Inclusion Educativa

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Necesidades exclusivas especiales

Inclusión educativa:
Un derecho pendiente:
El 90% de los escolares con necesidades
educativas especiales cursan sus estudios en
centros ordinarios, la inclusión no es un logro
conseguido ¿Cuál es la situación actual y que falta?

Teresa Alonso

Cuando un menor tiene alguna discapacidad, sus


padres pueden elegir donde escolarizarlo: en
centros de educación especial o en centros
ordinarios. Por ley, en Ecuador cualquier niño tiene
derecho a acudir a un centro escolar ordinario. Sin
embargo, muchas familias se encuentran con
numerosos obstáculos para hacer realidad esta
segunda opción.

Antonio Márquez Ordoñez es maestro de


pedagogía inclusiva desde hace 11 años.
Actualmente trabaja como maestro del equipo de
atención de ciegos y discapacitados visuales de
Machala , donde lleva ocho cursos. Para el
“comenzaremos a hablar de centros realmente
inclusivos cuando dejemos de asociar estos dos
conceptos: discapacidad e inclusión, y comencemos
a pensar en que la diferencia es algo inherente al
ser humano”. “En los centros inclusivos todos los
niños tienen sus propias capacidades y necesidades
todos son únicos y diferentes y esto es valorado y
aceptado con la comunidad educativa. La escuela
que pretenda ser inclusiva debe trabajar para
adaptarse a todos los alumnos, no a aquellos con
discapacidad o con problemas discapacidad”,
recalca Todo se resumirá en: “ si el alumno no
puede, el sistema cambia para que pueda”, según
sus palabras.

Una escuela inclusiva


La inclusión exige una renovación de la forma de
trabajar en clase. Así, para Antonio Márquez
Ordoñez, estos son los tres pilares de la educación
inclusiva:
 Enseñanza multinivel. Es el aprendizaje
personalizado: las actividades del aula se
programan con distintos niveles de
complejidad para que puedan adaptarse a los
ritmos de cada niño
 Aprendizaje cooperativo. Todos son
responsables del aprendizaje de los demás: se
trabaja en un clima de interdependencia,
ayuda mutua y responsabilidad personal
 Eliminación de barreras. Programación para
todos: las actividades del aula son
programadas de ante mano salvando las
barreras que cada alumno encontrara al
enfrentarse a ellas. No se proponen
actividades diferentes ni se baja ni se baja el
nivel si el alumno “no llega”, sino que se
programa eliminando las barreras cognitivas,
comunicativas, físicas, sensoriales o sociales.

Todos se benefician
No solo los alumnos con discapacidades
comunicativas especiales se benefician de la
inclusión. Para el resto de la clase significa “
estar en un entorno que les permita crecer
como personas, aceptarla la diferencia,
cooperar y dejarse ayudar, lo que creara
personas con menores complejos”, señala el
experto “ si todos crecen, aprenden y se
relacionan en un entorno de confianza y
aceptación, alejadas de la competición,
crearemos personas mucho más integras”,
puntualiza. Además, numerosos estudios han
confirmado que las experiencias cooperativas
elevan el rendimiento de todo el grupo. “
cuando alumno tiene que ayudar a un
compañero en un aprendizaje , este proceso
hace que se produzcan aprendizajes más
vivenciados, más significativos y más
duraderos en la memoria de los alumnos”
expone el docente
Satisfechos a medias
 un reciente estudio de la facultad de
ciencias de la educación de la universidad
de Sevilla ha analizado la opinión de padres y
profesores frente a la inclusión educativa
actual. Así, para los progenitores las
principales barreras en los centros inclusivos
son la falta de recursos materiales y humanos
adecuados para poder atender a sus hijos. Por
su parte, los profesores se quejan de no
disponer la formación, tiempo, recursos y
apoyos necesarios “para poder llevar a cabo
una educación inclusiva en las condiciones
adecuadas”. Esta realidad provoca esa
desconexión detectada entre la realidad y os
discursos públicos. Efectivamente, la defensa
de una educación inclusiva esta hoy en día
generalizada pero, sin embargo no recibe los
recursos necesarios para convertir las
palabras en hechos.

También en régimen ordinario


 la normalización es lo que les da normalidad
a ellos. El aprendizaje está en la diversidad,
“señala paz Rodríguez del rincón, que asesora
a familias con niños con síndrome de Down y
en centros educativos a través de la
asociación luz en la Finestra. Para ella es
fundamental “creer en las capacidades del
niño, hacerles sentir importantes, motivarlos,
no hacer juegos y no centrarse en lo que le
falta al niño sino en su potencial”, alerta
madre de una niña con síndrome de Down
escolarizada en régimen ordinario (sin apoyos
específicos y sin el dictamen que la considera
de “necesidades educativas especiales”), Paz
Rodríguez del rincón recomienda esta
modalidad siempre que sea posible.
Superando la integración
 para Antonio Márquez Ordoñez, maestro de
pedagogía inclusiva, la diferencia entre
integración e inclusión es, “abismal”. Para que
un niño con discapacidades progrese en su
propia experiencia de vida necesita
relacionarse con los demás, participar de sus
juegos, de sus aprendizajes , de sus
vivencias…La integración propuesta en los años
80 solo supuso abrirles las puertas del centro,
pero no conllevo la apertura de las puertas a la
participación. Hacían cosas diferentes, en
zonas diferentes apartados de sus
compañeros”, explica “ el problema es que
aquella integración continua totalmente
vigente en nuestros centros, y en muchos
casos solo cambiaron la palabra integración
por la inclusión, sin generar ningún cambio real
en el aula”, recalca

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