Historia Del Pepián

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Historia del pepián

Todo chapín sabe que el pepián es uno de los platillos más icónicos de la historia de la
gastronomía guatemalteca. Esta sabrosa comida ha cautivado a todos quienes la han probado,
gracias a su sabor único y tradición cultural. Con orígenes que datan de la época prehispánica,
no es por nada que este platillo sigue siendo de suma importancia para el país hoy en día. Con
su imponente color y aroma a especias, esta es de esas comidas que une corazones con la
ayuda de un sabroso caldo. ¿Ya te picó la curiosidad descubrir sobre la historia y preparación
del pepián guatemalteco? Si es así, sólo continúa leyendo.

La historia detrás del pepián guatemalteco


Según historiadores, El Pepián Es Un Legado Maya y una comida ceremonial que surgió en la
época prehispánica en el departamento de Chimaltenango. El pepián era servido solamente
para ocasiones especiales como ceremonias, rituales y actos políticos mayas. Con la
llegada de los españoles a Guatemala, el pepián evolucionó a lo que conocemos hoy en día. El
platillo siguió siendo parte importante de las tradiciones de los indígenas a través de los años.
Esta es de las comidas típicas de Guatemala más antiguas y su origen lo ha vuelto uno de los
platillos más emblemáticos del país. Actualmente se sirve en restaurantes típicos, mercados,
comedores y en los hogares de muchas familias del país. Como ves, el pepián ha superado la
prueba del tiempo haciendo felices a los estómagos de miles de chapines y turistas de todo el
mundo. 🙌

Pepián rojo

El clásico de clásicos. Su preparación se basa en un par de ingredientes clave para darle ese
sabor a especias tostadas: pepitoria y chiles secos asados. Pero no es de sorprenderse
que existen recetas familiares que le han dado un sabor muy de la casa al clásico pepián. Por
ejemplo, el Pepián de Gallina y Pollo de Saberico es preparado con ajo, cebolla, ajonjolí,
canela, cilantro y harina de trigo.
Tampoco podemos olvidarnos del acompañamiento perfecto para degustar un rico pepián. Lo
típico es arroz blanco con tamalitos de masa o tortillas, tal y como sirven el Pepián de
Pollo de Arrin Cuan o el de Caffé Dei Fiori. Pero si buscas una versión ligera, el Pollo al
Pepián de Bite viene acompañado con arroz integral.
Horchata, muy antigua y refrescante

La horchata existe desde la Edad Media. Su historia es tan antigua e interesante.


¡Quién lo iba a pensar!
Cuenta la leyenda que el rey Jaime I de Aragón (1208-1276) —conocido como El
Conquistador—, durante una visita en Valencia fue atendido por una moza que le
dio a probar una bebida fresca, blanquecina y dulce.

Complacido por su sabor, el monarca preguntó por el nombre de la bebida, a lo que


la joven le respondió que era leche de chufa. Al momento, Jaime I respondió y
exclamó: “¡Axo es or, xata!”—Esto es oro, chata—.
Es así como los valencianos cuentan el origen del nombre castellanizado de la
horchata. De hecho, en la actualidad, esa bebida es típica en Alboraya, una
población cercana a Valencia, a la cual llaman orxata.

La primera referencia escrita; sin embargo, data de 1786 en el libro Alcaldes de


Casa y Corte, en el que se incluye la receta.

En tanto, el diccionario de la Real Academia Española indica que la voz proviene


del latín hordeata —i. e. hordeum, voz latina que significa “cebada”—. “Bebida
hecha con chufas u otros frutos, machacados, exprimidos y mezclados con agua y
azúcar”. Tradicional
“Califaciente, desecante, expele flatulencias, fortifica las entrañas, alivia los cólicos,
provoca la orina y el menstruo y es buena para los vértigos y los aturdimientos de
cabeza; se usa en enjuagatorios para úlceras de boca y encías”. Así hablaba de la
horchata de chufa el médico Pío Font en su libro Flora española, publicado a
mediados del siglo XIX. No obstante, hoy se ha dejado de valorar como medicina,
aunque sí tiene vitaminas C y E.

En Guatemala, entre los xincas se sirve para acompañar un plato de arroz amarillo.
En tanto, en el oriente del país, la horchata es tan tradicional como los tamalitos de
loroco y cambray. Además, en esa región resulta de maravilla, pues es muy
refrescante.

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