finaliza con la pro-
gresión maligna. La carcinogénesis por radiación parece estar relacionada con
los acontecimientos iniciales en la célula dañada, que devienen en la neoplasia
tras cambios adicionales.
El agente iniciador del tumor interactúa con el ADN, pero esta interacción
no produce por sí misma un tumor maligno. La iniciación puede ocurrir tras
una única y breve exposición a un agente iniciador potente como la radiación
ionizante. Además, parece irreversible y puede ser hereditaria. Todas estas hi-
pótesis son consistentes con la idea de que la iniciación supone una mutación,
aunque son posibles otras explicaciones, como la modificación en la expresión
de los genes sin relación directa con las bases del ADN. La promoción tumo-
ral consiste en una fase de proliferación celular, en la que se propaga el daño
inicial por la aparición de un clon de células alteradas. Esta fase requiere una
exposición más prolongada al agente promotor y ocupa una parte más larga
del período de latencia del cáncer, es reversible en parte y puede detenerse
mediante agentes anticarcinógenos. Por último, en la fase de progresión tu-
moral, se produce una continua proliferación durante la cual tiene lugar una
pérdida del control de crecimiento y un fracaso de los mecanismos de defensa
del huésped hasta que el tumor se hace clínicamente detectable. En la figura 1
se presenta un esquema del proceso de carcinogénesis.
IINICIACIÓN PROMOCIÓN
P PROGRESIÓN
P
Células Células Células
normales iniciadas malignas
[ 215 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Para la leucemia y ciertos tumores sólidos como los de piel, hueso y mama,
por citar algunos, hay pruebas sobre el proceso de carcinogénesis multietapa
tras irradiación, y se han identificado algunas de las mutaciones implicadas en
su desarrollo. Muchas de estas mutaciones están presentes en tumores huma-
nos y de animales de experimentación. Así, la carcinogénesis radioinducida
parece comportarse como el proceso multietapa descrito, sin que existan ca-
racterísticas que diferencien la radiación de otro tipo de carcinógenos.
Los modelos animales se han utilizado para determinar los puntos en que
la radiación actúa durante el desarrollo tumoral. Al parecer, la radiación es solo
un promotor débil del desarrollo tumoral y parece que su papel es más proba-
ble en la iniciación. En principio, las propiedades que tiene la radiación para
alterar los genes permitirían que ésta actuase a lo largo de cualquier etapa del
proceso de carcinogénesis. Sin embargo, las altas tasas de inestabilidad genó-
mica y de otros daños espontáneos que aparecen con frecuencia en las fases
posteriores a la iniciación, tenderían a que, en ellas, el proceso fuese menos
dependiente de las mutaciones inducidas por la radiación. En todo caso, es im-
portante señalar que el estudio molecular del proceso de carcinogénesis indica
que se trata de algo más complicado que el simple esquema de tres etapas que
hemos presentado aquí.
En el ser humano, el período transcurrido entre la exposición a la radiación
(agente iniciador) y la manifestación de un cáncer, dura un número variable de
años. Este período de latencia puede llegar a ser de unos 8 años en el caso de
la leucemia y dos o tres veces mayor en la mayoría de tumores sólidos, tales
como los de mama y pulmón. El período de latencia mínimo es de 2 años para
la leucemia y de 5 para el resto de cánceres.
Para radiaciones de baja LET, y a igualdad de dosis absorbidas totales, las
exposiciones prolongadas (que se extienden en el tiempo) a bajas tasas de
dosis absorbidas son menos efectivas para muchos de los efectos biológicos,
incluyendo la inducción tumoral, que las exposiciones únicas a elevadas tasas
de dosis absorbidas (exposiciones agudas). Para radiaciones de alta LET, en al-
gunos casos, las bajas tasas de dosis absorbida pueden tener un efecto mayor
al producido por exposiciones únicas a altas tasas. Volveremos sobre esta cues-
tión en el apartado 4.2.
Puesto que el mecanismo molecular básico para el desarrollo del cán-
cer se supone asociado a las lesiones del ADN y las mutaciones genéticas y
cromosómicas, las relaciones dosis-respuesta y tiempo-dosis (si tenemos en
cuenta el fraccionamiento y prolongación de la dosis) se suponen semejan-
tes para la inducción de estos fenómenos celulares y la aparición de cáncer.
Específicamente, para bajas dosis, aunque los datos no son tan cuantiosos y
buenos como desearíamos, puede admitirse una relación lineal sin umbral
[ 216 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
para bajas dosis y tasas de dosis. Trataremos de este asunto con más extensión
a lo largo de este tema.
[ 217 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
2.2.4. Otros efectos
Los datos de los supervivientes japoneses a las bombas atómicas muestran
la incidencia de otro tipo de enfermedades diferentes al cáncer asociadas a la
radiación. A partir de dosis efectivas de 1 Sv pueden atribuirse a la radiación
el aumento de enfermedades cardíacas, disfunciones digestivas y respiratorias
y ataques de apoplejía. Sin embargo, es difícil establecer la forma de la rela-
ción dosis-respuesta para este tipo de efectos; ni siquiera puede afirmarse que
exista un umbral, por lo que no sabemos si se trata de efectos estocásticos o
deterministas.
Aunque estos efectos son, sin duda, importantes, es difícil incluirlos en la
estimación del perjuicio para la salud debido a la radiación y, por tanto, no se
emplearán en la estimación de los límites de dosis.
2.3.2. Malformaciones
Como consecuencia de la acción de la radiación sobre el feto, pueden pro-
ducirse malformaciones, sobre todo si la irradiación tiene lugar en la fase de
organogénesis, en la cual existen unas actividades de multiplicación y diferen-
ciación máximas. También pueden producirse alteraciones del crecimiento sin
malformaciones en todas las fases del desarrollo embrionario, especialmente
en las últimas etapas del embarazo. Estos cambios parecen ser una consecuen-
cia de la muerte celular. A partir de estudios en animales se considera que la do-
sis absorbida umbral para la inducción de malformaciones es de unos 100 mGy.
[ 218 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
•• Modelo lineal sin umbral, esto es, para dosis nula la incidencia del efec-
to es nula (por encima del nivel de referencia que este efecto presenta
sin considerar la radiación).
[ 219 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Curva en U
Dosis absorbida
Figura 2. Curvas esquemáticas de incidencia frente a dosis absorbida para efectos
estocásticos. Se presentan tres posibilidades: lineal sin umbral, lineal con umbral y curva
“en U” (“o en J”). En este último caso una dosis de radiación baja supone una incidencia del
efecto menor que el nivel usual en la población estudiada. Esto refleja la idea de hormesis.
Actualmente se acepta la linealidad sin umbral como la hipótesis más adecuada.
•• Modelo lineal con umbral, el efecto solo se presenta por encima de una
dosis determinada.
•• Modelo “en forma de U” (o “J”) que refleja la hipótesis de la hormesis por
radiación, es decir, una dosis baja reduce la incidencia del efecto por
debajo de los niveles normales. En este caso la radiación ejercería una
acción protectora para dosis suficientemente bajas.
En la actualidad se asume que la relación dosis-respuesta es lineal y no tie-
ne umbral para bajas dosis. Esto significa que cualquier exposición a la radia-
ción, por pequeña que sea, produce un riesgo. La elección de este modelo es
consistente con los datos sobre el mecanismo de daño del ADN que hemos
descrito, posible a muy bajas dosis. En cualquier caso, y puesto que carecemos
de información concluyente, la elección de este modelo puede estar justificada
por la necesidad de establecer un nivel adecuado de protección, que se vería
comprometido asumiendo la existencia de umbral o mecanismos de hormesis.
La presentación esquemática que hemos hecho aquí de la relación dosis-
respuesta se desarrollará con más extensión atendiendo a criterios epidemio-
lógicos en el próximo apartado.
[ 220 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
3.1. Definición de riesgo
En general, y de acuerdo con la postura de la ICRP, la palabra riesgo se
utilizará en un sentido amplio que incluye los significados coloquiales del
término y aspectos más concretos como la probabilidad de padecer un efec-
to perjudicial. De este modo, cuando queramos referirnos a una magnitud
asociada a un determinado riesgo, hablaremos de probabilidad, esperanza
matemática u otras magnitudes bien determinadas que definiremos en el lu-
gar oportuno.
[ 221 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Cuatro magnitudes básicas a las que nos referiremos en lo que sigue, son:
•• Tasa de incidencia “natural” (“background ”), es decir, la probabilidad por
unidad de tiempo de que un individuo de una determinada población
humana padezca un determinado tipo de cáncer, λ 0 (c, s, x, n). Aquí, toda
exposición a la radiación está producida por fuentes naturales. Esta fun-
ción depende, en general, de la localización de la población humana (c),
de la edad del individuo en cuestión (x), de su año de nacimiento (n) y
de su sexo (s).
•• Riesgo relativo (RR). Cuando un individuo se expone a una determinada
dosis de radiación, la tasa de probabilidad de que padezca cáncer au-
menta; pues bien, el riesgo relativo es el factor por el que se multiplica
la tasa de incidencia natural para obtener ese nuevo valor de probabi-
lidad:
dp
= λ 0 (c, s, x, n) × RR (d, s, xe , x) (1)
dt
Como vemos, el riesgo relativo depende de la dosis (d), del sexo (s), de
la edad a la que se produce la exposición (xe) y de la edad alcanzada por
el individuo (x).
•• Exceso de riesgo relativo (ERR): ERR = RR ¡ 1;
dp
= λ 0 (c, s, x, n) × [1 + ERR(d,s, xe , x)] (2)
dt
dp
= λ 0 (c, s, x, n) + EAR(d,s, xe , x) (3)
dt
[ 222 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
Sobreincidencia de cáncer
Supervivientes Hiroshima/Nagasaki
300
Cánceres sólidos
Mortalidad observada
Mortalidad esperada
Observaciones
200
Casos/año
100
0
1950 1960 1970 1980 1990
Año
12
Leucemia
Incidencia observada
Incidencia natural
Observaciones
8
Casos/año
0
1950 1960 1970 1980 1990
Año
Figura 3. Número de casos de muerte por cánceres sólidos por año, arriba, y número de casos
de leucemia por año, abajo, para los supervivientes japoneses de las bombas atómicas. En
ambos gráficos se distingue entre los cánceres atribuidos a la radiación y los que se deben
a la indicencia “natural” en la población japonesa. Las figuras han sido tomadas de Kellerer
(Kellerer 2002).
[ 223 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
produce la radiación?, o bien, ¿qué relación existe entre la dosis absorbida por
un tejido y el riesgo de padecer un determinado tipo de cáncer?
10 8
Tamaño de muestra requerido
Respiratorios
Leucemia
Todos los cánceres
10 7
10 6
10 5
10 4
0 50 100 150
Dosis absorbida (mGy)
Figura 4. Tamaño necesario para que el estudio de una cohorte expuesta a diferentes
dosis de radiación muestre un aumento significativo de la muerte por cáncer atribuible a la
radiación, suponiendo que el seguimiento de la cohorte se hace a lo largo de toda la vida de
los individuos que la componen. Tomada de Brenner (Brenner y cols. 2003).
[ 224 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
0,03
0,02
0,01 34
mSv
0,00
0
0
0
50
0
15
20
50
10
5
5
5
[ 225 ]
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[ 226 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
Tabla 1. Dosis equivalente, para las exposiciones médicas, y dosis efectivas, para el resto
de exposiciones, en varias situaciones comunes, accidentales y para algunos estudios
epidemiológicos relevantes. Tomado de Brenner (Brenner y cols. 2003).
[ 227 ]
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[ 228 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
a
b
c d
[ 229 ]
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del natural, sino que parece que la prolongación en la vida de los ani-
males se debe a la disminución de otras causas de muerte; por lo que el
efecto podría está más relacionado con la estimulación del sistema in-
munitario que con la inducción de mecanismos de reparación del ADN.
[ 230 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
[ 231 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Año de
Número de Año de inicio
Estudio establecimiento
individuos del estudio
de la población
Supervivientes
“Life Span Study“ (LSS) 120 000 1950 1958
“Adult Healt Study” (AHS) 23 500 1950 1958
“In utero sample” 2 800 1945-1946 1960
Descendientes de los supervivientes
Mortalidad de la primera generación 75 000 1946-1985 1960
Aberraciones cromosómicas 33 000 1946-1985 1967
“Biochemical Genetics Study” (BGS) 45 000 1946-1985 1975
Tabla 2. Grupos de estudio para los supervivientes a las bombas atómicas arrojadas sobre
Japón. Tomada de Kerr (Kerr 1998).
[ 232 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
do, desarrollado también en el ORNL, el T65D, que se empleó desde 1965 has-
ta 1985. Se trata de un sistema empírico, basado en las medidas atmosféricas
realizadas en el polígono de pruebas de Nevada (Nevada Test Site, NTS) a partir
de armas atómicas, reactores rápidos y fuentes de 60Co; en el NTS se constru-
yeron siete réplicas de las tres casas japonesas más comunes en Hiroshima y
Nagasaki. El cálculo de las dosis se hacía mediante la aplicación de un factor de
blindaje a la medida de dosis absorbida en “campo libre”3:
donde Kcampo libre se refiere al kerma en aire en campo libre, Fblindaje es el factor
de atenuación debido a la estructura de los edificios y el terreno y Fórgano es el
factor que relaciona el kerma en aire y la dosis absorbida para un órgano. El fac-
tor de dosis en órganos no formaba parte del sistema T65D, pero fue añadido
más tarde para mejorarlo.
Con el paso del tiempo, el sistema T65D fue sustituido por el DS86. La crea-
ción del sistema DS86 se caracteriza por estar basada en el cálculo más que en
la aproximación empírica del sistema T65D, que fue posible por el desarrollo
de los códigos de transporte de radiación. El sistema DS86 fue más ambicioso
que su predecesor y cada componente del cálculo (campo libre, blindaje y do-
simetría de los órganos) se evaluó de forma independiente, de manera que los
cambios en alguno de esos componentes no afectasen al resto.
El sistema de dosimetría DS86 emplea cálculos detallados de la interacción
de los neutrones y la radiación gamma y tiene en cuenta los siguientes térmi-
nos (Kaul 1998): (1) potencia de las bombas, 20-22 Gg en Nagasaki y 12-18 Gg
en Hiroshima, (2) cálculo y verificación de los términos fuente, (3) transporte de
la radiación, (4) medidas mediante TLD para determinar la fluencia de radiación
gamma y de activación para la fluencia de neutrones, (5) blindajes de los edifi-
cios y el terreno para cada superviviente, (6) dosimetría de los órganos. Es desta-
cable el punto 5, que hace preciso conocer la situación exacta de cada supervi-
viente en particular y el entorno en que se encontraba en el momento de la ex-
plosión (tipo de edificio, estancia que ocupaba, mobiliario que le rodeaba, etc.).
Este punto de vista se considera necesario por cuanto los cálculos mues-
tran que las características energéticas y angulares de la fluencia de radiación
3 Traducción literal del inglés “free-field”. En esencia, se refiere a la condición en que se deter-
mina la magnitud dosimétrica relacionada con el campo de radiación, que en este caso es el
kerma en aire; la condición para su determinación es la ausencia de edificios y terrenos. Solo
se considera pues, el término fuente de radiación y el punto del espacio donde se evalúa el
kerma en aire.
[ 233 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
DA (p)
EBRB(p) = (5)
DB (p)
donde DA (p) y DB (p) son las dosis absorbidas producidas por las radiaciones
A y B, respectivamente, que dan lugar a una misma probabilidad del efecto.
Debido a la relativamente pequeña contribución de los neutrones, existe
muy poca potencia estadística para estimar la eficacia biológica relativa de los
dos tipos de radiación que afectaron a los supervivientes de las bombas ató-
micas. Por ello, la EBR de los neutrones frente a la radiación gamma puede ser
estimada solamente a partir de estudios de laboratorio. Los riesgos para radia-
ciones de alta LET se calculan empleando datos epidemiológicos humanos de
baja LET y estudios de la EBR en el laboratorio para alta LET comparada con
baja LET.
[ 234 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
Alta LET
fraccionada única
Baja LET
Efecto
fraccionada
Dosis absorbida
Figura 7. Eficacia biológica relativa (EBR) en función de la LET de la radiación que produce
la dosis absorbida. Obsérvese el efecto inverso de la tasa de dosis para la radiación de alta
LET: el fraccionamiento produce más efecto biológico que la dosis aguda, al contrario de lo
que sucede en el caso de baja LET.
