Tarea 03. Tercer Parcial
Tarea 03. Tercer Parcial
Tarea 03. Tercer Parcial
ALUMNO:
Luis Duray Portillo Reyes
Cta. # 201410010667
CLASE:
Psicología Industrial
On-Line
TEMA:
Investigación 03: Violencia en el trabajo
Es algo personal, creo que no debería hacer algo la amiga sino hablar con Ana y
motivarla a que lo haga Ana directamente con recursos humanos, considero que es
una decisión personal que debe hacerlo Ana directamente, en todo caso la amiga
si puede motivar a Ana para que lo haga, si Ana no toma a bien hacerlo entonces la
amiga debería consultar con Ana si ella puede hablar con recursos humanos al
respecto.
Si tiene una solución, lo correcto sería que Ana vaya a recursos humanos y les
explique la situación, seguramente despedirían al Jefe de Ana, sino fuese asi
trasladarían a Ana a otra área, sino se diera ninguna de las dos, por x o y razón,
pienso que a quien despedirían seria a Ana.
4. ¿Ha sabido o visto usted algún caso similar de Acoso y Violencia en su vida
laboral? Si es así de ejemplo y explique.
Caso #1:
Trabajo y hostigamiento
De manera sutil o explícita, los juegos de poder en los vínculos laborales muchas
veces derivan en relaciones tortuosas. Dos mujeres cuentan cómo superaron esas
experiencias.
En el trabajo, además de la capacidad de producir, se pone en juego la autoestima,
la solidaridad, la creatividad... El poder. Los jefes mandan y las manipulaciones
están a la orden del día. Y también las injusticias. Las distorsiones en estas tramas
de vínculos llegan a veces hasta el acoso. ¿Qué salida tienen quienes caen en esos
pantanos de arbitrariedad? Hay muchas maneras de reaccionar en estas
circunstancias. Algunos, como Silvia -53 años, divorciada tras tres décadas de
matrimonio- se animan y dicen “basta”. Ella -que por razones obvias prefiere
mantener en reserva su apellido- cuenta que nunca antes había trabajado. Una
amiga le propuso ser su mano derecha en un organismo estatal. El trabajo consistía
en establecer una red de contactos con docentes y alumnos de todo el país, en una
oficina con cinco empleados. “Para mí fue un gran cambio pasar, de nada, a una
rutina de ocho horas, pero estaba feliz: tenía trabajo. Al principio fue duro, no nos
daban ni media hora para almorzar. Eso, después, fue un detalle. De pronto, yo
saludaba a alguien y mi jefa -a la que creía una amiga- se irritaba; quería saber de
dónde los conocía, de qué hablábamos. O, si yo aparecía bien vestida, ella hacía
comentarios y terminaba diciendo, en tono de rezongo, que tenía que ir a comprarse
ropa”.
“El acoso era psicológico. En las reuniones de equipo se dedicaba a hablar casi
exclusivamente de lo mal que supuestamente yo hacía todo. Una vez me pidió que
armara una lista de los estudiantes que se habían inscripto en un curso a distancia.
Se lo entregué y enloqueció. ¿Cómo no lo había hecho alfabéticamente?, dijo,
furiosa. Nunca me había pedido eso. Otra vez, me pidió que hiciera unas gacetillas
sobre unos programas de estudio, pero sin darme ninguna información. Y a la
gacetilla la tenía que enviar por mail al día siguiente. Fue un calvario encontrar datos
y descifrar en qué consistían esos programas. Encima, yo llegaba tarde a las
reuniones de equipo no por impuntual, sino porque ella cambiaba los horarios y no
me avisaba. Entonces dedicaba veinte minutos a despotricar sobre mi falta de
consideración hacia los demás”.
La persecución no tenía tregua y Silvia se sentía cada vez peor. “Empecé a tener
miedo, cada vez más. Se estableció una relación de sometimiento tremenda. No
podía dormir a la noche pensando en lo que me esperaba al día siguiente. Pero no
podía dejar el trabajo, tenía que comer”.
