El Poder de La Cartografía Del Territorio

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El poder de la cartografía del territorio en las prácticas contrahegemónicas

Habegger Sabina
Mancila Iulia
Serrano Eduardo

Resumen:

La cartografía del territorio se propone como nuevo instrumento para la construcción de


conocimiento desde la participación y el compromiso social, posibilitando una mirada
inédita que hace visible lo invisible y nos posibilita la transformación de nuestro territorio.

La cartografía del territorio como una nueva herramienta emancipatoria para la


transformación social.

Existen estudios en las ciencias sociales, que según su posición, han abordado

exhaustivamente determinados acontecimientos de nuestra realidad monopolizando el

discurso dominante y por consiguiente han reducido la historia a una versión, a una teoría

de la historia. Este abordaje, defendido desde una aparente posición neutral ante los

hechos, ha prescindido de algunos acontecimientos sociales contribuyendo a la

marginalidad y a la exclusión de muchas dinámicas y experiencias vitales. Desde esta

perspectiva, el compromiso de las ciencias se debería encaminar en la línea de recuperar y

mirar los silencios del pasado y el presente así como descubrir y hacer visible las

posibilidades de transformación futura (SANTOS, Boaventura de Sousa, 2005). En este

sentido, son algunas las experiencias y las capacidades las que se hacen visibles poniendo

en marcha y en experimentación con prácticas cooperativas que entremezclan el saber

científico y los saberes convivenciales posibilitando articular la denuncia y la enunciación:

sea desde los Movimientos Sociales (MMSS), sea desde algunas innovaciones

institucionales aportadas por profesionales comprometidos, pero todas ellas desde la

indignación ante ciertas prácticas políticas que anulan y oprimen al ser humano y a la

naturaleza.
El reto queda en disponer de herramientas que vehiculicen estas prácticas y conviertan a

los sujetos de la historia en verdaderos protagonistas (sujetos de acción) y de medios

creativos que puedan hacer visibles estas experiencias de denuncia y acción alternativa.

Ante esto, nos encontramos que el lenguaje de la pedagogía crítica, de la pedagogía de la

esperanza y de la lucha, podría crear medios originales que nos permitieran escuchar las

voces silenciadas de los otros discursos, problematizar nuestras realidades, así como

encontrar la manera de visualizarlo para orientar conjuntamente la acción hacia la

transformación. La propuesta metodológica de Investigación Acción que Paulo Freire (que

nos introduce en Pedagogía del oprimido) nos ha facilitado emprender el estudio

colaborativo a los y las profesionales comprometidas con la acción transformadora,

desarrollando experiencias y prácticas como instrumentos para el desarrollo y la

solidaridad.

En nuestra propuesta, a través de la cartografía del territorio1, nos sumergimos en la

posibilidad de construir y representar creativamente tanto con el lenguaje de la denuncia

como con el lenguaje de la posibilidad los diversos contextos de opresión. Al interrogar,

problematizar, analizar, reflexionar e interpretar nuestra época, nos adentramos en el

camino del conocimiento transformador.

La idea de construir mapas desde y para los Movimientos Sociales (MMSS) como

producción política y artística, nos da la oportunidad desde este Grupo de Investigación

“CARTAC” de debatir y reflexionar sobre las cuestiones relacionados con las grandes

potencialidades que encontramos en el diseño participativo de mapas, así como de los

puntos débiles que encontramos también en ellos y avanzar en los nuevos aportes que la

cartografía del territorio puede aportar para convertirse en elementos que nos guíen para

construir territorio y encontrar territorios de acción.

1
Entendido el territorio como el espacio físico y las interacciones que en él interactúan conformándolo y
recreándolo desde una dimensión dinámica.
Cartografía del territorio desde el estudio colaborativo: más allá del mapa geográfico

En este caso, la cartografía se plantea como medio para recuperar la palabra y la acción,

visualizar y localizar conflictos, conocer recursos, denunciar situaciones injustas, proponer

cambios y mejoras o introducirnos participativamente, a través de trabajo en red, en la

creación de líneas de fuga (DELEUZE, Gilles y GUATARI, Félix 1980) colaborativas y

alternativas al modelo impuesto por el capitalismo neoliberal.

El mapa sería el elemento orientativo crítico de evidente importancia, una brújula que nos

permitiera descubrir las realidades invisibles y nos ayudaría a movernos por el mundo. El

mapa se convertiría en un acto de comunicación y nos ayudaría a construir nuevos

territorios.

“…la función del mapa es llegar a donde se quiere llegar, encontrar a la gente
que se quiere encontrar”
(HOLMES, Brian. Taller de cartografía
en el encuentro de Fadaiat, Tarifa 2005)

La cartografía, como proceso de investigación, diseño y producción, comprende, según

nosotros y nosotras, todo un proceso que trata de explorar, revelar, localizar y expresar la

complejidad de las diversas realidades (subjetivas y objetivas) del territorio, tanto desde el

punto de vista geo-referencial como de los procesos sociales en movimiento; además

abarcaría toda una globalidad por ciclos que iría más allá de conocer el territorio pues nos

introduciría en procesos emergentes y de acción colectiva que retroalimentarían al propio

territorio en nuevos mundos posibles (autopoiesis del territorio).

Construir mapas de manera colectiva desemboca en otras prácticas más horizontales, más

próximas a lo existente y que inherentemente nos lleva a programas integrales de acción

que privilegian formas participativas de trabajar y cooperar en procesos y con actores

sociales. Se trata de construir desde la reflexión y la discusión de la situación

problematizadora, espacios, redes, el territorio en el que se intercambian saberes,


solidaridades y de esta forma legitimarlos desde sus aportes al accionar. En definitiva

detrás de los mapas no hallamos solamente fronteras, símbolos, colores, líneas, realidades

inconexas, sino trayectos, recorridos, movimientos, intercambios y complejos procesos y

creatividades que hacen visible un mejor vivir.

El proceso de construcción de la cartografía del territorio se desarrolla en varias fases que

en grandes líneas se pueden resumir en las siguientes: fase del diagnostico participativo

del territorio con el volcado y la representación sobre el mapa (mapas de conflictos, mapas

de redes, etc.), fases de construcción colectiva para la intervención comunitaria (mapas

que nos orientan en la toma de decisiones, mapas de red recursos, etc.) y otras fases que

hacen visible los cambios y nos sumergen en nuevos análisis. Estos pasos nos

introducirían en procesos cíclicos que dejan constancia de los cambios del territorio en las

distintas versiones cartográficas.

El proceso es indeterminado, continuo, cíclico, reflexivo y pone en evidencia las

intenciones y el comportamiento de los distintos actores sociales que habitan un territorio

(el grado de implicación y sus potenciales de intervención en la continua transformación

del territorio y del espacio o, al contrario, las restricciones para alcanzar prácticas de

democracia participativa), de esta manera el señalar las potencialidades y debilidades o

conflictos del territorio nos pueden introducir en la construcción estratégica de un nuevo

accionar. Es una forma de comprensión del significado cultural y político de estas

acciones.

Nuestra comunicación no tiene como objetivo la descripción del proceso de elaboración,

sino sacar a la vista los elementos novedosos que aporta la cartografía del territorio, por

sus grandes potencialidades en la investigación social educativa comprometida.


En la fase de recogida de información para la producción cartográfica, han sido variadas

herramientas utilizadas, pero cabe hacer especial hincapié en la deriva situacional, como

una de las estrategias colectivas que permiten a través de la observación conocer el

territorio que habitamos. Es una práctica de encuentro con el territorio, donde lo más

importante es lo que ocurre en este tránsito. Todo tipo de acontecimientos se registran de

la forma más variada (fotografías, videos, entrevistas, dibujos, anotaciones escritas, etc.) y

luego se debate, se pone en común en el grupo para el trabajo en equipo.

“Las derivas son como paseos de exploración que pueden hacerse tanto
individualmente como en grupo. Es una técnica que deriva de ciertas
experiencias de los años 50 (…) La deriva es una actividad crítica y
autocrítica; implica un compromiso serio con la ciudad entendida como
territorio vivo. Es la acción que nos empuja a la acción”

(SERRANO, Eduardo 2004)

“[El proceso de recogida de información fue a través de] charlas


informativas con debate (…) buenos conocedores de algunos de los aspectos
más relevantes del territorio que se iba a recorrer. Seguidamente hubo una
fase de preparación de la jornada, pues el aspecto logístico es realmente
importante. La jornada de la deriva, limitada a un día. A continuación varias
semanas de trabajo de los estudiantes, exponiendo en clase por grupos sus
desarrollos y propuestas y haciendo un uso bastante intenso del foro en
Internet. Con la entrega los trabajos terminados (…) fueron publicados en
forma de libro en los dos últimos cursos (derivas de este tipo hemos llevado a
cabo 6 ó 7 desde el año 1998 pero sólo las dos últimas han podido ser
divulgadas mediante una publicación)”

Entrevista del grupo CARTAC a la cartógrafos de de ZoMeCS2

“[El proceso de recogida de información fue a través de] Informantes Clave


(para cada uno de los ejes) que se proponen desde el Grupo de Investigación
(compuesto por actores que pertenecen a colectivos sociales vivos del
territorio) (…). Serían un total de 53 entrevistas por el territorio,
complementadas muchas de ellas con derivas, fotografías, mapeos,
observaciones participantes y análisis de documentos (informes escritos y/o
visuales formulados por los propios movimientos), así como de talleres

2
Promovida por profesores de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Granada con grupos de
estudiantes de la licenciatura. ZoMeCS: Zona Metropolitana de la Costa del Sol
participativos lo que nos permitiría comenzar a diagnosticar el territorio que
habitamos”

Entrevista del grupo CARTAC a la cartógrafos de Otra Málaga 04

“El trabajo proviene de una investigación documental de la base de datos de


Indymedia Estrecho. Los análisis de dichos documentos, artículos,
experiencias, conflictos (colgados en Indymedia) junto con los viajes, el
inventario de saberes colectivos y conocimientos de la gente del lugar (de las
dos orillas), posibilitaron volcar toda la información a la cartografía”

Entrevista del grupo CARTAC a la cartógrafos del Estrecho

De la fase de producción cartográfica3, donde se vuelca toda la información (sea en papel,

vídeo, libro u otra producción artística), se desprenden acciones y procesos educativos

tanto dentro del grupo de cartógrafos como en los usuarios del mapa que se orientan y

pueden actuar sobre el territorio.

Una Manera alternativa de construcción cartográfica: los mapas compartidos e


interactivos

El cibermundo es inherente a una sociedad históricamente diferente a la de hace pocas

décadas. El problema es para quienes carecen de una puerta o conexión con el

cibermundo, al igual que quienes se encontraron como analfabetos en la era de Gutenberg.

Pero el geomundo, el mundo físico de toda la vida, aunque se transforme profundamente

no debe quedar reducido a un submundo; cada día descubrimos la importancia de ese

geomundo que incluye tanto lo social que se despliega en los medios tecnológicos

predigitales como lo prehumano que se hace presente de un modo que no podemos darnos

el lujo de despreciar o ignorar. En esta consideración hay mucho más que un cálculo de

eficiencia operativa; estamos hablando de una práctica política que requiere una estrategia

capaz de operar con ambos mundos y esa sería nuestra propuesta de la cartografía del

territorio.

3
Si se desea ahondar un poco más en esta fase, véase HABEGGER, Sabina y MANCILA, Iulia (2005)
Hoy más que nunca es posible un protagonismo distribuido y compartido donde los

ámbitos entre productores-inventores-gestores de los programas informáticos y por otro

lado los usuarios de dichos programas compartan fronteras permeables, espacios de

encuentro, intercambio y cruce (desde las licencias de Creative Commos en Copy Left, al

uso del Wiki como herramienta informática colaborativa4, entre otros). Así, en el

cibermundo no colonizado por el poder, donde se pone en crisis la distinción entre

productor y consumidor, la distribución de expertos y usuarios también pierde sentido.

Entre los hackers y la masa de usuarios con una formación elemental van apareciendo

segmentos cada vez más numerosos que fertilizan recíprocamente los saberes más

antiguos y los surgidos en el cibermundo, inventando de paso tecnologías hibridas con un

gran potencial. De ello es una pequeña muestra nuestro grupo CARTAC donde estamos

gente de la sociología, pedagogía, medios de comunicación, activistas sociales, artistas

plásticos, urbanistas, informáticos, etc.

Desde hace mucho hemos comprobado como los croquis, mapas, diagramas, así como las

imágenes plásticas o sonoras facilitan tanto la adquisición del conocimiento como la

invención de nuevos entornos territoriales (físicos o sociales); y allí donde la

comunicación discursiva clásica es rechazada, los instrumentos cartográficos y derivados

suscitan un interés, una participación y una iniciativa sorprendente en personas que las

prácticas pedagógicas y comunicativas convencionales (fundamentalmente discursivas)

fracasan ante la desesperación de los profesionales involucrados.

En la actualidad las tecnologías telemáticas están produciendo una fuerte mutación en

relación con los instrumentos convencionales de representación y proyectación. Las

cibercartografías son instrumentos ideales para que la mencionada conexión geomundo-

cibermundo (local-global) sea operativa y fructífera, siendo magníficas armas en las

4
Esta comunicación se ha conformado a partir de esta herramienta
luchas sociales y también pueden facilitar el aprendizaje y adquisición de habilidades que

son necesarias para desenvolverse con soltura y autonomía en la Red.

Ya disponemos de estas herramientas: por ejemplo el programa mapOmatix (ver “PGS

versus GPS : On Psycho/Subjective Geographic Systems by elpueblodechina dialoguing

with yves degoyon (MapOMatix)” en la página http://mapomatix.sourceforge.net/) supone

un verdadero acontecimiento que se puede inferir de la siguiente comparación con los

instrumentos cartográficos clásicos, dando respuesta y llevando a la realidad muchas de

las cualidades ya aventuradas o solicitadas desde los movimientos sociales:

1) Hacen de cualquier usuario un cartógrafo; es transparente, barato y accesible por todo el

que pueda usar una Terminal, 2) Los agentes son colectivos, en principio no son

individuos identificables; es un instrumento colaborativo, justo como es un wiki, 3) No

hay centralización de la información, cualquier usuario puede iniciar o incidir en una

cartografía; en esta situación no hay necesidad de órganos organizativos superiores ni de

la fijación de objetivos finalistas, 4) Tiene un altísimo potencial de desarrollo, abierto a las

invenciones de los usuarios, 5) Las cartografías son temporales, la construcción de cada

mapa puede ser seguida en todos sus momentos; no hay un resultado final, no hay

determinismos, todo está en evolución; y a la vez nada se pierde, cualquier cambio queda

registrado

Además, y esto es importantísimo, está demostrado que la potencia típica antes comentada

de los instrumentos cartográficos, ahora situados entre el texto discursivo y el medio

pictográfico, se multiplica extraordinariamente. Esto es debido a que la tecnología

telemática permite operar y gestionar “hiperespacios”, lo que traducido a nuestro caso son

los hipertextos y en especial los hipermapas, donde lo que se manipula (mediante

operaciones sensoriomotrices que no pasan por lo cognitivo-consciente) no son ya frases


de un texto o fragmentos de un mapa, sino conjuntos de una escala mucho mayor, es decir

bloques discursivos (en el caso de los hipertextos) o capas cartográficas, lo cual supone

que estamos ante prótesis mentales de una enorme potencia. Para hacernos una idea este

cambio es similar al que provocó la adopción de la escritura alfabética en Grecia, que

permitió liberar gran parte de la actividad mental empleada en la gestión de las pesadas

tareas que exige la memoria personal.

Conclusiones: limitaciones y potencialidades

Al exponer los elementos novedosos de la cartografía del territorio y sus posibles

aplicaciones, consideramos oportuno focalizar la atención en algunas de sus grandes

ventajas que no se hayan expresado más arriba y en sus inconvenientes que hemos

encontrado desde nuestras experiencias.

Entre las grandes posibilidades podemos subrayar que los mapas reducen la información

compleja a una expresión artística única. El uso pedagógico que las cartografías

participativas pueden otorgar a la ciudadanía, conllevan a situaciones donde la realidad se

problematiza por los propios sujetos y dicho proceso conlleva un elemento que empodera

a los grupos oprimidos en el sentido que le otorga rol de sujeto responsable en la

reconfiguración de su historia y lo deriva a la generación de un proceso crítico y a la

formulación de posibles alianzas que le permitan alcanzar y recrear el inédito viable. Es un

proceso de aprendizaje y de construcción del conocimiento a partir del propio sujeto,

valorando el movimiento, lo inmediato, lo afectivo, lo relacional, la intensidad, el entorno,

la autogestión, la solidaridad y priorizando procesos sobre resultados.

Permite hacer visible territorios comunes y lugares de acción y genera una realidad sobre

la que se pueda actuar conjuntamente (mapas en futuro, con agendas y lugares de

encuentros y colaboración)
Es una herramienta de comunicación interactiva y de participación poderosa, porque

cualquiera de los participantes en el proceso de elaboración puede incorporar escenarios

usando las nuevas tecnologías multimedia y la Red.

Su complejidad hace que algunas resulten ininteligibles y que presenten dificultad en la

comprensión: decodificación (lenguaje cartográfico) para los participantes que no están

familiarizados. Otro de los limites es que los mapas (en soportes de papel) quedan

desactualizados en poco tiempo. Algunos mapas tienden a quedarse en una dimensión

descriptiva y pocos acceden a una dimensión propositiva.

Por otro lado, los mapas reducen una multitud de informaciones complejas a una de

expresión gráfica unitaria.

La Cartografía del Territorio tiene un gran potencial para diseñar el cambio y construirlo

libremente. Esa visión estratégica no es una utopía. Debe haber un reconocimiento,

oportunidad en la toma de decisiones y libertad para generar acciones para el futuro. Esta

posición nos moviliza a leer el mundo para escribir la historia.

“¿Quién mejor que los oprimidos se encontrarán preparado para entender el


significado terrible de una sociedad opresora? ¿Quién sentirá mejor que ellos
los efectos de la opresión? ¿Quién más que ellos, para ir comprendiendo la
necesidad de la liberación? Liberación a la que no accederán por casualidad,
sino por la praxis de su búsqueda”.
FREIRE 1973: 40

Se encarna así la más auténtica práctica de la Educación para la concienciación porque

supone el ejercicio de la libertad, ya que el futuro no se prevé sino se construye.

Bibliografía

DELEUZE, Gilles; GUATTARI, Felix (1980). Mil Mesetas. 2ª Parte de capitalismo y


esquizofrenia. Valencia.
FREIRE, Paulo (1973): Pedagogía del oprimido, 10ª edición. Buenos Aires, Ed. Siglo XXI
HABEGGER, Sabina y MANCILA, Iulia (2005): La cartografia social como estrategia para
diagnosticar nuestro territorio. Publicación del Seminario Freire. Universidad de Málaga
NUÑEZ, Carlos (1996); Educar para transformar, transformar para educar. Ed. Lumen Hvmanitas.
Buenos Aires
SANTOS; Boaventura de Sousa (2005): El milenio huérfano. Ensayos para una nueva cultura
política. Ed. Trota
SERRANO, Eduardo (2004): Derivas para conocer la ciudad, en Otra Málaga, Ed. Cedma. Málaga
VILLASANTE, Tomás R. (2002): La investigación social participativa. Construyendo ciudadanía
1. Ed. El Viejo Topo

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