Temeridad Procesal

Descargar como doc, pdf o txt
Descargar como doc, pdf o txt
Está en la página 1de 59

TEMERIDAD Y

MALICIA
PROCESALES AL
BANQUILLO:
CRÓNICA DE DOS
LACRAS JURÍDICAS
QUE PRETENDEN
CONSOLIDARSE

Jorge Isaac Torres


Manrique *

“La excelencia moral es resultado del


volvemos justos realizando actos d
templados, realizando actos de
valientes, realizando actos de
Aristóteles.
“Hay un punto pasado el cual, hasta la
vuelve injusta”. Sófocles.
“Abusus non est usus, sed corruptela”
no es uso, sino corruptela).
“Se me sanciona por incurrir, a niv
indistintamente en: i) temeridad, ii)
temeridad o mala fe, iv) temeridad y m
temeridad y/o mala fe. Empero, no
explicado y fundamentado
jurídicamente, la naturaleza de dicha
los casos en que se incurre en ellas y la
si, ¿podría hacerlo?. Rpta. No, pero n
desee hacer lo propio, si no porque
menor idea”. El autor.
“Un poco de Derecho Procesal a nadie

SUMARIO:
I. Introducción.- II. De lo correcto a lo incorrecto.- III. Acerca de
la temeridad procesal.- IV. Sobre la malicia procesal.- V.
Litigante temerario.- VI. El artículo 112 (“no deslindado”) del
Código Procesal Civil peruano.- VII. Temeridad y malicia vs.
principios procesales.- VIII. Temeridad y malicia procesales en
la literatura.- IX. Teoría del abuso del derecho.- X. Costas,
costos, multas, responsabilidades y sanciones.- XI. Normatividad
aplicable al derecho peruano.- XII. Legislación extranjera.- XIII.
Criterio del Tribunal Constitucional peruano.- XIV. Reflexiones
finales.- XV. Sugerencias.- XVI. Propuesta legislativa.- XVII.
Bibliografía.
I. INTRODUCCIÓN.-

Los inicios de la existencia del derecho[1] se remontan prácticamente a lo


de la humanidad misma[2], sin embargo, respecto de los comienzos del pr
doctrina mayoritaria es conteste que corresponden a tiempos inmemorial
principio del derecho procesal[4] (al margen que, al igual que el proceso, ta
posible precisar una fecha determinada) estuvo determinado cuand
aceptación o legalidad del ejercicio de la venganza privada[5] (por
primitivo) ésta rebasa sus límites, viendo por conveniente dotar de poder d
o autoridad a un jefe que brinde orden y justicia; pero esta autoridad
convirtió en autoritaria: es en ese momento que aparece la necesidad que
de grupo también tenga que someterse a una orden o autoridad; consecuen
en ese momento es que nace el derecho procesal, específicamente en
romano. En ese sentido, tenemos que las legis actiones[6], constituyeron
más antiguo de enjuiciar en el proceso civil romano[7], luego les suce
aebutia[8] y posteriormente el proceso extraordinario[9].

Sin embargo, es con la publicación de las siete partidas (1258) que


moderno derecho procesal civil, de las cuales la tercera reglamentó el proc
civil, donde se postergan en gran medida los principios del proces
Posteriormente, es acogido por el Código de Enjuiciamiento en materia Civ
de 1852. Luego, dicho proceso civil moderno se positivizó en 1855 en
Enjuiciamiento Civil española. Posteriormente, se materializa en el C
Procedimientos Civiles peruano de 1911, para dar orígen al Código Proc
peruano de 1993 vigente y finalmente, tenemos que sale a la luz el s
Código Procesal Constitucional peruano de 2004 (igualmente vigente),
concreta el avance o desarrollo del proceso civil o legal, ampliando sus
través del proceso constitucional. Cabe precisar que los dos último
mencionados son correspondientes con el derecho procesal civil conte
peruano.

Empero, el derecho procesal general o en general precisan insoslayablem


debido proceso[10] [11], para poder cumplir sus fines; en tal sentido, dic
proceso es un derecho fundamental y una garantía[12] procesal (tutela juri
efectiva[13] [14]), pero además, éste proceso debido presenta una naturaleza
y social. En ese sentido, es lógica la desazón que experimentamo
precisamente este proceso que debe ser debido, es violado o atrope
negativas prácticas procesales como la temeridad y mala fe (malicia) proc
cuales no hacen mas que impedir que el derecho cumpla o alcance su
desnaturalizándolo; más aún cuando dichas prácticas se ven lament
acrecentadas, hasta cierto punto, incontenibles o inexorables como el tiemp

Por otro lado, el debido proceso es un “derecho continente”, pues, contiene


engloba otros derechos, los cuales se encuentran contemplados en una Con
Convenio Internacional de DD. HH., así tenemos respectivamente: fue
como: i) garantía judicial ha sido regulado por el art. 8 de la Convención A
sobre Derechos Humanos suscrita en la Conferencia Especializada Inter
sobre Derechos Humanos (San José, Costa Rica 7-22/11/1969), denominad
Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José) [15];
ii) el debido proceso, a través del derecho a un proceso equitativo, ta
contemplado por el art. 6 del Convenio Europeo para la Protección de los
Humanos y de las Libertades Fundamentales revisado de conformid
Protocolo Nº 11, completado por los Protocolos Nº 1 y 6 (septiembre 2003)

El debido proceso, además, es reconocido en el inc. 3 del art. 139 de la Co


Política peruana, que señala: “son principios y derechos de la función juri
la observancia del debido proceso y la tutela jurisdiccional”.

Así tenemos que, ostentan la titularidad del derecho al debido proceso


jurisdiccional no solamente las personas naturales, también las personas
de derecho privado (Exp. Nº 0905-2001-AA/TC y Nº 4972-2006-PA
también, lo propio las personas jurídicas de derecho público (en efecto, e
Constitucional peruano –Exp. Nº1407-2007-PA/TC, 14/08/2008) –recient
sostenido que, estas últimas (es decir, las personas jurídicas de derecho pu
poseedoras de dicha titularidad, incluso en la etapa prejurisdicional a
Ministerio Público.

Además, es preciso recordar que el debido proceso detenta tres moda


“jurisdiccional”, que garantiza un proceso debido a nivel judicial, arbitra
ii) “administrativo”, que garantiza lo propio en sede de la administración
iii) “corporativo particular”, que garantiza también un debido proc
particulares. Asimismo, posee dos dimensiones: i) “adjetiva o formal”, com
de un desenvolvimiento o desarrollo procesal debido, y ii) “sustantiva o
como garante de una decisión judicial basada o enmarcada tanto en la razon
proporcionalidad, es decir, garantiza una sentencia justa.

Empero, el debido proceso desgraciadamente se desnaturaliza o


sobremanera, cuando somos testigos que fenómenos como la malicia y
procesales hacen su permanente y nefasta aparición en él; es más, dichos f
del proceso no solo se han limitado a elevar su incidencia (así
correspondiente cuota de perjuicio en los procesos [17]), en las ramas
tradicionales, tales como: el derecho procesal civil [18] (derecho procesal raí
originario o primigénio- dado que de él nacen o adoptan su estructura
derechos procesales no únicamente peruanos-), derecho procesal pena
procesal laboral, derecho procesal registral, derecho procesal notarial, e
sino que han ingresado también a manifestarse y ganar terreno (cada vez m
nuevas, novedosas y recientes, tales como: el derecho procesal empresaria
procesal constitucional, derecho procesal administrativo, derecho procesal
derecho procesal electrónico, derecho procesal regulador, derecho proce
derecho procesal ambiental, derecho procesal penal económico, derech
internacional, derecho procesal comercial, derecho procesal tributario
derecho procesal societario, entre otras.

Ingresemos pues, sin más preámbulos a desentrañar lo relacionado a


debatidas, combatidas y en su momento permitidas, taras jurídicas procesa
la malicia –mala fe– y temeridad), las mismas que amenazan seriamente a c
en los flagelos jurídicos más perjudiciales de la presente era contemporánea
II. DE LO CORRECTO A LO INCORRECTO.-

Los efectos de la temeridad y malicia (mala fe) procesales generan que el


distorsione, de emblemático a paradójico, tal como lo da a entender Fe
Trazegnies: “En la Europa del siglo XI, las primeras Universidades se fu
enseñar Derecho. Y, evidentemente, esto no es una casualidad, no es un aza
las Universidades nacen con miras al Derecho, porque a su vez el Derech
entonces como un modelo de pensamiento riguroso… los estudiantes no
formarse como juristas, sino como hombres; o quizá, creían que formánd
juristas eran hombres mas completos (El Mundo, octubre 1994)[19]”.

En ese sentido, es preocupante el cambio de rumbo o dirección –en sentido


diríamos: de la corrección a la incorrección– del sentido de la profesión d
es decir, que mientras en sus inicios era ciertamente auspicioso, con el tran
tiempo se deformó o se inclinó a favor (aunque no mayoritaria, pero ca
aumento) de la temeridad y malicia (mala fe) procesales. Sobre todo cua
denominación misma del área de estudio, conocimiento o saber de
(derecho[20]) se puede desentrañar sus significados o acepciones básic
correcto), que aluden a lo sensato, justo, razonable, honesto, legal, lícito, p
que debe lógicamente caracterizar a la quintaesencia de la abogacía, como
sus inicios y debe continuar siéndolo.

Pero, es más preocupante aún si tomamos en cuenta que el proce


desnaturalizado por el litigio malicioso o abuso del derecho de litigar.
cuando los que violentan o violan el proceso reclaman que sus argucias
sean accedidas en nombre de la vigencia y defensa misma del debido pro
el juez de la causa, en el ejercicio de su función de administrador y
defensor de la corrección del proceso, no puede permitir que las p
cualquier medio o modo, festinen el proceso; dicho en otros términos, el m
es y tiene que comportarse como garante del fiel cumplimiento del debid
en el juicio.
Además, las partes y los abogados deben tomar en cuenta que al hacer frau
o incorrección en el proceso, o accionar con temeridad procesal, no solo in
abuso del derecho, sino que también vulneran las atribuciones y majestad
los derechos de la parte contraria, y también, por si fuese poco, el debido p
La actuación procesal racional colabora facilitando la finalidad busca
accionante. Una actuación procesal irracional minimiza o lo conculca, p
destruye. Se debe combatir, la irracionalidad procesal usada tanto para
proceso, como también para evitar la imposición de una sanción. El lit
varía o frustra el fin del ordenamiento procesal acciona desviadamente;
desnaturalización del mismo, además de incurrir en inconstitucio
irrazonalibilidad. En ese sentido: “toda irrazonabilidad es inconstitucional
de razonabilidad marca un límite más allá del cual, la irrazonabilidad im
violación a la Constitución”[21].

III. ACERCA DE LA TEMERIDAD PROCESAL.-

La temeridad procesal “consiste en la conducta de quien deduce prete


defensas cuya inadmisibilidad o falta de fundamento no puede ignorar con
una mínima pauta de razonabilidad, configurándose, por lo tanto, fr
conciencia de la propia sin razón”[22].

La temeridad no es otra cosa que una acción, en este caso actuar pro
desborda lo normal, lo razonable y lo debido, así como ataca valores m
demandado quién se ve obligado a defenderse, si es que lo puede h
afirmaciones tendenciosas. Sin embargo, quien acciona defendiéndose, a
claro conocedor de su culpabilidad, no puede ser calificado de temerario,
lícita la búsqueda de un resultado atenuado o -por lo menos- en previsión
víctima de un abuso de derecho.
Litigar con temeridad o accionar con temeridad en el juicio es la d
fundamento jurídico. Es la conducta de quien sabe o debe saber que carec
y/o falta de motivos para deducir o resistir la pretensión y, no obstante e
hace, abusando de la jurisdicción, o resiste la pretensión del contrario.

La conciencia de no tener razón o el saberse actuando sin poseer de razón


que condiciona la temeridad. El comportamiento de temeridad se refle
magistrado, a través de toda la actuación en el proceso por lo absurdo, c
etcétera, de las pretensiones o defensas[23].

Por otro lado, recurrir al tedio, aburrimiento y en consecuencia extender o


el tiempo del proceso alegando un sin fin de coartadas, ya sea, enfermed
con la finalidad de acrecentar la cantidad de los honorarios y lo que es pe
veces en casos donde se sabe a ciencia cierta que no se podrá ganar;
ejemplos del actuar temerario a nivel procesal. La declaración del D
Colegio de Abogados de Lima, Walter Gutiérrez, es muy clara y evidente,
que: "El 60% de los expedientes que existen en los órganos jurisd
corresponde a procesos chatarras, frívolos, que no tienen fundamento lega
pero que son presentados impunemente por abogados inescrupulosos, sobr
el sistema y volviéndolo más ineficiente”.
La temeridad no es de reciente data, ya que en el derecho romano la par
era condenada al pago de las costas de la contraria, tomándose como base
la temeridad en el proceso. Luego, se introdujo el principio del vencimi
justificativo del pago total de las costas. En ese sentido, tenemos
Calamandrei, en su obra “Elogio de los jueces escrito por un abogado”, se
referido a ciertas relaciones entre los abogados y la verdad, así como
obligada parcialidad del defensor, en ese sentido refiere: "El abogado
historiador, traicionaría su oficio si alterase la verdad relatand
inventados…”[24].
Vemos imprescindible definir los términos “temerario y temeridad [25]”, en e
tenemos que: i) El primero significa: “imprudente; quien desafía los
Pensamiento dicho o hecho sin justicia ni razón; y en especial cuando ata
morales del prójimo”, ii) El segundo, constituye una: “acción arriesgada, a
precede un exámen meditado sobre los peligros que puede acarrear o los
sortearlos. Juicio temerario, el formulado sin la debida razón y fundame
psicológico y en la resultante vital, la temeridad, alineada en cierto gr
actitud suicida, cuando el desafío entraña contingencias considerable
existencia o la integridad física, encuentra móviles desde el interés más
sacrificio más excelso; ya que corresponde a actuaciones que se escalona
agresión y el despojo delictivo al salvamento del prójimo y a intentos hero
esfera jurídica concreta, el litigar con temeridad, sin probabilidad al menos
causa pueda triunfar por hechos favorables o argumentos aún débiles q
lleva consigo la condena en costas. En los ordenamientos procesales
medida no se funda, cual exige la responsabilidad civil, el hecho del vencim
excluir un posible recargo, ya punitivo, por movilizar de mala fe a la justici

Debemos tener presente que el magistrado, en lo referido a la temeridad p


responsable de supervigilar el proceso desde dos perspectivas: i) desde
tema de fondo y ii) desde el actuar o comportamiento de las partes. Así
Eduardo Couture en el Proyecto del Código de Procedimiento Civil urug
ningún campo es mas apropiado que el del proceso para poder efectuar una
directa sobre la buena fe. Allí está el magistrado que es, simultáneament
conflicto y juez del proceso. Él discierne, dentro del ámbito del mismo juic
quien tiene razón, sino también como se han comportado los que prete
razón…”.

IV. SOBRE LA MALICIA PROCESAL.-


Además, es importante precisar o tener en claro los significados de te
malicia. Así, tenemos que: i) "La primera, consiste en la conducta de qu
debe saber su mínima razón para litigar y, no obstante, lo hace, abusa
jurisdicción; y ii) La segunda, se configura en cambio, por el empleo arb
proceso o actos procesales, en contraposición a los fines de la jurisdicció
objeto netamente obstruccionista. Abusa y agrede a la jurisdicción"[26].
Malicia procesal es “la utilización arbitraria de los actos procesales en su
(inconducta procesal genérica) o aisladamente cuando el cuerpo legal lo
con una sanción específica (inconducta procesal específica), y el emp
facultades, que la ley otorga a las partes, en contraposición con los fines d
obstruyendo su curso y en violación de los deberes de lealtad, probida
fe”[27]. Malicia es, por ejemplo, confabular con el notificador para que no
un domicilio diferente del que consta en la cédula, con el oscuro propós
demandado o notificado pierda sus derechos por la no comparecencia en
proceso.
La temeridad se evidencia en tanto se vincula con el actuar o proceder p
fondo y la malicia se identifica mas bien con la forma valiéndose de l
regulado, abusando de ello. Sin embargo, no debemos perder de vista qu
temeridad como la malicia- mala fe- (demostrados) en que incurre el litig
ser sumaria y ejemplarmente sancionadas por el juez del proceso.

El legislador peruano no hace referencia expresa al término “malicia pr


“malicia” (solo menciona “mala fe”), sin embargo, si lo hace de manera
dado que, por ejemplo, el inc. 6 del art. 112 del Código Civil peruano adv
considera que ha existido temeridad o mala fe… cuando por cualquier
entorpezca reiteradamente el desarrollo normal del proceso”. Ergo, l
además de entorpecer, requiere ser “reiterada”. Al respecto, consideramos
deslinde y precisión son imprescindibles y urgentes de realizarse,
mostramos nuestro desacuerdo con la exigencia de la reiterancia referida p
de la mala fe o malicia procesal. Sin embargo, dichas disquisiciones desarr
el acápite VI - intitulado “El artículo 112 (“no deslindado”) del Códig
Civil peruano”-, así como en las reflexiones finales y sugerencias, respectiv

Finalmente, hablando en términos “jurídico deportivos”, diríamos que la te


malicia (mala fe) procesales son opuestas o antagónicas al fair play (“real
la actividad deportiva de forma digna sin perjudicar o dañar interes
actuando con la mayor rectitud y probidad, con un comportamiento a
esperado; bajo estos lineamientos el deporte debe ser realizado honrada
dañar a la otra parte, presupone justicia, igualdad, lealtad, honestidad, ac
respeto al adversario y por las diferencias de cada uno, entre otro
morales”[28]); consecuentemente reiteramos que la malicia o mala fe proc
cierta forma, la negación o violación del fair play aplicado a lo jurídico.

V. LITIGANTE TEMERARIO.-

La aparicion del término temerario procesal o litigante temerario se prod


inicios de la culpa aquiliana o extracontractual de la ley del mismo nomb
las costas una forma de pena civil contra quien sin razón alguna ejercitaba
o temerariamente se oponía a ella, generándose un daño evidentemente i
debía ser definitivamente reparado.
El litigante temerario, denominado por Justineano “improbus litigatur” (co
deshonesto, pleitista de mala fe), tiene una naturaleza binomia o bifronte,
demanda o se excepciona a sabiendas de su falta de razón o sin motivo
ejerciendo una litigación bizantina, ii) activando la prestación de l
jurisdiccional basándose en motivos fútiles, lo que constituye una actuali
supuesto de falta de lealtad o de probidad procesal.

Improbus deviene de improbe e improbe significa con maldad o perversa


modo defectuoso, injusto e irrazonado. Es quién activamente tiende tr
estafas procesales con una subjetividad dolosa, con la finalidad de engaña
derrotar y/o dañar o perjudicar a la parte contraria, recurriendo al uso
ilegales y falsos para obtener el resultado propuesto.

Litigar temerariamente, es actuar de mala fe, con la idea de lograr benefici


a mentiras, engaños, ocultar información, etc. Así también, quien inicia una
o interpone una excepción sabiendo que no tiene un mínimo de razón,
temeridad litigante. Por otro lado, consideramos que proceder maliciosame
suerte de

confabulación abogadil consistente en burlar al magistrado con el pro


conseguir un beneficio (que no le corresponde legalmente) en la causa y e
también del patrocinado, muchas veces no solo para ocultar sus errores de
sino también para incrementar sus honorarios de manera ilegal prolon
demandado que interpone excepciones, defensas y recursos sin fundamen
con la única finalidad de dilatar o entorpecer) innecesariamente un juic
veces cuasi eternamente[29]; es asumir una conducta procesal de improbus li
Verbigracia, el litigante temerario es quien altera el proceso, pues,
corrompe, cambia, cercena, destruye o sustrae la prueba ya incorporada al
amenaza, coacciona, soborna o engaña a un testigo; porque de esa
magistrado probablemente decidiría muy distinto a lo que debiera (a
obviamente en perjuicio de la parte contraria.
Consecuentemente, el temerario procesal o “improbus litigatur”, es quien
indistinta o concurrentemente con temeridad procesal o con malicia
procesales. Por ende, consideramos válido utilizar el término maliciario
como sinónimo de temerario procesal, dado que este ultimo abarca o in
temeridad y a la malicia (mala fe) procesales.

VI. EL ARTÍCULO 112 (“NO DESLINDADO”) DEL CÓDIGO PR


CIVIL PERUANO.-
Solo para efectos académicos abordamos el tema que el legislador p
diferencia de la temeridad procesal) no hace referencia expresa al términ
procesal, sin embargo, desde nuestro punto de vista sí lo hace pero uti
sinónimo (la mala fe), dado que el inc. 6 del art. 112 del Código Civ
advierte: “Se considera que ha existido temeridad o mala fe… cuando por
medio se entorpezca reiteradamente el desarrollo normal del proceso” (el
resaltado y cursiva son nuestros). Así, consideramos que, la malicia, a
entorpecer el proceso, requiere ser reiterada. Referimos que es la mala fe o
que se configura con la reiterancia mencionada textualmente en el citad
ergo, la temeridad procesal (acto arriesgado, sin razón o fundamento y sin p
de éxito) no significa lo mismo que la malicia o mala fe procesal, sino qu
comportarse reiteradamente como temerario en el proceso.

Empero, como afirmar que la mala fe que sanciona el Código Civil peruano
lo mismo que la malicia (o viceversa) no es suficiente; procedemos a
fundamentación requerida. En primer lugar, necesitamos tener a mano el s
de mala fe que está relacionado con la maldad, la cual es “una acción mala
y así también el de malicia que es (de forma concisa) “el empleo a
obstruccionista del proceso”, En segundo lugar, tenemos que en dicha
última) hay dos términos que desarrollar (arbitrariedad y obstruccionismo)
lugar, tenemos que: i) arbitrariedad, implica un “actuar contrario a
caprichoso o engreído”, y ii) obstruccionista, nos habla de “dificultar, e
impedir, retardar o dilatar”. En cuarto lugar, tenemos que la maldad es un a
injusto, así como también el que la arbitrariedad y obstruccionismo denota
En quinto lugar, consecuentemente tenemos que mala fe y malicia son sinó

Ahora, tomando como premisa dicha sinonimia (entre mala fe y malicia p


y dado que art. 112 del Código Civil peruano no solamente no
textualmente (como ya dijimos) la malicia, pero sí la menciona, diremos,
un sinónimo: la mala fe. Pero el asunto no acaba ahí, va mas allá, porqu
artículo (que tiene siete incisos), el término mala fe solo es nombr
encabezado o inicio del mismo, consecuentemente, no precisa que inc
referidos a la temeridad y cuales a la mala fe o malicia.