Su jefa había contratado a dos personas que ante estas situaciones humillantes
miraban para otro lado. Parecía que el único tema era el mal desempeño de Silvia.
Sin embargo, en el mismo departamento, otros la defendían y llegaron a enfrentar
a esta jefa: “¿Qué te pasa con Silvia?”, la encararon un día. “Lo que más me
sorprendió fue entender que mis compañeros estaban convencidos de que ella era
así conmigo porque, según decían, en realidad, ‘me tenía ganas’. Esto me
avergüenza, pero es posible que haya sido cierto. Ella empezó a tratarme mal
cuando yo empecé a relacionarme con otras mujeres del trabajo. Quizá le di una
pista falsa, no sé, no lo tengo claro”.
Poner un límite
Al terminar su relato, Silvia hace un gesto con la mano y recuerda: “Un día, bastante
después, me reencontré con mi ex jefa en un cruce de pasillo. ¿Sabes qué me dijo?
‘¡Qué bien te fue haciéndote la débil!’. No le respondí. Por suerte, para mí, ella es
historia pasada”.
Insultos y empujones
Llorar de impotencia
Clara recuerda que trataba de olvidarse mientras veía pasar las horas, los platos,
los clientes. Pero un domingo sintió que no soportaba más. “Pasaba un compañero
con una bandeja con cuchillos y se me cruzó una idea loca. Dije: agarro uno y se lo
clavo. Lo mato”.
Clara se encerró en el baño y se puso a llorar. Salió al rato con la cara hinchada.
Hasta ahí había llegado. “Decidí que no seguía más. Me fui sin dinero, sin otro
trabajo, nada. Simplemente dije basta. El contador de la empresa, cuando me hizo
la liquidación, me aseguró que él no sabía nada de lo que pasaba. Yo sentí que en
ese momento me sacaba la cadena que había arrastrado durante cuatro años. ¡No
entiendo cómo pude soportar tanto! Creo que esa clase de maltrato, que se vive a
cuentagotas, día a día, tiene algo contaminante. Uno se acostumbra, padece, y no
sabe cómo liberarse. Por suerte, en un instante, yo me di cuenta y me liberé”.
Radiografía
Los cuadros de acoso laboral varían de acuerdo con el ámbito en que se producen
y de acuerdo a los códigos propios de cada actividad y las personalidades de sus
actores. Pero más allá de sus peculiaridades, en líneas generales se identifican
algunos comportamientos clásicos. Por ejemplo:
¿Cómo encuadrar el acoso laboral cuando, como en Argentina, no hay una ley que
lo tipifique? “El acoso se puede describir como la creación de condiciones de trabajo
que hacen sentir al empleado disminuido, desvalorizado, avasallado en sus
derechos”, dice Alejandro Ferrari, abogado laboralista. “Aun sin ley que encuadre
estos casos, hay un aspecto que lo define: el acoso se basa en una relación de
poder, si no hay jerarquía, no hay acoso. El acosado está, de algún modo,
subordinado al acosador y siente la presión de la jerarquía. Lo cierto es que las
denuncias por acoso laboral son difíciles de probar. Muchas veces no son
cuestiones objetivas, sino sensaciones. Por eso los compañeros son importantes ya
que pueden defender al acusado, aunque también pueden sumarse al acoso”.
Conflicto (natural entre las personas) con la violencia (tanto física como psicológica)
que puedan ejercer unas sobre otras.
En el ámbito del trabajo, esta violencia puede provenir de dos fuentes distintas. Por
una
Vigentes, así como por el compromiso que adoptan con la salud de sus
trabajadores.
La psicología organizacional es la rama de la psicología que se encarga del estudio
del comportamiento del ser humano en el mundo del trabajo y las organizaciones,
además de los fenómenos psicológicos individuales al interior de las
organizaciones.