[ 235 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 236 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
30 30
Neutrones Rayos gamma
20 20
Porcentaje de cambio
Porcentaje de cambio
100(DS02-DS86)/DS86
100(DS02-DS86)/DS86
10 Hiroshima 10 Nagasaki
0 0
Hiroshima
–10 –10
Nagasaki
–20 –20
–30 –30
0 500 1000 1500 2000 0 500 1000 1500 2000
Distancia (m) Distancia (m)
Figura 8. Diferencia, en porcentaje, entre las estimaciones hechas con el sistema DS02 y las
hechas con el sistema DS86 para neutrones y radiación gamma en Hiroshima y Nagasaki en
función de la distancia al lugar de las explosiones. Esta distancia se determina desde el lugar
de la superficie del terrero que se sitúa bajo el lugar de la explosión (Cullings y Fujita 2003).
[ 237 ]
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DDREF= s/k
pendiente s
B pendiente k
Dosis absorbida
[ 238 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
recomendar, para fines de Protección radiológica, el uso del valor 2 para dicho
factor, aunque los datos experimentales muestran un intervalo entre 2 y 10. Al
mismo tiempo reconocen que dicha elección es algo arbitraria y conservadora,
ya que adoptan el valor más bajo de los mostrados por los estudios al respecto
(ICRP 1991).
Nótese que no debe aplicarse un factor de DDREF cuando se utiliza una
relación dosis-respuesta lineal-cuadrática, puesto que ya está incluido en el
modelo.
[ 239 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
30
Cánceres sólidos
Exceso de muertes por año
20
0
1945 1965 1985 2005 2025
Figura 10. Aproximadamente la mitad de los miembros del LSS habían muerto a finales de
la década de los 90. Sin embargo, una buena parte de las muertes asociadas a la radiación en
el LSS todavía no han acontecido. En esta gráfica se representa, en línea continua, el exceso
de muertes por año que pueden atribuirse a la radiación para cánceres sólidos, leucemia y
enfermedades diferentes al cáncer que ya habían acontecido en el momento del estudio de
Preston (Preston y cols. 2003) (línea continua) y que estaban por ocurrir (línea discontinua).
El establecimiento de la forma que tendrá la línea discontinua es el objetivo de los modelos
de proyección (RERF 2003).
∞ ∞
dp (6)
R= dt = λ 0 [1 + ERR] dt
xe dt xe
[ 240 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
a
Latencia
mínima
dp
= λ + EAR
dt
Edad
Exposición
b
Latencia dp
= λ × RR
mínima dt
Edad
Exposición
Figura 11. Modelos aditivo (absoluto) (a) y multiplicativo (relativo) (b) para la proyección del
riesgo. Obsérvese el tiempo de latencia preciso para que la tasa de probabilidad aumente por
encima de la tasa de incidencia natural del tipo de cáncer en cuestión. En líneas continuas se
muestran modelos simples, mientras que en líneas de trazos se muestran modelos basados
en hipótesis más realistas.
[ 241 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
dp
= λ 0 (c, s, x, n) × [1 + ERR(d,s, xe , x)]
dt (7)
dp
= λ 0 (c, s, x, n) + EAR(d,s, xe , x)
dt
Y ahora las funciones ERR y EAR, que notamos mediante ER cuando nos
referimos a cualquiera de ellas, se pueden expresar como:
[ 242 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
2, 5 50
EAR/Sv
1, 5 0-9
30
10-19
1, 0 20
20-39
0, 5 40 ó más 10
0, 0 0
30 40 50 60 70 80 90 30 40 50 60 70 80 90
Edad alcanzada Edad alcanzada
Figura 12. Ajuste de funciones del tipo (9) a los datos de cánceres sólidos de los
supervivientes japoneses. La gráfica de la izquierda presenta el exceso de riesgo relativo por
sievert promediado para los dos sexos por grupos de edad. La gráfica de la derecha presenta
el exceso de riesgo absoluto por sievert y por 10 000 personas y año transcurrido (Preston
y cols. 2003).
cáncer que pueden atribuirse a la radiación entre 1950 y 1997). Las expresiones
concretas para el exceso de riesgo relativo y el exceso de riesgo absoluto son
las siguientes:
[ 243 ]
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2,0
1,5
1,0
0,5
0,0
–0,5
Pá iliar
a r ia
át e
o
ón
ias mú a
n
o
cu ado
cto
o
Es ago
l
Pu s
ne ielo Lin l
er
am
m fom
s
lo
Pa jiga vari
he ltip
Es s
a
r
ag
es sas
ica
o
a
en
lm
re
Út
Co
b
Re
lid
nq urin
Ve Híg
m
óf
M
nc cau
nc
O
la
só
tó
m
m
a
Cá as
ui
sí
er
sl
Ve
da
ré
las
M
To
op
s
tra
O
Figura 13. Estimación del ERR para los principales cánceres mortales empleando un modelo
lineal. Las incertidumbres se refieren a un intervalo de confianza del 95% (Preston y cols.
2003; Ozasa y cols. 2012).
[ 244 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
Tabla 4. Excesos de riesgo relativo por Sv para una edad de exposición de 30 años divididos
por sexos y localizaciones (Preston y cols. 2003).
[ 245 ]
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[ 246 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
∞
1
e(x) = S(u) du (años) (14)
S(x) x
x
λ(x) = λ i (x) (años−1 ); S(x) = exp − λ (u) du (15)
i 0
x
S(x) = exp − (λ 0 (u) + λ i (u)) du = S0 (x) · Si (x) ≈ S0 (x) (16)
0
∞
1 (17a)
ri (x) = ERR(u) λ i (u) S0 (u) du
S0 (x) x
∞
1 (17b)
ri (x) = EAR(u) S0(u) du
S0 (x) x
∞
1 (18a)
pi (x) = ERR(u) e(u) λ i (u) S0 (u) du
S0 (x) x
∞
1 (18b)
pi (x) = EAR(u) e(u) S0 (u) du
S0 (x) x
[ 247 ]
Baeza 8 28/12/2016
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
∞ ∞
r(x) S(x) dx r(x) S(x) dx
0 0 (19)
r= ∞ =
S(x) dx e(x)
0
∞ ∞
p(x) S(x) dx p(x) S(x) dx
0 0 (20)
p= ∞ =
S(x) dx e(x)
0
f m e m + f h eh 1,051 em + eh
ec = = (21)
fm + fh 2,051
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
5.1. Definición de detrimento
La Protección radiológica existe porque las radiaciones ionizantes produ-
cen efectos nocivos sobre el ser humano. Por tanto, el primer paso para estable-
cer un Sistema de Protección Radiológica, y en particular unos límites de dosis,
será definir una magnitud que permita cuantificar el perjuicio que la radiación
ionizante puede producir sobre las personas. Es decir, encontrar una magnitud
para expresar la combinación de la probabilidad de que se produzca un efecto
para la salud y la gravedad de dicho efecto. Esta magnitud es el detrimento.
El detrimento es un concepto de múltiples atributos ya que, para cuanti-
ficar la consecuencia de una exposición a la radiación, incluye los siguientes
aspectos:
•• Probabilidad de incidencia de cáncer.
•• Efectos hereditarios graves.
•• Período de reducción de vida si se produce un efecto letal.
•• Efectos estocásticos no letales (cánceres no letales) que producen una
disminución de la calidad de vida.
Aunque se han acumulado bastantes pruebas de la inducción de enfer-
medades diferentes al cáncer tras la exposición a la radiación (enfermedades
cardíacas, desórdenes digestivos y enfermedades respiratorias, entre otras), la
ICRP considera que los datos disponibles no permiten incluirlas en las estima-
ciones del detrimento para dosis efectivas por debajo de 100 mSv.
Así, el detrimento para un tejido T se define como:
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 250 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
Riesgo
Coeficiente
nominal
nominal de Pérdida
ajustado
riesgo (casos Fracción de relativa de Detrimento
Tejido para Detrimento
por 10 000 letalidad vida libre de relativo
letalidad y
personas cáncer
calidad de
por Sv)
vida
Toda la población
Esófago 15 0,93 15,1 0,87 13,0 0,02
Estómago 79 0,83 77,0 0,88 67,7 0,12
Colon 65 0,48 49,4 0,97 47,7 0,08
Hígado 30 0,95 30,2 0,88 26,3 0,05
Pulmón 114 0,89 112,9 0,80 90,2 0,16
Hueso 7 0,45 5,1 1,00 5,1 0,01
Piel 1 000 0,002 4,0 1,00 4,0 0,01
Mama 112 0,29 61,9 1,29 78,9 0,14
Ovario 11 0,57 8,8 1,12 10,3 0,02
Vejiga 43 0,29 23,5 0,71 16,7 0,03
Tiroides 33 0,07 9,8 1,29 13,1 0,02
Médula ósea 42 0,67 37,7 1,63 61,8 0,11
Otros sólidos 144 0,49 110,2 1,03 113,6 0,20
Gónadas
20 0,80 19,3 1,32 25,4 0,04
(heredable)
Total 1 715 565 574 1,00
Población trabajadora (18-64 años)
Esófago 16 0,93 16 0,91 14,5 0,03
Estómago 60 0,83 58 0,89 52,0 0,12
Colon 50 0,48 38 1,13 42,8 0,10
Hígado 21 0,95 21 0,93 19,5 0,05
Pulmón 127 0,89 126 0,96 120,6 0,29
Hueso 5 0,45 3 1,00 3,6 0,01
Piel 670 0,002 3 1,00 2,7 0,01
Mama 49 0,29 27 1,20 32,1 0,08
Ovario 7 0,57 6 1,16 6,8 0,02
Vejiga 42 0,29 23 0,85 19,5 0,05
Tiroides 9 0,07 3 1,19 3,3 0,01
Médula ósea 23 0,67 20 1,17 24,3 0,06
Otros sólidos 88 0,49 67 0,97 65,4 0,15
Gónadas
12 0,80 12 1,32 15,3 0,04
(heredable)
Total 1 179 423 422 1,00
Tabla 5. Contribución al detrimento de los cánceres por localizaciones para los siguientes
atributos: probabilidad de incidencia de cáncer mortal, pérdida de vida por cáncer mortal
y morbilidad por cáncer no mortal. Aquí qmin es 0 para la piel, 0,2 para tiroides y 0,1 para el
resto de localizaciones (ICRP 2007).
[ 251 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Número de Contribución
Órgano/tejido wT
tejidos total
Pulmones, estómago, médula ósea,
6 0,12 0,72
mamas, colon, resto
Gónadas 1 0,08 0,08
Tiroides, esófago, vejiga, hígado 4 0,04 0,16
Superficie ósea, piel, cerebro, glándulas
4 0,01 0,04
salivales
El valor de wT para las gónadas se aplica a la media de la dosis en los testículos y los ovarios.
Tabla 6. Factores de ponderación para los tejidos establecidos por la ICRP en 2007. El “resto”
se compone de los siguientes órganos y tejidos (14 en total, 13 por cada sexo): glándulas
suprarrenales, tejido extratorácico, vesícula biliar, corazón, riñones, ganglios linfáticos,
músculo, mucosa oral, páncreas, próstata, intestino delgado, bazo, timo y útero/cérvix.
E= wT HT = wT wR DTR (25)
T T R
5.2. Efectos hereditarios
Como ya hemos comentado, no existen evidencias suficientes sobre efec-
tos hereditarios de la radiación en humanos obtenidas de estudios epidemio-
lógicos. Las tasas de mutación se obtienen de estudios animales empleando
el método de la dosis de duplicación, que se define como la dosis absorbida
necesaria para producir tantas mutaciones como las que aparecen de forma
espontánea en una generación.
Sea m1 la tasa promedio de mutaciones espontáneas en un gen, y m2 la tasa
promedio de inducción de mutaciones en el mismo gen por unidad de dosis,
entonces la dosis de duplicación será:
m1 1
DD = = (26)
m2 RMR
[ 252 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
p × MC
Riesgo por unidad de dosis = × PRCF (27)
DD
[ 253 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Frecuencia
Clase de enfermedad MC PRCF
basal ( p)
Autosómica dominante 1,65% 0,15-0,30
Mendelianas y ligada al cromosoma X 0,3
Autosómica recesiva 0,75% 1(a)
Cromosómica 0,40% (b)
[ 254 ]
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
La ICRP, en su publicación 103 (ICRP 2007), considera que los límites de do-
sis establecidos en la publicación 60 (ICRP 1991) continúan proporcionando un
nivel adecuado de protección. Los coeficientes nominales de riesgo, que serán
considerados en el siguiente apartado, son algo menores en las últimas esti-
maciones que los indicados en la publicación 60, pero esto no tiene ninguna
relevancia práctica. Por tanto, examinaremos en lo que sigue el procedimiento
por el que fueron establecidos los límites de dosis del informe 60 de la ICRP.
En la publicación nº 26 de la ICRP (ICRP 1977), los límites de dosis propues-
tos fueron calculados atendiendo a que una probabilidad de muerte como
consecuencia del trabajo de 1 en 1 000, es decir 10−3, debería suponerse en
la frontera de lo inaceptable. Este nivel de riesgo se tomaba por comparación
con las tasas de muerte por accidentes en las industrias no relacionadas con la
radiación. Para los miembros del público, la probabilidad de muerte adicional
como consecuencia de las radiaciones debía estar por debajo de 1 en 100 000,
o sea 10−5. Este enfoque fue abandonado ya que, aun siendo posible llegar a
un acuerdo sobre el nivel de riesgo a partir del cual se derivan los límites, esto
supondría asumir un mismo nivel de riesgo aceptable para actividades muy
diferentes. Por otro lado, comparar riesgos de ocupaciones distintas no es sen-
cillo. Así, en el trabajo con radiaciones también pueden existir riesgos que no
tengan que ver con estas, como sucede en minas y factorías. Además, en todas
las industrias pueden producirse enfermedades ocupacionales que lleven a la
muerte, y las pérdidas de vida por accidentes pueden ser muy distintas depen-
diendo del tipo de ocupación (en industrias pueden alcanzar 35 años, mientras
que para la radiación se estima una media de 15 años si se produce un cáncer
fatal). La elección de un límite de dosis adecuado para un miembro del público
es incluso más difícil, debido a la gran cantidad de fuentes de riesgo, además
de la radiación, a las que está expuesto.
El enfoque de la ICRP en su informe 60 consistió en la selección de un con-
junto de valores de dosis efectiva anual: 10 mSv, 20 mSv, 30 mSv y 50 mSv, para
cada uno de los cuales, suponiendo que se alcanzan en todos y cada uno de
los años de vida profesional, se evalúan los diferentes atributos del detrimento
(Tabla 9).
La ICRP concluye que una probabilidad superior al 8% de que los riesgos
debidos a la radiación en el lugar de trabajo provoquen la muerte de un indi-
viduo, aunque esta se produzca a edad avanzada, es excesiva. Por ello, el límite
de 50 mSv/año establecido en 1977 se redujo hasta 20 mSv/año (promediados
en cinco años), asumiendo que una probabilidad del 3,6% sí es tolerable y re-
sulta similar a la aceptada en 1977.
Para los límites del público no se aplica el mismo criterio que para los lí-
mites ocupacionales; excluyendo las exposiciones al radón (que se tratan por
[ 255 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
Tabla 10. Coeficientes nominales de riesgo ajustados al detrimento para efectos estocásticos
(ICRP 2007).
6. Referencias
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una traducción oficial al español de la SEPR publicada en 1995.
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Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Existe una traducción oficial al español de la SEPR y la APCNEAN publi-
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[10] ICRP (2012). “ICRP statement on tissue reactions/early and late effects of ra-
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Tema 5:
Estimación del riesgo para los efectos estocásticos de las radiaciones ionizantes
[20] PRESTON D.L., PIERCE D.A., SHIMIZU Y., CULLINGS H.M., FUJITA S.,
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New York.
[ 259 ]
Baeza 8 28/12/2016
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto
en Radioterapia
Rafael Guerrero Alcalde
Baeza 8 28/12/2016
Baeza 8 28/12/2016
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
Rafael Guerrero Alcalde
Hospital Universitario San Cecilio de Granada
Servicio Andaluz de Salud
[email protected]
1. Introducción
El fraccionamiento de la dosis absorbida en Radioterapia, Radioterapia
fraccionada, consiste en impartir un determinado número de sesiones de trata-
miento a una dosis absorbida dada separadas por un cierto intervalo de tiem-
po entre ellas, según un esquema temporal prefijado, en lugar de administrar
una dosis absorbida alta en una única sesión. La razón principal del uso ge-
neralizado de la Radioterapia fraccionada es que su beneficio fue establecido
empíricamente. De hecho, la mayoría de los tratamientos en Radioterapia se
realizan impartiendo una fracción diaria de 1,8 o 2,0 Gy, cinco días a la semana,
durante un intervalo de tiempo que va de 3 a 7 semanas, en lo que se conoce
como fraccionamiento convencional o estándar.
Aunque las dos primeras aplicaciones de los RX con fines terapéuticos con-
sistieron en esquemas fraccionados, seguramente motivados por las limitacio-
nes técnicas de los equipos generadores de RX, Grubbé trató a una mujer con
cáncer de mama durante 18 sesiones diarias de una hora y Freund a un niño
con una lesión en la piel mediante 10 sesiones diarias de 2 h, no fue hasta las
primeras décadas del siglo pasado cuando se empezó a establecer el benefi-
cio de los esquemas fraccionados de forma más sólida. Regaud, junto a otros
investigadores (Regaud y Ferraux 1927), realizaron distintos experimentos irra-
diando los testículos de carneros para conseguir su esterilización. Estos auto-
res encontraron que realizando exposiciones diarias de radiación a lo largo de
varias semanas se conseguía la esterilidad de los carneros sin producir daño
sobre la piel del escroto, en contraposición a cuando se realizaba una única ex-
posición a una dosis absorbida mucho mayor, con la que no siempre se conse-
guía la esterilización y provocaba daños severos sobre la piel. Siguiendo estos
trabajos fue Coutard (Coutard 1932) el que, utilizando teleterapia con rayos X,
[ 263 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 264 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
80
Piel Piel (precoces)
(tardíos)
60
Dosis absorbida total (Gy)-Varios isoefectos 50 Piel (tardíos)
40
Colon
Médula Testículos Riñón
30 espinal
Pulmón
Yeyuno
20
Fibrosarcoma
10 Vértebra
8
Médula ósea
6
10 8 6 4 2 1 0,8 0,6
[ 265 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
2
S(D) = e−α D − βD (1)
[ 266 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
Fracción de supervivencia
0,1
exp(−α D − βD2 )
0,01
exp(−α D)
exp(−2α D) α /β = 3 Gy
0,001
0 1 2 3 4 5 6
Dosis absorbida (Gy)
1
α /β = 2 Gy
Fracción de supervivencia
α /β = 10 Gy
0,1
0,01
0,001
0,0001
0 2 4 6 8 10 12 14
[ 267 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
tribución del término lineal se iguala con el término cuadrático a una dosis de
10 Gy. Por contra, los efectos tardíos de los tejidos sanos presentan un valor
de α /β bajo, y un valor de α/β de entre 2 y 3 Gy es adecuado para caracterizar-
los. En esta situación, el término cuadrático de la curva de supervivencia (con-
trolado por β) tiene mayor importancia, presentándose mayor curvatura a ba-
jas dosis absorbidas. En la figura 3 (curva discontinua) la contribución del tér-
mino lineal se iguala con el término cuadrático a una dosis absorbida de 2 Gy.
Si en lugar de una irradiación aguda a una dosis absorbida D, realizamos
una irradiación mediante un esquema fraccionado compuesto de n fracciones
a una dosis por fracción igual a d, la fracción de supervivencia vendrá dada por
la expresión:
2 n 2
S(n, d) = [S(d)]n = e−α d − βd = e−α nd − βnd (2)
[ 268 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
Fracción de supervivencia
Fracción de supervivencia
1 1ª fracción
1 α /β = 3 Gy, d = 2 Gy
2ª fracción α /β = 3 Gy, d = 4 Gy
3ª fracción
4ª fracción
0,1
0,1 supervivencia
observada
0,01
0,01
α = 0,15 Gy−1 0,001
β = 0,05 Gy−2 α /β = 15 Gy, d = 2 Gy
α /β = 3 Gy α /β = 15 Gy, d = 4 Gy
0,001 0,0001
0 4 8 12 16 20 0 4 8 12 16 20
Dosis absorbida (Gy) Dosis absorbida (Gy)
[ 269 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
2 n
S(n, d) = [S(d)]n = e−α d − βd = e−nd(α + βd) (3)
E = − ln(S) = nd (α + βd)
(4)
E d
DBE = = nd 1 + (5)
α α /β
1 La “Dosis biológica equivalente” es el término que se ha impuesto en español para la “Biologically effective dose”
en inglés.
[ 270 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
lı́m DBE = nd = D
d→0 (7)
150 80
D = 50 Gy DBE = 80 Gy
60
100
DBE (Gy)
D (Gy)
40
50
α /β = 3 Gy 20 α /β = 3 Gy
α /β = 10 Gy α /β = 10 Gy
0 0
0 1 2 3 4 5 0 1 2 3 4 5
Dosis por fracción d (Gy) Dosis por fracción d (Gy)
Figura 5. Izquierda: variación de la DBE con la dosis por fracción para un valor de dosis total
fijo de 50 Gy. Se puede observar que la DBE aumenta a medida que la dosis por fracción
aumenta, y este aumento es mayor para tejidos con α/β = 3 Gy, representativo de efectos
tardíos, que para α/β = 10 Gy, representativo de efectos precoces y tejidos tumorales.
Derecha: variación de la dosis total en función de la dosis por fracción, conservando un valor
fijo de DBE de 80 Gy para dos valores del parámetro α/β correspondientes a 3 y 10 Gy. Para
α/β = 3 Gy, representativo de efectos tardíos, la dosis total disminuye más rápidamente
a medida que aumentamos la dosis por fracción que para un valor de α/β = 10 Gy,
representativo de efectos precoces y tejidos tumorales.
[ 271 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
d1 d2
DBE1 = n1 d1 1 + = n 2 d2 1 + = DBE2 (8)
α /β α /β
(α /β) + d1
DEquiv, 2 Gy = n1 d1 (9)
(α /β) + 2
[ 272 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
Efectos precoces
Eritema 8,8 6,9-11,6
Eritema 12,3 1,8-22,8
Piel
Descamación seca ~8 N/A
Descamación 11,2 8,5-17,6
Mucositis 9,3 5,8-17,9
Mucosa oral Mucositis 15 (−15)-45
Mucositis ~8 N/A
Efectos tardíos
Telangiectasia 2,8 1,7-3,8
Piel/vascular Telangiectasia 2,6 2,2-3,3
Telangiectasia 2,8 (−0,1)-8,1
Piel/subcutáneo Fibrosis 1,7 0,6-2,6
Cambio cosmético (en apariencia) 3,4 2,3-4,5
Mama
Enduración (fibrosis) 3,1 1,8-4,4
Músculo/vascular/cartílago Alteración del movimiento del hombro 3,5 0,7-6,2
Plexopatía braquial < 3,5* N/A
Nervio Plexopatía braquial ~2 N/A
Neuropatía óptica 1,6 (−7)-10
Médula espinal Mielopatía < 3,3 N/A
Ojo Lesión en la córnea 2,9 (−4)-10
Estenosis/perforación 3,9 2,5-5,3
Intestino
Diversos efectos tardíos 4,3 2,2-9,6
Neumonitis 4,0 2,2-5,8
Pulmón
Fibrosis (radiológica) 3,1 (−0,2)-8,5
Diversos efectos tardíos 3,5 1,1-5,9
Cabeza y cuello
Diversos efectos tardíos 4,0 3,3-5,0
Laringe supraglótica Diversos efectos tardíos 3,8 0,8-14
Cavidad oral + Orofaringe Diversos efectos tardíos 0,8 (−0,6)-2,5
Tabla 1. Valores de α/β para algunos tumores y tejidos sanos en humanos. La tabla se ha
tomado de Bentzen y Joiner (Bentzen y Joiner 2009), donde pueden consultarse los trabajos
originales de los que se han obtenido estos datos.
(Continúa)
[ 273 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Tumores
Cabeza y cuello
Varios 10,5 6,5-29
Laringe 14,5* 4,9-24
Cuerda vocal ~13 “amplio”
Mucosa bucal 6,6 2,9-∞
Amígdala 7,2 3,6-∞
Nasofaringe 16 (−11)-43
Piel 8,5* 4,5-11,3
Próstata** 1,1 (−3,3)-5,6
Mama 4,6 1,1-8,1
Esófago 4,9 1,5-17
Melanoma 0,6 (−1,1)-2,5
Liposarcoma 0,4 (−1,4)-5,4
I.C., Intervalo de confianza.
* Reanálisis de los datos originales publicados.
** Varias estimaciones más están disponibles a partir de comparaciones de los resultados después del tratamiento
con Braquiterapia frente a la Radioterapia externa.
Tabla 1. Valores de α/β para algunos tumores y tejidos sanos en humanos. La tabla se ha
tomado de Bentzen y Joiner (Bentzen y Joiner 2009), donde pueden consultarse los trabajos
originales de los que se han obtenido estos datos.
que se tienen que considerar en los cálculos han de ser menores. Por otro lado,
los efectos tardíos o crónicos de los tejidos sanos se caracterizan por un valor
de α/β bajo; un valor entre 1,5 y 3 Gy puede ser representativo en la mayoría
de las situaciones.
Ejemplo 1
¿Cuál será el número de fracciones que es necesario impartir en un esque-
ma de tratamiento dado a 3 Gy por fracción, 1 fracción al día, 5 días a la semana
para que sea equivalente a un tratamiento en el que se imparten 50 Gy a 2 Gy
por fracción, 1 fracción al día, 5 días a la semana? Consideraremos un valor de
α/β = 10 Gy para efectos de respuesta precoz y tejidos tumorales y un valor de
α/β = 3 Gy para efectos de respuesta tardía de los tejidos sanos.
Haciendo uso de la ecuación (8), tendremos:
[ 274 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
3 2
DBE1 = n × 3 1 + = 25 × 2 1 + = DBE2
10 10
con lo que n = 15,38 fracciones, y dado que el número de fracciones tiene que
ser entero, podemos aproximar a 15 fracciones.
3 2
DBE1 = n × 3 1 + = 25 × 2 1 + = DBE2
3 3
Ejemplo 2
En un tratamiento se administran 54 Gy en 16 fracciones, 1 fracción al día,
5 días a la semana. ¿Cuál será la dosis equivalente administrada en 2 Gy por
fracción, 1 fracción al día, 5 días a la semana con respecto a los efectos tardíos
de los tejidos sanos?
[ 275 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
(α/β ) + d1 (3 + 3,375)
DEquiv, 2 Gy = n1 d1 = 54 × = 68,85 Gy
(α/β) + 2 (3 + 2)
Ejemplo 3
Sobre un tumor de cabeza y cuello se planifica un tratamiento de 60 Gy
en 30 fracciones a 2 Gy por fracción, una fracción al día, 5 días a la semana.
En este tratamiento original la médula recibe 48 Gy y la piel 60 Gy durante el
tratamiento. Por un error dosimétrico, durante las 10 primeras fracciones del
tratamiento tanto el tumor, como la médula y la piel reciben 2,5 Gy por frac-
ción. Una vez detectado el error se decide continuar el tratamiento conforme
a la planificación inicial. ¿Cuántas fracciones de 2 Gy según la planificación
original habrá que administrar para conseguir un tratamiento equivalente al
previsto? Consideraremos la fibrosis subcutánea como efecto tardío en la piel
(α/β = 2 Gy), la mielopatía de la médula espinal (α/β = 3 Gy) y un valor de
α/β = 10 Gy para el tumor. No se tendrá en cuenta el efecto de la proliferación.
2
DBEori = 30 × 2 1 + = 120 Gy2
2
2,5
DBEerr = 10 × 2,5 1 + = 56,25 Gy2
2
[ 276 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
1,6
DBEori = 30 × 1,6 1 + = 73,6 Gy3
3
2,5
DBEerr = 10 × 2,5 1 + = 45,8 Gy3
3
[ 277 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Administrado Total:
Tejido Original Erróneo Corregido
Erróneo + Corregido
Tumor 72 31,2 26,4 57,6 (−20%)
Piel (fibrosis) 120 56,25 44 100,25 (−16,5%)
Médula (mielopatía) 73,6 45,8 27 72,8 (−1%)
Tiempo total (días)+ 40 12 15 29
+ Para el cálculo del tiempo total se ha supuesto que el tratamiento comienza un lunes y no ha sufrido interrupciones.
Ejemplo 4
A un paciente con un cáncer de la esfera ORL se le ha planificado un esquema
de tratamiento de 70 Gy a 2 Gy por fracción, 1 fracción al día, 5 días a la semana.
Al final del tratamiento se detecta que, por un error de posicionamiento, el pa-
ciente ha recibido diariamente un 10% más de dosis absorbida sobre un órgano
de riesgo que ya recibía una dosis de 2 Gy por fracción en el esquema original,
y del cual nos preocupa un efecto secundario tardío caracterizado por un valor
de α/β = 3 Gy. ¿Cuál es el aumento de DBE sufrido para ese órgano-efecto?
La DBE del esquema original planificado es:
2
DBEori = 35 × 2 1 + = 116,7 Gy3
3
[ 278 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
2,2
DBEerr = 35 × 2,2 1 + = 133,5 Gy3
3
Por tanto ha recibido 16,8 Gy3 más de DBE, o dicho de otro modo, un error
dosimétrico de un 10% más de dosis total ha provocado un incremento de
DBE de 14,4%. Este ejemplo ilustra que el aumento de la DBE, aumento de
efecto biológico, se debe a dos causas, por un lado al aumento de la dosis total
y por otro al aumento de la dosis por fracción. Este efecto se denomina efecto
“double trouble” (Lee y cols. 1995).
Hasta ahora, hemos calculado la DBE para un cierto efecto sobre un tejido
suponiendo que todo el volumen de tejido ha sido irradiado con una dosis
homogénea, supuesto que no ocurre en la práctica, puesto que la situación
más frecuente es la irradiación de un cierto volumen del tejido con una dis-
tribución de dosis heterogénea. Esta situación provoca que diferentes partes
del volumen del tejido irradiado reciban distintas dosis absorbidas y a distintas
dosis por fracción, hecho que ha de ser tenido en cuenta cuando se realiza
una valoración más precisa sobre el efecto biológico y por tanto sobre la DBE
impartida.
En la práctica, debido a que los intervalos de dosis son pequeños, los HDV
suelen aparecer representados como una curva. En este tipo de HDV, HDV di-
ferencial, cada punto de la curva representa el volumen o fracción de volumen
que recibe una dosis absorbida dada (Figura 6).
[ 279 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
0,4
Fracción de volumen
0,3
0,2
0,1
0,0
0 6 12 18 24 30 36 42 48
Dosis absorbida (Gy)
j
(11)
HDVACUM (D j ) = Vi
i=0
j
HDVRT (D j ) = 1 − HDVACUM (D j ) = 1 − Vi (12)
i=0
A este tipo de HDV se le suele llamar de forma poco acertada “HDV integral
o acumulado”, aunque, como ya hemos descrito, no es un HDV integral o acu-
mulado en sentido estricto. Cada punto de un HDV integral de este tipo repre-
[ 280 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
1,00 1,00
Fracción de volumen
Fracción de volumen
0,75 0,75
0,50 0,50
0,25 0,25
0,00 0,00
0 6 12 18 24 30 36 42 48 0 6 12 18 24 30 36 42 48
Figura 7. Izquierda: HDV integral o acumulado (HDVACUM) obtenido a partir del HDV
diferencial representado en la figura 6. Derecha: HDV usado en radioterapia (HDVRT)
obtenido a partir del HDV acumulado del panel izquierdo de esta figura.
1,0 1,0
V V
El 100 % del V
recibe al menos D p
0,5 0,5 (1)) El 100 % del V recibe al
menos una dosis de D1 < D p (2)
0,15
D1 D2
0,0 0,0
0 20 40 60 D p 80 0 20 40 60 D p 80
Dosis (Gy)
Dosis absorbida (Gy) Dosis absorbida (Gy)
Figura 8. Izquierda: HDVRT en una situación ideal sobre un volumen PTV (asociado al
tumor). El 100% del volumen recibe una dosis mayor o igual a la prescrita, Dp. Derecha:
HDVRT en una situación real. Se puede ver que en (1) el 100% del volumen recibe al
menos una dosis D1 menor que la dosis prescrita, Dp. También se puede observar en (2)
que una pequeña fracción de volumen recibe una dosis mayor que la prescrita (el 15% del
volumen).
[ 281 ]
Baeza 8 28/12/2016
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
todo el volumen blanco, VT, recibe una dosis de “al menos” la dosis absorbida
prescrita para ese tratamiento, Dp. Además, también se puede deducir de este
HDV integral ideal que todo el volumen recibiría una dosis absorbida homo-
génea igual a la prescrita, Dp, ya que en el histograma Dp es la dosis absorbida
máxima que recibe el volumen tumoral, por lo que ninguna parte del volumen
recibiría una dosis absorbida mayor.
3,0
2,5
(1) (3)
Volumen (cm )
2,0
(2)
1,5
1,0
0,5
0,0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Si observamos los puntos (1), (2) y (3) del HDV de la figura 9, resulta que un
volumen V1 de la médula recibe una dosis absorbida D1 = 3 Gy, un volumen
V2 recibe una dosis absorbida D2 = 21 Gy y un volumen V3 recibe una dosis
D3 = 45 Gy. Como el tratamiento se imparte en 25 fracciones tenemos que la
dosis por fracción en estas tres partes del volumen de la médula espinal ha sido
de:
[ 282 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
1,00
Fracción del volumen
0,75
0,50
double-trouble
0,25 original
equiv. a 2 Gy/fr
0,00
0 10 20 30 40 50
[ 283 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
5. Hipofraccionamiento
El hipofraccionamiento se refiere a esquemas de Radioterapia con dosis
por fracción mayores que las convencionales (aquí consideraremos 2 Gy por
fracción como la dosis por fracción de referencia en un esquema estándar) en
los que se reduce el número de fracciones. Conforme aumentamos la dosis por
fracción con respecto a la dosis por fracción de referencia de 2 Gy, la dosis total
necesaria para conseguir un mismo efecto, dosis de isoefecto, deberá ser re-
ducida (ver panel derecho de la figura 5), hecho que ha sido corroborado por
numerosos estudios clínicos. En la figura 11 se representa la razón de la dosis
total necesaria para conseguir un cierto efecto sobre un tejido con respecto
a la dosis total necesaria impartida a 2 Gy fracción, para conseguir el mismo
efecto, a medida que varía la dosis por fracción, para diferentes tejidos-efectos
considerados (distintos valores de α/β). Podemos observar que para valores
de α/β bajos las curvas son más inclinadas que para valores de α/β altos. Por
ejemplo, la dosis total isoefectiva a una de 70 Gy dada a 2 Gy por fracción, si
aumentamos la dosis por fracción a 5 Gy, ha de ser reducida por un factor 0,5
con respecto a la de referencia, es decir ha de reducirse un 50%, para un valor
de α/β = 1 Gy. Sin embargo, para un valor α/β = 10 Gy, la dosis total solo
tendría que reducirse un 20 %.
1,50
Razón de dosis isoefectiva
1,25
a 2 Gy por fracción
1,00 valores de
α /β
0,75
15
10
0,50
4
2
0,25 1
0,00
0 2 4 6 8 10 12
Dosis absorbida (Gy)
Figura 11. Razón de la dosis total necesaria con respecto a la dosis total impartida a 2 Gy
por fracción, para conseguir un cierto efecto sobre un tejido, a medida que varía la dosis por
fracción, para diferentes tejidos-efectos considerados (distintos valores de α/β).
[ 284 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
1,50
α /β T = 10 Gy, α /β N = 3 Gy
Factor de variación en la α /β T = 1,5 Gy, α /β N = 3 Gy
1,25
DBE del tumor
1,00
0,75
0,50
0 2 4 6 8 10
Dosis por fracción (Gy)
Figura 12. Factor de variación de la DBE del tumor en función de la dosis por fracción
cuando se mantiene fija la DBE de los efectos tardíos de los tejidos sanos (caracterizados
por un valor de α/βN = 3 Gy) en dos situaciones diferentes: una, en el caso de tumores
caracterizados por un valor de α/β alto (α/βT = 10 Gy) y la otra, para tumores con un valor
de α/β bajo (α/βT = 1,5 Gy).
[ 285 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
tumor fuera similar o menor que el de los efectos crónicos de los tejidos sanos
presentes. En estos casos, un aumento de la dosis por fracción sería más perju-
dicial para los tejidos de α/β más bajo, en este caso el tumor. O de otro modo,
un aumento de la dosis por fracción nos permitiría aumentar la DBE sobre el
tumor manteniendo fijo el nivel de efectos tardíos sobre los tejidos sanos.
En general, un esquema hipofraccionado se puede diseñar siguiendo dos
posibles estrategias: manteniendo el mismo nivel de probabilidad de compli-
caciones sobre los tejidos sanos, aumentar la DBE sobre el tumor y, por tanto,
aumentar la probabilidad de control tumoral; o bien manteniendo fija la DBE
sobre el tumor, es decir manteniendo fija la probabilidad de control tumoral,
reducir la DBE sobre los tejidos sanos y, por tanto, reducir la probabilidad de
complicaciones.
El paradigma de la situación en la que el hipofraccionamiento de la dosis
absorbida sería beneficioso es la que se da en el cáncer de próstata, para el
que varios estudios han estimado que presenta un valor de α/β que está entre
1-3 Gy, aceptándose en la actualidad un valor de 1,5 Gy (Brenner 2003) para
este tipo de cáncer. Este valor de α/β bajo refleja la baja tasa de proliferación
de estos tumores comparados con los de otros tipos. Debido a esta baja tasa
de proliferación, estos tumores responden a la radiación de forma similar a los
efectos tardíos de los tejidos normales. Este valor de α/β de 1,5 Gy para el cán-
cer de próstata es un valor menor que el que se atribuye a los efectos crónicos
del recto, principal órgano de riesgo en este tipo de tratamientos. El uso de es-
quemas hipofraccionados, dosis por fracción altas, está totalmente justificado
y nos aportaría una considerable ganancia terapéutica. Por ejemplo, Fowler
(Fowler y cols. 2003) asumiendo un valor de α/β de 1,5 para el cáncer de prós-
tata propusieron un esquema hipofraccionado de 10 fracciones de 4,69 Gy en
lugar de 36 fracciones de 2 Gy para asegurar isoefecto en los efectos crónicos
de los tejidos sanos con α/β = 3 Gy. Este nuevo esquema hipofraccionado
aporta un incremento de DBE sobre el tumor de 26 Gy respecto al esquema
de referencia. Entre 2002 y 2006 en el Reino Unido se llevó a cabo un ensayo
clínico comparando un esquema convencional de 74 Gy en 37 fracciones, a
2 Gy por fracción, con 2 esquemas hipofraccionados: 60 o 57 Gy en 20 y 19
fracciones a 3 Gy por fracción respectivamente (CHHiP Trialist’ Group 2012).
Aunque aún está en fase de seguimiento, los resultados muestran que ana-
lizando la toxicidad grado 2 en la escala de la RTOG sobre recto y vejiga, el
esquema hipofraccionado es igual de seguro que el de referencia (Dearnaley
y cols. 2012). En la actualidad, otros muchos ensayos clínicos están activos o
en fase de seguimiento en países como Canadá y Países Bajos. Estos ensayos
clínicos se han diseñado, además, para poder obtener un valor preciso del pa-
rámetro α/β, que justifique el empleo de esquemas hipofraccionados en el
tratamiento del cáncer de próstata.
[ 286 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
[ 287 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
6. Reparación incompleta
El daño más importante que la radiación provoca a nivel celular es el daño
infligido sobre el ADN (Nuñez y cols. 1996). Las células poseen mecanismos
para reparar este daño aunque no en todos los casos lo consiguen, pudiendo
ocurrir que el daño sobre el ADN persista y que la célula termine muriendo, si
bien en otros casos la reparación del ADN será satisfactoria, quedando la célula
inalterada.
Así, denominaremos daño letal a aquel daño que provoque inevitablemen-
te la muerte celular. De otra forma, denominaremos daño subletal al daño que,
dejando transcurrir el tiempo suficiente para que los mecanismos de repara-
ción celular actúen, la célula es capaz de reparar, quedando como si no se le
hubiera infligido daño alguno. En estas circunstancias, si, antes de que la célula
haya reparado totalmente el daño subletal, le provocamos un daño adicional,
éste puede interactuar con el daño subletal residual, pudiendo resultar la cé-
lula letalmente dañada. Es decir, dos sucesos separados que produzcan daño
subletal pueden llevar a la célula a una situación tanto de daño letal como de
daño subletal.
La forma en que la célula repara el daño subletal será, por tanto, un aspecto
importante en el efecto de la radiación sobre los tejidos. En general, el proceso
de reparación del daño subletal es un proceso que tarda en resolverse comple-
tamente un tiempo que va desde las horas hasta los días.
6.1. Modelos de reparación
Aunque existen diferentes modelos para describir la reparación del daño
celular, aquí solo vamos a describir dos de ellos basados en una disminución
exponencial con el tiempo del daño subletal.
La hipótesis más simplista asume una reparación del daño subletal expo-
nencial simple con el tiempo, modelo de reparación mono-exponencial,
donde A(t) es la cantidad de daño que persiste sin reparar un tiempo t después
de que una cantidad de daño A(0) haya sido producido y μ la constante de tasa
de reparación. Este modelo asume, por tanto, que la tasa de reparación en un
tiempo t será directamente proporcional al número de lesiones no reparadas
que persisten en ese tiempo t.
[ 288 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
ln 2
T1/2 = (14)
µ
n
A(t) = A(0) f1 e−µ1 t + f2 e−µ2 t + · · · + fn e−µn t = A(0) fi e−µi t (15)
i=1
n
con fi = 1
i=1
[ 289 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Tabla 3. Valores de tiempos medios de reparación (T1/2) en horas, para diferentes efectos
finales en humanos. La tabla se ha tomado de Bentzen y Joiner (Bentzen y Joiner 2009),
donde pueden consultarse los trabajos originales de los que se han obtenido estos datos.
2
S(D) = e−α D − G β D (16)
2 T t (17)
G= 2 Ḋ(t) dt e−µ(t − t ) Ḋ(t ) dt
D 0 0
[ 290 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
En esta expresión Ḋ(t) es una función de la tasa de dosis absorbida que des-
cribe el programa completo de Radioterapia ya sea un régimen agudo de irra-
diación, fraccionado, de alta tasa, de baja tasa, de baja tasa variable o cualquier
combinación de ellos; T indica el tiempo total de tratamiento y el término ex-
ponencial da cuenta de la reducción de lesiones a lo largo del tiempo debi-
do a la reparación, que aquí se supone independiente de la dosis por fracción
(Thames 1985), y que sigue un modelo de reparación exponencial con una
constante de tasa de reparación μ.
1
G= [1 + hn (θ)] con θ = e−µ∆t (18)
n
donde,
2 θ (1 − θ n ) (19)
hn = · · n−
n (1 − θ) (1 − θ)
2 2
S(D) = e−α D − G βD = e−α n d − (1 + hm )β n d (20)
[ 291 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
d (1 + hm ) 2 θ (1 − θ m ) (21)
DBE = nd 1 + con hm = · · m−
α /β m (1 − θ) (1 − θ)
h2 = θ = e−µ∆t (22)
Hay que notar que se pueden obtener otras expresiones para la DBE intro-
duciendo distintos modelos de reparación, como por ejemplo el multiexpo-
nencial (Haustermans y cols. 1997), aunque no los vamos a desarrollar en este
texto.
6.3. Hiperfraccionamiento
Si volvemos sobre la figura 12, y analizamos ahora el caso en que el valor
de α/β del tumor es alto (línea continua), podemos observar que el factor de
variación de la DBE sobre el tumor dejando constante la DBE sobre los efec-
tos tardíos de los tejidos sanos, es mayor que 1 cuando disminuimos la dosis
por fracción por debajo de la dosis de referencia, d = 2 Gy. Así, cuando α/β es
alto para el tumor y bajo para los efectos del tejido sano, resulta conveniente
disminuir la dosis por fracción. Esta disminución de la dosis por fracción ha de
hacerse de tal modo que no se produzca un aumento del tiempo total de tra-
tamiento que provoque un aumento de la proliferación tumoral, comprome-
tiendo los resultados de la terapia. Esto se consigue administrando más de una
fracción al día, lo que da lugar a los esquemas de tratamiento denominados
hiperfraccionados. Según esto, los esquemas hiperfraccionados son esquemas
con dosis por fracción menores de 1,8 a 2 Gy en los que se imparten más de una
fracción al día, generalmente entre 2 y 3. En los esquemas hiperfraccionados
juega un papel muy importante el intervalo de tiempo entre las fracciones que
[ 292 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
se imparten el mismo día, ya que puede que no haya tiempo suficiente para
reparar todo el daño generado, provocando un aumento en la DBE que conlle-
vará un aumento de complicaciones sobre los tejidos sanos.
Como en el caso de las altas dosis por fracción, el modelo LQ presenta limi-
taciones cuando las dosis por fracción son muy bajas. Esto se debe a la existen-
cia del fenómeno de hipersensibilidad a baja dosis (Joiner y cols. 2001): muchas
líneas celulares presentan una radiosensibilidad mayor de la predicha por el
modelo LQ para dosis por fracción inferiores a 1 Gy.
Ejemplo 5
Como ejemplo de hiperfraccionamiento vamos a describir y analizar el en-
sayo EORTC-22791 en el que se comparan dos esquemas de fraccionamiento:
uno convencional en el que se imparten 70 Gy durante 7 semanas con una
fracción al día de 2 Gy, y otro hiperfraccionado en el que se imparten 80,5 Gy
durante 7 semanas con dos fracciones diarias de 1,15 Gy para pacientes con
carcinoma de orofaringe (excluido el de base de lengua) en estadios T2, T3, N0,
N1, M0 de menos de 3 cm. El intervalo entre las fracciones impartidas el mismo
día fue de 4 horas como mínimo, y estuvo entre 4 y 5 horas en el 80% de los
casos.
Vamos a calcular los valores de DBE de cada esquema de fraccionamiento
del ensayo, para lo que tomaremos α/β = 10 Gy para el tumor y las reaccio-
nes precoces del tejido sano, α/β = 3 Gy para las reacciones tardías, un tiem-
po medio de reparación de 2 h para todos los tejidos implicados y un tiempo
de 4,5 h entre las fracciones impartidas en el mismo día. Supondremos que
el tiempo entre la última fracción de un día y la primera del día siguiente es
suficientemente largo como para asegurar la reparación completa del daño.
Habitualmente se considera que un tiempo superior a 8 h garantiza la repara-
ción de prácticamente todo el daño para la mayoría de los tejidos.
Para calcular la DBE del esquema convencional o estándar (DBEEST) em-
plearemos la ecuación (5) y para calcular la DBE del esquema hiperfraccionado
(DBEHIPER) emplearemos la ecuación (21). En el cálculo del factor de repara-
ción incompleta, hm, como el número de fracciones diarias es m = 2, podemos
utilizar la expresión dada en la ecuación (22), con un intervalo de tiempo entre
fracciones de 4,5 h:
ln 2
− × 4,5
h2 = θ = e−µ∆t = e 2
= 0,21
[ 293 ]
Baeza 8 28/12/2016
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
2
DBEEST = 70 1 + = 84 Gy10
10
1,15
DBEHIPER = 80,5 1 + (1 + 0,21) × = 91,7 Gy10
10
2
DBEEST = 70 1 + = 116,7 Gy3
3
1,15
DBEHIPER = 80,5 1 + (1 + 0,21) × = 117,8 Gy3
3
[ 294 ]
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Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
E D
DBE = = D 1+ G(T ) (23)
α α /β
2 1 − e−µT (24)
G(T ) = 1−
µT µT
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d RT
DBE = D 1 + = nRT 1 + (25)
α /β α /β
[ 296 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
de daño, denominado subletal, que en parte puede ser reparado por la propia
célula sin llegar a convertirse en letal. El hecho de que en los tratamientos de
Braquiterapia de baja tasa el tiempo de administración de la dosis absorbida
sea de varias horas proporciona la oportunidad de que parte del daño subletal
sea reparado durante la propia administración del tratamiento y, por tanto, que
el daño celular producido sea menor a cuando administramos la misma dosis
absorbida en un corto periodo de tiempo. De hecho, para tasas por debajo del
cGy/h los tiempos de tratamiento son lo suficientemente largos como para que
todo el daño subletal sea reparado. En estas circunstancias, la curva de super-
vivencia tendrá un comportamiento casi lineal con la dosis absorbida en escala
semilogarítmica, ya que el término que va con el cuadrado de la dosis absorbi-
da y que recoge el daño letal por acumulación, responsable del “hombro” de la
curva de supervivencia, será casi despreciable.