En ese sentido, utilizando las consideraciones y precisiones co


anteriormente expuestas, realizamos los deslindes necesarios de los siete i
contiene el art. 112 del Código Civil peruano, que solo se limita a i
considera que ha existido temeridad o mala fe en los siguientes casos”:

i) “Inc.1. Cuando sea manifiesta la carencia de fundamen


de la demanda, contestación o medio impugnatorio”.
Consideramos que el presente inciso está referido a la temeridad
ii) “Inc. 2. Cuando a sabiendas se aleguen hechos contr
realidad”.
En este inciso, para nosotros, está dando a conocer la temeridad
iii) “Inc. 3. Cuando se sustrae, mutile o inutilice alguna
expediente”. Nuestro punto de vista es que este inciso se re
temeridad procesal.
iv) “Inc. 4. Cuando se utilice el proceso o acto procesal
claramente ilegales o con propósitos dolosos o fraudulentos”.
Este inciso es considerado por nosotros como malicia o mala fe
v) “Inc. 5. Cuando se obstruya la actuación de medios proba
El presente inciso, para nosotros, está avocado a la mala fe
procesal.
vi) “Inc. 6. Cuando por cualquier medio se entorpezca reiter
el desarrollo normal del proceso; y”.
Este inciso, a criterio nuestro, es correspondiente con la malicia
procesal.
vii) “Inc. 7. Cuando por razones injustificadas las partes no a
audiencia generando dilación” (Inciso agregado por el Artículo
Nº 26635, en fecha 23-06-96).
Este inciso, es a nuestra consideración, conteste con la mala fe
procesal.
VII. TEMERIDAD Y MALICIA VS. PRINCIPIOS PROCESALES.
En primer lugar, tenemos que la temeridad y malicia procesales se identifi
farsa, con la estafa en el proceso, con la ilegalidad, con el abuso del de
consecuencia, son totalmente contrarias a los principios procesales que sal
los derechos de las partes y de terceros, principios que pueden entender
genérico, o específico, es decir, ya sea a nivel de un proceso consti
ordinario.
Empero, en segundo lugar tenemos que respecto de los principios p
Hernando Davis Echandía afirma la importancia de los principios de la bu
lealtad procesales[30] (este último, denominado también, principio de mor
principio de conducta procesal[32]): “La ley procesal debe sancionar la mal
partes o de sus apoderados, estableciendo para ello severas medidas, en
responsabilidad solidaria de aquellas y éstos, y el juez debe tener facultade
para prevenir, investigar y sancionar tanto aquella como el fraude procesal”
En ese sentido, no se puede accionar, en sede judicial, con temeridad y
procesales si se es respetuoso de los principios señalados, ya que la
temeridad procesales son totalmente opuestas o antagónicas respec
principios de la buena fe y la lealtad procesales.
VIII. TEMERIDAD Y MALICIA PROCESALES EN LA LITERATU

Nadie como Carlos Ramos Núñez para deleitarnos magistralmente al re


pasajes de diversas como no pocas obras literarias asociadas al mundo ju
efecto menciona de la obra “El tigre blanco” de Alonso Cueto: “El ine
Carranza resumía su práctica profesional en una frase peruana muy exten
quienes corrompen y quienes se dejan corromper: ¿cómo arreglamos?. La
supone un tácito entendimiento entre los interlocutores que dan por sentad
obstante cualquier impedimento legal o ético, llegarán a un acuerd
sustraiga de la norma”[33]. El subrayado, resaltado y cursivo, son nuestros.

La frase peruana (en forma interrogatoria) referida anteriormente dela


entender que la misma se convierte en un agujero negro donde
lamentablemente se entiende tiene cabida tanto la temeridad, como
procesales y más, por decir lo menos.

IX. TEORÍA DEL ABUSO DEL DERECHO.-

9.1. DEFINICIÓN.-
Esta teoría refiere que cuando se acciona procesalmente con mala fe (m
temeridad, se incurre en abuso del derecho, es decir, se comete dicho abus
la utilización del derecho de una manera indebida, anormal, innecesaria
perversa, injusta, desmedida, transgresora, antifuncional, impropia o inadec
Cabe dejar constancia que generalmente dichas inconductas perturba
proceso (que son producto del uso irregular, exagerado e ilimitado de u
subjetivo) no son abiertamente antijurídicas y requieren en consecu
supervigilia minuciosa y permanente del proceso. Por otro lado, señalam
referido acto denominado o calificado como abuso atenta o es contrario
económico del derecho y a la sociedad, al margen de ser abiertamente ale
finalidad de la ley, legalidad y justicia.
Gonzalo Fernández de León, dice que “desde el punto de vista jurídico, a
hecho de usar de un poder o facultad, aplicándolos a fines distintos de aq
son ilícitos por naturaleza o costumbre”[34].
Así también, Couture define al abuso del derecho como una “forma e
vejatoria de acción u omisión de parte de quien, so pretexto de ejercer u
procesal, causa perjuicio al adversario, sin que ello sea requerido por las n
de la defensa”[35].
Para Raúl Chanamé Orbe, el abuso del derecho es una “figura por la cual
un derecho fuera de la finalidad para la que fue concebido, atropellando
legítimo, aún no protegido jurídicamente. Cuando el titular de un derecho
con el fin de dañar a otro, no necesariamente con el fin de beneficiarse”[36].
Luís Ribó Durand, refiere acerca del abuso del derecho como, “…la pos
que un sujeto de derecho, al hacer uso del poder jurídico que conlleva
subjetivo del que es titular, ejercite dicho poder de forma antisocial”[37].
Henri Capitant, entiende que el abuso del derecho es un “acto material
dañoso, que sería considerado lícito si se atendiese a un exámen objetivo y
él, pero que es ilícito porque el titular del derecho lo ejerce con la in
perjudicar a otra persona (proceso vejatorio)”[38].
Pedro Adrián Infantes Mandujano, advierte que el abuso del derecho con
“ilicitud de ejercer una facultad, potestad, derecho mas allá de lo permitid
legalmente, también aprovecharse de una situación u objeto con la misma
El abuso puede ocasionarlo una persona teniendo como base un hecho lícit
finalidad ilícita… que se sale de los limites de la justicia, la equidad, l
razón”[39].
Cabe señalar que el proceso evolutivo de la aceptación o reconocimie
conducta procesal abusiva o excesiva como tal, ha sido motivo de
encendidas discusiones entre: i) la doctrina procesal liberal individualis
homóloga contemporánea; donde la primera alegaba que no había m
positivizarla ya que sus efectos únicamente tenían que ser aceptados so p
deber de asumir el costo del proceso, y a su vez la segunda abogaba por la
de proscribir dicha inconducta procesal, vía prohibición y sanción legal. Ga
dicha confrontación resultó faustamente triunfante la segunda, es
contemporánea/moralizadora del proceso propia de la Escuela eficientista d
civil; además de contener un loable propósito jurídico social solidario.

Por otro lado, consideramos, respecto del nomen juris “abuso del derecho
denominaciones más apropiadas son: “abuso del proceso”, “abuso en el p
“abuso de los derechos procesales”, dado que si bien es cierto que lo que s
es modificar, prolongar o postergar- sacando ventaja de manera ile
sentencia o sus efectos, para tal propósito se hace uso abusivo de inconduc
procesal.

Señalamos que el abuso del derecho, se presenta como opuesto o anta


principio de la proscripción del abuso del proceso- este principio se fundam
deber de lealtad, probidad y buena fe procesales- y es el producto de la con
de la temeridad procesal. Dicha dañosidad (probada) se efectiviza al
aplicación de la finalidad del derecho que es la justicia; así, el- en su
invocamiento de Piero Calamandrei, acerca del insoslayable retor
priorización de la justicia en el proceso; corrobora lo dicho.

Cabe aclarar que la ausencia de intervención o denuncia oportuna de in


procesales conllevará a su convalidación, y su advertimento debe arribar a
nulidad de las mismas, además de las responsabilidades civil, penal y adm
en que incurre el sujeto del proceso abusivo del derecho. Así también, se
en cuenta que la sanción al abuso del derecho debe ser entendida y aplicad
naturaleza excepcional y no prioritaria o generalizante, ya que bá
desvirtuaría su función correctiva.

9.2. NATURALEZA JURÍDICA.-


Es curioso, por decir lo menos, el amplio abanico de teorías que postulan a
para intentar determinar la naturaleza jurídica del abuso del derecho, lo q
una idea muy clara de la dificultad y amplitud para arribar a dicha
Inclusive, actualmente la doctrina aún no es conteste respecto de la prec
uniformidad de su naturaleza jurídica.
En ese sentido, a decir de Abraham Luís Vargas [40], quien citando a Iv
enumera una serie de teorías que reclaman para sí la exclusividad de adjud
la naturaleza jurídica del abuso del derecho: i) del acto sin derecho, ii)
ilegítimo, iii) de la extralimitación, iv) del acto ilícito, v) de la culpa, v
genérico, vii) del dolo intención de perjudicar, viii) del dolo int
beneficiarse, ix) del dolo intención antisocial, x) del exceso de destin
interés, xii) del enriquecimiento sin causa, xiii) de la mala fe, xiv) del ries
y xv) del fin económico social.
9.3. ORÍGEN Y EVOLUCIÓN.-
Si bien es cierto que la teoría del abuso del derecho fue ideada en el derec
en respuesta a la utilización ilimitada del derecho subjetivo en el pro
aparece inicialmente en la jurisprudencia francesa, pasando –a inicios
XVIII, cuando el Landrecht de Prusia de 1794 se convierte en el pione
ordenamientos jurídicos del mundo, en establecer taxativamente el abuso d
como principio– a positivizarse en las legislaciones europeas y latinoa
principalmente; no logrando ser incluida aún en el derecho del commun l
utilizan la teoría de los actos ilícitos o la indebida interferencia en los intere
para combatir el abuso del derecho).
Por otro lado, tenemos que la jurisprudencia del antiguo derecho francés
numerosos casos el principio del abuso malicioso [41]. Luego, el Código Ci
(Bürgerliches Gesetzbuch, denominado también BGB) señaló: “el ejerc
derecho es inadmisible cuando solo puede tener por fin dañar a otr
refrendado por su correspondiente par adjetivo (Zivilprozeβordnung,
también como ZPO) al establecer la posibilidad del magistrado d
argumentos de prueba de la conducta procesal de las partes atendiendo al
íntegro de los debates. Posteriormente, también hicieron lo propio sus pa
suizo, soviético, peruano, italiano, entre otros. En ese sentido, tenemos
recientemente la Constitución peruana (1993) incluyó en su texto la proh
abuso del derecho, en su artículo 103 in fine. Es así como progresivament
del derecho demuestra claramente su avance desde la doctrina, pasan
jurisprudencia, para finalmente lograr positivizarse.
Este proceder procesal anómalo (abuso del derecho), “supone el ejerci
derecho subjetivo excediéndose de sus naturales y adecuados limites, lo q
perjuicio a terceros, sin utilidad alguna para el titular… es famosa la tesis
Sotelo, que preparó para la posteridad el terreno a la no menos destacada
del Tribunal Supremo español, del 14/02/1944 que modificó el criterio-
ejercita su derecho no daña a nadie”-, a partir de cuyo momento, ya acog
veces un criterio objetivo, ya en otras, el subjetivo, se instauró una corrien
de sanción al abuso; preparando así el terreno para la posterior incorpora
condena del abuso del derecho en el Código Civil español”[42].
9.4. SUJETOS QUE INCURREN EN ABUSO DEL DERECHO.-

Consideramos que pueden incurrir en uso abusivo del proceso la totalid


sujetos procesales:

i) Las partes.- Cuando solicitan o reclaman derechos ine


ilegales o al quejar indebida o infundadamente a un magistra
Oficina de Control de la Magistratura- OCMA- (en este tipo
incurren también no pocos abogados).
ii) El abogado.-[43] A través de la interposición de recurrente
cautelares, el planteamiento de ilegales recusaciones,
judicialmente a través los recursos mas perjudiciales para
contraria, de quebrantamiento de procesos, reclamar un derecho
agotado la vía previa, interposición de recursos de todo y por t
evidente propósito de dilatar o impedir la finalización del pr
ejecución de una sentencia.
iii) Los auxiliares jurisdiccionales.- Mediante el oculta
documentos.
iv) Los notificadores.- Al notificar en lugar distinto a la
dirección de la otra parte.
v) Los terceros.- A través de inconductas procesales de perit
vi) El juez.- Al correr excesivamente traslados a la partes
rigor en la formalidad al rechazar recursos o declarar
recurrentemente, admitir o rechazar medios probatorios ab
procedentes o improcedentes respectivamente, incurrir en
judicial injustificada o no sancionar (omisión cuasi cómplice) e
procesal abusivo de cualquiera de los sujetos señalados.
9.5. FORMAS PARA DETERMINAR DICHO ABUSO.-

Contamos con tres parámetros, maneras, modalidades o criterios para estab

i) Subjetiva.- Mediante la cual el sujeto del proceso ej


conducta procesal abusiva con clara intencionalidad o culpa d
otro.
ii) Objetiva.- En esta modalidad el sujeto procesa
abusivamente en el proceso consiguiendo violar, eliminar, m
afectar la finalidad del derecho.
iii) Ecléctica.- Considera que el sujeto procesal comete
derecho al querer (y lograr) perjudicar a otro o al distorsionar/
el fin del derecho. En otros términos, el presente criterio eclécti
considera la simultaneidad o concurrencia de las anteriores m
descritas.
9.6. EFECTOS DEL ABUSO DEL DERECHO.-

Respecto de los efectos que se generan como consecuencia de la aplicació


comisiva del abuso del derecho o procesal, Juan Alberto Rambaldo [44] nos
acotar que:
“Es lógico que varíen los efectos de la comisión del abuso procesal, según:

i) La oportunidad en el que el mismo se cometa (antes o


proceso),
ii) El tiempo en que se hubiese tomado conocimiento de la r
del acto abusivo,
iii) La magnitud y,
iv) La reparabilidad del daño causado”.
X. COSTAS, COSTOS, MULTAS, RESPONSABILIDA
SANCIONES.-

10.1. COSTAS.-
Según el Código Procesal Civil peruano (art. 410), las costas están constitu
las tasas judiciales, ii) los honorarios de los órganos de auxilio judicia
demás gastos judiciales realizados en el proceso.
La costas o gastos son de aplicación a la parte vencida (se aplican de ofi
como los costos, pueden ser convenidos por las partes cuando el proceso
por transacción o conciliación. Notificadas las costas deben ser canceladas
inmediata, caso contrario se podrá cobrarlas por la vía forzosa.

Hugo Alsina[45] sostiene que “en los inicios del antiguo derecho rom
conocían las costas, cada litigante abonaba sus propios gastos… ta
conocieron en Francia hasta la edad media, en que se comenzó a aplicar u
quien sucumbía en el pleito, de donde derivó la costumbre”.

El maestro Chiovenda[46], manifiesta “la máxima de que el vencido ha


necesariamente al vencedor los gastos o costas del juicio corresponde ya
fase del derecho romano. Anteriormente la condena en costas, no se impo
vencido temerario, entendida la temeritas, al igual que la calumn
consecuencia de lo injusto. En días más remotos aún no tenía lugar el ree
gastos entre las partes contendientes, pues quedaban a cargo del vence
vencido, a no ser que uno de ellos tuviera derecho a exigirlas de un terce
pleito, pero responsable de él”.

Para Jaime Guasp[47], “las costas son una parte de los gastos procesales: u
de un genus más amplio que abarca todos los desembolsos de carácter
que el proceso puede producir”.

Según explica Pedro Sagástegui Urteaga[48], “la expresión costas tien


sentidos: i) Cantidades fijas e inalterables que se adeudan al Estado con o
proceso ii) Condena accesoria impuesta en sentencia por su conducta pr
Indemnización a cargo de la parte vencida en proceso civil a favor del
cuando el juez condena al resarcimiento de esa parte de los gastos causa
propio de los sistemas del civil law. En el derecho anglosajón se denomin
o fees”.

Por otro lado, Raúl Chanamé Orbe[49] refiere que las costas son “gastos oca
las partes litigantes con ocasión del proceso judicial, que se cuantifican e
económico. Las costas son: i) procesales (actuaciones y diligencias) y ii)
(honorarios de abogado, etc.).
Henri Capitant[50], señala “costas es el conjunto de gastos tasables efectuad
partes en el curso o con ocasión de un juicio y que constituyen el obje
condena especial en el fallo; en principio se ponen a cargo de la parte venci
10.2. COSTOS.-
Se debe entender por costos genéricamente como una indemnización impu
magistrado como resarcimiento. Sin embargo, el Código procesal civil pe
411) establece que son costos del proceso el honorario del Abogado d
vencedora, más un cinco por ciento destinado al Colegio de Abogados d
Judicial respectivo para su Fondo Mutual y para cubrir los honorari
Abogados en los casos de Auxilio Judicial.
Couture señala “los costos son 1.- Cantidades variables que como los
profesionales, se adecuan a los que prestan servicios a los litigantes o a la j
Condena accesoria que el juez impone a quien ha litigado con malicia que
nota de temeridad, o en los casos en que es preceptiva por disposición de
Indemnización que debe el vencido al vencedor cuando el juez, por minis
ley o por apreciación de la conducta de aquél en juicio, condena al resarc
esa parte de los gastos causídicos”[51].
10.3. MULTA.-
Se encuentra constituída por una sanción económica con la singularida
destinada a ser ingresos propios del Poder Judicial. Sin embargo, a diferen
costas, no está regulada la exoneración de la misma. En consecuencia, s
que el juez debe ponderarla debidamente para no ocasionar angustias e
excesivas en la parte vencida.
Henri Capitant[52] afirma que multa de procedimiento “es una multa cons
menudo como una variedad de la civil, y cuya función es asegurar el juego
un procedimiento, ya sea obligando a cumplir una formalidad o prev
ejercicio abusivo de un recurso”.

Antiguamente las costas importaban una suerte de prohibición de im


sanción como sería la condena a pagar un resarcimiento suplementario (m
embargo, en la actualidad es casi de común aceptación en el derecho latino
que contempla a su vez la temeridad procesal. Así por ejemplo: el artícul
Ley colombiana 446 de 1998 establece lo relacionado a la imposición de
entorpecer el normal desarrollo del proceso, obstruir la practica de prue
otros[53].

10.4. RESPONSABILIDADES.-
La temeridad y malicia (mala fe) procesales se ubican en el Derecho
ocasionándose consecuentemente daños en todos los sujetos de un proces
aunque mayormente en el demandante y demandado.

El litigante que incurre en temeridad y/o malicia (mala fe) procesales


derecho en perjuicio de la contraparte y/o terceros; consecuentemente es r
por dicho acto a nivel civil, penal y administrativo.

Pero, cabe señalar que el daño que ocasiona es un daño material y no mora
incurren en temeridad y malicia procesales quienes hayan actuado de man
fraudulenta y no por culpa. Es decir, tienen que haber obrado con plena co
voluntad de querer hacerlo. Así, traemos a colación el inc. 5 del art. 50 d
Procesal Civil peruano, que indica: “son deberes de los jueces en e
sancionar al abogado o a la parte que actúe en el proceso con dolo o fraud

10.5. SANCIONES.-
Es importante precisar que los sujetos del proceso que incurren en te
malicia procesales, son pasibles de sanciones como la multa. Así, citamos e
initio del art. 53 que trata sobre las facultades coercitivas del juez y que e
ellas puede “imponer multa compulsiva y progresiva destinada a que l
quien corresponda, cumpla sus mandatos con arreglo al contenido de su de

La parte pertinente del inciso del artículo mencionado en el párrafo a


aplicable cuando por ejemplo: el juez advierte que se está incurriendo en te
malicia procesales o se pretende hacerlo, entonces, se hace saber
responsables conminándolos a que se abstengan de continuar o insistir
actitud, con el apercibimiento de imponer multa como sanción.

XI. NORMATIVIDAD APLICABLE AL CASO PERUANO.-

Tenemos que en lo que respecta a la exigencia de no incurrir en tem


malicia (mala fe) procesales, diversos cuerpos normativos del Estado p
ocupan de ella, tanto a nivel de la jurisdicción ordinaria (de instancia plural
y difusa por constitucionalidad), como la constitucional (de instancia
urgencia, objetiva y difusa propiamente dicha), ya sea en sus respecti
preliminares o en su articulado.

Sin embargo, es preciso dejar en claro que si bien es cierto que los te
temeridad procesal y malicia (mala fe) procesales se encuentran contemp
Código Procesal Civil peruano de 1993 (art. 112), también es cierto
ejercicio irregular del derecho no necesariamente figura expresa o no exp
en el articulado de la totalidad de los demás códigos procesales peruano
caso del Código Procesal Constitucional, art. 56) o leyes orgánicas (salv
además, de la Ley Orgánica del Poder Judicial, art. 288); empero, ello
significar que el articulado referido a la mala fe (malicia) y temeridad pro
Código Procesal Civil referido no debe ser aplicado por los códigos proc
no lo contemplen; dado que la Primera Disposición Final y Comp
establece: “las disposiciones de este Código se aplican supletoriamente a
ordenamientos procesales, siempre que sean compatibles con su natura
consecuencia lo concerniente a la temeridad y malicia (mala fe) procesale
en el Código Procesal Civil peruano es de aplicación a todos los demá
procesales peruanos, salvo que la naturaleza incompatible de de alguno(s) l

Por si fuera poco, tenemos que considerar que el Código Civil peruano
ejercicio abusivo del derecho- art. II de su Título Preliminar- (que se deb
como la consecuencia del accionamiento procesal temerario o malicioso)
finalmente, la Constitución Política peruana de 1993 también contempla el
derecho (art. 103). Consecuentemente, si la Constitución Política peruana
el abuso del derecho, éste no debe ser amparado por ninguna fuente d
peruano tanto en sede judicial o extrajudicial.