Es una disciplina científica que estudia la conducta del ser humano y sus
experiencias en el contexto del trabajo y la organización desde una perspectiva
individual, grupal y organizacional. Tiene por objetivo describir, explicar y predecir
estas conductas, pero también resolver problemas concretos que aparecen en estos
contextos. Su finalidad principal se resume en dos:
* antes de que aparezcan los conflictos, debe estar atento a cualquier signo negativo
para prevenirlos a través de diferentes procedimientos, como ser entrevistas
personales, encuestas o cuestionarios que permitan a los empleados expresar sus
inquietudes y sugerir mejoras;
Un psicólogo I-O utiliza la información del análisis de trabajo para determinar las
dimensiones de desempeño de un trabajo, y luego construir una escala de
clasificación para describir cada nivel de rendimiento para el trabajo. A menudo, el
psicólogo I-O será responsable de la formación del personal de la organización
cómo utilizar el instrumento de evaluación del desempeño, incluyendo formas de
minimizar el sesgo cuando se utiliza la escala de calificación, y cómo proporcionar
retroalimentación sobre el desempeño eficaz. Además, el psicólogo I-O puede
consultar con la organización en que formas puede utilizar la información de
evaluación del desempeño para las iniciativas de gestión del rendimiento más
amplio.
Los psicólogos especializados en esta rama es conocer como uno de los individuos
afecta al resto de personas de una organización, y al mismo tiempo como ésta
afecta sobre el comportamiento de ellos. Así el especialista puede optimizar
diferentes variables que ayudarán a los propios trabajadores y a la empresa u
organización.
Son los encargados de organizar, dirigir y plantear toda la actividad de las personas
que se realiza dentro de la organización, así como de las relaciones que se
mantienen entre los diferentes trabajadores.
Cuando existe algún conflicto o problema que pueda poner en riesgo el ambiente
de trabajo y, por tanto el desarrollo laboral de la empresa. Mediante el uso de
diferentes habilidades cognitivas y conductuales, el profesional debe encontrar una
solución, apoyándose para ello en la observación, el análisis y el diagnóstico de los
problemas existentes.
Entender: Que todos somos parte de un sistema, y que nos interrelacionamos unos
con otros, haciendo nuestra coexistencia parte vital del diario andar de nuestro
compañero de trabajo.
Bienestar común: Lograr que todos los empleados de una compañía puedan
convivir bajo un ambiente armonioso.
Influenciar para bien: Hacer que todos los practicantes de un similar sector, realicen
su labor en pro y beneficio del departamento y no por un fin propio
Mejorar rendimientos: Trabajar en equipo, para que el eslabón más débil del grupo
se beneficie de las virtudes del empelado más óptimo del sector laboral donde
conviven.
Los métodos que utiliza la Psicología organizacional; son variados pero igual de
eficaces, he aquí los más comunes:
Observación: Detallar las actuaciones del individuo, al saber que está siendo
evaluado para un cargo, y así ver cómo se comporta bajo presión.
Técnicas objetivas: Todo lo que sea analítico por medio de un cuestionario, check
list, test, o algún otro medio, que nos concedan datos puntuales del empleado para
su estudio.
En todos los lugares de trabajo existe la posibilidad de que surjan actitudes violentas
entre los empleados. La violencia puede estar dirigida a los supervisores o a los
compañeros y tener muchos niveles, desde iniciar habladurías o tener un altercado
hasta atacar a alguien físicamente. En raras ocasiones, la violencia puede hasta
manifestarse en forma de agresión a mano armada.
Amenazas
Un empleado puede amenazar a un colega, el jefe o el lugar de trabajo de forma
directa o indirectamente, ya sea en persona o a través de cartas o llamadas
telefónicas.
Ataques físicos
En algunos casos, un empleado puede volverse físicamente agresivo, por ejemplo,
empujando, haciendo tropezar o golpeando a un colega. También puede demostrar
su agresividad lanzando archivos o tazas de café, o saboteando equipos.
Agresión armada
En casos extremos, un empleado puede pensar obsesivamente en lo que considera
una
Llevada a cabo. Promover el complot sobre el/la subordinado/a.