En este caso la DBE y la G(T) serán las obtenidas anteriormente en la ecua-
ción (23) y en la ecuación (24). Hay que hacer notar que G(T) es una función del
tiempo de tratamiento (y por tanto de la tasa de dosis absorbida) y da cuenta
de la reducción en la fracción de muerte celular a medida que aumentamos el
tiempo de tratamiento, es decir, disminuimos la tasa de dosis absorbida, cuan-
do administramos una dosis absorbida, D, dada.
Si el tratamiento se administra a una tasa de dosis absorbida, R (cGy/h), la
ecuación para la DBE puede escribirse como (Dale 1985):
2D (1 − e−µT )
DBE = D 1 + 1−
µT(α /β) µT
2R (1 − e−µT ) (26)
= RT 1 + 1−
µ(α /β) µT
2R
DBE = RT 1 + (27)
µ(α /β)
[ 297 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
2D (1 − e−µT ) (28)
DBE = D × RE = D 1 + 1−
µT(α /β) µT
2D (1 − e−µT ) (29)
RE = 1 + 1−
µT(α /β) µT
Analizando este término podemos ver cómo varía RE a medida que varía el
tiempo de tratamiento, T, para una dosis absorbida dada, D. En la figura 13 se
representa esta variación para dos valores distintos de dosis absorbida, D = 5
y D = 10 Gy, y para cada valor de dosis absorbida para dos valores distintos de
la constante de tasa de reparación, μ = 0,5 y μ = 1,5 h−1, en efectos sobre los
tejidos caracterizados por un valor de α/β = 3 Gy (efectos tardíos o crónicos).
Se puede observar que cuando T tiende a cero, RE alcanza su valor máxi-
mo (1 + D/(α /β)) y coincide con el valor de RE obtenido en el caso de los
tratamientos con HDR (tiempos de tratamiento muy cortos y tasa de dosis
muy alta, lo que no permite la reparación del daño subletal).
5
D = 10 Gy, µ = 0,5 h−1
D = 10 Gy, µ = 1,5 h−1
4
D = 5 Gy, µ = 0,5 h−1
D = 5 Gy, µ = 1,5 h−1
3
RE
α /β = 3 Gy
2
0
0,01 0,1 1 10 100 1000
T (h)
Figura 13. Variación de la eficacia relativa (RE) con respecto al tiempo de duración del
tratamiento cuando se administran 10 o 5 Gy, y para dos valores distintos de la constante
de tasa de reparación en cada caso. En todos los supuestos se ha considerado un valor
de α/β = 3 Gy. Una vez fijada la dosis absorbida, un aumento del tiempo que dura el
tratamiento, T, es equivalente a una disminución de la tasa de dosis absorbida.
[ 298 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
R0
DBE = D 1 + (30)
(µ+ λ )(α /β)
[ 299 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
∞
R0 (31)
D = R0 e−λ T dT =
0 λ
R0 R0
DBE = 1+ (32)
λ (µ+ λ )(α /β)
1 ln 2
TE = − ln (33)
λ α R0 TD,av
[ 300 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
Ejemplo 6
Un tratamiento de cáncer de cérvix consiste en impartir 40 Gy en 48 h
mediante un implante de Braquiterapia de baja tasa de dosis (LDR). Se quiere
sustituir este tratamiento por uno que imparta la misma DBE sobre el tumor
mediante la aplicación de cuatro fracciones de Braquiterapia de alta tasa de
dosis (HDR). ¿Cuál es la dosis absorbida que hay que administrar en cada
fracción? Supondremos un valor de α/β = 10 Gy y μ = 0,5 h−1 para el tumor
y que ambos esquemas de tratamiento se imparten en un periodo suficien-
temente corto como para despreciar el efecto de la repoblación del tumor.
El tratamiento de LDR se impartirá a una tasa de dosis absorbida de
R = 40 Gy/48 h = 0,833 Gy/h.
Ya que el tiempo de tratamiento es relativamente largo, podemos hacer
uso de la ecuación (27) para el cálculo de la DBE:
La DBE del esquema de 4 fracciones de HDR, de acuerdo con la ecuación
(25), será:
d d
DBEHDR = D 1 + = 4×d 1+
α /β 10
DBELDR = DBEHDR
y se obtiene un valor de la dosis por fracción de d = 7,58 Gy, para cada una
de las cuatro fracciones de HDR, lo que supone una dosis total de D = 4 ×
7,58 Gy = 30,3 Gy.
Nos podemos preguntar qué aumento de DBE sobre los efectos tar-
díos de los tejidos sanos tendremos con el nuevo esquema de tratamiento.
Eligiendo un valor de α/β = 3 Gy para los efectos tardíos, obtenemos:
2 × 0,833
DBELDR = 40 × 1 + = 84,4 Gy3
0,5 × 3
7,58
DBEHDR = 4 × 7,58 1 + = 106,9 Gy3
3
[ 301 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Ejemplo 7
Un tratamiento de Braquiterapia de baja tasa de dosis consiste en la ad-
ministración de 40 Gy en 4 días. Se quiere diseñar un tratamiento equivalente
mediante un implante permanente con semillas de 125I. ¿Qué dosis absorbida
habrá que prescribir en el implante de semillas para mantener el mismo nivel
de efectos tardíos sobre el tejido sano?
Usaremos un valor de α/β = 3 Gy para los efectos tardíos, y un valor de la
constante de tasa de reparación, μ = 0,5 h−1.
La tasa de dosis absorbida en el tratamiento con Braquiterapia LDR será
R = 40 Gy/96 h = 0,42 Gy/h, y se obtiene una DBE (ecuación (25)) igual a:
2 × 0,42
DBELDR = 40 × 1 + = 62,4 Gy3
0,5 × 3
R0 R0 R0 R0
DBEI−125 = 1+ = × 1+
λ (µ+ λ )(α /β) 0,000486 (0,5 + 0,000486) × 3
[ 302 ]
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
Ejemplo 8
En un tratamiento de cáncer de próstata mediante un implante con se-
millas de 125I se prescriben 145 Gy. En términos de los efectos tardíos del te-
jido sano, suponiendo un valor de α/β = 3 Gy y μ = 0,5 h−1 para los efectos
tardíos, ¿a qué dosis absorbida de Radioterapia externa impartida a 2 Gy por
fracción es equivalente este tratamiento?
R0 R0
DBEI−125 = 1+
λ (µ+ λ )(α /β)
0,07051
= 145 × 1 + = 151,8 Gy3
(0,5 + 0,000486) × 3
2
DBERT −EXT = n × 2 1 +
3
DBEI−125 = DBERT −EXT ⇒ n = 45,5
8. Conclusiones
La ecuación de isoefecto que se deriva del modelo lineal-cuadrático, cuan-
do no se considera el tiempo total de tratamiento, es adecuada para analizar
los diferentes esquemas de fraccionamiento que pueden emplearse en la prác-
tica clínica. Hay que tener en cuenta, no obstante, que el rango de dosis por
fracción para el que el modelo está suficientemente validado está entre 1 y
10 Gy (aunque algunos autores limitan este valor máximo); por debajo de 1 Gy
debe esclarecerse mejor la influencia del fenómeno conocido como hipersen-
sibilidad a baja dosis; por encima de 10 Gy, el modelo LQ puede sobrestimar el
efecto de la radiación.
En ciertos casos es importante la heterogeneidad de la distribución de
dosis absorbida en los volúmenes de interés para el cálculo de la DBE, por lo
que no será suficiente una sola estimación de esta magnitud para un tejido
determinado y deberán tenerse en cuenta especialmente los “puntos calien-
tes”.
Deben considerarse las limitaciones que nuestro relativo desconocimiento
de los parámetros adecuados en cada caso pueden suponer al aplicar el mo-
delo LQ en la práctica clínica, y tener en cuenta las incertidumbres asociadas
[ 303 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
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Tema 6:
Fraccionamiento e isoefecto en Radioterapia
[ 307 ]
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la
Radioterapia fraccionada
Rafael Guerrero Alcalde
Damián Guirado Llorente
Baeza 8 28/12/2016
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Efecto de la proliferación en la Radioterapia
fraccionada
Rafael Guerrero Alcalde
Damián Guirado Llorente
Hosp. Univ. San Cecilio de Granada
Servicio Andaluz de Salud
[email protected]
[email protected]
1. Introducción
El efecto del tiempo, en lo concerniente a la respuesta de las células a la
Radioterapia, se manifiesta básicamente a través de cuatro fenómenos que
constituyen las denominadas “cuatro erres de la Radioterapia”: reparación, re-
población, redistribución en el ciclo de proliferación y reoxigenación.
Si nos centramos en los dos primeros, ambos mecanismos son empleados
por los tejidos para contrarrestar el daño que la radiación les provoca. En ge-
neral, en los tejidos poco proliferantes domina la reparación del daño celular,
mientras que en los proliferantes es la propia proliferación el mecanismo más
importante que poseen los tejidos para preservar su función.
En la figura 1, puede verse, mediante la representación de la dosis absor-
bida administrada en fracciones de 3 Gy que produce un mismo efecto (dosis
isoefectiva), cómo influyen la reparación y la repoblación en los diferentes ti-
pos de tejidos y en las diferentes fases tras el comienzo de un tratamiento de
Radioterapia fraccionada.
Durante la administración de cada fracción del tratamiento, que puede su-
poner hasta 1 día, el aumento del tiempo influirá en la reparación del daño
subletal. Por tanto, tendrá muy poco efecto sobre los tejidos de respuesta rá-
pida (como las mucosas o la mayoría de los tumores) en los que la reparación
no juega un papel dominante, mientras que tendrá un efecto importante so-
bre los tejidos de respuesta lenta (como la médula espinal) ya que en éstos
[ 311 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Restaur.
Reparación Repoblación largo plazo
160
140
120
Dosis isoefectiva (Gy)
100
60
40
Mucosa oral (α/β = 11 Gy)
20
0
0,00001 0,0001 0,001 0,01 0,1 1 10 100
[ 312 ]
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
[ 315 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
S = e−nd (α + β d) × FR (1)
[ 316 ]
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
ln 2
N(T ) T (3)
FR = = 2T /TD = e TD
N0
2 2
S = e−n α d + β d eln 2(T /TD ) = e −n α d + β d + ln 2(T /TD ) (4)
ln 2
E = − ln S = n d (α + β d) − T (5)
TD
E d
DBE = = nd 1+ −κ T (6)
α α /β
[ 317 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
Tabla 1. Resultados de varios estudios clínicos sobre la influencia del tiempo total de
tratamiento en el control local y factor tiempo estimado en ellos para varios tipos de cáncer.
El factor tiempo para la ecuación de isoefecto, κ, se calcula multiplicando el factor tiempo
de esta tabla, que corresponde a un esquema de 2 Gy por fracción, por [1 + 2/(α /β)], donde
α/β se toma de acuerdo con el tipo de tumor considerado (Hendry y cols. 1996).
[ 318 ]
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
3.1. Repoblación acelerada
Como ya se ha adelantado en el epígrafe 2.1, el fenómeno conocido como
repoblación acelerada consiste en un aumento del ritmo de crecimiento de un
tumor, respecto del que poseía antes de comenzar la terapia, conforme el tra-
tamiento progresa. Los mecanismos que dan lugar a la repoblación acelerada
no son bien conocidos, aunque se han propuesto varias explicaciones basadas
principalmente en tres procesos (Dörr 2009; Fowler 1991; Trott y Kummermehr
1991): acortamiento del tiempo del ciclo celular, aumento de la fracción de cre-
cimiento y reducción de la pérdida celular. Puesto que los patrones de prolife-
ración varían mucho de unos tipos de tumores a otros, y ya que la repoblación
acelerada es característica, por ejemplo, de los tumores de células escamosas,
se ha sugerido que estos tumores retienen algunos de los mecanismos ho-
meostáticos característicos de los tejidos de los que proceden (como la mu-
cosa oral) (Trott y Kummermehr 1991) y la aceleración es así resultado de la
compensación de la pérdida celular producida por la radiación u otros agentes.
Como la repoblación acelerada se manifiesta varias semanas después de
comenzar el tratamiento (Withers y cols. 1988), puede modificarse la ecuación
(6) para tener en cuenta este hecho:
d
DBE = n d 1 + − κ MAX (T − T0 , 0) (7)
α /β
[ 319 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
70
50
40
30
20
10
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
10 9 10 7 10 5 10 3 10 1
Días tras el comienzo del tratamiento
Número de clonógenos supervivientes
[ 320 ]
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
N = − ln(PCT)
(9)
[ 321 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
4.1. Procedimiento de simulación
En la Radioterapia del cáncer tras cirugía (o quimioterapia) podemos con-
siderar tres etapas en la evolución de un tumor. La primera es el tiempo que
va de la cirugía al comienzo de la Radioterapia, en ella los clonógenos que
no han sido eliminados proliferan y el tumor crece. La segunda corresponde
a la Radioterapia propiamente dicha, y en ella se produce una reducción del
número de clonógenos como consecuencia de la radiación, pero ha de tener-
se en cuenta que, durante el tiempo que media entre las distintas fracciones
del tratamiento, se produce nuevamente la proliferación de los clonógenos
tumorales. Por último, si el tumor no ha sido completamente eliminado por
la Radioterapia, los clonógenos supervivientes lo harán crecer de nuevo has-
ta que sea detectable clínicamente. Este conjunto de acontecimientos puede
ser modelado convenientemente mediante una simulación Monte Carlo, que
incluirá, como ingredientes fundamentales, el crecimiento del tumor como
consecuencia de la división celular y el efecto de la Radioterapia a través de la
supervivencia celular.
[ 322 ]
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
10⁰
Número de clonógenos
10⁵
10⁰
0 100 200 300 400 500 600 80 100 120 140 160
Para simular la evolución de los tratamientos en las etapas que hemos des�
crito se genera un conjunto de tumores virtuales que reproducen la heteroge�
neidad en tamaños, cinética celular y respuesta a la radiación (supervivencia)
que puede esperarse en la clínica (véanse los detalles de todo el procedimiento
en (Al-Dweri y cols. 2004; Guirado 2012)). Para ello, los parámetros de la simu�
lación se obtienen para cada tumor de acuerdo con una distribución de pro�
babilidad adecuada. En la figura 3 puede verse un ejemplo de simulación que
emplea los procedimientos descritos. En este ejemplo, un tumor crece durante
100 días tras la cirugía, que no ha conseguido eliminar todas sus células, hasta
que comienza la Radioterapia. El tratamiento con radiaciones dura 40 días en
los que, sesión tras sesión, el número de clonógenos disminuye; puede notarse
la influencia de los 5 fines de semana en el aumento del número de células, que
se aprecia con más detalle en la gráfica derecha. El tratamiento no ha tenido
éxito y el tumor vuelve a crecer tras la Radioterapia hasta que alcanza un tama�
ño que permite su detección clínica un año y medio después, y que en la figura
3 corresponde a un contenido celular de 109 células. En esta simulación se ha
utilizado el modelo de Gompertz para describir la proliferación celular, cuyo
efecto puede apreciarse tanto en la lentificación del crecimiento del tumor tras
la Radioterapia hasta que alcanza el tamaño que puede detectarse clínicamen�
te, como en el aumento de la pendiente del tramo que indica el crecimiento
durante los fines de semana conforme progresa la Radioterapia. Para evitar los
artefactos de un tiempo de duplicación excesivo o muy pequeño, se han in�
[ 323 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 324 ]
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
0,85
(a)
0,80
TCP60 Gy
0,75
0,70
0,65
20
(b)
15
∆d[Gy]
10
0
0 30 60 90 120 150
tSR [dı́as ]
Figura 4. (a) Efecto del intervalo de tiempo entre cirugía y Radioterapia sobre la probabilidad
de control tumoral. Las simulaciones se realizan considerando una dosis absorbida total de
60 Gy en varios escenarios posibles, en los que difieren el número de células tumorales tras
la cirugía y el modelo de crecimiento empleado. (b) Aumento de la dosis absorbida total
necesario para alcanzar la misma probabilidad de control, PCT, que se hubiese obtenido de
no existir retraso alguno; los símbolos y curvas se corresponden con los mismos escenarios
que en la gráfica (a). Las incertidumbres (k = 2) en las líneas son menores de 3% y no se
han dibujado por claridad. Las incertidumbres para los datos representados mediante los
símbolos son más pequeñas que éstos. Tomada de Al-Dweri (Al-Dweri y cols. 2004).