Acto seguido, citaremos el bloque de constitucionalidad[54] respectivo:

i) Constitución Política peruana.- El art. 103[55] sobre el


derecho.
ii) Código Procesal Constitucional peruano.- El art. 56[56
costas y costos.
iii) Código Civil peruano.- El art. II de su Título Prelimina
acerca del ejercicio abusivo del derecho.
iv) Código Procesal Civil peruano.- El art. IV[58] de
Preliminar señala los principios de iniciativa de parte y de
procesal, el art. 109[59] que trata sobre los deberes de las partes
y apoderados, el art. 110[60] que regula la responsabilidad patr
las partes, sus abogados, sus apoderados y los terceros legitima
111[61] que norma la responsabilidad de los abogados, el art.
refiere acerca de la temeridad o mala fe, el art. 410 [63] ac
constitución de las costas, 411[64] respecto de la definición de
412[65] acerca del Principio de la condena en costas y costos, 41
la exención y exoneración de costas y costos, 414 [67] precisa lo
de la condena en costas y costos, 415 [68] acuerdo sobre costas
416[69] desistimiento y abandono en la condena en costas y cos
liquidación de las costas, 418[71] procedencia de los costos, 419[
las costas y costos, 420[73] literalidad y destino de la multa, 421
de pago aplicable a la multa, 422 [75] liquidación y procedimi
multa y 423[76] pago de la multa.
v) Ley Orgánica del Poder Judicial peruano.- El art.
versa sobre la función de la abogacía y derecho de defensa, el
que trata sobre los deberes que debe observar el abogado patroc
art. 292[79] referido sobre la sanción disciplinaria a abogados.
vi) Código de Ética de los Colegios de Abogados del Per
[80]
5 refiere acerca del abuso de procedimientos de los abogado
32[81] señala lo concerniente al descubrimiento de engaño o equ
durante el juicio.
vii) Principios Básicos sobre la Función de los Abogad
Naciones Unidas[82].- El art. 26[83] y el 27[84] tratan sobre las a
disciplinarias de los letrados.
viii) Anteproyecto del Código Procesal Civil Mod
Iberoamérica[85].- El art. 5. que versa sobre la buena fe y lealta
de los participes del proceso[86] y el art. Art. 35 que co
relacionado a la responsabilidad del Tribunal[87].
XII. LEGISLACIÓN EXTRANJERA.-
i) Código de Procedimiento Civil Venezolano.- El atenta
lealtad y probidad en el proceso es regulado por el art. 17 de
Preliminar contemplando lo referido a su prevención y sanción[8
ii) Código Procesal Civil italiano (Códice di Procedur
Establece acerca del comportamiento de las partes[89] en su
párrafo 2º.
iii) Código de Procedimiento Civil boliviano.- En su art. 4
facultades especiales de los jueces y las partes[90].
iv) Código Deontológico de los Abogados de la Unión Eu
En el acápite 2.2. de sus Principios Generales estipula la import
confianza e integridad moral del abogado[92].
v) Código Procesal Civil brasilero (Código de Processo
Brasil o Institui).- Refiere sobre el litigante de mala fe[93], en su
vi) Código General del Proceso uruguayo.- En su art. 5 m
actuar procesal de mala fe[94].
vii) Ley de Enjuiciamiento Civil española.- El art. 247 contie
del respeto a las reglas de la buena fe procesal[95].
viii) Código Procesal Civil y Comercial argentino.- En su art.
el tema de la reacusación maliciosa[96].
ix) Código de Procedimiento Civil colombiano.- Traemos
el art. 73 el cual regula las costas del proceso del apoderado que
temeridad o mala fe[97].
XIII. CRITERIO DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL PERUANO
Antes de revisar las jurisprudencias del Tribunal Constitucional (TC) en
temeridad y malicia (mala fe) procesales, es necesario tener presente q
fenómenos tienen como saldo a diez abogados recientemente sancionados
Tribunal por promover acciones judiciales sin sentido, con sanciones que
la llamada de atención hasta multa pecuniaria. Además, el TC ha deman
magistrados del Poder Judicial a mantenerse alertas ante casos de temerida
los mismos que dicho sea de paso, lamentablemente van cada vez en aumen

Es más, Juan Vergara Gotelli, miembro del TC, precisó que no se puede pe
los abogados presenten temerariamente demandas que no tienen ninguna p
de prosperar: "Ellos deben ser sancionados, porque son los conductores téc
defensa y no deben pretender burlarse de los magistrados ni de sus patrocin
A continuación hizo mención de dos casos: i) El primero, en el que u
presentó una demanda de hábeas corpus para una sociedad anónima. (cua
común conocimiento que dicha acción de garantía solo es para proteger d
la persona y no para asociaciones o para empresas), y ii) El segundo, el de
de amparo en la que solicitaron una pensión de jubilación a favor de una p
no tenía el número mínimo de aportaciones que señala la ley.
Es claro además, que por más exhaustiva que llegue a ser una investig
aporte doctrinario, siempre llevará una sombra inmisericorde que
descalifique o condene por no mostrar, avocarse o abarcar también el ángu
o concordar con la realidad referente al tema de investigación (peor aún cu
realidad o lo que acontece en la práctica demuestra ser muy lejana o
diferente a lo expresado). Cuando una investigación muestra el tipo d
señalado es conocida o achacada de no aterrizar o no llegar a aterrizar. P
haremos lo propio para evitar caer en dicha limitación, en los presentes
investigación.
En ese sentido, (dejando constancia que si bien es cierto que la temer
malicia- o mala fe- procesales se encuentran reguladas a nivel de ju
ordinaria y también a nivel de jurisdicción constitucional). En la
oportunidad:

i) Realizaremos un breve pasaje de veinticinco jurisprud


Tribunal Constitucional peruano (TC) referidas a los temas m
presente trabajo, es decir, del segundo nivel señalado (selección
del periodo 1995- 2007).
ii) De dichas jurisprudencias (para efectos de la
investigación)- dado que la inclusión del texto completo de la
por su amplitud y cantidad, es obviamente impracticabl
extractado (extraído textual y sistemáticamente, y no re
simplemente transcrito de sus respectivas sumillas), para
entendimiento (más concreto, didáctico y ágil), de las p
relevantes o pertinentes.
iii) Además, cabe agregar que hemos resaltado y subrayado
más saltantes de las mismas e incidiendo más en los comportam
temeridad o malicia (mala fe) procesales, como en sus r
sanciones, que en los temas de fondo de dichas causas.
A continuación, pasaremos a revisarlas individualmente con la fin
determinar:

a) En que medida el citado Tribunal, hace distingos o no al


entre mala fe (malicia) y temeridad procesales.
b) En que medida dicho Tribunal señala o distingue cuales d
incisos del art. 112 del Código Procesal Civil peruano están ref
mala fe (malicia) procesal y cuales de los mismos, los son de la
procesal:
i) “…Que, el recurso de aclaración… contiene frases ofen
agravian a personas e instituciones de la administración d
afectan los límites mínimos del respeto, prudencia y probid
sabiendas que legalmente no procede recurso tendiente a mo
fondo del fallo… presenta escrito denominándolo re
aclaración… ha incurrido en temeridad procesal y debe ser
sanción, medida solo aplicable por los jueces, que se orienta a
ponderación a los señores abogados en el ejercicio de su pro
deben ejercerlo con probidad y en base a la verdad de lo
RESUELVE: Declarar improcedente el escrito de ac
Suprímase las frases ofensivas vertidas en el escrito… San
abogado… con la medida disciplinaria de amonestación
remitirse copias certificadas de los actuados pertinentes
Presidente de la Corte Superior de Justicia de Lima,
representante del Ministerio Público y al señor Decano del C
Abogados de Lima… dispusieron su publicación en el Diario
Peruano, conforme a Ley”[98].
Respecto de la presente resolución (Exp. Nº 099-95 AA/TC),
que los términos: i) “a sabiendas” de no poder modificar el
fallo” y ii) “presenta escrito”; nos da una clara señal de la co
temeridad, como efectivamente lo ha considerado el TC.