Señales de alerta
El comportamiento violento rara vez surge sin preaviso. Antes de ejecutar un acto
de violencia, un empleado podría comportarse de forma nerviosa, defensiva,
agresiva o amenazadora, o reaccionar exageradamente ante un cambio en la
política laboral. A menudo, estos empleados tienen antecedentes de aislamiento,
depresión, violencia familiar o abuso de sustancias; muchos están obsesionados
con las armas.
Violencia político-burocrática
Violencia física: Es el empleo de la fuerza física contra otra persona o grupo, que
produce daños físicos, sexuales o psicológicos. Se incluyen en ella las palizas,
patadas, bofetadas, puñaladas, tiros, empujones, mordiscos y pellizcos.
Abuso: Comportamiento que humilla, degrada o indica de otro modo una falta
de respeto a la dignidad y valor de una persona.
"El acoso moral en el trabajo también se define como “Mobbing” se define como
toda conducta abusiva (gesto, palabra, comportamiento, actitud) que atenta, por su
repetición o sistematización, contra la dignidad o la integridad psíquica o física de
una persona, poniendo en peligro su empleo o degradando el ambiente de trabajo",
define la psiquiatra y psicoanalista francesa Marie-France Hirigoyen. Se trata de una
violencia en pequeñas dosis pero cuyo efecto acumulativo de micro traumatismos
frecuentes y repetidos constituye la agresión.
Es un fenómeno que despierta enorme preocupación social en Europa y se espera
que pronto se reglamente su sanción. Pero es necesario diferenciar el acoso de lo
que no lo es, como por ejemplo, el estrés, el conflicto, el maltrato de la dirección, la
agresión esporádica, la violencia externa, la violencia física y la violencia sexual, las
malas condiciones de trabajo y las coacciones profesionales. Si bien se trata de
límites difusos y cuestiones emparentadas, el acoso moral se identifica como una
conducta abusiva, humillante, continua, oculta, consciente, asimétrica y degradante
del ambiente laboral. Con respecto al acoso sexual, Hirigoyen realiza una distinción
teórica entre ambas problemáticas aunque reconoce que es frecuente el paso de
Las víctimas consecuencias diferentes, según la fase del proceso en que se
encuentre
El acosador tiene una intencionalidad de carácter instrumental (como medio
de alcanzar un fin) o de carácter finalista (la destrucción de la víctima, sin
más).
Hay desequilibrio de poder entre las partes enfrentadas, o al menos la víctima
no dispone de los recursos necesarios para hacer frente.
Violencia tipo II, violencia de servicios. Los agresores suelen ser clientes de
los productos o servicios que se suministran que se sienten agraviados,
maltratados, frustrados, engañados o, en general, emocionalmente
resentidos por la relación comercial establecida. (ej.: ocurren en las
relaciones comerciales de servicios:
Agresión física (realizar intentos para golpear, empujar, amenazar con algún
objeto, escupir, etc.).
De forma genérica, los estudios sobre violencia presentan que las dos causas más
generales causantes de la violencia son:
Factores biológicos. El estudio del genoma y de los neurotransmisores
cerebrales hace cada día más evidente la relevancia de los factores
biológicos en la conducta. Una serie de estudios consideran, que en algunos
sujetos existen factores biológicos que los predisponen especialmente a
conductas agresivas y que los hacen más inestables y emocionalmente
explosivos. Estos datos indican que el riesgo de desarrollar conductas
agresivas es mayor en unas personas que en otras, independientemente de
los contextos o situaciones.
Amenazas/Verbales
Circulan tumores
Violencia física
Agresiones/amenazas físicas
Desperfectos en el trabajo/casa
Trabajos peligrosos/nocivos
Ignoran tu presencia
Sobrecarga de trabajo
Tareas absurdas/inútiles
Evitan contacto
JURISDICCIÓN SOCIAL
El trabajador/a víctima de acoso moral puede acudir a los Juzgados de lo Social y
solicitar, de acuerdo con el artículo 50 del ET, la extinción voluntaria de su contrato.
