Activación Del B y Producción de Anticuerpos
Activación Del B y Producción de Anticuerpos
Activación Del B y Producción de Anticuerpos
Los anticuerpos forman parte de la inmunidad humoral, y son secretados por los linfocitos B. La respuesta humoral
dependiente de anticuerpos inicia en los órganos linfoides secundarios, cuando una célula B reconoce un antígeno.
Estas respuestas se pueden originar en el bazo para los antígenos de transmisión hemática o bien, en los ganglios
linfáticos para los antígenos provenientes de la linfa. El linfocito B se activa cuando un antígeno se une a la IgM o IgD de
membrana, y tras ser activado, se promueve su proliferación y su diferenciación en células plasmáticas o bien, en células
B de memoria. La activación de la célula B puede ser por antígenos multivalentes no proteínicos con determinantes
repetitivos, como polisacáridos que se unen al receptor de la célula B y que no requieren de la cooperación de linfocitos
CD4+ (respuesta T-independiente); o bien, puede ser inducida por linfocitos T cooperadores tras reconocer un antígeno
proteínico presentado previamente por la célula B.
La respuesta de anticuerpos dependientes del linfocito T inicia desde el momento en el que una célula presentadora de
antígeno, como la célula dendrítica, captura, procesa y presenta el antígeno proteínico a un linfocito T CD4+ en el
contexto de una molécula del MHC clase II. El reconocimiento del antígeno mediante el TCR por un linfocito T CD4+
virgen lleva a la posterior activación, proliferación y diferenciación del linfocito T CD4+ en una célula efectora o bien, en
una célula de memoria.
Los linfocitos T CD4+ que han sido activados por el antígeno presentado por la célula dendrítica y la coestimulación,
proliferan y expresan el CD40-L (CD154) y receptores para quimiocinas como CXCR5, con lo cual migran hacia el folículo
primario. Así mismo, los linfocitos T CD4+ expresan el CD69, que bloquea la expresión del receptor 1-fosfato de
esfingosina 1 (S1PR1) y de este modo, el linfocito T activado permanece en el órgano linfoide. El linfocito B de los
folículos linfoides, mediante su BCR, une un antígeno proteínico, el cual es endocitado, procesado y presentado en un
contexto de moléculas MHC clase II. Así, un linfocito B reconoce un epítopo peptídico lineal en la molécula nativa y
después presenta un epítopo peptídico lineal interno de la proteína nativa.
Los linfocitos B expresan de forma constitutiva el CD40, el cual une a la molécula inducible CD40-L (CD154) expresada en
el linfocito T CD4+ activado. Esta unión induce la asociación de proteínas citosólicas llamadas TRAF al dominio
citoplasmático de CD40 en el linfocito B, con lo cual se inician cascadas enzimáticas que llevan a la proliferación de la
célula B y aumentan la síntesis de inmunoglobulinas. Tras la interacción inicial entre un linfocito T CD4+ con un linfocito
B en la interfaz T-B de un órgano linfoide, estas células B comienzan a proliferar rápidamente y se generan pequeños
focos extrafoliculares. El cambio de isotipo ocurre por vez primera en estos focos extrafoliculares de células B. Aquí
mismo también se produce cierto grado de hipermutación somática en los genes variables de inmunoglobulina. Las
células plasmáticas que se generan en estos focos extrafoliculares suelen vivir muy poco tiempo (células plasmáticas de
vida corta) y muere la mayoría por apoptosis.
*SÍNDROME DE HIPER-IgM.
Se caracteriza por la ausencia de IgA, IgE e IgG junto con el aumento de IgM. Hay una susceptibilidad a las infecciones
piógenas. Estos individuos suelen producir IgM contra sus propios neutrófilos, plaquetas y antígenos tisulares, por lo
que presentan enfermedades autoinmunes concomitantes. El tracto gastrointestinal de estos sujetos se encuentra
infiltrado por células productoras de IgM. El 70% de los casos se encuentra un defecto recesivo ligado al cromosoma X
con mutaciones del ligando de CD40 (CD154) presente en el linfocito T, necesario para promover el cambio de isotipo de
cadena pesada de inmunoglobulina. También se puede transmitir de modo autosómico recesivo cuando el defecto
genético está en la desaminasa inducida por activación (AID), encargada de transformar la citidina en uridina que dará
lugar a uracilo y promover de esta manera, la rotura de la cadena de ADN y facilitar la recombinación de los genes
constantes de las cadenas pesadas (cambio de clase). Se encuentra hiperplasia del tejido linfoide, anticuerpos IgM
dirigidos contra eritrocitos, plaquetas o hepatocitos. La mayoría de los pacientes con deficiencias de CD40L muestran
infecciones por Pneumocystis jirovecci y Criptosporidium, ya que el compromiso es primariamente de células T, los
ganglios de estos pacientes no cuentan con centros germinales, suelen morir antes de la cuarta década de la vida.
BIBLIOGRAFÍA.
Abbas A, Lichtman A, Pillai S. Inmunología celular y molecular. Séptima edición, Barcelona: Elsevier 2012.
Kindt, Thomas J., Goldsby, Richard A., Osborne, Barbara A., Inmunología de Kuby. Sexta edición: McGraw-Hill. 2007.