ii) “…De manera reiterada ha inducido a error a este trib


concluye que el abogado patrocinante de la demandada… h
con temeridad y/o mala fe, por lo que resulta pertinente
dispuesto en el artículo 111º del mismo Código Adjetivo
responsabilidad de los abogados en el proceso… SE RE
corregir la Resolución de autos… conforme a los considerando
la presente Resolución… De conformidad con el conside
disponer que se cursen las copias certificadas pertinentes…”[99]
En esta resolución (Exp. Nº 632-2001-AA/TC), se aprecia que e
a error” al Tribunal es conducta inequívoca de temeridad
entiende que el actor es conciente de no tener razón o fundam
embargo, no apreciamos la mala fe (malicia) que el TC mencion
se haya actuado.
Consecuentemente, consideramos que para que esto suced
probable es que el TC no tiene bien en claro la diferencia ent
(malicia) y temeridad, ya que parece considerar que a
sinónimos; peor aún cuando va más allá al señalar que se i
“temeridad y/o mala fe” (dado que no es lógico, afirmar qu
comporte válidamente como: “esto y aquello”; y a
concurrentemente, es decir, al mismo tiempo, afirmar que es
también, “esto o aquello”).
En tal sentido, tiene que aclararse/deslindarse que sea “A o B”
(pero no ambos a la vez), dado que es impreciso e incorrecto s
algo sea “A y/o B”, a la vez e indistintamente, además. Consecu
no es válido sostener la doble y concurrentemente indistinta nat
“A o B”, “A y B” y “A y/o B”.
Por otro lado, en la presente resolución (Exp. Nº 632-2001-
comento el TC indica comisión de temeridad y/o mala fe, al re
preguntamos si ello obedeció a un error mecanográfico incluir
fe” (en lugar de señalar únicamente la comisión de temeri
misma); ya que de lo contrario el asunto se evidenciaría más err
Si bien es cierto que lo relatado nos preocupa, no nos
realmente, ya que el TC peruano presenta un desarrollo imp
derecho constitucional, más no aún en derecho
constitucional.
iii) “…Se advierte que la sentencia recaída en el present
constitucional se encuentra arreglada a la Constitución y
además, no existe en ella algún concepto oscuro o dudoso qu
Que el abogado, teniendo conocimiento que no procede recur
tendiente a modificar el fondo del fallo, presenta esta
incurriendo en temeridad procesal… RESUELVE Declarar si
solicitud de nulidad… sancionar al abogado… con la
disciplinaria de amonestación, debiendo remitirse copias certi
los actuados pertinentes al Presidente de la Corte Superior de J
representante del Ministerio Público y al Decano del C
Abogados de Lima… disponiéndose la notificación al recurrente
En dicha resolución (Exp. Nº 1326-2001-AA/TC), se señala
existiendo concepto que aclarar” el abogado “presenta solic
consiguiente se ha incurrido en temeridad. Así también lo señaló
iv) “…Que el abogado, sabiendo que no procede recurs
tendiente a modificar el fondo del fallo, presenta la presente
incurriendo en temeridad procesal… RESUELVE Declarar si
solicitud de aclaración formulada por el Procurador del Min
Pesquería (actualmente de Producción)… Asimismo, san
abogado… con la medida disciplinaria de amonestación,
remitirse copias certificadas de los actuados pertinentes al Pre
la Corte Superior de Justicia, al representante del Ministerio P
Decano del Colegio de Abogados de Lima…”[101].
Este caso (Exp. Nº 200-2002-AC/TC), se repite lo mismo
anterior (Exp. Nº 1326-2001-AA/TC). Estamos de acuerdo con
temeridad.
v) “…Contra los decretos y autos que dicte este Colegiad
únicamente el recurso de reposición… no estando estipulada la
como recurso para cuestionar los actos procesales antes in
debe entenderse el presente recurso como uno de reposición
anulación… asimismo, aparece de la sumilla del escrito de “a
que se solicita la suspensión del proceso… dicha solicitud
sustento y, por lo tanto, no puede ser estimada… de otro lado, d
advierte que la recurrente y su abogado patrocinante, lejos de
con este Colegiado, observan una conducta manifi
obstruccionista y temeraria, que se refleja en pedidos contrad
carentes de sustento legal… RESUELVE Declarar IMPROCE
recurso de reposición, presentado como anulación por la
recurrente, y SIN LUGAR los pedidos de suspensión del pro
señalamiento de nueva fecha para la vista de la causa,
continuar el proceso según su estado… Multar a la empresa
abogado… con 20 Unidades de Referencia Procesal cada uno
copia de los actuados respectivos a la Presidencia de la Corte
al Ministerio Público y al Colegio de Abogados de Lima”[102].
En la presente resolución (Exp. Nº 354-2002-AA/TC), el TC afi
ha actuado de manera “obstruccionista y temeraria”. En este ca
es cierto que entendemos que se ha litigado –a la vez– con mali
fe (obstruir) y con temeridad; en ese sentido, nos extraña que
aprecie temeridad; porque el término “obstruccionista”, p
utilizado solo para darle mayor énfasis a la temeridad.
vi) “…Las aclaraciones o precisiones solicitadas son, e
planteamientos diversos que entrañan la reconsideración y mo
del fallo emitido, lo cual no es procedente por cuanto ninguna
puede dejar sin efecto resoluciones que han pasado a la aut
cosa juzgada, ni modificar sentencias ni retardar su ejecución
lo prescribe el artículo 139°, inciso 2), de la Constitución P
Perú… Que el abogado… teniendo conocimiento que no
recurso alguno tendiente a modificar el fondo del fallo, pre
solicitud… se dispone sancionarlo con una multa de 2 URP, s
una medida cuyo propósito deberá ser el de persuadir a lo
abogados para que ejerzan su profesión con probidad y sobre
la verdad de los hechos… RESUELVE Declarar sin lugar la s
aclaración. Téngase presente en cuenta lo expuesto en el consid
4., supra…”[103].
Aquí (Exp. Nº 1200-2003-AA/TC), se obró con temeridad, ya
actuó con conciencia de no tener razón”. De igual opinión es el
vii) “…El Primer Juzgado Especializado en lo Penal de Tu
fecha 30 de noviembre de 2000, declara infundada la dem
considerar que de las instrumentales obrantes en el expediente
que las acciones realizadas por el demandante ofenden la di
las personas y, en particular, de los Magistrados. Por otra pa
que la conducta adoptada por el Presidente de la Sala Mixta
ejercicio de sus atribuciones como Magistrado, al imped
mancille por medio de carteles y actos difamatorios, la buena r
de los Magistrados, no apreciándose vulneración alguna de lo
constitucionales invocados ni amenaza contra la libertad del a
La recurrida confirma la apelada, por considerar que la con
emplazado no constituye vulneración o amenaza de la libertad
del accionante… este Colegiado, habida cuenta de la con
abogado del accionante y de la evidente temeridad procesal c
ha obrado, considera pertinente al caso de autos la aplicac
artículos 111° y 112° del Código Procesal Civil,
supletoriamente, de conformidad con el artículo 63° de la Ley
del Tribunal Constitucional Nº 26435. Ha resuelto
INFUNDADA la demanda… Ordena, en aplicación de los artí
y 112° del Código Procesal Civil, la remisión de copias de l
sentencia a la Presidencia de la Corte Superior de Justicia de T
Ministerio Público y al Colegio de Abogados de l
localidad…”[104].
En este caso (Exp. Nº 2620-2003-HC/TC), se “actúa
fundamento”. Concordamos con el TC que señala que es temeri
viii) “…Que el alegato referido a que este Colegiad
motivadamente su fallo, por tener decisiones controvertidas
desconocer y, por ende, modificar el resultado de un proceso,
de la garantía prevista en el artículo 139° inciso 2) de la Co
que establece que ninguna autoridad puede dejar sin efecto re
que han pasado en autoridad de cosa juzgada, ni modificar sen
retardar su ejecución… Que el abogado patrocinante de la dem
teniendo conocimiento de que no es posible modificar el fondo
presenta esta solicitud, incurriendo en temeridad p
RESUELVE Declarar SIN LUGAR la solicitud presentada… I
abogado… la sanción de multa de 1 Unidad de Referencia
disponiéndose que el Juez de la causa adopte las medidas p
para que se haga efectiva; oficiándose a la Presidencia de
Superior de Justicia de Lima y al Ilustre Colegio de Abo
Lima...”[105].
Aquí (Exp. Nº 2851-2003-AA/TC) se puede apreciar que, al
solicitud siendo conciente de no poder variar el fallo”, se incur
TC en temeridad. De acuerdo.
ix) “…El demandante… se ha mostrado renuente a que se
resolución final, con el objeto de lograr la prescripción de
penal… El demandante sostiene que una vez recusado el Juez e
por causal de parcialidad… éste se arrogó ilegalmente la fa
tramitar el proceso penal expidiendo las cuestionadas re
materia de autos, atentando contra su libertad personal
dispuesto su ubicación y captura… Resulta manifiesta la imp
demandante al pretender servirse del Tribunal Constitucional
actuación evidentemente intervencionista en un proceso penal
en tramite… con evidente finalidad de frustrar la tramit
proceso, temeridad que conlleva la necesaria colaboración de
patrocinante del recurrente… y también de los abogados de
procesados… por lo que se hace imperioso que este Supremo
restituya la autoridad del Juez y se denuncie a los referidos
ante el Ministerio Público y al Colegio de Abogados de L
consecuencia, las resoluciones dictadas por el Juez penal no
derecho fundamental alguno del recurrente debiendo rech
demanda por temeraria, deshonesta y ajena a las previs
numeral 25 del Código Procesal Constitucional. HA R
Declarar INFUNDADA la demanda de habeas corpus… Di
remitan copias de la presente sentencia al Ministerio Púb
Colegio de Abogados de Lima para que estas instituciones
conforme al fundamento 10 de la presente sentencia...”[106].
En esta jurisprudencia (Exp. Nº 3338-2004-HC/TC),
“obstruyendo o frustrando el proceso” de manera repetida
incurren el ello varios abogados de las partes), se incurre en
mala fe. Sin embargo, yerra el TC al esbozar el cometi
temeridad. Consecuentemente, no estamos de acuerdo.
x) “…Los recurrentes interponen demanda de amparo con
del 26 Juzgado Civil de Lima… alegan la vulneración del d
debido proceso… consistente en no haber dado respuesta a
impugnatorio y a una demanda… sin embargo este Tribunal h
conocimiento mediante el expediente 4389-2005-PA/TC, traí
instancia, de que por Resolución Nº 2, de fecha 31 de octubr
2002, emitida por el 26 Juzgado Especializado en lo Civil d
concedió la apelación en el proceso Nº 2002-35369 que
presente demanda… Que este Colegiado no puede dejar de ad
el escrito de demanda del presente proceso tiene como fecha
enero de 2003 y que, como se expuso en los considerandos ant
denuncia entre otras cosas que el juez demandado no ha r
recurso de apelación interpuesto en la causa 2002-35369; no
obra en los autos del expediente 4389-2005-PA/TC,
precisamente en torno a una de las causas que origina e
proceso, que el actor y abogado… fue notificado de la resoluc
es con anterioridad a la presentación de la presente demand
significa que aun cuando conocía de la resolución acusó su in
en el presente proceso… está acreditada la actuación tem
demandante y también abogado de la causa …sumándose a e
usado expresiones descomedidas y agraviantes sin guardar
respeto al juez… es evidente que tales frases son ofensivas y
no resultando acordes con una conducta procesal respetuo
actividad jurisdiccional… el recurrente debió ejercitar su d
defensa dentro del respectivo proceso… RESUELVE
IMPROCEDENTE la demanda por haberse producido la sustr
la materia en el extremo que solicita se expida la
correspondiente al escrito de apelación presentado por el dem
Revocar la resolución de grado y, reformándola, admitir la de
el extremo referido a la causa 2002-36483, que inv
codemandante… Imponer al abogado y parte en el proces
multa de tres Unidades de Referencia Procesal…”[107].
En el presente caso (Exp. Nº 340-2005-PA/TC), se evidencia el
accionar procesal duplicado pero en procesos distintos”, lo q
temeridad. En igual término lo considera el TC.
xi) “…La demandante percibe una pensión del régimen g
jubilación… y pretende que se efectúe una recalificación de
alegando que su monto es irrisorio… no se evidencia la inapl
las normas que regulan, actualmente, el monto de la pensió
legal… tanto el demandante como su abogado patrocin
actuado con manifiesta temeridad… HA RESUELTO
INFUNDADA la demanda, e imponer a la demandante la s
pago de costas y costos del proceso a consecuencia de
temeraria… Disponer que se proceda de conformidad con el fu
7, se remitan las copias certificadas pertinentes…”[108].
En la presente resolución (Exp. Nº 1660-2005-PA/TC), el TC
hay temeridad al “pretender vía judicial acceder a un monto p
que no le corresponde por ley”. Consideramos también hab
temeridad.
xii) “…El recurrente interpone demanda de amparo contra la
Normalización Previsional (ONP), solicitando renta vita
enfermedad profesional conforme al Decreto Ley 18846 y su Re
así como los devengados desde la fecha de su cese. Refi
laborado en la Empresa Minera del Centro del Perú S.A. (
Perú) por más de 46 años, expuesto a riesgos de toxicidad, peli
insalubridad, razón por la cual en la actualidad p
neumoconiosis, con incapacidad de 75% para el trabajo… La e
formula tacha contra la evaluación médica emitida por el Min
Salud, propone la excepción de prescripción extintiva, y c
demanda alegando que el recurrente no ha cumplido con pr
informe de la Comisión Evaluadora de Essalud, en el que c
padece la enfermedad profesional alegada… A efectos de su
pretensión. el demandante presenta a fojas 7 copia de un Exam
Ocupacional expedido por el Instituto de Salud Ocupaciona
Hurtado Abadia del Ministerio de Salud… de acuerdo con
demandante adolece de neumoconiosis (silicosis) en segundo
evolución… Mediante Oficio… remitido por la… directora d
Nacional de Salud Ocupacional y Protección del Ambiente par
– CENSOPAS, se informó que “el documento que en fotocop
adjuntado, referido al examen médico ocupacional Nº 186
documento falsificado… la supuesta historia del demanda
encuentra registrada en nuestros archivos... Consiguiente
diagnóstico de la enfermedad profesional de neumoconiosis h
desvirtuado… Este Tribunal… evidencia que el doctor Carlo
Mauricio (CMP 8313) ha vulnerado lo dispuesto en el artícul
Ley General de Salud, que prescribe que El acto médico d
sustentado en una historia clínica veraz y suficiente que con
prácticas y procedimientos aplicados al paciente para re
problema de salud diagnosticado… De igual manera, se han
las disposiciones contenidas en el título primero de la sección
Código de Ética y Deontología del Colegio Médico del Pe
Tribunal ordena remitir copia de la presente y de los actuados p
al Ministerio Público y al Colegio Médico del Perú, para que se
al doctor… las sanciones a que hubiere lugar… se i
demandante el pago de costos y costas, así como una mul
unidades de referencia procesal (10 URP)… De la misma man
los motivos ya señalados, este Colegiado impone una mult
unidades de referencia procesal (10 URP) al abogado patroc
demandante… y dispone la remisión de los actuados pert
Colegio de Abogados de Junín… HA RESUELTO Declarar INF
la demanda, y dispone que se proceda de conformidad
fundamentos 14 y 17 de la presente, remitiéndose las copias c
pertinentes...”[109].
En el presente caso (Exp. Nº 2016-2005-PA/TC), considera
“presentar documento falsificado para reclamar otorgamien
derecho” es temeridad. De igual manera lo considera El TC.
xiii) “…El Tribunal considera que para estos casos no sólo
procedente la vía del amparo, sino que… considera que la con
actor resulta temeraria debido a que pretende la desafectac
bien gravado para garantizar el pago de la reparación civil, e
en un proceso penal como consecuencia de la comisión de un
que, pese al tiempo transcurrido, el responsable civil de dicho
abonado el íntegro de la reparación dispuesta por el Juez… R
Declarar IMPROCEDENTE la demanda de amparo de autos…
el pago de costas y costos al demandante conforme al consider
la presente resolución…”[110].
En el presente caso (Exp. Nº 5088-2005-PA/TC), “accionar
(amparo) no correspondiente por ley”, revela temeridad seg
Opinamos lo mismo.
xiv) “…Los demandantes alegan la afectación de los
constitucionales a la tutela procesal efectiva… en corresponden
libertad personal… en lo referido al derecho a probar… y al de
defensa… Sobre la base de esta vulneración, solicitan lo si
Nulidad del proceso penal hasta la fase de instrucción a fin de
permita probar el hecho postulado como defensa material. - N
proceso penal hasta la fase de instrucción a fin de que el juez p
sentencia se pronuncie sobre el argumento de defensa técnica…
ha podido advertir, la actitud de los recurrentes ha sido
absolutamente irreflexiva. Varios hechos demuestran esta dis
lo largo del proceso; entre otros, se pueden mencionar: pre
pedido de inhibición cuando ello no procedía; reclamar el u
procesos constitucionales contra cualquier tipo de sentencia;
presentar testigos; evitar relacionar la intervención de los mi
su estudio a lo largo de los procesos penal y constitucional;
una demanda cuando se sabía perfectamente que iba a ser des
pretender rectificar en sede constitucional lo que había sido y
en la ordinaria. La realización de este tipo de actos ha
consecuencias negativas a este Colegiado, perturbando el cum
adecuado de sus funciones constitucionales, motivo por lo cual
aplicar a los demandantes el pago de costos y costas del pr
como una multa… de veinte unidades de referencia procesal (2
este Colegiado ha advertido algunas cuestiones respecto a l
profesional de la defensa. Ésta, por principio, no amerita una
arbitraria de los medios procesales que el sistema jurídico pr
más bien comporta la necesidad de patrocinar convenientem
defendidos. Así, no es posible que los miembros de un estudi
primero manifiesten a sus clientes que pueden realizar un acto
lo asumen como delito, cuando sí lo es; luego defenderlos en
penal que se investiga por la comisión de tal acto; y, poste
conducirlos hasta un proceso constitucional como modo d
esperanzas –muchas veces infundadas– a quienes confiaron
HA RESUELTO Declarar IMPROCEDENTE la solicitud de
del juez… Declarar IMPROCEDENTE la demanda de amparo
en el extremo que alega la violación del derecho a la prueba…
INFUNDADA la demanda de amparo de autos en el extremo qu
violación del derecho a la defensa… EXHORTAR a los magis
Poder Judicial mayor compromiso en el ejercicio de sus
jurisdiccionales, sobre todo en lo relativo a dar respuesta a lo
de los justiciables, por más infundados o improcedentes que es
Disponer la sanción a los recurrentes de la multa de
imponiéndoseles el pago de costas y costos del proce
consecuencia de su acción temeraria al presentar una
absolutamente inviable…”[111].
En la presente resolución (Exp. Nº 6712-2005-HC/TC), ten
“solicitar inhibición cuando por ley no procede” revela temerid
“dejar de presentar testigos” constituye mala fe o m
continuación, “evitar relacionar la intervención de los miemb
estudio a lo largo de los procesos penal y constitucional co
correctos”, evidencia también malicia o mala fe (en esta
oportunidad se configura la reiterancia exigida por ley para ser
malicia). Consecuentemente, consideramos que en el presente
obrado con temeridad y mala fe o malicia a la vez o concurr
Sin embargo, el TC sanciona únicamente como temeridad. Ló
no somos contestes con el TC.
xv) “…En el caso de autos, esta actitud temeraria se observa
toma en cuenta que la decisión jurisdiccional que se pretende
efecto a través del presente proceso, no sólo no afectaba los der
han sido invocados, puesto que sólo tenía como efecto la desig
un Administrador judicial provisional y, en ese sentido, no pod
ni la propiedad ni la libertad de trabajo y de empresa, com
recurrente, sino que, además, al momento de interponerse la
demanda, dicha medida cautelar había caducado con todos su
tal como lo ha denunciado la magistrada emplazada. …el abog
demandante no sólo conocía de la falta de argumentos p
adelante el presente proceso, sino que, además, pretendió sor
la judicatura constitucional, incluyendo a este Colegiado, a
que se ordene la anulación de un acto jurisdiccional que h
dictado conforme a las normas procesales vigentes, y que al m
presentarse la presente demanda ya había caducado puest
interponerse la demanda que suscitó la medida cautelar fuera d
ésta había sido ya archivada al no haberse subsanado las
procesales que habían sido advertidas en la etapa de postu
proceso… este Colegiado considera que la conducta temerar
debe imputarse a la parte demandante sino también al Abo
autorizó el escrito de demanda y los sucesivos recursos… est
impone el pago de los costos procesales… la misma que d
pagada por la demandante, estableciéndose además, por co
multa y… el pago de 10 URP que deberá ser abonado por el a
por los abogados que autorizaron los escritos desde la
postulación y hasta el recurso que dió origen a la presente sent
forma solidaria… HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la
de amparo… IMPONER al recurrente, por concepto de sa
conducta temeraria y… el pago de los costos procesales q
liquidarse y establecerse en vía de ejecución… IMPONER a
que autorizó el escrito de demanda, así como los sucesivos re
pago de 10 URP por concepto de sanción por incumplimien
deberes propios del ejercicio profesional…”[112].
En el presente caso (Exp. Nº 8094-2005-PA/TC), tenemos que:
sin argumentos” y peor aún “solicitar anulación de acto juri
expedido conforme a ley”, constituye temeridad. De igual
entiende el TC.
xvi) “…Se aprecia que el recurso de agravio constitucional no
requisitos previstos… ya que el proceso de amparo del que se
presente queja se encuentra en la fase de ejecución de sen
tratándose, por lo tanto, de una resolución de segundo grado de
de una acción de garantía; en consecuencia, el presente recurs
debe ser desestimado… este Tribunal considera necesario pro
respecto de la actuación temeraria por parte de la entidad re
su Procurador Público, ya que, a través de la interposici
recursos de agravio constitucional –sin encontrarse legitimad
interposición- y de queja, vienen retardando injustificada
ejecución de la sentencia expedida por el ad quem, acc
contraviene los fines que persiguen los procesos constitu
RESUELVE Declarar improcedente el recurso de queja. D
notificación a las partes y oficiar a la Sala de orígen para qu
conforme a ley...”[113].
En el presente caso (Exp. Nº 294-2006-Q/TC), aprecia
“interponer recursos sin contar con legitimidad” y además,
legitimidad, accionar en queja”; denota en ambos casos, seg
temeridad. Suscribimos lo dicho.
xvii) “…El demandante conocía en todo momento las reglas de
impuestas en su contra, por lo que existió una conducta temer
parte…Este Tribunal concluye que el recurrente tuvo conoci
las actuaciones del órgano jurisdiccional en el proceso penal
habiendo hecho ejercicio de su derecho de defensa. En cons
se descarta la alegada vulneración del derecho de defensa o
proceso, por lo que la demanda debe ser desestimada… HA R
Declarar INFUNDADA la demanda de hábeas corpus...”[114].
En este caso (Exp. Nº 3165-2006-PHC/TC), aprecia
“desobedecer normas de conducta impuestas penalmente pa
posteriormente vulneración del derecho de defensa o debido
denota a nuestro entender temeridad. De igual opinión es el TC.
xviii) “…El demandante ejercitó activamente su derecho de defensa
uso de todos los recursos que la ley procesal prevé y que por el
demostró una conducta obstruccionista tendiente a lograr la pr
de la acción penal. …al no acreditarse en autos la indefensión
por el recurrente, debe desestimarse la demanda… en autos s
la conducta obstruccionista del procesado… cuyo objeto es co
prescripción de la acción penal… conducta temeraria que n
podido ser materializada sin el patrocinio de su abogado de
cual, faltando a sus deberes de lealtad, probidad y buena fe, i
autorizó los recursos tendientes a entorpecer el proceso y así
lectura de la sentencia, lo que constituye falta grave que
considerada por el correspondiente Colegio Profesional confo
atribuciones… HA RESUELTO Declarar INFUNDADA la de
hábeas corpus… Ordenar la remisión de copias de la presente
al Colegio de Abogados de Lima para que proceda confo
expuesto en el fundamento 9, supra…”[115].
En la presente resolución (Exp. Nº 4496-2006-PHC/TC), se
“conducta obstruccionista del actor quien para conseguir la pr
de la acción penal hace uso de todos los recursos que la le
prevé”, la misma que corresponde a un actuar procesal malici
malicia (por obstruccionista y reiterado). Sin embargo, el TC la
como conducta temeraria y no maliciosa. No estamos de acue
TC.
xix) “…El accionante no ha determinado con precisión en que
los actos ciertos y de inminente realización que vulneren s
constitucional a la libertad de trabajo, pues no indica el
ocasionado con tales amenazas y si estas supuestas am
ocasionarán un perjuicio real, efectivo e ineludible; asimism
agresiones a las que hace referencia no obra en autos prueba a
acredite que se hayan producido; concluyéndose de ell
demandante ha actuado con manifiesta temeridad… En conse
la demanda debe ser declarada infundada… HA RESUELTO
INFUNDADA la demanda, e imponer al demandante la sanció
de costas y costos del proceso como consecuencia de su
temeraria…”[116].
En este caso (Exp. Nº 5737-2006-PA/TC), tenemos que
vulneración de un derecho sin precisar la situación que m
vulneración”, es incurrir en temeridad según el TC. Acerca de
estamos de acuerdo.
xx) “…Se advierte de autos que el demandante y los abogad
patrocinan, han demostrado una grave conducta temeraria,
pretendido acreditar una incapacidad por padecim
neumoconiosis, presentando un certificado de invalidez sin la
de una historia clínica que lo sustente, como la ley dispone
obtener una pensión vitalicia por enfermedad profesional…
este Colegiado impone una multa de 10 Unidades de Referencia
(10 URP), tanto a los abogados patrocinantes del accionante…
demandante… disponiendo, además, el pago de costos y costas
del actor, así como el envío de los actuados correspondientes
Colegio de Abogados de Lima... HA RESUELTO Declarar INF
la demanda, y dispone que se proceda conforme a los fundamen
de la presente sentencia, remitiéndose las copias c
pertinentes...”[117].
En el presente caso (Exp. Nº 5784-2006-PA/TC), aprecia
“simular padecer una enfermedad para reclamar un derecho la
por ley no le corresponde”, significa para nosotros, temeridad.
de igual modo el TC.
xxi) “…No se puede dejar de lado la actitud temeraria del actor
hecho uso de la vía constitucional con reiterada liviandad, sin
su excepcional naturaleza y con el objeto a todas luces sup
cuestionar los mismos hechos en diversos procesos constit
algunos de los cuales ya han sido debidamente merituad
oportunidad por este Tribunal… Por ello es que debe impedi
recurrente utilice, con vacua habitualidad, los recursos proce
tiene a su disposición cualquier justiciable, ya que esto compo
desatiendan causas de mayor relevancia que necesitan c
urgencia una solución jurisdiccional… RESUELVE
IMPROCEDENTE la demanda de hábeas corpus… DISPONE
sancione al recurrente con una multa de 10 URP, imponié
pago de costas y costos del proceso como consecuencia de
temeraria al presentar una demanda absolutamente inviable…
En el presente caso (Exp. Nº 5853-2006-PHC/TC), observamos
señala que: el “utilizar reiteradamente una vía procesal excepc
cuestionar hechos iguales, habiendo algunos sido m
oportunamente por el TC”; es evidenciar temeridad. Así t
entendemos.
xxii) “…Habiéndose acreditado que el demandante recurrió a otr
judicial para la tutela de su derecho, corresponde de
improcedencia de la demanda… habiéndose desestimado el
este Tribunal condena al demandante al pago de costas y
haberse verificado temeridad procesal al pretender iniciar u
de amparo respecto de una pretensión cuya tutela fue pr
solicitada en la vía ordinaria… RESUELVE Declarar IMPROC
la demanda de amparo… Condenar al demandante al pago d
costos...”[119].
Aquí (Exp. Nº 6146-2006-PA/TC), el TC considera apreciar te
“pretender (el demandante) iniciar un proceso de amparo respe
pretensión cuya tutela fue anteriormente solicitada en la vía o
Suscribimos lo señalado.
xxiii) “…El Tribunal debe precisar que no basta el simple desacue
sentido de la decisión que se impugna, o la enumeración irrespo
los supuestos derechos violados sin que exista argumento q
tales invocaciones con los hechos descritos o las re
impugnadas… el presente caso, el recurrente no ha acre
supuestas violaciones a sus derechos que se habrían consuma
resolución que cuestiona. En todo caso, se ha limitado a r
supuesta calificación defectuosa del recurso de casación… i
como sustento de los supuestos derechos violados, un inexisten
37º, inciso 16, de la Constitución… lo que denota no sólo
diligencia profesional del abogado que autoriza la demanda,
actitud temeraria respecto de la cual debe llamarse la atención
de que en el futuro no se incurra en las mismas maniobra
sentido, conviene recordar que “(...)no puede permitirse que
dispendiosa y maliciosamente los recursos procesales que t
disposición cualquier justiciable, lo que a su vez acarrea una de
de otras causas que merecen atención, y que, por analizar caso
planteado, deben esperar una respuesta más lenta de la q
haberse realizado si es que no estuviesen permitidas actuacione
realizada por los recurrentes… el presente caso el recurrente…
en evidencia, antes que algún agravio a sus derechos, su int
pretender utilizar esta vía para revertir la decisión de la Corte
que ha sido bastante clara en sus argumentos al declarar impro
recurso de casación interpuesto. En este sentido, este Tribunal
que la demanda debe ser rechazada, imponiéndosele al rec
pago de costos y costas a que hubiere lugar… RESUELVE
IMPROCEDENTE la demanda de autos… Imponer al dema
pago de costos y costas procesales, el que deberá hacerse efec
de ejecución...”[120].
En el presente caso (Exp. Nº 8823-2006-PA/TC), tenemos
acreditar las supuestas violaciones a derechos, supu
consumadas”, implica accionar a nivel procesal con evidente
El TC también lo considera así.
xxiv) “…El demandante pretende que se le otorgue una pe
invalidez por enfermedad profesional… un gran número de p
amparo referidos al otorgamiento de una pensión vitalicia co
Decreto Ley 18846 o una pensión de invalidez conforme a la
han puesto en evidencia las deficiencias de la legislación,
obligado al Tribunal Constitucional a adecuar la normatividad
caso, generándose en ocasiones sentencias contradictori
Tribunal Constitucional, en virtud de sus funciones de ord
pacificación, considera conveniente revisar su jurispruden
determinar si los criterios desarrollados respecto a la prot
riesgos profesionales, sea al amparo del Decreto Ley 18846
26790, permiten resolver las controversias constitucionales en e
actual, o si deben ser cambiados o complementados los
preexistentes… este Tribunal declara, de conformidad con el a
del Título Preliminar del C.P.Const., que los criterios
contenidos en los fundamentos 89 a 120, 127, 140 y 146 s
vinculantes para todos los poderes y organismos públicos, así c
las empresas privadas que brindan las coberturas del SCTR, p
deben ser aplicados de manera inmediata. En tal sentido, la O
compañías de seguros tienen la obligación de aplicarlos en su
términos a los procedimientos de otorgamiento de pensión
conforme al Decreto Ley 18846 o de una pensión de invalidez c
la Ley 26790, bajo apercibimiento de imponérseles las
coercitivas previstas en el artículo 22º del C.P.Const…
demandantes que interpongan demandas de amparo manifi
infundadas por ser contrarias a los criterios jurídicos referid
impondrá el pago de los costos y costas del proceso por su
temeraria. Por otra lado, a los abogados se les podrá imp
multa, cuando patrocinen procesos cuyas pretensiones sean
a los criterios establecidos en los fundamentos 89 a 120 s
ejemplo, cuando presenten certificados médicos privados para
enfermedad profesional, o cuando patrocinen a un mismo dema
dos procesos para acceder a dos pensiones de invalidez del SC
mismo accidente de trabajo o enfermedad profesional,
RESUELTO Declarar IMPROCEDENTE la demanda… Declar
criterios establecidos en los fundamentos 89 a 120, 127, 1
supra, son vinculantes para los jueces que conocen los pr
amparo, como para los jueces que resulten competentes para c
demandas contencioso- administrativas, y para todos los
organismos públicos, así como para las empresas privadas qu
las coberturas del SCTR…”[121].
En el presente caso (Exp. Nº 10063-2006-PA/TC), ante un
otorgamiento de pensión de invalidéz, el TC al apreciar que
procesal institucional involucrado para dicho fin presenta
decide dictar la reglamentación o lineamientos correspondi
salvar dicha problemática. En tal sentido, el TC realiza un
ordenamiento, prevención e invocación (a los justiciables
involucrados) e efectos de evitar que en posteriores oportu
accione de manera ineficaz y por ende, poner en funci
insulsamente el aparato jurisdiccional. Finalmente, queda claro
presente caso no se incurrió en temeridad, ni en malicia
procesales.
xxv) “…La recurrente, en un claro intento de inducir a error a lo
judiciales, ha interpuesto el presente proceso de amparo, cue
tanto la resolución de primera instancia como su confirmatoria
15 de septiembre de 2003, pese a que a la fecha de presenta
demanda de amparo la misma resolución que ahora se cuestion
había sido impugnada en el mismo proceso vía recurso de ca
que al ser resuelta en forma desfavorable a la actora, había
impugnada por separado y en la misma fecha en otro proceso d
el mismo que tras ser rechazado en las dos instancias del Pode
ingresó a este Tribunal con el Nº 09300-2007-AA/TC… Debe
además, que en ambos procesos de amparo el abogado que
tanto la demanda como los demás escritos y recursos es el
que confirma la mala fe y temeridad con que ha actuado en e
profesional, pretendiendo lograr dos sentencias respecto de u
pretensión, vinculada al mismo proceso y con las mismas
queda claro que las resoluciones judiciales que la recurrente cu
este proceso no solo no poseen la condición de resoluciones
firmes… sino que, además, el proceso en cuestión ha sido artic
manifiesta temeridad y mala fe por parte de la entidad deman
abogado, lo que amerita que este Colegiado ejercite sus
disciplinarias en aras de resguardar el buen uso de los
constitucionales… RESUELVE Declarar IMPROCEDENTE la
de amparo… Condenar al pago de 10 Unidades de Referencia
al Abogado de la empresa demandante… notificando la
sentencia al respectivo Colegio de Abogados para los fines per
Condenar a la parte demandante al pago de costos y cos
corresponda en etapa de ejecución de sentencia…”[122].
En el presente caso (Exp. Nº 183-2007-PA/TC), tenemos que
de inducir a error a los órganos judiciales”, configura teme
también lo señala el TC. Pero el error deviene al señalar post
que también se ha obrado con mala fe (malicia), ya que no se i
esta última. Ergo, no concordamos con el TC en que exist
malicia o mala fe.
Luego de haber realizado el presente recorrido por las presentes jurisprud
TC podemos afirmar que en seis casos (1.- Exp. Nº 632-2001-AA/TC, 2
354-2002-AA/TC, 3.- Exp. Nº 3338-2004-HC/TC, 4.- Exp. Nº 6712-2005-H
Exp. Nº 4496-2006-PHC/TC y, 6.- Exp. Nº 183-2007-PA/TC), dicho
considera que la mala fe (malicia) es sinónimo de temeridad, o que se pue
en la primera y la segunda conjuntamente y a la vez (es decir, al mismo
concurrentemente) incurrir en temeridad o mala fe (malicia), lo que n
determinar (respecto del análisis de las resoluciones referidas) que dich
(TC) entiende equivocadamente que temeridad y mala fe (malicia) son sin
cual como ya hemos expuesto no es exacto.

Creemos que el error incurrido tiene por orígen el articulo 112 (no deslin
Código Procesal Civil peruano, ya que en su encabezamiento se señala que
en temeridad y/o mala fe…”, sin embargo, en los siete incisos que co
articulo no se precisa/deslinda cuales corresponden a temeridad y cuales a m

Tal vez, por eso el TC, para abreviar o salir del paso, se limite a afirmar (
un caso) que se comete temeridad y/o mala fe sin determinar que acto o
específicamente se ha cometido, es decir, o temeridad o mala fe, o ambas.

En ese sentido, lo que el Tribunal Constitucional peruano ha sostenido y so


es válido afirmar la doble y concurrentemente indistinta naturaleza de “A
B” y “A y/o B”. Lo cual no es cierto, ni exacto, por decir lo menos.

Ergo, según lo esbozado, cabe insoslayablemente que se formulen las


interrogantes:

i) ¿Se encontrarán los señores Magistrados- ord


constitucionales, no solamente peruanos- en condiciones de d
la graduación de los perjudiciales efectos del incurrim
temeridad, mala fe (malicia) procesales o de ambas, y por con
aplicar las amonestaciones o sanciones debidamente en tales
anteladamente sabemos que a la fecha no se encuentran dife
legalmente, tal y como se puede apreciar en los siete in
deslindados” del art. 112 del Código Procesal Civil peruano?.
Consideramos que la respuesta fundamentada, a la luz de la inv
y demostración del presente trabajo de investigación, es un
categórico y muy lamentable, como peligroso, no.
ii) Ergo, ¿qué derecho o norma le ampara a la Judica
aplicar las mismas en evidente perjuicio del justiciable?.
Consideramos que ninguno, ya que de lo que estamos poniend
tapete es el hecho que se sanciona por la realización de una
procesal, ya sea, temeraria, ya sea de mala fe (para nosotros, m
pero sin que el sancionador tenga en claro en strictu sensu la
jurídica de dichas conductas, así como norma que lo sustente de
(ya que la existente esta muy lejana de hacer lo propio); mas au
no se sustenta dicha sanción en Principio General del Derecho a
El tema se complica y preocupa aun mas, cuando dicha sanció
referido vacío) se torna inmensamente arbitraria al sancionar a l
mismo proceso, al mismo sujeto y por la misma conducta, i)
otra conductas señaladas (temeridad “o” mala fe o malicia)
ambas conductas a la vez (ya sea en su primera variante: tem
mala fe o malicia, o la segunda: temeridad “y/o” mala fe o mal
como se ha apreciado en el Exp. Nº 632-2001-AA/TC.
En ese orden de ideas, el justiciable legítimamente podría (y puede) dirigir
Magistrado en los siguientes términos: “Se me sanciona por incurri
procesal, indistintamente en: i) temeridad, ii) mala fe, iii) temeridad o m
temeridad y mala fe, y v) temeridad y/o mala fe. Empero, no se me ha e
fundamentado (justificado) jurídicamente, la naturaleza de dichas cond
casos en que se incurre en ellas y la sanción en si, ¿podría hacerlo?”. Sin
por tremendamente increíble que parezca (a la luz de las resoluciones anal
respuesta que estaría (y está) recibiendo tácitamente sería (y es): “No
porque no desee hacer lo propio, si no porque no tengo la menor idea”.

Consecuentemente, “las cartas en el asunto” en los temas in comento, da


importancia y gravedad extrema, se constituyen en una prioridad imposter
el legislador y magistrado.

XIV. REFLEXIONES FINALES.-

Atravesamos, más que nunca, épocas de permanente vorágine, la mism


consigo muchos cambios a nivel político, económico, social, moral, ló
también a nivel jurídico y específicamente además, en el área jurídico pro
tenemos, que nuevas (y otras no tan nuevas, pero novedosas) corrientes jur
jurídicas, hacen sentir cada vez más su presencia (por su aporte al dere
está) en el mundo del Derecho; verbigracia: el marketing jurídico, con
básicamente crear valor, ofrecer valor y ser el nexo entre el abogado y el
cuya finalidad es crear, conservar clientes o patrocinados, garanti
posicionamiento efectivo y perdurable.

También tenemos la corriente o teoría del neoconstitucionalismo[123] [12


debemos señalar la importancia del coaching ontológico, disciplina qu
factor humano para ayudarle a obtener mejores resultados, trabajando prof
en el dominio de ellos mismos, para darles acceso a sus puntos ciego
débiles, en un aspecto o área determinada; consiguiendo con ello a
perspectiva para la mejor toma de decisiones y acciones y lograr nuevas y
mas altas metas; renovando, estimulando, predisponiendo y potencializ
persona.

Luego, imprescindible hacer breve referencia a la teoría del derecho glob


otro lado, cabe destacar lo concerniente al derecho deportivo[126], “el mis
una rama especial del derecho que regula la actividad generada por las co
los vínculos entre todos los actores del deporte. Asimismo, protege jurídic
ser humano y sus relaciones con la práctica y las técnicas deportivas est
reglas aplicables al desarrollo de esta importante disciplina, con el fin de
beneficios para la persona y la sociedad”.

Asimismo, no podemos dejar de nombrar al análisis económico del derec


debe ser entendido como: “la aplicación de las teorías y métodos de la ec
sistema jurídico, el cual se basa en la triada maximización- mercado-efici
un enfoque costo- beneficio social; buscando maximizar o hacer mas efi
recursos en mundo de escasez de bienes y servicios. El análisis de costo-be
implica únicamente el aspecto económico, sino los motores de la conduct
como bienestar y malestar. El AED analiza la norma, pero no en abstract
base a una consecuencia social concreta”[127].

Sin embargo, preocupa como llama poderosamente la atención el hecho


teorías contemporáneas (que no son pocas- así como, no son todas las qu
están todas las que son-, menos aún son prescindibles, pues varias son def
la legitimidad, constitucionalidad, derechos y respecto de la persona
humanidad), no consigan contribuir, al menos en algo (directa o indirect
concientizar o mejorar la actitud de los sujetos procesales, en el aspecto
correcto accionar procesal en los juicios. Más aún si consideramos que en
Couture (en sus “Mandamientos del Abogado”) ya advertía la importa
lealtad procesal del abogado para con su patrocinado, con el juez y la otra p

En ese sentido, no podemos negar que experimentamos un profundo pesar


ya que: i) por un lado, tenemos que existen cada vez más y mejores
(jurídicas y no jurídicas) y normatividad destinadas, directa e indirect
mejorar o elevar el nivel del ejercicio profesional de los letrados (en té
corrección procesal) y específicamente a combatir la legendaria y lament
más vigente que nunca, práctica de la temeridad y malicia (mala fe) proce
por otro lado, las mismas no solo son estancas o decrecen, ya que peor aún
que en honor a la verdad que denunciar que su incidencia está cada vez en

Además, la creciente incidencia de la temeridad procesal, no constituye m


fiel y patético hecho de encontrarnos en una profunda crisis de valores (la m
ocasiona un inmenso forado moral; disvalores que perjudican gravemente
jurídico, a los sujetos procesales y a la sociedad), hace que muchas veces e
correcto, honrado y honesto sea visto como un “tonto”; así Carlos Ramos N
en ese sentido la obra “Un mundo para Julius” de Alfredo Bryce Eche
Pericote Siles… un personaje risible pero feo, solterón, no muy rico, pero s
por honesto, vale decir por cojudo: el rasgo más imperdonable del fra
levantaba entre sonriente y amnésico, desayunaba apurado y sabía que juga
al estudio optimista y atareadísimo, saludando a secretarias, pidiendo
telefónicas, que impresionaban a las secretarias, anunciando que les iba
fumando, ahí empezaba a creer nuevamente en lo del abogadazo, en lo d
interesante, en lo del play-boy, en que iba a recoger a la flight hostess, ave
el club, así era Pericote”[129].

No en vano Lorenzo A. Gardela esbozó: “El abuso procesal y los demás vi


del proceso no brotan por generación espontánea…provienen de nuestro m
de nuestro propio mundo jurídico y forense y de nosotros mismos”. En e
no nos imaginarnos acerca de la intensidad de sentimientos de de
frustración que seguramente deben experimentar muchos profesores d
procesal civil, práctica forense y constitucional, al ver a más de uno
alumnos, (hoy abogados) ejerciendo muy campantes y avezadamente con l
del improbus litigator: abusando del proceso, demostrando que todas sus e
están siendo utilizadas de la manera más vil como equivocada.

Así, el encontrarnos atravesando una severa crisis de valores, reviste ade


como evidente ausencia o relativismo de formación humana, la mism
remonta hasta la educación que se da en los hogares, colegios y centros d
Formación que nos hace además, añorar a la encomiable labor y misión qu
el desaparecido gran maestro Constantino Carvalho.

Pero, a la crisis de valores (verbigracia, de valores como: justicia,


igualdad, buena fe, libertad, bien común, seguridad, equidad; entre
formación y educación, lamentablemente se le tiene que agregar la grave c
que actualmente atraviesa la carrera de derecho en el Estado peruano, qu
señalado por Federico Mesinas Montero: “… dicha crisis puede deber
también a una afirmación simple, como ciertamente cuasi irrebatible: ser a
el Perú es demasiado fácil, pero ejercer luego correcta y plenamente la
resulta muy complicado”[130].

El problema de la inconducta procesal proviene o se origina desde la ed


formación en la familia (ausencia o defecto de la ética de entrecasa [131]) y
lo largo de los estudios primarios, secundarios, universitarios (pre grado), p
especialización; entonces es equivocado combatirlo solo a nivel de pre o p
El problema de la crisis de la educación jurídica peruana también se d
erradamente se cree que la actualización, capacitación y especialización so
etapa (es decir, se niega su naturaleza de permanencia) en la vida profes
mismo se agrava al entender, estudiar, investigar, enseñar y ejercer el d
tomar en cuenta su multidisciplinariedad.

En ese sentido, dicha vista panorámica nos da una clara señal que la solució
estar dirigida al hoy, sino mas bien al antes (es decir, priorizar la preve
mera represión o sanción).

Consideramos, imprescindible agregar que la intolerancia, falta de prolijid


desidia, apego a la cultura del mínimo o nulo esfuerzo y ausencia de estan
académica de mínimos requerimientos en las distintas facultades de derech
le hacen un flaco favor para revertir dicha afirmación. Todo ello aunado
ausente como urgente e impostergable verdadera política de Estado de f
capacitación, y especialización jurídica en el Perú (la misma que en su
propusimos y desarrollamos[132]). Además, la enseñanza del derecho deb
utilizando la óptica de la enseñanza activa con materiales de enseña
debiendo prevalecer la pedagogía jurídica por sobre la enseñanza del de
ser más amplia, ya que comprende i) la educación jurídica (formación con
ii) la enseñanza del derecho (transmisión de conocimientos) [133]. Ense
derecho que desgraciadamente no se cumple mayoritariamente.

Por otro lado, es menester precisar que estos flajelos (temeridad y malicia
procesales) no son nuevos o de hace poco, como tampoco es de carácter ex
nuestro país, mas bien corresponde a una cuasi constante como patétic
académica y educativa que cobra ribetes mundiales.

Consideramos, (curioso, por decir lo menos) que el hecho mismo que mu


juristas y no juristas, procesalistas y no procesalistas (sobre todo en nuestr
se hayan ocupado en desarrollar el tema de la temeridad y malicia
procesales. Sin embargo, quizá se deba a una motivación de negación o
tratar acerca de algo (conducta procesal temeraria o maliciosa) en que
abogado mayoritariamente incurre. Actitud de apego a la negación
recuerda, los no pocos esfuerzos (no solo de la comunidad latina) de
término (siquiera solo uno) para poder denominar la “acción de decir la ve
que a lo único que en una oportunidad se arribó fue a establecer e
“VERACEAR” (que deriva de veráz), sin embargo, no tuvo mayor aco
consecuencia, hasta ahora no se cuenta con una palabra para especí
significar la acción de decir la verdad. Sin embargo, abismal es la diferen
presenta cuando fue fácilmente posible denominar la “acción de negar o n
verdad”[134].
El juez (bajo el principio iura novit curia), más que ser el juez del
expediente o de la causa, debe ser primordialmente el juez del proceso (dir
debido proceso. El juez tiene la obligación de estar muy atento a es
inconductas procesales. Además, cabe considerar, que lo mencionado rep
verdadero reto, una valla un tanto alta para superar pero no imposible
aplicada diligente, oportuna y en la totalidad de los casos, porque valgan
no solo la elevada carga procesal (ya que el problema de la crisis del pod
tiene mas aristas) no le facilita para nada superar dicho reto. Sin embar
básicamente priorizar la prevención a la sanción, ya que las nor
endurecimiento de éstas no conseguirán el cambio de resultados como de a

Por otro lado, hasta pareciera que muchos letrados habrían perdido
verdadero sentido de la profesión que es la “justicia y corrección”, ya q
veces parecen estar más preocupados en adoptar o aparentar insospechad
risibles actitudes como formas idiomáticas que les son inapropiadas (u
surte de latíñol pseudo jurídico, es decir, hablar en latín y español a
alternadamente con palabras carentes de naturaleza jurídica) y totalme
(spanglish pseudo jurídico, es decir, lo mismo pero con la utilización del
inglés); debido principalmente a que: i) dichas formas idiomáticas no s
como idioma oficial de Estado alguno ii) no corresponden necesar
terminología jurídica en inglés- al menos la mayoría- porque simplem
palabras de uso diario y común traducidas al inglés e incluidas como
abogadil; peor aún cuando se fuerzan palabras no técnicas o jurídicas del i
adaptarlas al lenguaje técnico peruano, ii) solo es utilizada para proyectar u
distinta a la real o un supuesto elevado nivel profesional y académico ju
muchas veces ciertamente no se tiene, iii) al impostar dicha actitud lo ún
consigue es evidenciar una patética falta de madurez y propiedad n
expresarse (vulgarización del derecho y de la profesión de abogado), po
correcto que siendo abogados se expresen o conduzcan como si no lo fu
demuestra una falta de respeto a la majestad de la profesión de aboga
colegas y finalmente a ellos mismos.

Dicho comportamiento referido en el párrafo anterior, es exquisita, cruda


ampliamente reseñado (advertencia: cualquier parecido del caso particu
letrado con los hechos narrados, no se achacan únicamente a la tan men
coincidencia, sino mas bien a la mera y triste realidad, además, invocamo
según el caso, sesudamente a la autocrítica y autoanálisis- nosotros ya
propio respecto de los que nos toca-; así que quien se pica pierde), con l
que lo caracteriza, por el profesor Juan Guillermo Lohmann Luca de
estando en la fila de los ascensores del edificio de los juzgados oí que un
(supuse que abogado, pero dudo que letrado) le decía con énfasis a otra q
reclamarle a un juez porque éste le había dismisido la demanda de un
patrocinaba. Como su interlocutor asentía insinuando que coincidí
apreciación, no quise resistirme a la curiosidad y agucé el oído po
escuchado mal. Pero no me equivocaba, no: el enojado sujeto seguía acalo
protestando por lo del dismiss… después de unos minutos caí en la cuenta,
y lerdo de mi, que lo a lo que se refería el abogado que con tanto lustre
expresarse era a que el juez le había declarado inadmisible por no te
¡Inefable empleo del término dismiss, que en ingles se emplea a veces para
el rechazo de un pedido!. No puede refrenarme, porque mi paciencia es m
reducida que la fila en la que estaba. Y aún a riesgo de que me ju
impertinente (que seguramente lo hicieron) me inmiscuí en el diálogo par
quien así se expresaba que no era necesario recurrir a extranjerismos cuand
nos podemos entender en español. …los abogados, desgraciadament
quedamos a la zaga. En textos y manifestaciones orales, muchos parece
acometiendo lengua o pluma en ristre contra nuestro castellano. Para no qu
indoctos o faltos de buen estilo, desde antaño es casi de regla en nuestra
legal despachar de tanto en tanto unas palabritas en latín. (O en lo que a
parecérsele, como decir- prometo que lo he oído- que fulanito de tal había h
de mutuo propio). Pero para no estar desfasados hogaño hay que introduc
términos anglosajones. …para marketarse bien y estar apropiadamente ra
abogado que se precie no debe decir que ha preparado el estatuto, es
cualquiera. Antes bien debe prestigiarse, engolar la voz y afirmar que ha
un documento con los by laws. Pero queda mejor aún si, le puntualiza a
(esto es, lo llena de puntos) que por mail (y no por correo electrón
forwardeado (y no enviado o transmitido) un draft (¡qué ordinario y chabac
eso de propuesta, proyecto o borrador!) del shareholders agreement, al qu
cliente (porque los closing de acuerdos no admiten dilaciones) podrá a
diligente uso de su avanzada y completísima palm. El abogado que en
ejerce ya no lo hace en Derecho Societario, que parece plebeyo o poco seri
se dedica al corporative law. Porque lo suyo, ¡faltaría más!, es el m
business, que es más provechoso que los decadentes y manidos Dere
Comercial o Penal… la tarde del abogado transcurre entre meetings, confe
y working papers. Además, ha tenido que ir a una repartición pública p
fedateen un documento. Ocupado con tantas cosas, si su secretaria le av
cliente le llama por teléfono le responde, contéstale que no me encue
secretaria dirá: el doctor no se encuentra. Con lo cual quien llamó tal
perplejo y preguntándose si debe buscar otro abogado, pues como el que
no se encuentra, sin duda se ha perdido, se ha extraviado sin saber donde,
perturbado que no puede encontrarse a sí mismo. Y claro, después del ag
que producen tales jornadas laborales a full con tanta fatiga de la sustanc
como por cierto requiere esfuerzo de expresarse mal en dos idiomas, y
viernes empieza el week end, el abogado no se puede quedar en stand by
resta (por lo que falta de la noche). De modo, pues, que especula sobre qu
vez de detenerse a pensar sobre sus alternativas de distracción. Pero de
dormir, porque ha sido extenuante tener a las neuronas haciendo pir
entenderse en el nuevo Babel”[135].

Por otro lado, dado que el debido proceso se encuentra reconocido e


dimensiones: i) “jurisdiccional”, que garantiza un proceso debido a niv
arbitral y militar, ii) “administrativo”, que garantiza lo propio en s
administración pública, iii) “corporativo particular”, que garantiza ta
debido proceso entre particulares; y tomando en cuenta que la normativida
solo se encuentra orientada a la comisividad de la temeridad y malicia pro
decir, solo a nivel procesal jurisdiccional; concluímos lógicamente en seña
es óbice para que dichas negativas prácticas procesales no se encuentren p
no tengan incidencia) en los niveles procesal administrativo y procesal c
particular.

La temeridad y mala fe (malicia) procesales no se encuentran de


deslindadas –diferenciadas –en los siete incisos del artículo 112 del Códig
Civil peruano. Es más, dicha situación (a juzgar por el análisis de sus r
jurisprudencias), tampoco la tiene clara el Tribunal Constitucional peruano
a nuestro entender es injusto- tanto para los sujetos pasivos de la malicia,
el derecho- que el inciso 6 del citado artículo exija que la misma teng
“reiterada” para que se configure como tal. Así también es injusto para los
no diferenciación señalada.

Además, cabe tomar en cuenta que la sola mención de seguridad cien por
sea vía solicitud o promesa) acerca de la eventual culminación favorab
causa judicial (salvo se trate de casos excepcionales, por propia naturale
una señal inequívoca que lo que se pretende es utilizar todos los medios (te
malicia procesales, incluidas) para la concreción de dicho cometido; es d
puede prometer la seguridad absoluta de ganar un juicio, ya que el eje
derecho tiene la naturaleza de medios y no de resultado.

No somos médicos, pero, nos atrevemos a mencionar (sin temor a equivoc


la sociedad jurídica peruana (no solo peruana) yace infectada de los v
temeridad y malicia (mala fe) procesales: presa de los virus “teme
“maliciarius”, por así decirlo. Pero como en medicina el enfermo si desea
sabido, que en primer lugar debe aceptar que tiene o padece una enfer
similares términos señalamos que la sociedad jurídica (no solo jurídica)
aminorar o combatir frontalmente a dichos virus si antes reconoce su situac
– encontrarse envirada de ellos– (ya que lo peor que se puede hacer f
problema, mas aún si es evidente, es desconocerlo o negar su exist
consecuencia, nos queda realizar un previo mea culpa respectivo, ya
ganamos si optamos o reincidimos por la cuasi institucionalizada conducta
de la no aceptación o negación de la realidad (de la desoladora realidad di

Solo hemos expuesto algunas ideas y reflexiones de temas


fundamentalmente de orígen y práctica humanos) tan amplios, profun
apasionantes, los cuales claman desde hace mucho aportes, pero sobre tod
que se caractericen como aseguren su oportunidad, utilidad, proporc
prudencia y excepcionalidad. No abrigamos quimeras que persigan la desa
eliminación pronta o lejana de la práctica de la temeridad y mala fe
procesales.

Es preciso dejar constancia que el presente escueto trabajo no contiene la


de constituirse en una especie de “Teoría General de la Temeridad y Mal
fe) procesales”, muy por el contrario, lo que nos mueve es que única
apreciada como solo una herramienta de consulta; empero, más aún nos
hecho de llamar a la reflexión (por ende a la actuación madura y raz
consecuencia) sobre estos temas/problema como son la temeridad y la ma
fe) procesales que conllevan al abuso del derecho en perjuicio del sujet
pasivo tanto como a la naturaleza del derecho. Con el solo hecho que e
trabajo sea eventualmente considerado (puesto sobre el tapete de cualquie
académica), debatido, analizado, reflexionado y criticado, nos daremos
complacidamente por servidos.

XV. SUGERENCIAS.-

Dado que la creciente incidencia de la temeridad y malicia mala fe)


peruana son básicamente producto de la crisis de valores que nos agobia y
mucho hace agua por todos lados; sugerimos la inmediata implantació
decidida, efectiva y sostenida política de Estado de inculcado de valo
educación inicial y primaria principalmente, porque por psicología
conocimiento que el ser humano asimila, aprende y fija los valores hasta
doce años. Luego de esa edad, desde el punto psicológico (reiter
prácticamente insulso modificar, en este caso, para mejor el aspecto axi
cada persona.

