100% encontró este documento útil (1 voto)
242 vistas11 páginas

La Casación 626

La Casación 626-2013 Moquegua establece criterios vinculantes y no vinculantes sobre la prisión preventiva. Los fundamentos vinculantes requieren que la audiencia se divida en cinco partes para discutir cada presupuesto por separado, y que la resolución esté debidamente motivada. También establecen que para el primer presupuesto se debe demostrar una alta probabilidad de los hechos mediante pruebas suficientes, y que para el segundo presupuesto se deben considerar atenuantes, agravantes y la pena posible luego del juicio.

Cargado por

Lmmm
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
100% encontró este documento útil (1 voto)
242 vistas11 páginas

La Casación 626

La Casación 626-2013 Moquegua establece criterios vinculantes y no vinculantes sobre la prisión preventiva. Los fundamentos vinculantes requieren que la audiencia se divida en cinco partes para discutir cada presupuesto por separado, y que la resolución esté debidamente motivada. También establecen que para el primer presupuesto se debe demostrar una alta probabilidad de los hechos mediante pruebas suficientes, y que para el segundo presupuesto se deben considerar atenuantes, agravantes y la pena posible luego del juicio.

Cargado por

Lmmm
Derechos de autor
© © All Rights Reserved
Nos tomamos en serio los derechos de los contenidos. Si sospechas que se trata de tu contenido, reclámalo aquí.
Formatos disponibles
Descarga como DOCX, PDF, TXT o lee en línea desde Scribd
Está en la página 1/ 11

La Casación 626-2013 Moquegua: un

resumen de todos sus fundamentos*


03/08/2017
Fabiola Franceza

La Casación 626-2013 Moquegua: un resumen de todos sus fundamentos

En la audiencia de apelación realizada el lunes pasado con el propósito de

discutir la prisión preventiva dictada contra Ollanta Humala y Nadine Heredia,

la fuente de derecho más citada por las partes fue la Casación N° 626-2013

Moquegua. No solo fue invocada en reiteradas ocasiones tanto por el fiscal

Rafael Vela como por los abogados de los procesados, sino que unos y otros

se acusaron de no conocer, e incluso, de no haber leído la mencionada

casación.

La importancia de la Casación N° 626-2013 Moquegua, que establece

jurisprudencia vinculante sobre la audiencia, motivación y elementos de la

prisión preventiva, no es menor. De hecho, desde que fue publicada en febrero

del año pasado, ha sido reconocida como una medida positiva por diversas

instituciones que permanentemente monitorean la situación de la prisión

preventiva en el Perú y la región (el IDL, entre ellas). Y en esa misma línea,

este año ha sido destacada por la Comisión Interamericana de Derechos

Humanos (CIDH) como un “avance significativo a fin de garantizar la

excepcionalidad del uso de la prisión preventiva” (ver Comunicado de Prensa

29/17)

Por esta razón y, mientras se espera conocer la decisión de la Segunda Sala

Penal de Apelaciones Nacional (que podría confirmar o revocar la resolución

del juez Concepción Carhuancho, quien dictó 18 meses de prisión preventiva

para la pareja ex presidencial), compartimos el siguiente cuadro, que ha sido


elaborado por el área de Justicia Previa al Juicio del IDL y que contiene un

resumen de todos los criterios (vinculantes y no vinculantes) de la Casación

N° 626-2013 Moquegua.

Fundamentos vinculantes y no vinculantes de la Casación N° 626-2013 Moquegua


SOBRE EL REQUERIMIENTO, AUDIENCIA Y AUTO DE PRISIÓN PREVENTIVA
Fundamentos no vinculantes Fundamentos vinculantes
• Para tomar una decisión, el juez debe cumplir una • La audiencia de prisión preventiva se dividirá
función activa en la audiencia de prisión preventiva, esto necesariamente en cinco partes, de modo que se aborden
es, buscar la mayor información y de la mejor calidad. i) primer presupuesto; ii) segundo presupuesto; iii) tercer
presupuesto; iv) proporcionalidad; y v) duración de la
medida. Se ejercerá contradicción punto por punto y solo
• Una buena práctica a seguir en la audiencia de prisión agotado un tema, se pasará al siguiente. Esto posibilitará
preventiva y que asegurará que el juez esté en las mejores que el juez analice y resuelva cada uno.
condiciones para tomar una decisión, es que la
argumentación de los presupuestos del artículo 268 del
Nuevo Código Procesal Penal (NCPP) se haga • El fiscal debe comprender cada uno de estos aspectos en
presupuesto por presupuesto, de modo que solo se pase al su requerimiento escrito, fundamentando cada extremo
siguiente punto una vez que las partes hayan expuestos exhaustivamente. Esto posibilitara que la defensa los
sus argumentos y contraargumentos, y que el juez haya examine antes de la audiencia, se prepare y pueda
tenido la posibilidad de hacer preguntas al respecto. pronunciarse sobre estos.