4. HIPÓTESIS DE AGRESIÓN-FRUSTRACIÓN/JUSTICIA
5. INTIMIDACIÓN
Caso#1
Una mujer denunció ante la Justicia que en su trabajo había sido víctima de un
virtual confinamiento a una oficina reducida, sin ventilación ni calefacción y aislada
completamente del resto de sus compañeros. Los jueces validaron su reclamo al
considerar que la actitud de la empresa fue humillante y degradante. Y obligaron a
la firma a pagarle a la trabajadora una indemnización mayor a la establecida por la
Ley de Contrato de Trabajo, “en concepto de resarcimiento del daño moral”.
Todo comenzó cuando la empleada fue trasladada hacia una oficina pequeña, sin
adecuadas condiciones de higiene, ventilación ni calefacción, donde no podía
interactuar con otros compañeros y en donde tampoco contaba con los elementos
de trabajo necesarios para realizar sus quehaceres diarios. El “confinamiento” le
produjo “situaciones de angustia, estados depresivos, creciente desestabilización
emocional y paulatina pérdida de confianza”, que motivaron su reclamo ante la
Justicia.
El tribunal consideró que “la arbitraria conducta empresaria constituyó, sin dudas,
un medio de ejercicio de violencia psicológica en perjuicio de la trabajadora” y que
estuvo “dirigido a degradarla dentro de la organización empresarial, mediante la
humillación y el aislamiento”. Y afirmó que las condiciones del ambiente laboral al
que fue trasladada pusieron de manifiesto que el traslado implicó para la trabajadora
un “tratamiento diferenciado” que repercutió en su plano personal y psíquico.
Además, no avalaron el reclamo de la empresa, que se creía amparada en las
facultades de dirección empresaria que le permiten que cambiar determinadas
condiciones de trabajo o modalidades de prestación; y entendieron que el traslado
parece haber respondido a una especie de castigo ejemplificado para los demás
empleados.
Consecuentemente, los jueces resolvieron que la empresa debe indemnizar a la
trabajadora con las reparaciones tarifarias que contempla la Ley de Contrato de
Trabajo más un monto adicional para reparar el daño moral causado.
En la actualidad, mientras los reclamos por acoso laboral o mobbing se multiplican
en los juzgados del trabajo, los magistrados condenan los casos de hostigamiento,
acoso y trato degradante. Sin embargo, no hay una ley que regule la figura del
“acoso laboral”. El año pasado se presentó en el Congreso un proyecto de ley que
fue aprobado por la Cámara de Diputados, pero aún no fue discutido en la Cámara
alta ya que en las siete oportunidades en las que se intentó tratar no hubo quórum.
Caso#2
“No sirven para nada”:
Violencia laboral en las maquilas
Debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta basada
en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la
mujer, tanto en el ámbito público como en el privado.
Este concepto se refiere a la violencia en sus diferentes manifestaciones y en
diferentes ámbitos, y el laboral no está exento de esos actos de “predominio
patriarcal”, y se manifiesta como abuso de poder para doblegar la voluntad del otro,
mediante el empleo de la fuerza física, psicológica, económica y política. Al existir
la violencia laboral contra la trabajadora, se atenta contra su dignidad, integridad
física, sexual, psicológica y social, mediante amenazas, intimidación, maltrato,
persecución, menosprecio, insultos, bromas sarcásticas reiteradas, discriminación
negativa, desvalorización de la tarea realizada, imposición, inequidad salarial,
traslados compulsivos, acoso moral y el acoso sexual.
http://www.psicologia-online.com/ebooks/riesgos/capitulo6_3.shtml
Informesviolenciaeneltrabajo.blogspot.com
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pdf
www.trabajo.gov.ar/oavl/
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definicion-de-psiologia-organizacional-rol-y-funciones-del-psicologo-extraido-
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