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ENSAYO

El ensayo es un tipo de texto en prosa que analiza, interpreta o evalúa un tema. Se


considera un género literario comprendido dentro del género didáctico.
Las características clásicas más representativas de un ensayo son:

 Es un escrito serio y fundamentado que sintetiza un tema significativo. Que tiene como finalidad
argumentar el tema.
 Posee un carácter preliminar, introductorio, de carácter propedéutico.
 Presenta argumentos y opiniones sustentadas.

Casi todos los ensayos modernos están escritos en prosa. Si bien los ensayos suelen ser
breves, también hay obras muy voluminosas como la de John LockeEnsayo sobre el
entendimiento humano.
En países como Estados Unidos o Canadá, los ensayos se han convertido en una parte
importante de la educación. Así, a los estudiantes de secundaria se les enseña formatos
estructurados de ensayo para mejorar sus habilidades de escritura, o en humanidades
y ciencias sociales se utilizan a menudo los ensayos como una forma de evaluar el
conocimiento de los estudiantes en los exámenes finales, o ensayos de admisión son
utilizados por universidades en la selección de sus alumnos.

Por otra parte, el concepto de "ensayo" se ha extendido a otros ámbitos de expresión


fuera de la literatura, por ejemplo: un "ensayo fílmico" es una película centrada en la
evolución de un tema o idea; o un "ensayo fotográfico" es la forma de cubrir un tema
por medio de una serie enlazada de fotografías.

El ensayo literario se caracteriza por su amplitud en tratar los temas. La mayoría parten
de una obra literaria pero el ensayo literario no se limita a su estudio exclusivo. En un
texto subjetivo donde se combinan la experiencia del ensayista, hábitos de estudio,
trabajo literario y opiniones de una persona que muestra interés en la literatura. Los
ensayos literarios tienen características comunes: subjetividad, sencillez y estilo del
ensayista. Así busca resaltar el punto de vista, reflexiones literarias y pensamiento del
autor. En cambio el ensayo científico trata un tema del campo de las ciencias formales,
naturales y sociales con creatividad, logrando una combinación del razonamiento
científico con el pensamiento creativo del ensayista. En el ensayo científico se toma de
la ciencia la meta, que es buscar y explorar la realidad en busca de la verdad. Del aspecto
artístico toma la belleza y la expresión a través de la creatividad sin descuidar el rigor
del método científico y la objetividad de las ciencias.
Definición
Un ensayo es una obra literaria relativamente breve, de reflexión subjetiva pero bien
informada, en la que el autor trata un tema por lo general humanístico de una
manera personal y sin agotarlo, y donde muestra cierta voluntad de estilo, de forma
más o menos explícita, encaminada a persuadir al lector de su punto de vista sobre
el asunto tratado. El autor se propone crear una obra literaria y no simplemente
informativa, y versa sobre todo de temas humanísticos (literatura, filosofía, arte,
ciencias sociales y políticas...), aunque también, más raramente, de asuntos
científicos.
El ensayo, a diferencia del texto informativo, no posee una estructura definida ni
sistematizada o compartimentada en apartados o lecciones, por lo que suele
carecer de aparato crítico, bibliografía o notas, o estas son someras o sumarias (en
el caso del ensayo escolar, es preciso aportar todas las fuentes); ya desde
el Renacimiento se consideró un género más abierto que el
medieval tractatus o tratado o que la suma, y se considera distinto a ellos no solo en
su estructura libérrima y nada compartimentada en secciones, sino también por su
voluntad artística de estilo y su subjetividad, ya que no pretende informar, sino
persuadir o convencer del punto de vista del autor en el tratamiento de un tema que,
como ya se ha dicho, no pretende agotar ni abordar sistemáticamente, como el
tratado: de ahí su subjetividad, su carácter proteico y asistemático, su sentido
artístico y su estructura flexible, que personaliza la materia.
El ensayo es una interpretación o explicación de un determinado tema —
humanístico, filosófico, político, social, cultural, deportivo, por mencionar algunos
ejemplos—, desarrollado de manera libre, asistemática, y con voluntad de estilo sin
que sea necesario usar un aparataje documental.
En la Edad Contemporánea este tipo de obras ha llegado a alcanzar una posición
central.
En la actualidad está definido como género literario, debido al lenguaje, muchas
veces poético y cuidado que usan los autores, pero en realidad, el ensayo no
siempre podrá clasificarse como tal. En ocasiones se reduce a una serie
de divagaciones y elucubraciones, la mayoría de las veces de aspecto crítico, en las
cuales el autor explora un tema concreto o expresa sus reflexiones sobre él, o
incluso discurre y diserta sin tema específico.
Ortega y Gasset lo definió como «la ciencia sin la prueba explícita». Alfonso
Reyes afirmó que «el ensayo es la literatura en su función ancilar» —es decir, como
esclava o subalterna de algo superior—, y también lo definió como «el Centauro de
los géneros». El crítico Eduardo Gómez de Baquero —más conocido como
Andrenio— afirmó en 1917 que «el ensayo está en la frontera de dos reinos: el de
la didáctica y el de la poesía, y hace excursiones del uno al otro». Y por su
parte Eugenio d'Ors lo definió como la «poetización del saber».
Utiliza la modalidad discursiva expositivo-argumentativa y un tipo de
«razonamientos blandos» que han sido estudiados por Chaïm Perelman y Lucie
Ollbrechts-Tyteca en su Tratado de la argumentación.
A esto convendría añadir además que en el ensayo existe, como ha apreciado el
crítico Juan Marichal, una «voluntad de estilo», una impresión subjetiva que es
también de orden formal.
Otros géneros didácticos emparentados con el ensayo son:

 El discurso (en el sentido de «discurrir» sobre un tema concreto).


 La disertación.
 El artículo de prensa.
 Los géneros renacentistas y humanísticos del Diálogo, en sus variantes Platónica, Ciceroniana
y Lucianesca.
 La epístola.
 La miscelánea

Historia del ensayo

Portada de Essays de Francis Bacon de la primera edición de 1597 que luego iría revisando y
ampliando hasta la versión definitiva de 1625. También Michel de Montaigne revisó sus Essais. En
la segunda imagen, conservada en la Biblioteca Municipal de Burdeos, sobre una copia de su quinta
edición escribió sus propias adiciones y modificaciones manuscritas con las que se publicó su última
edición a título póstumo en 1595.

El desarrollo moderno y más importante del género ensayístico vino sobre todo a partir de los Essais
(1580) del escritor renacentista francés Michel de Montaigne. Unos años después, Francis Bacon
siguió su ejemplo y publicó sus Essays que en su primera edición de 1597 contenía 10 ensayos y en
su tercera edición, la más amplia e impresa en 1625, contenía 59 ensayos.

Los precedentes más antiguos del ensayo hay que buscarlos en el género epidíctico de la oratoria
grecorromana clásica; las Cartas a Lucilio (de Séneca) y los Moralia (de Plutarco) vienen a ser ya
prácticamente colecciones de ensayos. En el siglo III d. C. Menandro el Rétor, aludiendo a ello bajo
el nombre de «charla», expuso algunas de sus características en sus Discursos sobre el género
epidíctico:

Tema libre (elogio, vituperio, exhortación).

Estilo sencillo, natural, amistoso.

Subjetividad (la charla es personal y expresa estados de ánimo).

Se mezclan elementos (citas, proverbios, anécdotas, recuerdos personales).

Sin orden preestablecido (se divaga), es asistemático.

Extensión variable.

Va dirigido a un público amplio.


Conciencia artística.

Libertad temática y de construcción.

En Grecia donde el ensayo tiene su origen, se consideraba como una proposición original que
dispone elementos de creación, generación e innovación. Se partía del conocimiento normal
(establecido) para romperlo. A partir de elementos que lo hacen, al conocimiento, diferente en:
perspectiva, conjunción, relación, conformación, etc.

Japón

Yoshida Kenko (1283-1350). Monje budista japonés autor de Tsurezuregusa, colección de 243
ensayos cortos, publicados póstumamente. Tratan de la belleza de la naturaleza, la transitoriedad
de la vida, las tradiciones, la amistad y otros.

Artículo principal: Zuihitsu

Los ensayos existían en Japón varios siglos antes de que se desarrollaran en Europa en un género
denominado Zuihitsu que se remonta a casi los inicios de la literatura japonesa. Muchas de las
primeras obras más notables de la literatura japonesa están en este género. Un ejemplo notable es
Makura no Sōshi (El libro de la almohada) del siglo XI escrito por Sei Shonagon, dama de compañía
de la emperatriz, en la que recogió sus experiencias diarias en la corte Heian. Un segundo ejemplo
es Tsurezuregusa (Ensayos en ociosidad) escrito por el monje budista Yoshida Kenkō. Kenkō
describió sus breves escritos de manera similar a Montaigne, refiriéndose a ellos como
"pensamientos sin sentido", escritos en "horas muertas". Se trata de su trabajo más famoso y una
de las obras más estudiadas de la literatura japonesa medieval.

Evolución del ensayo en España

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