Proponemos el urgente desarrollo (por parte del Tribunal Constitucional


de los supuestos y significados de la mala fe (malicia) y temeridad proc
como sus respectivos deslindes de los siete incisos del artículo 112 d
Procesal Civil peruano. Desarrollo y deslindes que contribuirán en gran m
correcta determinación (de la existencia y efectos), y sanción de dicha
procesales negativas. Además, incluir en dicho artículo el término mal
sinónimo de mala fe, por ser más técnico legislativamente.

En tal sentido sugerimos, que para efectos del respectivo desarrollo


legislativo, así como de aplicación de políticas de Estado destinadas a co
aminoramiento de su incorrecto accionar, reiteramos, que es imprescindib
mismos no solo deben estar orientados al nivel o dimensión
jurisdiccional, sino también, en los niveles procesal administrativo, com
corporativo particular.

Proponemos la urgente e insoslayable creación e implantación de un


Nacional e Internacional Integrado Judicial y Extrajudicial (Militar,
Administrativo, entre otros) de Temerarios y Maliciarios Procesale
contenga el archivo unificado de los sujetos procesales que incurrieron en
y/o malicia (mala fe) procesales, debiendo a la vez permitir las búsq
nombre de la persona, proceso, vía procesal y por número de expediente, p
se deberá diseñar un programa informático especial creado en un gestor d
datos; debiendo ser accesible a la población en general vía Internet. Con
que la creación de dicho registro contribuirá decididamente a la di
paulatina de dichas prácticas tan perjudiciales para el derecho como para la

Creemos que es inadecuado exigir que la actitud maliciosa o de mala fe


que a nuestro entender se refiere el inciso 6 del artículo 112 del Código
Civil peruano) tenga que ser “reiterada”; en primer lugar, porque la
misma de dicha práctica procesal negativa revela maldad (malicia), es de
gravedad que la temeridad; y en segundo lugar, porque inexplicablem
manera desproporcionada solo se exige (tal reiteración) a la malicia re
dicho inciso, pero sin embargo no ocurre lo mismo en ningún otro inciso
articulo.

Consideramos que las denominaciones más apropiadas (en lugar del


derecho) son: “abuso del proceso”, “abuso en el proceso” o “abuso de los
procesales”, dado que, si bien es cierto, que lo se persigue es modificar, p
postergar- sacando ventaja de manera ilegitima- la sentencia o sus efecto
fin se hace uso abusivo de inconductas a nivel procesal; ergo, se abusa e
inicialmente del o en el proceso.

XVI. PROPUESTA LEGISLATIVA.-


Finalmente, luego de haber desarrollado los temas de la malicia (m
temeridad procesales, haber esbozado las respectivas conclusiones y sug
utilizando las consideraciones y precisiones conceptuales de la presente inv
162n anteriormente expuestas (en el acápite: “el artículo 112 (“no deslind
Código Procesal Civil peruano”, del presente trabajo)-, procedemos a f
propuesta legislativa.

Así, es necesario que el art. 112 del Código Procesal Civil peruano, (dado q
limita a indicar “se considera que ha existido temeridad o mala fe en los
casos”, sin determinar específicamente que incisos están referidos a la te
cuales a la mala fe, además de tomar en consideración que temeridad y m
son sinónimos, como si lo son -desde nuestro punto de vista- la mala fe res
malicia procesal y finalmente aprovechar para suprimir el término “reiter
del inciso 6 del artículo señalado), sea sustituído por el siguiente texto:

“Art. 112 del Código Procesal Civil peruano:

112.1. Se considera que ha existido temeridad procesal en los siguientes ca

i) Inc.1. Cuando sea manifiesta la carencia de fundament


de la demanda, contestación o medio impugnatorio.
ii) Inc. 2. Cuando a sabiendas se aleguen hechos contra
realidad.
iii) Inc. 3. Cuando se sustrae, mutile o inutilice alguna
expediente.
112.2. Se considera que ha existido mala fe (malicia) procesal en los
casos:

i) Inc. 4. Cuando se utilice el proceso o acto procesal


claramente ilegales o con propósitos dolosos o fraudulentos.
ii) Inc. 5. Cuando se obstruya la actuación de medios proba
iii) Inc. 6. Cuando por cualquier medio se entorpezca el
normal del proceso;
iv) Inc.7. Cuando por razones injustificadas las partes no a
audiencia generando dilación (Inciso agregado por el Artículo
Nº 26635, en fecha 23-06-96)”.
XVII. BIBLIOGRAFIA.-

17.1. DOCTRINA.
1. Alsina, Hugo. Tratado teórico práctico de derecho proce
comercial. Tomo IV, segunda parte. Segunda edición. E
Editores. Buenos Aires- Argentina. 1961.
2. Alzamora Valdez, Mario. Derecho procesal civil. Teoría g
proceso. Sétima edición. Tipo- Offset- Sesator. Lima- Perú.
3. Alzamora Valdez, Mario. Derecho procesal civil. Teoría g
proceso. Octava edición. Ediciones Eddili. Lima- Perú.
4. Bidart Campos, Germán J. Derecho Constitucional. Tom
Buenos. Aires. 1968.
5. Bustamante Alsina, Jorge. Teoría general de la respo
civil. Abeledo- Perrot. Buenos Aires. 1992.
6. Cabanellas, Guillermo. Diccionario enciclopédico de dere
Tomo I. 23ª edición, revisada, actualizada y ampliada
Heliasta. Lima- Perú. 1994.
7. Capitant, Henri. Vocabulario jurídico. Ediciones Depalm
aires- Argentina. 1986.
8. Carnelutti, Francesco. Instituciones del proceso civi
Ediciones jurídicas Europa-América. Buenos Aires, 1959.
9. Castillo Alva, Luís. Comentarios al Código
Constitucional. Tomo I. Palestra Editores. Lima- Perú. Ener
10. Castillo Quispe, M. y Sánchez Bravo, E. Manual de derech
civil. Jurista Editores. Lima- Perú. Enero 2007.
11. Chanamé Orbe, Raúl. Diccionario jurídico moderno. 3
Lima- Perú. 2002.
12. Chiauzzi, Honorato. Derecho romano. Ediciones Peisa. L
1982.
13. Chiovenda, Guiseppe. Condena en costas. Valletta
Argentina. 2004.
14. Cornejo, Pedro. Síganme los buenos. Ética de entrecasa:
nunca justifica los medios. En: Revista Somos del diario El
Año XXI, Nº 1143, 01/11/2008.
15. Couture, Eduardo J. Vocabulario jurídico. Ediciones
Buenos Aires- Argentina. 1983.
16. Couture, Eduardo J. Estudios de derecho procesal civil.
Segunda edición. Ediciones Depalma. Buenos Aires- Argent
17. Devis Echandía, Hernando. Teoría general del proceso
Editorial Universidad. Buenos Aires- Argentina. 1984.
18. Díaz Revorio, Francisco Javier (Compilador). Jurisprud
tribunal europeo de derechos humanos. Palestra editores. L
2004.
19. Espinoza Zevallos, Rodolfo J. Los principios procesales e
del Código Procesal Constitucional peruano (Art., III del T
derecho procesal constitucional peruano. Editora Jurídic
Lima, 2005.
20. Fernández de León, Gonzalo. Diccionario jurídico.
contabilidad moderna. Buenos Aires- Argentina.
21. Gozaini, Gonzalo Alfredo. Elementos de derecho proc
Sociedad anónima editora, comercial, industrial y financie
Aires. 2005.
22. Gozaíni, Osvaldo Alfredo. La conducta en el proceso
Editora Platense S.R.L., Buenos. Aires. 1988.
23. Guasp, Jaime. Derecho procesal civil. Tomo primero. 4
Editorial Civitas. Madrid- España. 1998.
24. Hinostroza Minguez, Alberto. Comentarios al Código Proc
Segunda edición actualizada. Gaceta Jurídica. Lima- Pe
2006.
25. Iglesias, Juan. Derecho romano. 7ª edición. Editorial A
Barcelona. 1982.
26. Infantes Mandujano, Pedro Adrián. Diccionario jurídico.
Ediciones legales. Lima- Perú. Agosto 2000.
27. Landa Arroyo, César (Compilador). Jurisprudencia de
interamericana de derechos humanos. Palestra editores. L
2005.
28. Lohmann Luca de Tena, Juan G. Los yuppies, algunos abo
nuevo idioma. En Legal Express. Nº 44. Gaceta Jurídica. L
Agosto 2004.
29. Lorenzzi Goicochea, Raúl. Diccionario jurídico Tesauro.
Ediciones jurídicas. Lima- Perú. Septiembre 2005.
30. Masías Zavaleta, Demetrio. Diccionario jurídico. Editor
Arequipa- Perú. 2004.
31. Maurino, Alberto Luís. Abuso del derecho en el proceso. E
Ley. Argentina. 2001.
32. Mesía, Carlos. Exégesis del Código Procesal Cons
Segunda edición aumentada. Gaceta Jurídica. Lima- Perú. N
2005.
33. Mesinas Montero, Federico. Día del abogado. ¿Mo
celebrar?. En Legal Express. Nº 63. Gaceta Jurídica. Li
Marzo 2006.
34. Monroy Cabra, Marco Gerardo. Principios de derecho pro
Tercera edición. Editorial Temis. Bogota- Colombia. 1988.
35. Morales Godo, Juan. Instituciones de Derecho Procesa
edición. Palestra Editores. Lima- Perú. 2005.
36. Naymark y Cañadas, Adán. Diccionario jurídico Forum
bibliografiíca argentina. Buenos Aires- Argentina. 1946.
37. Novak, Fabián y Namihas, Sandra. Derecho internacion
derechos humanos. Academia de la Magistratura. Lima –Per
38. Palacio, Lino E. y Alvarado Velloso, Adolfo. Código Proce
Comercial de la Nación. Tomo II. Editorial. Rubinzal Culz
Fe. 1992.
39. Palés, Marisol (Directora). Diccionario jurídico Espasa Lex
Espasa Calpe S.A. Madrid. 2002.
40. Palomino Manchego, José F. (Coordinador). El derecho
constitucional peruano. Editora Jurídica Grijley. Lima- Perú
41. Paredes Infanzón, Jelio. Diccionario de Derecho Proc
peruano. Editorial San Marcos. Lima- Perú. 1999.
42. Peyrano, Jorge W. (Director). Abuso procesal. Rubinza
Editores. Buenos Aires. 2001.
43. VV. AA. Debido proceso. Rubinzal Culzoni Editores. Bue
Argentina. 2003.
44. Rambaldo, Juan A. El abuso procesal. En Abuso
PEYRANO, Jorge W. (Director). Rubinzal Culzoni Editore
Aires. 2001.
45. Ramos Núñez, Carlos. La pluma y la ley: abogados y ju
narrativa peruana. Fondo editorial de la Universidad
Primera edición. Lima- Perú. 2007.
46. Ribó Duránd, Luís. Diccionario de derecho. Editori
Barcelona- España. 1987.
47. Ruiz García, Abado D. y Almeida, Orlando. Diccionario
latino. Edigraber. Lima- Perú. 2004.
48. Sagástegui Urteaga, Pedro. Exégesis y sistemática de
Procesal Civil. Volumen I. Primera edición. Editora Jurídi
Lima- Perú. 2003.
49. Sagástegui Arteaga, Pedro. Teoría general del proceso
Primera edición. Editorial San Marcos. Lima- Perú. 1996.
50. Torres Manrique, Fernando Jesús. La enseñanza del de
Revista Jurídica del Perú. Editora Normas Legales. Año L
Lima- Perú. Julio/ agosto 2005.
51. Torres Manrique, Jorge Isaac. Derecho g
neoconstitucionalismo: Teorías jurídicas contemporán
Revista de Derecho, Empresa & Negocios. Talleres Gráf
Lima- Perú. Año 02. Nº 04. Abril- mayo. 2008.
52. Torres Manrique, Jorge Isaac. Piero Calamandrei Pimpin
maestro y procesalista de la juridicidad mundial. En: Supl
análisis legal del diario oficial El Peruano, “Jurídica”. L
(N° 194, 15/04/2008).
53. Torres Manrique, Jorge Isaac. Hacia una política de f
capacitación y especialización jurídica en el Perú. En
Jurídica del Perú. (Edición homenaje al Maestro Carlos
Sessarego). Editora Normas Legales. Año LV. Nº 69. Li
Octubre/ diciembre 2006.
54. VV. AA. Diccionario jurídico. Editorial San Marcos y
legales. Lima- Perú. 2005.
55. VV. AA. Orientaciones y tendencias sobre el Código Proc
En: Revista El Derecho. Publicación oficial del Ilustre C
Abogados de Arequipa. Arequipa- Perú. Diciembre 1993.
56. Vargas, Abraham L. El ejercicio abusivo del proceso (cr
relativismo filosófico- científico vs. Existencialismo y
legislativo, jurisprudencial y doctrinario). En Abuso
Peyrano, Jorge W. (Director). Rubinzal Culzoni Editore
Aires. 2001.
57. Varsi Rospigliosi, Enrique. Derecho deportivo en el Pe
editorial de la Universidad de Lima. Primera edición. L
2008.
58. Varsi Rospigliosi, Enrique. El juego limpio y la incertid
nuestro derecho. En Legal Express. Gaceta Jurídica. Año
67. Lima Perú. Julio 2006.
59. Zavaleta Gonzáles, Wilvelder. Código Procesal Civil. T
edición. Editorial Rodhas S.A.C. Lima- Perú. 2006.
17.2. LEGISLACIÓN.
1. Constitución Política peruana
2. Código Procesal Constitucional peruano
3. Código Civil peruano
4. Código Procesal Civil peruano
5. Ley Orgánica del Poder Judicial peruano
6. Código de Ética de los Colegios de Abogados del P
7. Principios Básicos sobre la Función de los Abogad
Naciones Unidas
8. Anteproyecto del Código Procesal Civil Modelo pa
Iberoamérica
9. Código Procesal Civil y Comercial argentino
10. Código General del Proceso uruguayo
11. Ley de Enjuiciamiento Civil española
12. Código de Procedimiento Civil venezolano
13. Código Procesal Civil italiano
14. Código de Procedimiento Civil boliviano
15. Código Procesal Civil brasilero
16. Código Deontológico de los Abogados de la Unión
17.3. JURISPRUDENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITU
PERUANO.
1. Exp. Nº 099-95-AA/TC
2. Exp. Nº 632-2001-AA/TC
3. Exp. Nº 1326-2001-AA/TC
4. Exp. Nº 200-2002-AC/TC
5. Exp. Nº 354-2002-AA/TC
6. Exp. Nº 1200-2003-AA/TC
7. Exp. Nº 2620-2003-HC/TC
8. Exp. Nº 2851-2003-AA/TC
9. Exp. Nº 3338-2004-HC/TC
10. Exp. Nº 340-2005-PA/TC
11. Exp. Nº 1660-2005-PA/TC
12. Exp. Nº 2016-2005-PA/TC
13. Exp. Nº 5088-2005-PA/TC
14. Exp. Nº 6712-2005-HC/TC
15. Exp. Nº 8094-2005-PA/TC
16. Exp. Nº 294-2006-Q/TC
17. Exp. Nº 3165-2006-PHC/TC
18. Exp. Nº 4496-2006-PHC/TC
19. Exp. Nº 5737-2006-PA/TC
20. Exp. Nº 5784-2006-PA/TC
21. Exp. Nº 5853-2006-PHC/TC
22. Exp. Nº 6146-2006-PA/TC
23. Exp. Nº 8823-2006-PA/TC
24. Exp. Nº 10063-2006-PA/TC
25. Exp. Nº 183-2007-PA/TC
17.4. JURISPRUDENCIA DE LA LA CORTE INTERAMERIC
DERECHOS HUMANOS (Caso Ivcher Bronstein, sentencia 06/02

17.5. CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HU


(Pacto de San José, Costa Rica).
17.6. CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE EE. UU. DE 1787 (Carta de D

17.7. CONVENIO EUROPEO PARA LA PROTECCIÓN D


DERECHOS HUMANOS Y DE LAS LIBE
FUNDAMENTALES.

NOTAS:

[1]
El derecho es un sistema u ordenamiento jurídico de normas obligatorias, siste
jerarquizadas, que regulan el desenvolvimiento de la vida humana en sociedad
una disciplina que crea, desarrolla, interpreta, ordenamientos y principios jurídic
un mero conjunto de normas (positivismo), tampoco fue o posee carácter de
derecho (al margen que actualmente la doctrina mayoritaria peruana sea con
tridimesionalidad- i) hecho, ii) derecho y iii) norma- del mismo) debe ser y
estudiado, interpretado y enseñado desde una naturaleza octodimensional inescin
el profesor José Antonio Silva Vallejo, el derecho presenta ocho dimensione
(conjunto de leyes positivas) ii) hechos (realidades del derecho) iii) valores (just
seguridad, igualdad, etc.) iv) tiempo jurídico (plazos, tiempos, condiciones, re
ultractividad, etc.) v) espacio jurídico (lugar donde se concreta o manifiesta el
historia (épocas y periodos determinados) vii) ideologías (intereses detrás del de
vivencias (experiencias que determinan situaciones y actitudes frente al justi
citada visión octodimensionalista del derecho, le agregamos que el derecho t
abordado además, a la luz de sus fuentes y principios generales.
[2]
Cabe precisar que el derecho en el inicio de la humanidad era conducente con
naturaleza (ante la inexistencia del Estado, Estado que debió su aparición o fue
contrato social que en su obra del mismo nombre Jean-Jacques Rousseau
ampliamente), es decir, con el ejercicio de la justicia privada o venganza privada.
[3]
Proceso es un conjunto de actos dirigidos a la formación o a la explicación de l
jurídicos, cuyo carácter consiste en la colaboración a tal fin de la personas
(partes) con una o más personas desinteresadas (jueces, oficio judicial)… pr
método para la formación o para la actuación del derecho, sirve al derecho; por o
cuanto esa formación o actuación, en razón de los conflictos de intereses qu
regular y también de los otros en que se resuelve el proceso mismo, está reg
derecho, el proceso es servido por el derecho, por lo cual la relación entre derec
es doble y recíproca. (CARNELUTTI, Francesco. Instituciones del proceso
Ediciones jurídicas Europa-América. Buenos Aires, 1959, pp. 21- 22).
[4]
Consideramos que el derecho procesal es la rama del derecho público cuya fi
constitución de órganos estatales de tutela jurídica a los justiciables, as
condiciones, formas y efectos de desenvolvimiento de los actos procesales; en el
sistema jurídico determinado y a la luz de un debido proceso. Este derecho adjet
fuentes a: i) la ley ii) la costumbre iii) la jurisprudencia y iv) la doctrina.
[5]
Si bien es cierto que el Estado peruano se encuentra regido por un estado de dere
muy atrás al, en su momento, estado de naturaleza del hombre primitivo, es
paradójico que en el actual estado de derecho persistan legalmente resquicios d
casi extinto a nivel mundial estado de naturaleza; claros ejemplos de ello adve
inciso 2. del art. 1971 del Código Civil peruano que contempla inex
responsabilidad: “en legitima defensa de la propia persona o de otra o en salvag
bien propio o ajeno”, y el art. 920 del mismo código indica acerca de la defen
extrajudicial: “el poseedor puede repeler la fuerza que se emplee contra él y
bien, sin intervalo de tiempo, si fuere desposeído, pero en ambos casos debe a
las vías de hecho no justificadas por las circunstancias”. En ese sentido, queda
dichos supuestos es perfectamente legal y legítimo (en un Estado de Derec
nuestro, actuar abierta y justificadamente en sentido opuesto, es decir, conforme
a un estado de naturaleza) hacer uso impunemente de la auto justicia, auto tute
por mano propia para hacer valer individualmente nuestros derechos, sin n
recurrir a la vía judicial).
[6]
Las legis actiones fueron el sistema más antiguo del proceso civil romano (prim
“monárquico”), el mismo que cayó pronto en desuso (por sus complicados
formulismos, ya que bastaba un error mínimo del rito formular para perder la
formulismos se contraponían con la sencillez y elasticidad necesarias de una ad
de justicia ágil y eficiente) y fue completamente olvidado. Consistían en d
solemnes que las partes tenían que pronunciar frente al magistrado. Es este pr
prevalecía la voluntad de las partes y el juez se limitaba a controlar si dicha a
conforme al formulismo de la ley y a intervenir como moderador. Existieron ci
legis actiones: i) Legis actio sacramentum (para reclamar una cosa o un derec
actio per iudices postulationem (para reclamar pagos de deudas de dine
participación en herencia) iii) Legis actio per conditionem (para exigir un pago
reclamación de cosa determinada) iv) Legis actio per manus iniectionem (contr
sentenciada al pago de una cantidad de dinero) y v) Legis actio per pignor
(facultad de adueñarse de la cosa del deudor insolvente). (CHIAUZZI, Honora
romano. Ediciones Peisa. Lima- Perú. 1982, p. 203).
[7]
IGLESIAS, Juan. Derecho romano. 7ª edición. Editorial Ariel. S.A. Barcelona. 19
205.
[8]
La ley romana aebutia (segundo periodo o “republicano”), se caracterizó p
distinta por parte del magistrado, el cual luego de oir a las partes, entregaba
instrucción escrita o fórmula mediante la cual designaba al juez y fijaba los el
debían ser tenidos en cuenta por éste al dictar sentencia y que consistían en los
derecho invocados por el actor, el objeto litigioso y las defensas opuestas por el
Dicha fórmula consta de: i) la demostratio, que contenía los hechos enunci
litigantes, ii) la intentio, la cual resumía lo pretendido por el demandante, iii) la
otorgaba al juez la facultad de absolver o condenar de acuerdo al resultado de la
la adjudicatio, permitía al juez atribuir a alguna de las partes la propiedad
litigiosa. (GOZAINI, Gonzalo Alfredo. Elementos de derecho procesal civ
anónima editora, comercial, industrial y financiera. Buenos Aires. 2005, p. 08).
[9]
En el procedimiento extraordinario romano que impusiera Dioclesiano (terc
periodo o “imperial”) desaparece la división del proceso en dos tiempos, para
desarrollo ante solo un magistrado. La demanda se presenta por escrito, el de
oficialmente citado a comparecer, debiendo contestar la pretensión por esc
implica un debilitamiento de los principios de oralidad e inmediación.
desaparecer la necesidad de la presencia del accionado en el proceso, es
continuación del mismo en rebeldía, adoptándose también la imposición de co
sentencia, la que podía ser impugnada. (Ibid. p. 09).
[10]
El debido proceso es el derecho de los justiciables a un proceso judicial sin po
retrasos, alteraciones o deformaciones, durante todo el camino, devenir o desen
lógico procesal del mismo; que desvirtúen su finalidad que es la justicia.
[11]
El debido proceso, estatuído genéricamente como garantía, salió a la luz de
derecho, en primer lugar: en el common law inglés, en la Carta Magna de I
15/06/1215 (Concesión Real o cédula del rey Juan Sin Tierra inglés, por
comprometió con los nobles ingleses, a respetar sus fueros e inmunidades y a no
muerte, prisión y confiscación de sus bienes, mientras dichos nobles no fuesen j
sus iguales); y en segundo lugar: aparece expresamente en la Quinta Enm
Constitución Política de EE. UU. de 1787- Carta de Derechos- (la misma que
juicios repetidos por el mismo delito y los delitos sin el debido proceso lega
también, el que una persona acusada no esté obligada a atestiguar contra si mism
[12]
La Corte Interamericana de Derechos Humanos (Caso Ivcher Bronstei
06/02/2001) estableció que un debido proceso en general, es decir, en todo nivel
observar las garantías procesales mínimas, tales como los derechos que tiene tod
a: i) acceder a un tribunal, ii) ser juzgado por un tribunal competente, inde
imparcial, iii) ser juzgado sin demora, iv) derecho de defensa, v) derecho a ser
ser obligado a declarar contra uno mismo, ni confesarse culpable, vii) presentar
testigos, viii) un juicio público, ix) una instancia plural, x) una indemnizaci
judicial, xi) la igualdad ante la ley y ante los tribunales, xii) ser presumido inoc
ser sometido ni condenado dos veces por el mismo delito, xiv) no ser sujeto d
retroactiva de una ley, salvo que ésta sea más favorable al reo, xv) ser juzgado
previamente tipificados en la ley. (NOVAK, Fabián y NAMIHAS, Sand
internacional de los derechos humanos. Academia de la Magistratura. Lima –Pe
242- 255).
[13]
La tutela jurisdiccional efectiva es la garantía del justiciable a que i) su accion
judicial sea admitido (tutela judicial), accionar que posteriormente ii) sea ma
resuelto en una sentencia y finalmente, que iii) dicha sentencia sea oportuna y d
efectivamente ejecutada (tutela efectiva).
[14]
En ese sentido, consideramos que entre debido proceso y tutela jurisdiccional efe
una marcada diferencia, es decir, mientras que el primero, se desenvuelve en el tr
trayecto procesal (iter procesal), la segunda, se manifiesta al comienzo y fin
devenir procesal. Ergo, existe pues entre ellos, una relación de género
respectivamente. Finalmente, proceso y tulela referidos se complementan, pero n
lo mismo.
[15]
Artículo 8. Garantías Judiciales.- 1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con
garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, ind
imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualqui
penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligacio
civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter. 2. Toda persona inculpada de
derecho a que se presuma su inocencia mientras no se establezca legalmente su c
Durante el proceso, toda persona tiene derecho, en plena igualdad, a las siguien
mínimas: a) derecho del inculpado de ser asistido gratuitamente por el traductor
si no comprende o no habla el idioma del juzgado o tribunal; b) comunicac
detallada al inculpado de la acusación formulada; c) concesión al inculpado del
los medios adecuados para la preparación de su defensa; d) derecho del i
defenderse personalmente o de ser asistido por un defensor de su elección y de
libre y privadamente con su defensor; e) derecho irrenunciable de ser asistido por
proporcionado por el Estado, remunerado o no según la legislación interna, si el
se defendiere por sí mismo ni nombrare defensor dentro del plazo establecido p
derecho de la defensa de interrogar a los testigos presentes en el tribunal y d
comparecencia, como testigos o peritos, de otras personas que puedan arrojar l
hechos; g) derecho a no ser obligado a declarar contra sí mismo ni a declararse c
derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior. 3. La confesión d
solamente es válida si es hecha sin coacción de ninguna naturaleza. 4. El inculp
por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo juicio por los mismos h
proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para preservar los
la justicia. (LANDA ARROYO, César (Compilador). Jurisprudencia d
interamericana de derechos humanos. Palestra editores. Lima- Perú. 2005, pp. 13
[16]
Artículo 6. Derecho a un proceso equitativo.- 1. Toda persona tiene derecho a
sea oída equitativa, públicamente y dentro de un plazo razonable, por
independiente e imparcial, establecido por la ley, que decidirá los litigios sobre
y obligaciones de carácter civil o sobre el fundamento de cualquier acusación
penal dirigida contra ella. La sentencia debe ser pronunciada públicamente, pero
la sala de audiencia puede ser prohibido a la prensa y al público durante la tota
del proceso en interés de la moralidad, del orden público o de la seguridad nac
sociedad democrática, cuando los intereses de los menores o la protección de la
de las partes en el proceso así lo exijan o en la medida en que será considerado e
necesario por el tribunal, cuando en circunstancias especiales la publicidad
perjudicial para los intereses de la justicia. 2. Toda persona acusada de una i
presume inocente hasta que su culpabilidad haya sido legalmente declarada. 3. T
tiene, como mínimo, los siguientes derechos: a) a ser informado, en el más bre
una lengua que comprenda y detalladamente, de la naturaleza y de la causa de
formulada contra él; b) a disponer del tiempo y de las facilidades necesa
preparación de su defensa; c) a defenderse por sí mismo o a ser asistido por un de
elección y, si no tiene medios para pagarlo, poder ser asistido gratuitamente por
de oficio, cuando los intereses de la justicia lo exijan; d) a interrogar o hacer int
testigos que declaren contra él y a obtener la convocación e interrogación de los
declaren en su favor en las mismas condiciones que los testigos que lo hagan en
a ser asistido gratuitamente de un intérprete, si no comprende o no habla la leng
en la audiencia. (DÍAZ REVORIO, Francisco Javier (Compilador). Jurispr
tribunal europeo de derechos humanos. Palestra editores. Lima- Perú. 2004, pp. 9
[17]
A propósito de procesos, es preciso citar a Guido Águila Grados (co Director de l
Graduados Águila Calderón– EGACAL) el cual señaló:– en el Diplomado
especialización jurídica “Perfil académico para la Magistratura, con mención e
Derecho y Teoría General del Proceso” (11/10/2008– 06/12/2008), – que los úni
judiciales existentes en el derecho peruano son: el civil, el penal, el constituciona
el contencioso administrativo, el único, el de filiación extramatrimonial y el de
dominio. Águila Grados, considera además, que el proceso cautelar no existe (lo
es la providencia cautelar), y continúa afirmando que no es proceso cautelar p
existe bilateralidad previa de la instancia ii) no pretende la satisfacción de un d
busca asegurar el efectivo cumplimiento de una sentencia iii) no tiene autonomía
un proceso principal, y iv) en ningún caso podrá adquirir la calidad de cosa juzga
[18]
El derecho procesal civil peruano es correspondiente con la perjudicial corrie
decisionista (que se caracteriza por ejemplo, por facultar al magistrado poder
más no legítimamente- solicitar prueba de oficio). La misma, es opuesta a
jurídico procesal garantista.
[19]
VALDIVIA CANO, Juan Carlos. La Caja de Herramientas (Introducción a la i
jurídica). Impresiones Zenith. Arequipa- Perú. 1998, p. 65.
[20]
En inglés: law, right, francés: droit, alemán: gerade, recht, portugués: direito, ita
etc.
[21]
BIDART CAMPOS, Germán J. Derecho Constitucional. Ediar. Tomo I. Buenos
p. 238.
[22]
PALACIO, Lino E. y ALVARADO VELLOSO, Adolfo. Código Procesal Civil
de la Nación. Tomo II. Editorial. Rubinzal Culzoni, Santa Fe. 1992, p. 393.
[23]
En ese sentido, consideramos necesario dejar constancia que el solo hecho de en
ausencia de razón no significa que se esté en situación de temeridad, pues de
litigante perdedor de una causa sería pasible de sanción; no lo es tampoco e
ausencia o pobreza de fundamentación de las pretensiones; ni la negligencia; muc
existencia de jurisprudencia obligatoria contraria a la pretensión invocada.
[24]
TORRES MANRIQUE, Jorge Isaac. Piero Calamandrei Pimpinelli: gran
procesalista de la juridicidad mundial. En: Suplemento de análisis legal del dia
Peruano, “Jurídica”. Lima- Perú (N° 194, 15/04/2008, p. 08).
[25]
CABANELLAS, Guillermo. Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual,
Tomo VIII. 1994, pp. 28 -29.
[26]
MAURINO, Alberto Luís. Abuso del derecho en el proceso. Editorial La Ley
2001. p. 41.
[27]
GOZAÍNI, Osvaldo A. La conducta en el proceso. Librería Editora Platense S.
Aires. 1988, p. 69.
[28]
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. El juego limpio y la incertidumbre de nues
Legal Express. Año 6. Nº 67, Lima –Perú. Julio del 2006, p. 19.
[29]
Traemos a colación un emblemático como harto conocido caso (que dicho sea
solo uno de la mayoría de los casos de antaño donde existía una marcada o
cultura litigiosa, iniciar y dilatar permanentemente los juicios; específicamente
vigencia del Código de Procedimientos Civiles, porque de cierta forma el mismo
citado así lo permitía): Sucede que un abogado litigante de muy avanzada edad
eran casi los de siempre, porque eran los mismos al margen del avance inexo
días, semanas, meses, años…) decide retirarse del ejercicio abogadil, pero
paralelamente su nieto se titulaba de abogado, entonces decide dejarle en vid
(increíblemente en esos tiempos dejar en herencia los casos de los letrad
costumbre muy aceptada y admirada) pero no tomó en cuenta que su cole
diligente, pujante, de sangre nueva, imbuído e identificado con las nuevas
jurídicas, culminaría con los mismos en meses. Pero grande fue su desconcie
lejos de obtener una felicitación de parte de su abuelo, recibió a cambio una sev
de atención y casi al borde las lagrimas le increpó: “¡Nieto de mi corazón,
puestas las esperanzas de la familia, sin embargo, hondo es mi pesar, porque v
defraudas clamorosa y desfachatadamente, porque los casos que dejé fueron los
y dilaté por décadas, es más, fueron mi prestigio, status y nuestro sustento
preocupación está en que encuentres o que busques a que te vas a dedicar
subsistir, si como abogado litigante no sirves!”. Nótese el marcado comporta
relación con el tema del presente trabajo es muy notorio, como preocupante y ref
[30]
DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Teoría general del proceso. Editorial Universi
Aires. 1984, p. 46.
[31]
MORALES GODO, Juan. Instituciones de derecho procesal. Palestra Editores.
2005, p. 44.
[32]
ESPINOZA ZEVALLOS, Rodolfo J. Los principios procesales específicos
Procesal Constitucional peruano (Art., III del T. P.), en El derecho procesal co
peruano. Editora Jurídica Grijley. Lima. 2005, p. 396.
[33]
RAMOS NÚÑEZ, Carlos. La pluma y la ley. Abogados y jueces en la narrat
PUCP. Lima- Perú. 2007, p. 46.
[34]
FERNANDEZ DE LEÓN, Gonzalo. Diccionario jurídico. 3ª edición. Ediciones
Moderna. Buenos Aires, p. 45.
[35]
COUTURE, Eduardo J. Vocabulario Jurídico. Ediciones Depalma. Buenos Aires.
[36]
CHANAME ORBE, Raúl. Diccionario jurídico moderno. 3’ edición. Gráfic
Lima- Perú, p. 57.
[37]
RIBÓ DURAND, Luís. Diccionario de Derecho. Bosch casa editorial S.A. Barc
p. 04.
[38]
CAPITANT, Henri. Vocabulario Jurídico. Ediciones Depalma. Buenos Aires. 198
[39]
INFANTES MANDUJANO, Pedro Adrián. Diccionario jurídico. Ediciones leg
Lima- Perú. 2000, pp. 31-32.
[40]
VARGAS, Abraham L. El ejercicio abusivo del proceso (criticismo y relativism
científico vs. Existencialismo y realismo legislativo, jurisprudencial y doctr
Abuso procesal. PEYRANO, Jorge W. (Director). Rubinzal Culzoni Editores. B
2001, pp. 296- 297.
[41]
BUSTAMANTE ALSINA, Jorge. Teoría general de la responsabilidad civil. Abe
Buenos Aires. 1992, p. 439.
[42]
PALÉS, Marisol (Directora). Diccionario jurídico Espasa Lex. Editorial E
Madrid. 2002, pp. 38-39.
[43]
Sin embargo, por obvias razones, es preciso tomar en cuenta que no es sencillo es
clara, precisa o exacta diferencia o línea divisoria entre los actos o conductas tem
mala fe de las partes y los abogados.
[44]
RAMBALDO, Juan A. El abuso procesal. En Abuso procesal. PEYRANO
(Director). Rubinzal Culzoni Editores. Buenos Aires. 2001, p. 227.
[45]
ALSINA, Hugo. Tratado teórico práctico de derecho procesal civil y comerci
segunda parte. Segunda edición. Ediar S. A. Editores. Buenos Aires- Argentina. 1
[46]
CHIOVENDA, Guiseppe. Condena en costas. Valletta Ediciones. Argentina. 200
[47]
GUASP, Jaime. Derecho procesal civil. Tomo primero. 4ª edición. Editorial Civ
España. 1998, p. 527.
[48]
SAGÁSTEGUI URTEAGA, Pedro. Exégesis y sistemática del Código Pro
Volúmen I. Primera edición. Editora Jurídica Grijley. Lima- Perú. 2003, p. 746.
[49]
CHANAMÉ ORBE, Raúl. Ob. Cit., p. 269.
[50]
CAPITANT, Henri. Ob. Cit., p. 171.
[51]
COUTURE, Eduardo J. Ob. Cit., pp. 186- 187.
[52]
CAPITANT, Henri. Ob. Cit., p. 382.
[53]
“Artículo 22. Multas. Sin perjuicio de otras disposiciones sobre temeridad
condena de costas, ni de lo establecido en el artículo 60 de la ley 270 de 1996,
procesos judiciales el juez, magistrado o sala de conocimiento, previa averi
garantice el derecho de defensa, impondrá al abogado de la parte respectiva una
de cincuenta (50) salarios mínimos mensuales en los siguientes casos: 1. Cuando
proceso, recurso, incidente o trámite especial que haya sustituido a éste, para fin
con propósitos dolosos o fraudulentos. 2. Cuando se obstruya, por acción u
práctica de pruebas. 3. Cuando por cualquier otro medio se entorpezca el desar
del proceso. Contra la providencia que imponga la multa anterior procederá e
reposición. En todo caso, el juez deberá enviar copia autenticada de la mism
seccional de la judicatura, para efectos de la iniciación de la correspond
disciplinaria cuando hubiere lugar a ella. PAR.- La multa a la que se refiere
artículo se impondrá sin perjuicio de los poderes correccionales del juez, magi
que la imponga" (Ley colombiana 446 de 1998 por la cual se adoptan como
permanente algunas normas del Decreto 2651 de 1991, se modifican algunas de
Procedimiento Civil, se derogan otras de la Ley 23 de 1991 y del Decreto 2279
modifican y expiden normas del Código Contencioso Administrativo y se
disposiciones sobre descongestión, eficiencia y acceso a la justicia).
[54]
El bloque de constitucionalidad esta compuesto por el conjunto de normas que a
descifran a la Constitución. Este bloque es la resultante de la suma de la Const
normas interpuestas o de desarrollo.
[55]
Art. 103, “… La Constitución no ampara el abuso del derecho”.
[56]
Artículo 56.- Costas y Costos.- Si la sentencia declara fundada la demanda, se im
costas y costos que el Juez establezca a la autoridad, funcionario o persona dem
amparo fuere desestimado por el Juez, éste podrá condenar al demandante al pag
costos cuando estime que incurrió en manifiesta temeridad. En los procesos con
el Estado sólo puede ser condenado al pago de costos. En aquello que no esté e
establecido en la presente Ley, los costos se regulan por los artículos 410 al 419
Procesal Civil.
[57]
Art. II (Título Preliminar), “La ley no ampara el ejercicio ni la omisión abu
derecho. Al demandar indemnización u otra pretensión, el interesado puede
medidas cautelares apropiadas para evitar o suprimir provisionalmente el ab
según la 1ª disposición del T.U.O. del Código Procesal Civil- D. Leg. 768- au
R.M. 010-93-JUS de 23-04-93.
[58]
Artículo IV (Título Preliminar),- Principios de Iniciativa de parte y de Conducta
proceso se promueve sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés y legi
obrar. No requieren invocarlos el Ministerio Público, el procurador oficioso ni qu
intereses difusos. Las partes, sus representantes, sus Abogados y, en genera
partícipes en el proceso, adecuan su conducta a los deberes de veracidad, probid
buena fe. El Juez tiene el deber de impedir y sancionar cualquier conducta ilícita
[59]
Artículo 109.- Deberes de las partes, Abogados y apoderados.- Son deberes d
Abogados y apoderados: 1. Proceder con veracidad, probidad, lealtad y buena fe
actos e intervenciones en el proceso; 2. No actuar temerariamente en el ejer
derechos procesales; 3. Abstenerse de usar expresiones descomedidas o agravi
intervenciones; 4. Guardar el debido respeto al Juez, a las partes y a los auxiliare
5. Concurrir ante el Juez cuando este los cite y acatar sus órdenes en las
judiciales; y 6. Prestar al Juez su diligente colaboración para las actuaciones pro
apercibimiento de ser sancionados por inconducta con una multa no menor de t
de cinco Unidades de Referencia Procesal.
[60]
Las partes, sus Abogados, sus apoderados y los terceros legitimados respon
perjuicios que causen con sus actuaciones procesales temerarias o de mala fe. C
proceso aparezca la prueba de tal conducta, el Juez, independientemente de la
correspondan, impondrá una multa no menor de cinco ni mayor de veinte
Referencia Procesal. Cuando no se pueda identificar al causante de los p
responsabilidad será solidaria.
[61]
Artículo 111.- Responsabilidad de los Abogados.- Además de lo dispuesto en el
cuando el Juez considere que el Abogado actúa o ha actuado con temeridad
remitirá copia de las actuaciones respectivas a la Presidencia de la Corte
Ministerio Público y al Colegio de Abogados correspondiente, para las sanc
pudiera haber lugar.
[62]
Artículo 112.- Temeridad o mala fe.- Se considera que ha existido temeridad o m
siguientes casos: 1. Cuando sea manifiesta la carencia de fundamento jurídico de
contestación o medio impugnatorio; 2. Cuando a sabiendas se aleguen hechos co
