Actitud de Los Profesores Hacia La Inclusión Educativa
Actitud de Los Profesores Hacia La Inclusión Educativa
Actitud de Los Profesores Hacia La Inclusión Educativa
EDUCATIVA
Resumen
La actitud del profesor es fundamental en el proceso de inclusión educativa,
entendiendo por actitud un conjunto de percepciones, creencias, sentimientos
a favor o en contra y formas de reaccionar ante la postura educativa que
centra su esfuerzo en el logro de los aprendizajes de todos los estudiantes.
El propósito de este trabajo es describir analíticamente algunas dimensiones
centrales que impactan en las actitudes que los profesores manifiestan hacia
la inclusión educativa. Los factores que se describen son la experiencia de los
docentes, las características de los estudiantes, el tiempo y recursos de
apoyo, y la formación docente y capacitación. Cada uno de estos factores
afecta las actitudes que los docentes puedan tener, limitando o facilitando sus
intentos de generar prácticas más inclusivas. Mientras más factores afecten
negativamente las prácticas pedagógicas de un profesor, menor será la
probabilidad de que el docente manifieste una mejor actitud hacia la inclusión
educativa.
El asumir una cultura, políticas y prácticas más inclusivas significará
entregarle apoyos específicos, recursos ajustados, tiempo y espacios
apropiados a los profesores para que ellos puedan servir a todos sus
estudiantes con mayor efectividad y calidad.
Palabras clave: actitud, profesores, inclusión
INTRODUCCIÓN
El modelo inclusivo es hoy en día un referente para muchos contextos
educativos que ven la necesidad de implementar estos principios al interior de
sus comunidades educativas.
Dentro de este marco, existen muchos factores que están interviniendo en el
éxito o fracaso de esta propuesta. Un elemento que emerge con relevancia es
la actitud del profesorado hacia la inclusión educativa, pues ésta puede facilitar
la implementación o puede constituirse en una barrera para el aprendizaje y la
participación del alumnado.
En este sentido se hace necesario conceptualizar la inclusión educativa. Según
los autores Booth y Ainscow (2002) es un conjunto de procesos orientados a
eliminar o minimizar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación de
todos los estudiantes. Sus dimensiones incorporan la cultura, política y práctica.
Dentro de la cultura se plantea una comunidad escolar con valores y creencias
compartidos y orientados a que todos aprendan, implicando a la escuela en su
conjunto; estudiantes, miembros del consejo escolar y familias. Las Políticas
por su parte apuntan a focalizar a la inclusión como centro de desarrollo de la
escuela y constituyen un único marco que orienta los distintos apoyos para
responder a la diversidad. Así mismo, las Prácticas aseguran que las
actividades escolares favorezcan la participación de todos evidenciando en
coherencia la cultura a la que pertenecen y la política orientadora que poseen
(Booth & Ainscow, 2011).
El éxito de una mayor inclusividad educativa está marcado por ciertos aspectos
relevantes que se relacionan según Eisenman, Pleet, Wandry y McGinley
(2011), con el liderazgo de las escuelas, una cultura colaborativa, arreglos y
adaptaciones de infraestructura que facilita el acceso, posibilidad de compartir
la experiencia de otros profesores y con el desarrollo profesional de
especialistas. A su vez, Idol (2006), plantea diversos indicadores del éxito de
las prácticas inclusivas dentro de un contexto escolar, a saber: