Dicotomías de Socir
Dicotomías de Socir
Dicotomías de Socir
¿Qué fue antes, la lengua o el habla? ninguna de las dos, la lengua es necesaria para que el
habla se produzca, pero el habla es imprescindible para que la lengua se establezca. Todos y
cada uno de nosotros hemos llegado a poseer la lengua a través del habla, desde luego,
ninguno de nosotros ha podido hablar antes de hacerse mínimamente con la lengua.
Saussure hace gran hincapié en la necesidad que tiene la ciencia lingüística de diferenciar
bien la lengua y el habla, siendo su naturaleza y sus características tan distintas. Cada una
deberá ser analizada como lo que es. Saussure insiste siempre en que la lengua y el habla,
como realidades, son indisociables, y si las separamos es para poder analizarlas, ya que no
podríamos hacerlo mezcladas.
Dicotomía Lengua-habla
Se pueden distinguir dos factores, que interrelacionados entre sí, dan origen al lenguaje. Sin
embargo, “la lengua parece ser lo único susceptible de definición autónoma y es la que da un
punto de apoyo para el espíritu”(1). Entonces, la lengua es una parte determinada del lenguaje
y un conjunto de convenciones necesarias, adoptadas por el organismo social, para permitir el
ejercicio de esa facultad en los individuos. Cabe señalar que esta facultad es la comunicación
a través del lenguaje.
Según el Diccionario de Lingüística Rai, la lengua está definida como un “sistema organizado
de signos, aptos para la interacción comunicativa, dentro de una sociedad”(2). Este significado
de lengua no difiere con la definición entregada por el Curso de lingüística general- Ferdinand
de Saussure, incluso se puede decir que ambas se complementan.
Estudiar la lengua sincrónicamente quiere decir estudiarla tal como existe en una determinada
época. Es lo que permite estudiar la lengua como sistema. Es el modo en que se centra
Saussure.
Estudiarla diacrónicamente, es decir, en el transcurso del tiempo, no permite estudiarla como
sistema. La lingüística diacrónica selecciona un determinado hecho de lengua y procura
investigar su evolución hasta donde sea posible.
La sincronía no conoce más que una perspectiva, la de los sujetos hablantes, y todos su
método consiste en recoger su testimonio, para saber en que medida una cosa existe en la
conciencia de los sujetos hablantes.
Como ya vimos, era necesario realizar una primera elección en el enfoque de estudio y ésta
elección debía hacerse entre lengua y habla; “ahora estamos en la encrucijada de ruta, que
lleva la una a la diacronía y la otra la sincronía.”(15)
Así si se opta por el estudio científico de una lengua o familia de lenguas, se puede realizar en
dos perspectivas:
El grado de difusión mundial: Se internacionaliza una lengua cuando traspasa sus propias
fronteras y se convierte en vehículo de comunicación entre distintos pueblos que la utilizan en
todo tipo de encuentros políticos, comerciales, culturales. Según este segundo criterio hoy la
lengua más importante es el inglés. El español es una lengua en auge, y se enseña en cada
vez más países del mundo.
Su producción de textos de cultura: consideramos en primer lugar los textos científicos, por
preservar y transmitir el conocimiento, y en segundo lugar los textos literarios, por ser en sí
mismos arte.
En cuanto a textos científicos, el 97% de ellos están en inglés. Y en cuanto a los literarios hay
más igualdad entre las distintas lenguas.
Para Saussure la primera y más importante de estas dos lingüísticas es la lingüística interna,
la externa viene a añadir una serie de datos contextuales a lo que verdaderamente debe
importar, que es la organización y el funcionamiento de la lengua. [3]
El signo lingüístico no vincula un nombre con una ‘cosa’ sino un concepto con una imagen acústica
Sausurre consideraba que la lingüística del siglo XIX no se cuestionaba profundamente qué es el
lenguaje ni como funciona, decidió entonces abocarse a la investigación de éste, por sí mismo. En
su Curso de Lingüística general Sausure propone dejar de lado el estudio del lenguaje desde
una persepectiva histórica (filología) y analizarlo desde el punto de vista estructural.
El enfoque de Saussure, sostiene que todas las palabras tienen un componente material (una
imagen acústica) al que denominó signficante y un componente mental referida a la idea o
concepto representada por el significate al que denominó significado. Significate y significado
conforman un signo.
Lengua y habla
Saussure distingue en primer lugar una facultad lingüística general, que nos da la naturaleza como
especie y que nos permite “el ejercicio del lenguaje”. Pero, ¿cuál es el objeto de la lingüística? El
lenguaje es “multiforme y heteróclito”, susceptible de ser analizado desde muy distintas
perspectivas (física, fisiológica, psíquica, individual, social), tiene carácter estático pero dinámico,
actual y simultáneamente pasado. Para construir un objeto de estudio que confiera a la lingüística
el carácter de ciencia, Saussure acuña la dicotomía lengua y habla. Lengua y habla son dos
aspectos –esencialmente distintos- del lenguaje. Influido fuertemente por el pensamiento del
sociólogo y antropólogo E. Durkheim (1858-1917), define la lengua como un “hecho social”, un
producto social de la facultad del lenguaje y un conjunto de convenciones, adoptadas por la
comunidad, para permitir el ejercicio de la facultad lingüística entre los individuos.
