Poemas de Amor
Poemas de Amor
Poemas de Amor
El desayuno
Corazón coraza
Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza
Mario Benedetti
Te quiero
Mario Benedetti
Señor de la noche
POEMA 20
Pablo Neruda
POEMA 15
Pablo Neruda
POEMA 6
Pablo Neruda
Rima LI
Rima XLII
Cuando me lo contaron sentí el frío
de una hoja de acero en las entrañas,
me apoyé contra el muro, y un instante
la conciencia perdí de donde estaba.
Cayó sobre mi espíritu la noche,
en ira y en piedad se anegó el alma,
¡y entonces comprendí por qué se llora!
¡y entonces comprendí por qué se mata!
Pasó la nube de dolor... con pena
logré balbucear breves palabras...
¿Quién me dio la noticia?... Un fiel amigo...
Me hacía un gran favor... Le di las gracias.
Gustavo Adolfo Bécquer
Rima xxx
Ángel González
Pero ya te lo dije:
cuando quieras marcharte ésta es la puerta:
se llama Ángel y conduce al llanto.
Ángel González
Échale a él la culpa
Vicente Gallego
Procuro recordarte
Carlos Pardo
Fe de erratas
Vengo de olvidarte...
pero llego a casa y me tropiezo contigo,
en las cosas que me miran con tus ojos,
en las pelusas del pasillo
que me enredan leves,
con tu olvido.
Vengo de olvidarte...
y puede
que cambie de casa
y siga viniendo de olvidarte,
que cambie de cuerpo
y te siga deseando,
que cambie de vida
y te siga viviendo.
Vengo de olvidarte.
Tiro el bolso
y se cae el pintalabios,
un beso metálico en el parquet
me recuerda la ausencia de tu boca.
Mi obstinación es olvidarte
mi trabajo es olvidarte
mi verso es olvidarte
mi insulto es olvidarte,
mi presente y mi futuro es olvidarte.
Y vengo y voy
para olvidarte.
Me duermo y me despierto
para olvidarte.
Soy lo que soy
para olvidarte.
Belén Reyes
(Ponerle un bozal al corazón, 2002)
TE QUIERO
Te quiero a las diez de la mañana, y a las once, y a las doce del día. Te quiero con toda mi
alma y con todo mi cuerpo, a veces, en las tardes de lluvia. Pero a las dos de la tarde, o a las
tres, cuando me pongo a pensar en nosotros dos, y tú piensas en la comida o en el trabajo
diario, o en las diversiones que no tienes, me pongo a odiarte sordamente, con la mitad del
odio que guardo para mí.
Luego vuelvo a quererte, cuando nos acostamos y siento que estás hecha para mí, que de
algún modo me lo dicen tu rodilla y tu vientre, que mis manos me convencen de ello, y que no
hay otro lugar en donde yo me venga, a donde yo vaya, mejor que tu cuerpo. Tú vienes toda
entera a mi encuentro, y los dos desaparecemos un instante, nos metemos en la boca de
Dios, hasta que yo te digo que tengo hambre o sueño.
Todos los días te quiero y te odio irremediablemente. Y hay días también, hay horas, en que
no te conozco, en que me eres ajena como la mujer de otro. Me preocupan los hombres, me
preocupo yo, me distraen mis penas. Es probable que no piense en ti durante mucho tiempo.
Jaime Sabines
(Diario semanario y poemas en prosa, 1961)
Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que al cielo
se despereza.
Pero no mía.
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.
La caricia perdida
Alfonsina Storni
(Languidez, 1920)
Nocturno
Antonio Colinas
(Libro de la mansedumbre, 1997)
Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda... O no me quieras!
Gabriela Mistral
Desolación, 1922
Sucesiva
Gerardo Diego
(Alondra de verdad, 1941)
Gloria Fuertes
(Todo asusta, 1958)
Jaime Sabines
(Recuento de poemas, 1962)
Quizás también le interese:
La hora
Después..., ¡ah, yo sé
que ya nada de eso más tarde tendré!
Juana de Ibarbourou
(Las lenguas de diamante, 1919)
Volveremos a vernos
BÉBETELA
Pedro Salinas
(La voz a ti debida, 1933)
Joaquín Lera
(La fragilidad de los espejos, 2009)
Si me llamaras
Si me llamaras, sí...
¡Si me llamaras, sí,
si me llamaras!
Lo dejaría todo,
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!
IN ILLO TEMPORE
Amalia Bautista
Peeping Tom
al ir a separarme,
todavía atontado de saliva y de arena,
después de revolcarnos los dos medio vestidos,
felices como bestias.
Te recuerdo, es curioso
con qué reconcentrada intensidad de símbolo,
va unido a aquella historia,
mi primera experiencia de amor correspondido.
Cuando te nombran
Gloria Fuertes
Te quiero.
Luis Cernuda
Amor
Posología: Ingiérase cualquier tarde
si llueve o si hay extraños
astros rojos en el aire, o los
hombros arden
como estrellas o mares.
Precaución: Como cualquier milagro
de rocío: es frágil.
Mantenerse lejos del alcance
de los que usan corazón de bolsillo
y dejan guardados los besos
bajo llave.
(de La Estación de Fiebre)
Gioconda Belli
Así...
Pedro Salinas
Octavio Paz
III
GACELA DEL AMOR DESESPERADO
Pero yo iré
aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.
Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.
ENIGMA
Amalia Bautista
Chico Wrangler
Desmayarse
Lope de Vega
SONETO V
Garcilaso de la Vega
Ben Clark
Muerte en el olvido
(Ángel González)
Yo sé que existo
porque tú me imaginas.
Soy alto porque tú me crees
alto, y limpio porque tú me miras
con buenos ojos,
con mirada limpia.
Tu pensamiento me hace
inteligente, y en tu sencilla
ternura, yo soy también sencillo
y bondadoso.
Pero si tú me olvidas
quedaré muerto sin que nadie
lo sepa. Verán viva
mi carne, pero será otro hombre
—oscuro, torpe, malo— el que la habita...
No te salves
No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.
IDA Y VUELTA
Amalia Bautista
EL PUENTE
alguien te da un pañuelo
A veces
escalofrío
día luminoso
A veces
equilibrista
prima
dulzura a tu marido
A veces
tu mujer y en tu hija
amigo.
A veces
morder a tu vecina
subes una escalera y piensas que sería bonito que el
piso
A veces
Señor de la noche,
sostenidos y azules
y se acerque despacio
a pedirme tabaco.
Señor de la noche,
dios de la barra,
sota de copas,
Si prefiere quedarse,
Si decide marcharse,
el tiempo necesario.
Señor de la noche,
de la dulce serpiente
sostenidos y azules
y se acerque despacio
a pedirme tabaco.