[ 325 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
0, 4 0, 3
(a) (b)
Frecuencia
Frecuencia
0, 3
0, 2
0, 2
0, 1
0, 1
0, 0 0, 0
0 1 2 3 4 5 6 1 3 5 7 9 11 13 15 17 19
Número de paradas Duración de la parada (días)
Figura 5. (a) Frecuencia del número de paradas en la muestra clínica de Suwinski (Suwinski
y cols. 2003); para el 70% de los pacientes se interrumpe al menos una vez su tratamiento.
(b) Distribución de la duración de las paradas en esta misma muestra de pacientes; la
duración media de una parada es 4,8 días. Tomada de Guirado (Guirado 2012).
[ 326 ]
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
100 100
Probabilidad de control (%)
80 80
70 70
60 60
50 50
< 30 30-60 60-90 > 90 < 30 30-60 60-90 > 90
Tiempo de retraso (días) Tiempo de retraso (días)
Figura 6. (a) Resultados de las simulaciones descritas para las demoras en el inicio de la
Radioterapia consideradas en el estudio de Suwinski (Suwinski y cols. 2003)(cuadrados) junto
a los datos clínicos indicados por estos autores (círculos). (b) Resultados de la simulación
cuando se eliminan las paradas durante el tratamiento (rombos), cuando se tienen en cuenta
(cuadrados) y datos clínicos (círculos). El estudio clínico no proporciona incertidumbres y
las que corresponden a las simulaciones, que representan dos desviaciones típicas, se han
determinado a partir de 15 simulaciones para cada tiempo de retraso con el mismo número
de pacientes que incluye el estudio clínico. Tomada de Guirado (Guirado 2012).
[ 327 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
5. Conclusiones
En la Radioterapia fraccionada de algunos cánceres, como los de cabeza y
cuello, la proliferación de las células tumorales puede ser muy intensa, sobre
todo en la fase final de los tratamientos, cuando el número de células se reduce
como consecuencia de las irradiaciones previas; esta proliferación puede com�
prometer el resultado de la terapia. También, para algunos tipos de cáncer con�
siderados hasta ahora de proliferación lenta, como el de próstata, el aumento
del tiempo de tratamiento puede ser perjudicial. Por tanto es necesaria una
gestión adecuada de las interrupciones y demoras en la Radioterapia fraccio�
nada, considerándolas explícitamente en los planes de calidad de las unidades
que la practican.
Los avances en Radioterapia no provienen solo de los nuevos desarrollos
en equipos e infraestructuras sino que pueden mejorarse los resultados de los
tratamientos mediante la aplicación de planes de calidad y de actuaciones que
requieren pequeñas inversiones. Este es el caso si se aplica una gestión adecua�
da de los tiempos en la Radioterapia fraccionada del cáncer.
A modo de ejemplo se describe en el anexo siguiente el procedimiento
para la gestión de las interrupciones empleado en el Hospital San Cecilio de
Granada; se trata de una adaptación de las recomendaciones internacionales a
la práctica clínica de este centro.
[ 328 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
B. Generalidades
B.1. Principios en los que se basa este procedimiento
•• Las interrupciones de la Radioterapia fraccionada son aconteci-
mientos adversos que pueden comprometer la efectividad del tra-
tamiento y requieren una consideración especial en el plan de cali-
dad de la unidad clínica.
•• Existe un responsable de iniciar el procedimiento y un responsable
que decidirá las acciones correctoras necesarias.
•• Se realizarán los registros precisos para archivar toda la información
relevante, y existirá un responsable para ello que designará la uni-
dad clínica.
•• Las pautas a seguir y los medios de corrección más adecuados para
cada caso se establecerán, bajo la supervisión de la Comisión de
Garantía de Calidad en Radioterapia, de acuerdo con el conocimien-
to disponible y las recomendaciones de las sociedades nacionales e
internacionales, y se actualizarán cuando el cambio de estas reco-
mendaciones y conocimientos así lo indiquen.
•• Existirán indicadores de calidad asociados a las interrupciones de
los tratamientos y la unidad clínica, de acuerdo con las normas
aceptadas para la mejor práctica clínica, los incluirá en su plan de
calidad y en el proceso de mejora continua.
B.2. Clasificación de los pacientes. Aunque en la referencia (The Royal
College of Radiologist 2008) se establecen tres categorías de pacien-
tes en función de la intención del tratamiento y del tipo de tumor, en
este procedimiento solo se utilizan dos categorías (para evitar confu-
sión se nombran de modo diferente al habitual):
•• Categoría A: tumores de proliferación rápida o intermedia para los
cuales la intención de la Radioterapia es radical.
[ 329 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
C. Responsabilidades
C.1. Del técnico de Radioterapia. Registrar en la ficha de tratamiento de
cada paciente las interrupciones y el motivo por el que se han pro-
ducido.
C.2. Del radiofísico. Registrar las interrupciones de cada paciente en la
base de datos de tratamientos.
[ 330 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
D. Procedimiento
D.1. Interrupciones previstas. Se tendrán en cuenta en la fase de planifi-
cación inicial, durante la prescripción y en la sesión técnica. Para cada
paciente el oncólogo radioterápico responsable establecerá si existe
necesidad de realizar acciones concretas y su naturaleza, de acuerdo
con este procedimiento y con la ayuda del resto de profesionales de
la unidad clínica. En el caso de que se realicen acciones concretas se
incluirán todos los detalles en el plan de tratamiento.
Existirá un plan especial para las fiestas navideñas y de Semana Santa.
D.2. Interrupciones fortuitas. Para cada paciente que sufra una interrup-
ción, y en el mismo día en que acontezca, el técnico en Radioterapia
encargado de la aplicación del tratamiento inicia el procedimiento
comunicando al oncólogo radioterápico encargado del paciente que
se ha producido la interrupción. El oncólogo responsable adopta, con
la ayuda del radiofísico y siguiendo este documento, las acciones co-
rrectivas adecuadas para ese paciente en particular (también puede
adoptar la decisión de no realizar corrección alguna). Tras el estableci-
miento, en su caso, del nuevo plan de tratamiento previsto se realiza-
rán los registros oportunos que incluirán:
•• Fecha de la parada.
•• Motivo de la parada.
•• Duración de la parada.
•• Acción correctora empleada (también debe registrarse la decisión
de no emprender ninguna acción correctora), que incluirá todos los
[ 331 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
E. Indicadores de calidad
En el plan de calidad de la unidad de Radioterapia se evaluarán anualmen-
te lo siguientes aspectos:
•• Número y duración de las paradas por patologías.
•• Casos en los que se realiza corrección y método utilizado.
•• Causas de las paradas.
Factor
tiempo en
Categoría Descripción Patologías Acciones
caso de ser
necesario
•• Epidermoide de cabeza y
cuello
•• Dos fracciones diarias 0,8 Gy/día
•• Ca. de cérvix con una separación
mínima de 6 horas entre
•• Ca. de pulmón epidermoide
ellas
•• Próstatas de alto riesgo
0,3 Gy/día
durante el tratamiento base
•• Sustitución de una
•• Ca. de cérvix preoperatorio fracción estándar 0,8 Gy/día
Pacientes para por una fracción no
los que cualquier estándar de 3,0 o 3,2 Gy
interrupción según sea la dosis por
del tratamiento fracción de 1,8 o 2 Gy,
•• Ca. de recto preoperatorio 0,3 Gy/día
A puede tener respectivamente
consecuencias
importantes para •• Ca. de mama con
la curación de su fraccionamiento estándar
•• Sesión de 3,2 Gy
enfermedad
•• Ca. de mama 0,3 Gy/día
•• Añadir sesiones al final
hipofraccionado con “boost”
del tratamiento
si la interrupción se produce
en el “boost”
•• Añadir sesiones al final
•• Linfoma 0,3 Gy/día
del tratamiento
•• Próstata de alto riesgo en el •• Sesión de 3,2 Gy
“boost”, o próstata de riesgo equivalente a dos 0,3 Gy/día
bajo o intermedio sesiones de 2 Gy
[ 332 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
Factor
tiempo en
Categoría Descripción Patologías Acciones
caso de ser
necesario
Pacientes para
los que las
prolongaciones
de tratamiento •• Tratamientos paliativos
no tienen
•• Mama hipofraccionada sin
B consecuencias No se realiza compensación
“boost”
clínicamente
significativas y •• Tumores cerebrales
que, por tanto, no
requieren acciones
correctoras
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
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Tema 7:
Efecto de la proliferación en la Radioterapia fraccionada
[ 339 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta
en Radioterapia
José Manuel de la Vega Fernández
Damián Guirado Llorente
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Baeza 8 28/12/2016
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
José Manuel de la Vega Fernández
Damián Guirado Llorente
Hosp. Univ. San Cecilio de Granada
Servicio Andaluz de Salud
[email protected]
[email protected]
1. Introducción
En los temas anteriores se ha considerado la naturaleza del cáncer y su po-
sible tratamiento mediante la irradiación de los tejidos sobre los que se asien-
ta. La Radioterapia persigue detener el crecimiento de los tumores y, como
efecto secundario, produce lesiones en los tejidos sanos que circundan a estos
tumores. Es preciso, por tanto, definir qué es el crecimiento tumoral y cómo
puede evaluarse la respuesta de los tumores a la radiación; también, cuál es la
estructura de organización de los tejidos sanos y su respuesta a la agresión que
suponen las radiaciones ionizantes. En este tema mostraremos algunas formas
de hacerlo pero, antes, es menester que dediquemos al menos unos párrafos
a definir en qué consiste y qué perseguimos con la Radioterapia. Ciertamente,
esto ha sido expresado ya en este libro, pero necesitamos hacerlo una vez más
en el contexto adecuado para desarrollar este tema.
Cuando un paciente termina su terapia deberíamos preguntarnos si el tra-
tamiento ha sido de calidad. Para responder a esta pregunta hemos de aclarar
primero qué significa calidad. El Real Decreto sobre Calidad en Radioterapia
selecciona de entre varias definiciones posibles la siguiente: conjunto de carac-
terísticas de un proceso radioterapéutico que le confieren la aptitud para satisfa-
cer las necesidades establecidas y las implícitas del paciente. Así pues, la calidad
debe satisfacer las necesidades establecidas por algún tipo de contrato entre
el paciente y el departamento de Radioterapia. El consentimiento informado
puede hacer las veces de tal contrato, y debe expresar tanto las pretensiones
del tratamiento como sus riesgos. Por tanto, se refiere en primer lugar a la in-
tención terapéutica, que puede ser radical o paliativa.
[ 343 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
[ 345 ]
Baeza 8 28/12/2016
Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
corteza (prolif nt e)
(proliferante)
anillo viable
manto (no
(noproliferativo)
proliferante)
“plateau”
crecimiento lineal
crecimiento geométrico
Tiempo de crecimiento
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
500
400
300
200
Exponencial
100
Gompertz
1
0 100 200 300 400 500 600
Tiempo (días)
[ 347 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
100 100
µm3 )
Volumen(×106 µm3 )
A B
75 75
6
Volumen(×10
50 50
25 25
V
0 0
0 5 10 15 20 25 0 5 10 15 20 25
Tiempo tras la irradiación (días) Tiempo tras la irradiación (días)
100 100
Volumen(×106 µm3 )
Volumen(×106 µm3 )
C D
75 75
50 50
25 25
0 0
0 5 10 15 20 25 0 5 10 15 20 25
Tiempo tras la irradiación (días) Tiempo tras la irradiación (días)
[ 348 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
[ 349 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
por fracción, tiempo de tratamiento, etc.), y si suponemos que todas las células
tumorales son irradiadas con la misma dosis absorbida, la función de dosis-
respuesta será prácticamente un escalón: no hay curación si la dosis absorbida
está por debajo de cierto valor (la función toma el valor 0) y sí la hay cuando lo
supera (la función vale 1). En realidad, la naturaleza probabilística de la muerte
celular hace que este escalón no sea perfecto y, más que una dosis absorbida
concreta que separa la curación de la falta de curación, tenemos un pequeño
intervalo de dosis absorbida para el que la probabilidad de curación va pasan-
do desde 0 hasta 1. En la figura 4 se representa la curva de probabilidad de
control tumoral para 5 pacientes diferentes (o grupos de pacientes muy homo-
géneos en cuanto a las características de su enfermedad y del tratamiento que
reciben); están separadas porque cada paciente y cada tratamiento particular
tienen características propias: número de células tumorales, sensibilidad de
estas células a la radiación, forma de administrar la dosis absorbida y otras. Si
suponemos ahora que el tratamiento de un paciente en particular puede darse
de formas ligeramente distintas, de manera que la distribución de dosis no sea
uniforme ni exactamente la misma en todos los casos, este escalón abrupto se
suaviza un poco, lo que se traduce en una menor pendiente de la curva de pro-
babilidad de control: los “defectos” en la distribución de dosis inclinan la curva
(porque la función distribución de probabilidad de la que proviene se hace más
ancha). Estos defectos proceden de las incertidumbres asociadas al cálculo de
la propia distribución de dosis, de las incertidumbres en la definición de los
volúmenes de interés y de los errores en la administración de los tratamientos.
En la figura 4 se ha representado el efecto global de todo esto sobre la curva de
PCT del paciente número 3 mediante una línea de trazos.
Pero las causas de la mezcla estadística no acaban aquí; además de todo
lo anterior, no conocemos el valor de la dosis absorbida por encima del cual se
produciría la curación para un paciente en particular, y solo tenemos una idea
estadística de la probabilidad de curación a partir del análisis de los resultados
de muchos tratamientos semejantes aplicados a grupos extensos de pacientes.
Esto supone que la curva de probabilidad de control de la población se obtiene
como promedio de las curvas individuales, y que su pendiente se hace todavía
más pequeña. En la figura 4 se representa mediante la línea continua gruesa la
curva representativa de la probabilidad de control tumoral para la población
de pacientes en su conjunto.
Para expresar matemáticamente todo esto hemos de elegir un modelo.
Consideremos, en primer lugar, un modelo basado en la biología del problema
(es lo que solemos llamar modelo mecanicista, puesto que trata de explicar el
fenómeno biológico a partir de leyes mecánicas que cumple el mundo inorgá-
nico): el control local es consecuencia de la muerte de las células que compo-
nen el tumor, y todas ellas son idénticas en cuanto a su respuesta a la irradia-
[ 350 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
1,00
1
2
0,75
3
PCT
0,50 4
5
población:
0,25 γ=3
D50 = 50 Gy
0,00
30 40 50 60 70 80
[ 351 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 352 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
1,00
0,75
PCT
0,50
N, α ctes.
0,25
α variable
α , N var.
0,00
20 30 40 50 60 70 80 90 100
[ 353 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
4γ −1
D50
PCT (D) = 1 + (8)
D
dPCT
k=D (9)
dD
dPCT
γ= D = kmáx (10)
dD máx
Esto hace que γ sea adimensional y que, para el modelo logístico que esta-
mos usando, este valor máximo se produzca cuando la dosis absorbida es igual
a D50; lo que podríamos haber expresado diciendo γ = k50.
En los tumores humanos los valores de D50 varían mucho de unos casos
a otros; como hemos visto, esta dosis absorbida nos indica la posición de la
curva de dosis-respuesta. Para un caso de cáncer de laringe, por ejemplo,
en el que la radiosensibilidad de las células tumorales sea alta, el volumen
tumoral pequeño y el programa terapéutico adecuado, puede estar en tor-
no a los 50 Gy. Sin embargo, en un caso con volumen tumoral grande (T3 o
[ 354 ]
Baeza 8 28/12/2016
Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
1,00
0,75
PCT
0,50
0,25 Poisson
logístico
0,00
20 30 40 50 60 70 80 90
[ 355 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
mación empírica relativamente grosera sea sustituida por un empleo más fre-
cuente de los modelos teóricos, cuando los datos clínicos permitan disponer
de parámetros más correctos y podamos confiar en sus predicciones.
Llegados aquí hemos de responder a la siguiente pregunta: ¿es lo mismo
describir la probabilidad de control tumoral con el modelo logístico que con el
modelo de Poisson? La respuesta se ofrece en la figura 6. En la región central
(lineal) de las curvas no existen diferencias, sin embargo en los tramos inicial
y final las diferencias son claras aunque, dada la incertidumbre asociada a los
datos de probabilidad de control que se obtienen de los estudios clínicos, no
podemos establecer cuál de los dos modelos es mejor para describirlos.
p p
PCT = PCT1 × PCT2 × · · · × PCTp = ∏ PCTi = ∏ exp [−Ni exp(−α i Di )] (11)
i i
[ 356 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
D1 = 60 Gy
D2 = 55 Gy
1 2 4 D3 = 50 Gy
D4 = 40 Gy
3
Figura 7. Regiones de un tumor irradiado para el que la distribución de dosis absorbida es
heterogénea y que sirven para aplicar la ecuación (11) en el ejemplo que se desarrolla en
el texto.
sorbida en cada una de ellas pueda considerarse constante. Si, además, existe
heterogeneidad en la respuesta de cada una de las regiones del tumor (por su
diferente oxigenación, por ejemplo), también esto puede tenerse en cuenta
dividiendo el tumor en regiones de sensibilidad constante y, dentro de ellas, en
regiones de dosis homogéneamente distribuida. Para aclarar el uso del modelo
en una situación simple veremos el siguiente ejemplo.