Para avanzar en la delimitación, Saussure parte de un esquema elemental del acto individual de
comunicación: el punto de partida es el cerebro del hablante, en el que se produce el encuentro
entre el concepto (los conceptos son definidos como hechos de conciencia) y la imagen acústica
(las representaciones de los signos lingüísticos que sirven para su expresión). Saussure delimita
en el acto de comunicación los aspectos físicos (ondas sonoras), los fisiológicos (fonación y
audición) y los psíquicos (la unión de conceptos e imágenes verbales). Añade a las fases del
circuito comunicativo una “facultad de asociación y coordinación” que desempeña el papel principal
en la organización de la lengua como sistema y que se pone en juego cada vez que no se trate de
signos aislados.
Efectivamente, durante el transcurso del tiempo, el lenguaje evoluciona, lo que pone en evidencia
que los signos cambian. En consecuencia, Saussure afirma que una lengua puede ser estudiada
tanto en un momento particular como a través de su evolución en el tiempo. En este sentido,
diferenciará dos modalidades respecto al uso del lenguaje:
Sincrónica: (syncronos, al mismo tiempo) Examina las relaciones entre los elementos coexistentes
de la lengua con independencia de cualquier factor temporal. Permite describir el estado del
sistema lingüístico, siendo esta descripción abarcativa de la totalidad de los elementos
interactuantes en la lengua.
Para el lingüista que apunta a realizar una descripción completa de un lenguaje determinado, el
análisis diacrónico y sincrónico, aunque esto no sea neceario para una comunidad lingüística. Esto
significa que cuando se verbaliza el sistema de una lengua, solo intervienen elementos sincrónicos
puesto que nadie necesita conocer la historia de una lengua para hacer uso de ella. Por otra parte,
los factores diacrónicos no alteran al sistema como tal. Para explicar este punto, Saussure recurre
a una metáfora planetaria, diciendo que si un planeta del sistema solar cambiara de peso y
tamaño, tales cambios alterarían el equilibrio del conjunto en su totalidad, aunque de todas formas,
el sistema solar, seguiría siendo un conjunto.
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Si bien los hechos sincrónicos y diacrónicos son autónomos, existe una relación de
interdependencia entre ambos. No es posible conocer el estado de una lengua si no analizamos
los cambios que sufrió.
Saussure dirá que el funcionamiento de una lengua es como el ajedrez. El ajedrez es, como el
lenguaje, un grupo de valores diferentes que en conjunto, conforman un sistema completo. Las
piezas del ajedrez interactuan igual que los elementos de un lenguaje en estado sincrónico.
Cuando una pieza se mueve, el efecto es similar a un cambio lingüístico y este le incumbe al
análisis diacrónico. Aunque el movimiento sea tan solo el de una pieza, este movimiento afectará a
todo el sistema en su totalidad. El estado del tablero ha cambiado: es uno antes de la jugada, y se
transforma en otro después, pero la movida, en sí misma, no pertenece a ninguno de esos dos
estados (porque los estados son sincrónicos).
La lingüística sincrónica se ocupa de relaciones lógicas y psicológicas que vinculan los términos
que coexisten en un sistema, la lingüística diacrónica se ocupa de términos que se reemplazan
uno al otro cuando el sistema evoluciona, pero que no forman un sistema.
Forma y sustancia
Si el signo lingüístico no fuese arbitrario, los signos que componen el lenguaje estarían
determinados mutuamente por algún elemento externo. El valor lingüístico está enteramente
determinado por la existencia de relaciones y por ende, el signo debe ser arbitrario.
Saussure llama "forma pura" a la relación entre el significante y el significado, así como a la que
existe entre los distintos signos. Lo hace para recordarnos que no es sino una relación.
Existen para Saussure, dos tipos diferentes de significación, una que corresponde al signo tomado
en forma aislada y otra, que surge de contrastar ambos signos. La primera clase de significación
está subordina a la segunda y para destacar la diferencia la denomina valor lingüístico.
Contraste formal
A su vez, "nieve" significa lo que significa porque es diferente de "nave" y "nieto" porque poseen
formas contrastantes. Si bien la diferencia sonora es mínima, esta es sufienciente para hacer de
cada una un signo lingüístico diferente.
qué es Dicotomía:
Dicotomía, en términos generales, es la división de un objeto o concepto en
dos partes complementarias pero separadas.
La palabra dicotomía deriva del griego dichotomía que se refiere a la división de
algo en partes iguales. Se compone del prefijo dis- que indica dos, el
verbo temnein que significa cortar y el sufijo -ía que impone cualidad.
Dicotomía del cielo y el infierno: se refiere a la oposición del bien y del mal que
existe simultáneamente en la naturaleza humana.