(Fundamento 24)
• Primero se abordará el primer presupuesto. El fiscal
debe relatar los hechos y la intervención del imputado
sobre la base de los elementos materiales obtenidos.
Luego, la defensa expondrá lo necesario.

• En este punto, la función del juez es realizar la


audiencia, captar la información y expedir la resolución,
de manera oral y escrita.

• Su labor de dirección es central, y por lo tanto, debe


controlar los tiempos, focalizar que las partes se refieran
a un tema específico y evitar que se discutan derechos que
no correspondan a la naturaleza de la audiencia. Además
debe controlar que ante la argumentación de cada
presupuesto haya contradicción, porque solo así la
contraparte podrá recordar y refutar lo que se acaba de
argumentar. En ese sentido, el juez debe proveer garantías
pero también eficiencia.

• Agotada la discusión sobre el primer presupuesto, y


habiendo el juez captado la información que requiere,
indicará a el fiscal que continúe con la argumentación del
segundo presupuesto, bajo los mismos términos.

• En la discusión del tercer presupuesto, el fiscal debe


especificar los elementos de peligro procesal que alegue.
Y tras la réplica de la defensa, el juez estará en mejores
condiciones de determinar cuál es la magnitud del peligro
procesal.

• Finalmente, se fundamentará la proporcionalidad, la


magnitud del peligro procesal acreditado y la duración de
la medida.
• El fiscal debe fundamentar por qué es idónea, necesaria
y proporcional en sentido estricto, de conformidad con el
artículo 122 del NCPP, tanto en su requerimiento escrito
como en sus alegaciones orales. La defensa podrá
cuestionarlo.

• Al tratarse de una decisión jurisdiccional que afecta


derechos fundamentales, la motivación debe ser estricta y
debe cumplirse en todos los actos antes señalados.

• La motivación debe incluir a) comprensión del problema


y lenguaje claro y accesible; b) reglas de la lógica y
argumentación; c) congruencia; y d) fundamentación
jurídica, doctrinaria y jurisprudencial.

• El uso inmotivado de la prisión preventiva debe ser


perseguido y sancionado mediante procesos disciplinarios
y en su caso, procesos penales.
SOBRE EL PRIMER PRESUPUESTO: LOS FUNDADOS Y GRAVES ELEMENTOS DE
CONVICCIÓN
Fundamentos no vinculantes Fundamentos vinculantes
• Debe acreditarse mediante datos objetivos que cada uno • No se exige que se tenga certeza sobre la imputación,
de los aspectos de la imputación tiene una posibilidad de solo que exista un alto grado de probabilidad de la
ser cierta. ocurrencia de los hechos, mayor al que se obtendría al
formalizar la investigación preparatoria; esto, sobre la
base de toda la información oralizada y acopiada hasta ese
momento (primeros recaudos).

• Sobre los actos de investigación se debe realizar un


análisis de suficiencia similar al que se hace en la etapa
intermedia. Los actos de investigación se deben evaluar
individualmente y en su conjunto, extrayendo su
fiabilidad y aporte, a efectos de concluir si es que la
probabilidad sobre el hecho es positiva. Si el fiscal se basa
en prueba indiciaria, deben cumplirse los criterios
contenidos en la Ejecutoria Vinculante recaída en el
Recurso de Nulidad N° 1912-2009-Piura, del 6 de
setiembre de 2005.

• El fiscal debe sustentar claramente su aspecto fáctico y


su acreditación, para que la defensa pueda allanarse o
refutarlo, argumentando irresponsabilidad, causa de
justificación, inculpabilidad, error, etc. El juez deberá
valorar ambos argumentos, pronunciarse, y si este último
está sólidamente fundamentado, hará decaer elfumus
delicti commisi.

(Fundamentos 27, 28 y 29)


SOBRE EL SEGUNDO PRESUPUESTO: LA PROGNOSIS DE LA PENA
Fundamentos no vinculantes Fundamentos vinculantes
• El análisis sobre la posible pena a imponerse no solo • La determinación de la pena debe considerar tres
debe atender a la pena legal fijada, sino que debe factores: a) circunstancias generales atenuantes y
considerar los principios de lesividad y proporcionalidad agravantes; b) causales de disminución o agravación de la
–previstos en los artículos IV y VIII del Título Preliminar punición; y c) la regla del artículo 45 del NCPP y las
del NCPP–, así como las diversas circunstancias, que fórmulas de derecho premial. Este listado no es taxativo,
podrían influir sobre la determinación de la pena final, por lo que el juez puede considerar otra circunstancia que
que no necesariamente será la máxima fijada por ley. modifique la pena, siempre que lo justifique en la
resolución.
• Es desproporcional dictar prisión preventiva a quien
sería sancionado con una pena privativa de libertad
suspendida, posibilidad prevista para aquellos casos en
que la pena establecida es menor de cuatro años y no haya
proclividad a la comisión de delitos.

(Fundamentos 31 y 32)
SOBRE EL TERCER PRESUPUESTO: LOS ELEMENTOS DEL PELIGRO DE FUGA
Fundamentos no vinculantes Fundamentos vinculantes
• El peligro procesal es el presupuesto más importante y
la razón por la que se dicta la prisión preventiva.

• La Corte Interamericana ha señalado que el peligro


procesal no se presume, sino que debe realizarse la
verificación en cada asunto, fundado en circunstancias
objetivas y ciertas del caso concreto.

• El artículo 269 del NCPP establece una serie de criterios


no taxativos que debe evaluar el juez de la investigación
preparatoria para determinar la existencia de peligro de
fuga.
• Toda vez que los criterios para establecer el peligro El arraigo
procesal no son taxativos, tampoco lo son los del arraigo. • No existe ninguna razón jurídica para entender que la
presencia de algún tipo de arraigo (criterio no taxativo)
descarta, a priori, la utilización de la prisión preventiva.
• Las especies de arraigo (familiar, laboral, posesión y
titularidad de bienes) son criterios que desincentivan la • La sola inexistencia de arraigo tampoco genera la
fuga del imputado. Sin embargo, su ausencia también aplicación automática de la prisión preventiva, sobre todo
permite valorar, con otros factores, el peligro de fuga. cuando existen otras medidas que pudieran cumplir estos
fines. Por eso, este requisito debe valorarse en conjunto
con otros para establecer si es que en un caso concreto
existe o no peligro de fuga.

(Fundamentos 39 y 40)
La gravedad de la pena • De la gravedad de la pena solo se obtiene un dato sobre
• A diferencia del arraigo, no es un elemento de el peligro de fuga, que debe ser valorado en conjunto con
proporcionalidad, sino un dato objetivo que se basa en una otros requisitos que también lo sustenten.
máxima de la experiencia: que por temor ante una posible
condena y aplicación de una pena grave, el imputado se
fugue. (Fundamento 43)

• La sola presunción de fuga no puede sustentar un pedido


de prisión preventiva.
• No puede entenderse que la primera parte de este criterio La magnitud del daño causado
–la magnitud del daño causado– hace referencia a la • La única forma de interpretación no lesiva a los derechos
forma de realización del delito ni a la reacción que el del imputado es la que entiende que la magnitud del daño
delito produce en la sociedad. causado hace referencia a la gravedad del delito,
vinculado a las circunstancias que agravarían la pena a
imponer.
• Tampoco puede entenderse que hace referencia a la
reparación civil, la cual no tiene nada que ver con el • La redacción de la segunda parte de este criterio –la
peligro procesal. ausencia de una actitud voluntaria del imputado para
repararlo–, sugiere que no estamos ante circunstancias del
hecho, sino ante un criterio de reparación civil
inaceptable.

• La reparación del agraviado poco tiene que ver con el


peligro procesal. Sin embargo, atendiendo a una correcta
interpretación, la actitud del imputado luego de cometido
el delito es un aspecto que ayudará a acreditar su buena
conducta en el proceso penal.

(Fundamentos 48, 49 y 50)


• Es uno de los criterios más importantes pues permite Comportamiento procesal
hacer una efectiva prognosis de la probabilidad de fuga
del imputado sobre la base de la conducta que ha • Para determinar este criterio, es inadmisible considerar
manifestado a lo largo de la investigación u otras etapas la actitud legítima adoptada por el procesado en ejercicio
que están ligadas a la huida o intento de fuga. de algún derecho que el ordenamiento le ha reconocido;
por ejemplo, el no confesar el delito atribuido no puede
ser considerado como un mal comportamiento procesal.
• También se deben analizar las conductas fuera del tipo
penal que ocurren con inmediatez al hecho; por ejemplo, • La segunda parte de este criterio –comportamiento en un
de la persona que, consciente de ello, fuga del lugar de los procedimiento anterior– deber ser analizada con mayor
hechos luego de cometer el delito. rigurosidad, pues se analiza un comportamiento anterior y
lejano, que debe ser evaluado con otros criterios del
peligro de fuga.
• Que en el caso concreto el imputado haya intentado
• El solo hecho de que en un anterior proceso se haya
modificar la escena del crimen para simular que se
otorgado prisión preventiva al imputado, no autoriza al
cometió un delito distinto es un hecho que constituye un
juez a imponer prisión preventiva en el actual proceso.
elemento de peligro de obstaculización probatoria y que
debe valorarse en conjunto con los demás requisitos. No
(Fundamentos 53 y 54)
constituye un elemento de peligro de fuga.
La pertenencia a una organización criminal • Para que se acredite la pertenencia a una organización
• Como señala la circular R.A. N° 325-2011-P-PJ, la criminal no basta indicar que existe una organización
pertenencia de un imputado a una organización criminal criminal, sino sus componentes (organización,
es un criterio clave para determinar la existencia de un permanencia, pluralidad de imputados e intención
serio peligro procesal, tanto en el ámbito de la fuga como criminal) y la vinculación del procesado. Además, es
en el de la obstaculización probatoria. necesario fundamentar qué peligro procesal se
configuraría al pertenecer a dicha organización criminal.

• Las estructuras organizadas tienden a generar estrategias


y métodos para favorecer la fuga de sus pares y para (Fundamento 58)
contribuir en la obstaculización probatoria. De ahí que en
ciertos casos solo baste la gravedad de la pena y este
criterio para imponer prisión preventiva.
SOBRE EL CASO CONCRETO
Fundamentos no vinculantes Fundamentos vinculantes
• El hecho que el juez deba tomar una decisión adecuada
fáctica y jurídicamente sobre la base de lo actuado y
contradicho en la audiencia no colisiona con la
comprobación de su autenticidad a partir de la
información existente en el expediente judicial. Ello no
vulnera su imparcialidad ni el principio de contradicción,
pues la información era de conocimiento del fiscal, ha
sido discutida en la audiencia y no fue incorporada
unilateralmente por el juez.

• Cuando el juez obtiene información del expediente


judicial para verificar el dicho del imputado es porque le
compete hacerlo, por lo que no se ha vulnerado ningún
derecho ni principio, especialmente si el fiscal tuvo la
oportunidad de controvertirlo y no lo hizo.

• Los requerimientos de prisión preventiva deben ser


motivados fática y jurídicamente. En el caso concreto, el
fiscal no cumplió con dicho deber de motivación porque
en su requerimiento escrito de prisión preventiva, para
demostrar la existencia del primer presupuesto, solo
relató los hechos imputados sin ligar separadamente, por
cada uno, los elementos de convicción que lo sustentaría.
Tampoco indicó separadamente los dispositivos legales,
incisos y causales de la existencia de peligro procesal.

• El fiscal debe fundamentar cabalmente su solicitud, más


aun si lo que requiere es la restricción o afectación de
derechos fundamentales. En el caso concreto, se produjo
una grave vulneración porque a pesar de que la defensa
no supo de qué defenderse el requerimiento fiscal se
declaró fundado. Por eso, lo que corresponde es la
emisión de un nuevo pedido fiscal que sea sustentando en
una nueva audiencia de prisión preventiva.

• En el caso concreto, el juez de la investigación


preparatoria redactó los hechos imputados y sintetizó una
serie de elementos de convicción, pero no indicó qué acto
de investigación acredita cada hecho de la imputación.

• En el caso concreto, el tribunal de segunda instancia no


valoró toda la información que se desprendía del caso
como la actitud del imputado de modificar la escena del
crimen para simular un caso de violación sexual donde
hubo un homicidio calificado. Además, sustento el peligro
de obstaculización probatoria en la sola gravedad de la
pena (cuando éste es un criterio del peligro de fuga) y
tampoco indicó en qué consistiría la posible obstrucción
probatoria. Esto constituye la vulneración del deber de
especial motivación del auto de prisión preventiva.

• La prisión preventiva exige una especial


fundamentación que justifique pormenorizadamente su
adopción, lo que se logra con el método de audiencia
desarrollado.

a Casación 626-2013, Moquegua; establece criterios procesales sobre la


audiencia de prisión preventiva. Entre ellos, tenemos la especial motivación que
deben tener las resoluciones que declaran fundada esta medida y los elementos
de la prisión preventiva. Asimismo, nos precisa dos presupuestos materiales
adicionales a los prescritos en el artículo 268 del Código Procesal Penal, que se
deben cumplir para que se declare fundada una medida coercitiva personal tan
lesiva como lo es la prisión preventiva. Estas son la proporcionalidad de la
medida y su duración.

Lea también: Los otros requisitos de la prisión preventiva según la Casación


626-2013, Moquegua

La fiscalía en su requerimiento escrito y en la sustentación oral en audiencia,


tiene que realizar una debida motivación sobre cada uno de los presupuestos que
fundan la medida de prisión preventiva. El artículo 268 del Código Procesal
Penal señala cuáles son los fundados y graves elementos de convicción, la
necesaria prognosis de pena superior a los 4 años y, además, el peligro procesal.
Sumado a ello, se exige una debida motivaciónsobre la proporcionalidad de la
medida coercitiva personal a imponerse y su duración.

Lea también: El problema de la adecuación de prolongación de prisión


preventiva para casos de crimen organizado
En ese sentido, el Ministerio Público debe fundamentar por qué la medida que
pretende se le imponga al imputado es idónea, necesaria y proporcional en
sentido estricto. Y se debe precisar además, por qué las otras medidas coercitivas
personales alternativas a la prisión preventiva no lo son o por qué no pueden ser
aplicadas.

Es decir, si estamos discutiendo acerca del peligro procesal, en donde el fiscal


requiere prisión preventiva, sosteniendo un posible peligro de fuga, debe además
desarrollar y explicar por qué no podría aplicarse un impedimento de salida del
país o una restricción de firmar en el registro cada 15 días.

De igual manera, si el fiscal fundamenta su requerimiento de prisión preventiva


suponiendo que el imputado pueda influir en determinados testigos y peritos, o
destruir, modificar o suprimir elementos de prueba; además de motivar
debidamente su petitorio, debe explicar por qué no podría aplicarse otro tipo
de restricciones (no acercarse a ciertas personas o concurrir a determinados
lugares según sea el caso). En ese sentido, se le exige al Ministerio Público que
precise el peligro concreto que le atribuye al imputado, por lo que debe señalar si
se trata de un peligro de fuga o uno de obstaculización de la prueba y de qué
manera el imputado lo podría concretar.

Lea también: Audiencia, motivación y elementos de la prisión preventiva


(doctrina jurisprudencial vinculante) [Casación 626-2013, Moquegua]

Ahora bien, además de los requisitos prescritos en el artículo 268 del Código
Procesal Penal, la Casación 626-2013, Moquegua; en su considerando vigésimo
segundo[1], desarrolla dos requisitos materiales adicionales para requerir la
imposición de una medida coercitiva de esta naturaleza: motivar en su
requerimiento escrito y también en su sustentación oral en audiencia,
la proporcionalidad de la medida y el tiempo de duración de la misma.

Cabe señalar que estas exigencias no son recientes, pues nuestro Código Procesal
Penal y la Constitución Política del Estado ya consagran el deber de motivación
de resoluciones judiciales y requerimientos fiscales, como principio a aplicarse
en todo proceso.
Respecto a la prisión preventiva, se exige pues una motivación cualificada. Así lo
establece el Tribunal Constitucional en la sentencia recaída en el expediente
728-2008-PHC/TC –caso Giuliana Llamoja Hilares– donde se indicó que resulta
indispensable una especial justificación para decisiones jurisdiccionales que
afectan derechos fundamentales como la libertad, en la que debe ser más
estricta. Solo así es posible evaluar si el juez penal ha obrado de conformidad con
la naturaleza excepcional, subsidiaria y proporcional de la medida[2] (sentencias
recaídas en los expedientes 1091-2002-HC/TC y 1133-2014-PHC/TC).

Lea también: La revisión periódica de la prisión preventiva según la Corte


IDH y su aplicación en el sistema jurídico peruano

En ese sentido, el Tribunal Constitucional ha dejado sentado que, en aquellos


casos donde se restringen derechos fundamentales, la motivación debe ser
superior. Posición que encuentra sustento en lo dispuesto por el artículo 139
numeral 5) de la Constitución Política del Estado y el artículo VI del Título
Preliminar del Código Procesal Penal, donde se señala que toda resolución,
disposición jurisdiccional o dictamen que pudiesen afectar derechos tienen que
estar debidamente motivadas y fundamentadas, especialmente las medidas
cautelares dictadas contra la persona como la prisión preventiva, la misma que
exige una fundamentación de mayor intensidad. En ese sentido, el artículo 271
inciso 3) del Código Procesal Penal señala que “el auto de prisión preventiva
será especialmente motivado, con expresión sucinta de la imputación, de los
fundamentos de hecho y de derecho que lo sustente, y la invocación de las citas
legales correspondientes”[3].

En el mismo sentido la Corte Suprema de la República se ha pronunciado,


señalando que “(…) si bien las resoluciones judiciales que restringen derechos
fundamentales deben estar especialmente motivadas, de una interpretación
sistemática de los artículos 271 y 278 del Código Procesal Penal, a la luz del
bloque de constitucionalidad, mencionado anteriormente, este Supremo Tribunal
entiende que la referida alusión a una resolución ‘debidamente motivada’
implica la descripción del proceso mental que llevó a la decisión, la existencia
de la motivación externa e interna, y la claridad de la exposición”[4]. Casación
70-2010, Lambayeque – Sala Penal Permanente, 26 de abril de 2011.
Respecto a la proporcionalidad de la medida, el artículo 203 del Código Procesal
Penal señala “que las medidas que disponga la autoridad (…) deben realizarse
con arreglo al principio de proporcionalidad, y en la medida que existan
suficientes elementos de convicción. La resolución que dicte el Juez de
Investigación Preparatoria debe ser motivada al igual que el Requerimiento del
Ministerio Público. En el inciso 2) del mismo artículo se precisa que “los
Requerimientos del Ministerio Público serán motivados y debidamente
sustentados”. Este dispositivo legal es concordante con el artículo 253 del
Código Procesal Penal, que dice en su inciso 2) “que la restricción de un
derecho fundamental requiere expresa autorización legal y se impondrá con
respeto del Principio de Proporcionalidad”.

Lea también: Ratifican que prórroga o ampliación de prisión preventiva es


una figura procesal inexistente [Casación 708-2016, Apurímac]

En ese sentido, tenemos que el deber de motivación no solo le corresponde al


juez en sus resoluciones judiciales, sino que también le alcanza al fiscal en sus
requerimientos. Y es en su requerimiento de prisión preventiva donde deberá el
fiscal, motivar y fundamentar la proporcionalidad de la medida, para luego
sustentarla en la respectiva audiencia.

Esta motivación deberá hacerla en base al principio de proporcionalidad y debe


desarrollarla a través de sus tres subprincipios: idoneidad, necesidad y
proporcionalidad en sentido estricto. El Tribunal Constitucional se ha
pronunciado conforme a esta teoría, en el caso Colegio de Abogados del Cono
Norte, Sentencia 45-2004 (fundamento 21-41)[5], sentencia en la cual este
Supremo Tribunal establece los criterios de aplicación del principio de
proporcionalidad y sus tres subprincipios.