realidad; 3. Cuando se sustrae, mutile o inutilice alguna parte del expediente; 4
utilice el proceso o acto procesal para fines claramente ilegales o con propósit
fraudulentos; 5. Cuando se obstruya la actuación de medios probatorios; 6.
cualquier medio se entorpezca reiteradamente el desarrollo normal del proceso;
por razones injustificadas las partes no asisten a la audiencia generando dila
agregado por el Artículo 2 de la L. Nº 26635, en fecha 23-06-96).
[63]
Artículo 410.- Costas.- Las costas están constituídas por las tasas judiciales, los h
los órganos de auxilio judicial y los demás gastos judiciales realizados en el proc
[64]
Artículo 411.- Costos.- Son costos del proceso el honorario del Abogado
vencedora, más un cinco por ciento destinado al Colegio de Abogados del Dis
respectivo para su Fondo Mutual y para cubrir los honorarios de los Abogados en
Auxilio Judicial.
[65]
Artículo 412.- Principio de la condena en costas y costos.- El reembolso de las co
del proceso no requiere ser demandado y es de cargo de la parte vencida, salvo
judicial expresa y motivada de exoneración. La condena en costas y costos se e
cada instancia, pero si la resolución de segunda revoca la de primera, la parte ve
las costas de ambas. Este criterio se aplica también para lo que resuelva la Corte
Si en un proceso se han discutido varias pretensiones, las costas y costos
únicamente a las que hayan sido acogidas para el vencedor. En los casos en qu
concedido auxilio judicial a la parte ganadora, corresponderá a la vencida el r
tasas judiciales al Poder Judicial.(Párrafo incorporado por el Artículo 7 de la Le
publicada el 27-07-97).
[66]
Artículo 413.- Exención y exoneración de costas y costos.- Están exentos de la
costas y costos los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, el Ministerio
órganos constitucionalmente autónomos, los gobiernos regionales y locales. Está
de los gastos del proceso las Universidades Públicas, quienes obtengan Auxilio
parte demandante en los procesos de alimentos dentro de los límites establecid
pudiendo ser condenados al pago de costas y costos. También está exonerado qu
o se allana a la demanda dentro del plazo para contestarla.(Artículo vigente co
sustitución establecida por el Artículo 5 de la Ley N° 26846, publicada el 27-07-9
[67]
Artículo 414.- Precisión de los alcances de la condena en costas y costos.- El Juez
alcances de la condena en costas y costos, tanto respecto del monto como de los
beneficiados, en atención a las incidencias del proceso, fundamentando su decisió
[68]
Artículo 415.- Acuerdo sobre costas y costos.- Las partes deben convenir sobre
costos cuando el proceso concluye por transacción o conciliación, salvo
participaron del acuerdo, quienes se someten a las reglas generales.
[69]
Artículo 416.- Desistimiento y abandono en la condena en costas y costos.- S
acaba por desistimiento, las costas y costos son de cargo de quien se desiste, sa
contrario. Quien se desista de la pretensión paga las costas y costos del proceso.
de la instancia determina la condena en costas y costos del demandante.
[70]
Artículo 417.- Liquidación de las costas.- Las costas serán liquidadas por la par
de ellas, después de ejecutoriada la resolución que las imponga o la que ordena
ejecutoriado. La liquidación atenderá a los rubros citados en el Artículo 410
incorporar sólo los gastos judiciales comprobados y correspondientes a
legalmente autorizadas. Las partes tendrán tres días para observar la
Transcurrido el plazo sin que haya observación, la liquidación será aprobada po
inimpugnable. Interpuesta observación, se conferirá traslado a la otra parte por tr
su absolución o sin ella, el Juez resolverá. La resolución es apelable sin efecto su
único medio probatorio admisible en la observación es el dictamen pericial
acompañarse hasta seis días después de haberse admitido. Del dictamen se confe
por tres días, y con su contestación o sin ella el Juez resolverá con decisión inimp
[71]
Artículo 418.- Procedencia de los costos.- Para hacer efectivo el cobro de lo
vencedor deberá acompañar documento indubitable y de fecha cierta que acredite
como de los tributos que correspondan. Atendiendo a los documentos presenta
aprobará el monto.
[72]
Artículo 419.- Pago de las costas y costos.- Las costas y costos deben pagarse inm
después de ejecutoriada la resolución que las apruebe. En caso de mora, deveng
legales. El pago se exige ante el Juez de la demanda. Las resoluciones que se
inimpugnables.
[73]
Artículo 420.- Literalidad y destino de la multa.- La multa debe ser declarada j
precisándose su monto, el obligado a su pago y la proporción en que la soport
más de uno. Cuando no se precise se entiende impuesta en partes iguales. La mul
propio del Poder Judicial. En ningún caso procede su exoneración.
[74]
Artículo 421.- Unidad de pago aplicable a la multa.- La Unidad de Referen
aplicable al pago de la multa, será la vigente a la fecha en que se haga efe
liquidación que se presente, se citará la norma que fija la unidad de pago.
[75]
Artículo 422.- Liquidación y procedimiento.- La liquidación de la multa es h
Secretario de Juzgado y aprobada por el Juez de la demanda. Todas las
expedidas para precisar el monto de la multa son inimpugnables. Sin embargo,
apelación sin efecto suspensivo si el obligado cuestiona el valor de la Unidad d
Procesal utilizada para hacer la liquidación. Si la resolución es confirmada, el o
pagar adicionalmente una suma equivalente al veinticinco por ciento del monto li
[76]
Artículo 423.- Pago de la multa.- La multa debe pagarse inmediatamente
impuesta. En caso contrario, devengan intereses legales y su exigencia es realiza
por el Juez de la demanda al concluir el proceso, tan pronto quede consentida o
la resolución que aprueba la liquidación.
[77]
Artículo 284.- Función Social de la abogacía y derecho de defensa. La abog
función social al servicio de la Justicia y el Derecho. Toda persona tiene de
patrocinada por el Abogado de su libre elección.
[78]
Artículo 288.- Deberes. Son deberes del Abogado Patrocinante: 1.- Actuar como
la Justicia y como colaborador de los Magistrados; 2.- Patrocinar con su
principios de lealtad, probidad, veracidad, honradez y buena fe; 3.- Defender co
las leyes, la verdad de los hechos y las normas del Código de Ética Profesional;
el secreto profesional; 5.- Actuar con moderación y guardar el debido res
intervenciones y en los escritos que autorice; 6.- Desempeñar diligentemente
defensor de oficio, herencia y ausentes, para el que se le ha designado; 7.- Instru
a sus clientes para que acaten las indicaciones de los Magistrados y guarden el de
a los mismos y a todas las personas que intervengan en el proceso; 8.- Cumplir
obligaciones asumidas con su cliente; 9.- Abstenerse de promover la difusión
aspectos reservados del proceso aún no resuelto, en que intervenga; 10.- Consig
los escritos que presenten en un proceso su nombre en caracteres legibles y el n
registro en el Colegio de Abogados, y su firma en los originales, sin cuyos req
acepta el escrito; 11.- Denunciar a las personas que incurran en el ejercicio
abogacía; y, 12.- Ejercer obligatoriamente, cuando menos una defensa gratuita a
el reporte que realizase el respectivo Colegio de Abogados, de conformidad con
en el artículo 289º de esta ley.
[79]
Artículo 292.- Sanción disciplinaria a abogados. Los Magistrados sancionan a l
que formulen pedidos maliciosos o manifiestamente ilegales, falseen a sabiendas
los hechos, o no cumplan los deberes indicados en los incisos 1), 2), 3), 5), 7), 9
del artículo 288. Las sanciones pueden ser de amonestación y multa no menor d
mayor de veinte (20) Unidades de Referencia Procesal, así como suspensión en
de la profesión hasta por seis meses.
Las resoluciones que impongan sanción de multa superior a dos (02) Unidades d
Procesal o de suspensión, son apelables en efecto suspensivo, formándose
respectivo. Las demás sanciones son apelables sin efecto suspensivo. Las sa
comunicadas a la Presidencia de la Corte Superior y al Colegio de Abogados
Judicial respectivo.
[80]
Artículo 5.- El Abogado debe abstenerse del empleo de recursos y formalid
innecesarias, de toda gestión dilatoria que entorpezca el normal desarrollo del pr
y de causar perjuicios.
[81]
Artículo 32.- Cuando el Abogado descubra en el juicio una equivocación o
beneficie injustamente a su cliente deberá comunicárselo para que rectifique y
provecho que de ella pudiera obtener. En caso de que el cliente no esté conform
Abogado renunciar al patrocinio.
[82]
Aprobados por el Octavo Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención
Tratamiento del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba) 27/ 08/ 1990- 07/0
[83]
Art. 26. La legislación o la profesión jurídica por conducto de sus correspondien
establecerán códigos de conducta profesional para los abogados, de conform
legislación y las costumbres del país y las reglas y normas internacionales recono
[84]
Art. 27. Las acusaciones o reclamaciones contra los abogados en relación con
profesional se tramitarán rápida e imparcialmente mediante procedimientos apr
abogados tendrán derecho a una audiencia justa, incluido el derecho a recibir la
un abogado de su elección.
[85]
Llevado a cabo en Montevideo en marzo de 1988.
[86]
Art. 5. Buena fe y lealtad procesal.- Las partes, sus representantes o asistentes y
todos los partícipes del proceso, ajustarán su conducta a la dignidad de la Justic
que se deben los litigantes y a la lealtad y buena fe. El Tribunal deberá impe
procesal, la colusión’. y cualquier otra conducta ilícita o dilatoria.
[87]
Art. 35. Responsabilidad del Tribunal.- Los Magistrados serán responsables por
injustificadas en proveer, b) proceder con dolo o fraude, e) sentenciar come
inexcusable.
[88]
Artículo 17.(de su Título preliminar) -El Juez deberá tomar de oficio o a petic
todas las medidas necesarias establecidas en la ley, tendentes a prevenir o a s
faltas a la lealtad y probidad en el proceso, las contrarias a la ética profesional,
el fraude procesales, o cualquier acto contrario a la majestad de la justicia y al re
deben los litigantes.
[89]
Art. 116, párrafo 2°.- “El juez puede deducir argumentos de prueba de las respu
partes le den según el artículo siguiente, de su rechazo injustificado a c
inspecciones que él ha ordenado y, en general, del comportamiento de las
proceso”.
[90]
Art. 4.- Facultades especiales.- Los jueces y tribunales tendrán las siguientes fa
oficio o a petición de parte: 1) Declarar la perención de instancia y la rebeldía.
todo escrito que contuviere expresiones ofensivas para las partes, el juez o la mo
sea atinente al motivo del proceso. 3) Reprimir los incidentes que sólo tendieren
dilatar el proceso. 4) Exigir las pruebas que consideraren necesarias, como e
peritajes y juramentos, llamar a los testigos ofrecidos por las partes, efectu
emplear ciertos medios que fueren conducentes al mayor esclarecimiento del
Amonestar a las partes y apercibir a los subalternos. 6) Imponer las sanciones est
este Código. 7) Declarar en oportunidad de dictar sentencia la temeridad o ma
hubieren incurrido las partes o profesionales intervinientes.
[91]
Aprobado en sesión plenaria en Estrasburgo el 28/10/1988, por el Consejo de Ab
Comunidad. (En ese entonces era Comunidad y no la de ahora Unión europea).
[92]
Acápite 2.2. (de sus Principios generales) Confianza e integridad moral. Las r
confianza no pueden existir si existe alguna duda sobre la honestidad, la probida
o la sinceridad del Abogado. Para este último, estas virtudes tradicionales
obligaciones profesionales.
[93]
Art. 17. Reputa-se litigante de má-fé aquele que: I- deduzir pretensão ou defesa
expresso de lei ou fato incontroverso; II- alterar a verdade dos fatos; III- usar
para conseguir objetivo ilegal; IV- opuser resistência injustificada ao andamento
V- proceder de modo temerário em qualquer incidente ou ato do processo; V
incidentes manifestamente infundados. VII- interpuser recurso com intuito ma
protelatório.
[94]
Artículo 5º. - Buena fe y lealtad procesal.- Las partes, sus representantes o asi
general, todos los partícipes del proceso, ajustarán su conducta a la dignidad de l
respeto que se deben los litigantes y a la lealtad y buena fe. El tribunal deber
fraude procesal, la colusión y cualquier otra conducta ilícita o dilatoria.
[95]
Art. 247. De la buena fe procesal.- Respeto a las reglas de la buena fe procesal. M
incumplimiento. 1. Los intervinientes en todo tipo de procesos deberán ajus
actuaciones a las reglas de la buena fe. 2. Los tribunales rechazarán funda
peticiones e incidentes que se formulen con manifiesto abuso de derecho o entrañ
ley o procesal. 3. Si los tribunales estimaren que alguna de las partes ha actuado
las reglas de la buena fe procesal, podrá imponerle, de forma motivada, y r
principio de proporcionalidad, una multa que podrá oscilar de treinta mil a u
pesetas, sin que en ningún caso pueda superar la tercera parte de la cuantía del
determinar la cuantía de la multa el tribunal deberá tener en cuenta las circun
hecho de que se trate, así como los perjuicios que al procedimiento o a la o
hubieren podido causar. 4. Si los tribunales entendieren que la actuación contrari
de la buena fe podría ser imputable a alguno de los profesionales intervinientes e
sin perjuicio de lo dispuesto en el apartado anterior, darán traslado de tal circun
Colegios profesionales respectivos por si pudiera proceder la imposición de a
sanción disciplinaria.
[96]
Art. 29. Reacusación Maliciosa.- Desestimada una recusación con causa, se
costas y una multa de hasta pesos novecientos mil ($ 900.000) por cada recusa
fuere calificada de maliciosa por la resolución desestimatoria.
[97]
"Artículo 73. (modificado por el decreto 2282 de 1989, artículo 1,
Responsabilidad patrimonial de apoderados y poderdantes. Al apoderado qu
temeridad o mala fe se le impondrá la condena de que trata el artículo anterior y
las costas del proceso, incidente, trámite especial que lo sustituya, o recurso. Di
será solidaria si el poderdante también obró con temeridad o mala fe. El juez imp
uno multa de diez a veinte salarios mínimos mensuales. Copia de lo pertinente se
autoridad que corresponda, con el fin de que adelante la investigación dis
abogado por faltas a la ética profesional”.
[98]
Exp. Nº 099-95 AA/TC
[99]
Exp. Nº 632-2001-AA/TC
[100]
Exp. Nº 1326-2001-AA/TC
[101]
Exp. Nº 200-2002-AC/TC
[102]
Exp. Nº 354-2002-AA/TC
[103]
Exp. Nº 1200-2003-AA/TC
[104]
Exp. Nº 2620-2003-HC/TC
[105]
Exp. Nº 2851-2003-AA/TC
[106]
Exp. Nº 3338-2004-HC/TC
[107]
Exp. Nº 340-2005-PA/TC
[108]
Exp. Nº 1660-2005-PA/TC
[109]
Exp. Nº 2016-2005-PA/TC
[110]
Exp. Nº 5088-2005-PA/TC
[111]
Exp. Nº 6712-2005-HC/TC
[112]
Exp. Nº 8094-2005-PA/TC
[113]
Exp. Nº 294-2006-Q/TC
[114]
Exp. Nº 3165-2006-PHC/TC
[115]
Exp. Nº 4496-2006-PHC/TC
[116]
Exp. Nº 5737-2006-PA/TC
[117]
Exp. Nº 5784-2006-PA/TC
[118]
Exp. Nº 5853-2006-PHC/TC
[119]
Exp. Nº 6146-2006-PA/TC
[120]
Exp. Nº 8823-2006-PA/TC
[121]
Exp. Nº 10063-2006-PA/TC
[122]
Exp. Nº 183-2007-PA/TC
[123]
“...De orígen principalmente germano (Estado que aturdido y atrapado por la co
de las atrocidades del nazismo, no tuvo más que enmendarse), específicamente e
jurisprudencia del Tribunal Constitucional Federal alemán en 1958; y su posteri
en Estados Unidos, Italia y parte de Latinoamérica. Aparece como un “saludable
concientización constitucional a favor de los derechos fundamentales y donde lo
yerguen como eje central del sistema jurídico, y como sustento de fundamentaci
de irrebatible legitimidad” (que se presenta- a pesar de su denominación- no com
pero si, ciertamente novedosa corriente o teoría jurídica de irradiación mundial),
limitado papel de la doctrina jurídica para poder explicar la justificación (o
Derecho en esta realidad o circunstancia postmoderna. Esta corriente jurídica
además, como una forma de sintonizar como Estados con un reciente orden ju
consecuencia de la casi generalizada globalización en el mundo-, denominad
Global” (entendido a su vez, como un “nuevo” orden jurídico que opone una de
de la dignidad, de la solidaridad, de la igualdad y de la justicia- seguridad ju
persona; como principios pilares jurídicos y que precisa de instituciones y
políticos fuertes, transparentes y con amplia credibilidad). El neoconstituciona
proceso de constitucionalización (que limita a los poderes estatales y/o protege
fundamentales) del sistema o vida jurídico (a) de un Estado: i) Según Antonio
“Coloca a la Constitución como nuevo orden de valores”, y ii) Según Víctor Ba
la respuesta ante la tensión entre democracia y el constitucionalismo...”; deja atrá
formal y hasta cierto punto cuasi expectante; para “transformarse” en parte m
protagónica del mismo y orientar de una manera mucho mas justa la convivenc
de nuestros días. El “nuevo” constitucionalismo ya está presente en nuest
constitucional. En ese sentido, recientes (y otros no tanto) reconocimientos d
constitucionales” como: i) “al debido proceso”, ii) “las nuevas ocho modalidade
corpus”- tales como: reparador, restringido, correctivo, preventivo, traslativo,
innovativo y conexo-, iii) “el desarrollo de los tipos de habeas data”, dividién
grupos: a) propios: como el informativo (que se subdivide en: finalista, e
autoral), el aditivo, el rectificador o correctivo, el exclutorio o cancelatorio y e
b) impropio: como el de protección al acceso de la información pública; iv) “a la
“a la personalidad jurídica”, vi) “al agua potable”; vii) “a la salud”, viii)
mental”, ix) “a la educación”, x) “a la propiedad”, xi) “a la asociación”, xii) “a
cultural“, xiii) “a la vida“ y xiv) del principio “ne bis in idem” (en el Perú); así c
habeas corpus colectivo o protector de derechos difusos u homogéneos m
Argentina); dan contundente prueba de ello…”. (TORRES MANRIQUE, Jorge
global y neoconstitucionalismo: Teorías jurídicas contemporáneas”
http://www.derechoycambiosocial.com/revista013/derecho%20global
%20neoconstitucionalismo.htm).
[124]
Cabe agregar el último reconocimiento de derechos constitucionales d
Constitucional peruano (Exp. Nº 6164-2007-HD/TC-29/08/2008), como es el d
los tipos del Habeas Data (H. D), dividiéndolo en dos grupos: A).- Propio
Informativo.- Para recabar la información necesaria que permita a su promoto
éste, verificar si los datos del sistema están funcionando legalmente. Si no
solicitará información de las operaciones sobre los asientos registrados o sobre e
información en si mismo; se subdivide en: i1) Finalista.- Para conocer la fina
cual se creó el registro, i2) Exhibitorio.- Por el que se indaga que datos de cará
se encuentran almacenados en un registro, i3) Autoral.- Para conocer a quien pro
datos almacenados, ii) H. D. Aditivo.- Para agregar datos de información dato
personal no registrados, puede ser: actualizador, aclarador o inclusorio,
Rectificador o correctivo.- Para corregir datos falsos, inexactos o impreciso
Exclutorio o cancelatorio.- Para excluir información de un banco de datos q
considera debe ser cancelada, v) H. D. Reservador.- Para asegurar que un dat
legítimamente almacenado sea mantenido en confidencialidad; B).- Impro
protección al acceso de la información pública.
[125]
“...Este nuevo Derecho se origina en el ius gentium (Derecho romano ap
extranjeros y a los romanos en sus litigios con estos), se fundamenta en e
(Derecho de los Estados “a cumplir necesariamente”) y el ius commune (Dere
básicamente a los negocios jurídicos globales), para hacer frente a los desafío
lacras sociales como: el terrorismo las organizaciones criminales interna
corrupción generalizada y el “orden” hegemónico, principalmente. Luís Ma
afirma que este “Universal Law” tuvo su orígen (en la Edad media) en el dere
compilado por Justiniano: El Corpus Juris Civiles, fue el ius commune de su ti
paso a ser el Derecho de la Unión Europea y ahora, el Derecho global. El Derec
fortalece en los inicios de los noventa (Prosper Weil, señala que dicho o
combatió la existencia de una “crisis jurídica multiforme” del sistema
internacional, que en ese entonces padecía el mundo), mediante el acuñe
paradigmas como: democracia liberal, libre comercio, derecho de libre autodeter
los pueblos, inviolabilidad de las fronteras y concertación entre las grandes po
posteriormente iniciar un franco desarrollo en este siglo XXI. La mundialización
orden jurídico”, irrumpe en el escenario jurídico mundial y equivale a:
espontaneidad, nueva estabilidad y equilibrio, más social, menos estatal, sin
siempre bajo la base y el irrestricto respeto de los derechos fundamentales que o
humano como parte integrante del nuevo sujeto jurídico: La Humanidad.
jurídica global”, se conforma precisamente, como contrapunto de la dogmática
un mundo más justo, democrático y libre, basado en los principios de personalid
solidaridad, subsidiariedad, integración y autoridad; reconociéndose en un mund
complejo, diferente, pero unido...”. (TORRES MANRIQUE, Jorge I. “Derec
neoconstitucionalismo: Teorías jurídicas contemporáneas” (e
http://www.elnotariado.com/images_db/noticias_archivos/322.doc).
[126]
VARSI ROSPIGLIOSI, Enrique. Derecho Deportivo en el Perú. Fondo Ed
Universidad de Lima. Lima. 2008, p. 52.
[127]
TORRES MANRIQUE, Jorge I. Acerca del análisis económico del derecho (Aed
http://www.elnotariado.com/images_db/noticias_archivos/279.doc.
[128]
Consideramos que Couture se refirió únicamente a la lealtad que debería guardar
porque su óptica en dicho trabajo fue precisamente desde el letrado hacia los d
procesales. Dado que es bien sabido, que dicha lealtad debe ser estrictamente o
todos los sujetos del proceso o que participan en el proceso.
[129]
RAMOS NÚÑEZ, Carlos. La pluma y la ley. Abogados y jueces en la narrat
Lima, PUCP, pp. 147- 148
[130]
MESINAS MONTERO. Federico. Día del abogado. ¿Motivo para celebrar
Express. Gaceta Jurídica. Nº 63. Lima- Perú. Marzo 2006, p. 06.
[131]
A propósito del nombre de la reciente y saludable columna de una conocida y
revista sabatina. (CORNEJO, Pedro. Síganme los buenos. Ética de entrecasa
nunca justifica los medios. En: Revista Somos del diario El Comercio. Lima- Per
Nº 1143, 01/11/2008).
[132]
TORRES MANRIQUE, Jorge Isaac. Hacia una política de formación, cap
especialización jurídica en el Perú. En: Revista Jurídica del Perú (Edición
Maestro Carlos Fernández Sessarego). Editora Normas Legales. Año LV. Nº 69.
Octubre/ diciembre 2006, pp. 249- 261.
[133]
TORRES MANRIQUE, Fernando Jesús. La enseñanza del derecho. En: Revista
Perú. Editora Normas Legales. Año LV. Nº 63. Lima- Perú. Julio/ agosto 2005, p.
[134]
Para denominar la “acción de negar o no decir la verdad”, existe gran cantidad
por ejemplo tenemos: mentir, engañar, embustear, trapalear, bolear, urdir, trufa
burlar, timar, tapar, trapacear, embaucar… entre otros. (GISPERT, Carlos
Diccionario de sinónimos y antónimos. Editorial Océano. Barcelona- España. S/f
[135]
LOHMANN LUCA DE TENA, Guillermo. Los yuppies, algunos abogados
idioma. En Legal Express. Gaceta Jurídica. Nº 44. Agosto 2004, pp. 10-11.
* Secretario General de la Municipalidad del Distrito de Asia. Abogado por la Universida
Santa María de Arequipa (Perú), Egresado de las Maestrías en Derecho Empresarial, en D
del Doctorado en Derecho por la Universidad Nacional Federico Villarreal; y Docto
Administración por la misma Casa Superior de estudios. Egresado del I Nivel del VII
Programa de Formación de Aspirantes a Magistrados de la Academia de la Magistra
Conciliador del Centro de Conciliación Extrajudicial Paz y Vida, Arbitro de Derecho y
Extrajudicial. Post grado en Derecho Registral y Notarial. Especialista en Comercio E
Aduanas, Análisis del Código Procesal Civil, Derecho Penal Aplicado, Perfil Académ
Magistratura y en Derecho Público. Diplomado en Razonamiento Jurídico y Análisis de S
Tribunal Constitucional, Enseñanza Superior del Derecho, Litigación Avanzada, Or
Presentaciones de Impacto, Derecho Empresarial, Laboral, Procesal Constitucional, Pro
Derecho de Familia del Niño y del Adolescente; y en Civil y Procesal Civil. Estudios d
Psicología, Marketing, Italiano, Inglés y Traductor Intérprete del Idioma Portugués a
[email protected]

También podría gustarte