Supongamos un tumor constituido por 106 células, y supongamos que
la distribución de dosis es tal que puede dividirse en 4 partes: 3 de ellas que
contienen 3,2 × 105 células y otra más con 4 × 104. Sea α = 0,3 Gy en todo el
tumor, y supongamos que las dosis absorbidas en las diferentes regiones son
las indicadas en la figura 7.
Hagamos primero el cálculo suponiendo que la dosis absorbida es igual a
la dosis media en todo el volumen:
Es decir, un 92,2%.
Veamos el resultado cuando se utiliza la ecuación (11):
[ 357 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
PCT = exp −3,2 × 105 exp(−0,3 × 60) × exp −3,2 × 105 exp(−0,3 × 55)
× exp −3,2 × 105 exp(−0,3 × 50) × exp −0,4 × 105 exp(−0,3 × 40)
= 0,995 × 0,978 × 0,907 × 0,782 = 0,690
[ 358 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
donde D0 es es el parámetro libre del modelo que suele llamarse dosis letal me-
dia. Si escribimos esta ecuación a partir de la fracción de supervivencia resul-
tante para una dosis absorbida de 2 Gy, S2 Gy, podemos eliminar el parámetro
D0 de la ecuación (12) y escribir:
D/2
S(D) = S2 Gy (13)
N
S({Di }) = vi S(Di ) (14)
i=1
N
D /2
ln vi S2 iGy
i=1
EUD = 2 (15)
ln S2 Gy
Para ver el modo en que este modelo básico puede aumentar su comple-
jidad, mediante la inclusión de otros aspectos radiobiológicos como el frac-
cionamiento o la proliferación, puede consultarse el trabajo de Niemierko.
Naturalmente, existen otras formas de considerar la distribución heterogénea
de la dosis absorbida en el volumen tumoral para estimar la probabilidad de
control, pueden consultarse algunas de ellas en Velázquez (Velázquez 2003).
[ 359 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 360 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
m
(1) m
(3)
(2)
n
n
Figura 8. Modelos básicos de organización tisular: (1) tejido en serie con m unidades
funcionales, (2) tejido en paralelo con n unidades funcionales, (3) tejido en serie-paralelo
con n × m unidades funcionales. Estos modelos pueden tomarse como punto de partida
para calcular la probabilidad de lesión en cada tipo de tejido (véase Källman y cols. 1992).
la médula espinal; los tejidos en paralelo, como los pulmones; y los tejidos en
serie-paralelo, como el corazón. En la figura 8 se muestra el esquema de estas
tres estructuras básicas.
De este modo, la definición de subunidades funcionales o unidades de res-
cate del tejido (aquéllas capaces de regenerarlo tras un daño producido en una
parte del tejido) permite, en principio, usar el modelo de Poisson para estimar
la probabilidad de complicaciones, pero el resultado no es muy satisfactorio y
la interpretación de los parámetros no está clara: los ajustes producen muchas
veces números de unidades funcionales claramente incorrectos. No obstante,
es usual encontrar aplicaciones de los modelos basados en las estructuras de
los tejidos que acaban de describirse (véase Källman y cols. 1992) y, además,
la referencia a parámetros que identifican la estructura (serie o paralelo) do-
minante en un tejido concreto es constante en esta área de la Radiobiología,
como veremos más adelante en los modelos que se presentan en este tema.
Por esto, perdida la supuesta ventaja de disponer de un modelo con base
biológica, y dadas las posibilidades de mejora de la ecuación logística que más
tarde se mostrarán, nos centramos en este último modelo para el análisis que
sigue.
3.2. Tolerancia
Para los diferentes efectos que pueden acontecer en los principales ór-
ganos y tejidos humanos, y con el objeto de realizar planes de tratamiento
adecuados, es importante determinar las dosis de tolerancia. Estas se definen
como las dosis absorbidas que, en un esquema de tratamiento clásico de 1,8
[ 361 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
1,00
vejiga 3/3
Probabilidad del efecto
no procede de
0,75 vejiga 2/3
estudios clínicos
logístico con
efecto volumen
0,50
logístico simple
3/3 2/3 3/3 → D50 = 80 Gy, γ = 3,55
0,25
2/3 → D50 = 85 Gy, γ = 12,14
0,00
60 65 70 75 80 85 90
Dosis absorbida (Gy)
[ 362 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
y, por tanto, no sufrirá un cierto daño o sí lo sufrirá. Por desgracia, para un riñón
en particular no es posible saber con certeza qué sucederá tras un tratamiento;
sí tenemos acceso, por el contrario, a colecciones de datos clínicos que nos per-
miten un conocimiento estadístico de lo que puede suceder si administramos
ese tratamiento. Es decir, tenemos una estimación de la frecuencia con que se
presentará ese efecto en el riñón cuando se administra el tratamiento en cues-
tión a un conjunto de personas.
Así pues, cuando nos enfrentamos a la decisión de administrar un deter-
minado tratamiento con radiaciones o buscar alternativas, nos vemos obli-
gados a prescindir del sentido genuino del término tolerancia, puesto que
su conocimiento es, por ahora, inaccesible. Decimos así que la tolerancia se
refiere a la probabilidad de complicaciones límite por encima de la cual no es
aceptable el tratamiento para ese paciente en particular. Y con este sentido,
aunque prescindiendo de la necesaria singularidad de cada caso, se afirma
por ejemplo que la tolerancia para la médula espinal es de 50 Gy. Que, en reali-
dad, quiere decir: si irradiamos la médula espinal de nuestros pacientes de cán-
ceres de cabeza y cuello en un esquema de 1,8 a 2 Gy por fracción durante 5 días
a la semana hasta 50 Gy, cabe esperar que en 5 de cada 100 de ellos se produzcan
efectos neurológicos graves e irreversibles a largo plazo; y este 5% nos parece un
compromiso de riesgo admisible para el objetivo que perseguimos, que no es otro
que la curación del cáncer de las tres cuartas partes de esos pacientes.
Esta definición puede acotarse todavía más, aunque no es frecuente ha-
cerlo de forma explícita. En primer lugar, debemos considerar la singularidad
de cada persona que deviene en un paciente que nos preocupa: dependiendo
de la intención terapéutica, de la edad o del estado de salud del individuo,
podemos admitir un mayor o menor riesgo para el tratamiento. El riesgo ha de
entenderse como la probabilidad del efecto considerado; y se refiere, como
ya hemos visto, al porcentaje de pacientes de una población (más o menos
estratificada dependiendo de la información previa sobre la enfermedad que
tengamos) para los que se espera que tal efecto se produzca si se alcanza una
determinada dosis absorbida; dosis absorbida que dependerá del procedi-
miento terapéutico empleado: esquema de fraccionamiento, conformación,
tratamientos concomitantes, etc.
Así, para un paciente en particular del que tenemos cierta información so-
bre su enfermedad (extensión, diferenciación, etc.), su estado general antes del
tratamiento, sus posibles sensibilidades o resistencias respecto de lo que es co-
mún entre nuestros pacientes, y para el que tenemos una idea aproximada del
resultado en términos de curación que puede dar el tratamiento; asumimos un
límite superior para el riesgo de que se produzca un determinado efecto sobre
cada uno de los órganos o tejidos importantes comprometidos por el trata-
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 364 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
(Continúa)
[ 365 ]
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
4×3,545 −1
80
0,03 = 1 + ⇒ T D3/5 = 62,6 Gy
T D3/5
Esta relación, también empírica, nos dice que el valor de la dosis absorbi-
da que produce un 50% de complicaciones cuando se irradia una fracción del
volumen total v, D50(v), puede obtenerse como el producto de la dosis absor-
bida que produce un 50% de complicaciones cuando se irradia el órgano por
completo, D50(1), por una función potencia de ese volumen parcial de expo-
nente (−n). Al parámetro n se le llama parámetro de volumen, y adopta valores
comprendidos entre 0, si el órgano no presenta efecto de volumen porque se
organiza en serie, y 1, cuando el órgano presenta el mayor efecto de volumen
posible porque se organiza en paralelo.
La expresión mejorada para el modelo logístico es así:
[ 367 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
4γ −1
D50 (1)
PCT(D) = 1 + (17)
Dv n
Tabla 2. Ajustes del modelo logístico modificado para incluir el efecto de volumen a los
datos de Emami (Emami y cols. 1991). La dosis absorbida que produce una probabilidad de
efecto del 50% se refiere al órgano completo salvo en los casos en que esto no tiene sentido,
como la piel (100 cm3) o la médula espinal (20 cm). Puesto que ese valor es directamente la
dosis de tolerancia para el 50% de probabilidad de efecto crónico a los 5 años, se ha escrito
TD50/5 en lugar de D50(1), pero el significado de ambas notaciones es idéntico.
(Continúa)
[ 368 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
Tabla 2. Ajustes del modelo logístico modificado para incluir el efecto de volumen a los
datos de Emami (Emami y cols. 1991). La dosis absorbida que produce una probabilidad de
efecto del 50% se refiere al órgano completo salvo en los casos en que esto no tiene sentido,
como la piel (100 cm3) o la médula espinal (20 cm). Puesto que ese valor es directamente la
dosis de tolerancia para el 50% de probabilidad de efecto crónico a los 5 años, se ha escrito
TD50/5 en lugar de D50(1), pero el significado de ambas notaciones es idéntico.
n
ume
d e l vol 1,0
ción 50,7
Frac 0,50
0,25
l efecto
0,0
1,0
Incidencia de
0,5
0,0
60
80
Dosis 100
abso
rbida 120
(Gy)
Figura 10. Ajuste del modelo logístico a los datos de Emami (Emami y cols. 1991) para la
vejiga urinaria.
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
Por lo tanto, el volumen efectivo que, al recibir una dosis absorbida igual
a la dosis absorbida máxima de manera homogénea, supone un efecto final
igual al de la distribución de dosis heterogénea en ese tejido es:
1/n
Dj
veff = vj (19)
j
Dmáx
n
EUDKB = vj Dj
1/n
(20)
j
Resumiendo, para un volumen de tejido sano del que tenemos el HDV pro-
ducido por el sistema de planificación, se calcula la dosis uniforme equivalente
mediante la expresión anterior y se lleva a la ecuación (8) para estimar la pro-
babilidad de que se produzca el efecto considerado.
Hasta aquí hemos empleado en las explicaciones y ejemplos de los últimos
apartados el modelo logístico, ya que resulta adecuado en las aplicaciones y
sencillo en su manejo. Es usual, no obstante, encontrar en las publicaciones so-
bre esta materia el modelo normal como base para el cálculo (véase por ejem-
plo, Burman y cols. 1991); su expresión es:
t
1 −x2
PCT(D) = √ exp dx (21a)
2π −∞ 2
donde
D − D50 (v)
t= (21b)
m D50 (v)
D50 (v) viene también dado por la ecuación (16), mientras que m es la pendien-
te de la curva de dosis-respuesta.
[ 371 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
mía estructuras críticas, este es el caso del conducto excretor en las glándulas
parótidas.
En cualquier caso, los autores participantes en el proyecto ya advierten de
que la aplicación de las recomendaciones que se sugieren para cada uno de los
órganos de riesgo debe realizarse con precaución. Esto es debido a la dispari-
dad de la calidad científica que hay entre los datos, la falta de información sobre
detalles en el diseño de los estudios (lo que posibilita la introducción de algún
tipo de sesgo como veremos en el tema siguiente), las diferentes técnicas de
tratamiento que hay entre los estudios, cómo es considerado el volumen del
órgano estudiado, la falta de homogeneidad entre poblaciones de los estudios
o los diferentes criterios a la hora de valorar los grados en la toxicidad de los
órganos implicados, e incertidumbre de los datos. Estos y otros factores hacen
que la validez externa, es decir, la evidencia científica de la validez de extrapo-
lar los datos obtenidos a partir de la población del estudio a cualquiera otra, se
vea comprometida. Además, muchos de los estudios clínicos que participan
de la revisión no tienen en su publicación un análisis de la validez interna del
modelo que proponen. Así pues, la aplicación de los criterios de tolerancia en
la práctica de la Radioterapia tomando como referencia el informe QUANTEC
requiere de una lectura crítica del mismo.
Por esto mismo QUANTEC no es solo una colección de datos sobre dosis de
tolerancia en órganos de riesgo, también es un compendio de recomendacio-
nes sobre cómo definir los volúmenes de los órganos de riesgo, recomendacio-
nes sobre parámetros de los modelos radiobiológicos que se quieran aplicar
(modelos NTCP como los explicados en el tema), sobre el modo de registrar los
efectos adversos para cada órgano, las posibles comorbilidades que puedan
existir en la expresión de los efectos adversos debido a la existencia de otras
patologías, o cómo deberían ser los estudios clínicos que se quieran realizar en
el futuro. Este último aspecto trata de conseguir el objetivo de homogeneizar
el resultado de los estudios clínicos, de manera que sean comparables entre sí;
esto permitiría, por ejemplo, agrupar los datos de los diferentes estudios clíni-
cos y aplicarles técnicas estadísticas como las del metanálisis, de forma que la
evidencia científica de las conclusiones que deriven de ellos sea mucho mayor
al aumentar el tamaño de la población de estudio.
Hay que señalar que no existe en QUANTEC un estudio de los efectos ad-
versos agudos de los órganos analizados, esto se debe a que en este conjunto
de trabajos se analizan datos dosis-volumen del tratamiento completo, por lo
que no tiene sentido estudiar la aparición de efectos agudos en mitad del tra-
tamiento, tales como mucositis o radiodermitis.
En la tabla 3 se reproducen algunos de los criterios sobre órganos de riesgo
que se extraen de QUANTEC, y que tienen una correspondencia con la tabla de
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
No son robustos,
V65 < 50%, V70< 35% recomendaciones
Vejiga Todo el órgano G3 o mayor (RTOG)
V75< 25%, V80 < 15% para tratamientos
de próstata
Dmax 50 Gy 0,2
Médula Parcial Dmax 60 Gy Mielopatía 6
Dmax 69 Gy 50
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
5. Individualización de la Radioterapia
Hemos visto en los apartados anteriores cómo el justificado deseo de esta-
blecer para cada paciente un valor adecuado de la tolerancia, se nos ha ido des-
liendo en una asunción basada en el conocimiento estadístico de la respuesta
de muchos pacientes. Pero nuestras aspiraciones de que cada paciente reciba
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
1,00 1,00
Pr obabilidad de l efecto
Pr obabilidad de l efecto
A B
0,75 0,75
0,50 0,50
0,25 0,25
0,00 0,00
30 40 50 60 70 80 30 40 50 60 70 80
Dosis absorbida prescrita (Gy) Dosis absorbida prescrita (Gy)
2
D − D̂ (23)
PCSC (D) = PCSC (Dˆ ) exp −π γ 2
D̂
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
2 2
D − D̂ ln(0,95) D − D̂
0,95 = exp −π γ 2 ⇒ =
D̂ −π γ 2 D̂
∆D 1 ln(0,95) ∆D 1
⇒ = ⇒ ≈
D̂ γ −π D̂ 8γ
∆D 1
= = 0,05
D̂ 20
esto es, un 5%. Hemos de notar que, si existe una probabilidad muy alta de
complicaciones severas porque trabajamos muy cerca del límite, las dosis ex-
cesivas deben evitarse. Recordemos también la discusión acerca de la presen-
cia de puntos fríos y su efecto en la disminución de la PCT. Todo esto reduce
el rango aceptable para la heterogeneidad de la distribución de dosis en los
tejidos tumorales, que las recomendaciones ICRU establecen entre un 5% por
debajo y un 7% por encima de la dosis absorbida prescrita por el oncólogo
radioterápico.
[ 380 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
7. Referencias
[1] BENTZEN S.M., DÖRR W., ANSCHER M.S., DENHAM J.W., HAUER-JENSEN
M., MARKS L.B., WILLIAMS J. (2003). “Normal tissue effects: reporting and
analysis”. Semin. Radiat. Oncol. 13:189-202.