Idoneidad. La idoneidad consiste en relación de causalidad, de medio a fin, entre


el medio adoptado y el fin propuesto por el juez. Se trata del análisis de una
relación medio – fin (Exp. N° 045-2014- PI/TC-Lima, fj. 38 29/10/2005)[6].
Entonces será idóneo requerir prisión preventiva cuando esta medida sea la mas
apta para asegurar la presencia del imputadodurante el proceso de investigación
y cumpla con el fin de evitar un posible peligro de fuga o entorpecimiento de la
actividad probatoria.
Necesidad. Se debe analizar si la medida de prisión preventiva configura una
necesidad relevante, es decir, si no existen otros mecanismos igual de efectivos
pero menos lesivos que pueda aplicarse al imputado. En ese sentido, será
necesario dictar prisión preventiva cuando los otros medios de coerción personal
menos gravosa no puedan cumplir el mismo objetivo, es decir, que no puedan
asegurar la presencia del imputado, evitar la fuga u obstaculización de la prueba.

Lea también: Los otros requisitos de la prisión preventiva según la Casación


626-2013, Moquegua

El fiscal tiene la obligación de sustentar por escrito en su requerimiento como


oralmente en la respectiva audiencia, por qué y cómo, no es posible aplicarle al
imputado medidas coercitivas personales distintas a la prisión preventiva.

Proporcionalidad. Aquí se tiene que sopesar entre el derecho que se pretende


restringir, que es la libertad personal, –el derecho más importante que tiene una
persona después de la vida– y el bien jurídico que se quiere proteger.

Sobre la duración de la medida y su debida fundamentación al momento de


requerirla, en sentido estricto; la norma no solo exige que se precise un tiempo
determinado de duración, sino que además este debe fundamentarse en base al
artículo 272 del Código Procesal Penal[7], al señalar que la prisión preventiva no
durará más de nueve meses. No más de dieciocho meses para casos complejos y
no más de treinta y seis meses para casos de criminalidad organizada.

La norma no exige al Ministerio Público que requiera el máximo del plazo para
cada caso en concreto, ni tampoco obliga al juez a imponer el plazo que
requiere el Ministerio Público. El juez puede aplicar un plazo menor al
solicitado, pero nunca uno mayor[8]. El juez debe analizar y evaluar si el plazo que
se solicita es proporcional y, sobre todo, razonable; observando básicamente la
naturaleza y complejidad de la causa, tomando en consideración factores como
la naturaleza y gravedad del delito, la complejidad de los hechos investigados,
los alcances de la actividad probatoria para el esclarecimiento de los eventos
delictivos, la pluralidad de agraviados o inculpados, o algún otro elemento que
permita concluir, con un alto grado de objetividad, que la dilucidación de una
determinada causa resulta particularmente complicada y difícil[9].
Haciendo un análisis global de los presupuestos antes descritos, entendemos que
la prisión preventiva es la excepción y no la regla. Su aplicación como medida
coercitiva personal que busca asegurar la presencia del imputado en la
investigación, debe ser la ultima ratio que puede optar el juez para asegurar el fin
objeto de la medida. Lamentablemente, este es un principio que no se cumple en
la mayoría de casos, pues muchos juzgadores confunden el carácter excepcional
de esta medida tan gravosa, invirtiendo la presunción de inocencia por una
presunción de culpabilidad.

La excepcionalidad de la prisión preventiva encuentra respaldo en el principio


del in dubio pro libertatis. Sobre el particular, el profesor Salah Palacios, a raíz
de un análisis de la prisión preventiva, reconoce el vigor del principio pro
libertatis, lo que implica que la interpretación y aplicación de las normas
reguladoras de las instituciones jurídicas que limitan los derechos fundamentales,
deben hacerse con carácter restrictivo y a favor del derecho fundamental a la
libertad que tales normas restringen, lo cual ha de concluir a la elección y
aplicación, en caso de duda, de la norma menos restrictiva de la libertad[10].

El principio pro libertatis tiene como obligación el respeto a la libertad personal.


Dada su trascendencia jurídica, obliga a buscar medidas que favorezcan a
la libertad, y la antepongan ante cualquier medida coercitiva personal que la
vulnere. Asimismo, delimitan la imposición de una prisión preventiva, al tratarla
como una decisión excepcional aplicable solo a casos extremos.

En ese sentido, y para concluir, el principio pro libertatis o in dubio pro


libertate, es un principio del derecho universal, siendo tutelado por la comunidad
internacional, a través de distintos tratados internacionales con tendencia
garantista, promoviendo de esta manera una justicia penal más humana, más
libre.

También podría gustarte