Yinguyo
Yinguyo
Yinguyo
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al este lago Titicaca, en su lago más pequeño llamado Menor o Huiñamarca y también con
el Ollaraya.
Esta piedra esta ubicado en el sector de Kalasasaya barrio kasani frontera con bolivia. como vemos
falta el estudio el por que estas piedras en este lugar y que objetivo cumplia.
Este arco es Binacional que divide a los dos países Perú y Bolivia; si nosotros miramos dentro el
arco pertenece al territorio de peruano y donde esta el auto pertenece al territorio Boliviano.
infraestructura de piedras talladas.
Debajo de zona del monumento esta detallado mediante dibujos de metal, explicando el ´´proceso
de la agricultura incaica´´. así la gente de esta tierra; suele venir para poder trabajar en la
agricultura.
La Histórica Plaza de Armas del distrito de Yunguyo, ubicándose con sus atracciones formas de
árboles figúrales de animales; su Iglesia Católica hacia el fondo y al frente su Municipio, por aquí
transitan todos los días los turistas extranjeros y nacionales.
Se cuenta que había un joven que tenía una perdiz. Este joven era pastor. Durante los días
acostumbraba jugar con la perdiz.
Aunque la perdiz era una ave, sabía convertirse en una hermosa joven.
Cada día jugaban los dos en un cerro. Por las tardes, el joven traía a la perdiz en su bolsa. Un día el
joven dejó su bolsa con la perdiz en la casa de su abuela. Y en su ausencia, la abuela la encontró.
La abuela al encontrar la perdiz dijo: ¡Oh! mi hijo trajo una perdiz. Seguramente es para cocinar. Yo
la pelaré y lo cocinaré.
Al día siguiente, al volver del campo con sus ovejas, el joven fue ansioso en busca de su bolsa. Al
encontrar la bolsa, buscó la perdiz, pero ya no estaba.
Luego su abuela sirvió al joven la comida, y el joven comenzó a comerla. Al estar comiendo, el joven
preguntó a su abuela: ¿Qué carne es ésta abuelita?
La abuelita le dijo: hijo mío, es la perdiz que trajiste, eso yo he cocinado. Al escuchar esto, el joven
se enojó mucho y casi queriendo pegar a la abuelita, le dijo:
¿Por qué has matado a mi perdiz? Era mi novia.
Y el joven lloraba mucho por la perdiz, y guardó sus huesos. Un día los huesos de la perdiz lloraban
y dijeron:
Tú me hiciste matar con tu abuelita.
Al escuchar esto, el joven hizo una flauta con los huesos de la perdiz, y la música de esta flauta era
muy hermosa.
LOS AMORES DEL KUNTURI Y LA AWATIRI
En tiempos lejanos, cuando los animales hablaban y se volvían en gentes, una tarde de tantas,
Pankara, la hija del llamero cuidaba sus animales en el cerro Vizcachani y estando sentado sobre
una peña, tejiendo cálidos gorros para su padre, vio que de arriba le acechaba un cóndor de
hermoso plumaje y oyó que le gritaba:
¡Pankara, Pankara: yo te amo mucho! ¡Pankara, Pankara: mia has de ser! ¡Pankara , Pankara:
aunque no me quieras, juntos nos hemos de ir!
Entonces alarmado colocó en su honda una piedra y se la lanzó al cóndor, que abriendo
maravillosamente sus alas desapareció en raudo vuelo tras el cerro.
Pasó fugaz el tiempo…
Pankara había olvidado el extraño suceso y seguía concentrada en su labor. Pero un momento
después, se le puso en su delante un gallardo huaynucho, pomposamente ataviado, llevando en sus
manos una honda trabajada con primor y una grande quena. Se estremeció ella; y él, que se había
dado cuenta exacta de todo, le insinuó.
No te asustes Pankara, yo soy bueno, y te quiero mucho por eso he venido a hablar contigo, para que
me comprendas y para que me ames.
La ingenua doncella, tranquilizada con tales palabras; se atrevió a interrogarle.
-¿Cómo te llamas?
-No tengo nombre pero me llamaré lo que tú quieras.
-¿De qué tierra arribaste buen mozo?
-Tampoco sé como la nombran; pero será la que tu estimes más.
-¿Quiénes son tus padres?
-No los he conocido.
-Nada sabes ¡Qué raro!
-Mejor no preguntes nada, ni por nadie, debe bastarte saber que te amo, como no te ha amado
ningún mozo de tu estancia… el corazón no tiene nombre ni terruño, ni linajes; el corazón es la vida
y al mismo tiempo da y busca vida…
-¿Qué es la vida?
-La vida es el amor.
-Y ¿Qué es el amor?
-Es el sentimiento que une a un hombre y a una mujer…
-Ah! Entonces, tu eres la vida porque eres el amor?
-Si amada, solo eso soy, y solo para ti…
-Bueno huaynucho: si esa es la verdad yo soy tuya, tu eres mío y ven, ven la vida nos une.
Y excitados, se enlazaron con los brazos, cambiaron terribles pellizcos de pasión cayeron en el suelo
y arrastrándose febrilmente entraron en una cueva…
Fue más luego. El sol ya se hundió tras los horizontes de la pampa, las aves piaban febriles, el viento
parecía tocar blandamente su zampoña, y de en medio de las rocas salieron los amantes bañados
por la sangre de la Antahuara; cascabelearon dos sonoras carcajadas, que en el ambiente resonaron
como las campanas de una capilla.
Después, el mozo que no era otro sino el cóndor al que Pankara asustó; toco con dulzura su flauta, y
luego le dijo:
-Antes de que vuelvas a tu casa arreando tus ganados, jugaremos a cargarnos… ¿Quieres?
-Bueno, jugaremos, acepto la Pankarita. Y así, Pankara cargo primero a su amante, haciéndole
correr largo trecho; seguidamente el huaynucho cargó a su tawaco y transformándose en cóndor se
la robó el astuto y la condujo a las rocas mas empinadas del Kapia, donde no pueden escalar los
hombres, donde solo vive el viento y la tempestad, cantando sus canciones salvajes…
TATA PANCHO
La festividad de mayor importancia. Cada año acuden miles de personas a celebrar al Santo Patrón
de Yunguyo San Francisco de Borja, llamado cariñosamente Tata Pancho. La celebración es
también una oportunidad de reafirmar los lazos familiares y los de amistad, sobre todo para lo que
viven fuera de Yunguyo. La festividad de Tata Pancho suele reunir a amigos de Yunguyo y
yunguyeños desde los diferentes rincones del mundo quienes renuevan el enlace con la tierra
Yunguyo. Esta renovación es reforzada si se participa activamente en alguno de los diferentes
grupos de sikuris o grupos de danzas: morenada, kullawada, llamerada, wacawaca, tinku, diablada,
...
Incacamaña, Inca Pata, Qharwa Umiña, Muralla Aymara, Challapata, Aciru Pharjata,
Acari, Imicate, Qala Qala, Qillamaya, Almaimaya Pata, Tambuyu, Paiqala, Tiracachi,
PukaraTiracachi, JiskaTorrini, Kalasaya, Missa Qala, Villa Queñuani, Intini Qala, Uyu Uyu
y los Cerros Juana, Apillani, Yanapata, Kerata y Wenchecalla Pucara.
Miguel Grau Seminario (Piura, Perú, 27 de julio de 1834-Punta Angamos, Mejillones, Bolivia,
8 de octubre de 1879) fue un marino militar peruano, y almirante de la Marina de Guerra del
Perú. Durante la guerra del Pacífico, comandó el monitor Huáscar y mantuvo a raya a la
escuadra chilena durante cinco meses, sucumbiendo finalmente de manera heroica en
el combate naval de Angamos, enfrentando a fuerzas superiores. Es considerado el héroe
máximo de la nación peruana. Su generosidad para con el enemigo en el campo de batalla le
valió el apelativo de El Caballero de los Mares. Ha sido también elegido como El Peruano del
Milenio.1
Atahualpa (quechua: Ataw-wallpa, «el ave de la fortuna» 12) (~1500-1533) fue el último
soberano inca.
Su padre, Huayna Cápac, murió en torno a 1525 sin dejar nombrado a un sucesor. Esto dio
lugar a la sangrienta guerra civil incaica por la sucesión entre Atahualpa y su
hermano Huáscar. Atahualpa se hallaba entonces en Quito, al mando del ejército incaico del
Norte y a cargo del gobierno de esa región, que estaba subyugada al imperio incaico. Huáscar
se coronó inca en el Cuzco.3 Tras una larga campaña, Atahualpa logró vencer a Huáscar en
1532 cerca del Cuzco.4
Atahualpa se hallaba en Cajamarca, de camino al Cuzco para coronarse inca, cuando recibió
la visita de una expedición española al mando de Francisco Pizarro.5 Pizarro le capturó por
medio de un ardid.6 Atahualpa ofreció pagar un enorme rescate a cambio de su libertad y
Pizarro aceptó su oferta. Pero los españoles temieron un ataque indígena y decidieron
deshacerse de Atahualpa. Tras recibir el rescate lo acusaron de traición, de conspiración
contra la corona española, y de asesinar a Huáscar.7 Lo sometieron a juicio, lo sentenciaron a
muerte y lo ejecutaron por estrangulamiento.8
Pese a que Atahualpa tuvo sucesores nombrados por los españoles se le considera el último
gobernante del Imperio inca.
José Silverio Olaya Balandra (Chorrillos, 1782 o 1795 - Lima, 29 de junio de 1823), fue
un mártir en la lucha por la Independencia del Perú. Pescador de oficio, se ofreció como
emisario secreto entre el gobierno independiente refugiado en los castillos del Callao y los
patriotas de Lima, ciudad ocupada entonces por los realistas. Fue descubierto, apresado y
sometido a tormento para que revelara los nombres de los patriotas implicados en las misivas,
pero permaneció callado. Fue fusilado y antes torturado en un pasaje que hoy lleva su
nombre, y que se halla en las inmediaciones de la Plaza Mayor de Lima.
Andrés Avelino Cáceres Dorregaray (Ayacucho, 4 de febrero de 1833 - Lima, 10 de
octubre de 1923), fue un militar y político peruano que luchó en la guerra del Pacífico y
fue Presidente Constitucional del Perú en tres ocasiones durante el siglo XIX, de 1881 a 1882
como el 34º Presidente del Perú, luego de 1886 a 1890 como el 36º Presidente del Perú, y
nuevamente de 1894 a 1895 como el 38° Presidente del Perú. Es el patrono del Arma de
Infantería del Ejército Peruano.
En el Perú es considerado un héroe nacional, por haber luchado en todas las batallas
importantes de la guerra del Pacífico (San Francisco, Tarapacá, Tacna, San Juan y Miraflores)
y por haber liderado la resistencia en la sierra central contra la ocupación chilena, la
llamada Campaña de la Breña (1881-1883). Dominaba el quechua, por lo que tuvo gran
influencia sobre la población indígena de su país, a base de la cual formó un ejército regular,
apoyado por guerrillas o montoneras. Fue conocido por sus soldados como Taita Cáceres,
mientras que los chilenos le apodaron El Brujo de los Andes, debido a que siempre burló las
maniobras envolventes planeadas con mucho celo por los generales chilenos, y porque
actuaba con tanta fluidez que parecía estar presente en todas partes. En dicha campaña
obtuvo el triple triunfo de Pucará, Marcavalle y Concepción, y aunque fue derrotado
en Huamachuco, no se rindió y continuó organizando la resistencia, hasta que tuvo que
aceptar los hechos consumados tras la firma del tratado de Ancón.
Después de la guerra con Chile, incursionó activamente en la política, fundando su propio
partido, el Constitucional. Se enfrentó al presidente Miguel Iglesias, quien había firmado
el tratado de paz con Chile con cesión territorial, desatándose una guerra civil. Una vez más,
Cáceres demostró su estrategia militar al poner fuera de juego al ejército principal de Iglesias
en la localidad de Huaripampa (sierra central peruana), acción que se conoce como la
“huaripampeada” (1884). A continuación atacó Lima, donde sus fuerzas cercaron en el Palacio
de Gobierno a Iglesias. Este renunció a la presidencia en 1885, siendo sucedido por un
gobierno provisional, el mismo que convocó a elecciones en las que ganó abrumadoramente
Cáceres. En este primer gobierno constitucional, de 1886 a 1890, Cáceres tuvo que llevar
adelante la Reconstrucción Nacional, especialmente en el campo de la recuperación
económica. Puso fuera de curso el billete fiscal o papel moneda, muy devaluado entonces;
creó impuestos nuevos; intentó la descentralización tributaria; y para solucionar el problema
de la enorme deuda externa firmó el Contrato Grace por el cual entregó los ferrocarriles a los
acreedores. Volvió a la presidencia en 1894, en unas cuestionadas elecciones, que
provocaron en su contra la formación de la Coalición Nacional, integrada por
los demócratas y civilistas, encabezados por Nicolás de Piérola; se desató una
sangrienta guerra civil que culminó con el asalto de los coaligados a Lima, ante lo cual
Cáceres renunció y partió al exilio, en 1895. Volvió al Perú en 1899 y siguió participando en la
política. Apoyó al presidente Augusto B. Leguía en su ascenso al poder en 1919, el mismo año
en que el Congreso le ascendió a Mariscal.
De los cuatro héroes peruanos (Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte, Miguel Grau y Andrés
Avelino Cáceres) de la Guerra del Pacífico, Cáceres fue el único que sobrevivió a la guerra y
que posteriormente se convirtió presidente del Perú.