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
[ 382 ]
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Tema 8:
Relaciones dosis-respuesta en Radioterapia
[14] LAWRENCE B.M., RANDALL K.T.H., MARY K.M. (2010). Guest Editor’s in-
troduction to “Quantitative Analysis of Normal Tissue Effects in the Clinic”.
Int. J. Radiat. Oncol. Biol. Phys. 76:S1-S2.
[15] LYMAN J.T., WOLBARST A.B. (1989). “Optimization of radiation therapy, IV:
A dose-volume histogram reduction algorithm”. Int. J. Radiat. Oncol. Biol.
Phys. 17:433-6.
[16] NIEMIERKO A. (1997). “Reporting and analyzing dose distributions: a con-
cept of equivalent uniform dose”. Med. Phys. 24:103-10.
[17] VELÁZQUEZ S. (2003). “Relaciones dosis-respuesta”. En Radiobiología
Clínica. Sociedad Española de Física Médica (SEFM), Almería.
8. Bibliografía
[1] AAPM (2012). TG 166. “The use and QA of biologically related models for
treatment planning”. American Association of Physicists in Medicine.
[2] GUERRERO R., GUIRADO D., VILCHES M. (2007). Editores. “Principios de
radiobiología clínica”. Asociación Española de Técnicos en Radiología
(AETR). Ronda (Málaga).
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Tema 9:
Métodos estadísticos para el
análisis de la respuesta de los
tejidos a la radiación
José Manuel de la Vega Fernández
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Métodos estadísticos para el análisis de la
respuesta de los tejidos a la radiación
José Manuel de la Vega Fernández
Hosp. Univ. San Cecilio de Granada
Servicio Andaluz de Salud
[email protected]
1. Introducción
El desarrollo clínico de la Radioterapia está influenciado por la aparición
constante de la innovación tecnológica y esta se sucede de manera vertiginosa
desde la última década: IMRT, IGRT, tomoterapia, arcoterapia volumétrica, pro-
tonterapia, etc. Se han sugerido cuatro criterios que se deben considerar para
afirmar que un avance tecnológico es significativo (Halperin 2009):
[ 387 ]
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Fundamentos de Física Médica
Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Métodos estadísticos para el análisis de la respuesta de los tejidos a la radiación
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
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Tema 9:
Métodos estadísticos para el análisis de la respuesta de los tejidos a la radiación
1,5 1,5
Fármaco A Fármaco B
1,0 1,0
Frecuencia
Frecuencia
0,5 0,5
0,0 0,0
8 10 12 14 4 8 12 16 20 24
Figura 1. Resultados de los dos estudios que analizan la eficacia de los fármacos A y B. Con
línea continua se muestran los resultados del grupo de control al que se le ha administrado
un placebo; es decir, la forma de la distribución de la sesión en la que se detecta la aparición
de un efecto grave debida al tratamiento con Radioterapia. Con línea discontinua se
muestra la distribución para el grupo al que se le ha administrado el fármaco. En el estudio
del fármaco A se empleó una muestra de 1000 pacientes en cada grupo y en el del fármaco
B una muestra de 45 pacientes.
Estudio 1 Estudio 2
Grupo Grupo
Grupo placebo Grupo placebo
fármaco A fármaco B
Edad media
60,2 60,1 60,2 53,2
(años)
T1-T2 (%) 40,0 37,9 40,0 65,9
Quimioterapia
65,1 67,2 65,1 20,2
(%)
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Tema 9:
Métodos estadísticos para el análisis de la respuesta de los tejidos a la radiación
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1 1 1 1
σ ln(RR) = − + − (1)
a0 n 0 a 1 n 1
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Tema 9:
Métodos estadísticos para el análisis de la respuesta de los tejidos a la radiación
4. Modelos de regresión
La regresión permite estudiar la asociación entre una variable dependien-
te Y, y una o varias variables independientes Xi. Estas variables son escogidas
para formar parte del estudio durante el diseño del mismo. Entre las variables
deben estar todas aquellas de las que ya se conoce o se sospecha una relación
con Y (factores de riesgo, factores pronóstico, modificadores del efecto, etc.) y
pueden estar variables cuya asociación con Y no se conoce, y que son objeto
del estudio. La inclusión de las variables adecuadas es importante, ya que si no
están todas las que deben estar se pueden falsear los resultados del estudio y
conducir a conclusiones erróneas.
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Volumen 8. Radiobiología y principios de Oncología
donde β1, β2 y β3 son los coeficientes de regresión del modelo que explican
la variación de Y debida a los valores observados de las variables X1, X2 y X3
respectivamente, que se han recogido durante el desarrollo del estudio clínico.
La principal diferencia con el modelo lineal simple, de una sola variable, es que
el valor de estos coeficientes está afectado por el efecto que las otras variables
tienen sobre el valor de Y. Es usual introducir en el modelo teórico de partida
las interacciones de primer orden entre las variables seleccionadas para parti-
cipar en el estudio; estas interacciones tratan de explicar el efecto conjunto de
cada par de variables sobre el valor de Y y el valor de los coeficientes de regre-
sión γ12, γ13 y γ23 es la expresión de esta doble acción. Finalmente α representa
el valor de Y cuando ninguna de las variables está actuando sobre ella.
Cuando se realiza una regresión la medida de asociación es el valor de los
coeficientes de regresión, entre la variable Y y cada una de las variables (y las
interacciones existentes entre ellas) que forman el modelo. De esta forma, si el
valor de coeficiente es cero o su IC contiene al valor cero, esto indica que esta-
dísticamente la asociación de la variable o de la interacción con la variable Y es
nula. A pesar de ello, una variable con poco peso estadístico o con ausencia de
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Y = (β + δ1 L1 ) X + γ1 L1 + γ2 L2 + α (5)
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Ahora podemos ver más claramente cómo modifica el efecto la variable L1:
modula el valor de β en función del coeficiente δ1.
La regresión lineal no es la más utilizada en el ámbito clínico de la
Radioterapia, pero es el modelo más sencillo. Sin embargo, las ideas que se han
desarrollado en esta sección son válidas para los modelos más utilizados en los
estudios clínicos de Radioterapia: logístico y de Cox.
4.2. Modelo logístico
En un estudio clínico la variable Y investigada puede presentar dos valores
(respuesta binaria); por ejemplo, en el estudio de la respuesta del tejido sano
a un tratamiento de Radioterapia estos valores pueden ser 0, si no se presenta
el efecto, y 1 si el efecto se presenta. En otros casos pueden existir más de dos
valores, pero categorizados, como sucede, por ejemplo, para la respuesta de un
paciente a determinado tratamiento de quimioterapia: 0 si no hay respuesta
al tratamiento, 1 si la respuesta es parcial o 2 si es completa. Para este tipo de
estudios se utilizan los modelos logísticos. Las variables dependientes pueden
ser continuas, binarias o categóricas.
La forma genérica del modelo logístico es:
1
Y= (6)
1 + e−Z
1
Y= (7)
1 + e−(β X+α )
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Y
e(β X+α ) = = OR (8)
1 −Y
1,00
0,75
0,50
Y
0,25
0,00
0 10 20 30 40
Dmedia (Gy)
Figura 2. Modelo logístico de la respuesta de un órgano de riesgo, que puede presentar o
no cierta reacción adversa, en función de la dosis absorbida media que recibe durante un
determinado tratamiento de Radioterapia.
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5. Análisis de supervivencia
Hasta ahora, en los modelos que se han presentado, se ha obviado la in-
fluencia del tiempo, es decir, el análisis se ha realizado sobre una foto fija de
los datos tomada al final del estudio. Sin embargo, en algunos casos analizar la
probabilidad de ocurrencia de un suceso a lo largo del tiempo puede ser rele-
vante. El diseño de estos estudios tiene en cuenta que el paciente será seguido
durante un tiempo determinado o hasta que el estudio finalice. Este hecho ad-
quiere en Radioterapia especial importancia; la eficacia de un tratamiento se
mide por el tiempo que el paciente está libre de enfermedad y la calidad del
mismo por cuánto tardan en aparecer (y en qué grado) los efectos adversos
asociados a su aplicación. En este último punto es importante señalar que, aun-
que todavía no se realiza de manera generalizada, desde hace dos décadas se
ha indicado que para calcular adecuadamente la probabilidad de aparición de
un efecto adverso es necesario realizar un análisis de supervivencia (Bentzen
y cols. 1995); de otro modo, la tasa de incidencia se calcula de forma errónea
porque hay sujetos que en la foto fija final no aparecen, pero sí son evaluados
durante un tiempo en el estudio, por lo que contribuyen a la probabilidad final
del efecto, tal y como veremos posteriormente.
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1 E 3 P
2 E 4 E
3 P 7 P
Paciente
Paciente
4 2 E
E
R E
5 1
6 E 6 E
R
7 P 5
Figura 3. El panel de la izquierda muestra cómo van entrado los pacientes en el estudio,
según el calendario. También muestra cuándo al paciente se le detecta la reacción adversa
(E), suceso final, si el paciente se pierde por algún motivo (P) o si el paciente llega al final
del estudio sin presentar el efecto final (retirado vivo, R). El panel de la derecha muestra el
tiempo que los pacientes han tenido un seguimiento y de qué forma finalizó.
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[0,2[ 7 0 0 1 0 1−0=1 1
Tabla 3. Cálculo de S(t), según el método de KM, para el ejemplo mostrado en la figura 3. La
primera columna muestra los periodos en los que varía la supervivencia. Para cada periodo
se muestran los sujetos que están en riesgo de sufrir el suceso (ni = ni−1 − mi−1 − ri−1 − pi−1),
los que muestran el suceso final (muertos, mi), los sujetos retirados vivos (ri) y los perdidos
(pi). Además se muestra la probabilidad de morir en el intervalo si se había sobrevivido
anteriormente, M(ti |ti−1 ); la probabilidad de sobrevivir ese intervalo si se había sobrevivido
anteriormente S(ti |ti−1 ) = 1 − M(ti |ti−1 ) y la probabilidad de supervivencia acumulada S(ti).
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p
mi
S(ti ) = ∏ 1− (10)
i=0 ni
1,2 1,2
1,0 1,0
0,8 0,8
H(t)
S(t)
0,6 0,6
0,4 0,4
0,2 0,2
0,0 0,0
0 2 4 6 8 10 12 14 16
t (semanas)
Figura 4. Se representa la curva de supervivencia según el método de KM obtenida de los
valores de la tabla 3 (línea continua), junto con su curva de riesgo acumulado (línea a trazos).
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1,0
S(t)
0,8
0,6
1 3 5 7 9
Tiempo de seguimiento (años)
Figura 5. Reproducción de las curvas de supervivencia obtenidas del ensayo clínico “START
A” publicadas en (Haviland y cols. 2013). La supervivencia en este caso representa que el
paciente está libre de enfermedad. La línea continua representa la curva de supervivencia
para el grupo de pacientes que recibió el fraccionamiento estándar: 50 Gy en 25 fracciones
durante 5 semanas. Las otras dos curvas corresponden a los grupos que se trataron con los
fraccionamientos innovadores: 41,6 Gy en 13 fracciones durante 5 semanas (línea punteada)
y 39 Gy en 13 fracciones durante 5 semanas (línea de trazos).
5.3. Modelo de Cox
El método de KM es útil si se quiere estudiar la supervivencia cuando no
intervienen más variables que el tiempo en el análisis. Sin embargo, pueden
existir otras variables que influyan en las posibilidades de que el suceso final se
produzca o no (edad, sexo, existencia de enfermedades previas, etc.), de mane-
ra similar al planteamiento que se propuso en los modelos de regresión lineal y
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logística en sus tres variantes. En estos casos se recurre a otros modelos de re-
gresión que van más allá de la curva de supervivencia, el de uso más extendido
es el modelo de riesgos proporcionales de Cox (Cox 1972).
El planteamiento de este modelo es que el riesgo acumulado se puede ex-
presar como:
6. Estudios epidemiológicos
Se ha ido desgranando a lo largo del capítulo que la evidencia científica va
más allá de la significación estadística e incluso de la fuerza de la asociación
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entre las variables estudiadas. Tan importante como esos factores es el dise-
ño previo que se haya realizado del estudio epidemiológico del que se han
obtenido los datos. El diseño de un estudio no implica solo seleccionar el tipo
de estudio clínico que se va a utilizar, sino que abarca asuntos tan diversos
como los siguientes: el modo en que se haya decidido el tamaño de la mues-
tra, qué información previa se ha buscado y qué fuentes se han utilizado, qué
variables van a ser controladas, cuál es la población de estudio, cómo se han
recogido los datos, qué técnicas estadísticas se van a emplear en el análisis y
otros (Woodward 1999).
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puede ser débil. En los estudios de cohortes, por el contrario, el control de los
sesgos es mucho mayor ya que existe una planificación previa a la recogida de
los datos, además el estudio sigue la evolución natural de los hechos y es más
sencillo demostrar la causalidad. Sin embargo, estos estudios son más costo-
sos tanto en tiempo como económicamente, lo que puede hacerlos inviables
cuando el tiempo de latencia para la aparición del estado final sea elevado (en
el ámbito de la Radioterapia la aparición de ciertos efectos adversos tardíos o
los procesos de carcinogénesis).
Otros estudios de observación muy extendidos son los de corte o transver-
sales. Estos estudios se caracterizan porque analizan el estado de una pobla-
ción en un momento dado del tiempo, lo que impide que se pueda establecer
ninguna relación causal entre las variables estudiadas, pero pueden ser muy
útiles para conocer la situación de un determinada enfermedad o de un deter-
minado proceso. Este hecho los hace apropiados para la mejora en la calidad
de procedimientos asistenciales en la práctica clínica.
Los estudios de intervención se pueden clasificar en dos: si se actúa sobre
el individuo se les denomina ensayos clínicos, si es sobre el grupo son ensayos
comunitarios; los programas de prevención se englobarían en estos últimos.
Los ensayos clínicos pueden o no tener grupo de control, y se denominan alea-
torizados si la asignación a estos grupos, de igual tamaño, se realiza con igual
probabilidad. El proceso de aleatorización debe estar bien detallado cuando se
diseña el estudio y ser adecuado, su no cumplimiento o no idoneidad puede
conducir a sesgos en el estudio. Además, los ensayos pueden incluir diferentes
enmascaramientos: del sujeto observado, que no sabe a qué grupo pertene-
ce; del observador y, finalmente, de la persona que realiza el análisis estadís-
tico. Según los enmascaramientos que el ensayo contenga, se les denomina
de ciego simple, doble o triple. La presencia de los enmascaramientos reduce
la posibilidad de sesgos y, en general, hace que los niveles de asociación sean
menores que si no están presentes en el estudio.
Los pacientes que son seleccionados para entrar en un estudio de inter-
vención deben cumplir unos criterios de elegibilidad muy definidos, si no los
cumple el individuo es descartado para participar en el ensayo. Por otro lado,
el criterio de aleatorización hace que los dos grupos, experimental y de control,
reciban los pacientes de manera que al final del proceso ambos sean equipa-
rables según las variables de confusión que se hayan previsto. Ambas caracte-
rísticas producen que la asociación tenga más posibilidades de estar libre de
confusión y el criterio de causalidad está muy controlado al seleccionar de ma-
nera específica los individuos que pueden participar. Sin embargo, este control
tan estricto hace que los ensayos clínicos tengan en muchos casos problemas
de validez externa, es decir, que las conclusiones a las que se llegan se puedan
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Fundamentos
de Física Médica
Volumen 1
Fundamentos
de Física Médica
adiobiología y principios
Medida de la radiación
Volumen 2
Radiodiagnóstico: bases físicas, equipos
y control de calidad
Volumen 3
Radioterapia externa I.
de Oncología
Bases físicas, equipos, determinación de la dosis
absorbida y programa de garantía de calidad
Volumen 4 Volumen 8
Radioterapia externa II.
Dosimetría clínica, algoritmos de cálculo, Radiobiología y principios
sistemas de planificación y control de calidad
Volumen 5
de Oncología
Volumen 8. R
Braquiterapia: bases físicas, equipos
y control de calidad Editor de la colección:
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Volumen 6
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y control de calidad Damián Guirado Llorente
Volumen 7
Proteccion radiológica hospitalaria
Volumen 8
de Física Médica
Radiobiología y principios de Oncología
Fundamentos
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y control de calidad
Volumen 10
Radiaciones no ionizantes II.
Resonancia magnética. Bases físicas,
equipos y control de calidad
ISBN 978-84-944186-3-1
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